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post-procesado fotográfico
Foto de Pexels
Antes de comenzar, el tutorial nos propone una serie de consejos previos. Lo primero es
que deberíamos tener a mano una libreta para ir tomando notas sobre el proceso.
Serviría también una app para tomar notas pero estar cambiando constantemente del
programa editor de fotos al de notas puede ser un engorro y conviene estar centrado en
las imágenes.
Por otro lado, si el trabajo se refiere a un lote de imágenes deberíamos realizar al
mismo tiempo cada uno de los pasos con todas las fotos antes de continuar. Esto nos
permitirá mantener la eficacia en el trabajo y nos ahorrará el quebradero de cabeza que
puede ser intentar igualar el resultado de una imagen ya acabada con otra sin tocar.
Para estos pasos os remitimos a artículos propios en los que tratamos la selección y
organización de fotografías, además de consejos para optimizar Lightroom, y cómo
actualizar metadatos y presets de versiones antiguas del programa.
Balance de color. Los colores de un tono medio son en realidad mucho más
importantes para nuestra percepción de una fotografía que los blancos.
Modificar el balance de blancos normalmente corrige estos tonos medios de
color, pero si hubiera que ajustarlo, quizá es un trabajo más conveniente para
realizar en Photoshop.
Corrección de brillo y contraste. Las luces altas usualmente necesitan que les
aplique algo de tono y a las sombras algo de separación. Los controles de Brillo
y Contraste son formas perfectamente legítimas de trabajar, combinándolas con
Exposición y Negros pero recomendamos utilizar mejor la Curva de Tonos que
permite afinar el contraste utilizando un gráfico. Claro que de momento no la
vamos a tocar tampoco en esta primera etapa.
Claridad. La herramienta Claridad utiliza una cantidad baja de enfoque en un
radio amplio, lo que hace que las luces sean más claras y las sombras más
oscuras. Por eso si lo vemos necesario debemos utilizarlo con cuidado porque
puede causar halos.
Detalle. Aplicar enfoque a una foto es sin duda algo necesario para lograr un
buen resultado final pero es algo que se debería hacer localmente y teniendo en
cuenta el destino final de la foto. Por eso, en Lightroom en principio no es
recomendable tocarlo.
Dividir tonos. Este ajuste controla el matiz y la saturación en las luces altas y en
las sombras normalmente para agregar tonos más cálidos o fríos en estas zonas.
En general no es un elemento que se deba tocar porque para resaltar un color es
mejor usar el balance de blancos.
Conversión Blanco y Negro. Hay varias formas de convertir una foto en color a
una imagen monocroma. Algunas personas les gusta hacer la conversión en
blanco y negro desde el comienzo pero quizá es un proceso que se debería dejar
para una fase posterior (cuando decidamos si realmente queremos virar la
imagen). En cualquier caso, si lo hacemos es conveniente utilizar la pantalla
dividida de Lightroom (Mayúsculas+Y) para ver el antes y el después y así
poder tener una conversión más acertada.
2. Evaluación de la imagen
Realizados los ajustes previos de las fotos, pasamos a una segunda fase de
previsualización o evaluación de la fotografía con el fin de decidir qué vamos a hacer
con ella y qué look le queremos dar. Como podéis imaginar, no es nada fácil ser capaz
de imaginar el potencial innato de una imagen y saber qué le va a ir mejor. Esto es algo
que se va aprendiendo con la práctica a lo largo de toda la vida en un proceso de
aprendizaje permanente.
Foto de Pixabay
Definir la imagen
Hacer una descripción conceptual y verbal de la imagen nos debería ayudar a entender
y comunicar las ideas y emociones contenidas en la imagen. Para ello podemos
recurrir a describir la foto pensando en nuestra posible audiencia y hacerlo como si la
estuviéramos explicando a un niño de cinco años, empezando por el contenido y los
elementos concretos del cuadro.
3. Proceso de creación
Llega el momento de “construir” nuestra imagen. Para ello, por cierto, conviene
marcarse los pasos que hay que realizar, empezando por los ajustes más generales y
acabando por lo más fino, e incluso planear nuestros descansos. Teniendo en cuenta
que trabajar en postproducción más de 20 a 30 minutos seguidos suele resultar
improductivo porque el ojo es un músculo que se fatiga (por cierto, en los descansos
nada de usar otras pantallas como la del móvil).
