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Cartografía social como metodología participativa y colaborativa

de investigación en el territorio afrodescendiente de la cuenca


alta del río Cauca*

Cartografia social como metodologia participativa e colaborativa


de pesquisa no território afrodescendente da bacia alta do rio Cauca

Social Cartography as a Participative and Collaborative Research


Methodology in the Upper Basin of the Cauca River

Irene Vélez Torres**


Sandra Rátiva Gaona***
Daniel Varela Corredor****
Universidad Nacional de Colombia, Colombia

Resumen Resumo Abstract

Este artículo explora las oportunidades y Este artigo explora as oportunidades e This article explores the opportunities
los desafíos de la cartografía social como os desafios da cartografia social como and challenges given by social
metodología participativa y colaborativa metodologia participativa e colaborativa cartography as a participatory
de investigación para caracterizar los de pesquisa para caracterizar os conflitos and collaborative methodology to
conflictos socioambientales en tres socioambientais em três territórios da characterize the socio-environmental
territorios de la cuenca alta del río bacia alta do rio Cauca, ao sudoeste da conflicts in three areas of the upper basin
Cauca, al suroccidente de Colombia. Colômbia. O texto está organizado em of the Cauca River, Colombia. The text is
El texto está organizado en cinco cinco partes: i) introdução ao artigo; ii) organized in five parts: (i) introduction
partes: (i) introducción al artículo, (ii) descrição do problema e do contexto de to the article, (ii) description of the
descripción del problema y del contexto pesquisa; iii) apresentação do contexto problem and the research context, (iii)
de investigación, (iii) presentación etnográfico e decisões metodológicas; iv) presentation of the ethnographic context
del contexto etnográfico y decisiones reflexão sobre o processo e os produtos and methodological decisions, (iv)
metodológicas, (iv) reflexión sobre el cartográficos, e v) conclusões sobre reflection on the cartographic process
proceso y los productos cartográficos, os principais desafios metodológicos and products, and (iv) conclusions on
y (v) conclusiones sobre los principales identificados durante o desenvolvimento the main methodological challenges
desafíos metodológicos identificados desta pesquisa. identified during the development of the
durante el desarrollo de esta research.
investigación.

Palabras clave: Colombia, conflictos Palavras-chave: Colômbia, conflitos Keywords: Colombia, socio-
socioambientales, mapas sociales, socioambientais, mapas sociais, environmental conflicts, social
metodología participativa. metodologia participativa. cartography, participatory methodology.

RECIBIDO: 23 DE NOVIEMBRE DEL 2011. ACEPTADO: 12 DE ABRIL DEL 2012.


Artículo de reflexión metodológica sobre cartografía social.

* El presente artículo es resultado del proyecto Tierra y Derechos en Aguas Turbulentas: Cartografías Sociales para la Caracterización
de los Cambios en el Uso del Suelo en la Cuenca Alta del Río Cauca, realizado con el apoyo institucional y financiero de la Universidad
Nacional de Colombia, del Departamento Administrativo de Ciencia Tecnología e Información de Colombia (Colciencias), de la Univer-
sidad de Copenhague y del Programa CoCooN, NWO (The Netherlands Organization for Scientific Research).
** Dirección postal: carrera 22A n.° 5 Oeste-11, Cali, Colombia
Correo electrónico: irenevt@gmail.com
*** Dirección postal: carrera 27A n.° 53A-45 apto. 601, Bogotá, Colombia
Correo electrónico: agarimas@gmail.com
**** Dirección postal: calle 15 n.° 121C-150, casa 1, Pance, Cali, Colombia
Correo electrónico: danielv_85@hotmail.com

CUADERNOS DE GEOGRAFÍA | REVISTA COLOMBIANA DE GEOGRAFÍA |  Vol. 21, n.º 2, jul.-dic. del 2012  |  ISSN 0121-215X (impreso) ~ 2256-5442 (en línea)  | BOGOTÁ, COLOMBIA | PP. 59-73
60  Irene Vélez Torres, Sandra Rátiva Gaona y Daniel Varela Corredor

