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La Economía del Desarrollo:

una perspectiva histórica


14
El presente trabajo analiza la evolución y el contenido de las modernas teorías del desarrollo eco-
nómico en dos etapas claramente diferentes. Una primera, que cubre desde finales de la II Guerra
Mundial hasta mediados de la década de los setenta del siglo pasado, caracterizada por la apari-
ción de distintas teorías desgajadas del cuerpo central de la economía, y una segunda que, desde
mediados de la década de los setenta hasta finales de siglo, recupera la ortodoxia neoclásica. A la
vista del aparente fracaso de ambas, se señala la importancia que en el proceso de desarrollo eco-
nómico han tenido una serie de variables institucionales, cuyo papel no fue suficientemente re-
conocido en dichas teorías.

Lan honek garapen ekonomikoari buruzko gaur egungo teorien bilakaera eta edukia aztertzen du,
eta, horretarako, bi etapatan banatzen ditu, garbi-garbi bereizita: lehena II. Mundu Gerraren amaie-
ratik joan den mendeko 70eko hamarkadaren erdialdera arte zabaltzen da, eta ezaugarri nagusia du
ekonomiaren gorputz nagusitik hainbat teoria bereizi zela; bigarrena, ostera, 70eko hamarkadaren
erdialdetik mende bukaerara arte luzatzen da, eta ortodoxia neoklasikoa berreskuratzen du. Itxuraz
biek egin zutenez porrot, zenbait aldagai instituzionalek garapen ekonomikoaren prozesuan izan du-
ten garrantzia azpimarratu dugu, teoria horietan ez baitzitzaien behar besteko lekua egin.

This paper analyses both, the main theoretical body and the evolution of modern economic
theories on Economic Development at two different stages. The first stage, covers the period from
the end of second World War till the 1970’s, when a complete set of new theories, dealing with the
problem of underdevelopment, and declaring themselves independent of the main body of
economics, appeared; the second one, covering roughly the period from the middle of the 1970’s to
the end of the century, witnesses the comeback of the neoclassical paradigm. Since the results of
both approaches in terms of economic development seem to have been very poor, the importance
of the role played by different institutional variables in the process of development, and that were
neglected in those theoretical attempts, is stressed.

Ekonomiaz N.o 64, 1.er cuatrimestre, 2007


Diego Azqueta Oyarzun
Daniel Sotelsek Salem
Universidad de Alcalá

ÍNDICE
15
1. Introducción
2. La aparición de la teoría económica del subdesarrollo
3. La crisis de la Economía del Desarrollo
4. ¿Economía del Desarrollo? La importancia de las variables institucionales
5. A modo de conclusion
Referencias bibliográficas

Palabras clave: Economía del Desarrollo, modelos de acumulación, Escuela Estructuralista, teorías de la de-
pendencia, Consenso de Washington, desigualdad, inestabilidad social, delincuencia, corrup-
ción, capital social

N.o de clasificación JEL: O20; B29

1. INTRODUCCIÓN y desgajado de la economía neoclásica,


entra en crisis a comienzos de los años
El análisis económico se ha preocupa- setenta del siglo pasado. Como resultado
do de la realidad de lo que hoy llamamos de la misma, será la economía neoclásica
economías subdesarrolladas sólo muy re- la que tomará el relevo, desarrollando una
cientemente. Con anterioridad a la II Gue- serie de modelos y propuestas que, una
rra Mundial no existen, prácticamente, re- vez adoptados por las principales institu-
flexiones teóricas estructuradas sobre ciones económicas internacionales (FMI,
esta problemática. La situación, sin em- Banco Mundial), desembocarán en el
bargo, experimenta un giro dramático en Consenso de Washington. De nuevo, sin
la inmediata posguerra, y se suceden las embargo, los resultados no parecen ava-
teorías que, al tiempo que buscan descri- lar este marcado cambio de rumbo y, ante
bir la realidad de los países subdesarrolla- esta constatación, desde la última década
dos como algo diferenciado a la de los del siglo XX el énfasis comienza a ponerse
países desarrollados, avanzan diversas en la importancia de las variables socia-
recomendaciones para tratar de superar les, políticas e institucionales que carac-
la situación de pobreza y atraso relativo. terizan el contexto en el que se han de
Es la denominada «etapa formativa», en enmarcar las distintas estrategias de de-
la que aparecerán las distintas «teorías sarrollo.
magnas» (por la generalidad de sus pro-
posiciones) del desarrollo. Este cuerpo teó- El propósito de estas líneas es el de
rico, articulado en cuatro grandes líneas, mostrar que el fracaso de las distintas es-

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trategias de desarrollo experimentadas se mías maduras, desarrolladas: si bien


debe, en gran parte, al olvido de estas va- Adam Smith menciona, de pasada, el
riables institucionales. Para ello se encuen- caso de aquellos países que, como Chi-
tra estructurado como sigue. La primera na, alcanzan el estado estacionario antes
sección presenta las denominadas «teo- de haber explotado todas las potenciali-
rías magnas» del desarrollo, agrupadas en dades de su territorio, no les presta ma-
cuatro grandes familias: la Economía del yor atención. Por su parte, Carlos Marx
Desarrollo, los modelos de acumulación se refiere al caso de la India (en sus ar-
acelerada, la Escuela Estructuralista de la tículos en el New York Daily Tribune) y al
CEPAL, y las diversas teorías de la de- de las economías precapitalistas en ge-
pendencia. La segunda sección aborda neral (en el prólogo al primer volumen de
el análisis de la crisis que se produce, en El Capital) para señalar que las econo-
este cuerpo teórico, a mediados de la dé- mías capitalistas muestran su futuro a las
cada de los setenta del siglo pasado, y la atrasadas, algo que no aceptarían la ma-
irrupción en escena de la economía neo- yoría de sus seguidores en el siglo XX,
clásica, con un nuevo conjunto de reco- aunque sí autores como Lenin (en el
mendaciones de política económica. La «Desarrollo del capitalismo en Rusia» o
tercera sección introduce un elemento en el «Imperialismo fase superior del ca-
fundamental para explicar el aparente fra- pitalismo»)1. En cualquier caso, se trata
caso de todas estas concepciones: la va- igualmente de planteamientos que, si no
riables institucionales. Finalmente el tra- enteramente marginales, distan mucho
bajo se cierra con unas conclusiones. de tener una identidad propia en el cuer-
po central de su doctrina. Lo mismo pue-
de decirse de las escuelas neoclásica y
2. LA APARICIÓN DE LA TEORÍA keynesiana, como tendremos ocasión de
ECONÓMICA DEL SUBDESARROLLO ver más adelante.
Dos acontecimientos, combinados, van
La reflexión específica, desde una
a explicar la aparición de un súbito inte-
perspectiva económica, sobre los proble-
rés con respecto a la realidad, hasta en-
mas de las economías atrasadas no apa-
tonces poco menos que olvidada, de las
rece sino hasta finalizada la Segunda
economías subdesarrolladas: la llegada a
Guerra Mundial. En efecto, si bien es in-
la independencia política de un número
dudable que con anterioridad han apare-
cido, ciertamente, trabajos que tienen
como objeto de estudio la realidad de los
1 Con respecto a la postura de Marx, algunos au-
entonces llamados países pobres, atrasa- tores afirman que realmente podría hablarse de dos
dos o, simplemente, colonias, las gran- posturas claramente diferenciadas. La primera, ex-
puesta aquí, y en la que el desarrollo del capitalis-
des escuelas de pensamiento (clásica, mo se extendería a las colonias precisamente de la
marxista, neoclásica o keynesiana) no mano de sus relaciones con la metrópoli. La segun-
da, propia de sus escritos más tardíos, posteriores a
dedicaron una especial atención a este 1875, en los que esta visión deja paso a una con-
problema. Las escuelas clásica y marxis- cepción más pesimista y más congruente con lo
que, como se verá más adelante, constituye la línea
ta se ocupan, indudablemente, de los fundamental de pensamiento de las teorías tercer-
problemas del crecimiento a largo plazo, mundistas del imperialismo: el bloqueo del desarro-
llo de las fuerzas productivas en las colonias (véa-
pero lo hacen en el contexto de econo- se, por ejemplo, Bustelo, 1998, cap. 4).
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considerable de las antiguas colonias, a toda una trayectoria dedicada al estu-


