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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL, SISTEMAS Y


ARQUITECTURA ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA
DE SISTEMAS

INTEGRANTES:
- Carranza Mejía Roberto
- De La Cruz Rivera, Grecia.
- Gastelo Benavides Alexander.
- López Cordova Serg
- Paredes Sanchez Nils
- Pizarro Mendoza Alex.
- Quesquén Cumpa Edgar
- Tello González Giulio.
- Siapo Castro Patrick
- Vera Muñoz Naydú.
CURSO:
FISICA III
1 ESTRUCTURA ATÓMICA Y ESPECTROS ATÓMICOS
1.1 La estructura interna del átomo
Un átomo está formado por un núcleo
central y una corteza compuesta por
órbitas. El núcleo de cada elemento
químico contiene una determinada
cantidad fija de partículas denominadas
“protones”, con carga eléctrica positiva, e
igual cantidad de otras partículas
denominadas “neutrones”, con carga
eléctrica neutra.
Una vez descubierta la existencia de partículas negativas y positivas como
partículas componentes de los átomos, era preciso explicar cómo se
estructuraban para formarlos. Los científicos proponían diversos modelos
que intentaban explicar la constitución de los átomos. Vamos a describir a
continuación los dos modelos primigenios más importantes:

a) El modelo de Thomson
En 1898, Joseph J. Thomson(1856-1940),
propuso su modelo atómico, que suponía
básicamente la existencia de una esfera de
electricidad positiva(pues todavía no se habían
descubierto los protones como partículas
individuales), que incluía encajados tantos
electrones como fueran necesarios para
neutrizarla.
Este modelo es coherente con los experimentos
de tubos de descarga vistos antes, ya que encaja
bien con la existencia de iones positivos formados
al desprenderse los electrones por choques entre
los átomos que constituyen el gas, y también con la electro neutralidad
observada en la materia.

b) El modelo de Rutherford

El científico británico Ernest Rutherford, en 1922, a fin de obtener


información acerca de la estructura de los átomos, propuso un
experimento consistente en bombardear con partículas 𝛼 una lámina de
oro de unos 5 000 A de grosor, que tiene una anchura de unos dos mil
átomos, observando los choques de las partículas que la atravesaban
sobre una pantalla situada detrás de ella.
Rutherford esperaba que las <<pesadas>> partículas 𝛼 (núcleos de helio,
es decir, iones de 𝐻𝑒 2+ ), con gran energía cinética, atravesarían la lámina
con facilidad, ya que sus átomos tendrían la carga positiva uniformemente
distribuida, según el modelo postulado por Thomson. Observó que eso
era lo que sucedía para la mayor parte de dichas partículas, pero, para su
sorpresa, algunas se desviaban claramente, e incluso otras rebotaban en
la lámina.

Según los resultados, elaboró un modelo basado en las siguientes


conclusiones:
 La materia está prácticamente <<hueca>, pues la mayor parte de
las partículas 𝛼 la atraviesan sin desviarse.
 Las partículas 𝛼 rebotan debido a las repulsiones electrostáticas
que sufren al pasar cerca de las cargas positivas. Ya que esto
ocurre muy raramente, es preciso que dichas cargas ocupen un
espacio muy pequeño en el interior del átomo, al cual denomina
núcleo. Este constituye la parte positiva del átomo y contiene casi
toda su masa. El posterior descubrimiento de los protones confirmó
la existencia del núcleo y que los protones se agrupan en él.
 La existencia de partículas neutras en el núcleo para evitar la
inestabilidad por repulsión entre los protones.
 Los electrones deben moverse alrededor del núcleo, a fin de que
su giro compense la fuerza electrostática de atracción entre cargas
de signos contrarios, y así no precipitarse sobre él.
Este fue el primer modelo que explico la estructura del átomo, de ahí
su importancia.
1.2 Espectros atómicos
Cada átomo es capaz de emitir o absorber
radiación electromagnética, aunque
solamente en algunas frecuencias que son
características propias de cada uno de los
diferentes elementos químicos.
Si, mediante suministro de energía
calorífica, se estimula un determinado
elemento en su fase gaseosa, sus átomos
emiten radiación en ciertas frecuencias del
visible, que constituyen su espectro de
emisión.
Si el mismo elemento, también en estado de gas, recibe radiación
electromagnética, absorbe en ciertas frecuencias del visible, precisamente
las mismas en las que emite cuando se estimula mediante calor. Este será
su espectro de absorción.
Se cumple, así, la llamada Ley de Kirchoff, que nos indica que todo elemento
absorbe radiación en las mismas longitudes de onda en las que la emite. Los
espectros de absorción y de emisión resultan ser, pues, el negativo uno del
otro.

