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5.

Tierras fiscales y colonos suizosa6

Entre los colonos que más honor hacen a Quechereguas oí


mencionar al suizo Luchsingen hombre que llegó al país con un
pequeño capital de 4.000 francos y al frente de una familia nu-
merosa. Hoy es dueño de 30 animales vacunos y de centenares de
puercos que mantiene a pesebrera y su cosecha de este año pasa
de 300 fanegas. A más de algunos de sus 11 hijos trabaian bajo
sus órdenes, dos peones chilenos

Isidoro Errán¡riz
Tres Razas. 1887.47

La historia Un grupo de personas viajaba en el tren de Angol a Traiguén


es curiosa.
el año 1887. Se trataba de un pequeño tren que iba a inaugurar los ramales de Malle-
co. El tren jugó un papel fundamental en la Ocupación Militar de la Araucanía y en el
arribo de los colonos. El año 1876 se había conectado el puerto de Talcahuano al lado
de Concepción, con Angol, que era la Punta de Rieles más al sur de los ferrocarriles
chilenos. Por ejemplo, esto posibilitó el año 1881 que las tropas que venían desde el
Perú, fuertemente armadas y "victoriosas", desembarcaran en Talcahuano, a.ibia.u,
a los convoyes y en menos de un día estuvieran a las puertas de La Araucanía. Fue el
mismo camino que siguieron los colonos que venían desde Europa.

En pequeño departamento de pasaieros del tren que salió de Angol en dirección


el
a Los Sauces a las 8.30 de la mañana de un día del mes de Marzo de este año 1887,
reinaba una animación, si no considerable, por lo menos inusitada,

{6. Este capítulo ha sido agregado en esta edición 2\L4,porla importancia que ha asumido el tema en
La Araucanía. Los resultados son fruto de una nueva investigación que estamos llevando a cabo en el
marco del programa ICIIS un convenio entre la Universidad Católica de Chile, la Universidad Diego
Portales y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Los datos han sido obtenidos de los ar-
chivos, por la antropóloga Daniela Peña.
+;. Isidoro Erráaxiz. Tres Razas. Imprenta La Patria. Valparaíso. 1887

103
Ocupaban asientos, en la sección del carro de sistema norte_americano,
desti_
nada a los de primera clase, diez o doce individuos que solamente
en fuerza de cir_
cunstancias extraordinarias pasaban la antigua y misteriosa
frontera que durante
largos y tristes años, ha separado la cultura de Chile indepeniiente
de lo que hemos
convenido en llamar la barbarie araucanaa|

48. Esta y ias siguientes son citas de Tres Razas. Id anterior. página
6.

104
La Transcripción del Contrato es Ia siguiente:ae

CONTRJATO NO
Eeilia
Entre Francisco de Borja Echévelría, Ageñte GeDelal de la Colonización del Gobieho de
Chilé
Se ha eI contrato siguiente:
E1 Señor Echeverría, actuante en notrüre de1 eobierno de Chí1e. se obliga:
1o A remiti! a sma de pala cublir los
gastos de su viaje a Chile y e1 de su a
A donar g¡atuiteeñte a una concesaon de-
hectáleas en eI te¡ritorio de Iraiguén
3" A sBinist¡a¡le a éI mismo y a su failia hospedaje gratuito ea e1 puerto chileno donde
e1los arriben o en otlo sitio apropiado para este objeto, hasta que la autoridad o el
funciona¡io aI que le iacumba haya puesto a su disposición 1a concesión do¡de ellos deben
establece¡se.
4o A ploporciona¡le a ét mismo durante el mismo tidpo y diarisente una saa en dinero de
pa¡a su mantención y eI de su fmilia
A procurarle los segutos necesa¡ios para cubri! 1os g,astos de su desembarco así coilo los
gastos ocasionados poi su tlanspo¡te y eI de su failia hasta el- sitio donde elLos 9e
queda!án definitivmenté instalados.
6" A concederle una pensión mensual de 15 piastlas (*) para Ia mantención dé la fili1ia,
dulaBté e1 tiempo de un año a paltir del momento eo que é1 se establezca en su concegión.
?" La asistencia gratuita de médj-co y remedios aecesarios durante e1 tiémpo de dos años.
8" Un par de bueyes, trescientas planchas, ¿6 kilos d.e clavos, todo evaluado al precio
corriente y una colección de semillas cuyo valor no podrá excéde! 5 piastlas. por su lado
obliga :
A establécerse con su failia eu 1a coñcesión que le será indicada, a dedicarse a1
cultivo de Ia tierta y a su mejola.
10" A devolver todas las ayudas recibidas en dinero o en especies, de 1os cuales hablan los
altículos 4,6 y A,10 misBo que Ios gastog de tlansporté que se seña1an en el artícu1o
lo.Esta devolución se ha¡á eñ e1 éspacio dé ocho añog comeazando a1 final de]. terce! año.
11" EI título de propietario será dado a una vez q[ue haya hecho en
5uconcesiónunacasaenrederaacabadaymetertenobience!radasy
en buen estado de cultivo.
12" Si aI cabo de cuatro años, a parti! del día en qué eI terleno 1e haya sido entregado a
éste no se encuentra en estado de recibir eI títu1o de
pEopietario por no haber éjecutado Ios tlabajos citados en el artículo antelior, é1 perderá
todo derecho a la concesión y el Gobierno de chile podrá dispouer (el- te¡reno) a favor de
otro colono. Los tlabajos qué haya proyectado serán evaluados po.
dos expeltos/ nonbiados uno po!
concesión del terleno. Se
del total de Ia deuda que é1 haya contraído con éI fisco. En
easo de disconfomidad éntre 1os dog expertos nornbrados, el gobieho elegirá un tercero pala
réalizar Ia tasación.
13" no podrá efectuat l-a enajenación de su concesióo sin
r,ate'ffiqueé1nod'ebeaITesoropúb1ieoningunaseapo!ayud'as
recibidas o Ein dar al fisco 1a hipoteca sobre la eoncesión po! Las slles no libe¡adas.
En fe de que se han fimado dos copias

Isidoro Erráztriz visitaba las colonias ya que había sido nombrado recientemente
'Agente General de Colonización en Europa" encargado de atraer colonos a Chile,
y si apiéstaba a partir a su Misién. Cuenta que iban con Martín Drouilly "Inspector
General de las colonias", uno de los militares y personajes más importantes en 1a
expansión del Chile Central hacia el sur, "el Señor Wharton p. |ones empleado de la
colonización de Chile en Europa. Además viajaban,

49. La trascripción ha sido obtenida del trabajo de Sergio Venegas Aedo. Huellas de
familia. Colonias eu_
roPeas en la Frontera (1383-1900). Proyecto financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes,
Fondart Regional, publicado e1 ano 2008. Agradecemos al autor el envío de copia electrónica.

