1) Aristóteles investiga los principios del ser en el Libro VII de la Metafísica, concluyendo que la sustancia es el ser primero. 2) Examina cuatro sentidos de la sustancia: esencia, universal, género y sujeto, determinando que el sujeto es la sustancia en mayor grado. 3) La sustancia particular o sujeto se divide en materia, forma y compuesto, pero la forma es anterior y más ente que la materia, por lo que es la sustancia primera.
Original Description:
Filosofía Comentario al Libro VII
Original Title
Comentario Al Libro VII de La Metafísica de Aristóteles
1) Aristóteles investiga los principios del ser en el Libro VII de la Metafísica, concluyendo que la sustancia es el ser primero. 2) Examina cuatro sentidos de la sustancia: esencia, universal, género y sujeto, determinando que el sujeto es la sustancia en mayor grado. 3) La sustancia particular o sujeto se divide en materia, forma y compuesto, pero la forma es anterior y más ente que la materia, por lo que es la sustancia primera.
1) Aristóteles investiga los principios del ser en el Libro VII de la Metafísica, concluyendo que la sustancia es el ser primero. 2) Examina cuatro sentidos de la sustancia: esencia, universal, género y sujeto, determinando que el sujeto es la sustancia en mayor grado. 3) La sustancia particular o sujeto se divide en materia, forma y compuesto, pero la forma es anterior y más ente que la materia, por lo que es la sustancia primera.
Comentario al libro VII de la Metafísica de Aristóteles
En el libro VII de la Metafísica, Aristóteles inicia su investigación acerca de los principios
o del principio de los entes en cuanto entes. Así, este comentario versará sobre las dos primeras lecciones de las doce de las que se compone el Libro Z, según la organización que de él hace Santo Tomás de Aquino. En libros anteriores Aristóteles ha estudiado el ens per accidens, ahora la investigación será sobre el ens per se, aquel que tiene existencia propia y no relativa. Ya en el libro V, se ha visto que el ens per se divide de dos maneras, éstas son: por las diez categorías del ente y por la potencia y el acto. Cuando se habla de categorías, es necesario indicar el sentido aristotélico de dicha palabra, que va orientado a indicar aquello que se dice del “sujeto” (uso esta palabra por no irrumpir en el significado de substancia prematuramente), por lo que hablar de las diez categorías del ente es hablar de los diez predicamentos de éste. El filósofo expone: “Ente” se dice en varios sentidos, según expusimos antes en el libro sobre los diversos sentidos de las palabras”; con ello, remitiéndonos a la lectura de los modos en que se puede decir el ente, es evidente que el ente en Aristóteles es el ser. De esta manera, decir que “ente se dice en varios sentidos” es como decir “el ser tiene varios significados”. Por tanto, debemos identificar cuál de todos los predicamentos expresa más propiamente qué es el ente. Aristóteles dirá que el primer Ente es el to ti esti, “el que es”, “que significa la ousía”; con lo que vemos que el primer significado del ente, aquello que dice qué es el ente, es decir la quididad, es la substancia. Cabe recordar que en esta investigación, hablar de “primero” es hablar de primer principio, es decir, aquello de lo que lo demás depende. Se entiende así que la substancia es el Ente primero por cuanto los demás predicamentos no tienen existencia separados de ella. Para ejemplificar lo anterior, utiliza los siguientes razonamientos: 1) “cuando expresamos la cualidad de algo determinado decimos que es bueno o malo, pero no que es de tres codos o una persona, en cambio, cuando decimos qué es, no decimos blanco ni caliente ni de tres codos, sino un hombre o un dios”, aquí Aristóteles demuestra que aquello que expresa el significado primero de Ente es la quididad y no los demás predicamentos como cantidad, cualidad, pasión, etc., pues estos no podrían predicarse sin que antes exista la substancia o aquello de lo cual dichos predicamentos se predican y 2) Por eso, podría dudarse de si “andar” y “estar sano” y “estar sentado” significan cada uno un ente, y lo mismo en cualquier otro caso semejante; pues ninguno de ellos tiene naturalmente existencia propia ni puede separarse de la substancia, sino que más bien, en todo caso, serán entes lo que anda y lo que está sentado y lo que está sano.”, aquí observamos que Aristóteles no solo habla de la substancia en cuanto que busca saber qué es, sino en cuanto que es. Así, no tiene existencia per se lo blanco o lo bello, sino lo que es blanco o lo que es bello, pues dicha