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BecomingHuman.

org – El Documental
Prólogo
¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿Que es aquello que nos permite reflexionar sobre el pasado y deliberar sobre el
futuro? Quienes somos como especie y de dónde venimos constituye la base de una historia fantástica que se remonta a
más de 4 millones de años.
Soy Don Johanson, uno de tantos investigadores dedicados al descubrimiento e interpretación de las evidencias acerca de
los orígenes del hombre. Evidencia que demarca la historia del ser humano. Una historia que comienza en África, lugar en
el cual nuestros antepasados se pusieron de pie por primera vez. Durante millones de años continuaron desarrollándose
como especie para luego esparcirse a través de todo el mundo. Algunas especies se adaptaron a un mundo cambiante,
mientras que otras desaparecieron. Hoy en día una sola especie de seres humanos sobrevive. Esa especie floreció porque
fue capaz de desarrollar una cultura; la cultura más compleja que se ha visto hasta ahora. Esta es su historia, esta es
nuestra historia.
Las evidencias
Hadar
Hadar, Etiopía, es un lugar de peregrinación para todos aquellos que, como nosotros, estudian los orígenes del hombre.
Hadar está localizada en la región más al norte del país, lugar que muchas veces puede llegar a ser inhóspito cuando la
temperatura alcanza los 125 grados Fahrenheit (51 grados). Mi primer viaje a Hadar, en 1972, fue de exploración y estuve
allí el tiempo suficiente como para darme cuenta de que ése sería el lugar para hacer mi trabajo de campo. Hadar tenía el
tipo apropiado de geología y era un lugar muy rico en fósiles de animales que se remontaban a aproximadamente 3 millones
de años. Pensé que si nosotros podíamos encontrar fósiles de homínidos y depósitos así de antiguos podríamos dar con un
nuevo capítulo de la evolución humana.
En 1973 descubrí mi primer fósil de homínido, una articulación de rodilla. El ejemplar provenía de un estrato geológico de
hacía casi 3.4 millones de años.
Estudios detallados de la anatomía funcional de la rodilla revelaron que se trataba con seguridad de una criatura que podía
caminar erguida, o sea, un homínido. Luego, en 1974, volvimos a Hadar y a finales de noviembre cuando nuestro trabajo en
terreno casi terminaba hice un descubrimiento que convirtió a Hadar en uno de los sitios para hallazgos de fósiles
homínidos más importantes del mundo.

Lucy
Recuerdo claramente que era mediodía. Yo había estado inspeccionando el lugar desde la hora del desayuno. La
temperatura llegaba a los 110 grados Fahrenheit (casi 52 grados). No había encontrado casi nada, únicamente unos pocos
dientes de caballo, una parte de una calavera de un marrano ya extinto, unos molares de antílope y un pedazo de la quijada
de un mono. Cuando ya me iba vi un fósil que atrajo mi atención y me acerqué para observarlo mejor. Se trataba de la parte
de un codo.
Observando con más detenimiento vi otro hueso y después otro más. Fue increíble. Lo que encontré fue un trozo de
esqueleto corroyéndose por los antiguos sedimentos de Hadar. Inmediatamente supe que era un homínido. Uno muy
antiguo e increíblemente estaba bastante completo. Esa noche en el campamento examinamos los fósiles mientras
tocábamos en una pequeña grabadora, una y otra vez, la canción “Lucy en el cielo con diamantes” de Los Beatles. La
pequeña estatura del esqueleto nos hizo sospechar que pertenecía a una mujer. En algún momento de la noche el nuevo
fósil adquirió el nombre de Lucy. Y así se ha seguido llamando desde entonces.
El descubrimiento de Lucy abrió una gran ventana en el estudio del origen del hombre. Hasta el hallazgo de Lucy había
habido unos cuantos descubrimientos de homínidos de no más de 3 millones de años. Lucy, con sus 3.2 millones de años,
nos ofrecía muchos nuevas pistas sobre nuestro pasado ancestral. Dada la peculiar anatomía de Lucy, la denominamos a
ella y a otros fósiles de Hadar, “ Australopithecus afarensis ”. Australopitecus significa “simio del extremo sur” y “afarensis”
celebra a la gente de Afar en la región en la que Lucy fue encontrada.