I05
residentes acaudalados de Angol y propietarios de terrenos
vendidos por el Estaa:
en subasta pública, para quienes el viaje tenía el doble
encanto y de la ayenturt;.
pues se trataba de unas carreras de caballo y de
un rorieo de animales, que debía,:
tener lugar, al día siguiente en unfundo a inmediaciones
de Traiguén y a los cual¿:
se esperaba ver concurrir en masa a los agricultores
chilenos al sur del Malleco .,

probablemente a artistas de hábitos menos sedentarios


e inofensivos que los cultit.a
dores del virginal suelo araLtcano

Isidoro Errázuriz fue un personaje curioso, aventurero, político


y escritor progresis-
ta y liberal, no se lo podría acusar de un aprovechador. por
el contrario, fue de los
visionarios que, siguiendo las ideas depérezRosales, consideraba
que Chile deberi¿
ser un país industrial, progresista, y criticaba profundamente
el latifundismo de la
zona central. Su espíritu cultivado no comulgaba con las
corridas de vacas, rodeos.
francachelas, borracheras y el ambiente prostibulario y chabacano
que venía acom-
pañando la expansión al sur. La escena permite comprender
la vida cotidiana que se
iba construyendo en las regiones de colonización. Solamente
hacía tres años que e,
ejército chileno había llegado a Villarrica y dominado a los
mapuche en su vida inde_
pendiente. Las costumbres del centro del país ya estaban
pr".Á,., y habían migrado
con los ocupantes; carreras de caballo, .hrtistas,,, fiesta,
roáeo, vino, licores, en fin, las
'tivilizadas costumbres" del campo latifundista
chileno.

La revolución industrial en la Araucanía

La vida de la Araucanía estará marcada por,,Los trenes


de la noche,,,el maravilloso
poema de |orge Teillier, nacido en el pueblo de Lautaro.
El olor de esos pueblos r.
campos durante decenios fue el humo picante del carbón
de piedra urráludo po.
las locomotoras. El ruido de los rieles y durmientes,
se pegó en el ritmo áel;oren
Neftalí Reyes Basualto, el poeta Neruda, que desde p"qr"*
vio a su padre mane_
jando esas enormes locomotoras. Las estaciones de ferrocarril
fueron el centro de
los pueblos y cuando este se detuvo, los pueblos se murieron.
El Estado emprendió
grandes obras ferroviarias, construyendo monumentos
que hasta hoy son la ad-
miración de todos quienes viajan al sur: el viaducto del Malleco,
el Túnel de Las
Raíces, los ramales que cruzaban a punta de quejidos
las cordilleras y lomajes del
sur de Chile.

Dos horas después de haber salido de la Estación inicial


de Angol, a las 10.30 AlvI,
nos encontramos en Los Sauces y nos echamos a recorrer
en busca de almuerzo,
las tristes y sucias casuchas de madera que llevan el nombre
de fondas en este
villorrio improvisado en una desierta colina...hemos recorrido
34 kilómetros en
dos horas.

106
No era poco demorar dos horas en un camino que a caballo o en carreta habría
tardado tres a cuatro veces. Hasta ese pequeño poblado que bordea la Cordillera de
Nahuelbuta, llegaba en ese momento el tren. Las pretensiones eran altas; se trataba
de unir todo el país con vías ftrreas. Se fue construyendo una gran 'tostilld' cuya
'tolumna vertebral" corría por el Valle Central, entre la Cordillera de Los Andes y las
diversas Cordilleras que la separan del Océano Pacífico. Quienes viajamos de niños
en tren al sur, recordamos esos gritos en la noche: estación Renaico, Ramal a Angol,
Los Sauces, Purén... Estación Púa, Ramal Curacautín, Malacahuello, combinación
Lonquima¡ que se escuchaban chirriando por los altoparlantes, mientras el vapor
de las calderas salía a borbotones de las máquinas. Los viajes demoraban y había que
llevar provisiones, huevos duros, pollos fríos, panes amasados o comprarlos en todas
las estaciones donde decenas de"palomas" mujeres por 1o general vestidas de blanco
vendían sus productos.
Fue un sueño utópico qaizá, pero hay que consignarlo, para comprender lo que
ocurre hoy día en que se escriben estas líneas. Las riquezas obtenidas en el norte
salitrero fueron invertidas o más bien, quisieron ser invertidas, en infraestructura.
Puertos, ferrocarriles, caminos, bodegaje, etc... Para el Presidente Balmaceda se
transformó en una obsesión. Creía que si la larga faja de tierra estuviese conéctada,
el país sería desarrollado, tan desarrollado como Europa. Y así lo creyeron muchos.
Para el Centenario de la República de Chile, 1910, por cierto si se tenía el dinero sufi-
ciente, se podía tomar el tren en la estación de Curacautín, transbordar en Púa, viajar
una larga noche, durmiendo en una cama de un hermoso departamento, cenando
en el coche comedor, llegar a la Estación Central, cambiar a la Estación Mapocho,
descender en Llay Llay, cambiar en Los Andes al tren Trasandino, llegar a Mendoza,
cambiar tren a Buenos Aires, arribar de mañana a la Estación Retiro y abordar el
barco que lo llevaría a Marsella, por ejemplo. Largos viajes, caros por cierto, pero que
alimentaron el imaginario criollo, angustiado desde el inicio de los tiempos por ser el
"fin del mundol elFinis Terrae olvidado. Era evidente además que los trenes ofrecían
la oportunidad de sacar las cosechas y venderlas en los mercados mundiales.
|unto con los trenes y la presencia del Estado en las zonas de colonización, apare-
cen los comerciantes. El día 7 de febrero de 1888, el diario El Colono de Angol, con-
signa el aviso de una empresa de seguros "La Equitativa" establecida en 1859 y cuyos
dueños podríamos decir, junta de vigilancia, está conformado por don Adolfo lbáircz
y Miguel Cruchaga, personas bastante conocidas en la historia antigua y reciente en
Chile. Aparecen en todas partes los ayisos de consignatarios: Agustín Bustos, agente
consignatario Collipulli, "Compra TRIGO al mejor precio delaplaza, maderas, fru-
tos del país'l otro aviso señala: "COMPRAS Y VENTAS. Comisionistas C.H Lawren-
ce, Talcahuano, agente comisionista y aduanas", es decir comienza a aparecer a un
año de terminada la guerra del sur una nube de empresas comerciales de importación
y exportación. Muchas firmas de Valparaíso estarán presentes en este momento de la
apertura de la Frontera.

L07
El locomóvil o máquina a vapor movible, fue el símbolo de la Revolución Industrial en
Ia Araucanía. Fue la
máquina determinante para el faenamiento maderero y causa de la
deforestación.

En Angol y Traiguén principalmente, se estaba en esos primeros años constituyendo


una sociedad de colonos en la que los indígenas no tenían cabida. Los grandes em_
presarios Manuel Bunster y fosé Bunster, iban a ser los impulsores mayores de esa
colonización, van a ser los comerciantes de maquinarias, de los primeros molinos de
cilindro, por ejemplo, aparecen las primeras excavadoras priestman para excavación
de canales y limpias de ríos,,las primeras máquinas a vapor; es decir, el conjunto de
elementos que rran a caracterizar esta colonizaciln del sur, producto fundamental-
mente de la falta de mano de obra existente. Esta colonización va a ser posible por la
Revolución Industrial, la máquina a vapor, los trenes, el telégrafo. Se constituirá una
agricultura mucho más moderna que la dela zona central de Chile, donde no había
maquinaria y todo se realizaba afuerza humana de peones e inquilinos y tracción
animal. En la ciudad de Carahue, hoy, existe una suerte de exposición de decenas
de locomóviles, o máquinas a vapor que sirvieron a los aserraderos y a todo tipo de
faenas. Vale la pena consignarlo, la Revolución industrial, no comenzó desde el cen-
tro del país hacia el sur sino justamente al revés. Del centro del país, como diría don
Isidoro, venían las peores plagas: el latifundismo y la especulación.

