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1.

INTRODUCCIÓN

La gestión de las piscinas ha cambiado desde la entrada en vigor el 11 de


diciembre de 2013 del Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se
establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, y que actualiza y
describe los criterios técnico-sanitarios básicos y mínimos de la normativa de
piscinas a nivel nacional, ya que se trata de un aspecto muy importante y que influye
en la salud humana.
Con la entrada en vigor de esta nueva normativa, se han producido una serie de
cambios, sobre todo en lo que se refiere al control administrativo, que pasa a ser
mayor, estableciéndose, entre otras, las obligaciones de obtener una autorización
para la construcción, ampliación o reforma y su informe previo; la exigencia de una
licencia de apertura y reapertura para cada temporada, con sus pertinentes informes
sanitarios previos; la obligación de llevar un libro oficial de registro, etc…Además,
se pasa a otorgar un mayor autocontrol de las piscinas por parte de sus titulares, el
cual se concreta en la obligación de elaborar un programa de autocontrol específico
de cada piscina.

2. NORMATIVA

La normativa estatal vigente en esta materia es el Real Decreto 742/2013, de 27


de septiembre, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las
piscinas.
Ha de tenerse en cuenta que la legislación anterior a nivel nacional era del año
1960 y 1961, y se hacía conveniente actualizar los criterios sanitarios de la misma a
los avances científicos y técnicos y a los criterios actuales de la Organización
Mundial de la Salud, con el objeto de tener controlados los riesgos emergentes
derivados del uso de estas instalaciones. Además, de esta manera se armonizan los
criterios básicos sanitarios, tal y como viene solicitando tanto el sector, como los
ciudadanos y las diversas administraciones.
Tal y como ya hemos indicado, será el Real Decreto 742/2013, de 27 de
septiembre, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, el
que regulará lo relativo a la gestión de las piscinas. Esta norma tiene carácter básico
y viene a derogar la Orden de 31 de mayo de 1960, sobre piscinas públicas, y la
Orden de 12 de julio de 1961, por la que se someten las piscinas privadas a lo
dispuesto en la de 31 de mayo de 1960, así como cuantas disposiciones de igual o
inferior rango se opongan a lo establecido en la misma. Así, quedan también
derogados todos los preceptos del Decreto 23/1999, de 23 de febrero, por el que se
aprueba el reglamento sanitario de las Piscinas de Uso Colectivo, que se opongan a
los dispuesto en el real decreto. Una vez en vigor este Real Decreto, los decretos
autonómicos de piscinas serán de aplicación en todo lo que no se oponga a lo
dispuesto en este Real Decreto.
Surge así una situación en la que pudieran aparecer dudas y discrepancias a la
hora de aplicar ambas normas, ya que los criterios sobre qué preceptos del Decreto
andaluz se oponen a la norma estatal podrían ser distintos entre los profesionales de
protección de la salud. Es por ello por lo que se hace necesario redactar unas
instrucciones que aclaren en la medida de lo posible la situación, y a la vez
unifiquen criterios sobre los requisitos que se exigirán a las piscinas en Andalucía.
Así, aparece la Instrucción 01-2014, sobre los criterios técnico-sanitarios de las
piscinas en Andalucía, cuyo objetivo es establecer los criterios a seguir en la
aplicación del Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen
los criterios técnico-sanitarios de las piscinas y del Decreto 23/1999, de 23 de
febrero, por el que se aprueba el reglamento Sanitario de las Piscinas de Uso
Colectivo, así como de otras normas aplicables a las piscinas, con la finalidad de
unificar criterios en Andalucía.

3. CONCEPTOS BÁSICOS

3.1 DEFINICIONES.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 2 del Real Decreto 742/2013, por


el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, se
entiende por:

1) Piscina: Instalación formada por un vaso o conjunto de vasos


destinados al baño, al uso recreativo, entrenamiento deportivo o
terapéutico, así como las construcciones complementarias y servicios
necesarios para garantizar su funcionamiento. Pueden ser
descubiertas, cubiertas o mixtas.

2) Piscina de uso público: Aquellas piscinas abiertas al público o a un


grupo definido de usuarios, no destinada únicamente a la familia e
invitados del propietario u ocupante, con independencia del pago de
un precio de entrada. Podrán ser:

a) Tipo 1. Piscinas donde la actividad relacionada con el agua es el


objetivo principal, como en el caso de piscinas públicas, de ocio,
parques acuáticos o spas.
b) Tipo 2. Piscinas que actúan como servicio suplementario al
objetivo principal, como en el caso de piscinas de hoteles,
alojamientos turísticos, camping o terapéuticas en centros sanitarios,
entre otras.

3) Piscinas de uso privado: Aquellas piscinas destinadas únicamente a


la familia e invitados del propietario, u ocupante, incluyendo el uso
relacionado con el alquiler de casas para uso familiar. A su vez,
podrán ser:

a) Tipo 3A: Piscinas de comunidades de propietarios, casas rurales o


de agroturismo, colegios mayores o similares.

b) Tipo 3B: Piscinas unifamiliares.

4) Piscina natural: Aquella en la que el agua de alimentación del vaso


es agua costera o continental, está ubicada junto a su medio natural, y
la renovación del agua está asociada al movimiento natural de mareas
o cursos de ríos y se encuentra dentro del ámbito de aplicación del
Real Decreto 1341/2007, de 11 de octubre, sobre la gestión de la
calidad de las aguas de baño.

Imagen. Piscina natural.

5) Vaso de agua termal o mineromedicinal: Vaso cuya agua de


alimentación ha sido declarada mineromedicinal o termal por la
autoridad competente y no está tratada químicamente, ubicada en una
estación termal y utilizada exclusivamente para tratamientos médico-
termales.
6) Vaso: Estructura constructiva que contiene el agua destinada a los
usos previstos en el apartado 1. Los vasos podrán ser:

a) Polivalentes, de enseñanza, de chapoteo, de recreo o de


natación.
b) Fosos de saltos.
c) De hidromasaje: Con chorros de aire o agua.
d) Terapéuticos: Para usos médicos o rehabilitación.

