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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Centro de Estudios de Postgrado en Derecho
Doctorado en Ciencias, Mención Derecho

Seminario intensivo
“CONTRATACIÓN INTERNACIONAL”
Profesor: Dr. Sixto A. Sánchez Lorenzo
Universidad de Granada

LA DETERMINACIÓN DEL DERECHO APLICABLE AL CONTRATO


INTERNACIONAL EN DEFECTO DE ELECCIÓN VOLUNTARIA

Expositor: Víctor Gregorio Garrido Ramos

Caracas, agosto de 2008


SUMARIO
1. Introducción. 2. Fuentes normativas venezolanas: 2.1 Fuentes de DIP convencional
(los artículos 185 – 186 CB y artículo 9 CIDACI). 3. Fuente de DIP autónomo vene-
zolano: el artículo 30 LDIPV. 4. Conclusiones.

1. Introducción
En materia de contratación internacional, tanto la autonomía conflictual o autonomía
de las partes como el principio de proximidad son dos criterios fundamentales para la
determinación del Derecho aplicable al contrato o a las obligaciones que de él se derivan.
El primero constituye el principio rector el derecho contractual. La aplicación subsidiaria
del segundo persigue encontrar el “derecho propio” (the proper law) del contrato en
aquellos casos en los que la elección 1 del Derecho aplicable sea defectuosa. Es decir, en
términos de las correspondientes normas de conflicto aplicables: no es expresa 2 o no
resulta de manera cierta de los términos del contrato o de las circunstancias del caso
(Convenio de Roma de 1980) 2a o, si las partes no hubieran elegido el derecho aplicable , 3
o si su elección resultara ineficaz 4 (Convención Interamericana de 1994) o, a falta de
indicación válida (Ley de DIP venezolana). Es decir, en defecto de elección voluntaria
del Derecho aplicable al contrato o a la obligaciones que de él se derivan. No obstante,
algunos tratados y ordenamientos jurídicos recurren a conexiones rígidas,5 pero la mayoría
de las legislaciones consagran la solución flexible que ofrece el principio de proximidad a
tal efecto.6

Las causas de ausencia de elección voluntaria – expresa o tácita – del Derecho


aplicable al contrato internacional son diversas: desde la prevalencia absoluta de una de
las partes en el contrato (los contratos de adhesión o los contratos – tipo) hasta
_________________
1
El término “elección” (choice”) debe distinguirse de la mera “incorporación” que implica el ejercicio de la libertad contractual de
las partes para incorporar validamente en su contrato prácticas negociales, usos comerciales comerciales, etc. (Ulrich Drobing: “The
Unidroit principles in the conflicts of law”. Uniform Law Review, Vol. III, 1998. Rome. Unidroit. 2000, pp. 385 y ss.; especialmente
pp. 386 y 387).
2
La praxis universal ha adoptado los pacta de lege utenda o cláusulas de elección del derecho aplicable con el fin de conservar las
legítimas expectativas de las partes, con miras a la previsibilidad del resultado de cualquier controversia relacionada con el contrato
(Vid. Eugenio Hernández-Bretón: “Contratación Internacional y Autonomía de las Partes: anotaciones comparativas”. Revista de la
Fundación Procuraduría General de la República, No. 12. Caracas. 1995, pp. 50 – 52).
2a
El reglamento Roma I sustituirá al Convenio de 1980 sobre la ley aplicable a las obligaciones convencionales en los Estados
miembros. En la medida en que este Reglamento sustituye a las disposiciones del Convenio de Roma de 1980, se entenderá que
toda remisión a dicho Convenio se refiere a este Reglamento (artículo 24 del Reglamento Roma I).
3
En principio, el silencio no es considerado como una declaración de voluntad. No hay manifestación tácita o indirecta de la voluntad
mediante el silencio. El silencio se considera un hecho negativo “puro” cuando ex lege se le otorga efectos jurídicos (Rubén H.
Compagnucci de Caso: El negocio jurídico. Buenos Aires. ASTREA. 1992; pp. 154 y ss).
4
Según F. Messineo, “el elemento fundamental del negocio jurídico es la declaración de voluntad”. La declaración (lo manifestado) y
la voluntad (lo deseado) deben resultar coincidentes y formar una unidad para tener efectos vinculantes. Del supuesto de
incoincidencia entre la declaración y la voluntad puede derivar la ineficacia del negocio. Por ejemplo, presencia de vicios de la
voluntad (R. H. Compagnucci de Caso: El negocio jurídico ..., op. cit., pp. 110 y ss.).
5
Por ejemplo, el artículo 185 del Código Bustamante: “... en los contratos se presume aceptada, a falta de voluntad expresa o tácita, la
ley del que los ofrece o prepara”. En el Derecho comparado, la ley polaca (1965); la ley austríaca (1978); la ley húngara (1979).
6
Tatiana B. de Maeckelt: “La flexibilización del contrato internacional en la Convención Interamericana sobre Derecho aplicable a los
contratos internacionales”. Libro-Homenaje a Gonzalo Parra-Aranguren. Caracas. Tribunal Supremo de Justicia. 2001, pp. 359 –
380, especialmente p. 367.
7
Carlos Esplugues Mota: Régimen Jurídico de la Contratación en el Derecho del comercio internacional. Caracas. Material de apoyo
del Seminario sobre Derecho Comercial Internacional, dictado en el Centro de Estudios de Post-grado de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela. Enero de 2000, p. 82.

