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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN

FACULTAD DE GEOLOGIA GEOFISICA Y MINAS


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA DE MINAS

CURSO:
REALIDAD NACIONAL

TEMA:

PRESENTADO POR:
-CATASI PACHECO ALEX MANUEL
CUI:20172052
TURNO:
LUNES DE 7 A 9 AM

DOCENTE: ING.

AREQUIPA-PERU-2018
Grupos con mas poder en el Peru

Lima. El Congreso de la República se ubica como la institución que tiene más poder en el país,
según la última encuesta de Pulso Perú, elaborada y publicada este viernes por Datum.

Esta posición es principalmente respaldada por los estratos C y D, y las poblaciones de la zona
norte y oriente del Perú. No obstante, para el A/B y E es el Poder Ejecutivo quien ejerce más
protagonismo.

En el segundo lugar sobre qué instituciones tienen más poder, figura el Poder Ejecutivo, con
20%. Mientras que en la tercera posición se ubican los Empresarios con un 13%.

Le sigue los Medios de Comunicación, quien ahora registra 10%; la Iglesia Católica, con 8% y las
Fuerzas Armadas con 3%.

En la séptima ubicación se ubica las Agrupaciones de Oposición, con un 4%, seguida de los
Sindicatos con un 3%.

POLÍTICA Y PODER.
"Es clara la determinación del poder político como el poder coactivo por excelencia. sin
embargo el uso de fuerza como medio específico no es suficiente para definir la
naturaleza del poder político; el mismo weber (max) no se limitó a indicar el simple
atributo de la coacción, sino señaló el atributo general del monopolio de la coacción
legítima...""En síntesis esto significa que un poder coactivo, para ser considerado como
poder político, debe ser de un lado exclusivo, en el sentido de que debe impedir
(criminalizar o penalizar) el recurso de la fuerza por parte de los sujetos no autorizados;
de otro lado debe ser legítimo o considerado como tal, en el sentido de que debe ser
reconocido como válido bajo algún título, y por tanto aceptado por los subordinados...
ORIGEN Y NATURALEZA DEL PODER
Al igual que el concepto estado, el poder es una orientación o sentido que los hombres
dan a la capacidad humana de influir unos en otros , sea para apropiarse de la fuerza del
estado o simplemente por el ejercicio de la violencia por sí misma.

El poder tiene su origen en la propia naturaleza humana. El hombre es un ser gregario


que debe vivir en sociedad, pero esta vida en conjunto requiere de un orden. Este orden
tiene que ser concebido y llevado adelante por alguien. Esta capacidad de ordenar la
sociedad es justamente el poder. Por eso reiteramos que el poder tiene su origen en la
misma naturaleza humana.

Este poder que está en la naturaleza del ser no es desarrollado por todas las personas.
Hay quienes demuestran poco o ningún interés en ordenar la vida social; y prefieren o
aceptan, en todo caso, la determinación de terceras personas.
Poder, es la facultad que tiene una persona o un grupo de personas de obligar a otra u
otras a realizar un procedimiento o conducta.

¿Qué es el poder?
MAX WEBER, a fines del siglo pasado describía el poder en su obra clásica como "la
probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra
toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad" ("Economía y
Sociedad").

Para el profesor español PABLO LUCAS VERDU, el poder "es la capacidad de una persona
o conjunto de personas de imponer sus decisiones a una comunidad, determinando su
obediencia y garantizándola, si es menester, con la coerción" ("Curso de Derecho
Político").

Y en el Perú, FRANCISCO MIRO QUESADA RADA dice que "el poder es la capacidad de
tomar e imponer decisiones que tiene una persona o un grupo de personas, dentro de
un sistema, subsistema o parasistema social, sobre otra persona o grupos de personas,
a favor o en contra de su voluntad, y en una relación dinámica, conflictiva y asimétrica"
("Ciencia Política").

