Este ilustre sabio italiano, nació el 19 de septiembre de 1826 en la ciudad de Milán,
en la región de Lombardía. Desde niño sintió una gran inclinación por el estudio de las ciencias naturales y mostró afición por la lectura de libros de viajes, interesándose por el Perú y su naturaleza. En Italia tomó las armas a favor de la lucha por la independencia y la unidad italiana; ante el fracaso de este ideal se vio obligado a emigrar al Perú, país al que llegó en 1850.
Arribó a nuestro país el 28 de julio
de 1850 y desembarco en el puerto de El Callao. Poco después, el Dr. Cayetano Heredia le encargaría la organización del Museo de Historia Natural del Colegio de la independencia, institución dedicada a la formación de profesionales médicos.
El científico italiano se convirtió en uno de los maestros fundadores de dicha
escuela, pues desde 1851, Raimondi fundo la catedra de química analítica, desarrollándola hasta 1862.
Raimondi realizo numerosos viajes de investigación por todo el Perú, y en sus 40
años de estadía en el país, estudio nuestra geología, geografía, mineralogía, botánica, zoología y etnología. Producto de sus travesías y estudios escribió una inmensa obra, que hoy día es considerada como el cimiento de las investigaciones científicas que se han hecho en nuestro país, en diversos campos.
Su obra cumbre, “El Perú”, está constituida por varios tomos que se editaron entre 1875 y 1913, en donde nos describe las riquezas naturales que encontró durante sus viajes.
Antonio Raimondi falleció el 26 de octubre de 1890 en la ciudad de San Pedro de
Lloc, en el departamento de La Libertad, y entre otros importantes legados, nos dejó su célebre frase, motivo de profunda reflexión:
“El Perú es un mendigo sentado en un Banco de oro”.