Introducción1 de las visiones que los habitantes locales tienen de su


geografía y de su historia, y trabajando coordinada-
Se parte de proponer que los conflictos por la tenencia mente con las organizaciones sociales que impulsan
y la propiedad de la tierra, así como por el acceso y el procesos políticos en defensa de sus territorios. Tal
uso del suelo y de otros bienes ambientales del territo- metodología aportaría herramientas y argumentos
rio, hacen parte de la vulneración y la afectación a co- útiles para organizaciones y comunidades en el reco-
munidades locales por procesos extractivos de despojo nocimiento crítico de su realidad y en el diseño de ac-
(Harvey 2007), articulados al sistema de acumulación ciones para su transformación.
capitalista global. Justamente, el actual debate público En este artículo se exploran las oportunidades y
sobre la Ley de víctimas y de restitución de tierras en los desafíos de la cartografía social para caracterizar
Colombia revela la importancia y la vigencia que tiene los conflictos socioambientales que afrontan los ha-
reflexionar sobre la historia y la política de tierras, y, bitantes de tres territorios de la cuenca alta del río
sobre todo, es un síntoma de las contradicciones entre Cauca (figura 1): las comunidades afrodescendientes
los discursos hegemónicos, practicados desde ámbitos de El Hormiguero y Guachené, en la planicie (sur del
oficiales, y los discursos subalternos, liderados por or- departamento del Valle del Cauca), afectadas por el
ganizaciones étnicas y campesinas. monocultivo de la caña de azúcar y por procesos de
La pertinencia académica y política de esta cues- expansión urbana, y la comunidad afrodescendiente
tión no puede ser mayor, y, desde nuestra perspectiva, de La Toma, en la montaña (norte del departamento
la contribución académica debe estar dirigida no solo del Cauca), amenazada por la minería de oro a cielo
a pensar críticamente, sino también al hacer crítica- abierto, e históricamente afectada por la generación
mente. Con esto se quiere decir que el reto para los hidroeléctrica.
académicos-ciudadanos (Jimeno 2008) es transformar El Alto Cauca está formado por las estribaciones
o profundizar sus prácticas de investigación para que del macizo colombiano, donde desciende el río Cauca
permitan que emerjan las experiencias geohistóricas y fracciona a los Andes en dos cordilleras: central y
de las comunidades y para que sus demandas logren occidental, delimitando una planicie altamente fértil.
posicionarse bajo ejercicios autónomos de poder. Aunque heterogénea en su geografía: zonas planas y
La lectura de los conflictos de tierras debe ser montañosas, y diversa en sus formas socioculturales
contextual, en un sentido geohistórico y relacional, (poblada por indígenas, afrodescendientes y campe-
analizando el complejo juego de intereses en el que sinos mestizos, con viejas haciendas y plantaciones),
las poblaciones locales le disputan a las empresas ex- la cuenca alta del río Cauca representa una sola re-
tractivas y a la agroindustria sus derechos, teniendo gión cultural e histórica2. Con base en las estadísticas
muchas veces al gobierno y al Estado en su contra. En del último Censo Nacional del 2005, se ha estimado
esta relación económica y política desigual, la visión que la población étnica de esta región es mayor al
de las comunidades locales suele ser, y permanecer, si- 40%; entre la cual al menos el 23% se identifica como
lenciada bajo la hegemonía del discurso extractivista afrodescendiente (Urrea 2010). Por la complejidad de
del Estado y de los actores privados, lo que subalterni- los conflictos socioambientales asociados con la de-
za su experiencia vital y colectiva. En este contexto de mografía, hidrografía y geografía de la cuenca alta del
conflicto, el pensamiento metodológico del espacio es río Cauca, se asumió una perspectiva transdisciplina-
urgente (Santos 1979), así como lo es diseñar una me- ria de investigación participativa, a partir de la cual
todología que interpele dicha hegemonía extractivista se planteó una aproximación relacional entre los pro-
de acumulación y despojo, a partir de la indagación blemas ambientales y sociales del territorio, inten-
tando, de esta manera, contribuir al fortalecimiento
del débil vínculo existente entre la geografía humana
1 Agradecemos a las comunidades y organizaciones sociales
del alto Cauca por su generosidad y compromiso con esta in- y la geografía física en Colombia (Guhl 2011).
vestigación; en especial, a los Consejos Comunitarios de La
Toma, El Hormiguero y El Pílamo, al palenke del alto Cauca
y al Proceso de Comunidades Negras —en adelante, PCN—. 2 Sobre historia prehispánica del alto Cauca, ver a Cardale de
En nuestro corazón seguimos llevando a Sandra Viviana Schrimpff (2005) y a Rodríguez (2002). Sobre historia colo-
Cuellar, ambientalista desaparecida el 17 de febrero del 2011 nial, ver a Colmenares (1983). Sobre historia republicana po-
en la ciudad de Cali, Colombia. sesclavista, ver a Almario (1994; 2002).

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Figura 1. Ubicación de los tres territorios de investigación.


Datos: Planchas 320-IV-A y 300-I-C e imagen satelital LANDSAT 2010 del Instituto Geográfico Agustín Codazzi - IGAC.

Problema de investigación y contexto en simultaneidad metodológica y epistemológica, para


contextualizar así la práctica investigativa.
Cuando Spivak planteó, en 1988, la polémica pregunta Esta investigación abordó, desde una perspectiva
sobre el lugar de enunciación del sujeto “subalterno” crítica y regional, los conflictos socioambientales rela-
(Spivak 2003), estaba cuestionando el silenciamiento cionados con el cambio en el uso del suelo en la cuenca
histórico de ciertas poblaciones oprimidas, y en parti- alta del río Cauca entre los años 1950 y 2011. El ma-
cular de las mujeres del “tercer mundo”, haciendo de yor interés se centró en identificar y analizar aquello
esta crítica una pregunta movilizadora para la inves- que en las relaciones sociales resulta del hecho de que
tigación social y cultural. Precisamente, la cuestión estas hayan existido históricamente en el espacio (De
que propusimos responder en nuestra investigación Sousa-Santos 1991). Así, se identificó que la minería,
se refiere a las condiciones que permiten construir las plantaciones de caña y pino, los cultivos de uso ilí-
ese lugar de enunciación de los sujetos históricamente cito y los megaproyectos energéticos desataron con-
subalternizados. Hay aquí dos asuntos concordantes flictos, violencia y cambios que han afectado durante
en el desarrollo de una investigación que reconozca la este periodo a las comunidades afrodescendientes de
responsabilidad histórica no solo de los investigadores, la región. En este sentido, y valiéndose de la cartogra-
sino también del conocimiento producido, a saber: (i) fía social como metodología de investigación cualita-
¿Qué métodos permiten la emergencia de un lugar de tiva y participativa, se indagó cómo tres comunidades
enunciación para los subalternos? y (ii) ¿Cuál es la éti- locales perciben y se movilizan frente a la historia y la
ca investigativa que debe fundamentar un ejercicio de geografía de los conflictos socioambientales asociados
enunciación desde la subalternidad? La cuestión ética a estos procesos económicos extractivos en la cuenca
resulta tan relevante como las decisiones metodológicas alta del río Cauca. El trabajo de campo lo realizamos
en la investigación social y geográfica cuando los con- entre marzo y julio del 2011 a través de talleres car-
textos de indagación están atravesados por situaciones tográficos, talleres de memoria histórica, análisis de
de conflicto (Santos 1979) o de catástrofe (Brun 2009). imágenes satelitales y de fotografías aéreas, y recorri-
De esta forma, ambas preguntas se relacionan dialéc- dos de verificación y georreferenciación de conflictos
ticamente, razón por la cual es necesario plantearlas socioambientales en los tres territorios.

