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Libro IV

DRUIDOSOFIA

EL MASAJE CÉLTICO-DRUÍDICO

LOS TRES CALDEROS

2ª Edición

por Iolair Faol


Índice

Sobre el término “Tradición”………………………..… 3

Sobre el concepto del masaje celta terapéutico…………9

Las energías…………………………………..………...26

La Realización del masaje……………………………..32

Sobre el “Aura” y otras energías………………………44

La cuestión de los tres calderos druídicos……………..81

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Gracias. Todas las imágenes pertenecen a sus legítimos autores.

2
Preliminar

Sobre el Término; “Tradición”

Algunas personas que vayan a leer el presente trabajo,


estarán “a priori” predispuestas contra él, ya que en la
Tradición celta, o si se prefiere en la Tradición druídica,
no existe ningún legado que nos relate como era el masaje
celta o describa cómo funcionaban esos teóricos tres
calderos con los que se titula el presente ensayo.

Por ello, en los párrafos que siguen, me centraré a modo


de aclaración, más que en la palabra, en el concepto, tal y
como suele usarse en el “Paganismo” y concretamente en
el Druidismo, cuando se emplea el vocablo “Tradición”,
con mayúscula, haciendo referencia a un conjunto de
creencias, e hipotéticas o reales prácticas antiguas, que
constituyen de por sí un legado, el cual se transmitió
especialmente por vía oral, y también escrita.

Obviamente cada persona druídica, orden o grupo


druídico pone matices a su concepto y algunos grupos
afirman incluso ser sucesores de un legado que les ha
llegado hasta nuestros días, sin interrupción y sin
alteración por vía clánica, es decir, de padre o madre a
hijo, de abuelo o abuela a nieto, etc.
Otros, alegan que su Tradición, es un conjunto de
actitudes, pautas, enseñanzas, ritos e incluso “poderes”
que se han ido transmitiendo paulatina y selectivamente
de unos individuos, a solo otros ciertos individuos
iniciados.

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Otros, menos pretenciosos, manifiestan que la Tradición
es un saber hacer y un saber estar, que se ha transmitido
desde tiempos lejanos. Pero los más pragmáticos afirman
que la Tradición, es un conjunto de leyendas, historias y
mitos, que han sobrevivido a diversas aculturizaciones,
que aunque nos han llegado alteradas, se puede entresacar
de ellas, las esencias de sus creencias y vislumbrar el
trasfondo de la cuestión.
Con otras palabras, podría decirse que estos últimos
entienden la Tradición, tal y como expresó, acertadamente
en mi opinión, el filósofo francés René Guénon:

“como un conocimiento que fluye a través de las


generaciones, desde tiempos inmemoriales,
conocimiento invariable en cuanto al fondo, pero
siempre renovado en cuanto a sus formas”.

En realidad, pocos grupos paganos y órdenes druídicas


contemplan la posibilidad por la que Tradición e
Innovación, no sean antagónicos. Los más ortodoxos,
parecen eludir aquella máxima pagana por la que se
afirma que dos opuestos pueden ser complementarios y
crear algo mayor que los dos que lo integran.
El resultado es que al entender Tradición como un
concepto enemigo al de la Innovación, ponen en el mismo
carro; a la Renovación, a la Transformación, a la
Originalidad, al Perfeccionamiento, al Progreso e incluso
a la Reforma o Enmienda, si ésta fuera menester.

Con dicha aseveración no se está defendiendo un


sincretismo a ultranza o quizá un “eclecticismo”1 mal

1
El eclecticismo fue una escuela filosófica que procuró conciliar las
doctrinas que parecían mejores o más verosímiles de diversos sistemas. El
término lo empleó por primera vez el filósofo Diógenes Laercio.

4
comprendido, aunque también habría que saber bien que
significa “ecléctico” término, tan erróneamente usado en
nuestros días, que sirve para censurar a cualquier
paganismo que según sus detractores, adopta posturas
intermedias o poco definidas. Aunque éste no sea el caso
del presente ensayo, pues se está defendiendo una postura
druídica bien detallada y analizada.

Lo que viene sucediendo en general en el ámbito del


paganismo y en consecuencia también en la esfera del
Druidismo, es que se confunden algunas singularidades y
se confunden algunas significaciones, puesto que la
esencial diferencia entre lo que puede considerarse
Tradición y lo que se considera, costumbres, usos,
prácticas, ritos, etc., es que la primera es atemporal, no
pasa de moda, ni con el paso de los años, ni de los siglos,
ni con la llegada de otras culturas, civilizaciones o
religiones. Y no pasa de moda, porque atañe a lo esencial
de las creencias, a la médula de la espiritualidad de la que
se trata. Así pues aun quedando ahogada u oculta por una
nueva civilización o invasión espiritual, puede reanudarse
en un momento dado, con un poco de dedicación por
parte del hábil individuo(s) que quiera(n) restablecerla.

En cambio, lo que pertenece al ámbito del uso, del rito, de


las costumbres, de las prácticas o hábitos, son
circunstanciales y temporales. No solo es que pasen de
moda, sino que hábitos, usos, ritos y costumbres de unas
épocas, en otras posteriores se convierten en ridículas,
absurdas, y a veces, hasta peligrosas y nocivas.
Los ejemplos pueden ser cientos: Desde la práctica con
sus rituales de los sacrificios humanos hasta los
holocaustos de animales. Desde las ancestrales
costumbres rituales de cortar cabezas amigas o enemigas,
hasta el ritual de cortar muérdago subidos a un roble con

5
una hoz de oro, para recogerlo en un lino blanco y luego
sacrificar dos bueyes blancos.

Ha sido inevitable, hubo ideas y prácticas druídicas que


murieron, algunos ritos célticos cayeron en desuso,
determinadas creencias han sido superadas. Pero otras
nuevas brotaron y siguen aflorando, como seguirán
germinando otras tantas, dando respuesta a las nuevas y
futuras inquietudes anímicas humanas.
Lo que verdaderamente permanece y se mantiene es la
esencia de su espiritualidad. Esa ausencia de dogma que
le otorga la facultad de ser flexible y de emerger aun en
las peores épocas humanas.

En contraste con otras religiones o espiritualidades del


orbe, el Druidismo siempre admitió la perspectiva de la
transformación y del desarrollo en sus convicciones.
Excepto algunos grupos muy conservadores y otros aun
más retrógrados, el Druidismo en general, siempre ha
apostado por la evolución, por el dinamismo. Nunca ha
pretendido o preferido quedarse estancado ni atascado
ante los avances y crecimientos espirituales o incluso
científicos que logra la Humanidad.
Entiende perfectamente que el Ser Humano tiene el
privilegio y la capacidad del razonamiento y la virtud de
la intuición para seguir avanzando en todos los horizontes
y hacia otros niveles de conciencia. En la proporción que
la conciencia humana se eleva, caen los dogmas, la fe
ciega, la superstición y la superchería.

El Druidismo se ha entendido a sí mismo, como un


proceso de cambio y renovación, mediante el cual la
esencia de la Tradición es mejorada y regenerada
constantemente y adaptadas a las necesidades de cada
generación y a su evolución espiritual como seres
humanos. Percepciones, intuiciones y conocimientos que
6
quizás hace dos mil años, no fueran comprensibles ni
posibles, hoy lo son, merced a que la Humanidad en
general y paulatinamente, avanza en todos los campos,
pero también en conciencia y espiritualmente, aunque
ciertamente aun no vayan a la par, el progreso de la
ciencia y el progreso espiritual.

No se trata de obtener o crear espiritualidades o


“religiones a la carta”, frases puestas en moda en nuestros
días, por grupos paganos ortodoxos, que pretenden, a toda
costa, proteger su “modus operandi” y sus creencias, a
veces con razón y a veces con fervor y exceso de
devoción o exaltación, que raya el fanatismo.
Si bien está defender cualquier espiritualidad de los
abusadores, plagiarios y mercantilistas de todo tipo que
pululan por nuestras sociedades o “ámbitos paganos”,
buscando prestigios o provechos materiales, y que en
ocasiones mezclan, mixturan y sincretizan al estilo “new
age”, creencias de todas las religiones o espiritualidades
que confunden a los neófitos, creando observancias y
teologías sincréticas que nada o poco tienen que ver con
las religiones originales y que hasta se hallan en
contradicción e incompatibilidad con ellas.

Si la mayoría de los druídicos de hoy, estamos en contra


de las corridas de toros, de los circos que usan animales,
de los zoos o de las matanzas de focas, delfines o
ballenas, del cambio climático, del avance de los
desiertos, de las quemas o talas indiscriminadas de
bosques, de la contaminación de aguas, tierras y aires etc.,
no es porque desde la antigüedad nos hayan llegado
directrices, pautas o preceptos de nuestros maestros y
antecesores espirituales para oponernos a tales
iniquidades, sino porque nuestra conciencia y evolución
espiritual como seres humanos, junto a ciertas esencias
druídicas, así lo manifiestan y hasta exigen.
7
Tratar, practicar y perpetuar la espiritualidad druídica no
es un trabajo de anticuario o museógrafo, sino una
apertura de la conciencia y una experiencia vital.

8
Sobre el concepto del masaje celta terapéutico

El término masaje, al parecer proviene del idioma francés


del siglo XVIII, pero se supone que éste idioma lo pudo
adoptar del árabe y del griego y todos ellos a su vez, del
antiguo término mesopotámico Mushu´u. (sumerio y
acadio)
Sabemos que todos los pueblos y culturas en la historia de
la Humanidad han utilizado técnicas de amasamiento y de
manipulación sobre el cuerpo de hombres y mujeres, tanto
con aplicaciones de fines sanadores y terapéuticos
internos o externos, como incluso con prácticas derivadas
hacia el erotismo y la sexualidad.

Así conocemos técnicas Chinas, japonesas, tailandesas,


griegas, romanas, hindúes, egipcias, mesopotámicas y

9
quizá, las más antiguas son las sumerias de hace 4000
años, pero todas ellas, con sus peculiares formas de
entender y aplicar el masaje.
A lo largo de la historia se han desarrollado diversas
escuelas de masaje y así, hoy en día existen varias
modalidades de masaje como el sueco, el chino, el
tailandés, el ayurvédico, el hawaiano, el shiatsu japonés, y
muchas otras también contemporáneas, que aglutinan
prácticas orientales y occidentales dentro de las corrientes
denominadas “New Age”.

A este respecto, puede observarse una similitud entre la


práctica taoísta y las teorías celtas sobre el masaje, ya que
ambas deducen que cualquier obstáculo en los canales que
portan energía, provoca excesos o defectos de ésta en
tejidos y órganos del cuerpo.
Por ello se trata de desbloquear esos canales (también
llamados “wouivres” somáticos) mediante masajes con
aceites naturales, complementándolo con procedimientos
de aromaterapia, de litoterapia, de cromoterapia, de
sonoterapia, musicoterapia, etc.
Los taoístas emplean además técnicas como la acupuntura
y digito-puntura para lograr dichos desbloqueos. A pesar
de que no existan testimonios escritos de un uso similar
entre los celtas o en la Tradición druídica, tampoco se
piensa que métodos análogos y equivalentes no pudieran
haber sido utilizados por los druidas.
Y por supuesto, en modo alguno los procedimientos y
técnicas taoístas, son contradictorios u opuestos a la
Espiritualidad druídica.

Así pues el término masaje engloba una serie de técnicas


muy diversas, que mediante la aplicación y amasamiento
sobre la piel y el cuerpo, además de fricciones, presiones,
percusiones y vibraciones, preferentemente con las
manos, busca impulsar la correcta circulación y drenaje

10
sanguíneo, linfático o energético, así como fortalecer los
tejidos blandos y musculares del organismo humano y
vigorizar la estructura ósea, favoreciendo con ello la salud
y el bienestar tanto fisiológico como psicológico de los
individuos que se acogen a su praxis.

Resulta incomprensible dentro de la medicina holística


celta, la curación de una enfermedad física, sin haber
previamente, hallado y atajado las causas espirituales y
mentales, que la han provocado o que la han ayudado a
manifestarse.
Cuando los vates druídicos en virtud y en proporción a
sus aptitudes y aprendizajes, identifican ese desequilibrio,
pueden utilizar también su propia energía fluida,
canalizándola y transmitiéndola a otro ser correctamente,
mediante la imposición de manos o mediante masajes,
para intentar equilibrar lo desequilibrado.

Dichos trastornos vienen motivados demasiadas veces por


los desequilibrios con alguno de los elementos de la
naturaleza, o por actuar en su contra y contra sus
inmutables Leyes.
Para la sanación de ciertas enfermedades, se emplean
también sonidos y cánticos con palabras similares a los
“mantras” del budismo, del hinduismo tántrico, o del
taoísmo, pero con la característica exclusiva de que éstos
deben ser rimados como los conocidos “englyns”, y
también a través de la repetición de esas estrofas rimadas
determinadas veces, alcanzar el trance.

También se manejan para provocar ciertos efectos,


diferentes clases de dispositivos musicales como el
“Cruit” (un arpa pequeña sagrada) o el Bodhrán (tambor
de marco redondo irlandés). Estos instrumentos buscan la
obtención de una resonancia sagrada, como el que
provocan los cuencos tibetanos o algunas músicas
11
tradicionales orientales como las hindúes, chinas o
japonesas.
Se cuenta tradicionalmente que la Irlanda de los druidas,
el arpista del “cruit” debía ser nombrado "maestro" en los
tres géneros musicales: el "Suantraidhe", el que nadie
podía escuchar sin enfrascarse en un sueño delicioso; el
"Goltraidhe", el que nadie podía oír sin echarse a llorar; el
"Geantraidhe", el que nadie podía resistir sin reírse a
carcajadas.

Por ello se cree además que estas arpas afinadas de forma


especial y “mágica” pueden inducir al sueño, a la alegría
o al llanto…como se narra en la saga mitológica celta
irlandesa, en un episodio protagonizado por el Arpa de El
Daghda.

Ésta y otras anécdotas, nos sirven para entender como de


manera prácticamente excepcional, las tribus celtas
utilizaron ya ancestralmente, el conocimiento y práctica
de la músicoterapia, incorporándola a métodos rituales y
terapéuticos como el trance, la sugestión, la hipnosis, la
relajación y la meditación.

Un ejemplo de ello es el encantamiento2 conocido como


“imbas forosnai”: que fue una técnica de trance que
empleaban los Druidas para la adivinación e incluso se
nos da una receta de los medios empleados por los
antiguos bardos, para obtener la inspiración siguiendo una
vieja máxima hermética que dice: “Que todo lo que es

2 Nota: Existieron varios encantamientos druídicos pero hubo cuatro


principales entre los celtas de Irlanda, a saber; “glam dicinn”,”imbas
forasnai”,”teinm laegda” y “dichetal do chennaib”.

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adentro, es afuera”, u otra que afirma que “todo lo que
está abajo, está arriba” (Hermes Trismegisto; La Tabla
Esmeralda):

I: Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero.

II- Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que


está arriba es como lo que está abajo para hacer los
prodigios de una sola cosa,

III- y del mismo modo que todas las cosas han sido y han
venido de Uno por mediación de uno, así todas las cosas
han nacido de Uno por adaptación.)

El Druidismo, en general, piensa y cree que la Madre


Naturaleza es medicina, y que la medicina sirve a la
Madre Naturaleza, por tanto, basa sus enseñanzas en lo
que aprende de la Madre Naturaleza, por lo que el método
utilizado para la prevención y sanación de las
enfermedades, es la medicina natural en sus diferentes
ramificaciones, tales como la aromaterapia, la
sonoterapia, la cromoterapia, la herboristería, llamada
actualmente fitoterapia, la prevención y sanación
mediante las piedras, como las actuales litoterapia,
gemoterapia y oligoterapia, y un largo etc.

Debido a estas enseñanzas naturales, ya desde tiempos


remotos los druidas de antaño ya observaron como
muchos animales especialmente los mamíferos,
instintivamente se tocaban, rozaban, friccionaban, lamían,
aquellas zonas de sus cuerpos que habían recibido golpes,
rozaduras o agresiones. Así como observaron que el
contacto, las caricias y roces, eran el método común de
relación entre los animales.

13
De la misma manera instintiva, ocurre en el hombre. Ya
desde tiempos muy arcaicos se supone que el hombre
cuando sentía, en o sobre su organismo algún tipo de
dolor, lo primero que le surgía espontánea e
impulsivamente, era colocar las manos o friccionar la
zona dolorida e incluso presionar las zonas afectadas,
convirtiéndose de esta manera la acupresión en una de las
formas más antiguas para el alivio de los dolores.

Así pues, el masaje es un proceso natural, que en los seres


humanos y otros mamíferos, ya desde el nacimiento y
previo a éste, se halla presente, al recibir las caricias
maternas.

Desgraciadamente, el individuo conforme crece, va


asumiendo los roles y valores de la sociedad occidental
actual y empieza a inhibirse, relegando al olvido este
método de sanación integral, así como de comunicación
consigo mismo y los demás.

Para el Druidismo el arte del masaje es ante todo una


destreza e inspiración, que entra más en el ámbito de la
maestría que en el de la técnica, adhiriéndose más a la
esfera de la vocación espiritual que al de la profesión
comercial.
Se podría decir que los artistas del masaje celta, no hacen
masajes para ganar dinero sino que reciben una
retribución material para su subsistencia, porque ponen su
voluntad y esfuerzo en su arte, mediante el masaje, para
sanar.

Tiene por ello el masaje celta su concepto y estilo


particular, donde las manos del asistente danzan al ritmo
de la armonía, deleitándose en la intención de generar
alivio, aliento y salud, sobre los cuerpos físicos y
energéticos de los asistidos.
14
Unas danzas manuales que recorren, lo que el Druidismo
considera sagrado, como es el cuerpo humano. Un cuerpo
que es templo sagrado del alma que en él mora, pero que
guarda y refleja los efectos energéticos que se traducen
psicológicamente en emociones, sean éstas positivas o
negativas, que a su vez, pueden somatizarse
orgánicamente.

Uno de los puntos de partida de la espiritualidad y


filosofía druídica y que se expresa perfectamente en el
masaje celta, es, que no existe distinción en la esencia,
entre lo creado o emanado y Lo Hacedor o Difusor (Lo
impulsador), por ello se afirma que la Divinidad Suprema
es a la vez, Acto o Devenir de su propia existencia, pues
su esencia es promotora de la energía que hay en todo lo
existente en el Universo.

La Fuente Primordial de todas las cosas, no es ajena a este


Universo, forma parte de él, es su propio Impulso, al igual
que todo lo demás.

Lo cual significa que La Divinidad Primigenia, es una


potencia impersonal, espíritu, mente y ente, aunque
también una fuerza y una energía sublime e indescriptible.
Al no existir distinción esencial, sino solo gradual, entre
La Divinidad y todo lo existente, ello significa que todo lo
que es y existe en el Universo entero, es divino; y esta es
la base Panteísta.

El masaje celta por tanto, es panteísta, trata a la entidad


integral humana como divina, por ello afirma que el
micro-cosmos es reflejo del Macro-cosmos.
En el cosmos existe un equilibrio entre las diferentes
energías, fuerzas y leyes, cuando este equilibrio es
trastornado, entonces la derivación, el efecto de ello, es un
desequilibrio.
15
En el ser humano acontece de igual manera, para curar
ciertas enfermedades, las cuales son un desequilibrio
espiritual, mental y orgánico, es necesario restablecer el
equilibrio de las diferentes energías, fuerzas y leyes que
en él repercuten.

Fuerzas y energías que son tanto externas, como las


procedentes del Cosmos, de nuestro entorno y de otros
seres, como internas, generadas por nuestros propios
vórtices energéticos o calderos.

Por otro lado, el masaje celta como método preventivo


aunque igualmente sanador, no se circunscribe solo a un
tratamiento quiro-masajeador, terapéutico e higiénico, que
fomenta los procesos de curación natural, es decir, no solo
se limita a un tratamiento y manipulación del organismo
tangible, sino que se conceptúa a éste también como una
sanación de la mente y del alma.
El masaje celta es un arte integral que se vincula
sutilmente a éstas y considera al ser humano como un
Todo. Se enlaza a éstas, pues se piensa que un trastorno o
desequilibrio anímico puede somatizarse en la mente y a
través de ésta, en el cuerpo.

La tríada druídica que habla del vínculo entre alma, mente


y cuerpo, es una de las más importantes dentro de la
espiritualidad y filosofía druídica y obviamente igual de
importante en lo que puede llamarse “el concepto de salud
holística celta”.
Por ello, al hablar de salud, según las concepciones
druídicas y celtas, se tiene en consideración tanto el plano
físico como los planos menos densos e intangibles como
pueden ser el mental y el anímico.
Este sistema de salud ilustra que todos los seres, incluido
el humano, son un microcosmos, un mundo en sí mismos,
vinculados a la Madre Naturaleza y también al Universo,
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es decir, al Macrocosmos, y a todas las fuerzas naturales y
cósmicas que en ambos operan.

Un sufrimiento anímico se trasluce en un malestar o


enfermedad mental y lógicamente en un dolor físico, que
advierte que algo no funciona correctamente en nuestro
ser como entidad integral y completa. Y de forma inversa
cuando un dolor físico nos abruma, la mente sufre y nos
alerta de que existe un conflicto anímico.
Desde este punto de vista el masaje celta nos ayuda a
tomar conciencia de nosotros mismos y cuando lo
realizamos sobre los demás, también nos aproxima a esas
otras realidades integrales. que es el prójimo y nos ayuda
a conocerlo mejor. Así pues se convierte en una forma de
comunicación sutil que permite al sanador entender y
conocer el estado físico, anímico y mental del individuo al
que se está atendiendo.

Obviamente, ningún masaje, ni siquiera el conceptuado


como celta, puede convertirse en una práctica milagrosa.
Primeramente, porque de poco sirve cualquier masaje
sanador, si el individuo por sí mismo no es consciente, ni
responsable de su propia salud, o si éste no se encuentra
sensibilizado a la prevención que debiera tener en
consideración como ser viviente.
En segundo lugar, porque someterse a un masaje, para
exclusivamente aliviar ciertos síntomas y posteriormente
seguir con las mismas actitudes de vida, tampoco resuelve
en profundidad el conflicto latente o patente.

