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neolítico
El ser humano para vivir necesita cubrir
necesidades específicas, principalmente la
alimentación. A través de la historia se ha
podido observar las diferentes etapas de
evolución del hombre y de las formas como
se ha procurado el sustento.
La revolución agrícola fueron aquellas
transformaciones que el hombre hizo a
partir del período neolítico, para lograr
formas de conseguir alimentos, surgiendo
así la agricultura.
El período neolítico fue un acontecimiento
profundo que traza la culminación de la
etapa de la depredación como parte de la vida del ser humano y los comienzos de la agricultura y
la ganadería. Fue durante ese período que el hombre pasó de la vida nómada al sedentarismo.
Características de la
Revolución Agrícola
La revolución agrícola del periodo neolítico se caracteriza por muchos aspectos, los más relevantes son:
1.-Según algunos historiadores, esta revolución se originó en el Creciente Fértil, que se ubica desde el valle
del Nilo, hasta Mesopotamia.
2.-Las siembras de plantas de cereales fue muy importante, particularmente el cultivo del centeno, el
trigo y la cebada, que se daba en la zona dónde se originó la agricultura en el creciente fértil
3.-En el periodo neolítico, se sabe que el
hombre domesticó primeramente a la cabra, pero uno de
los animales en formar parte de la comunidad del
hombre fue el perro. También, de manera posterior, fue
domesticado el ganado bovino y ovino, formando parte
del desarrollo agropecuario que se mantiene hasta
nuestros días.
.4-Se han obtenido de importantes investigaciones, piezas de vestimentas fabricadas con lino y lana, lo que
hace ver que estas poblaciones tenían conocimiento sobre la cría de animales y el cultivo.
5-Se sabe que se trabajó la piedra, reduciéndola hasta formar una gama de herramientas para el trabajo, que
muchas de éstas ya se usaban en el periodo paleolítico con otros materiales.
6.-En el siglo VII milenio a.C, en Anatolia, se sabe que
se cocinaba a fuego y que utilizaban un contenedor para
preparar alimentos denominado espacio vacío.
7.-El hombre pudo socializar y conocer otras
comunidades a través del pastoreo o también
denominado la trashumancia, lo que hizo que se
establecieran relaciones comerciales, culturales e
Causas y
Consecuencias
La revolución agrícola evidentemente fue un suceso
histórico que marcó a todas las civilizaciones de modo
positivo, y que ha sido vital para el estilo de vida que se
lleva hoy en día, pero ¿cuáles fueron las causas que le
dieron origen?
Cuando surge la revolución se pensó en dividir la tierra ya no en dos partes, sino en tres. Esta
división se hizo con el objeto de plantar el trigo de diferentes estaciones en las dos terceras partes de la
parcela, tomando parte de lo que antes era la la tierra en reposo y disminuyendo el espacio de ésta que
constituía la tercera parcela.
De este modo podían obtener un cultivo más amplio y por supuesto una cosecha de mayor magnitud, lo que
les ayudaba a generar más excedentes que
usaban en el trueque y así cubrían sus
necesidades alimenticias de un modo más
variado.
La privatización de esos terrenos
disminuía la posibilidad de adquisición de los
mismos por parte de los campesinos pequeños,
además se reducía su posibilidad de sacar a su
ganado al campo para alimentarlo, puesto que
ahora la tierra tenía dueño.
Siglo XVIII
Durante el siglo XVIII hubo un incremento en la densidad de población, lo que fue hizo necesario la producir
grandes cantidades para cubrir esa demanda de alimentos. Esto sirvió de motivación para el crecimiento de la
economía de Europa.
Revolución Industrial
Todos los escenarios que antes se plantearon con relación a la agricultura, también tuvo una gran repercusión
en la industrialización dejando a un lado los trabajos manuales para incorporar las maquinarias y de los
trabajos artesanos a las grandes fábricas.
Fue un período de cambios constantes y de transformaciones no solo en el ámbito económico y laboral sino
también social.
La primera Revolución
La primera revolución industrial empezó en Inglaterra en 1760, y fue creciendo por los cien años posteriores,
y se fue dispersando hacia muchos de los países de Europa para ese momento, y también a los Estados Unidos
de América que estaban recién conformados.
En esta primera revolución industrial, los países involucrados pasaron de una economía pobre soportada
únicamente en la agricultura y su comercialización, a una economía de maquinarias, industrial, y masificada.
Muchos de ellos pasaron a tener crecimiento sostenido de la riqueza y a la adquisición de maquinarias. Entre
las más importantes fueron las de
extracción del carbón y las máquinas
textiles y maquinaria agrícola.
La segunda
revolución
La segunda revolución industrial se ubica
en fechas continuas a la primera, y su
desarrollo fue más rápido y extenso,
incluyendo a Asia.
