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Lan honek garapen ekonomikoari buruzko gaur egungo teorien bilakaera eta edukia aztertzen du,
eta, horretarako, bi etapatan banatzen ditu, garbi-garbi bereizita: lehena II. Mundu Gerraren amaie-
ratik joan den mendeko 70eko hamarkadaren erdialdera arte zabaltzen da, eta ezaugarri nagusia du
ekonomiaren gorputz nagusitik hainbat teoria bereizi zela; bigarrena, ostera, 70eko hamarkadaren
erdialdetik mende bukaerara arte luzatzen da, eta ortodoxia neoklasikoa berreskuratzen du. Itxuraz
biek egin zutenez porrot, zenbait aldagai instituzionalek garapen ekonomikoaren prozesuan izan du-
ten garrantzia azpimarratu dugu, teoria horietan ez baitzitzaien behar besteko lekua egin.
This paper analyses both, the main theoretical body and the evolution of modern economic
theories on Economic Development at two different stages. The first stage, covers the period from
the end of second World War till the 1970’s, when a complete set of new theories, dealing with the
problem of underdevelopment, and declaring themselves independent of the main body of
economics, appeared; the second one, covering roughly the period from the middle of the 1970’s to
the end of the century, witnesses the comeback of the neoclassical paradigm. Since the results of
both approaches in terms of economic development seem to have been very poor, the importance
of the role played by different institutional variables in the process of development, and that were
neglected in those theoretical attempts, is stressed.
ÍNDICE
15
1. Introducción
2. La aparición de la teoría económica del subdesarrollo
3. La crisis de la Economía del Desarrollo
4. ¿Economía del Desarrollo? La importancia de las variables institucionales
5. A modo de conclusion
Referencias bibliográficas
Palabras clave: Economía del Desarrollo, modelos de acumulación, Escuela Estructuralista, teorías de la de-
pendencia, Consenso de Washington, desigualdad, inestabilidad social, delincuencia, corrup-
ción, capital social
del sector moderno que, al igual que en nar no sólo una mano de obra exce-
los modelos clásicos, se constituyen en el dente sino, sobre todo, un exceden-
motor del desarrollo una vez reinvertidos. te capitalizable sobre el que apoyar
Finalmente, se apuntaba, dada la prácti- el proceso de acumulación.2
ca inexistencia de una clase empresarial
— Finalmente, se otorga un papel fun-
en los países subdesarrollados, y la esca-
damental a la planificación estatal en
sa experiencia con respecto al funciona-
todo el proceso, con prioridad sobre
miento de unos mercados todavía muy in-
la empresa privada y las fuerzas del
cipientes, el sector público tendría que
mercado. Como se apuntó con an-
paliar ambas deficiencias.
terioridad, se partía de la base de
Aun a riesgo de simplificar en exceso, que los mercados carecían del de-
podríamos sintetizar a partir de estas bre- sarrollo suficiente como para funcio-
ves anotaciones sobre el trabajo de Lewis, nar eficientemente, y el desarrollo de
los rasgos fundamentales que habrían de la empresa privada todavía era muy
caracterizar la recién nacida Economía del incipiente. Raro fue, en efecto, el
Desarrollo en su primera etapa: país subdesarrollado que no recurrió
a los planes de desarrollo como ins-
— Se identifica la acumulación de ca-
trumento para la materialización de
pital (inversión) como el elemento
una determinada estrategia.
clave del proceso: en este punto la
Economía del Desarrollo tendía un El proceso de desarrollo se contempla-
puente con los modelos keynesianos ba así, en definitiva, como un proceso de
de crecimiento. De hecho, el modelo acumulación que reposaría sobre la pla-
Harrod-Domar sería incluso utilizado nificación estatal de la industrialización,
en los ejercicios de planificación, con base en el excedente proporcionado
para calcular la tasa de ahorro re- por una agricultura atrasada.
querida a efectos de alcanzar una
Alrededor de este eje central se pue-
determinada tasa de crecimiento.
