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DOCTRINA: LA SALVACIÓN

Estamos estudiando la doctrina de la salvación. Dentro del plan de Dios para salvar al hombre, el
arrepentimiento juega un papel muy importante. En la lección pasada vimos la importancia y
naturaleza del arrepentimiento. Hoy veremos cómo se produce el arrepentimiento. Veamos.
III. Como se Produce el arrepentimiento. Hay muchas maneras en que se explica este
asunto. Dos de las más conocidas y que se anteponen son: 1. Dios da el arrepentimiento
y el hombre no tiene nada que ver. 2 de Tim. 2. 25 (calvinismo). 2. El hombre es quien
decide arrepentirse y Dios no tiene nada que ver. Creemos que ambas son inexactas.
Creemos que es la conjugación de ambas, donde se encuentra el concepto bíblico de este
tema. Antes de ver directamente la respuesta consideremos algunas preguntas que nos
ayudaran a tener mejor entendimiento del asunto. Veamos.
A. ¿Quiere Dios que Todos se arrepientan? ¿Quiere Dios que todos sean salvos? 1 de
Timoteo 2. 4 (Tito 2.11). Él quiere “que todos sean salvos”, 2 de Pedro 3. 9. “no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, Ezequiel
33. 11. “no quiero la muerte del impío”. La respuesta es sí.
B. ¿Es honesto su deseo “que todos los hombres se arrepientan y que ninguno perezca”, si
él ha elegido o decidido quienes lo harán y quienes no? La respuesta sería no. Lo cual
sería contrario a su naturaleza, Dios es “verdad”.
C. ¿Manda Dios Arrepentirse a TODOS? Hechos 17. 30. “manda a todos los hombres”. La
respuesta es sí. Entonces…
a. Es correcto pensar que Dios cree que el hombre puede arrepentirse. Si así no fuera no
tendría razón de ser de mandar a “todos los hombres arrepentirse”, ¿no crees?
b. Por otro lado, si “supuestamente” Él ha establecido u elegido quienes lo van hacer y
quienes no ¿Para qué mandar arrepentirse a todos?
D. Y si Dios da el arrepentimiento ¿por qué no se la da a todos? Esa es la pregunta que debe
ser respondida con las escrituras. ¿Es el arrepentimiento sólo obra de Dios? ¿Es sólo obra
del hombre? Y ¿Por qué la mayoría de los hombres no se arrepienten? Algunos
(calvinistas) dicen: porque Dios no les ha dado arrepentimiento, ¿es verdad?
No es tan simple, pues surge otra pregunta ¿por qué no les da arrepentimiento? algunos
responderían porque a Él así le plació (soberanía), pero… ¿es eso concordante con la
biblia? Si así fuera, deberíamos hacernos algunas otras preguntas, que no tiene que ver
con su soberanía (pues él puede hacer lo que le plazca), las preguntas tienen que ver con
su actuar; si Él no les ha dado arrepentimiento a algunos, ¿cómo es que desea que todos
se arrepientan? o ¿Cómo es que manda a todos arrepentirse? ¿Tiene esta aparente
contradicción respuesta? Sí.
a. Primero. Es evidente que Dios cree posible que cualquiera se puede arrepentir,
decimos ello por las innumerables veces en que usando a sus profetas llama a judíos y
gentiles a arrepentirse, usa su poder y la vida de sus siervos para reiterar ese llamado,
sinceramente no creo que Dios realice todo ese despliegue de energía si el no creyese
que cualquiera puede arrepentirse.
b. Segundo. Dios llama al arrepentimiento una y otra vez, profundamente conmovido y
apesadumbrado, ruega la vuelta del pueblo, nación, o persona a sus caminos. Me es
difícil pensar que Dios esté actuando, si es que él sabe que no se podrán arrepentir,
porque “supuestamente” él no les ha dado tal arrepentimiento.
c. Tercero. Es muy claro el dolor que Dios siente al ver la destrucción del hombre o
pueblo por no arrepentirse. Mateo 23. 37; Romanos 10. 21. otra vez si el hombre no
puede arrepentirse, porque él así lo determinó, todo ese dolor evidente, se convierte
en una actuación. Y no creo que sea así.
d. Cuarto. La biblia está llena de ejemplos del rechazo voluntario y descarado del hombre
al llamado de Dios. Una y otra vez dice...y no quisisteis, no te volviste, no te
arrepentiste, te endurecisteis, no quisieron...podría esto ser verdad ¿si en realidad fue
Dios quien no les dio el arrepentimiento? No.
E. Confrontemos ahora toda esta evidencia con pasajes como: (Hechos 5. 30-31) Hechos 11.
18, 2 Ti. 2. 25, El arrepentimiento, SÍ es una obra de Dios y sí la da Él, pero no es producto
de una decisión anticipada o caprichosa. Si Dios nos les da arrepentimiento no es porque
el decidió no dárselo, sino porque el hombre NO DESEA volverse a Dios, ni desea
arrepentirse, Dios da el arrepentimiento a aquel que desea arrepentirse.
a. Nuestro problema es que endurecemos la cerviz, nos obstinamos y no deseamos
arrepentirnos, nos rebelamos contra el llamado de Dios. Nehemías 9.15-17, Isaías
42:24, Jeremías 5:3, Ezequiel 20:8, Zacarías 7:9-12, Mateo 22:2-3, Mateo 23.37.
b. El hombre tiene que manifestar humillación para que Dios le de arrepentimiento. A
todo hombre que no endurece su corazón, sino que se humilla, Dios le dará la
capacidad de arrepentirse, es decir, de pensar diferente (iluminará) y de hacer su
voluntad (capacitará).
c. El no intervendrá si el hombre no se humilla, el pecado no condena al hombre (todo
pecado ha sido pagado) lo condena la falta de arrepentimiento, y esto no lo da el
Señor a un corazón no humillado ni contrito.
d. El llamado a arrepentirse es una invitación generalizada Hech 17.31, pero sólo son
capacitados por Dios, aquellos que muestran un corazón contrito y humillado.
2Crónicas 7:14, Salmos 51.17, Santiago. 4:6.
e. Necesitamos el obrar de Dios. Pero ¿cómo se da este y cuando es ejecutado? Cuando
reconocemos nuestra maldad y triste condición. Cuando creemos en nuestra
insuficiencia para alcanzar el perdón de Dios y confiamos plenamente en la provisión
de Dios en Cristo Jesús, entonces Dios nos dará el arrepintiendo y la fe.
Conclusión. Ningún hombre que no se humille, ruegue y clame por misericordia, podrá
genuinamente arrepentirse, el arrepentimiento es un don de Dios para los que lo desean
volverse de su maldad a Dios.

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