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UNIDAD VI:

1. Contrato de agencia (art 1479 CCCN.) Definición. Contrato de concesión (art 1502) Definición. Contrato de franquicia
(art 1512 CCCN.) Concepto.
2. Contrato de arbitraje (art 1469 y ss. CCCN.) Definición. Forma. Controversias excluidas. Efectos.
3. Contrato de fideicomiso (art. 1666 al 1670 CCCN.): Definición. Contenido. Plazo. Forma. Objeto.
4. Contratos asociativos: Definición. Disposiciones Generales. Negocio en participación: concepto, régimen legal.
Agrupaciones de colaboración: concepto, régimen legal. Uniones transitorias: concepto, régimen legal. Consorcios de
cooperación: concepto, régimen legal.

TÍTULO I.-

1. Contrato de agencia (art 1479 CCCN.) Definición. Contrato de concesión (art 1502) Definición. Contrato de franquicia
(art 1512 CCCN.) Concepto.

I.- INTRODUCCIÓN:

En esta unidad de estudio serán analizados diversos tipos de contratos, donde la característica se da en la
colaboración que realizan las partes para desarrollar, facilitar o realizar sus negocios o resolver sus conflictos.
Muchos de estos contratos tienen antecedentes en la legislación o tratados internacionales, en donde el nuevo CCC
ha venido a legislarlos en forma específica o a incorporarlos al mismo, ya que se encontraban regulados en leyes especiales,
ya que no se encontraban en el viejo Código de Comercio, ya que su historia jurídica es reciente.
La mayoría de las normas se encuentran descriptas en el contrato de agencia al que remiten los otros por una
cuestión de brevedad.
En el punto 1.- encontraremos contratos que denominaremos colaborativos, ya que facilita a las partes el desarrollo
de sus negocios donde cada contratante realiza su parte.
En el punto 2.- se analiza el contrato de arbitraje basado en la convención de nueva York de 1958, que se aplica
para resolver cuestiones particulares de carácter internacional o nacional.
En el punto 3, se desarrolla el contrato de fidecomiso, un contrato de administración con diversidad de partes, el
CCC viene a derogar la ley especial que lo regulaba y a introducir el fideicomiso financiero, que antes estabas expresamente
vedado.
El punto 4.- trata los contratos asociativos, que ya los conocíamos de la ley de sociedad cambiando algo la
nomenclatura de los mismos y agregando la figura del Consorcio de Cooperación.

II.- CONTRATOS DE COMERCIALIZACIÓN:

A) INTRODUCCIÓN: PAUTAS COMUNES:

Estos contratos tienen varios rasgos en común que pueden ser expuestos en general y después se analizaran las
particularidades de cada contrato, con una breve síntesis de su desarrollo jurídico.
El producto debe llegar a personas con distinta idiosincrasia, dependiendo del lugar que habitan, por eso los
productores prefieren recurrir a personas locales con ascendencia y conocimiento para introducir el producto en los
mercados condicionados por diversas cuestiones políticas, sociales, culturales o climatológicas, la actuación de los
distribuidores tendrá mayor o menor autonomía, según lo resuelvan las partes.
Afirmado la cuestión general que los contratos de agencia, concesión, distribución y franquicia pertenecen al
género de los contrato de comercialización.

1.-PARTES: En estos contratos las personas pueden ser de existencia real o jurídica. En cada contrato veremos que
tienen una designación específica, en este punto trataremos al productor, o prestador de servicio o a quien tiene título
jurídico suficiente para disponer de los mismo como PROPONENTE y a quien acepta realizar el negocio como
ACEPTANTE.

2.- COLABORACIÓN: La primera cuestión es el carácter colaborativo donde ambas partes aúnan sus esfuerzos
para realizar una serie de negocios en base los conocimientos de cada uno.Así el proponente es el titular jurídico del

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producto, el servicio o el objeto comercial o quien tiene autorización suficiente para su explotación. Su función es producir
o brindar el servicio, es lo que mejor sabe hacer.
El bien o servicio está consolidado en el mercado debido al esfuerzo que hace el titular para ofrecer lo mejor que
tiene.
No quiere distraer su tiempo en buscar nuevos clientes o mercados, sean locales o internacionales, eso provoca un
dispendio de esfuerzos innecesarios y costosos, especialmente cuando se recurre a mercados extranjeros donde se desconoce
la idiosincrasia del consumidor.
Para ello recurre a los servicios del aceptante, quien conoce el mercado, generalmente tiene conocimiento del
mercado, experiencia en el negocio, posee su propia estructura para ofrecer el bien o servicio sin preocuparse de cuidar su
calidad o aumentar su producción de acuerdo a las necesidades del mercado.
3.- AUTONOMIA: A pesar de la fuerte interrelación entre las partes, ellas son autónomas, esto se hace en
referencia que no existe relación de dependencia entre ellas. Esto demuestra que es un contrato comercial, entre pares, con
el fin de obtener un lucro.
El legislador previó el caso del mayor poder económico del proponente, quien impone sus condiciones, por eso la
normativa le prohíbe tener participación societaria, por si o por interpósita persona en la sociedad del aceptante.
Otra cuestión relativa a la autonomía, es la referente al personal en relación de dependencia del aceptante el cual no
tiene ningún tipo de relación jurídica con el proponente.

4.- EXCLUSIVIDAD O DE NO COMPETENCIA: La exclusividad, se toma desde dos puntos distintos, uno desde
el aceptante, el otro, desde el proponente con consecuencias distintas, siendo común a ambas posibilidades el acuerdo de
partes, no siendo una característica esencial, se da sobre un ámbito territorial, personal y temporal.
Esta limitación dirigida al aceptante es una cláusula que las partes pueden fijar o no y, siempre, se toma con
carácter restrictiva para no afectar la creación de negocios por su actividad.
Normalmente la exclusividad está dirigida a la cuestión territorial, al objeto del negocio o un grupo de personas.
Debe consignarse expresamente si se establece o no la exclusividad, a qué tipo de exclusividad se refiere y se pacta en favor
del aceptante.
En caso que se viole el principio de exclusividad y el proponente realice negocios en forma directa o a través de
otro aceptante tiene derecho a percibir su remuneración por esos negocios realizados en forma directa.
Desde el punto de vista del proponente se puede platear la exclusividad al agente. Si bien el agente puede contratar
con varios proponentes no le está permitido que contrate negocios jurídicos del mismo ramo de negocios o en competencia
con otros proponentes, salvo autorización expresa por parte de los distintos proponentes, caso contrario habilita la rescisión
del contrato con respecto al agente quien deberá hacerse cargo de los daños y perjuicios ocasionados.

5.- REMUNERACIÓN: La onerosidad del contrato determina como se debe establecer la remuneración del
aceptante, que genera la obligación de pago del empresario. Las partes pueden pactar la forma de medir y pagar la
remuneración, en base a la autonomía de la voluntad, por lo tanto estas normas tienen carácter subsidiario, en caso que nada
digan la comisión será variable en base al trabajo efectuado considerando el volumen o valor de los contratos.

6.- GASTOS: La obligación del aceptante es poner su conocimiento, estructura y actividad que le son propias, los
gastos que se producen, salvo pacto en contrario, no generan obligación de reembolso por parte del proponente, reforzando
la idea de autonomía del agente. Si los gatos fueran cubiertos por el empresario podríamos estar frente a una relación laboral
encubierta.

7.- DURACIÓN DEL CONTRATO: Uno de los elementos que caracteriza a estos contratos es el plazo, ya que
perduraran en el tiempo con un importante vínculo de colaboración entre las partes.
El CCC recogió lo dispuesto por la doctrina y la jurisprudencia precedentes en lo referido a los distintos supuestos
sobre plazo del contrato y su conclusión, en base a tres criterios: 1.- el plazo; 2.- Continuidad vencido el plazo y 3.- el
preaviso para el caso de ruptura.
El elemento referido al plazo es esencial para determinar el deber de preavisar, deber que se genera para el caso
que se piense rescindir el contrato antes de tiempo o el mismo sea por tiempo indeterminado, ya que si el contrato tiene un
plazo cierto, no hay obligación de preavisar al momento del vencimiento. Es la solución que da el CCC pudiendo ser mucho
o poco de acuerdo al objeto del contrato.
Se puede fijar plazo desde el inicio o posteriormente, vencido el plazo concluye el contrato; pero si las partes
siguen realizando negocios, el plazo del contrato se convierte en tiempo indeterminado.
Para el caso de rescisión anticipada, cualquiera de las partes puede hacerlo, preavisando en forma debida, sin que
sea necesario establecer una justa causa para rescindir.

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Cuando el plazo sea indeterminado, las partes pueden establecer de común acuerdo el plazo de preaviso en base a
las modalidades del negocio ejecutado. Si las partes no se ponen de acuerdo será un mes de preaviso por cada año que haya
sido durado el contrato.
Para el caso de rescisión anticipada la indemnización es tasada que y se determina por el equivalente a las
ganancias dejadas de percibir en el período, claramente se refiere a ingresos netos, no de facturación.
El aceptante puede reclamar los gastos realizados en beneficio del principal si la ruptura es intempestiva y sin justa
causa por su parte.

8.- OTRAS CAUSALES DE RESCISIÓN:


Estos contratos pueden realizarse por personas físicas o jurídicas, por lo que las vicisitudes que tenga cada una de
ellas recaerán sobre el contrato y su ejecución.
En el caso de la persona física su muerte o incapacidad provoca la resolución del contrato no teniendo derecho sus
herederos a reclamar la continuidad del mismo, el único derecho que les asiste es la liquidación de los negocios efectuados
sin derecho a indemnización.
En caso de la disolución de una persona jurídica queda claro que solamente queda la liquidación, se puede exigir el
cumplimiento de las operaciones pendientes aunque la causal opere de pleno derecho. La disolución causada
voluntariamente genera derecho indemnizatorio en favor del perjudicado.
La transformación de una sociedad regular o la regularización de una sociedad informal no dan lugar a la
aplicación de esta causal.
En caso de quiebra firme, esta causal se aplica de pleno derecho y afecta a cualquiera de las partes, sean personas
físicas o jurídicas. En virtud que el régimen concursal tiene carácter especial, el juez puede determinar la continuidad del
contrato en el ámbito de la quiebra.
Si durante la ejecución del contrato una de las partes no cumple con sus obligaciones la otra tiene derecho a
resolver el contrato, estableciendo el principio como un pacto comisorio implícito. Como consecuencia de la rescisión se
deberá demostrar el incumplimiento a los efectos de establecer el derecho a indemnización o de resolver sin preaviso ni
indemnización.
La causal por disminución significativa de los volúmenes de negocios es algo relativo, dependiendo de cuestiones
coyunturales de los mercados o cambios de tecnología, esta causal es bastante difusa y subjetiva, quedando a cargo de quien
pretende la rescisión el demostrar que no es el responsable de la disminución de operaciones para hacerlo sin necesidad de
preaviso e indemnización.
La fusión o escisión de una sociedad, en principio, no altera las relaciones contractuales, ya que tanto la fusionada
como la escindida son continuadoras de las sociedades, sin perjuicio, que las partes renegocien el contrato de agencia o
presten nuevas conformidades, las que no son necesarias, con la simple continuidad es suficiente. Es el agente quien deberá
demostrar el detrimento sustancial que le causa la fusión o escisión para ejercer la opción y reclamar el preaviso e
indemnización pertinente.

9.- PREAVISO: La conjunción de la colaboración y el plazo nos lleva al tema de la conclusión del contrato por una
de las partes decide poner fin a un contrato por tiempo indeterminado sin haber causa de rescisión.
Ambas partes pusieron su mejor esfuerzo en el desarrollo del negocio, incluso, pudieron aumentar su estructura
para el mejor desarrollo de los negocios.
El legislador encontró una solución tasada, el contrato se extenderá un mes por cada año de contratación donde las
partes deberán seguir cumpliendo sus obligaciones.
Cada una de las partes puede rescindir el contrato de manera inmediata abonando la reparación de daños y
perjuicios pagando los meses calendarios por los que se debe extender el contrato.

10.- DERECHO A RESARCIMIENTO: La función principal del aceptante es generar negocios que beneficien al
proponente, es decir captar la demanda que se refleja en la clientela.
La clientela es un derecho intangible del aceptante, hasta se puede decir que es su capital, ya que de ella dependen
los volúmenes de venta y es la esencia de la cláusula de exclusividad.
Producida la rescisión del contrato surge la cuestión del resarcimiento por clientela, algo que no estaba resuelto y la
jurisprudencia y la doctrina no se ponían de acuerdo, el código viene a establecer el mismo, fijando una indemnización
tasada y dando las pautas para ejercer el derecho. Que se genera en favor del aceptante y sus herederos una vez concluido el
contrato.
El resarcimiento por clientela corresponde al aceptante por el incremento de las operaciones comerciales que le
generó al empresario que lo seguirá beneficiando después de concluido el contrato. El monto del resarcimiento está limitado
al beneficio al monto de remuneraciones neto de gastos producido en un año, tomándose dicho promedio de las
remuneraciones de los últimos 5 años o del tiempo de duración del contrato. Para que el agente tenga derecho al
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resarcimiento debe demostrar que su gestión incrementó significativamente los negocios del empresario y que dicha gestión
seguirá produciendo beneficios al empresario en el futuro.

B) CONTRATO DE AGENCIA (Capítulo 17 CCC):

El contrato de Agencia, es y ha sido el contrato de comercial por excelencia, es el contrato de intermediación en los
emprendimientos comerciales con la producción en gran escala de bienes y hasta la prestación de servicios.
Autores como Farina, decían que el productor en masa se dedicaba a eso, a enfocarse en su producción, por eso
prefiere tercerizar la comercialización para que la realicen adecuadamente con una dependencia jurídica, donde el agente es
un promotor de negocios.
Era un contrato no tipificado por el Código de Comercio, dónde la doctrina y la jurisprudencia fueron dando forma
particular a la figura. Así, se habían destacado como elementos tipificantes:
a) La calidad de “promotor de negocios” que caracteriza al agente, que cumple una función de intermediación
entre el principal y aquel o aquellos que están interesados en finiquitar un contrato y que, en su caso, lo harán directamente
con el principal.
Como regla general, podemos decir que es un mandato especial sin representación, que no se desnaturaliza aunque
tenga alguna facultad representativa del preponente.
b) El agente desarrolla su actividad, con independencia y autonomía sin subordinación o de dependencia toda vez
que no es un contrato laboral;
c) La unificación de la gestión del agente, ya que su acción promotora de negocios se realiza en favor de una sola
de las partes intervinientes y no en la de ambas;
d) La estabilidad, es decir, que la relación que une al agente con su proponente es de carácter estable, pues ambas
partes están unidas por un contrato de duración;
e) La territorialidad a favor del agente donde promueve los negocios del preponente. El objeto del contrato son las
relaciones reciprocas entre las partes y no teniendo en cuenta los contratos que hace el agente con terceros a nombre del
preponente. Siendo para el preponente una obligación de dar, un bien o servicio, y para el agente una obligación de hacer,
realizar los negocios para el proponente, negocios que deben ser impulsados con las intenciones previstas, diligencia, buena
fe y lealtad.
Su regulación está establecida 1479 a 1501 CCC.

