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FUEGO I

TOTAL AUSTRAL S.A.


GG/SEV
.................., ..../..../....

Yo,................................trabajando para TOTAL AUSTRAL


S.A. en ............................ he recibido la instrucción
correspondiente a FUEGO I y además me ha sido
entregado un manual que resume lo explicado en el curso
correspondiente en un todo de acuerdo con los Artículos
208, 209, 210, 211, 212 y 213 del Decreto 351/79 de la ley
Nº 19587.

_____________________________
Firma

_____________________________
Aclaración
CAPITULO N°1
EL FUEGO
INTRODUCCION

Mucha gente muere innecesariamente por no haber tomado las medidas de


precaución para prevenir el incendio, y además, por no saber defenderse
debidamente del fuego, cometiendo errores fatales al ser vencidos por el
pánico y la desesperación.

Los relatos de testigos que sobrevivieron a una situación de incendio son


aterradores. Una mujer nos describe su experiencia :

“ Estaba aterrorizada. No podía creer lo que veía, todo el frente del hall
estaba lleno de humo. No se veía nada. Estaba tan confundida que no
sabía que hacer. Con mi hija en brazos corría de un lado a otro. Sabía que
quería escapar pero no sabía como, ni por dónde. No podía respirar. El
pecho me ardía, me ardían también los ojos y tosía continuamente. No
había medio para salir. Sabía que estaba atrapada...” y seguía diciendo “
El humo era terrible. No se veían llamas. Sólo nubes y nubes de humo
caliente”.

Saber que hacer durante los primeros minutos, cuando uno está sometido a
estas situaciones extremas, puede significar la diferencia entre la vida y la
muerte.

No parta de la falsa premisa, normalmente utilizada, que presupone que “esto


a mi no me va a pasar”. El incendio, que pensamos que no puede ocurrir, a
menudo ocurre.

Estemos preparados para actuar.

Recordemos lo que Víctor Hugo escribió hace más de cien años :

“NADA ES MAS INMINENTE QUE LO IMPOSIBLE Y LO QUE SIEMPRE


DEBERIAMOS PREVER ES LO IMPREVISIBLE”
CAPITULO 2

QUE ES EL FUEGO
1.- INTRODUCCION

El fuego es una reacción química en la que se combina un combustible con el


oxígeno del aire luego de haber recibido una cierta cantidad de calor.

Gráficamente se lo puede representar como una pirámide de la manera


siguiente :

Si desapareciera alguno de estos cuatro componentes, combustibles, calor,


oxígeno o reacción química, entonces, también desaparecerá el fuego.

2.- METODOS DE EXTINCION

Todos los métodos de extinción se basan en hacer desaparecer una o más


caras de la pirámide. Veamos cada caso por separado :

a) Eliminar el calor
El método más simple
para enfriar un fuego o
evitar que comience es
arrojando agua. Esta
acción permite enfriar o
lo que es igual, eliminar
el calor.
b) Eliminar el combustible
Es fácil entender que si no hay qué
quemar entonces no hay fuego
que apagar. Recuerde que si cierra
la llave de gas de su cocina ésta
se apaga porque no le llega más
gas. Ha apagado el fuego. No
siempre es fácil trasladar el
combustible lejos del fuego. Si se
puede y no es peligroso, hay que
hacerlo.

c) Eliminar el oxígeno
Se puede eliminar el oxígeno de un
fuego si se lo cubre con una manta
húmeda. Se puede utilizar también
productos químicos, tal como el
dióxido de carbono que forma una
capa protectora entre el fuego y el
aire, evitando así que el oxígeno
llegue al fuego.

d) Detener la reacción
Este efecto se logra mediante
productos químicos tales como
polvos químicos triclase y los
compuestos halogenados (halones
u otros).

3.- CLASIFICACION DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE FUEGO

La clasificación aceptada se basa en el tipo de combustible y es de suma


importancia conocerla porque nos condiciona el tipo de extintor a utilizar.

