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Cartografiar

la
experiencia

Estrategias de
Intervención
Comunitaria

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Cartografiar la experiencia
Hacia una estrategia territorial de prevención
comunitaria de la drogodependencia: la experiencia del
programa CONACE (Consejo Nacional de Control de
Estupefacientes)-PREVIENE en Padre Las Casas
(Zambrano, Vargas, Neira & Pérez, 2012)
 Introducción:

En la región de la Araucanía (Chile), por poseer los indicadores más bajos de


desarrollo humano, se han realizado diversos programas y proyectos con
financiamiento estatal. Pero las relaciones dentro de la comunidad no
favorecen procesos de empoderamiento organizacional ni comunitario
(Zambrano, Bustamante y García, 2009). Si bien hay líderes y dirigentes
comunitarios involucrados en mejorar las condiciones, la tarea no es fácil,
debido a que no saben cómo motivar y sostener la participación en las
organizaciones y tampoco cómo identificar iniciativas apropiadas para lograr
sus objetivos (Zambrano y Le Blanc, 2008).

El equipo PREVIENE de la comuna de Padre Las Casas y el Departamento de


Psicología de La Frontera desarrollaron una estrategia de fortalecimiento del
liderazgo para la prevención comunitaria.

 “Prevención comunitaria en drogodependencia, el aporte de la formación


de agentes comunitarios” (Zambrano, Vargas, Neira y Pérez, 2012, p. 373):

La psicología comunitaria propone que las problemáticas sociales y


psicológicas se suceden como resultado de las interacciones entre los
miembros, que a su vez evolucionan en el tiempo, y son factores relevantes
para las condiciones económicas y culturales de los medios en los cuales
viven.
A su vez se suman factores de riesgo como las acciones delictivas, el tráfico
y consumo de sustancias que desorganizan la cohesión social. La baja
participación, también colabora para sostener la desorganización.

Para tratar de contrarrestar esto, es necesario favorecer estrategias de


participación e involucramiento, organización social adecuada, cohesión
social en el barrio, relaciones positivas entre los vecinos, inclusión y apoyo
social, protección a los adolescentes, etcétera (CONACE, 2009), para
fortalecer la presencia de factores protectores y el aumento de recursos
comunitarios.

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Para lograrlo se deben desarrollar distintas herramientas que permitan el
empoderamiento de cada uno de los integrantes, los cuales favorecerán el
desarrollo y el acceso a recursos para poder llevar a cabo sus objetivos
(Zambrano, Bustamante y García, 2009).

Para que una iniciativa comunitaria tenga éxito, es necesario el liderazgo,


pues este permite el tránsito de lo individual a lo grupal, que a su vez
trasciende hacia las organizaciones y las redes sociales. El liderazgo
promueve el logro de resultados positivos y de largo alcance en las
organizaciones.

Cuando el liderazgo es consensuado por sus integrantes, se sostiene en el


tiempo y permite el logro de sus propósitos, pues consigue que todos (o al
menos la mayoría) estén de acuerdo.

En fin, un liderazgo efectivo es cuando los líderes guían a los integrantes en


la creación de una visión para luego usarla de manera estratégica en sus
organizaciones.

Según Zimmerman (2000), el empoderamiento consiste en “una orientación


valórica para el trabajo de la comunidad, la cual sugiere objetivos, metas y
estrategias para la implementación del cambio a nivel individual, de las
organizaciones o de la comunidad” (p. 378)1. Es un proceso que ocurre en
múltiples niveles interdependientes.

Maton (2008) considera que un sistema comunitario empoderador cuenta


con seis aspectos relevantes: el sistema de creencias del grupo; el ambiente
que favorece las relaciones comunitarias; las actividades centrales que
mantienen el grupo; un esquema de oportunidades que permita el ejercicio
de roles; avance y mantención del escenario; y el liderazgo.

 Implementación de la estrategia de escuela de líderes en el marco de una


estrategia de prevención:

El Consejo Nacional de Control de Estupefacientes ha creado un programa


para trabajar en la prevención del consumo de drogas con la comunidad en
su territorio, que se llama CONACE-PREVIENE.