junto con el hecho de que el mundo cami- dio de la problemática de los países sub-
na hacia una división en dos bloques desarrollados, coincidía con el 25 aniver-
competitivos, que tratarán de atraer a los sario de la publicación de un artículo que
nuevos países a su órbita de influencia. Si se revelaría clave en el desarrollo de la
a ello se une que los países adelantados nueva disciplina: Economic development
entran, una vez terminada la guerra y con- with unlimited supply of labour, publicado
tra todo pronóstico, en una senda de cre- en la revista de la universidad de Man-
cimiento equilibrado con pleno empleo y chester (Lewis, 1954). En él, Lewis, par- 17
sin inflación, que les permite ocuparse de tiendo de la división de los países subde-
los problemas ajenos, las condiciones es- sarrollados en dos sectores («moderno» y
tán dadas para que se produzca, a todos «tradicional»), desarrollaba el concepto
los niveles (político, académico e institu- de «desempleo encubierto» en ese últi-
cional), un auge del interés por los proble- mo: trabajadores con una productividad
mas del mundo subdesarrollado. marginal muy baja, nula o incluso negati-
va. Esta constatación, unida al hecho de
Aunque son numerosos tanto los autores
que no podía mantenerse en estas cir-
como las teorías que desde finales de los
cunstancias una remuneración de la mano
años cuarenta se ocupan de los problemas
de obra que la igualara a la productividad
de estos países, podrían identificarse, a
marginal, le llevaba a afirmar que la eco-
efectos de facilitar el análisis, cuatro gran-
nomía convencional de la época (funda-
des líneas de pensamiento que cristaliza-
mentalmente keynesiana y, en menor me-
rán en esta denominada «etapa formativa»
dida, neoclásica), no era de utilidad para
de la teoría económica del subdesarrollo, y
entender el funcionamiento de las econo-
que darán lugar a la aparición de distintas
mías subdesarrolladas. Si había de bus-
«teorías magnas» del desarrollo:
carse alguna fuente de inspiración, la eco-
— La Economía del Desarrollo. nomía clásica ofrecía un campo mucho
más prometedor (recuerde el lector la de-
— Los modelos de acumulación acele-
terminación en ella de los salarios como
rada.
una variable exógena al modelo, y a nivel
— La Escuela Estructuralista de la de subsistencia), aunque lo mejor era co-
CEPAL. menzar prácticamente de cero y construir
un nuevo paradigma para abordar la pro-
— Las distintas teorías de la dependen-
blemática del subdesarrollo.
cia.
Vale la pena analizar brevemente cada En un terreno más aplicado, el artículo
una de ellas por separado. de Lewis planteaba una posibilidad cier-
tamente interesante: la utilización de esta
mano de obra encubiertamente desem-
2.1. La Economía del Desarrollo pleada en el sector tradicional para el de-
sarrollo del sector moderno. El trasvase
En 1979, W. A. Lewis recibía el pre- de estos trabajadores a un precio cons-
mio Nobel de Economía (compartido con tante (y próximo al salario de subsisten-
T. Schultz). La distinción, reconocimiento cia) permitiría incrementar los beneficios
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del sector moderno que, al igual que en nar no sólo una mano de obra exce-
los modelos clásicos, se constituyen en el dente sino, sobre todo, un exceden-
motor del desarrollo una vez reinvertidos. te capitalizable sobre el que apoyar
Finalmente, se apuntaba, dada la prácti- el proceso de acumulación.2
ca inexistencia de una clase empresarial
— Finalmente, se otorga un papel fun-
en los países subdesarrollados, y la esca-
damental a la planificación estatal en
sa experiencia con respecto al funciona-
todo el proceso, con prioridad sobre
miento de unos mercados todavía muy in-
la empresa privada y las fuerzas del
cipientes, el sector público tendría que
mercado. Como se apuntó con an-
paliar ambas deficiencias.
terioridad, se partía de la base de
Aun a riesgo de simplificar en exceso, que los mercados carecían del de-
podríamos sintetizar a partir de estas bre- sarrollo suficiente como para funcio-
ves anotaciones sobre el trabajo de Lewis, nar eficientemente, y el desarrollo de
los rasgos fundamentales que habrían de la empresa privada todavía era muy
caracterizar la recién nacida Economía del incipiente. Raro fue, en efecto, el
Desarrollo en su primera etapa: país subdesarrollado que no recurrió
a los planes de desarrollo como ins-
— Se identifica la acumulación de ca-
trumento para la materialización de
pital (inversión) como el elemento
una determinada estrategia.
clave del proceso: en este punto la
Economía del Desarrollo tendía un El proceso de desarrollo se contempla-
puente con los modelos keynesianos ba así, en definitiva, como un proceso de
de crecimiento. De hecho, el modelo acumulación que reposaría sobre la pla-
Harrod-Domar sería incluso utilizado nificación estatal de la industrialización,
en los ejercicios de planificación, con base en el excedente proporcionado
para calcular la tasa de ahorro re- por una agricultura atrasada.
querida a efectos de alcanzar una
Alrededor de este eje central se pue-
determinada tasa de crecimiento.
den articular la casi totalidad de las va-
— Se identifica, asimismo, desarrollo riantes y teorías que aparecieron en aque-
con industrialización: a pesar de las llos años fundacionales, enriqueciendo el
advertencias en contra, por parte del nuevo paradigma: las «trampas» y los
propio Lewis, intuitivamente se lee «círculos viciosos de la pobreza» (Nurske,
donde reza «sector moderno», sec-
tor urbano e industrial; y donde se 2 En efecto, fueron Gustav Ranis y John Fei quie-
ha escrito «sector tradicional», sec- nes pusieron de relieve el hecho de que lo realmen-
tor rural y agrícola. te relevante del modelo de Lewis no era tanto la
existencia de desempleo encubierto en el sector tra-
dicional, cuanto la de un excedente capitalizable
— De la mano de lo anterior, se carac- (diferencia entre lo producido en el sector y el con-
teriza el sector agrícola como un sumo a nivel de subsistencia de sus miembros), que
aumentaría a medida que se produjera el trasvase
sector atrasado, renuente al cambio de población y que podría financiar el proceso de
y poco dispuesto a reaccionar y acumulación en el sector urbano (Ranis y Fei, 1961).
Puede afirmarse, a partir de aquí, que la extracción
aprovechar las posibilidades econó- de este excedente no sólo es necesaria para el fun-
micas que ofrece el proceso de cre- cionamiento del modelo de Lewis, sino que introdu-
ce un componente de violencia institucional ineludi-
cimiento, pero que puede proporcio- ble (Azqueta, 1980).
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Rosestein-Rodan), el «crecimiento equili- experiencia cuyos resultados, sin embar-


brado» (Rosenstein-Rodan), el «esfuerzo go, no podían pasar desapercibidos para
crítico mínimo» o el big push (Leibenstein), los planificadores del desarrollo en los
el «crecimiento desequilibrado y los sec- nuevos países independientes: aquella
tores pautadores» (Hirschman), los «polos que había llevado a la recién formada
de desarrollo» (Perroux), la selección de Unión Soviética a ser la segunda poten-
técnicas (Dobb, Sen), etc. La «teoría de cia mundial. Lo que aparecía a primera
las etapas» de Rostow, o teoría del «des- vista era que la URSS había sido ca-
pegue», quizá sea el mejor resumen, a nivel paz, en muy pocos años, de alcanzar 19
muy simplificado, de esta forma de ver las ese estatus, a través de un proceso de
cosas (el lector interesado encontrará los planificación (planes quinquenales)
textos fundamentales de los autores men- centrado en la industrialización del país.
cionados reproducidos en Meier, 1970). Teniendo en cuenta el desconocimiento
existente entonces sobre los costes so-
Ahora bien, observado con cierto deta-
ciales del experimento, no es de extrañar
lle, el proceso de desarrollo que plantea-
que éste se convirtiera en un poderoso
ban estos autores, por lo menos en las
foco de atracción y de emulación para
primeras etapas, era ciertamente descon-
muchos países, y no sólo de la órbita so-
solador: el principio básico del éxito de la
cialista. De hecho, tanto la República Po-
estrategia era el de que ni los campesinos
pular China, como la India, seguirían muy
ni los trabajadores industriales debían me-
de cerca este modelo en sus primeros
jorar su nivel de vida en el proceso, pues
planes quinquenales. Vale la pena, por
ello conspiraría contra los beneficios y su
tanto, analizar siquiera brevemente las
reinversión. Se detectaba, por tanto, a cor-
principales características de esta estra-
to plazo, una contradicción entre consumo
tegia de industrialización de la mano del
(satisfacción de las necesidades presen-
modelo que mejor la resume: el debido a
tes) e inversión (consumo futuro); una con-
G. A. Feldman.
tradicción entre crecimiento, por un lado, y
mejoras en la distribución de la renta, por
Cuando Feldman publicó en la revista
otro, a pesar de que el desarrollo se hubie-
oficial del Gosplan, en 1928, un artículo
ra definido, precisamente, como «creci-
(en dos partes) sobre las tasas de creci-
miento más redistribución».
miento de la renta nacional, el debate so-
bre la industrialización en la URSS, uno
de los períodos más fructíferos en la his-
2.2. Los modelos de acumulación
toria del pensamiento económico sobre
acelerada: el modelo soviético
los problemas del desarrollo y la acumu-
de industrialización3
lación, había llegado a su fin. El hecho de
que este trabajo, en el que se encontraba
Muchos años antes, y con una mínima
la justificación teórica de la estrategia
repercusión en el ámbito de la teoría
que se seguiría en los sucesivos planes
económica, se había desarrollado una
quinquenales, comenzando por el prime-
ro, hubiera visto finalmente la luz, era un
3 Este apartado se apoya fundamentalmente en
buen indicador del tipo de posturas que
Azqueta (2003). finalmente habían prevalecido.
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Feldman procuró, a la hora de formular utilicen dichos bienes de capital (relación