108
Viaducto del Malleco

La sociedad escindida de la nueva frontera

En la mañana dejamos Traiguén para arribar a la desconocida colonia de Que-


chereguas, la que tiene muy mal camino especialmente en inyierno. Visitamos
varios suizos entre ellos Villiger quien era el director de la colonia, que yive en
una bonita y ordenada casa. El señor Villiger cuenta de la esperanza de estos
suizos quienes con mucho esfuerzo y trabajos pudiesen tener un mejor pasar en el
futuro. Un tal señor Luchsinger a una hora de distancia manda la noticia de que
el Cónsul suizo había llegado con otros señores suizos. Mientras tanto la señora
Villiger nos había preparado un desayuno. Más tarde se acopla el señor Luchsin-
ger quien nos cuenta que había sido asaltado ya dos veces pero que pensaba que
lo más difícil había ya pasado.

109
Me puedo dar cuenta que la gente se ye extenuada y cansada pudiendo ser
porque cuando ellos llegaron no tenían ni siquiera camas y por un tiempo acanl_
paron a cielo descubierto casi sin comida. En Suiza les habian dicho que el climd
era bueno y habían pensado que no era necesario mayormente nada y después de
haber estado enfermos se acordaban de sus camas en Suiza pero lamentablemente
ya era muy tarde. Pienso que la gente baja de peso en un año más que en cuatro
años en Suiza. Ya en Angol me había hecho la observación Martin Drouilly que la
gente cuando se bajaba del barco se veía relativamente bien pero que después de
estar un mes en las colonias habían evidenciado un cambio
facial muy importan_
te. Por ejemplo todo lo que son frutas prácticamente no existen porque los árboles
están comenzando a crecer, poca agua de buena calidad para beber, la carne de
cerdo es bastante contraindicada pero como es más barata que la carne de vacu-
no, la gente la prefiere.
La colonia de Quechereguas en general no me gustó mucho a pesar de que
se encuentra madera y agua suficiente. Por lo demás en esta colonia ya no quedan
tierras para colonos.
Además de suizos en esta colonia hay de Berlín y que de agricultura no entien_
den nada.so

La Frontera estaba, y concretamente, el Departamento de Angol, estaba en ese mo_


mento manejado por un gobernador; todavía no existían las provincias de Malleco y
Cautín, cuestión que va hacer discutida el año 1886. El militar Alejandro Gorostiaga
era el gobernador del territorio de Angol y comandante general de armas de esa ciu_
dad; Gorostiaga es bien conocido en todo el proceso de ocupación de la Araucanía,
en que fue uno de sus comandantes. Se consigna ese día 14 de febrero que el Coronel
Gorostiaga 'partió el jueves para las Termas de Chillan y ha quedado al mando del
departamento el Coronel fosé María del Canto", que también va ser bien conocido
tanto en las guerras de ocupación y conquista de la Araucanía, como posteriormente
en la guerra civil del 91.
Esta anécdota es singular, ya que muestra que a dos años del violento sometimiento
de los mapuche, la sociedad fronferizase había transformado radicalmente. ya no son
los tiempos de los fieros soldados de la Frontera, descritos por Vicuña Mackenna en la
Guerra a Muerte, ni siquiera los de las campañas de 1866. Se ha ido construyendo con
una rapidez increíble, una sociedad criollo europea enclavada en el sur. A lo menos ese
fue el intento inicial. Una sociedad refinada o con deseos de serlo.
Llama la atención para captar la vida cotidiana de esos años, lo que ofrecían los
almacenes de Angol. Permiten comprender los gustos de la época y sobre todo el entu,
siasmo de los colonos llegados en su mayoría pobres de origen. por ejemplo, el almacén

50. Ulrich Zircber. Cónsul suizo. Segunda visita a las colonias, febrero 1gg6. Archivo Embajada de
Suiza en Chile. Traducción de Alexander Scürch. publicado por patricia Schifferli

110
de don Carlos Sanhueza en el Edificio de Francisco Ottone enlaPlazade Angol, ofrecía
todo tipo de champaña, coñac, oporto, jerez, ctrazao, licor "Padre Kermanl pisco, ver-
muth, burdeos, o sea una cantidad de licores de los distintos orígenes de los colonos.
En los libros que llegan a la administración de correos y que están en venta en ese lugar,
viene un listado de títulos que nos permiten saber cuáles eran las lecturas de la época:
hay libros de Derecho, un libro sobre Elisa Bravo, E1isa Bravo que fue el caso de la niña
que naufragó en el barco El joven Daniel, muchos sobre legislación chilena, gramática
castellana, la "batalla de Rancagua'] los 'tandidatos liberales", es decir, una cantidad de
material que uno podría pensar era utilizado o se los llevaba para producir una rápida
chilenización, por decir así, de los que venían llegando.
Se va a construir en esos años una sociedad totalmente escindida. El mundo de
los colonos, consignado en este caso por los periódicos de la época, se va a instalar en
la zona como por encima de todo lo que anteriormente existía, que queda invisible
o invisibilizado. Casi no hay menciones a situaciones de indígenas, a la vida de los
mapuche. Unavez, por ejemplo, se consigna que el paso del tren, por cierto a carbón,
había incendiado las sementeras de un cacique que vivía cerca de Angol y que había
ido a protestar. EI resto de esa población, llue en ese momento era evidentemente
mayoritaria, como se lo ha visto, era invisible, nadie de los recién llegados la veía, ni
nadie por cierto la quería ver.
No se produjo ninguna integración inicial. Ni siquiera en cuanto mano de obra.
Este es un fenómeno complejo de analizar, pero de la mayor importancia a nuestro
modo de ver. Los listados que tenemos ante nuestra vista de informes de Inspectores
de colonización, señalan que los colonos extranjeros trabajan con sus familias, hijos
obviamente, y con "peones chilenos"; estos están muchas veces consignados tanto en
su número como en sus apellidos. Eran en todo caso muy pocos, ya que como hemos
señalado y vamos a profundizar, Ios campesinos chilenos que migraban del centro al
sur, iban con la idea de obtener tierras y no transformarse una vez más en inquilinos,
ahora de extranjeros.
La diferencia con la antigua colonización de Valdivia es clara y evidente. Del río
Toltén al sur, había ocurrido un proceso de exterminio de los indígenas sobre todo en el
siglo XVIII, anterior incluso a la Independencia
de Chile. La Fundación de Osorno por
|uan Mackenna, irlandés, compañero de Ambrosio O'Higgins, y el Pacto de las canoas
que allí se produjo, fue el final de una guerra en que a los denominados Huilliche se
los expulsó prácticamente del territorio. La propiedad no indígena estaba constituida
como la ha demostrado el historiador Gabriel Guarda casi cien años antes que llegaran
los migrantes alemanes. Por una parte no había población indígena que apoyara como
mano de obra la nueva colonizacíón, pero existía una sobre población chilota, tanto en
el extremo del continente, Carelmapu y alrededores, y en las islas, que sabía de agricul-
tura, de carpintería, en fin de trabajar el campo. La sociedad alemana de Llanquihue,
Osorno y Valdiüa se construyó fundamentalmente con Ia mano de obra familiar por
cierto, y la mano de obra chilota.