1.- CONCEPTO: El art. 1479 CCC define al contrato de agencia, tomando la influencia doctrinaria y la evolución
jurisprudencial sobre el mismo, acepta al promotor de negocios es el agente quien desarrolla su actividad por cuenta de otro,
que es el preponente o empresario; establece la estabilidad, la falta de relación laboral donde el agente no asume riesgos
aunque el mismo deba procurarse los medios, por lo que recibirá su remuneración.
El artículo descarta cualquier supuesto de relación laboral, reforzado por la idea de autonomía y la remuneración
del agente. La relación contractual debe ser clara para evitar ocultar a través del contrato de agencia se oculte un contrato de
trabajo enfrentándonos a una situación de fraude laboral.
Si bien es un contrato formal o típico, con respecto a la forma (conjunto de prescripciones establecidas en la ley
sobre las solemnidades que deben respetarse al momento de realizar el contrato), no es estricta, su inobservancia deberá ser
analizada en cada caso antes de rechazar su ejecución. Si es requisito esencial que se realice por escrito para su validez.
Es un contrato bilateral, consensual y sinalagmático ya que existen obligaciones reciprocas, la obligación de
proponer negocios para ubicar la mercaderías del preponente a terceros a cambio de una remuneración.
Es un contrato estable ya que en su definición el vínculo entre las partes es de continuidad y con la idea de hacer
múltiples operaciones, las partes pueden pactar un plazo y si nada dicen, el código lo considera por tiempo indeterminado.
Se lo considera un contrato de carácter mercantil de ahí su condición de onerosidad, a través, de establecer el pago
de una remuneración al agente por su actividad y su condición de relación autónoma.

2.- PARTES: Las partes en el contrato de agencia son dos:


a) Preponente o empresario, es el titular del bien o servicio o quien tiene derecho a disponer del mismo, el código
lo considera la parte con mayor peso económico y quien impone las reglas.
b) El agente, es el encargado de acercar la oferta y la demanda del bien o servicio propuesto por el preponente.

3.- OBJETO: El objeto del contrato es que el agente realice los negocios acercando al cliente con el preponente, es
decir, su función es la de acercar la oferta y la demanda, que es lo que genera su derecho a remuneración.

4.- REPRESENTACIÓN DEL AGENTE: El código, en el art. 1485 CCC, limita la representación agente a la
conclusión de la operación comercial, la conclusión definitiva y la cobranza, se encuentra en cabeza del empresario.
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Es una representación limitada, para que el agente pueda efectuar la cobranza, el empresario debe darle poder
suficiente, y aunque se lo dé el agente no puede desistir de cobranzas o efectuar quitas, esperas o aceptar cualquier
propuesta que sea ruinosa para el empresario. Si, invocando mandato, el agente efectúa alguno de estos actos, no es
oponible al empresario, quien es el único facultado a desistir de cobranzas que perjudican a su patrimonio.

5.- CLÁSULA DE NO COMPETENCIA (EXCLUSIVIDAD): Esta limitación dirigida al agente es una cláusula
que las partes pueden fijar o no y, siempre, se toma con carácter restrictiva para no afectar la creación de negocios por su
actividad.
La limitación se establece en el tiempo, el territorio o el conjunto de personas al que están destinados los negocios.
Es común que el agente, cuando el territorio es amplio o la cantidad de personas a la que está destinado el producto
es masiva, se contraten sub agentes, los que estarán a su exclusivo cargo y por los que responda en forma solidaria.
Esto es propio de las facultades del agente, por lo tanto el sub agente no tiene ningún vínculo con el empresario
basado en el carácter personal del contrato de agencia.
El art. 1501 CCC excluye a distintos agentes de mercado o valores, productores o agentes de seguros, los agentes
financieros o cambiarios, los agentes marítimos y aeronáuticos. Se conoce con el nombre de agente o agencia actividades
que tienen perfiles propios, por ello, con el último del artículo sería suficiente, es decir, que quedan excluidos todos aquellos
agentes que tenga una regulación legal especial.

C) CONTRATO DE CONCESIÓN:

1.- CONCEPTO: El contrato de Concesión está regulado por los arts. 1502 a 1524 CCC.
Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa por cuenta y orden propia frente a terceros, se obliga
mediante una retribución a disponer de su organización empresarial para comercializar mercaderías provistas por el
concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según hayan convenido.
Claramente estamos analizando el modelo de concesión comercial, este contrato que era atípico e innominado,
basado en la voluntad de las partes, los principios generales de los contratos y en la ecuación económica es incorporado por
la reforma al CCC. Las partes de este contrato pueden ser personas físicas como jurídicas.
Para el productor tiene la ventaja de no tener que diversificar su esfuerzo para relacionarse directamente con el
público y generar estructuras de venta y distribución adecuadas para la provisión de su bien o servicio conjuntamente con
conocimiento de los distintos mercados.
Para el concesionario, que pone su estructura de comercialización y distribución profesional, la marca y prestigio
del concedente le permite introducir el bien y servicio en el mercado pudiendo mejorar el control de su negocio, aunque el
concesionario actúa por cuenta y orden propio frente a los terceros tiene un grado de subordinación económica y
estratégicas del concedente.
Es el concedente quien determina como debe ser ofrecido el producto por lo que las bocas de expendio se deben
uniformar en la oferta, donde las partes se relacionan por un contrato reglamentario, que en principio, es igual o similar a
todos los contratos del concedente con sus distintos concesionarios.
Lorenzetti, sostiene que no es un simple contrato bilateral, inclinándose a considerarlo un contrato con vínculos
múltiples que une al concedente con la red autocrática que el creara y le permite mantener controlados y subordinados a los
concesionarios.
Dado el poder económico del concedente, impone las reglas mediante cláusulas predispuestas, ya que el contrato
de concesión es de aquellos considerados estandarizados, pero ello no rompe el desequilibrio de los contratos conmutativos
ya que ambas partes son empresarios y están en condiciones de evaluar los riesgos del negocio que piensan realizar.
Sin perjuicio de ello, se aplican las reglas de interpretación sobre las cláusulas predispuestas haciendo pesar sobre
el concedente las consecuencias de su error o aprovechamiento ya que la autonomía de la voluntad de la parte más débil
puede verse menoscabada.

2.- PARTES: Dos son las partes:


a) El concedente, es el titular del bien o servicio o quien tiene derecho a disponer del mismo, el código lo considera
la parte con mayor peso económico y quien impone las reglas.
En este punto la reforma recoge lo establecido por la doctrina y la jurisprudencia sobre el contrato de concesión.
El inc. a se resalta la principal obligación del concedente que es la entrega periódica de mercaderías que le permita
atender al concesionario las necesidades de su zona, de acuerdo a las condiciones de venta pactadas, también, hace mención,
a la exclusividad territorial.
Los incisos c y d tienen relación directa con la entrega de mercaderías, ya que hacen referencia a la entrega de
información técnica y manuales de uso y la provisión de repuestos, esenciales para que la comercialización se desarrolle
dándole la oportunidad al consumidor de un servicio adecuado, si se producen desperfectos o mal funcionamiento en los
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productos comercializados. En caso de incumplimiento del servicio se aplica la ley de Defensa del Consumidor, donde
concedente y concesionario son solidariamente responsables por la reparación del producto.
Este es uno de los puntos complicados de la concesión, es la cantidad de mercaderías, ya que el concedente,
haciendo uso de su posición dominante, suele imponer cupos o cantidades mínimas que debe colocar el concesionario en el
mercado.
Este tipo de acuerdos impuestos, que afectan a una de las partes de una relación de igualdad donde se hace un
aprovechamiento de la desigualdad económica no pueden ser aceptados ya que pertenecen al ámbito del abuso del derecho.
Con respecto a la exclusividad, se refuerza la idea, no pudiendo el concedente designar otro concesionario en la
zona y tampoco actuar en forma directa.
Aunque, se puede pactar que el concedente se reserve para sí cierto tipo de ventas directas o con modalidades
especiales, si bien no está dispuesto en el art. 1504, la violación a la exclusividad da derecho al concesionario a recibir el
importe de las utilidades perdidas por las negociaciones directas efectuadas por el concedente.
En caso que el concedente nombre otro concesionario en la misma zona, violando la exclusividad, el concesionario
tiene derecho a ser resarcido por daños y perjuicios y en el monto de las comisiones perdidas e incluso pedir la rescisión del
contrato con más los daños y perjuicios pertinente.
El inc. e establece que el concedente debe autorizar al concesionario el uso de la marca, insignia y cualquier otro
elemento que identifique al producto, ya que esa es la ventaja del concesionario, establecer que pertenece a la cadena
“oficial” del concedente, lo que le da ventajas en la concreción de operaciones.
El concedente tiene a su cargo entrenar al personal técnico del concesionario para la prestación de del servicio o el
mantenimiento de los bienes vendidos.
b) El concesionario, es el encargado de acercar la oferta y la demanda del bien o servicio propuesto por el
concedente, teniendo en consideración que actúa por cuenta propia frente a terceros.
Las obligaciones que asume el concesionario se relacionan en forma directa con las del concedente.
El inc. a, establece como parte de la exclusividad, la obligación del concesionario de comprar las mercaderías del
concedente en forma exclusiva, tal como está previsto en el art. 1503 CCC, debiendo tomarse como un elemento natural del
contrato de concesión, salvo pacto en contrario o autorización al concesionario a vender productos del mismo rubro que no
fueron suministrados por el concedente.
El inc. b, al igual que el art. 1503 CCC, obliga al concesionario a respectar el límite territorial no pudiendo
comercializar los productos del concedente fuera de dicho límite, es parte del contrato de concesión la exclusividad.
En el inc. c se establece la obligación del concesionario de establecer las bocas de expendio, locales, instalaciones,
y equipos necesarios para el desarrollo de la comercialización, aunque sea el concedente el que fije las pautas de la
comercialización y la estética de los locales de venta, que es una forma de resaltar la marca y exponer el producto. Los
distintos concesionarios mantienen una independencia jurídica y patrimonial entre sí, pero pertenecen a la “red oficial” del
concedente, quedando sometidos en el aspecto económico y a sus directivas.
En el inc. d, se relaciona con el anterior ya que el concesionario debe brindar el servicio de pre entrega y
mantenimiento de mercaderías cuando se encuentre pactado, esto queda planteado en el “Reglamento de Concesionarios”
instrumento que prepara el concedente con anexo al contrato de concesión, también forma parte de esta cuestión la
capacitación de los servicios técnicos a cargo del concedente para que los servicios ofrecidos lo sean de una manera
uniforme.

3.- OBJETO: El objeto del contrato es que el concesionario acerque la oferta y la demanda actuando por cuenta
propia frente a terceros, con la obligación de prestar las prestaciones adicionales sobre el bien o servicio ofrecido generando
el derecho a remuneración por las operaciones de venta o de prestaciones adicionales cuando se encuentren a cargo del
concedente, caso contrario, las abonará el cliente.

4.-PLAZO: La cuestión se refiere al plazo mínimo y se plantean tres supuestos.


El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro años, si se pacta un plazo menor o por tiempo
indeterminado el plazo será de cuatro años, es una disposición de orden público, ya que impide ejercer la facultad de
rescisión durante la vigencia del plazo mínimo.
Si bien las posiciones doctrinarias son diversas, se entiende que la fijación de este plazo es para permitir que el
concesionario amortice el valor de las inversiones realizadas para realizar el objeto del contrato.
El plazo será de dos años cuando sea el concedente el que provea las instalaciones al concesionario, la reducción de
plazo se basa en la menor inversión que debe realizar el concesionario y recuperaría su inversión en un plazo menor.
El tercer supuesto determina que una vez vencido el plazo contractual, si la relación continua y no se fija un nuevo
plazo, se convierte en un contrato por tiempo indeterminado. Claro que antes de vencido el plazo las partes pueden fijar uno
nuevo.

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D) CONTRATO DE DISTRIBUCIÓN:

1.- GENERALIDADES: La distribución comercial no ha sido tipificada puntualmente pero es una de las vías que
tiene el productor para llegar a los consumidores, a través, de un tercero optimizando todos los recursos.

2.- PARTICULARIDADES: El contrato de Distribución tiene una construcción consuetudinaria donde se


encuentran muchas características de los contratos tratados, es por ello que el art. 1511 CCC hace extensible la aplicación de
lo dispuesto para la concesión en cuanto sea compatible con las particularidades de la distribución.
Todo depende de la autonomía de la voluntad, entre la oferta y la aceptación analizando el intérprete las diversas
relaciones contractuales y conectadas que no le deben pasar inadvertidas.

3.-PARTES: Dos son las partes:


a) Distribuido, es el titular del bien o servicio o quien tiene derecho a disponer del mismo, el código lo considera la
parte con mayor peso económico y quien impone las reglas.
b) Distribuidor, es el encargado de acercar la oferta y la demanda del bien o servicio propuesto por el preponente,
quien actúa por su propia cuenta frente a terceros.

4.-OBJETO: El distribuidor es el encargado de acercar la oferta y la demanda en base las directivas impuestas por
el distribuido, lo que genera el derecho de remuneración.

E) CONTRATO DE FRANQUICIA:
El contrato de franquicia está regulado por los arts. 1512 a 1524 CCC.

1.- ANCEDENTES HISTÓRICOS: La palabra franquicia se conoce en la Edad Media, en Francia, y se daba
cuando el Soberano concedía un privilegio a sus súbditos quienes podían realizar actividades de caza o pesca, se designaban
como cartas Francas o franc,
En situaciones especiales, la Iglesia Católica autorizaba a los Señores Feudales a percibir el diezmo en su nombre
quienes percibían una comisión y el resto lo entregaban al Papa.
Con la Revolución Francesa, al desaparecer los privilegios otorgados a los nobles, desaparece el concepto de
franquicia, por eso hay que esperar a que resurja en Estados Unidos, hacia 1850, donde por vía legislativa para la
explotación de los servicios públicos, como ferrocarriles y bancos y en 1862 I.M.SINGER & Co, que fabricaba máquinas de
coser, comenzó con el uso de la franquicia, con el actual sistema, para la comercialización de sus productos, considerándolo
un contrato de colaboración entre empresarios independientes para la conquista de un fin común y era una franquicia de
producto y marca
Con el tiempo otras compañías como Coca Cola y Ford Motors comenzaron a utilizarlo y así se va produciendo su
expansión en otros países. Aunque su verdadero desarrollo se produce después de la Segunda Guerra Mundial, con la
reactivación de la industria civil se comienza a usar en forma masiva. Miles de soldados regresaban a casa y había que
incorporarlos al sistema productivo, no tenían conocimientos de comercialización ni formación profesional, por eso fue un
acierto poner un negocio bajo una franquicia, que garantizaba el asesoramiento de personas con conocimientos en la
materia.
Mientras en Francia los empresarios notaron la ventaja de la franquicia que aseguraba la distribución de sus
productos en una zona exclusiva.
En los años 50, con la aparición del fast food como franquicias con McDonal’s o Burger King, llegando a 1970 se
expande en Europa, con todos estos cambios se concreta el contrato de franquicia moderna.
El contrato de franquicia no fue expresamente reglamentado sino hasta la sanción del CCC, antes de su inclusión,
el contrato solo se regía por las reglas generales de la responsabilidad y por algunas otras de creación jurisprudencial que
habían tenido apoyo en la doctrina, juntamente con los demás contratos de distribución.
El régimen contemplado en los arts. 1512 a 1524 CC es una innovación, ya que regula específicamente el contrato
de franquicia con sus características principales.

1.- CONCEPTO:
La franquicia comercial se define como aquella donde una parte, el franquiciante, le otorga a otra, el franquiciado,
el derecho a utilizar un sistema probado y destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre
comercial, emblema o marca del franquiciante, quien provee un conjunto de conocimientos técnicos y la prestación continua
de asistencia técnica o comercial contra una prestación directa o indirecta del franquiciado.

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Es un contrato privado y por escrito, firmado entre franquiciante y franquiciado, surge así el acuerdo de franquicia,
como lo recoge el código, este contrato se basa en tres principios que lo diferencian de otras contratos de comercialización.
El uso de la marca, que es una denominación y una presentación uniforme de los locales objeto del contrato.
El know-how, donde se transmite al franquiciado el conjunto de conocimientos o procesos prácticos verificados
por el franquiciante.
Por último, el apoyo continuado, donde el franquiciante da asistencia comercial y técnica durante la vigencia del
contrato, incluso el entrenamiento del personal.