En cuanto a su relación con otras especies homínidos sugerimos que afarensis era el último ancestro común a las ramas
más tardías de la evolución humana.
Aunque hoy en día se han encontrado esqueletos más completos y fósiles más antiguos, Lucy continua siendo la marca y el
modelo con el cual son juzgados todos los demás descubrimientos de fósiles de ancestros humanos. Ella fue el simio que
se puso de pie, la mujer que agitó el árbol genealógico del hombre, lo cual no deja de ser un espectacular hallazgo.
De alguna manera, Lucy condujo la búsqueda en Etiopía. Ella fue el catalizador para otras expediciones que continúan
descubriendo un número aún mayor de importantes hallazgos de fósiles de homínidos, asegurando a Etiopía un rol de
primera importancia en el entendimiento del origen del hombre. Pareciera que cualquiera sea la cosa que se descubra, Lucy
continua siendo un descubrimiento humano extraordinario en los estudios de la evolución humana.

Reconstrucción de ambientes
Kaye Reed es una investigadora del Instituto de Orígenes Humanos y profesora del Departamento de Antropología de la
Universidad Estatal de Arizona. Como paleoecologista, Read intenta reconstruir el ambiente en el cual vivieron nuestros
antepasados.

Kaye Reed: Hoy día Hadar es un lugar estéril y polvoriento. No llueve mucho. Sabemos que hace tres millones de años
había grandes cantidades de animales merodeando este lugar, lo cual significa que también había grandes cantidades de

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árboles en ese lugar. Estos árboles probablemente se extendían por varias millas desde el antiguo río Awash. Uno podía ver
árboles frutales, dátiles e higos, y comida para los simios y lo más importante, había cosas de comer para los homínidos.
Don Johanson: Reed trabaja con la gente de Afar y colecciona fósiles de animales que se han encontrado y que están
asociados con los homínidos. Los Afars sirven de guías y guardias y sin ellos el trabajo en Hadar sería imposible.
Kaye Reed: Nosotros trabajamos con la gente de Afar. Les mostramos qué clase de fósiles estamos buscando y esto lo
hacemos mostrándoles los fósiles que hemos encontrado antes, por ejemplo, un diente de una especie carnívora; el cual es
largo y delgado y puede rebanar carne. Les mostramos una cantidad de fósiles diferentes de manera que cuando salgamos
a buscar fósiles ellos ya sepan cuando se encuentran con algo importante y nos pueden llamar para decirnos: “Esto es un
gato” o “Esto es otra cosa” o lo que sea que hayan encontrado.
Don Johanson: Cada fósil que encontramos contiene valiosa información. Si conocemos qué proceso afecta la preservación
de los huesos entre el momento en que se produce la muerte y el momento del descubrimiento millones de años después,
el fósil puede proveer importantes pistas de cómo fue el mundo de nuestros antepasados.
Kaye Reed: Nosotros hacemos mucho de lo que llaman “taphonomy”, es decir, el estudio de las leyes que regulan la
formación de los fósiles o la manera cómo los animales fueron a dar a los depósitos. En un ensamblaje promedio de un
fósil, los huesos se acumulan durante un período muy largo de tiempo, a veces por miles de años.
Marcas específicas en los huesos y la exposición al medio ambiente como los producidos, por ejemplo, por los cambios
climáticos o el deslizamiento del agua, nos entregan las pistas de lo que pudo haber sucedido.
Muchos de los fósiles encontrados en Hadar muestran diferentes signos de trauma. Animales carnívoros han mordido
muchos de los huesos que se han recolectado aquí y también han mordido muchos de los huesos de los homínidos Y las
estadísticas de los fósiles indican que dientes de sable de gatos, hienas y leones fueron encontrados en Hadar. Lucy no
tenía caninos grandes como los mandriles y no tenía herramientas hechas de piedra o fuego para protegerse.