Uno de los objetivos del masaje celta es armonizar y


equilibrar las energías, asegurándoles un óptimo fluir
también desde los calderos energéticos, estimulando todas
las vías y líneas energéticas que recorren el cuerpo del
individuo. Un fluir que es evidente en la lógica celta, ya
que se piensa que todo lo que se relaciona con la energía
17
es movimiento. Un movimiento que se traduce en
vibración y acción, donde el masaje es una acción que
impulsa y activa dichas energías.

Cuando los calderos, están enderezados y equilibrados, el


primer caldero, denominado de la calidez, se muestra
lleno de vitalidad, energía, y permanece exuberante. El
segundo caldero denominado de la vocación, aparece
lleno de alegría y de emociones positivas y el tercero o
del Conocimiento, se halla repleto de claridad mental y
pensamientos creativos.

Trata, como se ha mencionado, no solo de sanar el cuerpo


tangible, sino también de equilibrar y canalizar la energía
vital, tanto la cósmica o universal, como la interna y la
externa del medio inmediato o adyacente, a la par que
fortalecer la tríada druídica de;

1- Dar sosiego, confianza y entereza al alma.


2- Dar serenidad, equilibrio y silencio a la mente.
3- Dar relajación, placidez y reposo al cuerpo.

Trata al mismo tiempo de estabilizar las funciones de los


tres elementos, principios o “reinos” primordiales
druídicos, a saber: Tierra, Agua y Aire, reflejados en
todos los organismos vivientes, incluido el hombre, y de
avivar o activar el Factor de Transmutación y Evolución
que es; El fuego.

Para ello, se recurre también a la praxis espiritual,


anexada al propio masaje, mediante los rituales.
Ello debería ser obvio, el masaje de inspiración y visón
céltica o si se prefiere; druídico, se enmarca dentro de una
espiritualidad concreta, como es el Druidismo, con las
bases teóricas, filosóficas y espirituales que lo sustentan y

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los conceptos sanadores que se utilizan con las
aplicaciones precisas.
Por tanto, las personas que se predisponen con
animadversión o no se hallen animadas o inclinadas a
aceptar, admitir o al menos, a tolerar dichas convicciones
filosófico-espirituales, resultan inadecuadas para recibir el
masaje mencionado y beneficiarse de sus efectos.

Por otro lado, existe una forma druídica de clasificar las


manifestaciones de la Madre Naturaleza y sus
interrelaciones. Esta clasificación, es una interpretación
del estado, tipo y manifestación de la energía en Tres.

Se hará también referencia al microcosmos que es el ser


humano en comparación al Macrocosmos que es el
Universo, siendo por ello una revelación básica de nuestro
espíritu, el cual es divino. Siendo divino y etéreo es una
energía sutil, cuyas características fundamentales se
pueden comparar a los tres principios primordiales
mencionados, teniendo como se ha referido, como factor
de evolución al propio Fuego, expansivo, activador y
penetrante, como equivalente al resplandor anímico o halo
lumínico divino que nos hace transformarnos y
evolucionar como entidades individuales y espirituales.

Dicha tríada, se vincula a campos diversos, pero en lo que


atañe a la medicina holística céltica y concretamente al
masaje asociado de inspiración céltica, las
correspondencias druídicas de los tres medios naturales
primordiales, más el fuego como factor de transmutación,
con los aspectos y funciones generales del organismo
humano, son las siguientes:

- La Tierra, como elemento primario y principio


primordial, se vincula al reino de lo físico a todas las

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partículas sólidas del organismo como los huesos,
músculos, ligamentos, tendones y todo tipo de órganos.
La Tierra es uno de los reinos simbólicos druídicos y
simboliza también uno de los tres estados de la materia
como es el Sólido.
En lo metafísico, atañe a la energía sutil del primer
caldero, ubicado en el bajo vientre, que comparte con el
Agua.

- El Agua: como elemento secundario se vincula en lo


físico a la sangre, a las secreciones, a la circulación
sanguínea y linfática y a todos aquellos fluidos corporales
internos.
En lo metafísico atañe también a la energía compartida
del primer caldero que comparte con la Tierra. Agua y
Tierra se enlazan telúricamente y conforman impulsos y
fuerzas, llamadas “Líneas Ley” o “Venas del Dragón”.
El agua es un elemento esencial para la vida, es el
segundo de los reinos simbólicos del Druidismo y
representa otro de los estados de la materia, como es el
Líquido.

- El Aire: como elemento terciario se vincula en lo físico a


la respiración y a todos los gases.
En lo metafísico atañe a la energía del segundo caldero
ubicado en el plexo solar. Es el tercer reino simbólico
druídico y representa el tercer estado de la materia como
es el Gaseoso.

- El Fuego: como factor de transmutación se vincula a la


propia alma. Su simbolismo está sujeto a la mística del
espíritu, a esa fuerza interior que reside en lo más
recóndito del ser humano, a la energía que también
procede de la mente y genera el pensamiento y la
creación.

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Atañe a la energía generada por el tercer caldero druídico,
ubicado en la frente.

La Tierra, el Agua, el Aire, más el Fuego, en su forma


natural, son propiedades del comportamiento de la
materia y por tanto, también de la energía. Son
propiedades comunes a todos los fenómenos materiales y
que todo organismo exhibe, pero sobre todo y por encima
de los elementos vitales, son principios ordenadores y
realidades esenciales de la existencia.
El fuego, druídicamente, es dinámico, pero no se
considera elemento o principio primario porque se
necesita de la combinación o acción de alguno o de los
otros tres, para que se manifieste.
Y sin embargo, es un factor de mutación, inicia un
proceso que puede transmutar a los tres principios o
elementos que son considerados primarios.

Obviamente, como ya gracias a la ciencia conocemos, los


elementos primarios que pueden darse en la naturaleza,
los estableció por primera vez un tal Dimitri Ivanovich
Mendeliev que clasificó en 1860, los elementos químicos
ya conocidos, dicha clasificación fue mejorada
posteriormente, es lo que se ha llamado Tabla Periódica.
De todos los elementos que componen dicha tabla y sus
mejoras posteriores, se ha establecido hasta la fecha que
los considerados elementos de la vida o bioelementos son
unos 25. Es decir, se piensa que la vida en la Tierra ha
surgido de unos elementos concretos y de sus propiedades
físico-químicas y sus procesos.
A su vez se establece que los bioelementos primarios, son
básicamente el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.

Con ello tenemos que al tratar de elementos primarios o


principios primordiales, como agua, tierra y aire, estamos

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empleando metáforas y síntesis como conceptos
metafísicos vinculados a lo orgánico.
De esta manera, cuando se dice que la Tierra, el Aire y el
Agua, son elementos o principios primarios y el Fuego es
un factor transformador, se está haciendo referencia a que
los tres primeros son elementos, principios y entornos
básicos y el último un agente o factor capaz de
transmutarlos o metamorfosearlos. Pues como es sabido,
la materia no se destruye por la acción del fuego, sino que
transforma la energía de la materia de distintas formas.

Todo lo que nos rodea y que percibimos a través de


nuestros sentidos humanos, viene en tres presentaciones
aparentemente distintas, básicas y exclusivas: en sólido,
en líquido o en gaseoso, es decir, una tríada, tan apreciada
en la cosmovisión celta, que se simboliza como Tierra,
Agua y Aire y que corresponde también a los Tres Reinos
místicos y simbólicos del Druidismo.

1- De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace


entre lo frío y lo seco: Lo sólido = La Tierra
2- De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace
entre lo frío y lo húmedo: Lo líquido = El Agua
3- De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace
entre lo caliente y lo húmedo: Lo gaseoso = El
Aire.
4- De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace
entre lo caliente y lo seco: El Fuego.

Por tanto, el masaje celta persigue adquirir armonía entre


el estado del alma, el estado mental y el estado del
cuerpo, como un todo y con la Madre Naturaleza, de la
que forma parte, sirviéndose durante el amasamiento
terapéutico del cuerpo, de los elementos y las esencias
22
que esta última proporciona, con el objetivo de lograr la
deseada armonía.

En el masaje celta terapéutico se aglutinan un conjunto de


conocimientos y prácticas naturales reconstituyentes,
atestiguadas dentro de la cultura celta, con unos métodos
de presión digital y manual, al estilo del “Shiatsu”
japonés, incluso con técnicas próximas al masaje taoísta,
donde se piensa, al igual que en las convicciones céltico-
druídicas, que existen en el interior de los organismos,
canales energéticos invisibles para el ojo humano, por los
cuales circula la energía.
Incluso con métodos similares a lo que viene llamándose
actualmente Kinesiología Holística o Kinesioterapia
Integral, atendiendo al aspecto mental, físico y energético
o espiritual, cuyas raíces se sitúan en culturas ancestrales
como los esenios, los lamas tibetanos y posiblemente
entre los celtas, y consistiendo dicha técnica en la
recuperación y rehabilitación psicomotora, cuando se
produce un desequilibrio, mediante la aplicación de
técnicas y procedimientos de naturaleza física,
indispensable para el mantenimiento en buena forma de la
clase guerrera.

El masaje balsámico céltico, tiene efectos positivos en el


cuerpo físico y la salud, pero también en los elementos
más sutiles que se hallan en el Ser, como pueden ser los
referidos e invisibles conductos de energía. Por tanto, con
el masaje lo que se pretende es estimular el fluir de dicha
energía por los meridianos para deshacer los
estancamientos o acumulamientos excesivos e intentar
liberarlos.
A través de dichos meridianos, tanto la energía que nos
llega desde fuera, es decir, la externa, aunque obviamente
también la interna, ambas se difunden a todos los tejidos y

23
órganos del cuerpo, aportando ciertas dosis, dependiendo
de la exposición a dichas energías, de aliento vital.
Dicha energía externa llega también a los vórtices o
ruedas de los calderos donde sigue vibrando y girando,
encontrándose allí con la energía interna que se ha
generado y acumulado.

En óptimas posiciones de los calderos, la energía


generada y canalizada internamente en las ruedas de los
calderos y la recibida externamente, pasan a éstos,
aglutinándose ambas.
Nuevamente, por uno o varios de estos canales fluye, sino
hay estancamiento, hacia el caldero inmediato superior, si
éste se halla en una posición óptima para la recepción,
pero en cualquier caso, continúa expandiéndose por todo
el organismo, por otros canales, en un continuo tránsito
circulatorio, concediendo una vitalidad básica al
organismo e incluso irradiando una parte hacia el exterior
de éste.

Por tanto, la técnica del masaje sanador, puede aplicarse


para intentar combatir el desequilibrio de los tres
calderos, acometiendo la estimulación física, mediante el
masaje, de los canales sutiles por donde circula, así como
los vórtices o ruedas rotatorias de los respectivos
calderos.
Estos canales, denominados también célticamente como
“Wouivres somáticas” pueden compararse a los canales
energéticos y telúricos de la misma Tierra, que
representan los nervios positivos y geológicos del planeta,
también denominados “Líneas Ley” o “Venas del
Dragón”.
Como es sabido, los druidas de antaño, como los actuales,
creían que la Tierra, era una entidad viva y con conciencia
y éstas Wouivres, eran como arterias energéticas y
planetarias, por donde fluía su fortaleza.
24
Para una mejor comprensión de cómo funcionan dichos
canales, su relación con las ruedas de los calderos y con
los calderos mismos, así como el reconocer que clase o
tipo de energía se produce internamente y como es la
energía recibida desde el exterior, se expone una escueta
explicación.

25
Las Energías

Sobre la energía interna y los calderos

A priori y en estados aptos para la existencia física, el ser


humano genera desde los vórtices energéticos, como son
las Ruedas de los Calderos, la suficiente energía vital
interna o metafísica para sobrevivir, que es conducida por
los canales energéticos a las diferentes partes del
organismo. No obstante, buena cantidad de esta energía se
disipa sin canalizarse adecuadamente o se pierde sin
llegar a llenar los mencionados Calderos, o simplemente
queda estancada.

Se sustrae energía al Caldero de la Calidez, cuando hay


esfuerzos energéticos fútiles a todos los niveles que
merman el llenado del caldero al disiparse en acciones
insustanciales, tales como la exteriorización con gestos y
26
ademanes de las emociones negativas, los arranques de
cólera, los apresuramientos, las actitudes nerviosas, las
preocupaciones, la tensión de los diferentes músculos y
ligamentos del organismo, la palabrería constante interna
o externa y etc.

Así como restan energía al Caldero de la Vocación, las


expresiones internas y externas de las emociones
negativas, al malgastarse en turbaciones y azoramientos
como la tensión, la ansiedad, la angustia, y etc.

También menguan energía al Caldero del Conocimiento


al derrocharse en pensamientos baladíes y especulaciones
insustanciales como las quimeras, las fantasías falaces de
toda índole, las proyecciones e impulsos gratuitos del
Ego, las pájaras mentales, los delirios, los pensamientos y
las ideas triviales, frívolas y etc.

Pocos seres humanos pueden evitar totalmente la merma,


en sus diferentes grados, de energía en sus calderos, y tras
esa disipación, la energía que aún subsiste, se ve abocada
principalmente a garantizar la supervivencia energética
del organismo.
Por ello, el llenado completo de los respectivos calderos
se convierte en una tarea bastante ardua, al ser
insuficiente la energía que permanece sin desvanecerse.
Por dicho efecto, la mayoría de los seres humanos
deberían aspirar a utilizar provechosa y sabiamente toda
su energía e incluso a acrecentarla, evitando o
controlando las manifestaciones derrochadoras triviales
mencionadas anteriormente.

No obstante, aquellos seres humanos que puedan lograr


no desperdiciar ni un ápice de su valiosa energía e incluso
aumentarla y así llenar todos los calderos, se hallan en los
umbrales de los altos estados de la Conciencia y de los
27
planos más elevados del Ser. Incluso, se hallan preparados
para configurar las posibilidades y potencialidades de su
cuerpo astral.

La las posibilidades de configuración de un cuerpo más


sutil que el energético, como puede ser el astral, resulta
imposible en un estado bajo de conciencia, pues en dicha
situación, el astral se halla latente en espera del despertar
de la Conciencia. Sin embargo, se cree que la energía que
el cuerpo astral pueda precisar para su desarrollo, es la
misma que la que necesita el organismo para su
subsistencia energética, pero más refinada y con un flujo
mucho más abundante y constante.

Sobre la energía externa y los calderos

Hay otros tipos de energías más o menos sutiles como son


las externas, las cuales proceden, como su nombre indica,
del exterior del ser humano.
Algunas impregnan y otras penetran en éste con todos sus
influjos. Entran por todos lados, por los poros de la piel,
por los ojos, por la boca, por las orejas, por la mente, por
el alma y no tan solo por la glándula pineal o epífisis (el
séptimo chakra de los hindúes, que es por donde algunos
afirman que es solo por dicho punto por donde entra la
energía cósmica).
Después, fluyen por todos los canales energéticos
inmateriales del ser humano expandiéndose por todo el
organismo. Pero donde se cree que realmente se acumulan
en buena proporción, es en las Ruedas de los Tres
Calderos, especialmente en la del Primero de ellos.
En éste, dicha energía se filtra mediante un proceso
alquímico interno, convirtiéndola en una energía aun
menos densa y más etérea, la cual, en condiciones
óptimas del primer caldero, seguirá fluyendo para ser
recibida por la Rueda del segundo y así continuar el
28
proceso de refinado e iniciar, en condiciones favorables,
el llenado de este segundo caldero.

Se indica menos densa y más sutil, puesto que una parte


de esta energía externa proviene del Cosmos, pero el
campo electromagnético que cubre la Tierra, se interpone
como barrera o filtro a una irrupción de forma directa o
pura. La energía cósmica o taquiónica es interceptada,
tanto por los campos electrostáticos, como por los
magnéticos, y ello la altera y le resta calidad vital, siendo
en el interior del organismo humano donde puede seguir
depurándose.

Como energías externas sutiles se pueden considerar:

A-Las energías procedentes de la Madre Naturaleza

Hay energías externas que provienen de la Madre


Naturaleza, las cuales, son las energías exteriores y
exotéricas más significativas e influyentes para el cuerpo
energético del ser humano. Provienen, tanto de todos los
seres vivos, árboles, plantas, animales, de los mismos
humanos, como de la energía acumulada en toda clase de
alimento natural que puede nutrir al hombre, y de todos
los elementos naturales, aire, agua, minerales etc., y de
sustancias tales como, oxigeno, hidrógeno, etc.
Incluso, proceden de todas las energías manadas de los
elementos de este medio, que nuestro organismo recibe
como sensaciones, a través de los sentidos y sus
impresiones, tales como olores, aromas, sonidos,
imágenes.
Todos esos aspectos, son a fin de cuentas, diferentes
ondas vibratorias energéticas que acceden e influyen en el
cuerpo energético, siendo mayoritariamente energías de
influjo positivo.

29
B-Las energías procedentes del entorno inmediato

A un nivel puramente físico, cualquier metal pueda entrar


en nuestro cuerpo. Hoy en día en las urbes y con los
sistemas actuales de alimentación industrializada,
ingerimos cadmio y plomo, respiramos y comemos
mercurio, lo cual en altas dosis y a un nivel energético
tiene sus perjuicios. Dichos metales son elementos
disolventes de la energía cósmica que nos llega, como lo
es, el uso incontrolado de la electricidad y de toda clase
de aparatos eléctricos y micro-ondas que la distorsionan.
Es decir, el ser humano absorbe energía nociva del
ambiente y pierde energía saludable en el ambiente.

Además de las energías de todo aquello que nos rodea en


las ciudades, captamos y absorbemos, las energías
manadas como emociones, tanto positivas como
negativas, de otros congéneres humanos. Efectivamente,
hay demasiados individuos a nuestro alrededor con
emociones patógenas e infecciosas y sus “neuras” pueden
energéticamente ser transmitidas a otros, mediante
emociones, mediante imágenes, mediante gestos y
palabras.

C-Las energías procedentes del Universo o taquiónicas

El organismo sutil humano absorbe también la energía


procedente del Universo que llega a nuestro planeta, tanto
de gases cósmicos, de cuerpos celestes, de otros planetas
o de asteroides y satélites, y especialmente del Sol y de la
Luna.
En algunas tradiciones espirituales dichas energías
universales reciben nombres tales como Prâna en la India,
Chi, en China, Ki en Japón, Luz astral en la Kábala, Nert,
Nertos, o Nwyfre, entre los celtas, etc.

30
Esta energía cósmica vital sufre interferencias y
alteraciones en su deambular cósmico y por ello en su
camino hacia nuestro planeta, al atravesar éste, sufre
neutralizaciones debido a los campos electrostáticos y
magnéticos que posee la Tierra y ello la altera y le resta
calidad vital.

31
La Realización del Masaje

En la preparación y en la praxis y durante lo que pueda


durar una sesión de masaje céltico, (entre 40 minutos y 2
horas) se hará sonar música adecuada y armónica celta o
de raíces celtas o aquellas que reproducen sonidos
armónicos captados en entornos naturales, consiguiendo
de esta manera también un masaje mental y anímico
mediante el sonido.
Cualquier sesión de masaje celta, se puede desarrollar en
un entorno con condiciones ambientales adecuadas y
cálidas, sonando dicha música si es en espacios cerrados,
acompañándose con técnicas propias de la aromaterapia,
que activa el olfato y ayuda a la sanación, pues al
introducir el efecto perfumado de los aceites esenciales
durante el masaje, se consigue un mayor bienestar general
y se puede revertir un estado de ánimo negativo.

32
Dichos óleos y aceites esenciales, al aplicarse
directamente sobre la piel, llegan hasta la sangre al estar
compuestos de moléculas minúsculas que traspasan con
suma facilidad la epidermis.

Conjuntamente a todo ello se procede a un breve ritual


espiritual de apertura.
Dicho ritual, comienza con unos breves momentos de
silencio interior y exterior, para a continuación, invocar
mental e internamente o elevando la voz externamente a
las divinidades sanadores de Celtia, como pueden ser
DianCecht, Miach, Airmid, Bath, Sulis, Belisama o
cualquier otra deidad sanadora, con el propósito de
solicitar su guía y asistencia en la labor terapéutica que se
va a realizar.

El masajista en su indumentaria de trabajo utilizara


siempre prendas de fibras naturales y si lo prefiere puede
estar descalzo, con el fin de estar conectado a la tierra
para que todo lo que el asistido desprenda energética y
emocionalmente, no impregne ni quede retenido por el
asistente, sino que por el contrario, sea librado hacia la
tierra.
Es preferible que a quien se le vaya a realizar el masaje se
halle desnudo o semidesnudo con prendas ligeras y tenues
que no obstaculicen la labor del asistente.
También es casi una premisa de todo masaje que tanto
asistente como asistido, rehúsen portar anillos, pulseras,
gargantillas, aretes u otros tipos de aderezos y adornos
durante el masaje.
El asistente, podrá portar colgantes, medallas o aretes que
bien sean adornos personales o sean símbolos de su
espiritualidad, pero que no estorben en la labor que se
quiere acometer.

33
A continuación puede pasarse al masaje, que se inicia con
desplazamientos suaves por toda la superficie de la piel,
como una danza manual sanadora, donde ésta, tiene
diferentes ritmos ya que con cada variación se estimula un
área con su singular tipo de energía que comienza a
circular y liberarse y con ello, a aliviar las tensiones
acumuladas, las contracciones sufridas y otros malestares
psíco-físicos.
Es recomendable el desplazamiento partiendo de los pies
y ascendiendo hacia las zonas del primer, segundo y hasta
el tercer caldero.
Iniciado el masaje, éste se realiza acompañado de
productos naturales como óleos basados en aceites
esenciales de plantas, que facilitan un mejor
deslizamiento de las manos sobre el cuerpo, evitando
fricciones innecesarias.