PODER CIVIL Y PODER MILITAR

Esta clasificación atiende a sí a la titularidad del poder la ejerce quienes por función
propia ostentan la fuerza de un Estado, o si la ejercen los civiles, que no tienen esta
competencia originaria. Un poder militar como sistema no es lo mismo que el poder de
un militar individualmente considerado. En el primer caso, la estructura del poder
reposa en la institución y con las formas militares y hasta con sus propios
procedimientos. En el segundo, la estructura militar no se análoga a la estructura de
gobierno. Esta tiene su propia dinámica y sus propios métodos normales y no constituye,
por el hecho de su extracción ocupacional, un poder militar.

La evolución del poder ha ido paulatinamente reduciendo la importancia del factor de


la fuerza en beneficio de la autoridad. Al suceder esto quienes acaparaban el poder en
virtud del manejo de aquel elemento han visto disminuir su cuota de participación en
él. No obstante que los elementos de dominación son hoy en día apabullantes: la
sofisticación de las armas mismas o los recursos electrónicos son instrumentos para la
entronización de estados policíacos; no obstante esto, decíamos, la conciencia
ciudadana también ha evolucionado grandemente y la resistencia a este tipo de medios
irracionales tiene un soporte mucho mayor.
Es el profesor francés ANDRE HAURIOU el que señala esta supremacía del poder civil
sobre el militar como resultado de una larga evolución: Dice que para conseguir este
objetivo hay dos métodos:

a) El acantonamiento territorial del ejército, que consiste en distinguir entre territorios


civiles, cuya autoridad pertenece a magistrados civiles, y territorios, cuya autoridad
corresponde a jefes militares.
b) El acantonamiento jurídico del ejército por el que, la cohabitación sobre un mismo
territorio del poder civil, prácticamente desarmado, y del poder militar, que representa
tina gran fuerza de dominación, no transcurre sin dificultades.

El ejército esta prácticamente excluido de la vida política


"Salvo en los casos del Estado de sitio, el ejército no tiene ningún poder de policía sobre
la población civil".
"El ejército de tierra está obligado a atender a los requerimientos escritos de las
autoridades civiles; cuando éstas necesitan su ayuda para el mantenimiento del orden".
Sin embargo, no puede desconocerse el papel que juegan los institutos armados como
grupos de presión al interior de un Estado. Este papel es más notorio en los Estados con
institucionalidad más incipiente. Donde no existen instituciones sólidas y con autoridad,
quienes monopolizan oficialmente la fuerza llenan el vacío.

EL PODER POLÍTICO

El Poder Político es la capacidad que tiene un actor(Gobierno) de imponer su voluntad


a terceros, aun en contra de la voluntad de estos. Hay que diferenciar poder de
autoridad, que es la capacidad de hacerse reconocer ese poder por terceros, poder es
la fuerza, autoridad es el reconocimiento de esa fuerza, no hay autoridad si poder, la
autoridad legitima el poder.

KARL LOWENSTEIN, es el más notable de los escépticos y en su trabajo "La Teoría de la


Constitución" señala: "el poder político, como todo poder, puede ser conocido,
observado, explicado y valorado sólo en lo que concierne a sus manifestaciones y
resultados. Sabemos, o creemos saber, lo que el poder hace, pero no podemos definir
su sustancia y su esencia" ("Teoría de la Constitución").
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN
FACULTAD DE GEOLOGIA GEOFISICA Y MINAS
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA DE MINAS

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REALIDAD NACIONAL

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PRESENTADO POR:
-CATASI PACHECO ALEX MANUEL
CUI:20172052
TURNO:
LUNES DE 7 A 9 AM

DOCENTE: ING.

AREQUIPA-PERU-2018
Hegemonía
Se denomina hegemonía al dominio de una entidad sobre otras de igual tipo. Se puede aplicar a
diversas situaciones con el mismo significado: un bloque de naciones puede tener hegemonía
gracias a su mayor potencial económico, militar o político, y ejerce esa hegemonía sobre otras
poblaciones, aunque estas no la deseen. Por «hegemonía mundial» se entiende el dominio del
mundo por parte de una sola nación o un grupo de naciones.

Etimología

El término hegemonía deriva del griego


ἡγεμονία hēgemonía ('dirección, primer puesto,
preferencia, mando, jefatura') del verbo
ἡγεμονεύειν hēgemoneúein que significa 'guiar,
preceder, conducir' y de la cual derivan los
significados «estar al frente», «comandar» y
«Gobernar».