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aquellos en los que una de las partes sea un Estado; sin dejar de lado aquellas situaciones
en las que se evita conscientemente la elección en vista del arbitraje como medio de
resolución de cualquier controversia.7

En esta exposición vamos a limitar el análisis del tema de la ley aplicable en defecto
de elección al caso venezolano. Es decir, cómo concibe el operador jurídico venezolano
el problema del Derecho aplicable en defecto de elección a los contratos internacionales
(o a las obligaciones convencionales), en base a las fuentes normativas formales de DIP
venezolanas.
2. Fuentes normativas venezolanas
En Venezuela, el artículo 1º de la Ley de Derecho Internacional Privado (en adelante:
LDIPV) consagra, en concordancia con el artículo 1º de la Convención Interamericana
sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado (en adelante CINGDIP), el
orden de prelación de las fuentes normativas en materia de DIP. 8 En observancia a estas
disposiciones haremos referencia a la pluralidad de fuentes de producción normativa, en
la materia que nos ocupa, proveniente de diversos ámbitos: las normas generadas en
virtud de acuerdos entre Estados (DIP convencional); las normas generadas en el ámbito
del Estado venezolano para reglamentar las situaciones privadas internacionales (DIP
autónomo venezolano) y las normas creadas en el ámbito de la denominada sociedad
internacional de comerciantes ( lex mercatoria). Igualmente, indicaremos aquella
normativa que pueda enmarcarse dentro de los principios de DIP generalmente aceptados.

2.1 Fuentes de DIP convencional


Las soluciones que aportan las normas convencionales vigentes en Venezuela al
problema del Derecho aplicable a los contratos internacionales en ausencia de elección
voluntaria, las encontramos en los artículos 185 y 186 del Código Bustamante (en
adelante: CB) y el artículo 9 de la Convención Interamericana sobre Derecho Aplicable a
los Contratos Internacionales (en adelante: CIDACI).

