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Modernismo frente a 98: una

oposición inf undada


infundada
Pedro José Vizoso
The University of Arizona

a emblemática fecha de 1898 marca uno de los momentos cruciales en

L las coordenadas político-sociales de la historia de España, con la derrota


militar frente a los EstadosUnidos y la liquidación del imperio
ultramarino. Además, denomina también a una promoción de escritores que
publican sus primeras obras en torno a ese año y que, marcados por la conciencia
del problema de España, mostrarían, según la crítica, un notable “parecido
generacional” (Laín 9). Es la llamada “generación del 98”. Esta denominación,
acuñada por Azorín en 1913, ha sido aceptada unánimemente por la crítica y
ha servido para designar la vida y la actividad literaria española durante el
complejo período de entre siglos. Pese a tal unanimidad, hay quienes han
rechazado la existencia real de dicha generación, empezando por algunos de
los escritores que figuran en ella. El propio Pío Baroja decía al respecto: “Yo
siempre he afirmado que no creía que existiera una generación del 98. El invento
fue de Azorín [...] ¿Había algo de común en la generación del 98? Yo creo que
nada” (1240-41, énfasis añadido). Como puede verse, Baroja niega el supuesto
parecido generacional visto por Laín Entralgo mucho antes de que éste lo
formulara.
Aunque tal es la opinión que el concepto de generación del 98 merecía a
uno de sus más conspicuos miembros, la crítica actual admite como un hecho
consumado la obligatoria referencia a una denominación cuyo uso ya no tiene
vuelta de hoja después de tantos años. Sin embargo, se empieza a reconocer
también que la aceptación de este término y de la nómina de escritores que
desde entonces va con él asociada, ha supuesto una grave simplificación de la
situación cultural de España en aquella época. Hasta el punto de que un crítico
tan eminente como Ricardo Gullón se muestra absolutamente tajante en su
rechazo frontal (en su denuncia, casi) de la denominación —y todo lo que
implica ya como concepto— de “generación del 98”:
La invención de la generación del 98, realizada por Azorín, y la aplicación a la
crítica literaria de este concepto, útil para estudios históricos, sociológicos y

Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 6 Número 1, Verano 2008. 51


Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 6 Número 1, Verano 2008.

políticos, me parece el suceso más auténtica naturaleza y las verdaderas


perturbador y regresivo de cuantos
dimensiones en la Península del fenómeno
afligieron a nuestra crítica en el presente
siglo. Perturbador, porque escindió la cultural conocido con el nombre de
unidad de la literatura de lengua española Modernismo. Se entiende por tal el
[…]. (41-42, énfasis añadido) movimiento de renovación de las formas
literarias y artísticas que, habiendo muy
Se esté o no de acuerdo con esta declaración pronto alcanzado su auge en la América
concluyente, rotunda, lo cierto es que desde española, “no llegó a ejercer su influjo en
entonces la crítica se muestra mucho más España hasta las postrimerías del siglo
cautelosa en la consideración del asunto, al XIX”, gracias, principalmente, a la labor
cual ha venido a añadirse el problema del divulgadora y de “infiltración” realizada en
verdadero alcance y de las dimensiones España por el poeta nicaragüense Rubén
reales de ese fenómeno paralelo, y menor en Darío y al “interés creciente de los nuevos
apariencia, que fue el Modernismo escritores y poetas de España por la obra
peninsular. Así, por ejemplo, José Carlos del modernismo en América” (Henríquez
Mainer asegura que “[Modernismo y 98] Ureña 508, 509).
figuran entre los [términos] más polémicos Como se puede ver, no se trata sólo
que conoce la periodización de la historia de un replanteamiento de la verdadera
literaria española” (xxi). Y Alonso Zamora extensión y naturaleza del fenómeno
Vicente apuntó en 1993 “la necesidad [...] generacional de entre siglos. La afirmación
urgente, de reestructurar de forma diferente de Ricardo Gullón, implícita ya en las
cuanto venimos diciendo sobre literatura de palabras de Pío Baroja, no deja lugar a
principios de este siglo, encasillada en un dudas: según él la generación del 98 no es
andamiaje que no tiene que ver gran cosa una realidad, sino una “invención”. Pero
con la realidad” (11). El propósito de este evidentemente no es lo mismo tomar esta
trabajo es indagar, partiendo de la afirmación en el sentido de una elaboración
afirmación de Ricardo Gullón, pero al del complejo artefacto cultural que se ha
margen de sus conclusiones, el sentido de la dado en llamar generación del 98, que en el
palabra “invención” aplicada a la generación de tal fenómeno como pura y deliberada
del 98, y ello a la luz de la teoría de Hayden invención. En el primer caso se aludiría a
White sobre el emplotment, de la crítica una “fabricación”, a la construcción de algo,
feminista y de la teoría de la deconstrucción. sea ello lo que fuere; en el segundo, en
La tesis de este ensayo es que con la cambio, a una “mentira”, a un propósito
“invención” de la generación del 98 se deliberado de falsear la realidad. Los
trataba de ocultar y de alterar el alcance, la diccionarios informan que la principal
acepción de la palabra “invención” es