Hegemonía mundial

A lo largo de la historia moderna, sólo tres Estados han alcanzado la hegemonía en el sistema-
mundial: las Provincias Unidas, Gran Bretaña y España. Dichas hegemonías, al igual que todos
los fenómenos sociales, han tenido períodos de determinada duración: para este caso, han sido
nombrados como ciclos hegemónicos o ciclos de las hegemonías mundiales. Ahora bien, los
ciclos hegemónicos constan de cinco fases: 1) emergencia o ascenso, 2) despliegue, 3) apogeo,
4) declive, y 5) extinción.1 Dichas fases han sido ampliamente estudiadas desde la dimensión
económica, pero menos desde la dimensión política.

Ahondar en el examen de las fases políticas por las que atraviesa el hegemón mundial es de
suma importancia, puesto que si se conjetura que la gobernanza internacional es ejercida
principalmente por los Estados con mejor posicionamiento en la estructura internacional2
gracias a sus capacidades nacionales, entonces el hegemón –que por definición es la potencia
que sobresale por su máximo cúmulo de poder nacional- será el actor más determinante en la
gobernanza del sistema.

Cada fase del ciclo hegemónico se corresponde con la promoción de ideas y valores orientados
por determinada ideología. Esto quiere decir que conforme evolucionan las capacidades
nacionales de un Estado hegemónico, éste tiende a favorecer u obstruir ciertas ideologías, lo
que se traduce en un posicionamiento internacional frente a determinadas políticas, Estados y
organizaciones. Dichas fases por las cuales atraviesa el hegemón según su ideología han sido
nombrados como ciclos políticos hegemónicos y son fundamentales para comprender la
dirección política internacional que el hegemón imprime en la gobernanza internacional.
Hegemonía cultural

Según Gramsci, la hegemonía existe cuando la clase dominante no sólo es capaz de obligar a una
clase social subordinada a que satisfaga sus intereses, renunciando a su identidad y a su cultura
grupal, sino que también la primera ejerce control total en las formas de relación y producción
de la segunda y el resto de la sociedad.

Se puede matizar este argumento señalando que el autor expresa que este proceso no posee
un carácter explícito, sino que más bien se da de manera sutil. En ese sentido, la clase social
subordinada adopta las concepciones de la clase dominante y las incorpora a su repertorio
ideológico, hecho ligado a lo que comúnmente se denomina «sentido común».

Papel de las entidades culturales

Actualmente, la hegemonía se consigue a través del control de los agentes culturales, entre los
cuales destacan por su impacto social los medios de comunicación de masas. Ejemplo de ello es
lo que se explica a través de la teoría del imperialismo cultural, siendo de especial interés el
imperialismo de la industria cinematográfica estadounidense, y se da a entender que la
tendencia actual en cuanto a hegemonización se centra en la exposición de modelos de
pensamiento y conducta propios de la sociedad estadounidense para que otras sociedades
adopten esos mismos modelos (fenómeno conocido como proceso definido en la teoría de la
reproducción).

Por otro lado, también existen otros agentes socializadores que se están utilizando desde las
entidades de poder como herramientas de hegemonización del statu quo, tales como la religión,
la educación (mediante el establecimiento de un currículo académico que favorece el
aprendizaje de aquellas materias más afines a la ideología dominante), el arte y los medios de
consumo (mediante la asociación de estos medios con determinados espectáculos potenciados
por la publicidad).

Poshegemonía

Teniendo en cuenta que la hegemonía se instaura a menudo mediante un conflicto entre


ideologías mayoritarias y minoritarias en el que el eje es la persuasión dialéctica, cuando este
proceso culmina con el dominio de una ideología sobre otras, comienza a desarrollarse un
periodo de instauración paradigmática entendido como «poshegemonía» en el que la
persuasión pasa a un discreto segundo plano, ya que no hace falta convencer, sino controlar y
mantener la ideología dominante, es decir: reproducir en los sectores sometidos el modelo
establecido.