den articular la casi totalidad de las va-
— Se identifica, asimismo, desarrollo riantes y teorías que aparecieron en aque-
con industrialización: a pesar de las llos años fundacionales, enriqueciendo el
advertencias en contra, por parte del nuevo paradigma: las «trampas» y los
propio Lewis, intuitivamente se lee «círculos viciosos de la pobreza» (Nurske,
donde reza «sector moderno», sec-
tor urbano e industrial; y donde se 2 En efecto, fueron Gustav Ranis y John Fei quie-
ha escrito «sector tradicional», sec- nes pusieron de relieve el hecho de que lo realmen-
tor rural y agrícola. te relevante del modelo de Lewis no era tanto la
existencia de desempleo encubierto en el sector tra-
dicional, cuanto la de un excedente capitalizable
— De la mano de lo anterior, se carac- (diferencia entre lo producido en el sector y el con-
teriza el sector agrícola como un sumo a nivel de subsistencia de sus miembros), que
aumentaría a medida que se produjera el trasvase
sector atrasado, renuente al cambio de población y que podría financiar el proceso de
y poco dispuesto a reaccionar y acumulación en el sector urbano (Ranis y Fei, 1961).
Puede afirmarse, a partir de aquí, que la extracción
aprovechar las posibilidades econó- de este excedente no sólo es necesaria para el fun-
micas que ofrece el proceso de cre- cionamiento del modelo de Lewis, sino que introdu-
ce un componente de violencia institucional ineludi-
cimiento, pero que puede proporcio- ble (Azqueta, 1980).
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica
Kt – Kt – 1 = βk λk Kt – 1 (1)
( )
Yt = 1+ s0 1+ βk λk − 1
t (
β λ +β λ
k k c c ) (4)
Ct – Ct – 1 = βc λc Kt – 1
(2)
β λ
k k
Expresión en la que β es la relación
Ahora bien, si el objetivo del planifica-
producto-capital y λ el porcentaje de la
dor es la maximización de la renta na-
producción de bienes de capital que se
cional en algún momento futuro del tiempo
asigna a cada uno de los dos sectores
(Yt), la recomendación clave del modelo
(λk + λc ≡ 1).
en términos de política económica se des-
La interpretación de estas dos ecuacio- prende del hecho de que:
nes es bien sencilla: el incremento de la
producción en cualquiera de los dos sec- ∂Yt
〉0 si t 〉t * =
(
βc 1+ βk λk )
( )
(5)
tores será función de la inversión que reci- ∂λk βk λk βc λc + βk λk
ba (cantidad de bienes de capital produ-
cidos el año anterior que se le asigne)
multiplicada por la eficiencia con que se 5 s es la tasa de ahorro en el período inicial y se
0
deriva de K0 = s0 Y0 que marca las condiciones ini-
ciales del modelo. Se ha seguido, en este caso, la
4 Aunque ello no impidió que, como tantos otros, formulación que del mismo modelo realizó, en 1953,
cayera víctima de las purgas de Stalin, acusado de el estadístico indio P.C.I. Mahalanobis, presidente de
«excesivamente optimista» y de «deducir tenden- la Comisión de Planificación de su país y que sirvió
cias de largo plazo de modelos abstractos», aun- como soporte teórico al Primer Plan Quinquenal de la
que lograra salvar la vida y morir, aparentemente, India. La única diferencia entre ambos es que mien-
en un campo de concentración. Debido a ello, el tras que Mahalanobis utiliza un sistema de ecuacio-
modelo de Feldman pasó totalmente desapercibido nes en diferencias finitas de primer orden, Feldman
hasta que, ya en la década de los cincuenta, Domar utilizó un sistema de ecuaciones diferenciales tam-
lo rescató del olvido. bién de primer orden.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica
— Por un lado, la que podría considerar- centro. Estos autores (Charles Bettel-
se mayoritaria, hace hincapié en las heim, Bill Warren) mantienen, por tan-
relaciones entre los países imperialis- to, que los países subdesarrollados,
tas y las economías dependientes, y al igual que los desarrollados, han de
en los mecanismos a través de los romper con el sistema capitalista para
cuales los primeros extraen la plusva- superar su situación, y que no existe
lía de los segundos, bloqueando el una convergencia «nacional» de inte-
desarrollo de estos últimos. El inter- reses entre la burguesía y los trabaja-
cambio desigual en el comercio in- dores de los países subdesarrollados.