2.- PARTES: Es un contrato bilateral.


a) El franquiciante debe ser titular exclusivo de los derechos intelectuales, marcas, patentes, nombres Comerciales,
derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo franquicia o tener derecho a su utilización y para transmitirlo al
franquiciado de acuerdo con lo que contrató y no puede tener participación accionaria de control, directa o indirectamente,
en el negocio del franquiciado.
El franquiciante cede una parte de su actividad productiva y comercial al franquiciado, que distribuirá o hará
alguna tarea de terminación del producto a comercializar, dentro de los estándares de calidad establecidos.
Por ello, el franquiciante, tiene el constante deber de asistencia técnica, debe entregar el manual de operaciones
para que se pueda desarrollar la actividad prevista, sistema que debe estar debidamente probado. Es fundamental el
entrenamiento de personal por parte del franquiciante, esta es la característica que hizo importante al contrato después de la
Segunda Guerra Mundial. Si el sistema no se encuentra probado para cumplir con su cometido, será considerado inválido
Con respecto a la remuneración de las partes, el que recauda los ingresos, directamente del consumidor, es el
franquiciado, quien será el encargado de pagar al franquiciante.
El franquiciado paga un canon o regalías por el uso de marcas, patentes y sistema de ingresos permanentes y
periódicos. Otro pago, que se realiza en algunas franquicias, es el canon de ingreso, que es un importe fijo que cobra el
franquiciante por permitir al franquiciado el ingreso a su cadena de comercialización.
Dentro de este punto debe incluirse la prohibición al franquiciante de tener participación accionaria de control, sea
directa o indirecta, en el negocio del franquiciado para su protección.
En nuestro sistema legal, se reconocen dos formatos de franquicias, la mayorista y la de desarrollo (art. 1513 inc. a
y b CCC), como franquicias generales que pueden desarrollarse como franquicias de producto o industrial; franquicia de
servicio y franquicia llave en mano o negocio en funcionamiento (business format franchising).
La denominada franquicia industrial, si bien no está regulada directamente, el art. 1524 CCC, determina que se le
aplicará el sistema general de franquicia, en cuanto sea compatible.
El franquiciante tiene la obligación precontractual de informar al franquiciado el resultado económico de los
últimos dos años, para que se pueda verificar el funcionamiento de la red de comercialización y el éxito de otros
franquiciados, permite equilibrar la asimetría de los conocimientos que pueda existir entre las partes (arts. 984 a 989 CCC) y
permitir al franquiciado tomar la decisión si acepta o no la propuesta.
El inc. b impone la obligación principal del franquiciante, la cesión de su conocimiento probado o know-how con
el permiso de uso de las licencias, patentes, marcas de los bienes materiales e inmateriales
Parte del contrato de franquicia y como obligación del franquiciante, está la entrega de los manuales de
procedimiento que deben ser entregados antes para que el franquiciado se familiarice con su normativa (art. 1514 inc. c).
En la etapa de ejecución del contrato, el franquiciante, tiene la obligación de dar su consejo y asistencia en
cuestiones administrativas, operacionales o técnicas durante toda la duración del contrato (art. 1514 inc. d)
El inc. d refiere a una obligación propia de la etapa de ejecución, que consiste en proporcionar consejo y asistencia
en cuestiones administrativas, operacionales y técnicas durante toda la relación contractual. Ello es así, dado que resulta
esencial en este contrato la permanente actualización de la franquicia a las necesidades del mercado, a los fines de mejorar u
optimizar su operatividad. La obligación de asistencia es una obligación típica de colaboración (art. 1011 CC yC) y hace al
interés del propio franquiciante, pues propende a la conservación del valor de la franquicia y de su eficacia comercial o
productiva, y a la consecución del objetivo contractual.
En el art. 1514 inc. e, regula la situación en que el franquiciado, por cuenta propia o de terceros, provee bienes que
le deben ser comprarlos exclusivamente, en ese caso tiene que asegurarse la provisión y el flujo de los mismos para que el
servicio prestado por el franquiciante no se interrumpa. Es un deber de asistencia típica de los contratos de colaboración
(art. 1011CCC).
Por su parte, la estipulación que establece el inc. e puede estar dada por la necesidad del franquiciante de imponer
una obligación de compra exclusiva en favor de determinados productos o bien cuando quiera asegurarse cierta calidad en
las mercaderías.
El inc. f determina que el franquiciante debe garantizar que las facultades de explotación de la franquicia existen y
le pertenecen al tiempo de la celebración y de la ejecución del contrato, debiendo responder ante el franquiciado frente a la

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afectación del ejercicio pacífico de las facultades de explotación de la franquicia que le impidan alcanzar la finalidad
económica perseguida por aquel al contratar, encontrándose facultado a resolver o rescindir el contrato por ese motivo.
El franquiciando también está obligado a la defensa y protección de la franquicia en instancias administrativas y
judiciales frente a terceros. Si la franquicia es nacional, la defensa y protección del derecho de uso del franquiciado se podrá
hacer según lo que hubieran previsto las partes al efecto, pudiendo pactarse que aquel deba solo denunciar o se lo autorice a
la defensa como mandatario del franquiciante dándole aviso.
En la franquicia internacional, la norma establece que la defensa y protección está contractualmente a cargo del
franquiciado, a cuyo efecto debe ser especialmente apoderado (art. 375 CC yC), sin perjuicio de la obligación del
franquiciante de poner a disposición de aquel, en tiempo propio, la documentación y demás elementos necesarios para ese
cometido. Se admite en la doctrina (Heredia) que el franquiciante pueda asumir contractualmente la defensa de la
franquicia, sin que quepa interpretar que se trata de una norma internacionalmente imperativa de derecho argentino que se
impone sobre el ejercicio de la autonomía de la voluntad (art. 2599). De lo que se trata es que no quede el franquiciado sin
posibilidad de una inmediata defensa frente a la usurpación por un tercero de sus derechos, pudiendo asumir por sí esa
protección o defensa (art. 369), sin perjuicio de que la posterior intervención del franquiciante.

b) El franquiciado, quien tiene a su cargo la explotación del sistema probado de venta.


El código hace una mención enunciativa de las obligaciones del franquiciado puede haber otras que se agreguen en
cada contrato en particular, por eso dice: …son obligaciones mínimas…
Se trata en todo caso de obligaciones que operan durante la ejecución del contrato, salvo la de confidencialidad,
que existe desde la etapa precontractual y subsiste luego de terminado el contrato . Las demás cuestiones, en cuanto a la
posibilidad de cumplimiento, están sujetas a prueba de conformidad con lo dispuesto por los arts. 984 a 989 y 1019 CC y C.
Cabe señalar, también, que al referirse a obligaciones mínimas, da la impresión de que se tratara de mandatos no
imponibles, y el contenido de los incisos lo confirma.
El inc. a consiste en obligaciones de hacer, aunque puede también involucrar algunas obligaciones de resultado
(por ejemplo, alcanzar un nivel mínimo de ventas). Además, incluye la obligación de utilizar elementos de propiedad
industrial licenciados (v. gr., uso de signos distintivos del franquiciante)
El inc. b determina las informaciones que el franquiciado tiene la obligación de proporcionar. Tales informaciones
(v. gr., verificación de stock, contabilidad, etc.) importan el derecho del franquiciante de controlar la actuación del
franquiciado para mantener los niveles de calidad de la red que integra, lo cual puede incluir información sensible. Ello, en
tanto integre el estatuto contractual (art. 331, párr. 3, CCC y art. 18 CN) y esté sujeto al deber de confidencialidad del
franquiciante.
Las disposiciones del inc. c importan no realizar actos contrarios a la conservación del valor competitivo de la
marca, ni llevar adelante formas publicitarias inadecuadas. El franquiciado también tiene el deber de cooperar en la
protección de los derechos mencionados en el art. 1512.
El inc. d determina que tanto el franquiciante como el franquiciado tienen el deber, fundado en la buena fe, de
guardar reserva acerca de las informaciones que recíprocamente hubieran intercambiado a causa de las tratativas
preliminares (art. 992 CCC) y son responsables en caso de infracción a tenor de las reglas de la responsabilidad
precontractual y la normativa específica que resulte aplicable (v. gr. arts. 1° y 3°, de la ley 24.766).
Además el inc. d establece la obligación de dar cumplimiento a las contraprestaciones comprometidas, tales como
el pago de regalías.

3.- OBJETO: Conjunto de diversos contratos (compraventa, transferencia de tecnología, etc.) pero su objeto
principal, es lo que el franquiciante transmite al franquiciado:” un sistema probado de ventas”.

4.- PLAZO: El plazo de duración en los contratos de comercialización, y en particular de aquellos que integran el
sub-género de los contratos de franquicia, ha sido objeto de un amplio debate doctrinario y jurisprudencial que, a falta de
legislación concreta, ha dado lugar en los hechos a situaciones que, colocaron a la parte más débil —franquiciado— en un
estado de indefinición en cuanto a la duración del vínculo, el cual recién encontraba cierto grado de certeza cuando estos
acudían a los estrados judiciales en aras de determinar el plazo de preaviso necesario y suficiente tras la resolución del
vínculo.
El artículo en comentario establece como regla general un plazo mínimo de duración de cuatro años conforme
remisión al art. 1506 CCC —que regula el plazo para los contratos de concesión—, término al que le caben las mismas
observaciones efectuadas al comentar dicho artículo.
Fenecido el plazo, el contrato se entenderá prorrogado tácitamente por plazos sucesivos de un año, salvo expresa
denuncia de una de las partes con una antelación mínima de treinta días antes de su vencimiento.

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5.- CLÁUSULAS DE EXCLUSIVIDAD: La buena fe, principio ético de antigua tradición (art. 1134 in fine del
Código de Napoleón) consagrado expresamente en nuestro ordenamiento positivo (arts. 9° y 1061), presupone pautas de
conducta ética.
En esta clase de contratos, la “no competencia” como regla básica deviene un elemento inherente a la lealtad que
las partes se deben recíprocamente y que tiende, sin dudas, a la búsqueda y alcance de los beneficios que ambas pretenden al
momento de relacionarse.
El art. 1517 CCC establece la exclusividad en favor de ambas partes, lo cierto es que aquellas “pueden limitarla o
excluirla”, lo cual abre la puerta a la autonomía de la voluntad, extremo que en definitiva, será lo primero que deberá
ponderarse al momento de interpretar los alcances de cada caso particular.
Bajo esa línea conceptual, la norma continúa diciendo que el franquiciante no puede autorizar otra unidad de
franquicia en el mismo territorio, salvo que exista al respecto consentimiento del franquiciado.
Cabe aclarar que el aspecto territorial no es el único que se tiene en cuenta al momento de delimitar las pautas de
exclusividad. Así, suelen pactarse cláusulas en las que se le exige al franquiciado la adquisición de materias primas o
productos elaborados directamente por el franquiciante, o bien aquellas mediante las cuales se prohíbe al franquiciado
comercializar otros productos que no entren en competencia con su propia actividad.

6.- OTRAS CLÁUSULAS: El artículo establece ciertas cláusulas de uso general en los contratos de franquicia, con
la salvedad de que podrán ser dejadas de lado por ejercicio y primacía de la autonomía de la voluntad de las partes, razón
por la cual sus efectos y validez solo serán operativos salvo disposición en contrario.
El inc. a prohíbe al franquiciado ceder su posición contractual y los derechos que emergen del contrato, excepto
los de contenido dinerario. Tal limitación resulta una derivación de carácter intuitu personae que reviste el contrato de
franquicia en el que el franquiciado recibirá de parte del franquiciante todos los conocimientos necesarios para el desarrollo
del negocio (know how), con la consecuente transmisión de derechos que le permitirán al primero explotar la marca objeto
de franquicia.
Distinta solución se propicia respecto de las franquicias mayoristas, cuyo objetivo primordial radica, precisamente,
en crear subfranquicias.
El inc. b prohíbe al franquiciante comercializar directamente con terceros los productos o servicios comprendidos
en la franquicia dentro del territorio o zona de influencia del franquiciado.
Finalmente, el inc. c refiere al derecho del franquiciante en relación con la clientela. A diferencia de lo regulado en
materia de agencia comercial (art. 1498 CCC), aquí el legislador toma partido en favor del franquiciante estableciendo
expresamente que el derecho a la clientela le corresponde al titular de la marca, corresponde que así sea, el cliente concurre
por las cualidades y prestigio de la marca y no por la condición personal del franquiciado.

7.- CLÁUSULAS NULAS: Reguladas por el art. 1519 CCC. El artículo en comentario establece reglas de carácter
imperativo tendientes a la protección del franquiciado, proclamando la nulidad de ciertas cláusulas que, en caso de
incorporarse en el contrato, carecerán de efectos entre las partes y terceros involucrados.
Resulta acertada la decisión del legislador de privar de todo efecto a aquellas cláusulas que a prima facie,
aparecerían como resultado de la voluntad común, su aplicación en la práctica puede resultar perjudicial para quien, en
definitiva, reviste la condición de ser la parte más débil de la contratación.
Por lo general, en estos modelos de contratación el consentimiento de una de las partes se limita a la aceptación de
sus cláusulas, quedando excluida la negociación de los términos que integran el acuerdo, en tanto es el predisponente o
franquiciante quien toma a su cargo la determinación del contrato.
El inc. a refiere a la prohibición de incorporar aquellas cláusulas que tiendan a impedir la facultad del franquiciado
de cuestionar —justificadamente— los derechos del franquiciante respecto de la marcas, patentes, emblemas, nombres
comerciales, sistema de protección y venta o conocimientos técnicos comprendidos en el sistema objeto de franquicia. (
El inc. b dispone la nulidad de toda cláusula que tienda a impedirle al franquiciado adquirir mercaderías incluidas
en la franquicia a otros franquiciados dentro del país, siempre y cuando aquellas reúnan las cualidades y características
contractuales, promoviendo un contexto de equidad entre todos los que integran la franquicia.
Por último, el inc. c importa un amplio reconocimiento del franquiciado a ejercer su industria libremente (art. 14
CN), siempre que las relaciones que se forjen entre franquiciados no importen el despliegue de una conducta desleal y
reñida con el principio de buena fe contractual en perjuicio del franquiciante.

8.- RESPONSABILIDAD: Si bien no resultaba dudoso considerar que franquiciado y franquiciante eran
funcionalmente independientes y que no existía relación laboral entre ellos, se generaron controversias en torno de la
asunción por parte del franquiciante de las responsabilidades laborales que tenía la otra parte por aplicación del art. 30 de
Ley 20.744 de Contrato de Trabajo (LC T).

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Sin perjuicio de ello, algunos autores han pretendido extender la responsabilidad por aplicación del art. 31 LCT en
la medida que se pueda demostrar la existencia de dirección, control o administración de una sobre la otra, o que estuviesen
relacionadas, de forma tal, que constituyan un conjunto económico.
Varias cuestiones son tratadas bajo el título “Responsabilidad”, a saber:
No existe relación laboral entre franquiciante y franquiciado, lo cual no requería ser aclarado porque la franquicia
es un vínculo comercial, salvo que se trate de un fraude laboral.
Que el franquiciante no responde por las obligaciones del franquiciado, salvo disposición legal expresa en
contrario. Cabe considerar en este punto la responsabilidad que atribuye el art. 40 de la ley 24.240 LDC.
Que los dependientes del franquiciado no tienen relación laboral con el franquiciante, sin perjuicio de la aplicación
de las normas sobre el fraude laboral. Siguiendo la doctrina impuesta en el caso “Rodríguez, Juan R. c/ Cía. Embotelladora
Argentina”, la CSJN revocó la sentencia de la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo por la cual se
había extendido la responsabilidad a Pepsi Cola al constatarse una segmentación del proceso productivo, inclinándose el
Supremo Tribunal por una interpretación restrictiva.
El franquiciante no responde ante el franquiciado por la rentabilidad del sistema otorgado en franquicia, que es una
regla que se mantiene mientras el sistema sea apto para su destino, porque la misma ley dice que debe ser un sistema
probado, mientras no haya existido abuso de derecho por parte del principal al otorgar una franquicia que no sea viable.
Que el franquiciado debe indicar en sus facturas claramente su calidad de persona independiente del franquiciante,
para evitar a los terceros a confusiones y, eventualmente, para evitar la aplicación de la “teoría de la apariencia”, pero es
válido en la medida en que no contraríe el estatuto del consumidor, la buena fe y el abuso del derecho.