Las personas que viven en el periodo poshegemónico han interiorizado el discurso y las prácticas
de la ideología dominante (marco cultural), y las han integrado en su repertorio comportamental
en los planos conductual, emocional y cognitivo (construcción simbólica de la identidad
individual).
Michel Foucault describe el poder como algo que no habita en una entidad determinada, sino
que yace en la relación entre los dominantes y los dominados. En su teoría, describe esta
relación de poder sobre la base de la existencia de dos fuerzas opuestas: potentia y potestas. La
potestas, representada por la ideología dominante, tiene como objetivo la supervivencia y la
disciplina como criterios de verdad; la potentia contrarresta esta fuerza mediante el trabajo de
resistencia a su influjo. Por lo tanto, siempre que la potentia actúa en un grupo sometido o a
someter, emerge la potestas para contrarrestarlo, por lo que el resultado de estas fuerzas define
la relación de poder entre ambas.

La cuestión que se plantea a partir de esta teoría es un cambio en la forma de influir en las
ideologías minoritarias o en los grupos sometidos para poder seguir manteniendo el statu quo.
En este sentido, Foucault explica la relevancia de los hechos como herramienta de influencia en
sustitución de la persuasión argumental; es mediante los hechos como los representantes de la
ideología o pensamiento dominante persuaden y convencen al resto de la sociedad de la
necesidad de mantener su postura. Este enfoque pragmático de la organización social ya no
requiere de un trasfondo argumental: las acciones se justifican por sí mismas, y las opiniones en
contra son relegadas por falta de acciones que corroboren su eficacia. Por ejemplo, en
regímenes totalitarios no es posible homogeneizar el pensamiento dominante; siempre existirán
minorías que mantengan una postura diferente, aunque ésta no sea visible en la sociedad, y,
debido a la imposibilidad de acción ante la situación de control social ejercida por el régimen,
no podrán demostrar su eficacia, por lo que quedarán relegadas a un segundo plano.

Autoritarismo

Autoritarismo, en las relaciones sociales, es una modalidad del ejercicio de la autoridad que
impone la voluntad de quien ejerce el poder en ausencia de un consenso construido de forma
participativa, originando un orden social opresivo y carente de libertad y autonomía. La sociedad
preindustrial está marcada por la imposición de una fuerte autoridad y jerarquía en todos los
órdenes (religioso, político, económico, etc.), con una indiscutida autoridad masculina y paterna
dentro de la familia (patriarcado, paternalismo), frente a los grados cada vez mayores de libertad
y autonomía propios de la sociedad industrial y la sociedad postindustrial. En el contexto
psicológico individual, pero también social, se define la personalidad autoritaria.1 En educación,
se define la pedagogía autoritaria, heterónoma o tradicional, frente a la pedagogía progresista.2

heteronomía

En ciencia política y sociología el concepto de "autoritarismo" no tiene una definición unívoca,


lo que permite identificar como autoritarias muchas y muy diferentes ideologías, movimientos
y regímenes políticos. Algunas definiciones lexicográficas son simplificadoras: "sistema fundado
primariamente en el principio de autoridad" -es decir, que no admite crítica-;3 "se acuñó por el
fascismo como término apreciativo, para pasar a ser utilizado ... [en el contexto de la lucha
contra el fascismo y el nazismo] para denotar la “autoridad malvada” ... el abuso y el exceso de
la autoridad que aplasta la libertad ... más que representar lo opuesto de democracia ... significa
lo contrario de libertad".4 Otras se hacen por acumulación de términos que, si bien pueden
entenderse como relacionados, no son estrictamente sinónimos ("la doctrina política que aboga
por el principio del gobierno absoluto: absolutismo, autocracia, despotismo, dictadura,
totalitarismo").5 Las que pretenden precisar rasgos se centran en cuestiones como "la
concentración de poder en manos de un líder o una pequeña élite que no es
constitucionalmente responsable ante el cuerpo del pueblo", el "ejercicio arbitrario del poder
sin consideración de otros cuerpos" que puedan limitarles (separación de poderes), y la
inexistencia de mecanismos que permitan una efectiva alternancia en el poder, como las
elecciones libres multipartidistas.6