El objetivo es considerar el tema de la droga como una problemática real,


con un enfoque global, sistémico y por ello participativo. Y de esta forma
lograr aumentar el número de actores comprometidos y así disminuir los
factores de riesgo. Es por ello, que es necesario desarrollar estrategias y
métodos que permitan recoger información de las necesidades, demandas

1 He considerado la traducción de Zambrano et al, 2012. Teoría y práctica de la acción comunitaria: Aportes desde la psicología comunitaria .

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y propuestas de los agentes; y a su vez convocar a la participación y
ejecución de las iniciativas construidas de forma compartida.

“De este modo, integrar a los actores clave de gobierno también implica
favorecer el desarrollo del tejido social en el ámbito comunal” (CONACE,
2008, p.381).

El programa PREVIENE, en el 2005, fue “vinculándose con la comunidad y


estableciendo espacios de diálogo en el ámbito educacional, laboral y de
salud” (Zambrano et al., 2012, p. 381-382).

A partir de 2007, el equipo CONACE-PREVIENE junto con el Departamento


de Psicología de la Universidad de la Frontera proponen desarrollar una
experiencia piloto orientada a dirigentes y líderes. Para lograrlo, se tiene en
cuenta las características particulares de la comuna.

Descripción del proceso formación de líderes vinculados al


programa PREVIENE de Padre Las Casas

En la escuela de líderes, los participantes pueden revisar sus prácticas y


realizar un “análisis enriquecido con conocimientos… aportados por
facilitadores, a fin de favorecer procesos reflexivos y la aplicación paulatina
de los aprendizajes en la práctica concreta” (Zambrano et al., 2012, p. 383).
El objetivo es permitir que la gestión organizacional sea más participativa y
que se puedan integrar los conocimientos básicos sobre la prevención
comunitaria.

Los estudiantes se forman para comprender sobre el liderazgo


empoderador, qué rol se juega en las organizaciones y cuáles son las
estrategias para mejorar la planificación y la organización de iniciativas. A su
vez, se forman para evaluar sus propios aportes a los procesos comunitarios
que permitan una mayor participación.

 Metodologías utilizadas en la escuela de líderes:

Se hallan dos aportes teóricos para orientar la didáctica y el proceso


formativo: la educación popular y el enfoque psicoeducativo.

La educación popular sirve para conocer críticamente la realidad,


transformarla y formar sujetos para dicho cambio (Freire, 1970). La relación
entre educadores y educandos se caracteriza por ser dialógica,
problematizadora y crítica. El enfoque psicoeducativo se orienta en los
aspectos positivos de la persona, destaca la interacción entre los educadores
y quienes participan en el proceso de formación, empleando la vivencia
compartida como medio de aprendizaje y de cambio (Gendrau, 1978).

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La didáctica se define como participativa y se caracteriza por una relación
horizontal entre los monitores (comparten saberes técnicos) y los
participantes (aportan los conocimientos de la experiencia). El proceso de
aprendizaje y conocimiento es una co-construcción. Esta se da por medio de
la participación, la puesta en relación y la reflexión-acción.

o Mecanismos para favorecer reflexión-acción


Busca que los líderes puedan observar críticamente su realidad
cuestionándose tanto las causas de los diversos problemas en su
complejidad, “como la acción que cada uno de ellos aporta a esta
realidad y qué estrategias promoverían el cambio, usando para ello
variados recursos (cuentos, juegos, dramatizaciones, entre otros)”
(Zambrano et al., 2012, p. 385).

o Actividades que ponen en relación


Se han llevado a cabo actividades tanto lúdicas como experienciales,
como relajar el cuerpo, el contacto físico y perder el miedo a
exponerse. Estas dinámicas ayudan para comenzar las sesiones y para
conocerse en mayor profundidad. Los monitores participan con ellos y
aportan a que se desarrolle una relación horizontal.

o Técnicas para favorecer el desarrollo de competencias


Algunas permiten vivenciar el trabajo en equipo y apropiarse de los
contenidos abordados. Además, el uso del role playing y los análisis de
casos permiten que se practique lo aprendido.