FUEGO CLASE A
Son los que se producen en
combustibles sólidos tales como
maderas, papeles y trapos. Se apagan
enfriando. Por lo que vimos hay que
arrojar agua.
FUEGO CLASE B
Son los que se producen en
combustibles líquidos tales como nafta,
querosén, pinturas y aceites. Se apagan
con extintores de polvo químico triclase,
con dióxido de carbono o con halones.
NUNCA HAY QUE ARROJAR AGUA

FUEGO CLASE C
Son los que se producen sobre equipos
o instalaciones eléctricas. La extinción
se realiza utilizando polvo químico
triclase, dióxido de carbono o halones.
NUNCA ARROJE AGUA PORQUE
CONDUCE LA ELECTRICIDAD Y
PODRIA ELECTROCUTARSE.

Sería ideal en estos casos, cortar la corriente


eléctrica antes de iniciar la tarea de extinción.

4.- EXTINTORES PORTATILES Y SU USO

Los extintores portátiles están formados por cuatro elementos básicos :

1. Recipientes de presión
2. Válvula
3. Gas impulsor
4. Agente extintor

Estos elementos son comunes


para cualquier tipo de extintor. Las diferencias entre ellos radica en el agente
extintor propiamente dicho. Estos pueden ser : agua, dióxido de carbono,
polvo químico triclase o halón.
Si está verdaderamente decidido a utilizar el extintor, lo primero que tiene que
hacer es ponerlo en condiciones de uso.

Para ello debe descolgarse de la pared y


quitar el seguro.

Luego retire la manguera del soporte


que la sostiene y tómela con la mano a
la altura de la boquilla.

Aproxímese al fuego hasta unos dos o


tres metros, en la dirección del viento,
llevando el extintor en una mano y la
boquilla en la otra.
Accione la válvula y dirija el chorro del
agente extintor unos 10 cm delante del
fuego.

Comience a mover el chorro de lado a


lado del frente de fuego y si fuera
necesario, avance lentamente,
extinguiendo el mismo. Trate que las
llaman queden siempre en la parte
posterior.

Termine la extinción en la parte posterior,


esperando un instante antes de
considerarlo totalmente apagado porque
pueden ocurrir reigniciones. Si hubiera
líquido derramado evite salpicaduras al
arrojar el agente extintor.

Tenga en cuenta además :

• el agente extintor, al salir del matafuego, hace ruido. No se asuste.


• su matafuego se vaciará en aproximadamente 10 segundos de uso
continuo. En consecuencia no pierda tiempo y efectividad arrojando
agente extintor fuera del fuego ni intente apagar fuegos muy grandes.
• no intente ahorrar agente extintor. Uselo todo, aunque crea que el fuego
ya está apagado.
Y RECUERDE :
- Actúe con tranquilidad
- Use :
* agua sólo para fuegos tipo A
* polvo químico triclase para cualquier tipo de fuego (A, B,
o C)
- Es fundamental NO USAR agua para fuegos de tipo C.
CAPITULO 3

INCENDIO EN EDIFICIOS TORRE


Es difícil imaginar como un gigante de acero y cemento puede incendiarse.
Pero luego de observar como están construidos tendremos la respuesta.
Miremos alrededor nuestro : telas, madera, plásticos, papel y gente. Todo
esto es combustible durante un incendio. Estas brillantes torres de cemento
están llenas de cosas que se incendian.

Los incendios en las torres empiezan como cualquier incendio pero presentan
un tipo especial de problema : LA ALTURA.

Su confortable departamento, cuanto más alto esté ubicado, más alejado


estará del ruido de la cuidad. Pero las escaleras de bomberos más altas en el
país sólo llegan al octavo piso. Por ello a partir de ese piso, los incendios
deben ser combatidos desde el interior del edificio.

Por otra parte y debido a la misma razón, por encima del octavo piso la
evacuación sólo es posible por las escaleras del edificio.

Una torre es una pequeña ciudad habitada por cientos de personas.


Evacuarlas no es fácil. En las mejores condiciones evacuar una torre puede
llevar media hora y, mucho antes de que esto ocurra, los efectos del fuego
pueden ser fatales.

Cuando empieza el fuego, un edificio alto se convierte en una chimenea.


Calor, humo y gases venenosos suben por el hueco de los ascensores o
cualquier otro conducto vertical.

El fuego también se expande horizontalmente por los espacios entre el


cielorraso y las losas.

Todos los lugares están llenos de gente. Lo único que cada uno debe pensar
es cómo escapar.

Pero todo el mundo piensa lo mismo y nadie sabe que hacer, salvo apurarse,
gritar y empujarse a medida que baja desordenadamente por las escaleras
llenas de humo.