su modelo, ceñirse a la más estricta orto- producto-capital). El factor trabajo no apa-
doxia marxista.4 En el ámbito de una eco- rece pues como una limitante en el proce-
nomía cerrada, con ausencia de progreso so de crecimiento ya que Feldman, en línea
tecnológico y depreciación de los bienes con las teorías de Strumilin, consideraba
de capital, dividía la economía en dos sec- que la economía soviética se encontraba
tores industriales: K, productor de bienes caracterizada por lo que años más tarde,
de capital (maquinaria) y C, productor de como hemos visto, se denominaría «de-
bienes de consumo. Suponía, asimismo, sempleo encubierto»: trabajadores agríco-
que las máquinas producidas en el sector las cuya productividad marginal es cero.
K podrían emplearse indistintamente en el
Si a las dos ecuaciones anteriores se
propio sector K (para producir más máqui-
une la siguiente, relativa a la evolución de
nas) o en el sector C (para ampliar la pro-
la renta nacional (Y):
ducción de bienes de consumo), pero que
una vez instaladas en uno de los dos sec- Yt – Yt-1 = Kt – Kt-1 + Ct – Ct-1 (3)
tores ya no podían desplazarse al otro.
y se resuelve el sistema de ecuaciones
Partiendo de esta base, sus dos ecua-
anterior en diferencias finitas de primer
ciones fundamentales de crecimiento
orden, se llega a la expresión clave del
eran las siguientes:
modelo de Feldman:5

Kt – Kt – 1 = βk λk Kt – 1 (1) 

( )
Yt = 1+ s0  1+ βk λk − 1 
t (
 β λ +β λ
k k c c )   (4)
Ct – Ct – 1 = βc λc Kt – 1    
(2)
   β λ  
k k

Expresión en la que β es la relación
Ahora bien, si el objetivo del planifica-
producto-capital y λ el porcentaje de la
dor es la maximización de la renta na-
producción de bienes de capital que se
cional en algún momento futuro del tiempo
asigna a cada uno de los dos sectores
(Yt), la recomendación clave del modelo
(λk + λc ≡ 1).
en términos de política económica se des-
La interpretación de estas dos ecuacio- prende del hecho de que:
nes es bien sencilla: el incremento de la
producción en cualquiera de los dos sec- ∂Yt
〉0 si t 〉t * =
(
βc 1+ βk λk )
( )
(5)
tores será función de la inversión que reci- ∂λk βk λk βc λc + βk λk
ba (cantidad de bienes de capital produ-
cidos el año anterior que se le asigne)
multiplicada por la eficiencia con que se 5 s es la tasa de ahorro en el período inicial y se
0
deriva de K0 = s0 Y0 que marca las condiciones ini-
ciales del modelo. Se ha seguido, en este caso, la
4 Aunque ello no impidió que, como tantos otros, formulación que del mismo modelo realizó, en 1953,
cayera víctima de las purgas de Stalin, acusado de el estadístico indio P.C.I. Mahalanobis, presidente de
«excesivamente optimista» y de «deducir tenden- la Comisión de Planificación de su país y que sirvió
cias de largo plazo de modelos abstractos», aun- como soporte teórico al Primer Plan Quinquenal de la
que lograra salvar la vida y morir, aparentemente, India. La única diferencia entre ambos es que mien-
en un campo de concentración. Debido a ello, el tras que Mahalanobis utiliza un sistema de ecuacio-
modelo de Feldman pasó totalmente desapercibido nes en diferencias finitas de primer orden, Feldman
hasta que, ya en la década de los cincuenta, Domar utilizó un sistema de ecuaciones diferenciales tam-
lo rescató del olvido. bién de primer orden.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

En otras palabras, si el período de plani- do ural-siberiano», que no era sino una


ficación es lo suficientemente largo (t > t*), combinación de entregas obligatorias de
el planificador habrá de conseguir que λk la producción más la colectivización forza-
sea lo más alta posible: producir maquina- da de la agricultura. Los costes sociales y
ria para producir más maquinaria. humanos de todo tipo que esta política
conllevó son hoy mucho mejor conocidos,
Ahora bien, la historia es algo más
y permiten situar en un contexto mucho
complicada. El sector agrícola jugaba un
más riguroso los logros de la industrializa-
papel mucho más relevante que el que se
ción soviética en aquel período. 21
le atribuía explícitamente en el modelo, y
el debate previo a la publicación del tra- Es de notar, sin embargo, la similitud
bajo de Feldman había sido testigo de de este planteamiento con el anterior: en
ello. En efecto: la industria necesita traba- ambos casos se contempla un proceso
jadores, pero éstos, a su vez, necesitan de acumulación financiado por la agri-
ser alimentados y, en una economía ce- cultura, que alimenta la reinversión co-
rrada, los alimentos sólo pueden provenir rrespondiente en el sector industrial,
del sector agrícola. ¿Estaba el sector sacrificando tanto el consumo como las
agrícola en disposición de proporcionar mejoras en la distribución de la renta. La
el excedente de su producción necesario teoría económica del subdesarrollo, en
para alimentar a los trabajadores indus- sus dos primeras variantes, era, en efec-
triales del sector urbano? ¿Cómo conse- to, una economía de oferta y, como tal, se
guiría el Estado trasladar este excedente planteaba solucionar el estrangulamiento
de un sector a otro? que impedía aumentar la capacidad de
producción de la economía (que no era
Por otro lado, la sorprendente ausencia
otro que el ahorro y la inversión), dando
de la tasa de ahorro en la ecuación de
por supuesto que la demanda jugaba un
Feldman (obsérvese que so sólo determina
papel secundario y adaptativo. La mejora
las condiciones de partida) no implicaba,
en las condiciones de vida de la pobla-
en absoluto, que la tasa de crecimiento de
ción se produciría, a medio plazo, gracias
la renta nacional fuera independiente del
al efecto «desbordamiento» (spill over)
valor que alcanzara la misma. Lo que la
de las políticas seguidas. En este sentido,
expresión (4) está indicando, implícitamen-
el modelo de acumulación soviético no
te, es que cualquiera que sea la tasa de
hacía sino añadir un nuevo componente
ahorro nacional necesaria para financiar el
al planteamiento anterior, el énfasis en la
proceso de acumulación emprendido, el
industria pesada, y hacer más explícita la
Estado estará en disposición de forzarla
fuente de financiación del mismo: la ex-
sobre la población. ¿Cómo? Precisamente
plotación de la agricultura.
imponiendo al sector agrícola el sacrificio
necesario y extrayendo del mismo el exce-
dente capitalizable correspondiente sin 2.3. La Escuela Estructuralista
contrapartida. Y esta fue la política que im- de la CEPAL
puso Stalin al lanzar el Primer Plan Quin-
quenal: una vez consolidado su poder, A comienzos de la década de los cin-
adoptó las llamadas «medidas extraordi- cuenta del siglo pasado se reúne en San-
narias», también conocidas como «méto- tiago de Chile, en el seno de la Comisión
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Económica para América Latina y el Cari- inflacionistas recurrentes en el área,