9.- RESPONSABILIDAD POR DEFECTOS DEL SISTEMA: El franquiciante como creador del sistema es el
responsable sus defectos si le causa daño al franquiciado.
Si bien el art. 1520 CCC establece las responsabilidades y obligaciones que le corresponden a cada parte, aquí se
establece específicamente la responsabilidad del franquiciante frente al franquiciado cuando se produzca un daño probado
como consecuencia del defecto en el diseño del sistema.
El franquiciante transmite al franquiciado el know how el cual se caracteriza como “el conocimiento técnico,
procedimiento, conjunto de informaciones necesarias para la producción industrial, que proceden de la experiencia en el
proceso de producción y que su autor desea guardar en secreto, sea para su uso personal, sea para transferirlo
confidencialmente a un tercero”.
Es por ello que las obligaciones que asume el franquiciante frente al franquiciado son de objeto complejo,
incluyendo obligaciones de dar, de hacer y de no hacer, respondiendo cuando los defectos de diseño del sistema que causen
un daño probado.
En cuanto a la responsabilidad que le cabría el franquiciante respecto de un tercero, el CCC no contempla tal
circunstancia, la que queda resuelta con la aplicación del art. 40 LDC que establece: “Si el daño al consumidor resulta del
vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responderán el productor, el fabricante, el importador, el
distribuidor, el proveedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por
los daños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio. La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las
acciones de repetición que correspondan. Solo se liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del daño le ha
sido ajena”.

10.- DERECHO DE LA COMNPETENCIA: El contrato de franquicia no puede ser considerado un pacto que
limite, restrinja o distorsione la competencia (art. 11 CCC).

11.- CASOS COMPRENDIDOS: El último artículo sobre franquicia, art. 1524 CCC, establece que las
disposiciones de este capítulo se aplican a las franquicias industriales, a las relaciones entre franquiciantes y franquiciado
principal, y a las que se den entre este y cada uno de los subfranquiciados.
La franquicia industrial resulta aplicable a la producción de bienes, a diferencia de la “comercial”, que se utiliza
para distribución o prestación de servicios. En el “know-how” de tipo “industrial” la franquicia tiene un contenido mucho
más técnico, comprensivo de procedimientos de fabricación o de aquellos que sirven para la aplicación de técnicas
industriales dentro de la empresa. La norma establece la aplicación de las prescripciones de este Código a la franquicia de
tipo industrial en lo que resulte compatible teniendo en cuenta las características antes indicadas.

TÍTULO II.-
2. Contrato de arbitraje (art 1649 y ss. CCC.) Definición. Forma. Controversias Excluidas. Efectos.

.ANTECEDENTES HISTORICOS DEL ARBITRAJE:

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La doctrina no establece una época o año preciso en que se haya dado inicio al uso de la institución del arbitraje, e
lo que sí hay conformidad es que es mucho más antigua que la solución de conflictos brindada por la justicia del Estado, tal
vez la primer referencia que se tiene del arbitraje es un relato de la mitología griega en el cual Eris, la diosa de la discordia,
disgustada por no haber sido invitada a una boda a la que si habían sido invitadas otras deidades, arrojó en la mesa del
banquete una manzana de oro que tenía una inscripción que decía “para la más bella”. Las diosas Hera, Atenea y Afrodita se
disputaban la manzana sin que nadie se atreviese a decidir a cuál de ellas debía pertenecer, Zeus, rey de los dioses del
olimpo no queriendo el tomar la respectiva decisión designó a Paris, conocido por ser el príncipe más bello para que fuera el
en calidad de árbitro quien decidiera cuál de las diosas era la más bella, cada una de ellas le prometía grandiosas
recompensas si ella era la elegida, Paris eligió a Afrodita quien le prometió el amor de Helena lo que efectivamente obtuvo,
pero con ello dio origen a la guerra de Troya.
También apartes de la Biblia hablan del arbitraje, en especial en Génesis 31, 17 – 37 y, una de las principales
referencias al arbitraje en el derecho positivo, se encuentra en la “Ley de las Doce Tablas” año 451 A.C. En la edad media
eran los señores feudales los encargados de poner solución a los conflictos que surgieran dentro de los territorios de sus
dominios aunque podía designar otra persona como árbitro.
Durante la Edad media, las primeras controversias comerciales fueron resueltas, en los Mercados, por árbitros o
amigables componedores, pero, durante el renacimiento se crearon los Tribunales de Comercio, prohibiendo expresamente
la posibilidad de acudir ante árbitros, prohibición que se mantuvo hasta el año 1789, fecha en que triunfó la revolución
francesa.
En cuanto al arbitraje internacional, en el año 1899 se creó la Corte Permanente de Arbitraje, encargada de resolver
los conflictos que se susciten con ocasión de la interpretación o aplicación de tratados internacionales, a nivel regional se
creó en 1934 la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial con el fin de resolver las controversias de los comerciantes
en el ámbito internacional americano, y en 1966, el Banco Mundial creó el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI), la Organización Mundial de Comercio (OMC) tiene un tribunal permanente para resolver
cuestiones de carácter comercial entre los estados.
Con la creación de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) con sede en Paris en 1919, se crea la corte
Internacional de Arbitraje para resolver conflictos entre sus asociados, es decir, resolver controversias de comercio
internacional, es fundamental el aporte dado por la UNIDROIT a la resolución de controversias.
En nuestro país el arbitraje ya era utilizado para resolver cuestiones de carácter comercial pero de manera
específica en el mercado de granos o valores, con sendos tribunales arbitrales de carácter institucional.
En 1958 se celebra la Convención de Nueva York, sobre el reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales
extranjeras. Si bien argentina la firmó en agosto de 1958, recién fue ratificada con fecha 14 de mayo de 1989 y la
Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional conocida como Convención de Panamá de 1975
ratificado por Ley 24.322.
La Ley Modelo CNUDMI/UNCITRAL aprobada en 1985 y modificada en 2006, que tuvo varios proyectos de
aprobación en nuestro país, aún no ha sido receptada en su totalidad, ya que solamente fue aprobada por el Senado en 2002
pero no fue tratada por Diputados, aunque el nuevo CCC toma el contrato de arbitraje de ese modelo y en base a convención
de Nueva York.
En el MERCOSUR, El Tratado de Asunción, los Protocolos de Ouro Preto, Brasilia y Olivos regulan cuestiones
relativas a la solución de controversias. En 1998, se aprueba el Acuerdo de Arbitraje Comercio Internacional del Mercosur
Sobre reconocimiento de y validez de laudos extranjeros se aprueba en el Protocolo de Buenos Aires sobre
Jurisdicción Internacional en Materia Contractual dado en Buenos Aires, en 1994.
En nuestra legislación el arbitraje y el reconocimiento de sentencias extranjeras son considerados un proceso
especial por lo cual era regulado en cada uno de los Códigos Procesales de Nación y de cada Provincia.
A partir de la sanción del nuevo CCC el sistema de arbitraje se ha modernizado y reconoce principios específicos
para facilitar su funcionamiento eficaz.
Si bien el modelo CNUDMI, se reconoce la jurisdicción de los árbitros es válida, se reconoce la eficacia y
autonomía de la cláusula arbitral, permitiendo a los árbitros su propia competencia, el reconocimiento de los laudos y otras
cuestiones que acercan el arbitraje al sistema internacional más actual.

CONCEPTO:
El arbitraje es un procedimiento por el cual las personas humanas o jurídicas pueden someter, previo convenio, a la
decisión de uno o varios árbitros las cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir en materia de su libre disposición
conforme a Derecho. Es un contrato mediante el cual las partes deciden someter las controversias o litigios que surgen de
una determinada relación jurídica a la decisión del árbitro. A diferencia de la mediación, una parte no puede retirarse
unilateralmente de un proceso de arbitraje.

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El arbitraje se diferencia de la transacción, en que en realidad se trata de un juicio, pese a no celebrarse ante los
tribunales, y las partes no resuelven sus diferencias mediante recíprocas concesiones, sino que encargan a un tercero la
decisión.
A diferencia también de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda ni colabora con las partes a efecto
de resolver el conflicto más bien impone una solución vía Laudo Arbitral que tiene efectos de sentencia judicial.
El arbitraje se rige por los principios de imparcialidad, idoneidad, celeridad, igualdad, oralidad, publicidad y
contradicción.
Se caracteriza fundamentalmente por ser un sistema alternativo y equivalente a la jurisdicción de los Tribunales
estatales, de carácter convencional, objetivo, temporal y determinado subjetivamente. Mediante el arbitraje se sustituye la
tutela de los jueces ordinarios por la de los árbitros desde el momento en que estos últimos deciden aceptar el encargo del
arbitraje y emitir el laudo.
Las partes deben pactar en forma expresa la cláusula arbitral o compromisoria y la que debe ser por escrito, de
acuerdo al art. 1649 CCC, ya que en este punto se estudia el proceso arbitral en nuestra legislación.
Lo que se pueden ventilar en Arbitraje son aquellas divergencias producto de transacciones entre partes vinculadas
por relaciones comerciales duraderas, en las que además de resolver el conflicto puntual, es necesario mantener la relación
en términos que les permita seguir haciendo negocios en el futuro.
La eficacia del arbitraje radica en la validez de la decisión que emana del árbitro, el laudo, está respaldado por la
cosa juzgada y es factible de ejecución al igual que una sentencia judicial.
El art. 1651 excluye del arbitraje cuestiones donde esté involucrado el orden público, las relativas a la potestad del
Estado (como lo que hace a la persona humana en cuento hace a su estado civil, capacidad o cuestiones de familia) o la
defensa de una parte más débil en la contratación (consumidor, cuestiones laborales o contratos de adhesión).
Las partes seleccionan al árbitro o árbitros: pueden seleccionar conjuntamente a un árbitro único, o un tribunal
compuesto por tres árbitros, cada parte selecciona a uno de los árbitros y éstos seleccionarán a su vez a un tercer árbitro que
ejercerá las funciones de árbitro presidente. Otra posibilidad es que el Centro proponga árbitros especializados en la materia
en cuestión o nombre directamente a miembros del tribunal arbitral. El arbitraje es un procedimiento confidencial: tanto del
arbitraje, como las divulgaciones realizadas durante dicho proceso y el laudo y a decisión del tribunal arbitral es definitiva y
fácil de ejecutar.
El arbitraje que se analiza en este punto es el arbitraje que ventila cuestiones de derecho privado entre personas
físicas o jurídicas de carácter nacional o interno, si bien estas normas pueden ser aplicadas a dirimir cuestiones arbitrales de
carácter internacional, pero siempre de Derecho Internacional Privado.

CLASIFICACIÓN DEL ARBITRAJE:


Hay distintas formas de clasificar al arbitraje, algunas surgen de la doctrina y otras directamente del Código civil.
La primera clasificación es por su jurisdicción:
NACIONAL: Cuando la cuestión es de carácter local de un país, donde la normativa que se aplica es la nacional.
INTERNACIONAL: Cuando las partes se encuentran domiciliadas en distintos países, sin que tenga que ver su
nacionalidad, en ese caso se elegirá un árbitro neutral de un tercer país y normalmente se aplica la ley del país del árbitro
(ver Convención de Nueva York de 1958).
La segunda clasificación es en base a la normativa aplicada:
DE EQUIDAD: No es igual resolver una controversia en base a la conciencia que en base a una norma. Resolver a
tu leal saber y entender. Con conciencia. No se necesita seguir un curso para ser árbitro. Se requiere gozar de la confianza
de las partes, que las partes te acepten como juez privado. Aquí si no quiero puedo no fundamentar en base a un argumento
jurídico. Por tal cuestión se los llama amigables componedores.
DE DERECHO: Sólo pueden ser árbitros los abogados. Si en un arbitraje de derecho un no abogado resuelve, esta
puede ser declarada nula.
Nos encontramos ante una clasificación prevista en el art. 1652 CCC, En cualquiera de los dos debe no vulnerarse
la Constitución Política. En caso que las partes no digan en la cláusula compromisoria sobre qué tipo de arbitraje se elige el
artículo define que se considera arbitraje de derecho.
Otra clasificación es según que administre el arbitraje:
AD HOC (AL EFECTO): Aquí quien fija los árbitros es la institución a la que se le dio la administración. Son las
propias partes las que suministran las normas sobre las que van a actuar y todo lo necesario para que el arbitraje proceda. En
el arbitraje se presenta la demanda en la Institución Arbitral que se designe, si no se instala el tribunal arbitral no hay
arbitraje. Si no se crea el árbitro no se puede presentar la demanda. El futuro demandado va a saber que se lo va a demandar
porque hay que mandarle una carta diciéndole que designe su árbitro. El arbitraje no se puede suspender; la ley controla que
las partes, si la otra parte no quiere responder o designar su árbitro, o el lugar, por ley lo designaran por la parte.
INSTITUCIONAL O ADMINISTRADO: Las partes pactan que cualquier conflicto ser administrado por la
institución arbitral (ej: por la Cámara de Comercio). De esa manera la institución proporciona una serie de cosas para que
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las partes puedan reunirse y llevar correctamente el proceso. Ve la presentación de la demanda, contestación de la demanda,
un lugar donde reunirse, sus procedimientos preestablecidos, costos de honorarios de árbitros, otros internos. La institución
tiene una serie de árbitros pero las partes pueden traer consigo otro de afuera de la institución. Si no se pacta que tipo de
arbitraje se presume que será el ad hoc.

AUTONOMÍA Y EFICACIA DE LA CLÁUSULA ARBITRAL O COMPROMISORIA:


El art. 1653 CCC, establece la autonomía de la cláusula arbitral. A los efectos legales, el CCC considera al
convenio arbitral como un contrato independiente o autónomo, incorporando de esta manera en su redacción uno de los
principios fundamentales del arbitraje moderno.
La cláusula compromisoria puede estar inserta en el contrato o estar por separado mientras lo referencie o, incluso,
puede establecerse de manera genérica para resolver cuestiones futuras de conflicto o interpretación de las cuestiones
contractuales entre las partes.
Este tema está planteado por el Código, está tomada de la convención de Nueva York y de la Ley Modelo
CNUDMI, estas normas se refieren a la autonomía de la cláusula y su desprendimiento del contrato.
Ante el pedido de nulidad del contrato (si una parte pide la nulidad se considera que todo el contrato es nulo) la
cláusula se torna autónoma, es decir se separa del contrato original o al que referencia, es decir, no entra dentro del pedido
de nulidad.
Esto convierte a la cláusula en eficaz, ya que la misma es suficiente para determinar que el que debe resolver la
cuestión sobre la nulidad del contrato la tiene que resolver el árbitro designado en la cláusula, esta es una decisión
imperativa para las partes.
Entonces, ante el pedido de nulidad, la autonomía se produce la separación de la cláusula del contrato que le dio
origen y la eficacia es la validez de la aplicación siendo el árbitro designado quien debe resolver dicha nulidad.
A nivel internacional, la mayor parte de las legislaciones extranjeras y convenios internacionales han sentado
reglas precisas al respeto, estableciendo claramente la autonomía de las cláusulas atributivas de jurisdicción frente a una
posible invalidez del contrato que los contiene.
En conclusión, cualquier controversia con relación a la inexistencia, ineficacia, resolución o invalidez u otro vicio
del contrato que tiene incorporado el convenio arbitral deberá, en principio, ser sometida al conocimiento del tribunal
arbitral, circunstancia que se encuentra íntimamente relacionada con el otro gran principio del arbitraje que es el principio
de competencia.