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La construcción e inundación del embalse La Salva- disponibles. Ante estos procesos de empobrecimien-
jina, en el municipio de Suárez, en la década de 1980, to, se puede constatar un simultáneo fortalecimiento
generó un giro importante en la geografía económica de las organizaciones sociales de la región, que, refor-
de la región. Esta represa, que fue construida con el zando sus históricas exigencias de acceso a la tierra y
multipropósito de generar energía eléctrica y controlar la presencia del Estado (Ng’weno 2007), enriquecieron
las inundaciones del río Cauca en la zona plana (Cor- sus demandas políticas con derechos étnicos incluidos
poración Autónoma Regional del Valle del Cauca - CVC en la Constitución Política de 1991, y reglamentados en
1985), inundó las mejores fincas agromineras de los la Ley 70 de 1993.
pobladores afrodescendientes en la zona montañosa
y cambió las prácticas socioeconómicas tradicionales Contexto etnográfico
asociadas a las inundaciones estacionales en la zona y decisiones metodológicas
plana, contribuyendo al desecamiento progresivo de
los antiguos humedales que, desde la Colonia, habían Se entiende la cartografía social como una metodología
frenado la expansión de las haciendas. De este modo participativa y colaborativa de investigación que invi-
se abrieron nuevos terrenos propicios para la agricul- ta a la reflexión, organización y acción alrededor de un
tura intensiva y la expansión urbana, lo que terminó espacio físico y social específico. Como metodología de
impulsando el desarrollo agroindustrial cañero, que trabajo en campo y como herramienta de investigación,
había tomado fuerza en la zona a finales de la década se concibe a la cartografía social como una técnica dialó-
de 1950 por el cierre de las exportaciones cubanas de gica (Fals Borda 1987) que permite proponer, desde una
azúcar hacia los Estados Unidos. perspectiva transdisciplinaria, preguntas y perspectivas
El desecamiento de los humedales contribuyó a la críticas para abordar los conflictos socioambientales
restricción de la economía pesquera, que se beneficiaba que motivaron el presente ejercicio de investigación. A
del río, de las lagunas y de las madres viejas3. El rem- la vez, esta perspectiva de cartografía social permitió
plazo de estos humedales por el monocultivo cañero, reconocer e incorporar en la investigación los intereses
en zonas como El Hormiguero, al sur de la ciudad de y las posiciones (también políticas) de la comunidad y
Cali, contribuyó al debilitamiento de las “fincas tradi- de las organizaciones sociales (Offen 2009), las cuales se
cionales” de policultivo que descendientes de esclavos expresaron en las representaciones gráficas y en las in-
africanos habían levantado en la región, al lado de las dicaciones específicas que los participantes trazaron so-
antiguas haciendas. Por otra parte, el control del cau- bre los mapas. Además, durante el ejercicio cartográfico
dal del Cauca por La Salvajina imposibilitó el balsaje a surgieron nuevas preguntas para futuras indagaciones
través del río como medio de recreación y transporte. territoriales y, más importante aún, se tomaron deci-
Este y otros impactos en la geografía, la economía y la siones políticas y de planeación autónoma del territorio
cultura regional han sido denunciados públicamente relacionadas con el uso de los resultados cartográficos.
por comunidades y organizaciones, sin que haya habi- Este ejercicio de cartografía social trascendió el
do reparación por parte del Estado, de las empresas o “mapeo colectivo”, como práctica de apropiación de la
de los hacendados; acumulándose en la memoria de los técnica de mapeo, pues partió de experiencias y repre-
pobladores los engaños y las falsas promesas. sentaciones previas (Iconoclasistas 2011), tanto de las
Las décadas de 1990 y 2000 significaron cambios organizaciones y comunidades como de quienes dina-
importantes en la región por la avanzada capitalista del mizaron el trabajo4. Además, desafió el proceso de sis-
modelo extractivista minero-energético y del modelo tematización centrado en la representación que sobre
agroindustrial, lo que causó una vasta marginación de
las sociedades campesinas afrodescendientes en el ac- 4 En el norte del departamento del Cauca, experiencias como
los “mapas parlantes” —que se elaboraron a principios de la
ceso a tierras y a bienes y servicios ambientales antes
década de 1990 en el proceso de fortalecimiento del PCN—, las
cartografías sociales —impulsadas por cabildos indígenas,
3 En la zona plana de la cuenca alta del río Cauca se conoce por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca
como “madres viejas” a los antiguos cauces de los ríos, que - ACIN, y por el Consejo Regional Indígena del Cauca - CRIC,
se inundan en épocas de invierno. Estos reservorios estacio- durante la década del 2000— y otras iniciativas —impul-
nales constituyen un seguro contra las inundaciones y, como sadas por ONG y colectivos universitarios— demuestran la
sus suelos son ricos en sedimentos nutritivos, en sus aguas experiencia y el interés de las comunidades y organizaciones
suelen abundar peces. sociales a nivel local en la sistematización de sus realidades