o Uso de un cuaderno de práctica


Para que los líderes se apoderen del proceso de reflexión-acción, este
cuaderno posee preguntas sobre los contenidos de cada sesión y se
busca que los vinculen con la práctica en sus organizaciones.

o Acompañamiento y asesoría técnica


Para ayudar a los líderes en el desempeño de tareas y la elaboración
del cuaderno de campo y para atender dudas, con el objetivo de
incentivar la reflexión-acción y recuperar fortalezas. Esto permite la
ida y vuelta de información didáctica que permite conocer qué
factores hay que reformular o fortalecer en las sesiones.

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Abordaje psicosocial en villas y barrios vulnerables.
Políticas públicas en salud mental (Cabrera, De socio,
Fresco, 2015)
Resumen

Narraremos dos experiencias realizadas en la Villa 1-11-14 (Barrio de Flores


de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), iniciadas en el 2012 y 2013.

Se dieron bajo el marco del Plan Ahí, el que propone “consolidar la presencia
del Estado nacional en pequeños pueblos, parajes y barrios del territorio
nacional que se encuentran aislados social y/o geográficamente,
promoviendo los procesos de inclusión social…, la promoción de la
organización y participación comunitaria”. (Aulicino, Gerenni y Acuña, 2015,
p. 25).

 Marco institucional:

La Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA) es convocada


para diseñar una estrategia de intervención intersectorial, para detectar y
abordar las necesidades de los territorios, priorizando la prevención de las
adicciones. Se dispone que la realice el equipo de abordaje psicosocial
(EAPS) dependiente del Área de Atención Primaria de la Salud de la DNSMyA.

 Marco conceptual:

Mencionamos dispositivos de intervención psicosocial haciendo referencia


a la interconexión entre los procesos psicológicos y sociales implicados en la
construcción y deconstrucción en constante dinamismo de las prácticas, los
hábitos y las costumbres de un colectivo dado.

Los dispositivos dispondrán las condiciones de visibilidad y enunciación


como las de invisibilidad y no enunciación sobre una situación.

De acuerdo con la evaluación de la complejidad y con los recursos de cada


contexto particular, se intervendrá contando con diversas estrategias de
intervención:

o Orientación en salud mental: individuales, grupales o de familia.


o Con el pedido de intervención que expresan el malestar, se pueden
realizar entrevistas en una visita domiciliaria o en algún espacio barrial.
o Contenciones psicoterapéuticas: hay un equipo de salud mental que
trabaja sobre la demanda directa, favorece el acceso en situación de

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crisis, lo que posibilita orientar a los afectados y al entorno respecto
de cuáles prioridades considerar en tales situaciones.
o Institucionales o comunitarias: favorecer encuentros donde se
promuevan intercambios o se pongan en común las dificultades, pero
donde también se revitalicen las acciones.

 Objetivos generales:

o Proteger y promover el bienestar psicosocial de la comunidad.


o Prevenir y tratar los padecimientos mentales de los grupos vulnerables
o afectados en los territorios priorizados.

 Objetivos específicos:

o Analizar el pedido inicial institucional para construir la demanda.


o Ver qué herramientas posee la comunidad en términos de
accesibilidad a la red sociosanitaria.
o Ayudar o fomentar la articulación de la red social y comunitaria en
salud mental.
o Fortalecer los espacios de participación comunitaria.

 Experiencia en la Villa 1-11-14:

Los encuentros eran en escuelas en forma de asamblea. Se promovió la


conformación de diferentes comisiones de trabajo con el objetivo de armar
acciones específicas de solución para cada tema planteado como necesidad.
En el transcurso de las actividades implementadas, se realizaron
modificaciones en la dinámica de trabajo y se ajustó la planificación:

o Cambios en la coordinación del equipo en el territorio.


o Incorporación de un equipo de abordaje en adicciones.
o Rotación del personal del propio equipo por estar afectado a diversas
tareas.

