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PUNTO Y SEGUIDO
Entre las múltiples acepciones del término punto, aparece su utilización como signo en la
escritura. En este caso, los puntos son imprescindibles para desarrollar la puntuación de un
texto.
Punto y seguido
Los puntos permiten indicar el final de un enunciado o realizar una abreviatura. En algunas
naciones, incluso se los emplea para distinguir entre la parte entera y los elementos fraccionales
de una cifra (de la misma manera que, en otros países, se emplea la coma).
Esto quiere decir, por lo tanto, que existen diferentes tipos de puntos de acuerdo a su función. El
punto y seguido se emplea cuando se desean separar enunciados que forman parte de un
mismo párrafo. Este punto no marca, pues, el final del párrafo, sino que sólo distingue entre sus
oraciones.
Después del punto y seguido, el texto debe continuar en la misma línea, comenzando con una
letra mayúscula. Si el punto y seguido coincide con el final de un renglón, el párrafo continuará
abajo, sin que queden espacios.
En todo texto es posible encontrar ejemplos de punto y seguido, incluso en este mismo artículo
donde estamos desarrollando la definición del concepto. Pero veamos un caso concreto para
que se comprenda la idea con mayor precisión:
“Juan es mi amigo desde hace veinte años. Sin embargo, hay veces que no entiendo las cosas
que dice. Me sorprende cómo alguien tan inteligente puede expresarse de esa forma”.
En ese ejemplo, hay dos puntos y seguidos: el que aparece después de la palabra “años”, al
cierre de la primera oración, y el punto que sigue a “dice”.
Hay que exponer que no sólo se habla de punto y seguido como signo de puntuación tal cual
sino que se emplea dentro del lenguaje más coloquial. En ese caso, se utiliza para expresar que
un asunto concreto no ha llegado a su fin sino que lo que ha concluido ha sido una parte exacta
del mismo.
Así, por ejemplo, se puede usar el siguiente ejemplo: “Punto y seguido en el juicio contra el
ladrón. Después de las declaraciones de todos los testigos, queda visto para sentencia”. De esta
manera, se expresa que se ha puesto fin a lo que serían las intervenciones de los testigos, pero el
juicio continúa pues llega el momento de que el juez analice las pruebas y testimonios para
establecer la inocencia o culpabilidad del acusado.
No hay que pasar por alto tampoco que “Punto y seguido” es, además, el título que tiene una
iniciativa de colaboración ciudadana que se plantea con un único objetivo: que las personas que
sean conocedoras de la actuación de individuos que, mediante tortura, violencia u opresión,
están atentando contra los Derechos Humanos den conocimiento de ello de una manera
absolutamente anónima. Así, los responsables de la iniciativa darán consabida cuenta de lo
“denunciado”, tomarán las medidas oportunas para que pueda investigarse y elevarán el caso a
las autoridades pertinentes.
Punto y seguido
Punto y seguido es el que separa dos enunciados diferentes dentro de un mismo párrafo. Esto es
lo que ocurre al escribir cuando cerramos un enunciado con punto y, a continuación, en el
mismo párrafo, empezamos otro. El que cambiemos de párrafo o nos mantengamos en el mismo
es una cuestión de contenido. Los párrafos tienen que tener contenido unitario. Desarrollan una
idea completa o, por lo menos, un aspecto unitario dentro de una idea con muchas
ramificaciones. Vamos a ver cómo funciona todo esto en un par de párrafos de ejemplo:
Don Sisebuto Nonato era un gran amante de la ortografía. Todas las mañanas, antes de
desayunar, se leía dos o tres ortografías de lenguas diferentes. Eso le daba fuerzas para empezar
el día.
Un buen día, nuestro amigo Sisebuto tuvo un contratiempo. Fue a buscar las ortografías que
había dejado preparadas por la noche encima de su escritorio, pero no las encontró por ningún
lado. Solo podía pensar que se las habían robado.