Tenemos que recordar que Lucy medía 4 pies de altura y era un bípedo. Por esa razón ella probablemente no tenía muchas
formas de defenderse contra los inmensos animales carnívoros. Yo creo que el hecho de que Lucy tuviera los brazos
bastante largos fue una ventaja, eso le permitió escalar árboles y huir de estos depredadores. Si nuestros ancestros,
cuando se encontraban sentados en el suelo, no hubiesen tenido un árbol para escalar cuando veían una hiena acercarse,
lo más seguro es que no hubieran sobrevivido.
Don Johanson: Pareciese haber algo de magia en el hecho de que los huesos fosilizados de nuestros ancestros lograran
sobrevivir en el tiempo. Por esta razón, especimenes como Lucy se convirtieron en el pilar de las discusiones sobre los
orígenes del hombre.
La anatomía El ancestro común
Don Johnanson: En 1871, el naturalista Charles Darwin, trabajando sin el beneficio de las
estadísticas de fósiles o la moderna investigación genética, propuso que los humanos y los monos africanos debieron haber
compartido un ancestro común.
Hoy, gracias a una gran variedad de estudios anatómicos y moleculares sabemos que nuestro pariente vivo más cercano es
el chimpancé africano. Increíblemente, las dos especies comparten aproximadamente el 98% de los mismos genes, pero
esta cercana relación no significa que el hombre evolucionara del chimpancé.
Tampoco significa que los chimpancés evolucionarán en seres humanos; lo que sí significa es que hace millones de años
los humanos y los chimpancés compartieron un ancestro común. Cuando nos transportamos en el tiempo, nuestros
ancestros comienzan a parecerse menos a nosotros y más y más a los simios. Los estudios de fósiles nos entregan
importantes pistas acerca de dónde
venimos. Hace ocho millones de años, en un período conocido como el Mioceno, una gran parte del continente estaba
cubierto de selvas frondosas. Una gran variedad de simios vivían en estas selvas, comiendo, durmiendo y moviéndose
fácilmente sobre la tierra. La evolución de la adaptación de su anatomía, tal como dedos de los pies con mayor capacidad
de agarre, movilidad de las articulaciones además de brazos y hombros convirtió a los simios en animales muy exitosos en
su ambiente arbóreo. Pero, hace unos seis millones de años la tierra se volvió mucho más seca y fría. El bosque africano,
hogar de los simios del Mioceno, comenzó a reducirse y gradualmente fue reemplazado por bosques más abiertos. Aunque
casi todas las especies de simios se extinguieron, con el tiempo algunas de ellas comenzaron a adaptarse al nuevo
ambiente natural.
Una de las especies que sobrevivió fue un ancestro común a los simios africanos y a los humanos.
Caminando erguido
Don Johanason: Hace tras millones y medio de años al inicio de la estación de lluvias en lo que
ahora es Tanzania, un volcán que se conoce como Saddaman tuvo una erupción que cubrió todos sus alrededores con una
fina y arenosa ceniza parecida a la arena de playa. Después llovió. La ceniza mojada de Saddaman se convirtió en una
suerte de cemento natural que grabó las pisadas de muchas especies de animales que caminaban regularmente a través de
ella: monos, rinocerontes, jirafas y, para nuestra sorpresa, dos de nuestros ancestros homínidos.
Probablemente pertenecían a la especie de Lucy, Australopithecus afarensis. Las huellas llamadas Laetoli, desenterradas
en 1978 por Mary Leakey y su equipo de excavadores, son únicas y constituyen una dramática evidencia de uno de los
factores que definen a los homínidos: el hecho de ser bípedos. Caminar erguido requiere de recursos anatómicos
específicos y uno de esos recursos —y el más obvio—, es el pie humano. A diferencia de los chimpancés los cuales tiene
un gran dedo del pie que se utiliza para agarrar cosas, el dedo gordo del pie de los humanos está alineado con los demás
dedos y le sirve para empujar el cuerpo hacia adelante. La condición humana se registra claramente en las huellas Laetoli.

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Para comprender mejor los orígenes de este caminar erguido necesitamos mirar con más profundidad el pasado de
nuestros ancestros.
Nina Jablonski de la Academia de Ciencias de California es una paleontóloga que estudia el bipedismo.