a) Espectro de emisión:
Las características del espectro de emisión de algunos elementos son
claramente visibles a ojo descubierto cuando estos elementos son
calentados. Por ejemplo, cuando un alambre de platino es bañado en una
solución de nitrato de estroncio y después es introducido en una llama, los
átomos de estroncio emiten color rojo. De manera similar, cuando el cobre
es introducido en una llama, ésta se convierte en luz verde. Estas
caracterizaciones determinadas permiten identificar los elementos
mediante su espectro de emisión atómica.
El hecho de que sólo algunos colores aparezcan en las emisiones
atómicas de los elementos significa que sólo determinadas frecuencias
de luz son emitidas.
b) Espectro de absorción

Cada elemento químico posee líneas de absorción en algunas longitudes


de onda, hecho que está asociado a las diferencias de energía de sus
distintos orbitales atómicos. De hecho, se emplea el espectro de
absorción para identificar los elementos componentes de algunas
muestras, como líquidos y gases; más allá, se puede emplear para
determinar la estructura de compuestos orgánicos. Un ejemplo de las
implicaciones de un espectro de absorción es que aquel objeto que lo
haga con los colores azul, verde y amarillo aparecerá de color rojo cuando
incida sobre él luz blanca.

2 EL MODELO DE BOHR PARA EL ÁTOMO DE HIDROGENO


2.1 Contexto:
En 1913, Niels Bohr, propuso una teoría que se basó en el espectro del
átomo de hidrogeno y uso el concepto de la teoría cuántica para explicar las
configuraciones electrónicas de los átomos. De acuerdo con esta teoría, el
electrón del hidrogeno puede existir solamente en ciertas orbitas esféricas
las cuales están arregladas concéntricamente alrededor del núcleo.
Bohr dijo que los electrones se movían alrededor del núcleo en varios niveles
de energía. La idea fue aceptada. Sin embargo, esta analogía es incorrecta
ya que el núcleo y el electrón son partículas con cargas eléctricas opuestas,
y el electrón al moverse alrededor del núcleo a una gran velocidad, debía
perder energía, y en consecuencia se acercaría a el núcleo describiendo
orbitas cada vez más pequeñas.
2.2 Primer Postulado:
Los electrones que estaban fuera
del núcleo de los átomos solo
podían encontrarse en
determinados y definidos niveles
de energía, es decir, en los átomos
existen niveles de energía
electrónica que están
cuantificados. Cuando un electrón
se mueve en cualquier orbita tiene
una energía definida,
característica de la órbita.
2.3 Segundo Postulado:
Mientras los electrones se
mantienen en determinados
niveles de energía
electrónica, no ganan ni
pierden energía. Estos niveles
estables de energía son
llamados estados
estacionarios del átomo.
Sólo son posibles aquellas órbitas en las que el electrón tiene un momento
angular que es múltiplo entero de h/(2 · p). Puesto que el momento angular
se define como L = mvr, tendremos:
mvr = n · h/(2 · p) -> r = a0 · n2
Donde:
 m: masa del electrón = 9.1 · 10-31 kg
 v: velocidad del electrón
 r: radio de la órbita que realiza el electrón alrededor del núcleo
 h: constante de Planck
 n: número cuántico = 1, 2, 3...
 a0: constante = 0,529 Å
Así, el Segundo Postulado nos indica que el electrón no puede estar a
cualquier distancia del núcleo, sino que sólo hay unas pocas órbitas posibles,
las cuales vienen definidas por los valores permitidos para un parámetro que
se denomina número cuántico, n.