[…]
Cada uno de los puntos que quedan en el interior del párrafo en el ejemplo de arriba es un
punto y seguido. En cambio, el que se queda ya al borde del párrafo se denomina punto y aparte
(y eso es harina de otro costal). Como vemos, después de un punto y seguido se escribe
mayúscula. Entre el primer párrafo y el segundo hay un salto en lo que estamos contando. En el
primero estamos hablando de cosas que hace habitualmente el bueno de Sisebuto, mientras que
en el segundo hemos empezado a contar una cosa concreta que le pasa un día determinado. Por
eso cambiamos de párrafo.
El plural es los punto y seguido, aunque habrá pocas posibilidades de utilizar esa forma.
Los puntos suspensivos (…) son signos de puntuación que se representan por tres puntos
alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura. Por ejemplo: taza, cocina,
leche… y jugo.
Índice
1 Casos de uso
2 Imprenta
3 Uso en computadoras
4 Representaciones alternativas
5 Véase también
6 Referencias
Casos de uso
Se utilizan al final de una frase en lugar del punto, y con el mismo significado gramatical que
este, si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar. Ejemplo:
Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor o
suspenso:
«¡Si te contara…!»
«Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: “Con diez cañones por
banda…”».
Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse:
«La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena
de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto… contienen algunos de los mejores hallazgos
expresivos del autor».
Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes:
«Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de ello».
Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o
su abreviatura:
«Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música…, etc.»
«Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera…»
Entre corchetes […] o entre paréntesis (…), los puntos suspensivos indican la supresión de una
palabra o un fragmento en una cita textual:
«Fui don Quijote de La Mancha y soy agora […] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes, Quijote II
[Esp. 1615]).
Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el comienzo
mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni
corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden:
«Al final de la obra, don Quijote pide “… un confesor que me confiese y un escribano que haga
mi testamento”».
Asimismo, cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final, es posible
escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto
al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra
reproducida:
«Al final de la obra, don Quijote pide “… un confesor que me confiese y un escribano que haga
mi testamento…”, evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos momentos».
Ortografía
Son un signo de puntuación que detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Ejemplos:
Van a subastar tres manuscritos: uno de Hostos, otro de Martí y un tercero de Neruda.
Tres son las ciudades que visité: San Juan, Santo Domingo y Ciudad México.
También para cerrar una enumeración, antes del anafórico que la sustituye, se utilizan los dos
puntos.
Ejemplos:
Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.
Los dos puntos preceden a las citas textuales. En este caso, después de los dos puntos se suele
escribir la primera palabra con inicial mayúscula.
Ejemplos:
Se emplea este signo de puntuación tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos.
También en este caso la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y,
generalmente, en un renglón aparte.
Ejemplos:
Querido amigo:
Para indicar duda, inseguridad, temor o sorpresa con una forma de expresarse entrecortada.
No te habia escrito antes porque estaba cuidando mi rosa. Como recordaras, debo prodigarle
ciertos cuidados: regarla, protegerla con un biombo y quitarles las orugas.
Cada vez que estoy con ella, recuerdo tus palabras: "Eres responsable de tu rosa". Ahora
comprendo tu sabiduria: somos para siempre responsables de lo que hemos domesticado.
Te quiere desde su planeta,
El Principito
3. Estos son mis ritos bailar los jueves ir al cine los sábados, rezar los domingos.
5. Exceleníisima Majestad
Gracias por decir que soy sabio, pero yo sólo soy un reflejo de mis amigos. Ya sabes, dime con
quién andas...
' Cuando te fuistes, le pedí a otro chico que me domesticara. Pero no me di cuenta de que era
cazador y casi me cuesta la vida. Es más, si no llego a poner patas en polvorosa...
Avisame cuando vuelvas por la Tierra. Recuerda que yo también soy tu responsabilidad.
Te extraña,
Contesta:
1. ¿Por que frase podrías sustituir los puntos suspensivos del primer parrafo?