111
En el Malleco, 500 kilómetros más al norte, y cincuenta largos años después.
la colonización se encontró con una situación radicalmente diferente. La falta de
mano de obra disponible fue evidente ypor ello que Ia maquinización fue acelerada.
Los mapuche quedaron fuera de este proceso. El estereotipo se propagó: ,,no son
agricultores, no saben producir, son flojos y borrachos,,. No creo que exista colono o
descendiente de colono en el sur de Chile que no piense o directamente diga y repita
este estereotipo. De nada sirve observar los valles sembrados.
El propio Isidoro Errázuriz en su vista que comentamos es contradictorio. Visita
las casas de Ramón y Antonio Painemal en Chol Chol, las de pedro Cayuqueo (sic), v
comprueba que la mayor parte de ellos andaba en esos días en Argentina. Da cuenta
de la riqueza ganadera de todos ellos. pensemos que en ese momento aún no se había
producido la "radicación" y por tanto todas esas familias seguían viviendo como an_
tes de la ocupación de la Araucanía.

No se cambia así nomás de la noche a la mañana, la lanza por el arado, la vida


brillante y ociosa del guerrero, por la vida humilde y sacrificada del agricultor. Ho1,
quien desempeña en la ruca y en torno a la ruca, toda la tarea, es la mujer. Ella es
la que trasquila las ovejas, a medida que necesita lana para sus tejidos. Ella es la
que rasguña un poco la tierra...la que siembra i cosecha la pequeña cantidad de
granos y legumbres que necesita la familia para el consumo...La tarea del hombre
era en los buenos tiempos,la expedición a la pampa, el malón y la guerra contra
el huinca. En el día no pelea ni maloquea, pero tampoco trabaja. Visla un poco
el
ganado, duerme y trafica.

Las observaciones de este personaje, Isidoro Errázuriz, yan a dar pie de un modo
quizá más sofisticado, al estereotipo. Ciertamente, como lo hemos mostrado en
numerosos trabajos, la sociedad mapuche se ecuestrizó como consecuencias de Ia
guerra. No era para menos. Todos los años entraban, así se decía, las tropas del
"ejército de la Frontera" y quemaban sementeras, rucas, y todo
lo que pillaban a su
alrededor, en un intento de exterminar la sociedad indígena y hacer de ella un cam_
po arrasado. En varios siglos de terror, los mapuche se transformaron en ganaderos
y anduvieron más seguros arriba de sus briosos caballos que instalados de modo
sedentario en un lugar fácilmente vulnerable. Viajar a Argentina se transformó en
un ritual social, económico y simbólico como lo ha destacado en un hermoso libro
Álvaro Bello. Nuestro observador curioso, agregaque todos los hombres andaban
con "largas botas de cuero de potro", sombreros gauchescos, cinturones de plata.
Las fotos de Saihueque con sus botas, sombrero, e increíble postura, y los her_
manos Ricci, colonos de Nueya Italia en Capitán pastene, de similares atuendos,
permiten emprender el viaje hacia el complejo carácter ideológico del racismo.
funto a esta invisibilización surge la pregunta acerca del tamaño de la pobla_
ción mapuche, en esos años recientes a la ocupación militar de la Araucanía. Los

tt2
chilenos y colonos, según nuestro guía del airo 87,le señalaban cifras que iban entre
25 y 60.000, personas.

Los más antiguos habitantes de la comarca....entre los cuales debo mencionar al


coronel Gregorio Urrutia, se inclinan decididamente, a las cifras más elevadas (de
población). Esta es también mi impresión.

Señala Errázurtz que se habría hecho una estadística en la zona de Malleco que daba
la cifra de 6.000 indígenas y que había sorprendido a muchos que consideraban que
la población era mucho menor.

El mayor número se encuentra ahora (1887) en las riberas del Chol Chol y de
sus aJluentes, el río Renaico y los esteros Pitraco, Tremeu, Repocura. La vega del
Cautín está sembrada de rucas y no son pocas las reducciones que se hallan esta-
blecidas e hijueladas en el Valle Central entre Temuco y Lautaro y las colonias de
Victoria y Ercilla.

113
Me inclino a creer que el día en que se levante cuidadosamente
un censo de lo:
restos de la población araucana se obtendrá un
resultado superior a los cálculos qu,
circulan en el día y no yeo motivo para que se postergue
por mucho tiempo más-esa
operación en el territorio de las nuevas provincias de
Cautín y Malleco.

Unavez más yemos que las estadísticas son relativas y dependen


de los intereses en
juego. Tal como lo hemos señalado al analizar
el Censo d,il tgOZ,la población era e,
doble de la más optimista. En Malleco se señalaba que
eran 6.000 según el estudio
realizado y el Censo, veinte años después entregó el
doble de habitantes. Los intereses
saltaban a la vista. por cierto que los militares, como
Urrutia, se aproximaban más
a la realidad ya que también sus intereses eran diferentes:
mantener una tropa más
nutrida en los cuarteles.

Paisaje y medio ambiente

Malleco es, a diferencia de más al sur, Cautín, una provincia


muy pobre y lo sigue
siendo hasta ahora. Allí se encuentran las comunidades
de *uyo, pobr"ru hoy.., áíu.
como ha sido analizado en el capítulo anterior. Erráztrizviaja
por esos lugares recién
comenzada la colonizacióny a muy pocos años de
ocupado el territorio. Describe ei
paisaje con duras palabras, dice: ...

...e1bosque ha sido completamente destruido o lo que


es más probable no existió
jamás...falta el bosque y lo que
es más serio para el porvenir agrícola de la
región,
falta también el agua...lomajes desnudos, a propósito, en toda iu extensión, para la
siembra, con escasísima existencia de agua para las
bebidas, y sin otra provisión de
combustible que la que proporcionan las apartadas
montañas

El viajero perspicaz se da cuenta que ..la fuerzaproductiva


del suelo va agotándose
con rapidez..." y agrega una observación que con un lenguaje
propio de ia época y
que hoy puede molestar al lector, señala:

a la barbarie araucana, conservadora de la riqueza


de los terrenos, ha sucedido un
sistema no menos bárbaro de explotación. Si el sistema
de cosechas sucesiyas conti_
núa por algún tiempo más, el empobrecimiento
del suelo se hará sentir de tal suerte,
que no costeará sembrar y habrá que destinar los
campos a la ovejería.