2.1.1 Los artículos 185 y 186 CB


En la doctrina venezolana se afirma la posibilidad de la autonomía de la voluntad en el
Código Bustamante.9 En el Derecho contractual, según el artículo 166 CB, es decisiva la
voluntad de las partes.10 Subsidiariamente, se aplican las conexiones rígidas contenidas
_________________
7
Carlos Esplugues Mota: Régimen Jurídico de la Contratación en el Derecho del comercio internacional. Caracas. Material de apoyo
del Seminario sobre Derecho Comercial Internacional, dictado en el Centro de Estudios de Post-grado de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela. Enero de 2000, p. 82.
8
Artículo 1º LDIPV: “Los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos jurídicos extranjerosse regularán, por las normas
de Derecho Internacional Público sobre la materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en
Venezuela; en su defecto, se aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado venezolano; a falta de ellas, se utilizará la
analogía y, finalmente, se regirán por los principios de Derecho Internacional Privado generalmente aceptados”.
Artículo 1º CINGDIP: “La determinación de la norma jurídica aplicable para regir situaciones vinculadas con derecho extranjero, se
sujetará a lo establecido en esta Convención y demás convenciones internacionales suscritas o que se suscriban en el futuro en forma
bilateral o multilateral por los Estados Partes. En defecto de norma internacional, los Estados Partes aplicarán las reglas de conflicto
de su derecho interno”.
9
Juergen Samtleben: “La aplicación del Código Bustamante en Venezuela”. Libro-Homenaje a la memoria de Joaquín Sánchez-
Covisa. Caracas. Facultad de Derecho, Universidad Central de Venezuela. 1975, pp. 319 – 356, especialmente pp. 336 y 337.
10
Artículo 166 CB: “Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes y deben cumplirse al
tenor de los mismos, salvo las limitaciones establecidas en este Código”. Esta disposición se remite al artículo 1134 del Code civil
francés, el cual fue considerado también en Francia como base para la autonomía de las partes (Juergen Samtleben: “La aplicación
del Código Bustamante en Venezuela”, ..., op. cit., pp. 337, nota 86).
-3-
en los artículos 185 y 186 CB.11 El artículo 185 CB dispone presuntivamente juris et de
jure que la ley aplicable a los contratos de adhesión, en ausencia de voluntad expresa o
tácita, es la ley del que los ofrece o prepara. Los contratos de adhesión se enmarcan dentro
de una forma negocial susceptible de múltiples modalidades o variantes cuya nota común
es la de no producir sus efectos obligacionales como consecuencia de un libre acuerdo
de voluntades de igual valor, productor de efectos jurídicos. Por una parte, está la
declaración de voluntad de la empresa que redacta el esquema, las condiciones generales,
los formularios, la póliza o el contrato-tipo y, por la otra, el particular (comerciante o no)
que se adhiere aceptándola.12 Por otra parte, en el artículo 186 CB se recurre subsidia-
riamente “para los demás contratos” a falta de voluntad expresa o tácita, a la aplicación de
la ley personal común de los contratantes y, en su defecto, a la ley del lugar de la
celebración del contrato.

2.1.2 El artículo 9 CIDACI


Es innegable que el artículo 9 CIDACI tiene su inspiración en el artículo 4.1 del
Convenio de Roma de 1980 sobre la Ley Aplicable a las Obligaciones contractuales (en
adelante: CR80), al adoptar el principio de proximidad o de los vínculos más estrechos
como criterio para determinar el Derecho aplicable a los contratos internacionales en
defecto de elección voluntaria. Sin embargo, fundamentan el defecto de elección sobre
causas diferentes. Por una parte, a tenor del artículo 4.1 CR80, el defecto de elección con-
siste en la ausencia de una manifestación de la voluntad expresa (directamente, mediante
una declaración) o una manifestación tácita (indirectamente, mediante una “actuación de
la voluntad”), al ordenar el artículo 3 CR80 que la elección voluntaria del Derecho
aplicable “deberá ser expresa o resultar de manera cierta de los términos del contrato o de
las circunstancias del caso”. Por su parte, En el primer parágrafo del artículo 9 CIDACI
se establecen dos causas que fundamentan el defecto de elección. La primera, las partes no
eligieron el Derecho aplicable. Es decir, no existe manifestación de voluntad expresa
(directa) o tácita (indirecta) mediante el silencio. En este supuesto la norma le otorga al
silencio el efecto jurídico de un hecho negativo puro: defecto de elección voluntaria. La
segunda causa es la ineficacia de la elección. Es decir, existe una declaración de voluntad
por las partes en el contrato, pero la voluntad está viciada. Es decir, existe discordancia
entre lo querido y lo manifestado.

_________________
11
Artículo 185 CB: “Fuera de las reglas ya establecidas y de las que en lo adelante se consigne para casos especiales, en los contratos de
adhesión se presume aceptada, a falta de voluntad expresa o tácita, la ley del que los ofrece o prepara”.
Artículo 186 CB: “En los demás contratos y para el caso previsto en el artículo anterior, se aplicará en prime término la ley personal
común a los contratantes y en su defecto la del lugar de la celebración”.
12
Si nos remontáramos al año 1928, fecha de producción del Código Bustamante, podríamos entender que el contrato de adhesión,
como creación espontánea de la vida económica, se desfigura de la categoría tradicional del contrato que, en palabras del maestro
español Don Clemente de Diego en sus Instituciones, es la “expresión de la voluntad humana coincidente de dos o más personas en
la producción de una obligación”. No obstante, es consustancial con los contratos de adhesión un cierto vicio de consentimiento que,
sin embargo, no los invalida (Cfr. Juan Osorio Morales: “Crisis en la Dogmática del Contrato”. Anuario de Derecho Civil, tomo 5,
fascículo 4. Madrid. Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. 1952, pp. 1175 – 1186, especialmente p. 1181). Cabe mencionar que,
en Venezuela, aunque impera generalmente el precepto de autonomía contractual para estipular condiciones generales de
contratación basado en el artículo 1159 del Código Civil, no existe una normativa similar a la contenida, por ejemplo, en los
artículos 1341 y 1342 del Código Civil italiano de 1942 (Cfr. José Melich-Orsini: “Las condiciones generales de contratación y las
cláusulas abusivas”. Las condiciones generales de la contratación y las cláusulas abusivas. Madrid. Civitas. 1996, pp. 169 – 181).