2.4 Tercer Postulado:


Un electrón puede saltar a un nivel mayor energía cuando el átomo absorbe
energía. Cuando un electrón desciende o cae a un nivel de menor energía,
el átomo emite energía. El electrón no puede detenerse entre estos niveles.
Como estos saltos solo pueden ocurrir entre niveles definidos de energía,
están involucradas cantidades definidas de energía.
La energía liberada al caer el electrón desde una órbita a otra de menor
energía se emite en forma de fotón, cuya frecuencia viene dada por la
ecuación de Planck:
Ea - Eb = h · v
Así, cuando el átomo absorbe (o emite) una radiación, el electrón pasa a una
órbita de mayor (o menor) energía, y la diferencia entre ambas órbitas se
corresponderá con una línea del espectro de absorción (o de emisión).
2.5 Cuarto Postulado:
Las órbitas permitidas tienen valores discretos o cuantiados del momento
angular orbital L de acuerdo con la siguiente ecuación:
L = n x h = n x (h/2π)
Donde n = 1,2,3,… es el número cuántico angular o número cuántico
principal.
La cuarta hipótesis asume que el valor mínimo de n es 1. Este valor
corresponde a un mínimo radio de la órbita del electrón de 0.0529 nm. A esta
distancia se le denomina radio de Bohr. Un electrón en este nivel
fundamental no puede descender a niveles inferiores emitiendo energía.
Se puede demostrar que este conjunto de hipótesis corresponde a la
hipótesis de que los electrones estables orbitando un átomo están descritos
por funciones de onda estacionarias. Un modelo atómico es una
representación que describe las partes que tiene un átomo y como están
dispuestas para formar un todo.

2.6 Conclusiones:
Sin negar el considerable avance que supuso la teoría atómica de Bohr, ésta
solo podía aplicarse a átomos muy sencillos, y aunque dedujo el valor de
algunas constantes, que prácticamente coincidían con los valores
experimentales sencillos, el modelo no fue capaz de explicar los numerosos
saltos electrónicos, responsables de las líneas que aparecen en los
espectros de los átomos que poseen más de un electrón. Al modelo de Bohr
se le fueron introduciendo mejoras, pero la idea de un átomo compuesto por
orbitas alrededor de un núcleo central puede considerarse demasiado
sencilla, no fue posible interpretar satisfactoriamente el espectro de otros
átomos con más de un electrón (átomos polielectrónicos) ni mucho menos la
capacidad de los átomos para formar enlaces químicos.

3. EMISIÓN Y ABSORCIÓN DE RADIACIÓN


3.1.Absorción y emisión de radiación electromagnética
La absorción de radiación electromagnética provoca que las partículas
integrantes de un material (átomos, iones o moléculas) pasen del estado
fundamental a uno o más estados excitados de superior energía.

La emisión de radiación electromagnética se origina cuando partículas excitadas


(átomos, iones, moléculas) se relajan a niveles de menor contenido energético,
cediendo el exceso de energía en forma de fotones.

La radiación absorbida o emitida se puede caracterizar adecuadamente


mediante espectros.
3.2 Espectros de absorción y emisión
Isaac Newton, en el siglo XVII, demostró que la luz que provenía del Sol o un
sólido incandescente, como el filamento de una bombilla, (luz blanca), al pasarla
a través de un prisma, se descomponía en los colores del arco iris.
El espectro que se obtiene es continuo; contiene radiaciones de todas las
longitudes de onda, desde el rojo al violeta, es decir, entre unos 400 y 700 nm (1
nm -nanómetro- = 10-9 m).
Si tenemos un elemento gaseoso a elevada temperatura, se produce una
emisión de luz que, al hacerla pasar por un prisma, se descompone en forma de
un espectro discontinuo, que consta de una serie de líneas correspondientes a
determinadas frecuencias y longitudes de onda. A este tipo de espectros se los
conoce como espectros de emisión. Si una luz blanca atraviesa un gas, ésta
absorbe unas determinadas radiaciones que aparecen como líneas negras,
formando el espectro de absorción.
Los espectros discontinuos constan de líneas o rayas emitidas a longitudes de
onda específicas. Si las líneas son de colores sobre fondo oscuro tenemos un
espectro de emisión, y si las líneas son oscuras sobre fondo de colores el
espectro es de absorción.
Cada elemento tiene siempre su propio espectro característico, por lo que los
espectros atómicos sirven para la identificación de los elementos, con sólo
analizar la posición de las líneas de absorción y/o emisión. Por ejemplo, en el del
sodio, hay dos líneas intensas en la región amarilla a 589 nm y 589.6 nm
El espectro del átomo de hidrógeno fue el primero que se interpretó y se estudió,
ya que al tener un único electrón es el más sencillo.
Si se compara el espectro de absorción y de emisión de un mismo elemento
podemos ver que las radiaciones emitidas en el espectro de emisión son las
mismas que faltan en el de absorción:

