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UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA

NOMBRE: Vanessa Méndez Colmenares

MATERIA: Historia de la creación estética

TRABAJO FINAL TERCER CORTE

Temas escogidos:
• Comunicación en Tiempos de Guerra
• Jean Baudrillard y la publicidad
• El cartel publicitario

El mundo publicitario viene del mundo artístico, lo que genera que muchas de las
situaciones por las que pasó el arte también influyeran en la publicidad. Un gran ejemplo
es como la unidad artista-burguesía se rompe como consecuencia de la inquietud de los
artistas frente al desarrollo feliz de una sociedad burguesa, una sociedad invadida de
edificios y acomodada para el industrialismo. Esta vida rutinaria afecta todas las facetas
de la creación, incluso la publicitaria, que con el tiempo genera movimientos sociales
mucho más fuertes que el arte, gracias a la propaganda.
La publicidad y la propaganda ha evolucionado arduamente con el pasar de los años, pero
siempre han tenido una diferencia crucial: mientras la propaganda puede compararse a la
publicidad en el sentido de que crea y transforma; se distingue porque busca un
fin político y no comercial, no busca vender un producto sino persuadir el pensamiento.
Una de las épocas en las que esto es más notorio son los tiempos de guerra, en donde
la publicidad política se destacó como un arma que buscaba esparcir mensajes masivos y
colectivos que persuadieran a los ciudadanos a cambiar sus actitudes u opiniones a favor
de un bando de la guerra. Así nace el uso del cartel publicitario en esta época (a pesar de
ser la modalidad de comunicación más popular y artística en la época, en el siglo XXI ya
es desplazado por los medios masivos) no como instrumento de comunicación social,
pero si como un explosivo desarrollo del medio publicitario (que usa el arte
como vehículo de grandes prestaciones). Este se disfraza como solicitud, para lograr que
su audiencia piense que la decisión fue de ellos y la ven como una "donación gratuita"
por la cual exhiben y consumen su propia imagen. Para que piensen que su pensamiento
es propio y no persuadido.
Sin embargo, poner imágenes y colores al azar en un cartel no era el plan de los bandos
de la guerra, estos buscaban que los ciudadanos formaran una conexión emocional y se
conectaran con sus pensamientos e ideales. Poco a poco la publicidad ha creado su propia
realidad, un terreno neo-real, que no se sitúa en lo real ni en lo irreal sino en una
simulación donde la publicidad se convierte en el objeto de consumo que va más allá de
lo verdadero y lo falso. No importa la honestidad o falsedad del anuncio sino "que me
quiere hacer creer".
Este cometido lo lograban a través de principios ideológicos y
elementos simbólicos que presentaban como las señas de identidad de cada uno de los
bandos. Estas imágenes y símbolos son los principales mensajes que se utilizarán
y difundirán a la población a través de los años, incluso hasta el día de hoy.
En palabras de (Almela, 2007): "Uno de los grandes aportes de Baudrillard fue cuando
destaco la naturaleza del "lenguaje" publicitario (el que ve más como un repertorio que
un leguaje) en el que no hay una sintaxis viviente sino un sistema de significados, lo que
convierte al leguaje publicitario en cargado de significados y carente de sentido "
El "lenguaje" se difunde fundamentalmente a través de la propaganda y en situaciones
extremas, como lo son las guerras. Este está dotado de ideologías y símbolos que
representan una manera de pensar.
Como lo menciona (Centeno, 2002): “La ideología como
sistema, lógicamente estructurado, que influye en un conjunto de principios que inspiran
y dan lugar a la creación y establecimiento de instituciones y organizaciones sociales
o políticas.”
En nuestra época la política se ha adueñado del termino ideología; la búsqueda y ejercicio
del poder. No solo los órganos superiores de un Estado, también se desarrolla en otros
sectores sociales, a diferentes niveles de relevancia y una vez adquirido el poder, los
principios de la ideología triunfante serán utilizados para conservar o cambiar el
ecosistema al que pertenecen, el consumo se transforma en campo de
intervención política. Para que esto sea efectivo tiene que apelar a la capacidad emotiva
más que a la capacidad racional. Usando un valor o signo, la infinita combinatoria de
un único código, lo adecua a un momento en el que el signo de la mercancía a sustituido
a la materia de la mercancía. Todo se vuelve conmutable, reversible, intercambiable, y
los símbolos pasan a primer plano.
Los símbolos políticos están caracterizados por tener un objeto sensible o una imagen
configurados de cierta manera, una significación constituida por la relación entre el objeto
y la significación, y un sujeto con la adecuada disposición para captar la referencia y
responder a su llamada. Estos símbolos no necesitan tener relación directa con
la ideología que representan y cuando la ideología se une a un símbolo este intensifica la
carga emotiva.
En el periodo de guerras, el cartelismo propagandístico político se basó en la creación
para una sociedad ansiosa de novedades, ilusionada y dispuesta al disfrute. Por esta razón
la información en el cartel propagandístico o cualquier tipo de mensaje publicitario debe
presentarse de la manera más concisa y simple posible, así creando una percepción
casi instantánea del mensaje. Esto no ha cambiado mucha con los años, ya que incluso
hoy en día podemos ver ejemplos de este tipo de desarrollo de la publicidad.
A continuación, algunos ejemplos de símbolos que no necesitan texto para explicar la
ideología a la que pertenecen:

Para apoyar este análisis, aquí hay algunos ejemplos (del siglo XXI) de este tipo de
publicidad:
Este es un ejemplo de como un símbolo combinado con una ideología, ambas expresadas
de manera simple y directa, puede crear una onda expansiva monumental a la hora de
influir en una audiencia. Un simple corazón del color de una bandera combinado con el
nombre de la figura que representa la ideología o una imagen de unos ojos sin texto,
pueden generar un cambio radical en el pensamiento de las personas si el símbolo y la
ideología se aplican de manera constante y simple, de tal manera que los ciudadanos
capten el mensaje casi inmediatamente, piensen que es su decisión y no una propaganda
que los influyo.
Este tipo de propagandas se ve mucho en regímenes totalitarios o dictaduras, que buscan
crear una sola ideología “verdad” para mantener u obtener el poder. Ya vimos un ejemplo
de la aplicación de este mensaje en el régimen totalitario de Venezuela, pero también lo
podemos encontrar en España con el “Partido Comunista de España” en el que un símbolo
no es solo para decorar un cartel, es que cada vez que los ciudadanos lo ven lo primero
en lo que piensan, no es de qué forma es el símbolo sino, todas las ideas y manierismos
de la ideología que representa. La figura pierde su significado original para darle otro que
impulsa una manera de pensar.
Este tipo de publicidad ideológica se puede encontrar en marcas reconocidas
mundialmente o incluso en religiones:

Y tal como este, en nuestro día a día, encontramos gran cantidad de ejemplos (en su
mayoría políticos) que demuestran que un manejo de un símbolo con una ideología detrás
puede ser más poderoso que cualquier otra arma.

Bibliografía
Almela, A. C. (2007). Jean Baudrillard y la publicidad. Pensar la Publicidad, I(2), 131-
146.
Lora, M. G. (1997). El cartel publicitario de vanguardia. Questiones publicitarias(6), 48-
62.
Centeno, J. C. (2002). Comunicación en tiempos de guerra. Aproximación teórica a los
mensajes y los medios. Comunicación: revista Internacional de Comunicación
Audiovisual, Publicidad y Estudios Culturales(1), 117-130.

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