Autoritarismo y totalitarismo

La utilización del concepto "totalitarismo" para ciertas ideologías, movimientos y regímenes


políticos del periodo de entreguerras (comunismo soviético -estalinismo- y fascismo italiano,
nacional-socialismo alemán y nacional-sindicalismo español de los años treinta y franquismo de
los años cuarenta) se basaba en su búsqueda de la homogeneización de todos los planos de la
vida pública e incluso privada y la negación de cualquier tipo de discrepancia u oposición,
llegando a justificar la erradicación y, en casos extremos el exterminio, del disidente o del
"diferente".7 La condición extremista de ideologías, movimientos y regímenes totalitarios los
diferencia de otro tipo de posiciones políticas que, siendo también opuestas a la democracia
liberal y al reconocimiento de derechos y libertades,8 especialmente desde la derecha política
tradicional del siglo XIX, lo hacían de una forma al menos ligeramente más moderada, o no tan
radical; como el moderantismo, el conservadurismo, el tradicionalismo, el nacionalismo o el
militarismo. La distinción entre totalitarismo y autoritarismo, a la hora de definir regímenes
concretos, sería no tanto una cuestión escencialista sino de grado, tanto en la magnitud de sus
propósitos (una revolucionaria transformación social e incluso humana -"hombre nuevo"- en el
caso del totalitarismo, propósitos habitualmente conservadores o reaccionarios en el caso del
autoritarismo) como la forma de llevarlos a cabo, en el éxito de su implantación y en la capacidad
de responder a las circunstancias cambiantes con mayor o menor rigidez (más propia del
totalitarismo -en caso de conflicto con la realidad, opta por transformar la realidad a cualquier
coste-) o flexibilidad (más propia del autoritarismo -en caso de conflicto con la realidad, opta
por adaptarse a ella, aun a costa de apartarse de sus principios-) y su mayor o menor
prolongación en el tiempo.

Autoritarismo, partido único y voluntad general

La identificación del Estado con "el partido", en ausencia de otro posible partido político, es más
bien una característica propia de los regímenes totalitarios que de los autoritarios (que pueden
consentir un cierto grado o apariencia de pluralismo político, así como algún tipo de consulta
popular convenientemente dirigida en su propio interés); pero sí es propio del autoritarismo la
negación de legitimidad a cualquier forma de expresar los intereses individuales o de grupo (por
ejemplo, la lucha de clases o las reivindicaciones identitarias -nacionalistas, étnicas, religiosas,
de género-) que no coincida con los intereses generales tal como se entienden defendidos por
la autoridad, que pretende ser ejercida de forma paternalista en beneficio de todos, incluso de
los que "por su bien" son reprimidos.
Despotismo ilustrado, Gobierno de facto y Golpe de Estado.

En realidad, la identificación y gestión de la voluntad general, así como la atribución de la


soberanía, son asuntos, cruciales en las doctrinas políticas contemporáneas, que textos clásicos
como el de Rousseau (El contrato social, 1762) no dejaron resueltos. Tanto los defensores de la
libertad o de la democracia como los del totalitarismo o del autoritarismo pueden reclamar ser
herederos intelectuales de Rousseau. Tal cosa se comprobó tempranamente, con la experiencia
revolucionaria francesa de 1789 y el Terror.

También frecuentemente apelan a una legitimidad basada en la identificación del régimen como
un mal necesario para combatir "problemas sociales fácilmente reconocible", tales como el
comunismo o la insurgencia; amenazas externas, etc. 11Al respecto Friedrich Hayek, padre del
monetarismo, tras visitar Chile bajó el régimen de Pinochet, concediendo dos reportajes al diario
El Mercurio, en donde profundizó su análisis sobre democracias y dictaduras. “una dictadura
puede ser un sistema necesario para un período de transición. A veces es necesario que un país
tenga, por un tiempo, una u otra forma de poder dictatorial. Como usted comprenderá, es
posible que un dictador pueda gobernar de manera liberal”.