Y así fue. Los campos se deterioraron, depredaron los


suelos, y vino la ganadería ex_
tensiva y luego la desertificación. ya en el siglo veinte,
en la seiunda miiad, Ios pinos
primero y luego los eucaliptus van a cubrir esos lomajes,
produliendo leña y maieras
y el conflicto más grande con las comunidades circunvecinas.

lt4
No era una zona de bosques como podría creerse. Los árboles se veían desde
lejos en la Cordillera de Nahuelbuta. Allí no vivían normal y cotidianamente las fa-
milias mapuche. Iban a buscar maderas, lawenes o remedios, en fin, a cazar. La vida
estaba alrededor de los ríos tal como observó nuestro viajero. Las familias mapuche
vivían en los valles cordilleranos bajos, como es evidente, cerca de las fuentes de
agua. Por eso las tierras fiscales se fueron constituyendo en colinas y arriba de la
Cordillera a donde se abrió la denominada en ese tiempo, "colonización nacional"
con campesinos pobres de la zona central y también muchos soldados que volvían
de las guerras del norte. Esas fueron pequeñas propiedades que son el origen de
las poblaciones no indígenas de la Cordillera. Por ejemplo si una persona sale de
la ciudad de Carahue rumbo a Nahuelbuta, pasará primero por la reservación o
comunidad de Colico, ubicada en un hermoso valle crrzado por el río. El vehícu-
lo o bus, sube la cuesta y comienzan a aparecer los nombres de las localidades de
colonos nacionales o campesinos no indígenas, el Fiscal, el Aromo, y así sucesiva-
mente, hasta, pasando por muchos caseríos, bajar por el camino que viene de la
reserva "Piedra del Aguila", a Angol. Muchas de estas tierras fueron devastadas por
la erosión cuando se cortaron sus árboles y luego fueron adquiridas por empresas y
plantadas de pinos primero y de eucaliptus posteriormente. Hasta no hace muchos
años el camino a Traiguén era un paisaje desértico que contrastaba con el oasis que
se veía al fondo de la quebrada donde estaba el poblado o ciudad. Con los años las
praderas de los lomajes se habían degradado de tal suerte que ya no permitían las
siembras de trigo, se habían dejado a la ganadería extensiva y hoy son enormes
bosques.

Colonos nacionales y extranjeros

La discusión será desde un inicio fuerte. Muchos se cuestionaban si se debía privile-


giar a los colonos extranjeros o había que colonizar solamente con población nacio-
nal del centro del país. Más aún, comienza a darse una pelea, una competencia entre
ambos sectores que conducirá a una ola de violencia en las nuevas colonias. Nuestro
guía del 87 dice:

Es mui escaso el número de delitos que cometen los indígenas y aún en los casos en
que se les cree culpables habría que averiguar, si, en el fondo, no anda por ahí la
mano del huinca mslo. Oí hablqr de un robo de animales en la montaña, jamás de
crímenes feroces o aleyosos, como los que se cometen, hora por hora, en todo el país

El diario El Colono, de Angol, comienza a publicarse el 13 diciembre 1885. Llama


la atención que a menos de un año de concluida la ocupación de la Araucanía co-
mience una publicación de esta naturaleza. El periódico da cuenta de Ia llegada de

115
los colonos, de los problemas existentes y de la polémica acerca del carácter de ia
colonización.

Los colonos que existen poblando la frontera, importados desde septiembre de lgg3
hasta el 3 de diciembre de este año, 1885, son 833 familias, que suman 3.726 per-
sonas de diferentes nacionalidades: 151 españoles, 605 franceses, 1975 suizos, 950
i
alemanes, 25 rusos, 7 italianos, 2 belgas, norteamericanos, 8 ingleses.

Pero lo más interesante de esta publicación es cuando señala que,

"hemos observado que existe en la generalidad de los habitantes del país un sen-
timiento que es una preocupación: se creen humillados cuando manos extrañas
poseen lo que fue propiedad de la nación: les parece que se desmiembra la inte-
gridad del territorio y que ellos ya no tienen derecho a que se les considere con
los mismos privilegios que a los colonos. Sin embargo, la historia de las grandes
naciones nos manifiesta con hechos reales y positivos que nada se pierde y aún se
gana atrayendo un pueblo para radicar en él habitantes de otros poseedores de ta-
lentos especiales de conocimientos aplicables al adelantamiento de la agricultura
o de la industria o en fin, de capitales en efectivo que refluyen siempre en bene-
ficio de todos. Tal yez no se haya apreciado bastante entre nosotros el influjo que
han tenido en el continente europeo en pro del acrecimiento de la riqueza inglesa
las numerosas emigraciones a las islas británicas".

El primer número del diario El Colono ya trae el debate en editorial respecto a si es


necesaria la colonización con extranjeros y pareciera ser que había contradicciones
*ql seno de la sociedad angolina en el sentido de menospreciar a los que venían. por
ejelrplo, continúa:

...para conseguir este feliz porvenir como para hacer desaparecer el descontento
que notamos en los nacionales de este yasto territorio, menester es que el gobier-
no adopte estas dos resoluciones, es la primera recomendar al agente en Euro-
pa tenga especial cuidado de que los emigrantes que emita sean idóneos para la
agricultura y la industria y no tan inútiles como los que llegaron en la primera
temporada; y la otra, ordenar que las hijuelas de los colonos se intercalen con las
de los nacionales, afin de que estos, estando en contacto con aquellos puedan ilus-
trarse con las nociones que reciban y desaparezcan las preocupaciones que existen
hoy con grave perjuicio del desarrollo de la gran riqueza que contienen los
feraces
terrenos de la Araucanía...

Aparece una noticia en este primer número fechada diciembre 5 de 1gB5 del Minis-
terio de Relaciones Exteriores que dice lo siguiente:

116
Con esta fecha su S.E el Presidente de la República ha decretado lo que sigue:
"Vistos las solicitudes adjuntas que presentan los yecinos del Territorio de Angol
y otras Personas interesadas de tomar parte en el remate de tierras fiscales; visto
lo informado por el Gobernador de dicho Territorio, 1, que uno de los fines que
ha tenido principalmente en vista al ordenar el remate del 15 del presente mes
ha sido el de propender la más conveniente subdivisión de la propiedad rural
de aquella región dando facilidades a los pequeños capitales para concurrir a la
subasta. 2o Que la fecha del remate de que se hace mérito coincide con la época
en que la mayoría de los agricultores necesita hacer uso de un crédito personal
para procurarse los elementos indispensables para efectuar las cosechas y que esta
circunstancia les haría difícil concurrir a la subasta, puesto que no podrían, con
la necesaria holgura verificar el pago de la tercera parte del predio al contado
que determina el artículo 2" del decreto de 1, de septiembre último. 3, Que por
otra parte no conyiene postergar la fecha del remate por cuanto en yista del de-
creto que lo fija el 15 del mes actual ha podido, según aparece en el oficio del
Gabernador de Angol, comprometer a muchas personas a efectuar arreglos que
los obligan a concurrir en esa época. Decreto: el pago de la tercera parte de las
hijuelas rematadas podrá efectuarse en las Tesorerías Fiscales de Santiago o de
Angol hasta cuatro meses después de verificada la subasta. La mora en el pago
de esta primera cuota del precio será asimismo penada por el interés del dos por
ciento mensual. Tómese razón, anótese, comuníquese y publíquese. Lo comunico
a Ud. para su conocimiento y demás fines. Dios guarde a Ud. Aníbal Zañartu, al
señor gobernador de Angol.

