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Título original: Body Language.

H ow to read others' thoughts by theirgestares


Publicado en inglés por Sheldon Press, Londres
Indice
Traducción de Maricel Ford
Revisión de Ediciones Paidós

Cubierta de julio Vivas

A g ra d e c im ie n to s....................................................................................... 8

In tro d u c c ió n ............................................................................................... 9

Un marco de referencia para la comprensión . . . . 11


I L Los territorios y las z o n a s.............................................................. 24
1/ edición, 1988 III. Los gestos conlasp alm as................................................................ 35
7 ‘ reimpresión, 1997 . ÍV i Gestos con las manos y los b ra z o s........................................ 47
Quedan rigurosamente prohibidas,'sin la autorización escrita de lo* titulares del
V. Las manos en la c a r a ............................................................... 56
«Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de VI. Los brazos defienden............................................................... 68
esta obra por cualquier método o procedimiento, comprendidos la reprografía y el
tratamiento informático, y la distribución de e|empiares de ella mediante alquiler o préstamo V II. Las piernas d e f i e n d e n ....................................................... 76
públicos.
•V III. Otros gestos y actitudes frecuentes....................................... 85
© 1981 by Alian Pease VlX. Las señales con los o j o s ....................................................... 97
Derechos exclusivos de edición en castellano reservados para España Q í. Los gestos y los signos de la coquetería.........................................106
© de esta edición X I. Cigarros, cigarrillos, pipas y g a f a s .................................................112
Ediciones Paidós Ibérica, S. A., X II. Los gestos de p o s e s i ó n .................................................................H 8
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona
X III. La im itación.........................................................................................122
ISBN: 84-7509-479-1 X IV . La inclinación y el s t a t u s .................................................................126
Depósito legal: B-1.323/1997 XV. Los in d ic a d o r e s .................................................................................130
Impreso en Hurope, S. L., X V I. Escritorios, mesas y disposición de los asientos . . . 140
Recaredo, 2 - 08005 Barcelona X V II. Los juegos de p o d e r .........................................................................i49
X V III. Recopilación de todo lo aprendido................................................. 154
Impreso en España - Printed in Spain
A gradecim ientos Introducción
li­

Deseo agradecer a todos los que en forma directa o indirecta han contribuido a ba primera vez que oí hablar del importante, sino que era demasiado
la edición de este libro: Noel Bishop, Raoul Boielle, Ty Bond, Sue Brannigan, «lenguaje del cuerpo» fue en un se­ técnico para que un lego como yo
Matthew Braund, Doug Constable. John Cooke, Sharon Cooper, Chris Corck, minario en 1971; me entusiasmé tan­ pudiera aplicarlo en la práctica.
Brett Davies, Dr. André Davril, George Deveraux, Rob Edmonds, Iven to que quise aprender más. El con­ En este libro he resumido algunos
Frangí, Rex Gamble, Dave Goodwin, Jan Goodwin, Paul Gresham, Gerry ferenciante nos contó algo sobre las de los estudios realizados por los me­
Hatton, John Hepworth, Bob Heussler, Gay Huber, Prof. Phillip Hunsaker, investigaciones realizadas por el pro­ jores especialistas en el comporta­
Dianne Joss, Jacqueline Kent, Ian McKillop, Delia Mills, Desmond Morris, fesor Ray Birdwhistell en la Univer­ miento humano y los he combinado
Virginia Moss, Wayne Mugridge, John Nevin, Peter Opie, Diana O ’Sullivan, sidad de Louisville, que demostra­ con las investigaciones que del tema
Richard Otton, Ray Pease, David Plenderleith, David Rose, Richard Salis- ban que la comunicación humana se efectuaron personas de otras profe­
bury, Kim Sheumack, Jan Smith, Tom Stratton, Ron Tacchi, Steve Tokoly, efectúa más mediante gestos, postu­ siones, como la sociología, la antro­
Keith Weber, Alan White, Rob Winch y los Jaycees australianos. ras, posiciones y distancias relativas pología, la zoología, la comercializa­
que por cualquier otro método. En ción y las ventas.
aquella época, yo ya llevaba años tra­ Este libro incluye también nume­
bajando como vendedor a comisión rosas técnicas de «cómo hacer», ex­
y había recibido cursos intensivos traídas de gran cantidad de cintas de
y largos sobre técnicas de venta, pero video y filmes tomados por mí y por
en ellos nadie se había referido a los otros en Australasia y en el extran­
aspectos no verbales ni a las conse­ jero, algunas de las experiencias que
cuencias de las entrevistas cara a he tenido con varias personas de los
cara. miles que he entrevistado, reclutado,
Mis propias investigaciones mos­ entrenado, dirigido y situado en los
traban que se disponía de escasa in­ últimos quince años.
formación respecto del lenguaje del Este libro no es la última palabra
cuerpo, y aunque había bibliotecas y en lenguaje corporal ni contiene nin­
universidades que tenían registrados guna de las fórmulas mágicas que
estudios realizados sobre el tema, la prometen algunos libros. El propósi­
mayor parte de la información consis­ to de E l lenguaje del cuerpo es ha­
tía en escritos muy formales y su­ cer al lector más consciente de sus
posiciones teóricas reunidas por per­ propias señales no verbales y demos­
sonas que tenían poca o ninguna ex­ trarle cómo las personas se comuni­
periencia en el trato con otros seres can sin hablar.
humanos. Eso no implicaba que el En este libro se aísla y se analiza
trabajo que habían hecho no fuera cada componente del lenguaje del

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cuerpo y de la gesticulación, aunque cia inducen al temor y a la supersti­
pocos gestos se hacen aislados, sin ción y nos convierten en críticos de
I -i
combinarlos con otros; he intentado otros seres humanos. E l observador
también no extremar la simplifica­ de pájaros no los estudia para matar­ Un m arco de referencia p ara
ción. La comunicación no verbal es los y conservarlos como trofeos. Del la comprensión
un proceso complejo en el que inter­ mismo modo, el conocimiento de
vienen las personas, las palabras, el las formas no verbales de comunica­
tono de la voz y los movimientos del ción sirve para convertir el encuen­
cuerpo. tro con otra persona en una experien­
Habrá quienes alzarán las manos, cia interesante.
horrorizados, y dirán que el estudio AI principio este libro se destina­
A medida que nos acercamos al final por ende, de la importancia que éste
del lenguaje del cuerpo es solamente ba, como manual de trabajo, a la
del siglo XX, somos testigos del sur­ tiene en la vida.
otro medio del que se vale el co­ gente de ventas, gerentes y ejecuti­
gimiento de una nueva ciencia social: Charles Chaplin y muchos actores
nocimiento científico para explotar y vos, pero en los diez años que llevó
el no verbalismo. Así como el ob­ del cine mudo fueron los pioneros de
dominar a otros mediante la lectura su elaboración, investigando y reco­
servador de pájaros se deleita con­ las artes en la comunicación no ver­
de sus pensamientos más secretos. pilando, se fue ampliando de tal ma­
templándolos y estudiando su com­ bal; era la única forma de comuni­
Este libro intenta proporcionar al lec­ nera que toda persona, cualquiera
portamiento, el no verbalista goza cación disponible en la pantalla. El
tor una visión más profunda de la que sea su vocación y su posición so­
estudiando las claves no verbales de actor era bueno o malo según el uso
comunicación con sus congéneres cial, puede usarlo para comprender
los seres humanos. Las observa en que hacía de sus gestos y de otras
para que pueda comprender mejor a mejor el acontecimiento más com­
reuniones sociales, en las playas, en señales corporales para comunicarse.
otras personas y a él mismo. Enten­ plejo que se presenta en la vida: el
la televisión, en la oficina, dondequie­ Cuando se popularizaron las películas
der cómo funciona algo facilita la encuentro cara a cara con otra per­
ra que haya gente. El no verbalista habladas y se dio menos importancia
convivencia con ello, mientras que sona.
es un estudioso de la conducta que a los aspectos no verbales de la ac­
la falta de comprensión y la ignoran­ A lla n P ease
quiere aprender algo sobre los actos tuación, muchos actores de la época
de sus congéneres para aprender más muda desaparecieron y surgieron los
sobre sí mismo y sobre la forma de que tenían buena técnica oral.
mejorar sus relaciones con otros. En lo que se refiere al estudio
Resulta casi increíble que después técnico del lenguaje corporal, el tra­
de más de un millón de años de evo­ bajo realizado antes del siglo xx que
lución del hombre se hayan estudia­ más importancia tiene es el de Char­
do activamente en la década de los les Darwin, La expresión y las emo­
sesenta los aspectos no verbales de ciones en el hombre y en los anima­
la comunicación, y que el público les, publicado en 1872. Este libro
haya tomado conciencia de su exis- fue el germen de los estudios moder­
cia cuando Julius Fast publicó un li­ nos de las expresiones faciales y el
bro sobre el lenguaje del cuerpo en lenguaje corporal, y muchas de las
1970. El libro resumía los trabajos ideas y observaciones de Darwin han
realizados por los estudiosos del com­ sido ratificadas por los científicos
portamiento sobre la comunicación modernos de todo el mundo. Desde
no verbal hasta la época de su publi­ aquella época, los investigadores han
cación. Aún hoy, la mayoría ignora registrado casi un millón de claves y
la existencia del lenguaje corporal y, señales no verbales. Albert Mehra-

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bian halló que el impacto total de biológicamente animales. El homo sa­ Por lo general, las mujeres son con la capacidad inmediata de succio­
un mensaje es verbal en un 7 % (pa­ piens es un género de los primates, más perceptivas que los hombres; eso nar, y eso indica que esa capacidad es
labras solamente), 38 % vocal (in­ un mono no peludo que aprendió ha dado origen a que se hable de la innata o genética. El científico ale­
cluye el tono de la voz, los matices y a caminar sobre dos patas y tiene un intuición femenina. Las mujeres tie­ mán Eibl-Eibesfeldt averiguó que la
otros sonidos) y 55 % no verbal. El cerebro avanzado e inteligente. Como nen una habilidad innata para per­ sonrisa de los niños nacidos ciegos y
profesor Birdwhistell hizo cálculos otras especies, la nuestra está diri­ cibir y descifrar señales no verbales, sordos se produce aunque no hayan
similares de la proporción de comu­ gida por leyes biológicas que contro­ así como para retener los pequeños podido aprenderla por imitación, lo
nicación no verbal entre seres huma­ lan nuestros actos: reacciones, len­ detalles. Por eso pocos maridos pue­ que califica a la sonrisa como innata
nos. Calculó que la persona media guaje corporal y gestos. Lo fascinante den mentir a sus esposas sin que ellas o genética. Ekman, Friesen y Soren-
dice palabras durante un total de diez es que el animal humano rara vez es se den cuenta, y muchas mujeres pue­ son apoyaron algunas de las opinio­
u once minutos al día y que la frase consciente de que sus posturas, mo­ den mentir sin que los maridos lo nes de Darwin sobre los gestos inna­
media se dice en solamente 2,5 se­ vimientos y gestos nos cuentan una adviertan. tos cuando estudiaron las expresio­
gundos. Al igual que Mehrabian, des­ historia mientras su voz nos cuenta La intuición femenina se eviden­ nes faciales de gente de cinco civili­
cubrió que el componente verbal de otra. cia especialmente en las mujeres que zaciones muy distintas. Averiguaron
una conversación cara a cara es me­ han criado niños. Durante los prime­ que cada cultura usaba los mismos
nor al 35 % y que más del 65 % ros años, la madre se comunica con gestos faciales básicos para demostrar
de la comunicación es de tipo no ver­ PERCEPCION, INTUICIO N la criatura solamente en forma no emoción. Eso los llevó a la conclu­
bal. Y CORAZONADAS verbal. Ese podría ser el motivo por sión de que esos gestos eran in­
La mayoría de los investigadores el cual las mujeres suelen ser más natos.
coincide en que el canal verbal se Desde un punto de vista técnico, perceptivas que los hombres. Cuando usted se cruza de brazos,
usa principalmente para proporcionar cada vez que calificamos a alguien de ¿cruza el izquierdo sobre el derecho
información, mientras que el canal perceptivo o intuitivo, nos estamos o viceversa? Casi nadie puede descri­
no verbal se usa para expresar las refiriendo a su capacidad para leer SEÑALES CULTURALES bir con certeza qué es lo que hace
actitudes personales, y en algunos ca­ las claves no verbales de otra perso­ APRENDIDAS, GENETICAS hasta que no lo prueba. Mientras una
sos como sustituto de los mensajes na y compararlas con las señales ver­ E INNATAS manera resulta cómoda, la otra pare­
verbales. Por ejemplo: una mujer bales. En otras palabras, cuando de­ ce errónea. La evidencia sugiere que
puede echar a un hombre «una mi­ cimos que tenemos la corazonada o Se ha investigado y discutido mu­ ese gesto puede ser también genético
rada que mata»; ella transmite un el presentimiento de que alguien ha cho para descubrir si las señales y que no puede cambiarse.
mensaje muy claro sin necesidad de mentido, queremos decir, en reali­ no verbales son innatas, aprendidas, Todavía se discute si algunos ges­
abrir la boca. dad, que el lenguaje de su cuerpo transferidas genéticamente o adquiri­ tos son aprendidos y se convierten en
En cualquier civilización es tan no coincide con lo que ha dicho. das de alguna otra manera. Se ha es­ costumbres o son genéticos. Por
predecible la aparición conjunta de E s lo que los conferenciantes llaman tudiado a gente ciega y /o sorda que ejemplo, la mayoría de los hombres
palabras y movimientos que Bird­ público alerta o relacionarse con un no haya podido aprender las señales se pone la chaqueta comenzando por
whistell dice que un observador con grupo. Por ejemplo: si la gente está verbales por vía visual ni auditiva, ni la manga derecha y la mayoría de las
mucha práctica podría decir qué mo­ sentada e inclinada hacia atrás, con observando la conducta gestual de mujeres comienza por la izquierda.
vimiento está efectuando una perso­ la barbilla baja y los brazos cruza­ miembros de civilizaciones diferentes Cuando un hombre pasa al lado de
na con sólo oírle la voz. De la mis­ dos, el orador perceptivo tendrá ni el comportamiento de nuestros una mujer en una calle muy concurri­
ma manera, Birdwhistell aprendió a la corazonada de que lo que dice no parientes antropológicos más cerca­ da, vuelve el cuerpo hacia la mujer,
determinar en qué idioma está ha­ llega al público. Se dará cuenta de nos: los grandes simios y los monos. mientras que la mujer, en la misma
blando alguien, solamente viéndolo que debe hacer un enfoque diferente Los resultados de esta investiga­ situación, se gira alejando el cuerpo
gesticular. para ganar la atención. En la misma ción indican que hay gestos de las del hombre. ¿Lo hace instintivamen­
A mucha gente le resulta difícil situación, un conferenciante que no cuatro clases. Por ejemplo: la mayo­ te para proteger sus pechos? ¿E s una
aceptar que los seres humanos son fuera perceptivo fracasaría. ría de las criaturas primates nacen reacción innata, o la ha aprendido en

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forma inconsciente de otras mujeres? En su origen, la sonrisa fue un gesto de con rapidez por Europa y Asia, en
Gran parte de nuestra conducta de amenaza, pero hoy se hace en otros lugares tiene otros orígenes y
no verbal básica es aprendida, y el combinación con otros gestos no otros significados, En Francia tam­
significado de los movimientos y ges­ amenazadores que denotan placer. bién quiere decir cero o nada; en Ja ­
tos está determinado por el tipo de El encogerse de hombros resulta pón puede significar dinero y en al­
civilización. Veamos abora esos as­ también un buen ejemplo de gesto gunos países del Mediterráneo indica
pectos del lenguaje corporal. universal empleado para indicar que un orificio, usándose 8 menudo el
una persona no sabe o no entiende gesto para indicar que un Hombre es
algo. E s un gesto múltiple que cons­ homosexual.
ALGUNOS G ESTO S ta de tres partes principales: las pal­ A los turistas les conviene seguir
HABITUALES Y SUS O RIG EN ES mas expuestas, los hombros encogi­ la regla: donde fueres haz lo que vie­
dos y las cejas levantadas (fig. 1). res. Eso puede evitarles situaciones
La mayor parte de los gestos bási­ embarazosas.
cos de comunicación son los mismos
en todo el mundo. Cuando la gente
se siente feliz, sonríe; cuando está E l gesto del pulgar hacia arriba
triste o enfadada, frunce el ceño. In­
clinar la cabeza hacia adelante es casi El gesto del anillo o del «O K » En Gran Bretaña, Australia y Nue­
universalmente una señal de asenti­ va Zelanda, el gesto de levantar el
miento: el «sí». E s una forma de Este gesto se popularizó en Esta­ pulgar tiene tres significados: el de
inclinar la cabeza pero parece ser un dos Unidos a principios del si­ pedir que lo admitan a uno en un ve­
gesto innato puesto que también lo glo x ix , al parecer debido a los pe­ hículo, como hacen los que viajan «a
efectúan los ciegos y los sordos. Mo­ riódicos que en aquel tiempo inicia­ dedo»; el de «todo bien» como el
ver la cabeza de uno a otro lado in­ ron la moda de usar iniciales para gesto de «O K »; y cuando se levanta
dica negación: el «no». E s también acortar frases hechas. Hay varias teo­ el pulgar con brusquedad se convier­
universal y puede haberse aprendido rías sobre el significado de las letras te en una señal de insulto que indica
en la infancia. Cuando un bebé ha «O K »; algunos creen que proceden
bebido suficiente leche, mueve la ca­ de « olí korrect», una forma incorrec­
beza de un lado a otro para rechazar Fig. 1. El gesto de encogerse ta de escribir «all correcta (todo
el pecho materno. Cuando un niño de hombros. bien). Otros dicen que significa lo
pequeño ha comido lo suficiente sa­ opuesto de knock out —KO — (fue­
cude la cabeza para impedir que la Así como el lenguaje hablado di­ ra de combate). Otra teoría popular
madre le ponga la cuchara en la fiere en culturas diferentes, el len­ sostiene que las iniciales correspon­
boca; así aprende a hacer el gesto de guaje no verbal también puede va­ den al «O íd Kinderhook», lugar de
negativa y mostrar que está en desa­ riar. Un gesto puede resultar común nacimiento de un presidente norte­
cuerdo. y tener un significado conocido en americano del siglo x ix que usó las
una cultura y desconocerse o inter­ letras como eslogan en la campaña
El origen de algunos gestos puede
referirse a nuestro primitivo pasa­ pretarse distintamente en otra. To­ electoral. Nunca sabremos cuál es la
memos como ejemplo las interpreta­ teoría acertada peto parece que el
do animal. Mostrar los dientes deri­
ciones y consecuencias de tres gestos anillo representa a la «O » de «O K ».
va del acto de atacar y aún hoy el
comunes de las manos: el del anillo, El significado de «todo bien» es co­
hombre moderno usa ese gesto para
el del pulgar hacia arriba y el de mún en todos los países de habla in­
expresar desdén u hostilidad (aun­
la V. glesa y aunque la expresión se difun­
que no piense atacar con los dientes),

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el europeo insultado fuera un taber­
nero, podría responder sirviendo dos
jarros de cerveza al inglés o al aus­
traliano.
Los ejemplos demuestran que las
diferentes interpretaciones de los
gestos pueden conducir a situaciones
difíciles y que las raíces culturales de
la persona deben tenerse en cuenta
antes de sacar conclusiones precipi­
tadas sobre su lenguaje corporal y
gestos. Por consiguiente, a menos
que se especifique otra cosa, nuestras
interpretaciones se referirán a perso­
nas adultas, blancas y de clase media.
Fig. 4. «¡En el tuyo!-»
E L CONJUNTO DE G ESTO S
«en el tuyo».* En algunos países, El signo de la V
Uno de los errores más graves que Fig. 5. Grupo de gestos de evaluación
como Grecia, el significado principal
El signo de la V es popular en puede cometer un novato en el len­ crítica.
es «¡vete a la m ...!» , así que pueden
Australia, Nueva Zelanda y Gran guaje del cuerpo es interpretar un
imaginar el problema del australia­
gesto aislado de otros y de las cir­
no que viaja «a dedo» en Grecia. Bretaña y se interpreta como «arri­
ba». Winston Churchill popularizó el cunstancias. Rascarse la cabeza, por verbales y las compara con las ex­
Cuando los italianos cuentan de uno
ejemplo, puede significar muchas co­ presadas oralmente.
a cinco levantan el pulgar para indi­ signo de la V como señal de victoria
sas: caspa, piojos, sudor, inseguri­ La figura 5 muestra un conjunto
car el uno y el índice para el dos. durante la Segunda Guerra Mundial,
dad, olvido o mentira, en función de de gestos que expresan evaluación
La mayoría de los australianos, nor­ pero su versión de la V hecha con
los demás gestos que se hagan simul­ crítica. El principal es el de la mano
teamericanos e ingleses levantan el dos dedos era con la palma de la
táneamente. Para llegar a conclusio­ en la cara, con el índice levantando
índice para el uno y el mayor para mano hacia afuera, porque con la pal­
nes acertadas, deberemos observar la mejilla y otro dedo tapando la
el dos, así que el pulgar vendría a in­ ma hacia adentro simboliza un insul­
los gestos en su conjunto. boca mientras el pulgar sostiene el
dicar el cinco. to obsceno. En casi toda Europa, la
Como cualquier otro lenguaje, el mentón. Otras evidencias de que
El pulgar se usa, combinado con versión que muestra la palma aún
del cuerpo tiene también palabras, el que escucha analiza críticamente al
gestos, como señal de poder y su­ significa victoria, de modo que si un
frases y puntuación. Cada gesto es que habla, las proporcionan las pier­
perioridad o en situaciones en que inglés emplea el gesto para indicar a
como una sola palabra y una palabra nas muy cruzadas y el brazo cruzado
la gente trata de mantenernos «bajo un europeo continental que está sa­
puede tener varios significados. Sólo sobre el pecho (defensa), mientras la
el pulgar». En otro capítulo tratare­ tisfecho, puede dejar pensando al eu­
cuando la palabra forma parte de una cabeza y el mentón están un poco
mos con más detalle el uso del pul­ ropeo en « ¿ a qué victoria se referi­
frase, puede saberse su significado inclinados hacia abajo (hostilidad).
gar en estos contextos particulares. rá?». Ese gesto significa el número
correcto. Los gestos se presentan «en La «frase no verbal» dice algo así
dos en muchas zonas europeas, y si
frases» y siempre dicen la verdad como «no me gusta lo que está di­
* «En el tuyo» significa «E n tu c ...» , porque ese gesto, cuando es agresivo, es la sobre los sentimientos y actitudes de ciendo y no estoy de acuerdo».
respuesta al gesto de levantar un dedo (por lo general el mayor) pero puede ser tam­ quien los hace. La persona percepti­
bién el Indice que expresa «Mételo en d c ...» . [T .] va es la que lee bien las frases no

16 17
/ de ese gesto y no se sorprendió cuan­ la mano como un «pescado frío»; en
do se manifestaron los problemas ma­ el capítulo sobre las técnicas del apre­
trimoniales. tón de manos analizaremos los moti­
La observación de los grupos de vos de esta creencia. Pero si un hom­
gestos y de la congruencia entre los bre sufre de artritis en las manos,
canales verbales y no verbales de co­ lo más probable es que tienda la de­
municación son las claves para inter­ recha como un «pescado frío» para
pretar correctamente el lenguaje del evitar el dolor que puede producirle
cuerpo. el apretón. Los pintores, músicos, ci­
rujanos y todos aquellos cuyo trabajo
o vocación exige trabajo manual de­
Los gestos en el contexto licado, suelen preferir no estrechar la
mano, y si se ven obligados a hacerlo
Además de considerar a los ges­ puede que den un «pescado frío»
tos agrupados y de tener en cuenta para protegerla.
la congruencia entre lo que se dice La persona que usa ropa que no
y el movimiento corporal, todos los le queda bien, o ajustada, no pue­
gestos deben considerarse dentro del de hacer ciertos gestos, y eso in­
contexto en que se producen. Por cide sobre el uso de su lenguaje
ejemplo, si alguien está de pie en la del cuerpo. Esto le ocurre a una mi­
parada del autobús, con los brazos y noría, pero hay que tener en cuenta
las piernas cruzados y el mentón bajo el efecto que las restricciones físicas
en un día de invierno, lo más proba­ o incapacidades pueden haber teni­
ble es que tenga frío y no que esté do en el movimiento corporal.
a la defensiva. Pero si esa persona
hace los mismos gestos cuando está
La congruencia Con frecuencia vemos a algún po­ sentada frente a usted con una mesa E l status y el poder
lítico de alta jerarquía detrás de un de por medio, y usted está tratan­
Si usted, o el que habla, fuera a atril, con los brazos muy cruzados do de convencerla de algo, de ven­ La investigación en el campo de la
pedir opinión al que escucha como sobre el pecho (a la defensiva) y el derle una idea, un producto o un lingüística ha demostrado que hay
en la figura 5 y éste le dijera oralmen­ mentón bajo (crítico u hostil), mien­ servicio, la interpretación correcta es una relación directa entre el status,
te que no está de acuerdo, las seña­ tras le dice al público que él es muy que la persona está a la defensiva y poder o prestigio de una persona y
les no verbales serían congruentes receptivo y abierto a las ideas de los en actitud negativa. su vocabulario. Cuanto más alta es
con la expresión oral. Si en cambio jóvenes. Puede que intente conven­ En todo este libro los gestos se la situación en la escala social o la­
dijera que le parece muy bien lo que cer a la concurrencia de su enfoque analizarán en su contexto, y cuando boral, mayor es la capacidad de la
dijo, estaría mintiendo porque no ha­ humano y cálido mientras da golpe- sea posible se estudiarán agrupados. persona para comunicarse con pala­
bría coherencia entre lo verbal y lo citos secos y cortos, tipo karate, so­ bras y frases. Los estudios no verba­
no verbal. El estudio demuestra que bre el atril. En una ocasión, Sigmund listas han revelado una correlación
las señales no verbales influyen cin­ Freud advirtió que mientras su pa­ Otros factores que afectan entre el uso de la palabra hablada y
co veces más que las orales y que, ciente le decía que era muy feliz en a la interpretación el grado de gesticulación que emplea
cuando son incongruentes entre sí, la su matrimonio, sin darse cuenta se una persona para comunicar su men­
gente se fía más del mensaje no quitaba y ponía repetidamente la E s muy probable que se acuse de saje. Esto significa que el status, po­
verbal. alianza. Freud apreció el significado tener carácter débil al hombre que da der o prestigio, está en relación di-

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recta con el número de gestos y LA SIM ULACION
movimientos corporales que hace la EN E L LEN G U A JE D EL CUERPO
persona.
La velocidad de algunos gestos y Una pregunta que se escucha con
el modo en que resultan obvios para frecuencia es: «¿ E s posible fingir en
los demás está relacionada con la el lenguaje del cuerpo?»
edad de los individuos. Si una niña La respuesta general es «no», por­
de cinco años dice una mentira a sus que la falta de congruencia se mani­
padres, se tapará inmediatamente la festaría entre los gestos principales,
boca con una o las dos manos {fig. 6). las microseñales del cuerpo y el
El gesto indica a los padres que la lenguaje hablado. Por ejemplo: las
niña mintió y ese gesto continúa palmas a la vista se asocian a la ho­
usándose toda la vida, variando so­ nestidad, pero cuando el farsante
lamente su velocidad. Cuando la ado­ abre las palmas hacia afuera y son­
lescente dice una mentira, también ríe mientras dice una mentira, los mi-
lleva la mano a la boca como la crogestos lo delatan. Pueden con­
niña de cinco años, pero, en lugar de traerse las pupilas o levantarse una
taparla bruscamente, sus dedos ape­ ceja, o una comisura puede temblar,
nas rozan su boca (fig. 7). y esas señales contradicen el gesto
El gesto de taparse la boca se vuel­ de exhibir las palmas de las manos
ve más refinado en la edad adulta. y la sonrisa «sincera». El resultado
Cuando el adulto dice una mentira, es que el oyente tiende a no creer en
el cerebro ordena a la mano que tape lo que el farsante está diciendo.
la boca para bloquear la salida de las La mente humana parece poseer
palabras falsas, como ocurría con la un mecanismo infalible que registra
niña y la adolescente, pero en el úl­ la desviación cuando recibe una se­
timo momento aparta la mano de la rie de mensajes no verbales incon­
boca y el resultado es un gesto to­ gruentes. Pero existen algunos casos
cándose la nariz (fig. 8). en que se simula un lenguaje del
Ese gesto no es más que la ver­ cuerpo expresamente para ganar cier­
sión refinada, adulta, del gesto de ta­ tas ventajas. Pensemos en los concur­
parse la boca que se usó en la niñez. sos para elegir Miss Mundo o Miss
Esto sirve de ejemplo para mostrar Universo, en los que cada participan­
que cuando un individuo se hace ma­ te estudia cómo debe moverse para
yor, muchos de sus gestos se vuel­ dar una impresión de calidez y sin­
ven más elaborados y menos obvios. ceridad. En función del modo en que
E s más difícil interpretar los gestos cada participante envíe esas señales,
de una persona de cincuenta años se obtendrán más o menos puntos de
que los de un individuo mucho más los jueces, pero como hasta los ex­
joven. pertos sólo pueden fingir el lenguaje
corporal durante un corto lapso, lle­
gará el momento en que el cuerpo Fig. 8. Un adulto diciendo
comience a emitir señales indepen- una mentira.