Incluso, pueden aplicarse otros elementos u objetos


naturales, como piedras calientes y de cantos romos, que
permitan fácilmente dicho deslizamiento o justamente,
todo lo contrario, dependiendo de lo que se pretenda
conseguir.

El Masaje con Piedras Calientes:

Ésta es una práctica que se intuye utilizaron los antiguos


celtas y sus druidas, junto a las conocidas cabañas de
sudar o habitáculos de vapor celtas, que de un modo
similar a las saunas, abrían los poros de la piel y
revitalizaban los pulmones.

En dichas experiencias la combinación y enlace con


elementos que componen la Madre Naturaleza es
excelente. Las piedras de diversos tamaños y romas, son
sumergidas en agua y calentadas por la acción del fuego,
para luego ser colocadas en los lugares vitales del cuerpo,
34
especialmente sobre la zona de los tres calderos druídicos
para facilitar una mejor rotación, o se colocan sobre los
canales energéticos para mejorar la fluidez y equilibrar los
excesos o defectos.
El calor directo sobre los calderos energéticos provoca
una mayor acción y efecto expansivo de la energía de
éstos, así como permite una manipulación suave y flexible
en el masaje.

Una práctica anexada al masaje con piedras calientes, es


la combinación del masaje con el uso de piedras frías, lo
que provoca una reacción compresora que logra refrigerar
los canales energéticos taponados por excesos
energéticos.

Sobre la Desnudez y otras consideraciones éticas


durante el masaje

En párrafos anteriores se sugería en la realización del


masaje, que el asistido o paciente, se hallase desnudo o si
lo prefería semidesnudo. Respecto a dicho tema, se ha de
explicar que durante el masaje céltico, la persona que lo
recibe puede quedarse completamente desnuda aunque si
el asistido lo prefiere puede usar ropa interior holgada o
cubrirse, con una sabana u otra prenda adecuada, dejando
solo al descubierto el área que se está aplicando el
masaje.
Conceptualmente, el Druidismo rechaza el concepto de
que en este plano de existencia, los humanos seamos
solamente cuerpos. Pero también se desaprueba la noción
opuesta, aquella que sostiene que somos solamente
mentes y espíritus, desdeñando el cuerpo.

Se entiende que la primera percepción es errónea y nos


lleva a sublimar sólo el cuerpo y por tanto, no puede
considerarse completa, y la segunda, nos encauza a
35
rechazarlo totalmente, a calificarlo como una prisión,
sepultura, estorbo, origen de pecado y fuente de
depravación, y como consecuencia nos induce a
esconderlo, mortificarlo y en consecuencia, consciente o
inconscientemente, a dañarlo. Esta dicotomía es ajena a la
ética druídica.

El Druidismo es una filosofía basada en la integración del


individuo con los medios naturales; tierra, agua y aire, y la
conexión a todos los niveles mentales y espirituales con
sus habitantes, es decir, con la Madre Naturaleza en
general.
No es poseedor de ninguna Verdad Absoluta, como
afirman otras filosofías o religiones, pero considera que su
espiritualidad, favorece el progreso y crecimiento de los
procesos mentales, físicos y espirituales de cada individuo
y de la colectividad en general.
Aporta un modo de ser, estar y un concepto de la vida
diferente a los imperantes, cuyos parámetros, entre otros
son: el equilibrio, el respeto mutuo y la libertad del ser.

Es por tanto, consecuente con esta filosofía y


espiritualidad, vestirse o desnudarse en función del
contexto, en función de nuestras actividades, en función
de nuestras ilusiones y aspiraciones, en función de
nuestras ceremonias y rituales, en función de nuestra
propia voluntad y conciencia, en función de nuestros
valores.
Prácticamente, el Druidismo considera que en la
realización de un masaje de inspiración céltica, al
utilizarse óleos y aceites, es recomendable que el cuerpo
del asistido se halle desnudo o semidesnudo o al menos
sin prendas o adornos que obstaculicen el masaje y la
impregnación y absorción integral de los óleos.

36
Psicológicamente, el Druidismo aconseja durante la
sesión de masaje celta que se realiza sobre el asistido, la
desnudez de éste, como una forma de entrar en una
profunda relajación, desinhibiéndose al completo y
dejando incluso traumas y tabúes fuera del espacio
terapéutico, ya que la ropa es una extensión de nuestra
adquirida, y muchas veces, fragmentada personalidad.
Al prescindirse de las prendas, en una sesión de masaje
céltico, el asistido deja de ocultarse tras las vestimentas,
deja de aparentar incluso aquello que realmente no es.

La desnudez o semi-desnudez en esta cuestión, representa


la libertad de mostrarse como se es, pues no existe acto de
mayor confianza que mostrarse desnudo, sin oropeles o
apariencias distintivas, ante otro, pero desnudando el
cuerpo junto a la mente y el alma.

Ya solo mediante este ritual de desinhibición se consigue


soltar un pesado lastre. Sanar un cuerpo desnudo mediante
el masaje, facilita relacionarse de manera más franca y a
no sentir vergüenza del propio cuerpo.
Es un contrasentido, avergonzarse de la propia anatomía,
puesto que el pudor es un condicionante socio-cultural
bastante generalizado, pero que resulta totalmente
irracional, al menos dentro de la lógica celta.
La desnudez, de por sí, es el estado natural del ser
humano, nadie nace vestido, o mejor explicado, todos
nacemos vestidos con nuestra propia piel. Esa es nuestra
genuina vestimenta.

Ante todo, debe descartarse cualquier intención o visión


erótica del desnudo en el masaje celta. Un masaje erótico
recibe ese nombre porque en lo general, en él se trabajan
las zonas erógenas y genitales del cuerpo y fuera del
contexto de la pareja, suelen realizarse en lugares

37
privados enmarcados o relacionados con algún tipo de
prostitución.
Desafortunadamente por esta causa, el concepto del
masaje, generalmente, ha degenerado, se ha prostituido,
se ha desviado numerosas veces hacia el erotismo e
incluso hacia la pornografía.

Pero el desnudo en el masaje celta se inscribe en otro


ambiente y contexto, tiene otra estructura y actúa bajo
unos parámetros naturales, que nada tienen que ver con un
masaje erótico o con otra actividad sicalíptica.
En la filosofía y espiritualidad druídica, se entiende que
un desnudo no tiene porque englobarse en un ámbito
estrictamente sexual, pues se piensa que este contexto lo
decidimos nosotros, estemos vestidos o desnudos.
Aun se mantiene de una forma anti-natural en nuestras
sociedades, demasiados tabúes sobre el contacto físico y
el morbo trastornador ante un hecho tan natural como un
cuerpo desnudo.
Desafortunadamente en nuestras sociedades actuales, con
todos su tabúes y represiones, no toda persona está
preparada o dispuesta para recibir un masaje en estas
condiciones, puesto que muchas, incluso pueden ver
erotismo y sexualidad, donde solo deberían ver sanación,
alivio y relajación.

Primero, sería precisa la superación ante la provocación


sexual que suscita el desnudo en algunas mentes, efecto
irremisible de la represión causada por unas religiones
castradoras, cuyos prejuicios son socialmente aceptados.
Sin duda, un masaje puede resultar placentero, pero
aunque física y psicológicamente las manipulaciones, los
tactos, la música y el ambiente, pueden entenderse como
caricias y atenciones diversas, éstas son objetivas, cuya
intención por parte del masajista, es un tratamiento para la

38
sanación y paliación, en cuya práctica se transmite
comprensión, ternura y sobre todo humanidad.
En dicha situación, no existe, ni se transmite, ninguna
intención erótica, ni se espera tampoco ninguna respuesta
de esta índole.
Si aun y así sucediese, el masaje debería ser interrumpido
inmediatamente o al menos temporalmente, porque de
ocurrir, eso mismo demuestra que no se ha comprendido
la finalidad de éste, y no se debe convertir al honorable
asistente en un mero objeto de un mórbido deseo sexual
del asistido o viceversa.

No cabe duda, que el contacto físico establece una


confortable comunicación y conexión entre asistido y
asistente, pero este acercamiento por parte del asistente,
es comprensivo, altruista y empático, y no entra en el
terreno de lo personal afectivamente hablando.

El practicante del masaje celta es, ante todo, un artesano o


un artista, una persona hábil y capacitada que tiene muy
claras su ética vocacional o profesional y sus
limitaciones personales, para mantener su objetividad ante
el asistido y no involucrarse amorosa o sexualmente con
éste.
Si aun y a pesar de lo expuesto, al asistido se le despertase
una inoportuna sensación sexual de forma involuntaria,
debería ser éste quien debiera solicitar la interrupción del
masaje, definitiva o temporalmente, según los casos.

Por otra parte, durante lo que pueda durar una sesión de


masaje celta, la comunicación es través de las sanas y
circunspectas sensaciones y con un lenguaje más corporal
e incluso positivamente emotivo, que mediante la palabra.
No resulta muy adecuado hablar durante una sesión de
masaje celta, sino es tan solo para aquello que resulte
estrictamente necesario para su correcto desarrollo, pues
39
como toda terapia, el masaje mueve, descubre, destapa
emociones personales latentes y esas reacciones, no
podrían brotar si se ven alteradas por una plática o charla
insustancial.
Hay respuestas a problemas internos, trastornos,
turbaciones, palpitaciones y desconciertos que aparecen
mientras una persona recibe un masaje, pero sus
resoluciones solo se hallan, si se está en silencio, en
introspección profunda, mientras se recibe éste.

El cuerpo energético

Aunque aún hoy en día siga habiendo gente escéptica, el


cuerpo energético existe, aunque recibe distintos epítetos
y asume variados matices.
En éstas líneas previas se mencionará lo que viene
llamándose “aura” en algunas creencias esotéricas y lo
que los científicos occidentales han convenido en
denominar, campos, cuerpos, líneas o incluso venas bio-
energéticas, que también son términos de denominación
más adecuados para expresarse druídicamente, pero se
tratará de ella posteriormente.
En cualquier caso, el “aura” ha sido definida por sus
partidarios, aun a pesar de sus controversias, como un haz
resplandeciente, un campo electromagnético lumínico en
constante movimiento, que envuelve, impregna y penetra
en el cuerpo físico, el cual emite unas radiaciones
características.

Se cree que cuando la energía eléctrica que genera el


cuerpo se combina con la energía externa que penetra,
influyéndose recíprocamente e irradiándose externamente,
se forma ese campo o cuerpo bio-energético.

Los que creen (pues se trata de una creencia) en la


existencia de la referida “aura”, afirman que ésta se halla
40
dividida en siete estratos o capas, cada uno de estos
estratos posee uno de los once colores del aura, siendo la
coloración que más se repite, el tono primario del
organismo. También ─ afirman los partidarios de su
existencia─ que puede hallarse irradiando otros matices,
además del primario, ya que son gradaciones secundarias
e indicadores del estado interior del sujeto, en el momento
concreto de la observación.

Realmente, ya desde la más remota antigüedad el cuerpo


energético del ser humano fue estudiado por numerosas
filosofías y espiritualidades.
Primariamente, fue una creencia mantenida por la fe y la
credibilidad, luego se convirtió en una cuestión que había
que tomarse con escepticismo, y pasó a hipótesis,
mantenida por la conjetura y la probabilidad en la
investigación, poco después se volvió una teoría,
explicada por razonamientos especulativos y ensayada
mediante sondeos científicos, y en la actualidad la teoría
se tiene en cuenta en los estudios de algunas
Universidades, para aplicarlos como terapias, incluso
dentro de la medicina y de la psicología moderna,
aprovechándose como medio de diagnóstico, con todos
sus variados matices y puntos de vista.

En realidad, el tema de las bioenergías, es una materia que


puede ser utilizada para la sanación, la auto-curación, el
diagnóstico y un buen número de alternativas más, pero
todo ello, por su extensión, escaparía del presente ensayo,
así pues, nos volveremos a centrar en las hipótesis sobre
los órganos del cuerpo energético sutil y sus probables
funciones, para percibirlos algo mejor y con ello lograr
ahondar un poco más, en el auto-conocimiento del Ser
Integral.
Igual ocurre con el estudio y profundización del campo o
cuerpo energético. Ya que éste, puede ser considerado
41
como un espejo de nuestra armonía física, mental o
emocional, el presente esbozo prescindirá de dar más
criterios sobre dicho cuerpo energético y se recomienda la
lectura de los estudios y libros congruentes que tratan
sobre éste, como una manifestación de las emociones,
salud y pensamientos del ser humano.

Así pues, centrándonos en los órganos, sabemos que para


muchas personas, admitir la existencia de las partes
inmateriales del cuerpo energético es lo más difícil, por lo
que es motivo incluso de debates y numerosas polémicas,
dada su invisibilidad o sutileza y debido a la falta de
constatación empírica hasta el momento.
Algunos científicos actuales comienzan a admitir, la
existencia de los campos bio-energéticos, pues como
sabemos, el cuerpo energético o si se prefiere “el aura” de
las creencias hindúes y de los esotéricos, desde el año
1939, se presume que pudo ser detectada y vista por las
cámaras Kirlian, pero a pesar de ello, muchos científicos e
investigadores escépticos siguen dudando de la
verosimilitud de estos experimentos y no admiten la
presencia del “aura” o la existencia de órganos
relacionados con dicho cuerpo o campos bio-energéticos.

Según la concepción hindú el cuerpo energético está


constituido por ciertos órganos dinámicos y energéticos,
éstos son los conocidos por los orientales como
“chakras”. Además, existe la creencia también sobre la
existencia de unos canales inmateriales de distribución de
la energía, denominados “nadis”, cuyas frecuencias de
vibración, no se encontrarían dentro del espectro de ondas
que el ojo humano puede detectar.
En las percepciones druídicas ― ya que no existe una sola
sobre esta cuestión― se contempla algo parecido aunque
con diversos matices, que en algunas ocasiones divergen

42
y en otras se complementan, siendo, lo que resulta común,
la comprensión y aceptación de esta apreciación.
Por ello, se tratará de ese cuerpo energético y sus
componentes.
El propósito es claro; servir de punto de apoyo para lograr
un mejor conocimiento del ser humano, y alcanzar así,
una mayor toma de conciencia sobre uno mismo.

43
Sobre el “Aura” y otras “Energías”

En este capítulo se analizará la idea sobre la existencia de


una energía cósmica perceptible y su posible penetración,
canalización e irradiación, a través de los organismos
terrestres, en lo que hemos venido denominando en
párrafos anteriores como campos electromagnéticos”, u
otros equivalentes vocablos como “aura” o cuerpos bio-
energéticos, líneas o incluso venas bio-energéticas, y sus
emanaciones o resplandores. Intentaremos vislumbrar y
desentrañar lo que hay de adulterado o fidedigno, de
falseado o verídico e incluso de fraudulento o íntegro, en
este tema.

Un resumido repaso histórico….

44
Etimológicamente, la palabra “aura” proviene del latín y
de este a su vez del griego, que vendría a traducirse como
brisa, aire, hálito, aliento o soplo. En un contexto greco-
latino y mitológicamente hablando, Aura, sería la
personificación divina de la Brisa. Pero a parte de esta
vinculación etimológica, no existe una mención concreta
y directa a la existencia del “aura” como fenómeno,
físico, paranormal o espiritual, a modo de irradiación o
emisión de algún tipo de energía a través de los cuerpos,
en ningún autor o texto clásico pre-cristiano en Occidente.
Ello no debe extrañarnos, puesto que la adopción del
término “aura”, para designar la irradiación o fulgor de
una energía vital cósmica a través de los cuerpos, es
bastante tardía. Sin embargo, existen menciones a una
energía o sustancia vital, transcendente y universal, que
fueron realizadas por Hipócrates, entre otros, que la
denominó Vis Medicatrix Naturae (Poder curativo de la
Naturaleza) y que también Aristóteles llamó
Quintaesencia o éter.

Ambos filósofos no fueron los únicos pues el filósofo,


también griego, Anaximandro, fue quizás el más osado en
sus elucubraciones, argumentando sobre una
indeterminada energía o sustancia vital, a la que llamó
“ápeiron”, imaginándosela como algo que es el principio
de todo (Arché); “Lo ápeiron” es interminable, invisible,
indestructible e imperecedero; pero de él se engendran
todas las cosas. Todo sale y todo vuelve al “ápeiron”
según un ciclo necesario”.

En consecuencia, lo “ápeiron” podría definirse como una


sustancia originaria abstracta sin una extensión espacial
definida que circundaría todas las cosas; siendo por ello
una energía intermediaria, que fue catalogado como un
principio generador del Cosmos, cuya creencia en su
existencia, ha dado origen a algunas doctrinas monistas.
45
Demócrito de Abdera, un filósofo helénico-tracio que
vivió entre los siglos V-IV antes de la E.C, expuso que
existía un elemento luminoso que emanaba de los
cuerpos, el cual estaba formado por partículas atómicas.
Otro filósofo griego; Empédocles, sostuvo hipótesis
parecidas relacionadas con una sustancia luminosa que se
desprendería del cuerpo.

Nos transportamos en el tiempo hasta la época en la que


vivió el alquimista suizo Theophrastus Phillippus
Aureolus Bombastus von Hohenheim,, (1493-1541) siglo
XVI, más conocido como Paracelso, para encontrar más
referencias, sobre la creencia en la existencia de energías
cósmicas o irradiaciones áuricas de la misma.
El alquimista Paracelso denominó “globo ígneo o
“munia” a esa energía y la imaginó y explicó, como una
luminosidad visible que se asemejaría a una esfera de luz,
pero también como una fuerza vital que curaría y
protegería al cuerpo de las agresiones externas.
Kepler, un siglo más tarde, en el siglo XVII, en un ensayo
de 1611, determinó que existía un campo de energía, el
cual era responsable de mantener los planetas en sus
órbitas alrededor del sol.

El sueco y polifácetico Emmanuel Swedenborg (1688-


1772), científico, teólogo, filósofo, geólogo, matemático,
astrónomo, químico, biólogo y psiquiatra del siglo XVIII,
publicó en 1734 un libro titulado “Obras Filosóficas y
Mineralógicas”, en tres volúmenes. En el primero,
llamado “Pincipia”, expone;

“Todas las sustancias materiales emanan esferas de


energía que interaccionan con la materia que las rodea”.

Fundaba sus explicaciones sobre los principios de las


cosas naturales en la experiencia, la geometría y la razón,
46
y deducía que el funcionamiento de la mente y del cuerpo
dependían de un “fluido espiritoso” transportado por la
sangre que aún cuando no podía “conocerse”
científicamente, debía ser el portador del alma. Todo ser
humano está compuesto de alma, de mente y de cuerpo.

Franz Anton Mesmer, (1734-1815), en el siglo XVIII,


médico alemán fundador del mesmerismo o magnetismo
animal y precursor de la hipnosis, pensaba que todas las
cosas del Universo estaban relacionadas entre sí, por un
fluido vital que lo impregnaba o inter-penetraba todo.
Creía que la energía de ese fluido vital podía ser trasferida
a otros para impulsar un proceso reconstituyente, curativo
o al menos; paliativo.

Mesmer, concibió que la salud se debía a la circulación


libre de dicho fluido, a través de cientos de canales
energéticos que recorrerían el cuerpo humano.
Las dolencias y enfermedades serían ocasionadas por las
limitaciones y obstáculos a este flujo. Deshaciendo dichos
obstáculos y restituyendo el flujo se producían cambios
que restablecían el equilibrio y la salud.
En uno de sus libros titulado “De planetarum influxu in
corpus humanum (Über den Einfluss der Gestirne auf den
menschlichen Körper), publicado en 1766, quedaron
reflejadas sus concepciones (algunos detractores de
Mesmer, publicaron que sus conclusiones solo eran un
plagio de una obra publicada por el físico inglés Richard
Mead (1673-1754) “De imperio solis et lunae in corpora
humana et morbis inde oriundis” )

Un cambio de planteamiento….

Fue el fisiólogo y físico italiano Luigi Galvani, (1737-


1798), en el siglo XVIII, quien inició un nuevo trayecto

47
de razonamiento con estudios más ilustrados y científicos
relacionados con dicho tema.
El referido fisiólogo conjeturaba que el cerebro producía
electricidad, que era canalizada por los nervios,
acumulada en los músculos y disparada para producir el
movimiento de los miembros.
El fisiólogo llamó a esta forma de producir energía
"bioelectrogénesis” y llegó a la suposición de que la
energía precisa para lograr dicho efecto, o “energía vital”
no provenía del exterior, sino que era generada en el
interior del propio organismo vivo.

Las teorías de Luigi Galvani abrieron a la ciencia un


campo nuevo que no existía hasta esos días; la
neurofisiología o investigación del funcionamiento del
sistema nervioso en el que se cimenta la neurología,
apartándose notablemente de los pensamientos y
tendencias esotéricas y parapsicológicas, que perciben o
conjeturan sobre una Energía Vital externa cuya
irradiación a través de los canales sutiles del organismo,
crea dichos campos bio-energéticos, conocidos
popularmente ya como “aura”.

Pero tampoco fueron los únicos personajes que


expusieron sus teorías y tesis sobre esos campos de
energía o emanaciones energéticas, pues desde esa época
hasta nuestros días otros muchos se han interesado por
dicha cuestión, exponiendo sus apreciaciones,
experiencias y experimentos.
El escritor y poeta alemán Goethe (1749-1832), llamó a
ese mismo fluido vital o energía cósmica; “Gestaltung”, y
la concibió como una energía que todo lo armoniza.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, el químico,


geólogo, botánico y filósofo alemán barón Karl Ludwig
Von Reichenbach (1788-1869), anunció el
48
descubrimiento de una energía, fuerza vital y radiación
proveniente de ciertos objetos que denominó “fuerza
ódica” (del dios Odín) y aseguró que era generada por la
mayoría de sustancias, por ciertos cristales, por los imanes
y por el cuerpo humano. Reichenbach, aseguraba que la
Fuerza ódica podía ser visible en completa oscuridad,
como un halo colorido que rodearía a los seres vivos.
Los críticos con las hipótesis de Reichenbach, alegaron
que esta fuerza vital concebida por Reichenbach, es
análoga a las nociones orientales sobre el “prana” hindú y
sobre el “qi” de la tradición china, con la diferencia que la
Fuerza Ódica estaría asociada a los campos
electromagnéticos biológicos y no a una energía pránica
procedente del Cosmos.