Es necesario señalar que entonces la colonización dependía del Ministerio de Rela-


ciones Exteriores y por 1o tanto, el Ministro Zañarttt era e1 encargado de estas mate-
rias. El procedimiento era como se ha explicado: los topógrafos establecían "terrenos
fiscales", trazaban cuadraditos en el mapa numerándolos y estos salían a remate tal
como se señala en el párrafo citado. La discusión durante todos esos años será entre
quienes querían fomentar la pequeña propiedad y entre quienes querían remates de
trozos mayores de tierras y que por 1o tanto solamente los más poderosos podrían
adquirir.
El número 3, del Diario El Colono del20 de diciembre de ese mismo año 1885,
yatrae los resultados de los remates que ha habido el día 16 del corriente, y apare-
cen las hijuelas regadas por el río Lumaco, en la cual destaca la hijuela N.1023 de
292hectáreas que se adjudicó a don Arsenio Lavín a 20 pesos la hectárea. Arsenio
Lavín, como veremos más adelante, va a rematar en esa fecha la tierra que va a co-
rresponder a un largo proceso de conflicto con el Fundo Alaska que rra a demorar
hasta el día de hoy en esta zona afamada por los conflictos actuales. La Hijuela
124 va a ser rematada por un italiano, Emilio Biffoli que va a tener un almacén de
productos en Angol. Después vienen los Figueroa, Don Florentino Figueroa, llue

LL7
va a rematar Ia hijuela número 1026 de 1g7 hectáreas,la lO27 de 526hectáreas r,
."
1028 de 455 hectáreas, con lo cual va a constituir la base del fundo de los Figuer
_
que dura hasta el día de hoy. Ese fundo como es de conocimiento público .ortin-.
siendo del que fuera ministro fuan Agustín Figueroa y el conflicto se resolvió ha:.
unos años atrás tomando preso al cacique, lonco pascual pichún. Como verem,- i
en capítulos siguientes en estos predios surgió la idea de acusaciones tales con.
"terrorismo", y un conjunto de demandas y contrademandas
que han terminai
en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Biffoli se va a adjudicar varia.
otras parcelas, don Federico Varela se adjudica la 799 de 34g hectáreas, la g00 c=
434hectáreas ytodas ellas sobre el río Traiguén. Así continúa el listado sobre la,
hijuelas rematadas tempranamente en la ciudad de Angol, sobre el río Traiguér
sobre el río Lumaco, es decir, en toda la zona donde hoy día el conflicto mapuch.
por tierras es más álgido.
El número 6, de El Colono, nos trae la lista de las hijuelas rematadas los días 15 ,,,
16 de diciembre de 1885, el número del lote, el área,la tasación y precio. Ahí
aparect
claramente los precios pagados por estas tierras y aparece el listado dé los rematantes
de tierras en ese momento. Hemos destacado las hijuelas que con los años, y en la
actualidad, van a estar en conflicto

Sociedad suiza de beneficiencia. Victoria. Aprox i900

118
Listado parcial de remates de Tierras del año 1885

Hijue].as regadas po! e]- Río lJ@aco

Hijuela núm 1013, de 567 hectáreas, se adjudicó a don José Luis RiqueLme, a $21.30 cada
hectárea.
Hijuela núm 1014, de 430 hectáreas, se adjudicó a don Dominqo Peñafiel $16.59 id.
Hijuefa núm 1015 de 434 hectáreas. se adjudicó a dominqo Peñafief a S72.50 id.
Hijuefa núm 1016 de 400 hectáreas, se adjudico a don Juan Félix Jara/ a $21l60 id.
Hijuela núm 1017 de 445 hectáreas, se adjudicó a don Roberto Anguita a $18,90 id-
Hijuela núm 1018, de 342 hectáreas. se adjudicó se adjudicó a don Roberto Anguita, a $28 ,1 A
id.
Hijuela núm 1020 de 410 hectáreas/ se adjudicó a don José Benito Ovalle a S21.20 id
Hijuefa núm 1021, de 372 hectáreas, se adjudicó a don.losé Benito ova1le a $11 id
Hijuefa núm 1039, de 384 hectáreas¿ se adjudicó a don José Cruz Tiznado a $18 id
gijue].as regadas por el río Traiguén

Hij uefa nw. 1A22, de 298 hectáreas, 6e adjudicó a don Arsenio Lavín, a $20 id
Hij uefa nw. 724, de 502 hectáreas, se adjudicó a don Emifio Biffoli a $19,40 id.
Hij uela nw. 1026, de 787 hectáreas, se adjudicó a don Fforentino Fiqueroa, a $23, B0 id.
Hi j uela nw. 102'7t de 526 hectáreas, se adjudicó a don Florentino Figueroa/ a §22, 20 id
Hi j uela num. 1028, de 455 hectáreas, §e adjudicó a don Fforentino Figueroa, a $19, 20 id
Hi j uela num. 1031 de 505 hectáreas, se adjudicó a don Dionisio Alberto Ufloa, a $3 1,40 id
Hijuefa num. 1032/ de 480 hectáreas, se adjudicó a don Daniel Quintana, a §24,2A i d.
Hijuefa num. 1034, de 224 ]nectáreas. se adjudicó a don Emilio Biffoli/ a $23 id.
Hij uela num. 799, de 348 hectáreas, se adjudicó a don Federico Varela/ a S68,20 id
Hij uela num- 800, de 434 hectáreas, se adjudicó a don Federico Varela. a $50 id
Hijuelas regadas por eI río Traig!én

Hijuela nún.1057, de 926 hectáreas/ se adjudicó a don Erancisco Domínguez a $42 id


Hijuela núm.1058 de 536 hectáreas, se adjudico a don Lauriano Arriagada, ¿ 942,30 id
Hijuela núm. 1060/ de 501 hectáreas, se adjudicó a don Pedro Corti a 46 id
Hijuela núm. 1061, de 538 hectáreas se adjudicó a don Silverio Milo a $3?,40 id.
Hijuela núm. 1065, de 526 hectáreas, se adjudicó a don Alejandro Barriga a $19,50 id.
Hijuela núm. 1066, de 451 hectáreas. se adjudicó a don Hilarion Sánchez a §38,70 id
Hijuefa núm. 1075, de 419 hectáreas. se adjudicó a don Luis Puyó/ a $52 id.
Hijuefa núm. 1073 de 310 hectáreas/ se adjudicó a don José Miguef de La Jara, a $45 id.
Hijuela núm- 1076, de 450 hectáreas¡ se adjudicó a don lfenseslao Manríquez a $55 id.
Hijuefa núm. 1077, de 201 hectáreas¡ se adjudicó a don Luis Puyó a $46 id.
Hijuela núm. 1085, de 302 hectáreas se adjudicó a don Juan G. Searfe, a $33 id.
Hijuefa núm. 086, de 520 hectáreas/ se adjudicó a don Juan c. SearLe, a $95 id.
Hijuefa núm. 1087, de 402 hectáreas¿ se adjudicó a don,luan Ramón Laqas ¿ 992 id.
Hijuefa núm. 1088, de 540 hectáreas. se adjudicó'a don Jerardo Pellisier/ a $30 id.
Hijuela núm. 1099, de 289 hectáreas¿ se adjudicó a Juan G. Searle, a S29 id.
Hijuela nún. 1092, de 890 hectáreas, se adjudicó a don Zacarías Morales a 941,10 id
Hijuela nún. 1094/ de 311 hectáreas, se adjudicó a don Domingo Echeverría a S40 id.
],a hijuela núm. 1039 que anteayer fue rematada por don Martín Cuevas, se puso en remat.e
porque Ia boleta de fianza fue desechada, y se adjudicó a don Francisco Henriquez, a §32 id.
Hijuefa núm. 1102 de 492 hectáreas. se adjudicó a don José Miguel de la Jara. a $41 id.
Hijuefa núr. 1108, de 381 hectáreas¿ se adjudicó a don José Miguel de la Jara a 44 id.
Hijuela núr. 1104 de 423 hectáreas se adjudicó a don José Miguel de la.rara a $53,30 id.
Hijuefa núm. 1105 de 603 hectáreas se adjudicó a don Dagoberto Lagos a $45 id.
Hijuela núr. 1036, de 371 hectáreas. se adjudicó a don Arsenio Lavin, a $23,10 id.
Hijuefa nún. 1038, de 2?5 hectáreas¿ se adjudicó a don Arsenio l,avin, a $21,10 id.