-4-

Como consecuencia del silencio o de la voluntad viciada en la elección, en su primer


parágrafo la norma que se comenta recepta la conexión de los vínculos más estrechos
(principio de proximidad) para la determinación del Derecho estatal (the proper law) que
regirá el contrato. De esta manera se adopta por vez primera en el ámbito latinoamericano
el sistema de conexión flexible. El criterio de mayor proximidad o de los vínculos más
estrechos se erige en principio general para regir los contratos internacionales.13

A diferencia del Convenio de Roma, no aparece en la CIDACI la prestación


característica ni como criterio para la determinación el Derecho aplicable al contrato ni
como presunción subsidiaria de conexión más estrecha. El segundo aparte del artículo 9
CIDACI comienza por indicar que el tribunal tomará en cuenta todos los elementos
objetivos y subjetivos que se desprendan del contrato para determinar el Derecho estatal
con el cual tenga los vínculos más estrechos. De esta manera se institucionaliza la libertad
el Juez, otorgándole un margen de discrecionalidad casi completo para que interpretara,
para cada caso concreto, la conexión subsidiaria. Aunque mucho se ha escrito sobre la
referencia a los “elementos objetivos y subjetivos que se desprendan del contrato”, 14 sólo
cabría preguntarse si, a la luz del artículo 1 CIDACI, los elementos objetivos tienen
predominio sobre los subjetivos en base a la definición de contrato internacional que allí
se consagra.15 Sin embargo, los elementos subjetivos son muy importantes porque
funcionan como factores que pueden inclinar la balanza hacia un ordenamiento jurídico
por encima de otros, en aquellos casos en los cuales los elementos objetivos del contrato
están distribuidos equivalentemente entre los distintos ordenamientos jurídicos
relevantes.16 Finalmente, creemos que nada obsta, dada la institucionalización de la
libertad otorgada al Juez, que él pueda recurrir al sistema de presunciones contenido en el
Convenio de Roma, para formar su propia convicción respecto de la mayor proximidad
entre el contrato y el Derecho aplicable.

El segundo aparte del artículo 9 CIDACI ordena al tribunal también tomar en cuenta
los principios generales del derecho comercial internacional aceptados por organismos
internacionales, para determinar el Derecho del Estado con el cual el contrato mercantil
tiene los vínculos más estrechos. Tales principios son normas materiales uniformes de
Derecho mercantil, cuya función es dar una respuesta directa e inmediata a la situación
planteada.17 Así, en esta norma coexisten el método tradicional conflictual o indirecto
_________________
13
María Blanca Noodt Taquela: “Convención Interamericana sobre Derecho aplicable a los contratos internacionales”. El Derecho
internacional privado interamericano en el umbral del siglo XXI. Sextas Jornadas de Profesores de Derecho Internacional Privado
(Segovia, 1 y 2 de diciembre de 1995). Madrid. Universidad Complutense de Madrid. Eurolex. 1997, pp. 91-134, especialmente
p. 100.
14
Por todos, Rubén S. Santos Belandro: El Derecho aplicable a los Contratos Internacionales, con especial referencia al Contrato
de Transferencia de Tecnología. Montevideo. Facultad de Derecho de la Universidad de la República, Fundación de Cultura
Universitaria. 1996, pp. 87 y ss.
15
Artículo 1 CIDACI: “... Se entenderá que un contrato es internacional si las partes del mismo tienen su residencia habitual o su
establecimiento en Estados Partes diferentes, o si el contrato tiene contactos objetivos con más de un Estado parte. ...” (negrillas
nuestras).
16
José Alfredo Giral Pimentel: “La teoría de las vinculaciones. El régimen de ley aplicable al contrato en ausencia de la autonomía
de la voluntad”. Libro-Homenaje a Gonzalo Parra-Aranguren, vol II. Tribunal Supremo de Justicia. Caracas, pp. 287 – 295,
especialmente 292 y 293.
17
Eugenio Hernández-Bretón: Propuetsa de actualización de los sistemas latinoamericanos de contratación internacional. El
Dial.com – 1º diario jurídico argentino en Internet. File: //A: El Dial%20EHBreton.htm; p. 7 de 24.