Imagen .Vaso.

7) Vaso climatizado: Vaso sometido a un proceso de calentamiento,


con el fin de regular su temperatura.

8) Titular: Persona física o jurídica, pública o privada o comunidad de


propietarios que sea propietaria de la piscina, responsable del
cumplimiento de este real decreto. En el caso de que la piscina sea
explotada por persona física o jurídica diferente del propietario, será
titular a los efectos de la explotación en relación con este real decreto
quien asuma dicha explotación.

9) Sistema semiautomático de tratamiento: Aquel en que la


dosificación de los productos químicos se realiza de forma no
manual, mediante un equipo programable sin medición en continuo
de ningún parámetro.

10) Sistema automático de tratamiento: Aquel en que la dosificación


de los productos químicos se realiza de forma no manual, mediante
un equipo programable y asociada a la medición en continuo de
algún parámetro.

11) Autoridad competente: Órganos de las comunidades autónomas y


ciudades de Ceuta y Melilla y de las administraciones locales en el
ámbito de sus competencias.
3.2 TIPOS DE PISCINAS

De acuerdo a lo establecido por el Real Decreto 742/2013, en relación con el


acceso a las mismas, las piscinas podrán ser de uso público o de uso privado.
A su vez, según la temperatura del aire y del agua del baño, las piscinas se
clasifican en:

1) Descubiertas o no climatizadas: son aquellas piscinas en las que los


vasos se encuentran en el exterior, siendo su temperatura la
ambiental, y no disponiendo de ningún sistema de cerramiento o
estructura que las proteja.

2) Cubiertas o climatizadas: son aquellas en las que los vasos se hallan


protegidos del exterior por algún tipo de cerramiento o estructura fija,
y el agua se mantiene a una temperatura más o menos caliente.

3) Mixtas: son aquellas piscinas dotadas de una cubierta o estructura


móvil, que permite cubrirlas y protegerlas del exterior durante el
invierno, y retirarla en el verano.

Imagen. Piscina mixta.


3.3 ESQUEMA DE UNA PISCINA

Tal y como se señaló anteriormente, una piscina es aquella instalación


formada por un vaso o conjunto de vasos, pudiendo ser la estructura de éstos
muy diversa, ya que puede variar desde la estructura o paredes de los
mismos, hasta le forma de la superficie de lámina de agua. A pesar de esta
diversidad, se hace imprescindible que todos los vasos tengan una serie de
elementos que protejan la salud, tanto de los usuarios de la piscina como del
personal encargado del mantenimiento y conservación de la misma.

A continuación observamos un ejemplo de un vaso tipo:

Imagen. Esquema de un vaso de una piscina.


3.4 PARTES FUNDAMENTALES DE UNA PISCINA

1. Zona de playa.
Es aquella zona que rodea al vaso, dotada de un pavimento antideslizante
para evitar caídas. Debe estar libres de impedimentos y su anchura debe
permitir un acceso fácil al vaso por todos los lados. El diseño de estas
zonas debe prever que el agua que se escurra, incluida el agua pluvial, se
evacue hacia los desagües, sin que pueda penetrar en el vaso.

Imagen. Zona de playa de una piscina.

2. Rebosadero.
Es una canaleta alrededor de toda, o de parte del perímetro de la piscina,
a donde desborda el agua de la piscina y por un colector va al vaso de
compensación. Su función es recoger la capa superficial del agua de
baño. Se emplean sobre todo en las piscinas públicas, ya que con ellos se
consigue la renovación total de la lámina superficial del agua, evitando
que queden zonas sin renovar.

Imagen. Rebosadero.
3. Skimers.
Son separadores de sustancias flotantes. Son aberturas de plástico, en los
muros de la piscina y a la altura de la superficie del agua, para la
aspiración por ellos, se conectan varios desde el grupo de bombeo. Se
colocan en la piscina frente al viento dominante. Suelen ser utilizados en
las piscinas de uso privado (comunidades de vecinos y unifamiliares).

Imagen. Skimer.

4. Sumidero de fondo.
En la parte más profunda del fondo de los vasos deben preverse
desagües/sumideros que permitan el vaciado total del agua. Como
mínimo una vez al año debe procederse al vaciado total de la piscina para
una completa limpieza y desinfección de las paredes y el suelo de la
piscina. Los desagües deben estar adecuadamente protegidos mediante
rejas de seguridad que no puedan ser retiradas sin herramientas
específicas o sistemas similares de protección. Asimismo, deben disponer
de sistemas antitorbellino u otros sistemas adecuados para evitar
fenómenos de turbulencia y/o succión que puedan ser causa de accidente.

Imagen. Sumidero de fondo.


5. Filtro de gruesos.
Sirven para recoger aquellos elementos gruesos (hojas, ramas,
cabellos,etc…) que puedan encontrarse en el agua, para evitar que pasen
al circuito hidráulico y que puedan dañar las bombas.
6. Vaso de compensación.
Su función es almacenar el agua que desborda por la canaleta del
rebosadero, de manera que el agua del vaso de compensación salga hacia
la bomba con un flujo constante, y el funcionamiento normal de la bomba
no resulte afectado.
7. Grupo de bombeo.
Puede estar formado por una o varias bombas. Se encarga de recircular
toda el agua de la piscina, aspirándola del fondo, del skimmer o del vaso
de compensación, e impulsándola la hacia los filtros y después a la
piscina, a donde vuelve limpia y desinfectada.

Imagen 7. Bomba de piscina.

8. Coagulación-floculación.
Se trata de un procedimiento cuya misión es reunir aquellas partículas
que se encuentren en suspensión en el agua y aumentar su tamaño, para
que de esta manera puedan ser retenidas por el filtro, o bien se depositen
en el fondo del vaso.
9. Filtro.
Es un recipiente metálico o de poliéster y fibra de vidrio, lleno de
material filtrante (filtrado activo), cuya función es retener las partículas
flotantes en el agua, y producir un agua más limpia y libre de algas y
bacterias.
10. Toma para la barredera o limpiafondos.