Todos los edificios deberían tener un plan de emergencia para actuar en caso
de incendio, señalando las rutas de evacuación y todos deberíamos estar
familiarizados con su contenido.

Durante una evacuación asegúrese de llegar 2 pisos por debajo del lugar
donde está el fuego.
Asegúrese de tocar las puertas antes de entrar o de salir de un lugar. Nunca
la abra si está caliente. Siempre cierre las puertas al traspasarlas.

En caso de incendio nunca tome un ascensor. Es normal que el hueco se


llene de humo y de gases calientes. Si usted se encontrara en el ascensor se
vería sometido a estos agentes. Además es muy grande la posibilidad que el
ascensor en movimiento se detenga en el piso en llamas y quede trabado allí.
Muchas muertes en incendios en torres están relacionadas con muertes en
ascensores.
Use siempre las escaleras de evacuación.

Salvo que no le quede otra posibilidad, tampoco suba a la terraza. Es posible


que usted piense en un rescate por helicóptero, como recordará haber visto
en varias películas. Pero hay muy pocas posibilidades que el helicóptero
llegue a usted.

El piloto sabe que un helicóptero pierde sustentación al acercarse a zonas de


aire muy caliente, aumentando la posibilidad de caída. Por otra parte también
sabe que aún si, hipotéticamente, llegara a aterrizar sobre la azotea, todos
los que se encuentran en ésta tratarían de subir desordenadamente al
helicóptero impidiendo que éste vuelva a despegar.

Un helicóptero sólo servirá para llevar bomberos que tratarán de tranquilizar


las personas y guiarlas hacia la salida en forma ordenada.

Recuerde siempre : EL FUEGO SUBE - USTED DEBE BAJAR. Su vida


depende de ello.

Donde quiera que haya combustibles puede haber fuego. Las torres no son
una excepción. Averigüe que puede hacer para prevenir incendios en su
edificio y aprenda qué debe hacer en caso de incendio. ESTE PREPARADO
PARA ACTUAR EN EMERGENCIAS.
CAPITULO 4

SEPA QUE HACER PARA QUE NO SE


PRODUZCA UN INCENDIO
La mejor manera de combatir un incendio es evitar que se produzca. Para
ello debemos estar alertas y aprender a observar y a eliminar condiciones
que estimamos inseguras.

Enumeramos, a título de ejemplo, algunos consejos que por no haber sido


observados han causado innumerables incendios domiciliarios.

• No sobrecargue los tomacorrientes utilizando “triples”


• No refuerce los fusibles de su instalación eléctrica cuando
estos saltan. Si al cambiarlos vuelven a quemarse, es señal
de que existe un cortocircuito o una carga excesiva en la
línea.
• Haga realizar todas las reparaciones de los artefactos
eléctricos por personal calificado y haga revisar su estado en
forma periódica, una pérdida o cortocircuito en cualquiera de
ellos puede iniciar un incendio.
• Instale un disyuntor diferencial
• Asegúrese de que los cables de los artefactos eléctricos,
fijos o portátiles no pasen por debajo de alfombras ni que
crucen por lugares de paso.
• No utilice instalaciones provisorias ni precarias. Tienden a
ser permanentes.
• Mantenga su estufa o equipo de calefacción en buen estado
y convenientemente ventilado.
• Controle frecuentemente el estado de las chimeneas.
Deberán elevarse lo suficiente por encima de los techos y
estar lejos de árboles o de cualquier material que pueda ser
encendido por chispas.
• Mantenga un espacio libre delante de chimeneas, hogares o
estufas y utilice siempre pantallas protectoras para evitar
que las chispas salten afuera.
• Apague cuidadosamente las colillas de los cigarrillos y utilice
ceniceros grandes. No arroje nunca las colillas ni las cenizas
al cesto de los papeles aunque Ud. crea que están
apagadas.
• No fume en la cama.
• No deje fósforos o recipientes que contengan líquidos
inflamables o tóxicos al alcance de los niños.
• Cuide que no haya cortinas sueltas, no utilice ropas
demasiado amplias y no deje repasadores o servilletas cerca
de la cocina o estufa.
• No descuide la plancha calentándose o la comida
cocinándose sin que nadie la atienda.
• No almacene combustibles líquidos u otros materiales
altamente inflamables. No los use cerca de fuentes de calor
o dentro de ambientes cerrados o fumando.
• Tenga ubicado, en un lugar estratégico, un matafuego,
preferentemente de tipo triclase (polvo químico ABC).
• Ponga en orden los desechos. No almacene objetos cerca
de la calefacción.
• Prevea suficiente espacio alrededor del televisor, heladera y
equipos eléctricos en general a fin de posibilitar su
ventilación y prevenir sobrecalentamientos.
CAPITULO 5

