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de la fuerza y el abuso ridículo de los escorzos Pero sobre todos estos géneros descuella como
de los pintores de la decadencia de la escuela el más serio é importante el de la Música religio-
florentina, dieron por completo la razón al gran sa, por la santidad del objeto á quien se dirige,
por la elevación de sentimientos que expresa, por
pintor del Juicio final. Mucho nos tememos las condiciones de perfección artística que requie-
que el divino arte de la música, por los ejemplos re, por el augusto recinto donde se ejecuta y por
que vamos viendo, haya entrado en este período. los sagrados actos á que acompaña. Ella consti-
Hasta ahora ha venido progresando y no hay ra- tuye la manifestación más sublime, profunda y-
filosófica del Arte musical. Voy á discurrir breve-
zón que justifique el que pueda escaparse de la mente acerca de la formación y constitución esen-
inevitable ley que preside á todas las cosas hu- cial del Arte músico por la Iglesia católica en su
manas. ¡Dios quiera que á la música no le haya tonalidad melódica y en su acompañamiento
llegado la época del gongorismo ó de los comenta- armónico, añadiendo algunas indicaciones lige-
ras, respecto á lo que deben también á la Música
rios cual sucedió á la literatura, ó de las sutilezas
religiosa de la misma Iglesia católica los demás
y argucias á la filosofía, y cuando se razona no géneros y ramos del Arte.
se practica bien, y en que cuando se sabe cómo y Veamos, pues, cómo constituyó la Iglesia la
por qué hubo grandes maestros, se ha perdido melodía en su principal condición ó esencia, que
el secreto de serlo! es la tonalidad
Hallábase ocupando la Cátedra de San Pedro
Dejando esto aparte, que es materia larga, y en el siglo IV un poeta español: poeta, sí, y
harto hemos abusado ya de la paciencia de los santo: San Dámaso. El Breviario romano nos
lectores de LA REVISTA, la circunstancia de no ha- dice de él que adornó el sepulcro de San Pedro y
San Pablo elegantibus versibus; y que fue el pri-
bor salido la AIDA, que sepamos, hasta hace poco mero que dispuso que en todas las iglesias se
tiempo, del estrecho límite de los teatros de Ita- cantasen dia y noche salmos, en versos alterna-
lia, después de su estreno en el Cair,o, y las cues-dos por dos coros, añadiendo al final el Gloria
tiones que respecto á su valor se han suscitado á Patri etc. Bien merece esta mención el ilustre es-
pañol que dio el primer paso para el estableci-
pesar de los años que hace que se ha escrito, son miento del canto en las iglesias de Occidente. ED
pruebas, á nuestro juicio, que su mérito, por lo esta misma época, pero años después, estableció
menos, es dudoso. "* San Ambrosio el cantollano para el servicio de su
iglesia de Milán, que reformado en el siglo VI por
Pasado tiempo, los italianos, al ver las distin- San Gregorio, sirvió de base y fundamento del
tas fases de la musa de Verdi, podrán tal vez Arte músico en Europa.
aplicarle lo que los venecianos decían de Tinto- Sabéis, señores, que los elementos del canto-
retto: «Tenemos tres Tintorettos; uno de bronce, llano para el culto católico fueron tomados de la
otro de plata, y otro de oro;» y seguramente, si lomúsica de los griegos; y que las cuatro tonalida-
des de que constaba en su origen, llevaban los
hicieren, no contarán en este último período la nombres de cuatro provincias griegas, Doria,
época en que el maestro parmesano intentó ger- Frigia, Eolia y Mixolidia. Estas cuatro tonalida-
manizarse. des eran hijas de una sola tonalidad madre, y
que, como dice con gran claridad y acierto nues-
J. M. ESPERANZA Y SOLA. tro compatriota el jesuíta Eximeno, se reducían
18 Diciembre, 1874. > á la escala de nuestro modo mayor, pero finali-
zando, no en la tónica, y sí en la segunda, en la
tercera, en la cuarta ó en la quinta. Quiere decir
esto que, reinando el tono de do mayor, las canti-
nelas ó melodías concluían ya en re, ya en mí, ya
LA MÚSICA RELIGIOSA. en/a, ya en sol, contituyéndose así las cuatro to-
nalidades del cantollano, que después, en la
Todos los géneros en que se divide el Arte mu- reforma hecha por San Gregorio Magno, fueron
sical tienen gran importancia, si se atiende á la duplicadas, haciéndose dos de cada una de ellas
utilidad y conveniencia de cada uno de ellos, á las por la distinta extensión que recorrían, y comple-
diversas aplicaciones de que son susceptibles, y á tándose así el número de ocho que desde enton-
lo que representan y significan en el ejercicio ces tiene.