Un curioso inventor estadounidense, llamado John Ernst


Worell Keely (1837-1898), también en el siglo XIX,
descubrió una fuerza vibrante electromagnética que según
decía estaba en la atmosfera y que él canalizaba a través
de su propio ser. A esta energía la denominó energía
“dinasférica”, y las consideraba una fuerza vibro-
molecular, vibro-etérea y vibro-atómica y con ella, según
cuentan los asistentes, la utilizó en las exitosas
exhibiciones de sus inventos y en sus célebres
demostraciones públicas triunfantes.

Un médico inglés, llamado WaIter John Kilner, (1847-


1920) especializado en electroterapia, publicó en 1911
uno de los primeros estudios médicos occidentales sobre
la "Atmósfera Humana", o campo eléctrico del ser
humano.
Propuso su existencia, sus particularidades y una
potencial práctica para la diagnosis y pronóstico médico
de las enfermedades.

49
En sus estudios, quiso excluir cualquier ingrediente
religioso y expuso sus conclusiones en su libro titulado;
“La atmósfera humana”.

Este médico, tenía la convicción de que el campo de


energía humano, es un cuadro de la salud y estado de
ánimo de las personas.
Estos estudios de W.J. Kilner, tuvieron posteriores
repercusiones en los textos del destacado profesor de
anatomía estadounidense Harold Saxton Burr (1889-
1973), el cual es reconocido por su contribución en la
búsqueda de células cancerígenas a través de la detección
eléctrica.
Sin embargo, mientras que Burr se basó en lecturas del
voltímetro, W.J.Kilner, trabajó antes de la aparición de los
métodos de trabajo con semiconductores, tratando de
concebir dispositivos innovadores con los cuales a simple
vista pudiera verse la actividad energética de lo que él
llamó “doble etérico” que, según la hipótesis, era la
radiación ultravioleta, actualmente también calificada
como “Aura”, aunque dicha designación, como podremos
ver posteriormente, sería algo inadecuada.

Lo cierto, es que las hipótesis de Kilner tuvieron cierto


grado de acogida y entusiasmo entre el gran público
inglés e incluso fue un referente importante para los
teósofos de la época.
Atrajo el interés del físico y escritor Oliver Lodge (1851-
1940), también conocido porque fue el primer individuo
en transmitir una señal de radio en 1894, antes incluso
que Marconi.
Lodge también es célebre por sus trabajos sobre el “éter”,
pues pretendió que éste, era la sustancia por la que se
desplazaban las ondas, las cuales inundaban todo el
espacio. Sus múltiples prácticas incluyen investigaciones
sobre la luz, ensayos para descubrir el origen de la fuerza
50
electromotriz en la célula voltaica, la electrólisis, y el
empleo de la fuerza eléctrica en la disipación de vapores,
gases, humos y cualquier otro tipo de emanación nociva.

El destacado teósofo Arthur E. Powell (1882-1969)


comentó en su libro “El doble etérico”, que Kilner había
diferenciado expresamente entre su propio trabajo por un
lado y la clarividencia y sistemas orientales de
espiritismo, por otro.

El filósofo francés Henri Bergson (1849-1941), elaboró


una teoría de la evolución humana basada en la dimensión
espiritual de la vida. En la base de dicho proceso se
hallaría lo que él denominó como “élan vital”, que tal y
como explica en su libro; “La evolución creadora”, sería
una energía o fuerza vital que sería la causante de la
evolución y desarrollo de los organismos. Dicho “élan
vital”, es un calco de lo que el filósofo americano R.
Waldo Emerson (1803-1882) llamó “vital force”.

Otros destacados personajes del siglo XX, como Albert


Abrams (1863-1924), físico estadounidense, Ruth Drown
(1892-1957), quiropráctica estadounidense, James Barr,
médico británico, Malcom Raes, y David Tansley,
también utilizaron como método de curación la terapia
alternativa, propulsada primeramente por Albert Abrams,
denominada “Radiónica”.

Dicho método terapéutico fue, desde su comienzo y


numerosas veces, acusado de fraude. No obstante sus
defensores, afirmaban que su técnica curativa estaba
basada en los campos sutiles e invisibles de energía del
ser humano y en el concepto de que el hombre y todas las
formas de vida comparten un terreno común en el que
están inmersos en el campo electro-magnético de la tierra.
Cada forma de vida tiene su propio campo electro-
51
magnético, el cual si se halla suficientemente
distorsionado resultará una enfermedad del organismo.

Aceptando que todo es energía, la Radiónica pretendió


diagnosticar órganos, enfermedades y remedios según la
frecuencia o vibración de ellos.
Los promotores de la Radiónica también afirmaban que
existen un número de campos de energía gradualmente
organizados que se encuentran en los organismos, los
cuales se hallan más allá de aquellos que son identificados
por la ciencia.
Estos campos pueden ser utilizados para propósitos de
pronóstico de enfermedades. Es evidente, que la
Radiónica converge con las hipótesis orientales de
campos, meridianos o canales, por donde circula una
energía sutil, la diferencia estriba en que para unos, esa
energía es de origen cósmico y para los “radiónicos” es
terrestre y electromagnética.
Los creyentes en la
efectividad del sistema
que la Radiónica
sugiere, niegan que sea
un fraude o un timo y
declaran que es un arte
de sanación en donde
convergen ciencia y
espiritualidad.

Un espiritualismo
influido por la
espiritualidad que se
desprende del Árbol de
la Vida de la Qabbalah.

52
Hans Adolf Eduard Driesch (1867-1941), biólogo
reconocido y filósofo controvertido, nacido en Prusia.
Hacia finales de su vida se sumó a la corriente de
pensamiento neo-vitalista en Alemania.
La doctrina filosófica vitalista defiende que los
organismos vivos se diferencian de los objetos o cosas
inanimadas, por poseer una fuerza o impulso vital.
Dicha fuerza vital, es una energía inmaterial, distinta a la
energía que estudia la ciencia y es la fuerza que
penetrando en los organismos, les otorga vida, sin la cual,
la vida de los mismos, sería inviable.

M. Georges Lakhovsky (1870-1942), científico, inventor,


escritor y filósofo ruso, fue un personaje célebre
especialmente por sus contribuciones en el ámbito de la
medicina y de la biología, pues fue el inventor del
“Oscilador de ondas múltiples”.
Este científico, además escribió libros y tratados
exponiendo sus tesis y queriendo demostrar que todas las
células de los seres vivos emiten y reciben radiaciones
electromagnéticas.
Lakhovsky opinaba que cualquier enfermedad era
producida por una inestabilidad vibratoria de las células
vivientes y que el tipo de vibración establecía la salud o
enfermedad de esas células.

En sus hipótesis defendía que las células de los


organismos vivos poseen una resonancia con dos tipos de
radiaciones;
-Por un lado las procedentes del suelo, de la tierra,
denominadas por él, radiaciones telúricas,
-Por otro lado, las radiaciones procedentes del cosmos en
conjunto, y del sol más concretamente, o radiaciones
cósmicas.

53
La salud o la enfermedad de las células sería determinada
por la vibración, dependiendo de si ésta era de forma
armónica o desarmónica.
En el ámbito de las radiaciones cósmicas, consolidó la
idea sobre la existencia de una sustancia inmaterial, sutil,
intangible e impalpable que penetra todos los cuerpos y
que se extiende por la inmensidad del Universo, a la que
llamó “Universion”.
A lo largo de su vida, colaboró con ilustres científicos de
su época, como por ejemplo junto al conocido y
controvertible Nikola Tesla.

El Dr. Harold Saxton Burr (1889-1973), además de doctor


en medicina y profesor de anatomía, escribió varios
libros, donde dejó manifiesto su creencia en la existencia
de campos electrodinámicos de todos los seres vivos.
Dichos campos según explica en su libro “Blueprint for
Immortality”, pueden ser medidos con voltímetros.
Burr dio el nombre de “Campos L(ife)” o “Campos
Vida”, a estos campos energéticos. Aunque sus teorías
fueron rechazadas por la mayoría de los científicos,
también tuvo sus seguidores, como por ejemplo, el
médico Leonard J. Ravitz, (1923-2005) que continuó con
sus investigaciones y publicó también un libro
denominado “Electrodynamic Man”.

Wilhelm Reich (1897-1957) fue un polémico personaje


austriaco de ascendencia judía, que fue médico,
psiquiatra, psicoanalista y discípulo de Freud. Ideó la
teoría del “orgón” en los años 30 del siglo XX.
El “orgón” o “energía orgónica”, según Reich, es
omnipresente. Sería la energía o fuerza vital de todo
organismo. Es la fuerza motora del reflejo del orgasmo.
Para este polémico personaje, toda materia viva es creada
y produce esta energía.

54
También afirmó que las diferentes formas y tonalidades
que el “Orgón” adquiría, era de un color azul grisáceo,
puntos luminosos de un azul-violeta profundo, blancos o
en forma de rayos rápidos.

La idea de Reich, fue desacreditada y descartada por los


científicos de la época. Curiosamente este hombre, fue un
personaje acosado y hostigado por el gobierno de la
Alemania nacional-socialista, y sus ideas y prácticas
también fueron perseguidas por la administración
capitalista de USA, no sin previamente haber sido
relegado al ostracismo por los comunistas.
Finalmente el Dr. Reich murió en una prisión
estadounidense en 1957. Todos sus libros y notas fueron
quemados por decreto federal en 1962 por la FDA (Food
and Drug Administration: Agencia de Alimentos y
Medicamentos). El Gobierno de USA había declarado que
el “Orgón” no existía, y que esta palabra era la única
causa necesaria para calificar un material escrito como
merecedor de ser destruido.

Reginald Oscar Gartside Bagnall, (1893-1978), fue un


biólogo precursor en la búsqueda del “Aura”.
Cautivado por los estudios de Joh Kilner, (personaje
comentado párrafos arriba) se dispuso a repetir sus experi-
mentos y a realizar nuevos ensayos.
Sus observaciones las publicó, en 1937 en un libro
titulado “The Origin and properties of the Human Aura”
(El origen y las propiedades del aura Humana).
Bagnall sostenía que todos los seres vivientes tienen su
“aura” y que al morir, ésta también desaparece.
Fue el primero en sugerir que la luz del aura era percibida
por los bastones del campo receptor del ojo, y que se
apreciaba gracias a la visión periférica.

55
Giorgio Picardi, (1895-1977) fue un químico italiano y
profesor de física y química, que averiguó que las
propiedades químicos-físicas del agua, podrían ser
influidas por una forma de energía cósmica desconocida.

Rupert Sheldrake (1942-2014), biólogo, bioquímico y


parapsicólogo británico, en varios de sus libros tales
como; “Una nueva ciencia para la vida”, “La hipótesis de
la causación formativa”, “La presencia del pasado”,
“Resonancia mórfica y hábitos de la Naturaleza” y
“Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica”, propone su
teoría sobre lo que él denomina “campos mórficos” que
proviene de la idea de los Campos Morfo-genéticos del
embriólogo alemán Hans Spemann (1869-1941) que fue
también zoólogo y Premio Nobel de medicina en 1935,
por su contribución al desarrollo de la embriología y por
sus teorías sobre el campo morfo-genético.

La interpretación de R. Sheldrake, fue muy controvertida


entre sus colegas ya que se separó de lo estrictamente
empírico para entrar en el ámbito de lo considerado
esotérico.
Así, el “campo mórfico” sería la existencia de
un modelo o disposición “energética” que sería la
encargada de organizar la vida de los miembros de todas
las especies existentes y que asumiría la labor de
"informar" a las células de cada organismo sobre cómo
ubicarse para conformar al sujeto de cada especie,
estableciendo al mismo tiempo y de manera sutil, los
movimientos, tendencias y comportamientos de todos los
ejemplares de la misma especie.
El campo mórfico no se encontraría en los genes, sino que
se " hallaría " en el exterior de cada espécimen concreto.
Sería el receptor de la información esencial que permitiría
que la vida se desarrolle.

56
Según Sheldrake, en los “campos mórficos” residiría
buena parte de lo que actualmente llamamos instinto (que
suele ubicarse, sin prueba alguna, en algún rincón del
cerebro). También sería la fuente u origen de los
sentimientos religiosos o místicos.
En suma, el “campo mórfico”, no pertenecería al mundo
físico, sino que sería inmaterial y constituiría una especie
de memoria colectiva.

Muchos otros científicos e investigadores, en general,


trataron sobre todo este tipo de energías en el marco de
los campos bio-magnéticos, como;

-Ioan Floriu Dumitrescu y su teoría sobre los campos


bioeléctricos humanos de ondas volubles, los cuales según
él, podían ser reflejados o fotografiados debido a los gases
ionizados que los rodean.

-Nina Schlippenbach, Vladimir Jabotin, Pabel Guliaev,


biólogos, conocidos por sus registros en 1967 sobre lo que
denominaron el “Electroaurograma” y la medición de los
campos electromagnéticos humanos.

-V.S Grishenko (1944) investigó sobre los campos


energéticos, a los que llamó “bio-plasma”.

-Viktor.M. Inyushin, biofísico y partidario de las teorías


de Grishenko, llegó a la conclusión de que el cuerpo
etérico de la filosofía clásica y el bio-plasma, eran la
misma energía. Dejó sus impresiones escritas en su libro
“Biological Plasma of Human and animal organism”

-Kasneceev o Kaznatchejev, Sciurin o Stschurin y


Michaylova, declararon que las ondas electromagnéticas
pertenecen a la gama de las ultravioletas, poseen diversos
grados de luminosidad y que en su función, de trasmitir y
57
compartir información entre sí, se proyectan al exterior de
los organismos vivos como rayos luminosos que pueden
ser captados fácilmente por personas especialmente
sensitivas.

Es posible que esta sucesión de nombres, (y no están


todos) con su breve descripción y explicación de sus
ideas, conjeturas y experimentos, pueda resultar algo
tediosa para el lector, pero la misma se hace un poco
necesaria para comprobar cómo a lo largo del periplo
humano, distintos personajes célebres y representativos de
las ciencias, por diferentes cuestiones, y destacando en
muchos campos del Saber, en todos los tiempos, han
tratado sobre el tema de las energías universales,
cósmicas o terrestres, desde las más densas a las más
sutiles, desde las más perceptibles mediante algún
método, hasta las más imperceptibles.

Todos esos personajes citados, fueron intelectuales y


eruditos que destacaron por sus investigaciones y por sus
conocimientos acreditados en diferentes áreas del
conocimiento humano. Son pues, una resumida muestra
del interés que ha suscitado en todos los tiempos, la
búsqueda y el estudio de los campos energéticos y
energías, que influyen en el ser humano, y no solo en éste.

Las hipótesis sobre la existencia de una energía universal,


con cada siglo que pasa, su presencia se hace cada más
evidente y real.
Considerables personajes, que no han sido mencionados o
transcritas sus teorías en estos párrafos, han continuado
muchas de las investigaciones de los referidos, y otros
tantos han propuesto hipótesis nuevas, orientadas hacia el
mismo horizonte. Podrían citarse docenas de ellos,
provenientes de todos los campos del saber humano, pero
debido a lo soporífero de esas enumeraciones y sus
58
detalles, daremos por culminada las referencias con los
personajes citados.

Por otra parte tenemos que en los argumentos de la


Parapsicología, la palabra “Aura”, se explicaría, como un
campo energético de radiación luminosa multicolor que
rodearía a las personas y a los objetos como un halo y que
sería invisible para la gran mayoría de los seres humanos.
Los parapsicólogos obviamente, argumentan y atestiguan
la presencia del “Aura”, pretendidamente corroborada
mediante los ensayos con la Fotografía o cámara Kirlian,
de cuya validez, se tratará posteriormente.
En la parapsicología, el “aura” está considerada como un
fenómeno paranormal, de la que no existirían ensayos
empíricos concluyentes que demostraran su existencia,
pero que su presencia, invisible al ojo humano, se
presupone.
No obstante, los ocultistas más esotéricos, afirman que el
“aura”, es un nombre incorrecto que se le da a ese
resplandor luminoso que surge del cuerpo, pues el cual,
no es otra cosa que el “cuerpo astral”.

Dentro del revoltijo de la New Age, y sus inestables y


variadas explicaciones, el “aura” se viene definiendo, por
lo general y a pesar de las múltiples interpretaciones que
posee, como una energía luminosa que rodea en forma de
óvalo a todos los seres vivos y que es imperceptible a
plena vista, excepto para determinados personajes que
podrían verla, provistos de facultades de clarividencia y
con un nivel de espiritualidad avanzada, mientras
practican el trance místico.
Esta sería una explicación semejante a la que sostuvieron,
en su origen, los teósofos creyentes en las teorías de
Madame Blavatsky, Henry Steel Olcott y W. Quan Judge
y otros teosóficos como C.W Leadbeater, Annie Besant,
Rudolf Steiner y Jiddu Krishnamurti, que dijeron
59
reconocer en el cuerpo humano varios cuerpos: Físico,
mental, etéreo.
Una afirmación, donde encajaría la creencia en la
existencia del “Aura” según las ideologías y religiones
orientales.
El Aura sería descrita como una especie de envoltorio
oval y luminoso que rodearía al cuerpo y que tendría una
vinculación con las glándulas del sistema endocrino a
través de los Chakras.

En sus libros “Aura Humana y Anales Akashicos”, y en el


de “Los Chakras”, el teósofo C.W. Leadbeater explicó al
detalle todas las creencias de la Teosofía sobre dicha
cuestión, las cuales fueron extraídas de los Upanishads
hindúes.
Dichas teorías influenciaron a Arthur Avalon
(pseudónimo del británico John Woodroffe), el cual en su
libro titulado “The Serpent Power” (El poder de la
serpiente), que es una traducción de textos hindúes como
el “Ṣhat cakra nirūpaṇa” (apariencia de los seis chakras),
y es el sexto capítulo del texto sánscrito “Śrī Tattva
Cintāmani” compuesto por Pūrṇānanda Giri en 1577
(siglo XVI) y el “Padaka-Pankaka”, escrito en el siglo X;
contiene descripciones de los chacras y de las prácticas
relacionadas.
Estos textos forman la base del conocimiento actual sobre
la teoría de los “chakras”, y a partir de estos textos, se han
ido imaginando teorías y nuevas suposiciones.

Fue también la Teosofía del siglo XIX y XX, la que se


adjudicó la tarea esotérica de divulgar la doctrina sobre el
“aura” y los “chakras” como instrumento de diagnóstico
en las prácticas para-médicas alternativas, relacionando
cada “Chakra” con una glándula endócrina del cuerpo
humano, y con la red neuronal y sus impulsos nerviosos.

60
Obviamente sí, de eso se trata de creencias, de una fe y
enseñanzas concretas, producto de una amalgama de
doctrinas orientales; hindúes y budistas, anexadas a otras
de las corrientes gnósticas cristianas, remozadas bajo el
prisma del espiritualismo filosófico-esotérico de la
corriente teosófica, aunque obviamente, no se trata de
hechos o de sucesos de una realidad corroborada.
Justamente, porque en Occidente a través de la “New
Age” existen diversas interpretaciones de todo este
conjunto de creencias orientales; “Aura”, “Chacras”,
“Nadis”, “Tan Tien”, “Chi”, “Ki”, “Prâna”, y etc., donde
ni siquiera se observan o respetan las esencias de las
creencias primordiales.

Hagamos una breve anotación histórica sobre los


“Chakras”:

La historia de los “Chakras” se remonta a la tradición


védica, entre el 2000-600 antes de la E.C. Posteriormente
las leyendas vedas, fueron absorbidas por los Upanishads,
escritos hacia el 600 a EC. y sobre el año 200 a EC., sus
creencias se separaron en dos tendencias distintas, la
yóguica y la tántrica.
La palabra original sánscrita Chakra, significa “rueda o
disco”, se escribe “CaKra” y se pronuncia, como venimos
escribiéndola en occidente como “chakra”. Dicha rueda o
“cakra”, es una alegoría solar.
Para las creencias hindúes, los “Chakras” se encuentran
en los supuestos cuerpos sutiles del ser humano, llamados
kāma rupa (forma del deseo) o linga sharira (cuerpo
simbólico).

Pero la influencia de estas doctrinas teosóficas anegaron


el mundo de la espiritualidad, especialmente el occidental
y otros movimientos espiritualistas posteriores como el de
la “Metafísica cristiana” de la venezolana Conny Mendez,
61
que se imbuyó de estas doctrinas, creencias y enseñanzas
y mantuvo la creencia en la existencia del aura según la
interpretación teosófica, con sus diferentes capas y
tonalidades y según éstas, los estados emocionales del ser,
e incluso según dichas tonalidades, determinando las
idiosincrasia del individuo, su personalidad, sus virtudes y
defectos.
Así por ejemplo, si a alguien le descubren un Aura con
una tonalidad verde, el individuo resultará que es
sociable, comunicativo, quiere a la gente, a los animales,
a la naturaleza, etc., pero si se le descubre un Aura rojiza,
éste será; activo, enérgico, vital, competitivo,
emprendedor, sexual, apasionado, escéptico, etc.
¡Qué futilidad!.

Así pues, los partidarios del sincretismo New Age, como


el conocido Osho, o el no menos conocido Cyril Henry
Hoskin, verdadero nombre de Lobsang Rampa,
encabezando la lista de personajes famosos por sus
enseñanzas sincréticas y haciéndose eco de muchas de las
teorías y creencias sintetizadas por la Teosofía, afirman
que el “Aura” es la combinación de un hipotético cuerpo
etéreo, más otro emocional y del físico, siendo su espectro
de coloración una manifestación del estado salutífero
integral del Ser, estando enlazada a los Chakras, y a los
meridianos o “nadis” de la tradición hindú.