SEPA QUE HACER PARA SOBREVIVIR A


UN INCENDIO

Sea cual fuera el tipo de edificio en el que usted vive o trabaja no estará
exento de verse sometido a un incendio.

Cualquier incendio produce escenas aterradoras y experiencias indeseables


y muchos de ellos producen la pérdida de vidas humanas. Estas pérdidas
podrían ser evitadas en la mayoría de los casos.

“Y cómo podrían evitarse?”

La respuesta a esta pregunta radica en aprender y educarnos acerca de la


prevención de incendios, en saber como actuar ante estas situaciones
complejas y tener la tranquilidad necesaria para actuar racionalmente.

El fuego no tiene tendencia a perseguir a las personas ni a quemarlas


mortalmente. Son los productos de la combustión liberados como gases los
que realmente matan.

Son los gases recalentados, el humo y el pánico las principales causas de


muerte. En general, ésta ocurre mucho antes que la acción del fuego, si es
que alguna vez éste alcanza a llegar a la persona, le produzca quemaduras
mortales.

El pánico en las personas se produce, especialmente, cuando los lugares


donde se encuentran no son los familiares.

Es el producto de una imaginación desenfrenada que empieza tan pronto


como la persona se siente perdida, desorientada y sin saber que hacer.

Si se toman algunos recaudos de antemano, es posible que no lo invada el


pánico y pueda, en un momento crítico, actuar correctamente.

Muchas cosas que diremos son comunes para distintos tipos de viviendas
pero otras dependen fundamentalmente de la altura de los edificios y del
conocimiento previo que tengamos del lugar.

Por ejemplo no es lo mismo un incendio en una vivienda de un sólo piso, a


que éste nos sorprenda siendo pasajeros en un hotel en forma de torre. En el
primer caso conocemos perfectamente el lugar y cualquier salida que
encontremos será un medio de escape posible. En el segundo caso en
general no conocemos el lugar y las acciones a tomar dependerán de la
altura del piso en el que estemos alojados.
A manera de ayuda enumeraremos una serie de detalles que nos ayudarán a
sobrevivir a un incendio en una torre.

A) FAMILIARICESE CON EL LUGAR


Si está en su domicilio o en su oficina es muy probable que usted esté
familiarizado con el lugar pero si estuviera en un edificio desconocido,
como por ejemplo en otras oficinas o en un hotel, esta acción de
familiarizarse es absolutamente esencial.

Para ello, regrese al pasillo, luego de haber dejado su equipaje y


verifique donde están las salidas. Efectúe un plano mental a medida que
camina hacia éstas, tratando de responderse a preguntas como las
siguientes :

¿dónde se encuentran las salidas? ¿ qué recorrido debo


realizar?

¿qué vueltas tendría que dar para volver a la habitación?

¿hay obstáculos en el camino?

¿dónde se encuentran? ¿cómo son?

¿dónde están las escaleras? ¿hay otras salidas?

¿cuántas puertas hay que pasar?

Tanto en su casa, como en la habitación de un hotel, acostúmbrese a


poner las llaves en el mismo lugar. Use un llavero de pared en su
departamento o la mesa de luz en un hotel. En las oficinas lleve siempre
la tarjeta de entrada/salida. Conozca la salida de emergencia que le
corresponde.

Mire bien las ventanas. ¿Se abren?. ¿Tienen algún tipo de traba?.
¿Tienen cerraduras?. ¿Cómo se abren?. ¿Cómo se cierran?.

Si vive en su casa, tiene salidas alternativas?. Si las ventanas tienen


rejas, hay alguna que retenga la reja con un candado en forma tal que
se pueda utilizar como vía alternativa de escape?