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“engaño, ficción”. Ahora bien, un engaño determinadas clases de estructuras
(una mentira) supone una intención. Es argumentales narrativas que determinan el
decir, que si se consideran todas las significado de dichos textos históricos y, de
implicaciones que tiene aquí la palabra ahí, el significado de nuestra representación
invención, se infiere necesariamente una de la historia. Pero Hayden White va mucho
voluntad de engaño, un intento de ocultar o más allá al afirmar que “our explanations of
por lo menos de alterar algo. Pero ¿qué? historical structures and processes are thus
¿Unas circunstancias históricas? ¿Una determined more by what we leave out of
realidad literaria? ¿La importancia de unos our representations than by what we put in”
nombres, de unas obras, de unos gestos? A (“nuestras explicaciones [las de los
ello se trata de dar aquí respuesta. historiadores, entre los que ella se incluye]
Lo cierto es que si se toma como de las estructuras y procesos históricos están
punto de partida la afirmación de Ricardo de este modo determinadas más por lo que
Gullón, así como el significado de la palabra dejamos fuera de nuestras representaciones
“invención”, entonces hay que intentar que por lo que ponemos en ellas”; 401-02).
dilucidar qué intenciones podían ocultarse Es decir, que lo que se deja fuera de la
detrás de ese “engaño”, detrás de la historia, lo que no se cuenta, es una parte
elaboración de esa “ficción”. De hecho, la tan esencial de la estructura del significado
palabra “invención”, usada por el de la historia como lo que está dentro de la
benemérito crítico asturicense, recuerda, en misma.
este contexto, la palabra y el concepto de Resulta evidente que si se aceptan
emplotment o “entramamiento”, usado por estas ideas acerca del modo en que se escribe
Hayden White en su análisis crítico de los la historia en general, tendríamos que
textos históricos. White define este término aceptarlas en el caso particular o derivado
en relación con el proceso de producir de la escritura de la historia literaria, que,
crónicas históricas (meras relaciones de aun cuando se trata de un fenómeno con
datos y de sucesos en orden cronológico) características muy específicas y peculiares,
como una operación de manipulación que entra dentro del primero. De hecho, si se
transforma esas crónicas en ficciones examina con un poco de atención, y a la luz
narrativas (397). El relato histórico así de estas teorías, la historia literaria del
configurado es a la “realidad” de los hechos período aquí considerado, se verá que la
tal como aparecen en las crónicas, lo que es “invención” de la generación del 98 es un
el récit al discours, según la teoría caso claro de emplotment, si bien esto no es
narratológica de Génette. Lo importante es lo realmente significativo, porque, como
que esta operación de emplotment permite al afirma Annete Kolodny en la primera de sus
historiador adaptar los relatos históricos a premisas, “Literary history (and with that,