Nina Jablonski: Cuando uno observa interactuar a los chimpancés o a los gorilas, notamos que ocasionalmente hacen
representaciones de bipedismo entre ellos. Generalmente hacen esto cuando hay algún tipo de competencia para conseguir
ciertos recursos.
Tan pronto como los animales comienzan a volverse más bípedos descubren que hay muchas otras cosas que pueden
hacer con sus extremidades superiores y con sus manos. Esto es exactamente la manera como nosotros creemos que el
bipedismo evolucionó: al igual que una serie de mecanismos de reacción positiva como el uso de las manos para
alimentarse, para dar cariño y para jugar. Todas estas cosas se incorporaron en el sistema y el bipedismo se desarrolló
hacia una firme adaptación de carácter anatómica.
Don Johanason: Los descubrimientos recientes de fósiles homínidos en Kenia realizados por el paleoantropólogo Maeve
Leakey en la locación de Kanapoi cerca del lago Turkaba han proporcionado una evidencia aún más antigua de bipedismo.
Los “Australopothecus amenensis” son aproximadamente un millón de años más antiguos que Lucy y aún más parecidos a
los simios. Sin embargo, la anatomía del hueso de la pantorrilla indicaba una postura y una manera de andar erguida. Esto
significa que el bipedismo fue la característica inicial que nos distingue de los
simios, pero no fue sino hasta mucho tiempo después que surgirían los cambios que diferenciarían a nuestro genial Homo
del Australopothecus.
El niño Turkana
El registro de fósiles homínidos entre dos y tres millones de años de antigüedad es todavía infortunadamente escaso, sin
embargo, ya hacia los dos millones de años aparecieron los fósiles que hoy llamamos Homos. No obstante, hoy en día no
hay consenso en relación a la cantidad de especies de Homos que realmente existieron. Hacia aproximadamente 1.8
millones de años se encontró un homínido, un Homo erectus, que se destaca por encima de sus ancestros previos.
El esqueleto de esta especie era más grande y más parecido al nuestro. Más importante aún, su cerebro era
significativamente más grande.
Alan Walker es profesor de Antropología en la Universidad Penn State y conduce una investigación de campo en Kenia.
Alan Walter: El tamaño del cerebro y el tamaño del cuerpo son interesantes porque un cerebro
de gran tamaño es una de nuestras características como humanos. Ahora bien, la manera más fácil de obtener un cerebro
grande es tener un cuerpo grande. El tamaño del cerebro y el tamaño del cuerpo están ligados, y éste es un vínculo
complejo.
Don Johanason: En 1984, en el lago Turkanain, en la parte norte de Kenia, Allen Walker y Richard Leekey descubrieron el
fósil de esqueleto de homo erectus más competo que se ha encontrado. Se trata de un esqueleto masculino, joven,
probablemente de unos 9 años de edad y de más o menos un millón y medio de años de antigüedad.
Se le denominó el niño de Turkana. Su estatura era de aproximadamente 5 pies y 4 pulgadas y como adulto habría medido
al menos unos 6 pies de altura.
Allen Walter: Los Homo erectus no solamente tenían el cerebro grande, sino que sus cuerpos asimismo eran grandes y las
cosas que dejaron en los depósitos arqueológicos nos muestran que eran animales carnívoros. Sospechamos que ellos
también cazaban. Volverse carnívoro tiene sus consecuencias. Los carnívoros comen carne y la carne es carne donde
quiera que esté. Mientras los herbívoros comen plantas y las especies individuales de herbívoros se mueven dentro de su
comunidad vegetal, los carnívoros se comportan de una manera completamente distinta. Los carnívoros tienen radios de
acción muy amplios y mediante pequeños incrementos territoriales, los Homo erectus van expandiendo el radio creado por
sus ancestros. La presión que los obligaba a hacer este movimiento es el número de Homo erectus que todavía habitan el
lugar de sus ancestros. Esta no es una migración como la que hacen los pájaros que vuelan hacia el sur en invierno. Aquí
se trata de la dispersión de una especie.
