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CAPITULO IV

APLICACIÓN DEL CONSEJO Y ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA EN EL ENFOQUE


COGNITIVO

APLICACIÓN DEL CONSEJO Y ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA EN EL AMBITO


CLINICO CON EL ENFOQUE COGNITIVO

La Psicología Clínica se encarga de analizar, predecir y cambiar este


comportamiento desde distintos enfoques. El enfoque cognitivo conductual es el más
utilizado y validado empíricamente.

Las dificultades psicológicas se constituyen como tales cuando una persona valora
su comportamiento o el de otras personas como problemático. Aunque comúnmente
se piense que un problema psicológico está “en el interior” de una persona, los
problemas psicológicos lo son en la medida en que la persona desempeña
comportamientos inadecuados y/o ineficaces con su entorno.

El enfoque cognitivo considera que los comportamientos se aprenden de diversas


maneras. Mediante la propia experiencia, la observación de los demás, procesos de
condicionamiento clásico u operante, el lenguaje… Todas las personas desarrollan
durante toda su vida aprendizajes que se incorporan a sus biografías y que pueden
ser problemáticos o funcionales.

El psicólogo o psicóloga cognitivo aplica a cada dificultad los modelos que explican
cómo cambia el comportamiento general. Para ello, es necesario conocer cuál es el
comportamiento problemático, en qué situaciones sucede, con qué frecuencia e
intensidad, etcétera. Después, se analizan sus antecedentes, consecuentes,
la historia general de aprendizaje, condiciones biológicas y entorno social. Y
finalmente se elabora un proceso terapéutico único.

El terapeuta, dividirá cada problema en partes. Esto le ayudará a identificar sus


patrones de pensamientos, emociones, sensaciones corporales y comportamientos.
EL estudiará sus pensamientos, sentimientos y comportamientos para determinar si
no son realistas o son perjudiciales, cómo se afectan entre sí y cómo afecta. El
terapeuta entonces ayudará a determinar cómo cambiar los pensamientos y
comportamientos perjudiciales. Es fácil hablar de hacer algo, lo difícil es hacerlo
realidad. Así que, después de haber identificado lo que puede cambiar, el terapeuta
“pondrá deberes” para practicar estos cambios en la vida diaria. Dependiendo de la
situación, se podría comenzar a: ƒ Cuestionar un pensamiento autocrítico que le
hace ponerse triste y reemplazarlo con otro positivo (y más realista) que se ha
aprendido en la Terapia cognitivo. Reconocer que está a punto de hacer algo que le
hará sentir peor y, en su lugar, hacer algo más positivo. En cada sesión se discute
cómo le ha ido desde la última. Su terapeuta le puede ayudar con sugerencias si
algunas de las tareas le parecen demasiado duras o si por el contrario le ayudan. No
se le pedirá que haga cosas que uno no quiera hacer: uno decide el ritmo del
tratamiento y lo que va a intentar o no. Lo mejor de la Terapia cognitivo es que
puede continuar practicando y desarrollando las técnicas que ha aprendido, incluso
cuando las sesiones han terminado. Esto hace menos probable que sus síntomas o
problemas vuelvan.

Numerosos psicólogos cognitivos trabajan en la rama clínica, tratando directamente


con las personas que están experimentando problemas relacionados con los
procesos mentales.

También trabajan sobre trastornos cognitivos que pueden crear malestar en varias
áreas de la vida de un individuo. En ocasiones el pensamiento negativo puede
interferir seriamente con la salud y la felicidad.

Todos experimentamos estos pensamientos negativos de vez en cuando, pero


algunas personas pueden verse abrumadas por patrones de pensamiento
pesimistas que hacen que les sea realmente difícil funcionar en la vida diaria. Estas
reflexiones catastrofistas pueden conducir a un aumento de los niveles de estrés, el
pesimismo, y auto-sabotaje, e incluso pueden contribuir a sentimientos de
indefensión aprendida.

Con la ayuda de los psicólogos cognitivos, las personas pueden ser capaces de
encontrar maneras de hacer frente e incluso superar estas dificultades. Los
tratamientos de terapia se centran en ayudar a las personas a cambiar estos
patrones de pensamiento negativos y reemplazarlos por otros más positivos y
realistas.

Gracias a la investigación en esta área, se han desarrollado nuevos enfoques de


tratamiento para ayudar a tratar la depresión, ansiedad, fobias y otros trastornos
psicológicos.

La Terapia Cognitivo Conductual y la Terapia Racional Emotiva son dos métodos en


los que los clientes y los terapeutas se centran en las cogniciones subyacentes que
contribuyen a la angustia psicológica. Gracias a estas terapias los psicólogos
pueden ayudar a los clientes a identificar las creencias irracionales y otras
distorsiones cognitivas que están en conflicto con la realidad y luego ayudarles en
sustitución de dichas ideas con las creencias más realistas y saludables.

TÉCNICAS COGNITIVAS PARA LA TERAPIA

Existen distintas psicoterapias cognitivas: las más conocidas son (con sus
respectivas variantes para cada psicopatología) la terapia cognitiva de Aaron T.
Beck, centrada en los pensamientos automáticos y en las distorsiones cognitivas, y
la terapia racional emotiva conductual de Albert Ellis, centrada principalmente en las
creencias irracionales. También existe un conjunto de técnicas, estrategias
terapéuticas y metodología propias de estas psicoterapias, que procuran ajustarse al
método científico de sujeto único (N=1). El principal método terapéutico empleado
por Beck es el empirismo colaborativo; en cambio, Ellis utiliza como principal
herramienta terapéutica el diálogo o debate socrático, el cual centra sus orígenes en
el estoicismo.