20 21
dientes de la acción consciente. Mu­ dan la sensación de que el indivi­ zados usando el ralentí muestran COMO APRENDER
chos políticos son expertos en el arte duo no está diciendo la verdad. Du­ que esos microgestos pueden pro­ E L LEN G U A JE D E L CUERPO
de fingir el lenguaje corporal, para rante la mentira, el subconsciente en­ ducirse en una fracción de segun­
hacer creer a los electores lo que es­ vía energía nerviosa al exterior, que do, y sólo pueden detectarlos los Reserve por lo menos quince mi­
tán diciendo. Del político que logra se manifiesta en gestos que pueden entrevistadores profesionales, la gen­ nutos al día para estudiar y leer los
eso se dice que tiene carisma. contradecir lo que dice la persona en te de ventas y aquellas personas a las gestos de otras personas, así como
El rostro es lo que más se usa para cuestión. Algunos individuos cuyo que denominamos perceptivas, que para tomar conciencia de sus pro­
encubrir mentiras. Empleamos son­ trabajo exige mentir, como los po­ pueden verlos en forma consciente pios gestos. Cualquier lugar en el que
risas, gestos de asentimiento, guiños, líticos, abogados, actores o anuncia­ durante una conversación o un trato se reúne gente que interactúa es apro­
intentando encubrimos, pero, desgra­ dores de televisión, han refinado sus comercial. Los mejores entrevistado- piado para ello. Un aeropuerto es un
ciadamente para nosotros, nuestras gestos corporales hasta tal punto que res y vendedores son los que han de­ lugar especialmente apropiado para
señales corporales dicen ¡a verdad y resulta difícil «ver» la mentira: la sarrollado la capacidad inconsciente la observación de todo el espectro
no hay congruencia entre los gestos gente la cree y se traga la camada, el de leer los microgestos durante las de gestos humanos, pues la gente ex­
del cuerpo y los de la cara. El estu­ anzuelo y la plomada. conversaciones cara a cara. presa abiertamente, mediante gestos,
dio de las señales faciales es un arte. Los gestos pueden elaborarse de E s obvio, entonces, que para po­ la ansiedad, el disgusto, la pena, la
En este libro se le dedica poco es­ dos maneras. O bien se practica lo der mentir con éxito se debe escon­ felicidad, la impaciencia y muchas
pacio y recomiendo, para mayor que «se siente» como gestos correc­ der el cuerpo o no exponerlo a la otras emociones. Las reuniones so­
información, el libro de Robert L. tos para lo que se dice (esta técnica vista. Por ello, en el interrogatorio ciales o de negocios y las fiestas re­
Whiteside, E l lenguaje del rostro. sólo da resultado cuando se ha prac­ policial, se sitúa al sujeto en una silla sultan excelentes para observar. H a­
En resumen: es difícil simular el ticado diciendo muchísimas mentiras en que sea bien visible y bajo luces biendo estudiado el lenguaje del
lenguaje del cuerpo durante mucho durante mucho tiempo); o bien se que le den de lleno en el cuerpo, ex­ cuerpo, usted puede asistir a una
tiempo, pero, como veremos, es bue­ elimina la mayor parte de los ges­ puesto enteramente a los que lo in­ fiesta, sentarse solo en un rincón
no aprender y usar los gestos abier­ tos, de modo que no se hagan gestos terrogan; en esa situación se detectan toda la noche como flor de empape­
tos, positivos, para comunicarse, y positivos ni negativos mientras se las mentiras con más facilidad. Por lado, y entretenerse muchísimo mi­
eliminar los gestos que puedan en-^. miente (esta técnica también es su- supuesto, es más fácil decir mentiras rando los rituales del lenguaje corpo­
viar señales negativas. Esto puede Ni mámente difícil), si se está sentado detrás de un es­ ral de la gente. La televisión ofrece
hacernos sentir más cómodos con la ^ Haga el ensayo siguiente cuando critorio que oculta buena parte del una buena oportunidad para apren­
gente y ser mejor aceptados por ella. se presente la ocasión. Diga una cuerpo, o mientras se mira por enci­ der la comunicación no verbal. Baje
mentira adrede a alguien conocido y el sonido y, sólo mirando, trate de
ma de una cerca, o detrás de una
realice el esfuerzo consciente nece­ entender qué está ocurriendo en la
puerta cerrada. Lo más cómodo para
Cómo mentir bien sario para suprimir todos los gestos pantalla. Poniendo el sonido cada
mentir es el teléfono.
del cuerpo mientras éste está a la vis­ cinco minutos, podrá controlar la
Lo difícil de mentir es que el sub­ ta de la otra persona. Aun cuando precisión de su lectura no verbal, y
consciente actúa en forma automáti­ haya anulado conscientemente los
dentro de un tiempo, no mucho, po­
ca e independientemente de nuestra grandes gestos, el cuerpo seguirá drá mirar un programa entero sin
mentira verbal: el lenguaje del cuer­ transmitiendo numerosos microges-
sonido alguno y entender qué está
po nos delata. Por eso se descubre tos. Estos incluyen temblores facia­
pasando, tal y como lo hacen los
fácilmente a la gente que no está les — tics de los músculos— , dilata­
sordos.
acostumbrada a mentir, a pesar de ción y contracción de las pupilas, su­
la convicción que pueda mostrar. En dor de la frente, rubor, aumento de
el instante en que alguien empieza a la frecuencia del pestañeo y muchí­
mentir, el cuerpo envía al exterior simos otros gestos diminutos que de­
señales contradictorias y éstas nos latan la mentira. Los estudios reali­

22 23
alguna remota región africana puede Distancias zonales
tener un espacio territorial de cin­
n cuenta kilómetros de radio o más,
según la densidad de la población de
El radio de la burbuja alrededor
del individuo blanco de clase media
L os territorios y la s zonas leones en esa zona, y marca las fron­ que vive en Australia, Nueva Zelan­
teras orinando y defecando en ellas. da, Inglaterra y Norteamérica es el
Pero un león criado en cautividad mismo, y ese radio puede dividirse
con otros leones puede tener un es­ en cuatro distancias zonales bien
pacio personal de sólo unos metros, claras.
como resultado directo de la mayor 1. Zona intima (15 a 45 centí-
muchísimas calles que son los terri­ densidad de población. metros). E s la más importante y es
Se han escrito miles de libros y ar­
torios de las personas que viven en Como los otros animales, el hom­ la que una persona cuida como su
tículos sobre la forma en que pája­
ellas. Los habitantes de cada territo­ bre tiene su propia «burbuja de aire» propiedad. Sólo se permite la en­
ros, peces y primates delimitan y
rio comparten algo intangible, y eso portátil cuyas dimensiones dependen trada a los que están emocionalmen­
defienden sus territorios. Hace pocos
llega a volverlos salvajes cuando se también de la densidad de la pobla­ te muy cerca de la persona en cues­
años, se descubrió que también el
trata de defenderlos. ción en su lugar de origen. La ampli­ tión: el amante, los padres, el cón­
hombre tenía sus territorios persona­
Un territorio es también el espa­ tud de la zona personal está determi­ yuge, los hijos, los amigos íntimos
les. Una vez estudiado el fenómeno y
nada por el tipo de cultura. En la ci­ y los parientes. Hay una subzona que
entendidas sus consecuencias, pudo cio que una persona considera como
propio, como si de una extensión de vilización japonesa, por ejemplo, se llega hasta unos quince centímetros
profundizarse en la comprensión de
su cuerpo se tratara. Cada uno tiene prefiere la proximidad, mientras que del cuerpo y a la que otra persona
la propia conducta tanto como en la
su propio tetritorio personal, que in­ en otras civilizaciones se eligen «los puede llegar sólo mediante el contac­
de la ajena. Asimismo las reacciones
cluye también los alrededores de sus espacios amplios». Nos ocuparemos to físico: es la zona íntima privada.
de las personas en situaciones cara-a-
cara pudieron empezar a predecirse posesiones: la casa (que puede tener sobre todo de la conducta territorial 2. Zona personal (entre 46 cen­
una cerca como frontera), el interior occidental. tímetros y 1,22 metros). E s la dis­
con más facilidad. El antropólogo
norteamericano Edward T. Hall fue de su vehículo, su dormitorio o su El status afecta también a la dis­ tancia que separa a las personas en
uno de los pioneros en el estudio de sillón. Como descubrió el doctor tancia entre las personas, pero eso una reunión social, o en la oficina, y
Hall, todos tenemos un espacio de­ se tratará en otro capítulo. en las fiestas.
las necesidades espaciales del hom­
finido alrededor de nuestro cuerpo. 3. Zona social (entre 1,23 y 3,6
bre, y a principios de los años sesen­
ta creó la palabra «proxemia» (de En este capítulo nos ocuparemos metros). Esa es la distancia que nos
proximidad o cercanía). Sus investi­ de las consecuencias de la zona per­
gaciones en el campo de la proxemia sonal del espacio y de cómo reac­
ciona la gente cuando ésta es inva­ Fig. 9. Distancias zonales
han conducido a una mayor compren­
sión de nuestras relaciones con el dida.
prójimo.
Un país es un territorio claramen­
te definido por sus fronteras, a ve­ E L ESPA CIO PERSONAL
A
ces protegidas por guardias armados.
Dentro de cada país hay territorios Casi todos los animales conside­
más reducidos como las regiones o ran como propio un cierto espacio
las provincias. Dentro de estos te­ alrededor de sus cuerpos. Hasta dón­
rritorios existen otros, a su vez, de se extiende ese espacio, depende
mucho más pequeños, llamados ciu­ fundamentalmente de las condiciones
dades, que contienen suburbios, con en que el animal se crió. Un león de

25
24
separa de los extraños: el lampista permite estar. Un empleado nuevo te cuando se encuentran en situacio­ el vecino desconocido, se dará cuen­
o el carpintero que hace reparacio­ puede sentir que, al principio, sus nes de hacinamiento; por ejemplo, ta de por qué los que van al cine
nes en casa, el cartero, los proveedo­ compañeros lo tratan con frialdad; lo cuando se viaja en un vehículo solos prefieren entrar cuando han
res, el nuevo empleado en el trabajo mantendrán a la distancia de la zona público atestado. Algunas reglas son: apagado las luces y ya se está pro­
o la gente que no conocemos bien. social hasta que lo conozcan mejor. 1. No es correcto hablar con na­ yectando la película. Cuando estamos
4. Zona pública (a más de 3,6 Con el tiempo, la distancia territorial die, ni siquiera con alguien conocido. en un ascensor, en un autobús o en
metros). E s la distancia cómoda para entre él y sus compañeros disminuye, 2. Debe evitarse mirar a la un cine llenos, la gente que está a
dirigirnos a un grupo de personas. hasta que, finalmente, se lo admi­ gente. nuestro alrededor deja de ser un con­
te en la zona personal y, en algunos 3. Debe mantenerse la «cara de junto de personas, es decir, no exis­
casos, en la zona íntima. póquer», totalmente inexpresiva. ten como seres que nos conciernen; y
Aplicaciones prácticas La distancia entre las caderas de 4. Si se lleva un libro o un dia­ a pesar de que penetren en nuestra
de las distancias zonales dos personas que están dándose un rio, se simulará estar dedicado a su zona íntima, no respondemos como
%; beso puede indicarle la relación que lectura. lo haríamos si fuésemos atacados.
Cuando una persona penetra en existe entre ellas. Los enamorados 5. Cuantas más personas haya en Una multitud airada o un grupo de
nuestra zona íntima, lo hace por una juntan con fuerza sus torsos y com­ el lugar, menos movimientos deben gente que reclama una misma cosa
de las dos razones siguientes. Prime­ parten así sus zonas ínfimas. La dis­ efectuarse. no reacciona en la misma forma en
\P ra: la persona que entra es un j ú ­ tancia es diferente cuando se trata 6. En los ascensores, debe mi­ que lo hace cada individuo cuando
nente cercano^ o un amigo, o al­ del beso de un extraño en la víspera rarse el tablero que señala los nú­ siente su territorio invadido. En rea­
guien que efectúa un avance sexual. de año nuevo o del beso de la espo­ meros de los pisos. lidad ocurre algo muy diferente. A
Segunda: la persona que entra es sa de su mejor amigo; en esos casos Con frecuencia escuchamos adjeti­ medida que aumenta la densidad de
i4?ostü^y desea atacar^Si bien tolera^ las personas mantienen las pelvis se­ vos como «preocupado», «infeliz», la multitud, cada individuo tiene me­
mSs m trusos'éb'la'zona personal y paradas por lo menos por 15 cen­ «abatido», cuando se describe a la nos espacio personal y adopta, por
social, la intromisión de un extraño tímetros. gente que debe viajar en las horas tanto, una actitud hostil; a medida
en la zona íntima ocasiona cambios Una de las excepciones a la rela­ punta. Se usan esos calificativos de­ que aumenta la densidad de pobla­
fisiológicos en nuestros cuerpos. El ción distancia/intimidad se produce bido al aspecto inexpresivo, «en ción a su alrededor se enoja cada vez
corazón late con mayor rapidez, se cuando el espacio está determinado blanco», de los viajeros, pero el ob­ más; y podría producirse una pelea.
descarga adrenalina en el fluido san­ por la posición social de una perso­ servador comete un error de juicio: La policía usa este tipo de informa­
guíneo y llega más velozmente san­ na. Por ejemplo, el gerente de una con ese aspecto, los que viajan están ción cuando trata de dispersar una
gre oxigenada al cerebro y a los empresa puede ser el compañero de cumpliendo con las reglas que rigen aglomeración: cada individuo recu­
músculos para que estén preparados pesca de un subordinado durante los la invasión inevitable de sus zonas pera entonces su espacio personal y
para una posible pelea o huida. fines de semana, y cuando van a pes­ íntimas en los lugares muy poblados. se tranquiliza.
Eso significa que rodear con el car en esas ocasiones, cada uno llega No dude respecto de lo anterior; Hace pocos años que los gobiernos
brazo los hombros de alguien que us­ a entrar en la zona personal del otro; la próxjma vez que vaya solo a un y los urbanistas dan importancia al
ted acaba de conocer, aunque sea de pero en la empresa, el gerente man­ cine lleno de gente, fíjese cuál es su efecto que tienen sobre los indivi­
manera muy amistosa, puede hacer tiene al subordinado a una distancia comportamiento. Cuando el acomo­ duos los proyectos de viviendas den­
que la persona tome una actitud ne­ social para observar las reglas no es­ dador lo conduzca hasta su butaca, samente pobladas. Las consecuencias
gativa hacia usted; aunque, para no critas de los estratos sociales. rodeada por un mar de caras desco­ del hacinamiento aparecieron en un
ofender, sonría y parezca estar con­ El hacinamiento en los conciertos, nocidas, usted comenzará, como un estudio reciente sobre la población
tenta. Si quiere que la gente se sien­ cines, ascensores, trenes y autobuses robot, a obedecer las reglas no escri­ de ciervos en James Island, Mary-
ta cómoda en su compañía, la regla ocasiona la intromisión inevitable en tas de la conducta en lugares públi­ land, Estados Unidos. Gran número
de oro es «mantener la distancian. las zonas íntimas de otras personas. cos con mucha gente. Cuando empie­ de ciervos moría a pesar de que ha­
Cuanto más íntima es nuestra rela­ Hay una serie de reglas no escritas ce a competir por los derechos terri­ bía mucha comida y de que no había
ción con alguien, más cerca se nos que los occidentales respetan fielmen­ toriales sobre el brazo del asiento con depredadores ni signos de epidemia.

26 27
Estudios similares realizados ante­ Los rituales del uso del espacio
riormente en poblaciones de ratas y
de conejos mostraron la misma ten­ Cuando una persona reclama es­
dencia. Ulteriores investigaciones pacio entre extraños (una butaca en
realizadas con los ciervos mostraron el cine, un asiento en la mesa de la
que habían muerto por hipcractivi- sala de reuniones o un colgador para
dad_de sus glándulas, suprarrenales. la toalla en la pista de squash) lo
producida por el estrés que causaba hace siempre de la manera predeci­
la reducción del territorio personal ble. Busca el espacio más grande dis­
de cada uno de ellos a medida que ponible entre dos espacios ocupados
aumentaba la población.- Las glándu­ y reclama la zona del centro. En el
las suprarrenales tienen un papel”im­ cine, elegirá un asiento que esté a
portante en la regulación del creci- mitad de camino entre el extremo
miento. Ia~reproducción y la concén- de la fila y la persona que esté sen­
tración de defensas en el organismoi tada. En la pista de squash elegirá el
El origen de la reacción fisiológica af colgador que se encuentre en el cen­ Fig. 10. La distancia normal para conversar entre habitantes urbanos.
estrés era, por tanto, la superpobla­ tro del espacio libre más grande. El
ción; no existían factores como la propósito de este ritual es no moles­
inanición, la epidemia ni la agresión tar a las otras personas al acercarse
de otros animales. o alejarse demasiado de ellas. .
Eso explica por qué se cometen Si en el cine elige un asiento más
muchos más delitos y hay más vio­ alejado de lo que «corresponde» de
lencia en las zonas de mayor densi­ la persona que ya estaba sentada,
dad de población. ella puede sentirse ofendida, o inti­
Los policías que interrogan a de­ midada si se sienta más cerca de lo
lincuentes utilizan la invasión terri­ que corresponde; así que la finalidad
torial para vencer la resistencia del principal del ritual del espacio es
sujeto. Lo sientan en una silla fija en mantener la armonía.
un espacio de la habitación y, mien­ Una excepción a la regla es la si­
tras le formulan las preguntas, avan­ tuación en lavabos públicos. El 90 %
zan en las zonas personal e íntima de las veces, la gente elige la división
del individuo permaneciendo en ellas más alejada de la entrada, y si ésta
hasta que contesta. Con frecuencia está ocupada, la persona aplica el
ocurre que es suficiente una pequeña principio de la parte media.
invasión territorial.
Los directivos de empresas pue­
den usar la misma técnica para ex­ Factores culturales que influyen
traer la información que un emplea­ sobre las distancias zonales Fig. 11. La actitud negativa de una mujer sobre cuyo territorio ha avanzado un
do trata de esconder. Sería absurdo hombre: se echa atrás para mantener una distancia cómoda. El problema podría
que un vendedor usara ese método Una pareja joven que hace poco radicar en que el hombre perteneciera a una cultura de zonas personales más
cuando trata con un cliente. tiempo emigró de Dinamarca a Syd­ reducidas y siguiera avanzando para satisfacer la distancia que le resulta cómoda.
ney fue invitada a afiliarse a la rama
La mujer puede interpretarlo como un acercamiento sexual.
local de los Jaycees. Unas semanas

28 29
después de su ingreso en el club, mu­ distancia entre 46 y 122 centímetros blación del lugar en que se crió. Los suelo e inclinarse hacia adelante para
chas socias se quejaron de que el da­ y permanecían en el mismo lugar que crecieron en zonas rurales poco encontrar la mano que va a estre­
nés las cortejaba, sintiéndose incó­ mientras durara la conversación. pobladas necesitan más espacio que char, en tanto que el habitante urba­
modas en su presencia. Los socios Pero cuando un japonés hablaba con los que crecieron en lugares densa­ no se acercará para saludar. Las per­
del club sintieron que la danesa les un norteamericano, los dos, lenta­ mente poblados como las grandes ca­ sonas criadas en zonas muy poco po­
había indicado, en forma no verbal, mente, se desplazaban por el recin­ pitales. La observación de cuánto ex­ bladas exigen mucho espado perso­
que podría tener relaciones sexuales to; el norteamericano retrocediendo tiende el brazo alguien para estrechar nal; una distancia tan grande como
con ellos. y el japonés avanzando hacia el las manos, da la clave para saber si 6 metros. Esas personas prefieren no
Esta situación ilustra el hecho de norteamericano. Ambos intentaban se crió en una dudad o en el cam­ estrechar las manos para saludar y
que muchos europeos tienen una dis­ adaptarse a una distancia cómoda. El po. El habitante de la ciudad tiene hacer un saludo manual desde su dis­
tancia íntima de sólo 20 a 30 centí­ japonés, con su reducida zona íntima su burbuja privada de 46 centíme­ tancia cómoda (fig. 14).
metros que, en algunos grupos cultu­ de 25 centímetros, se acercaba para tros, y extiende el brazo hasta esa Los vendedores urbanos encuen­
rales, puede ser incluso menor. La cumplir con su necesidad espacial, distancia para saludar (fig. 12). Esa tran muy útil este tipo de informa­
pareja danesa se sentía muy cómoda pero, al hacerlo, invadía el espacio distancia permite estrecharse las ma­ ción cuando visitan granjeros en zo­
y relajada cuando estaba a 25 centí­ íntimo del norteamericano, y eso nos en zona neutral. La persona cria- nas muy poco habitadas para vender­
metros de los australianos; ignoraba obligaba a éste a retroceder para ha­ les equipos para sus labores. Tenien­
que se entrometía en las zonas ínti­ cer su propio ajuste espacial. Cuan­ do en cuenta que el granjero puede
mas de aquéllos, que llegan hasta los do se pasan a alta velocidad los ví­ tener una burbuja de 1 o 2 metros,
46 centímetros. Los daneses también deos de esos encuentros se tiene la el apretón de manos sería una inva­
usan mucho más la mirada que los impresión de que los dos hombres sión territorial que predispondría en
australianos, y todo eso originó el están bailando en el salón y el que forma negativa al eventual compra­
malentendido. «conduce» el baile es el japonés. Re­ dor. Los que venden en el campo
Penetrar en el territorio íntimo sulta obvia la causa por la que, cuan­ coinciden casi totalmente en que las
de una persona del sexo opuesto es do norteamericanos y europeos ha­ mejores condiciones para hablar de
el método común de demostrar inte­ cen tratos con asiáticos, se miran negocios se dan cuando saludan a la
res, que generalmente se denomina mutuamente con sospecha. Los euro­ persona de un pueblo con un apre­
«avance». Si el avance es rechazado, peos y los norteamericanos dicen tón de manos a la mayor distancia
la persona invadida retrocede para que los asiáticos son enérgicos y corporal posible, y al granjero agitan­
mantener la distancia zonal. Si es confiados; los asiáticos, que los euro­ do una mano desde lejos.
aceptado, la persona permanece en peos y los norteamericanos son fríos
el mismo lugar y permite que el in­ e indiferentes. La falta de conoci­
truso se quede en su zona íntima. Lo miento de las variaciones de distan­ E L TERRITO RIO
que para la pareja danesa era normal, cia de las zonas intimas en Hifprpntes. Fig. 12. Dos hombres de zonas urbanas Y LA PROPIEDAD
para los australianos eran avances se­ culturas puede llevar con facilidad a se estrechan las manos.
xuales. Los daneses creyeron que los errores de juicio. Lo que una persona posee o lo que
australianos eran fríos y nada amis­ usa con regularidad constituye un te­
tosos porque continuamente se aleja­ da en el campo puede tener su bur­ rritorio privado y luchará para pro­
ban para mantener la distancia que Zonas espaciales rurales buja personal de 100 o más centí­ tegerlo como en el caso del espacio
a ellos les resultaba cómoda. y urbanas metros y extenderá el brazo hasta personal. La casa, la oficina y el co­
En una conferencia en Estados esa distancia para estrechar la mano che representan territorios y tienen
Unidos noté que cuando se encon­ Como ya he dicho, la cantidad de (fig- 13). bien definidas sus fronteras con pa­
traban los asistentes norteamerica­ espacio personal que necesita un indi­ La gente del campo tiene tenden­ redes, cercas y puertas. Cada uno de
nos y conversaban, mantenían una viduo depende de la densidad de po­ cia a mantener los pies pegados al estos territorios puede tener varios

30 31
Fig. 13. Dos hombres de un núcleo
rural.
Fig. 14. Personas de una zona muy poco poblada.

subterritorios. Por ejemplo, el terri­ queta sobre una silla la reserva


torio privado de un ama de casa pue­ durante dos horas. En la casa, un pació personal, es como si el ve­ en amenazas en la carretera por la
de ser la cocina y el lavadero; protes­ miembro de la familia podría mar­ hículo fuera una lente de aumento. ampliación del espacio,personal.
tará si alguien lo invade cuando está car su sillón favorito dejando allí En algunos casos, llega a aumentar En resumen: los demás lo invita­
usándolo. Un hombre de negocios una pipa o una revísta, exigiendo así diez veces el tamaño del territorio, rán o lo evitarán en función del res­
tiene como lugar favorito la sala de la propiedad de ese espacio. pues el conductor siente que puede peto que usted muestre por su es­
reuniones y el restaurante, y un pa­ Si el cabeza de familia le dice a exigir una zona de 9 a 10 metros pacio personal. Por eso la persona
dre tiene su sillón en la casa. Esas un vendedor que tome asiento, y tanto delante como detrás del ve­ expansiva que palmea la espalda de
zonas se delimitan, por lo general, éste, sin saberlo, se sienta en el si­ hículo. Cuando otro conductor lo todos o que toca continuamente a la
dejando en ellas cosas personales o llón del anfitrión, el comprador even­ adelanta, y aunque eso no represente gente mientras habla, no resulta del
usándolas con gran frecuencia. El que tual puede sentirse inconscientemen­ ningún peligro, experimenta un cam­ agrado de los demás aunque no lo
cena habitualmente en el mismo te atacado por la invasión de su bio fisiológico, se enfada y hasta es manifiesten. Como son varios los
bar llega a grabar sus iniciales en territorio y entonces se pone a la de­ capaz de agredir al otro. Compare­ factores que influyen en la distancia
«su » lugar en la mesa, y el hombre fensiva. La simple pregunta «¿Cuál mos esta situación con la que se a que se sitúa una persona respecto
de negocios señala su lugar en la es su sillón?» puede evitar malos re­ presenta cuando la misma persona va de otra, es bueno tener en cuenta
mesa de la sala de reuniones con sultados derivados del error territo­ a entrar en un ascensor y otra pasa todos los criterios antes de opinar so­
objetos tales como ceniceros, lápices rial. antes, invadiendo su territorio perso­ bre las características personales.
y la chaqueta u otras prendas en la nal. En estos casos la reacción es pe­ Observando la figura 15 es posi­
frontera de los 46 centímetros de su dir disculpas y dejar que el otro pase ble hacer las suposiciones siguientes:
zona personal. El doctor Desmond Automotores primero; muy diferente es la que
Morris notó, en los estudios que se tiene cuando lo adelanta un vehículo 1. Los dos son habitantes de d u ­
realizan en bibliotecas sobre asisten­ Los psicólogos han percibido que en un camino abierto. dad y el hombre está acercándose a
tes sentados, que dejar un libro o un la persona que conduce un coche Para algunas personas el coche se la mujer.
objeto personal en el lugar usado reacciona de manera diferente a lo convierte en el capullo protector en 2. El hombre tiene una zona ín­
en el escritorio reserva el lugar du­ que indicaría su comportamiento so­ el que se pueden esconder del mun­ tima más pequeña que la de la mu­
rante un tiempo promedio de seten­ cial en cuanto a los territorios. Por do exterior. Así como conducen len­ jer y la invade con toda inocencia.
ta y siete minutos; dejar una cha­ su efecto en las dimensiones del es­ tamente en las calles, se convierten 3. El hombre procede de una

32 33
t

cultura en la que las zonas íntimas


son más reducidas y la mujer fue m
criada en una zona rural.
Los gestos con la s palm as
Unas pocas preguntas y la obser­
vación de la pareja podrán revelar la
suposición correcta y le ayudarán a
evitar una situación molesta debida
a una suposición incorrecta.

Fig. 15. ¿Qué hacen y de dónde son?

Las palmas abiertas indican honestidad.

FRANQUEZA Y H ONESTIDAD izquierda y se levanta la palma de­


recha.
El gesto de exhibir las palmas de las En la vida cotidiana, la gente usa
manos se ha asociado siempre con dos posiciones fundamentales de las
la verdad, la honestidad, la lealtad palmas: una es la de las palmas ha­
y la deferencia. Muchos juramentos cia arriba en la posición del mendigo
se efectúan colocando la palma de la que pide dinero o comida, y la otra
mano sobre el corazón; la mano se es la de las palmas hacia abajo como
levanta con la palma hacia afuera si se tratara de contener, de man­
cuando alguien declara en un tri­ tener algo.
bunal; ante los miembros del tribu­ Una de las formas más eficaces de
nal la Biblia se sostiene con la mano descubrir si alguien es franco y ho-

35
34
ncsto o no, es fijarse en los movi­ cuando éste explica por qué no pue­ mismo tono de voz, las mismas pa­
mientos de las palmas. Así como el de comprar el producto, porque las labras e iguales expresiones faciales
perro expone la garganta para expre­ únicas razones válidas se dan exhi­ y sólo cambia la posición de la
sar obediencia o su rendición ante el biéndolas. palma.
victorioso, el animal humano usa las La palma hacia arriba es un gesto
palmas para transmitir esas mismas no amenazador que denota sumisión,
emociones o actitudes. Por ejemplo, E L USO INTENCIONAL que recuerda el gesto suplicante del
cuando alguien desea ser franco y D E LAS PALMAS PARA mendigo. La persona a quien usted
Fig. 18. Palma en posición dominante.
honesto, levanta una o ambas pal­ ENGAÑAR ha pedido que cambie la caja de lu­
mas hacia la otra persona y dice gar no se sentirá presionada ni en
algo así como; «Voy a serle franco» El lector puede preguntar; gestos de las palmas abiertas cuando situación subordinada; no se senti­
(fig. 16). Cuando alguien empieza a «¿Quiere decir que si digo menti­ se comunica con la gente; y se dicen rá amenazada por su petición.
confiar en otro, le expondrá las pal­ ras mostrando las palmas la gente menos mentiras cuando mostrar las Cuando la palma está hacia abajo
mas o partes de ellas. E s un gesto me creerá?» La respuesta es sí y... palmas se convierte en costumbre. A usted adquiere inmediatamente au­
inconsciente como casi todos los del no. Si usted dice una mentira mos­ la mayoría le resulta difícil mentir toridad. La persona receptora de la
lenguaje del cuerpo, un gesto que trando las palmas, igualmente po­ exponiendo las palmas y la práctica petición siente que usted está dándo­
proporciona al que lo ve la sensación drá no parecer sincero porque falta­ de ese gesto puede anular parte de le la orden de llevar la caja y, según
o el presentimiento de que están rán muchos gestos visibles que se las falsas informaciones que otros pu­ la relación que exista entre ambos,
dicicndole la verdad. hacen cuando se actúa honestamen­ dieran darle. El uso del gesto anima siente antagonismo hacia usted. Si el
Sude enseñarse a los vendedores te; en cambio, aparecerán los gestos que recibe el pedido es un colabora­
a la gente a ser franca.
que observen las palmas del cliente negativos que se producen cuando se dor de su mismo status, podría ne­
está mintiendo, y que son incon­ garse, cosa que no haría si usted hu­
gruentes con el gesto de mostrar las biera hecho el pedido con la palma
palmas. Como ya se ha dicho, los El poder de la palma hacia arriba. Si es subalterno acep­
estafadores y mentirosos profesiona­ tará la orden ya que usted tiene auto­
les han desarrollado el arte de ejecu­ Una de las señales no verbales más ridad para ordenarle.
tar las señales no verbales comple­ poderosas y menos notorias es el En la figura 19, la palma cerrada
mentarias de las verbales. Cuanto movimiento de la palma humana. en un puño, con el dedo señalando
mejor haga coincidir el lenguaje no Cuando se usa correctamente, el po­ la dirección, es el palo simbólico con
verbal con el verbal, más creíble re­ der de la palma confiere al usuario el que usted golpea al que lo escucha
sultará el mentiroso. un cierto grado de autoridad sobre para hacer que le obedezca. El dedo
Pero es posible que usted gane la los demás y el poder de dar órdenes que señala es uno de los gestos más
confianza de los demás si practica los en silencio. irritantes que puede hacer una per­
Hay tres gestos principales de sona mientras habla, especialmente
mando con las palmas: la palma ha­ cuando sigue el ritmo de las pa­
cia arriba, hacia abajo y la palma labras habladas. Si usted usa ese
cerrada con un dedo apuntando en gesto habitualmente, trate de practi­
una dirección. Con un ejemplo mos­ car el de palmas arriba y abajo y
traremos las diferencias entre los tres verá cómo llega a tener una actitud
gestos: digamos que usted pide a al­ más relajada y con mayor efecto po­
guien que tome una caja y la sitúe sitivo sobre la gente.
Fig. 17. Palma en posición en otro lugar de la misma habita­
Fig. 16. «Seré ]raneo con usted». de sumisión. ción. Supongamos que usted usa el