Don Johanason: Hace aproximadamente un millón y medio de años, el Homo erectus salió del África y comenzó a poblar el
resto del planeta. En un sentido el Homo erectus fue el padre evolutivo de nuestra propia especie. Ellos proporcionaron no
solamente adelantos y culturas, sino innegables recursos que se iniciaron con nuestros primeros antepasados. Con grandes
y seguras zancadas, el Homo erectus cruzó el umbral hacia un nuevo mundo.
Los linajes
El hombre de las cavernas
[Nota a los lectores: los fósiles de los cuales se hablará a continuación fueron encontrados en el valle de Neander en
Alemania. “Thal” es la palabra alemana para “valle”, pero la “h” es muda. Por lo tanto la palabra “Neandertal” se pronuncia
NE-AN-DER-TAL]
Don Johanason: En el mes de agosto de 1856, unos trabajadores que se encontraban excavando en una cueva de cal
llamada Feldhofer en el Valle Neader de Alemania, descubrieron los restos de fósil de una criatura desconocida. Al principio
creyeron que los huesos eran de un antiguo oso de las cavernas, pero un naturalista local los identificó como huesos
humanos. De la cueva de Feldhofer se extrajo una selección impresionante: el casco del cráneo, huesos de ambos brazos,
parte de la pelvis y fragmentos de los hombros y de las costillas. Algunos de los huesos eran sustancialmente diferentes a
los del ser humano moderno. Los huesos de los brazos eran fuertes y unas grandes crestas de las cejas sobresalían por
sobre las órbitas de los ojos en el casco del cráneo. El geólogo William King reconoció la peculiar anatomía de la criatura a
partir del casquete del cráneo. Incluso sin los huesos de la cara aseguró que estos fósiles se encontraban fuera del rango
del humano moderno.

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En 1864, King denominó a esta especie Homo neaderthalenis. Cuando uno dice la palabra Neanderthal, la gente
automáticamente piensa en un hombre-bestia habitando las cavernas y arrastrándose con las rodillas dobladas y cargando
un garrote. Sin embargo sería un error pensar en los Neandertal como seres primitivos y menos desarrollados que el
hombre moderno. Por más de 200.000 años fueron una especie muy bien adaptada y exitosa desde el punto de vista de su
forma de vida. Muy posiblemente evolucionaron en el helado clima periglacial de Europa, lugar que continuaría siendo el
centro de su radio de movimiento dadas las barreras geológicas y el clima dado. Durante el siglo XX se han encontrado
cientos de fósiles Neandertal en docenas de depósitos a través de Europa y el occidente de Asia. El relativo aislamiento de
esta región permitió a los Neandertal desarrollar un comportamiento particular además de una serie de características
anatómicas muy particulares que los distancia significativamente de las que exhibe el ser humano moderno.
Los linajes
Desde el descubrimiento de los primeros Neandertal muchos antropólogos han batallado con lo que parecería una pregunta
simple: ¿fueron estos seres ancestros directos del hombre moderno o, eran más bien, una rama aparte que se extinguió sin
llegar a aportar ninguno de sus genes a la especie humana moderna?
El paleoantropólogo Ian Tattersall, del Museo Americano de Historia Natural asegura que los huesos de los fósiles proveen
la respuesta a esta pregunta.
Ian Tattersall: Los Neandertal son claramente diferentes de los humanos modernos, particularmente en la estructura del
rostro y en la estructura del cráneo El cráneo del Neandertal era largo y bajo en vez de ser alto y corto como lo es el de los
Homo sapiens. Los Homo sapiens tienen el rostro pequeño metido debajo de la parte frontal del cráneo. Los Neandertal
tienen la cabeza grande, la cual sobresale del frente del cráneo. En la totalidad del esqueleto del cuerpo hay diferencias
entre ellos y nosotros. Somos especies relacionadas muy cercanamente, pero al mismo tiempo especies muy distintas.
Don Johanason: Cathy Willermet, candidata al Doctorado en el Departamento de Antropología de la Universidad estatal de
Arizona, se encuentra investigando los Neandertal y
tiene una idea diferente acerca del tema.
Cathy Wellermet: Nadie está sugiriendo que los Neandertal evolucionaron en humanos modernos.