Es una boquilla con tapa sumergida bajo la superficie del agua, que sirve
para conectar en ella la manguera del limpiafondos, que envía el agua al
equipo de filtración.

11. Cambiador de calor.


Se utiliza para calentar el agua del vaso, en aquellos vasos que son
climatizados.
12. Desinfección.

Es el método químico para el tratamiento y desinfección del agua. El


Real Decreto 742/2013 indica que el proceso de desinfección debe
realizarse en continuo, a través de sistemas y/o equipos adecuados. Los
tratamientos del agua manuales sólo podrán realizarse cerrando
previamente el vaso y sin la presencia de usuarios en la piscina; será
necesario dejar pasar un plazo de seguridad antes de su puesta en
funcionamiento.

La dosificación de los desinfectantes puede realizarse a través de


dosificadores automáticos (realizan las mediciones del desinfectante en
continuo) o semiautomáticos (no miden el desinfectante en continuo).
4. EL AGUA DE LA PISCINA

Los parámetros que hay que tener en cuenta para valorar la calidad del agua de
la piscina son los siguientes:

1) DUREZA.
Al hablar de dureza del agua nos referimos a la cantidad de sales de
calcio y magnesio que contiene. Estas sales son poco solubles, por lo que
tienen tendencia a precipitar e incrustarse en el fondo y paredes del vaso.
Los niveles óptimos de dureza del agua se situarían en el rango de 150 a
250 miligramos/litro de carbonato cálcico, ya que una dureza superior
precipitará las sales cálcicas llegando a bloquear el filtro.

2) pH.
Las siglas pH significan potencial de hidrógeno y es una medida que nos
indica la acidez o la basicidad del agua. Dicha medida viene determinada
por el número de iones libres de hidrógeno (H+) en el agua.
La escala de medición del pH comprende los valores de 0 a 14; siendo 0
el más ácido, 14 el más básico y situando en 7 el pH Neutro.
En una piscina debemos mantener ajustado el pH entre los valores 7,2 y
7,6. Este intervalo asegura la eficacia de los productos químicos que se
empleen en el tratamiento, a la vez que ayuda a mantener las
instalaciones en buenas condiciones, y es el ideal para la piel y los ojos
del bañista. Un exceso o defecto pueden disminuir la eficacia de la
cloración y llegar a irritar las mucosas, además de enturbiar el agua.
Es recomendable realizar análisis del agua de la piscina de forma
habitual para comprobar el valor de pH. Para llevar a cabo dicha
operación podemos recurrir a los Estuches Analizadores Cloro-pH, que
funcionan mediante unos reactivos basados en el método colorimétrico.
pH elevado (>8,2)
- Disminuye el poder de desinfección del cloro
- Favorece el desarrollo de algas y bacterias
- Precipita las sales cálcicas
- Produce irritación en las mucosas

pH bajo (< 7,0)


- Enturbia el agua
- Produce irritación en las mucosas
- Disminuye el poder de desinfección del cloro

Si el pH no está dentro del rango entre 7 y 8,2, habrá que proceder a


ajustarlo, dependiendo de si está alto bajo:

- pH alto: procederemos a añadir ácido clorhídrico o bisulfato


sódico en las dosis recomendadas por el fabricante, pero con la
precaución de no añadirlo directamente al agua, sino que
previamente debe de diluirse en 20 veces su volumen de agua.
También podremos emplear un producto específico, como es el
minorador de pH. Esta operación se realizará fuera de los horarios
en los que haya bañistas.

- pH bajo: se detendrá el proceso de filtración y añadiremos


carbonato sódico (NA2CO3) en la dosis recomendada por el
fabricante. También se podrá hacer uso de un incrementador de
pH.
3) ALCALINIDAD.

La alcalinidad es el contenido total de sustancias alcalinas disueltas


(carbonatos y bicarbonatos).

Es importante conocer este parámetro porque le proporciona al agua


resistencia a la hora de ver modificado su pH, esto quiere decir que si la
alcalinidad de nuestra agua es baja, el pH es muy susceptible de ser
modificado y cualquier perturbación provocaría una modificación. Esto
lleva asociados problemas a la hora de desinfectar, el cloro no es eficaz y
puede aparecer contaminación por algas, corrosión, etc.

La alcalinidad óptima debe situarse entre 80 y 125 ppm (mg/l).

Alcalinidad baja (10-70 ppm)

- El agua es muy corrosiva, lo que provoca oxidación de las partes


metálicas y accesorios de la piscina.

- Desestabilización del pH, pudiendo llegarse a valores inferiores


a 7.

Corrección: agregar bicarbonato sódico. (CO3HNa) o un


producto mayorador de alcalinidad.

Alcalinidad alta (<125 ppm.)


- Aumento incontrolado del pH.
- Agua turbia.
- Irritación de los ojos, oídos, nariz y garganta de los bañistas.
- Formación de incrustaciones en las paredes y accesorios de la
piscina.
Corrección: agregar ácido clorhídrico (Cl H).
5. CONTAMINACIÓN DEL AGUA

Como cualquier agua que se halle estancada, el agua de las piscinas se encuentra
sometida igualmente a una degradación constante, degradación que a su vez se
incrementa por la presencia de microorganismos y sustancias indeseadas, que se
originan por los bañistas (por ejemplo la saliva, productos de excreción,
contaminación de las cremas utilizadas, sudor, pelos, grasas…).
De este modo, vamos a ver los principales agentes y fuentes causantes de la
contaminación.

5.1 AGENTES CAUSANTES DE LA CONTAMINACIÓN

Los principales agentes contaminantes que se pueden encontrar en el agua de


una piscina son:

1) Bacterias: Al sumergirse en el agua, la flora microbiana de las


mucosas de los bañistas suele pasar al agua, y aunque esta flora
normalmente no sea patógena, en algunos casos puede provocar
infecciones a otras personas. Así, las enfermedades más comunes
causadas por las bacterias son: rinitis, otitis, conjuntivitis,
forunculosis, etc… Por ello, se hace imprescindible que el agua de la
piscina se encuentre en perfectas condiciones higiénico-sanitarias,
para evitar así el crecimiento de bacterias.