36 I 37
misión acostándose de espaldas y verá obligada a dar la mano con el
mostrando la garganta al victorioso, menor esfuerzo, y eso facilita que el
el ser humano exhibe sus palmas para otro le modifique la posición de la
demostrar su obediencia. La inversa palma y se la coloque en la actitud
/ del apretón dominante es ofrecer la de sumisión. La gente que tiene una
mano con la palma hacia arriba (fig. profesión en la que debe usar sus
21). Este gesto resulta especialmen­ manos, como los cirujanos, los pin­
Fig. 19. Palma en posición agresiva. te efectivo cuando se desea ceder al tores y los músicos, suele dar la mano
otro el control de la situación, o ha­ blandamente para protegerla. Los
cerle sentir que lo tiene. gestos que siguen al de estrecharse
E L APRETON D E MANOS den transmitirse en el apretón. La Pero aunque poner la palma hacia las manos proporcionarán otras cla­
actitud de dominio: «Este individuo arriba cuando se estrecha una mano ves para juzgar a esa persona. La
Estrecharse las manos es un vesti­ está tratando de someterme. Voy a puede denotar una actitud de sumi­ persona sumisa hará gestos de acata­
gio que queda del hombre de las estar alerta.» La de sumisión: «Pue­ sión, hay circunstancias que mitigan miento y la dominante continuará
cavernas. Cuando dos cavernícolas se do hacer lo que quiera con esta per­ el efecto y que es necesario conside­ haciendo gestos agresivos.
encontraban, levantaban los brazos sona.» Y la actitud de igualdad: «Me rar. Por ejemplo, una persona que Cuando dos personas dominantes
con las palmas a la vista para demos­ gusta, nos llevaremos bien.» padece de artritis en las manos se se estrechan las manos tiene lugar
trar que no escondían ninguna arma. Estas actitudes se transmiten de
En el transcurso de los siglos, ese forma inconsciente pero, con la prác­
gesto de exhibición de las palmas tica y la aplicación conscientes, las
fue transformándose en otros como siguientes técnicas para estrechar la
el de la palma levantada para el sa­ mano pueden tener un efecto inme­
ludo, la palma sobre el corazón y diato en el resultado de un encuen­
muchos otros. La forma moderna de tro con otra persona. La información
ese ancestral gesto de saludo es es­ que se proporciona en este capítulo
trecharse las palmas y sacudirlas. En es uno de los pocos estudios docu­
Occidente se practica ese saludo al mentados sobre técnicas de control
encontrarse y al despedirse y suelen del apretón de'manos.
hacerse varias sacudidas. El dominio se transmite cuando
su palma (la de la manga oscura)
queda hacia abajo (fig. 20). No es
Apretones de manos sumisos necesario que la palma quede hacia
y dominantes el suelo; basta con que esté hacia
abajo sobre la palma de la otra per­
Teniendo en cuenta lo que ya se sona. Su posición le indica que usted
ha dicho sobre la fuerza de una peti­ quiere tomar el control de esa reu­
ción hecha con las palmas hacia arri­ nión. Las observaciones efectuadas
ba o hacia abajo, estudiemos la im­ sobre cincuenta y cuatro triunfado­
portancia de esas posiciones en el res en los negocios arrojaron el resul­
apretón de manos. tado siguiente: cuarenta y dos toma­
Supongamos que usted acaba de ban la iniciativa de estrechar la mano
conocer a alguien y ambos se estre­ y lo hacían en la forma dominante.
chan las manos. Tres actitudes pue- Así como el perro muestra su su-

38
mar la iniciativa: «¿Soy bienveni­
do?; ¿esta persona se alegra de ver­
m e?»
A los vendedores se les dice que
si ellos inician el apretón de manos
con un cliente al que van a ver sin
cita previa, pueden producirse resul­
tados negativos, pues en realidad el
cliente no desea dar la bienvenida al
vendedor y se ve obligado a hacer
algo contra su voluntad. Los artríti­
cos y los que necesitan las manos
para su trabajo pueden ponerse a
la defensiva si se les obliga al apre­
tón de manos. Se advierte a los
vendedores que, en esas circunstan­
cias, es mejor esperar a que la otra
persona inicie la acción de estrechar
Fig. 23. El hombre de la derecha se Fig. 24. Toma la mano y avanza la mano y, si eso no se produce,
Fig. 25. Lleva el pie derecho a la zona
encuentra con un apretón de manos un paso con el pie izquierdo. íntima del iniciador, y transforma el saluden con un gesto de cabeza y ver­
dominante. apretón de manos en vertical. balmente.

una lucha simbólica, ya que cada una lante con el pie izquierdo cuando se ja cuando el otro es dominante, pues Los estilos para estrechar
trata de poner la palma de la otra en va a dar la mano (fig. 24). Luego se hay poca flexibilidad o poco lugar la mano
posición de sumisión. El resultado adelanta el pie derecho, se desplaza para moverse, y eso permite que el
es un apretón de manos vertical en el izquierdo delante de la otra per­ otro asuma el control. Por eso Extender el brazo con la mano es­
el que cada uno transmite al otro un sona, y se penetra así en su zona per­ debe practicarse el paso con el pie tirada y la palma hacia abajo es el es-
sentimiento de respeto y de simpa­ sonal (fig. 25). Finalmente se acerca izquierdo cuando se va a dar la ma­
tía (fig. 22). Este es el apretón de la pierna izquierda a la derecha para no; descubrirá entonces que es muy
manos que el padre enseña al hijo completar la maniobra, y entonces se sencillo neutralizar un apretón domi­
cuando le muestra cómo «dar la estrecha la mano. Esta táctica permi­ nante.
mano como un hombre». te el apretón de manos vertical o
Cuando se recibe un apretón de poner la palma del otro en actitud
Fig. 26. Dando la mano con la palma
manos dominante es muy difícil cam­ de sumisión. La invasión que se ¿Quién inicia el saludo? hacia abajo.
biar la posición de la palma, y ade­ hace del espacio íntimo del otro, tam­
más resulta muy evidente cuando bién permite asumir el control de la Aunque dar la mano es una cos­
se quiere hacerlo. Hay una técnica situación. tumbre aceptada y difundida, hay al­
simple para desarmar al dominante, Analice la manera en que usted gunas circunstancias en las que po­
que le devuelve el control y lo ca­ da la mano, para determinar si debe dría quedar mal iniciar el saludo. Si
pacita para intimidar al otro por in­ adelantar el pie izquierdo o el dere­ pensamos que el apretón de manos
vasión de su territorio personal. Para cho cuando extiende el brazo. La ma­ es una bienvenida, es importante ha­ Fig. 27. Anulando el dominio
aplicar la técnica en forma perfecta yoría es diestra y adelanta el pie de­ cerse varias preguntas antes de to­ de la palma hacia abajo.
es necesario practicar un paso ade­ recho y entonces queda en desventa-
41
40
Fig. 29. El pescado.

te» se lo llama a veces «apretón de ra y abandono de la mano «pescado»


tilo más agresivo de iniciación del derecha (figs. 23 a 25), pero a veces hace que ésta sea umversalmente re­
manos del político* (fig. 28). El ini­
saludo, pues no da oportunidad a la es difícil aplicarla porque el brazo ciador trata de dar la impresión de chazada, sobre todo por la facilidad
otra persona de establecer una rela­ del iniciador suele estar tenso y rígi­ ser una persona digna de confianza con que puede girarse la palma hacia
ción en igualdad de condiciones. Esa do, justamente para defenderse de las y honesta, pero cuando usa esa técni- arriba. Sorprende que muchas perso­
forma de dar la mano es típica del tácticas. Una maniobra simple es to­ \ ca con alguien que acaba de conocer, nas que saludan de esa manera no se­
macho dominante y agresivo que mar el dorso de la mano extendida y J el efecto es opuesto. El receptor del pan que lo hacen así; por eso convie­
siempre inicia el saludo. Su brazo rí­ sacudirla {fig. 27). Si efectúa esta \ guante siente sospechas sobre las in- ne preguntar a los amigos cómo da
gido y la palma Hacia abajo obligan maniobra, usted pasa a la posición Itenciones del iniciador del saludo. El uno la mano antes de elegir el estilo
al otro individuo a ponerse en la po­ dominante pues no sólo controla la guante sólo debe usarse con perso­ que se va a usar en el futuro.
sición sumisa, pues tiene que respon­ mano del otro, sino que la suya está nas a las que se conoce bien. La trituración de los nudillos es la
der con su palma hacia arriba. encima, y con la palma hacia abajo. Pocos gestos producen tanto re- marca de fábrica del tipo rudo y
Se han desarrollado algunas mane­ Como esta táctica puede molestar al j chazo como el estrechar una mano agresivo. ¡Por desgracia no existen
ras para contrarrestar la mano recibi­ agresor, sugerimos que se use con I «pescado», especialmente si está fría formas para contrarrestar ese apre­
da con la palma hacia abajo. Puede cuidado y discreción. I o pegajosa. La sensación de blandu­ tón, aparte de los insultos verbales o
emplearse la técnica del paso hacia la Al apretón de manos «estilo guan-

El apretón de manos del político.

Fig. 30. El triturador de nudillos.


42 43
Fig. 31. Saludo con el brazo rígido.

Fig. 34. Tomar de la muñeca Fig. 35. Tomar del codo.

la acción física de un puñetazo en la no tiene confianza en sí mismo.


nariz! Como el del brazo rígido, el propó­
Las personalidades agresivas usan sito principal de este estilo de salu­
tanto la mano con la palma hacia do es mantener al otro a una cómoda
abajo como el brazo rígido. El pro­ distancia.
pósito principal de estos gestos en el Tirar del receptor hacia el territo­
iniciador es mantener el receptor del rio del iniciador puede tener dos sig­
saludo a distancia y fuera de su zona nificados: el iniciador es una perso­
íntima. También usa este gesto la nalidad insegura que se siente a sal­
gente criada en el campo y que tie­ vo solamente en su propio espado
ne una zona íntima más amplia para personal, o es de una cultura que
proteger. Pero la gente del campo tiene una zona íntima más pequeña
tiene también la tendencia a incli­ y, por tanto, se está comportando
narse hacia adelante y hasta balan­ normalmente.
cearse sobre un pie cuando estira el La intención que se manifiesta al
brazo rígido. extender las dos manos hacia el re­
Cuando se saluda dando solamen­ ceptor muestra sinceridad, confianza
te las puntas de los dedos, es como o un sentimiento profundo hacia el
si el brazo rígido, extendido, no receptor. Deben observarse dos ele­ Fig. 36. Tomar del brazo. Fig. 37. Tomar del hombro.
bastara; el receptor del saludo se mentos significativos. Primero: la
equivoca y toma solamente los de­ mano izquierda se usa para comuni­
dos del iniciador. Aunque parezca car un sentimiento extra, y su inten­
que el iniciador tiene una actitud sidad está en relación con la distan­
entusiasta y simpática, en realidad cia que recorre la mano izquierda

44 45
sobre el brazo derecho del receptor. representan una intrusión en la zona
Por ejemplo, tomar del codo (fig. íntima cercana con contacto corpo­ IV
35) transmite más sentimiento que ral. Sólo se usa entre personas muy
tomar de la muñeca (fig. 34), y to­ ligadas emocionalmente. A menos
G estos con la s m anos y lo s brazos
mar del hombro (fig. 37) transmite que el sentimiento se comparta, si
más que tomar la parte superior del el iniciador del saludo no tiene un
brazo (fig. 36). Segundo: la mano buen motivo para hacerlo con las dos
izquierda del iniciador realiza una manos, el receptor sospechará y des­
invasión de la zona íntima, incluso confiará de las intenciones del ini­
de la íntima cercana, del receptor. La ciador. Es común ver a los políticos
G ESTO S CON LAS MANOS Frotarse las palmas es la forma
toma de la muñeca y del codo es saludando de esta manera a los vo­ en que la gente comunica una expec­
aceptada solamente entre amigos ín­ tantes, así como a los vendedores a tativa positiva. E l que tira los dados
timos o parientes, y en esos casos, el sus clientes eventuales, sin darse
Frotarse las palmas los frota antes entre las palmas como
iniciador penetra sólo en la zona ín­ cuenta de que ello equivale al suici­ señal de que espera ganar; el maes­
tima del receptor. Tomar del hom­ dio social porque descoloca al re­
Hace poco, a mi mujer y a mí nos tro de ceremonias frota sus palmas y
bro (fig. 37) y del brazo (fig. 36) ceptor.
visitó una amiga para arreglar los de­ dice al público: «Y ahora, el orador
talles de las próximas vacaciones que que hemos estado esperando.» Y el
pasaríamos esquiando. En el curso vendedor entusiasmado entra en la
de la conversación, nuestra amiga se oficina del gerente de ventas, frota
echó hacia atrás en el sillón, sonrió sus palmas y dice: «¡Acabo de con­
ampliamente y se frotó las palmas seguir un gran pedido!» Pero el ca­
exclamando: «¡Quisiera que nos fué­ marero que se acerca a la mesa al
ramos ya!» De un modo no verbal final de la cena y pregunta: «¿Algo
nos había dicho que esperaba que la más, señor?», frotándose las palmas,
excursión fuera un éxito. indica en realidad que espera una
propina.
La velocidad con que una perso­
na frota sus palmas indica quién será
el receptor del beneficio esperado.
Digamos que usted quiere comprar
una casa y va a una inmobiliaria para
consultar a un agente. Después de
describir la casa que busca, el agen­
te se frota las palmas con rapidez y
dice: «¡Tengo justo lo que usted ne­
cesita!» El agente estájndicando que
los resultados positivos van a bene­
ficiarlo a «usted». Pero, ¿qué senti­
ría si el agente se frota las palmas
con mucha lentitud y le dice que
tiene la propiedad ideal? El vende­
Fig. 38. «¡Qué bien!» dor le daría la impresión de ser as-

47
46
feliz. Sin embargo, en una ocasión tre la altura a la que se sostienen las
vimos a un vendedor que describía manos y la intensidad de la actitud
cómo acababa de perder una venta. negativa. El trato con la persona re­
A medida que avanzaba en el relato, sultará más difícil cuanto más altas
notamos que no sólo había entrelaza­ estén las manos, o sea: más difícil
do los dedos sino que éstos comenza­
ban a palidecer y tenían el aspecto
de estar soldados. El gesto denotaba
frustración o una actitud hostil.
La investigación realizada por
Nierenberg y Calero sobre esta po­
sición de las manos con los dedos en­
trelazados llevó a la conclusión de
que es un gesto de frustración y que
la persona que lo hace está disimu­
lando una actitud negativa. El ges­
to tiene tres posiciones principales:
las manos enlazadas frente al rostro
«¡Tengo algo para usted!» (fig. 39), apoyadas sobre el escrito­
rio (fig. 40) y sobre la falda cuando
se está sentado, o delante de la pelvis Fig. 40. Manos enlazadas
tuto y usted tendría la sensación de Frotar el pulgar contra cuando se está de pie (fig. 41). en posición media.
que «él» es el que va a salir ganan­ los dedos Parece que existe una relación en-
do y no usted. A los vendedores se
les enseña que si usan el gesto de Frotar el pulgar contra las puntas
frotarse las palmas cuando están des­ de los otros dedos o del índice es
cribiendo productos o servicios a los un gesto que indica que se espera
posible compradores, deben hacerlo dinero. Los vendedores lo usan a
con rapidez para evitar que el clien­ menudo y dicen a sus clientes; «Pue­
te se ponga a la defensiva. Cuando de ahorrarse un cuarenta por cien­
el comprador se frota las palmas y le to»; o la persona que le pide al ami­
dice al vendedor: «Veamos qué es go: «Préstame mil pesetas.» El ven­
lo que ofrece...», es señal de que dedor profesional debe evitar este
espera que se le muestre algo bueno gesto cuando trata con los clientes.
y de que es probable que lo compre.
Una advertencia: la persona que
espera un autobús en un día inver­ Manos con los dedos
nal y se frota las palmas con rapidez entrelazados
no indica que el autobús sea una
expectativa positiva, sino que tiene Al principio puede parecer que
las manos frías. éste es un gesto de bienestar porque
la gente que lo usa a menudo está Fig. 41. Manos enlazadas
sonriendo al mismo tiempo y parece Fig. 39. Manos enlazadas en alto. en posición baja.

48 49
ción sobre este fascinante gesto
me un aire de presunción o de arro­ te la solución de sus problemas, es
muestran que se usa con frecuencia
gancia. la clave para cerrar el trato y pe­
en la interacción entre superior y
Aunque el gesto de la ojiva es po­ dir la orden de compra. Pero si la
subordinado, y que puede ser un ges­
sitivo, puede usarse en circunstan­ ojiva sigue a una serie de gestos
to aislado que indica una actitud de
cias tanto positivas como negativas; negativos tales como cruzarse de
confianza y de «saberlo todo». Los
por lo tanto, puede ser mal entendi­ brazos, de piernas, desviar la mirada,
gerentes usan este gesto cuando dan
do. Por ejemplo: un vendedor que numerosos gestos en los que se lleva
instrucciones o consejos a sus subor­
muestra su producto al posible com­ las manos a la cara, precisamente
dinados; también es un gesto común
prador puede haber observado va­ cuando la presentación del producto
entre los contables, abogados, ge­
rios gestos positivos del cliente du­ por parte del vendedor ha concluido,
rentes y otros profesionales.
rante la entrevista. Los gestos posi­ puede denotar la seguridad que tiene
Hay dos versiones del gesto: la
tivos pueden haber sido abrir las el cliente de que no va a comprar el
ojiva hacia arriba (fig. 42) y hacia
palmas, inclinarse hacia adelante, le­ producto y va a deshacerse del ven­
Fig. 42. La ojiva hacia arriba. abajo (fig. 43). La ojiva hacia arriba
vantar la cabeza y otros. Digamos dedor. En ambos casos la ojiva signi­
se usa cuando la persona está opi­
que al final de la entrevista el cliente fica una expresión de seguridad, pero
nando, cuando es la que habla. La
adopta una de las posiciones de las en uno el vendedor tiene un resul­
en la posición de la figura 39 que en ojiva hacia abajo se usa más cuando
manos en ojiva. tado positivo y, en el otro, un resul­
la de la 40. Como para todos los se está escuchando. Nierenberg y Ca­
Si la ojiva se produce después de tado negativo.
gestos negativos, se necesita alguna lero observaron que las mujeres usan
otros gestos positivos, si aparece
acción' para desenlazar los dedos y más la ojiva hacia abajo. Cuando
cuando el vendedor muestra al clien-
exponer las palmas y la parte delan­ una persona hace la ojiva hacia arri­
tera del cuerpo; de lo contrario, per­ ba y echa la cabeza hacia atrás, asu-
manece la actitud hostil.

Las manos en ojiva

Dije al comienzo del libro que los


gestos aparecen en grupos como las
palabras en una frase y que deben
interpretarse dentro del contexto en
que se observan. Pero la formación
de la «ojiva», como ha denominado
Birdwhistell a este gesto, puede ser
la excepción a esta regla, pues a me­
nudo se usa aisladamente, sin com­
binarse con otros gestos. La persona
que confía en sí misma, la que es
superior, o la que usa un mínimo de
gesticulación, hacen con frecuencia,
este gesto y expresan con él su acti­
tud de seguridad.
Mis observaciones e investiga­ Fig. 44. Gesto de superioridad
y seguridad.

50 51
CO G ERSE LAS MANOS, tra propia experiencia muestra que perar para que los reciba. Representa LOS G ESTO S CON E L PULGAR
LOS BRAZOS Y LAS MUÑECAS en una situación de mucho estrés, un vano intento de disimular el ner­
como cuando se es entrevistado por viosismo, pues un cliente astuto se En quiromancia, los pulgares se­
Muchos miembros de la familia un periodista o cuando se espera que dará cuenta del mismo. Si el gesto de ñalan la fuerza del carácter y el ego.
real británica son famosos por su el dentista nos reciba, uno se siente autocontención se cambia por el de El uso de los pulgares en la expre­
costumbre de caminar con la cabeza muy relajado, seguro y hasta autori­ palma en palma, se produce una sen­ sión no verbal confirma lo ante­
levantada, el mentón hacia adelante tario adoptando esa posición. sación de alivio. rior. Se usan para expresar dominio,
y las manos cogidas detrás de la es­ Observando a los oficiales de la superioridad e incluso agresión; los
palda. En realidad, no sólo la realeza policía australiana, que no portan ar­ gestos con los pulgares son secunda­
británica usa estos gestos, sino la de mas de fuego, hemos visto que usan rios, forman parte de un grupo de
muchos otros países. Son gestos tam­ con frecuencia esta posición mien­ gestos. Representan expresiones po­
bién propios del policía que recorre tras apoyan el peso del cuerpo en un sitivas usadas a menudo en las posi­
las calles, del director de escuela, pie y luego en el otro, balanceándo­ ciones típicas del gerente «frío» ante
de los militares y de todas las per­ se. En cambio, los oficiales de policía sus subordinados. El hombre que
sonas que tengan autoridad. que llevan armas de fuego no adop­ corteja a una mujer las emplea de­
E s un gesto de superioridad y se­ tan esta actitud, sino que apoyan las lante de ésta y son de uso común
guridad. Permite que la persona ex­ manos en las caderas: un gesto agre­ también entre las personas de pres­
ponga zonas vulnerables como el es­ sivo (fig. 98). Parece que el arma tigio, de alto status y bien vestidas.
tómago, el corazón y la garganta en es la que confiere suficiente autoridad Las personas que usan ropas nuevas
un inconsciente acto de arrojo. Nues­ al que la lleva, y entonces se hace y atractivas hacen más gestos con los
innecesario el gesto de cogerse las pulgares que las que usan ropas pa­
manos como expresión de autoridad. sadas de moda.
N o debe confundirse el gesto de
cogerse las manos con el de cogerse la
muñeca (fig. 45), que señala frustra­
ción y el intento de autocontrolarse. Fig. 47. Los pulgares asoman
de los bolsillos.
En este caso, una mano coge la otra
muñeca, o el brazo, para evitar que
con ese brazo se dé un golpe a al­
guien.
Resulta interesante que cuanto
más indignada se siente la persona,
más arriba llevará la mano que coge
el otro brazo. Por ejemplo: el hom­
bre de la figura 46 muestra mayor
necesidad de controlarse que el de la
figura 45, pues el de la 46 coge el
brazo y no la muñeca. Estos gestos
son los que han dado origen a expre­
siones tales como «hay que contener­
se», «contrólese», etc. Este gesto es
usado con frecuencia por vendedores Fig. 49. Los pulgares asomando de los
que visitan a un cliente y deben es­ Fig. 48. «En mi humilde opinión...» bolsillos posteriores.

53
52
Los pulgares, que expresan su­ líos posteriores (fig. 49), como para chos gestos y actitudes masculinos dén cuando señala a otra persona.
perioridad, resultan más evidentes disimular la actitud dominante de la (fig. 50). Los que muestran los pul­ Por ejemplo, el marido que se in­
persona. Las mujeres agresivas o do­ gares suelen añadir a este gesto el clina hacia su amigo y señala a su
cuando una persona está dando un
mensaje verbal contradictorio. Pen­ minantes usan también este gesto. balanceo sobre los pies para dar la mujer con el pulgar diciendo: «Las
El movimiento de liberación feme­ impresión de tener mayor estatura. mujeres son todas iguales», está pro­
semos, por ejemplo, en un abogado
que se dirige al jurado con una voz nina las ha llevado a adoptar mu- Otra posición conocida es la de los vocando una discusión con la espo­
brazos cruzados con los pulgares ha­ sa (fig. 52). En este caso, se agita el
baja y suave y dice: «En mi humilde
cia arriba. E s una señal doble pues pulgar para señalar y ridiculizar a
opinión, damas y caballeros del ju­
los brazos indican una actitud defen­ la mujer. Por consiguiente, el pulgar
rado...», mientras hace gestos do­
siva o negativa, mientras que los que señala de este modo resulta irri­
minantes con los pulgares y echa la
pulgares representan una actitud de tante a la mayoría de las mujeres, es­
cabeza hacia atrás para mirar a la
superioridad. La persona que usa este pecialmente cuando el gesto lo hace
gente «por encima de la nariz» (fig.
gesto doble suele gesticular con los un hombre. El gesto de agitar el
48). Esto produce el efecto de que el
pulgares y, cuando está parada, ba­ pulgar es mucho menos habitual en
abogado no es sincero sino pomposo.
lancearse sobre los pies. las mujeres, aunque a veces señalan
Si el abogado desea parecer humil­
E l pulgar puede usarse también así a sus maridos o a las personas
de,.debe acercarse al jurado con un
pie hacia él, la chaqueta abierta, las como un gesto de ridículo o de des­ que no les agradan.
palmas a la vista y un poco inclina­
do hada adelante para mostrar su su­
misión.
Con frecuencia los pulgares salen
de los bolsillos, a veces de los bolsi-

Fig. 51. Los pulgares hacia arriba.

Fig. 52. «¡Las mujeres son todas


Fig. 50. La mujer dominante. iguales!»

54
los gestos de llevarse las manos a la que acaban de decirse. A veces, el
cara se harán más refinados y menos gesto se hace tapando la boca con
V obvios, pero aún se producirán cuan­ algunos dedos o con el puño, pero
Las m anos en la cara do alguien esté mintiendo, encu­ el significado es el mismo.
briendo algo o cuando sea testigo de No debe confundirse el gesto de
un engaño; el engaño puede signifi­ taparse la boca con el gesto de eva­
car también duda, inseguridad, men­ luación, que se tratará más adelante
tira o exageración. en este capítulo.
Cuando alguien hace un gesto de Muchas personas tratan de disimu­
llevarse las manos a la cara no siem­ lar el gesto de taparse la boca emi-

1
pre significa que esté mintiendo, pero tiendo una ligera tos. E l desapareci­
indica que esta persona puede estar do Humphrey Bogart, para demos­
engañando. La observación ulterior trar en forma no verbal que era des­
de otros grupos de gestos puede con­ honesto, usaba mucho este gesto
firmar las sospechas. E s importante cuando interpretaba a un gángster ó
no interpretar aisladamente los ges­ a un delincuente que discutía activi­
tos con las manos en la cara. dades delictivas con otros gangsters
El doctor Desmond Morris obser­ o que la policía interrogaba.
vó que los investigadores norteame­
ricanos ponían a prueba, en una es­
pecie de representación teatral, el
comportamiento de las enfermeras
que debían cumplir la orden de men­
tir a los pacientes sobre su salud. Las
enfermeras que mentían mostraban
con mayor frecuencia los gestos de
Fig. 53. No oír lo malo, no decir lo malo, no ver lo malo.
llevar las manos a la cara que las que
decían la verdad a los pacientes. En
ENGAÑO, DUDA, MENTIRA bras; cuando vemos, decimos o escu­
este capítulo se estudian las varia­
chamos una mentira, a menudo inten­
ciones de los gestos con las manos
¿Cómo puede saberse que alguien tamos taparnos los ojos, la boca o los
en la cara y se discute cómo y cuán­
está mintiendo? Reconocer los ges­ oídos con las manos. Ya hemos di­
do se producen.
tos de engaño puede ser una de las cho que los niños hacen abiertamen­
habilidades más importantes que te estos gestos que delatan la menti­
pueden adquirirse. ¿Cuáles son las ra. Si un niño dice una mentira, se
El guardián de la boca
señales que delatan a los mentirosos? tapará en seguida la boca con las
Si la persona que está hablando
Uno de los símbolos más popula­ manos intentando, demasiado tarde,
Taparse la boca es uno de los ges­ usa este gesto, denota que está di­
res relacionados con el engaño es el que las palabras no salgan al exte­
tos que resulta tan obvio en los adul­ ciendo una mentira. Si se cubre la
de los tres monos sabios que no es­ rior. Si no quiere escuchar una repri­
tos como en los niños. La mano cu­ boca mientras usted está hablando,
cuchan ni dicen ni ven lo malo. Las menda, se tapará los oídos con las
bre la boca y el pulgar se oprime el gesto indica que piensa que le
posiciones de las manos en la cara manos. Cuando vea algo que no quie­
contra la mejilla cuando el cerebro está mintiendo. Uno de los gestos
son la base de los gestos humanos re mirar, se tapará los ojos con las
ordena, en forma subconsciente, que más perturbadores que puede ver un
para engañar (fig. 53). En otras pala­ manos o los brazos. Cuando crezca,
se supriman las palabras engañosas orador en el público es el de tapar-
56 57
Una explicación del origen del ges­ Frotarse un ojo palabras del que miente poniendo
to de tocarse la nariz es que cuando una mano alrededor de la oreja o so­
la mente tiene el pensamiento nega­ «N o ver la maldad», dice el mono bre ella. E s la versión adulta del ges­
tivo, el subconsciente ordena a la sabio, y el gesto representa el inten­ to infantil de taparse los oídos con
mano que tape la boca, pero, en to del cerebro de bloquear la visión las dos manos para no oír una repri­
el último instante, para que no sea del engaño o de evitar el tener que menda. Otras variaciones del gesto
un gesto tan obvio, la mano se retira mirar a la cara de la persona a quien de frotarse la oreja son: frotarse de­
de la boca y toca rápidamente la na­ se está mintiendo. Los hombres sue­ trás del pabellón, el «dedo taladro»
riz. Otra explicación es que mentir len frotarse los ojos vigorosamente (meterse el dedo en la oreja y mo­
produce picazón en las delicadas ter­ y, si la mentira es grande, desvían la verlo hacia uno y otro lado), tirar
minaciones nerviosas de la nariz y, vista y miran al suelo. Las mujeres del lóbulo, o doblar el pabellón ha­
para que pase, se hace necesario fro­ hacen movimientos más suaves, ya cia adelante para tapar el conducto
tarla. «Pero, ¿qué pasa si a la perso­ sea por la educación femenina o para auditivo. Este último gesto indica
na le pica la nariz por otra causa?», no arruinar el maquillaje. que la persona ya ha escuchado de­
es una pregunta frecuente. Puede, en Existe una buena expresión verbal masiado o que quiere hablar.
efecto, frotarse o rascarse sin ningún que es «mentir entre dientes». Se
intento de disimulo, en la forma refiere al grupo de gestos que incluye Rascarse el cuello
opuesta al gesto del engaño. Al igual los dientes apretados y la sonrisa fal­
Fig. 55. Tocarse la nariz.
que el gesto de taparse la boca, el de sa combinados con el tocarse un En este caso el índice de la mano
tocarse la nariz se usa para disimu­ ojo y la mirada no dirigida a quien derecha rasca debajo del lóbulo de
se la boca mientras él habla. Cuan* lar la mentira que se dice, o cuando se habla. Estos gestos son empleados la oreja o rasca el costado del cuello.
do la audiencia es pequeña o se dia­ el que escucha duda de lo que dice el por los actores para expresar false­ Nuestras observaciones de este gesto
loga, conviene interrumpir lo que que habla. dad, pero es raro que se vean en la revelan algo interesante: la persona
uno está diciendo y preguntar: vida real. se rasca unas cinco veces. E s raro
«¿Quiere alguien comentar lo que que lo haga más o menos veces. El
he dicho hasta ahora?» Ello permi­ Frotarse la oreja gesto índica duda, incertidumbre, y
te que el público manifieste sus ob­ es característico de la persona que
jeciones y que el orador pueda califi­ Es el intento del que escucha de dice: «N o sé si estoy de acuerdo.»
carlas o responder a las preguntas «no oír lo malo», de bloquear las Es muy notorio cuando el lenguaje
que se le formulen.