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the historicity of literature) is a fiction” ‘La escrutinio del tratamiento de este concepto
historia literaria (y, con ello, la historicidad por los lexicógrafos de la Real Academia
de la literatura) es una ficción’ (504). Es decir Española para hacernos una idea de la
que, como todo relato histórico, también la lentitud de este proceso. En efecto, el
historia de la literatura estaría manipulada Diccionario de la Lengua de la RAE, en su
como una ficción narrativa, y, por tanto, no edición de 1899, establece la siguiente
sólo en función de ciertas “intenciones” definición del vocablo “modernismo”: “m.
argumentales que condicionarían su Afición excesiva a las cosas modernas con
significado final, sino también de los menosprecio de las antiguas, especialmente
específicos condicionantes retóricos que en artes y literatura”. A su vez, en la entrada
gobiernan la naturaleza y funcionamiento correspondiente al adjetivo derivado
de la ficción narrativa. La historia de la “modernista”, define el vocablo así: “adj.
literatura no puede escapar a una condición Perteneciente o relativo al modernismo. Apl.
que sería inherente a su naturaleza de relato a pers., ú. t. c. s.”. Estas definiciones se
histórico. Pero, en cualquier caso, lo que mantienen en la edición del DRAE de 1914,
interesa es saber exactamente lo que, en y también en la correspondiente a 1925, sólo
palabras de White, “se deja fuera”, lo que se que en este último caso se añade, a la primera
ha desplazado u omitido para que una de ellas, un término más, el de “religión”
particular ficción histórica tenga un para ampliar el radio de acción de la
significado concreto. Es decir, volviendo al “afición a lo moderno”: “[…] especialmente
tema de este trabajo, lo que nos interesa en artes, literatura y religión”. Y sin ya más
saber es lo que la generación del 98 tiene que cambios, se recoge esta acepción en las
“dejar fuera” para que dicho fenómeno ediciones sucesivas de 1927, 1936, 1939,
signifique lo que significa: el Modernismo. 1947 y 1950. En la edición de 1956 sigue
Una deconstrucción del modelo igual, sólo que ahora desaparece de nuevo
generacional del 98 pondría al descubierto la palabra “religión” y se añade una segunda
la forma en que la llamada generación del acepción, que reza como sigue: “¶ 2. Relig.
98 tiene que ser necesaria y artificialmente Cúmulo de errores religiosos propalados
“separada” del Modernismo para que la como conquista de la ciencia moderna,
construcción de ciertos ideales literarios y basados en el agnosticismo y subjetivismo
culturales se lleve a cabo, y cuál es la kantianos, en el pragmatismo y la exégesis
mecánica ideológica con que se logra dicha bíblica racionalista; fue condenado por Pío
separación. X en 1907 (Encíclica Pascendi)”. O sea, que
La revalorización del Modernismo la Real Academia Española ya se había
peninsular es un hecho relativamente enterado por fin, medio siglo después de la
reciente. Bastaría realizar un sencillo aparición de la encíclica del papa, de la

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existencia del modernismo religioso, pero y la generación del 98. Había que evitar “esa
seguía ignorando el literario. Así continúa confusión de nombres que responde a una
en 1970, con una enmienda en que se confusión de conceptos” (Salinas 53); había
reelabora un poco la redacción de esta que distinguirlos muy bien; hacer que “las
segunda acepción de la palabra. Por fin, en diferencias de matiz” (ídem), fuesen
1984, a casi cien años de su aparición, la diferencias sustanciales, inasimilables, de
Real Academia Española acaba admitiendo solubilidad imposible. Esas diferencias, en
la existencia del movimiento literario el sentido saussureano de la palabra, son las
modernista, y amplía las dos acepciones que permitirán paradójicamente la
anteriores de la palabra añadiendo una construcción o caracterización
tercera. Esta tercera acepción reza como (“invención”, en palabras de Ricardo
sigue: “¶ 3. Movimiento literario que, en Gullón) de la llamada generación del 98. El
Hispanoamérica y España, entre finales del valor de este término en el sistema de la
siglo XIX y principios del XX, se caracterizó literatura española va a depender por entero
por una voluntad de independencia artística, y desde el principio de su “oposición” al
la creación de un mundo ideal de Modernismo.
refinamientos, innovaciones del lenguaje, Cuando Azorín “inventa”—para
especialmente rítmicas y una sensibilidad seguir usando la palabra—esa “generación
abierta a diversas culturas, sobre todo a la fantasma de 1898”, como la califica Pío
francesa”. El camino ha sido largo, y además Baroja (1241, énfasis añadido), y establece
de su intolerable demora, el reconocimiento la nómina de escritores que la componen,
llega precisamente cuando la consolidación su probidad intelectual lo lleva a incluir en
del modelo generacional del 98 ya es un dicha relación a Rubén Darío, consciente
hecho absolutamente irreversible. de la profunda influencia que en la literatura
El proceso de reconocimiento del española del momento había ejercido y aún
Modernismo peninsular se muestra, así, ejercía en 1913 el gran poeta nicaragüense:
como una anomalía de nuestra “Hombres de la generación de 1898 son
historiografía literaria, que en cierto modo Valle-Inclán, Unamuno, Benavente, Baroja,
consiguió hacer de él un fenómeno Bueno, Maeztu, Rubén Darío” (Ensayos
periférico, superficial, efímero y de escasa 997). La crítica posterior, que se apropia
relevancia histórica frente a un fenómeno enseguida de la denominación de Azorín,
de mayor “hondura”, y más representativo se apresura en cambio a “limpiar” esa lista
del alma misma de España como fue la del indeseable—indeseable para el objetivo
generación del 98. Lo cierto es que la crítica de crear una generación puramente
española se preocupó muy pronto por española, nacida de dentro, sin influencias
deslindar las diferencias entre Modernismo extrañas—elemento hispanoamericano.