Abra las ventanas, si puede. Luego mire hacia afuera. Qué hay?, un
letrero?. A qué altura está?. Hay cornisa por la que eventualmente se
pueda caminar?. A qué altura estoy?

Construya una buena imagen mental de todo lo que está afuera. Puede
llegar a necesitarla.
Si durante la noche algo lo despertara, ya sea el teléfono, alguien que
golpea la puerta, olor a humo, gritos o cualquier otro motivo alarmante,
investigue su origen antes de seguir durmiendo.

B) PREPARE MENTALMENTE SU PLAN DE EVACUACION


En caso de incendio su objetivo imperioso y el de las personas que lo
rodean será salir del edificio en el menor tiempo posible.

Para ello tome la llave y diríjase hacia la puerta. No pierda tiempo ni


esfuerzos llevando efectos personales. Su vida está en juego.

Evite el humo, si lo hubiera. Es posible que el aire, a dos metros de


altura esté contaminado sin olor. Por ello, aunque pueda, no trate de
tolerar el humo estando parado. Avance gateando.

Antes de abrir una puerta debe tocarla con la palma de la mano. Si


estuviera caliente no la abra, ya que es muy posible que haya fuego
afuera. En este caso como veremos más adelante, prepárese para
combatir el fuego en su habitación.

Si no estuviera caliente, abra la puerta lentamente y mire hacia afuera


para verificar cual es la situación. Recuerde que su meta es salir al aire
libre. Prosiga hacia el pasillo. Es importante cerrar la puerta de su
habitación al salir, para evitar que entre aire, pero no la cierre con llave
ya que en caso de haber mucho humo o fuego en el pasillo puedo
necesitar volver a la habitación.

Es muy fácil perderse o desorientarse entre el humo y los gases


calientes. Por eso recuerde la imagen mental que hizo y cuente las
puertas a medida que las vaya pasando hasta llegar a la salida.

Recuerde : NO USE LOS ASCENSORES

Si tuviera que bajar utilice las escaleras. No corra. Manténgase sujeto a


las barandillas. En las oficinas de TOTAL AUSTRAL S.A. hay 2
escaleras de incendio separadas.

Baje con tranquilidad. Si lograra salir, no vuelva a entrar bajo ninguna


circunstancia. Establezca con anterioridad un lugar externo para
encontrarse con su familia. Asegúrese que los miembros de su familia
también lo conozcan. El personal de TOTAL AUSTRAL S.A. en Buenos
Aires y sus visitas deben ir al punto de reunión indicado en las
carteleras.

Si encontrara durante su descenso una zona donde el humo se ha


acumulado, no intente atravesarlo. Mucha gente muere en el intento. En
un caso así hay que ascender nuevamente y llegar a la azotea del
edificio y se debe abrir la puerta y dejarla abierta.
Esta es la única vez que debe dejarse una puerta abierta. De esta
manera el humo que se ha acumulado en la escalera podrá salir.

Una vez en la azotea, debe buscarse la dirección del viento que más lo
favorezca para evitar el humo. Siéntese y aguarde hasta que lleguen los
bomberos. Es mejor no desesperarse y permanecer allí sentado. Los
bomberos siempre efectúan una inspección minuciosa del edificio,
tratando de encontrar personas con vida.

C) PREPARESE PARA ACTUAR


Si la puerta de su habitación estuviera caliente o el pasillo lleno de
humo, no se desespere. Muchas personas se han defendido muy bien
en sus habitaciones.

Si hubiera humo en su habitación lo primero que debe hacer es abrir la


ventana para desalojarlo. Si no lo hubiera, impida a toda costa que
entre. Para ello mantenga cerradas las ventanas y puerta.

Entre las cosas que puede hacer en su habitación es de principal


importancia, para su supervivencia, tener en cuenta que :

- Si el teléfono funcionara, dé aviso que se encuentra en su


habitación.

- Si estuviera entrando humo, tape las hendiduras de la puerta con


sábanas o toallas mojadas y manténgalas mojadas. Abra la
ventilación del baño.

- Llene la bañadera con agua para combatir el fuego humedeciendo


y enfriando. No se introduzca en ella. Piense cómo se cuecen los
alimentos.

- Eche agua sobre la puerta para mantenerla lo más fría posible.

- Toque las paredes. Si estuvieran calientes écheles agua también.