2) Virus: Podemos encontrarlos tanto en el agua de la piscina como en


el resto de zonas húmedas, y los mismos dan lugar a enfermedades.
Aunque los virus pueden eliminarse a través de la floculación y
posterior filtración, son muy resistentes a estos procedimientos así
como a las distintas sustancias que se emplean, y dado que los
mismos son transmitidos por las personas enfermas, la prevención es
de gran importancia, por lo que será necesario tomar las medidas de
prevención oportunas, como puede ser utilización de calzado de uso
exclusivo para el recinto de la piscina, advertir a las personas
enfermas y portadoras de los virus de la recomendación de no utilizar
la piscina ni sus instalaciones, etc…

3) Hongos: Se suelen desarrollar en las zonas húmedas de la piscina,


sobre todo en la zona de playa y en los aseos y vestuarios. Son
causantes, entre otros, del herpes, del pie de atleta, candidiasis, etc…
Para prevenir la aparición de los mismos, así como su propagación,
se debe de extremar la limpieza en las zonas de riesgo al finalizar
cada día con un producto desinfectante adecuado.
4) Algas: En una piscina que cuente con una adecuada instalación de
tratamiento de agua no deberían aparecer algas, pero dado que se
trata de plantas acuáticas, después de una tormenta o cuando el agua
de la piscina presenta elevadas dosis de materia orgánica, es
frecuente que se den las condiciones óptimas para su desarrollo, ya
que ese aporte de nitratos posibilita que las mismas se desarrollen. Si
se observa el crecimiento de algas en la piscina, podrán utilizarse
sales de cobre, bien solas, o bien en combinación con cloro.

Imagen. Formación de algas en una piscina.

5) Productos químicos: Una inadecuada manipulación de los productos


que se añaden al agua o un mal funcionamiento del sistema de
depuración de la piscina puede provocar la contaminación del agua.
Es por ello por lo que hay que mantener bajo control los niveles de
calidad del agua (cloro y pH), así como comprobar el correcto
funcionamiento de los distintos elementos que conforman en sistema
de depuración.

5.2 FUENTES DE CONTAMINACIÓN

1) Los bañistas: cada persona elimina a través de la piel, de las mucosas


y del aparato genitourinario gérmenes que se depositan en el agua.
Estos gérmenes llegan al agua envueltos con partículas de piel, de
cosméticos y de protectores solares, por lo que se encuentran muy
protegidos contra los desinfectantes habituales del agua y eso
dificulta su eliminación. Además, estas partículas se concentran en la
superficie del agua, donde los desinfectantes se debilitan a causa de
las radiaciones solares. Es por ello por lo que el paso del agua al
sistema de depuración debe hacerse principalmente por la superficie
de la misma, bien a través del rebosadero o de los skimers.
Asimismo, el uso de las duchas antes de meterse en la piscina ayuda
a disminuir esa contaminación.
2) Los no bañistas: pueden introducir materia orgánica a través del
calzado, por lo que se prohíbe el acceso al recinto de la piscina de
personas con calzado de calle, ya que constituye una fuente de
contaminación.

3) La contaminación atmosférica: en las piscinas descubiertas el viento


deposita hojas y partículas que pueden transportar gérmenes
patógenos.

Imagen. Hojas y partículas contaminantes.

4) Los productos químicos para el tratamiento de aguas: cuándo son


mal utilizados y/o las instalaciones depuradoras están mal diseñadas
pueden ser una fuente contaminación.

6. TRATAMIENTO DEL AGUA

El artículo 6 del Real Decreto 742/2013 establece que “Los tratamientos


previstos serán los adecuados para que la calidad del agua de cada vaso cumpla
con lo dispuesto en este real decreto.”

6.1 FORMAS DE RECIRCULACIÓN DEL AGUA DEL VASO


La recirculación del agua consiste en hacerla pasar por un circuito cerrado en
el que es tratada, filtrándola y desinfectándola, de forma rápida y continua,
para eliminar así cualquier tipo de contaminación. El artículo 7 del Real
Decreto 742/2013 indica que el agua de recirculación de cada vaso deberá
estar filtrada y desinfectada antes de entrar en el vaso.
La recirculación del agua es muy importante para:
 Conseguir que el agua sea más clara y transparente.
 No tener que renovar el agua constantemente.
 Eliminar la contaminación del agua, tanto la que proviene de los
bañistas como del medio ambiente.
 Poder tratar el agua contaminada.
 Renovar toda el agua del vaso, evitando que se queden zonas en las
que el agua no se renueve.
 Distribuir de forma correcta y homogénea el desinfectante y resto de
productos en el vaso.
Podemos enumerar tres formas de recirculación:
1) Inversa.

Una vez el agua se ha tratado, retorna al vaso a través de los impulsores


situados en el fondo del vaso, de tal manera que la circulación del agua
se produce desde abajo y hacia arriba, siendo ésta recogida por los
skimers o el rebosadero. Con este tipo de recirculación el agua
superficial sale directamente para su tratamiento, pero en cambio los
depósitos que pudieran existir en el fondo del vaso no se eliminan.

Imagen 8. Impulsor.

2) Tradicional.

El retorno del agua tratada se realiza en la pared menos profunda, siendo


recogida por el desagüe del fondo. En esta forma el agua superficial no
recircula, y dado que es donde se acumula la mayor contaminación, es el
menos aconsejable.