COMPETENCIA:
La regula el art. 1654 CCC.
Seguido de la autonomía el Código regula el principio kompetenz–kompetenz (competencia). Son principios que
apuntan a cuestiones diversas, ambos forman parte de un esquema defensivo común, en aquellos casos en que la
incompetencia del tribunal arbitral está sustentada en la invalidez de la cláusula arbitral, producto de la invalidez del
contrato en que se hallaba incorporada.
El principio kompetenz-kompetenz es reconocido en el ámbito internacional y se utiliza para definir la posibilidad
reconocida a los árbitros para decidir acerca de su propia competencia cuando alguna de las partes la cuestione.
Generalmente, en la práctica, la aplicación de este principio se presenta de manera conjunta con el principio de la
autonomía de la voluntad, ya que son los árbitros los primeros que tendrán que determinar su propia competencia para
evaluar la validez o no de la cláusula arbitral contenida en un contrato eventualmente nulo.
Se ha reconocido que este principio genera un efecto positivo y otro negativo. El primero, tendiente a permitir que
sean los propios árbitros quienes decidan acerca de su competencia; y el negativo, obligar a los tribunales judiciales a
declinar su competencia ante la invocación de un acuerdo arbitral, salvo que el mismo resulte manifiestamente nulo o
inaplicable. Este segundo efecto se observa en la primera parte del art. 1656 CCC.

LAS MEDIDAS PREVIAS:


Reguladas por el art. 1655 CCC
Con medidas previas, debemos entender las medidas cautelar que pueden dictar los árbitros, a pedido de una de las
partes, para que su derecho no se torne ilusorio con respecto al objeto en ligio.
Es facultad de los árbitros, salvo pacto en contrario, la posibilidad de dictar medidas cautelares o de resguardo
sobre bienes, documentación o sumas de dinero.
Como la medida cautelar se realiza a pedido de una de las partes, el árbitro, puede solicitar caución suficiente al
peticionante, para responder a daños y perjuicios en el caso que la medida haya sido innecesaria o perniciosa.
Esta es una facultad propia del imperium de los jueces que tienen la facultad de imponer sus decisiones, si bien, en
principio los árbitros carecen de esta potestad, la cláusula compromisoria implica una prórroga de jurisdicción a favor de los
mismos desplazando a los Jueces del Estado, los árbitros serán los responsables del dictado de la medida cautelar, aunque
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requerirán del auxilio de los jueces para la ejecución compulsiva de la misma. La falta de imperium, entendida como la falta
de poder de coerción de los árbitros, no perjudica la obligatoriedad de sus decisiones.
El CCC recepta la posición reconocida en numerosos instrumentos internacionales, en cuanto a la posibilidad de
que las medidas cautelares sean dictadas indistintamente por los tribunales judiciales o arbitrales, sin afectar la competencia
de los árbitros establecida contractualmente.
Las medidas cautelares dictadas por los árbitros pueden ser impugnadas antes la justicia ordinaria, sin perjuicio.

REVISIÓN DE LOS LAUDOS ARBITRALES:


Regulado en el art. 1656 CCC
El Estado reconoce a las decisiones arbitrales el valor de la cosa juzgada posibilitando para su cumplimiento los
procedimientos de ejecución de sentencias, la regla citada establece la declinación de la jurisdicción estatal y fija una regla
en favor de la eficacia de la cláusula compromisoria,
Las partes renuncian voluntariamente a la jurisdicción del Estado para someterse a la jurisdicción arbitral.
El laudo arbitral firme tiene igual valor que una sentencia y es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde que
queda firme. Si lo ordenado en el laudo no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el interesado
podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez en la jurisdicción donde se llevó a cabo el arbitraje.
En nuestro actual sistema, basado en el modelo CNUDMI y el Tratado de Nueva York de 1958, el control judicial
sobre el laudo arbitral, se puede hacer solamente sobre causales de nulidad reconocidas de manera universal.
Las causales aceptadas son:
Incapacidad de una de las partes que invalide la cláusula arbitral.
Falta de notificación a las partes.
Que la decisión arbitral se exceda o resuelva temas no introducidos en el litigio.
Que el tribunal se integre en forma irregular o en forma distinta a lo dispuesto por las partes.
No es válido que se someta a arbitraje cuestiones excluidas o que afecten el orden público.
No se puede renunciar a la revisión judicial del fallo arbitral.

ARBITRAJE INSTITUCIONAL:
Regulado en el art. 1657 CCC.
El código, siguiendo el modelo CNUDMI, regula el arbitraje ad-hoc y el institucional, aunque pareciera que el
Código Procesal lo hiciera solamente con el primero.
El Tribunal ad-hoc es aquel que se designa para resolver el caso particular establecido en la cláusula
compromisoria.
El Tribunal Institucional, generalmente es preexistente a la celebración de la cláusula arbitral y tiene sus propias
reglas de funcionamiento (por ej.: el Tribunal de la Bolsa de Comercio).

CLÁUSULAS FACULTATIVAS:
Reguladas en el art. 1658 CCC.
Dentro de la autonomía de la libertad, las partes pueden pautar el procedimiento para evitar cuestiones de discusión
que deberán ser resueltas por el árbitro o institución arbitral, generando un dispendio jurisdiccional innecesario.
De acuerdo a lo dispuesto en el código, las partes pueden establecer el procedimiento, si ellos no lo hacen, el
procedimiento, es determinado por el o los árbitros.
Las partes pueden pactar un acuerdo de confidencialidad (muy recomendable), la forma en que se distribuirán los
costos del arbitraje, especialmente si tiene carácter internacional, ya que cada país tiene sus propias reglas (en nuestro
sistema las costas se imponen al vencido, en el sistema de la common law las costas son soportadas por cada parte,
independientemente de la condena en la causa principal).

DESIGNACIÓN DE LOS ÁRBITROS:


Regulado en el art. 1659 CCC.
Es costumbre que el tribunal arbitral se componga de 1 o más miembros, pero siempre en número impar.
Normalmente se compone de tres miembros, de ahí su nombre.
Siguiendo la autonomía de la voluntad, las partes eligen a los árbitros., si las partes no llegaron a un acuerdo, el
código tiene directivas para dirimir el conflicto.
En el inc. a) del artículo en análisis, sigue la solución internacional, que cada parte designe un árbitro y ellos eligen
un tercero neutral, si tampoco llegan a un acuerdo, la designación de hará por la institución arbitral o en forma judicial.
En el inc. b) que trata sobre el árbitro único, si las partes no se ponen de acuerdo, a pedido de parte, será designado
por la institución arbitral o en forma judicial.

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Se debe tener presente, que si se tratare de un de un arbitraje institucional, las reglas de la entidad se consideran
como normas integrantes del contrato de arbitraje (art. 1657 CCC)
Otra posibilidad que existe, es que al sólo efecto de la designación de los árbitros, se le solicita a la Institución
Arbitral que designe a los mismos, en ese caso la entidad designará los árbitros y según el art 1663 del CCC la recusación y
su reemplazo, debe ser resuelto por la institución. También nominará al árbitro en caso que la parte no cumpliera su
obligación de hacerlo.
La más compleja de las situaciones se da en el último párrafo del art. 1659 CCC, donde se reconoce la existencia
de múltiples partes (varios accionantes o varios demandados), algo cada vez más frecuente, ya que dentro de la misma parte
pueden tener intereses contrapuestos que impiden encontrar una respuesta común, pero lo soluciona de la misma manera, si
no se ponen de acuerdo o no cumplen con la obligación de hacerlo, será designado por la institución arbitral o en forma
judicial.

CALIDADES DE LOS ÁRBITROS:


Tratado por el art.1660 CCC.
No se exige ninguna cualidad especial en los árbitros, simplemente que tengan plena capacidad civil.
Por lo tanto se pueden designar árbitros legos, es decir, sin conocimientos jurídicos, aunque las pueden estipular
que los árbitros reúnan determinadas condiciones de nacionalidad, profesión o experiencia.
Si las partes establecen alguna condición sobre los árbitros la Institución Arbitral deberá respetar la decisión de las
partes.
Esta normativa sigue la regla común para la designación de árbitro exigiendo requisitos mínimos para ser
designado árbitro.

NULIDAD:
Tratada en el art. 1661 CCC.
Es nula la cláusula que faculte a una de las partes a designar el o los árbitros o darle una posición privilegiada para
hacerlo.
La solución que adopta el código es en resguardo de la autonomía de la voluntad y evita que si una de las partes
tiene una supremacía económica o jurídica no perjudique a la otra.
Siendo los árbitros, jueces privados, constituyen el elemento fundamental para tomar la decisión arbitral, es
necesario que se resguarde la imparcialidad y su independencia, por eso establece que ambas partes tengas los mismos
derechos.
Manteniendo el criterio de la autonomía y eficacia de la cláusula arbitral, la nulidad a la que hace referencia este
artículo es parcial, es decir, deja sin efecto la parte pertinente a la designación de los árbitros por parte de una de las partes,
debiendo designárselo por la Institución Arbitral o vía judicial.

OBLIGACIONES DE LOS ÁRBITROS:


Tratado por el art. 1662:
La obligación principal del árbitro es mantenerse independiente e imparcial respecto de las partes para establecer
un laudo ajustado a derecho. Debemos entender que la independencia se refiere a que los árbitros no tengan relación con
ninguna de las partes ni de los abogados intervinientes. A la imparcialidad una cuestión subjetiva que influye sobre el
árbitro para dar un fallo de acuerdo a justicia y derecho sin favoritismo para ninguna de las partes. Por ello, es deber de los
árbitros, comunicarle a las partes si tienen algún impedimento de los mencionados.
Siguiendo sus directivas el código establece que el árbitro debe cumplir sus funciones hasta la conclusión del
proceso, como tampoco pueden retirarse las partes del arbitraje, ya que dicha obligación nace de un contrato bilateral con
obligaciones reciprocas.
Los árbitros deben mantener la confidencialidad de las actuaciones que tienen a su cargo, deber que se impone
aunque haya concluido el proceso. Si bien no se establece una sanción, el árbitro deberá hacerse cargo de los daños y
perjuicios que pudiere ocasionar revelando aspectos del proceso arbitral.
El resto de las obligaciones son exclusivamente a cargo de los árbitros, atender actos procesales, concurrir a las
audiencias, dictar el laudo, debe cumplir la función que le fuera encomendada.
En el final de la norma se establece la garantía de debido proceso, su violación afecta la responsabilidad y
credibilidad de los árbitros y es una causal de nulidad la irregularidad de procedimiento o el derecho al debido proceso.

RECUSACIÓN DE LOS ÁRBITROS:


Tratado por el art. 1663 CCC.
La norma faculta a las partes, igual que en el proceso judicial, a la recusación de los árbitros, por las mismas
causales que se puede recusar a los jueces, exigiendo justa causa.
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En la disposición tratada, no se admite la recusación sin causa como en el proceso judicial, esto surge del derecho
internacional y del hecho que muchos árbitros (legos) no tienen la prohibición de ejercer el comercio como los magistrados,
por eso pueden ocurrir conflictos de intereses que afecten su imparcialidad, por eso las causas de recusación de los árbitros
son superiores a la de los jueces, por eso se debe tratar caso por caso y no se pueden dar directivas genéricas.
Acorde al criterio expuesto el art. 12, inc.2 de la Ley Modelo de Arbitraje de CNUDMI, establece que se puede
recusar a los árbitros “si existen circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad o
independencia, o si no posee las cualificaciones convenidas por las partes”
La cuestión es quien debe tratar la recusación si el árbitro no la acepta voluntariamente, en ese caso la solución es
relativamente sencilla, lo hace la entidad arbitral y en los casos de arbitraje ad hoc, si no está previsto el procedimiento de
recusación, se resolverá judicialmente. También, siendo un tribunal colegiado y no se recuse a todos ellos, es decir, que se
recuse a uno sólo de ellos, las partes pueden acordar que los otros árbitros resuelvan la recusación interpuesta, si los árbitros
no se ponen de acuerdo o si son dos o más los recusados, la cuestión deberá resolverse judicialmente.

REMUNERACIÓN DE LOS ÁRBITROS:


Tratado en el art. 1664 CCC.
La actividad arbitral lleva su tiempo y es un servicio prestado en forma voluntaria, por ello, debe ser remunerado
por las partes, que deberán hacerse cargo de los costos y costas.
Las partes tienen plena autonomía para la fijación de los honorarios, lo que se exige si hay pacto de honorarios es
que incluya a todas las partes y a todos los árbitros.
Si se adopta el reglamento de una entidad arbitral que establece la forma de fijar los honorarios, este debe
respetarse por las partes, ya que dicho reglamento forma parte de la cláusula compromisoria (art. 1657 CCC).
El código establece como parámetro para regular los honorarios, en forma supletoria, la escala de honorarios para
los abogados para actividad no judicial.
Si las partes no se ponen de acuerdo en la fijación de la remuneración de los árbitros la fijación de los honorarios
arbitrales, se podrá solicitar que se haga judicialmente.

EXTINCIÓN DE LA COMPETENCIA DE LOS ÁRTBITROS


Tratado en el art. 1665.
La competencia arbitral concluye con el laudo definitivo, es decir, cuando ya se agotaron todos los recursos,
incluso los de aclaratoria o complementarias, ya que su actividad jurisdiccional surge del contrato de arbitraje y no del
imperio del Estado.
La jurisdicción del árbitro está dada para casos individuales, cumplido su cometido se extingue la jurisdicción para
la que fuera designado, teniendo una actividad residual para concluir las cuestiones de trámite.

TÍTULO III.-
3. Contrato de fideicomiso (art. 1666 al 1670 CCCN.): Definición. Contenido. Plazo. Forma. Objeto.

1.- GENERALIDADES: El contrato de fideicomiso tiene su tratamiento entre los arts. 1666 y 1707 CCC y
sustituye los arts. 1 a 26 de la Ley 24.441. Es de los contratos formales, se lo coloca entre los contratos en particular y se lo
considera un contrato de administración, de confianza, en la que una persona entrega a otra la titularidad de activos para que
los administre en beneficio de un tercero, siendo un contrato de carácter bilateral, donde el fiduciante se obliga a entregar
los bienes y el fiduciario de ejercer la titularidad de los mismo y devolverlos al finalizar el contrato.
El fideicomiso tiene su origen en el derecho anglo americano, basado en el deber de lealtad, sustituyendo a la
prenda y la hipoteca, se presenta como un sistema de venta de créditos y desarrollándose en otros ámbitos como contratos o
comisiones de confianza y especialmente en el desarrollo del mercado inmobiliario y fondos de inversión, con una
remuneración al fiduciario, que lo hace oneroso.
El fideicomiso es un contrato, no es una persona jurídica, aunque tenga un patrimonio de afectación, que se pone
en cabeza del fiduciario para su gestión y quien será responsable por el mismo.
El concepto elemental de fideicomiso se mantiene con la trasmisión de la propiedad fiduciaria de determinados
activos al fiduciario, que quedan afectados el negocio subyacente, en favor del beneficiario que es un tercero en el contrato.
Siendo un negocio unívoco basado en la relación jurídica entre fiduciante y fiduciario y el de la transmisión de la propiedad
fiduciaria, negocio que se concluye con la adquisición por parte del beneficiario.
Todo lo que está en el comercio puede ser objeto de fideicomiso, incluso, universalidades (art. 1670 CCC).
La recepción del fideicomiso en garantía (art. 1680 CCC) que generó grandes discusiones en la ley 24.441
mejorando la situación en las asistencias crediticias.

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2.- CONCEPTO DE FIDEICOMISO: Habrá fideicomiso cuando se proceda a transferir o se obligue a efectuar la
transferencia de bienes para ser objeto de administración por parte del fiduciario, donde el fiduciante es el que fijará las
pautas de administración, a favor de un beneficiario.
Es una transferencia gratuita en base a la obligación del fiduciario de efectuar su prestación que es la
administración de los bienes.
El fidecomiso es el acto jurídico por el cual se asignan beneficios económicos que deriven de la titularidad de
bienes determinados, que fijará voluntariamente su propietario con efectos futuros. El beneficio se fija para personas
distintas a la que recibe la propiedad con la condición de entregarla a un tercero una vez cumplida la condición o finalizado
el plazo. Por lo tanto, el dominio fiduciario es el objeto del fideicomiso y del negocio fiduciario.