Un gran conjunto de síntomas clínicos pueden explicarse a través de la cognición;


por ejemplo, el estrés psicosocial, la depresión, la ansiedad social, las fobias
específicas, los trastornos de adaptación y los trastornos de personalidad, entre
otros.

APLICACIÓN DEL CONSEJO Y ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA EN EL AMBITO


EDUCATIVO CON EL ENFOQUE COGNITIVO

Como afirmó Piaget, el aprendizaje está condicionado por el nivel de desarrollo


cognitivo del alumno, pero a su vez, como observó Vigotsky, el aprendizaje es un
motor del desarrollo cognitivo. Por otra parte, muchas categorizaciones se basan en
contenidos escolares resulta difícil separar desarrollo cognitivo de aprendizaje
escolar. El punto central es pues, que el aprendizaje es un proceso constructivo
interno y en este sentido debería plantearse como un conjunto de acciones dirigidas
a favorecer tal proceso.

Se ha llamado concepciones intuitivas (“misconceptions”), a las teorías espontáneas


de los fenómenos que difieren de las explicaciones científicas . Estas concepciones,
suelen ser muy resistentes a la instrucción (e incuso operar como verdaderos
“obstáculos”, de manera tal que ambas formas de conocimiento coexisten en una
suerte de dualidad cognitiva...) Esto se debe en parte a que las “misconceptions”
pueden ser útiles en al vida cotidiana del estudiante, mientras que el pensamiento
científico parece obedecer a una lógica diferente a la de la realidad escolarizada.
Efectivamente, a menudo no se propicia desde la enseñanza una relación oportuna
entre éste conocimiento intuitivo y el conocimiento escolar (científico)

La estrategia que se ha desarrollado (desde un marco teórico constructivista) es la


de generar un conflicto en el alumno entre su teoría intuitiva y la explicación
científica a fin de favorecer una reorganización conceptual, la cual no será simple ni
inmediata.

Otro implicancia importante de la teoría de Ausubel es que ha resuelto la aparente


incompatibilidad entre la enseñanza expositiva y la enseñanza por descubrimiento,
porque ambas pueden favorecer una actitud participativa por parte del alumno, si
cumplen con el requisito de activar saberes previos y motivar la asimilación
significativa.

Finalmente, la técnica de mapas conceptuales, desarrollada por Novak, es útil para


dar cuenta de las relaciones que los alumnos realizan entre conceptos los cuales
pueden ser utilizados también como organizadores previos que busquen estimular la
actividad de los alumnos.
La Psicología Cognitiva ha venido aportando una serie de modelos explicativos,
metodologías y estrategias que han suscitado expectativas tanto en el campo de la
investigación como en la práctica educativa.

Este resurgimiento cognitivo representa una respuesta a la búsqueda de un


paradigma educativo alternativo, que enfatice el desarrollo cognitivo y efectivo dentro
de una re conceptualización de la educación frente a los desafíos.

El desarrollo actual de la psicología Educativa y de otras disciplinas afines, como la


pedagogía y la Sociología de la Educación, ha propiciado una forma distinta de
analizar la educación. Actualmente somos testigos y partícipes de la emergencia de
un sin número de enfoques y de una diversidad de propuestas cuya intención
fundamental es la de resolver la problemática que se presenta en el terreno de la
educación, la cual se ha vuelto más compleja.

El Psicólogo de la Educación desarrolla su actividad profesional principalmente en el


marco de los sistemas sociales dedicados a la educación en todos sus diversos
niveles y modalidades; tanto en los sistemas reglados, no reglados, formales e
informales, y durante todo el ciclo vital de la persona.

Así mismo interviene en todos los procesos psicológicos que afectan al aprendizaje,
o que de este se derivan, independientemente de su origen personal, grupal, social,
de salud etc., responsabilizándose de planos e implicaciones educativas, de su
intervención profesional y coordinándose, si procede, con otros profesionales.

APLICACIÓN DEL CONSEJO Y ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA EN EL AMBITO


ORGANIZACIONAL CON EL ENFOQUE COGNITIVO

APLICACIONES COMUNITARIAS DE LA PSICOLOGIA COGNITIVA

Muchas facetas de la psicología social moderna tienen sus raíces en la investigación


realizada en el campo de la psicología cognitiva. La cognición social es un
subconjunto específico de la psicología social que se concentra en los procesos que
se han centrado especialmente en la psicología cognitiva, aplicados específicamente
a las interacciones humanas. Gordon B. Moskowitz define la cognición social como
“el estudio de los procesos mentales involucrados en percibir, atender, recordar,
pensar y dar sentido a las personas en nuestro mundo social”.

El desarrollo de modelos múltiples de procesamiento de información social ha sido


influyente en estudios que involucran un comportamiento agresivo y asocial. El
modelo de Kenneth Dodge es uno de los modelos apoyados empíricamente, entre
su investigación, Dodge postula que los niños que poseen una mayor capacidad
para procesar información social con mayor frecuencia muestran niveles más altos
de comportamiento socialmente aceptable. Su modelo afirma que hay cinco pasos
por los que un individuo pasa cuando evalúa las interacciones con otros individuos y
que la forma en que la persona interpreta las claves es clave para su proceso
reaccionario.

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