Tocarse ¡a nariz

El gesto de tocarse la nariz es,


esencialmente, una versión disimu­
lada del de tocarse la boca. Puede
consistir en varios roces suaves deba­
jo de la nariz o puede ser un toque
rápido y casi imperceptible. Algunas
mujeres hacen este gesto con discre­
tos golpecitos para no arruinar el ma­
quillaje. Fig. 56 Frotarse un ojo. Fig. 57. Frotarse la oreja. Fig. 58. Rascarse el cuello.

59
58
verbal contradice el gesto; por ejem­ aclarar ese punto?» Puede provocar tar el gesto consiste en la capacidad hasta ese momento yo no tenía sufi­
plo, cuando la persona dice: «En ­ que el mentiroso renuncie al engaño. para elegir algunas de las actitudes ciente información como para emitir
tiendo cómo se siente.» negativas mencionadas. Puede efec­ juicio alguno sobre la base de sus
tuarse mejor cuando se analizan los gestos negativos. Le hice varias pre­
Los dedos en la boca gestos precedentes al de llevarse las guntas sobre los empleos que había
Tirar del cuello de la camisa manos a la cara y se interpreta todo tenido en su país de origen y me res­
La explicación de Morris sobre en su contexto. pondió acompañando lo que decía
Desmond Morris advirtió que la este gesto es que una persona se pone Por ejemplo, un amigo mío con con una serie de gestos como frotar­
investigación de los gestos de los que los dedos en la boca cuando se sien­ el que juego al ajedrez suele frotar­ se la nariz y los ojos, evitando mi
dicen mentiras revela que, al decir­ te presionada. E s el intento incons­ se la oreja o tocarse la nariz durante mirada. Todo siguió igual durante la
las, se produce un ligero temblor en ciente de la persona de volver a la la partida, pero sólo cuando se sien­ entrevista y decidí no contratarlo ba­
la cara y en los tejidos del cuello; es seguridad del recién nacido que suc­ te inseguro sobre el movimiento que sándome en lo que comúnmente se
entonces cuando es necesario frotar­ ciona el pecho materno. Un niño va a hacer. Hace poco, observé al­ llama una corazonada. Pero como sus
se o rascarse. Esa parece ser la expli­ reemplaza el pecho de la madre por gunos otros gestos que realiza y que gestos de engaño despertaron mi cu­
cación del gesto de tirar del cuello el pulgar, y el adulto no sólo se uso en mi favor. Descubrí que cuan­ riosidad, decidí comprobar sus refe­
de la camisa, que hacen algunas per­ pone los dedos en la boca sino que do muestro la intención de mover rencias y descubrí que me había dado
sonas cuando dicen una mentira y inserta en ella cosas como cigarrillos, una pieza tocándola, inmediatamente informaciones falsas sobre su pasado.
sospechan que se las ha descubierto. pipas, lápices, etc. Si bien casi todos él hace grupos de gestos que me in­ Seguramente supuso que un jefe de
E s casi como si se produjera una los gestos hechos con las manos en dican lo que piensa de la eventual personal en otro país no se molesta­
suave secreción de sudor en el cuello la cara expresan mentira o desilu­ jugada. Si se echa hacia atrás en el ría en averiguar nada, y si yo no
cuando el mentiroso tiene la impre­ sión, meterse los dedos en la boca es sillón y hace una ojiva (confianza), hubiera estado alerta respecto de las
sión de que ha sido descubierto. El una manifestación de la necesidad de puedo suponer que ha entendido la claves no verbales, hubiese cometido
gesto lo hacen también las personas seguridad. Lo adecuado es dar ga­ jugada y ya tiene pensado un movi­ el error de contratarlo.
que sienten enojo o frustración y ne­ rantías y seguridades a la persona miento para contrarrestarla. Si cuan­ Mientras se pasaba el vídeo de
cesitan alejar la tela del cuello para que hace este gesto. do toco la pieza se cubre la boca o una entrevista, en un seminario so­
que por ahí circule el aire refrescan­ se frota la nariz o la oreja, significa bre actividades gerenciales, el entre­
te. Cuando vea hacer este gesto a que no sabe con certeza cuál es mi vistado se tapó súbitamente la boca
alguien, trate de pedirle: «¿Puede re­ INTERPRETANDO intención o la jugada que debe hacer. con las manos y se frotó la nariz
petir eso, por favor?» o «¿Podría Y EN TEND IEND O MAL Cuantas más jugadas haga yo que ante una pregunta del interrogador.
le provoquen los gestos negativos de Hasta ese momento el entrevistado
llevarse las manos a la cara, mayor había mantenido una postura franca,
Desarrollar la capacidad para in­
será mi probabilidad de ganar la par­ con la chaqueta abierta e inclinán­
terpretar correctamente los gestos
tida. dose hacia adelante cuando contesta­
con las manos en la cara en circuns­
tancias determinadas, exige mucho Hace poco entrevisté a un joven ba, así que al principio creimos que
que había llegado del extranjero y se trataba de un conjunto de gestos
tiempo y observación. Podemos su­
buscaba empleo en nuestra compa­ aislado. Durante unos segundos se
poner con bastante seguridad que
ñía, Durante toda la entrevista, man­ tapó la boca antes de contestar y
cuando alguien se lleva las manos a
tuvo los brazos y las piernas cruza­ luego volvió a la actitud abierta. Al
la cara acaba de tener un pensamien­
das, hizo pocos grupos de gestos de final del vídeo le preguntamos sobre
to negativo. El asunto es: ¿qué es
evaluación, expuso muy poco las pal­ el gesto de llevarse las manos a la
negativo? Puede tratarse de duda,
mas y me miró directamente menos boca y él dijo que cuando le hicieron
engaño, incertidumbre, exageración,
de la tercera parte del tiempo. Era aquella pregunta en particular pudo
aprensión o directamente mentira. La
obvio que algo le preocupaba, pero haber respondido de dos maneras:
verdadera habilidad para interpre­
61
60
la mano están sosteniendo la cabeza.
El gran aburrimiento y la carencia
total de interés se manifiestan cuan­
do la cabeza está sostenida totalmen­
te por la mano (fig. 61); y la señal
máxima es la cabeza yaciendo sobre
el escritorio y la persona roncando.
Golpear la mesa con los dedos y
el suelo con los pies son señales que
el orador interpreta a menudo como
de aburrimiento, pero en realidad
son signos de impaciencia. Cuando
usted es el orador y advierte estos
signos, debe tratar de involucrar al
que golpea con los dedos o con los
Fig. 60. Necesita que le den seguridades. pies en lo que usted está diciendo, Fig. 61. Aburrimiento.
para evitar el efecto negativo de esos
el público está interesado en lo que gestos en el resto del público. Cuan­ sienten por el presidente de la em­
una negativa y una positiva. Cuando
dice y cuándo está fatigado. Un do la audiencia da signos de aburri­ presa, a pesar de su aburrido discur­
pensó en la respuesta negativa y en
buen vendedor siente cuándo está miento y de impaciencia, es hora de so. Por desgracia para ellos, en cuan­
la reacción que podría tener el que
«apretando los botones apropiados» que el orador termine su conferencia. to la mano soporta el peso de la cabe­
lo interrogaba, hizo el gesto de las
en el cliente, es decir, descubriendo Vale la pena destacar que la frecuen­ za, de alguna manera delata la
manos en la boca. Cuando pensó en
la respuesta positiva, las manos baja­ lo que realmente le interesa. Todos cia de los golpes es proporcional a la actitud, y es probable que el presi­
ron y él volvió a la actitud abierta. los vendedores conocen la sensación impaciencia: cuanto más rápidamen­ dente crea que algunos de esos jóve­
La inseguridad sobre la posible reac­ de vacío que se siente cuando al pre­ te se suceden los golpecitos, más im­ nes son falsos o quieren adularlo.
ción a la respuesta negativa había sentar el producto, el cliente habla paciente está el sujeto. El interés genuino se expresa
producido el gesto de tapar la boca. poco y se queda sentado mirando. cuando la mano está apoyada en la
Estos ejemplos ilustran la facilidad Por suerte, si hace algunos gestos mejilla y no la cabeza en la palma.
con que puede entenderse mal un llevándose la mano a la mejilla o al La evaluación Una forma fácil con la que el presi­
gesto con las manos en la cara y mentón, el vendedor puede saber dente puede recuperar la atención de
llegar a conclusiones erróneas. Sólo cómo va el asunto. La evaluación se muestra con la los presentes es decir algo así como:
mediante el estudio y la observación mano cerrada apoyada en la mejilla, «M e complace que estén prestando
constantes de estos gestos en su con­ a menudo con el índice hacia arriba atención, porque dentro de un mo­
texto puede, finalmente, llegarse E l aburrimiento (fig. 62). Si la persona comienza a mento comenzaré a hacer preguntas.»
a conclusiones correctas sobre los perder interés, pero desea aparentar Los asistentes prestarán atención por
pensamientos de la otra persona. Cuando el que escucha comienza que está interesada por razones de temor a no poder responder.
a apoyar la cabeza en la mano, está cortesía, la posición se alterará un Cuando el índice apunta hacia arri­
dando señales de aburrimiento: la poco y la base de la palma sostendrá ba, sobre la mejilla, y el pulgar
G ESTO S CON LAS M EJILLA S
mano sostiene la cabeza para tratar la cabeza como se muestra en la fi­ aguanta la barbilla, el que escucha
Y E L MENTON
de no quedarse dormido. El grado de gura 61. He asistido a muchísimas está teniendo pensamientos negativos
Se dice que un buen orador es el aburrimiento está en relación direc­ reuniones en las que los gerentes jó­ o críticos sobre el orador o lo que
que sabe «instintivamente» cuándo ta con la fuerza con que el brazo y venes en ascenso usan este gesto de dice. Si continúan los pensamientos
interés para mostrar el respeto que negativos, el índice puede deslizarse
62
63
hacia el ojo. Como los gestos in­
fluyen sobre la actitud de la persona, Fig. 63. Tomando una decisión.
cuanto más tiempo alguien mantenga
esa posición, más crítica será su ac­
titud. Entonces el orador debe ha­ luación a los de tomar decisiones, los lla es seguido por el gesto de estar
cer algo en seguida: interesar al movimientos siguientes indican si la preparado (fig. 100), al vendedor
oyente en lo que está diciendo o ter­ decisión es positiva o negativa. El sólo le resta preguntar cómo el clien­
minar de hablar. Un movimiento sim­ vendedor sería irresponsable si in­ te desea pagar el producto.
ple como el de dar algo al oyente terrumpiera o hablara en el momen­
para alterarle la posición, puede pro­ to en que un cliente comienza a aca­
ducir un cambio de actitud. Este ges­ riciarse la barbilla cuando se le ha Variaciones del gesto
to se confunde a menudo con una pedido que decida sobre la compra. de tomar una decisión
señal de interés, pero el pulgar de­ La mejor estrategia sería la observa­
lata la actitud crítica (fig. 63). ción atenta de los gestos del cliente, La persona que usa gafas suele
porque ellos le indicarán cuál es la quitárselas después de hacer los ges­
decisión que éste ha tomado. Por tos de evaluación y ponerse una pa­
Fig. 64. Versión femenina
Acariciarse la barbilla de acariciarse la barbilla. ejemplo, si el cliente se echa hacia tilla en la boca, en lugar de hacer el
atrás en el asiento y cruza los brazos gesto de acariciarse la barbilla. El
La próxima vez que usted tenga posición y pida opiniones sobre lo y las piernas después de haberse aca­ que fuma en pipa se la pondrá en la
la ocasión de presentar una idea ante que ha dicho, cesarán los gestos de riciado la barbilla, está diciendo no boca. Si una persona se pone en la
un grupo de personas, observe cui­ evaluación. Una mano irá a la barbi­ verbalmente al vendedor «no». Se­ boca un objeto, como un lápiz o un
dadosamente mientras expone la lla y comenzará a acariciarla. ría conveniente volver sobre los pun­ dedo, cuando se le ha pedido que
idea: notará algo fascinante. La ma­ El gesto de acariciarse la barbilla tos principales de ios argumentos de tome una decisión, esos gestos indi­
yoría, si no todos los miembros del es la señal de que el que lo hace está venta, antes de que el cliente expre­ can que no está seguro sobre la de­
grupo, se llevará una mano a la cara tomando una decisión. Cuando usted se oralmente la negativa y se pierda cisión que debe tomar. Es necesario
y comenzará a hacer gestos de eva­ pide a los oyentes una decisión y los la venta. darle seguridad porque el objeto que
luación. Cuando usted termine la ex­ Si el gesto de acariciarse la barbi­ tiene en la boca le hace ganar tiempo.
gestos han cambiado de los de eva­

64 65
1

Como es de mala educación hablar Combinación de los grupos LOS G ESTO S D E FROTARSE palmadas en la cabeza, en la frente o
con algo en la boca, el cliente se de gestos con la mano en la cara LA CABEZA O DARSE en la nuca, como si estuviese casti­
siente justificado por no haber deci­ PALMADAS E N ELLA gándose simbólicamente. Aunque la
dido de inmediato. A veces se combinan los gestos de palmada en la cabeza expresa olvido,
aburrimiento, evaluación y decisión, La versión exagerada del gesto de la persona indica también cómo se
y cada gesto es un elemento de la ac­ tirar del cuello de la camisa es fro­ siente respecto de usted o de la situa­
titud de la persona. tarse la nuca con la palma con el ges­ ción, por la posición usada cuando
La figura 66 muestra que el ges­ to que Calero denomina de «dolor en se golpea la frente o la nuca. Si se
to de evaluación se ha transformado la nuca». La persona que hace este da una palmada en la frente (fig. 69)
en el de acariciarse la barbilla. La gesto cuando miente, evita por lo ge­ indica que no se siente intimidado
persona está juzgando y tomando una neral la mirada directa: mira hacia por su pregunta; pero cuando se da
decisión al mismo tiempo. Cuando el abajo. El gesto expresa también eno­ la palmada en la nuca (fig. 68) está
oyente comienza a perder interés, la jo o frustración, y cuando ése es el diciendo literalmente que «usted es
cabeza empieza a descansar sobre caso, empieza con una palmada en la un dolor en la nuca» por haberle se­
la mano. La figura 67 muestra el ges­ nuca y sigue con la acción de frotár­ ñalado el error. Los que habitual­
to de evaluación, pero la cabeza está sela. Supongamos que usted ha pedi­ mente se frotan la nuca tienen ten­
soportada por el pulgar, lo que indi­ do a un subalterno que termine una dencia a ser negativos y a criticar,
ca que el oyente ha perdido el in­ tarea y el subalterno ha olvidado ha­ mientras que los que suelen frotarse
terés. cerla en el tiempo requerido. Cuando la frente para no verbalizar un error,
usted le pregunta por los resultados, son personas más abiertas y con las
la señal no verbal del olvido es darse que se trabaja más fácilmente.

Fig. 66. Grupo de evaluación


y decisión.

Fig. 67. Grupo de evaluación, decisión


y aburrimiento. Fig. 68. Gesto de « dolor en la nuca».
67
66
asientos con brazos para que los asis­
tentes no tuvieran que cruzarse de
VI brazos.
Los brazos defienden Muchos dicen que adoptan la po­
sición de los brazos cruzados porque
es cómoda. Cualquier gesto es cómo-
do cuando uno tiene la actitud co­
rrespondiente; es decir, si uno tiene
una actitud nerviosa, o defensiva, o
negativa, se sentirá bien cruzando los
brazos.
LOS G ESTO S do una persona tiene una actitud de­ Recuerde que, en la comunicación
CON LOS BRAZOS CRUZADOS fensiva, negativa o nerviosa, cruza no verbal, el significado del mensaje
los brazos y muestra así que se siente está también en el receptor del mis­
Esconderse detrás de una bafrera es amenazada. mo, no sólo en el emisor. Usted pue­
una respuesta humana normal que La investigación llevada a cabo en de sentirse cómodo con los brazos
aprendemos a edad temprana para Estados Unidos sobre la posición cruzados o con la espalda o la nuca
protegernos. Cuando éramos niños de brazos cruzados ba dado algunos rígidas, pero los estudios han demos­ Fig. 70. Cruce de brazos estándar.
nos escondíamos detrás de cosas só­ resultados interesantes. Se pidió a un trado que la recepción de estos ges­
lidas como mesas, sillas u otros mue­ grupo de estudiantes que asistiera a tos es negativa.
bles y recurríamos a las faldas de una serie de conferencias y se advir­ por el público. Inmediatamente des­
mamá cada vez que nos sentíamos tió a cada uno que no debía cruzar pués del ataque verbal, pedí a los
amenazados. Al hacernos mayores, los brazos ni las piernas y que debía Gesto estándar de brazos asistentes que se mantuvieran en las
esa conducta se vuelve cada vez más adoptar una actitud relajada. Al fi­ cruzados posiciones que habían adoptado. Les
refinada, y cuando, alrededor de los nal de cada conferencia se evaluaba resultó muy divertido que les mos­
seis años, resulta inaceptable escon­ la retención y el conocimiento que Los brazos están cruzados junto trara que el noventa por ciento ha­
derse detrás de los muebles, aprende­ cada uno había adquirido en la cla­ al pecho para «esconderse» de una bía cruzado los brazos en el momen­
mos a cruzar los brazos apretadamen­ se, y se registraba la actitud respecto situación desfavorable. Hay muchas to en que comencé la agresión ver­
te sobre el pecho cada vez que se del profesor. Se hizo lo mismo con posiciones de brazos cruzados, pero bal. Esto demostraba claramente que
produce una situación de amenaza. otro grupo de estudiantes, pero a és­ en este libro se tratarán solamente la mayoría se cruza de brazos cuan­
En la adolescencia, aprendemos a ha­ tos se les dijo que tuvieran los bra­ las tres más comunes. El gesto es­ do no está de acuerdo con lo que
cer el gesto menos obvio, relajando zos cruzados durante las clases. Estos tándar (fig. 70) es universal y expre­ escucha. Muchos oradores no han lle­
un poco los brazos y combinándolo últimos retuvieron un treinta y ocho sa la misma actitud defensiva o ne­ gado al público con su mensaje por­
con el cruce de las piernas. por ciento menos que los del primer gativa, casi en todas partes. Suele que no han tenido en cuenta los bra­
Más adelante, desarrollamos el grupo, y criticaron más las clases y verse cuando una persona está entre zos cruzados de los oyentes. Los ora­
gesto de cruzar los brazos hasta el al profesor. desconocidos en reuniones públicas, dores con experiencia saben que ese
punto de convertirlo en menos evi­ Estas pruebas revelan que cuando colas, cafeterías, ascensores o en gesto indica la necesidad urgente de
dente aún. Al cruzar uno o los dos el oyente cruza los brazos, no sola­ cualquier lugar donde se sienta in­ romper el hielo para que los oyentes
brazos sobre el pecho se forma una mente tiene pensamientos más ne­ segura. adopten actitudes más receptivas, ya
barrera que, en esencia, es el intento gativos sobre el que habla, sino que Durante una reciente gira de con­ que éstas mejorarán su disposición
de dejar fuera de nosotros la ame­ también presta menos atención a lo ferencias por los Estados Unidos, ini­ hacia el que habla.
naza pendiente o las circunstancias que dice. Por esta razón, en los cen­ cié una de ellas hablando mal de Cuando usted entabla un diálogo
indeseables. Una cosa es cierta: cuan­ tros de preparación, deberían tener personas muy conocidas y respetadas con otra persona y ésta se cruza de

68 69
brazos, es razonable suponer que us­ tomar el objeto. Pedirle que se incli­ sona de la figura 70, que está defen­ trata de una actitud negativa de res­
ted ha dicho algo con lo que el oyen­ ne hacia adelante para observar algo diéndose. tricción.
te no está de acuerdo. Sería inútil también resulta efectivo para desha­ En un tribunal suele verse al fis­
continuar en la misma línea de argu­ cer la posición de brazos cruzados. cal con los brazos cruzados y los
mentación, aunque la otra persona Otro método es inclinarse hacia la puños cerrados y al abogado defen­
exprese verbalmente que coincide persona con las palmas hacia arriba sor cogiéndose los brazos.
con usted. E s un hecho que el len- y decirle: «Creo que usted desea El status influye también en el
* guaje no verbal no miente y el verbal preguntar algo, ¿qué e s? »; o pregun­ cruce de brazos. Un hombre pode­
sí. El objetivo debe ser entonces ave­ tarle: «¿Q u é opina usted?», y en­ roso puede hacer sentir su superiori­
riguar la causa del cruce de brazos y tonces volver a echarse hacia atrás dad ante los demás evitando el cruce
provocar el movimiento de la perso­ para indicar a la persona que ahora de brazos. Por ejemplo, si en una
na hacia una posición más receptiva, le toca hablar a ella. Al exhibir las reunión social en una empresa, le
y-La actitud hace que se produzcan los palmas, usted está expresándole en presentan algunos empleados nuevos
gestos, y si éstos persisten, la actitud forma no verbal que le agradaría una al director general, los saludará con
no se modifica. respuesta franca. Como vendedor, yo un apretón de manos dominante y
Un método simple y efectivo para nunca continuaría exponiendo las permanecerá a la distancia social de
cambiar el gesto de la persona es al­ virtudes del producto antes de ha­ los empleados, con las manos a am­
canzarle un libro, un lápiz, algo que ber descubierto cuál fue el motivo bos lados del cuerpo o cogidas por
la obligue a liberar los brazos para por el que el cliente se cruzó de bra­ detrás de la espalda en la posición de
zos. A menudo descubro que el clien­ palma en palma, de superioridad (fig.
te no ha manifestado, en realidad, 44), o con una mano en el bolsillo.
una objeción. Por contra, otros ven­ Rara vez cruzará los brazos mostran­
dedores, al no dar importancia a las do nerviosismo. Los empleados, en
señales no verbales, pueden no lle­ cambio, cruzarán los brazos total o
gar a descubrirlo. parcialmente debido a su nerviosis­
mo en presencia de la autoridad ma­
yor de la empresa. Tanto el gerente
Cruce de brazos reforzado El gesto de cogerse los brazos como los empleados se sienten cómo­
dos en sus respectivas posiciones. Es­
Si, además de haber cruzado los Observarán que esta forma de tas señalan una diferencia de status.
brazos, la persona ha cerrado los pu­ cruzar los brazos se caracteriza por Pero, ¿qué ocurre cuando al director
ños, las señales son de defensa y hos­ oprimirlos para reforzar la posi­ general le presentan un joven ejecu­
tilidad. Este grupo de gestos se com­ ción y anular cualquier intento de tivo en ascenso que también tiene
bina a veces con el de los dientes liberarlos que pudiera dejar expues­ autoridad y que puede sentirse tan
apretados y la cara enrojecida. En to el cuerpo. Los brazos pueden importante como él? Lo más proba­
ese caso puede ser inminente el ata­ llegar a apretarse con tanta fuerza ble es que, después de un apretón
que verbal o físico. Y si el motivo que los dedos palidezcan al impedir­ de manos dominante por ambas par­
no es aparente, se impone un acerca­ se la circulación de la sangre. Este tes, el joven ejecutivo se cruce de
miento con las palmas a la vista, estilo se observa comúnmente en las brazos mostrando los pulgares hacia
para descubrir qué ha ocasionado los personas que están en la sala de es­ arriba (fig. 73). Este gesto es la ver­
gestos hostiles. La persona que hace pera de un médico o de un dentista, sión defensiva del de extender los
este grupo de gestos está en la acti­ o en las que viajan en avión por pri­ brazos hacia adelante con los pulga­
Fig. 71. Los puños muestran
una actitud hostil. tud de atacar, a la inversa de la per­ mera vez y esperan el despegue. Se res hacia arriba y que indica que la

70 71
persona está tranquila. El gesto de preguntas tendentes a descubrir la nal que se experimentaba en la niñez
los pulgares hacia arriba es una acti­ objeción del cliente. En el proceso cuando, en situaciones de temor,
tud de confianza, y los brazos cruza­ de la venta, si el cliente llega a ver- nuestros padres nos cogían de la
dos dan la sensación de protección. balizar el «no», es muy difícil que mano.
Los vendedores deben analizar la cambie su decisión. La capacidad
causa de la adopción de esta actitud para leer el lenguaje del cuerpo per­
por parte de un cliente para saber mite ver la decisión negativa antes E L CRUCE DE BRAZOS
si su presentación es efectiva. Si los de que sea expresada oralmente; eso DISIM ULADO
pulgares hacia arriba han aparecido da tiempo para cambiar el curso de
al final de la exposición junto con los acontecimientos. Los gestos de disimulo del cruce
otros gestos positivos del diente, el Las personas que portan armas o de brazos son muy elaborados y los
vendedor puede tratar de cerrar el chalecos antibalas rara vez cruzan usa la gente que continuamente está
trato y solicitar el pedido. Pero si, los brazos, porque el arma o el chale­ expuesta al público: políticos, vende­
al terminar, el cliente cierra los pu­ co son protección suficiente. Los ofi­ dores, personalidades de la televi­
ños con los brazos cruzados (fig. 71} ciales de policía que usan armas rara sión, etc., que no desean que el públi­
y tiene «cara de póquer» (inexpresi­ vez cruzan los brazos, a menos que co se dé cuenta de que se sienten in­
va), el vendedor corre graves riesgos estén de guardia. Entonces, además, seguros o nerviosos. Como en todos
si solicita la orden de compra. En cierran los puños para que se sepa los gestos de cruzar los brazos, un
este caso es mejor que insista en la que no se permite pasar a nadie por brazo se cruza por delante del pecho
presentación del producto y haga más donde ellos están. E L CRUCE PARCIAL para coger el otro brazo, pero en lu­
D E LOS BRAZOS gar de cruzarse simplemente, una
mano sostiene un bolso, toca el reloj
A veces resulta demasiado obvio de pulsera, el puño de la camisa o
usar el gesto completo de los brazos cualquier otro objeto que esté en el
cruzados, porque indica a los demás otro brazo o cerca de él (fig. 76). De
que tenemos miedo. Se lo sustituye esta manera, se forma una barrera y
entonces por una versión más sutil: se logra la sensación de seguridad. En
el cruce parcial en el que un brazo los tiempos en que se usaban ge­
se cruza sobre el pecho para coger melos, los hombres solían ajustarlos
el otro brazo o tocarlo y hacer así al atravesar una habitación o un sa­
la barrera (fig. 75). lón de baile en el que quedaban a la
Suele verse esta actitud en aque­ vista de los demás. Hoy en día, y en
llos que son desconocidos en una reu­ una situación similar, el hombre
nión o que no tienen confianza en sí ajustará la correa del reloj, se fro­
mismos. Otra versión popular de la tará las manos, jugará con un botón
barrera parcial es cogerse las manos del puño, o empleará cualquier otro
(fig. 74). Esta actitud es frecuente en gesto que permita que los brazos se
las personas que deben estar frente crucen delante del cuerpo. Para el
al público cuando, por ejemplo, reci­ observador avezado, éstos son ges­
ben un título, un premio o deben de­ tos delatores, ya que no tienen otro
cir unas palabras. Desmond Morris sentido que el de disimular el ner­
dice que este gesto permite revivir viosismo. Cualquier lugar en el que
Fig. 74. Cogiéndose las manos. la sensación de seguridad emocio­ alguien deba pasar ante un grupo que

72 73
lo mira — como el caso del joven que eso basta con una sola mano? El em­
cruza el salón para sacar a bailar a pleo de ambas permite a la persona
una chica atractiva o el de alguien nerviosa construir una barrera difícil
que cruza un recinto para recibir un de detectar como tal. Habiendo ob­
premio— es apropiado para la obser­ servado repetidas veces a la gente
vación de este tipo de gestos. que forma barreras disimuladas, lle­
Las mujeres disimulan mejor que gamos a la conclusión de que todos
los hombres porque pueden coger usamos este tipo de gestos. Muchas
Fig. 76. Disimulo del nerviosismo. cosas como el bolso cuando se sien­ personalidades conocidas suelen tam­
ten inseguras (fig. 77). Una de las bién formar sus barreras disimulada­
versiones más frecuentes es el gesto mente en situaciones de tensión, y no
de sostener un vaso con las dos ma­ son conscientes de que lo hacen.
nos. ¿Alguna vez pensó en que para

Fig. 77. Bolso usado para formar barrera.

Fig. 78. Flores usadas para formar barrera.

75
74
traído de la conversación. Sería una ción si lo efectúa un norteamericano
locura que un vendedor le pidiera a durante una conversación, pero es
vu su cliente que tomara una decisión muy claro cuando lo hace un súbdito
cuando ha adoptado esa posición. Lo británico.
L a s p iern as defienden
que debe hacer el vendedor es descu­ Hace poco hablé en una serie de
brir la objeción del cliente. Esa po­ reuniones en Nueva Zelanda ante un
sición es muy frecuente en las muje­ público compuesto por unos 100 ge­
res de casi todos los países, en par­ rentes y 500 vendedores. Un asunto
ticular para mostrar su desagrado con difícil estaba en discusión: el trata­
el marido o el novio. miento de que eran objeto los vende­
E L CRUCE D E PIERNAS ses, e indica una actitud defensiva, dores por parte de las corporaciones.
reservada o nerviosa. Sin embargo, A un vendedor muy conocido por
Las piernas cruzadas, como los bra­ este gesto es de apoyo a otros gestos la concurrencia, con fama de agita­
zos cruzados, indican la posible exis­ negativos y no debe interpretarse dor, se le pidió que dirigiera la pala­
tencia de una actitud negativa o de­ aislado del contexto. Por ejemplo: bra al público. Cuando subió al es­
fensiva. En un principio, el propósito con frecuencia, la gente se sienta así cenario, casi sin excepción, los ge­
de cruzar los brazos sobre el pecho durante una conferencia o en un rentes adoptaron la posición defensi­
era defender el corazón y la región asiento incómodo en el que debe va de la figura 80. Esto mostraba que
superior del cuerpo. Cruzar las pier­ permanecer durante mucho tiempo. se sentían amenazados por lo que
nas es el intento de defender la zona También es frecuente este gesto pensaban que diría el vendedor. Sus
genital. El cruce de brazos señala una cuando hace frío. Cuando se combi­ temores estaban bien fundados. El
actitud más negativa que cruzar las na el cruce de piernas con el de vendedor se refirió con vehemencia
piernas, y resulta más evidente. Hay brazos (fig. 80), la persona se ha abs- a la baja calidad de la gerencia en
que tener cuidado cuando se inter­ casi todas las corporaciones de esa
pretan los gestos de cruzar las pier­
nas de una mujer, pues a muchas
les han enseñado que «así se sientan
las damas». Por desgracia, este ges­
to hace que parezcan estar a la de­
fensiva.
Hay dos maneras fundamentales
de cruzar las piernas estando senta­ Fig. 80. Una mujer mostrando
do: el cruce estándar y el cruce en desagrado.
que las piernas dibujan un 4.

E l cruce de piernas
E l cruce de piernas estándar norteamericano en 4

Una pierna se cruza netamente por Este cruce de piernas indica que
encima de la otra; por lo general, existe una actitud de competencia o
la derecha sobre la izquierda. Este de discusión. Es la posición que usan
es el cruce normal para los europeos, los norteamericanos. Eso significa
británicos, australianos y neozelande­ Fig. 79. El cruce de piernas estándar. que es un gesto de difícil interpreta­ Fig. 81. La posición norteamericana.