práctico de la vida social del hombre. La Iglesia católica, que sólo recibió de la mú-
El género popular, proporcionando alegría y sica griega elementos del modo mayor, enrique-
honesta distracción al trabajador, á las clases ció al Arte con los que son propios del modo me-
menesterosas y al pueblo entero; el de salón, ame- nor, de una manera admirable. Admirable, sí,
nizando y dando esplendor y brillo á nuestros sa- porque los dos hechos que prepararon la creación
raos y á las reuniones aristocráticas; el de banda y la constitución del modo menor, fueron á mi
militar, infundiendo valor é intrepidez en el áni- modo de ver extraordinarios y casi incomprensi-
mo del soldado para las más difíciles y arriesga- bles. Fueron éstos la relación melódica del tríto-
das empresas, y el lírico-dramático, pintándonos no, y el intervalo armónico de la tercera sobre la
en el teatro con los más vivos colores la eterna rota final del primer tono. Respecto á la relación
lucha de las pasiones y continua agitación del del trítono, no se comprende que en aquellos
corazón humano, todos ellos contribuyen al bien, tiempos verdaderamente bárbaros para las artes,
cultura, ilustración y progreso de los pueblos ci- en que los idiomas perdieron su entonación, su
vilizados. acento y hasta su prosodia, tuviesen los músicos
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religiosos un oido tan delicado que llegasen á re menor, que sirvió de tipo para todos los modos
sentir la falsa relación del trítono, calificándolo menores de nuestro actual sistema músico.
de iiábolus in música. Para evitar esta relación Veamos ahora, señores, cómo la Música reli-
inventaron el rebajar de medio tono la nota que giosa creó el Arte del contrapunto, para acompa-
hoy llamamos sí, y que entonces se designaba ñar al cantollano.
con la letra b, de lo que provino la palabra bemol No trato aquí de hacer la historia del im-
que hoy usamos todavía, y que se compone de portante ramo del contrapunto, sino de reseñar
dicha letra b y del adjetivo molle, que significa brevemente y hacer constar que la riqueza de ar-
blando. Este fue, pues, el primer elemento que monía y acompañamiento que hoy posee el Arte
sirvió después para la formación del modo menor. de la composición, se debe á la Música religiosa
El segundo elemento de ese mismo modo menor de la iglesia católica.