be de Naciones Unidas (CEPAL), un gru- y en contraposición a las teorías mo-
po de economistas latinoamericanos, en- netaristas convencionales. Si bien se
cabezados por Raúl Prebisch, su primer acepta que la inflación tiene un indu-
secretario ejecutivo, que formarán una de dable componente monetario (sin el
las escuelas de pensamiento económico aumento de la oferta monetaria no
más influyentes de su época: la Escuela podría desarrollarse), se afirma que
Estructuralista.6 sus causas últimas no lo son, sino
que reposan en las características
El pensamiento que articularon autores
estructurales de la economía: la con-
como Juan Noyola, Aníbal Pinto, Oswaldo
centración en la distribución de la
Sunkel, Celso Furtado etc., se apoyaba
tierra, el atraso del sistema fiscal, la
en cuatro pilares básicos:
rigidez de la estructura de la balan-
— Una concepción bipolar del mundo za de pagos, etc.
económico y social, dividido en un
— La «industrialización sustitutiva de im-
«centro», en el que reside el poder y
portaciones» como salida del subde-
se toman las decisiones fundamen-
sarrollo y la dependencia económica.
tales, y una «periferia» subordinada
y dependiente. Una concepción que Esta sustitución de importaciones ha-
también sería recogida por Gunnar bía tenido lugar de forma espontánea en
Myrdal, asimismo premio Nobel de algunos países de América Latina como
Economía, en su teoría de la causa- resultado de la Gran Depresión (en la que
ción acumulativa. la capacidad de importar de la región se
redujo drásticamente como resultado de
— La negación de los postulados de la
la contracción del comercio internacional
teoría clásica del comercio interna-
y la caída del precio de las materia pri-
cional y de las ventajas comparativas
mas), y de la Segunda Guerra Mundial
(Ricardo, Heckscher-Ohlin, Stolper-
(cuando la capacidad de importar era
Samuelson), a partir de la formulación,
muy alta, dada la demanda de materias
por parte de Prebisch y Hans Singer,
primas por parte de los países beligeran-
de la teoría del deterioro secular de los
tes, pero los países proveedores de pro-
términos de intercambio. De acuerdo
ductos manufacturados no podían seguir
a esta teoría, los países de la periferia
proporcionándolos por estar sumidos en
se veían sistemáticamente perjudica-
el esfuerzo bélico). Ahora, sin embargo,
dos en el comercio internacional tanto
se convertía en una estrategia de desa-
en su calidad de exportadores de ma-
rrollo, apoyada en la política arancelaria y
terias primas como por el simple he-
la utilización de tipos de cambio diferen-
cho de pertenecer a la periferia.
ciales. Es de notar, además, que estos
— La teoría de la inflación estructural, postulados venían reforzados por una se-
como explicación de los fenómenos rie de modelos desarrollados en el seno
del Banco Mundial y, más concretamen-
te, por Hollis Chenery, director de estu-
6 Para mayor información al respecto puede con-
dios de la entidad, que también apunta-
sultarse Kay (1989), especialmente el capítulo 2, o
Bustelo (1998), capítulo 15. ban, como origen de los problemas de
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

balanza de pagos en estas economías, a de una determinada estrategia de desa-


una serie de deficiencias estructurales rrollo), en las diversas teorías de la de-
que impedían transformar ahorro interno pendencia es la caracterización cuidado-
en divisas: los modelos de «las dos bre- sa de las causas del subdesarrollo la que
chas», llamados así porque a la brecha ocupa el grueso de las reflexiones pro-
del ahorro se unía ahora la brecha de las pias de esta tendencia.
divisas. Estos modelos jugarían un papel
Con algunas excepciones (la propia Es-
muy relevante en el renacimiento de esta
cuela Estructuralista), estas teorías se ins- 23
escuela en los años ochenta (el neoes-
criben dentro del marco de la economía
tructuralismo), de la mano de autores
marxista. Ahora bien, como ya se indicó
como Edmar Bacha o Lance Taylor.
anteriormente, Marx no dedicó mucha aten-
En cualquier caso, y siguiendo en la tó- ción a la situación de las economías sub-
nica anterior, la Escuela de la CEPAL desarrolladas (colonias), y cuando lo hizo
también proponía un proceso de indus- fue para afirmar, en términos generales,
trialización en el que el Estado debía lle- que seguirían el mismo camino que las
var la voz cantante, si bien con un marca- economías desarrolladas (metrópolis): el
do énfasis en la producción de bienes de capitalismo terminaría por imponerse, en su
consumo («textiles primero») y, en un opinión, a las formaciones sociales anterio-
contexto más populista, prometiendo una res al mismo (el feudalismo y el «modo de
mejora de los niveles de vida de la po- producción asiático»). Las teorías marxis-
blación desde un principio. De lo que no tas del imperialismo, como terminó por co-
cabe duda es de que, al igual que en las nocerse el fenómeno, surgen con fuerza en
otras dos estrategias, la agricultura apa- la etapa anterior a la Primera Guerra Mun-
recía no sólo en un papel claramente su- dial de la mano de autores como Lenin,
bordinado, sino que ella sería la gran sa- Rosa Luxemburgo o Rudolf Hilferding pero,
crificada del proceso (junto con el sector de nuevo, con una característica muy pe-
exportador): dentro de cada país, y como culiar: son teorías eurocéntricas, es decir,
resultado de la política sustitutiva de im- que tienen como objeto de estudio el com-
portaciones, el deterioro de los términos portamiento de las economías capitalistas
de intercambio del sector agrícola con avanzadas. Al igual que ocurre con la eco-
respecto al industrial fue superior al que nomía convencional, también en esta esfe-
Prebisch había denunciado entre los paí- ra se produce un cambio significativo tras
ses del centro y la periferia. la Segunda Guerra Mundial, con la llegada
a la independencia de multitud de naciones
subdesarrolladas que reclaman una aten-
2.4. Las teorías de la dependencia ción que se les venía negando (como ilus-
tran, por ejemplo, las quejas reiteradas de
A diferencia de los tres casos anterio- la delegación india en el seno de la II Inter-
res, en los que una cierta caracterización nacional), y que da lugar a la aparición de
de las economías subdesarrolladas, más las teorías tercermundistas del imperialismo
bien descriptiva, desemboca inmedia- en la órbita marxista. Dentro de éstas, sin
tamente en un conjunto de recomenda- embargo, es posible identificar dos tenden-
ciones de política económica (el diseño cias claramente diferenciadas:
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

— Por un lado, la que podría considerar- centro. Estos autores (Charles Bettel-
se mayoritaria, hace hincapié en las heim, Bill Warren) mantienen, por tan-
relaciones entre los países imperialis- to, que los países subdesarrollados,
tas y las economías dependientes, y al igual que los desarrollados, han de
en los mecanismos a través de los romper con el sistema capitalista para
cuales los primeros extraen la plusva- superar su situación, y que no existe
lía de los segundos, bloqueando el una convergencia «nacional» de inte-
desarrollo de estos últimos. El inter- reses entre la burguesía y los trabaja-
cambio desigual en el comercio in- dores de los países subdesarrollados.
ternacional (Arghiri Emmanuel, Samir
Este breve repaso de las principales
Amin) es el mecanismo clásico de ex-
tendencias alrededor de las que fue es-
tracción de plusvalía, junto con la in-
tructurándose el pensamiento económico
versión extranjera y la ayuda interna-
sobre la problemática de los países sub-
cional. Los países subdesarrollados y
desarrollados, sin mayores pretensiones,
dependientes sólo podrán plantearse
pone de relieve, sin embargo, que no eran
la superación de su situación si son
teorías, ni propuestas de política económi-
capaces, en primera instancia, de
ca, precisamente lo que faltaba. Lo que,
romper estas relaciones de depen-
aparentemente, brillaba por su ausencia,
dencia, para lo que se justificaría in-
eran los resultados: el desarrollo mismo.7
cluso una alianza entre el proletariado
de estos países y su burguesía: la for-
mación de un frente nacional. En esta
3. LA CRISIS DE LA ECONOMÍA
corriente, que a veces replica el mo-
DEL DESARROLLO
delo centro-periferia también en el in-
terior de las economías subdesarrolla-
A mediados de la década de los 70 del
das (en las que existiría un centro
siglo pasado, las teorías económicas del
subordinado con su propia periferia,
subdesarrollo (básicamente la Economía
como en el modelo de André Gunder
del Desarrollo y las teorías estructuralis-
Frank), el punto central es el del blo-
tas) atravesaron una profundísima crisis
queo del desarrollo de las fuerzas
en la que, no sólo quedaron descalifica-
productivas de la periferia como re-
das las políticas y estrategias de desarro-
sultado de su relación de dependen-
llo propugnadas en los años anteriores,
cia con el centro (Paul Baran).
sino el propio paradigma teórico que las
sustentaba.8
— Por otro lado, una tendencia minorita-
ria, aunque más cercana al pensa-
7 Decimos aparentemente porque es una afirma-
miento de Marx y de los primeros teó-
ción que requiere de fuertes matizaciones, tanto en
ricos del imperialismo, afirma que las términos de lo que realmente se consiguió, como de
relaciones de dependencia entre el lo que era alcanzable con perspectiva histórica, y
de lo que realmente se pretendía conseguir. Estas
centro y la periferia se traducen en ideas están más desarrolladas en Azqueta (1996).
8 La crisis del modelo soviético de industrializa-
que el primero exporta su modelo
ción fue anterior, ya que la India lo abandonó en su
de desarrollo a la segunda: es decir, tercer plan quinquenal y la República Popular China
un desarrollo capitalista distorsionado en 1962, tras un fallido intento por parte del presi-
dente Mao de mantener su vigencia tras la ruptura
y desequilibrado, como el del propio de relaciones con la URSS en 1959.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

