Tesis LA EDUCACIÓN ES LA VACUNA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
“La violencia no es solo matar a otro. Hay
violencia cuando usamos una palabra denigrante, cuando hacemos gestos para despreciar a otra persona, cuando obedecemos porque hay miedo. La violencia es mucho más sutil, mucho más profunda”. -Jiddu Krishnamurti
1ª. Razón Mientras la enseñanza se base en informar y no formar, y la crianza en el
hogar continúe inculcando actitudes misóginas, la violencia de género no podrá ser erradicada. La educación a nivel familiar y escolar es fundamental para la prevención de la violencia de género. El hogar es la primera institución encargada de formar a los individuos, es allí donde los niños aprenden lecciones de obediencia, dominio propio, valores y sobre todo respeto. Los padres tienen la obligación de ser modelos, de cumplir cabalmente con sus roles dentro de una relación conyugal funcional, ya que sus acciones quedarán ilustradas y grabadas firmemente en la memoria del infante. La normalización de conductas patriarcales que atentan contra la integridad de la mujer tiene su base frente a nuestras narices, pues el tradicionalismo sobre los estereotipos machistas que caracterizan la cultura hispana es inculcado mediante el ejemplo de la relación entre el padre y la madre, la misma que destaca la subordinación de la mujer ante el varón. “¡Él Experiencias me pega, pero yo sé que me ama!” escuché una vez en el transporte personales que apoyan público; es increíble como debido a la falta de educación se ha romantizado su la cultura patriarcal, donde el maltrato es sinónimo de amor y la sumisión de razonamiento 2ª. Razón respeto hacia el cónyuge. El deber de formar no solo recae en la familia pues las instituciones escolares también son responsables de instruir a las personas. Los valores necesarios que una persona precisa para desenvolverse dentro de una sociedad, aquellos que permiten el desarrollo de la tolerancia hacia los demás, son aprendidos en los centros educativos. El sistema debe impulsar la racionalidad, el pensamiento crítico, para así Argumento eventualmente permitir la creación de una convivencia armónica. Tal como de autoridad lo menciona Javier Elzo, sociólogo español, la educación debe fomentar la tolerancia activa hacia la diferencia tomando como punto de partida el convencimiento de que no hay verdades absolutas, pero sí un único principio inalienable: el respeto absoluto a la dignidad de la persona humana. La 3ª. Razón violencia es una enfermedad de transmisión social pues la principal causa es la cultura misógina, impulsada por las falsas creencias provocadas por la distorsión de la denominación de la masculinidad y feminidad arraigadas en los valores morales y sociales de cada individuo. Los estereotipos de género marcan una pirámide de dominación, una búsqueda Refuta de de poder, una subordinación al sexo débil. Sería falaz pensar que estos opiniones contrarias problemas son asuntos actuales provocados por la necesidad de seguir modas o tendencias, como muchos defensores de estos actos atroces plantean. Pero la violencia de género, especialmente hacia la mujer, ha estado latente como un problema que subyace históricamente conjunto a las creencias de desigualdad impulsada por las religiones y otras instrucciones Ejemplos que que minimizan la capacidad de las féminas. Es bien sabido que la apoyan la tesis humillación, la mutilación, los asesinatos y otros actos denigrantes y salvajes son efectuados en contra de las mujeres por el simple y llano hecho de ser eso, mujeres. Tal como el caso de Martha, aquella ecuatoriana violada y agredida por tres hombres en un bar, existen sin número de mujeres que son víctimas de la falta de educación, empatía y respeto por parte de hombres. No obstante, en la actualidad se puede presenciar una disminución en la tolerancia hacia estos actos repudiables, pues han pasado a ser entendidos como delitos en lugar de una forma normal de relación conyugal. El avance tecnológico ha permitido mover a las masas que se encontraban oprimidas pues les ha dado la oportunidad de contar, defender y protestar contra estos atentados que están presentes en nuestro diario vivir, y de la misma manera ha servido como como un llamado de atención ya que ha informado a la Conclusión comunidad sobre la desigualdad que se vive en la cotidianeidad a causa del sesgo y la falta de educación. Debemos atacar el problema desde la raíz vacunando contra la ignorancia a los niños y jóvenes, procurando erradicar la violencia de género en los hogares, en los ámbitos educativos y posteriormente de la sociedad mediante la correcta educación de los individuos que tendrán en sus manos la posibilidad de cambiar un futuro incierto. Mariel Cedeño Vergara