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Así, el nombre de Rubén Darío superficiales y bebiendo cerveza en las mesas


desaparecerá de todas las combinaciones de del café. Es, en palabras de Pedro Salinas,
nombres posibles para la generación del 98. “la tropa alborotada de Don Carnal” (56).
Sin embargo, Rubén Darío seguirá siendo Es así como, verbigracia, Pedro
útil para esa crítica, que recurrirá a él para Salinas ya da el tono anti-americanista de
establecer otra oposición esencial dentro de la crítica al Modernismo. Según él, el
la nueva estructura: la de Unamuno como Modernismo hispanoamericano aparece
una especie de mentor o de guía de los desde el principio caracterizado por “el
“hombres” del 98 (puesto que era el mayor alcance limitado de su intento”, que se
de ellos) —frente a Darío, “jefe” de los circunscribe a la “renovación del concepto
“secuaces del Modernismo”, como los de lo poético y de su arsenal expresivo” (54).
llamaba Pedro Laín Entralgo (cit. en Díaz- En España, por el contrario, la labor de los
Plaja xxii, énfasis añadido). hombres del 98, “es mayor en amplitud y
Este falso binarismo va a polarizar a hondura” (54). Para Salinas, los modernistas
partir de ese momento una visión interesada hispanoamericanos son “juglares de
y limitada del período, aislando, dividiendo vocablos”; los hombres del 98, en cambio,
y condensando en cada uno de los polos de “intelectualistas, corredores de ideas” (54).
la oposición lo que por su propia naturaleza Aquéllos buscan sólo “bellezas” (nótese que
aparecía antes mezclado y confundido en no dice la belleza). Éstos, “verdades” (54).
cada individuo, al mismo tiempo que la Es decir, los hombres del 98 son pensadores
crítica cribaba y segregaba las características —”grupo cogitativo”, como los llama
que, en líneas generales, habían sido Salinas (56) —, los modernistas, juglares o
comunes a todos. Por un lado, tenemos a charlatanes. Los hombres del 98 son “los
Unamuno, señero, denso, hondamente ‘preocupados’, [los] hombres tristes,
preocupado por los problemas de España, ensimismados” (55-56), hombres de
nacido de la dura entraña de la tierra misma, meditación y de “examen de conciencia”
al frente de esos hombres austeros y sobrios (56). Los modernistas, en cambio, están
del 98, “los analizadores, los meditadores” dominados por “el apetito de los sentidos”
(Salinas 56). Por otro, “capitaneada por (55), son frívolos y volubles, y cuando
Rubén Darío” (ídem) —el americano “de piensan lo hacen sólo en “princesas [y]
raza negra” (Ricardo Baroja 38), un no Ecbátanas” (56).
español venido de afuera, y por ende ajeno Como se puede ver, Salinas reduce
a la problemática española— la “tribu” de la significación del Modernismo a lo
poetas modernistas, melenudos y bohemios, puramente estético, pareciendo ignorar así,
mal vestidos y medio anarquistas, que se por ejemplo, la honda prosa ideológica de
pasan la vida declamando versos frívolos y Martí o de Rodó, o el intento de muchos