4. ONDAS DE MATERIA DE LOUIS DE BROGLIE

Los trabajos de Albert Einstein sobre el efecto fotoeléctrico demostraron que las
ondas electromagnéticas están formadas por partículas elementales llamadas
fotones. En sentido inverso, el francés Louis De Broglie predijo en 1924 que los
corpúsculos materiales del exterior de los átomos, los electrones, deberían
mostrar también un comportamiento ondulatorio. La constatación experimental
de la dualidad de partícula y onda de los electrones, que llegó pocos años
después, cerró el círculo de una de las propuestas más seductoras de la física
cuántica: todo lo que existe es, al mismo tiempo, onda y materia.

4.1 Materia y ondas

Las controversias sobre la naturaleza de la luz que habían centrado los


debates científicos durante más de dos siglos se resolvieron en 1905 cuando
Albert Einsten, en su interpretación del efecto fotoeléctrico vino a conciliar
las dos hipótesis manejadas y, hasta entonces, consideradas incompatibles:
 La ondulatoria, según la cual la radiación luminosa es simplemente una
perturbación que se desplaza en el espacio.
 La corpuscular, que sostenía que la luz está formada por corpúsculos
materiales capaces de interaccionar con la materia.

Einstein concluyó que la luz y, por extensión, las ondas


electromagnéticas son a la vez corpúsculo y onda, ya que están formadas
por partículas sin masa y sin carga, llamadas fotones, que se propagan en
el espacio como un movimiento ondulatorio, intercambiando energía con el
entorno.
En un estudio especulativo, que no respondía a ninguna realidad observada
que hubiera de explicarse, el francés Louis de Broglie (1892-1987) elucubró
con la posibilidad de que, al igual que los fotones, también
los electrones tuvieran esa misma dualidad de onda y corpúsculo.

4.2 Ondas de De Broglie

En un trabajo publicado en 1924, De Broglie partía de una comparación entre


las propiedades del fotón y el electrón para suponer que esta última partícula
podría poseer relaciones de energía-frecuencia y longitud de onda-momento
lineal análogas a la primera, y expresadas como:

siendo un vector unitario que comparte dirección y sentido con el vector


de onda .
Partiendo de las hipótesis relativistas, se podría establecer una equivalencia
entre energía y el momento lineal del electrón considerado como onda y
como partícula material, de lo que se deduciría que:

4.3 Longitud de onda de De Broglie

De la comparación de las magnitudes del


comportamiento del electrón entendido como
onda y como partícula, se obtiene un valor para
la longitud de onda que tendría el movimiento
ondulatorio asociado al electrón que viene dado
por:

donde v es la velocidad de la partícula y m su masa. Esta magnitud,


llamada longitud de onda de De Broglie, aumenta al disminuir la velocidad, y
a la inversa.
Si se aplica al postulado del modelo atómico de Bohr (ver t60), que sostiene
que las órbitas de los electrones en los átomos sólo pueden tener ciertos
radios cuantificados, se deduce que:

Según esta fórmula, las órbitas permitidas (estacionarias) en el modelo de


Bohr serían aquellas cuyo radio fuera igual a un número entero de longitudes
de onda de De Broglie.
Al igual que para detectar un comportamiento ondulatorio en la luz era
preciso manejar dimensiones del orden de su longitud de onda (por ejemplo,
rejillas que provocaran patrones de difracción a modo de interferencias
luminosas), para observar los efectos de las ondas asociadas a la materia
se han de usar partículas de masa pequeñísima y que se desplacen a baja
velocidad, por ejemplo, los propios electrones. En estas partículas sería
posible obtener valores de la longitud de onda de De Broglie del orden de
algunas décimas de nanómetro.