119
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El Colono, Angol, enero 3, 1886, Núm. 7 nos dice que el último vapor de Europa
trajo
de Thlcahuano algunas familias de colonos, en número de ochenta y nueve
personas,
para establecerse como los que han venido anteriormente, en los terrenos
de este
departamento; y agrega:

t20
No es muy satisfactorio cotnunicar a nuestros lectores que, según las noticias que
tenemos de fuente autorizada, este grupo de colonos aventaja con mucho a los ya
establecidos aquí y corresponderá sin duda a los propósitos del gobierno y las expec-
tativas que el país tiene cifradas en la colonización extranjera.

La superioridad de estos colonos sobre aquellos proviene de que los recién llegados
son todos agricultores, vienen provistos de semillas y herramientas para lalabranzay
traen consigo en su mayor parte, un pequeño capital para dar impulso a sus trabajos
desde el primer momento, dice el editorialista. Luego viene una impresión muy cu-
riosa en este momento tan temprano. A diferencia del remate anterior, en las colonias
se ubicaba a los extranjeros a "título gratuito'como se ha señalado más atrás. Es por
ello que en los remates la mayor parte son o chilenos o extranjeros migrantes que
venían de manera individual con un pequeño capital, como los españoles.
En el plano de la colonia de Quechereguas se puede ver con claridad los nombres
de suizos alemanes en su mayoría, que están instalándose allí.

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A Quechereguas llegaron familias de colonos, cuyos apellidos con los años han sido
de personas muy conocidas en Chile y por cierto con toda legitimidad se consideran
absolutamente pertenecientes a este país: el suizo Cottet, el francés Coulon, los sui-
zos Koenig, Laborde Keller, Menard que se repartieron por todo el país; el suizo, mal
señalado como francés en los listado Alberto Dufey, abuelo de quien lleva el mismo
nombre y es uno de los más importantes estudiosos y conocedores de estos procesos
y con quien hemos trabajado estos temas y viajado por el Valais en Suiza, lugar de
origen de estas migraciones. sl
La familia Luchsinger ha sido estudiada al igual que los otros colonos en com-
pletos árboles genealógicos por el profesor Venegas Aedo. Se trata de un estudio in-
creíblemente minucioso de las familias arribadas en esos años, colonia por colonia.
Llama la atención la cantidad de hijos que tuvo el matrimonio Luchsinger, pero sobre
todo, para los efectos del trabajo que estamos haciendo, el carácter "endogámico'de
los enlaces matrimoniales. Salvo tres casos de nombres y apellidos españoles, todos
los demás matrimonios fueron entre apellidos suizos alemanes o suizos franceses.

st. Dufey, Alberto, La Emigración Suiza en la Araucanía, Impresos Regional Ltda., Victoria, 2000,

L22
Esta es la muestra más decisiva de la escisión social que se estableció en el sur de Chi-
Ie, a Io menos en estas áreas de colonización extranjera. Ha sido el comportamiento
típico de este tipo de migraciones que se establecieron en colonias, muchas veces lin-
güísticamente cerradas. En Traiguén creo que hasta ahora existe la Alianza Francesa.
El origen de los predios está en los remates. Posteriormente se van agrandando
los campos hasta hacerse fundos. En el caso de la familia Luchsinger, hay compras a
vecinos, por ejemplo Betancourt que aparecen en el plano, u otros como Shultz, que
también allí han rematado tierras y después se han ido. Se formó con los años un
predio que se le denominó con el nombre de la Señora Margarita Ruff Studer y que
es el controvertido predio Fundo Santa Margarita. Ese estero dibujado en el croquis
"Lipilicanl ha sido el hito controvertido en todos estos años. El Fundo finalmente
quedó rodeado por comunidades y todas ellas señalan demandas de límites.

Sebastián LUCHSINGER BrÉi¡n, IB4t-1914, y su Señora Bárbara MARTI Diurt 184O-1895

1.- Melchor Luchsinger Mar:ti (1866-1916) casó en 1892 con Meinrada


Domeisen Zehnder (1867-) 2.- Adam Luchsinger Marti (1868-1936) casó
en 1893 con Margarita Ruff Studer (1871-1935) 2.1.- Conrado Luch-
singer Ruff (L891-1912) casó en1935 con SofÍa Elena VifIíger Kfein
(1907- 1938) 2.L.I.- Bruno Conrado Luchsinger VíLliger (1937-) casó
con Ximena 'Íáñez 2.1,.2.- Jorge Pabfo Luchsinger VilIiger (1938-) casó
con Anneliesse Koenekamp Naegel ¡2AA6) 2.I.3.- Erwin Luchsinger Vi-
lliger 2.L.4. - Edith Luchsinger Villiger 2-2.- Enrique Luchsinger Ruff
(1895-1965) casó con Rosa Schifferli (1902-1966) Sepultados en Temuco
2.2.L.- Roberto Affeld Aeschlímann casó con Norma Luchsinger Schiffer-
LL 2.2.2.- Enrique Luchslnger: Schifferlí 2.2.3.- Rodoffo Luchslnger
Schifferfi 2.2.4.- Eduardo Luchsinger Schifferli casó con OIga León
2.3.- Melchor Luchsinger Ruff (1896 -1982) casó con Else Lemp Solberqer
(-1986) 2.4.- Carlas Luchsinger Ruff (1899-1967) 2.5.- Domingo Moya
casó con María Margarita Luchsinger Ruff (1906-) 2.6.- JuIio Espinoza
Morales casó con Ana Luisa Luchsinger Ruff (1901-) 2.1.- Hugo Schuck
casó con Berta Luchsinger Ruff (1915-2005) 2.8.- Elisa Luchsinger Ruff
(1913-) 2.9.- Enrique Luchsinger Kimgle casó con Marta Magdalena Lu-
chsinger Ruff 3.- Juan Schifferli Vfegner (L862-) casó con Magdalena
Luchsinger Marti (1864-) Ver "Schíffer\i" 4.- Ernesto Reinhardt Huck
(1859-) casó en 1BB9 con Régula Luchsinger Marti (1867-1942) Ver "Ruff"
6.- Sebastián Segundo Luchsinger Marti (1875-1954) casó en 1901 con
María Pauchard Verdoin (1878-1943) 6.1.- Melchor Luchsinger Pauchard
(7942-191 9) casó con .........Rathgeb. 6.2.- ............8ustos casó con Paulina Lu-
chsinger Pauchard (1972-7999) 6.3.- Sebastián Segundo Luchsinqer Pau-
chard casó con Ana Maria Rathgeb Trichet 6.4.- Carlos Stappung Weidmann
(1898-1978) casó con Ana Luchsinger Pauchard (1909-1981) Ver "Stappung"
7.- Heinrich Luchsinger Marti (1876-1940) casó en 1905 con Erida Künzle
7.1.- Enrique Luchsinger Künzle casó con Marta Magdalena Luchsinger
Ruff (1909-) B.- Santiago Luchsinger Marti (1878-) casó en 1B9B con
Marta Finschi Wunderli (1878-) 8.1.- Ernesto Luchsinger Elnschi (192L-
1912) casó con Irene Gonzáfez S. (1938-1982) 8.2.- Juan Luchsinger.
Einschí 9.- Juan Enderli Wegmann (1866-1938) casó en 1896 con Bárbara
Luchsinger Marti (1871-1930)