- Una toalla mojada, plegada en forma de triángulo, colocada de


manera tal que cubra la nariz y la boca, sirve de filtro para el humo.

- Recuerde que debe evitar que el humo entre en su habitación. Por


ello, si hubiera fuego afuera de la ventana, no la abra. Si hubiera
cortinas metálicas bájelas. Retire de su proximidad todo lo que sea
combustible.
D) NO SE DEJE VENCER POR EL PANICO
Siempre hay que continuar combatiendo el fuego hasta recibir ayuda
externa.

Empleando su imaginación es muy probable que surjan estrategias


propias para salir indemne de un incendio.

Recordemos la tendencia que tiene mucha gente de arrojarse al vacío.


Sabemos que la gran mayoría se mata o lesiona gravemente al hacerlo.
Esto último no es general y depende de las circunstancias.
Si usted se encontrara en un primer piso, si pudiera abrir cómodamente
la ventana y salir por ésta, dependiendo de cómo y quién lo haga,
puede saltar y no sufrir lesiones serias.

Si la ventana estuviera en un segundo piso, es posible que, en el mejor


de los casos, se lesione sólo el tobillo.

Si, en cambio, la habitación estuviera a una altura mayor que un


segundo piso, las posibilidades de sobrevivir a una caída son remotas.

En consecuencia, en estos casos, lo mejor que puede hacer es combatir


el fuego.

El pánico induce a mucha gente a arrojarse al vacío desde alturas


superiores a los diez pisos.

La trágica experiencia muestra que la gente se arroja sin saber muy


bien donde pretende caer ni cómo evitará el choque con objetos que se
encuentran en la trayectoria de caída, como ser cornisas, escaleras de
bomberos o cables... y las consecuencias son previsibles...
CAPITULO 6

EFECTOS DE LOS INCENDIOS SOBRE EL


CUERPO HUMANO
La lesión pulmonar causada por la inhalación de humo caliente y la
intoxicación motivada por el monóxido de carbono y otros gases tóxicos,
presentes en todo incendio, se consideran las causas principales de muerte
en las víctimas por fuego. Muy pocas personas mueren sólo por efecto de las
quemaduras.

De ello se desprende la absoluta necesidad de no vernos sometidos a


ninguno de estos agentes durante la evacuación de un edificio.

Al ser LA ASFIXIA la principal causa de muerte, veremos como ésta puede


producirse.

En primer lugar la asfixia puede ser motivada por intoxicación aguda causada
por los gases inhalados que se generan en la combustión. Lo más frecuente
es la intoxicación por monóxido de carbono. Es sabido que la acción de este
gas es debida a su mayor afinidad por la hemoglobina de los glóbulos rojos
que el oxígeno, reemplazando la oxihemoglobina normal por la
carboxihemoglobina, e impidiendo así la llegada del oxígeno a los tejidos.

La progresión de los síntomas de la intoxicación es : dolor de cabeza


palpitante, estruendo en los oídos, confusión, debilidad general, pérdida de la
conciencia y paro cardiorrespiratorio. Si se efectúa un esfuerzo físico durante
la exposición al monóxido de carbono la sucesión de los síntomas de
intoxicación se acelera. El cadáver, en estos casos, tiene la particularidad de
presentar una coloración rosada de la piel, dando el aspecto de una persona
dormida, en buen estado de salud.

Otros gases tóxicos que pueden generarse en un incendio son : ácido


sulfhídrico, dióxido de azufre, amoníaco, ácido cianhídrico y fosgeno,
dependiendo su acción tóxica de sus respectivos mecanismos de acción.

La asfixia también puede producirse por aplastamiento . Este aplastamiento


puede ser causado por personas, cuando muchedumbres desesperadas
tratan de alcanzar alguna vía de escape o bien derrumbes. En todos los
casos tanto el tórax como el abdomen son comprimidos en forma que impide
la expansión respiratoria y con ello la llegada de oxígeno a los pulmones.

La asfixia, por último, también puede ser causada por rarefacción del aire
respirado. El sujeto, en estos casos, muere cuando se ha agotado el oxígeno
del aire que tiene a su disposición. En los incendios, además la proporción de
oxígeno en el aire disminuye porque es consumido por la misma combustión.
La concentración normal de oxígeno en el aire es de 21 %. Cuando esta
concentración disminuye al 15 o 16 % se empiezan observar los primeros
síntomas. Entre el 10 y 14 % el individuo presenta fallas de raciocinio. Entre
el 6 y el 10 % pierde el conocimiento pudiendo entonces llegar a la asfixia.