Escribimos puntos suspensivos cuando queremos dejar incompleta la idea de una oracion o de
un refrán. A menudo se usan para crear tensión o duda.
:
Los : dos puntos
Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue. Ponen énfasis
en lo que sigue y crean una expectativa.
Los dos puntos señalan pausa precedida de un descenso en el tono; pero a diferencia del punto,
denotan que no se termina con ello la enunciación del pensamiento completo.
Los dos puntos indican que una idea se va a desarrollar o precisar a continuación por una
enumeración de elementos, la presentación de ejemplos, síntesis, causa, consecuencia, etc.
Fue al mercado porque necesitaba varias cosas para hacer la comida: tomates, pimientos,
pepinos, cebollas, ajos, etc.
También se emplean para cerrar una enumeración, antes del anafórico que los sustituye:
Los dos puntos se emplean para reproducir en palabras textuales lo que ha dicho otro. Estas
palabras textuales suelen venir anunciadas con expresiones sinónimas de ‘decir’, ‘preguntar’,
‘manifestar’, ‘oír’. Después de los dos puntos, en estos casos se suele escribir la primera palabra
con inicial mayúscula:
Se oyó una voz que decía: «Aquí no se puede dormir. A ver si os calláis».
«Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin
necesidad de utilizar otro nexo. Son varias las relaciones que se pueden expresar:
Los dos puntos preceden a la oración que sirve de comprobación a lo establecido en la oración
anterior:
No hay vicio más pernicioso que el juego: por él mucha gente se ha arruinado.
A veces los dos puntos se ponen en lugar de una coma siguiendo a algunas locuciones en
comienzo de frase, cuando se quiere expresar una pausa enfática. Suele ser después de
expresiones como
ahora bien
pues bien
por ejemplo
verbigracia
CERTIFICA:
disponer
resolver
hacer saber
acordar, etc.
A veces se ponen dos puntos entre el nombre del autor y el de su obra, en la cita de libros y
otras publicaciones:
Zubiri, Xavier: El problema filosófico de la historia de las religiones. Madrid: Alianza Editorial,
1993.
Correspondencia epistolar:
Ponemos dos puntos después de las expresiones con las que saludamos a las personas a las que
dirigimos un escrito en el estilo epistolar. Los dos puntos se ponen detrás del vocativo
introductorio. La palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente,
en un reglón aparte:
Querido amigo:
Lieber Freund,
es ist lange her, dass ...
«En el uso actual, salvo en los casos muy formales, no es raro que en lugar de dos puntos se use
una coma.» (Manuel Seco: Dicc. de dudas …, p. 369)
En las expresiones numéricas del tiempo, entre las horas y los minutos. En estos casos también
es correcto el punto:
Advertencia
«Debe evitarse el vicio de poner dos puntos (o cualquier otro signo) entre una preposición y el
sustantivo introducido por ella, como en estos casos:
Coordinado por: Andrés García e Irene López; Fotografía y texto de: Juan Álvarez.
Según la Academia, después de los dos puntos se escribe indistintamente con letra mayúscula el
vocablo que sigue. Pero en realidad no es así. Se escribe mayúscula en los casos siguientes:
§ cuando los dos puntos preceden a palabras textuales que se citan: Dice el refrán: Hombre
prevenido vale por dos.
§ cuando los dos puntos siguen al encabezamiento de una carta: Muy señor mío: Le
agradezco ...» (Manuel Seco: Dicc. de dudas …, p. 369)
Usos no lingüísticos de los dos puntos
a) Se utilizan los dos puntos para separar las horas de los minutos en la expresión del tiempo,
alternando con el uso del punto: 15:30 h, 12:00 h.