ternacional (Arghiri Emmanuel, Samir
Este breve repaso de las principales
Amin) es el mecanismo clásico de ex-
tendencias alrededor de las que fue es-
tracción de plusvalía, junto con la in-
tructurándose el pensamiento económico
versión extranjera y la ayuda interna-
sobre la problemática de los países sub-
cional. Los países subdesarrollados y
desarrollados, sin mayores pretensiones,
dependientes sólo podrán plantearse
pone de relieve, sin embargo, que no eran
la superación de su situación si son
teorías, ni propuestas de política económi-
capaces, en primera instancia, de
ca, precisamente lo que faltaba. Lo que,
romper estas relaciones de depen-
aparentemente, brillaba por su ausencia,
dencia, para lo que se justificaría in-
eran los resultados: el desarrollo mismo.7
cluso una alianza entre el proletariado
de estos países y su burguesía: la for-
mación de un frente nacional. En esta
3. LA CRISIS DE LA ECONOMÍA
corriente, que a veces replica el mo-
DEL DESARROLLO
delo centro-periferia también en el in-
terior de las economías subdesarrolla-
A mediados de la década de los 70 del
das (en las que existiría un centro
siglo pasado, las teorías económicas del
subordinado con su propia periferia,
subdesarrollo (básicamente la Economía
como en el modelo de André Gunder
del Desarrollo y las teorías estructuralis-
Frank), el punto central es el del blo-
tas) atravesaron una profundísima crisis
queo del desarrollo de las fuerzas
en la que, no sólo quedaron descalifica-
productivas de la periferia como re-
das las políticas y estrategias de desarro-
sultado de su relación de dependen-
llo propugnadas en los años anteriores,
cia con el centro (Paul Baran).
sino el propio paradigma teórico que las
sustentaba.8
— Por otro lado, una tendencia minorita-
ria, aunque más cercana al pensa-
7 Decimos aparentemente porque es una afirma-
miento de Marx y de los primeros teó-
ción que requiere de fuertes matizaciones, tanto en
ricos del imperialismo, afirma que las términos de lo que realmente se consiguió, como de
relaciones de dependencia entre el lo que era alcanzable con perspectiva histórica, y
de lo que realmente se pretendía conseguir. Estas
centro y la periferia se traducen en ideas están más desarrolladas en Azqueta (1996).
8 La crisis del modelo soviético de industrializa-
que el primero exporta su modelo
ción fue anterior, ya que la India lo abandonó en su
de desarrollo a la segunda: es decir, tercer plan quinquenal y la República Popular China
un desarrollo capitalista distorsionado en 1962, tras un fallido intento por parte del presi-
dente Mao de mantener su vigencia tras la ruptura
y desequilibrado, como el del propio de relaciones con la URSS en 1959.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica
— Cumplimiento de la ley.