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otros modernistas por hacer una América preocupado por los problemas de España,
distinta, por repensarla y reconstruirla sobre tal como aparece retratado en estos versos
otras bases que las del pensamiento de Antonio Machado, significativamente
positivista de la segunda mitad del siglo inspirados por Azorín:
XIX. Por el contrario, Salinas denuncia
la invasión de la literatura modernista en Sentado ante la mesa de pino, un ca-
ballero
la península —que “desembarcó
escribe. Cuando moja la pluma en el
imperialmente en España personificad[a] en tintero,
Rubén Darío” (55, énfasis añadido) — y dos ojos tristes lucen en un semblante
la califica de “literatura de los sentidos, enjuto.
trémula de atractivos sensuales, El caballero es joven. Vestido va de
luto.
deslumbradora de cromatismo” (55). En [............................
ella sólo es posible encontrar “sonoridad”, ...]
“alegría colorinesca”, “visos y relumbres” La tarde se va haciendo sombría. El
(55). Es decir, adorno y apariencia, una enlutado,
la mano en la mejilla, medita
belleza tan seductora como superficial y ensimismado. (544)
vana. El Modernismo, en suma, es “una
literatura jubilosamente encarada con el Por otro lado, la figura del poeta modernista
mundo exterior, toda vuelta hacia afuera” sería más bien la imagen de una mujer
(55). exótica, debilitada por la neurosis y por una
Nótese, además, cómo toda esta hiperestésica sensibilidad que está siempre
caracterización apunta, por encima de a flor de piel: la imagen, por ejemplo, de la
todo, a subrayar el carácter femenino, o “princesa” extranjera del poema
cuando menos, afeminado, del “Sonatina”, de Rubén Darío. Así, mientras
Modernismo. Es decir, que la literatura el sesudo caballero castellano, todo trajeado
modernista ha sido marcada por el signo de negro, del poema machadiano medita en
mujer, con una evidente intención los graves problemas que aquejan a España,
rebajadora por parte de la crítica que se la forastera princesa modernista, ajena a tan
ocupó de ella en un principio, a efectos de hondas preocupaciones, “persigue por el
marginar su presencia en el proceso y la cielo de Oriente / la libélula vaga de una
historia de la literatura española y, vaga ilusión” (Darío 556). Podrían citarse
paralelamente, de mermar su importancia muchos otros ejemplos. Los siguientes
y repercusión en ellos. Se diría que, por versos del otro Machado, Manuel,
un lado, se va fraguando la figura central presentan un afilado contraste con los de su
del hombre del 98, un “caballero” ascético, hermano menor. Pertenecen al poema
meditativo, serio, y hondamente “Adelfos”:

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sentido y de importancia, reducido el


Mi voluntad se ha muerto una noche de Modernismo a una pura función
luna
decorativa. Su única función, su único
En que era muy hermoso no pensar ni
querer… valor, consistirá, a partir de este momento,
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna… en servir de contraste a la generación del 98,
De cuando en cuando, un beso y un para que ésta, por oposición, adquiera unos
nombre de mujer.
perfiles propios, verdaderamente
[..............................
...] distintivos, lo mismo que en las sociedades
Nada os pido. Ni os amo ni os odio. Con patriarcales la mujer figura como una
dejarme, suerte de figura ornamental que de algún
Lo que hago por vosotros, hacer podéis
modo completa y realza la presencia del
por mí…
¡Que la vida se tome la pena de matarme, hombre.
Ya que yo no me tomo la pena de vivir!... En este modelo literario del
(87-88) momento español de entre siglos, la
No sólo las imágenes, sino también ciertos oposición binaria “generación del 98 /
elementos puramente textuales de este Modernismo” se configura así, como se
poema, como, por ejemplo, la abundancia puede ver, con la imposición de una
de puntos suspensivos, acentúan esa presencia central, la supuestamente
sensación de abandono y de auténtica y verdaderamente representativa
despreocupación, de sensualidad y del alma de España —la generación del
volubilidad que caracterizan, según la 98— frente a la ausencia de contenido del
versión oficial de la crítica, al poeta Modernismo, que es desplazado a una
modernista. Rasgos todos ellos inherentes periferia donde su mensaje,
al carácter supuestamente afeminado, intrascendente, se diluye en gestos,
frívolo y superficial que, siguiendo la imágenes de un exotismo descabellado y
caracterización de Salinas, corresponden a una inútil explosión de colores. Pero una
la poesía y al temperamento de los vez esbozada así dicha construcción — o
modernistas. Una poesía de sensaciones, invención, para Pío Barajo o Ricardo
una “literatura de los sentidos, trémula de Gullón— en los términos en que ha sido
atractivos sensuales” (Salinas 55), como ya planteada, podemos proceder a
ha sido anotado anteriormente. desmontarla tal como nos enseña una
En este modelo binómico, el teoría crítica como la deconstruccionista.
Modernismo es desplazado y diferido a los En efecto, la insistencia con la que se ha
márgenes de la literatura del momento: una querido excluir del centro del debate
periferia caracterizada por su literario de aquellos años la importancia
intrascendencia intelectual, por su falta de del Modernismo, descubre o revela, en