En este segunda etapa de grandes inventos
y surgimiento económico y tecnológico
vivido por los seres humanos, hubo
sucesos notables que cambiaron las
industrias que muchas naciones
desarrollaban, y sus sistemas económicos,
científicos, educativos, laborales y
políticos. Esta etapa también fue conocida
como la primera globalización.
historia de la maquinaria
La Revolución industrial
Las primeras Constituciones que contrastan en la América Latina en formación fueron las de Haití,
del 9 de mayo de 1801; Venezuela, del 21 de diciembre de 1811; Quito, del 15 de febrero de 1812; y México
(Apatzingán), del 22 de octubre de 1814. La primera, dictada por el líder revolucionario y afrodescendiente
Toussaint de Louverture, es un documento excepcional, porque la isla aún era colonia francesa, e incluso
porque reconocía esa dependencia; pero creaba, sin embargo, una república con división de poderes,
proclamaba los derechos del hombre y del ciudadano e incluía algo impensable en el continente de aquella
época: declaró la libertad de los esclavos, abolió toda servidumbre, proclamó la igualdad social y la de todos
ante la ley. La venezolana, en cambio, reconoció la independencia plena y creó una república federal, con
ciudadanía restringida (censitaria). La de Apatzingán, dictada por el célebre cura insurgente José María
Morelos como “Sentimientos de la Nación” estableció la soberanía del pueblo, libertad, igualdad y tripartición
del poder en el Estado.
Un Congreso de diputados dictó la pionera Constitución ecuatoriana que creó el “Estado de Quito”, con
Ejecutivo, Legislativo, Judicial y falange o milicia propia, aunque todavía hizo una sui géneris mención de
fidelidad al Rey, que, en los hechos, no alteró la creación de un Estado libre, defendido por las armas al
mando de Carlos Montúfar, que fue derrotado al finalizar 1812. Fue una Constitución diametralmente distinta a
la que se dictó en Guayaquil el 11 de noviembre de 1820 (“Reglamento Provisorio”) que solo creó un gobierno
plural, su milicia, jueces, diputación de comercio y ayuntamientos, pues las elites estaban más preocupadas
por el libre comercio y por la autonomía local que garantizara sus intereses, en contraposición a la visión
integradora de Simón Bolívar.
Las primeras Constituciones desean crear un nuevo Estado y una nueva sociedad, autónomos y soberanos.
Es mera expresión de coyuntura el dependentismo de la haitiana o el fidelismo de la quiteña. También queda
clara la soberanía del pueblo, la representación de los diputados y del gobierno, así como los derechos y las
libertades, aunque quedó en discusión la ciudadanía censitaria, excepto en la radical y social Constitución
haitiana.
Esas Constituciones iniciales marcaron también el proceso independentista latinoamericano, cuyas luchas se
extendieron hasta 1824, exceptuando Cuba y Puerto Rico emancipados recién en 1898.
Las primeras Constituciones que contrastan en la América Latina en formación fueron las de Haití, del 9 de
mayo de 1801; Venezuela, del 21 de diciembre de 1811; Quito, del 15 de febrero de 1812; y México
(Apatzingán), del 22 de octubre de 1814. La primera, dictada por el líder revolucionario y afrodescendiente
Toussaint de Louverture, es un documento excepcional, porque la isla aún era colonia francesa, e incluso
porque reconocía esa dependencia; pero creaba, sin embargo, una república con división de poderes,
proclamaba los derechos del hombre y del ciudadano e incluía algo impensable en el continente de aquella
época: declaró la libertad de los esclavos, abolió toda servidumbre, proclamó la igualdad social y la de todos
ante la ley. La venezolana, en cambio, reconoció la independencia plena y creó una república federal, con
ciudadanía restringida (censitaria). La de Apatzingán, dictada por el célebre cura insurgente José María
Morelos como “Sentimientos de la Nación” estableció la soberanía del pueblo, libertad, igualdad y tripartición
del poder en el Estado.
Un Congreso de diputados dictó la pionera Constitución ecuatoriana que creó el “Estado de Quito”, con
Ejecutivo, Legislativo, Judicial y falange o milicia propia, aunque todavía hizo una sui géneris mención de
fidelidad al Rey, que, en los hechos, no alteró la creación de un Estado libre, defendido por las armas al
mando de Carlos Montúfar, que fue derrotado al finalizar 1812. Fue una Constitución diametralmente distinta a
la que se dictó en Guayaquil el 11 de noviembre de 1820 (“Reglamento Provisorio”) que solo creó un gobierno
plural, su milicia, jueces, diputación de comercio y ayuntamientos, pues las elites estaban más preocupadas
por el libre comercio y por la autonomía local que garantizara
sus intereses, en contraposición a la visión integradora de
Simón Bolívar.
División clásica de la
economía
Las actividades económicas son las que realizan tanto las personas y familias como las empresas y
administraciones públicas para poder subsistir. Se pueden dividir en tres partes: producción,
distribución y consumo.
En función de la división de la economía clásica, las actividades económicas se clasifican en tres
grupos, denominados sectores de la economía. Son los siguientes: sector primario, secundario y
terciario.
Dentro del sector primario o agropecuario incluiríamos las actividades mediante las
cuales se adquieren de la naturaleza alimentos y materias primas. Por ejemplo, son
actividades de este sector la agricultura, la ganadería, la pesca, la explotación forestal y
la minería.
El sector secundario o industrial engloba a
las actividades económicas que transforman
las materias primas en productos elaborados.
Por tanto, serían todas las vinculadas con la
industria.
Por último, en el sector terciario o de
servicios tienen lugar las actividades que
prestan servicios a la sociedad, como el
comercio, el transporte, la educación, el ocio,
etc.
De bienes de
consumo: que
aprovechan las
materias primas de la
industria de base y
fabrican productos
destinados al consumo.
Dentro de estas destacan las alimentarias, las textiles
y la metalúrgica.
Transportes: que además de servicio se considera actividad
industrial.
Imagen: Emaze
Transporte, almacenamiento y
comunicación.