En dichas creencias, se suele decir que el Aura consiste en


siete capas o cuerpos sutiles (algunos dicen que son 12 o
muchos más) que se interconectan y afectan mutua y
constantemente, extendiéndose unos 12 cm alrededor del
sujeto, y se puede ver a una distancia de 25 cm, rodeando
al individuo como si se tratase de un “óvalo lumínico”.
Ahora bien, la definición anterior se centra en los
animales porque las plantas y los objetos inanimados,
según afirman, también tienen aura, pero en éstos, solo
62
son campos electromagnéticos, siendo un mero fenómeno
físico, y no estaría vinculado ni siquiera a variaciones
fisiológicas, mientras que en un animal ya sería algo más
complejo e incluiría vinculación con lo fisiológico.

En dichas conjeturas, se distingue entre objetos


inanimados y animales y entre éstos, se especifica que el
aura en el ser humano es la que está asociada a lo
espiritual, y lo espiritual, no puede ser objeto de
conocimiento científico.

Ésta sería, sin duda, la creencia y práctica más extendida


sobre y acerca del Aura en Occidente, donde se mezclan
conceptos hindúes y orientales, con otros esotéricos,
parapsicológicos y cristianos con prácticas ritualistas para
la purificación del aura y de diagnóstico para-médico,
para la detección de trastornos emocionales o de análisis
de anticipación de enfermedades.

En Occidente, en las hipótesis que podrían considerarse


más técnicas sobre la energía o fuerza que puede generar
el “Aura” ésta, también ha sido etiquetada como energía
neutrínica, energía orgónica (ya citada) o energía elóptica,
y los alquimistas de otros tiempos la denominaban
simplemente, como “fluido vital”.
Así pues, la creencia en ese “Fluido Vital”, al igual que el
“chi”, “ki” o el “prana”, se explicaría como una energía
cósmica impalpable pero vivificante, que penetrando en
los cuerpos y recorriendo los sutiles canales energéticos
de los seres, podría irradiarse o esparcirse fuera del
cuerpo físico, creando, como destello o irradiación de esa
fuerza, un campo electromagnético.
Campo de energía al cual los esotéricos contemporáneos
vienen denominando con la palabra “Aura”, siendo éste el
vocablo más extendido y aceptado, hoy en día, en
Occidente, aunque para otras espiritualidades,
63
especialmente aquellas denominadas “religiones de la
tierra” o nativas europeas, disientan del término, de sus
posibles influencias, y de su planteamiento y significado.

Lo que opina la Ciencia más Empírica o Línea dura de la


Ciencia

Como se ha comentado, el Druidismo no está en contra de


la Ciencia, sea cual sea ésta, lo contrario sería un total
absurdo. De hecho se piensa que la ciencia solo es la parte
descubierta de la Naturaleza y del Universo, de lo mucho
que nos queda aun por descubrir y desvelar.
No obstante, desde su enfoque filosófico, el druidismo
siempre ha mantenido que el ser humano posee dos
facultades cognoscitivas principales;
Por un lado estarían los sentidos como la percepción, la
intuición, la inspiración y en algunos casos también, la
clarividencia y otras facultades que podríamos considerar
como más insólitas para la especie humana, y por otro
lado; la razón o inteligencia. Naturalmente siempre que
ésta última en su empirismo y epistemología, no sucumba
al mecanicismo ni al determinismo.
Es decir, opina, que en estos asuntos de los que tratamos,
hay dos realidades básicas; la realidad trascendental, de la
que se ocuparía el druidismo en tanto que filosofía y
religión (u otra religión o filosofía) y la realidad
fenoménica, de la que obviamente se ocuparían los
científicos y la ciencia en general.

Pues bien, desde este ultimo enfoque, desde las ciencias


que suelen denominarse duras, como las matemáticas, la
física o la química, la biología, y etc,, las ciencias
empíricas, opinan sobre toda esta fenomenología áurica y
chákrika, que el efecto al cual en los círculos esotéricos y
en el ámbito de doctrinas que mezclan lo místico con lo
64
pseudocientífico, denominan “Aura”, es en realidad un
fenómeno que lejos de ser paranormal, es un fenómeno
normal eléctrico, denominado “efecto de corona”, que
consiste en un halo luminoso que se forma alrededor de
un objeto inanimado o de una ser vivo.
El efecto corona está causado por la ionización del aire
circundante al conductor, debido a los altos niveles de
tensión provocados. En el momento que las moléculas
que componen el aire se ionizan, éstas son capaces de
conducir la corriente eléctrica y parte de los electrones
que circulan por el conductor, pasan a circular por el aire.
Tal circulación produce un incremento de temperatura en
el gas (aire), que se tornará de un color rojizo para niveles
bajos de temperatura, o azulado para niveles altos.
La intensidad del efecto corona, por lo tanto, se puede
cuantificar según el color del halo, que será rojizo en
aquellos casos leves y azulado para los más severos.

La primera forma de efecto corona registrada fue el Fuego


de San Telmo. En clima tormentoso en el mar, en
ocasiones aparecían luces como flamas rojizas o azuladas
en la parte superior de los mástiles de los barcos o el
fenómeno eléctrico que produce la aurora Boreal y las
extrañas llamaradas en esas esferas de cristal que
estuvieron tan de moda hace unas décadas, llamadas
"esferas de plasma".
No obstante, este efecto de corona, según los
experimentos realizados, no puede reproducirse en el
vacío, por lo que si el Aura, fuese una sustancia cósmica o
espiritual, se podría igualmente medir en el espacio
interestelar o en los laboratorios experimentales en
espacios carentes de aire o gases.

65
Sobre la fotografía y cámara Kirlian:

En 1939, los científicos soviéticos Semyon y Valentina


Kirlian, aseguraron haber descubierto unas irradiaciones y
refracciones (campos magnéticos) producidas
aparentemente por el organismo humano mientras
investigaban en un laboratorio, observando ciertos brillos
sobre la epidermis de un paciente.
Posteriormente, desarrollaron un procedimiento y un
artilugio para distinguir esos campos magnéticos
mediante el empleo de una lámina fotográfica.
Desde aquel momento, a un nivel empírico, se empezó a
hablar y tratar sobre la existencia de campos magnéticos
contorneando el organismo humano, aunque con muchos
científicos detractores opuestos a esos experimentos y a
sus conclusiones.
Para algunos seguidores de la New Age”, la fotografía
“kirlian” se ha convertido en un instrumento, según
defienden y creen, para observar el “Aura” y diagnosticar
perturbaciones y trastornos físicos o emocionales, aunque
para algunos gurúes, más avispados, de todo lo
denominado “alternativo”, el método “kirlian” se ha
convertido en un tejemaneje para obtener pingües
beneficios a través del servicio o función que ofrecen en
ferias y certámenes de esoterismo, ocultismo y magia.
Para una gran mayoría es simplemente una falacia.

Los defensores de la veracidad de la fotografía y cámara


Kirlian argumentan que esta irradiación, no posee un
matiz uniforme o único, pues depende del período de
nuestros ciclos vitales en los que nos hallemos.
Dependiendo de nuestro estado mental, emocional,
espiritual, y de salud, varía su tonalidad.
No obstante los detractores de dicho método son
numerosos y replican que la fotografía y cámaras Kirlian,
solo son capaces de plasmar en una imagen el llamado
66
“efecto corona” de cualquier objeto u organismo, al
aplicar un campo eléctrico sobre una placa, indicando
sólo las variaciones de presión, la humedad, contacto a
tierra y conductividad. Para éstos, la cámara kirlian solo
fotografía vapor de agua, la humedad o sudor del cuerpo y
aire ionizado. Es una refulgencia producida por la
reacción del aire con carga positiva (iones) de la cámara y
la temperatura, humedad del cuerpo humano, de las
plantas o minerales, etc. Son las mismas condiciones de lo
que sucede en una tormenta cuando se produce un
relámpago.

El efecto de corona, se debe a la ionización del aire, y su


energía es provista por el equipo eléctrico o electrónico
(no por el cuerpo). El efecto corona necesita del aire o de
un gas que se ionice por la energía de la alta tensión
eléctrica, por eso la cámara Kirlian no funciona en el
vacío. Si lo que se observa fuese la supuesta "aura", el
efecto se vería también en el vacío.

En consecuencia, los detractores del método Kirlian,


argumentan que dicha cámara, perfila un halo lumínico
alrededor de cualquier objeto susceptible de conducir
energía eléctrica, es decir, que si se coloca una moneda,
un martillo o un cadáver, poco probables de poseer un
“aura”, también aparecerá dicho halo.

Así pues, parece que la fotografía que realiza la cámara


Kirlian, no es fiable ni eficaz para detectar campos
electromagnéticos de los cuerpos, y probablemente menos
aun, para detectar halos o “auras” de tipo anímico o
espiritual.
No obstante, a pesar de que dicho método no sea capaz de
detectar esos campos físicos bio-energéticos, eso no
quiere decir, obviamente, que éstos no existan.

67
Posturas de pensamiento druídicas:

En todo este escenario tan rocambolesco y confuso, el


Druidismo en general y concretamente el evolucionista,
considera de manera razonada todos estos temas y datos,
para sacar sus propias conclusiones y obtener, sobretodo,
con espíritu analítico, una visión de conjunto.
El Druidismo siempre ha creído que la mejor postura de
pensamiento, es aquella que trata de aunar a la ciencia
con la espiritualidad, pues por un lado, ello evita caer en
un cientifismo a ultranza para explicar todo fenómeno y
por otro lado, soslaya el incurrir en supersticiones y en
supercherías. Y de éstas al fraude, para algunos
desaprensivos, solo hay un corto paso.

Pero también, dentro del “paganismo”, hay personas y


corrientes de pensamiento con sus particulares creencias
que son muy pragmáticas, prácticas y empíricas, muy
utilitarias rayando el materialismo y hasta en cierto grado,
epicúreas, surcando al mismo tiempo, las turbias aguas
del cientifismo a ultranza y que nos recuerdan en muchas
facetas a la Roma pagana, cuyos ciudadanos de
“primera”, es decir, aquellos romanos que cumplían con
todas las normas y leyes, eran muy organizados y
técnicos, pero al mismo tiempo amantes “in extremis” del
hedonismo, y cuya religión era más una formalidad de
extrema fidelidad imperial que tendía a endiosar al
Emperador, y que por supuesto, rechazaban de forma
drástica todo lo que ellos consideraban “bárbaro”.

Esto, no es el caso en ningún modo del Druidismo, porque


éste entiende que el cientifismo, lejos de ser un método de
análisis humano natural, se convierte en una ideología
adversa y en una “religión” dogmática, cuando se toma
como proceder único de acceso cognoscitivo a la
existencia.
68
Para el Druidismo, la ciencia no es la única fuente
confiable de conocimiento aunque ciertamente, tampoco
la desecha o la descarta, pero le da el lugar que le
corresponde, si bien la ciencia no puede medirlo todo.
Nunca lo humanamente científico va a poder medir el
alma, por ejemplo, o demostrar su existencia, pues ésta,
como energía sutil, se halla en otra dimensión, en otra
realidad dimensional y a-temporal o quizá a-dimensional,
donde es inmensurable e inconmensurable.

Las posturas cientifístas son sin duda una moda de la


sociedad moderna occidental, en la que la racionalización
y el pensamiento positivista se reafirman, en que el único
conocimiento auténtico es el científico. Pero esta manera
de expresarse, solo es una mera apología
contraproducente para el conocimiento del ser humano,
tanto como cualquier otra clase de dogmatismo o
fundamentalismo.
Somos humanos antes que científicos, por tanto
deberíamos ser antes más humanistas que cientifistas.
El Druidismo bien sabe, que hablar de ciertas cosas
pertenece al ámbito de lo espiritual, de lo anímico, de lo
a-dimensional, de lo sutil, e incluso de lo subjetivo, y por
ello nunca lo manifestará como una verdad absoluta, pues
pertenece al ámbito de una filosofía, de unas creencias, de
una espiritualidad y de una religión.
Así pues druídicamente sobre esta cuestión, se debe
empezar a hablar desde lo más básico;

Para el Druidismo todo es energía.


Todo es energía en distintos niveles de vibración; la luz,
los vientos, el agua, los pensamientos, el alma, una roca,
un árbol, un animal, un ser humano.
Aun cuando vamos a tratar de creencias, (y en este
aspecto el Druidismo, como sentimiento y percepción
religiosa siempre fue Animista), no podemos por menos
69
que referirnos a lo que el científico Albert Einstein, nos
comunicaba a cerca de la materia;

“la materia no existe, es una ilusión creada por la


velocidad de vibración de las diversas formas de
energía”

Todo lo que vibra, todo lo que llamamos y percibimos


como cuerpos físicos u objetos se nos aparece en forma de
materia sólida.
Nuestro sol y otras estrellas son, comparativamente
hablando, campos de energía que pueden, con los
instrumentos y mecanismos técnicos adecuados,
observarse, pero no son “auras” entendidas éstas como
energías astrales o espirituales, porque si lo fueran no
podrían verse ni con los aparatos más sofisticados, pues
éstas pertenecerían a un ámbito a-dimensional y a-
temporal.

En el druidismo no se concibe que el aura sea el alma.


Tampoco se entiende que el aura sea un campo
electromagnético o bio-energético que envuelve a un
organismo, a un cuerpo o a un objeto. Los defensores de
la existencia del “Aura” como algo mensurable y
perceptible, creen que todos los organismos tienen su
propia “Aura”, pero afirman que en los humanos puede
intuirse como una manifestación irradiada de una energía
sutil.
Desde el Druidismo se opina que en el momento en el que
pudiéramos considerar a esa energía como algo
sobrehumano o incluso espiritual, dejaría de ser
mensurable o perceptible por lo sentidos, pues
pertenecería a una dimensión, probablemente a-sensorial.

70
El Druidismo en todos los tiempos y desde todas las
variantes y percepciones del mismo, siempre ha creído
que existen energías;

 -Las energías sutiles, inconmensurables y


espirituales del Cosmos metafísico, (Nert, Neart,
Imbas, Nertos, Manred, Nwyfre, Awen)
 -Las energías más limitadas y mesurables de este
universo dimensional (energía solar, lunar o de
otros astros y cuerpos celestes)
 -Las energías telúricas de la tierra (líneas ley,
líneas o venas del dragón, wyvern, vouivre,
guiverno, etc.)
 -Las energías magnéticas de la tierra, las energías
que poseen los elementos, las energías de las
plantas y de los árboles, las energías de todos los
animales, y por supuesto, dentro de éstas, las que
el ser humano puede generar, emitir y transmitir, y
que por ende, pueden influir en su entorno.

No solo ha creído en las energías que todas las cosas


poseen, sino también en su interconexión, pues siempre
ha creído que todo en el Universo se halla conectado,
como si fuese una tela de araña, donde cualquier
vibración en su entramado, repercute en todo el Universo.
Ciertamente, algunos de los nombres entre paréntesis, son
vocablos de más o menos reciente creación, como el de
las “líneas ley”, por poner un ejemplo, las cuales fueron
acuñadas en 1921 por Alfred Watkins, en sus libros
“Early British Trackways y The Old Straight Track”, pero
el significado y su trascendencia son tradicionales y
remotas.

71
Nwyfre;

El concepto druídico de “fuerza vital”, fue absorbido por


la palabra “nwyfre”. La palabra es una voz galesa que
significa "cielo" o " vigor”. Se aplica generalmente,
cuando sopla un viento enérgico y potente. Sin embargo,
Iolo Morganwg difundió su usanza como palabra
"mágica". Probablemente malinterpretando la etimología
de la palabra, que en un principio no tenía connotación
mística, pero “nwyfre” ha adquirido con el tiempo, ya una
fuerza propia (sin doble sentido), entre muchos círculos y
órdenes druídicas contemporáneas de cariz revivalista.
Varios grupos y druidas actuales usan la palabra, como
equivalente de "fuerza vital" o "energía de vida". Este
concepto es usado por prácticamente todas las ordenes
druídicas revivalistas y tradicionalistas, derivadas de la
tradición britónica-galesa y adeptas a la línea druídica de
Iolo Morganwg y sus planteamientos, muchos de ellos, no
todos, bastante imaginativos o fantasiosos.

Nert, Neart, Nertos;

Algunos bardos identifican a esta energía equilibradora


como la energía cósmica que penetra en nuestro planeta, e
incluso en nuestro cuerpo. Sin embargo, en la
terminología druídica gala e irlandesa, existe una palabra
que significa fuerza o poder. Esta palabra es Nertos, Neart
o Nert.
El término proviene del lenguaje proto-indoeuropeo
“*nerto” derivado a su vez de “*ner” que aludiría a la
“energía vital”.
En unas frases invocadoras de los “Ortha Carmina
Gadelica”, es donde aparece este vocablo, y se puede
estimar que alude a las fuerzas inherentes de la Naturaleza
y de los elementos, y ello se aprecia aun a pesar del sello
cristiano de esas bendiciones, ya que se distingue la
72
vehemencia de la invocación debido a la creencia sobre el
poder inherente del Universo:

La invocación dice así:

Gaélico;

Neart fithich dhuit, Neart fiolair dhuit, Neart Fèinne.


Neart gaillinn dhuit, Neart gealaich dhuit, Neart grèine.
Neart mara dhuit, Neart talamh dhuit, Neart nèimhe.

Inglés;

Power of raven be thine, Power of eagle be thine, Power


of the Fianna.
Power of storm be thine, Power of moon be thine, Power
of sun.
Power of sea be thine, Power of land be thine, Power of
heaven.

Español;
Poder del cuervo sea tuyo, poder del águila sea tuyo.
La fuerza de los Fianna.
Poder de la tormenta sea tuyo, poder de la luna sea tuyo.
Poder del sol.
Poder del mar, sea tuyo, poder de la tierra sea tuyo.
Poder del cielo.

Aunque del gaélico al inglés y luego al español, el


vocablo Nert, se traduce como “poder”, también podría
traducirse como Fuerza, Esencia o incluso Energía Vital.
Tal y como dice el Dr. Maureen Concannon, profesor del
Irish University College, de Dublin. “Neart” sería la
energía divina que lo impregnaría todo. Así lo creen
también, por ejemplo, en la New Order of Druids cuando
comentan en uno de sus cursos que:

73
…”Todo el universo tiene un flujo de ella, una cierta
manera de moverse, al igual que el Tao es la filosofía
china y la neart de los irlandeses. Se trata de un gran río
que da forma a nuestras vidas y al mundo que nos
rodea”. “Neart simplemente podría resumirse como
"energía creativa". Es el proceso de transformación o
formación, y la expresión divina de todas las formas de
una vez”.
“Como Ó Duinn señala que este Neart, esta Fuerza
Formadora, emana de Dios, el Grande”.

Manred;

En la tradición druídica galesa, Manred sería la sustancia,


emanada de la Divinidad (algunos afirman que fue creada
por la Divinidad Suprema y otros creen que es la
sustancia original del Universo, que vendría a ser como
una infinidad de partículas o átomos, pero que formaría
parte del Todo) que configuraría y armonizaría el
Universo, y que como fuerza o energía enlaza o vincula
todas las cosas existentes. Dicha sustancia sería divisible
e infinita y estaría presente en toda manifestación cósmica
o universal, siendo por ello, todas las cosas parte de la
Divinidad.
Sin embargo, existen serias dudas y recelos sobre este
concepto, del cual se piensa que es simplemente una
innovación tardía más o menos druídica, sincrética
diríamos, ideada por Iolo Morganwg.
No obstante, una buena proporción del druidismo
británico y bretón actual, se basa en las enseñanzas y
textos de Iolo Morganwg (Edward Williams).

74
Dán

En el idioma gaélico existe una palabra, “Dán” que posee


múltiples significados y cada uno de ellos hace referencia
a diferentes expresiones de la energía sutil.
Puede significar una misión o cometido que se tiene
individualmente en la vida, (algunos lo llaman destino), o
el “sino”.
También puede indicar un talento artístico que proviene
de la intuición o puede significar algún don, habilidad o
destreza del Imbas/Awen concedido por Brighid y
literariamente también significa arte o facultad para
realizar poesía e incluso “Fuerza”.
Lugh, el dios integral del druidismo, era también llamado
Sam-il-dán-ach, o el de los “múltiples dones o
habilidades”.
Algunos bardos contemporáneos céltico-druídicos,
vislumbran o interpretan el concepto del “Dán”, como un
tipo de impulso similar a la Energía del “Tao” oriental o
del “Chi” o “Qi”, y/o como una Fuerza Cósmica, que al
entrar en armonía con ella, también armoniza al individuo
con el Universo, estando vinculados permanentemente a
él. Es mediante este vínculo que el ser humano deviene un
Hacedor y Generador, junto a esta Energía Universal, que
también se identifica con la Deidad Esencial que se
denomina “Dana”.

En suma, podría decirse que la conciencia druídica sobre


una energía cósmica, se intuye, como muchas otras
cuestiones de las concepciones druídicas, como un
concepto circular o de un “eterno retorno”, una
transformación continua de la Energía Cósmica, en los
elementos físicos, más o menos densos, más o menos
sutiles, que brotan por el Universo entero.
Sería algo similar al “prana” del hinduismo, al “chi” o “fa
gong” de los taoístas, al “ki” del sintoísmo y budismo
75
japonés o al concepto de “magara” del animismo
africano, como energía vital o cósmica existente en el
Universo, que llega a todos los seres vivos y que los
vincula.
Una fuerza trascendente e imprescindible que constituye
la potencia original que se manifiesta desde esta última
expansión del Universo provocada por lo que la
Cosmología física llama “BigBang”, (Gran Explosión)
siendo esta energía independiente al tiempo y al espacio,
pero que puede tomar miles de formas, modos y aspectos.