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su territorialidad tienen las “personas” (Andrade 2001; por los Monocultivos de Palma Aceitera y Caña De Azú-
Andrade y Santamaría s. f.) en la medida en que: (i) car en Colombia. Esta misión estuvo compuesta por
combinamos los ejercicios de reflexión espacial-territo- miembros de organizaciones ambientalistas de Europa
rial con ejercicios de reflexión temporal colectiva y (ii) y Norteamérica con injerencia en sus propios gobiernos
contrastamos la memoria y territorialidad construidas y parlamentos nacionales, y fue convocada por varias
en la cotidianidad de la comunidad con representacio- ONG colombianas en conjunto con organizaciones lo-
nes técnicas y hegemónicas del “suelo”, registradas en cales y regionales, entre las que se destacaron el PCN y
fotografías aéreas y en imágenes satelitales. La estra- los concejos comunitarios con los que se trabajó (Vélez
tegia para abordar esta relación fue la realización, con 2010). La confianza generada en ese proceso fue un in-
representantes de cada territorio, de una línea de tiem- sumo importante para iniciar los diálogos y concerta-
po, como un ejercicio de memoria local; y, además, la ciones acerca de este proyecto de investigación.
construcción de mapas sociales con perspectiva histó- Los objetivos del estudio se concretaron mediante
rica, los cuales permitieron representar visualmente la el diálogo con los concejos comunitarios y con el PCN
organización histórica del espacio local y realizar aná- durante varias visitas al territorio. En este diálogo,
lisis comparativos. De la mano con De Sousa-Santos también se decidió hacer cartografías sociales y líneas
(1991), se comprendió que el espacio es impensable sin del tiempo no solo como métodos de construcción de
el tiempo y que, por lo tanto, el territorio debe analizar- información, sino también como uno de los principales
se como una dinámica compleja histórica y geográfica. productos del estudio, con lo cual los consejos comu-
Siguiendo los principios de autenticidad y de com- nitarios podrían afianzar su gobernabilidad, al conocer
promiso en la investigación participativa (Fals Borda mejor su territorio, y adelantar procesos jurídicos y
1987), se construyeron procesos y productos de inves- administrativos en defensa de su autonomía, perma-
tigación que contribuyeran al fortalecimiento de las nencia y subsistencia. En estas conversaciones, los con-
organizaciones sociales, a través de la producción de he- sejos comunitarios plantearon los desafíos específicos
rramientas concretas de saber-poder (Foucault 1988), que actualmente enfrentan —como los intereses de la
para avanzar en la organización, gestión y defensa del empresa minera Anglo Gold Ashanti en explotar los re-
territorio (Alberich 2007). El proceso y los productos cursos del corregimiento de La Toma, o el interés del
cartográficos se enmarcaron en la reflexión y definición municipio de Cali en urbanizar una parte de El Hormi-
de planes de vida y territorialidad autónomos, tenien- guero— y propusieron que los productos cartográficos
do como marco de referencia las relaciones intracomu- fueran herramientas para enfrentar dichos desafíos.
nitarias e interorganizativas, pero también las disputas La participación de los líderes comunitarios en el di-
con las empresas privadas, los actores armados (lega- seño de la investigación fue definitiva para garantizar la
les e ilegales) y las instituciones del Estado (Gordon y apropiación de los productos por parte de las organiza-
Hale 2003). Con el interés de comprender, mejor y con ciones y para potenciar la participación de la comunidad
la gente, los conflictos que se desprenden de estos cam- en las actividades de investigación. Planear y coordinar
bios en el uso del suelo, y con el de aportar a los pro- con los líderes el contenido y la logística de estas acti-
cesos organizativos de las comunidades se realizó un vidades fue reconocer y respetar la gobernabilidad le-
trabajo descentralizado en cada uno de los tres territo- gítima de los concejos comunitarios en los territorios
rios, concertando los objetivos de la investigación y la que representan. En la medida en que se interactuó
dinámica del trabajo de campo con las organizaciones con estas organizaciones, se aprendió a reconocer los
sociales asentadas allí, que además cuentan con una desafíos específicos y las instancias locales necesarias
expresión regional que permitió tener un diálogo más para abrir una ruta de confianza y entendimiento con
amplio sobre la pertinencia y utilidad del ejercicio. la comunidad que participó en los talleres cartográficos.
Se llegó a estas tres comunidades luego de que algunos Con los líderes también se acordaron los criterios para
miembros de nuestro equipo de investigación participa- convocar a los participantes de los talleres, privilegian-
ran en una Misión Internacional para la Verificación del do a adultos mayores para los talleres de memoria, pero
Impacto de los Agrocombustibles en 5 Zonas Afectadas teniendo en cuenta a los jóvenes, para que los talleres
se convirtieran en espacios de aprendizaje y de vincu-
y de los desafíos geohistóricos territoriales a través de la car- lación de nuevos liderazgos a las actividades del conce-
tografía social. jo comunitario. En dos de los territorios estudiados el