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realidad, algo que se ha estado intentando definidas. Y es lo que el Modernismo propone
ocultar desde hace tanto tiempo, lo que de revolucionario en este preciso momento,
originalmente estaba en el centro de la vida lo que explica la virulencia tremenda de un
cultural española de aquellos momentos, antimodernismo tenacísimo que a la postre
a saber: la profunda revolución que en los acabó ganando la batalla. Como ha dicho Lily
modos de pensar y de escribir estaba Litvak, si el Modernismo se hubiese reducido
llevando a cabo el Modernismo. a una mera renovación formal de la poesía,
Porque desde la llegada de Rubén la crítica no hubiera reaccionado tan
Darío a Madrid, en enero de 1899, un hostilmente. La violencia de esta respuesta
primer grupo modernista liderado por él revela que en realidad el Modernismo
intentaba llevar a cabo algo más
está librando una durísima batalla contra el
importante: un cambio de fondo y no sólo
medio literario imperante en la capital de forma, y presentaba una nueva escala
española: la batalla por una renovación de valores que iban más allá de la poesía.
radical del lenguaje literario y las ideas (397)
estéticas dentro del árido panorama de la Es por eso que no podemos conformarnos
literatura española del momento. Y no es con la visión histórica que se ha dado del
en absoluto una metáfora: las Modernismo como el de un grupúsculo de
descalificaciones llegaban con frecuencia a poetas, versificadores superficiales cuyas
lo personal, y derivaban en el insulto y el creaciones son de escaso valor, voces
duelo a muerte. No es por casualidad que epigonales que seguían como una extraña,
Manuel Machado titula un libro en defensa y a veces estrafalaria, tribu a Darío, tachados
de los modernistas La guerra literaria (1913). de afeminados y decadentes, cuando no
Como señala Lily Litvak en uno de sus directamente de pervertidos y homosexuales
ensayos, “una de las características más (Litvak 408-09).
notables de la crítica antimodernista es su Los conceptos de “horizonte de
virulencia” (397). expectativas” y de “distancia estética”
Con esto no se pretende afirmar aquí desarrollados por Hans Robert Jauss en
que no hubiera habido antes un conjunto de “Literary History as a Challenge to Literary
loables impulsos de renovación formal y Theory” nos podrían ayudar a entender el
temática, de nuevas aspiraciones estéticas, de problema de la aparición del Modernismo
inquietudes espirituales y de ideales políticos en España en el paso del siglo XIX al XX.
y sociales; todo esto estaba flotando en el aire La idea esencial es que, en el proceso de
de España desde hacía una década por lo recepción de las obras literarias, en toda
menos. Pero sólo a partir de entonces, con la época existe un determinado horizonte de
bandera del Modernismo, todas esas ideas expectativas, definido por Jauss como el
adquieren una dirección y una intención conjunto de toda la experiencia literaria —
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el horizon-of-experience (“horizonte de distancia estética parecía del todo