El motivo: las condiciones de vida de la La escuela que en los años cincuenta y


población daban la sensación de no me- principios de los sesenta había quedado
jorar, aparecían problemas de paro des- como el último reducto de la ortodoxia en
conocidos hasta entonces, y al fenómeno una economía predominantemente key-
de la pobreza se unía ahora un proble- nesiana, la Escuela de Chicago, había
ma de marginación y exclusión social que terminado por convertirse en hegemóni-
lo hacía cualitativamente diferente. Las ca. Los economistas neoclásicos, como
sociedades subdesarrolladas se habían ya se apuntó, y salvo contadas excepcio-
transformado profundamente, ocupando nes, no habían prestado particular aten- 25
los procesos migratorios del campo a la ción a la problemática del subdesarrollo,
ciudad y el crecimiento del sector infor- ocupados como estaban en afirmar sus
mal en estas últimas, un lugar muy desta- posiciones en el campo de la macroeco-
cado. La aparición de toda una línea de nomía y, por extensión, la reivindicación
pensamiento (y de política) que centraba del papel del mercado y la libertad eco-
el énfasis en la satisfacción de las «nece- nómica en el de la asignación de recur-
sidades básicas» y en el «crecimiento sos. Esta falta de atención, así como la
con equidad», ponía de relieve que los adopción de una estrategia más bien de-
problemas básicos de la pobreza y la fensiva, habían permitido el desarrollo teó-
mejora en las condiciones de vida esta- rico tanto latinoamericano (Escuela de la
ban lejos de solucionarse. CEPAL) como anglosajón (Economía del
Desarrollo) sin graves interferencias, sal-
La necesidad de impulsar una estrate-
vo en un campo específico: la teoría de la
gia de satisfacción de las necesidades bá-
inflación. Ocupados en otros menesteres,
sicas, así como el crecimiento exponencial
los economistas de la Escuela de Chica-
del sector informal mostraban, en efecto,
go podían observar con cierto distancia-
que los aspectos claves de la caracteriza-
miento una rama del pensamiento econó-
ción del equilibrio interno de la economía,
mico que, si bien separada del tronco
así como de su proceso de transición or-
común del neoclasicismo, no planteaba
denada, estaban lejos de cumplirse. Los
una alternativa abierta al tipo de proble-
crecientes problemas de balanza de pa-
mas que a ella le ocupaban de manera
gos, que desembocaron en el inicio de
más urgente: la gestión micro y macroe-
los procesos de endeudamiento, hacían
conómica de las economías avanzadas.
lo propio con los aspectos relativos al
Ahora bien, en el caso de la inflación, el
equilibrio externo. Los dos pilares sobre
terreno de confrontación era claramente
los que se sustentaban la caracterización
común, y ello probablemente invitaba a
del problema y la estrategia recomenda-
no dejar pasar sin más una explicación
da para superarlo (dualismo y política
del fenómeno (la teoría de la «inflación
sustitutiva de importaciones: crecimiento
estructural») que negaba la esencia del
hacia adentro) parecían tambalearse se-
paradigma neoclásico: la vigencia estric-
riamente.
ta de la teoría cuantitativa del dinero que
Vale la pena recordar, al mismo tiem- Keynes, finalmente, había abandonado
po, el cambio de actitud de la economía en la Teoría General, tras los fallidos in-
neoclásica con respecto a la problemáti- tentos del Tract on Monetary Reform
ca del subdesarrollo en general. (1923) y el Treatise on Money (1930), y
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

cuya vigencia la Escuela de Chicago ha- subdesarrollo, reivindicando el papel del


bía mantenido como uno de los núcleos mercado y los precios en la asignación
fundamentales de su propuesta. De esta de recursos (get the prices right); el de la
forma, una de las polémicas más ácidas empresa privada como motor del creci-
que estallaron en la década de los sesen- miento; la plena vigencia de las ventajas
ta fue la que enfrentó, con respecto al ori- comparativas en el comercio interna-
gen de la inflación, a los «estructuralis- cional; la teoría monetaria de la inflación
tas» de la CEPAL con los «monetaristas» con su correspondiente énfasis en el
de la Escuela de Chicago. equilibrio presupuestario, etc. En definiti-
va, un regreso en toda regla al monismo
Ahora bien, con el transcurso del
metodológico que, con el apoyo de las
tiempo y el afianzamiento de la escuela
principales instituciones internacionales
neo-neoclásica de pensamiento, que
(Fondo Monetario Internacional, Banco
abandona su reducto de Chicago y ex-
Mundial), desembocará en el llamado
tiende su influencia por todo el mundo
«Consenso de Washington».
hasta hacerse ella misma, a su vez, he-
gemónica, lo que había sido el empeño No obstante, y analizado en perspecti-
de unos pocos autores (el ya menciona- va, aun con las limitaciones del caso, este
do Theodor Schultz, más Arnold Harber- retorno a la ortodoxia neoclásica en el
ger, lord Bauer, de la Universidad de campo de la economía del subdesarrollo,
Londres, etc.), o de unos muchos en el tampoco parece haber ofrecido los resulta-
campo de la teoría monetaria (los ata- dos esperados por sus promotores. Por un
ques monetaristas a la teoría de la infla- lado, aquellos países que, abandonando
ción estructural), experimenta un cambio la estrategia del desarrollo hacia dentro y
cualitativo: la teoría neoclásica, ya domi- apostando por una política de promoción
nante, no podía permitir la existencia de de exportaciones, y obtuvieron un éxito
un paradigma competitivo (heterodoxo) que está en la mente de todos, a pesar
en un campo que, si bien no había sido de que no siguieron en absoluto las reco-
objeto preferente de atención, ahora, mendaciones de esta escuela, con res-
afianzadas ya las posiciones en lo que pecto al papel del Estado, del mercado y
podría denominarse el objeto de estudio de los precios. Se trató, de nuevo, de un
«convencional» de la economía, se con- proceso dirigido y planificado desde arri-
templaba bajo una nueva perspectiva. ba, y con una importante distorsión de los
precios relativos (Bruton, 1998).9 Por otro,
Aparecen, pues, en aquellos años una
los países que siguieron más de cerca las
serie creciente de textos que, desde una
perspectiva abiertamente neoclásica,
abordan la problemática económica del 9 La subvención a las exportaciones, al desplazar
subdesarrollo de forma integral. Quizá el hacia la derecha la curva de oferta de dólares, su-
más representativo de todos ellos, y uno pone una apreciación del tipo de cambio nacional,
exactamente lo mismo que ocurre en la política sus-
de los más influyentes, aunque por su- titutiva de importaciones con los controles a la im-
puesto, no el único, sea el debido a Little portación, que desplaza hacia la izquierda la curva
de demanda de dólares. El acceso preferencial al
(1982). Poco a poco, los autores neoclá- crédito para estas empresas endurece las condicio-
sicos van desmontando los distintos ele- nes para las restantes, al igual que las exenciones
fiscales representan un incremento de los impues-
mentos de las teorías heterodoxas del tos pagados por los demás.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

