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plásticos que son usados como envases, herramientas, utensilios, publicidad, etc. Estos
productos al no ser fácilmente degradables contaminan el ambiente en que vivimos.
Como hemos visto, el impacto de los plásticos en nuestra facultad reviste un carácter importante.
Realizar una comisión, para el reciclaje de plásticos y así formalizar la venta de los
plásticos obtenidos de la recolección.
Si damos un vistazo a las cifras: solo en la capital, los plásticos constituyen el 4,3% del peso total
de la basura. La mayor parte de esta acaba en un botadero clandestino o tirado en las calles a la
espera de un reciclador clandestino o, tal vez recogido por los camiones municipales y
depositados en un relleno sanitario. Y, en este punto, la preocupación gira en torno a que, por
sus grandes volúmenes, estos envases reducen la vida útil de los rellenos.
Otro tema tiene que ver con los tóxicos que el plástico arroja durante su proceso de degradación
o cada vez que es incinerado en un botadero. La comercialización de estos envases ha
encontrado mal preparados a los concejos municipales, que hasta ahora, en muchos casos, no
manejan adecuadamente la recolección y disposición final de los residuos sólidos.
Si damos un vistazo a las cifras: solo en la capital, los plásticos constituyen el 4,3% del peso total
de la basura. Los envases plásticos desechables y las envolturas plásticas flexibles son enviados
a los botaderos municipales vía los tachos de basura después de cumplida su finalidad de
contener o envolver. Los plásticos convencionales tienen larga duración y eso en el caso de las
envolturas es un problema.
Los plásticos conservan altas temperaturas. Eso, en lugares donde hay nieve, por ejemplo
Pastoruri (Ancash), podría incentivar el deshielo. La quema de los plásticos produce una alta
cantidad de gases tóxicos, como dioxinas y furanos, sustancias altamente cancerígenas. La
incineración de plásticos es muy frecuente en provincias.
Plásticos convencionales
El polietileno, polipropileno, poliestireno, policloruro de vinilo, poliéster, etc.
Un reciclaje deficiente
El mar de Ventanilla es considerado el más sucio del país. Hasta allí llegan los camiones
recolectores que informalmente recogen la basura de algunos distritos del cono norte o del
Callao y los arrojan, para que las olas los arrastren mas adentro. Lo mismo hacen los pobladores
de la ciudadela Pachacútec, pues a esa zona casi nunca llegan los camiones municipales.
Las toneladas de desechos que se quedan en la playa, en gran parte envases, llantas y otros
objetos de plástico, son incinerados una vez por
semana por los pescadores. Dicen que el humo
que genera esa quema puede ser visto desde la
carretera a Ventanilla.
Los residuos orgánicos (comidas, papel),
adsorbidos por las olas son rápidamente
descompuestos por el agua salada, pero el plástico
quedará, por eso es frecuente que los bañistas de
Ancón se topen constantemente con botellas de
plásticos flotando en el mar.
Pero la presencia masiva de los envases PET encuentra su rostro más preocupante en
ciudades turísticas como Iquitos y Cuzco, donde por un inadecuado programa de recolección de
basura, las botellas traídas por el turismo quedan almacenadas en los alrededores de centros
turísticos como Ollantaytambo.
Estos residuos son reciclables y reutilizables. Sin embargo, en la actualidad, su recuperación se
realiza a través de informales que luego los comercializan e depósitos intermediarios y empresas
recicladoras, donde son aprovechados para elaborar una materia prima utilizada en la industria
de pintura y textiles ( frazadas, almohadas). Otra parte es compactada y transformada en
escamas de PET, que luego son exportadas a China, donde se importan toneladas de estos
elementos para utilizarlos en la industria textil. “Por eso la propuesta del grupo es elaborar
planes de reciclaje pues hay un mercado para su exportación.
Sobre el muladar en la Costa Verde. El Municipio de Miraflores mandó limpiar el muladar de
bolsas en las orillas de Punta Roquitas, vale la pena preguntarse el origen de la basura. Si
revisas una de mis fotos verás que las mayorías de las bolsas corresponden a Petroquímicas de
Colombia, los buques petroleros arrojan su basura al mar y lo poco que flota, las bolsas, son las
que llegan a la orilla. El problema es que eso debería ser controlado por la Marina de Guerra yo
el Instituto del Mar pero.
El impacto es visual y paisajístico, pero para los animales significa la posible extinción, pues el
plástico es confundido con alimento por tortugas marinas, albatros, gaviotas, lobos marinos y
hasta delfines. Los efectos que causa el plástico en la fauna marina son letales: muerte por
ingesta y asfixia, y muerte por atragantamiento al ser confundido con alimento.
En la Costa Peruana, 60% de los desechos son plásticos de envases de gaseosas y lubricantes
de motores marinos. En la Reserva Nacional de Paracas, 30 toneladas de desechos son
recogidos anualmente, de los cuales, 18 toneladas (60 % de estos desechos), son plásticos.