3) Mixta.
El retorno del agua al vaso se realiza mediante impulsores situados tanto
en las paredes como en el fondo del vaso, realizándose la recogida por
los skimers, el rebosadero y por los desagües del fondo, eliminado así
tanto el agua superficial como los depósitos del fondo. Este sistema es el
más recomendable para las piscinas de uso público, puesto que elimina
mayor contaminación.
6.2 FILTRACIÓN

La filtración consiste en hacer pasar una masa de agua a través de un medio


poroso, con la finalidad de eliminar las sustancias en suspensión contenidas
en el agua de baño. Este medio poroso suelen ser unos filtros, generalmente
de sílice, que retienen las partículas en suspensión. Una vez el agua ha
pasado por este proceso, siendo eliminadas las sustancias contaminantes,
retorna al vaso de la piscina.
Con la filtración se pretende:
 Conseguir un agua más clara y transparente.
 Eliminar cualquier resto de materia orgánica.
Es recomendable añadir un producto coagulante antes de que la masa de
agua pase a través del filtro, ya que de esa forma las sustancias en
suspensión quedarán retenidas en el filtro. Además, al emplear los
coagulantes conseguiremos reducir el consumo de productos desinfectantes,
puesto que al no atravesar las partículas en suspensión el filtro, no es
necesaria tanta concentración de desinfectantes para eliminarlas.
La velocidad de filtración es la cantidad de agua que circula en el proceso de
filtración por cada m2 de superficie de filtrante. Para calcularla simplemente
se divide el caudal que proporciona la bomba (en m3/h) por la superficie
filtrante (en m2) dándonos un valor en m3/h/m2. La velocidad recomendable
dependerá del tipo de filtro, pero como regla general, cuanto más baja sea la
velocidad mejor será el proceso de filtración.

Para realizar la filtración podemos usar distintos tipos de filtros, como


pueden ser:
 Filtro de arena.
Requieren poco mantenimiento y ofrecen buena calidad, de ahí que
sean los más comunes, especialmente en las piscinas públicas. En su
mayoría, son unos cilindros cerrados de poliéster o acero que
contienen arena de sílice. El agua entra al filtro por la parte superior,
pasando a través de la arena de sílice (lecho filtrante), que es donde
se retienen las partículas, y posteriormente sale por la parte superior.
El filtro de arena trabaja a una velocidad media de filtración de entre
5-40 m3/h/m2, y emplean arena de fina granulometría. El lavado del
filtro se realiza a contracorriente, eliminando el agua del lavado, y
con ella, a su vez, también se elimina parte del lecho de arena, por lo
que será necesario rellenarlo periódicamente. Se recomienda realizar
una renovación total de la arena del filtro cada 5 años, puesto que con
el paso del tiempo va perdiendo eficacia de filtración.
 Filtro de cartucho.
Trabajan a presión empleando cartuchos de celulosa o fibra sintética,
los cuales se limpian con agua a presión (manguera o similar), lo que
supone un rápido deterioro de los mismos y la necesidad de
sustituirlos por otros nuevos. No admiten el uso de coagulantes, por
lo que unido a su corta durabilidad, hacen que únicamente se utilicen
para piscinas privadas de viviendas unifamiliares.

Imagen. Filtro de cartucho.

 Filtro de diatomeas.
Los filtros de diatomeas tienen un funcionamiento parecido a los
filtros de cartucho, pero con la aportación de las diatomeas, que son
unos seres microscópicos fosilizados que actúan como agentes
filtrantes, con una eficacia sin precedentes: trabajan como micro-
esponjas, dejando pasar el agua y conteniendo suciedad que ni
siquiera es visible para el ojo humano. Con el tiempo estas diatomeas
se saturan, es decir, las porosidades se llenan de suciedad lo que hace
irremediablemente que queden inservibles. Para eliminar las
diatomeas sucias se realiza un lavado de arenas tradicional en el que
se perderán estas diatomeas, por lo que habrá que rellenar el filtro
con diatomeas nuevas. El funcionamiento de los filtros de diatomeas
es similar al de arena, aunque la diferencia está en el sentido del
agua, que en este tipo de filtros entra por abajo y el agua filtrada sale
por arriba. Se trata de los filtros menos empleados, ya que su precio
es muy elevado.

6.3 FLOCULACIÓN – COAGULACIÓN

Con este tratamiento se persigue mejorar la eficacia de los filtros, ya que se


aumenta el tamaño de las partículas que hay que eliminar, para que así sean
retenidas en el filtro, ya que en caso contrario, si las partículas son muy
pequeñas, no serían retenidas, volviendo al vaso y enturbiando el agua.

Los productos floculantes más empleados son el sulfato de aluminio y el


polihidroxicloruro, los cuales se inyectan en el circuito de recirculación
mediante la bomba dosificadora.
6.4 CLORACIÓN

El cloro es la sustancia más recomendada para desinfectar el agua de la


piscina, ya que es un excelente bactericida y alguicida.
La función del cloro es eliminar mediante oxidación las bacterias y otras
materias orgánicas existentes en el agua. Al añadir el cloro al agua se
produce una reacción química que nos dará el ácido hipocloroso, que es el
producto realmente desinfectante.
A la hora de medir la concentración de cloro es importante distinguir entre
las diferentes formas activas del cloro presentes en el agua:
•Cloro libre: es el cloro remanente en el agua de la piscina esperando para
actuar oxidando la materia orgánica que caiga. El nivel óptimo varía, pero
por lo general debe estar entre 0,6 y 1,4 mg/l.

•Cloro combinado: es el cloro que ya se ha combinado con la materia


orgánica. No tiene capacidad ya de oxidación y en altas concentraciones
produce el olor a cloro. No debería ser superior a 0,4 mg/l.

•Cloro total: la suma de los anteriores. Por tanto, no debería superar los 1,8
mg/l.