recomendaciones del modelo no lograron cional, en el que se han desarrollado las


cambiar sustancialmente la tendencia an- distintas estrategias de desarrollo, que
terior, sumergiéndose algunos de ellos en con las políticas económicas específicas
crisis financieras sin precedentes, como asociadas a las mismas.
muy bien ha puesto de relieve, por ejem-
plo, Stiglitz (2002). De resultas de ello, el
Consenso de Washington ya no aparece 4.1. Desigualdad, inestabilidad social y
como una fórmula mágica capaz de de- delincuencia
volver a las economías al buen camino, y 27
su apoyo ha dejado de ser unánime. Como ya se apuntó anteriormente, tan-
to la Economía del Desarrollo como el
Tratando de superar esta aparente or-
modelo de acumulación e industrializa-
fandad teórica, en la que ni la Economía
ción socialista implicaban, implícitamente
del Desarrollo ni la ortodoxia neoclásica
en el primero de los casos, un empeora-
parecen haber acertado en su caracteri-
miento en la distribución de la renta en
zación, mucho menos en la superación
las fases iniciales del proceso de desa-
del problema, una parte importante de
rrollo. No era éste el caso de la política
los esfuerzos más recientes en este
sustitutiva de importaciones promovida
campo se han dirigido en una dirección
por la CEPAL, más producto, sin embar-
que, abandonando en cierto sentido el
go, de una concepción populista del de-
énfasis en el análisis de lo acertado o
sarrollo que de un análisis riguroso de las
equivocado de las distintas políticas
consecuencias distributivas de la estrate-
económicas, o estrategias económicas
gia recomendada, a la vista del sesgo
de desarrollo, como causas últimas del
marcadamente anti-rural y pro-urbano de
éxito o el fracaso, vuelve a reivindicar la
la misma. No es de extrañar, por tanto,
importancia de las variables políticas y
que el progresivo crecimiento de la desi-
sociales.
gualdad en estos países no despertara
excesivas preocupaciones. Es más, los
trabajos empíricos de Kuznets parecían
4. ¿ECONOMÍA DEL DESARROLLO?
mostrar que esto era lo esperable en las
LA IMPORTANCIA DE LAS
primeras etapas del desarrollo y que, in-
VARIABLES INSTITUCIONALES
cluso, podía ser algo beneficioso para el
mismo, debido al impacto positivo que
En efecto, la búsqueda de una explica-
sobre la tasa de ahorro, se argumentaba,
ción al fracaso de las distintas estrategias
tendría una distribución de la renta más
de desarrollo, fueran éstas alejadas de
desigual.
las recomendaciones de la teoría econó-
mica más convencional (política sustitu- Esta visión complaciente de un proceso
tiva de importaciones), o estrictamente que venía acompañado de crecientes de-
ceñidas a sus recomendaciones más or- sigualdades cambia sustancialmente en
todoxas (Consenso de Washington), ha la última década del siglo XX, de la mano
terminado por devolver el protagonismo a de un replanteamiento radical del impacto
una serie de variables más relacionadas de la desigualdad sobre el crecimiento y
con el contexto político, social e institu- el desarrollo económicos, enfatizando la
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

influencia negativa de la primera sobre los social. No es sencillo establecer un indi-


segundos. Dos son las líneas a través de cador cuantitativo que pueda capturar
las que se materializa este cambio de aquello que queremos decir cuando ha-
rumbo (Alesina y Perotti, 1994). blamos de inestabilidad social, y que
permita analizar rigurosamente su evolu-
En primer lugar, el planteamiento de
ción a lo largo del tiempo, su relación
una serie de razones que, desde una
con otras variables socioeconómicas y
perspectiva estrictamente económica, ex-
políticas, o establecer comparaciones
plicarían esta relación negativa entre de-
entre distintos países. En este sentido, el
sigualdad y crecimiento. Entre ellas:
procedimiento comúnmente aceptado
— La desigualdad genera una deman- para establecer índices de inestabilidad
da caracterizada por una elevada es el de identificar una serie de variables
propensión marginal a importar que, que se consideran relevantes como indi-
por tanto, contribuye poco a estimu- cadoras del fenómeno, y aplicar la meto-
lar la producción nacional.10 dología del componente principal para
consolidarlas en un índice único. En el
— Una distribución muy desigual de la
caso de la inestabilidad social se distin-
renta, acompañada de elevados ín-
guen dos familias de variables que refle-
dices de pobreza, impide la apari-
jarían el fenómeno: socioeconómicas
ción de dos factores clave para el
(huelgas, manifestaciones, etc.) y estric-
desarrollo: el capital humano y el ta-
tamente políticas: frecuencia e intensi-
lento empresarial. Ambos, en efecto,
dad de los cambios de gobierno (norma-
requieren de un esfuerzo inversor
les, mayores y golpes de estado). Pues
(coste de oportunidad del estudian-
bien, partiendo de esta base, la eviden-
te, capital para poner en marcha el
cia empírica parece mostrar consistente-
negocio) que no está al alcance de
mente dos cosas: primero, que la inesta-
los más pobres, y que el sistema fi-
bilidad es inflacionista, retrae la inversión
nanciero no va a proporcionar.
(sobre todo extranjera), y está asociada
— El teorema del «votante medio» im- a menores tasas de crecimiento econó-
plica que una distribución muy ses- mico; segundo, que una de las variable
gada de la renta propiciará sistemas fundamentales que explican la inestabili-
fiscales con un elevado nivel de gas- dad es, precisamente, la desigualdad en
to público y de impuestos, reducien- la distribución de la renta.
do el atractivo de las inversiones pri-
vadas. Estrechamente asociadas a la desigual-
dad y a la inestabilidad social se encuen-
En segundo lugar, la desigualdad en la
tran las elevadas tasas de delincuencia
distribución de la renta genera inestabilidad
prevalecientes en algunas economías
subdesarrolladas, sobre todo latinoameri-
10 Una variante ciertamente interesante de este canas. Que la desigualdad en la distribu-
argumento es la relativa a la composición de la de- ción fomenta la delincuencia es algo que
manda con respecto a la producción del sector in-
formal. Ranis y Stewart (1999), por ejemplo, argu- se deriva, directamente, del modelo de
mentan que aquí radicaría una de las posibles Gary Becker: reduce el atractivo del com-
explicaciones del distinto desempeño relativo de los
diferentes países. portamiento honrado (aproximado, en los
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

estudios empíricos que se han efectuado ción tiende a relacionar, acertadamente,


en este campo, por el salario promedio corrupción con bajos niveles de desarro-
del 25 por ciento más pobre de la pobla- llo y a considerarla como un freno al cre-
ción); y eleva los rendimientos de delin- cimiento económico, conviene introducir,
quir (son mayores los activos transferibles sin embargo, algunos matices.
de la población más rica). A ello se une,
Algunos autores, en efecto, han seña-
desde una vertiente más dinámica y so-
lado los efectos positivos que podría te-
ciológica, el hecho de que la desigualdad
ner un determinado nivel de corrupción
suele venir acompañada de una escasa 29
en una economía distorsionada por la
movilidad social por lo que las expectati-
presencia de controles, racionamiento, li-
vas de rentabilidad de un comportamiento
cencias, etc.11 Desde el punto de vista
honrado se reducen drásticamente. Si, fi-
de la asignación de recursos, se argu-
nalmente, la desigualdad está vinculada a
menta, la corrupción puede facilitar la
algún componente de identidad que per-
consecución de la eficiencia económi-
mita distinguir fácilmente el «nosotros» del
ca. Un ejemplo podría ayudar a ilustrar
«ellos», por ejemplo, la raza o el origen
el argumento. Dos personas necesitan
geográfico, la resultante suele ser un in-
un permiso municipal (una licencia de
cremento de las tasas de criminalidad no
obras) para, en el primer caso, reformar
sólo económica (explicadas por el modelo
la terraza de su apartamento y, en el se-
de Becker), sino también de aquellos deli-
gundo, ampliar su negocio. El recurso
tos que no proporcionan, aparentemente,
escaso a asignar es el tiempo del funcio-
tal rendimiento (agresiones, violaciones).
nario, o de la dependencia municipal,
La evidencia empírica parece mostrar, en
encargado de estudiar y aprobar el ex-
efecto, que la desigualdad es una de las
pediente correspondiente. La asignación
principales causas de la violencia y la cri-
del mismo se hará respetando escrupulo-
minalidad: el coeficiente de Gini aparece
samente el orden de llegada de la solici-
como la variable independiente más rele-
tud. Sin embargo, este procedimiento no
vante y significativa a la hora de explicar
toma en cuenta el coste de oportunidad
la tasa de crecimiento de la criminalidad
del tiempo perdido para los agentes in-
en una amplia muestra de países (Bour-
volucrados: puede que mientras que al
gignon, 2000). Asimismo, en su estudio
primero la eventual obra no le corra mu-
sobre los factores de riesgo de violencia
cha prisa (incluso que al final no se deci-
urbana en América Latina, la región del
da a acometerla), el segundo puede per-
mundo con mayores problemas en este
der una oportunidad única. En este caso,
terreno, Arriagada y Godoy (2000) identifi-
se argumenta, un pequeño sobre para
can la «desigualdad del ingreso urbano»
agilizar el trámite y adelantar la cola, me-
como la primera de ellas.
joraría la eficiencia en la asignación de
recursos. Es más, la corrupción permitiría
que se descubriera la verdadera disposi-
4.2. Corrupción y crecimiento económico
ción a pagar por este recurso escaso: el
Las relaciones entre corrupción y de-
sempeño económico han sido objeto de 11 Para una excelente revisión de la literatura,

una creciente atención. Aunque la intui- véase Bardhan (1997).


Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

tiempo del funcionario.12 Sin embargo, no No es fácil, por tanto, mantener la


es difícil plantear inmediatamente un con- eficiencia asignativa de la corrupción.
tra-argumento que, adicionalmente, identi- Por otro lado, los efectos negativos de la
fica una de las consecuencias más nega- misma sobre el crecimiento son bien co-
tivas de la corrupción: su tendencia a nocidos. En primer lugar, reduce el in-
expandirse. En efecto, debido al secretis- greso público cuando es «con robo».13
mo de la operación y a la asimetría de in- En segundo, reduce también la inversión
formación, ni el funcionario puede garanti- privada, ya que no sólo eleva su coste en
zar el servicio ofrecido (a lo mejor se la cuantía del pago de sobornos, sino
necesita una segunda firma que escapa a que aumenta la rentabilidad de las activi-
su control), ni el «demandante» conocer dades de «búsqueda de rentas» (rent
el verdadero motivo del fallo (puede ser seeking). Finalmente, la corrupción no
que el otro funcionario se niegue a firmar, sólo reduce la inversión pública (dismi-
como le dirá el sobornado, o que otro nución de los ingresos públicos) y priva-
postor haya pagado un precio más alto y da, sino que modifica la composición del
el funcionario haya vendido dos veces el gasto público en favor de aquellas parti-
mismo servicio); ni, mucho menos, recla- das que ofrecen mayores posibilidades
mar el cumplimiento del contrato. Todo para el negocio (material de defensa de
ello, que se traduce en una incertidumbre alto valor, grandes obras de infraestruc-
con respecto al resultado final, reduce el tura) y en contra de las que no (educa-
precio del soborno por conseguir algo. ción, agricultura, salud primaria). Esta rea-
Ahora bien, sobre lo que existe mucha signación del gasto público puede llegar
menor duda es sobre el hecho de que el a ser incluso más perniciosa que su re-
funcionario, si quiere, puede retrasar sine ducción.
die el expediente. En este caso, el funcio-
Esta breve introducción al problema de
nario corrupto tiene un incentivo para re-
la corrupción en países subdesarrollados
trasar todo el trabajo, y elevar así su pre-
no estaría completa, sin embargo, si no
cio. Si, como suele ser muchas veces el
se hiciera una breve mención siquiera a
caso, el funcionario ha tenido que invertir
lo que ha venido en denominarse la orga-
directa o indirectamente una determinada
nización industrial de la corrupción.
cantidad de dinero para adquirir el puesto
(a través, por ejemplo, de favores), se ha-
brá puesto en marcha un proceso de se- 13 La corrupción «con robo» aparece cuando el

funcionario corrupto ofrece gratis, contra el pago de


lección adversa que estimulará el avance un soborno, un servicio que tiene un coste: por
de este tipo de corrupción, como una for- ejemplo, mira para otro lado cuando pasa la aduana
un camión con mercancías que requieren de una li-
ma de recuperar la inversión. cencia de importación; o cuando el inspector fiscal
«no descubre» un fraude. La corrupción «sin robo»
aparece cuando el funcionario entrega el servicio
correspondiente (un pasaporte) cargando el precio
12 Un argumento paralelo al que se utiliza a favor estipulado y entregándolo a la administración co-
de la reventa. La asignación mediante colas otorga rrespondiente, pero acepta un pago para lubricar el
el bien a las personas cuyo coste de oportunidad proceso. La primera es mucho más complicada de
del tiempo es menor, que no tienen por qué ser, combatir que la segunda porque muchas veces de-
precisamente, aquéllas con una mayor disposición semboca en una colusión de intereses entre sobor-
a pagar por asistir al espectáculo. La reventa (si no nante y sobornado (el soborno puede ser un pago
hay acaparamiento) hace más eficiente la asigna- inferior al de la tasa oficial), mientras que en el se-
ción de este bien escaso en un contrato voluntario y gundo caso se produce una contradicción de inte-
mutuamente beneficioso. reses entre ambos: el soborno encarece el precio.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

La evidencia empírica muestra que, en cipios actúan descoordinadamente, cada


términos generales, aquellos países que uno cobrará lo que pueda y el tráfico se
experimentan altas tasas de corrupción reducirá dramáticamente: es el caso del
tienden a tener tanto una menor renta per «salteador de caminos». La corrupción or-
cápita, como una menor tasa de creci- ganizada y estructurada, por tanto, es me-
miento (en algunos casos incluso negati- nos dañina para el desarrollo que la de-
va). Un grupo de países parece escapar, sorganizada y anárquica. Añádase a ello
sin embargo, a esta generalización: China, el horizonte temporal con el que se está
Corea, Indonesia, Tailandia y Japón (Rock resolviendo el problema de maximización 31
y Bonnett, 2004). Para tratar de explicar de beneficios. En Estados desestructura-
este fenómeno se hace necesario analizar, dos e inestables, carentes de legitimidad
por tanto, con un poco más de detalle, social, el funcionario, o la Administración
cómo está organizada la corrupción. Pública en general, funciona con un hori-
zonte temporal muy corto. Ello se traduce,
Partiendo de la base, para simplificar, en el ámbito de la corrupción, en que el
de que cada funcionario (o dependencia funcionario ha de maximizar sus benefi-
administrativa) es un monopolista con res- cios, o la rentabilidad de su «inversión»
pecto a la oferta del servicio público enco- en un período de tiempo muy corto, lo que
mendado a su cargo (licencia, permiso), le llevará a elevar el precio cobrado sin
la corrupción puede estar organizada importarle las consecuencias que esto
como un conjunto de monopolios coordi- pueda tener en el futuro. Por el contrario,
nados, o como una serie de monopolios en sistemas más estables, la planificación
independientes. En el primer caso, cada se hace a largo plazo, teniendo buen cui-
monopolista toma en cuenta, a la hora de dado de no secar el estanque en el que
fijar el precio, el impacto que lo que va a se pescan los peces: incluso puede que se
hacer tendrá sobre los ingresos de los de- reinvierta una parte de lo obtenido me-
más vía demanda total, lo que le llevará a diante la corrupción en mantener la salud
reducir su precio con respecto al que hu- del estanque (en el crecimiento económi-
biera fijado si hubiera actuado indepen- co) para así poder seguir pescando. Esto
dientemente. Por el contrario, si las distin- es precisamente lo que se argumenta ha
tas dependencias no están coordinadas ocurrido en los países anteriormente men-
(monopolios independientes), cada una cionados (China, Corea, Taiwán).14 En el
de ellas fijará el precio buscando maximi- caso de América Latina se da un fenómeno
zar su beneficio, sin tomar en cuenta las de corrupción más o menos organizada,
posibles repercusiones sobre los demás. pero con un horizonte temporal muy corto,
Suponga el lector que a lo largo de una
carretera, los distintos municipios por los 14 Rock y Bonnett (2004) añaden otra variable expli-
que ésta atraviesa pueden instalar un cativa también relevante: el tamaño del país. En países
peaje al paso de los vehículos. Un mono- grandes, como los mencionados, la política sustitutiva
de importaciones (con sus correspondientes nichos de
polio coordinado establecerá un peaje corrupción) pudo mantenerse durante mucho más
que maximice los ingresos del conjunto tiempo sin temor a la competencia internacional. Por
otro lado, el tamaño del mercado interno hace rentable
de municipios, y probablemente lo cobra- a las empresas multinacionales operar e invertir en es-
rá una sola vez: es el caso del «bandido tos países aún teniendo que pagar los correspondien-
tes sobornos. En los países pequeños la situación es
estacionario». Por el contrario, si los muni- bien distinta, y la corrupción mucho más dañina.
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