Según la norma
Los envases de plásticos no cuentan con una regulación específica, sin embargo, su manejo y
disposición final están normadas por la Ley General de Residuos Sólidos y su reglamento
respectivo. Las normas del ministerio de la producción y la Dirección General de Salud
Ambiental (Digesa) obligan imprimir un símbolo a los envases de productos de consumo masivo
que promuevan su adecuada disposición final. Otras normas de la Sociedad Nacional de
Industrias, Indecopi y el Ministerio de Agricultura obligan el uso de códigos de identificación en
los productos plásticos.
558 toneladas de plásticos, entre botellas, bolsas y otros, se generan cada día en el perú.
12 tm de basura común que transporta un camión equivale solo a 6 tm compactadas de
plásticos.
Una educación básica y fundamental engendra motivos para que la población haga uso de los
recursos tecnológicos sin desmedro de las condiciones de vida de animales plantas y el deleite
de la mirada contemplativa que imprime la belleza del paisaje natural. Se expone extensamente
el origen, actualidad y futuro de los materiales polímeros, se indaga sobre la cultura que gira en
torno a la ciencia de los polímeros y se presenta humanamente la labor de tantos investigadores
que han contribuido a la cimentación de la misma.
En esencia, se presenta la información de manera que identifique al individuo con los materiales
polímeros con la finalidad de que una vez instruido sobre las consecuencias del uso irracional de
los mismos, consecuentemente se incorpore a la cruzada que tiene como objetivo la clasificación
de los desechos y el reciclado de los mismo para simplificar los efectos nocivos que acarrean al
medio ambiente y por ende a la vida.
Tanto ha sido el impacto de los desechos al medio ambiente que los moradores del planeta ya
llaman contaminación a cualquier manifestación de objetos arrojados en vertederos, caminos y
calles. Si la población en general llega a comprender lo sencillo que sería seleccionar los
materiales de desecho en el hogar o en las fábricas y colocarlo en recipientes apropiados para
los recolectores urbanos, se daría inicio a programas que irían desde la creación de micro
empresas hasta industrias de reprocesamiento, y se le daría a la naturaleza un respiro y quizá
hasta una verdadera solución a un problema que aún no ha hecho crisis pero que está a la
puerta.
Se han creado leyes en algunos países que prohíben la producción de algunos plásticos y en su
lugar se les obliga a sustituirlos por materiales de origen natural. Suena interesante, pero no
puede nunca pensarse que el mal uso de los mismos ha sido causa de ellos mismos: ha sido la
sociedad quien no ha sabido concienciar antes que atiborrar con productos que requieren de
cuidado para su consumo masivo.
Materiales polímeros con excelentes propiedades térmicas y resistentes a la oxidación o los
efectos de la luz solar, sirven de base para la construcción en general, aunque más sorprendente
es su versatilidad y efectividad en la producción de materiales para uso aeroespacial. Livianos y
resistentes a la aplicación de fuerzas, muchas veces impenetrables a los impactos de proyectiles
Materiales polímeros capaces de reemplazar los metales en muchas aplicaciones: engranajes,
barras, cuerdas, láminas, etc.
Las bolsas plásticas cubren miles de kilómetros de fondo marino. En algunas áreas del océano
profundo, no se ha podido encontrar el fondo, pues esta cubierto por grandes capas de bolsas
plásticas. La mitad de todos los plásticos vertidos al océano se hunden, y al suceder, las
moluscos, crustáceos, y otros pequeños animales que son parte de la cadena alimenticia
encargados de la limpieza del mar terminan muriendo.
El mundo usa un millón de bolsas plásticas por minuto. Estas no se biodegradan, no importa lo
delgadas que sean pues están hechas por moléculas derivadas del petróleo. Las bolsas solo se
fragmentan en pedazos más y más pequeños, incluso más pequeños que el diámetro de un
cabello humano. Todo el plástico fabricado hasta hoy, sigue existiendo.
Los plásticos contaminan el mar, el suelo y los alimentos, pues contienen y vierten
continuamente moléculas de PCBs (bifeniles policlorados derivados del petróleo), químicos
utilizados y producidos por la industria humana ahora encontrada en toda la cadena alimenticia
desde los pequeños invertebrados hasta los seres humanos. Estas toxinas liberadas por los
plásticos desde los años 70 han llegado a la leche materna de humanos y animales alrededor del
mundo, razón por la cual el índice de cáncer se ha elevado de 1 en 10 durante 1975, a 1 en 2 en
la actualidad.
En los últimos años, el consumo de plásticos ha experimentado un gran crecimiento debido a las
innumerables aplicaciones que estos materiales tienen hoy en día. Pero a pesar de esto, la
contribución que hacen a los residuos domésticos, es pequeña puesto que constituyen solo un
7% en peso.