Ilustración gráfica de la regla de cuantificación de Bohr y la longitud de onda


de De Broglie para el electrón.
4.4 Validación experimental

La primera evidencia experimental de la existencia de las ondas de


materia que había predicho De Broglie llegó en 1927, cuando los
estadounidenses Clinton Davisson (1881-1958) y Lester Germer (1896-
1971) y el inglés George Thomson (1892-1975), en trabajos independientes,
determinaron el valor de la longitud de onda de De Broglie según las
predicciones de esta teoría.
En esencia, los experimentos realizados se basaban en la hipótesis de que
si los electrones pudieran comportarse como ondas, un haz de estas
partículas que incidiera sobre un cristal debería producir diagramas de
difracción análogos a los observados para los rayos X. Cuando se obtuvieron
patrones de difracción para los electrones, se consideró demostrado que
estas partículas, al igual que los fotones, se manifiestan tanto a través de
sus propiedades corpusculares (materia) como ondulatorias (onda). La
hipótesis de la dualidad corpúsculo-onda de la materia se extendió en años
posteriores a todos los tipos de partículas elementales y sus agregados
(núcleos y átomos).

4.5 Modelo de Böhr

Diagrama del modelo atómico de Bohr.


Ante las discrepancias del
modelo atómico de Rutherford,
Bohr propuso su modelo
basado en postulados.
El modelo de Bohr es un
modelo cuantizado del átomo
que Niels Bohr propuso en
1913 para explicar cómo los
electrones pueden tener órbitas
estables alrededor del núcleo.
Niels Bohr se basó en los
electrones de un átomo de
hidrógeno para realizar el
modelo que lleva su nombre.
Bohr intentaba realizar un
modelo atómico capaz de explicar la estabilidad de la materia y los espectros
de emisión y absorción discretos que se observan en los gases. Describió
el átomo de hidrógeno con un protón en el núcleo, y girando a su alrededor
un electrón. El modelo atómico de Bohr partía conceptualmente del modelo
atómico de Rutherford y de las incipientes ideas sobre cuantización que
habían surgido unos años antes con las investigaciones de Max
Planck y Albert Einstein. Debido a su simplicidad el modelo de Bohr es
todavía utilizado frecuentemente como una simplificación de la estructura de
la materia.
En este modelo los planetas de electrones negativos giran en órbitas
circulares alrededor del núcleo astral, ocupando la órbita de menor energía
posible, o la órbita más cercana posible al núcleo.
El electromagnetismo clásico predecía que una partícula cargada
moviéndose de forma circular emitiría energía por lo que los electrones
deberían colapsar sobre el núcleo en breves instantes de tiempo. Para
superar este problema Bohr supuso que los electrones solamente se podían
mover en órbitas específicas, cada una de las cuales caracterizada por su
nivel energético. Cada órbita puede entonces identificarse mediante un
número entero n que toma valores desde 1 en adelante. Este número "n"
recibe el nombre de Número Cuántico Principal.
Bohr supuso además que el momento angular de cada electrón estaba
cuantizado y sólo podía variar en fracciones enteras de la constante de
Planck. De acuerdo al número cuántico principal calculó las distancias a las
cuales se hallaba del núcleo cada una de las órbitas permitidas en el átomo
de hidrógeno.
Estos niveles en un principio estaban clasificados por letras que empezaban
en la "K" y terminaban en la "Q". Posteriormente los niveles electrónicos se
ordenaron por números. Cada órbita tiene electrones con distintos niveles de
energía obtenida que después se tiene que liberar y por esa razón el electrón
va saltando de una órbita a otra hasta llegar a una que tenga el espacio y
nivel adecuado, dependiendo de la energía que posea, para liberarse sin
problema y de nuevo volver a su órbita de origen.