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y el método sustantivista o directo, a efecto de obtener la armonía internacional en la


solución de situaciones privadas internacionales. De esta disposición se derivan
importantes consecuencias si se considera además que la lex mercatoria es fuente
normativa ex lege, aplicable a los contratos comerciales internacionales, en virtud el
artículo 10 CIDACI.17a En primer lugar, se tiende hacia la inaplicabilidad de los artículos 2
y 17 CIDACI 18 para excluir la autonomía conflictual mercatoria.19 En segundo lugar, el
segundo aparte del artículo 9 CIDACI demuestra el avance de la autonomía conflictual
mercatoria en la codificación internacional e interna;20 ejemplo de esto último: la LDIPV.

En opinión del profesor F. K. Juenger, la solución contenida en el segundo parágrafo


del artículo 9 CIDACI tiene el mérito de combinar los mecanismos tradicionales del
proper law con una aproximación a las normas materiales, permitiendo a los jueces y
árbitros dejar de lado la tediosa investigación de las normas de conflicto y en cambio
utilizar las normas contenidas en los Principios de Unidroit.21

Finalmente, en virtud del último aparte del artículo 9 CIDACI, el Juez podrá,
excepcionalmente, aplicar más de un Derecho al contrato. Se trata de la admisión del
fraccionamiento o “depeÇage judicial”. Dichos derechos será aplicados armónicamente,
procurando realizar las finalidades perseguidas por cada uno de dichos ordenamientos
jurídicos. Esta solución responde a la idea que inspira la institución del DIP conocida
como adaptación, regulada en la norma contenida en el artículo 9 de la Convención
Interamericana sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado (CIDIP II,
Montevideo 1979), vinculante para Venezuela. También en la norma contenida en el
artículo 7 LDIPV.22

3. Fuente de DIP autónomo venezolano: el artículo 30 LDIPV


La norma contenida en el artículo 30 LDIPV regula la determinación del Derecho
aplicable a las obligaciones convencionales en defecto de elección voluntaria, “a falta de
indicación válida”. Esta norma tiene su precedente en el Proyecto de Ley de Normas de
Derecho Internacional Privado (1963 – 65), en “una notable, simple y razonable
disposición, que es la norma subsidiaria del artículo 30: A falta de indicación válida (del
derecho aplicable por la parte contratante), las obligaciones convencionales se rigen por
_________________
17a
En el artículo 10 CIDACI se mencionan las normas materiales uniformes contenidas en tratados internacionales existentes en la
materia contractual de que se trate. También se recepta la lex mercatoria, al referirse a los usos y prácticas del comercio
internacional (M. B. Noodt Taquela: “Convención Interamericana ...”, op. cit., p. 109.
18
El artículo 2 CIDACI señala que el Derecho designado por esta Convención se aplicará aun cuando tal derecho sea el de un Estado
no parte. Con ello sólo se pretendió afirmar el carácter universal de la CIDACI y no excluir la posibilidad de elegir un Derecho
anacional. Por su parte, el atículo 17 CIDACI dispone que para los efectos de esta Convención se entenderá por “Derecho” el
vigente en un Estado, con exclusión de sus normas de conflicto (E. Hernández-Bretón: Propuetsa de actualización de los
sistemas latinoamericanos ..., op. cit., p. 6 de 24)
19
Se entiende por autonomía conflictual mercatoria la posibilidad de designar como lex contractus un régimen como el de los
Principios de Unidroit o los PECL (José Carlos Fernández Rozas: Ius mercatorum. Autoregulación y unificación del Derecho de
los negocios transnacionales. Madrid. Consejo General del Notariado. 2003, p. 94).
20
J. C. Fernández Rozas: Ius mercatorum ..., op. cit., p. 95.
21
M. B. Noodt Taquela: “Convención Interamericana ...”, op. cit., pp. 103 y 104.
22
Artículo 7 LDIPV: “Los diversos Derechos que puedan ser competentes para regular los diferentes aspectos de una misma relación
jurídica, serán aplicados armónicamente, procurando realizar las finalidades perseguidas por cada uno de dichos Derechos. Las
posibles dificultades causadas por su aplicación simultánea se resolverán teniendo en cuenta las exigencias impuestas por la
equidad en el caso concreto”.
-6-