Muy a menudo los plásticos se consideran como elementos de corta vida y que dejan gran
cantidad de residuos. Esto hace que las cualidades que tienen los plásticos para satisfacer
requisitos de larga duración se vean mermadas y no se aprecien. Estudios realizados en
diferentes paises, han constatado que solo la quinta parte de los plásticos tiene una duración
inferior a un año. La conclusión a la que se llega es que la cantidad de plásticos generados cada
año, es inferior a la cantidad consumida, porque los artículos de larga duración necesitan de un
año para convertirse en residuos. Como nota importante hay que decir que en Europa occidental
se recuperan más de la quinta parte de los plásticos usados, el 7% es reciclado y el 15% es
procesado para recuperar su poder energético.
El océano puede revertir esta amenaza si se deja de envenenar. Algunos ríos en Estados
Unidos, China y Europa, alguna vez tan contaminados que se podían quemar, ahora se
encuentran saludables. La naturaleza puede recuperarse, pero hay un punto donde el
envenenamiento ambiental es de tal magnitud que la recuperación no puede darse. Nadie sabe
aún cual es ese punto.
El primer paso es dejar de usar el océano como un basural. Detener el uso de las bolsas y
botellas plásticas debería ser una acción inmediata de conciencia social.
La mayor parte de los seres humanos desconocemos el estado en que se encuentra el océano,
lo que éste significa para nuestras vidas, como contribuimos en su deterioro, y como podemos
detenerlo. Cada año, se consumen 100 billones de bolsas plásticas tan solo en los
supermercados y estos son arrojados produciendo 400 mil toneladas de estas en el mar. el
mundo usa un millón de bolsas plásticas por minuto las vertimos al mar.
Los océanos del mundo ya no soportan más contaminación, por lo que los cuerpos de miles de
ballenas, delfines y lobos marinos claman por una mejor vida, pues las toxinas los están
matando.
Los corales están desapareciendo de los arrecifes, mientras que decenas de miles de aves
marinas corren la misma suerte. El plancton, sostén de la vida en la cadena alimenticia, está
muriendo.
El incremento del uso de bolsas de plástico como contención de todo tipo de bienes y productos,
ha aumentado considerablemente, multiplicando su nocivo impacto ambiental en el planeta.
Cada año, se consumen 100 billones de bolsas plásticas tan sólo en los supermercados,
mientras que en el mundo se utilizan un millón de bolsas plásticas por minuto, cuyo mal uso
causa un tremendo daño ecológico.
No existe lugar alguno en la Tierra que no se encuentre una bolsa plástica, siendo una fuente de
contaminación de primer orden.
Y es que el 60% de los desperdicios producidos por los hogares en el mundo proviene de bolsas
plásticas y envases utilizados no reciclados, por lo que los protectores del ambiente hacen un
llamado de atención a las autoridades, ya que este material puede tardar entre 400 a 500 años
en degradarse.
Daños al ecosistema
Se estima que 18,000 piezas de basura plástica se encuentran flotando en cada kilómetro
cuadrado de océano, cobrando la vida de miles de animales marinos cada año. Aves, peces,
tortugas y mamíferos marinos están ingiriendo este material derivado del petróleo,
confundiéndolo con alimento.
Debido a los daños que causa el uso del plástico en el medio ambiente, ya varios países de
Europa, han lanzado una campaña ecologista en contra del uso del plástico.
“Di `No’ a tantas bolsas de plástico, lleva la tuya” es el mensaje que quiere transmitir la ONG
Ecoespaña con la distribución masiva de bolsas de algodón para concienciar a los consumidores
de la necesidad de reducir el impacto ambiental de sus acciones.
“Las bolsas, hechas en Europa, son de algodón crudo, la tinta es ecológica y los cosidos van
reforzados para que dure siempre.
Países como Sudáfrica, Taiwán, Bangladesh, Francia, India, y ciudades como San Francisco en
Estados Unidos, algunas otras en China y muchas otras en Alaska están vetando su uso,
mientras que en Australia e Irlanda, se está aplicando impuestos al uso de bolsas plásticas.
La moderna tecnología que utilizan estos países se basa en la introducción de una pequeña
cantidad de aditivo (entre 0, 5% y 3%) al proceso convencional de manufactura de productos de
plástico. La adición de este producto llamada oxidegradación, cambia el comportamiento del
plástico y su degradación comienza inmediatamente después de su fabricación y se acelera
cuando se expone al calor, la luz o a la fricción. El aditivo se conoce como D2W, que rompe las
moléculas con las que está hecho el polietileno (uno de los polímeros más simples y baratos,
además de uno de los plásticos más comunes).
BIBLIOGRAFIA
http://www.orca.org.pe/orca_oceanosplastico.htm
http://plaen.blogspot.com/2008/01/contaminacion-ambiental-y-los-envases.html
http://www.olasperu.com/noticias/display_not.php?id=05062007-1+
http://www.proambientalperu.com/noticias.doc