En las percepciones druídicas ― ya que no hay una sola


sobre esta cuestión― muchas órdenes druídicas (no
todas) herederas del revivalismo druídico del siglo XVIII
y XIX, como la OBOD, el Collège Celtique des Gaules, la
BDO, la Kredenn Geltiek, y muchas otras derivadas de la
línea de Iolo Morganwg, defienden y se suman a las
interpretaciones y concepciones orientales más extendidas
sobre el “Aura”, que propagó la Teosofía en Occidente y
que aún perduran, y cuyo origen pueden encontrarse en
los textos de los Upanishads védicos.

Por otro lado, tenemos que las órdenes o agrupaciones


céltico-druídicas de talante reconstruccionista, no asumen
ni admiten en sus doctrinas, por lo general, todas estas
creencias orientalizantes y sincréticas sobre el “aura”,
sobre sus coloridos y variadas interpretaciones.
También excluyen de sus creencias, el concepto de
“Chakras”, y la consideración de los mismos, así como su
vinculación y repercusión en los órganos humanos.
En posiciones intermedias y más eclécticas (en el mejor y
el óptimo sentido del término), se hallan órdenes
druídicas como la N.O.D. (New Order of Druids) con
planteamientos y creencias intermedias, que admiten, las
potenciales existencias de las energías tanto, psíquicas,
anímicas, místicas, cósmicas o físicas y vitales,
76
refiriéndose a ellas como Neart, Nert, Nertos, etc….y
tratan sobre vórtices de energía en el cuerpo humano y su
vinculación a los “tres calderos” de la espiritualidad
contemporánea druídica.

Un moderno alquimista y también druida de la tradición


britónico-galesa, según él mismo, y asimismo místico
vinculado a la gnosis cristiana, André Savoret (1898-
1977) en su Libro; “Visage du Druidisme”, afirmaba que
los druidas de las Galias, distinguían con cuidado el
espíritu del alma, también diferenciaban entre el cuerpo
fantasmal, 1a "sombra" (Egipcio; Kheb-t), y el cuerpo
"astral", el "doble" (Egipcio; Ka).
Este autor afirma que a la primera, la denominaron *
Rictu "imagen fluida" (irl. "Rith” “forma, apariencia,
espectro"). En cuanto a la segunda, en su enseñanza
esotérica, tenía como nombre usual “Duovis” cuyo
significado es "doble".
Obviamente son unas hipótesis más, pero realmente
carecen de una base espiritual creíble céltico-druídica.

No obstante, una cuestión sería lo que se ha convenido en


denominar “el aura” que tendría una explicación más
espiritual que científica y otra cuestión, sería la
identificación de campos o cuerpos energéticos más o
menos medibles, más o menos conmensurables y más o
menos evaluables técnicamente.
Es posible que esas energías que pueden irradiar los
organismos produzcan un efecto más perceptible y esos
campos electromagnéticos o bio-energéticos, puedan
percibirse o visualizarse como un reflejo más sólido, y
visible de una realidad intangible, pero si el Aura, como
halo o resplandor de una energía metafísica existiese,
perteneciendo a una esfera espiritual, no sería pues
conmensurable ni visible por ningún aparato ni tecnología
de esta dimensión nuestra.
77
En este ámbito, que corresponde a nuestra dimensión y a
nuestro tiempo, es de uso frecuente y normal que médicos
y científicos evalúen la actividad eléctrica de órganos
como el corazón o el cerebro. Un electrocardiograma o un
electroencefalograma pueden realizarse porque existen
comprobadas corrientes de energía que circulan por los
organismos que poseen un corazón y un cerebro. Dicha
corriente es mensurable porque la actividad biológica de
todos los organismos, se fundamentan y originan por las
corrientes bio-energéticas.

Apoyados por las leyes de la Física cualquier estudiante


conoce, que donde existen corrientes eléctricas se
originan campos electromagnéticos. Por tanto, nuestros
cuerpos no son una excepción; poseen campos
electromagnéticos registrables hoy en día por diferentes
instrumentos.
Desde el punto de vista de la Física Cuántica, el campo
electromagnético del ser humano está interrelacionado
con el espacio que lo rodea.
Los campos electromagnéticos interactúan unos con otros
y se influyen unos a otros, de acuerdo con las leyes de la
física. Nuestros campos de energía están presentes en
nuestras vidas, ello no puede evitarse puesto que los
campos de energía son la base de nuestra actividad
biológica.

Ahora bien, la totalidad de todos estos campos


energéticos son efectos de unas causas:

1/ La actividad física de los organismos, que genera,


emite y transmite campos electromagnéticos a un nivel
físico u orgánico.

2/ La actividad mental del cerebro y de la mente, que


genera, influye emite y transmite campos energéticos
78
debido a la actividad de la conciencia, de la inteligencia
de la reflexión y del pensamiento.

3/ La actividad espiritual. En esta actividad cada


espiritualidad y religión tiene sus creencias y sus
hipótesis. Desde la no contemplación de la eventualidad
mística de su existencia y por tanto, la negación de su
presencia, hasta cualquier tipo de creencia o conjetura,
siendo la fe más extendida la que proviene del hinduismo
especialmente, a la que en occidente la han revuelto con
creencias cristianas, kabalísticas, paganas y de cualquier
otra índole, componiendo lo que viene denominándose
una “creencia New Age”.

Anteriormente a la New Age, el Druidismo, como sería


lógico suponer, también tuvo y tiene sus propias y
variadas hipótesis, como las tiene el sufismo islámico o la
qabbalah hebrea.

En los dos puntos primeros, también han surgido un buen


número de personajes de toda idiosincrasia, condición y
disposición, que han argumentado desde posturas
espirituales, y pseudo-espirituales, e incluso desde
posturas prudentes de los promotores de las consideradas
como medicinas alternativas, que cuando la estructura
energética se ve gravemente afectada, comienzan a
aparecer malestares físicos, dolencias y enfermedades,
desequilibrios y diferentes tipos de afecciones como las
oncológicas, las del sistema endocrino y las del sistema
inmunitario, entre otras.
Ciertamente existen argumentaciones neurofisiológicas y
biofísicas en cuanto al papel de la Voluntad en la
enfermedad o sanación de las partes de un cuerpo vivo.

Un hecho científico que es poco conocido es que las


“ondas cerebrales” no están confinadas únicamente en el
79
cerebro, sino que se propagan por todo el cuerpo mediante
el sistema perineural, es decir, por los tejidos que rodean
los nervios y alcanza cualquier rincón del mismo.

Un electro-fisiólogo estadounidense Dr. Robert O. Becker


(1923-2008), describió como este sistema, asume buena
parte de la curación de las heridas en todo el cuerpo. El
sistema nervioso actuaría como una “antena” para
proyectar las pulsaciones bio-magnéticas que comienzan
en el cerebro; en el tálamo. Además, según éste fisiólogo,
las ondas que se inician en el cerebro como pulsaciones
comparativamente tenues, van adquiriendo vigor mientras
se propagan por todos los nervios periféricos hasta llegar
a las manos.

80
La cuestión de los Tres Calderos Druídicos

Existe un paralelismo notorio entre lo que algunos


investigadores de la cultura celta y del Druidismo, han
considerado en llamar: “Los tres calderos del cuerpo
energético humano”, conocidos en gaélico irlandés como
“Ecoirí filíochta”, y los “chakras principales del
hinduismo que son siete o del budismo que son nueve e
incluso, con los tres centros de energía divina (Tan Tien),
que considera el Taoísmo.

Obviamente mediante las pruebas empíricas y el


conocimiento de la ciencia actual, no existe ninguna
fórmula o experimento para verificar la existencia de
estos centros, “chakras” o calderos, puesto que pertenecen
al cuerpo sutil, pero sus funciones y repercusiones, es
81
decir los efectos de estas causas en el ser humano, son
visibles mediante la observación.

Los materialistas más exacerbados quizás no logren


comprender que los “chakras” del hinduísmo o los
“calderos” del druidismo, sean puntos o zonas
inmateriales del Ser, y dada su concepción de la vida y del
Universo, piensen que su existencia es algo solamente
teórico o de hipótesis fantasiosas.
Pero es necesario incidir en el hecho de que todo lo que se
piensa corresponde a algún nivel de la Realidad donde se
forma y se genera, y éste no tiene porque ser
necesariamente dentro de este plano material.

Así pues, los “tres calderos druídicos” son sutiles o


inmateriales”, y se vinculan a una primera división
metafísica del cuerpo humano como son;

 -La parte alta; cuello y cabeza. Área del Tercer


Caldero
 -La parte media o pecho, Área del Segundo
Caldero.
 -La parte baja, que engloba, el abdomen y las
extremidades, que es el área del Primer Caldero.

A un nivel místico y en el lenguaje del mito se relacionan


con los Tres Reinos tradicionales druídicos que se tienen
en consideración filosóficamente y en algunos actos
cultuales druídicos (Tierra, Agua y Aire).

Estos tres Calderos, como los describe un diálogo de


poesía del siglo XV, que fue descubierto en un
reglamento legislativo irlandés algo posterior, compila
ciertas reseñas legendarias de dos bardos míticos y
tradicionales: Amerghin, célebre druida y bardo de los
Hijos de Milé y Nede McAdne, doctor en Poesía del
82
círculo cortesano del legendario rey Conchobar McNessa.
En un poema atribuido a éste último, donde se resalta la
función del primer Caldero de la Vocación, como fuente
de inspiración y elocuencia, viene a explicar que los tres
calderos, se encuentran en las personas, pero en sus
cuerpos inmateriales.

Por otra parte, en la simbología céltico-druídica más


antigua, tres son las gotas que bebe el galés Gwion del
caldero del Conocimiento que preparaba la diosa
Cerridwen, convirtiéndose en el druida bardo Taliesin,
alcanzando con ello la conciencia integral, el
conocimiento perfecto y la sabiduría.

Tres son también, los calderos en los que deberá


introducirse el héroe celta-irlandés Cuchulainn para
completar su iniciación, como tres son también las patas
que sostienen a estos calderos.

Tiene cada uno de estos calderos, tres actitudes o modos


que son;

1- Hacia arriba o Enderezado


2- Ladeado o inclinado
3- Hacia abajo o Invertido

Dando con ello nueve elementos situacionales (3 modos x


3 calderos = 9 modos).

Por otra parte, también existen nueve dones mencionados


en la Canción de los Tres Calderos de Amerghin que son:
la poesía, la reflexión, la meditación, la investigación, la
ciencia, el gran conocimiento, la inteligencia, el
entendimiento o comprensión y la sabiduría.

83
Estas aptitudes se hacen necesarias para alcanzar otros
niveles de conciencia y de auto-conocimiento.

Una teoría sobre el funcionamiento de los Calderos:

Estos tres calderos energéticos pueden ser imaginados


dentro de ruedas dinámicas, rotativas, en movimiento,
cuya influencia se expande, pues no pertenecen a un
centro estático, aunque tengan un foco o centro o de
gravedad. Abarcan una gran área e influyen en todo el
cuerpo.

En el sistema energético del ser humano, dichas “Ruedas


Dinámicas” o “Calderos” hacen la función de estaciones
generadoras de energía interna y a la vez, son receptoras,
transformadoras y redistribuidoras de las diferentes
energías externas que les llegan, para luego encauzarlas
hacia los respectivos calderos, que actúan como
recipientes refinadores, y a la vez como corazones que

84
bombean la energía hacia los calderos superiores a través
de los diversos canales energéticos inmateriales.

Se cree que cada Caldero o Rueda energética, por dicha


rotación sutil e invisible, va generando continuamente
nueva energía interna, que se aprovechará total,
parcialmente o desechará, según las circunstancias del
organismo, y estando relacionado dicho aprovechamiento
o desperdicio, con funciones psicológicas específicas.
Rotación, por otra parte, que dependiendo de la rueda del
caldero que se trate, tiene su propia velocidad y vibración,
siendo ésta diferente para las tres.

Observando las funciones que atañen a cada uno de de los


tres calderos, podemos advertir como la vibración y
rotación más rápida la obtiene la Rueda del Caldero de la
Vocación, le sigue la del Caldero de la Calidez y
finalmente la más lenta es la del Caldero del
Conocimiento.
Cuando se intuye que los calderos se enderezan o llenan
de esa energía que generan y canalizan las Ruedas que los
envuelven, lo hacen en sentido horario y cuando se vacían
lo hacen en sentido contra-horario.

Por ejemplo, en el Caldero del Conocimiento se fraguan


las energías precisas para las evoluciones y procesos
neuronales del cerebro y hasta para los procesos mentales
y éstos son mucho más lentos que los procesos instintivos
y motrices, cuyas energías sutiles se proyectan desde el
Caldero de la Calidez, y mucho más aun, que las
emociones y sentimientos que se generan mediante las
energías que emite el Caldero de la Vocación.

Según este enfoque druídico, el cual traslucirá en todo


este ensayo, se expone una breve sinopsis de estos tres
calderos, incluyendo sus nombres tradicionales y su
85
traducción, aunque obviamente, pueden ser descritos,
observados y denominados de otras maneras coherentes,
según otras percepciones, incluso dentro de esta misma
espiritualidad.

1-El Caldero de la Calidez, (en gaélico irlandés; coire


Góir)

También es conocido en gaélico irlandés como “Caldero


del Calor” o “Coire Goiriath”

Tiene su centro de gravitación o foco energético ubicado


en el bajo vientre, en el área pélvico-abdominal, que
concuerda con la zona alrededor del primer, segundo y
hasta tercer Chacra de los yoguis hindúes y con la franja
del Tan Tien inferior de los conceptos taoístas.
Se asocia con uno de los tres elementos druídicos como es
la tierra, o sea lo material y terrenal.

Este primer caldero atañe a un nivel de conciencia básico.


En él llenado, se halla almacenada la energía vital del ser
humano, siendo el centro capital que otorga energía a las
funciones motrices e instintivas, tales como los
movimientos internos del organismo, los reflejos
externos, la funciones motrices de la sexualidad, todas las
funciones mecánicas, la movilidad en el deporte y los
juegos, las creaciones, habilidades, innovaciones o
soluciones físicas para realizar trabajos manuales,
materiales o mecánicos, así como la capacidad para
aprender e imitar gestos, voces y ademanes y
reproducirlos con habilidad.

- Enderezado o boca arriba

Este Caldero originalmente se halla enderezado, es decir;


lleno o casi lleno, en todo individuo al nacer.
86
Posteriormente sigue boca arriba en aquellos sujetos que
gozan de un óptimo impulso de vida, jovialidad y salud.

Con dicho alineamiento, guarda y reabastece la energía


vital, el vigor y la salud sexual, así como la herencia
cultural, los vínculos con la Madre Tierra y con las
fuerzas telúricas que se manifiestan.

En dicha posición, muestra que el individuo tiene una


tendencia sana y adecuada hacia el deporte, indica que se
tiene una provechosa movilidad motriz, y se exterioriza
una eficaz destreza manual y física.
En dicha posición o bastante aproximada, todo el trabajo
del organismo se hace en armonía, se canaliza la energía
sutil que fluye por los canales energéticos sutiles para
fácilmente entrar de pleno en el siguiente Caldero que es
el de la Vocación (emoción)

Así mismo, con este caldero enderezado o lleno de


manera permanente, siendo el foco energético de la
conciencia básica, se inicia un proceso de ascensión de la
conciencia, logrando aprender sobradamente de todo lo
que atañe a este caldero, especialmente en lo concerniente
a su funcionamiento y posibilidades de desarrollo. Es
decir, es un primer paso hacia el auto-conocimiento.

Con el Caldero de la Calidez lleno y rebosante de energía,


se prende el fuego de la voluntad, se consigue el control
de la propia existencia física y se trepa un peldaño hacia
las gradas de la conciencia, reduciendo y eliminado
muchos de los más obstinados bloqueos y tenaces
obstáculos.

Comienzan los procesos de abandono y renuncia a


muchos de los hábitos mecánicos e inconscientes y sobre
todo condicionantes. Y el Ser, se descubre preparado para
87
ejecutar un salto cuántico para conseguir alcanzar ese
siguiente peldaño de la conciencia, que es, el que
concierne al Caldero de la Vocación.

-En posición ladeada, inclinada o semi-lleno

Se ladea en aquellos individuos que como reflejo de la


inclinación del caldero, comienzan a mostrarse en
diversas situaciones, individualistas, egocéntricos,
ególatras casi siempre insatisfechos inestables
emocionalmente y crispados frecuentemente ante las
vicisitudes de la vida.
En esta posición, baja la conciencia del individuo y se
nubla la visión concerniente a las posibilidades que se
tienen para el desarrollo personal.
Las funciones motrices e instintivas se hacen más torpes y
menos armónicas, se pierden grados de movilidad y
estabilidad, se desperdicia la habilidad manual, que se
convierte en más tosca y ruda. Se bloquea parcialmente el
canal energético que conecta con el caldero inmediato
superior, de manera que fluye menos energía sutil a dicho
caldero.

Se comienzan a mecanizar los instintos que se vuelven


más torpes, menos creativos y con menor control. La
voluntad desciende, pierde grados y las ganas de
esforzarse y superarse, se convierten en los primeros
indicios de apatía física y desidia.

Toda clase de deseos físicos se acentúan en este nivel,


aunque con discontinua persistencia, pero comienzan a
aparecer los vicios y adicciones.
Todo en el ser humano empieza a robotizarse
progresivamente y comienzan a mostrarse irregularidades,
anomalías y caprichos en la función sexual que solo
atiende a antojos espontáneos y de escasa permanencia.
88
La vida misma del individuo comienza a caer en la rutina.
Sus hábitos y costumbres se automatizan.

-En posición invertida, vacía o vaciándose

Todo lo expuesto anteriormente se agudiza de forma


acentuada y dicha posición se refleja en los individuos
depresivos, obsesionados por lo material, por lo sexual,
por todos los deseos, caprichos y vicios materiales. Es
decir, se refleja un alto grado de hedonismo, en aquellos
que viven solo a través de sus instintos, excitaciones y
arrebatos.

Los individuos que tienen este caldero invertido o vacío,


pueden llegar a exhibir grados de peligrosa agresividad,
totalmente irreflexiva y elemental y su intolerancia,
ignorancia e insensibilidad les llevan por los derroteros de
la crueldad, el rencor, la venganza, la saña, el exceso y el
despotismo. Y, si acaso todas esas indignidades le
resultan placenteras, se llegan a obsesionar con ellas.
Incluso pueden llegar a gozar del sufrimiento, del
padecimiento ajeno y propio, e incluso hacen de la auto-
compasión su principio básico en la vida y adquieren
identidad de víctimas ante toda circunstancia adversa o de
aquellas de las que puedan sacar alguna ventaja sea
emocional o material.

Con este caldero invertido, el ser ya se halla en una fase


totalmente mecánica, automática e irreflexiva. Se cierra el
canal principal de flujo energético y la poca conciencia
adquirida, se halla en un estado casi totalmente durmiente.
Las funciones motrices son más torpes aun que en el
anterior estado y las funciones instintivas aprisionan toda
la vida del hombre.

89
Nos hallamos ante el hombre rutinario y mecánico, el
hombre material, el hombre robotizado, el que hace de sus
instintos, vicios y dependencias el proyecto de su vida,
obviamente inconscientemente, mecánicamente ya que la
conciencia se halla profundamente aletargada.
Su sexualidad es compulsiva y aunque puede ser
extremada, es pobre, inepta y fugaz. De persistir en el
tiempo, esta posición con el caldero invertido o vacío, las
anomalías sexuales graves comienzan a hacer su
aparición, el vigor sexual decrece, de la compulsión se
pasa a la inapetencia, a la desgana, al empacho, llegando a
la impotencia y a la frigidez, y en el mejor de los casos,
en el varón, al orgasmo precoz.

Con el primer caldero invertido resulta improbable que


algo de energía sutil, llegue al caldero superior, y de
llegar lo hace tan débilmente que solo genera desolación
emocional, al entrever su insuficiencia o carestía.
Por tanto, cuando este primer caldero de la Calidez no
logra enderezarse, sino que queda invertido impidiendo
todo flujo de energía al siguiente caldero, podemos decir
que la parte negativa de este caldero predomina sobre los
otros dos, y consecuentemente nos topamos con el ser
humano en su nivel más bajo de conciencia y voluntad, a
la par que indica una posición de carencia total de auto-
conocimiento.
Su conciencia moral es muy pobre, y por tanto, su
espiritualidad, de tenerla, también lo es, ya que se
estimula fundamentalmente por instintos, impulsos,
inclinaciones y tendencias totalmente mundanas y
materiales.
Los individuos con dicho caldero invertido, no pueden
tener una alta espiritualidad, pues tienen una escasa
conciencia moral, aunque indudablemente ciertas
religiones, determinadas prácticas religiosas o sistemas de

90
creencias dogmáticos y fanáticos, colman sus
expectativas.

La parafernalia, las demostraciones pomposas, la obsesión


y manía por lo ritos y rituales, por las formas externas,
por las grandes ceremonias de masas, las cuales no se
preocupan del conocimiento puesto que no lo desean, por
las supersticiones o por las liturgias tétricas, tenebrosas y
macabras, al estilo de satanistas, santeros, góticos y
demás, son las que más atractivo tienen para los sujetos
con el Caldero de la Calidez invertido.

Así de volcado y vacío se halla este caldero en buena


parte de la humanidad en Occidente, que del
entretenimiento y afición por el deporte físico, donde la
superación de las habilidades y pericias motrices debieran
quedar manifiestas, hace, una rivalidad absurda entre
equipos y aficionados que llega a la hostilidad y
enemistad, convirtiéndose en una obsesión que trasladan a
sus rutinarias vidas sociales y laborales, repletas de
competencia, discordia y animadversión.