Las colonias no fueron siempre bien vistas por los chilenos e incluso por los periodis-
tas del mismo diario El Colono de Angol. Quizá ese fue el motivo por el cual muchos

t23
las dejaron para irse a otros lugares. El profesor Venegas ha seguido a las familias que
se quedaron y a las que se fueron; algunos se
volvieron a sus países de origen desani_
mados y otros se repartieron por Chile.
De esta manera se produjo una disminución de más de 20 familias venidas en el
segundo grupo de 1883. Echegoyen, señala además que: 'Algunos colonos han ven-
dido sus tierras sin haber cumplido ninguno o solo alguna de las condiciones de sus
contratos. Los compradores han agregado el terreno a sus fundos i los vendedores o
se han ausentado sin que se conozca su residencia o han establecido una industria
en los pueblos o trabajan aquí o allí" (18) y agrega "Conozco varias hijuelas que
nunca fueron trabajadas por el colono, sino que por un particular que ha concluido
por quedarse con ellas" Con respecto a las estadísticas dice que "de las 324 familias
visitadas con el detenimiento suficiente para formar la estadística i poder informar
si han cumplido o no las condiciones de sus contratos, 58 no viven en la hijuela;l9Ia
tienen arrendadas,20 las han vendido,36 tienen mediero;7 las han abandonado. De
manera que, por uno u otro motivo, hai 140 familias, delas 324, que no trabajan en
sus hijuelasJ'
No vamos a cansar al lector con los miles de datos que traen los informes de
los encargados de la colonización y que tenemos a nuestra vista. Hay observaciones
muy graciosas sobre la ineptitud de algunos colonos que no sabían efectivamente
clavar un clavo. Pero lo que importa es otra cosa: muchos de quienes les fue bien
en la agricultura y que permanecieron en las colonias, se fueron quedando con las
propiedades de quienes se iban y de esa manera se fueron formando fundos y a veces
propiedades de muchas hectáreas. Este estudio es difícil de seguir, pero no cabe duda
que allí reside en buena medida el origen del latifundio en la zona;por cierto que este
ímpetu expansivo abarcó también la usurpación de tierras mapuche, fuera de las de
la colonia, lo cual es necesario analizar y demostrar.
El diario El Colono es muy crítico con el tipo de inmigrante que llegaba de Europa:

A ninguno que haya visitado las colonias establecidas les ha dejado su visita una
impresión favorable

Y la crítica no se deja esperar. Se señala comúnmente en esos días que los colonos
no saben nada de agricultura. Erráztriz toma nota que los únicos que saben de las
faenas agrícolas son los franceses que vienen de La Gironda y que comenzaron a ver
las posibilidades de plantar vides y confeccionar vinos. Las dificultades climáticas
llevaron a que muchos de ellos se fueran ala zona central de Chile contratados por
las grandes viñas. Los ingleses y franceses al parecer fueron quienes más temprano
abandonaron el campo. Critican en esos días en el Diario los fundamentos mismos
de la colonización extranjera:

124
Con excepciones limitadas para el número de colonos que han venido, en ninguno
de los centros o grupos radicados se ha podido notar la influencia que ejerce siempre
en un país nuevo la presencia o acción de una civilización más aventajada.

Es posible que, tomando en cuenta los desembolsos que este servicio impo-
ne a la nación, y la idea exagerada que acaso tenemos de la superioridad de los
europeos, sin fijarnos tampoco en que no es obra de corto tiempo para recoger los
frutos de esta clase de planteles, es posible que, aumentándonos las proporciones de
aquellas circunstancias seamos demasiado exigentes y encontremos que todo no se
ha cumplido a medida de nuestros deseos.
Pero la verdad, es que en yez de encontrar en los campos colonizados grupos
de familias laboriosas, con hábitos de vida y sistemas de trabajo superiores a nues-
tra clase agricultora, satisfechas de su situación y en vías de crecientebienestar, sólo
hemos visto gente atrasada, de costumbres iguales o peores que las nuestras, descon-
tentadiza y quejosa de todo, perdidos o agotados hasta los elementos de trabajo y de
prosperidad que el país ha puesto en sus manos.
Muchos de ellos han abandonado sus concesiones y se han retirado de las co-
lonias en términos que puede asegurarse que el número de los que tal han hecho no
bajará de la cuarta o quinta parte de los venidos.

Finalmente dice:

Felizmente, como decíamos al principio, pasadas las primeras dificultades y reci-


bidas las indispensables lecciones de la experiencia se ha enmendado el rumbo y
sabemos que en adelante no se contratará ninguna familia que no cuente siquiera
con un capital propio de dos mil francos lo que significa una garantía de que esa
gente no será de aquellos proletarios de las grandes ciudades europeas entre los
cuales se recluta fácilmente colonos para el extranjero. Celebramos tan oportuna
medida. Con ello se salvará y asegurará el éxito de una importante empresa nacio-
nal que principiaba ya justamente a desacreditarse". (El Colono, Angol, enero 3,
1886, Núm. 7)

Lacolonización de Cautín y Malleco, a diferencia de la de Valdivia fue un fracaso. La


mayor parte de los llegados dejó las tierras y no se logró el deseo explícito de cons-
truir un enclave europeo en esa Región, como es evidente que ocurrió cincuenta años
más al sur en Valdivia y sobre todo en Llanquihue, cuestión que cualquier turista
reconoce. Angol, Traiguén, Victoria, Lautaro, no son pueblos europeos y más bien,
ni siquiera tienen el encanto de los pueblos de la zona central de Chile. Como dice o
decía nuestro guía Isidoro, son agrupaciones de tablas que parecieran improvisadas
y con muchas ganas de irse.

t25
BrNcoe,JosÉ
MAPUCHE, COLONOS Y EL ESTADO NACIONAL/José Bengoa
Santiago de Chile: CataTonía,2074
304 p.17 x24 cm

ISBN 978-956 -324-s38-s


HISTORIADE CHILE
983

Diseño de portada: Guarulo &A-loms


FotograÍia de portada: iibro de Celia Le¡on Vidal (nota explicativa en pág.4)
Edición de texto: Ramón de la Puente
Composición: Salgó Ltda.
Impresión: Saiesianos Impresores S.A.
Dirección editorial: Arturo Infante Reñasco

Este libro tuvo tres ediciones por Editorial Planeta Chilena S.A., bajo el título Historia de un conficto.

Primera edición Catalonia, corregida, aumentada y actualizada: octubre de 2074


Segunda edición: mayo de 2018
ISBN 978-956 -324-338-3

Todos los derechos ¡eservados.


Esta publicación no puede ser reproducida,
en todo o en parte, ni registrada o transmitida
por sistema alguno de recuperación de información,
en ninguna forma o medio, sea mecánico,
fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro,
sin permiso previo, por escrito,
de la editorial.

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O José Bengoa,2014
O Catalonia Ltda.,2014
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