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EL MORFEMA Y LA ALTERNANCIA
Los morfemas son los elementos mínimos con significado individual de las
emisiones de una lengua. Cuando un morfema está representado por
configuraciones fonemáticas distintas, decimos que estas configuraciones están en
alternancia o, también, que el morfema manifiesta alternancia. Cada una de las
representaciones es un morfo; todos los morfos que representan un morfema dado
se llaman alomorfos de dicho morfema. Por ejemplo, /ka-‘rak-ter/ y /ka-rak-‘ter/
son dos alomorfos del morfema {carácter}, el morfema entonces manifiesta
alternancia. El morfema {ají} manifiesta alternancia invariable puesto que un
solo alomorfo /a-‘xi/ lo representa en todos los contextos. Dos morfos son
distintos cuando difieren en configuración fonemática, como el caso carácter y
caracteres. Son morfos distintos también, aunque sean idénticos en configuración
fonemática, cuando son dos alomorfos de morfemas diferentes, como el alomorfo
de haya (/a-ja/) y el de aya (/a-ja/).
TIPOS DE ALTERNANCIA
Hay una larga serie de verbos españoles cuya raíz aparece en dos configuraciones
distintas: una átona con /o/ y otra acentuada con /ue/; por ejemplo el verbo rodar.
La elección entre una y otra configuración no depende del tipo de sufijo que sigue a
la base. Lo que condiciona la alternancia es la configuración fonemática del sufijo:
si este está acentuado, el tema verbal presenta /o/; si es átono, en el tema aparece
/ue/. Se dice, por lo tanto, que esta alternancia está condicionada
fonológicamente.
Por otro lado, son muchos los hablantes de español rioplatense que no pronuncian
la oclusiva final de los morfemas {virtud}, {voluntad} y algunos otros. Esta
alternancia está condicionada morfológicamente. Se requiere la configuración con
/d/ final solo cuando sigue a la base el morfema de plural (virtudes, voluntades) y
no cuando sigue cualquier otro morfema, aunque sea dentro de la misma palabra
(virtuoso, virtual, voluntario, voluntarioso). Las alternancias condicionadas
morfológicamente nunca son automáticas; entonces las alternancias
automáticas siempre están condicionadas fonológicamente. No obstante, hay
alternancias condicionadas fonológicamente que no son automáticas.