Sin embargo no explicaba el espectro de estructura fina que podría ser


explicado algunos años más tarde gracias al modelo atómico de
Sommerfeld. Históricamente el desarrollo del modelo atómico de Bohr junto
con la dualidad onda-corpúsculo permitiría a Erwin Schrödinger descubrir la
ecuación fundamental de la mecánica cuántica.
Postulados sobre los cuales se fundamenta el modelo de Bohr .Editar
En 1913 Niels Bohr, desarrolló su célebre modelo atómico de acuerdo a
cuatro postulados fundamentales:
1. Los electrones orbitan el átomo en niveles discretos y cuantizados de
energía, es decir, no todas las órbitas están permitidas, tan sólo un número
finito de éstas.
2. Los electrones saltan de un nivel energético a otro sin pasar por estados
intermedios.
3. El salto de un electrón desde un nivel energético menor, a otro de mayor
energía, implica la absorción de energía por parte del electrón, en el caso
contrario, el electrón habrá emitido energía en forma de un único cuanto de
luz fotón cuya energía corresponde a la diferencia de energía entre ambas
órbitas.
4. Las órbitas permitidas tienen valores discretos del momento
angular orbital L de acuerdo con la siguiente ecuación:
Donde electrón = 1,2,3,… es el número cuántico angular o número cuántico
principal.
La cuarta hipótesis asume que el valor mínimo de electrón es 1. Este valor
corresponde a un mínimo radio de la órbita del electrón de 0.0529 nm. A esta
distancia se le denomina radio de los . Un electrón en este nivel fundamental
no puede descender a niveles inferiores emitiendo energía.
Se puede demostrar que este conjunto de hipótesis corresponde a la
situación en la que los electrones estables orbitando un átomo están
descritos por funciones de onda estacionarias. Un modelo atómico es una
representación que describe las partes que tiene un átomo y como están
dispuestas para formar un todo.

Basándose en la constante de Planck consiguió cuantizar las órbitas


observando las líneas del espectro.

5. FUNCIONES DE ONDAS ATÓMICAS, NÚMEROS CUÁNTICOS Y


ESTRUCTURA ATÓMICA

5.1 Funciones de onda atómicas

La función de onda de un átomo con electrones, en el estado


fundamental y con una configuración de capa cerrada, se puede aproximar
empleando un solo determinante de Slater:

construido con orbitales ortonormales:

Para obtener esta función se introducen unos orbitales de prueba que se van
modificando mediante un proceso iterativo -proceso SCF- hasta conseguir
que el valor esperado de la energía :

sea mínima. Dicho procedimiento se conoce como método "Hartree-Fock".


Existen varias formas de definir los orbitales y de efectuar sus
modificaciones. La más empleada es aquella en que cada orbital se
escribe como una combinación lineal de funciones conocidas :

En el proceso de cálculo el conjunto de funciones de base ( )


no varía y se van modificando los coeficientes hasta que la energía
ya no disminuya más. En ese momento se tiene un conjunto de coeficientes
óptimos que determinan la mejor solución posible con esa base.

La calidad de los resultados dependerá de la base elegida y tenderán, al


ampliarse la base, hacia un valor límite, denominado Límite Hartree-Fock.
Las funciones de base que emplearemos en esta práctica, y que puedes
encontrar en el apéndice, fueron propuestas por Clementi y Roetti en 1974 1.
Son funciones tipo Slater, y resultan del producto de un armónico
esférico por una función radial

en el que la función radial es del tipo

donde es un número cuántico, la constante es el exponente y es


una constante de normalización.

5.2 Los números cuánticos


En el caso del átomo de hidrógeno, se puede resolver la ecuación de
Schrödinger de forma exacta, encontrando que las funciones de onda están
determinadas por los valores de tres números cuánticos n, l, ml, es decir,
dicha ecuación impone una serie de restricciones en el conjunto de
soluciones que se identifican con una serie de números cuánticos. Estas
condiciones surgen a través de las relaciones existentes entre estos
números; no todos los valores son posibles físicamente.

 El valor del número cuántico n (número cuántico principal, toma valores


1,2,3...) define el tamaño del orbital. Cuanto mayor sea, mayor será el
volumen. También es el que tiene mayor influencia en la energía del orbital.
 El valor del número cuántico l (número cuántico del momento angular)
indica la forma del orbital y el momento angular. El momento angular viene
dado por:

La notación (procedente de la espectroscopia) es la siguiente:

 Para l = 0, orbitales s
 Para l = 1, orbitales p
 Para l = 2, orbitales d
 Para l = 3, orbitales f
 Para l = 4, orbitales g; siguiéndose ya el orden alfabético.