76 77
E l cruce en 4 cogiéndose especial para romper la resistencia
una pierna de este tipo de individuo testarudo.

La persona que tiene una actitud


rígida en una discusión, suele man­ El cruce de piernas estando
tener la posición del 4 y sostener, de pie
a la vez, la pierna con una o ambas
manos. Se trata de un signo de ter­ Cuando asista a una reunión nu­
quedad. Será necesario un enfoque merosa, fíjese en que hay pequeños
grupos cuyos integrantes están de pie
con los brazos y las piernas cruza­
dos {fig. 83). También observará que
esas personas se mantienen a distan­
cias mayores de las normales y que,
si llevan puesta una chaqueta, ésta
está abrochada. Sí usted preguntara
a esas personas si se conocen descu­
briría que no. Así es como se com­
porta casi todo el mundo entre gente
que no conoce bien. ,
Encontrará otros grupos, en cam­
bio, en los que todos están de pie sin
tener los brazos cruzados, exhibiendo
industria determinada y dijo que confirmaron que así había sido. Ob­ las palmas, con las chaquetas abier­
le parecía que ése era un factor servé que algunos gerentes no ha­ tas, apoyándose en un pie y señalan­
que contribuía a los problemas de bían asumido la nueva pose y les do con el otro hacia otros integran­
equipar con gente a esa industria. pregunté por qué. Dijeron que aun­ tes del grupo, entrando y saliendo
Durante todo el discurso, los vende­ que no habían estado de acuerdo con de las zonas íntimas. Descubrirá, en­
dores estaban inclinados hacia ade­ el vendedor, no podían adoptar la tonces, que esas personas son ami­
lante, mostraban interés, hacían ges­ posición del cruce en 4 por obesi­ gas, o, por lo menos, conocidas. Re­
tos de evaluación; pero los gerentes dad o artritis. sulta interesante saber que las perso­
mantenían sus posiciones defensivas. Sería absurdo que un vendedor nas que se cruzan de brazos y piernas
Entonces, el vendedor cambió de quisiera cerrar un trato cuando el pueden mostrar rostros relajados y
tema y propuso que se discutiera cliente ha adoptado esa posición. El que su conversación puede sonar
cuál era el papel del gerente en su vendedor deberá tener una actitud libre y fácil, pero sus posiciones de
relación con el personal de ventas. abierta, inclinándose hacia adelante, brazos y piernas nos dicen que no
Como si se tratara de los músicos mostrando las palmas y diciendo: están, en realidad, ni relajadas ni có­
de una orquesta que acababan de re­ «V eo que usted tiene ya una opinión modas.
cibir la orden del director, los geren­ formada». En seguida debe echarse La próxima vez que se una a un
tes cambiaron la posición adoptando atrás para que el cliente hable. Así, grupo de personas de pie que no le
la de competencia y de discusión (fig. da la oportunidad al cliente de ex­ conocen pero que usted nota que se
81). Era evidente que, mentalmente, presar su opinión. A veces, también conocen entre sí, crúcese de brazos
estaban debatiendo el punto de vista las mujeres, cuando usan pantalones, Fig. 83. Posición defensiva estando
de pie. y piernas. Verá cómo todos adoptan
del vendedor y, más tarde, muchos se sientan haciendo el 4.
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78
El alcohol puede acelerar el pro­ fensa. Cuando la persona siente frío,
ceso o suprimir alguna etapas. cruza los brazos como abrazándose y
sus piernas, cruzadas, están normal­
mente estiradas, rígidas y apretadas
¿A la defensiva o con frío? (fig. 86). La postura de defensa es
más relajada que la de frío.
Muchos declaran que no están a la Los que habitualmente están en
defensiva cuando cruzan los brazos posición de defensa prefieren decir
y las piernas, sino que sienten frío. que sienten frío, antes que admitir
Con frecuencia ésa es la coartada. Re­ que están nerviosos, que son tímidos
sulta interesante conocer las diferen­ o que se defienden.
cias entre la postura defensiva y la
postura que se asume cuando se Sien­
te frío. Cuando alguien quiere ca­ E L CRUCE DE TO BILLO S
lentarse las manos, las coloca general­
mente en las axilas y no debajo de Tanto el cruzarse de brazos como
los codos como en la postura de de- de piernas señala la existencia de una
actitud negativa o defensiva, y el cru­
ce de tobillos indica lo mismo. La
versión masculina del cruce de tobi­
Fig. 84. Cuerpo defendido y actitud Fig. 85. Cuerpo expuesto y actitud llos se combina a menudo con los
cerrada: no se conocen. abierta: ya se conocen. puños apoyados sobre las rodillas o
con las manos cogiendo con fuerza
los brazos del sillón (fig. 87). La ver­
esa misma posición. Sin embargo, alé­ los brazos y las piernas cruzados sión femenina es apenas distinta: se
jese luego del grupo y observe: uno (% • 84). mantienen las rodillas juntas; los
por uno irán volviendo a su postura Etapa 2: Se deshace el cruce de pies pueden estar hacia un costado,
inicial. piernas y los pies vuelven a la posi­ y las manos descansan una al lado
ción neutra. de la otra o una sobre la otra, apo­
Etapa 3 : El brazo que está por en­ yadas en los muslos (fig. 88).
E l proceso de «apertura» cima en la cruz se libera y aparece la Las observaciones que hemos lle­
palma cuando el sujeto habla. No vado a cabo en las entrevistas y ven­
Cuando las personas empiezan a vuelve a cruzar ese brazo. Sostiene tas efectuadas a lo largo de más de
conocerse y a sentirse cómodas, se al otro. diez años, nos revelan que cuando el
mueven siguiendo las pautas de un Etapa 4: Se liberan ambos brazos entrevistado cruza los tobillos está
código no escrito, para pasar de la y con uno se gesticula, se apoya la «mordiéndose los labios» mental­
posición cerrada, defensiva, a la re­ mano en la cadera, o se mete la mano mente. El gesto señala el disimulo
lajada y abierta. Estudios realizados en el bolsillo. de una actitud o emoción negativa:
con gente australiana, neozelandesa, Etapa 5 : Una de las personas se nerviosismo o temor. Por ejemplo,
canadiense y norteamericana revelan echa atrás sobre una pierna y em­ un abogado amigo mío me contó
que el proceso de apertura es el mis­ puja al otro hada adelante para se­ que, antes de la audiencia en el tribu­
Fig. 86. Es probable que esta mujer
mo para todos ellos: ñalarle algo que a ella le resulta inte­ nal, las personas involucradas en el
sienta frío, pero también puede ser que
Etapa 1: Posición de defensa con resante (fig. 85). tenga ganas de ir al lavabo. juicio adoptan la posición del cruce

80 81
no era congruente con sus señales no godos, Nierenberg y Calero, descu­
verbales, pese a que parecía bastan­ brieron que cuando alguien se cruza
te convincente. de tobillos mientras está trat a n ^
«¿E stá seguro?», pregunté. El con otras personas, significa a menu­
hizo una pausa, deshizo el cruce de do que está retrasando una conce­
los tobillos, se volvió hacia mí con sión valiosa. Por medio de la aplica­
las palmas abiertas y dijo: «¡E n rea­ ción de dertas técnicas de interroga­
lidad me vuelve loco!» Entonces, me torio, puede estimularse a esa perso­
. contó que había recibido muchas 11a- na de modo que revele la concesión.
l madas de clientes que habían sido Hay personas que tienen la cos­
I groseros con él, y que había estado tumbre de sentarse con los tobillos
/ conteniendo sus sentimientos para cruzados o de adoptar alguno de los
( no transmitirlos a otros clientes. Re- grupos de gestos negativos que se
'. sulta interesante observar que los ejecutan con los brazos y las piernas
j vendedores a quienes no les gusta porque así se sienten cómodas. Si
| hablar por teléfono adoptan la posi- usted es una de esas personas, tenga
i ción de tobillos cruzados. presente que cualquier posición de
Los pioneros en el campo de las los brazos y las piernas le resultará
técnicas de comunicación en los ne- cómoda cuando usted tenga una ac­
Fig. 87. Versión masculina
del cruce de tobillos. titud de reserva, de defensa o nega­
tiva. Teniendo en cuenta que el gesto
negativo puede prolongar la actitud
de tobillos casi sin excepción. Descu­
Fig. 88. Versión femenina negativa, y que otros interpretarán
brió también que adoptaban esta po­
del cruce de tobillos. que usted está siempre a la defensi­
sición personas que esperaban decir
va o en posición negativa, le aconse­
algo o que trataban de controlar su
jamos practicar los gestos abiertos
estado emocional. lado, anulando así la barrera del es­
para mejorar sus relaciones con los
En las entrevistas a eventuales em­ critorio, con frecuencia se separaban
demás.
pleados, advertimos que, en algún los tobillos y la conversación tomaba
Las mujeres que fueron adolescen­
momento del interrogatorio, cruza­ un rumbo más franco y personal.
tes en la época de la minifalda cru­
ban los tobillos: ése era el signo de Hace poco, asesoramos a una em­
zaban las piernas y los tobillos por
que estaban ocultando una emoción presa sobre el uso correcto del telé­
razones obvias. Por costumbre, mu­
o una actitud. En las primeras etapas fono para comunicarse con los clien­
chas de esas mujeres se sientan to­
de nuestra investigación sobre este tes. Conocimos al joven que se en­
davía de ese modo, pudiendo ser mal
gesto, encontramos que hacer pre­ cargaba de la tarea, nada envidiable,
interpretadas: la gente puede reac­
guntas sobre lo que sentían los en­ de llamar por teléfono a los clientes
cionar tomando precauciones en con­
trevistados no producía la reacción que no habían pagado su cuenta. Lo
tra de esas mujeres. E s importante,
deseada: no liberaban los tobillos y, vimos hacer unas cuantas llamadas,
para evitar conclusiones precipitadas,
por consiguiente, tampoco la mente. y aunque parecía relajado, vimos que
tener en cuenta las tendencias de la
Pero pronto descubrimos que si el tenía los tobillos cruzados bajo el
moda cuando se interpretan las po­
conductor de la entrevista se acer­ sillón. Le preguntamos: «¿L e gusta
siciones de las piernas de una mujer.
caba al entrevistado, yendo al otro su trabajo?» Y él respondió: «Sí. Es
lado del escritorio, y se sentaba a su divertido.» Pero su respuesta verbal
de pie.
82 83
E L CRUCE D E PIES

Es un gesto casi exclusivamente


femenino. Un pie se engancha en la
vzu
Otros gestos y actitudes frecuentes
otra pierna para fortalecer la actitud
defensiva. Cuando aparece este ges­
to, puede estar seguro de que la mu­
jer se ha encerrado en ella misma,
retrayéndose como una tortuga en
su caparazón. Un enfoque discreto,
amistoso y cálido es lo que usted ne­ o verbal. Eso incluye parapetarse de­
cesita, si desea abrir el caparazón. trás de un escritorio, de una puerta,
Esta posición es propia de las mu­ de una cerca, detrás de la puerta
jeres tímidas. abierta de un vehículo. Pero incluye
Recuerdo una entrevista en la que también el montarse en una silla (fig.
un vendedor novato trataba de ven­ 91). El respaldo de la silla es el es­
der una póliza de seguro a una pa­ cudo protector que puede transfor­
reja recién casada. La venta no se marnos en un guerrero dominante y
realizó y el vendedor no podía com­ agresivo. Casi todós los que suelen
prender por qué: había explicado montar las sillas son individuos do­
todo según la técnica de venta. minantes que tratarán de controlar a
Le dije que no había advertido los demás cuando la conversación Ies
que la señora estuvo sentada todo el aburre. El respaldo les sirve como
tiempo con un pie enganchado en la protección contra el ataque de los de­
Fig. 90. Pie enganchado estando pierna. Si el vendedor hubiese cono­ más miembros del grupo. El que usa
sentada. cido el significado de ese gesto, ha­ esa posición es discreto y suele adop­
bría hecho intervenir a la mujer en tarla casi sin que se den cuenta.
la discusión y podría haber logrado La forma más fácil de desarmar al
un buen resultado. «jinete» es situarse detrás de él, ha­
ciéndolo sentir vulnerable al ataque
y obligándolo a cambiar la posición.
Esto es muy aplicable cuando se está
en grupo porque el «jinete» queda
con la espalda expuesta.
'* MONTARSE E N LA SILLA Pero, ¿cómo conducir la situación
cuando se está cara a cara con al­
Hace siglos, los hombres usaban es­ guien que monta una silla giratoria?
cudos para protegerse de las lanzas y Es inútil tratar de razonar con él,
los palos del enemigo. Hoy en día, pues puede moverse a su antojo. En
e! hombre civilizado emplea lo que este caso, la mejor defensa es el ata­
tiene a su disposición para simboli­ que no verbal. Converse de pie, mi­
zar la misma conducta protectora, rándolo desde arriba y penetre en
cuando se enfrenta a un ataque físico su territorio personal. Esto le resul-

84 85
tara muy desconcertante e incluso
'1
puede caerse cuando intente evitar el
cambio de posición.
Si usted espera a un individuo
que se monta en la silla y le molesta
esta actitud agresiva, tenga sólo si*
Ilones fijos, no giratorios. Los brazos
del sillón le impedirán adoptar su
posición favorita.

Recogiendo pelusilla imaginaria

Cuando una persona no está de


acuerdo con las opiniones o actitu­
des de las demás, pero se siente im­
potente para manifestar su opinión,
los gestos negativos que hace se co­
nocen como gestos de desplazamien­
to. Recoger pelusilla imaginaria en la
ropa es uno de estos gestos. El que LOS G ESTO S
recoge pelusilla mira hacia abajo en CON LA CABEZA
lugar de a las demás personas; mien­ bido suficiente leche, sacude la ca­ Las posiciones fundamentales
tras tanto, ejecuta esta acción que no Este libro no sería completo si no beza para rechazar el pecho materno. de la cabeza
viene al caso. E s una denlas segales tratara también los movimientos fun­ Del mismo modo, el niño que ya ha
más frecuentes de desaprobación. damentales de la cabeza. Los dos más comido bastante, aleja la cabeza de Hay tres posiciones básicas de la
Cuando alguien repite h uchas veces usados son la señal de asentimiento la cuchara. cabeza. La primera, cabeza hacia arri­
el gesto, quiere indicar que no le y la de negación. Inclinar la cabeza Una de las maneras más simples ba (fig. 93), es la que adopta la per­
gusta el tema que está tratándose, hacia adelante es el gesto que se uti­ de descubrir si hay una objeción ocul­ sona que tiene una actitud neutral
aunque verbalmente pueda manifes­ liza en casi todas las civilizaciones ta en la persona que usted trata es respecto de lo que está escuchando.
tar que está de acuerdo con todo lo para indicar «sí» o afirmación. La in­ fijarse si hace el gesto de negativa En este caso, la cabeza suele perma­
que se dice. vestigación realizada con personas cuando verbaliza su acuerdo con us­ necer inmóvil; sólo en algún momen­
En una situación como ésta, abra sordas, mudas y ciegas de nacimien­ ted. Pensemos, por ejemplo, en la to puede hacer también señales de
la conversación y diga: «¿Q ué opina to mostró que también ellas hacen persona que dice: «Sí, entiendo sus asentimiento. Cuando la cabeza está
de esto?» o «Veo que tiene su propia este gesto para indicar la actitud afir­ argumentos» o «M e encanta traba­ en esta posición, también suelen usar­
opinión sobre el asunto. Por favor, mativa, lo que ha dado origen a la jar así» o «Cerraremos el trato des­ se gestos de evaluación con la mano
comuníquenosla». Siéntese hacia idea de que podría tratarse de un pués de Navidad», mientras mueve en la cara.
atrás con los brazos separados y gesto innato. Sacudir la cabeza hacia la cabeza de uno a otro lado. Aun­ La segunda posición es la de la
con las palmas a la vista, y espere uno y otro lado suele significar «no», que parezca convincente, el gesto se­ cabeza inclinada hacia un lado: sig­
la respuesta. Si la persona dice que y se cree que también éste es un ñala una actitud negativa; usted hará nifica una demostración de interés
comparte sus opiniones, pero sigue gesto innato. Otros investigadores bien en no tener en cuenta lo que (fig- 94).
recogiendo pelusilla, usted deberá han señalado que es el primer gesto la persona ha afirmado y será mejor Charles Darwin fue uno de los
hacer un enfoque más directo para que el ser humano aprende. Piensan que vuelva a conversar con ella en primeros en advertir que tanto los
descubrir la objeción oculta. que cuando el recién nacido ha be­ otra ocasión. seres humanos como los demás ani-

86 87
(íig. 95). Los grupos de gestos de Las dos manos detrás también el cruce de piernas en 4, lo
crítica se efectúan, por lo general, de la cabeza que muestra no sólo que se siente
con la cabeza hacia abajo, y a me­ superior sino que tiene ganas de dis­
nos que usted logre hacer levantar Este gesto es típico de ciertos pro­ cutir.
la cabeza o variar la inclinación hacia fesionales como contables, abogados Hay varias maneras de dominar
un lado, tendrá problemas de comu­ o gerentes de ventas, pero también el efecto de este gesto, según las
nicación. Si usted suele hablar en pú­ de personas en general que sienten circunstancias en que se produzca. Si
blico, a menudo se enfrenta a una confianza en sí mismas, o son domi­ se quiere descubrir la razón de la
audiencia cuyos miembros están con nantes, o se sienten superiores en al­ actitud de superioridad, inclínese ha­
la cabeza hacia abajo y los brazos gún aspecto (fig. 96). Si pudiéramos cia adelante con las palmas levanta­
cruzados. Los oradores y los que en­ leer sus pensamientos serían del tipo: das y diga: «Veo que usted sabe de
señan a hablar en público suelen ha­ «Tal vez algún día llegues a ser tan qué estoy hablando. ¿Quiere hacer
cer algo, antes de comenzar la con­ inteligente como yo» o «L o tengo algún comentario?» Luego échese
ferencia o la clase, que exija la par­ todo controlado». También es el ges­ atrás con las palmas a la vista y es­
ticipación del público. Se intenta, con to usado por los sabiondos: a mucha pere que hable el otro. Otro méto­
ello, hacer que las personas levanten gente les resulta irritante. Los aboga­ do consiste en forzar un cambio de
la cabeza y se interesen. Si lo que dos lo usan habitualmente ante sus posición, lo que producirá un cambio
hace el orador tiene éxito, el gesto si­ colegas como demostración no ver­ de actitud. Esto puede lograrse al
Fig. 95. Actitud de desaprobación. guiente de la gente será inclinar la bal de que saben muchísimo. Tam­ poner algo fuera del alcance del in­
cabeza hacia un lado. bién es un signo territorial mediante dividuo y preguntarle: «¿H a visto
el que la persona reclama para sí una esto?» Eso lo obliga a indinarse ha­
males inclinan la cabeza hacia un parte del espacio. Obsérvese que el d a adelante. Copiar el gesto es otra
lado cuando están interesados en hombre de la figura 96 ha adoptado forma de dominarlo. Si quiere de-
algo. Busque siempre este gesto en­
tre quienes escuchan su presentación
de un producto o su discurso. Cuan­
do usted observa que los asistentes
inclinan el cuerpo hada adelante, la
cabeza hacia un lado, y usan gestos
de evaluadón como el de llevar una
mano a la barbilla, están entendien­
do y compartiendo lo que usted dice.
Las mujeres usan esta posición de la
cabeza cuando quieren mostrar su
interés por un hombre atractivo. Si
usted quiere resultarle simpático a
alguien que está hablando, sólo tiene
que inclinar la cabeza hacia un lado
y el cuerpo hacia adelante.
La tercera y última posición fun­
damental es la de la cabeza inclina­
da hacia abajo: ésta señala que la ac­ Fig. 96. «Puede ser que algún día
titud es negativa e incluso opuesta seas tan listo comí yo.» Fíg. 97. «Soy tan listo como tú.»

88 89
mostrar que está de acuerdo con el gunos observadores lo han calificado ciendo la corte, agitan sus plumas tura de las caderas o cuando está
otro, todo lo que tiene que hacer es como «de alerta», lo cual es correcto para parecer más grandes. Los seres abrochada al adoptarse la pose de
imitar su gesto. en el contexto adecuado, pero su sig­ humanos usan las manos en las ca­ agresión. La chaqueta abrochada se­
Por otra parte, si la persona usa nificado básico es el de agresión. deras con el mismo fin: parecer más ñala una agresión frustrada, mien­
el gesto de las manos detrás de la También se lo ha llamado la postu­ grandes. Los hombres usan este gesto tras que abierta y echada hacia atrás
cabeza para reprenderlo, usted lo in­ ra del triunfador, en relación con los como desafío no verbal a otros hom­ (fig. 98) señala una agresión directa,
timidará no verbalmente al copiar el individuos centrados en el logro de bres que entran en sus territorios. al exponer el individuo su corazón y
mismo gesto. Por ejemplo, dos abo­ un objetivo. Efectivamente, usan E s importante, para interpretar co­ su garganta en un despliegue no ver­
gados usarán el mismo gesto cuando esta posición cuando están a punto rrectamente esta actitud, tener en bal de valor. La posición se verá for­
estén juntos (fig. 97), para demos­ de alcanzarlo. Estas observaciones cuenta las circunstancias y los gestos talecida si se separan los pies y se
trarse igualdad y acuerdo, pero el son correctas: la persona está lista que han precedido al de llevar las cierran los puños.
alumno astuto enfurecerá al director para entrar en acción. Sin embargo, manos a las caderas, Muchos otros Los grupos de ademanes de pre­
sigue siendo un gesto de agresión, de gestos sirven para apoyar la conclu­ paración para la agresión son em­
si usa este gesto en su despacho.
movimiento hacia adelante. Con fre­ sión a la que usted ha llegado: por pleados por las modelos profesiona­
No hay seguridad alguna acerca del
cuencia los hombres lo usan frente a ejemplo, cuando la chaqueta está les para dar la impresión de que las
origen de este gesto, pero es proba­
las mujeres para mostrar una actitud abierta y echada hacia atrás a la al- ropas que exhiben son para la mu­
ble que las manos se hayan usado
masculina, dominante y agresiva. jer moderna, franca, agresiva. A ve­
como respaldo de un sillón imagina­
E s interesante recordar que las ces, colocan una sola mano en la
rio en el que se apoya la cabeza y el
aves, cuando están peleando o ha- cadera mientras hacen algún ademán
individuo se relaja.
con la otra (fig. 99).
La investigación de este gesto ha
Hay que señalar que, con frecuen­
demostrado que, en una compañía
cia, se combinan los gestos de eva­
de seguros, veintisiete de treinta y
luación con la posición de las manos
cuatro gerentes de ventas lo usan
en las caderas.
con regularidad en presencia de sus
subordinados, pero no de sus supe­
riores; en este último caso, usan ges­
Sentado_en estado de alerta ^
tos de sumisión y grupos de gestos
defensivos.
Uno de los gestos más significati­
vos que el interlocutor debe observar
es el de estado de alerta. Por ejem­
G ESTO S D E ALERTA
plo, si el comprador en potencia
Y D E A G RESIO N
adopta esta posición al final de la
entrevista y ésta ha progresado po­
¿Cuál es el gesto que se hace en
sitivamente hasta ese momento, el
las situaciones siguientes: el niño que vendedor puede preguntar por el pe­
discute con sus padres, el atleta dido. Los vídeos en los que vendedo­
que espera el inicio de su prueba res de seguros dan explicaciones a
y el boxeador en el vestuario antes compradores eventuales, revelan que
de la pelea? cada vez que aparece el gesto de
En todos estos casos, el individuo alerta estando el cliente sentado, se­
está de píe con las manos en las ca­ guido por el de acariciarse la barbilla
deras: éste es el único gesto que Fig. 99. Con las manos en las caderas,
la ropa resulta más atractiva. (toma de decisión), se vende la póli-
comunica una actitud agresiva. Al­ Fig. 98. Preparado para la acción.
91
90
también lo hacen aquellas personas
enfadadas que están a punto de ha­
cer o decir algo: por ejemplo, echar
al vendedor. Los gestos que prece­
den a esa actitud permiten interpre­
tar correctamente las intenciones de
la persona.

La actitud de salida

Inclinarse hacia adelante y apoyar


las manos en las rodillas (fig. 101),
o inclinarse hacia adelante cogiendo
con las manos el borde de la silla
(fig. 102), son gestos que indican
el deseo de dar fin a una conversa­
ción o a una reunión. Si se percibe
alguno de estos gestos durante una
conversación, lo mejor es aceptar la
sugerencia no verbal y terminarla.
Esto le permitirá mantener una ven­
taja psicológica sobre su interlocutor
y el control de la situación.

La agresividad sexual
Fig. 100. Listo para proceder.
Con los pulgares cogidos del cin­
turón o de los bolsillos se exhibe una
za. Pero si, durante el cierre de la actitud sexualmente agresiva. E s uno
presentación, el cliente cruza los bra­ de los gestos más usados en los
zos después de haberse acariciado la westerns para mostrar al público la
barbilla, es muy difícil que se efec­ virilidad de los protagonistas (fig.
túe la venta. Por desgracia, en casi 103). Los brazos están en una po­
todos los cursos de ventas, se enseña sición de alerta y las manos señalan
a los alumnos a pedir la orden de y destacan la zona genital. Los hom­
compra sea cual fuere la actitud del bres hacen este gesto para limitar su
cliente. Aprender a reconocer gestos territorio y mostrar a los demás que
como el de alerta no sólo ayuda a no tienen miedo. Cuando se lleva a
vender más, sino a mantener más cabo el gesto delante de una mujer
gente en la carrera de vendedor. El significa: «Soy viril y puedo domi­
gesto de alerta en posición sentada narte.»

92 93
La agresión de hombre
a hombre

La figura 105 nos muestra dos


hombres apreciando sus respectivas
personalidades: efectúan el gesto ca­
racterístico de las manos en las ca­
deras y de los pulgares enganchados i
en el cinturón. Teniendo en cuenta
que cada uno de ellos forma un án­
gulo con el otro y que las partes in­
feriores de sus cuerpos parecen rela­
jadas, sería razonable suponer que
están evaluándose inconscientemente

Fig. 103. La postura del vaquero.


Fig. 105. Midiéndose uno a otro.
Este gesto, combinado con la di­
latación de las pupilas y un pie diri­ y que es poco probable que se ata­ Si estos hombres estuvieran, en
gido hacia la mujer, es fácilmente quen. Puede que la conversación sea cambio, directamente enfrentados
entendido por casi todas las muje­ cordial, pero el ambiente no será (sin ángulo) y con los pies separados
res. E s el gesto que denuncia el jue­ verdaderamente relajado hasta que y bien plantados en el suelo, podría­
go del hombre y dice a la mujer lo quiten las manos de las caderas y ha­ mos esperar una pelea (fig. 106).
que él piensa. El grupo de estos ges­ gan gestos con las palmas abiertas.
tos ha sido siempre masculino en
forma predominante, pero con el uso
de pantalones por parte de la mu­
jer, la utilización del gesto ha deja­
do de ser eminentemente masculi­
na (fig. 104). Incluso cuando llevan
un vestido, las mujeres sexualmente
agresivas pueden efectuar el gesto
utilizando el cinturón o el bolsillo Fig. 104. La mujer sexualmente
(fig. 104). agresiva.

94 95
XX
L a s señ ales con lo s ojos

Fig. 106. Pelea en ciernes.

Los ojos dan la clave de los pensamientos de las personas.

