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El Laberinto de la Vida

La vida puede resultar incierta muchas veces, este mundo ha visto nacer y
morir generación tras generación de personas. ¿Qué clase de mirada
debemos tener del mundo siendo que somos jóvenes cristianos. ¿Cuales
son los propósitos que valen y afectan el reino de Dios?

El laberinto de la Vida

Eclesiastés 1.1–2

A pesar de los grandes avances científicos del siglo xx, en lo esencial, la vida
continúa igual. Puede ser que el ‘estilo’ de vida haya cambiado (para muchos,
pero no para todos), pero el ser humano aún nace con las mismas
esperanzas, tensiones, problemas...

Volar en avión es una experiencia que nos ayuda a ver a la humanidad desde
una perspectiva correcta. Desde ahí arriba, a miles de metros, los pueblos
son pequeñas manchas, y las personas parecen apenas hormigas. Esas
montañas que vemos desde arriba han estado en el mismo lugar desde hace
millones de años.

Ellas han visto nacer y morir generación tras generación de personas.


Los astrónomos hablan en términos de billones de años cuando describen a
las estrellas, pero para nosotros, aun pensar en cien años es un esfuerzo
enorme. “Unos nacen, otros mueren, pero la tierra jamás cambia” (v. 4).

Bajo la fachada de la civilización actual, yacen las ruinas de otras ciudades,


donde alguna vez corrían niños, y la gente vivía con preocupaciones muy
parecidas a las nuestras. “Las cosas pasadas han caído en el olvido, y en
el olvido caerán las cosas futuras...” (v. 11). ¿Quién sabe, por ejemplo,
quién era su tatarabuelo?
El Escéptico habla de las cosas que se ven, las cosas de “este kl
mundo” (vv. 3, 9). Y en “este mundo”, su pensamiento se acerca al
pensamiento de muchas personas. “¿Qué provecho saca el hombre de
tanto trabajar en este mundo?” (v. 3)

Uno estudia, luego busca trabajo, se esfuerza para mantenerse así mismo y
a su familia, y de pronto, llega a viejo. ¿Que? queda de tanto esfuerzo, sino
unos años de espera para descansar finalmente en la tumba

El Predicador no da todavía la respuesta. Pero luego insistirá en que hay otra


manera de ver al mundo. Hay otra realidad, y ahora podemos acceder a ella:
el evangelio de Jesucristo es justamente la ‘buena noticia’ para la persona
atrapada en el laberinto de la vida.

Cuando ya no estés en este mundo, ¿Qué recuerdos quieres que la gente


tenga de tu vida?

Para meditar...

¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?


Marcos 8.36

Reconozco, Señor, que, sin ti, la vida es un laberinto sin salida

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