MONICION DE ENTRADA

Bienvenidos hermanos a la celebración de esta Santa Eucaristía.

La palabra de Dios en este domingo nos recuerda a todos nosotros nuestra elección,
nuestra llamada, nuestra vocación, que comenzó el día de nuestro Bautismo y que no
termina nunca, vivir nuestra vocación cristiana depende de Dios y también de nosotros.

PRIMERA LECTURA El profeta Amós es llamado por Dios para hablar a su pueblo. No se
siente conforme con esta llamada, pero responde con sinceridad a Dios y cumple con la
misión de denunciar los pecados del pueblo, y anunciar el plan de Dios a un pueblo que le
cuesta escuchar. ESCUCHEMOS

SEGUNDA LECTURA Pablo entona un canto de alabanza a Dios por su elección y las
bendiciones recibidas. Una bendición que recae sobre todos los bautizados. Una llamada a
vivir para Dios que se dirige a todos nosotros. ESCUCHEMOS

EVANGELIO.- Jesús envía a sus Apóstoles a predicar. Estos no cuentan con muchas
recomendaciones, ni con muchos bienes materiales, ni con una buena acogida.Solo
cuentan con el poder de Jesús que los envía. Y esto fue suficiente para ellos y para
nosotros que somos un pueblo enviado a anunciar a Jesucristo y su vino de amor. NOS
PONEMOS DE PIE

ORACION DE LOS FIELES

- Oremos por la iglesia, por el Papa Francisco, para que puedan cumplir con fidelidad
y alegría la misión que el señor les ha encomendado. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Oremos por los Gobernantes, servidores del pueblo, para que distribuyan las
riquezas con justicia, y piensen en los más humildes de la sociedad. ROGUEMOS AL
SEÑOR
- Oremos por todos los enfermos, por los atribulados, para que pongan en manos de
Dios su debilidad y se sientan consolados. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Oremos por nosotros aquí presentes, por todas las familias, para que podamos
abandonarnos por Dios, y poder bendecir su nombre, por todas las gracias recibidas
ROGUEMOS AL SEÑOR
OFRENDAS
Pongamos en el altar de Cristo todas nuestras necesidades y esperanza, para que el
mismo los convierta en signos de salvación.
COMUNION
Que al comulgar con el cuerpo y la sangre de cristo, seamos capaces de asumir
responsablemente la vocación, a la cual Dios padre nos ha llamado.