96 97
Se han estudiado con frecuencia la mor, enfadado o tiene una actitud detectada por el buen jugador, quien trata de ocultar algo, su mirada se
mirada humana y sus efectos sobre negativa, las pupilas se contraen y decidía, entonces, no apostar en esa enfrenta a la nuestra durante menos
nuestra conducta. Usamos a menudo los ojos reciben calificativos tales mano. Las gafas oscuras eliminaban de la tercera parte del tiempo. Cuan­
expresiones como «sus ojos echaban como «ojos de vidrio» u «ojos de la posibilidad de advertir las seña­ do alguien sostiene la mirada durante
rayos y centellas», «tiene una mira­ víbora». Los ojos se usan mucho en les de los ojos de los rivales; así, el más de las dos terceras partes del
da infantil», «su mirada es huidiza», la conquista amorosa; las mujeres los buen jugador ganaba menos veces. tiempo, significa una de las dos co­
«ojos que invitan», «tiene ese brillo maquillan para destacarlos. Si a una Los antiguos comerciantes chinos sas siguientes: encuentra al interlo­
en los ojos», «me echó mal de ojo». mujer le gusta un hombre, dilata las de piedras preciosas observaban la cutor muy atractivo, y en ese caso
Cuando usamos estas expresiones, es­ pupilas; él interpreta la señal correc­ dilatación de las pupilas de los clien­ dilata las pupilas; o siente hostilidad
tamos refiriéndonos al tamaño de las ta pero inconscientemente. Por eso tes y según ésta, fijaban los precios. y envía un mensaje no verbal de de­
pupilas y a la calidad de la mirada. las citas románticas ocurren en luga­ Hace siglos, las prostitutas se ponían safío al contraer las pupilas. Argyle
En su libro The Tell-Tale Eye (El res poco iluminados, en los que las gotas de belladona en los ojos para descubrió que cuando a la persona
lenguaje de los ojos), Hess dice que pupilas se dilatan. que sus pupilas se dilataran, con la A le gusta la persona B, la mira mu­
los ojos dan señales de comunicación Los jóvenes enamorados que se intención de que eso las hiciera pa­ cho. Eso hace que B piense que gus­
más precisas y reveladoras porque miran a los ojos, están buscando sin recer más deseables. El desaparecido ta a A y entonces a B le gusta tam­
son puntos focales del cuerpo y las saberlo la dilatación de sus pupilas Aristóteles Onassis usaba gafas os­ bién A. En otras palabras: para en­
pupilas funcionan en forma indepen­ respectivas. La investigación ha de­ curas para sus tratos comerciales, tablar una buena relación con otra
diente. mostrado que, durante la proyección para que sus ojos no revelaran sus persona, se la debe mirar del 60 al 70
de películas pornográficas que mues­ pensamientos. por ciento del tiempo. Esto hará que
tran a hombres y mujeres en posi­ E s muy antiguo el consejo «mira esa persona comience a sentir sim­
ciones sexuales, a los hombres se les los ojos de la persona con quien es­ patía por la otra. Por eso no resulta
dilatan las pupilas hasta tener tres tás hablando». Cuando uno se comu­ sorprendente que a la persona tímida
veces el tamaño normal. Cuando la nica o trata con alguien, debe prac­ y nerviosa que mira fijamente a la
misma película se exhibe ante mu­ ticar la observación de las pupilas otra solamente durante un tercio del
jeres, sus pupilas se dilatan aún más, para conocer sus verdaderas ideas. tiempo, rara vez se le otorgue con­
lo que hace dudar de la asevera­ fianza. En los negocios, las gafas os­
Fig. 107. Ojos «de vidrio».
ción de que a las mujeres las estimu­ curas deberían excluirse, pues hacen
la menos la pornografía que a los COMPORTAMIENTO sentir a los demás que se los está ob­
hombres. D E LA MIRADA servando.
Los bebés y los niños en general, ^ E 1 tiempo que dura la mirada de
tienen pupilas más grandes que los Sólo cuando dos personas se mi­ una persona a otra está determinado
adultos, y están siempre dilatadas ran directamente a los ojos existe por la civilización, así como la dura­
cuando hay adultos presentes, pues una base real de comunicación. Mien­ ción de los gestos. Los europeos del
los niños intentan parecer lo más tras que algunas personas nos hacen Sur sostienen la rhirada durante un
Fig. 108. Ojos de dormitorio.
atrayentes posible para recibir aten­ sentir cómodos cuando conversan lapso de tiempo que para otros se­
ción constante. con nosotros, otras pueden hacernos ría ofensivo; los japoneses miran más
En las mismas condiciones de lu­
Las pruebas realizadas con juga­ sentir molestos y algunas otras no el cuello que la cara del interlocutor.
minosidad, las pupilas se dilatan o
dores de naipes mostraron que pocas nos merecen confianza. Eso está re­ Siempre deben tenerse en cuenta las
se contraen según la actitud de la
manos eran ganadas por los mejores lacionado con la cantidad de tiempo circunstancias antes de sacar conclu­
persona y por consiguiente su hu­
cuando sus rivales usaban gafas oscu­ en que nos miran en forma directa o siones.
mor cambia. Cuando alguien se en­
ras. Por ejemplo: si un rival recibía durante la que pueden sostener nues­ No sólo es importante la dura­
tusiasma, las pupilas se dilatan hasta
un póquer de ases, la dilatación rá­ tra mirada en una conversación. ción de la mirada, sino también la
tener cuatro veces el tamaño normal.
pida de la pupila era inmediatamente Cuando una persona es deshonesta o zona geográfica de la que proviene
Pero cuando alguien está de mal hu­
99
98
la persona a la que usted mira. Esto del nivel de los ojos del otro, usted de otra, la mirada se pasea por el Resumen
es algo que afecta a los resultados del podrá mantener el control de la si­ triángulo formado por los ojos y la
trato. Estas señales se reciben y tuación. zona genital. Tanto los hombres La zona del cuerpo a la que se di­
transmiten en forma no verbal, y el como las mujeres usan esta mirada rige la mirada tiene un efecto pode­
que las recibe las interpreta adecua­ roso sobre el resultado del diálogo
damente. ñ jji mirada social (fig. 110) cara a cara. Si usted fuera un gerente
Se requieren unos treinta días de / que debe reprochar a un empleado
práctica consciente para poder em­ Cuando la mirada cae por debajo su pereza, ¿qué mirada emplearía?
plear bien las técnicas siguientes de del nivel de los ojos del otro, se de­ Si usa la social, el empleado no ten­
mirar y mejorar de este modo la co­ sarrolla una atmósfera social. Los ex­ drá muy en cuenta sus palabras, in­
municación. perimentos hechos con la mirada re­ cluso en el caso en que usted utilice
velan que, durante los encuentros de un tono de voz amenazante. La mi­
tipo social, la mirada se dirige al
oj La mirada de negados (fíg. 109) triángulo formado por los ojos y la
boca.
rada social le quitaría fuerza a sus
palabras; y la mirada íntima moles­
taría o intimidaría al empleado. La
Cuando se está hablando de nego­ mirada apropiada es la de negocios,
cios, imaginemos que hay un trián­ pues ésta índica al empleado que us­
gulo en la frente de la otra perso­ La mirada íntima (fig. 111) ted está hablando con toda seriedad.
na. Si usted mantiene su mirada di­ Lo que los hombres describen en
rigida a esa zona, crea una atmósfe­ La mirada recorre los ojos, pasa una mujer como «mirada que invi­
ra de seriedad y la otra persona per­ por el mentón y se dirige hacia otras ta» es la combinación entre la mira­
cibe que usted habla en serio. Mien­ partes del cuerpo. En el diálogo en­ da de reojo y la íntima. Si un hom­
tras la mirada no caiga por debajo' tre dos personas que están cerca una bre o una mujer quieren «hacerse
difíciles», deben evitar la mirada ín­
tima y utilizar la social. Emplear la
mirada de negocios durante el corte­
para mostrar su interés por la otra jo haría que esa persona fuera cali­
persona, y si ésta está interesada, de­ ficada de fría o poco amistosa. El
volverá entonces una mirada similar. problema reside en que si se usa la
mirada íntima con un posible aman­
te, se está delatando la intención. Las
Las miradas de reojo mujeres son expertas en enviar y re­
cibir esa clase de miradas, pero, por
Se usan normalmente para trans­ desgracia, los hombres no lo son.
mitir interés u hostilidad. Pero cuan­ Habitualmente, los hombres se de­
do se combinan con una elevación de latan al usar la mirada íntima y
las cejas o una sonrisa, comunican in­ no advierten, en cambio, que se los
terés; y, con frecuencia, se trata de mira de esa manera, produciendo
un interés amoroso. Si se combinan así la frustración de la mujer que ha
con las cejas fruncidas o hacia abajo, enviado la mirada.
o con las comisuras de la boca hacia
abajo, son señal de sospecha o de
Fig. 110. La mirada social. una actitud crítica u hostil.

100 101
atrás para echarle una larga mirada, Esto tiene el efecto magnético de do. Esto producirá la asimilación má­
E l gesto de bloqueo visual
lo que habitualmente se llama «mi­ hacer que la persona levante la ca­ xima del mensaje. Tenga a la vista
rar de arriba abajo». Cuando advier­ beza y lo mire a usted a los ojos: la palma de la otra mano (fig. 114),
Las personas que nos resultan más
irritantes son las que suelen hacer ta un gesto de bloqueo visual du­ así, ve y oye lo que usted está dicien­
el gesto de bloqueo visual cuando rante una conversación, tómelo como
hablan con nosotros. El gesto ocurre señal de que su enfoque del tema
de modo inconsciente y representa está produciendo una reacción nega­
el intento de dejar a la otra persona tiva: necesita mirar las cosas desde
fuera de su vista porque lo ha abu­ otra perspectiva para lograr una bue­
rrido, porque ha perdido el interés na comunicación (fig. 112).
en ella o porque se siente superior.
Comparemos la frecuencia normal de
seis a ocho parpadeos por minuto du­
COMO CONTROLAR
rante la conversación con la situa­
LA MIRADA DE UNA PERSONA
ción en la que los párpados caen y el
cierre de los ojos se prolonga duran­
te un segundo o incluso más; durante Vale la pena tratar este punto
este lapso de tiempo se borra a la para aquellos casos en que deba us­
persona de la mente. El bloqueo má­ ted presentar a otra persona una serie
ximo es dejar los ojos cerrados y de cosas visuales como libros, grá­
dormirse, pero eso ocurre muy rara­ ficos, mapas, etc. La investigación
mente durante el diálogo. muestra que la información que llega
Si la persona se siente superior a al cerebro lo hace así: el 87 por cien­
usted, el bloqueo visual se combina to, por vía visual; el 9 por ciento,
con el gesto de echar la cabeza hacia por vía auditiva, y el 4 por cien­
to, por otros sentidos. Si, por ejem­
plo, la persona está contemplando los
gráficos que usted, mientras habla,
le presenta, sólo el 9 por ciento de
su mensaje oral le llegará, si no está
directamente relacionado con lo que
ve. Si, en cambio, el mensaje oral sí
está relacionado con lo que la per­
sona ve, ésta asimilará sólo del 25
al 30 por ciento. Para mantener el
control máximo de la mirada de la
otra persona, use un lápiz o algo
para señalar el material visual auxi­
liar y verbalice al mismo tiempo lo
que le va mostrando (fig. 113). Lue­
go, levante el lápiz del material vi­
sual auxiliar y sosténgalo entre sus
ojos y los de la persona (fig. 114).

102 103
X
L os gestos y lo s sign os
de la coquetería

Tengo un amigo que se llama Gra- tas específicas y predeterminadas.


bam y que ha desarrollado una habi­ Por ejemplo, en muchas especies de
lidad que la mayoría de los hombres aves, el macho marcha alrededor de
quisieran poseer. Cada vez que asiste la hembra desplegando sus dotes vo­
a una reunión social, localiza inme­ cales, moviendo las plumas, y ha­
diatamente a las mujeres disponibles, ciendo muchos movimientos compli­
hace su elección, y, en un tiempo cados con el cuerpo para ganar la
récord (a veces tan sólo diez minu­ atención de la hembra, mientras que
tos), se lo ve dirigiéndose hacia la ella aparenta tener poco interés o
salida con la mujer elegida, escoltar­ ninguno. El ritual es semejante al de
la hasta el automóvil y dirigirse con los humanos cuando empiezan el
ella a su apartamento. Lo he visto cortejo. La técnica de Graham con­
volver a la fiesta al cabo de una hora siste en exhibir todos los gestos del
más o menos, y repetir ese sorpren­ cortejo a las mujeres: así, las que es­
dente procedimiento dos o tres ve­ tán interesadas responden con las se­
ces durante la misma noche. Parece ñales femeninas de cortejo apropia­
tener un radar para detectar la chica das, dando a Graham luz verde en
apropiada que se irá con él. Mucha forma no verbal para que prosiga en
gente se pregunta: ¿cuál es la clave su acercamiento.
del éxito de Graham? Tal vez usted El éxito de algunas personas en
conozca a alguien como él y se haya los encuentros sexuales con el sexo
hecho la misma pregunta. opuesto, está en relación directa con
La investigación de la conducta la capacidad para enviar las señales
amorosa de los animales, dirigida por del cortejo y para reconocerlas cuan­
zoólogos y científicos estudiosos del do deben recibirse. Las mujeres re­
comportamiento, revela que el ma­ conocen en seguida las señales del
cho y la hembra usan numerosos y cortejo, así como casi todos los ges­
complicados gestos durante el corte­ tos, pero los hombres son mucho me­
jo. Algunos gestos son obvios y otros nos perceptivos y a menudo son to­
muy sutiles pero casi todos se hacen talmente ciegos al lenguaje gestual.
inconscientemente. En el mundo ani­ Resulta interesante saber que las
mal, el comportamiento durante el mujeres describían a Graham como
cortejo sigue, en cada especie, pau­ atractivo, masculino o como alguien

104 105
que hace que una se sienta femenina. se proyecta hacia adelante, el estó­
Esas eran las reacciones de las muje­ mago se entra en forma automática
res a las series de gestos de cortejo y desaparece la postura agachada. El
enviadas por Graham. Por su parte, '•.cuerpo adopta una posición erecta y
los hombres describen a Graham 3a persona parece haber rejuveneci­
como agresivo, falso y arrogante. do. El lugar ideal para observar estos
Esta es la reacción masculina a la ¡cambios es la playa: cuando un hom­
competencia que Graham represen­ bre y una mujer se acercan desde lu­
ta. Por consiguiente, Graham tiene gares distantes, los cambios se pro­
pocos amigos: a ningún hombre le ducen cuando ambos están lo bastan­
gusta tener un rival ante su mujer. te cerca como para mirarse y mien­
Con frecuencia nos preguntamos: tras continúan hasta que han pasado
¿qué gestos y movimientos del cuer­ ¡uno al lado del otro; en ese momen­
po usan las personas para comuni­ to vuelven a adoptar la postura ori­
car su deseo de tener una relación? ginal {figs. 115 a 117).
Ahora haremos una lista de las seña­
les usadas por los dos sexos para
atraer a posibles amantes. Observará G ESTO S MASCULINOS
que dedicamos más espacio a las se­ D E COQUETERIA
ñales femeninas que a las masculi­
nas. Ello se debe a que las mujeres Como los machos de todas las es­
Fig. 119. Grupo de gestos de coquetería usado para vender cigarrillos.
tienen muchas más señales que los pecies, el hombre se comporta con
hombres. coquetería cuando se acerca una mu-
jer. Aparte de las reacciones fisioló­ latarán las pupilas. Con frecuencia
Mientras que algunas señales de
gicas ya mencionadas, se llevará una adoptará la postura de las manos en
intención amorosa son estudiadas y
mano a la garganta para arreglarse la las caderas (fig. 98) para destacar su
ejecutadas ex profeso, otras se dan
corbata. Si no usa corbata, puede que dimensión física y demostrar que está
en forma totalmente inconsciente. Es
alise el cuello de la camisa, se quite listo para entrar en acción. Si está
difícil explicar cómo aprendemos es­
alguna mota de polvo imaginaria de! sentado o apoyado contra una pared,
tos gestos: una conocida teoría se­
hombro, o se arregle los gemelos, la puede ocurrir que abra las piernas o
ñala que podrían ser innatos.
camisa, la chaqueta o cualquier otra las estire para destacar la región ge­
El doctor Albert Scheflen, en su
prenda. También es posible que se nital.
artículo «Comportamiento casi de
pase una mano por el cabello. Por lo que se refiere a los ritua­
cortejo en psicoterapia», dice haber
El despliegue sexual más agresivo les del cortejo, en la mayoría de los
observado que, cuando una persona
es adoptar la postura con los pulga­ hombres son tan efectivos como al­
se encuentra en compañía de alguien
res en el cinturón, que destaca la guien que está mirando el río y tra­
del sexo opuesto, tienen lugar ciertos
zona genital (véase fig. 103). Tam­ tando de pescar golpeando al pez en
cambios fisiológicos. Por ejemplo,
bién puede girar el cuerpo hacia la la cabeza con un palo. Las mujeres,
descubrió que el tono muscular au­
mujer y desplazar un pie hacia ella, como ya veremos, tienen más recur­
menta como preparándose para un
emplear la mirada íntima (fig. 111) y sos y habilidades para la pesca que
posible encuentro sexual, que las
sostener la mirada durante una frac­ los que cualquier hombre pueda lle­
bolsas alrededor del rostro y de los
ción de segundo más de lo normal. gar a adquirir.
ojos disminuyen, que la flojedad del Fig. 118. Gesto masculino
cuerpo también disminuye: el pecho Si realmente está interesado, se le di­
de coquetería.
107
106
SEÑALES Y GESTOS Algunos de los gestos femeninos be este gesto como automimica por­
FEM ENINOS DE COQUETERIA más sutiles, como los que siguen, se que, según él, simboliza la zona ge­
han usado siempre para hacer pro­ nital femenina. Los labios pueden
Las mujeres usan algunos de los paganda y vender productos y ser­ humedecerse con saliva o cosméticos.
gestos de coquetería de los hombres, vicios.
como tocarse el cabello, alisar la
ropa, colocar una mano, o ambas, en Las miradas de reojo
las caderas, dirigir el cuerpo y un pie
hacia el hombre, las largas miradas Con los párpados un poco bajos, la
íntimas y un intenso contacto visual. mujer sostiene suficientemente la mi­
También pueden adoptar la postura rada del hombre como para que éste
con los pulgares en el cinturón que, se dé cuenta de la situación; luego,
aunque es un gesto agresivo mascu­ ella desvía la mirada. Esta forma de
lino, es empleado también por las mirar proporciona la sensación seduc­
mujeres con su típica gracia femeni­ tora de espiar y de ser espiado, y
na: la posición de un solo pulgar en puede encender el fuego en la ma­
el cinturón, o saliendo de un bolso yoría de los hombres normales.
o de un bolsillo.
La excitación les dilata las pupilas La boca entreabierta
y les enciende las mejillas. Veamos,
Fig. 120. Gestos femeninos y los labios húmedos
a continuación, otros signos femeni­ de coquetería.
nos de coquetería. El doctor Desmond Morris dcscri-
la palma. Con frecuencia los homose­
Sacudir la cabeza xuales imitan el gesto de sacudir la
cabeza y exhibir la muñeca cuando
Se sacude la cabeza para echar el quieren parecer muy femeninos.
pelo hacia atrás o apartarlo de la
cara. Hasta las mujeres con el pelo Las piernas abiertas
corto usan este gesto.
Cuando aparece un hombre, las
Exhibir las muñecas piernas femeninas se abren más que
cuando él no está presente. Esto ocu­
La mujer interesada en un hom­ rre tanto si la mujer está sentada
bre exhibirá, poco a poco, la piel sua­ como de pie, y contrasta con la acti­
ve y lisa de las muñecas al compa­ tud femenina de defenderse del ata­
ñero en potencia. Hace muchísimo que sexual mediante el cruce de
tiempo que se considera la zona de piernas.
la muñeca como una de las m is eró­
ticas del cuerpo. Las palmas tam­ La ondulación de las caderas
bién se exhiben al hombre mientras
se habla. Para las mujeres que fu­ Al caminar, la mujer acentúa la
man, resulta muy fácil hacer el ges­ ondulación de las caderas para des­
to seductor de exhibir la muñeca y tacar la zona pelviana. Fig. 121. Señalar con la rodilla.
108 109
La mujer adquiere así un aspecto que tan con las piernas separadas para
invita a la sexualidad. exhibir en forma agresiva la zona
genital. Las mujeres, en cambio, cru­
El pintalabios zan las piernas para defender la deli­
cada región genital. Las mujeres
Cuando una mujer se excita se- usan tres posiciones básicas del cruce
xualmente, sus labios, pechos y ge­ de piernas para comunicar la atrac­
nitales aumentan de tamaño y enro­ ción sexual:
jecen al llenarse de sangre. Utilizar Señalar con la rodilla (fig. 121).
pintalabios es una técnica que tiene En esta posición, una pierna se dobla
miles de años de antigüedad y que debajo de la otra y con la rodilla de
imita los labios genitales enrojecidos la pierna cruzada se señala a la per­
de la mujer excitada. sona que ha despertado el interés. Es
una postura muy relajada que quita
Acariciar un objeto formalidad a la conversación y en la
cilindrico que se exponen un poco los muslos.
Acariciar el zapato (fig. 122). Esta
Acariciar cigarrillos, el pie de una postura también es relajada y tiene
copa, un dedo o cualquier objeto un efecto fálico al meterse y sacarse
largo y fino indica lo que incons­ el pie del zapato. Algunos hombres se
cientemente se desea. excitan con ello.
Casi todos los hombres coinciden
La mirada de reojo por encima en que las piernas cruzadas (fig. 123)
del hombro levantado hacen más atractiva a una mujer sen­
tada. Es una posición que las mu­
E s ésta una automímica de los pe­ jeres usan conscientemente para lla­
Fig. 124. ¿Cuántas señales de cortejo advierte usted? chos redondeados de la mujer. Se ve mar la atención. El doctor Scheflen
el gesto en la figura 119, en la que la dice que una pierna apretada con
mujer tiene también las pupilas di­ firmeza sobre la otra da la impre­
latadas, está en actitud de sacudir la sión de tono muscular fuerte. Como
cabeza, exhibe la muñeca, mira de se ha dicho antes, esto es algo que
reojo, tiene los labios húmedos, la ocurre en el cuerpo cuando una per­
cabeza hacia arriba y acaricia un ob­ sona está preparada para el acto se­
jeto cilindrico. Todo el conjunto in­ xual.
tenta generar el deseo por una marca Otras señales que usan las muje­
de cigarrillos. res son: cruzar y descruzar las pier­
nas con lentitud frente al hombre,
Los gestos del cruce de piernas acariciándose suavemente los muslos:
femenino indican así el deseo de ser tocadas. A
menudo se acompaña este gesto ha­
A menudo, los hombres se sien­ blando en voz baja o grave.

111
XI
C igarros, cigarrillos, p ip a s y g a fa s

LO S G ESTO S A L FUMAR narla, apretar el tabaco, encenderla y


aspirar: todo esto configura una bue­
El fumar es la manifestación de na manera de aliviar la tensión cuan­
un torbellino o conflicto interno y do se sienten presionados. La inves­
poco tiene que ver con la adicción a tigación en ventas ha demostrado que
la nicotina. Es una de las actividades el fumador de pipa tarda más tiempo
que la gente hace para descargar las en llegar a una decisión que los que
tensiones que produce la vida coti­ fuman cigarrillos o los que no fu­
diana. Por ejemplo, casi todos expe­ man, y que el ritual de la pipa suele
rimentamos una cierta tensión cuan­ realizarse en los momentos más ten­
do esperamos a que el dentista nos sos de la entrevista con el vendedor.
extraiga una muela. El fumador ali­ Parece ser que los fumadores de pipa
via su tensión fumando, y el no fu­ son personas a las que les gusta pos­
mador recurre a otros rituales como tergar sus decisiones: lo hacen de
mesarse el cabello, comerse las uñas, una manera que no molesta, es decir,
golpear con los dedos o con el pie, socialmente aceptable. Si usted es­
arreglarse los gemelos, rascarse la ca­ pera una decisión rápida de un fu­
beza, quitarse y ponerse un anillo, mador de pipa, escóndale la pipa an­
jugar con la corbata o hacer muchos tes de la entrevista.
otros gestos que nos indican que ne­
cesita seguridad.
Los gestos que se hacen al fumar Los fumadores de cigarrillos
pueden tener mucha importancia
cuando se juzga la actitud de una Fumar cigarrillos, como fumar en
persona: se efectúan por lo general pipa, es un desplazamiento de la ten­
en forma predecible y ritualista y sión interna que permite deiporar las
nos dan las claves de la actitud per­ cosas. No obstante, el fumador de
sonal. cigarrillos toma sus decisiones más
rápidamente que el fumador de pipa.
Los fumadores de pipa En realidad, el que fuma en pipa es
un fumador que necesita más tiempo
Los que fuman en pipa cumplen que el que proporciona un cigarrillo.
un ritual al limpiarla, golpearla, lle­ El ritual del cigarrillo comprende

112 113


una serie de minigestos, como gol­ perior y seguro se siente el indivi­ nasales y la persona a menudo se neral. Hace poco asistí a una cena
pear el cigarrillo, hacer caer la ceniza duo; cuanto más rápido se sopla ha­ echa hacia atrás para exhalar. Si la para celebrar un acontecimiento: se
o moverlo, y que indican que la per­ cia abajo, más negativo se siente. cabeza del individuo está inclinada repartieron cigarros, y de 400 fuma­
sona está experimentando más ten­ Si, en una partida de cartas, el hacia abajo cuando exhala por la na­ dores 320 exhalaban hacia arriba.
sión de la normal. jugador que recibe una buena mano riz, está enfadado y trata de parecer
Una señal concreta indica si la per­ está fumando, lo más probable es feroz como un toro embravecido.
sona tiene una actitud positiva o ne­ que sople hacia arriba, pero si recibe Señales de humo generales
gativa en cada momento; la direc­ malas cartas exhalará hacia abajo.
ción en que exhala el humo. La per­ Algunos jugadores emplean como E l golpeteo continuo del cigarro o
Los fumadores de cigarros
sona que tiene una actitud positiva, método la «cara de póquer», para
del cigarrillo en el cenicero indica un
que se siente superior o que confía no emitir señales que puedan dela­
Siempre se han usado los cigarros conflicto interno, y usted deberá dar
en sí misma, exhala hacia arriba la tar su juego, en tanto que a otros les
para expresar superioridad debido a seguridades al fumador. Aquí se pre­
mayor parte del tiempo. A la inversa, gusta actuar y emiten señales para
su costo y su tamaño. El gran ejecu­ senta un fenómeno interesante. Casi
quien está en actitud negativa, de sos­ que los otros adquieran una falsa sen­
tivo, el jefe de la pandilla y la gente todos los fumadores fuman el ciga­
pecha, exhala hacia abajo casi todo sación de seguridad. Si, por ejemplo,
de alto status suelen fumar cigarros. rrillo o el cigarro basta una cierta
el tiempo. Soplar hacia abajo por un a un jugador de póquer le dan cua­
Los cigarros se usan para festejar un longitud antes de apagarlo en el ce­
lado de la boca indica una actitud tro ases y desea engañar a sus com­
triunfo, un acontecimiento, el na­ nicero. Si un fumador enciende un
de reserva o más negativa. Todo esto pañeros, tirará las cartas sobre la
cimiento de un bebé, una boda, el cigarrillo y lo apaga antes de lo nor­
es válido en los casos en que el fu­ mesa con disgusto, maldecirá y cru­
cierre de un trato comercial impor­ mal está indicando su deseo de ter­
mador no exhala hacia arriba con el zará los brazos, y hará un despliegue
tante o haber ganado en la lotería. minar la conversación. Si usted ad­
fin de no molestar a los demás; en no verbal para indicar que tiene ma­
Por eso no nos sorprende que el vierte esta señal, puede aprovechar­
estos casos, exhalará hacia cualquier las cartas. Pero si entonces saca un
humo vaya hacia arriba, por lo ge­ la en su favor terminando la entre-
lado. cigarrillo, se echa hacia atrás para
En las películas, al jefe de una pan­ fumar y lanza el humo hacia arriba,
dilla de motociclistas o de un grupo usted sabrá que ese individuo está
de delincuentes se lo representa actuando y, por tanto, no apostará.
como un individuo agresivo y recio: Cuando, en los negocios, un fuma­
cuando fuma, echa la cabeza hacia dor ba llegado a la conclusión de que
atrás bruscamente y arroja el humo va a comprar, echa el humo hacia
hacia el techo con gran precisión, arriba, mientras que el que ha deci­
para demostrar su superioridad sobre dido no comprar soplará el humo
el resto del grupo. En cambio, hacia abajo. El vendedor que esté
Humphrey Bogart, que representó alerta, cuando vea el humo hacia
a menudo papeles de delincuente, abajo, volverá a vender su producto
siempre sostenía el cigarrillo inverti­ sobre la base de los beneficios que le
do y soplaba el humo hacia abajo por proporcionará al cliente comprarlo,
la comisura de la boca mientras pla­ con el propósito de darle más tiempo
nificaba la huida de la cárcel o al­ para que éste reconsidere la deci­
guna actividad delictiva. Parece ha­ sión.
ber una relación entre lo que la Exhalar el humo por la nariz indi­
persona siente y la velocidad con la ca que la persona se siente segura y
que exhala el humo. Cuanto más rá­ superior. El humo va hacia abajo so­
pido se exhala hacia arriba, más su­ lamente por la posición de las fosas

114
115
vista y dando la impresión de que ha garrillos para lo mismo y los niños tención de la persona y permiten a ver de cerca y encuentre más cómodo
sido idea suya. se chupan el pulgar. un negociador astuto responder en mirar por encima de ellas que qui­
la forma adecuada. Por ejemplo, si la társelas. El que recibe esta mirada
persona vuelve a colocarse las gafas, puede sentir que están investigan­
LOS G ESTO S CON GAFAS Ganando tiempo significa que quiere «ver» de nuevo do y juzgándolo. Mirar por en­
las cosas. Si guarda sus gafas, indica cima de las gafas puede ser un grave
Todos los objetos auxiliares que Como fumar en pipa, llevarse las que la conversación ha terminado. error, porque la persona mirada se
el hombre utiliza proporcionan opor­ gafas a la boca puede usarse para defenderá cruzando los brazos, las
tunidades para hacer muchos gestos ganar tiempo o retrasar una decisión. piernas y adoptando una actitud ne­
reveladores, y éste es el caso de los Se ha descubierto que, en los tratos gativa. Los que usan gafas deben qui­
Mirando por encima
que usan gafas. Uno de los gestos comerciales, este gesto aparece, con társelas cuando hablan y ponérselas
de las gafas
más comunes es ponerse en la boca frecuencia, poco antes del cierre de la cuando escuchan. Esto no sólo rela­
la punta de una patilla (fig. 127). discusión, es decir, cuando la perso­ ja a la otra persona, sino que permite
Desmond Morris dice que el acto na que lo hace debe decidirse. El acto Los actores de cine de los años 20 al que usa gafas el control de la si­
de poner objetos contra los labios o de quitarse las gafas continuamente y 30 usaban el gesto de mirar por tuación. El otro aprende en segui­
en la boca representa un intento de para limpiarlas es otro método que encima de las gafas para representar da que cuando aquel con quien está
revivir la sensación de seguridad del se usa para ganar tiempo. Cuando se una personalidad que juzga y critica; dialogando se quita las gafas, él no
bebé que succiona el pecho de la ma­ ve el gesto inmediatamente después por ejemplo, el director de una es­ debe interrumpirlo, y sólo puede ha­
dre, lo que significa que el gesto de de que se ha pedido una decisión, lo cuela pública inglesa. Pero puede ser blar cuando la otra persona se las
llevarse las gafas a la boca es un mejor es quedarse en silencio. que la persona esté usando gafas para pone.
gesto de afirmación de la propia se­ Los gestos que siguen a esta se­
guridad. Los fumadores usan los ci­ ñal para ganar tiempo indican la in-

116 117
en algún cajón del mismo, o se apoya de la oficina de otra persona o usar
en el marco de la puerta de su des­ su asiento.
xn pacho para demostrar que esa oficina
y sus muebles le pertenecen.
Como ya he dicho, una buena pre­
caución cuando un vendedor visita
L os gesto s de posesión a un cliente en su casa es preguntar­
Sin embargo, una manera fácil de
intimidar a alguien consiste en apo­ le: ¿cuál es su sillón?, antes de sen­
yarse, sentarse o usar alguna de sus tarse, pues el uso del asiento que no
pertenencias sin autorización. Ade­ le corresponde intimida al cliente y
más del abuso del territorio o de las lo predispone contra lo que el ven­
posesiones ajenas, como sentarse en dedor va a ofrecerle.
el escritorio o usar el automóvil sin Algunas personas, como el hom­
haber pedido permiso, hay otras for­ bre de la figura 131, tienen la cos­
mas de intimidación muy sutiles. Una tumbre de apoyarse en los marcos de
es apoyarse en el marco de la puerta las puertas y se pasan la vida inti­
midando a la gente. A estas personas
les conviene practicar la postura erec­
ta, con las palmas a la vista, para
dar una impresión favorable a los de­
más. La gente forma el noventa por
ciento de su opinión sobre usted en
los primeros noventa segundos en
que lo ve. ¡Y no existe la oportuni­
dad de una segunda primera impre­
sión!

LO S G ESTO S D E POSESION

El personal de jerarquía gerencial


es culpable de hacer los gestos si­
guientes en forma continua. Se ha
GESTO S TER RITO RIA LES el sujeto siempre se apoya en la observado que los empleados que as­
propiedad recién adquirida, apoya su cienden a esas posiciones comienzan
La gente se apoya en otras perso­ pie o lo rodea con el brazo (fig. 130). a usar ciertos gestos que antes no
nas u objetos para destacar su dere­ Cuando el individuo toca la propie­ hacían nunca.
cho territorial sobre el objeto o la dad, ésta se convierte en una exten­ Sería normal suponer que la posi­
persona. Apoyarse puede ser también sión de su cuerpo y así es cómo él ción del hombre de la figura 132 re­
una manera de dominar o de intimi­ demuestra que eso le pertenece. Los fleja una actitud satisfecha, relajada
dar cuando el objeto sobre el que una jóvenes enamorados están siempre y sin problemas. En realidad, así es.
persona se apoya pertenece a otra. cogidos de la mano, o uno rodea al La pierna sobre el brazo del sillón
Por ejemplo, si usted va tomar una otro con el brazo reclamando el de­ no sólo indica la posesión de ese ob-
fotografía de un amigo y su nuevo recho de propiedad cuando estos ges­ jecto o espacio, sino también que las
automóvil, lancha, casa o cualquier tos se hacen en público. El ejecutivo Fig. 130. Gesto de propietario normas rígidas de comportamiento
otro objeto personal, observará que apoya los pies sobre el escritorio o orgulloso. han quedado atrás para él.

