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Y esta es la confianza que tenemos en él, que si

pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,


él nos oye.
1 JUAN 5:14

ENFERMEDAD DE EZEQUÍAS
(Versión Reina Valera 1960)
ISAIAS 38
1 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y
vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo:
Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y
no vivirás.
2 Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e
hizo oración a Jehová,
3 y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes
ahora que he andado delante de ti en verdad y con
íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido
agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con
gran lloro.
4 Entonces vino palabra de Jehová a Isaías,
diciendo:
5 Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu
padre dice así: He oído tu oración, y visto tus
lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince
años.
6 Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey
de Asiria; y a esta ciudad ampararé.
7 Y esto te será señal de parte de Jehová, que
Jehová hará esto que ha dicho:
8 He aquí yo haré volver la sombra por los grados
que ha descendido con el sol, en el reloj de Acaz,
diez grados atrás. Y volvió el sol diez grados atrás,
por los cuales había ya descendido.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si
pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,
él nos oye.
1 JUAN 5:14

ENFERMEDAD DE EZEQUÍAS
2 REYES 20
1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo
de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo
de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena
tu casa, porque morirás, y no vivirás.
2 Entonces él volvió su rostro a la pared, y
oró a Jehová y dijo:
3 Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas
memoria de que he andado delante de ti
en verdad y con íntegro corazón, y que he
hecho las cosas que te agradan. Y lloró
Ezequías con gran lloro.
4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad
del patio, vino palabra de Jehová a Isaías,
diciendo:
5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi
pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu
padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus
lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer
día subirás a la casa de Jehová.
6 Y añadiré a tus días quince años, y te
libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey
de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor
a mí mismo, y por amor a David mi siervo.
7 Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y
tomándola, la pusieron sobre la llaga, y
sanó.
8 Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué
señal tendré de que Jehová me sanará, y
que subiré a la casa de Jehová al tercer
día?
9 Respondió Isaías: Esta señal tendrás de
Jehová, de que hará Jehová esto que ha
dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o
retrocederá diez grados?
10 Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que
la sombra decline diez grados; pero no que
la sombra vuelva atrás diez grados.
11 Entonces el profeta Isaías clamó a
Jehová; e hizo volver la sombra por los
grados que había descendido en el reloj de
Acaz, diez grados atrás.
"ESCRITO DE EZEQUÍAS"
Traducción en lenguaje actual (TLA)

ISAÍAS 38:9-20
Luego de recuperarse de su enfermedad, el rey Ezequías
escribió lo siguiente:
«Yo pensé que iba a morirme
justo cuando estaba viviendo
los mejores años de mi vida.
Pensé que aquí en la tierra
no volvería a ver a nadie,
y que tampoco vería a mi Dios.
Desbarataron mi casa,
y me deprimí bastante;
¡perdí las ganas de vivir!
»Todo esto pasó de un día para otro,
pero esperé con paciencia
a que saliera el sol.
Me sentía derrotado,
como si un león me hubiera atacado.
Chillé como golondrina,
¡me quejé como paloma!
Me cansé de mirar al cielo y gritar:
“¡Dios mío, estoy angustiado!
¡Dios mío, ven en mi ayuda!”
»Era tanta mi amargura
que ya ni dormir podía.
Pero no podía quejarme
porque tú, mi Dios,
ya me lo habías anunciado,
y cumpliste tu palabra.
»Tú, mi Dios,
me devolviste la salud
y me diste nueva vida.
Tus enseñanzas son buenas,
porque dan vida y salud.
Sin duda fue para mi bien
pasar por tantos sufrimientos.
Por tu amor me salvaste de la muerte,
y perdonaste todos mis pecados.
»Los que han muerto
ya no pueden alabarte,
ni confiar en tu fidelidad;
en cambio, los que aún viven
pueden alabarte como te alabo yo.
También nuestros hijos y nuestros nietos
podrán hablar de tu fidelidad.
»Dios mío, tú me salvarás,
y en tu templo te alabaremos
con música de arpas
todos los días de nuestra vida».

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos


alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1 JUAN 5:14

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