Los puntos suspensivos indican la omisión de palabras señalando una pausa larga que deja en
suspenso el texto. Siempre se escriben tres. Se escriben puntos suspensivos:
La historia de amor terminó con la pareja en el altar y una voz de fondo que decía: los declaro…
Maurice Maeterlinck decía: “… raras veces se equivocará el que se pone como deber primero
quitarle un sufrimiento al más débil…”
6. Para indicar interrupciones de un diálogo. Ejemplo tomado de San Manuel Bueno, mártir de
Miguel de Unamuno:
-Comprendido; dé usted, señor juez, al César lo que es del César, que yo daré a Dios lo que es de
Dios. Y al salir, mirando fijamente al presunto reo, le dijo:
7. Entre corchetes cuando se cita un texto del que se han suprimido fragmentos. Ejemplo
tomado de San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno:
¡Y cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres
hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y sobre todo consolar a los amargados y
atediados, y ayudar a todos a bien morir.
[…]
Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel
que, contagiado de la santidad de Don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.
8. Entre corchetes en la misma línea cuando se ha suprimido una pequeña parte del texto que
no incluye un punto y aparte. Ejemplo tomado de Botella al mar para el dios de las palabras de
Gabriel García Márquez:
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el
imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda
extinguirlas. […] No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en
tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan
sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un
lenguaje global.
10 Ejemplos del
El punto, en cualquier caso siempre significa la finalización de una idea con más fuerza que la
coma (,) o bien que el punto y coma (;). A diferencia de lo que ocurre con estos dos signos de
puntuación menos potentes, luego del punto siempre se comienza escribiendo la siguiente
palabra con la primera letra en mayúsculas: esto es la evidencia máxima del comienzo de una
nueva idea.
Punto seguido: Al punto que separa una idea de otra en el mismo párrafo se lo conoce como
punto seguido. Es habitual utilizarlo cuando se está haciendo referencia a una situación en un
tiempo y espacio, y simplemente se modificó la acción que se quiere retratar: nada ha cambiado
del contexto, pero sí es otra idea la que se explicita.
Punto y aparte: Si cambia el contexto suele utilizarse el punto y aparte, que no tiene ninguna
diferencia en la grafía con el anterior, pero además de separar dos oraciones separa dos
párrafos.
Punto final: Por último, cuando el párrafo que está culminando es el último del texto, se
reconoce como punto final al que lo concluye.
Abreviaturas: Luego de mencionar una abreviatura, es usual que se incluya un punto que por
consenso hace comprender que lo que se dijo fue una abreviatura. Estas abreviaturas en general
preceden a un nombre propio de una persona, pues obedecen a títulos o características que le
son propias: de esta manera, algunas palabras que no llevan mayúscula habitualmente pasan a
hacerlo por el hecho de estar precedidas por la abreviatura. De todas maneras, existen algunas
abreviaturas (como las químicas, o las de unidades de medida) que no llevan punto al final.
Puntos suspensivos: La última utilización del punto que se debe mencionar es la de los puntos
suspensivos (…), frecuentes para generar una intriga o una espera al acontecimiento de una
acción.
La siguiente lista incluye diez ejemplos del uso de puntos, aclarando de cuál se trata en cada
caso:
Punto y seguido
Necesito que alguien me aconseje con mi problema. Resulta que esta mañana desperté y noté
que se me cayó un poco de cabello.
Cambié yo mismo la rueda pinchada del auto. No sé si podremos conducir mucho tiempo, pero
alcanzará para llegar a tu casa.
Punto de abreviatura
El Sr. Alcalde quiere verlo a las tres de la tarde de mañana, dice que venga solo.
En la Pág. 47 podrán encontrar los materiales todas las capitales de Europa, deberán estudiarlas
para el examen.
Punto y aparte
Primero preguntamos en una casa. Allí nos dijeron que lo habían visto, pero corría tan rápido
que nadie sabía respondernos hacia donde había ido.
Las peleas comenzaron luego, una vez que regresamos. Ella no quería colaborar en nada de la
casa.
Puntos suspensivos
Punto final
Fuente: https://www.ejemplos.co/10-ejemplos-del-uso-del-punto/#ixzz5mFHHAnEa