Foto de João Silas
La creación requiere de control y ajuste fino, pero es un trabajo que si se han hecho bien
los procesos anteriores puede resultar muy gratificante. Es el momento de pasar a
Photoshop (Control+E) para terminar de mejorar las fotos a través de dos herramientas
principales: Las capas y los modos de fusión.
Capas
Las capas nos permiten construir la imagen final sin tener que alterar ninguno de sus
píxeles originales y son la base del flujo de trabajo no destructivo de Photoshop. Hay
varios tipos importantes de capas y herramientas relacionadas, algunas de la cuales
vamos a citar a continuación. Por ejemplo las capas de ajuste que son realmente
potentes porque con la combinación de sólo dos de ellas, como Curvas y
Tono/Saturación, se puede cambiar totalmente el aspecto de una imagen.
Las capas de Curvas merecen una mención aparte porque con ellas se pueden
modificar rangos específicos en los tonos de las fotos, lo cual es muy útil. Después de
haber realizado la mayoría de los cambios globales en Lightroom, las curvas de
Photoshop se utilizan mejor para aplicar ajustes selectivos a áreas particulares usando
máscaras de capa. Además, los cambios de color también se pueden hacer con curvas,
trabajando en los canales de color individuales.
Las capas de mapa de bits, como la de la propia foto, están basadas en píxeles y tienen
un tamaño fijo pero las capas vectoriales son independientes de la resolución y por
tanto poseen algunas posibilidades muy potentes para el retoque. Por otro lado, la
posibilidad de agrupar las capas permite combinar y actuar sobre un conjunto de ellas
como si fueran una sola (además de para ayudar a mantener nuestro trabajo organizado).
Por último, las máscaras de capa controlan selectivamente qué partes de una capa
tienen efecto sobre la foto. Pintando sobre ellas con el pincel en blanco o negro
podemos revelar u ocultar (respectivamente) partes de la imagen, y por supuesto
también se pueden usar grises y filtros con las máscaras de capa.
Modos de fusión
Los modos de fusión controlan cómo se mezcla cada capa respecto a las que se
encuentran debajo y, como sabréis, hay un montón de posibilidades englobadas en
varias categorías. Los modos de fusión cambian la tonalidad mediante la interpolación
de los valores de la imagen. Pueden ser complicados, pero conservan las relaciones
tonales en la imagen de una manera que otros métodos no consiguen. Así, son una
forma eficaz de compensar los cambios no deseados introducidos por otras capas de
ajuste.
4. La pre-impresión
Se trata del proceso necesario para obtener un archivo listo para la salida. La parte
creativa del proceso da paso a un remuestreo y redimensionado, al ajuste fino local, a la
adición de grano o a cualquier toque final necesario para hacer que la imagen funcione
con el formato de salida final.
Para impresión, estos toques finales suelen ser ajustes de contraste y nitidez para
adaptarse a las cualidades del papel y la tecnología de impresión que se utilizará. Para
la web, normalmente implica la optimización y la compresión de un archivo grande
para que no pese en exceso o se ajuste a los colores limitados que se usan en la Red.
5. Salida
Como etapa final en la postproducción, la impresión es, en muchos sentidos, un proceso
completo en sí mismo. Por supuesto no es lo mismo si las fotos van a ser utilizadas en
Internet que si van a tener un soporte físico en papel. Si éste es el caso, hay que tener
en cuenta que hay muchas maneras de imprimir, cada una con cualidades y desventajas
(demasiadas para enumerarlas), pero cualquiera que sea el medio la impresión tiene
unos mismos pasos generales:
Foto de Pixabay
Impresión. Una vez satisfechos con los resultados de las pruebas, llega el
momento de mandar a imprimir, por fin, la imagen definitiva.
Foto de Pexels
Esperamos que el método os parezca útil, pensando que sería algo así como el mejor
método posible de postproducción de imágenes, desde el principio hasta el final, con
sus fases de preparación de archivos, evaluación de las imágenes, creación, pre-
impresión y salida. A todas ellas debería darse todo el tiempo necesario para obtener la
máxima calidad posible en la imagen final.
¿Qué os ha parecido? ¿Creéis que sobra algún paso? ¿Quizá que falta algo? Como
siempre, os agradecemos vuestra aportación a través de los comentarios.
http://www.xatakafoto.com/trucos-y-consejos/consejos-para-un-correcto-y-ordenado-post-
procesado-fotografico