La dosificación del cloro es un factor muy importante, y dependerá de


factores tan diversos como pueden ser la temperatura del agua, el tamaño de
la piscina, las horas de sol a las que se ve sometida la piscina o la existencia
de otras sustancias químicas en el agua. Para una correcta aplicación de este
cloro es necesario dosificar en su justa medida, ya que un exceso puede
provocar problemas a los usuarios.
La adición de cloro al agua de la piscina se realizará preferiblemente
mediante un dosificador automático.
Si se produjese una cloración excesiva, habrá que vaciar parcialmente el
vaso, y añadiendo agua nueva al mismo.
6.5 ALGUICIDAS

El agua estancada de la piscina, en aquellos casos en que el cloro no es


dosificado correctamente, es el medio perfecto para que crezcan colonias de
algas. Cuando el fondo y paredes de la piscina están un poco resbaladizos
y/o verdosos, es el primer síntoma de la presencia de algas.
Para evitar el crecimiento y proliferación de las algas existen distintos
productos, entre los que destaca el sulfato de cobre. Se trata de un producto
altamente tóxico, por lo que habrá que utilizarlo durante el período de
ausencia de bañistas, preparando una solución de sulfato de cobre al 10%, e
introduciéndola directamente en las paredes del vaso de la piscina. La dosis
necesaria es de 250 gr. de polvo por cada 50 m3 de agua, y transcurridas unas
horas, debe procederse a limpiar los fondos de la piscina. También puede
añadirse el sulfato de cobre mediante un dosificador automático, que
funcione de forma discontinua, con una dosis de 2 gr. por m3.
El cloro, en altas dosis, consigue los mismos efectos que el alguicida, pero
siempre habrá de aplicarse cuando no haya bañistas.

6.6 OTROS PRODUCTOS AUTORIZADOS

a) Hipoclorito cálcico: usado con regularidad aumenta la dureza del


agua y el pH.

b) Dicloroisocianurato de sodio y Ácido tricloroisocianúrico: su uso


apenas modifica el pH, y su concentración no debe superar los 75
mg/l de isocianuratos.

c) Plata coloidal: debe mantenerse en lugar protegido de la luz. Su


adición al agua se realizará a través de un dosificador, siendo la dosis
activa de 0,05 ppm.

d) Ozono: necesita una desinfección complementaria con otro


desinfectante, ya que no tiene efecto residual.
7. CRITERIOS DE CALIDAD DEL AGUA Y DEL AIRE EN
PISCINAS

De acuerdo a lo establecido en el Real Decreto 742/2013, el agua deberá estar


libre de organismos patógenos y sustancias en una cantidad o concentración que
pueda suponer un riesgo para la salud humana. Para ello, habrá que estar a lo
dispuesto en el Anexo I del mencionado real decreto.
Asimismo, el real decreto también hace mención, en el caso de piscinas
cubiertas o mixtas, de la obligatoriedad de que el aire del recinto de los vasos, así
como el de las salas técnicas, no entrañe un riesgo para la salud de los usuarios, y no
sea irritante para los ojos, piel o mucosas, habiendo de cumplir con lo establecido en
el Anexo II, que menciona los parámetros de Humedad Relativa (HR), Temperatura
Ambiente y CO2.
Se establece la obligatoriedad de controlar en cada vaso los parámetros
recogidos en los anexos I y II del real decreto, siendo los controles a efectuar los
siguientes:
a) Control inicial: se realizará en aquellos vasos en los que el agua de aporte no
proceda de la red de distribución pública. Se realizará durante la quincena
anterior a la apertura de la piscina. Este control también se realizará después
de tener el vaso cerrado más de 2 semanas o después de cierres temporales
que puedan suponer variaciones significativas de los parámetros de control
del agua o aire.

b) Control de rutina: se realizará a diario para conocer la eficacia del


tratamiento del agua de cada vaso; se controlará conforme a lo descrito en el
anexo III.

c) Control periódico: se realizará mensualmente con la finalidad de conocer el


cumplimiento del agua de cada vaso con lo dispuesto en los anexos I y II; se
controlará conforme a lo descrito en el anexo III.
En las piscinas cubiertas o mixtas habrá de asegurarse una buena renovación del
aire, y estarán sometidas a los controles en aire señalados en el anexo II, de acuerdo a lo
establecido en el anexo III.
Los puntos de toma de muestra de agua serán representativos de cada vaso y del
circuito, siendo necesario disponer de:
a) Uno en el circuito a la entrada del vaso o a la salida del tratamiento antes de la
entrada al vaso. En las piscinas de nueva construcción se dispondrá de grifos adecuados
para la toma de muestra instalados en el punto de muestreo del circuito, y
b) Uno en el propio vaso, en la zona más alejada a la entrada del agua al vaso.

El titular de la piscina será el responsable de la elaboración de un protocolo de


autocontrol específico de la piscina, que deberá estar en la propia piscina a disposición
del personal de mantenimiento y de la autoridad competente. Este protocolo de
autocontrol deberá contemplar, al menos, los siguientes aspectos:
a) Tratamiento del agua de cada vaso.
b) Control del agua.
c) Mantenimiento de la piscina.
d) Limpieza y desinfección.
e) Seguridad y buenas prácticas.
f) Plan de control de plagas.
g) Gestión de proveedores y servicios.

7.1 PARÁMETROS DE CALIDAD DEL AGUA DE LA PISCINA


A través de los procedimientos de filtración y desinfección conseguiremos una
calidad sanitaria del agua idónea, pero para saber los niveles de calidad de la
misma, haremos uso de una serie de parámetros.
Preferentemente el agua con la que se llene y renueve el vaso procederá de la red
de abastecimiento de agua de consumo humano, si bien el artículo 6.2 del Real
Decreto 742/2013 establece que “El agua de recirculación de cada vaso deberá
estar, al menos, filtrada y desinfectada antes de entrar en el vaso, al igual que el
agua de alimentación si no procede de la red de distribución pública.”; en el
mismo sentido, el artículo 11.2.a) indica que se efectuará un “Control inicial al
menos, en aquellos vasos en los cuales el agua de aporte no proceda de la red
de distribución pública, se controlarán los parámetros contemplados en los
anexos I y II. Se realizará durante la quincena anterior a la apertura de la
piscina”.
Estos parámetros son: pH, temperatura, transparencia, potencial REDOX,
tiempo de recirculación, turbidez, desinfectante residual (cloro residual libre y
combinado, bromo total, ácido isocianúrico u otro desinfectante), y parámetros
microbiológicos (Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa y Legionella spp.).