3.- CONTENIDO: Este punto hace referencia al contenido del contrato, aquellos elementos que obligatoriamente
deben ser incorporados. La ausencia de alguno de ellos no producen la nulidad del contrato, ya que no son tipificantes y las
normativa del código, en los artículos posteriores subsana la omisión de ellos.
Los bienes a ser incorporados al fideicomiso pueden estar determinados se fijen las condiciones de su
individualización para se identificados en el momento que se determine.
Lo que tiene que estar determinado es la forma en que dichos bienes se incorporaran al fideicomiso, si no se
establecen las pautas, es libre la incorporación de los bienes considerando el fin con que fuera constituido el fideicomiso.
La duración del fideicomiso está dada por el plazo o el cumplimiento de la condición por el cual se constituyó, si
no se la fija en el contrato el Juez determinará, según el objeto y en base al principio de conservación. (conf. art. 1066
CCC).
La determinación del beneficiario y del fideicomisario, aunque no sea un requisito esencial, ya que si no se los
designa, según los arts. 1671 y 1672 CCC ese lugar estará ocupado por el fiduciante.
Las funciones del fiduciario pueden o no estar en el contrato, ya que la normativa se aplicará supletoriamente. Lo
que no puede soslayarse.
Se fijen o no estos derechos y obligaciones siempre se debe considerar la finalidad y el objeto del fideicomiso para
establecer los límites a la administración y determinar la eficiencia en su cumplimiento.
Si no se hubiera designado el fiduciario suplente o el modo de reemplazar al titular, será el Juez quien deberá
realizar los nombramientos.

4.-EL PLAZO Y LA CONDICIÓN: El contrato puede estar sometido a plazo, que establece un límite temporal, o,
bien, a condición, se cumpla una u otra nace el derecho del fideicomisario para reclamar los bienes al fiduciario.
El Plazo, como elemento, es un requisito tipificante considerado de orden público, ya que las partes n o pueden
superar el plazo de 30 años, salvo en los casos autorizados. Si se sobrepasa el plazo autorizado, el mismo se debe adecuar al
máximo, a los evitar la nulidad del contrato.

5.- FORMA:
Teniendo carácter formal, el contrato de fideicomiso, debe cumplir una serie de requisitos para que sea reconocido
como tal por lo que su forma debe ser escrita.
En cuanto a su instrumentación, se puede adoptar la forma pública o privada, de acuerdo a los bienes que
integraran el fideicomiso.
El instrumento público se debe utilizar para la transferencia de bienes registrables. Para el caso que no se cumpla
con este requisito, se convierte en promesa de celebración de extender el instrumento público y no proceder a su nulidad por
falta de cumplimiento de las mismas.
No se exige formalidad alguna para la aceptación de por parte del beneficiario, quien podrá manifestar su voluntad
de manera concreta o para mejor resguardo de las partes por medio fehaciente. Claro, que en caso de bienes registrables se
deberá hacer por instrumento público sin perjuicio de la toma de posesión de los mismos.
El código incorpora la obligación de registrar todos los contratos de fideicomiso, incluyan o no bienes registrables,
en el registro que corresponda con la finalidad de proteger a los terceros que quieran contratar con el fiduciario, ya que
podrán verificar una documentación fehaciente consultando el registro. No es necesario publicar la instrumentación ni la
registración.

6.- OBJETO: Siempre que los bienes se encuentren el en comercio, al fideicomiso, se pueden incorporar bienes
muebles, inmuebles, créditos y universalidades, pero se debe considerar que corresponde a derechos reales, la
incorporación será sobre cosas, si no lo fueran deberá realizarse mediante el contrato de cesión de créditos.
Las universalidades (definidas como conjunto o pluralidad de bienes consideradas como un todo) pueden ser objeto
de fideicomiso, sean de hecho (universalidad fijada por el testador) o de derecho (fondo de comercio).
No se admite el pacto sobre herencias futuras, una de las explicaciones más coherentes es, para que no se especule
con la muerte del dueño de los bienes.

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7.- PARTES: El fideicomiso es un contrato con una importante variedad de sujetos que van interactuando entre
ellos con mayor o menor participación jurídica en cada caso. Pueden ser personas humanas o jurídicas existentes o no al
momento de celebrar el contrato. Su designación o la forma de determinarlo es un elemento esencial del contrato.

8.- EL BENEFICIARIO:
El beneficiario es el destinatario directo de este contrato y a favor de quien se ejerce la propiedad fiduciaria con los
límites fijados por el fiduciante.
Se puede designar más de un beneficiario o beneficiarios sustitutos. Para el caso que el beneficiario no llegare a
existir o no aceptare el beneficiario puede ser el fideicomisario y si este no acepta debe ser el fiduciante.
La novedad introducida es que el fiduciario puede ser beneficiario lo que estaba prohibido en la ley anterior.
El derecho que se otorga al beneficiario es un derecho crediticio por lo que puede ser transmitido tanto por actos
entre vivos como por causa de muerte, salvo prohibición expresa.
En caso de muerte del beneficiario originario, si se designó beneficiario sustituto, este desplazará a los herederos en
la percepción de los frutos de fideicomiso.

9.- EL FIDEICOMISARIO: A diferencia de la ley 24.441, el código incorpora la regulación de los derechos del
fideicomisario. Quien sin ser parte en el contrato es el destinario de los bienes fideicomitidos.
Este sujeto puede ser el beneficiario o el fiduciante. El caso que fueran designados varios fideicomisarios, la
partición se hará en partes iguales, lo que se puede establecer es que en caso de renuncia o falta de afectación, tengan el
derecho de acrecer.
Siendo un derecho personal puede ser transmitido dependiendo su cumplimiento de una modalidad suspensiva, sea
plazo o condición.
10.- EL FIDUCIARIO: Es el sujeto principal del contrato, quien lo ejecuta, el que recibe la titularidad de los bienes
fideicomitidos, de su buen accionar depende el beneficio, sus acciones serán reguladas por el contrato actuando en nombre y
por cuenta propia aunque en favor del beneficiario.
El fiduciante, quien determina las directivas, deposita su confianza en el fiduciario para que administre el
fideicomiso, una vez vencido el plazo o cumplida la condición deberá entregar los bienes al fideicomisario.
Cualquier persona humana o jurídica puede ser fiduciante, es un profesional que para poder ofrecer sus servicios en
forma pública debe obtener la autorización administrativa de los organismos que controlan el mercado de valores.
El código recepta un tema polémico, la posibilidad que el fiduciario sea al mismo tiempo beneficiario, aunque lo
obliga a evitar conflicto de intereses con otros beneficiarios y dar soluciones que beneficien al resto y no a él.
Se puede designar uno o más fiduciarios que actuarán en forma conjunta o indistinta respondiendo por las
obligaciones a su cargo en forma solidaria e ilimitada.
Teniendo a su cargo una obligación de medio no podría asegurarse un resultado, por ello se requiere de su
experiencia y que busque el asesoramiento necesario ya que deberá regir su conducta como buen hombre de negocios (no
hace un negocio para sí, lo hace para un tercero, principio traído de la normativa societaria para juzgar la conducta de los
administradores).
Siendo un contrato de confianza, la actuación del fiduciario debe ser personal, como la actuación de un
administrador, su gestión debe ser personalísima, aunque pueda valerse de mandatarios o agentes para actos de poca monta.
El fiduciante tiene obligación de rendir cuentas de su gestión, al menos en forma anual, a requerimiento del
beneficiario, fiduciante o fideicomisario la que deberá documentada, exponiendo los negocios realizados y del avance del
fideicomiso y debe ser aprobada o pedir su impugnación por vía judicial.
El art. 1676 incorpora una normativa de orden público que prohíbe dispensar al fiduciario de su obligación de
rendir cuentas, ni de la culpa o dolo personal o de sus dependientes que perjudiquen el desarrollo del fideicomiso. Esto hace
referencia a la dispensa anticipada por parte del fiduciante, se produciría la nulidad de la cláusula sin afectar al fideicomiso.
Nada impide que dicha renuncia sea posterior y efectuada por quienes tienen la facultad de pedir la rendición de cuentas.
Siendo el fideicomiso un patrimonio de afectación el fiduciario tiene totalmente prohibido adquirir los bienes del
mismo, para evitar cualquier conflicto de intereses.

11.- REEMBOLSO DE GASTOS. RETRIBUCIÓN: Siendo un contrato oneroso, el fiduciario, tiene derecho a una
remuneración o comisión y el reembolso de los gastos ocasionados por la gestión, si el contrato no fija estas condiciones
serán fijadas judicialmente, ya que la onerosidad se presume existente.
El código establece que la obligación de resarcir al fiduciario está a cargo de cualquieras de los sujetos
intervinientes y no de los bienes fideicomitidos.
Sin perjuicio de lo expuesto, la actuación del fiduciario puede ser gratuita y hasta sin reembolso de gastos, dado
que está dentro de la libertad de la autonomía de la voluntad.
Si no hay pacto en contrario, al rendir cuentas, al final del contrato, el fiduciario tiene derecho a recibir el
reembolso de los gastos ocasionados, nada obsta a que dichos gastos sean reembolsados cuando se produzcan o
periódicamente, según lo pactado.

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12.- CESE DEL FIDUCIARIO: Varias son las causales de cese del fiduciario, dependerá si es persona humana o
jurídica, siendo comunes la quiebra, la remoción por incumplimiento.
La remoción puede ser pedida por el fiduciante, el beneficiario o el fideicomisario, si estos son varios, se podrá
fijar la mayoría necesaria para la remoción.
En el caso de las personas humanas cesa por inhabilitación, capacidad restringida, las que deben ser declaradas
judicialmente, y a muerte del fiduciario.
En el caso de las personas jurídicas se contempla la disolución y liquidación que extinguen a la sociedad, se
excluye de este supuesto a la fusión y a la absorción, la escisión tampoco sería impedimento en tanto la parte de la sociedad
subsistente sirva para el cumplimiento de su cometido. Sin perjuicio de ello, las causales de disolución establecidas por el
art. 163 CCC y 92 de la ley 19.550 tienen plena vigencia.
Siendo la quiebra un proceso judicial donde el fallido pierde la administración de sus bienes, al fiduciario le impide
continuar con el cumplimiento de sus obligaciones, ya que su insolvencia deriva en la pérdida de confianza que el merece.
El fiduciario puede renunciar, pero como todo administrador debe fundamentar su renuncia, salvo pacto en
contrario, o que sea imposible material o jurídicamente continuar con el fideicomiso. La renuncia se tomará a partir del
momento que se traslade al fiduciario sustituto el patrimonio fideicomitido.
La renuncia intempestiva y sin invocación de causa grave genera, por parte del fiduciario, la obligación de resarcir
los daños y perjuicios.
13.- DISTINTOS TIPOS DE FIDEICOMISO: En nuestro país se distingue el fideicomiso ordinario o común del
fidecomiso financiero, este último puede ser con o sin oferta pública, a diferencia del derecho anglosajón donde casi
exclusivamente se habla de fideicomiso financiero. Hay otras clasificaciones de fideicomisos según su objeto o aplicación
(en garantía, de seguros, inmobiliarios, financiero).

14.- FIDEICOMISO EN GARANTÍA: Se considera fideicomiso en garantía, cuando un deudor se obliga a


transmitir a un tercero o a su acreedor la propiedad fiduciaria de un bien o conjunto de bienes para garantizar la obligación,
el acreedor tendrá el rol de beneficiario.
No se debe confundir este fideicomiso con los derechos reales de garantías.
Hay dos formas de constituirlo:
La primera es cuando el deudor fiduciante la propiedad fiduciaria se transmite directamente al acreedor quien se
convierte en fiduciario y podrá ejecutar la garantía en forma directa y sin necesidad de intervención judicial. El fiduciario
tendrá la administración de los bienes hasta resarcir su crédito debiendo entregar el remanente, si existiere, al
fideicomisario. Si el deudor cumple con su obligación el fiduciante deberá devolver todos los bienes.
En el segundo caso el deudor contrata a un fiduciario a quien transmitirá el patrimonio de afectación y se hará
cargo, hasta el monto del mismo, de responder ante el acreedor.

15.-ACEPTACIÓN DEL BENEFIARIO Y EL FIDEICOMISARIO: El contrato de fideicomiso se perfecciona con


consentimiento del fiduciante y fiduciario. La aceptación del beneficiario y del fideicomisario, que puede ser expresa o
tácita (asumiendo los bienes) es posterior y no obstan a la validez del fideicomiso, ya que si no aceptan se procede a
establecer el sistema de sustitución establecido en el código.
Si no se produjera la aceptación el beneficiario y el fideicomisario deberán ser notificados en forma fehaciente para
que expresen su voluntad de aceptar o no caso contrario se procederá a su sustitución, como no hay plazos establecidos, lo
mejor es efectuar la sustitución vía judicial.

16.- LA PROPIEDAD FIDUCIARIA: El código habla de propiedad sobre los bienes transmitidos al fideicomiso y
no de dominio como lo hacían lo hacía la ley 24.441, la que a partir de su constitución es oponible a terceros.
El dominio fiduciario es un derecho real imperfecto sobre un bien y carece del elemento de perpetuidad como el
dominio perfecto, donde el fiduciario tiene un dominio pleno dentro de los límites fijados en el contrato o el código.
La propiedad fiduciaria es un derecho patrimonial de carácter temporal que adquiere el fiduciario, es más
abarcadora que el dominio, ya que le permite recibir otros bienes, créditos o derechos sobre los que no se podría constituir
un derecho real, siempre dentro de las limitaciones fijadas en el contrato.

17.- EFECTOS FRENTE A TERCEROS: La propiedad fiduciaria debe registrarse, su incumplimiento mantiene
existente el contrato entre las partes pero sólo es oponible a terceros a partir de su registración. Cuando no es requerida la
inscripción, como en la cesión de créditos, si es necesaria la notificación al deudor cedido.

18.- FRUTOS: La percepción de los frutos, sean naturales o civiles, pertenecen al fiduciario como único titular de
la imperfecta propiedad fiduciaria. Para que el fiduciario proceda a reemplazar los bienes o adquirir nuevos con la
realización de los bienes o los frutos debe estar autorizado en el contrato para efectuar dicha sustitución.

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19.- RESPONSABILIDAD ANTE ACREEDORES: La introducción del fideicomiso en nuestra legislación
provocó cambiar un principio fundamental basado en la unicidad del patrimonio; ya que para que para su funcionamiento es
necesaria la creación de un patrimonio de afectación.
El patrimonio de afectación es aquel que tiene origen legal que lo regula en su duración y limitaciones, siendo una
excepción al régimen general ya que una persona tiene solamente un patrimonio. A este patrimonio se lo denomina
fideicomitido.
El fiduciario responde por los daños que provoque a dicho patrimonio en la ejecución de su cometido, pero, como
también es dueño, responde por los daños que provoque la cosa a terceros, la que se encuentra limitada al valor del seguro
que razonablemente debe contratar para cubrir los riesgos. Si no contrata el seguro su responsabilidad será ilimitada hasta
cubrir la responsabilidad civil y todos los daños provocados al tercero.
Siendo un patrimonio de afectación los acreedores particulares del fiduciario no podrán ejercer acciones
particulares que involucre el patrimonio del fideicomitido, solamente podrán exigir el valor de su remuneración.
El patrimonio fideicomitido está en cabeza del fiduciario, por lo tanto los acreedores del beneficiario y del
fideicomisario no podrán actuar sobre el patrimonio pero si pedir la rendición de cuentas, las precepción de frutos para él
beneficiario y la entrega de los bienes al fideicomisario.