la ley con la cual están más directamente vinculadas, en razón de sus características
subjetivas y objetivas”.23 En palabras del profesor Werner Goldschmidt, “el Proyecto
acude a la llamada proper law of the contract ”.24 Pero hay un antecedente más lejano en
el tiempo: el Proyecto de Ley de Aplicación del Derecho Internacional Privado
(Proyecto Arcaya de 1912), en virtud del cual “La ley venezolana se aplicará en la
República a los contratos celebrados en el extranjero pero que deben ejecutarse en
Venezuela, ...” (artículo 68). “Sin embargo, las partes pueden estipular que la convención
se rija por el derecho de un país determinado, que entonces aplicarán los Tribunales
venezolanos, .... La voluntad de los contratantes a este respecto puede deducirse de su
nacionalidad, del contexto de las cláusulas convenidas y de las circunstancias del caso”
(artículo 69).

Comparando el contenido del artículo 30 LDIPV con las correspondientes normas de


los proyectos antes mencionados, se puede apreciar una notable evolución que es recogida
en la Exposición de Motivos de la LDIPV. 25 Por ser ampliamente conocida la influencia
de la CIDACI en la versión actual de la LDIPV en materia de obligaciones convencional-
les, sólo nos limitaremos aquí a expresar algunas observaciones adicionales a los
comentarios recogidos en el epígrafe 2.1.2 supra.

En primer lugar, para condicionar el “defecto de elección”, el artículo 30 LDIPV


(“A falta de indicación válida ...”) lo fundamenta sobre la invalidez de la manifestación de
voluntades,26 a diferencia de las dos precisas condiciones establecidas en el primer aparte
del artículo 9 CIDACI (“Si las partes no hubieran elegido el derecho aplicable, o si su
elección resultara ineficaz ...), basadas en el efecto del silencio respecto de la
manifestación de la voluntad y, alternativamente, a la ineficacia de la elección. Es decir, a
la falta de aquellos resultados que debieron producirse o esperarse por la celebración del
pacto.27

En segundo lugar, el artículo 30 LDIPV se abstiene de acoger la remisión al “derecho


del Estado” en la norma del artículo 9 CIDACI, que, a tenor del artículo 17 eiusdem, se
entenderá por “derecho”, a los efectos de esta Convención, el derecho material vigente en
un Estado. En este sentido, se admite la posibilidad de que las partes y, subsidiariamente el

_________________
23
Paul Heinrich Neuhaus: “Proyecto Venezolano de Ley de Normas de Derecho Internacional Privado. Observaciones de derecho
Comparado”. Libro-Homenaje a la memoria de Joaquín Sánchez Covisa. Caracas. Universidad Central de Venezuela, Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas. 1975, pp. 54 – 60, especialmente p. 61.
24
Werner Goldschmidt: “El Proyecto venezolano de Derecho Internacional Privado”. Revista del Ministerio de Justicia, Nº 50.
Caracas. 1964, pp. 77 – 88, especialmente p. 87.
25
“Respecto de las obligaciones, ... particularmente en el caso de las obligaciones convencionales ... se ha procurado resumir en un
conjunto de preceptos las orientaciones más relevantes de la Convención Interamericana sobre Derecho Aplicable a los Contratos
Internacionales, ratificada por Venezuela en 1995, de la más autorizada doctrina, y las necesidades de una de las instituciones de
más delicadas repercusiones prácticas en el comercio jurídico internacional. Entre estas orientaciones destacan: la total libertad de
la voluntad de las partes para escoger el derecho aplicable (artículo 29) y, a falta de tal escogencia, la aplicación del Derecho con
el cual esté directamente vinculada la relación contractual, tomando en cuenta para ello los tribunales, entre otros criterios, los
principios generales de Derecho comercial aceptados por organismos internacionales, como lo son, los principios recientemente
aprobados por UNIDROIT” (Tatiana B. de Maekelt (coordinadora): Ley de Derecho Internacional Privado. Derogatorias y
Concordancias. Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas. 1999, p. 55).
26
“La invalidez engloba los casos de nulidad ya vinculado a los sujetos del acto (falta de consentimiento, vicios de voluntad, ausencia
de capacidad o de legitimación suficiente); en consideración al objeto (inidoneidad, imposibilidad o ilicitud), o la forma. ... Se
trata siempre, como dice Albadalejo, de un defecto intrínseco” (R. H. Compagnucci de Caso: El negocio jurídico ..., op. cit.,
p. 500).
27
Federico De Castro y Bravo: El negocio jurídico. Madrid. Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. 1971, p. 461, nº 507.