Autoritarismo, régimen militar y tecnocracia

Mark J. Gasiorowski15 propone la distinción de "regímenes autoritarios simplemente militares"


y "regímenes autoritarios burocráticos". En estos últimos, un poderoso grupo de tecnócratas
intentan la utilización del aparato del Estado con criterios de racionalización y desarrollismo".
Como otros subtipos de autoritarismo, en el mismo estudio (inspirado en Linz) se proponen el
"autoritarismo corporativista u orgánico-estatista" (con ejemplos estudiados en América
Latina), la "democracia racial y étnica" (ejemplificada en el apartheid sudafricano) y el
"autoritarismo pos-totalitario" (ejemplificados en el bloque del Este de los años previos a la
caída del muro de Berlín -1989-). También hace una distinción entre autoritarismos
"personalistas" (ejemplificados en el África postcolonial) y autoritarismos "populistas"

Autoritarismo, integrismo y fundamentalismo

Además de la utilización de la religión como uno de los mecanismos de legitimación y de control


social por los regímenes autoritarios o totalitarios (el nacionalcatolicismo español en el seno del
franquismo y otros casos de fascismo clerical -concepto teorizado por Hugh Trevor Roper-);19
el autoritarismo puede ser un concepto aplicable a determinadas formas rigoristas de entender
la religión tanto en sus aspectos personales como colectivos y su relación con el Estado y la
sociedad (relaciones Iglesia-Estado, tolerancia o intolerancia religiosa, etc.) En el caso de una
completa subordinación de las autoridades civiles a las religiosas y de la implantación de un
proyecto político-social completamente orientado por una concepción rigorista de la religión, se
utiliza el término teocracia (revolución islámica de Irán, régimen talibán en Afganistán). En el
caso de la superioridad de la máxima autoridad civil, a la que se le confiere también autoridad
religiosa, sería de utilizacíon el término historiográfico "cesaropapismo", aunque no es habitual
emplearlo en países musulmanes, donde la situación es muy habitual (en distintos contextos,

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN


FACULTAD DE GEOLOGIA GEOFISICA Y MINAS
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA DE MINAS

CURSO:
REALIDAD NACIONAL

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PRESENTADO POR:
-CATASI PACHECO ALEX MANUEL
CUI:20172052
TURNO:
LUNES DE 7 A 9 AM

DOCENTE: ING.

AREQUIPA-PERU-2018
Tratado de Límites
Con Ecuador

El Perú limita con Ecuador desde 1830, año en que se


desintegró la Gran Colombia, dando origen a las
repúblicas de Venezuela, Colombia y Ecuador. La
frontera con el Ecuador quedó delimitada mediante
el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de
Janeiro, firmado el 29 de enero de 1942, por el doctor
Alfredo Solf y Muro, Ministro de Relaciones
Exteriores del Perú y Júlio Tobar Donoso, Ministro de
Relaciones Exteriores del Ecuador. Se constituyeron
garantes de su cumplimiento Brasil, Argentina, Chile
y los Estados Unidos de América.16

La frontera entre Perú y Ecuador fue demarcada a lo largo de 1.450 kilómetros, en la década de
los años 1950. Los gobernantes ecuatorianos se opusieron a que se concluyera la colocación de
los hitos en una parte de la cordillera del Cóndor, exactamente en un sector de 78 kilómetros,
de un total de 1.528,54, que es la longitud de la frontera entre ambos países. Desde entonces
se han generado numerosos conflictos, el más importante de todos en 1940. A raíz de la guerra
del Cenepa de 1995, se firmó el Acta de Brasilia, que complemente al Protocolo de Paz, Amistad
y Límites de Río de Janeiro, habiéndose colocados los hitos correspondientes a esos 78
kilómetros de frontera, quedando el conflicto de límites resuelto definitivamente con el
Ecuador.

Límites marítimos entre el Perú y el Ecuador

En mayo del 2011, Perú y Ecuador firmaron notas diplomáticas idénticas, llamadas también
notas reversales, las cuales constituyeron un entendimiento donde se define de manera
detallada la frontera marítima entre ambos países en atención a la existencia de «circunstancias
especiales», sin mencionar la Declaración de Santiago de 1952 ni el Convenio sobre Zona
Especial Fronteriza Marítima de 1954. Dichas notas reversales fueron registradas de manera
conjunta por ambos países en las Naciones Unidas, por lo que, en definitiva, la República del
Ecuador expresó que no participaría en el proceso ante la Corte Internacional de Justicia, sobre
la controversia de delimitación marítima entre Chile y Perú.