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liderazgo de las mujeres fue visible; lo que se tradujo en por el territorio, con lo que se produjeron “mapas técni-
una amplia convocatoria y participación de ellas en los cos”. Estos recorridos fueron guiados por participantes
talleres y demás actividades propuestas. En Guachené de los talleres y por otros miembros de la comunidad,
fue necesario convocar un taller para mujeres luego de convirtiéndose en espacios en donde pudieron discu-
que la única participante del taller de jóvenes reclamara, tirse nuevos temas observados en el terreno, conocer
ante las interpretaciones de sus compañeros, que ellas puntos de vista subjetivos por medio de entrevistas, y
tienen formas especiales de ver las cosas. contrastar las interpretaciones consensuadas del taller
Así, con la presencia de los líderes, se realizaron con la observación del investigador externo. Las inter-
talleres en los que se construyeron líneas del tiempo pretaciones de los investigadores sobre el problema de
sobre los principales cambios ambientales y de uso del estudio y el avance en la construcción de los mapas téc-
suelo, teniendo en cuenta los agentes de dicho cambio, nicos fueron siempre sometidos a la reinterpretación
los impactos y conflictos, y las respuestas de la comu- por parte de las organizaciones sociales a través de ta-
nidad. Luego, se representó cartográficamente la his- lleres de socialización y de evaluación de los productos
toria de los cambios en el uso del suelo, elaborando: cartográficos, en el terreno y también en Bogotá —ciu-
(i) mapas, con adultos mayores, sobre cómo era el te- dad que sirvió como sede del grupo de investigación—.
rritorio antes, (ii) mapas, con adultos, acerca de cómo De esta manera, sobre el papel, ellos corrigieron varias
es el territorio ahora, (iii) mapas, con los más jóvenes, veces los mapas técnicos, señalando los nombres pro-
acerca de cómo es el territorio ahora, y (iv) mapas, con pios y la ubicación de caminos, ríos, fincas, haciendas,
los niños y las niñas, acerca de cómo es el territorio y plantaciones, bosques, caseríos y demás puntos que
de cómo lo sueñan en el futuro. En el desarrollo del consideraran trascendentales para sus estrategias or-
ejercicio fue preciso ajustar los acuerdos de trabajo y la ganizativas. El espectro amplio de opiniones, voces y
ruta inicial; así, por ejemplo, la realización de talleres saberes que participaron en la producción de los mapas
específicos con mujeres y con niños fue resultado de la técnicos permitió contrastarlos y enriquecerlos como
innegable necesidad de contrastar los relatos sobre el herramientas de saber-poder para las comunidades y
territorio desde una perspectiva diferencial; además, consejos comunitarios de los tres territorios.
desde el punto de vista de la sistematización, fue ne- Entre los meses de febrero y marzo del 2012, los ma-
cesario pensar y proponer encuentros con personas ex- pas fueron entregados a las organizaciones, las cuales
ternas al equipo de investigación y a la comunidad con inmediatamente iniciaron su uso. En los tres corregi-
el propósito de identificar nuevos puntos de reflexión mientos los mapas serán una herramienta fundamen-
y de ampliar las perspectivas de análisis. La presencia tal que ayudará a las organizaciones a tomar decisiones
de los líderes fue fundamental para identificar los te- sobre el territorio, potencializando y fortaleciendo su
mas más trascendentales y para generar la confianza gobernabilidad. Aparte de ello, en La Toma los mapas
necesaria para que los participantes hablaran sobre serán usados como material probatorio en el pleito ju-
ello. En algunos casos fue evidente la mediación de rídico que se sostiene con el Estado por la concesión
ellos y ellas, y el peso de sus posiciones organizativas minera a la Anglo Gold Ashanti, para demostrar la pre-
en la construcción de consensos sobre qué y cómo sería sencia histórica de los agro-mineros tradicionales en
pertinente representar gráficamente al territorio en los la zona. En El Hormiguero, los mapas orientarán los
mapas. Sería ingenuo pensar que con la ausencia de es- argumentos del Consejo Comunitario para proteger su
tos líderes en los talleres hubiéramos neutralizado esa ruralidad y autonomía como comunidad afrodescen-
mediación. Por el contario, su presencia hizo evidente diente en las discusiones que se adelantan con el Muni-
para los investigadores el tipo de intervención genera- cipio sobre el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial
da, y abrió el espacio para la discusión sobre las razones —en adelante, POT—. Por otro lado, la visibilidad de
de incluir o no, por ejemplo, la ubicación de las minas las comunidades y de sus problemas a partir de estos
en La Toma, o espacios ambiguos como los humedales mapas ha hecho que otras organizaciones vecinas se
drenados de El Hormiguero, que de vez en cuando vuel- interesen por adelantar procesos similares, lo que de-
ven a inundarse. finitivamente estrecha los vínculos de solidaridad en el
La información recogida se complementó con el alto Cauca.
análisis de una imagen satelital del 2010, fotografías aé- Finalmente, es preciso aclarar que las metodologías
reas de 1970 y 2000, y recorridos de georreferenciación y técnicas de investigación participativas requieren una

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reinterpretación permanente que permita llevar a la y para los estudios socioculturales, a saber: las represen-
práctica procesos adecuados a los desafíos históricos taciones de las fronteras y las posiciones denunciativas
particulares, a los cambios geográficos concretos y a los desde la afirmación y desde el silencio.
procesos de organización social de las comunidades.
Esto conlleva que la mayor fortaleza de estas metodo- Las fronteras
logías esté en la posibilidad de reinventarse con cada Se entienden las fronteras como la división mate-
proceso de investigación que pretenda transformar un rial o simbólica entre, al menos, dos espacios físicos o
conflicto socioambiental específico. De esta manera, sociales. Estas divisiones se construyen socialmente a
la ética de investigación en este proceso cartográfico través de los diferentes modos de producción y de los
consistió, precisamente, en reconocer estos legados ordenamientos sociales que constituyen un territorio.
históricos y en crear espacios de reflexión en los que las Existen fronteras que son determinadas jurisdiccional-
autonomías territoriales (también de representación) mente, pero también existen fronteras que son resulta-
pudieran ejercerse y reforzarse, contribuyendo de esta do de diferencias en las prácticas sociales, culturales y
forma a la emergencia y al fortalecimiento de discur- económicas de dos o más poblaciones, antes que de di-
sos que, desde la subalternidad, busquen aportar en la visiones legales. Este es el caso del corregimiento de La
transformación de los conflictos, vividos cotidianamen- Toma, territorio donde se organiza el Consejo Comu-
te pero con desafíos que trascienden el ámbito local. nitario de La Toma, y en donde existe una importante
diferencia entre las poblaciones de la vereda La Toma y
Reflexiones sobre el proceso de la vereda Yolombó; esta frontera, que es más social
y los productos cartográficos que física o jurisdiccional, se refleja en la figura 2 (mapa
dibujado por niños y niñas entre 7 y 13 años, habitantes
El proceso cartográfico y los mapas como productos son de una de las veredas del corregimiento). En el mapa
materiales pedagógicos e investigativos con alta densi- se muestra el territorio “completo”, el cual incluye las
dad de información, razón por la cual se quiere proponer dos veredas más importantes del corregimiento por su
en este artículo el análisis de dos de los temas visibles en conectividad y densidad poblacional. Sin embargo, en
las representaciones gráficas contenidas en los mapas, y el mapa se marca la diferencia entre ambas a partir de
que se consideran de particular interés para la geografía una línea que claramente las separa.

Figura 2. Mapa social.


Datos: Trabajo de campo realizado con niños y niñas del corregimiento de La Toma 2011.