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Juez competente, puedan designar como lex contractus un ordenamiento no estatal En
este sentido, los artículos 29 y 30 LDIPV (elección voluntaria del Derecho aplicable a las
obligaciones convencionales y su solución subsidiaria, respectivamente) constituyen un
claro ejemplo del avance de la autonomía conflictual mercatoria en la codificación interna
latinoamericana.28

En tercer lugar, la interpretación de la norma contenida en artículo 30 LDIPV debe


seguir muy de cerca la del artículo 9 CIDACI., ya que ambas son esencialmente idénticas.
En este sentido, las Actas de la CIDIP-V constituyen una valiosa información para
entender el contenido de estas normas.29 En este sentido, para la valoración de “los
vínculos más estrechos” los Antecedentes mencionan, como ejemplos de elementos
objetivos, la nacionalidad de las partes, su domicilio o residencia, el lugar de celebración,
de la negociación o del cumplimiento. Respecto de los denominados “elementos
subjetivos”, es la opinión subjetiva del Juez considerando los intereses de las partes;
destacándose como criterios fundados en elementos subjetivos “que otorgan un mayor
arbitrio a la autoridad judicial” el equilibrio de los intereses y la prestación característica;
entre otros.30

Por último, dada la incorporación en la LDIPV (artículo 31) de la norma contenida en el


artículo 10 CIDACI, una interpretación que podría darse a la regla que impone al Juez la
obligación de también tomar en cuenta los principios generales del Derecho Comercial
Internacional aceptados por organismos internacionales es la de escudriñar entre la
pluralidad de ordenamientos jurídicos nacionales, encontrar aquel cuya aplicación al caso
concreto armonice mejor con la lex mercatoria, como fuente del Derecho mercantil
internacional; sin soslayar la posibilidad de admitir que las partes puedan elegir como lex
contractus la lex mercatoria, con vistas a la superación entre autonomía material y
autonomía conflictual.

4. Conclusiones

 En materia de contratación mercantil internacional, la aplicación de la norma


contenida en los artículos 9 CIDACI o en el artículo 30 LDIPV (en concordancia con
los artículos 10 CIDACI y 31 respectivamente) trazan el camino para el avance de
la autonomía conflictual mercatoria en la codificación internacional e interna.

 La aplicación de instrumentos contentivos de lex mercatoria como lex contractus


permitirá resolver, de manera uniforme, las lagunas existentes en los derechos
estatales, relacionadas con las obligaciones precontractuales, la interpretación y el
incumplimiento de las obligaciones contractuales. En Venezuela, un ejemplo de
aplicación de los Principios de Unidroit en un proceso judicial es la decisión de la
precedente Corte Suprema de Justicia en relación con la interpretación de la
Convención Interamericana sobre Arbitraje Comecial (CIDIP-I; Panamá, 1975), en
relación con la derogabilidad de la jurisdicción venezolana mediante un acuerdo
arbitral.31
_________________
28
J. C. Fernández Rozas: Ius mercatorum ..., op. cit., p. 95.
29
Jürgen Samtleben: “El enigma del artículo 30 de la Ley de Derecho Internacional Privado”. Libro-Homenaje a Gonzalo Parra
Aranguren, vol. IV. Caracas. Tribunal Supremo de Justicia. 2002, pp. 355 – 371, especialmente p. 363.
30
J. Samtleben: “El enigma del artículo 30 ..., op. cit., p. 358.
31
Sentencia de 9 de octubre de 1997 (Corte Suprema de Justicia, Sala Político-Administrativa. Expediente Nº 13.354). Caso:
Embotelladora Caracas, C. A. y otras vs. Pepsicola Panamericana, S. A. (“Sentencia Pepsicola”). Vid. http://www.unilex.info

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