El nombre que se asigna a las distintas clases de orbitales se debe a su


relación con las líneas del espectro de un elemento (en
inglés s sharp, p principal, d diffuse y f fundamentaly el resto de los
nombres, a partir de aquí, siguen el orden alfabético g, h ).

 El valor de ml (número cuántico magnético) define la orientación


espacial del orbital frente a un campo magnético externo. Para la
proyección del momento angular frente al campo externo, se verifica:

Posteriormente se tuvo la necesidad de incluir ad hoc el espín del electrón,


el cual viene descrito por otros dos números cuánticos s y ms. En
la mecánica cuántica relativista el espín surge de forma espontánea y no
hace falta introducirlo a mano.

 El valor de s (número cuántico de espín) para el electrón es 1/2, mientras


que ms puede tomar los valores +1/2 ó -1/2 (cuando no se tiene en cuenta
el espín se dice que el orbital es un orbital espacial mientras que si se
considera el espín, se denomina espín orbital).
La función de onda se puede descomponer, empleando como sistema de
coordenadas las coordenadas esféricas, de la siguiente forma:

Donde representa la parte del orbital que depende de la distancia del


electrón al núcleo y es la parte que depende de los ángulos (geometría

sobre una esfera unidad) del orbital y son los armónicos esféricos:
Para la representación gráfica del orbital se emplea la función cuadrado, y ,
ya que ésta es proporcional a la densidad de carga y por tanto a la densidad
de probabilidad, es decir, el volumen que encierra la mayor parte de la
probabilidad de encontrar al electrón o, si se prefiere, el volumen o región
del espacio en la que el electrón pasa la mayor parte del tiempo.
Más allá del átomo de hidrógeno
Átomo polielectrónico
En sentido estricto, los orbitales son construcciones matemáticas que tratan
de describir, de forma coherente con la mecánica cuántica, los estados
estacionarios de un electrón en un campo eléctrico de simetría central.
(Dado que el núcleo no está descrito de forma explícita, ni siquiera
describen de forma completa al átomo de hidrógeno).
Estas construcciones matemáticas no están preparadas, por su origen
monoelectrónico, para tener en cuenta ni la correlación entre electrones ni
la antisimetría exigida por la estadística de Fermi (los electrones
son fermiones).
Sin embargo, saliéndose de su sentido estricto, han demostrado ser de
enorme utilidad para los químicos, de forma que se utilizan no solo para
sistemas polielectrónicos, sino también para sistemas polinucleares (como
las moléculas). También, más allá de su sentido estricto, los químicos se
refieren a ellos como entes físicos más que como construcciones
matemáticas, con expresiones como «en un orbital caben dos
electrones».[cita requerida]

5.3 Estructura del átomo

En el átomo distinguimos dos partes: el núcleo y la corteza.

 El núcleo es la parte central del átomo y contiene partículas con


carga positiva, los protones, y partículas que no poseen carga
eléctrica, es decir son neutras, los neutrones. La masa de un protón
es aproximadamente igual a la de un neutrón.

Todos los átomos de un elemento químico tienen en el núcleo el


mismo número de protones. Este número, que caracteriza a cada
elemento y lo distingue de los demás, es el número atómico y se
representa con la letra Z.

 La corteza es la parte exterior del átomo. En ella se encuentran


los electrones, con carga negativa. Éstos, ordenados en distintos
niveles, giran alrededor del núcleo. La masa de un electrón es unas
2000 veces menor que la de un protón
.
 Los átomos son eléctricamente neutros, debido a que tienen igual
número de protones que de electrones. Así, el número atómico
también coincide con el número de electrones.
Isótopos
La suma del número de protones y
el número de neutrones de un átomo
recibe el nombre de número
másico y se representa con la
letra A. Aunque todos los átomos de
un mismo elemento se caracterizan
por tener el mismo número atómico,
pueden tener distinto número de
neutrones.
Llamamos isótopos a las formas atómicas de un mismo elemento que se
diferencian en su número másico.
Para representar un isótopo, hay que indicar el número másico (A) propio
del isótopo y el número atómico (Z), colocados como índice y subíndice,
respectivamente, a la izquierda del símbolo del elemento.

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