mientras que en el África subsahariana De acuerdo a Durston (2005), el capital


confluyen los dos fenómenos (Estados dé- social posee dos componentes (formas)
biles y desestructurados, caracterizados fundamentales que pueden ser diferencia-
por un marcado clientelismo étnico, y con dos a efectos de análisis: el estructural y el
un horizonte temporal muy corto) lo que la cognitivo. Mientras que el primero se pre-
deja en la peor de las situaciones posibles. senta en el marco de las relaciones inter-
personales (estructura y organización so-
La inestabilidad política y social, por
cial), el segundo encuentra su espacio
tanto, también influye negativamente so-
dentro de la mente de cada persona (valo-
bre el desarrollo económico, no sólo ha-
res), convirtiéndose en capital social cuan-
ciendo más probable la aparición del fe-
do se comparte. Como afirma Uphoff (2003,
nómeno de la corrupción, sino las formas
p. 125), las formas cognoscitivas constitu-
más dañinas de ésta.
yen la esencia del capital social, siendo las
formas estructurales aquellas mediante las
que se expresa. En función de las caracte-
4.3. Capital social y gobernabilidad
rísticas concretas de los valores comunes
de partida (y del tipo de vínculos interperso-
Es probablemente, sin embargo, el
nales a que dan lugar) y de la intensidad
concepto de capital social el que mejor
con que se comparten estas formas cogniti-
recoja la relevancia de todas las variables
vas, el capital social puede adoptar distin-
socioeconómicas que se han ido apun-
tas formas (Robison et al., 2003):
tando como fundamentales (desigualdad,
inestabilidad social, legitimidad, corrup- a) Capital social de unión, que se da
ción etc.) para entender el proceso de en relaciones socialmente estre-
desarrollo económico. chas a través de compromisos in-
tensos, como es el caso, por ejem-
El concepto de capital social ha recibi-
plo, de la familia.
do últimamente una gran atención, sobre
todo a partir de algunos trabajos empíri- b) Capital social de vinculación, que
cos debidos fundamentalmente a Robert aparece cuando se construyen re-
Putnam, que mostraban su importancia a laciones sociales horizontales, me-
la hora de explicar la efectividad de deter- dianamente estrechas, basadas en
minadas políticas de desarrollo. Sin em- compromisos (explícitos o implíci-
bargo, es un concepto no exento de pro- tos) a medio plazo: con los compa-
blemas, no siendo el menor de ellos el de ñeros de trabajo, por ejemplo, los
su misma definición y posterior medición. miembros de una misma asociación
cultural o los seguidores de un de-
El capital social puede definirse como
terminado club deportivo.
«la solidaridad que una persona o un gru-
po siente por los demás» y se «basa en re- c) Capital social de aproximación, que
laciones de solidaridad que pueden descri- aparece cuando estas relaciones
birse mediante el uso de redes» (Robison interpersonales son asimétricas
et al., 2003, p. 52); «normas o valores com- (profesor-alumno, empleador-em-
partidos que promueven la cooperación pleado) y el capital sirve como
social» (Fukuyama, 2003, p. 37). puente para efectuar la conexión.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

Medir la contribución del capital social El Banco Mundial ha desarrollado un


al desarrollo implica, en primer lugar, es- ejercicio ciertamente encomiable para tra-
tablecer una identificación y estimación tar de estimar la riqueza de los distintos
del valor de sus servicios. En este senti- países del mundo (World Bank, 2005). El
do, el capital social probablemente jue- procedimiento seguido ha sido una adap-
gue un papel más relevante en términos tación a variables fondo (riqueza), del mé-
de cohesión social en las economías todo de la contabilidad del crecimiento (di-
subdesarrolladas, siendo más importan- señado para variables flujo: renta). Para
te en las avanzadas en términos de cos- ello, se calcula la riqueza total acumulada 33
tes de transacción (Pérez García, 2005). de un país cualquiera, y se estima la contri-
En efecto, la característica fundamental bución de los distintos tipos de capital a la
del capital social en economías atrasa- misma: capital construido, capital humano,
das es la de proporcionar a quien lo tie- capital natural y «capital intangible». Éste
ne una red de protección ante la ad- último queda identificado como el «resi-
versidad, y un sitio en la sociedad de duo» resultante de sustraer el valor de las
referencia: capital social de unión. Es el distintas formas de capital previamente
que permite que la pobreza no se trans- identificadas, del total de la riqueza estima-
forme en marginación y exclusión social, da. Acto seguido, los analistas del Banco
pero, al mismo tiempo, es difícil que por Mundial se adentran en el terreno de tratar
sí solo, sin el concurso de otras formas de averiguar los componentes de este ca-
de capital, tanto social (de vinculación y, pital intangible y la importancia de cada
sobre todo, de aproximación) como hu- uno de ellos. Apoyándose en el trabajo de
mano y físico, logre superar esta situa- Kauffman et al. (2005), identifican seis posi-
ción (Bebbington, 2005). Ahora bien, bles variables que explicarían el valor de
aceptado lo anterior, el capital social de este capital intangible:
unión, propio de las sociedades atrasa-
— Voz y rendición de cuentas.
das, no sólo reduce la conflictividad so-
cial sino que, desde una perspectiva — Estabilidad política y ausencia de
más positiva, incrementa la rentabilidad violencia.
social de inversiones en otros campos
que involucran a la persona como ciu- — Eficiencia del gobierno.
dadana: educación, salud, infraestruc- — Calidad de la acción reguladora del
turas comunes, etc.15 gobierno.

— Cumplimiento de la ley.
15 No se pueden perder de vista, sin embargo, dos
elementos igualmente importantes aunque, en este — Control de la corrupción.
caso, negativos, vinculados al capital social. En primer
lugar, que el capital social (sobre todo el de unión) con-
lleva en sí mismo el fenómeno de la exclusión hacia Es difícil, por supuesto, establecer indi-
quien no pertenece al grupo. En segundo lugar, que cadores cuantitativos, homogéneos y com-
políticas que fomentan la adquisición de capital social
de vinculación y aproximación, pueden tener efectos parables que cubran una muestra significa-
negativos sobre el capital social de unión de distintos tiva de países y permitan establecer las
grupos sociales, al introducir en ellos elementos de di-
ferenciación (Bebbington, 2005). Es por ello importante comparaciones pertinentes, a pesar de los
recordar, como hace Fukuyama (2003) parafraseando avances realizados en muchos de estos
a Schumpeter, la necesidad de una cierta destrucción
creativa del capital social en el proceso de desarrollo. campos. La evidencia empírica existente,
Diego Azqueta Oyarzun, Daniel Sotelsek Salem

sin embargo, muestra que estos seis in- trialización planificada por el Estado y
dicadores se encuentran fuertemente co- apoyada en el desempleo encubierto y el
rrelacionados entre sí, lo que facilitaría la excedente capitalizable que puede pro-
elección de uno cualquiera como repre- porcionar el sector agrícola. Tras una se-
sentativo del conjunto. Esto es, preci- rie de lustros en los que, aparentemente,
samente, lo que hacen los analistas del no se alcanzan los objetivos propuestos,
Banco Mundial, decantándose por el pe- esta propuesta metodológica entra en cri-
núltimo de ellos: el grado de cumplimiento sis, y es sustituida por una serie de mode-
de la ley. Es más, de acuerdo a Paldam y los y recomendaciones emanados de la
Svendsen (2005), la correlación existente escuela neoclásica (precios relativos,
entre el nivel de capital social (estimado mercado, empresa privada), plasmada en
mediante un indicador de confianza gene- el Consenso de Washington. No puede
ralizada para una muestra de veinte paí- decirse, sin embargo, que este regreso a
ses) y el imperio de la ley es, asimismo, la ortodoxia haya procurado los resulta-
muy elevada. No es de extrañar, por tanto, dos que se buscaban: los países más exi-
la afirmación de Fukuyama (2003, p. 43), tosos se embarcaron en una política de
en el sentido de que «en estos casos promoción de exportaciones muy alejada
[sociedades que carecen de confianza so- del funcionamiento del sistema de merca-
cial], el único enfoque posible para crear do y de unos precios de equilibrio. Por
capital social en toda la sociedad es forta- otro lado, aquellos que las siguieron más
lecer políticamente el imperio de la ley». de cerca obtuvieron resultados, en algu-
A pesar de lo meramente indicativo de este nos casos, muy negativos.
tipo de resultados, el punto que vale la
pena resaltar, en cualquier caso, es impor- Ante esta nueva encrucijada, que pa-
tante: el capital social es muy relevante a la rece haber agotado la validez de las
hora de explicar la riqueza de un país (y, propuestas estrictamente económicas, la
por tanto, su renta futura y sostenible). literatura ha comenzado a centrar su aten-
ción en el marco social, político e institucio-
nal en el que han de aplicarse. Variables
5. A MODO DE CONCLUSIÓN tales como la desigualdad, la inestabilidad
social, la corrupción y la delincuencia, la le-
El análisis económico comienza a ocu- gitimidad (gobernabilidad) o el capital so-
parse de la realidad de las economías cial han pasado a ocupar el primer plano.
subdesarrolladas recién terminada la Partiendo de la base de que son claves
Segunda Guerra Mundial. Durante unos para el éxito de cualquier estrategia de de-
años, la «etapa formativa», aparecen mul- sarrollo, son cada vez más numerosos los
titud de modelos y teorías que, al tiempo estudios que tratan de establecer sus rela-
que tratan de explicar las características ciones de interdependencia, entre sí, y con
diferenciales de los países subdesarrolla- distintas variables económicas, buscando
dos, avanzan distintas estrategias para de esta forma garantizar un marco social e
conseguir el desarrollo. A pesar de sus institucional en el que las distintas políticas
muchas diferencias, hay una coincidencia económicas dirigidas a conseguir el objeti-
casi perfecta en el hecho de que el proce- vo del desarrollo puedan tener alguna via-
so de desarrollo es un proceso de indus- bilidad.
La Economía del Desarrollo: una perspectiva histórica

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