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Signos y síntomas
Las manifestaciones básicas son similares a las de los adultos, pero se relacionan
con preocupaciones típicas de los niños, como tareas escolares y juego. A veces,
los niños son incapaces de explicar sus sentimientos o estados de ánimo internos.
Debe considerarse depresión cuando niños con buen desempeño previo bajan su
rendimiento académico, se retraen de la sociedad o cometen actos delictivos.
Los síntomas frecuentes son
Aspecto triste
Irritabilidad excesiva
Apatía y retraimiento
Diagnóstico
Evaluación clínica
Tratamiento
Por lo general, la primera elección es un ISRS (véase el ISRS para tratar a niños ≥
12 años) cuando está indicado un antidepresivo. Debe controlarse de manera
estricta a los niños para detectar la aparición de efectos colaterales conductuales
(p. ej., desinhibición, activación conductual; véase pie del ISRS para tratar a niños
≥ 12 años). La investigación basada en adultos ha sugerido que los antidepresivos
que actúan tanto sobre el sistema serotoninérgico como sobre el sistema
adrenérgico/dopaminérgico pueden ser algo más eficaces; sin embargo, estos
fármacos (p. ej., duloxetina, venlafaxina, mirtazapina; ciertos tricíclicos, en
particular clomipramina) también tienden a presentar más efectos adversos. Estos
fármacos pueden tener especial utilidad en los casos resistentes al tratamiento.
Asimismo, se pueden indicar antidepresivos no serotoninérgicos, como bupropión
y desipramina, con un ISRS para aumentar la eficacia.
Recientemente han surgido dudas sobre que los antidepresivos puedan aumentar
el riesgo de tendencias suicidas en algunos niños y adolescentes. En la
actualidad, estos fármacos contienen en su etiqueta advertencias acerca de este
riesgo. Paradójicamente, varios estudios sugieren que, en conjunto, el uso de
antidepresivos reduce significativamente el riesgo de suicidio. No se ha
esclarecido la interpretación de estos hallazgos contradictorios. Sin embargo, si
preocupa la posibilidad de suicidio, deben adoptarse las siguientes medidas para
reducir el riesgo:
Los padres y los profesionales de salud mental deben discutir en profundidad los
problemas.
Al igual que en los adultos, son frecuentes las recaídas y las recurrencias. Los
niños y los adolescentes deben permanecer en tratamiento durante no menos de 1
año tras la remisión de los síntomas. La mayoría de los expertos recomiendan
tratamiento indefinido en los niños que han tenido ≥ 2 episodios de depresión
mayor