Lo que estamos sugiriendo es que los Neandertal fueron un grupo demográfico de la antigüedad que se mezcló con los
primeros humanos modernos y con el tiempo el grupo demográfico Neandertal se extinguió, pero sus genes se propagaron
y es posible que hoy día se encuentren entre nosotros. El centro mismo del movimiento de los Neandertal es un lugar
llamado Vendiha, en Croacia. En este lugar se puede observar una variedad de niveles de ocupación de los Neandertal que
abarcan miles de años. En los niveles más tempranos de los Neandertal, la evidencia de fósiles exhibe los rasgos típicos de
la especie. Después, en los niveles más tardíos, se observa algo muy interesante: los Neandertal muestran rasgos faciales
muy parecidos a los de los primeros humanos modernos lo cual me sugiere la idea de que se estaban cruzando con éstos.
La extinción
Ian Tattersal: Los Neandertal triunfaron muy, pero muy exitosamente en todo el continente Europeo y también en Asia
Occidental por alrededor de doscientos mil años, pero después súbitamente desaparecieron. Es muy difícil imaginar que la
especie Neandertal se extinguió por una razón diferente a la aparición del Homo sapiens.
¿Qué fue lo que pasó exactamente? No lo sé. Es posible que hubiese habido un conflicto directo y que el Homo Sapiens
hubiese triunfado en un sentido ecológico y económico, pero de una u otra manera, la especie Homo Sapiens surgió y la
especie Neandertal desapareció, muy seguramente por una relación casual entre estos dos factores.
Cathy Willermet: No hay evidencia de un conflicto entre los Neandertal y los primeros humanos
modernos. La tecnología moderna superior tal como los arcos, las flechas y los lanzadores de arpones aparecieron mucho
más tarde. Los Neandertal fueron exitosos por muchísimo tiempo. Su comportamiento es muy similar al nuestro en el
sentido de que enterraban a sus muertos, tenían fuego, herramientas sofisticadas, resguardo y vestido.
Ya sea que son una especie diferente a la nuestra o que sus genes se encuentren todavía entre nosotros, la realidad es que
fueron un grupo de personas de gran espíritu y muy interesantes. Quisiéramos saber que les ocurrió.
Don Johanson: Si los Neandertal fueron una especie diferente que no se cruzó con los humanos modernos ellos deberían
tener claramente diferentes secuencias de ADN. Aunque el estudio de la genética antropológica es aún incipiente, ya se han
reportado informes de secuencias de ADN provenientes de esqueletos de Neandertal. En cada caso el ADN de los
Neandertal es diferente al de los humanos modernos. Este resultado ha provocado conclusiones por parte de científicos
quienes afirman que los Neandertal desaparecieron sin haber contribuido al genoma del humano moderno.
La cultura Koonalda
Don Johanasan: Hacia el final de la costa central del sur de Australia se encuentra una región desolada conocida como las
llanuras Nullabor. Hoy en día este territorio es plano, carece de árboles y también de señales visibles de agua. En este lugar
uno nunca esperaría encontrar evidencia de la temprana actividad humana. Sin embargo, este lugar es sagrado para los
aborígenes australianos, quienes han vivido allí permanentemente durante los últimos cuarenta mil años. La región en su
totalidad está llena de cavernas que se hallan conectadas y que se formaron de agua ácida que se filtró por entre la roca
caliza. Koonalda, una de estas cavernas se halla sumergida 200 pies bajo esta tierra árida y polvorienta. Esta caverna fue
utilizada alguna vez por nuestros antiguos ancestros. Con el tiempo la caverna se convirtió en un lugar para la expresión
personal. En esta pequeña y oscura habitación, cada pulgada de sus blandas paredes de piedra caliza al alcance de la
mano ha sido inscrita manualmente con una enmarañada serie de líneas con forma de espirales. Estas primeras
impresiones humanas han sido fechadas hasta
con veinticuatro mil años de antigüedad, lo cual las hace más antiguas que casi todo el arte legendario que se ha
encontrado en Europa.

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Estos grabados son sencillos, pero representan un cambio radical en la manera de como nuestros ancestros veían el
mundo. Ellos marcan el inicio de la habilidad para entender conceptos abstractos tanto de su mundo como de ellos mismos.
Esto se puede entender como el amanecer de la conciencia.