15 No se pueden perder de vista, sin embargo, dos
elementos igualmente importantes aunque, en este — Control de la corrupción.
caso, negativos, vinculados al capital social. En primer
lugar, que el capital social (sobre todo el de unión) con-
lleva en sí mismo el fenómeno de la exclusión hacia Es difícil, por supuesto, establecer indi-
quien no pertenece al grupo. En segundo lugar, que cadores cuantitativos, homogéneos y com-
políticas que fomentan la adquisición de capital social
de vinculación y aproximación, pueden tener efectos parables que cubran una muestra significa-
negativos sobre el capital social de unión de distintos tiva de países y permitan establecer las
grupos sociales, al introducir en ellos elementos de di-
ferenciación (Bebbington, 2005). Es por ello importante comparaciones pertinentes, a pesar de los
recordar, como hace Fukuyama (2003) parafraseando avances realizados en muchos de estos
a Schumpeter, la necesidad de una cierta destrucción
creativa del capital social en el proceso de desarrollo. campos. La evidencia empírica existente,
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem
sin embargo, muestra que estos seis in- trialización planificada por el Estado y
dicadores se encuentran fuertemente co- apoyada en el desempleo encubierto y el
rrelacionados entre sí, lo que facilitaría la excedente capitalizable que puede pro-
elección de uno cualquiera como repre- porcionar el sector agrícola. Tras una se-
sentativo del conjunto. Esto es, preci- rie de lustros en los que, aparentemente,
samente, lo que hacen los analistas del no se alcanzan los objetivos propuestos,
Banco Mundial, decantándose por el pe- esta propuesta metodológica entra en cri-
núltimo de ellos: el grado de cumplimiento sis, y es sustituida por una serie de mode-
de la ley. Es más, de acuerdo a Paldam y los y recomendaciones emanados de la
Svendsen (2005), la correlación existente escuela neoclásica (precios relativos,
entre el nivel de capital social (estimado mercado, empresa privada), plasmada en
mediante un indicador de confianza gene- el Consenso de Washington. No puede
ralizada para una muestra de veinte paí- decirse, sin embargo, que este regreso a
ses) y el imperio de la ley es, asimismo, la ortodoxia haya procurado los resulta-
muy elevada. No es de extrañar, por tanto, dos que se buscaban: los países más exi-
la afirmación de Fukuyama (2003, p. 43), tosos se embarcaron en una política de
en el sentido de que «en estos casos promoción de exportaciones muy alejada
[sociedades que carecen de confianza so- del funcionamiento del sistema de merca-
cial], el único enfoque posible para crear do y de unos precios de equilibrio. Por
capital social en toda la sociedad es forta- otro lado, aquellos que las siguieron más
lecer políticamente el imperio de la ley». de cerca obtuvieron resultados, en algu-
A pesar de lo meramente indicativo de este nos casos, muy negativos.
tipo de resultados, el punto que vale la
pena resaltar, en cualquier caso, es impor- Ante esta nueva encrucijada, que pa-
tante: el capital social es muy relevante a la rece haber agotado la validez de las
hora de explicar la riqueza de un país (y, propuestas estrictamente económicas, la
por tanto, su renta futura y sostenible). literatura ha comenzado a centrar su aten-
ción en el marco social, político e institucio-
nal en el que han de aplicarse. Variables
5. A MODO DE CONCLUSIÓN tales como la desigualdad, la inestabilidad
social, la corrupción y la delincuencia, la le-
El análisis económico comienza a ocu- gitimidad (gobernabilidad) o el capital so-
parse de la realidad de las economías cial han pasado a ocupar el primer plano.
subdesarrolladas recién terminada la Partiendo de la base de que son claves
Segunda Guerra Mundial. Durante unos para el éxito de cualquier estrategia de de-
años, la «etapa formativa», aparecen mul- sarrollo, son cada vez más numerosos los
titud de modelos y teorías que, al tiempo estudios que tratan de establecer sus rela-
que tratan de explicar las características ciones de interdependencia, entre sí, y con
diferenciales de los países subdesarrolla- distintas variables económicas, buscando
dos, avanzan distintas estrategias para de esta forma garantizar un marco social e
conseguir el desarrollo. A pesar de sus institucional en el que las distintas políticas
muchas diferencias, hay una coincidencia económicas dirigidas a conseguir el objeti-
casi perfecta en el hecho de que el proce- vo del desarrollo puedan tener alguna via-
so de desarrollo es un proceso de indus- bilidad.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica
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