La atención es el proceso cognitivo que nos orienta hacia los estímulos
relevantes y procesarlos para responder en consecuencia. Cabe destacar que la atención no es un proceso unitario, sino que existen distintos tipos de atención.
Los tipos de atención son:
Arousal: Hace referencia a nuestro nivel de activación y al nivel de alerta, a si estamos adormilados o enérgicos. Atención focalizada: Se refiere a la capacidad de centrar nuestra atención en algún estímulo. Atención sostenida: Se trata de la capacidad de atender a un estímulo o actividad durante un largo periodo de tiempo. Atención selectiva: Es la capacidad de atender a un estímulo o actividad en concreto en presencia de otros estímulos distractores. Atención alternante: Consiste en la capacidad de cambiar el foco atencional entre dos o más estímulos. Atención dividida: Se puede definir como la capacidad que tiene nuestro cerebro para atender a diferentes estímulos o actividades al mismo tiempo.
Procesos básicos de la atención: son 4
La atención 2
Neurotrasmisores que intervienen en la
atención El desarrollo de la atención La atención es una estructura multidimensional compuesta de fenómenos como: el examinar estratégico, la exclusión de estímulos secundarios, la atención sostenida, la atención dividida, la inhibición de la acción impulsiva y la selección y supervisión de respuesta. Antes de los 5 años, los rasgos más destacados de un nuevo estímulo son los que capturan la atención del niño. Entre los 5 y 7 años, ocurre un cambio, la atención está sometida a procesos internos, como la estrategia de la búsqueda selectiva. Cuando los niños maduran, se vuelven más sistemáticos, flexibles y menos egocéntricos. En lo esencial, los niños mayores saben cuándo y cómo atender. Los más pequeños, carecen de estrategias cognitivas para el análisis que la tarea requiere. A pesar de las frecuentes referencias al déficit de atención en la psiquiatría de niños y adolescentes, sorprendentemente se conoce poco acerca de su desarrollo normal. El diagnóstico del déficit de atención puede ser problemático en los niños menores de 5 años, ya que, hasta los niños normales muestran variaciones en el nivel de actividad, la capacidad para sostener la atención y la inhibición motora entre los 4 ó 5 años. Sensación y Percepción La sensación compromete el registro de entrada del cuerpo, mente o mundo exterior. Las sensaciones se transforman en percepciones utilizando procesos que generalizan y agrupan experiencias previas, permitiendo la filtración de las sensaciones entrantes en categorías perceptivas. Ejemplo: el dolor abdominal es una sensación. Darse cuenta de que el dolor de estomago significa que uno está nervioso es una percepción. Nosotros notamos el dolor pero percibimos un estado ansioso en la mente. La Percepción Auditiva En el tercer trimestre del feto, los sonidos exteriores evocan movimientos, aceleración cardíaca o respuestas electrocorticales. Los recién nacidos reaccionan a los sonidos fuertes o súbitos con un generalizado sobresalto, sin embargo, el umbral de intensidad en los niños es más alto que el de los adultos, especialmente para las altas y bajas frecuencias. Hacia el sexto mes, los bebés pueden diferenciar muchos de los contrastes en los sonidos acústicos requeridos para el desarrollo fonológico. La percepción Visual El niño empieza a reconocer la cara de la madre hacia el primer mes de vida y mueve los ojos con un interés especial a partir de los dos meses. Aunque el recién nacido tiene estas capacidades visuales, no logra los niveles adultos hasta los 6 meses; la forma y el color no están integrados como conjunto hasta esta edad. La percepción de las expresiones faciales parece jugar un papel central en el desarrollo de la regulación del afecto durante el primer año de vida. El Gusto y el Olfato Los recién nacidos muestran su preferencia por el agua endulzada sonriendo y chupando con largas succiones y pausas cortas, respondiendo, en contraste, a los fluidos agrios o amargos, frunciendo el labio o haciendo muecas. Los recién nacidos también pueden detectar los olores fuertes y hacen muecas a los olores desagradables. La Sensación Cutánea La boca y los órganos genitales del feto llegan a ser sensibles al tacto durante el primer trimestre, y después le siguen: las palmas de la mano, las plantas del pie y el resto del cuerpo. Así, después del nacimiento, las bases estructurales y funcionales de la sensación cutánea ya están establecidas. La Percepción Intermodal Los recién nacidos pueden oír, ver, olfatear, saborear y percibir. Las percepciones a temprana edad son difusas y deben evolucionar hacia la precisión perceptiva a través de las impresiones sensoriales globales.
TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad. Se trata de un trastorno de carácter TDAH neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos.1-2 Es fundamental para el diagnóstico de TDAH evaluar que estos síntomas nucleares que hemos comentado (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad) se presenten: 1. desde una edad temprana: antes de los 12 años1. 2. con una intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y la etapa de desarrollo del niño. 3. que deterioren o interfieran de forma significativa en el rendimiento del niño en dos o más de los ámbitos de su vida: escolar o laboral, familiar y social. 1-2 4. no ser causados por otro problema médico, un tóxico, una droga u otro problema psiquiátrico.3 Pese a que pueda existir sospecha clínica en niños de menos de 6 años el diagnóstico de TDAH requiere haber superado esta edad. Además, es frecuente que el TDAH se reconozca en los niños cuando comienza la educación primaria, coincidiendo con dificultades en el rendimiento escolar y la presentación de disfunciones sociales. Diferentes presentaciones Los síntomas nucleares del TDAH son independientes unos de otros. No todos los niños con el trastorno manifiestan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Es decir que un niño con TDAH puede manifestar sólo uno de estos tres síntomas. De la diversidad de manifestaciones del TDAH se diferencian tres presentaciones según el DSM-5 Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: Presentación predominante de falta de atención
La conducta prevalente es el déficit de atención
(más frecuente entre las niñas) Presentación predominante hiperactividad/impulsividad
La conducta prevalente es la hiperactividad
y/o impulsividad Presentación combinada déficit de atención e hiperactividad/impulsividad
Presentan los tres síntomas nucleares
(déficit de atención, hiperactividad e impulsividad) Prevalencia del TDAH La prevalencia de un trastorno hace referencia a la frecuencia de presentación de este en la población general. El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos infantiles más frecuentes, situándose por encima de otros, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar4.