Los pocos conocimientos que adquieren estos seres


humanos, lo son en función de la imitación, de los
instintos, de la memoria, pero con escasa o ninguna
comprensión. El arte que alcanzan a entender y que se
halla en consonancia con sus estados de conciencia, es un
arte grotesco, tosco, estridente, desorientado, disonante,
estrambótico, sin ninguna o escasa simbología, alegoría o
mensaje y así les sucede en todas las manifestaciones de
su instintiva pero condicionada y automática vida.

No obstante y a pesar de lo descrito, existen apoyos


externos que ayudan a enderezar y rellenar este primer
caldero mediante métodos que los druidas de antaño ya
utilizaron.
91
Estos métodos, son ayudas y refuerzos que se consiguen a
través de sanaciones de la medicina integral y alternativa
como la aromaterapia, la gemoterapia, la cromoterapia, la
músicoterapia, los “mantras” o palabras sagradas celtas,
los masajes, la imposición de manos, etc., tanto de forma
alternativa y paralela entre ellos, como al unísono. Y por
supuesto, mediante la ayuda y asistencia de psicólogos
profesionales.

Pero debemos ser conocedores que, es a través de la


voluntad, del estudio y conocimiento de uno mismo y del
crecimiento de la conciencia como se puede enderezar
completa y perfectamente este caldero.
Primero, haciendo que el estudio de uno mismo favorezca
los cambios interiores logrando hacer fluir la energía
interna, es decir, la que nosotros mismos generamos para
llenar el primer caldero, y posteriormente se requiere lo
mismo, para seguir llenando o rellenando el segundo y el
tercero.
Por tanto, las ayudas externas y los métodos y prácticas
alternativas solo son una viga, un soporte para apuntalar
la morada que es nuestro Ser, el cual se nos puede venir
abajo sino lo consolidamos correctamente mediante el
estudio y análisis de uno mismo. Y así y de esta manera,
avivar la alquimia interior de transmutación y adquirir
mayor conciencia. Una conciencia que en el caso de este
caldero invertido se halla profundamente aletargada y que
costará hacer despertar.

Quizás un atisbo o señal, un shock emocional o un dolor


anímico, sea el detonante para que, aunque sea
fugazmente, la conciencia empiece a despuntar.
Aunque este ensayo no pretende adentrarse en las
prácticas sanadoras, (además del masaje ya tratado en este
ensayo) que pueden servir de ayuda, sin embargo,
sintetizará las que se piensan son las más idóneas.
92
Con la Imposición Druídica de manos

La singularidad de este procedimiento, estriba en que


combina los métodos de las imposiciones de manos
tradicionales, con las prácticas y ritos espirituales de los
druidas, los cuales veneran a la Madre Naturaleza.
Es decir, la desconocida imposición de manos, viene a ser
una práctica parecida al moderno “Reiki”, tan de moda en
nuestros días. Esta técnica es una práctica de sanación de
origen japonés concebida en el siglo XX, por el japonés y
monje Mikao Usui, quien la ideó haciendo una
mezcolanza entre creencias religiosas hindúes, del
budismo tibetano y del budismo zen.

La imposición de manos druídica, no obstante, aunque es


también una innovación en cuanto a la destreza sanadora,
usa técnicas de auto-conocimiento y de armonización
vinculadas a una espiritualidad tradicional como es el
Druidismo.
Usa métodos prácticos que remarcan el panteísmo pagano
que la caracteriza, pero de la que podemos decir
intuitivamente que es una práctica sanadora o paliativa de
dolores, que va mucho más allá del conocido efecto
placebo y que aporta relajación y resta ansiedades, que se
remonta a la noche de los tiempos.

Es por tanto, un método benéfico, parecido al masaje


celta, pero sin masaje, que trata solo mediante la
imposición de manos, de desbloquear o hacer fluir las
energías que circulan por los meridianos sutiles del
organismo para una redistribución correcta hacia los
órganos y hacia las Ruedas de los Calderos.

Con la imposición de manos al estilo druídico, existe una


intencionalidad de canalización energética de la propia
energía de quien la aplica, hacia el individuo tratado, que
93
puede ser también uno mismo, sumada a las que masajista
y masajeado reciben externamente de los entornos
naturales. Aunque también la imposición de manos se
puede aplicar en animales, árboles o plantas.

Cuando se realiza la imposición de manos al aire libre, se


utilizan como fuentes de transferencia energética las
energías de los árboles, de los arbustos, de las plantas, de
los bosques, de las rocas y montañas, en su conjunto, de
los dólmenes y megalitos antiguos que se puedan halla
cercanos o esparcidos por doquiera e incluso del mar, de
las fuentes, de los ríos y lagos, del agua de lluvia, del
rocío, del sol, del aire y un largo etc.
Es decir, la imposición de manos siguiendo la práctica y
creencias druídicas, se realiza en espacios naturales o en
áreas abiertas o cerradas donde las influencias energéticas
de los elementos mencionados, pueda ser notoria y
notable, y en las que el impositor, también haga las veces
de puente energético.

Es un método que también ayuda a mantener en equilibrio


lo físico, lo emocional y lo mental.

La imposición de manos aunque puede ser utilizada como


terapia para la sanación física, realmente su cometido
recóndito, es anímico. Se trata, una vez más, de ayudar a
la toma de conciencia, al auto-conocimiento y por
supuesto a la comprensión de otras realidades, de otras
fuerzas y energías, y de otros mundos o dimensiones,
menos densos que éste y que también forman parte de este
Universo, las cuales pueden sanar o paliar ciertas
dolencias.

Hay controversias también en esto, pero los símbolos


psíquicos, mentales, místicos y espirituales que pueden
utilizarse por parte del asistente, como soporte a la
94
práctica en la Imposición de manos, son los propios del
Druidismo; triskeles, espirales, círculos, laberintos,
calderos etc., y/o si se prefiere los caracteres del alfabeto
Ogham, (a pesar de las controversias existentes) donde
cada letra se puede ensamblar con la energía, propiedades
y vibraciones de un árbol, arbusto o planta concreta o se
procede a la visualización de alguna divinidad sanadora
del Druidismo, que ayude con su invocación e influjo
divino, en la terapia.

En la actualidad y especialmente en países de habla


inglesa existen diversas corrientes y escuelas que inciden
en unos matices u otros, pero la mayoría de ellas, se
circunscriben a una Federación que se denomina de
“Reiki Celta” e incluso “Reiki Druídico.

En dicha federación, aunque siguen usando el nombre


japonés de Reiki, (existen polémicas sobre lo adecuado
del nombre) afirman que la palabra gaélica irlandesa que
nombra a la energía Universal, es "Nert" y la galesa
"Neart" que dentro de sus variados significados, también
puede traducirse como fuerza vital, poder trascendental o
energía cósmica.

Con la Música o Sonoterapia:

Para los druidas la música es una de las expresiones


artísticas que provienen de la Awen y ésta a su vez
proviene de Brigitt y del OtroMundo celta.

La música celta por excelencia se toca con el arpa y el


Dios-Druida mayor del panteón pan-céltico, que es “el
Dagdah/Dagodevos”, posee, según las leyendas célticas
un arpa que tiene dos nombres; “Daurblada” y “Coir
Cethar Chuir”.

95
En el Druidismo la música tiene una triple consideración:

1- Es una forma de diversión u ocio


2- Es una forma de hacer magia
3- Es una forma de terapia

En lo que incumbe a este tema, acudiremos a la música


por su tercera apreciación, es decir, como terapia:

La música cura, ésta es una máxima druídica, pero igual


que ayuda y puede sanar, existen ciertos sonidos que
pueden provocar una postración, un malestar, un dolor, un
sufrimiento, una molestia, etc., anímicamente y
consecuentemente también físicamente. Por lo tanto, se
debe ser cuidadoso a la hora de elegir la música que
pueda ser la adecuada y armónica para realizar una
terapia, sea cual sea.

Esto lo observamos divinamente y de forma clara y


concisa en las leyendas celtas con los “aires” que un
arpista acariciando un arpa puede obtener.
Esto es; “Gol-traiges”, “Gen-traiges” y “Suan-traiges” o
tristeza, risa y sueño.

Ello debe quedar manifiesto y es obvio puesto que hoy en


día existe, mucha música contemporánea, que es mucho
más ruidosa que armónica. Incluso, la música llamada
celta, en no pocas ocasiones su tono o letra, provocan
estados de melancolía y nostalgia que puede llevar a la
hipocondría, a la languidez, a la tristeza, cuando se aplica
en una terapia.
Igual ocurre con la llamada música natural, especialmente
la elaborada a base de sonidos de animales. Se debería
prestar atención a esos sonidos de animales, que quizá
hayan sido obtenidos bajo presión humana, maltrato,
humillación o violencia.
96
De la misma manera, hay que saber bajo qué situación
han sido obtenidos esos sonidos, puesto que pueden ser
estallidos de desesperación, ansiedad, algarabías de
apareamiento, alborotos de luchas, y etc., que pueden no
ser adecuados para el rellenado energético de todos los
calderos, ya que cada uno de éstos, posee unas
características y atributos propios.

También es menester considerar que en las concepciones


céltico-druídicas, los instrumentos de viento estaban
reservados para la guerra o para la juerga, donde los
participantes eran dados a mucho jolgorio y alboroto.
Los de percusión como timbales y tambores eran más
empleados en los rituales religiosos, de matiz extático,
quedando reservados los instrumentos de cuerda, como el
arpa o la lira, que ejecutaban música considerada sagrada,
para las terapias y sanaciones.
Sería beneficioso considerar estas clasificaciones para
poder emplear la música adecuada en las terapias.

Igualmente, hay que considerar las diferencias existentes


entre la música modal y la música tonal. Diferencias que
hay que tener en cuenta a la hora de aplicarla como ayuda
terapéutica, mientras dura una sesión de masaje celta.
La música Modal se apunta como la más adecuada para la
mayor parte del tiempo por el que transcurre una sesión
de masaje celta, pues induce a la relajación, a la
meditación, al trance, a la interiorización, a la catarsis
individual e íntima.

Entonces, mientras dura la terapia, se trata de ayudar al


llenado del primer caldero a través de la música o sonidos
equilibrados. Se precisa, igualmente, que con dicha
práctica, durante varios minutos o el mayor tiempo
posible, el cuerpo y la mente permanezcan en total
relajación, permitiendo que la euritmia vibracional de una
97
música adecuada, impregne y se infiltre en el cuerpo al
que se está asistiendo.

Para este primer caldero ― caldero primario y primordial


en el que se alberga la energía vital del ser humano, que
otorga energía a los instintos― se sugiere como más
apropiada la música que contiene sonidos de la Madre
Naturaleza, como viento, lluvia y relámpagos, sonidos de
animales como aullidos de lobos, bramas y bramidos de
los cérvidos, rugidos de grandes felinos e incluso música
tribal con timbales, como las africanas o las nativas
americanas. Todas ellas, para ayudar a la toma de
conciencia y colaborar a enderezar a este primer caldero
para su llenado energético.
También puede servir la música denominada “celta” o de
“raíces celtas”, que evoque los sonidos naturales, sean
mediante arpas u otros instrumentos de cuerda, incluso el
sonido de la gaita puede resultar adecuado, si ésta no está
siendo tocada tan rápida y estentóreamente que rompa la
relajación.
Como excepción, si uno es capaz de entrar en trance,
puede acompañarse mediante una música algo más
enérgica y dinámica, danzando inclusive al compás de los
sonidos de tambores y timbales para que se active y
circule la energía de la Rueda del Primer Caldero.

También pueden usarse los “mantras” tanto los orientales


(si resultan más familiares), como las voces o sonidos al
estilo de “mantras” o palabras sagradas de la
espiritualidad druídica.

Sobre las locuciones sagradas de la tradición celta,


pueden usarse cualquiera de los diversos idiomas celtas,
siempre y cuando, se conozca y se haya estudiado su
significado y los efectos de su reverberación, fluctuación,
así como la entonación más adecuada.
98
Por ello, para favorecer el llenado energético del primer
caldero, se sugieren las voces de las vocales del alfabeto
Ogham en gaélico irlandés, aun a pesar de las
controversias y críticas que se mantienen sobre su origen
y autenticidad.

Se propone pues, pronunciar preliminarmente el vocablo


sagrado o “mantra” Onn, que es el nombre de la letra
celto-gaélica “O”, en el marco del alfabeto Ogham, que se
dice que recibe su nombre del arbusto de la retama o del
tojo.
Su sonido posee una verberación mística, un carácter
global útil para toda meditación y para ayudar a cualquier
caldero. Su frecuencia y vibración se entona parecido al
“mantra” hindú Om, aunque el sonido original del
vocablo gaélico sonaría en español como “Oun”.

No obstante, con una entonación más específica para este


caldero, se sugiere el sonido, resonancia de la letra
ogham; “Idho”. Idho es el nombre de la letra vocal I, en el
alfabeto mágico del Ogham y se dice que recibe su
nombre del tejo. Dicho sonido posee, la entonación
adecuada para ayudar a la activación de la vitalidad y de
todo lo que tenga relación con la movilidad y la
motricidad del individuo, ello, entre varias de sus otras
peculiaridades. Se entona en dos sílabas Id-ho,
rápidamente, sonando la segunda sílaba como “joo”, en
español.

No obstante, otros vocablos sagrados como el sonido de la


vocal oghámica Ur, de la letra U, de la que se dice que
recibe su nombre del Brezo. Este sonido ayuda a
vincularse con las fuerzas telúricas de la Tierra. En este
caso el sonido Ur, se entona alargando la última letra, la r,
todo lo posible. En gaélico original, se pronuncia de igual
manera como en español.
99
Con la Gemoterapia:

Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante las


piedras y los minerales.
Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco
o centro de gravedad del primer caldero. Es decir, en el
bajo vientre, sobre el área pélvico-abdominal.
Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda,
son el rubí y el granate.
Debido a ello, muchas personas prefieren hacerse
colgantes con dichos minerales y así estar siempre bajo su
influjo y apoyo, pero la forma más acertada de utilizar la
piedra como refuerzo, es igual que con la musicoterapia,
cuando el cuerpo, el alma y la mente humana se hallan en
relajación, reflexión o meditación.

Con la Aromaterapia:

Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante los


aromas.
La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y
provechosa, como el sándalo, el jazmín, la rosa, etc., así
como con los aromas propios de los óleos naturales.
Con este método se enciende el incienso o esencia en un
lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación,
reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus
aromas y lograr la armonización de los canales
energéticos que penetran por los calderos.
Dicha técnica se puede acompañar con otras, como la
músicoterapia o la gemoterapia, apuntadas.

Con la Cromoterapia:

Trata de compensar, mediante el uso de luces de colores


con la intensidad adecuada u objetos coloreados, los
desequilibrios energéticos.
100
Por tanto, se trata de ayudar al llenado del caldero a través
del color. El color rojo resulta útil ya que éste ayuda al
llenado de este primer caldero.

2-El Caldero de la Vocación (en gaélico irlandés coire


érmai)

También conocido como Caldero del Movimiento. Su


centro gravitacional se encuentra cercano al corazón, justo
en el centro del pecho, coincide con el cuarto chacra
yóguico y con el “Tan Tien" medio, de la espiritualidad
Taoísta.

Originalmente, en el nacimiento se halla ladeado, es decir


semi-lleno, pero puede invertirse o enderezarse según el
desarrollo, avances o retrocesos de cada ser humano a lo
largo de su vida y de sus circunstancias.

Este segundo caldero atañe a un nivel de conciencia más


elevado que el anterior, es la consecuencia directa del
influjo de un Caldero de la Calidez invertido, cuya
energía ha dejado fluir hacia el siguiente nivel, al nivel de
las emociones y de los sentimientos.

Cuando este segundo caldero se estabiliza y se llena de


energía, se alcanza un decisivo primer nivel de la
conciencia auto-reflexiva.

El Caldero de la Vocación, es el punto intermedio y


puente entre lo instintivo y mecánico del primer caldero y
lo intelectual del tercero.

Es el caldero del espíritu interior que conecta todas las


fuerzas superiores e inferiores, internas y externas. Más
arriba se halla lo abstracto, la esfera del intelecto, de lo

101
mental. Más abajo, se hallan las funciones terrenales y
facultades telúricas.

Llegamos a este segundo caldero desde el primero que


refleja el mundo del cuerpo, de la manifestación instintiva
y mecánica, expresada desde ese primer caldero, para
trascender a las suaves regiones del espíritu, progresando
desde el Ego más primario, hacia un segundo nivel más
amplio.

Este es el caldero de las emociones, del amor, del


sentimiento y hasta del presentimiento, tanto en sus
aspectos positivos si se halla lleno, como en sus aspectos
negativos si se halla vacío.

Se asocia con otro de los tres elementos druídicos como


es el Aire, el menos denso de los tres principios, pues al
igual que éste, los sentimientos y emociones no se ven a
simple vista, pero se sienten y perciben.

El aire simboliza la libertad, en las concepciones


druídicas, como los besos de Oengus Mac Og, los cuales
se convertían en pájaros que libres podían volar a través
del aire y del viento.
En el aire se halla buena parte de la experiencia y
sabiduría de nuestros ancestros. Palabras etéreas que no
escribieron pero que emitieron, a veces como
invocaciones, difundiéndolas por el aire para explicar sus
sentimientos y emociones.

El aire mueve el agua y cambia el aspecto de la tierra, de


la misma manera un sentimiento o emoción consciente y
lúcida, puede mover al intelecto, como puede cambiar la
percepción que se tiene de las sensaciones físicas.

102
Con la ayuda del anterior Caldero de la Calidez lleno y
colmado, que deja fluir la energía sobrante, el Caldero de
la Vocación incluye la facultad de la creación artística e
influjo de la Awen, que incluso puede manifestarse en los
estados del sueño.

Dicho Caldero se circunscribe dentro de todo tipo de


emociones y sentimientos, religiosos, espirituales,
sociales, familiares, morales e incluso emociones estéticas
y artísticas.

Siendo su posición original al nacer, en el ser humano


ladeada, es decir, que se halla medio lleno de energía,
puede variar, no obstante, tanto para enderezarse y
llenarse en el transcurso del tiempo y de la evolución de
la conciencia, como de lo contrario.

Aunque también, seguirá ladeado en las personas que son


conscientes de sus dones o su rumbo en la vida, pero no
logran centrarse o tener la voluntad suficiente para
emplearlos y orientarse.
Puede invertirse, sin embargo, cuando la persona
experimenta grandes impactos emocionales como euforias
extremas, tristezas muy intensas o traumas muy fuertes.

Por ello, aunque el primer Caldero de la Calidez lleno,


deje pasar energía sutil, este segundo Caldero de la
Vocación, puede desaprovecharla utilizándola en
emociones estériles o extremadas y puede por tanto de
nuevo ladearse, o peor aún, invertirse y vaciarse del todo,
produciendo un desperdicio energético que ningún
caldero recupera.

-Se encontrará completamente boca arriba

103
En aquellas personas "iluminadas espiritualmente" o
inspiradas por la Awen.

El Caldero de la Vocación confiere importantes dones a


quienes lo tienen lleno, permitiéndoles cambiar su estado
de conciencia hacia nuevos niveles y acceder a facultades
y experiencias incomprensibles para otros, gracias a la
sensibilidad que se adquiere para percibir otras realidades.

Si este caldero está lleno, actuando así de forma


armoniosa, el individuo tendrá una vida emocional y
sentimental agradable y libre de agobios, mostrándose y
comportándose optimista ante la vida.
Se mostrará y será sensible, perceptivo, afectivo, emotivo
y tierno en sus relaciones amorosas, familiares y sociales
y su espiritualidad crecerá paralelamente a su vigor
energético. Su sexualidad vendrá y se hallará motivada
por la sensualidad, por emociones positivas como la
alegría y el entusiasmo y por el sentimiento del amor.

Será una persona cuyo grado de conciencia la vuelve


generosa y noble, su corazón y sentimientos se
desplegarán de forma bondadosa. Tendrá fe, una fe
consciente y una esperanza reflexiva y juiciosa tanto en sí
mismo como en la Humanidad en general, hasta el punto
que de personas así, surgen personajes altruistas y
solidarios, grandes filántropos tanto de la humanidad y de
la Madre Naturaleza, como de las Artes. Mecenas o
talentos desinteresados de cualquier forma de arte
emotivo.

Quien tenga este caldero enderezado, pertenecerá al tipo


de persona que se acepta a sí mismo porque empieza a
conocerse y a considerar sus posibilidades de evolución.
Adquirirá serena autoestima, aceptando a los demás con
todas sus limitaciones e incluso puede convertirse en un
104
amistoso consejero y mentor de otros que no han logrado
llenar de energía este caldero, ni el anterior.

Una persona que tenga este caldero lleno, puede mirar


hacia el cielo claro y estrellado y sentir que pertenece a él.
Está firmemente enraizado en su lugar dentro del
Universo y ya reconoce, porque lo siente, que es parte de
la Madre Tierra y del Universo entero.
Será entonces cuando obtendrá las experiencias místicas
oportunas que apoyen su voluntad, ya que su conciencia
percibirá claramente que la energía y la Conciencia
Divina están en armonía y consonancia con las suyas.
Consecuencia de ello, el individuo alcanzará una mayor
percepción y sabiduría espiritual.

Puede y sabe amar, puede y sabe reír, puede y sabe sentir,


puede y sabe compartir. La humanidad florece dentro de
él y los rayos místicos iluminan su caminar. Con los dos
primeros calderos llenos, el cielo y la tierra se unen en él
en un equilibrio mágico. Lo interno y lo externo se
acoplan en una acción fluida y voluntaria que mana hacia
el Tercer caldero.

Desgraciadamente, la mayoría de personas ni siquiera


logran tener el primer caldero enderezado, así que
obviamente este segundo caldero, para la gran cantidad de
sujetos que pululan por nuestras ciudades y entornos,
resulta mucho más difícil mantenerlo en su posición
correcta.

-Cuando este caldero se invierte

O se inclina aproximándose a esta posición, todo lo


positivo se altera, se empieza a subvertir, se desbarata.
Es un reflejo de que el ser humano está padeciendo
emociones extremas que no sabe controlar, conmociones
105
que le causan resquebrajaduras internas, sentimientos y
emociones infantiles e inmaduras.