Otra causa de muerte, muy relacionada a la intoxicación, es el SUICIDIO.

Provocado por la desesperación, pánico o pérdida de raciocinio,


generalmente acontece por el salto de las personas al vacío, en un vano
intento de escapar del fuego o suposición de elegir una forma de muerte
menos sufriente.

Con respecto a la frecuencia de estas actitudes frente a un incendio en un


edificio de altura, se comprueba estadísticamente que el 15 % continúa
razonando normalmente y puede elegir y obrar con propia iniciativa. Un 50 %
se da cuenta de la gravedad de la situación pero no toma resoluciones
propias, obedeciendo, sin embargo, las órdenes impartidas en ese momento.
Un 15 % no se da cuenta de la situación y sólo obedece órdenes muy
severas. Otro 9 % son individuos aterrorizados que no obedecen ninguna
orden y presentan falta de raciocinio. Tienden a actuar por contagio e
imitación. Finalmente un 1 % enloquece, reaccionando con violencia e
impulsivamente, pueden ir al suicidio, arrastrando en su accionar a otras
personas, presas de pánico.

Por último las QUEMADURAS también pueden causar la muerte.

Las quemaduras pueden ser clasificadas atendiendo a tres factores básicos :


la PROFUNDIDAD, la EXTENSION y la LOCALIZACION.

En cuanto a su PROFUNDIDAD las quemaduras, pueden ser de primer grado


(A), de segundo grado (AB) o de tercer grado (C).

En las de primer grado (A) sólo se observa un enrojecimiento de la zona


afectada con irritación de las terminaciones nerviosas, originando escozor y
eventualmente dolor. La destrucción de los tejidos es mínima y la curación se
produce espontáneamente, quedando por un tiempo una hiperpigmentación
local que desaparece con el tiempo.

Las de segundo grado (AB) pueden ser superficiales o profundas.

En las superficiales se forman ampollas llenas de un líquido amarillo que con


el correr de los días sufre un proceso de coagulación. La irritación de las
terminaciones nerviosas hace que estas quemaduras sean muy dolorosas, lo
que se agrava si las ampollas son desgarradas por traumatismos externos.
Normalmente la herida se cura en un plazo de dos semanas, sin dejar cicatriz
visible. A lo sumo puede quedar como secuela una zona ligeramente
despigmentada que con el tiempo tiende a borrarse.
En las quemaduras de segundo grado profundas no se observa la formación
de ampollas y la superficie afectada toma un color blanquecino, dando a los
tejidos un aspecto edematoso. Las terminaciones nerviosas también están
incluidas en el tejido destruido, por lo que este tipo de quemaduras es poco
doloroso. La cicatrización es más lenta que en los casos anteriores
(aproximadamente cuatro semanas) y deja como secuela una cicatriz plana
irregular con unas partes pigmentadas y otras descoloreadas.

Por último, las de tercer grado (C) se caracterizan por la destrucción total de
los elementos de la piel, pudiendo llegar a la destrucción hasta de los propios
músculos. El área quemada aparece de un color castaño negruzco con
aspecto acartonado y duro al tacto. Debido a la destrucción completa de los
elementos nerviosos cutáneos, estas quemaduras no son dolorosas. La
cicatrización en estos casos es lenta quedando siempre cicatriz visible.

Por otra parte, la gravedad de una quemadura depende también de la


EXTENSION de la superficie dañada. Se estima que una extensión por
encima del 40 a 45 % de la superficie corporal, la quemadura es de
pronóstico muy reservado. Entre los distintos métodos utilizados para
determinar superficies corporales en adultos, el que permite el cálculo más
rápido es aplicar la llamada “Regla de los nueve”, que asigna, como se ve en
la figura 1, valores de 9 o múltiplos o submúltiplos de 9 a los diferentes
segmentos del cuerpo.
La LOCALIZACION de la quemadura es también de gran importancia para el
pronóstico y tratamiento de la lesión, sobre todo en las de tercer grado, en las
cuales la destrucción completa de la piel puede originar secuelas funcionales
y estéticas muy serias. En la figura 2 se observan las localizaciones de las
quemaduras que pueden dejar secuelas funcionales.