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Como construcciones sociales, las fronteras tienen mitaban a la antigua hacienda Cañasgordas, de la familia
historia. Por esta razón, las diferencias que la figura 2 Caycedo. La comunidad incluyó en el extremo surocci-
muestra entre la zona alta (vereda La Toma) y la zona dental de la figura 3 (arriba a la izquierda) la casa grande
baja (vereda Yolombó) deben analizarse contextualmen- de esta hacienda, aunque ella no hace parte de la juris-
te: en primer lugar, los habitantes de la zona alta, por su dicción política del corregimiento, definida por el muni-
mayor cercanía con el río Cauca, han ubicado sus activi- cipio. Estas coincidencias casi nunca son fortuitas. En el
dades productivas en la cuenca de este río; y en segundo caso del Hormiguero, nos hablan de una relación íntima
lugar, los habitantes de la zona baja han ubicado sus ac- entre la historia de Cañasgordas y la historia de los ac-
tividades productivas en las cercanías del río Ovejas. En tuales habitantes de ese territorio, quienes se autoiden-
consecuencia, al estar más relacionados con el río Cauca, tifican como descendientes de los africanos esclavizados
los habitantes de la zona alta han mantenido relaciones que trabajaron y vivieron en los predios de la antigua
sociales y económicas importantes con las poblaciones hacienda. La historia de Cañasgordas no solo sigue de-
del otro lado del río, particularmente con el corregimien- terminando la percepción que la gente tiene de su deli-
to de Mindalá; por su parte, al estar más relacionados mitación territorial, también la memoria de la esclavitud
con el río Ovejas, los habitantes de la zona baja se han reaparece en el mapa histórico con la representación de
relacionado en términos sociales y comerciales con las la casa de los esclavos y del viejo cementerio, una historia
poblaciones de Honduras, Munchique y Buenos Aires, violenta que los hormigueños se niegan a olvidar.
ubicadas al otro lado de este río. Además, por las par- Para el caso de Guachené, se encontraron con claridad
ticularidades geográficas y geológicas, ambas poblacio- fronteras naturales que son, al mismo tiempo, sociales y
nes han desarrollado tecnologías productivas diferentes, culturales: la cordillera es la más evidente, pues, como
particularmente en relación con la extracción artesanal se ve en la figura 4, la cordillera Central, en su costado
de oro: en La Toma se construyen socavones, mientras oriental, ha servido históricamente para separar a la po-
que en Yolombó se practica la minería artesanal a cie- blación indígena (de la montaña), de la población negra
lo abierto y en “covas” a orillas del río. Estas diferencias (de la planicie). Esta frontera, que se convirtió en el lími-
también se reflejan en los lugares que han sido destino te entre el municipio de Caloto y el de Guachené cuando
de la emigración, pues los tomeños se han concentrado se separaron en el 2007, sigue siendo hoy determinante
en el municipio de Florida, mientras los yolomboceños en la representación del territorio. Por otro lado, como se
se han concentrado en el municipio de Cali. observa en este mismo mapa, hay una centralidad del río
La cartografía social es útil para evidenciar este tipo Palo en la configuración del territorio, la cordillera (ubi-
de dinámicas y para generar reflexiones críticas sobre cada en el sur geográfico) sirve como frontera natural y
estas. En este sentido, si bien esta diferencia histórica cultural, y, hacia el norte, se identifica al puente como
no representa necesariamente un conflicto, el proceso frontera con el municipio de Puerto Tejada.
cartográfico ha contribuido a la reflexión comunitaria Sin embargo, hacia los costados (oriental y occiden-
sobre los retos de estas diferencias. Así, durante la ela- tal) se puede notar una suerte de indefinición, o de au-
boración del mapa y en posteriores talleres con la pobla- sencia de fronteras, que resulta central para el análisis.
ción joven y adulta, una preocupación permanente fue Por una parte, se puede pensar que esta indefinición
cómo reconocer estas diferencias y, a la vez, fortalecer obedece a su cercanía y conexión con otros territorios
las relaciones de solidaridad entre la comunidad para o comunidades, de tal suerte que la representación del
hacerse más fuertes frente a las amenazas externas. territorio no implica una diferenciación importante.
Más allá de la capacidad enunciativa del proceso carto- Este puede ser el caso con Puerto Tejada y con Padilla,
gráfico desarrollado, interesa resaltar el aporte que el en donde históricamente también han habitado comu-
conocimiento producido representa para las comunida- nidades negras, bajo condiciones geográficas, climáti-
des y organizaciones sociales en su reflexión espacial y cas y sociales similares. Por otra parte, la indefinición
en la transformación social (Fals Borda 1979; 2001). de las fronteras puede representar una monovisión del
En ocasiones, preguntarse por los límites de un terri- territorio en tanto existe un monocultivo de caña que
torio es también preguntarse por la historia de su gente. abarca la totalidad del paisaje cotidiano; es decir, la in-
Por ejemplo, los límites con los que la comunidad de El definición de las fronteras puede interpretarse como
Hormiguero definió su corregimiento en la elaboración una consecuencia de la monotonía en el paisaje que di-
de sus mapas coinciden con los que en el siglo XVIII deli- ficulta ubicarse y establecer límites.

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Figura 3. Mapa social del corregimiento El Hormiguero.


Datos: Trabajo de campo realizado con adultos del corregimiento El Hormiguero 2011.

Figura 4. Mapa social.


Datos: Trabajo de campo realizado con adultos mayores del municipio de Guachené 2011.

