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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Filosofía y Letras

Licenciatura en Pedagogía
SUAyED
Introducción a la Filosofía de la Educación I

Unidad 3 La filosofía de la educación en Roma y en la


Edad Media
Actividad de aprendizaje 3.4 San Agustín

ASESORA: Alma Rosa Ortega González

Alumno: Martínez Ramírez Ma. Guadalupe

Grupo: 9192
Introducción

En la Edad Media se deja la educación en manos de la iglesia, los padres Apologistas surgen
por la preocupación de defender la fe cristiana de los malos ejemplos paganos y salvar a los
fieles de las persecuciones ordenadas por los emperadores romanos. Con ellos se inicia una
serie de grandes filósofos y teólogos, que escriben homilías, tratados, comentarios o cartas
de carácter religioso, por su obra se les denomina “santos” en oposición a los filósofos.

San Agustín es uno de los principales teólogos, que con su obra “La ciudad de Dios”, plantea
las bases de un nuevo mundo.

“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.

Benjamín Franklin

Instrucciones

Para que reconozcas el pensamiento de San Agustín, lee los siguientes textos:

 Nicola Abbagnano y A. Visalberghi, Historia de la Pedagogía, p. 142 – 149.


 María de los Ángeles Galino, “Los temas de la educación en los textos agustinianos”,
en Historia de la educación, Edades Antigua y Media, p. 391 – 404.
 Ramón Xirau, Introducción a la historia de la Filosofía, p. 128 – 142.

Posteriormente responde a los siguientes cuestionamientos:

a) ¿Por qué sostiene San Agustín que el hombre es interioridad y que el conocimiento es
iluminación?

Según María de los Ángeles Galino, San Agustín sostiene que el hombre es
interioridad porque desea convertirse en principio de sí mismo, en ordenador y dueño
de sí mismo, aspirando a reinar sobre sí mismo y su cuerpo, en el centro de su amor.
Para que el hombre no se pierda en su interior, debe convertirse y recibir la
iluminación, es decir, debe recibir a Dios para abrir la aplicación del ojo interior de la
mente a las verdades inmutables, eternas y necesarias, percibidas gracias a la luz que
Dios derrama sobre ellas, haciéndolas intelegibles a nuestra mirada interna.
Es decir el hombre debe amar a Dios para poder recibir la luz del conocimiento.
b) ¿Cómo concibe San Agustín el tiempo? Explica por qué San Agustín no acepta la
concepción física del tiempo y propone la idea del “tiempo como distensión”.

Abbagnano y Visalberghi, mencionan la concepción del tiempo de San Agustín: en el


alma, conservamos la memoria del pasado y estamos en espera del futuro. El pasado
ha dejado de ser, pero queda su memoria; el futuro todavía no es, pero hay la espera
del futuro; el presente se desvanece en cada instante, pero en el alma perdura la
atención a las cosas presentes. La realidad del tiempo está en la distensión del alma,
en la conciencia del hombre, en la continuidad de la vida espiritual que conserva en sí
el pasado y tiende hacia el porvenir. El tiempo no tiene otra realidad que la de la vida
interior del hombre, de la misma forma como la eternidad no es real sino como la vida
de Dios.
La distensión del alma; quiere decir que en la maleabilidad del alma pueden existir:
el presente, el pasado y el futuro, porque ella atiende, espera y recuerda.

c) ¿En qué consiste el pecado y cómo el hombre puede ser bueno? ¿En qué medida el
hombre está predestinado? ¿Hasta qué punto estás de acuerdo en que el hombre “no
puede hacer nada en el campo de la verdad y el bien si no es con la ayuda que Dios le
ofrece gratuitamente, es decir, con la gracia”.

Según Abbagnano y Visalberghi, al hombre se le presenta continuamente la


alternativa de vivir según la carne y debilitar o romper la propia relación con Dios
cayendo en el pecado, esta renuncia es la verdadera causa del pecado, el hombre
puede ser bueno eligiendo vivir según el espíritu, afianzando la propia relación con
Dios y prepararse a participar en su misma eternidad. Respecto a que el hombre está
predestinado a vivir con el pecado de Adán, mencionan que pueden librarse del justo
castigo por medio de la misericordia y la gracia divina y sólo Dios lo eligirá para ser
salvado.
No concuerdo con San Agustín respecto a el poder de la gracia, ya que el hombre es
un ser que goza de inteligencia y capacidad de obrar y aprender sin tener un Dios que
le permita actuar en libertad.
d) ¿Cuáles son las dos ciudades pensadas por San Agustín y qué caracteriza a cada una
de ellas?

 La ciudad perecedera de los hombres; es donde se refleja el amor mal entendido,


una forma egoísta del amor que nos llevará a elegir la vida terrestre y las formas de
civilización terrenal y la gloria en sí mismos; es decir, elegir la vida de libertad y amor a
nosotros mismos.
 La ciudad eterna que los primeros cristianos simbolizaron en Jerusalén Celeste;
es la práctica de la caridad y amor a Dios y su gloria; es decir, amar a Dios sobre
todas las cosas.

e) Expón las ideas centrales de la propuesta educativa de San Agustín. Para ello,
deberás llenar la siguiente tabla:

¿Qué es la ¿Por qué ¿Para qué ¿Cómo ¿Qué valores ¿Qué


educación? educar? educar? educar? promueve trascendencia
esta tiene para ti,
propuesta esta
educativa? propuesta
educativa?

Para San San Agustín Para San San Agustín Los valores Para mí, es
Agustín, la dice que el Agustín, se muestra el que solo una base
educación es hombre debe debe educar camino de la promueve, el educativa que
como una ser educado para lograr la educación pensamiento prevaleció
respuesta porque debe salvación del por medio de de San por mucho
coherente al conocer y hombre. la fe, ya que Agustín son: tiempo y que
gran aprender a el verbo el amor a gracias a ella
problema del amar a Dios (Dios) sigue Dios, la fe y es que
hombre: antes que a la realidad y la surgieron
ontológico, sí mismo. se adapta a obediencia. nuevas
gnoseológico ella. filosofías y
y formas de
eudemónico enseñanza
(el ser, la fuera de la
verdad y la religión
vida feliz). (laicas).

Conclusión

San Agustín, buscaba reafirmar la fe en Dios y sus preceptos, para que los hombres lucharan
en contra de las creencias paganas de la época y así pudieran defenderse de los ataques de
la inmoralidad creciente en la Roma antigua y ganarse el cielo.

“Si haces planes para un año, planta arroz; si lo haces para dos lustros, siembra
árboles; si lo haces para toda la vida, educa a una persona”.

Proverbio chino

Referencias

Abbagnano, Nicola y A. Visalberghi, Historia de la pedagogía, traducción de Jorge


Hernández Campos, Fondo de Cultura Económica, México, 1987, p. 142 – 149.

Galino, María de los Ángeles, “La humanitas romana: Cicerón”, “Los temas de la educación
en los textos agustinianos” y “Los temas de la educación tratados por los escolásticos: Santo
Tomás” en Historia de la educación. Edades Antigua y Media, 2ª ed., Gredos, Madrid, 1973,
p. 391- 404.

Xirau, Ramón, Introducción a la historia de la filosofía, 13ª ed., Universidad Nacional


Autónoma de México, México, 2004, p. 128 – 142.

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