fue debido al Arte de la armonía ó contrapunto; El órgano, que tuvo su origen en Oriente, se
pero esto requiere algunas explicaciones preli- introdujo en las iglesias de Occidente en el si-
minares. gio VIII. Como este instrumento se prestaba á dar
Aunque son muy diversos los pareceres de los varios sonidos á la vez, sirvió de medio para el es-
historiadores y críticos musicales acerca de la tudio y conocimiento de la consonancia ó diso-
controvertida materia de si los griegos conocie- nancia de los diversos intervalos; y de aquí tal
ron ó no la armonía en el sentido que hoy damos vez que los primeros rudimentos armónicos se
á esta palabra, la opinioa general es que no la llamaron organnm. Sobre estos rudimentos fue
conocieron, y q-ue sus cantos se ejecutaban al uní- progresando poco á poco el Arte de concertar va-
sono ó á la octava, tanto por las voces como por rias voces á la vez, hasta llegar al fabordon, que
los instrumentos. era el acompañamiento del cantollano con con-
No pudo, paes, la Iglesia católica tomar de los trapunto de nota contra nota. Se llegó después al
griegos elemento alguno armónico. La palabra contrapunto florido, y se inventó últimamente el
armonía no significaba entre los griegos la rela- contrapunto artificioso, imitándose las voces en-
eionde varios sonidos simultáneos, sino la de so- tre sí de diversas maneras con los nombres de
nidos sucesivos, que hoy corresponde entre nos- imitaciones, pasos, fugas y cánones. Enriquecido
otros á la melodía. el Arte con todos estos elementos, que fueron de-
Los primeros procedimientos armónicos que se bidos á la Música religiosa, los compositores,
emplearon en el acompañamiento del canto reli- tanto religiosos como profanos, de los dos últimos
gioso, fueron muy imperfectos; y como no se te- siglos pasados, gui'.dos por el sentimiento de la
nía idea alguna de lo que hoy constituye el Arte belleza, simplificaron y perfeccionaron el contra-
de la melodía, ni el de la armonía, se tomó el punto florido aplicado al acompañamiento de las
canto como bajo, acompañándolo con otra voz melodías, depurando también el artificioso ó es-
que daba la tercera, la cuarta ó la quinta. Fue tilo fugado de la monotonía escolar que en él
progresando el Arte del acompañamiento ha«ta reinaba.
hacerlo con varias voces simultáneas^ y se con- Por esta breve reseña se ve que la Iglesia cató-
vino en que la nota final de los ocho timos debía lica, sin haber recibido de los griegos más que
armonizarse con tercera, quinta y octava. Este los elementos del modo mayor, enriqueció al Arte
hecho, que parece tan sencillo é insignificante, respecto á la melodía con la tonalidad menor, y
fue el principal elemento de la tonalidad menor. respecto al acompañamiento con Un sistema nue-
Es necesario tener bien presente, que los tonos vo y desconocido de los griegos, que llamamos
primero y segundo del cantollano, sin embargo armonía y contrapunto. Estos hechos me parecen
de pertenecer en el curso de sus canturías al tono tan asoisbrosos, que si no merecen figurar entre
que hoy llamamos do mayor, concluían siempre los prodigios que hizo en el mundo el catolicismo
con las notas mí re, que llamaban cláusula final. en los primeros siglos de su admirable constitu-
• Establecido el principio de que la última nota ción y establecimiento, deben por lo monos con-
re había de ser acompañada con el que hoy lla- tarse como hechos providenciales en el progreso
mamos acorde perfecto menor, se sintió la nece- del Arte musical.
sidad de que el mi que precedía fuese acompañado Tal vez diréis, señores, que los cautos del Arte
de un acorde en que se oyese el do sostenido, musical griego, sin contar con esos nuevos y pre-
so pena de no poderse hacer de otro modo caden- ciosos elementos que se deben á la Música reli-
cia determinada ó cláusula final. Silos maestros giosa, causaban, según algunos poetas é histo-
ó cantores de aquella época hubieran conocido riadores, mayores efectos que los nuestros; pero
nuestro actual Arte de la armonía, hubieran to- á esto es necesario contestar que el canto signifi-
mado las canturías del eantollano como melodías, caba entre los griegos la unión de la poesía y de
y las dos notas finales, mí, re, las habrían acom- la Música, y que el poder de aquella era grande,
pañado con la fórmula de íasemicadencia, siendo por la excelencia y delicadeza del lenguaje y por
el bajo de ellas do sol. Se puede, pues, asegurar la fina organización de sus naturales. Además
que una equivocación, tal vez providencial, de los que, como dice Feijoo con su natural picante gra-
músicos religiosos en materia de armonía, fue la cia refiriéndose á los prodigiosos efectos de la Mú-
principal causa de la creación de la tonalidad me- sica griega, «estas historias no se sacaron de la
nor. Digo la principal, porque á ello contribuyó Sagrada Escritura.»