existencia como realidad extramental es el fundamento de todo ente. Asimismo, Aristóteles agrega “kai tode ti”. Partiendo del comentario de Enrico Berti, tode ti es una expresión técnica acuñada por Aristóteles que puede traducirse como “un cierto esto”; es decir algo determinado. La substancia no es, entonces, propiedad de otra cosa (como sí lo son los predicamentos), sino que es la cosa en sí. No es algo que se dice en relación a otros entes, sino que, en palabras de Santo Tomás de Aquino, los demás entes son entes por la substancia. La ousía estará indicada, por lo tanto, como aquello que dice qué es una cosa que es y al mismo tiempo como algo determinado. Y puesto que todos los entes son entes a causa de la substancia, es decir que su existencia se dice en relación a ella, el ente primero será la Substancia, entonces, la Substancia primera será el Ente absoluto. Este ser primero, continúa Aristóteles, puede ser en cuanto al enunciado, en cuanto al conocimiento y en cuando al tiempo. Ser primero en cuanto al enunciado resulta más evidente, ya que al ser los demás entes accidentes respecto del ente primero o substancia (tema que Aristóteles analiza en libros anteriores), en la definición de dichos accidentes se incluirá el de sustancia (podemos tomar los mismos ejemplos citados anteriormente). Ello muestra la anterioridad de la substancia a los accidentes, con lo que se confirma que es primera también en cuanto al tiempo, pues los accidentes no pueden darse separados de la substancia, mientras que la substancia por tener existencia real per se, se puede dar sin accidentes; es más, la Substancia primera es absoluta (como ya se ha dicho). Asimismo, es primera en cuanto al conocimiento por las razones que se han venido fundamentando, puesto que partimos de reconocer que aquello que dice más propiamente qué es el ente es la substancia; en otras palabras, podemos conocer mejor qué es ente en tanto que conocemos su substancia (qué es lo que es). Habiendo encontrado que lo que es más propiamente ente es la substancia y habiendo descifrado sus características fundamentales, Aristóteles se dispone a abordar la pregunta que, a su modo de ver, es aquella que se han formulado los filósofos cada vez que se disponían a indagar sobre los primeros principios de las cosas: ¿Qué es el ente? En este punto, ya somos conscientes de que dicha pregunta es la misma que ¿Qué es el ser? Sin embargo, el progreso de esta investigación radica en haber identificado que la cuestión sobre el ser se significa en la cuestión sobre la substancia. En este punto, considero importante citar nuevamente a Enrico Berti quien hace hincapié en que Aristóteles quiere decir “hasta ahora hemos siempre indagado qué es el ser, pero, puesto que hoy hemos comprendido que el ser tiene muchos sentidos y que el primero de estos múltiples sentidos es la sustancia, de hoy en adelante, debemos, en cambio, preguntarnos qué es la sustancia”. Por tanto, indagar sobre la substancia (contrario a lo que filósofos modernos puedan interpretar) no constituye un empobrecimiento de la investigación, sino que es precisamente lo opuesto en tanto que yendo a la Substancia estamos yendo a aquello que es el Ente primero, aquello que constituye el principio de todo ser. No debe verse el investigar uno de los predicamentos (a decir, la quididad) como investigar una parte de los constitutivos del ente, sino como una búsqueda de aquello que refleja de forma primera y más profunda qué es el Ente, qué es el Ser. En palabras de Aristóteles: “¿Qué es el ente? equivale a decir ¿Qué es la substancia? […] Por eso también nosotros tenemos que estudiar sobretodo y en primer lugar y, por decirlo así, exclusivamente, qué es el Ente así entendido. Una vez que Aristóteles ha definido el estudio del ente primero como el estudio de la substancia, procede a investigar qué es aquello que es propiamente substancia. Puede observarse, como lo señala Berti, que en la formulación tis hë ousía, el pronombre ti no es el neutro ti, sino que es del género concordante con ousía. Es decir, cuando Aristóteles realiza la pregunta acerca de la substancia, no solo se pregunta por “qué” es aquello, sino es más la pregunta de “quién” es la substancia, la investigación será ahora ¿Quién es la substancia verdadera? Así, Aristóteles menciona que habrá que estudiar qué de todo cuanto han dicho los filósofos anteriores que es substancia lo es realmente, si existen substancias fuera de lo sensible o no, si existe alguna substancia separada, y siendo que existan, qué modo de ser tienen o si no