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Posiciones denunciativas que el recuadro rojo que enmarca la totalidad del mapa
por silencio y por afirmación dibujado hace referencia a las concesiones de títulos mi-
Un mapa no es una imagen exacta de la realidad neros que el Ministerio de Minas ha otorgado a actores
(Harley 1989; 1991). Por el contrario, es la represen- particulares, sin ninguna consulta previa, libre e infor-
tación gráfica de un espacio físico y social, resultado mada con la comunidad afrodescendiente, que habita y
de trayectorias subjetivas y comunitarias de los par- realiza minería en el territorio desde 1636.
ticipantes; por esta razón, un mapa adquiere sentido El temor de esta comunidad a revelar información
cuando se lee en relación con el contexto sociohistórico clave sobre sus actividades productivas o sobre sus bie-
en que fue construido. El grado y tipo de “distorsión” nes ambientales no es infundado, ya que hay eviden-
(De Sousa-Santos 1991) en un mapa está condicionado cia de que antes han sido víctimas de manipulación y
por factores técnicos, pero fundamentalmente se basa engaño cuando han dado abiertamente información
en las decisiones políticas del cartógrafo sobre el uso sobre su territorio a actores sociales externos a la co-
específico del mapa, y en las decisiones metodológicas munidad, incluyendo representantes del gobierno. Por
para que estos objetivos se logren, incluso a través de esta razón, durante la construcción de los mapas fue
los sesgos y de los silencios (Harley 1991). Sin embargo, importante dejar que estas posiciones de silencio y cen-
ello no implica que los mapas carezcan de legitimidad sura emergieran espontáneamente, evitando cualquier
por ser construcciones sociales; por el contrario, su ri- presión sobre los participantes. Solo de esta manera se
queza consiste en reflejar las visiones y dinámicas de logró que la investigación fuera coherente con una ética
una comunidad en un espacio dado. En este sentido, es de respeto y cooperación con los ejercicios de autono-
necesario comprender que los mapas no son neutros ni mía y libertad de las comunidades para representar su
objetivos, y que, por esta razón, no están exentos de los territorio y para decidir un lugar de enunciación que
secretos y de otras estrategias sociales y políticas de las proteja sus intereses. En este sentido, ya sea como re-
comunidades. Una de las formas en que se evidencian sultado de una estrategia explícita de los participantes
estas situaciones y posiciones de una comunidad es a o como una práctica implícita de protección por parte
través de los silencios cartográficos o de los vacíos vo- de la comunidad, los silencios en los mapas deben in-
luntarios e involuntarios en un mapa. terpretarse contextualmente, y deben ser leídos como
En el caso de La Toma, es interesante notar que, una información clave sobre lo que es el territorio y lo
habiendo ejercido ancestralmente la minería, los ha- que son sus conflictos; en este caso, este silencio de-
bitantes del corregimiento se autoidentifican como nuncia la amenaza externa que representa la titulación
agro-mineros. Sin embargo, en el mapa actual del corre- minera, a la vez que expresa una oposición con respecto
gimiento (figura 5), los participantes adultos del taller al discurso oficial extractivista.
no dibujaron ningún elemento que hiciera referencia a Con la construcción de un mapa, una comunidad
la minería en el territorio. Los cartógrafos locales ex- también expresa una posición política. El caso del mapa
plicaron este resultado como el temor de la población actual de El Hormiguero es ilustrativo (figura 6): los
de que la información plasmada en el mapa pudiera ser hormigueños han visto cómo, en los últimos años, la
utilizada por actores externos en contra de los intere- expansión urbana de Cali ha llegado hasta su territorio
ses de la comunidad. En particular, existe el temor de con la construcción de colegios, universidades, clubes
que las empresas y/o el Estado se aprovechen de esta de recreación y con la proyección de elegantes condo-
información para profundizar las dinámicas de despo- minios, un basurero, una cárcel y un gran parqueade-
jo de tierras y de bienes ambientales del territorio. El ro para los buses del sistema integrado de transporte
silencio como posición (Davies y Dwyer 2008) cartográ- - MIO. Los hormigueños se resisten a ser un barrio de
fica, agenciado por los participantes, adquiere mayor Cali, y se valen de un concejo comunitario para exigir
sentido y relevancia cuando se tiene en cuenta la dis- acciones que garanticen la permanencia de su cultura
puta vigente entre la comunidad y actores privados (in- y de la vida rural que hasta ahora han llevado. Pero la
cluyendo la multinacional Anglo Gold Ashanti), quienes urbanización es el nuevo negocio de los hacendados, in-
han obtenido títulos mineros sobre la totalidad del área cluso mejor que sembrar las tierras de caña, y para eso
del corregimiento, lo cual viola su derecho a la consulta han presionado al municipio para que en el nuevo POT
previa, libre e informada, y amenaza su cultura y su per- de Cali se le quite una porción de tierra al corregimien-
manencia en el territorio. Precisamente, debe notarse to y se la disponga para el crecimiento de la ciudad.

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Figura 5. Mapa social.


Datos: Trabajo de campo realizado con jóvenes y adultos del corregimiento de La Toma 2011.

Figura 6. Mapa social.


Datos: Trabajo de campo realizado con adultos del corregimiento de El Hormiguero 2011.