Meses después, el 23 de noviembre de 2012, los presidentes de Ecuador y Perú suscribieron


declaración presidencial conjunta sobre el reconocimiento internacional del golfo de Guayaquil
como "bahía histórica", en cuyo numeral II se indica que el "Acuerdo por Intercambio de Notas
de Contenido Idéntico" de mayo de 2011, "Determinó que, en atención a la existencia de
circunstancias especiales en el área adyacente a la frontera terrestre común, el límite entre los
espacios marítimos" de ambos Estados,18 lo que apoyó según el Perú, la visión conjunta de que
los límites marítimos fueron fijados recién el 2011 mediante las notas reversales.
Con Colombia

El presidente peruano Augusto B. Leguía (1908-


1912 y 1919-1930), afrontó abiertamente la
solución de los problemas limítrofes con los cinco
países vecinos del Perú, solución
irresponsablemente prorrogada o desatendida
por sus antecesores. Muchos de sus arreglos
limítrofes han sido y siguen siendo reprochados
duramente por sus conciudadanos, pero al menos
tuvieron la virtud de poner punto final a
problemas, que, de haberse prorrogado más en el
tiempo, habrían sido mucho más perjudiciales
para los intereses de su país.

Los límites entre Perú y Colombia quedaron fijados mediante el Tratado Salomón-Lozano,
firmado en Lima el 24 de marzo de 192219entre el ministro plenipotenciario de Colombia Pablo
Lozano y el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú Alberto Salomón Osorio.

Con Brasil

La frontera con Brasil fue delimitada por dos tratados: la Convención Fluvial sobre Comercio y
Navegación y Parcial Acuerdo de Límites entre Perú y Brasil,20 firmado en Lima, el 23 de octubre
de 1851, que fijó la línea de frontera al norte de la naciente del río Yavarí; y el Tratado entre el
Perú y Brasil para la determinación de las fronteras entre los dos países y establecer principios
generales sobre su comercio y navegación en la cuenca del Amazonas y Protocolo (Tratado de
Límites, Comercio y Navegación en la Cuenca del Amazonas entre Perú y Brasil),21 firmado en
Río en 1909.

Con Bolivia

La frontera con Bolivia fue delimitada también por dos tratados: el Tratado de Demarcación de
Fronteras entre Perú y Bolivia,22 firmado en La Paz, el 23 de septiembre de 1902 y el Tratado
de Rectificación de Fronteras entre Perú y Bolivia, firmado en La Paz, el 17 de septiembre de
1909; el Protocolo firmado en La Paz el 2 de junio de 1925 y el Protocolo Ratificatorio firmado
en La Paz el 15 de enero de 1932.

Con Chile

Artículos principales: Caso Tacna y Arica y Conflicto de delimitación marítima entre Chile y el
Perú.

Por el Tratado de Paz y Amistad entre Perú y Chile (Tratado de Ancón), firmado en Lima, el 20
de octubre de 1883, el Perú cedió a Chile el territorio de la provincia Litoral de Tarapacá, que
tenía como límite norte el río y quebrada de Camarones y, por el sur, la quebrada y río Loa.
Además, las provincias de Tacna y Arica continuarían en poder de Chile durante diez años, y a
su vencimiento, un plebiscito decidiría si dichas provincias retornaban al Perú o pasaban
definitivamente a Chile. El plebiscito en mención, nunca se realizó. Por el contrario, se habrían
puesto en práctica una política de persecución a los peruanos que vivían en ellas y una
chilenización de ambas provincias.

El 3 de junio de 1929, se firmó en Lima el Tratado y Protocolo Complementario para resolver la


cuestión de Tacna y Arica (Tratado de Lima).23 En virtud de este tratado Tacna retornaba al Perú
y Arica pasaba a integrar, en forma definitiva, el territorio chileno. También en este tratado, se
fijó la línea de frontera entre ambos países, cuyo punto de inicio es materia de debate en la
corte internacional de la Haya:

Límites marítimos entre el Perú y Chile

Sobre el límite marítimo surgió una controversia entre la República del Perú y la República de
Chile, a partir del argumento peruano que la delimitación del límite marítimo entre ambos países
estaría aún sin determinar; Chile sostenía, en cambio, que no existían temas limítrofes
pendientes con el Perú, por cuanto existirían tratados internacionales vigentes sobre la materia.
Luego de seguir un largo proceso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, ésta
sentenció estableciendo de manera definitiva la frontera marítima común, la cual se inicia en el
punto en que el paralelo geográfico que pasa por el Hito Nº 1 se interseca con la línea de baja
marea, y a partir de allí se prolonga hasta las 80 millas, luego continúa en dirección sudoeste
sobre una línea equidistante desde las costas de ambos países hasta su intersección con el límite
de las 200 millas náuticas medidas desde las líneas de base de Chile y, posteriormente, continúa
hacia el sur hasta el punto de intersección con el límite de las 200 millas marinas medidas desde
las líneas de base de ambos países. La Corte definió el trazado de la frontera marítimas sin
determinar las coordenadas geográficas precisas y dispuso que las partes debían proceder a
determinar tales coordenadas de conformidad con el fallo, lo cual ocurrió el 25 de marzo de
2014, mediante la suscripción de un acta llevada a cabo en la sede de la Cancillería de Perú.24
25

Límites actuales

Perú actualmente tiene una superficie continental de 1.285.215,6 km² y un perímetro total de
10.152,762 km. La mayor longitud de frontera y una de las más agrestes, es con Brasil, la cual
tiene una longitud de 2.822,496 km entre la boca del río Yavarí y la boca del río Yaverija en el
Acre y se desarrolla íntegramente en selva amazónica y la de menor longitud, con Chile de
apenas 169 km entre la meseta de Ancomarca hasta un punto en las cercanías del océano
Pacífico: el punto "Concordia" según el Perú, el Hito Nº 1 según Chile. Los límites totales según
su mayor o menor longitud, son:
Límite Perú-Brasil: 2.822,496 km desde la boca
del río Yavarí hasta la boca del río Yaverija en el
Acre.

Límite Perú-Ecuador: 1.528,546 km desde la


boca de Capones hasta la boca del Güepí en el
río Putumayo.

Límite Perú-Colombia: 1.506,06 km desde la


boca del río Güepí hasta la confluencia del río
Yavarí con el río Amazonas.

Límite Perú-Bolivia: 1.047,160 km desde la boca


del río Yaverija en el Acre hasta la meseta de
Ancomarca, en 17ª 29‘ 57“ de latitud sur y 69º
28‘ 28“ de longitud oeste (UTM: N8031396,478;
E20229373,478; Zona: 0,000; Factor escala:
4,917).

Límite Perú-Chile: 169 km, desde la meseta de Ancomarca, en 17ª 29‘ 57“ de latitud sur y 69º
28‘ 28“ de longitud oeste (UTM: N8031396,478; E20229373,478; Zona: 0,000; Factor escala:
4,917) hasta el punto denominado Concordia (18º 21' 08" Latitud Sur) en el Océano Pacífico.
Chile sostiene que es hasta el Hito Nº 1 (18° 21' 00" Latitud Sur).

Litoral en el Mar de Grau: 3.079,50 km, desde el límite con el Ecuador en el talweg de la Boca de
Capones en el norte hasta la intersección del paralelo geográfico que cruza el «Hito n.º 1» con
la línea de bajamar.

El Perú, geográficamente, limita, en virtud de la Ley Nº 24650:

Por el norte: con Ecuador y Colombia.

Por el sur: con Chile y Bolivia.

Por el este: con Brasil y Bolivia.

Por el oeste: con el Océano Pacífico o Mar de Grau.

El mar adyacente a las costas del Perú, presenta características singulares que determinan la
existencia de una importante biomasa de plancton y fitoplancton, más de 600 especies de peces
y una gran variedad y cantidad de mamíferos marinos, moluscos y crustáceos, entre los géneros
más importantes de la fauna marina. Adicionalmente, en su plataforma continental y otras áreas
submarinas, el Perú posee petróleo, gas natural y diversos recursos minerales y energéticos.

La Constitución peruana establece que el dominio marítimo del Perú comprende el mar
adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de 200 millas marinas
(artículo 54º). Mediante la Ley Nº 23856 del 24 de mayo de 1984 se dio la denominación de Mar
de Grau al dominio marítimo del Perú.

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