20.-LAS DEUDAS DEL FIDEICOMISO Y SU LIQUIDACIÓN:


El fiduciario no responde, en forma personal, por los gastos ocasionados por la ejecución del fideicomiso que
estarán a cargo del patrimonio fideicomitido, por ser patrimonios separados. Por la misma circunstancia no responderán el
fiduciante, el beneficiario y el fideicomisario.
Sin perjuicio de ello, el fiduciante y el beneficiario podrán asumir dichas obligaciones para mantener el fidecomiso
y evitar la situación de insolvencia.
No siendo una persona jurídica, el fideicomiso no puede quebrar, por lo cual queda separa de dicho régimen y, para
el caso de insolvencia del patrimonio, se procederá a misma.
El código, separa al fiduciario del proceso de liquidación, lo pone en cabeza del juez, que tiene amplias facultades
para proceder a la liquidación.

21.- ACTOS DE DISPOSICIÓN Y GRAVÁMENES:


El fiduciario, para la ejecución del fideicomiso, tiene la facultad de disponer y gravar bienes, regulada por el
código y por el contrato, facultad que deriva del carácter de titular del dominio
Si el acto de disposición o gravamen realizado por el fiduciario, dentro de sus facultades, no podrá ser atacado
protegiendo los derechos del que adquiere el bien o grava el mismo, siendo necesaria la registración de los actos realizados
para ser oponibles a terceros.

22.- EL CONDOMINIO FIDUCIARO: El código autoriza expresamente la actuación de más de un fiduciario por
lo que se crea el condominio fiduciario, quienes actuarán en forma conjunta o indistinta por el total del condominio y no
por su parte alícuota.
23.- LEGITIMACIÓN DEL FIDUCIARIO COMO ACCIONANTE: En su carácter de titular del patrimonio, el
fiduciario, está legitimado para estar en juicio en acciones de carácter personal, real y posesoria. Incluso, puede reclamar la
entrega de bienes al fiduciante o que el heredero entregue el legado.
Si el fiduciario no realiza las acciones para las que se encuentra facultado los terceros legitimados, previa
autorización del juez, quien se encargará de verificar la inacción del fiduciario, podrán ejercerlas. El ejercicio de estas
acciones no implica el cese del fideicomiso, sin perjuicio de servir de antecedente para el cese del fiduciario.

24.- EL FIDEICOMISO FINANCIERO: Un supuesto especial es el fideicomiso financiero se caracteriza por la


posibilidad de emitir títulos deuda basados en el patrimonio de afectación siendo el fiduciario una entidad financiera
autorizada para actuar como fiduciario financiero por el organismo de contralor, el mercado de valores, los beneficiarios son
los tenedores de los títulos.

25.- LA TITULARIZACIÓN O SECURITIZACIÓN: Sin títulos no hay fideicomiso financiero, por lo tanto la
titularización es el procedimiento por el cual los activos financieros ilíquidos se convierten en títulos valores, estos activos,
una vez agrupados, serán la garantía de los títulos emitidos, a este parte del proceso se la denomina securitización, que se
serán adquiridos por los inversiones a través del mercado de valores.
En el fideicomiso financiero al que lo crea no se lo denomina fiduciante, este rol está cumplido por él originante. .
Para el sistema financiero, la ventaja es de dotar una fuente alternativa de financiamiento que lleve a la reducción
de costos financieros.

26.- TÍTULOS VALORES. OFERTA PÚBLICA: Los títulos valores, tienen incorporada la característica de la
circulación lo que facilita su transmisión vía endoso o cesión, como estos títulos llevan incorporado un derecho autónomo,

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otra característica de los títulos, su portador de buena fe, puede ir contras el fideicomiso y contra todos sus portadores
anteriores.
Los títulos de participación, cuando son ofrecidos al público en general llevan apareja el derecho de información a
los posibles adquirentes.

27.- CERTIFICADOS DE PARTICIPACIÓN Y TÍTULOS DE DEUDA: Hay dos tipos de títulos, los
representativos de deuda y los certificados de participación, el fideicomiso financiero se manifiesta por la emisión de estos
títulos.
Los títulos representativos de deuda estarán garantizados por los bienes fideicomitidos, la emisión la puede realizar
el fiduciario o un tercero, como todo instrumento cartular debe ser autónomo por lo que deberá brindar la información
suficiente al tenedor.
Los certificados de participación tienen otro sentido, ellos van ligados al incremento del patrimonio del
fideicomiso, el único autorizado a su emisión es el fiduciario. Siendo también un instrumento cartular deberá expresar los
mismos datos que los títulos representativos incluyendo en la información los derechos que se le otorga a los tenedores.
Contablemente los certificados y no están en el patrimonio del originante ni del fiduciario, pertenecen al
patrimonio del titular.

28.- ASAMBLEAS DE TENEDEROS DE TÍTULOS REPRESENTATIVOS DE DEUDA O CERTIFICADOS


DE PARTICIPACIÓN:
El CCC, amplió las facultades de la asamblea en los fideicomisos de oferta pública, si no se fijó contractualmente
se la podrá citar vía judicial.
Para llevar a cabo de la asamblea se remite a las reglas de la sociedad anónima para la asamblea ordinaria, se
convocará por edictos, con su respectivo orden del día, se requiere la mayoría absoluta para su constitución y las decisiones
se toman en base a los votos presentes.
Si el orden del día se basa en la falencia del patrimonio fideicomitido o refinanciamiento de los pagos a los
beneficiarios, se regirá por las reglas de la asamblea extraordinaria.

29.- EXTINCIÓN DEL FIDEICOMISO: El código establece las causales de extinción del fideicomiso que también
significa la extinción del patrimonio fiduciario y nace la obligación del fiduciario de entregar los bienes.
Las causas son 4, tres ya existían y el CCC agrega, para los fideicomisos financieros la ineficacia de la revocación
de su funcionamiento.
La primera causal es el vencimiento del plazo o cumplimiento de la condición. Con respecto al plazo está
determinado la llegada de la fecha establecida pone fin al fideicomiso.
La segunda es la condición, que depende de un evento futuro e incierto, el cual puede o no ocurrir, por ello, si la
condición no se cumple dentro de los 30 años o si la condición se torna imposible la norma establece que el efecto es como
si se hubiera cumplido.
La revocación es una facultad que tiene el fiduciante, si la reservó en el contrato, la podrá ejercer hasta el momento
que se produce la oferta pública de los certificados de participación o títulos de deuda, esto es para proteger a sus tenedores
o beneficiarios.
Por último, siendo importante la autonomía de la voluntad de las partes, ellas pueden pactar causales contractuales
para finalizar el fideicomiso.
Vencido el fideicomiso, por cualquiera de las causales, nace en cabeza del fiduciario la obligación de liquidar el
patrimonio fideicomitido y entregarlo al fideicomisario o sus herederos, estando obligado a colaborar en la obtención de la
documentación registral pertinente o fideicomisario o sus herederos, tienen la facultad de reclamar los bienes, cesando la
propiedad fiduciaria ya que el fideicomisario recibe la plena propiedad de los bienes.
Como todo contrato registrable, el cese del fideicomiso frente a terceros se producirá a partir de la inscripción.

30.- FIDEICOMISO TESTAMENTARIO: Es un acto unilateral donde en este fideicomiso se designa un fiduciario
que comenzará sus funciones una vez que se produzca la muerte del originante y se encargará de administrar una porción de
los bienes sucesorios, el CCC lo regula en base a las normas del fideicomiso contractual
El fideicomiso testamentario sirve para la protección de incapaces, creando un negocio que les dé un sustento
económico al o los beneficiarios o generando recursos para su educación, su salud o sostener su vida.
Con la posibilidad que da el código al incorporar las universalidades como objeto del fideicomiso, es posible que la
totalidad de la herencia o una parte alícuota se transmita al patrimonio de afectación, siempre que sean bienes que se
encuentren el comercio.
Como no se establece una forma determinada para la constitución del fideicomiso testamentario, se puede realizar
por testamento ológrafo o por acto público.

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El fideicomiso no podrá afectar la legítima de los herederos forzosos y se constituirá sobre la porción disponible
del patrimonio del causante, si se viola este principio los herederos forzosos podrán requerir las acciones de reducción y
complemento para mantener la integridad de su proporción.
El art. 2448 CCC, novedosamente, permite restar un tercio de la legítima para mejorar a descendientes con
discapacidad, incluso a través de un fideicomiso. La mejora será la disposición del tercio de la legítima y de la porción
disponible para mejorar al heredero discapacitado.
El concepto de incapacidad utilizado es sumamente amplio, tomando el criterio del art. 48 CCC.

TÍTULO IV.-

CONTRATOS ASOCIATIVOS:

4. Contratos asociativos: Definición. Disposiciones Generales. Negocio en participación: concepto, régimen legal.
Agrupaciones de colaboración: concepto, régimen legal. Uniones transitorias: concepto, régimen legal. Consorcios de
cooperación: concepto, régimen legal.

01.- GENERALIDADES:
El CCC trata a los contratos asociativos desde el art. 1442 hasta el art.1478.
Estos contratos no son nuevos en nuestra legislación, ya se encontraban regulados en la ley de sociedades
Comerciales, y se los conocía como contratos asociativos no societarios, apareciendo tres figuras: a) El contrato de Sociedad
Accidental o en participación; b) Los contratos de Colaboración Empresaria y c) Las Uniones Transitorias de Empresa. Los
Consorcios de Cooperación, también eran conocidos, regulados, en la ley 26.005.
La ley 26.994 deroga, en efecto, la Sección IX del Capítulo II —arts. 361 a 366— de la Ley 19.550 de Sociedades
Comerciales, e íntegramente su Capítulo III, así como también la Ley 26.005 de Consorcios de Cooperación, en lo relativo a
los contratos asociativos incorporándolos al CCC.
En el derecho internacional privado se conoce el Contrato de Joint Venture, similar al contrato de Sociedad
Accidental o Participación.
Los contratos asociativos resultan, en su origen, acuerdos de tipo contractual colectivo y de organización,
separándose de los contratos bilaterales o de cambio, donde hay pluralidad de partes que se obligan a colaborar en la
obtención de un bien común, siguiendo con su actividad normal.
Estos contratos son de organización, participación o colaboración, pero no son sociedad, ni son personas jurídicas,
ni son sujetos de derecho.
Las partes actúan coordinadamente en busca de un interés común, algo similar a la sociedad y diferente del
contrato de gestión como el fideicomiso o el mandato.
Son contratos de carácter plurilateral con efectos restrictivos de la nulidad y mantiene la eficacia entre las partes se
registre o no.
Tal vez, por su carácter oneroso o debido a la voracidad fiscal del Estado, son sujetos tributarios sin ser sujetos de
derecho.
… A diferencia de la sociedad, hay de una integración parcial y no total, no existiendo disolución de la
individualidad, ni creación de una persona jurídica. El contrato asociativo es un vínculo de colaboración, plurilateral o de
participación, con comunidad de fines, que no es sociedad… (Fundamentos del Anteproyecto).
En el CCC bajo el título de Contratos Asociativos reconoce los siguientes: a) Los negocios en participación; b) Las
agrupaciones de colaboración; c) Las uniones transitorias; y d) Los consorcios de cooperación.
De las cuatro figuras contractuales se pueden hacer dos categorías distintas, una basada hacia quien va dirigida la
prestación y la otra en cuanto a la complejidad de su estructura jurídica. Eso sin perjuicio de dividirlas en los contratos
asociativos y los contratos de colaboración como una distinción estrictamente técnica.
El negocio en participación y la unión transitoria, se caracterizan por que la organización se realiza para ofrecer la
obra o prestación de servicios a terceros. La doctrina considera a esta categoría como contratos asociativos. La asociación
es para realizar una obra o prestar un servicio que en forma individual no podrían hacerlo sin tener la necesidad de
constituirse en una estructura permanente que le haría perder su esencia realizando un contrato societario.
Las agrupaciones de colaboración y los consorcios de colaboración tienen por objeto buscar beneficios para los
integrantes del grupo, basados en reducción de costos, como en el pool de compras que reducen costos por la concentración
de volúmenes de bienes adquiridos y en una logística para el grupo y no individual o desarrollar de proyectos de utilidad
común, acá la prestación es interna. Son contratos de colaboración hay un beneficio a sus integrantes sin necesidad de
prestar servicios a terceros.

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En cuanto a su estructura y exigencia jurídica, tenemos dos figuras simples que son el negocio en participación y
las agrupaciones de colaboración y dos figuras complejas, que son la unión transitoria y el consorcio de colaboración.
Lo mismo ocurre con la nulidad, que se interpreta en forma restrictiva basada en la idea de continuidad del contrato
o negocio y la pluralidad de partes, estableciendo que la nulidad basada en el vicio de una de las partes no provoca la
nulidad del contrato, salvo que sean dos partes y la prestación del afectado no sea esencial para cumplir el objeto del
contrato.
El CCC consagra la libertad de forma y contenido, las partes pueden otorgarlos bajo las formalidades que estimen
convenientes, no obstante, las agrupaciones de colaboración, uniones transitorias y consorcios de cooperación deben
realizarse por escrito, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres.
Dentro de sus generalidades encontramos la actuación de una persona humana en carácter de gestor quien actuará
en base a tres criterios:
a) Cuando actúa como apoderado, en base al poder otorgado.
b) En base a lo dispuesto en el contrato.
c) Actúa en base a lo dispuesto en cada caso en particular.
Afianzando el concepto que no es sociedad, la actuación del representante o de una de las partes con un tercero, no
convierte a la asociación en acreedora o deudora del tercero.
Si bien para algunas figuras se exige la inscripción en nuestro derecho, el principio, es que la falta de inscripción de
un negocio en los registros pertinentes, cuando está previsto en la norma, solo impide oponer el acto frente a terceros, pero
no afecta el vínculo entre los otorgantes.
2.- NATURALEZA JURÍDICA:
En los contratos asociativos, al no crearse personas jurídicas no hay patrimonios separados; lo que existe es un
riesgo para la obtención de beneficios o pérdidas no para el conjunto, sino individual a cada partícipe.
Tal como lo establece el art. 1442 CCC no le son aplicables las normas sobre sociedades, normas a las que el Juez
no podrá recurrir para encentrar soluciones en caso de conflicto.
Pero la normativa de estos contratos se aplica a cualquier estructura jurídica que importe asociación o cooperación
y no sean sociedad.

03.- NEGOCIO EN PARTICIPACIÓN:


Este contrato es el equivalente al contrato de sociedad de accidental o en participación y el legislador sigue el
criterio regulatoria como lo hacía en la Ley de Sociedades, derogando los arts. 361 a 366 e incorporándolo al CCC.
a) CONCEPTO: Es un contrato destinado a realizar uno o más negocios eventuales sin una estructura jurídica
rígida, basado en precariedad y falta de continuidad.
b) OBJETO: Realizar una obra o servicio para un tercero para lo cual es necesario que realicen aportaciones
comunes.
c) DENOMINACIÓN: Carece de denominación que lo identifique.
d) FONDE OPERATIVO: Es la aportación que realiza cada una de las partes para llevar adelante el negocio,
creando el fondo común, los que serán puestos a nombre del gestor.
e) PARTES: Cada uno de los integrantes se denomina participe, que permanecen ajenos a los terceros y el gestor
que actúa frente a terceros.
f) GESTOR: Como realiza su actuación en forma personal frente a terceros la norma regula su actuación y
responsabilidad.
No hay relación entre partícipes y terceros, careciendo de derechos u obligaciones entre ellos.
El gestor es que realiza contrata administrando el fondo común operativo teniendo una responsabilidad ilimitada
frente a los terceros. Si son varios los gestores responderán en forma solidaria.
g) PARTÍCIPE: Lo podemos considerar el contratante oculto ya que no tiene relación con los terceros. No se
mantiene oculto como un hecho perjudicial, como en el caso del socio oculto, lo hace por disposición legal, no se le permite
administrar ni disponer del fondo operativo, por ello, carece de legitimación para estar en juicio, esto, siempre que no se
exteriorice la actuación común.
El participe tiene el derecho de información y rendición de cuentas por parte del gestor.
f) RESPONSABILIDAD: Si bien no es un sujeto de derecho, se limita la responsabilidad del partícipe al aporte
realizado, el criterio es que la limitación se basa en que el fondo operativo es un patrimonio de afectación.