también la introducción del bemol para evitar la Sin embargo, de las inmensas ventajas que
rulacion melódica del trítono, según queda antes trajo al Arte la armonía y el contrapunto, no han
indicado. faltado escritores y críticos de importancia, que
En resumen, el acorde perfecto menor sobre el han reprobado y ridiculizado ese importante
re último, el do sostenido en la armonía sobre el ramo del acompañamiento. Bl conocido filósofo
mí anterior, y el sí bemol para evitarse el trítono, Rousseau, que era músico erudito pero pobre
fueron los elementos de la formación del tono de armonista, calificó al Arte de la armonía de in-
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vención gótica y bárbara. Nuestro compatriota musicale de los ya citados jesuítas Eximeno y
Eximeno, buen filósofo y crítico, pero poco ver- Arteaga. Si consideráis, por fin, la parte didác-
sado en la práctica del Arte de la composición, tica del Arte músico, la más severa justicia exige
después de reprobar el procedimiento de hacer rendir el tributo debido al Micrólogo de Guido de
decir á varias voces palabras distintas á un mis- Arezzo; al Spéculum nmsicm del canónigo Juan de
mo tiempo, y ridiculizar la misa del maestro Muris; á la obra De re música del clérigo y cate-
Ballabene, escrita á cuarenta y ocho partes reales, drático Salmantino Salinas; al Músico Testore y
hace ver que por medio del contrapunto artificio- la Escuela música de los padres franciscanos Tebo
so, y con las palabras bonte voluntéis, adoRAmuste y Nasarre, y al Saggio fundaméntale del P. Marti-
y gloRi/icaMuste, puede combinarse la palabra ta- ni. Para concluir: el género lírico dramático debió
rarira. Refieren otros que en la secuencia de Pen- también su origen á la Iglesia católica. La pri-
tecostés que escribió cierto maestro, al cantarse mera ópera de que se hace mención en la historia
los versos sana quod, est sáucium: lava quod est de este espectáculo, es La conversión de San Pablo
sórdidum: riga quod est áridunt, se oía claramente, ejecutada en una plaza pública de Roma en 1440.
por las diversas entradas y giros de las voces, A ella siguieron otras varias sobre asuntos to-
sana, lava, riga. Todas estas cosas y otras muchas mados de la Sagrada Escritura; y conocido de to-
más se han dicho en descrédito del contrapunto; dos es el origen del Oratorio fundado por San
pero tales abusos y contrasentidos jamás los ha Felipe de Neri, y en el que más tarde habían de
sancionado el Arte ni la Iglesia católica, repro- brillar tanto Cimarrosa, Bach, Hsendel, Haydn,
bándolos siempre y recomendando la exactitud y Beethoven y Mendelsohn.
claridad de las palabras puestas en Música. Si el giro que más tarde tomó el género lírico-
No me detendré, pues, en rebatir á los críticos dramático hizo al clero católico desviarse de él,
que acabo de citar, porque lo creo innecesario. no le impidió continuar contribuyendo á su pro-
Para que se conozca el inmenso é imponderable greso en la parte didáctica del Arte.
servicio que la Música religiosa hizo al Arte con No extrañéis, señores, después de esto, ni lo
el acompañamiento armónico y el modo menor, atribuyáis á exagerado espíritu de clase, el que
suprimid por un momento aquél y éste, y veréis os diga con íntima y profunda convicción, que el
que habéis suprimido el Arte entero, tal cual hoy Arte entero debe su vida, su existencia y sus
existe, y que es incomparablemente más rico y principales progresos á la Música religiosa.
grande que el que poseyeron los griegos.
HILARIOS ESLAVA.