118 119
una expresión de preocupación que zarle algo que no pueda leer en esa
sólo disimula su falta de interés. Pue­ posición y pedirle que se incline ha­
de que dé por terminada la conver­ cia adelante para ver bien o, si usted
sación diciéndole al empleado que no y él tienen la misma clase de sentido
se preocupe y que el problema de­ del humor, decirle que tiene el pan­
saparecerá solo. Cuando el emplea­ talón descosido.
do se vaya, el jefe exhalará un sus­
piro de alivio y se dirá: «¡P or fin
se fue!», y quitará la pierna del bra­
zo del sillón.
Si el asiento del jefe no tiene bra­
zos (lo que sería raro porque la silla
es para los visitantes), lo veríamos
con los pies sobre el escritorio (fig.
133). Si un superior jerárquico en­
trara en la oficina, el jefe no usaría
ese gesto tan obvio de propiedad y
recurriría a otros más sutiles, como
apoyar un pie en el cajón más bajo
del escritorio, o si no hay cajones,
apoyarlo con fuerza contra una pata
del escritorio para afirmar su derecho
a la posesión,
Estos gestos pueden producir in­
comodidad durante una conversación
Fig. 131. El intimidador. comercial, y es de suma importancia
que esa persona cambie su posición,
E s común ver a dos amigos senta­ llón y pone una pierna sobre el bra­ porque cuanto más tiempo esté con
dos de esa manera, riendo y bromean­ zo. En estas circunstancias, el gesto la pierna sobre el brazo del sillón o
do; pero consideremos el impacto de indica que la actitud del jefe ha cam­ los pies sobre el escritorio, más du­
esa posición en circunstancias dife­ biado: ahora muestra indiferencia. rará la actitud de indiferencia o de
rentes. Pensemos en una situación Le importa poco el empleado o su
típica: un empleado tiene un proble­ problema y hasta puede estar sintien­
ma personal y va a pedir a su jefe do que pierde el tiempo: «Siempre
un consejo para solucionarlo. Mien: con la misma historia.»
tras explica el caso, el empleado se Una pregunta debe tener respues­
inclina hacia adelante en la silla, tie­ ta: ¿hacia qué muestra indiferencia?
ne las manos sobre .las rodillas, la Puede haber pensado en el proble­
cabeza gacha, todo su aspecto es de ma del empleado y llegado a la con­
preocupación y el tono de su voz clusión de que no es importante,
ha bajado. El jefe lo escucha aten­ o puede sentir indiferencia hacia él.
tamente, sentado, sin moverse. De Mientras continúe con la pierna en
repente se echa hacia atrás en el si­ el brazo del sillón puede que tenga

120 121
X III
L a im itación
H

La próxima vez que usted asista a forma. Scheflen observó que las per­
una reunión social o vaya a algún lu­ sonas que no se conocen evitan cui­
gar en el que hayan muchas perso­ dadosamente adoptar las mismas po­
nas que interactúan, observe la can­ siciones. La importancia de la imita­
tidad de ellas que adoptan los mis­ ción puede llegar a ser una de las
mos gestos o la postura de la per­ lecciones no verbales más significati­
sona con que conversan. La imi­ vas que podemos aprender, pues es
tación es el medio de transmitir que la forma en que los demás nos ex­

i
se está de acuerdo con las ideas y ac­ presan que coinciden con nosotros o
titudes del otro. Uno está diciendo que les agradamos. También es la
al otro en forma no verbal: «Como forma en que nosotros comunicamos
ves, pienso lo mismo que tú, pues a los demás que realmente nos
copio tu postura y tus gestos.» agradan.
Esta mímica inconsciente resulta Si un jefe desea establecer rápida­
interesantísima. Pensemos, por ejem­ mente una buena relación y crear un
Fig. 134. Pensando lo mismo.
plo, en los dos hombres que se en­ ambiente tranquilo con un emplea­
cuentran en el bar del hotel, en la do, sólo debe copiar la postura de
figura 134; parecen un objeto y su éste para lograr sus objetivos. De la
que no demostraban ningún entusias­ cita en su oficina. Cuando entra el
imagen en el espejo, y entonces es misma forma, un empleado en ascen­
mo. Yo copiaba adrede cada movi­ empleado, el gerente le dice que
razonable suponer que comparten los so copia los gestos del jefe para de­
miento del eventual comprador has­ tome asiento y él asume la posición
mismos pensamientos y sentimientos. mostrar su acuerdo. Mediante este
ta que establecía una relación lo su­ de superioridad (fig. 96) y cruza las
Si uno de ellos se cruza de brazos o conocimiento es posible ejercer in­
ficientemente buena como para pre­ piernas como en la figura 81 mien­
de piernas o apoya el peso de su fluencia en una entrevista por el
sentarle el negocio. Ocurría siempre tras se echa hacia atrás en el sillón
cuerpo sobre e! otro pie, el otro hará mero hecho de imitar las posturas y
que si el cliente comenzaba a copiar para demostrarle al empleado su po­
exactamente lo mismo. Si uno pone gestos positivos de la otra persona.
mis gestos se producía la venta. sición competitiva, dominante y su­
la mano en el bolsillo, el otro lo imi­ El efecto que se logra es poner al
Pero es imprescindible, antes de perior. ¿Qué ocurriría si el emplea­
tará, y esa mímica continuará mien­ otro en una actitud tranquila y
copiar los gestos de otra persona, do copiara la postura dominante del
tras ambos hombres estén de acuer­ receptiva pues él puede ver que us­
cuando se trata un tema, que se gerente mientras discuten un aumen­
do. La imitación se produce también ted comprende su punto de vista
tenga en cuenta el tipo de relación to de sueldo? (fig. 136).
entre buenos amigos o personas del (fig. 135).
que se tiene con ella. Digamos, por Aunque en la comunicación oral
mismo status y es normal ver que Cuando yo vendía pólizas de se­
ejemplo, que el ayudante del conta­ el empleado se mantenga en su ni­
dos cónyuges caminen, se sienten, es­ guros, descubrí que esa técnica resul­
ble de una gran empresa ha pedido vel subalterno, el gerente se sentiría
tén de pie y se muevan de la misma taba muy efectiva con los clientes
un aumento de sueldo y el gerente lo molesto y hasta indignado por la con-
122 123
mano detrás de la cabeza (fig. 96) los que mantiene la conversación y la
Fig. 135. Copiando los gestos del otro para ganar su simpatía.
subalternos lo imitarán. mujer no dice nada, pero usted ob­
Los que venden en casas de pa­ serva que él copia los gestos de la
rejas casadas deben observar los ges­ mujer, descubrirá que es ella la que
tos de los cónyuges para ver quién decide y firma los cheques, así que al
los inicia y quién los copia. vendedor le conviene dirigir su char­
Por ejemplo, si el marido es el la a la señora.

Fig. 136. El desafío no verbal.

ducta no verbal del empleado y lle­ La investigación muestra que cuan­


garía a pensar en despedirlo. Esta do el jefe de un grupo usa ciertos
maniobra es muy efectiva cuando lo gestos y posiciones, los subordinados
que se intenta es desarmar a los ti­ lo copian. Los jefes o dirigentes, por
pos «superiores* que tratan de con­ lo general, entran antes que los de­
trolar la situación. Los contables, más en un recinto y se sientan en
abogados y gerentes suelen adoptar el extremo de un sofá o de un banco
esas posturas en presencia de las y no en el centro. Cuando un gru­
personas que consideran inferiores. po de ejecutivos entra en un salón,
Al adoptar la misma postura que el jefe suele entrar primero. Cuando
ellos, se los desconcierta, y se los los ejecutivos toman asiento alrede­
obliga a cambiar de posición, lo que dor de la mesa, el jefe se sienta le­
permite que usted asuma el control jos de la puerta. Si el jefe se sienta
de la situación. y adopta la posición en T con la

124 125
XIV
L a inclinación y el status

Disminuir la altura de nuestro cuer­ acción de bajar el cuerpo. Cuanto


po frente a otra persona ha significa­ más humilde o subordinado se siente
do siempre el establecimiento de la un hombre frente a otro, más se in­
relación superior-subordinado. Lla­ clinará. En los negocios, las perso­
mamos «Su Alteza» a los miembros nas que continuamente se inclinan
de la realeza, mientras decimos que para saludar reciben el calificativo
son «bajos» los individuos que co­ peyorativo de «pelotas».
meten actos reprochables. El orador Por desgracia, poco es lo que se
que protesta en una manifestación se puede hacer para cambiar la estatu­
coloca sobre un cajón para quedar a ra de las personas, así que investi­
mayor altura que el resto. El juez guemos algunos usos útiles de la es­
se sienta en el estrado para estar por tatura.
encima del resto de los miembros E s posible evitar la impresión de
del tribunal. Los que viven en el superioridad si uno hace un esfuerzo
piso más alto de un edificio tienen consciente para parecer más bajo que
más autoridad que los que viven al los demás, así que intentaremos ana­
nivel de la calle, y, en algunas civi­ lizar los aspectos no verbales de la
lizaciones, se clasifican las clases so­ situación en que usted conducía su
ciales en alta, media y baja. coche a demasiada velocidad y ha
Pese a lo que quisiera creer mu­ sido detenido por la policía. En esas
cha gente, los altos exhiben más au­ circunstancias, el oficial puede consi­
toridad que los bajos, pero la estatu­ derarlo como un adversario mientras
ra a veces puede perjudicar la comu­ se acerca a su vehículo. La reacción
nicación cuando se quiere hablar «en usual del infractor es permanecer en
el mismo nivel» o discutir algo «cara el coche, bajar la ventanilla y discul­
a cara». parse por haber excedido los límites
La mayoría de las mujeres hace de la velocidad permitida. Las actitu­
una reverencia cuando se encuentra des negativas no verbales de ese
con algún miembro de la nobleza y comportamiento son: 1) El oficial se
los hombres inclinan la cabeza y se ha visto obligado a abandonar su
quitan el sombrero, disminuyendo territorio (el coche-patrulla) y a
así la estatura frente al noble. El acercarse al territorio de usted (su
saludo moderno es un resabio de la coche); 2) suponiendo que realmente

126 127
muy difícil controlar a este cliente un signo de dominio. Esto ocurre
si el que atiende la tienda permanece cuando usted se agacha para acomo­
detrás del mostrador, en su propio darse en un sillón en la casa de otra
territorio, lo que irritaría aún más persona mientras el dueño de casa
al comprador. Lo mejor sería que el está de pie. La actitud agresiva o
vendedor saliera de su territorio y se dominante proviene de la informali­
colocara al lado del cliente, con el dad de su conducta en territorio
cuerpo un poco agachado y mostran­ ajeno.
do las palmas, y usara la misma téc­ Una persona siempre se siente su­
nica que describimos con el oficial de perior en su propio territorio, espe­
policía. cialmente en su casa, y entonces,
Resulta interesante observar que a para tener a la persona a su favor,
veces se presentan circunstancias en es oportuno hacer gestos de sumi­
las que agacharse un poco puede ser sión.

Fig. 138. «¡Por favor, no me ponga la multa!»

usted haya pasado la velocidad li­ irresponsable y aumente el del oficial


mite, sus excusas podrán parecer un agradeciéndole que le haya señalado
ataque al oficial; 3) al permanecer en el error, y dígale que usted compren­
el coche, usted crea una barrera en­ de lo difícil que debe ser su tarea con
tre usted y el oficial. tanto loco conduciendo por ahí; 4)
Considerando que en estas circuns­ mostrándole las palmas, y con voz
tancias el oficial está en una posición temblorosa, pídale, por favor, que no
superior a la suya, esta conducta sólo le ponga la multa (fig. 138). Este
sirve para empeorar las cosas y au­ tipo de conducta le muestra al ofi­
mentar la probabilidad de que se lo cial que usted no representa una ame­
detenga. En lugar de este comporta­ naza y le sitúa en el papel de un
miento use el siguiente si se encuen­ padre enfadado que, en ese caso, lo
tra en una situación de este tipo: 1) reñirá y le dirá que siga su camino
Salga del coche (su territorio) inme­ ¡sin ponerle la multa! Si usa esta
diatamente y acérquese al coche-pa­ técnica se salvará de la multa la mi­
trulla (territorio del oficial); así el tad de las veces.
oficial no se sentirá incómodo por Lo mismo puede emplearse para
verse obligado a abandonar su terri­ calmar a un cliente enfadado que
torio; 2) agache un poco el cuerpo devuelve material defectuoso que ha
para parecer más bajo que el oficial; comprado. En esta situación, el mos­
3) rebaje su status diciendo cuánto la­ trador es una barrera entre el due­
menta haberse comportado en forma ño del negocio y el cliente. Sería

128 129
XV
L os indicadores

¿Alguna ve2 ha notado que alguien advierte estas señales durante una
con quien usted está conversando cita de negocios debe hacer algo para
preferiría estar en otra parte aunque interesar al otro, o terminar la con­
parezca gozar de su compañía? Si se versación como si fuera usted quien
fotografiara una escena así, es proba­ desea hacerlo, lo que le permitirá
ble que revelara lo siguiente; 1) La mantener el control de la situación.
cabeza de la persona está girada ha­
cia usted y son evidentes los signos
faciales de la sonrisa y el asentimien­
to; 2) el cuerpo y los pies de la per­
sona están «alejándose» de usted,
apuntando hacia otra persona o ha­ Fig. 140. Posición triangular abierta.
cia la salida. La dirección en la que
una persona dirige el torso o los pies
es la que quisiera tomar en lugar de LOS ANGULOS rante las conversaciones sociales. La
seguir donde está. Y LOS TRIANGULO S figura 140 muestra a dos hombres
La figura 139 muestra a dos hom­ con sus cuerpos en ángulo, dirigi­
bres hablando en la puerta. El de la dos hacia un tercer punto imagina­
izquierda está tratando de interesar Posición triangular abierta rio para formar un triángulo. Esta
al otro, pero éste desea desplazarse posición es también una invitación a
en la dirección que indica su cuerpo, En un capítulo anterior dijimos una tercera persona para que se una
aunque la cabeza esté encarándose que la distancia física entre las per­ a ambas y participe de la conversa­
hacia la del hombre de la izquierda. sonas está en relación directa con el ción, situándose en el tercer punto.
Solamente si el hombre de la derecha grado de intimidad. El ángulo en el Los dos hombres de la figura 140,
dirigiera su cuerpo hacia el otro, po­ que la gente orienta su cuerpo tam­ con sus gestos y posturas similares,
dría tener lugar una conversación bién proporciona muchas claves no indican que tienen el mismo status,
que interesara a ambos. verbales de sus actitudes y tipos de y el ángulo que forman sus torsos
En los tratos comerciales, cuando relación. Por ejemplo, las personas expresa que la conversación es im­
una persona ha decidido terminar los de casi todos los países de habla in­ personal. La formación del triángu­
tratos o desea irse, girará el cuerpo glesa orientan sus cuerpos forman­ lo invita a un tercero de posición so­
Fig. 139. El cuerpo muestra adánde
o los pies en dirección a la salida. Si la mente quiere dirigirse. do un ángulo de noventa grados du­ cial similar a participar en la charla.

130 131
i
Cuando se acepta a una cuarta per­ Aparte los gestos usuales de cor­
sona en el grupo se formará un cua­ tejo, cada uno comienza a imitar los
drado; y con una quinta, un círculo gestos del otro. Como otros gestos
o dos triángulos. de cortejo, la formación cerrada pue­
de emplearse como un desafío no
verbal entre personas que sienten
Posición cerrada hostilidad mutua (véase la figura
106).
Cuando el diálogo requiere cierta
intimidad, el ángulo formado por los
torsos de ambas personas es menor Las técnicas de inclusión
de noventa grados y puede llegar a y exclusión
cero grados. El hombre que desea
atraer a una mujer usa esta posición Tanto la posición triangular abier­
combinada con gestos de cortejo. No ta como la cerrada se usan para in­
sólo dirige su cuerpo hacia ella, sino cluir o excluir a otra persona de la
que también acorta la distancia en­ conversación. La figura 142 muestra
tre ambos basta quedar en la zona la formación triangular establecida
íntima de la mujer. Para aceptar el por los dos hombres para mostrar la
acercamiento, a ella le basta con aceptación del tercer integrante del
orientar su torso hasta quedar frente grupo.
al hombre (a cero grados) y permi­ Cuando una tercera persona desea
tir que entre en su territorio. La unirse a otras dos que están de pie
distancia entre dos personas en la en posición cerrada, puede ser que
posición cerrada es casi siempre me­ la inviten a formar parte del grupo
nor que en la posición abierta. solamente si los otros dos orientan

Fig. 142. Posición triangular abierta que muestra aceptación.

Fig. 141. Frente a ¡rente en posición cerrada.

132 133
sus torsos hacia un tercer punto para Los indicadores
formar el triángulo. Si la tercera per­ en las personas sentadas
sona no es aceptada, los otros dos
mantendrán \a posición cerrada y so­ Cruzar las piernas y dirigir las ro­
lamente volverán la cabeza hacia esa dillas hacia otra persona es signo
persona en señal de reconocimiento de aceptación o interés. Si la otra
de su presencia, pero los torsos mues­ persona está interesada, también
tran que no se la invita a permane­ cruzará las piernas con las rodillas
cer allí (fig. 143), hacia la primera, como se ve en la fi­
A menudo la conversación entre gura 144. A medida que las dos se
tres personas comienza con la posi­ sienten cada vez más interesadas co­
ción triangular abierta pero, even­ mienzan a copiarse los gestos, como
tualmente, dos adoptarán la posición en el caso de la figura 144, y adop­
cerrada para excluir a la tercera per­ tan la posición cerrada para excluir
sona (fig. 143). Esta formación indica a los demás. La única forma en que
que la tercera persona debe retirarse el hombre de la derecha podría par­
para que la situación no resulte mo­ ticipar en la conversación sería acer­ Fig. 144. La dirección del cuerpo es usada para excluir al hombre de la derecha.
lesta. cando una silla frente a los otros dos
para formar el triángulo, o ejecutar
alguna otra acción que rompa la po­ La entrevista a dos
sición cerrada. personas (fig. 145)

Supongamos que usted (la perso­


na C) va a entrevistar a A y a B, y
digamos que por elección o por las
circunstancias, están sentados en po­
sición triangular alrededor de una
mesa redonda. Supongamos también
que la persona A es muy conversa­
dora y hace muchas preguntas, mien­ Fig. 145. Entrevista con dos personas.
tras que la persona B permanece en
silencio. Cuando A hace una pregun­
ta ¿cómo puede usted contestarle sin Señalar con el pie
que B se sienta excluido? Use la
siguiente técnica de inclusión, sim­ No sólo los pies sirven como indi­
ple y efectiva: cuando A formula la cadores de la dirección que le agra­
pregunta, mírelo al comenzar a res­ daría tomar a alguien para alejarse,
ponder y luego diríjase hacia B, vuel­ sino que se usan también para seña­
va a mirar a A, luego a B, hasta que lar a las personas que resulten intere­
termine la respuesta. Esta técnica santes o atractivas. Imagine que está
hace que B se sienta partícipe de la en una reunión social y ve un grupo
conversación y resulta especialmente de tres hombres y una mujer muy
útil si usted necesita el apoyo de B. atractiva (fig. 146). Al parecer, los

134 135
hombres dominan la conversación y interesante. Observe también que
la mujer sólo escucha. Entonces us­ ella mira de reojo al hombre que usa
ted observa algo interesante: los tres el gesto de los pulgares en el cin­
h
hombres tienen un pie dirigido hacia turón.
la mujer. Con ese gesto simple están
diciéndole en forma no verbal a la
mujer que están interesados en ella. Formaciones de personas
De manera subconsciente la mujer sentadas
ve los gestos de los pies y lo más
probable es que permanezca en ese Piense en la situación siguiente:
grupo mientras le demuestren la mis­ usted es supervisor y va a aconsejar
ma atención. En la figura 146 ella a un subalterno cuya trayectoria ha
está de pie, con ambos pies juntos en sido insatisfactoria e irregular. Para
la posición neutra, y pudiera ser que lograr su objetivo, usted sabe que
después adelante un pie hacia el hom­ tiene que formular preguntas direc­
bre que le parezca más atractivo o tas y recibir respuestas directas, y

Fig. 146. Los pies indican lo que piensa cada uno.

1 Fig. 147. Formación triangular abierta.

que eso puede producir tensión en subalterno debería sentarse en una


el subordinado. De vez en cuando, silla fija, no en un sillón giratorio,
deberá demostrar a esa persona que para que los gestos que haga y las
comprende sus sentimientos y que posturas que adopte le proporcionen
está de acuerdo con sus ideas y ac­ a usted una mejor comprensión de
ciones. ¿Cómo puede transmitir todo sus actitudes. 3) Usted deberá sen­
esto en forma no verbal, usando las tarse en un sillón giratorio porque
posiciones relativas de los cuerpos? así tendrá más control, hasta de sus
Dejando de lado la entrevista y las propios gestos, que podrían delatar
técnicas de interrogatorio, considere sus intenciones.
los siguientes puntos en las ilustra­ Podrían usarse tres formaciones
ciones 147 y 148: 1) Como la sesión principales.
tiene lugar en su oficina y usted es La posición abierta triangular lleva
el superior jerárquico, puede salir de a tener una actitud relajada e infor­
detrás del escritorio y conversar con mal y es una buena postura para em­
el empleado del otro lado (posición pezar a aconsejar (fig. 147). Usted
de colaboración) y mantener igual­ puede demostrar no verbalmente que
mente el control no verbal. 2) El coincide con su subordinado si copia

136 137
1

Fig. 148. Trente a ¡rente. Fig. 149. La posición en ángulo recto.


i

sus gestos y sus movimientos. Como el sillón para quedar frente a él y Resumen a convertirse en movimientos natu­
ocurre cuando se está de pie, los dos diga: «¿E stá seguro de eso?» Este rales en poco tiempo. Si usted tiene
torsos deben apuntar hacia un tercer movimiento simple ejerce presión no Si usted desea que una persona tratos comerciales con otros, el do­
punto para formar un triángulo; esto verbal y puede obligar al empleado simpatice con usted, use la posición minio de las técnicas del movimiento
demuestra acuerdo mutuo. a decir la verdad. triangular, y cuando necesite ejercer del cuerpo y del sillón giratorio re­
Haciendo girar el sillón para en­ Cuando usted coloca su cuerpo en presión no verbalmente, cambie a la sulta muy útil. En los encuentros dia­
carar directamente al empleado (fig. ángulo recto con el del sujeto qui­ posición cerrada. La formación en rios con otras personas, el uso de los
148) está expresándole de manera no ta toda la presión de la entrevista ángulo recto permite que la otra per­ pies y del cuerpo como indicadores
oral que quiere respuestas francas. (fig. 149). Esta es la mejor posición sona piense y actúe en forma inde­ y de los grupos de gestos positivos
Combine esa posición con la mirada para hacer preguntas delicadas o mo­ pendiente porque usted no ejerce como los brazos abiertos, las palmas
comercial (fig. 109), reduzca los ges­ lestas, animando a que el empleado presión sobre ella. Pocas personas a la vista, inclinarse hacia adelante,
tos faciales y corporales, y el subordi­ dé respuestas francas porque no sien­ han tenido en cuenta el efecto de sacudir la cabeza y sonreír, pueden
nado sentirá una gran presión no te ninguna presión de su parte. Si la dirección del cuerpo en las actitu­ facilitar a otros el goce de su com­
verbal. Si, por ejemplo, después de están tratando de algo realmente di­ des y las respuestas de los demás. pañía. Por otra parte, con estos ges­
haberle formulado una pregunta él fícil, le convendrá volver a la posi­ S Se requiere mucha práctica para tos, la influencia de sus puntos de
se frota un ojo y la boca, y mira ha­ ción de frente a frente para saber la dominar estas técnicas, pero llegan vista en los demás será mayor.
d a otro lado cuando contesta, gire verdad.

138 139
Posiáón en ángulo (B l)

XV I E s usada habitualmente por perso­


E scritorios, m e s a s y disposición nas que conversan de manera amis-
tosa.e informal. La posición permite
de lo s asientos el contacto visual ilimitado y facilita
el uso de numerosos gestos así como
la observación de los gestos del otro.
E l ángulo del escritorio constituye
Fig. 152. Posición de colaboración.
una barrera parcial en el caso en que
D ISTIN TA S MANERAS canos blancos de clase media mostra­ una de las personas empiece a sentir­
D E SENTARSE ALREDEDOR ron que las posiciones de las perso­ se amenazada. Por otra parte, con
tante que B ocupe su posición sin
D E UNA MESA nas sentadas en el bar de un hotel esta posición se evita la división te­
que A sienta que su territorio ha sido
pueden diferir de las que se adop­ rritorial encima de la mesa. La po­ invadido. E s también una excelente
Situarse estratégicamente respecto de tan en un restaurante de clase alta, sición estratégica más favorable para
posición para los casos en que B in­
los demás es una manera efectiva y que tanto la dirección en que se que un vendedor presente su produc­
troduce a una tercera persona para
de obtener su colaboración. La situa­ encuentran los asientos como la dis­ to es B l cuando el cliente es A.
que intervenga en la conversación.
ción que elijan respecto de la de us­ tancia entre las mesas pueden tener Colocando la silla en B l, usted pue­
Pensemos, por ejemplo, en un ven­
ted le revelará algunos aspectos de una influencia distorsionante en la de aliviar un ambiente tenso y au­
dedor que está efectuando una se­
la actitud de esas personas hacia conducta de elección del asiento. Por mentar la probabilidad de cerrar el
gunda visita a un cliente y ha lle­
usted. ejemplo, las parejas prefieren sentar­ trato comercial.
vado consigo a un técnico especialis­
Mark Knapp, en su libro Nonver- se juntas cuando es posible, pero en
ta en la instalación del equipo. La
bal Communication in Human In- un restaurante lleno, en el que las
estrategia siguiente sería la más
teraction {La comunicación no verbal mesas están muy juntas, eso no es Posición de colaboración (B2)
apropiada:
en la interrelación humana), observó posible y los miembros de la pareja
El técnico se sienta en la posición
que aunque existe una fórmula ge­ se ven obligados a sentarse uno fren­ Cuando dos personas se llevan
C, frente al cliente A (fig. 153). El
neral para interpretar las posiciones te al otro, en la que normalmente es bien, piensan de igual manera, o rea­
vendedor puede situarse en la posi­
de las personas sentadas, el ambiente una posición de defensa. lizan juntas algún trabajo, ésta es ción B2 (de colaboración), o bien en
puede incidir en la posición elegida. Como existe una gran variedad de la posición en que suelen situarse. Es la posición B l (en ángulo). Esto per-
Estudios realizados con norteameri- circunstancias restrictivas, los ejem­ una de las posiciones más estratégi­
plos siguientes se refieren de modo cas para que se tenga en cuenta lo
principal a la disposición de los asien­ que uno dice. Pero es muy impor-
tos en una oficina en la que hay un
clásico escritorio rectangular.
A B2 La persona B puede adoptar cua­
tro posiciones relativas básicas res­
pecto de la persona A (fig. 150).
Bi
B l: Posición en ángulo.
B2: Posición de colaboración.
B3 B4 B3: Posición competitivo-defensiva.
((T)
Fig. 150. Posiciones básicas alrededor B4: Posición independiente.
Fig. 153. Introducción de una tercera
de la mesa. Fig. 151. Posición en ángulo. persona.

140 141
padente. Sólo el diez por ciento de
los pacientes se sentía cómodo cuan­
do el médico estaba situado del otro
lado del escritorio. Sin escritorio, el
porcentaje llegaba a cincuenta y
cinco.
Si lo que B desea es persuadir a
A, la posición competitivo-defensi­
va disminuye la probabilidad de éxi­
to, a menos que B se siente frente a
Fig. 154. Posición competitivo- A como parte de una estrategia pla­
defensiva. nificada previamente. Por ejemplo,
puede darse el caso de que A sea un
gerente que debe reprender severa­
mire al vendedor «estar del lado del mente al empleado B. La posición
cliente» y formular preguntas al téc­ competitiva reforzaría su actitud.
nico «en favor del diente». Esta También puede suceder que B ne­
posición se conoce también como la cesite hacer sentir a A que es supe­
de «trabajar con el rival». rior; entonces, B se sentará ex pro­ Fig. 155. Hoja colocada en la línea divisoria de los territorios.
feso frente a A.
Cualquiera que sea su línea de tra­
Posición competitivo-defensiva bajo, si debe tratar con otras perso­
(B3) nas, tiene que desarrollar su influen­
cia. Su objetivo permanente debe ser
Sentarse frente a una persona con entender el punto de vista del otro
la mesa de por medio crea un am­ para hacer que se sienta tranquilo
biente competitivo y da a entender y cómodo en el trato con usted; la
que se está a la defensiva. Esto pue­ posición competitiva no cumple esa
de llevar a cada participante a rea­ finalidad. Ganará mayor colaboración
firmarse en su punto de vista, dado con la posición en ángulo y con la
que la mesa es una barrera sólida posición de colaboración que con la
entre los dos. Esta posidón la adop­ competitiva. Las conversaciones son
tan personas que compiten entre más cortas y más específicas en esta
sí, o cuando una de ellas reprocha última posición que en las demás.
algo a la otra. También establece Cuando dos personas se sientan la
una situación de superior-subordina- una frente a la otra, con una mesa
do cuando la entrevista se realiza, de por medio, dividen inconsciente­
por ejemplo, en la ofidna de A. mente la mesa en dos territorios
Argyle observó, en un experimen­ iguales. Cada persona posee un terri­
to realizado en el consultorio de un torio y percibe el avance de la otra
médico, que el hecho de que hubie­ en éste. Dos personas sentadas en
ra, o no, un escritorio incidía signi­ un restaurante, en posición competi­
ficativamente en la tranquilidad del tiva, marcan la división del territorio Fig. 156. Atraer el papel al territorio propio indica' aceptación no verbal.