04.- UNIÓN TRANSITORIA:


Tomado el criterio sujeto a quien va dirigida prestación y su carácter de contratos asociativos, trataremos el
contrato de Unión Transitoria, regulado anteriormente por la LSC como Unión Transitoria de Empresas.

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a) DEFINICIÓN: Como todo contrato asociativo su finalidad es realizar prestaciones a terceros que en forma
individual no podrán realizar, constituyéndose para una obra, servicio o suministro concreto limitada en el tiempo para la
ejecución del proyecto común con trascendencia de la organización y sin limitaciones geográficas.
b) FORMA y CONTENIDO: Se requiere la forma escrita y la firma, certificada notarialmente, de sus integrantes,
quienes deberán acreditar su respectiva personería.
Debe contener el objeto del contrato, obra, servicio o suministro a prestar, el plazo que se establezca debe ser igual
al tiempo necesario para cumplir el objeto.
Ya que se busca la trascendencia de la unión debe tener denominación que debe ser la de alguno, algunos o todos
los integrantes seguido de las palabras o siglas de unión transitoria.
Por la trascendencia los integrantes deben estar debidamente identificados y, en caso de ser personas jurídicas, la
decisión societaria que autoriza a la sociedad a integrar la unión y las aportaciones de cada una de las partes y como
financiaran el fondo común..
Debe constituir un domicilio especial donde serán vinculantes las notificaciones efectuadas.
Debe estar debidamente identificado el nombre y domicilio constituido del representante legal.
Como pueden salir o ingresar nuevos miembros deben estar las reglas para su salida y las sanciones por su
incumplimiento dado el carácter personal de la agrupación.
Las reglas para que el representante cumpla con el deber de información y rendición de cuantas de los que habla el
art. 1468 CCC. El o los administradores tienen la obligación de llevar los libros exigidos por el art. 320 CCC.
c) EL PRESENTANTE: Puede ser una persona humana o jurídica que actúa en nombre de los partícipes quienes
deberán otorgar en forma individual los poderes suficientes al representante.
El representante sólo puede ser removido por justa causa, a través de la decisión de la mayoría, o por decisión
unánime de los partícipes.
El gobierno de la Unión está a cargo de los partícipes la función del representante es ejecutar las decisiones
emanadas de ellos.
d) LA REGISTRACIÓN: Hay obligación de registrar el contrato y el nombramiento del representante, esta
inscripción no tiene carácter constitutivo. Si no se inscribe, como consecuencia será considerado un contrato de
colaboración no inscripto pero no una sociedad de hecho y el contrato no es oponible a terceros (excepto que conozcan el
contrato) pero si es válido entre las partes.
e) OBLIGACIONES: La responsabilidad de la unión, frente a terceros, es simplemente mancomunada, el principio
sentado por el CCC se basa en el carácter transitorio de la relación jurídica. La solidaridad solamente es posible si se pacta
contractualmente (recordemos que en el contrato de colaboración la regla es inversa, se presume la solidaridad y la
ilimitación ante terceros por las obligaciones contractuales).
f) ACUERDOS: Deberán tomarse por unanimidad de los partícipes, salvo pacto en contrario y no se encuentra la
vía de impugnación de las decisiones.
g) QUIEBRA, MUERTE O INCAPACIDAD: Dado el carácter asociativo la quiebra y la muerte o incapacidad de
las personas humanas no produce la disolución del contrato pero se requiere el acuerdo de los restantes para establecer cómo
hacerse cargo de las prestaciones a los terceros.

05.- AGRUPACIONES DE COLABORACIÓN:


a) CONCEPTO: El art. 1453 CCC, la define claramente: Hay contrato de agrupación de colaboración cuando las
partes establecen una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas fases de la actividad de sus
miembros o de perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades.
La agrupación de colaboración tiene su característica en que la organización se da en una fase de su actividad, para
desarrollarla o facilitarla o bien para mejorar o perfeccionar esa actividad, son ejemplos claros, el pool de compras,
compartir maquinaria agrícola, una oficina de ventas, etc.
b) INTEGRANTES: Pueden ser personas humanas o jurídicas, que forman parte del contrato, también se los
denomina participes.
Deben figurar los datos de los contratantes, especialmente matrícula de la persona humana e inscripción de la
persona Jurídica, que además, deberá acompañar un extracto de la decisión de su órgano de gobierno autorizando la firma
del contrato.
c) LA FALTA DE LUCRO: Como la agrupación tiene por objeto el beneficio común basado en una finalidad
mutualista, de acuerdo a esta esencia no se persigue un lucro si no un beneficio, en base a la actuación del conjunto, que
recae sobre el cada uno de sus integrantes con base en una estructura organizativa de una etapa de la actividad o producción.
La agrupación no tiene facultades para ejercer funciones de la actividad o de sus miembros para evitar situaciones
de subordinación jurídica por alguno de sus integrantes respecto de los otros.
d) FORMA Y CONTENIDO: Si bien la agrupación de colaboración es la forma simple, tiene un carácter formal,
por lo que requiere inscripción ante el Registro Público.
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La forma es al sólo efecto probatorio ya que no existe sanción efectiva por su invalidez.
La inscripción en el Registro cumple con la publicad hacia terceros, da fecha cierta, permite el control de legalidad
del contrato y manda a que sea remitida por el Registro, una copia certificada al Organismo de Defensa de la Competencia
de su domicilio.
El contrato se extenderá en instrumento público o privado, en este caso con firmas certificadas de acuerdo a los
contenidos mínimos establecidos en la ley.
e) OBJETO: El que debe ser preciso, lícito, posible, determinado con finalidad económica para las partes.
f) PLAZO: Se fija el plazo máximo de 10 años, si no tiene plazo o excede los 10 años el plazo será el máximo.
Puede extenderse dicho plazo por otros 10 años, por unanimidad de los contratantes, con la limitación del art. 57de la LS, no
se puede efectuar dicha prorroga si existen embargantes de los participantes y los mismos no son garantizados o
desinteresados.
g) DENOMINACIÓN: El CCC impone una designación de fantasía con el aditamento agrupación de colaboración.
h) DOMICILIO ESPECIAL: El cual será efectivo tanto para los contratantes como los terceros.
i) OBLIGACIONES Y CONTRIBUCIONES: Se debe consignar cual será la actividad de cada uno de sus
integrantes y su aporte al fondo común operativo y el rol de los partícipes en los resultados.
Con estas obligaciones y aportes de los participantes se forma el fondo común operativo (art. 1458 CCC) y los
bienes que se adquieran serán incorporados al mismo manteniendo su indivisión por el plazo de duración del contrato.
El fondo operativo es un patrimonio de afectación por lo que no puede ser afectado por los acreedores de los
integrantes haciendo que se mantenga viable el objeto y evitando los inconvenientes patrimoniales delos partícipes.
Los partícipes tienen responsabilidad solidaria e ilimitada y subsidiaria por las obligaciones asumidas por el
representante en nombre de la agrupación.
Para poder reclamar el pago a los partícipes el acreedor debe intimar al representante, eso hace que la
responsabilidad sea subsidiaria.
La responsabilidad del o los representantes es solidaria con el fondo operativo.
j) ADMINISTRACIÓN: El o los administradores, personas humanas designadas en el contrato o en forma
posterior, no realizarán su actividad en base una representación orgánica (como la gerencia) si no en base a las normas del
mandato.
Para su designación posterior y remoción o revocación se requieren las mayorías necesarias para la modificación
del objeto.
Si son varios los administradores se rigen por lo dispuesto en el contrato, si no dice nada, su actuación será
indistinta. Por lo tanto la administración puede ser individual o plural, conjunta o indistinta.
La designación, revocación o remoción debe ser inscripta.
La administración tiene la obligación de rendir cuentas que el CCC denomina estado de situación para información
y resguardo de los contratantes y terceros.
Los estados de situación se deben realizar anualmente y dentro de los 90 días de cerrado el ejercicio los partícipes
deben expedirse sobre los mismos.
La imputación de los gastos, perdidas y eventuales beneficios (no tiene ánimo de lucro) se individualmente a cada
partícipe en el ejercicio que se han producido o en el que se aprueben las cuentas.
k) RESOLUCIONES: Para la toma de decisiones debemos considerar dos situaciones distintas:
1.- Si es para cuestiones relativas al cumplimiento o modificación del objeto se requiere mayoría absoluta, salvo
que el contrato disponga otra cosa.
2.- Si es para la modificación del contrato se requiere unanimidad.
Las decisiones pueden ser impugnadas dentro de los 30 días por aquellos que votaron en contra o estuvieron
ausentes al momento de la toma de decisión.
Las reuniones no tienen periodicidad o convocatoria obligatoria, se realizan a pedido de los partícipes o del
administración.
l) EXTINCIÓN: El CCC establece distintas formas de conclusión del contrato, si bien son similares a las reguladas
para la sociedad, no tienen los mismos efectos.
Si la realizan los contratantes debe ser por unanimidad y tiene efectos futuros.
El vencimiento del plazo contractual opera en forma automática.
La reducción a uno de los contratantes al desaparecer la pluralidad se pierde la esencia del contrato.
La incapacidad, muerte, disolución o quiebra de alguno de los partícipes no disuelve el contrato si se previó la
continuidad en el contrato.
La autoridad de contralor, que es la Comisión de Defensa de la Competencia, mediante la resolución firme, por
violación a las prácticas restrictivas de la competencia determinará la extinción de la agrupación.
Por último, se extingue por las causales dispuestas en el contrato.

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Producida la extinción del contrato la administración debe rendir cuentas en forma inmediata e inscribir la
disolución en el Registro Público.
m) EXCLUSIÓN: Si alguno de los contratantes no cumple habitualmente con sus responsabilidades para la
consecución del fin común, los partícipes, en forma unánime pueden decidir a modo sanción se lo aparte. Si el contrato es
de dos personas, el contratante afectado puede pedir la resolución del contrato.
La exclusión da derecho al partícipe a recuperar su parte proporcional del fondo operativo, sin perjuicio que se le
reclamen los daños y perjuicios pertinentes

06.- CONSORCIO DE COLABORACIÓN:


a) CONCEPTO: Art. 1470 define a este contrato como una organización que facilite, desarrolle, incremente o
concrete las actividades de sus miembros en base a una complementación económica no societaria.
Este contrato tiene su origen como una modalidad de negocios de exportación para disminuir los costos operativos
(logística) e incrementar los resultados, la ley 26.005 los crea teniendo en vista a las pymes en este tipo de negocios, el CCC
hace extensivo el contrato a todo tipo de actividad.
Su origen contractual, hace que los consorcios no sean sociedades ni sujetos de derecho.
A diferencia de su figura simple, la agrupación de colaboración, tiene finalidad lucrativa.
Se diferencia de la Unión Transitoria, que no está supeditada a un plazo, si no a la vigencia del cumplimiento de su
objeto.
b) PARTES: Consorcistas puede ser cualquier persona humana o jurídica, el CCC eliminó la exigencia del
domicilio o constitución en la República, ampliando a cualquier persona la posibilidad de integrarlo.
c) GENERALIDADES: Tiene denominación o nombre de fantasía seguido del término Consorcio de
Colaboración
Se tiene que constituir por instrumento público o privado con firmas certificadas.
Se caracteriza por establecer una organización común que para ser oponible a terceros debe ser inscripta en el
Registro Público el contrato y la designación de él o los representantes. La no inscripción hace oponible el contrato entre las
partes, pero es inoponible ante terceros.
El plazo es de carácter contractual y no tiene limitación alguna.
Tiene un fondo común operativo para el desarrollo de sus actividades que está en cabeza de sus miembros.
La reuniones deben están reglamentadas en el contrato y las decisiones se toman por mayoría absoluta, salvo pacto
en contrario.
El o los representantes son simples ejecutores de las decisiones adoptadas que actúan frente a terceros.
El contrato debe contener las normas sobre cómo se debe integrar el fondo común operativo expresando su monto
y la aportación de cada integrante y las condiciones de aumento.
Cada consorcista responde por las obligaciones propias de su actividad y puede ser separado o excluido en caso de
incumplimiento, en dicho caso se exige la unanimidad de los integrantes. Se entiende que la responsabilidad del consorcista
es solidaria salvo pacto en contario.
Las obligaciones y derechos de los partícipes, especialmente la distribución de los aportes, beneficios y pérdidas.
La distribución pactada debe ser realizada en la forma pactada y no se puede excluir a un participe de las ganancias o las
pérdidas, esa cláusula será considerada nula.
La consecuencia de tener un fondo común operativo hace que se deba rendir cuentas en base a informes de
situación de manera anual para ser tratado por sus integrantes.
d) EXCLUSIÓN DE FUNCIÓN DE DIRECCIÓN O CONTROL: Siendo el consorcio una organización
empresarial de cooperación externo a los consorcistas y para evitar de excluir el predominio de uno de sus miembros o se
creen formas de concertación de tipo societario.
e) REGLAS CONTRABLES: El consorcio tiene la obligación de llevar libros contables y habilitarlos a su nombre
bajo las formas exigidas y como consecuencia legal debe emitir los estados contables, la responsabilidad de esta tarea está a
cargo del representante.
f) OBLIGACIONES DEL REPRESENTANTE: Sin perjuicio de las ya mencionadas él o los representantes tienen
otras obligaciones como la de controlar que no se cumplan las causales previstas de extinción con la obligación de tomar las
medidas del caso.
El representante actúa como mandatario de los consorcistas y en su actuación debe mencionar que lo hace por el
consorcio. Su responsabilidad es ilimitada por las obligaciones del fondo operativo. Si la administración es plural la
responsabilidad, con respecto a los otros representantes, es simplemente mancomunada.
g) EXTENCIÓN DEL CONTRATO: Son similares a las del contrato de colaboración, que también son similares a
las societarias pero con distintos efectos, las causales están previstas en el art 1478 CCC, al que se remite.

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4. Contratos asociativos: Definición. Disposiciones Generales. Negocio en participación: concepto, régimen legal.
Agrupaciones de colaboración: concepto, régimen legal. Uniones transitorias: concepto, régimen legal. Consorcios de
cooperación: concepto, régimen legal.

BIBLIOGRAFIA:

01.- Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación elaborados por la Comisión Redactora”, en
Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Bs. As., Ediciones Infojus, 2012.160 | Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos de la Nación Libro Tercero. Derechos Personales - Título IV. Contratos en particular.
02.- Código Civil y Comercial Editorial ERREJUS Edición 2017. Exposición de Motivos y Texto Artículado.
03.- Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo ; Sebastián Picasso ; Marisa Herrera. - 1a ed. -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, 2015.
04.- Ley de Sociedades incluida en el Código Civil y Comercial Editorial ERREJUS Edición 2017
05.- Derecho del Comercio Internacional Mercosur-Unión Europea, Carlos Esplugues Mota-Daniel Hargain Ed. Su
Gráfica. Bs.As. 2005.
06.- Esplugues Mota, C., Palao Moreno, G., Espinosa Calabuig, R., Fernández Masiá, E., Derecho del Comercio
Internacional. Editorial Tirant lo Blanch. Valencia (2006)
07.- Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras. Nueva York de 1958
08.- Ghersi, Carlos A., (2006), Contratos civiles y comerciales. Parte general y especial. Empresas, negocios,
consumidores, Buenos Aires, Argentina, Editorial Astrea.
09.- Boggiano, Antonio, (1995), Contratos internacionales, Buenos Aires, Argentina, Editorial Depalma.
10.- Etcheverry, Raúl A., (1994), Derecho comercial y económico. Parte general. Buenos Aires, Argentina, Editorial Astrea.

SITIOS ELECTRÓNICOS:

01) www.infojus.gov.ar
02) http://www.afip.gob.ar/
03) http://www.mercosur.int/
04) www.uncitral.org
05) www.unidroit.org

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