Los mencionados parámetros se pueden agrupar en tres grupos:

1) INDICADORES DE LA EFICACIA DEL TRATAMIENTO Y LA


DEPURACIÓN.

 pH: mide la acidez o basicidad del agua, siendo un pH entre 1 y 7


el de un agua ácida, y cuando se sitúa entre 7 y 14 será el de un
agua básica; así el nivel adecuado del pH deberá situarse en el
rango 7,2 – 8,0. Controlar el nivel de pH es fundamental, ya que
la efectividad de la desinfección con productos clorados o
bromados dependerá del mismo.

 Transparencia: consideramos que el agua será transparente


cuando a través de ella pueden verse los objetos con nitidez, o
bien, tal y como indica el Real Decreto 742/2013, cuando es
visible el desagüe del fondo.

 Turbidez: viene provocada por los sólidos que se hallan disueltos


o en suspensión en el agua, procedentes de los bañistas, algas,
sustancias arrastradas por el viento, etc. El Real Decreto 742/2013
establece que la turbidez del agua tiene que estar por debajo de 5
UNF (Unidad Nefelométrica de Turbidez). Se mide con el
nefelómetro, que podrán ser portátiles y permiten así hacer la
medición en el sitio, o bien fijos, que se encontrarán en el
laboratorio, en cuyo caso habrá que proceder a tomar una muestra
del agua, y llevarla al laboratorio para su análisis.

 Potencial REDOX: el potencial REDOX (oxidación – reducción)


se emplea para conocer la eficacia de la desinfección. El Real
Decreto 742/2013 señala que el mismo debe de estar entre 250 y
900 mV, habiendo de realizar la medición cuando los
desinfectantes sean distintos del cloro o del bromo y sus
derivados.
 Parámetros microbiológicos: el Real Decreto 742/2013 establece
como indicadores microbiológicos las siguientes bacterias:

 Escheria coli: se trata de una bacteria que vive en el


intestino, y aunque la mayoría no causan infecciones,
algunos tipos pueden producir (sobre todo en personas
con las defensas bajas y en niños), enfermedades
graves.
 Pseudomonas aeruginosa: se trata de un
microorganismo común en el medio ambiente,
pudiendo encontrarlo en el suelo, el agua., las aguas
residuales… Pueden infectar mucosas y heridas, y
producir otitis y foliculitis, tanto en piscinas como en
bañeras de hidromasaje que estén contaminadas.
 Legionella: se trata de una bacteria que se encuentra
naturalmente en medios acuáticos y terrestres
húmedos. Provoca la enfermedad conocida como
“legionelosis”, que es una afección pulmonar con
síntomas iniciales parecidos a la gripe, con dolor
muscular, de cabeza, tos, seguidos de fiebre alta,
escalofríos y en ocasiones diarrea.

2) INDICADORES DE LA CALIDAD DEL AGUA DE LLENADO Y


DEL VASO.

 Nitratos: proceden del agua con la que se va llenando el vaso y


del proceso de oxidación de las sustancias orgánicas nitrogenadas
generadas por los bañistas. La presencia elevada de nitratos en el
agua del vaso favorece la aparición de algas.

 Conductividad: es la propiedad que tiene el agua de dejar pasar a


su través la corriente eléctrica. Aumenta con la cantidad de
electrolitos disueltos. Un incremento de la conductividad refleja
una excesiva concentración de productos utilizados en el
tratamiento del agua, lo que puede constituir un riesgo para la
salud de los bañistas, por ello debe aumentarse la aportación de
agua nueva en el caso de que supere en 800 microsiemens el valor
del agua de llenado.

 Oxidabilidad: nos indica la presencia de sustancias reductoras y


materia orgánica, por lo que nos sirve como medida indirecta del
grado de contaminación del agua. Un incremento de la
oxidabilidad nos indica insuficiente renovación del agua de
llenado o un fallo en la desinfección.
3) INDICADORES TÓXICOS O IRRITANTES.

 Ácido isocianúrico: no se trata de una sustancia mala en sí misma, dado que


ayuda a bajar el nivel de pH y evita que el cloro se consuma demasiado
rápido, pero ello siempre que se encuentre en un nivel de concentración
apropiado. Por debajo de 30 ppm el cloro se consumirá rápidamente y por
encima de 100 o 150 ppm deberíamos cerrar la piscina. Los altos niveles de
ácido isocianúrico elevan la toxicidad del agua, a la vez que bloquean la
capacidad de desinfección del cloro, por lo que a pesar de que sigamos
administrando cloro a la piscina, no servirá. El Real Decreto 742/2013
establece que este parámetro debe de estar por debajo de 75 mg/l.

 Cobre (Cu), Alumino (Al), Hierro (Fe) y Plata (Ag): aparecen como
consecuencia de añadir floculantes o alguicidas al agua del vaso.
Imagen. Anexo I del Real Decreto 742/2013.
7.2 PARÁMETROS DE CALIDAD DEL AIRE
Siguiendo las indicaciones del real decreto, el aire del recinto de los vasos
cubiertos y mixtos y en las salas técnicas, no deberá entrañar un riesgo para la
salud de los usuarios y no deberá ser irritante para los ojos, piel o mucosas, y
deberá cumplir con los requisitos que se especifican en el anexo II, que hace
referencia a los parámetros de calidad del aire, estableciendo los siguientes:
 Humedad relativa: <65%

 Temperatura ambiente: La temperatura seca del aire de los locales


que alberguen piscinas climatizadas se mantendrá entre 1ºC y 2ºC
por encima de la del agua del vaso, excepto vasos de hidromasajes y
terapéuticos.

 CO2: La concentración de CO2 en el aire del recinto de los vasos


cubiertos no superará más de 500mg/m3 del CO2 del aire exterior.
La medición de estos parámetros debe realizarse al menos una vez al día, y
preferiblemente por las mañanas, antes de la apertura al público de la piscina.
En estas instalaciones debe de realizarse una adecuada renovación del aire
ambiente, y los parámetros indicados en el real decreto deben mantenerse en los
niveles señalados.

Imagen. Anexo II del Real Decreto 742/2013.


