GUÍA DEL BARRENDERO

¡Pasa a la acción!

Nº 1

Control sensorial

Toda labor introspectiva tiene un comienzo, y si nuestra intención es trabajar “hacia adentro”
es importante minimizar las distracciones y los estímulos externos.

Tenemos cinco grandes ventanas hacia el exterior que deben ser bloqueadas en los momen-
tos de práctica: el tacto, la vista, el gusto, el olfato y el oído. Pero, ¿cómo lograrlo?

Tacto: usa ropa cómoda y holgada, y aflójate el cinturón. Trata de practicar descalzo y con-
trola la temperatura ambiental.

Vista: cierra los ojos.Y si hay luminosidad en el ambiente, apaga la luz e incluso puedes llegar
a usar una venda.

Gusto: cierra la boca y descansa la lengua. Si en el interior de la boca perdura algún sabor
incómodo, puedes lavarte a fondo los dientes y también tomar agua con un poco de limón.

Olfato: usa varillas aromáticas, preferentemente siempre del mismo aroma (en la Escuela
solemos usar “rosa musgosa”). Cerciórate de que el lugar de práctica esté libre de olores que
puedan ser una distracción.

Oído: usa música armoniosa y que no te distraiga. Si la música no logra bloquear un exterior
ruidoso, usa además tapones para los oídos.

El lugar de práctica
Más adelante daremos indicaciones para acondicionar un Santuario o “Sanctum” personal que
sea idóneo para la práctica.

Por el momento, debemos buscar simplemente un lugar tranquilo preferentemente en nues-

tro hogar.

Si esto no fuera posible por problemas locativos o familiares, podemos acudir a una iglesia
cercana, que nos brindará un marco adecuado para el silencio y el recogimiento interior.
 Postura del Faraón

En nuestra Escuela, usamos siete posturas corporales básicas mediante las cuales podemos
realizar los ejercicios introspectivos de la mejor manera.

La menos exigente de estas posturas recibe el nombre de “egipcia” o “del faraón” dadas las
múltiples representaciones de la misma en el arte del antiguo Egipto.

La postura egipcia es ideal para el trabajo en las reuniones de grupos, ya que no necesita una
preparación especial. Para practicarla, necesitamos sillas que permitan que la columna
se apoye lo más recta posible.

Los pies deben estar bien apoyados en el piso y las manos colocadas hacia abajo sobre el re-
gazo, aunque también se pueden usar diversas posiciones de la mano o mudras.

La armonización
La armonización es un ejercicio extremadamente sencillo y, al mismo tiempo, muy útil. Para
realizarlo debes cerrar los ojos y contar tus respiraciones, del uno al siete, sin que exista otro
pensamiento o preocupación que esas siete respiraciones.

El ejercicio es tan simple que puede ser practicado

en cualquier momento. Cuando estés alterado, antes
de realizar una práctica o cuando te colocas frente al
espejo a primera hora de la mañana.

Para contar las respiraciones usaremos nuestro ro-

sario de “carne y hueso”, es decir los nudillos y las
hendiduras de nuestra mano, que suman siete y que
sirven para llevar el conteo con el auxilio del dedo
pulgar de la otra mano.

A través de la armonización estamos informando a nuestro subconsciente que vamos a hacer

una pausa en nuestra cotidianidad para dedicarnos de lleno al trabajo interior.

Planificación del barrido semanal

1) Busca un espacio para realizar la práctica. Si puede ser en tu casa, mejor. Analiza de qué
manera puedes mejorarlo o adaptarlo a tus necesidades.

2) Todos los días, luego de despertarte, mírate en el espejo, cierra los ojos y practica la armo-
nización.