Arnhem Land
En otro lugar remoto de Australia llamado Arnhem Land investigadores están documentando los más recientes ejemplos del
arte prehistórico. Peggy Grove es una Historiadora Cultural y una especialista en Arte rupestre australiano.
Peggy Grove: Arnhem Land es una tierra de enormes pendientes de roca. Con esto quiero decir que se encuentran piedras
arrumbadas una sobre otra creando unas gigantescas crestas. En la estación húmeda el agua escurre por entre ellas, pero
en la estación seca esta agua cocina las rocas. Así se forman unos lienzos perfectos para ser pintados por los artistas
aborígenes.
Don Johanason: Muchos de estos lugares son considerados sagrados, por lo tanto Grove y sus colegas no pueden usar el
método tradicional de fechar, pues este método podría estropear el arte que allí se encuentra. En vez del método tradicional
para poder fechar el arte, ellos se valen de los cambios de estilo artístico en el medio natural ocurridos durante los últimos
cincuenta mil años para lograr conocer la edad de ese arte.
Peggy Grove: A diferencia del arte rupestre europeo en el cual casi todas las imágenes tienden a
ser de animales, en Arnhem, por lo menos el 90% o más tienden a ser figuras humanas femeninas y yo creo que esto está
de acuerdo con este ambiente natural, pues esta es un área muy fértil en la cual hay mucha vegetación, por lo tanto la
imagen escogida para ser representada en las paredes tiende a ser femenina.
Don Johanason: Mientras las culturas que produjeron arte europeo en las cavernas murieron hace 20,000 años, en Australia
las historias nunca terminaron. Incluso ahora, los aborígenes continúan aprendiendo acerca de sus antepasados y afinan
sus capacidades artísticas interactuando con las generaciones anteriores que productoras ese arte rupestre. Esto significa
un record de sobrevivencia cultural, que se extiende desde un pasado muy lejano hasta la era moderna.
Peggy Grove: Existen terrenos en los cuales se encuentran impresiones de manos, yuxtapuestas
con barcos a vapor y con imágenes de rifles. Esta es una forma de comunicación que nos habla del mundo que rodeaba a
los artistas aborígenes en ese momento. Ellos estaban documentando la entrada del hombre europeo a su territorio.
Quercy, Francia
En otras partes del mundo, investigadores modernos buscan en las culturas existentes de Australia pistas acerca del
significado y técnicas del arte rupestre de la antigüedad. Michel Lorblanchet es uno de los arqueólogos que ha extraído
información de las tradiciones que aún se mantienen vivas entre las comunidades de dibujantes de rocas de Arnhem Land.
En algunas cavernas del sur de Francia, Lorblanchet recrea imágenes prehistóricas usando solamente las herramientas y
pigmentos que eran disponibles sólo para los artistas de la antigüedad.
Trabajando con una luz tenue, y usando técnicas aprendidas de los aborígenes australianos; Lorblanchet, utiliza en primer
lugar, un pedazo de carboncillo para crear un boceto de una figura en una pared irregular de una caverna. Después
Lorblanchet utiliza su boca como pincel, moliendo primero en carboncillo y el ocre con sus dientes para luego escupirlo
cuidadosamente sobre el boceto.
También usa sus manos para guiar la fluidez de la pintura primitiva. Las técnicas que utiliza son antiguas y probablemente
similares a las que nuestros ancestros utilizaron miles de años atrás.
Michel Lorblanchet
Creo que la respiración es probablemente la parte más importante del ser humano y el artista, al escupir la pintura está
proyectándose en la superficie de la roca, y durante esta acción se convierte en el caballo; se ha transformado en un
caballo.
Peggy Grove: Cuando uno observa el arte inscrito en las piedras nota que ha sido pintado con las manos, con las
emociones y con la mente del artista que lo creó. Ser testigo del legado de nuestros antepasados en un gran regalo.
Preparado por Jay Greene, Tanya Georgevich y María Paulina Greene, en mayo del 2007, como material de apoyo para el
documental “Becoming Human”. Instituto de Orígenes Humanos de la Universidad Estatal de Arizona, en Tempe, estado de
Arizona.

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