Cuando este caldero se invierte o comienza a invertirse,


sigue persistiendo los sentimientos de cariño y de ternura,
pero éstos se perturban desvirtuándose y tienden hacia el
sentimentalismo fantástico y novelesco, hacia la
sensiblería insípida y banal.

El amor superficial se convierte en celos, en envidia, en


inseguridad, en posesión y el individuo muestra y tiene
dificultades para amar.
No tiene la facultad de establecer relaciones duraderas,
pues todas las pautas estables son resultado de un
equilibrio interno. Para poder amar de una forma continua
y perdurable, hay que consentir en la concesión de cierta
porción de nuestra independencia, a favor de la persona
amada, con el objetivo de experimentar y de sentir una
armonía superior, que incluso ayude a la toma de
conciencia de sí mismo.

Con este caldero vacío no existe la capacidad ni el


sentimiento de ceder un ápice en favor del otro. El
sentimiento del amor se convierte en un pseudo-amor
egoísta, que lo espera y quiere todo, pero que no se halla
dispuesto a entregar nada. Debido a todo ello la persona
siente desolación, siente soledad, tiene sensaciones de
desconexión, de falta de unión con todo. Le asaltan mil y
una impresiones infundadas, cayendo en alucinaciones y
confusiones de todo tipo.

El individuo se fanatiza, le subyuga todo lo que le


produce excitación y emociones fuertes, le seducen las
exhibiciones masivas de grandes exaltaciones y euforias,
apareciendo incluso la histeria. Su conciencia moral, baja,
se reduce enormemente y este proceso da paso a la
106
aparición de un Yo ofuscado, irónico, sarcástico, burlón,
obstinado, cruel, muy fragmentado, pero que tiene un
sentido del humor punzante y grosero.

Aparece la susceptibilidad y el individuo con dicho


caldero invertido exterioriza sus emociones negativas a lo
que cree son ataques incesantes de lo que le rodea. Las
emociones se exteriorizan de forma negativa a la mínima
provocación externa, e incluso sin ninguna provocación.
La crudeza, el rencor, la represalia, la ira, la severidad, el
egoísmo, aparecen.

La espiritualidad desaparece y deja paso al dogmatismo,


al fanatismo, a la fe inconsciente e ingenua, a la
exaltación religiosa, al frenesí del devoto y al delirio de
las masas.
Su percepción se altera de tal forma que asoman las
emociones más desagradables de intolerancia religiosa, de
sentimientos de rechazo sistemático, de aborrecimiento y
resentimiento hacia lo que el individuo cree, obviamente
de una manera totalmente subjetiva, como infiel o hereje,
falso o inexacto.

A los sujetos con el Caldero de la Vocación totalmente


vacío, solo les agrada aquello que es como ellos desean,
pero en los procesos más intensificados y crónicos, son
personas que incluso se sienten atraídas por todas las
emociones negativas que les perjudican, incluso las
buscan, de esta manera, son individuos que se vuelven
masoquistas emocionales.

En las cuestiones artísticas, le atraen todo tipo de


espectáculos sensacionalistas, el drama, las películas de
terror y especialmente aquellos espectáculos que
escenifican una glorificación o exaltación de crímenes y
asesinatos yi de otras variadas emociones negativas.
107
Y en los sueños, en vez de soñar con creaciones
armoniosas llenas de emociones positivas, la vacuidad del
caldero, invade este otro estado de la conciencia con
ensueños fútiles y pesadillas enojosas. La Awen se retira
incluso de los sueños.

Con dicho caldero invertido, no es factible percibir y


sentir acertadamente ninguna de las leyes universales que
rigen el Cosmos, ni las propias pautas y ritmos del
crecimiento y evolución personal.
Las personas con este caldero vacío, pierden o carecen del
sentimiento y de la percepción de la sacralidad del ser
humano, de lo divino de la Madre Naturaleza, de los
animales y de la vida misma, estando implícitas,
dogmáticas creencias acerca del funcionamiento del
Universo.

Si este caldero se halla vació o se vuelca, mostrará que el


sujeto obtiene la equívoca idea de que la voluntad divina
o incluso de otras personas se oponen a la propia. La
imagen distorsionada de un universo lleno de hostilidad
donde sólo sobreviven los agresivos, hará creer a la
persona que su supervivencia está siempre en juego y
debe defenderse contra todos los “contubernios cósmicos”
que confabulan contra él o ella.
Juzgando con las emociones negativas que lo ahogan
espiritualmente, tratará de dar mayor seguridad a su
existencia, controlando a los demás, actuando de forma
desconsiderada, injusta y cruel.

Todo y así, como con el caldero anterior, también se


puede obtener cierta ayuda para intentar enderezar este
segundo caldero con los métodos alternativos que se
citaban anteriormente, tales como el masaje, la
imposición de manos, la gemoterapia, etc.

108
Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la
Musicoterapia

Para este caldero, se precisa igual que en el anterior, que


durante varios minutos o el mayor tiempo posible, con el
cuerpo en total relajación o meditación, se acceda a la
armonía de una música adecuada. Con este caldero se
sugiere que suene una melodía emotiva y espiritual, para
así, ayudar a la toma de conciencia y colaborar con los
sonidos, a enderezar este segundo caldero.

Puede servir cualquier música celta o de raíces celtas


armoniosa, melodiosa y agradable, que inspire algo
sagrado, pero también puede ser útil la música llamada
"new age", los cantos gregorianos, la música oriental o
hindú de meditación, la música de los nativos americanos,
los “mantras” orientales, así como los vocablos sagrados
de la espiritualidad druídica.

Sobre los locuciones sagradas o “mantras” de la


espiritualidad céltica, que ofrecen apoyo al organismo en
su concienciación y contribuyen, al mismo tiempo, a que
el segundo caldero se enderece, se sugiere
preliminarmente la entonación del sonido de la letra
oghámica Onn, como se sugirió con el primer caldero,
para ulteriormente, pronunciar el vocablo “Eadha”, que es
el nombre de la letra oghámica E y recibe su nombre del
Álamo.
Dicha palabra se pronuncia en dos silabas, ead-ha, la
primera sílaba rápidamente y la segunda pausadamente
sonando como “ja” en español, soltando todo el aire en la
letra “a”.

109
Esta “Holy Word” como dicen los anglófonos, ayuda a
eliminar la negatividad y los obstáculos que pueden
entorpecer el camino, canalizado la vibración de su
sonido y favoreciendo, consiguientemente, a enderezar el
segundo caldero. Esta palabra, en gaélico original se
pronuncia “egha”.

Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la


Gemoterapia

Igual que con el caldero anterior y con el posterior, puede


utilizarse el masaje y la imposición de manos en la zona
específica de este caldero.
Ahora bien, con la gemo-terapia y la litoterapia y otras
técnicas similares, se trata de ayudar al llenado y
estabilización del segundo caldero a través de las piedras
y minerales.
Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco
o centro de gravedad del segundo caldero, es decir, en el
centro del pecho o plexo solar.

Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda


son los cuarzos rosas y las esmeraldas, entre otras.
Debido a ello muchas personas prefieren hacerse
colgantes con dichos minerales y así estar siempre bajo su
influjo y apoyo, aunque la forma más acertada de utilizar
las piedras como refuerzo, es al igual que en la
musicoterapia, cuando el cuerpo, el alma y la mente
humana se hallan en relajación, reflexión o meditación.

Con la Aromaterapia:

De modo similar a lo expuesto con el anterior caldero, se


trata de ayudar al llenado del caldero a través de los
aromas. La ayuda con inciensos naturales puede ser

110
idónea y provechosa, utilizando para tal fin el sándalo, la
mirra, el almizcle, etc.

Con este método se enciende el incienso o esencia en un


lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación,
reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus
aromas.

Con la Cromoterapia:

Análogo a lo referido en el primer caldero, se trata de


ayudar al llenado del segundo, a través del color. El color
verde u otros colores tenues asociados a la armonía como
los rosados, resultan útiles ya que ayudan al llenado y
estabilidad de este caldero.

3-El Caldero del Conocimiento (en gaélico irlandés


coire fhís/sois)

También conocido como “Coire Sophis” o “Caldero de la


Sabiduría”.
Su centro de gravedad o foco energético se encuentra en
la cabeza, en el centro de la frente y es el más alto de los
tres “coirí filíochta”. Coincide con el sexto chacra hindú,
pero su área de influencia se extiende desde el quinto
hasta el séptimo chakra. Coincide también con el Tan
Tien Superior de la espiritualidad y práctica taoísta.
También se relaciona y vincula a la glándula pineal, de la
que se dice que conecta la mente y cuerpo físico con el
universo y con las dimensiones del mundo espiritual.

Originalmente al nacer, estén caldero está boca abajo,


vacío, pero puede irse enderezando y llenando y variar su
posición inicial con el transcurso del tiempo y con la
evolución de la conciencia de cada cual.

111
También puede quedarse inactivo en su posición inicial,
como puede enderezarse en períodos concretos de nuestra
existencia o volver a volcarse en etapas involutivas.

Llegamos a este tercer caldero desde el caldero de las


emociones y de los sentimientos, para esforzarnos en
penetrar en las serenas, despejadas y despiertas regiones
de lo mental, pretendiendo evolucionar, caminar hacia un
horizonte más lejano lleno de conocimientos, que nos
resultan inaccesibles en otros niveles.

Penetra también en el orbe psíquico de la clarividencia y


en el místico de las visiones, ya que estando asociado al
tercer ojo, este Caldero lleno, abre la conciencia a la
profundidad y a la dimensión de los mundos sutiles.
Su función más valiosa es generar, absorber y captar la
energía interna y externa, para poder vislumbrar lo
invisible, conocer lo desconocido y aprender lo ignorado.
Se asocia con otro de los Tres Reinos y elementos
druídicos como es el del Agua.

El agua como la mente, puede ser gélida como un


témpano de hielo, pero también puede ser ardiente como
el agua de un caldero en ebullición. Puede ser fría como el
agua de nieve, pero también puede ser tibia como la
espuma. Puede hallarse sucia, turbia o fangosa como la de
una ciénaga pero también puede hallarse limpia y clara
como la del caudal de un río. Puede hallarse muerta,
estancada y putrefacta, pero también puede hallarse fértil
y fecunda como el agua de la de la lluvia. Puede ser
amarga o salada pero también dulce, puede ser deliciosa,
pero también venenosa, puede ser frágil como una
burbuja, pero también puede ser una tempestad.

En pocas palabras, la mente como el agua, posee una


enorme facultad de adaptación y transformación. En cada
112
persona reside la voluntad de orientarla hacia unas u otras
expresiones y pensamientos.

-Un Caldero del Conocimiento boca arriba o lleno

Confiere intuición, claridad y sensatez. Refleja la


capacidad de construcción, invención, concentración y
creación. Manifiesta una firme voluntad y un esfuerzo
constante y una atención perseverante.

Este tercer caldero atañe a un nivel de conciencia óptimo,


cuando enderezándose se combina con un Caldero de la
Vocación erguido, que ha dejado fluir la energía
rebosante a este tercer nivel, al nivel del intelecto, de la
mente, del entendimiento, del ingenio, de la agudeza
mental, de la meditación, de la reflexión, de la
comprensión, del conocimiento, de la sabiduría, de los
conceptos, tanto de lo abstracto como de lo concreto.

Este caldero lleno, refleja unas cualidades mentales y una


amplitud de miras, que ya se encuentran por encima de lo
mundanamente habitual, pero que precisa de una
combinación adecuada con los otros calderos, para que la
plenitud de este tercer Caldero no lleve al intelecto a
sumergirlo en las más oscuras ciénagas del ser humano,
en las más retorcidas, tortuosas, taimadas y astutas
perfidias mentales que el ser humano es capaz de tramar.

Cuando el segundo caldero inicia un negativo proceso de


pérdida de energía, dicho retroceso afecta a la plenitud o
semi-plenitud del tercer caldero. La agudeza mental
adquirida vira hacia la artimaña y hacia la picardía, donde
el intelecto desempeña un rol negativo.

Así pues se incluyen en este tercer Caldero, las facultades


del intelecto, la capacidad de discernimiento, raciocinio y
113
madurez mental, la potencialidad de inventiva, de
genialidad, de talento y de coherencia, etc., que con la
ayuda de la energía del anterior Caldero de la Vocación el
cual deja fluir la energía emotiva positiva a éste otro y se
combina con un intelecto potencialmente activo que
canaliza dicha intelectualidad con sentimientos y
emociones positivas que vibran en una alta frecuencia.

-Si este Caldero se ladea o toma una posición inclinada

Refleja que las ideas creativas se quedan bloqueadas ya


que la cantidad de energía que le llega no es la óptima
para su pleno funcionamiento.
Incluso señala que las personas son conscientes de la
potencialidad de su intelecto y mente, pero no logran
concentrarse y se resisten a ser aprendices de las técnicas
o procedimientos que no saben dirigir u orientar
convirtiéndose en personas obstinadas y hasta obsesivas.

Un tercer Caldero ladeado refleja que el sujeto tiene ideas


creativas, pero éstas se disipan fácilmente. Nociones que
confusas pierden su rumbo, donde las ideas están mal
orientadas desde el plano mental hacia el material
exclusivamente, y se convierten en frustraciones.

Si se mal combina con un Caldero de la Vocación ladeado


que ha dejado fluir una mínima porción de su energía, se
obtienen unos pensamientos y emociones que reflejan un
cierto grado de egocentrismo que perturba al entorno en el
que se desenvuelve o inter-actúa.
Axiomáticas especulaciones mentales, se convierten en
pensamientos que si son desarrollados sobre conceptos
equívocos, con cierto nivel de éxito, se convierten en
acciones nocivas hacia los que le rodean.

114
Un sujeto con el tercer caldero semi-lleno, utiliza su
inteligencia que aunque inmadura logra afectar a las
personas con las que se relaciona provocando en ellas,
ante su pedantería, un rechazo que aun acrecienta más la
falsa idea de que el mundo está contra el sujeto.

El individuo puede actuar en consecuencia en su propio


interés egocéntrico, desenvolviéndose en un medio social
que piensa le es hostil, con una escasa conciencia moral,
pudiendo reflejar esta combinación a sujetos faltos de
ética, que pueden llegar a convertirse en criminales,
delincuentes o sociópatas de toda índole.

-Puede invertirse, sin embargo.

Cuando se invierte, refleja que el egocentrismo se ha


acentuado y adquiere su máxima expresión. No hay
humildad en las actitudes ni en las expresiones y, por
tanto, los conocimientos adquiridos se utilizan sin justicia
y con poca o ninguna honestidad. Solo se atiende a las
exigencias del Ego para el aprovechamiento propio,
reflejando incluso un existencia desenfocada.

Las personas que tienen dicho caldero invertido,


evidencian ser seres racionales, pero están sumamente
condicionados por juicios y prejuicios mentales, los
cuales tampoco son propios o son idiosincrasias de sus
propias almas.
Reflejan, una pérdida de discernimiento y entendimiento,
aplicando en su vida lo considerado y aceptado como
lógico o convencional y no interpretan prácticamente
nada, sino que ejecutan actos y los plasman textual y
literalmente.

Dicho caldero invertido, evidencia también a las personas


sumamente teóricas ante las circunstancias e incógnitas de
115
la vida, que no se sienten capaces de poner sus ideas en
práctica totalmente y aun poniéndolas parcialmente,
siguen siendo personas radicalmente elucubradoras.

Refleja también dicho caldero invertido, a personas poco


espirituales y partidarias, en la mayoría de los casos, de
filosofías especulativas básicamente antirreligiosas, ateas
o teófobas.
Trasluce dicha transposición del caldero a personas a las
que les domina el intelecto, todo lo lógico y racional, pero
desde un prisma totalmente condicionado por lo aceptado
culturalmente como indiscutible.

El caldero invertido se manifiesta en personas flemáticas


que son sumamente escépticas ante los cambios y
novedades que les impliquen abandonar los esquemas
mentales adquiridos y que han asumido como propios,
Rehúyen otros esquemas de vida que se les puedan
presentar, que no sean opuestos a su “modus vivendi”

Se muestran incapaces de comprender y aceptar


conceptos, que no sean, los que ellos hayan asumido
como válidos.
Su moral, es un intelectualismo filosófico radical o un
cientifismo a ultranza dogmático, basado metódicamente
en justificaciones materialistas y en argumentos
socialmente considerados como incuestionables, que
toman como normales, siguiendo así, la mayor parte de
las normas y concepciones establecidas.
Sus siempre deducciones sistemáticas y metódicas y el
constante predominio y presencia en el intelecto de todo
lo material, arrinconan sus emociones positivas,
mostrándose fríos, distantes y con un axiomático
complejo de superioridad, que exhiben con petulancia y
prepotencia.

116
Al volcarse este tercer caldero, los pensamientos y
conceptos se polarizan hacia lo binario y los matices se
diluyen. Solo se reconocen dos elementos, dos principios,
dos factores, dos términos, dos variables, dos realidades:
“Bueno o malo”, “si o no” “bien o mal” “falso o
verdadero” “negro o blanco” “Yo y el mundo” “racional o
irracional”, “lógico o ilógico”.

Un caldero volteado refleja una capacidad mental


analítica distorsionada. En dicha posición, el ser humano
razona, conjetura y resuelve, pero sus reflexiones y
especulaciones son dualistas. El individuo, observa y
analiza pero sus observaciones son parciales y arbitrarias.
Argumenta, explica y hasta puede querer dar lecciones y
aleccionar, pero sus argumentaciones, informaciones y
discursos se hallan fragmentados y totalmente
condicionados.
Su visión de la realidad se halla igualmente deformada y
solo acepta como real el mundo tal y como él cree
percibirlo, tanto su mundo interno, si lo tiene, como el
externo, desacreditando cualquier otra forma de
comprenderlo y de sentirlo.

En nuestros días, un porcentaje muy alto de los individuos


que viven en las sociedades occidentales, reflejan que
tienen este caldero parcial o totalmente invertido.
Descubrirlo y constatarlo, es ya un pequeño paso para
querer intentar enderezar dicho caldero.

Ayudando a enderezar el tercer Caldero con la


Musicoterapia

Al igual que con los calderos anteriores, puede utilizarse


el masaje y la imposición de manos en la zona específica
de este caldero. De igual manera, con la músico-terapia se
precisa con el cuerpo en total relajación o meditación, que
117
durante varios minutos o el mayor tiempo posible, se oiga
una armoniosa música apropiada y propicia.

Se sugiere que para que la energía fluya hacia el tercer


caldero, hacia el intelecto, la música más adecuada es la
clásica sosegada, que no sea excéntrica, ya que ésta se
siente como intelectual, con ritmos y escalas más
complejas, como muchas de las obras musicales de
Mozart. (Parece demostrado que la música de Mozart
tiene un poderoso efecto en el desarrollo intelectual y
creativo, en especial en los niños).

Entonces tenemos que;

-La música natural ayuda al primer caldero, ya que evoca


a la Madre Naturaleza e imita o transmite los sonidos de
ésta e incluso puede inducir a la danza. Tiene una función
catártica, liberando tensiones y relajando, siendo una
música que se siente, que es sensual, que involucra
físicamente.

-La música emotiva ayuda al segundo caldero pues


transmite emociones y sentimientos en su lenguaje, siendo
evocadora de imágenes y recuerdos positivos. Sublima las
emociones positivas y los sentimientos ayudándonos a
penetrar en nuestra propia sensibilidad y espiritualidad.

-La música intelectual ayuda al tercero caldero,


estimulando al intelecto. Es una música que puede
comprenderse, descifrarse, interpretarse, conllevando una
aptitud de compromiso-análisis.

Sobre los “mantras” o palabras sagradas de la


espiritualidad celta, que pueden ofrecer una ayuda a
nuestro Ser en su concienciación, y ayudar al mismo
tiempo, al tercer caldero, se sugiere preliminarmente la
118
entonación del sonido de la letra oghámica Onn, como
con en el primer y segundo caldero. Posteriormente, se
sugiere pronunciar el sonido sagrado céltico “Ailm” que
sea sugerido es el nombre de la letra oghámica A, y se
dice, que recibe su nombre del Abeto Blanco o quizá del
Pino Albar o blanco.

Dicho vocablo u ondulación de voz, se puede pronunciar


en castellano en tres golpes de voz, a-il-m, la primera
largamente, la segunda corta y fuerte, y la tercera, la letra
“M”, con vibración.
Según la práctica de las personas esmeradas con los
palabras sagradas, dicho vocablo en su frecuencia de
onda, ayuda al nacimiento de ideas positivas y eficaces, a
la creatividad, a la circulación y difusión de los
pensamientos, canalizado la vibración de su sonido y
ayudando, consiguientemente a enderezar y llenar este
tercer caldero.

Con la Gemoterapia:

Igual que con los calderos anteriores, se trata de ayudar al


llenado de este caldero a través de las piedras, de la
litoterapia, de la gemoterapia, cristaloterapia y otras.
En dicho método o técnica, la piedra se sobrepone en el
foco o centro de gravedad del tercer caldero, es decir, en
la frente.
Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda
son amatistas y zafiros.

Con la Aromaterapia:

De modo similar como con los anteriores, se trata de


ayudar al llenado de este caldero a través de los aromas.
La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y
provechosa, como el jazmín o la menta. Con este método
119
se enciende el incienso o esencia en un lugar donde se
encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o meditación,
para inhalar tranquilamente sus aromas.

Con la Cromoterapia:

Análogo al primer y al segundo caldero, se trata de ayudar


al llenado de este caldero, a través del color.
El color azul, en el Druidismo contemporáneo se ha
querido asociar a la mente y al intelecto, aunque también
pueden utilizarse colores análogos como añiles, índigos y
violetas, lo cuales resultan útiles para ayudar al llenado de
este tercer caldero.

FIN

Gracias a los lectores por el interés mostrado en su


lectura. ¡Nos encontramos por el camino!

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