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En su mapa actual, los hormigueños insistieron en dia- oportunidad social. Fue esta suerte de distorsión polí-
gramar el territorio completo, incluyendo construccio- tica intencionada lo que conectó la ética investigativa
nes actuales como la Universidad Autónoma, el Colegio con las decisiones metodológicas, pues el uso político
Fray Damián y el Club del América, recordándole a esas y los sesgos explícitos en los mapas implicaron mol-
instituciones que también hacen parte de El Hormigue- dear la metodología para abrir espacios creativos que
ro. Además, marcaron con X la zona que el municipio permitieran romper dinámicas históricas de silencia-
pretende arrancarles, declarándose en contra de esta miento e incentivar ejercicios autónomos de poder en
nueva iniciativa. las representaciones producidas.
Este ejercicio de posicionamiento cartográfico ilus- La riqueza académica y la utilidad social de la carto-
tra la disputa y el conflicto de intereses por el uso del grafía desarrollada son aspectos valiosos pero incipien-
suelo en la cuenca alta del río Cauca. No es objeto de tes en las dinámicas entre actores e instituciones en los
reflexión en este artículo, pero es importante mencio- tres territorios estudiados. En este sentido, reconoce-
nar que la representación que hacen los hormigueños mos la necesidad de que este saber cartográfico local
de su territorio, y la representación espacial por parte no solo sea un ejercicio de enunciación, sistematización
de empresas y del Estado en otras cartografías técnicas y reflexión local, sino que pueda intervenir otras esfe-
y “oficiales” son radicalmente diferentes. Resulta inte- ras sociales y políticas más allá de lo local, en las cuales
resante para este debate que estas cartografías “oficia- ese saber devenga en mayor poder para los sujetos que
les” no son juzgadas como “esencialistas”, a pesar de enuncian ese conocimiento. Poder político y social que
representar y divulgar un modelo de desarrollo basa- les permita profundizar el conocimiento propio, pero
do en el extractivismo, y pese a estar lejos de pregun- que también les garantice autodeterminación y sobera-
tarse y reflexionar sobre su propia representación. En nía sobre sus proyectos de vida, para la sociedad local
este sentido, discusiones sobre la “esencialidad” de la y para el lugar que habitan; en definitiva, un poder que
representación y enunciación de comunidades afro- interpele la hegemonía extractivista de acumulación
descendientes e indígenas deberían superar la crítica y despojo, a partir de la construcción de representa-
ideologizante superficial y, en cambio, ampliar su vi- ciones autónomas que contribuyan a la definición de
sión con una lectura materialista de los problemas in- planes de vida propios, basados en las visiones que los
vestigados. En este sentido, los conflictos por el uso del habitantes locales tienen de su geografía, de su historia
suelo, y el tan apremiante debate sobre tierras y vícti- y de su futuro en el territorio.
mas en Colombia, deberían ser una oportunidad para Así, el consecuente desafío de un ejercicio de carto-
retomar análisis históricos y geográficos que, con tra- grafía social como el adelantado consiste precisamente
bajo de campo, valoren adecuada y contextualmente las en lograr que las prácticas y saberes sobre el espacio fí-
representaciones sociales de las comunidades locales. sico y social puedan ser dispuestos para los ejercicios
de conocimiento, ordenamiento y resistencia que las
Desafíos metodológicos comunidades emprenden (Barrera Lobatón 2009). Una
y algunas conclusiones forma explícita en que puede lograrse esta enunciación
por fuera de lo local es a través de la utilización y legi-
Convertir el mapeo en un proceso participativo de timación de estos mapas como materiales de apoyo en
cartografía social es, desde el mismo ejercicio, una los procesos jurídicos que algunas de estas comunida-
oportunidad para la enunciación y sistematización de des se han visto forzadas a emprender con el objetivo
conocimientos locales sobre el espacio habitado, así de defender su permanencia y vida digna en sus territo-
como para la denuncia de los conflictos e injusticias rios, disputados contra la acumulación y el despojo ca-
percibidas. Si bien reconocimos que en este hacer car- pitalista. Es el caso de la comunidad de La Toma, que se
tográfico se genera una distorsión tanto técnica como propone usar estos mapas para demostrar su presencia
simbólica de la realidad (De Sousa-Santos 1991), re- histórica y cultural en todo el territorio e impedir las
sultó interesante que fuera el carácter decididamen- nefastas consecuencias que una explotación aurífera
te político de los investigadores, de los cartógrafos industrial traería para su comunidad. Además, es posi-
locales, del proceso investigativo y de los usos de los ble ampliar los escenarios de enunciación cuando el sa-
productos lo que cualificó la cartografía, no solo por ber cartográfico construido dialoga con otros ejercicios
su contribución académica sino por su pertinencia y similares, emprendidos por organizaciones sociales y

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por comunidades, pues ello permite la construcción de En este sentido, si bien la metodología de cartogra-
mapas sociales y políticos que complejizan el panorama fía social puede constituir un espacio de enunciación en
de amenazas territoriales y aportan a las resistencias sí mismo, es importante desarrollarlo en su dimensión
de las comunidades. translocal; es decir, identificar y posibilitar articulacio-
También existe otro lugar de enunciación en la esfe- nes del saber producido con otros ámbitos que, si bien
ra política, cuando estas cartografías se convierten en son determinantes del lugar y de la comunidad local,
herramientas de diálogo y exigibilidad ante las institu- suelen quedar por fuera del ejercicio metodológico en sí
ciones de gobierno que realizan programas y políticas mismo y de los espacios asequibles por parte de los par-
públicas. Es el caso de la comunidad de El Hormiguero, ticipantes locales. Este es tal vez el desafío más impor-
que pretende usar estos mapas para demostrar su per- tante que tienen los investigadores y las comunidades
manencia histórica en el territorio del corregimiento y con las cuales trabajan, pero que, a su vez, resuena con
demostrar las nefastas consecuencias que traería a su lo que debería ser un imperativo de articulación con
cultura rural la transición a vocación urbana que se pre- actores de la esfera civil, como los medios de comunica-
tende en el nuevo POT del municipio de Cali. ción y los movimientos sociales, entre otros.

Irene Vélez Torres


Filósofa con Maestría en Estudios Culturales de la Universidad Nacional de
Colombia. Candidata Ph. D. en Geografía Humana de la Universidad de Co-
penhague (Dinamarca). Investigadora del Grupo Conflicto Social y Violen-
cia, Centro de Estudios Sociales - CES, Universidad Nacional de Colombia.

Sandra Rátiva Gaona


Socióloga y estudiante de la Maestría en Estudios Culturales de la Uni-
versidad Nacional de Colombia. Investigadora del Grupo Conflicto Social
y Violencia, Centro de Estudios Sociales - CES, Universidad Nacional de
Colombia.

Daniel Varela Corredor


Antropólogo y estudiante de la Maestría en Antropología de la Universidad
Nacional de Colombia. Investigador del Grupo Conflicto Social y Violencia,
Centro de Estudios Sociales - CES, Universidad Nacional de Colombia.

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