Así, se articuló con el equipo de abordaje de adicciones y con los efectores


del territorio para la conformación de un entramado intersectorial
(instituciones del sector de la salud). Esto permitió contar con mayor
distribución de profesionales de salud mental y con una trabajadora social,
lo cual favoreció el trabajo interdisciplinario. Se sumó, además, un educador
titiritero, un profesional especializado en musicoterapia y algunos
operadores en salud.

Ahora los sujetos podrán asistir a las interconsultas de los trabajadores de


los equipos territoriales y de otros ministerios con base en el territorio. Estos
resultan ser los que tienen un primer contacto con las problemáticas

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psicosociales prevalentes en la comunidad.

Asimismo, fue posible un espacio de orientación y acompañamiento en


salud mental para las consultas espontáneas, desde el cual se promovía la
orientación e información sobre la salud mental y los derechos en torno a su
protección y su atención. Se realizaron entrevistas interdisciplinarias y, en
caso de necesitar tratamiento clínico, estas se articulaban con otros
dispositivos de la red, lo que generaba mayor accesibilidad de los vecinos a
esta y se evitaba la superposición de recursos.

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Referencias
Aulicino, C., Gerenni, F. y Acuña, M. (2015). Primera infancia en Argentina:
Políticas a nivel nacional. Documento de Trabajo, 143. Buenos Aires, AR:
Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el
Crecimiento. Recuperado de https://www.cippec.org/wp-
content/uploads/2017/03/1166.pdf

Cabrera, L., De Socio, D. & Fresco, N. (2015). Capítulo I: Abordaje psicosocial


en villas y barrios vulnerables. En Dirección Nacional de Salud Mental y
Adicciones (Ed.), Políticas públicas de salud mental: Enfoques, estrategias y
experiencias con base en la comunidad (1.a ed., pp. 205-218). Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, AR: Ministerio de Salud de la Nación.
Recuperado de
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/2D52F90B2F
63617905257E500075A0B3/$FILE/2015-05-07_politicasp-publicas-en-
sm.pdf

Consejo Nacional de Control de Estupefacientes (CONACE) (2008). Octavo


estudio nacional de drogas en población general de Chile. Santiago, CL:
Ministerio del Interior.

Consejo Nacional de Control de Estupefacientes (CONACE) (2009).


PREVIENE, modelo de intervención territorial para la prevención del consumo
y tráfico de drogas. Santiago, CL: Ministerio del Interior.

Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI Editores.

Gendrau, G. (1978). La intervención Psicoeducativa. París, Francia: Editions


Fleurus.

Maton, K. I. (2008). Empowering Community Settings: Agents of Individual


Development, Community Betterment, and Positive Social Change
[Empoderamiento de entornos comunitarios: agentes de desarrollo
individual, mejora de la comunidad y cambio social positivo]. American
journal of community psychology, 41(1-2), 4-21. Recuperado de:
https://doi.org/10.1007/s10464-007-9148-6

Zambrano, A. y Le Blanc, L. (2008). Evaluación de necesidades y recursos


para la implementación de una estrategia de formación y acompañamiento
de líderes interesados en la prevención comunitaria de la drogodependencia.
Ponencia presentada en la 2nd International Conference on Community.
Lisboa, PT.

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Zambrano, A., Bustamante, G. y García, M. (2009). Trayectorias
organizacionales y empoderamiento comunitario: Un análisis de interfaz en
dos localidades de la región de la Araucanía. Psykhe, 18(2), 65-78.
Recuperado de http://dx. doi. org/10.4067/S0718-22282009000200005.

Zambrano, A., Vargas M., Neira, I. y Pérez, L. (2012). Hacia una estrategia
territorial de prevención comunitaria de la drogodependecia: la experiencia
del programa CONACE-PREVIENE Padre las Casas. En A. Zambrano y H.
Berroeta (Eds.), Teoría y práctica de la acción comunitaria: Aportes desde la
psicología comunitaria (pp. 373-398). Santiago, CL: RIL Editores.

Zimmerman, M. A. (2000). Empowerment Theory [Teoría del


empoderamiento].En J. Rappaport y E. Seidman (Eds.), Handbook of
Community Psychology (pp. 43-63). Boston, US: Springer.

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