142 143
ne una persona cuando se invade su posición manifiesta hostilidad. Debe
con el salero, las vinajeras, la azuca­ inclinado hacia adelante, pero aque­
territorio. Ya debería ser obvio por evitarse esta posición cuando es nece­
rera o las servilletas. lla invasión sutil hizo que se echara
qué hay que evitar la posición com­ saria una conversación franca.
Usted puede hacer un experimen­ hacia atrás. El cenicero estaba en el
centro de la mesa, y al tirar la ceniza petitiva cuando se quiere llegar a un
to sencillo en un restaurante, que
muestra cómo alguien reacciona ante del cigarrillo lo empujé hacia el te­ acuerdo.
Hay circunstancias en las que re­ MESAS RECTANGULARES,
la invasión de su territorio. Hace rritorio del invitado. El tiró la ceni­
sulta difícil o impropio situarse en REDONDAS Y CUADRADAS
poco invité a almorzar a un vende­ za de su cigarrillo y empujó, a su
dor para ofrecerle un contrato en vez, el cenicero hacia el centro de la ángulo. Supongamos que usted pre­
senta algo visual a un cliente: un li­ La mesa cuadrada (formal)
nuestra empresa. Nos sentamos al­ mesa. Yo repetí el movimiento del
rededor de una mesita rectangular cenicero y, de paso, situé la azuca­ bro, una cita o una muestra, y am­
Como ya hemos dicho, las mesas
que era demasiado pequeña para que rera en su territorio: mi invitado co­ bos éstari sentados uno frente al otro.
cuadradas crean una relación de com­
yo pudiera sentarme en ángulo, así menzó a sentirse molesto. Puse el Primero, coloque el artículo sobre la
petencia o una actitud de defensa
que me vi obligado a tomar la posi­ salero y las vinajeras en su territorio, mesa (fig. 155); la otra persona se
entre personas del mismo status. Las
ción competitiva. y empezó a revolverse en el asiento inclinará hacia adelante para mirar­
mesas cuadradas son ideales para
Sobre la mesa había objetos usua­ como si estuviese sentado sobre un lo, lo llevará a su territorio o lo em­
conversar poco sobre algún tema de­
les como el cenicero, el salero, las hormiguero; su frente mostraba una pujará hacia el territorio de usted.
terminado o para crear una relación
servilletas y la carta. La cogí, la leí fina capa de sudor. Cuando puse las Si se inclina hacia adelante para
superior-subalterno. La colaboración
y luego la coloqué en el territorio servilletas de su lado, ya fue dema­ observar, usted deberá permanecer
suele provenir de la persona que está
de mi invitado. El la cogió, la leyó siado: se levantó y fue al lavabo. en la posición en que está, pues la
sentada a su lado. De dos personas,
y luego la puso en el centro de la Cuando volvió fui yo, y cuando vol­ otra persona, en forma no verbal, le
la que esté a la derecha prestará
mesa, a su derecha. Yo la cogí de v í... ¡todo estaba otra vez situado ha indicado que no quiere que usted
más cooperación que la situada a
nuevo, me fijé en algo y volví a co­ sobre la línea central! se coloque a su lado. Si, en cambio,
la izquierda. La persona sentada en­
locarla en su territorio. Hasta ese Este juego simple y efectivo mues­ lleva el artículo a su propio territo­
frente es la que opondrá mayor re­
momento mi invitado había estado tra la resistencia tremenda que opo­ rio le da la oportunidad de pedir
sistencia.
permiso para entrar en su territorio
y adoptar la posición en ángulo o la
de colaboración (fig. 157). Pero si La mesa redonda (informal)
vuelve a poner el objeto sobre el
territorio de usted ¡tendrá proble­ El rey Arturo usaba la mesa re­
mas! La regla de oro es no penetrar donda con el fin de otorgar a cada
en territorio ajeno a menos que se
haya dado permiso, verbal o gestual-
mente, para hacerlo.

Posición independiente (B4)

Es la que adoptan las personas que


no quieren interactuar con otras. Se
produce en lugares como bibliotecas,
bancos de plaza y restaurantes. In­
dica falta de interés, y si alguien tras­
pasa la barrera territorial, la misma Fig. 158. Posición independiente.
Fig. 157. Acuerdo no verbal para entrar en el territorio del cliente.
145
144
mesa redonda, y eso significaba que
a los caballeros sentados a su lado se
o
les confería, en forma no verbal, más
poder que a los demás, y que el que
se sentara a su derecha tendría, tá­
citamente, un poco más de autoridad
que el que lo hiciera a su izquierda.
Además, la autoridad de cada uno de
los restantes caballeros disminuía en
función de la distancia que los sepa­
Fig. 159. Mesa cuadrada (formal). raba del asiento del rey. Por consi­
guiente, el caballero sentado frente al gos de poder, en las reuniones, colo­ invitación a cenar, teniendo en cuen­
rey Arturo estaba en una posición cando tarjetas con los nombres de ta el objetivo y la posibilidad de que
uno de sus caballeros la misma auto­ competitivo-defensiva, y lo más pro­ las personas en los lugares en que la persona invitada responda favora­
ridad y posición social. Una mesa re­ bable es que fuese el que causaba uno desea situar a cada asistente blemente a nuestra propuesta. Anali­
donda crea una atmósfera de infor­ más problemas. Muchos de los eje­ para conseguir la máxima influencia. cemos los factores que pueden con­
malidad y de tranquilidad que es cutivos de hoy usan mesas cuadradas tribuir a crear un ambiente positivo,
ideal para las conversaciones entre y redondas. El escritorio cuadrado discutamos su origen e importancia, y
personas del mismo status; cada per­ {que suele ser el de trabajo) se em­ La mesa del comedor en casa examinemos el fondo histórico de la
sona tiene derecho a la misma canti­ plea para la actividad comercial, las conducta alimentaria del hombre.
dad de territorio (fig. 160). Sentarse conversaciones breves, las llamadas La elección de la forma de la mesa Los antropólogos nos cuentan que
en círculo, sin la mesa, conduce a los de atención y cosas por el estilo. La del comedor, por parte de una fami­ los primeros hombres habitaban en
mismos resultados. Por desgracia, el mesa redonda (que suele ser la del lia, puede dar la clave de la distri­ los árboles y eran vegetarianos. La
rey Arturo ignoraba que si el status café) se usa para crear un ambiente bución del poder en la misma, siem­ dieta consistía en raíces, hojas, ba­
de una persona es más alto que el relajado, ideal para persuadir. pre que la habitación pueda albergar yas, frutas y otros productos por el
de las demás, se altera el poder y la cualquier tipo de mesa y que la for­ estilo. Hace un millón de años, el
autoridad de cada una de ellas. El ma haya sido considerada por cada hombre bajó de los árboles y se con­
rey detentaba el máximo poder en la Las mesas rectangulares uno de los miembros de la familia. virtió en cazador. Antes de vivir en
Las familias «abiertas» eligen mesas la superficie de la tierra, los hábitos
En una mesa rectangular, la posi­ redondas, y las familias «cerradas» alimentarios del hombre eran simi­
ción A es la que ejerce mayor in­ eligen mesas cuadradas. Los indivi­ lares a los de los monos, incluso el
fluencia (fig. 161). En una reunión duos autoritarios eligen mesas rectan­ de comer poco durante todo el día.
de personas del mismo status, la que gulares. Cada individuo era el único respon­
se coloque en A tendrá la influencia sable de su propia supervivencia y de
más fuerte, siempre que no dé la obtener su comida. Pero, como ca­
espalda a una puerta. Sí así fuera, la TOMAR UNA D ECISIO N zador, necesitaba la ayuda de otros
persona sentada en B ejercería la in­ DURANTE LA CENA para capturar presas grandes, así que
fluencia mayor y representaría la opo­ se constituyeron grupos grandes de
sición más fuerte a A. Suponiendo Teniendo en cuenta lo que se ha individuos que trabajaban en colabo­
que A tuviera la posición jerárquica dicho sobre los territorios humanos ración. Cada grupo partía al alba para
superior, B le seguiría en autoridad, y el uso de las mesas redondas, cua­ cazar y volvía al crepúsculo con lo
luego C y después D. Esta informa­ dradas y rectangulares, veamos aho­ que había reunido durante el día. En­
Fig. 160. Mesa redonda (informal). ción hace posible estructurar los jue­ ra la dinámica involucrada en una tonces se dividían los despojos en

146 147
partes iguales entre los cazadores que con la espalda dando a una pared o
vivían en la cueva comunitaria. tabique. Hay estudios que demues­
Se encendía una fogata en la en­ tran que, cuando una persona se sien­ XV II
trada de la cueva para ahuyentar a ta dando la espalda a un espacio
los animales peligrosos y para calen­ libre, aumentan la respiración, el
L os juegos de poder
tarse. Cada cavernícola se sentaba pulso, las frecuencias de las ondas ce­
con la espalda contra la pared para rebrales y la presión sanguínea. La
anular la posibilidad de que lo ata­ tensión se hace mayor aún si la per­
caran por detrás mientras se dedica­ sona da la espalda a una puerta o a
ba a comer. Los únicos sonidos que una ventana, al nivel de la calle. La
se oían eran los de los desgarros luz debe ser tenue y la música sua­ LOS JU E G O S D E PODER más alto es el respaldo de un asien­
que los dientes producían y el del ve. Muchos restaurantes elegantes CON SILLA S to, más grandes son el poder y la
crepitar del fuego. Ese antiquísimo tienen una chimenea cerca de la en­ posición social de la persona que lo
proceso de compartir la comida por trada para recrear el antiguo fuego ¿Alguna vez ha ido a pedir trabajo ocupa. Los reyes, las reinas, los pa­
las noches, alrededor del fuego, fue cavernícola. Lo más apropiado sería y se ha sentido avasallado o desvali­ pas y otros dignatarios de alto sta­
el origen del acto social que el hom­ sentarse a una mesa redonda y semi- do cuando se sentó en la silla para tus, tienen respaldos en sus tronos
bre moderno practica en los asados, ocultar a la persona invitada la vi­ el visitante? ¿H a tenido una entre­ que llegan a los 250 centímetros,
en los picnics y en las cenas forma­ sión de otras personas, mediante un vista en la que la persona que lo in­ para señalar cuánto más alta es su
les. En estas circunstancias, el hom­ biombo o una gran planta: así se terrogaba parecía tan inmensa y llena posición respecto a la del visitante.
bre moderno se comporta en forma lograría su atención exclusiva. de poder que usted se sintió pequeño El alto ejecutivo tiene un sillón de
similar a la del hombre de hace un / E s mucho más fácil lograr una e insignificante? Lo más probable es cuero con respaldo alto, y la silla
millón de años. decisión favorable en estas circuns­ que ese personaje haya dispuesto as­ para la visita tiene un respaldo mu­
Y ahora vayamos al restaurante o tancias que en un restaurante con tutamente los muebles de la oficina cho más bajo.
a la cena formal. E s más fácil obte­ iluminación fuerte, con mesas y si­ para elevar su posición y disminuir Los sillones giratorios represen­
ner una decisión positiva y a su fa­ llas dispuestas en zonas abiertas, y la de usted. Ciertas tácticas en el uso tan más poderío que los fijos puesto
vor cuando usted ha preparado un con ruidos de platos y cubiertos. En de los asientos pueden crear ese am­ que permiten una mayor libertad de
ambiente tranquilo, sin tensiones y los restaurantes de categoría, se usa biente en una oficina. movimientos, sobre todo cuando se
ha bajado las barreras defensivas de adrede el ambiente de relajación para La influencia de las sillas en el está bajo presión. Las sillas fijas no
la otra persona. Para lograr esto, ten­ extraer mucho dinero de las bille­ aumento del status y del poder de­ permiten ningún desplazamiento; esa
ga presente lo que se ha dicho sobre teras de los clientes que, en reali­ pende de lo s siguientes factores: el falta de movilidad se compensa con
nuestros ancestros y siga unas pocas dad, pagan una comida normal. Y tamaño de los asientos y sus acce­ gestos que revelan las actitudes y
reglas sencillas. hace miles de años que los hom­ sorios, la altura de la silla tomada pensamientos de la persona. Los si­
Si cenan en su casa o en un res­ bres crean ambientes románticos para desde el suelo, y la situación respec­ llones normales (a causa de los
taurante, sitúe a la persona invitada beneficio de ias mujeres. to al visitante. brazos), los reclinables y los girato­
rios, son mejores que las sillas, que
carecen de cualquiera de estos atri­
E l tamaño del asiento butos.
y los accesorios

La altura del respaldo del sillón La altura de los sillones


eleva o rebaja la posición de una per­
sona, Un buen ejemplo lo constituye En el capítulo 14 analizamos la im­
el sillón de respaldo alto. Cuanto portancia de la altura personal como
148 149
D ISPO SIC IO N ESTRATEGICA el lugar de la ventana, y una divi­
D E LO S M UEBLES sión de vidrio que daba al espacio
general de la oficina. Este tabique de
Habiendo leído este libro usted ya vidrio reducía el status de John y
está capacitado para disponer los podía aumentar el poder del subal­
muebles de su oficina de manera que terno que se sentara, porque los
le proporcionen tanto poder, status otros empleados quedaban directa­
o control como desee. Presentaremos mente detrás de él y podían ver lo
ahora un caso de disposición de mue­ que ocurría.
bles en una oficina que ayuda a re­ 3. La parte delantera del escrito­
solver los problemas planteados por rio de John escondía la parte baja
la relación supervisor-empleado. de su cuerpo e impedía que el su­
John estaba empleado en una com­ bordinado advirtiera muchos de sus
pañía de seguros, había sido ascen­ gestos.
dido a gerente, y se le había dado un 4. El sillón para el visitante es­
despacho. Después de unos meses de­ taba colocado de modo que daba la
sempeñando su nuevo cargo, John espalda a la puerta abierta.
descubrió que a los empleados les 5. A menudo John se sentaba
desagradaba tratar con él. A veces, colocando las manos detrás de la ca­
la relación con ellos era hostil, sobre beza (fig. 96) y con la pierna apoya­
todo cuando los empleados iban a su da en el brazo del sillón (fig. 132),
oficina. Le resultaba difícil lograr especialmente cuando un subalterno
que cumplieran sus instrucciones, y estaba en su oficina.
sabía que hablaban de él a sus es­ 6. John tenía un sillón de rue­
símbolo de poder. Abora, vale la La situación de los asientos paldas. Nuestras observaciones reve­ das giratorio con respaldo alto. La
pena destacar que si se tiene la silla laron que los problemas de comuni­ silla para el visitante era fija y con el
en posición más alta respecto del sue­ Como ya dijimos en el capítulo cación se producían casi siempre en respaldo bajo.
lo que la del visitante, se eleva el sobre la disposición de los asientos, la oficina de John.
status. E s sabido que algunos ejecuti­ ejercerá mayor influencia sobre la vi­ Para que este ejercicio cumpla su Teniendo en cuenta que entre el
vos de empresas de publicidad usan sita cuando su sillón esté situado en propósito, dejaremos de lado la ca­ 60 y el 80 por ciento de la comunica­
sillones de respaldo alto, y cuyo posición competitiva. Un juego ha­ pacidad gerencial y nos dedicaremos ción humana se realiza en forma no
asiento puede ajustarse a alturas de­ bitual de poder consiste en colocar a los aspectos no verbales del proble­ verbal, resulta evidente que, en este
terminadas cuando los visitantes se la silla del visitante tan lejos como ma. Lo que sigue es un resumen de aspecto, John era un desastre. Para
sientan enfrente, en la posición com­ sea posible del escritorio del ejecu­ nuestras observaciones y conclusio­ solucionar el problema se hicieron
petitiva o en ion sofá o una silla tivo, es decir, en la zona pública o la nes sobre la disposición de los mue­ los siguientes arreglos (fig- 164):
que son tan bajos que los ojos que­ social de su territorio, con el fin de bles en el despacho de John (fig.
dan a la altura del escritorio (fig. rebajar el status de la persona que 163): 1. El escritorio de John se colo­
162). Un recurso muy frecuente es se sentará ahí. có frente al tabique de vidrio. Esto
colocar el cenicero fuera del alcance 1. La silla para el visitante esta­ hacía que la oficina pareciera más
del visitante, lo que le resulta moles­ ba situada en la posición competi­ grande y permitía que John queda­
to cuando fuma. tiva. ra a la vista de los que entraban.
2. Las paredes de la oficina te­ 2. La silla para el visitante se
nían paneles de madera, excepto en colocó en ángulo con el asiento de

150 151
John, para facilitar la comunicación se para aumentar el status y el po­
y hacer posible a! mismo tiempo el der del ocupante. Damos algunos
uso del rincón como barrera cuando ejemplos:
fuera necesario.
3. Se cubrió el tabique de vi­
1. Un sofá bajo para las visitas.
drio con un material reflector de
2. Un teléfono con cerradura.
modo que John pudiera ver lo que
ocurría fuera de su despacho, mien­ 3. Un cenicero lujoso situado
tras que los que estaban afuera no fuera de! alcance del visitante, lo que
podían ver a John. Esto elevó su le ocasionará incomodidad si fuma.
status y dio un ambiente más íntimo 4. Un cartón de cigarrillos im­
a la oficina. portados.
4. En el otro extremo de la ofi­ 5. Algunas carpetas con el rótu­
cina, se colocó una mesa redonda lo de «Estrictamente confidencial».
para el café, rodeada de tres sillones 6. Una pared cubierta con foto­
giratorios iguales para que las reunio­ grafías, premios o diplomas que haya
Fig. 163. Disposición inicial
de los muebles. nes informales tuvieran lugar en recibido el ocupante.
iguadad de condiciones. 7. Un portafolios ligero tipo di­
5. En la disposición original (fig. plomático, con cerradura con com­
163), el escritorio proporcionaba la binación. Los portafolios grandes y
mitad del territorio al visitante; en cargados los usan las personas que
la nueva disposición (fig. 164), todo hacen todo el trabajo.
el territorio pertenecía a John. Todo lo que necesita para elevar
6. Cuando hablaba con los subal­ su status y aumentar su poder y su
ternos en su oficina, John practicó influencia sobre los demás es pensar
los gestos abiertos con brazos y pier­ un poco en la gimnasia no verbal, ya
nas, combinados con la exhibición de sea en su casa o en su despacho.
las palmas. Desgraciadamente, la mayoría de las
La relación supervisor-empleado oficinas de los ejecutivos están mon­
mejoró notablemente. Los empleados tadas como la de la figura 163; rara
Fig. 164. Nueva disposición empezaron a describir a John como vez se piensa en las señales negativas
de los muebles. un supervisor tranquilo y fácil de que tal disposición transmite a los
tratar. demás.
Le sugerimos, por tanto, que ana­
ELEVADO RES DE STATUS lice la disposición de los muebles en
su despacho y que, usando la infor­
G ertos objetos, colocados estraté­ mación precedente, haga los cambios
gicamente en la oficina, pueden usar­ positivos necesarios.

152
153
xvm
Recopilación de todo lo aprendido

Hace más de un millón de años que vean cuántas pueden interpretar gra­
el hombre empezó a comunicarse me­ cias a lo que ya han leído. Se sor­
diante el lenguaje del cuerpo, pero prenderán cuando comprueben cómo
sólo se ha estudiado científicamente ha aumentado su percepción.
en los últimos veinte años. Su estu­
dio se popularizó durante la década
del 70. Para finales del presente Grupos, circunstancias y gestos
siglo, habrá sido «descubierto» por en la vida diaria
gente del mundo entero y pronostico Fig. 165
que su impacto y su significado en Figura 165. Es un buen ejemplo
la comunicación humana formará par­ de un grupo de gestos abiertos. Las
te de la educación formal. Este libro palmas están a la vista, en ademán
es una introducción al lenguaje cor­ de sumisión, y los dedos están se­
poral, y los insto a ampliar sus co­ parados para dar más fuerza al ges­
nocimientos haciendo sus propias ex­ to. La cabeza está en posición neu­
periencias y usando los ejemplos tra y los brazos y las piernas están
ofrecidos. separados. Ese hombre está comuni­
La sociedad será el mejor campo cando una actitud confiada y no ame­
de investigación y de ensayos. La nazadora.
observación consciente de sus pro­ Figura 166. Este es el clásico gru­
pias acciones y de las de los demás po de gestos de engaño. Mientras se
es el mejor sistema para comprender frota el ojo, mira hacia el suelo. Las
mejor los métodos de comunicación dos cejas están levantadas, en la po­
del animal más interesante y com­ sición de incredulidad. La cabeza
plejo del planeta; el hombre. está inclinada hacia un lado y hacia
Lo que resta del libro se dedica abajo, mostrando una actitud negati­
a la situaciones sociales y de trabajo va. La sonrisa con los labios apreta­
y muestra cómo los gestos y las seña­ dos no es sincera.
les del cuerpo se producen en gru­ Figura 167. Aquí se ve claramen­
pos, y que las circunstancias pueden te la incongruencia de los gestos. El
modificar la interpretación. Sin em­ hombre está sonriendo confiadamen­
bargo, antes de leer lo que sigue, te mientras camina por la habita­
estudien cada serie de ilustraciones y ción, pero ha cruzado un brazo so-

154
155
Figura 171. Este grupo de gestos intimidante porque su cuerpo se en­
puede resumirse con una palabra: cara directamente al otro. Y la ex­
Fig. 169 presión facial es congruente con los
negativo. La carpeta está usada como
barrera y el hombre tiene los brazos gestos corporales.
y las piernas cruzados porque está
nervioso o a la defensiva. La chaque­
ta está abrochada y sus gafas oscu­ Fig. 171
ras ocultan cualquier señal ocular.
Gran parte de la cara está tapada
m
por la barba, lo que le cordiere un as­
pecto sospechoso. Teniendo en cuen­
ta que la gente forma el 90 por cien­
íWi
to de su opinión sobre una persona
en los primeros noventa segundos de
conocerla, es difícil que este hombre
provoque simpatía.
Figura 172. Los dos hombres ha­
do. No ha girado el cuerpo ni la cen gestos agresivos y de estado de
cabeza hacia ella, sino que la mira de alerta. El de la izquierda usa el gesto
reojo y tiene la cabeza un poco in­ de las manos en las caderas, y el de
clinada hacia abajo (desaprobación), la derecha el de los pulgares en el
las cejas también un poco hacia aba­ cinturón. El de la izquierda es me­
jo (enfado), los brazos cruzados (a nos agresivo que el otro porque está
la defensiva) y las comisuras hada un poco echado hacia atrás, y su cuer­
abajo. po no se encara al del otro hombre.
Figura 169. El dominio, la supe­ El de la derecha tiene una postura
rioridad y la defensa del territorio
son evidentes. Las dos manos detrás
de la cabeza indican la actitud su­
perior del «sabiondo», y los pies
sobre el escritorio afirman la pose­
sión de ese territorio. Para destacar
su status, usa el sillón reclinable y
giratorio, y tiene un teléfono con
cerradura. El hombre está en la po­
sición competitivo-defensiva.
Figura 170. Esta niña usa el ges­
bre el pecho para jugar con e! reloj to de las manos en las caderas para
y formar así una barrera parcial, lo parecer más grande y amenazadora.
cual demuestra que se siente inse­ La barbilla está proyectada hacia ade­
guro de sí mismo y /o de las cir­ lante, en señal de desafío, y la boca
cunstancias. abierta deja los dientes a la vista
figura 168. Esta mujer desaprue­ como en los animales dispuestos a Fig. 172
ba a la persona a la que está miran­ atacar.
157
156
Fig. 173 Figura 174. La mujer está exhi­
biendo los gestos clásicos de coque­
tería. Uno de sus píes apunta hacia
el hombre más alejado (interés); la
combinación de la mano en la cadera
y el pulgar en el cinturón indican in­
terés sexual; la muñeca izquierda
está a la vista y echa el humo del
cigarrillo hacia arriba (confiada, po­
sitiva). También está mirando de
reojo al hombre más alejado; éste
responde a la coquetería de la mujer
estirando un pie hacia ella. Tiene la
cabeza alta (interesado). E s obvio
que el hombre del medio no tiene
interés en el otro, ya que su cuerpo
se aleja de él y está mirándolo en
forma agresiva, de reojo. N o tiene
las palmas a la vista y sopla el humo
figu ra 173. E l hombre de la iz­ hacia abajo (negativo). Está apoyado
quierda está montado en la silla en la pared (agresión territorial).
para tratar de controlar la situación
o de dominar al hombre que está a
la derecha. Tiene los dedos enlaza­
dos y los pies juntos debajo de la
silla. Todo esto indica una actitud de
frustración; tal vez tiene dificultades
en hacerse entender. El hombre del
centro se siente superior a los otros
dos y por eso ha adoptado la posi­
ción con las manos detrás de la ca­
beza. Tiene las piernas cruzadas en 4,
lo que significa que va a entrar en
competencia. Tiene el sillón giratorio
y reclinable característico del status
alto. E l hombre de la derecha está
sentado en una silla representativa
de bajo status (fija y sin accesorios).
Tiene cruzados los brazos y las pier­
nas (a la defensiva), y la cabeza baja
(hostilidad); ello indica que no está
de acuerdo con lo que oye.

158
159
Figura 175. El hombre de la iz­ neutra. El hombre de la derecha ya Figura 176. El hombre de la iz­ defensiva cruzando las piernas, se
quierda está haciendo gestos de su­ ha oído bastante y ha adoptado la quierda y el de la derecha están en coge un brazo con el otro (autocon­
perioridad y parece tener una actitud posición «de salida» (listo para irse), posición cerrada para indicar al del trol) y mira de reojo. El hombre
arrogante hacia el que está sentado ya que tiene el pie y el cuerpo diri­ centro que no es aceptado en la con­ de la izquierda no se siente afectado
enfrente. Está haciendo el bloqueo gidos hacia la salida. Tiene las ce­ versación. La actitud del hombre del por la actitud del hombre del centro.
de la visión, que responde al intento jas y las comisuras de los labios ha­ medio denota superioridad y sarcas­ Ha cruzado las piernas (defensa), tie­
del cerebro de bloquear al otro hom­ cia abajo, y también la cabeza, lo mo: se coge la solapa con el pulgar ne la mano en el bolsillo (falta de
bre, y tiene la cabeza un poco echa­ que señala su desaprobación. hacia arriba (superioridad) y señala deseos de participar), y mira el sue­
da hacia atrás para mirarlo desde al otro con el pulgar (ridículo). El lo mientras hace el gesto de molestia
arriba. También se ve que está a hombre señalado se ha puesto a la en la nuca.
la defensiva porque tiene las rodillas
juntas y sostiene el vaso con las dos
manos para formar una barrera. El
hombre del medio ha sido exclui­
do de la conversación porque los
otros dos no han formado el triángu­
lo de inclusión. Sin embargo, parece
sentirse cómodo, como lo demuestra
el gesto de los pulgares en los bol­
sillos (superioridad). Está inclinado
hacia atrás en la silla y tiene las pier­
nas separadas, sin defender la zona
genital. La cabeza está en posición

Fig. 175

160
Fig. 177 Figura 178. En esta escena, el
hombre de la izquierda y la mujer se
imitan los gestos y están en la posi­
ción de «sujetalibros» en el sofá. Es­
tán muy interesados el uno en el
i otro, y han puesto las manos de ma­
nera que sea visible una muñeca.
Además, tienen las piernas cruzadas
y se apuntan mutuamente con la ro­
dilla. El hombre del centro exhibe
una sonrisa, con la boca cerrada, y
parece estar interesado en lo que el
! otro dice, pero eso no es congruen-
¡ te con los demás gestos faciales y cor-
I porales. Tiene la cabeza hacia abajo
(desaprobación), sus cejas están tam­
bién hacia abajo (enojo), y mira al
\ otro de reojo. Además, tiene los
' brazos y las piernas cruzados con
fuerza (defensa). Todo indica que su
i actitud es muy negativa.

Figura 177. Esta ilustración mues­ ellos. El hombre de la izquierda no


tra una atmósfera de tensión. Los aprueba lo que dice el de la derecha
tres hombres están echados hacia y lo indica mediante el gesto de re­
atrás para mantener la distancia má­ coger pelusilla imaginaria (desapro­
xima entre ellos. El que causa el pro­ bación). Tiene las piernas cruzadas
blema es el hombre de la derecha (defensa) y señala con ellas hacia
porque muestra un grupo de gestos afuera (desinterés). El hombre del
negativos. Mientras habla, se toca la medio quisiera decir algo, pero se
narix (engaño) y el brazo derecho guarda su opinión, lo que es indica­
está cruzado sobre el cuerpo a modo do por el gesto de coger con fuerza
de barrera parcial (defensa). El ges­ los brazos del sillón y el de cruzar
to de la pierna sobre el brazo del si­ los tobillos. El cuerpo dirigido hacia
llón muestra que no le importan las el hombre de la derecha representa
opiniones de los otros dos. Tiene el un desafío no verbal.
cuerpo en posición de alejarse de

162
163
Fig. 179 Figura 180. Las tres personas tie­ derecha está muy interesado en la
nen los brazos cruzados, dos de ellas mujer porque ha movido un pie para
han cruzado también las piernas, y señalarla y la mira de reojo con las
todas tienen sus cuerpos orientados cejas levantadas (interés) y con una
para alejarse. Todo indica que aca­ sonrisa: la parte superior del cuerpo
ban de conocerse. El hombre de la está orientada hacia la mujer.

Figura 179. El hombre de la iz­ sico gesto de evaluación (la mano en


quierda está utilizando un buen nú­ la cara). El hombre del medio hace
mero de gestos para dar la impresión la ojiva hacia arriba, lo que indica
de franqueza y honestidad: palmas a que se siente confiado y superior,
la vista, pie adelantado, cabeza en y cruza la pierna en la forma de 4,
alto, chaqueta desabrochada, brazos mostrando que su actitud es de com­
y piernas separados, inclinación ha­ petencia o de discusión. Pensamos
cia adelante y sonrisa. Pero su desgra­ que la actitud general es negativa
cia no va a convencer a nadie. La porque está sentado hacia atrás y con
mujer está echada hacia atrás en la la cabeza baja.
silla, con las piernas cruzadas (de­ Las tres ilustraciones siguientes
fensa); ha hecho una barrera parcial muestran escenas, en una reunión,
con los brazos (defensa), muestra con los grupos de gestos de defensa,
un puño cerrado (hostilidad), tiene agresión y coquetería.
la cabeza hacia abajo, y hace el clá­ Fig. 180

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Fig. 181 Figura 182. Ahora se ven clara­ cia él con un pie. Tocarse el pelo,
mente las actitudes y emociones de mostrar las muñecas, adelantar el
los tres. El hombre de la izquierda torso dejando a la vista la separación
mantiene el gesto de los pulgares en de los pechos, y la expresión facial,
el cinturón, el pie adelantado, y di­ son todos gestos de coquetería e in­
rige el cuerpo totalmente hacia la terés. También echa el humo hacia
mujer, completando así los gestos de arriba (confianza). El hombre de la
cortejo. Los pulgares cogen con más derecha parece triste por haber sido
fuerza el cinturón para que se note excluido y usa el gesto de las manos
más el gesto, y se ha erguido más en las caderas (agresividad, estado de
aún. La mujer responde a los gestos alerta) para demostrar su desagrado.
de cortejo con los de aceptación y En resumen: el hombre de la iz­
coquetería. Y a no tiene los brazos quierda ha ganado la atención de la
cruzados, dirige el cuerpo hacia el mujer. El de la derecha deberá bus­
hombre de la izquierda y apunta ha­ carse otra compañera.

Figura 181. Las actitudes no ver­


bales ban cambiado. La mujer ya no
tiene las piernas cruzadas y está de
pie en posición neutra. El hombre
de la izquierda también ha abando­
nado el cruce de piernas y un pie se­
ñala a la mujer (interés). Usa el gesto
de los pulgares en el cinturón, que ex­
presa agresión si está dirigido al hom­
bre y es una señal sexual si está di­
rigido a la mujer. Se ha erguido para
parecer más alto. E l hombre de la
derecha se ha acobardado ante el
otro: por eso ha adoptado una pos­
tura más erguida, mira al otro de
reojo, ha bajado las cejas (desapro­
bación), y la sonrisa ha desaparecido.

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