existe substancia fuera de lo sensible. Propone entonces cuatro sentidos en los que se puede decir la substancia: la esencia, el universal, el género y el sujeto, señalando que “sujeto es aquello de lo que se dicen las demás cosas, sin que él, por su parte, se diga de otra”. Retomando los conceptos, se dice que la esencia es substancia en cuanto que expresa la quididad de la cosa; el universal se dice como substancia en tanto que constituye el predicado universal de los entes singulares, es decir, expresa la especie del ente en cuestión, Santo Tomás de Aquino, lo define de forma más precisa cuando dice que el universal “afirma las ideas-especies” (Tengamos presente el término idea, pues hace, a mi juicio, referencia explícita a la distinción entre los constitutivos del ente). El tercer modo es según el cual “el género primero parece ser substancia de cada cosa”. Aristóteles dirá, respecto del cuarto sentido en que se dice substancia (el sujeto), que puesto que es aquello en función a lo que se predican las demás cosas, parece ser la substancia; de esta manera, el sujeto primero será la substancia en sumo grado. Siendo el sujeto la primera substancia particular, para llegar al “quién es la substancia” se tiene que determinar la naturaleza de la misma. Así, Aristóteles encuentra que el sujeto se divide en tres: materia, forma y el compuesto de ambas. Sin embargo, Santo Tomás de Aquino, resalta el verdadero sentido de esta división. Y es que no se dice “división” en tanto que constituyen partes de la substancia, sino en cuanto que se predican de ella bajo un cierto orden, orden que expresará la anterioridad y posterioridad de cada uno en el sentido en que hemos definido ya lo que significa “primero” en la ciencia metafísica. En palabras de Aristóteles: Si la especie es anterior a la materia y más ente que ella, por la misma razón será también anterior al compuesto de ambos” (Ello se entiende como un ejemplo del intento por llegar a la primera substancia). En el siguiente razonamiento, El filósofo demuestra cómo es que surge la conclusión errónea en los antiguos filósofos (naturalistas) de identificar la substancia con la materia. Ello radica en limitar el significado de substancia a la separación de la misma en relación a las demás cosas. En tal sentido, la materia será la substancia pues quitando aquello que tiene en relación a otros entes (accidentes) quedará aquella materia que puede identificarse con substancia. Sin embargo, ya se ha hecho la demostración de que substancia es también algo determinado, por lo que materia sería, sino lo contrario, algo distinto de la substancia, ya que de suyo es solo indeterminación (noción que podríamos abordar desde el estudio de la materia prima). Para tener claro estos conceptos es necesario remitirlos al estudio de materia y forma que Aristóteles realiza en “La Física”. Sabiendo entonces que la materia y la forma serían análogas a potencia y acto y siendo conscientes de la anterioridad (en el tiempo) de la potencia respecto al acto, pues el acto es la actualización de aquello que está en potencia, podemos ver también que la forma es anterior a la materia. De tal manera, que la forma será substancia en mayor grado que la materia. De lo que se observa que el compuesto de materia y forma será substancia en mayor grado también que la materia. De lo dicho se seguirá que la forma es anterior también al compuesto antes mencionado, pues en el compuesto hay algo que es materia. Por tanto el compuesto tiene participación de aquello que es posterior, según naturaleza, a la forma; con lo que la forma es anterior a la materia y, por ello, al compuesto del que participa dicha materia. Finalmente (en el sentido de cuanto compete al presente comentario) Aristóteles, concluirá que es necesario estudiar la forma, pues el compuesto, aunque es susbtancia, lo es en menor grado y es además más “cognoscible” ya que puede ser percibida sensiblemente. Podemos ver que para Aristóteles, resulta evidente que el compuesto sea substancia. Es evidente en este punto, pues ya se han definido con anterioridad las “características” fundamentales de la substancia; y es evidente también en cuanto que podemos corroborarlo con datos sensibles. No así con la forma, por lo que en la continuación del libro zeta, Aristóteles estudiará la forma substancial ya habiendo demostrado la entidad per se de la misma, entidad que además es anterior a todas en cuanto que los demás entes son entes en relación a la Substancia primera, que se identifica con la forma y que se dispondrá ahora a estudiar.