Si nos encontráramos ante una situación de emergencia con lesionados


recordemos que las mejores intenciones y la buena voluntad, por sí solas, no
bastan para atender a un quemado. Es necesario que las acciones estén
respaldadas por sólidos conocimientos técnicos. De todas formas hay
actitudes que conviene recordar y aplicar tanto en el momento del accidente
como después de ocurrido.

1.- ACTITUD A TOMAR EN EL MOMENTO DEL ACCIDENTE

a) QUE DEBERÍA HACER EL ACCIDENTADO


Es muy común que el individuo cuyas ropas y cuerpo se están
quemando pierda totalmente el control y como consecuencia de la
desesperación que lo invade se ponga de pie, corriendo de un lado a
otro. Esta actitud es totalmente incorrecta porque al correr se avivan
las llamas. Además manteniéndose de pie los gases calientes que se
desprenden de su cuerpo y ropa son inhalados por la persona,
agravando su estado general.

En consecuencia la actitud correcta que debería tomar un individuo


que se está quemando es :
1.- Tirarse al suelo.
2.- Rodar sobre si mismo para sofocar las llamas
3.- Si hubiera cerca algún depósito de agua, mojarse todo el cuerpo.
4.- Solicitar ayuda.

Este comportamiento debería ser reflejo. Esto sólo se logrará cuando


estemos concientizados y entrenados para actuar de esta manera.

b) QUE DEBERIA HACER EL OBSERVADOR


Su actitud frente al quemado puede ayudar a salvar la vida de su
semejante. Los pasos a seguir serían :

1.-Apagar el fuego. para este fin será útil cualquier extintor, ya que
ninguno de ellos afecta al ser humano. Podrá utilizar también
cualquier trozo de tela gruesa de lana o algodón, como ser una
frazada o un sobretodo para ahogar las llamas. Lo ideal sería arrojar
mucha agua.
2.-Una vez apagado el fuego solicitar inmediatamente ayuda.

2.- ACTITUD A TOMAR LUEGO DEL ACCIDENTE

Mientras la ayuda médica está en camino hay algunas medidas que el


observador puede tomar recordando que lo más importante, en esta etapa,
es evitar la infección de las heridas. Queda por ello, absolutamente
contraindicado colocar sobre la superficie quemada cualquier tipo de polvos,
pomadas, grasas, cremas, aceites, ungüentos o emplastos. Sólo está
permitido el uso de un chorro de agua limpia y fría y la envoltura de la zona
afectada con lo más limpio que se tenga a mano, si fuera posible gasa estéril.

Tampoco deberá suministrarse al accidentado bebidas de ningún tipo.

Recuerde, igualmente, que no habrá que romper las ampollas formadas


debido a que ello aumentaría las posibilidades de infección.

El esquema siguiente resume las actitudes a adoptar a fin de optimizar la


recuperación del quemado.
. No correr
Que debe hacer . No quedarse de
P el accidentado pie
R Actitud a tomar . Echarse al suelo
I durante el
M accidente
E + Extintor
R . Apagar el fuego + Telas
O Que debe hacer + Arrojar agua
S el observador
. Solicitar auxilio

A Evaluar la gravedad
U de las lesiones
X Actitud a tomar
I después del Observar signos
L accidente vitales
I
O No dar bebidas
S
Evitar contaminación
Mantener la calma
CAPITULO 7

CONCLUSION

Seguramente una característica común de todo ser humano es tener una


visión optimista de la vida. Por ello es difícil y no natural que, si no estamos
frente a una situación de emergencia, no gastemos tiempo planificando
acciones a tomar frente a posibles catástrofes.

Sin embargo los accidentes, estadísticamente, deben ocurrir y seríamos


imprudentes y no realistas si los ignoráramos, sin considerar su posibilidad de
ocurrencia.

Por esto, tengamos planeado un curso de acción que nos permita enfrentar
estas situaciones.

Recordemos la frase que Cervantes puso en boca de Don Quijote :

“ESTEMOS PREVENIDOS, SEAMOS PRECAVIDOS.


ESTAR PREPARADO PARA LA BATALLA ES YA TENER LA
MITAD DE LA VICTORIA”

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