experiencia”; 164) — que en una época dada infranqueable, como ponen de manifiesto,
tienen los individuos dentro de una por ejemplo, estas palabras de Juan Valera,
determinada sociedad. Las obras literarias pronunciadas el 24 de junio de 1900 en su
pueden ajustarse y satisfacer las expectativas, contestación al discurso de recepción de don
o bien quedar fuera de este horizonte, Jacinto Octavio Picón en la Real Academia
decepcionándolo, sobrepasándolo o Española, cuando denuncia
refutándolo. En el primer caso, tendríamos el menosprecio del propio pensamiento
esas obras que Jauss califica como de culinary nacional, la admiración exagerada y sin
or entertainment art (“arte ‘culinario’ o de crítica del pensamiento extranjero y el afán
entretenimiento”; 169). En el segundo, los de remedar sus obras, tomándolas por
guía y adaptándolas, casi siempre con
textos verdaderamente importantes, los que violencia, a nuestro peculiar carácter. Toda
imponen un “cambio de horizonte”. En corriente literaria que venga de Francia
relación con esto, Jauss propone una nueva penetra aquí con mayor ímpetu que en
categoría, la de aesthetic distance (“distancia otros países, sin que la atajen y sirvan de
dique los Pirineos. Así han venido,
estética”), que define como “the disparity sucesivamente, el neoclasicismo, el
between the given horizon of expectations romanticismo, el naturalismo, el
and the appearance of a new work, whose modernismo, el decadentismo, el
reception can result in a ‘change of simbolismo y otros amaneramientos
literarios, como el de estos que llaman
horizons’” (“la disparidad existente entre un ahora los estetas, que no acierto yo a
horizonte dado de expectativas y la explicarme en qué consisten, a no ser con
aparición de una nueva obra, cuya recepción vagas y algo confusas nociones. (1119)
pueda resultar en un ‘cambio de horizontes’ En 1905, pese a que el Modernismo
“; 168). se imponía entre la juventud literaria de
Desde la perspectiva de la estética de Madrid, las críticas seguían arreciando. En
la recepción de Jauss se puede, pues, explicar otro discurso—esta vez de ingreso—ante la
el rechazo encarnizado que provocó la Real Academia Española, el poeta Emilio
aparición del Modernismo en el panorama Ferrari (un hombre no tan mayor, pues
literario español de 1900. La hibridez y el contaba a la sazón con 55 años), denuncia a
mestizaje cultural que suponía el los modernistas por nietzscheanos y por
Modernismo chocaban frontalmente contra “cultivadores del yo”, que se han propuesto
el horizonte de expectativas de la realidad “la glorificación de los sentidos y la apología
cultural española del momento, que se de la podredumbre” y cuyas manifestaciones
caracterizaba sobre todo por una radical artísticas son el resultado “de un verdadero
desconfianza hacia todo lo que se libertinaje intelectual” (cit. en Henríquez
consideraba extranjero o extranjerizante. La Ureña 165). Todo el discurso es, de hecho,
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una diatriba terrible contra el Modernismo Althusser (239-43). Los ingenieros culturales
y los modernistas. Obras como La golfemia del franquismo, en un principio—es el caso
(1900), de Salvador María Granés, Mater de Laín Entralgo—ignoraron o desplazaron
dolorosa (1904), de Leopoldo Cano y Masas, a la periferia de la historia literaria al
o el popularísimo Tenorio modernista (1906), movimiento modernista, ya que la hibridez
de Pablo Perellada (más conocido por su ideológica y el mestizaje cultural que
pseudónimo de Melitón González), llevaron aportaba chocaban de plano con el intento
a los escenarios teatrales la polémica y la de las nuevas autoridades por echar raíces
batalla contra los modernistas, que son en el concepto de las esencias eternas de
caricaturizados salvajemente, y tratados España, y porque su literatura, tildada de
como un puñado de golfos indeseables, de frívola, artificiosa y evasiva, no convenía a
alucinados y de homosexuales. Todavía en la gravedad de los problemas que aquejaban
1941, cuando intentaba afanosamente al país y que, a la postre, habían originado
congraciarse con las autoridades la contienda civil. Los hombres del 98, con
franquistas, en unos recuerdos de la vida su obsesión por España, en cambio, ofrecían
madrileña del 900, Azorín se acordaba de una tierra abonada para la construcción de
“las chanzas frívolas que el llamado ese aparato.
‘modernismo’ inspiraba” (Madrid 130). En ese proceso hay un segundo
Como conclusión se podría decir que momento, en que se ve la utilidad de usar el
los críticos que, durante las primeras décadas Modernismo como contraste, al objeto de
del franquismo, desarrollaron teóricamente, dotar a los componentes de la generación
a partir de Azorín, el concepto y la del 98 de la unidad de propósito y de estilo
genealogía de la generación del 98, lo de la que obviamente carecen y resolver así—
hicieron mediante un emplotment o o por lo menos desviar y atenuar la atención
entramamiento de los diversos elementos a ellas—las contradicciones internas que
que les ofrecía el análisis de la realidad presenta el modelo. Se crea así la infundada
cultural del período estudiado, pero oposición binaria de Modernismo / 98,
condicionado y mediatizado por el intento binarismo que tiene la virtud de reforzar y
de crear una realidad histórica que dar más nitidez a perfiles que antes
respondiera a los intereses ideológicos de las aparecían más borrosos o desvaídos. Es el
nuevas autoridades que gobernaban el país. caso de Pedro Salinas o de Díaz-Plaja. El
De este modo, la historia de la literatura del modelo de la generación del 98 sale así
período se transformaba en algo así como fortalecido de esa comparación, donde el
uno de esos ideological State apparatuses Modernismo queda rebajado a fenómeno
(“aparatos ideológicos del Estado”) foráneo, tropical, inasimilable a las esencias
definidos en la teoría marxista de Louis del ser español, y por ello efímero y