Pudiera yo extenderme discurriendo larga- - De !a Academia de Bellas Artes.
mente acerca de otros muchos y grandes servi-
cios que la Iglesia católica, por medio de la Mú-
sica religiosa, ha prestado al Arte en sus diversos
ramos; pero me limitaré á solas indicaciones.
Italia, la tierra clásica de la Música, tenía en BOLETÍN DE LAS ASOCIACIONES CIENTÍFICAS,
el pasado siglo gran número de escuelas donde se
enseñaba el divino Arte. ¿Queréis saber su origen Sociedad española de Historia Natural.
y quién las alimentaba y sostenía? Los títulos 2 DICIEMBRE.
de sus Conservatorios Della Pietá, De'Mendi-
canti, L'Ospedaletlo, Santo Onofrio, Santa María, Con asistencia de 32 socios de Madrid, se abrió la
y Dei Poveri de Qiesu Cristo os lo muestran clara- sesión, bajo la presidencia de D. Ramón Llórente, le-
mente. Bajo el amparo de la Iglesia y en las es- yéndose y aprobándose el acta de la anterior.
cuelas que ésta tenía, aprendieron -el didáctico Se dio cuenta de las comunicaciones y publicacio-
Gaforio, el gran Palestrina, Durante, G-luek y nes recibidas; fueron admitidos cuatro socios, y se hi-
tantos otros que han asombrado al mundo con cieron cinco nuevas propuestas. *
sus obras. En nuestras catedrales y monasterios En cumplimiento de los artículos 16 y 21 del Re-
recibieron la enseñanza casi todos los grandes glamento, presetitó el Tesorero las cuentaQ documen-
compositores españoles, desdé Morales y De Vic- tados del año, para cuya revisión fue nombrada una
toria hasta Kipa, Doyagüe y Ledesma. Inquirid comisión; y el Secretario una relación del estado de
quiénes fueron los maestros del gran Kossini, del la Sociedad y de los trabajos científicos en que se ha
profundo Meytrbeer y del inspirado y romántico ocupado.
autor del Freischutz, y veréis á aquél estudiando La Sociedad acordó hacer constar haber oido con
bajo la dirección del P. Matei, y á los dos últimos sentimiento la lista de socios fallecidos en 1874.
apurando hasta lo más profundo de la ciencia de El Sr. Vilanova manifestó que, imitando el ejemplo
la composición en la escuela del abate Vogler. de otras corporaciones, podrían encargarse todos los
Registrad la historia del Arte, y os encontrareis años necrologías de los socios fallecidos que más se
con los nombres de San Dámaso, San Ambrosio, hubiesen distinguido en el cultivo de las ciencias, y
San Gregorio, San Eugenio y San Isidoro, con los con este motivo se promovió una discusión, en la que
monjes y religiosos Guido de Arezzo, Flecha, tomaron parte los señores Egozcue y Colmeiro, y el
Martini, Nasarre, Soler, los abates Baini y Cero- Sr. Presidente, acordándose, por último, que se ad-
ne, y los jesuítas Kircher, Eximeno y Arteaga. mitieran artículos biográficos espontáneamente pre-
Mirad en historia y crítica del Arte qué obras sentados por los socios, que, debiendo ser de dimen-
gozan de reputación, y veréis sobresalir las del siones reducidas, podrían leerse en las sesiones y pu-
abate Gerbert, De cantu et Música sacra y sus blicarse en las actas, á las que darían variedad.
Scriptores eclesiastici; la Musurgia uuwersalis del El Sr. (Jaldo presentó un fósil de considerables pro-
mencionado jesuíta Kircher; la Átona della Música
del franciscano Martin; las Memorie storico critiche porciones , á su parecer estróbilo de equisetacea,
delle vita é opere di Palestrina del abate Baini; él acerca del cual no tenía más noticia sino que había
Origen de la Música y Delle revoluzioni del teatro pertenecido á un cónsul en Uruguay, añadiendo que
se proponía estudiarlo en unión del Sr. Areitio,

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