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Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 6 Número 1, Verano 2008.

periférico en la historia de la literatura la literatura española, es tomar un


española. Se configura así esa especie de acontecimiento político, cuya repercusión
extraño concubinato, el de Modernismo y 98, efectiva en las conciencias de la época
que ha arraigado con tanta fuerza en la todavía no se conoce muy a fondo, como
historiografía literaria española, donde el 98 criterio dominante—si no único—en la
aparece con los atributos del hombre historiografía de dicho período literario.
responsable, preocupado, grave, pensativo René Welleck y Austin Warren advierten que
y previsor, y el Modernismo como la mujer los períodos literarios “debe[n] fijarse
derrochadora y frívola, preocupada sólo por mediante criterios puramente literarios”
afeites, joyas, adornos y maquillajes. (318). Los resultados podrán eventualmente
En cualquier caso parece evidente coincidir con los del resto de historiadores,
que con esta fecha de 1898—cuyo carácter pero el “punto de partida ha de ser el
histórico es sobre todo de índole desenvolvimiento de la literatura como
sociopolítica—se ha querido construir una literatura” (318).
especie de brecha, un antes y un después que En cuanto al debatido asunto de las
condicionaría y unificaría, para la generaciones literarias, y a lo que constituye
perspectiva actual, las tendencias dispersas la supuesta unidad o singularidad de un
y la naturaleza enormemente compleja e período literario, en este caso de la
informe de la literatura española del generación del 98, “es evidente que esta
momento. Sin embargo, críticos como René unidad sólo puede ser relativa”, observan
Welleck y Austin Warren se muestran muy los mismo críticos (319). Más adelante, en
reacios a atribuir drásticas consecuencias la misma página, objetan que “tomada
literarias a fechas cuya relevancia reside en como entidad biológica, la generación no
principio en campos ajenos al literario, y brinda solución alguna” a los problemas de
desaprueban, de modo general, “la práctica historia literaria. En definitiva, los
seguida en obras [de historia de la literatura] problemas de caracterización histórica de
en que devotamente se respeta la divisoria la generación del 98 son, en parte, los
de fechas entre los siglos o en que se imponen mismos que señalan estos autores con
a un tema exactas delimitaciones de fecha” respecto al problema de la historia de “una
(315-16). “Tales divisiones”, dicen un poco literatura nacional en conjunto [...]: toda la
más adelante, “no tienen nada que ver con armazón invita a referencias que son
la historia literaria propiamente dicha” esencialmente aliterarias, a especulaciones
(316). sobre la ética nacional y las características
De este modo, tomar una fecha como nacionales que tienen poco que ver con el
la del 98 como punto de partida para nuclear arte de la literatura” (322).
y caracterizar a todo un período dentro de Todas estas reflexiones deben ser

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Vizoso
tenidas en cuenta por la crítica actual a la noventa y ocho. Una introducción a la
hora de afrontar la lectura, o, mejor dicho, literatura española del siglo XX. 2ª ed.
la relectura del período en cuestión. Parece Madrid: Espasa-Calpe, 1966.
evidente que—a la luz de todo lo dicho hasta Gullón, Ricardo. “La invención del 98”.
ahora—lo que vemos actualmente de dicha Mainer 41-44.
época no es realmente más que la punta del Henríquez Ureña, Max. Breve historia del
iceberg. Oculta durante muchos años a los modernismo. 2ª ed. México: FCE,
sondeos de la crítica, hundida en el océano 1962.
de una, salvo pocas excepciones, general Jauss, Hans Robert. “Literary History as a
indiferencia—cuando no abierta repulsa— Challenge to Literary Theory”.
, flota a su suerte la parte sumergida, que Critical Theory Since 1965. Ed. Hazard
ahora empieza poco a poco a revelarse Adams y Leroy Searle. Tallahassee:
como uno de los momentos más Florida State UP, 1986. 164-83.
apasionantes, importantes y ricos de la Kolodny, Annette. “Dancing Through the
historia de la literatura española. Minefield: Some Observations on the
Theory, Practice, and Politics of a
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