8. VALORACIÓN Y SOLUCIONES DE LOS PROBLEMAS MÁS
FRECUENTES QUE PODEMOS ENCONTRAR EN EL AGUA
DE LA PISCINA

PROBLEMA CAUSAS TRATAMIENTO

 Dureza excesiva  Revisar sistema de


del agua filtración.
 Ineficacia u  Ajustar los niveles
obturación del de pH (7,2 -8) y de
filtro. cloro libre (0,5 -2
AGUA TURBIA  Contracorrientes mg/l).
ineficaces.  Administrar
 pH incorrecto y floculante, dejando
alta alcalinidad. funcionar el filtro,
 Presencia de hasta conseguir
algas. que se elimine la
turbidez del agua.

 Agua tratada de  Ajustar el pH (7,2-


forma 8).
insuficiente.  Realizar cloración
 Bajo nivel de de choque.
cloro residual.  Administrar
alguicida.
ALGAS  Cepillar el vaso
con un cepillo e
Provocan coloración hipoclorito sódico.
verde del agua, así  Ajustar el nivel de
como depósitos verdes cloro residual libre
en el suelo y paredes (0,5-2 mg/l).
del vaso, que hacen  Poner en
que sean resbaladizos. funcionamiento el
filtro de forma
permanente hasta
que se eliminen las
algas y
desaparezca el
color verde del
agua.
 Corrosión de  Ajustar el pH (7,2-
metales (cobre, 8)
hierro y  Ajustar dureza y
manganeso) alcalinidad.
debida a un pH  Reducir el nivel de
MANCHAS EN LAS bajo. sólidos disueltos.
PAREDES  Si las manchas
fuesen severas,
vaciar y limpiar el
vaso.

 pH superior a 8.  Ajustar la dureza


INCRUSTACIONES  Alto nivel de del agua.
dureza.  Ajustar la
Producen agua turbia,  Proceso de alcalinidad.
superficies rugosas y filtración  Mantener el pH
calcificación de los insuficiente. entre 7,2 y 8.
filtros.  Filtrar el agua.

 Hacer un
tratamiento de
choque con
hipoclorito sódico
o
dicloroisocianurato
de sodio para
MALOS OLORES  Exceso de disminuir el
cloraminas. exceso de
cloraminas.
 Ajustar el pH entre
7,2 y 8.
 Evitar la
aportación de
materia orgánica.
 Mantener el nivel
de cloro residual
libre entre 0,2 y 2
mg/l.
9. RECOMENDACIONES PARA EL MANTENIMIENTO DE
PISCINAS

¿qué ¿por qué? periodicidad ¿cómo?


hacer?

Una incorrecta Hay que


dosificación mantener los
pH Vigilancia y podrá irritar las niveles
análisis. mucosas o 2 veces al óptimos, y
disminuir la día. para ello
eficacia de la emplearemos
filtración. correctores
de pH.

Un exceso de Hay que


cloro puede mantener los
acarrear un niveles
peligro de adecuados
contaminación mediante una
microbiana. cloración
Cloro Vigilancia y 2 veces al continua.
análisis Un defecto de día.
cloro puede En caso de
provocar tratamientos
quemaduras, de choque,
conjuntivitis… realizarlos de
noche.

Los filtros se
limpiarán
invirtiendo el
proceso o por
cualquier
Depuradora Limpieza Para obtener una Dependerá otro método
de filtros. buena filtración. del tipo de adecuado,
filtro. como puede
ser
insuflarles
aire.

Renovación del Aportar un Para evitar la Aportando


agua 5% del concentración de A diario. agua de la
volumen aditivos. red.
total.
Limpieza
del fondo.
Utilizando
Limpieza Para evitar la las
Mantenimiento de la proliferación de herramientas
del vaso superficie. microorganismos A diario. adecuadas:
y la existencia de limpiafondos,
Control del materia orgánica. recogehojas,
nivel de redecillas,
agua. etc…

Limpieza
de los
cestillos.

10. OTROS ASPECTOS A CONSIDERAR

1. Medidas de seguridad
Para asegurar la seguridad de los usuarios de las instalaciones se establecen
las siguientes medidas:
a) Presencia permanente de un socorrista
b) Prohibición de palancas de saltos y/o trampolines.
c) Instalación de escaleras tubulares metálicas dotadas de peldaños
antideslizantes y empotradas en la pared y/o suelo.
d) Existencia de instalaciones o dependencias independientes y aisladas de
la piscina, en donde se situarán las máquinas, materiales y productos.
e) Sometimiento de las instalaciones eléctricas a lo establecido en el
Reglamento correspondiente.

Imagen. Escalera tubular metálica empotrada en el suelo.


2. Condiciones higiénicas de las instalaciones
Tanto las instalaciones anexas de la piscina como el agua del vaso han de
mantenerse en un adecuado estado de limpieza, evitando con ello riesgos
sanitarios a los usuarios, así como para mantener la adecuada calidad del
agua de baño. Por ello, antes de la apertura de las instalaciones, las mismas
deberán limpiarse y desinfectarse adecuadamente.

 ASEOS Y VESTUARIOS

Actuaciones a realizar antes de la apertura o reapertura de las


instalaciones.

o Depósitos de agua:
– Se procederá a vaciarlos y a continuación limpiarlos con un cepillo duro,
agua y lejía.
– Se realizará una limpieza de paredes y suelos.
– Se enjuagarán bien con agua a presión.
– El personal encargado de realizar estas operaciones deberá llevar
protección respiratoria y ropa adecuada.

o Grifos y duchas (tanto en aseos y vestuarios como en las duchas


próximas al vaso):
– Se realizará revisión, limpieza y desinfección.
– Se desmontarán los elementos, limpiar y enjuagar, posteriormente
sumergirlos en una solución de hipoclorito de 20 ppm (añadir por cada cinco
litros de agua un tapón de lejía) durante treinta minutos.

Actuaciones a realizar durante la temporada de baño.

– Realizar limpieza diaria de aseos y vestuarios con productos de uso


doméstico.
– Se evitarán las alfombras y enrejados de plástico.
– Los aseos dispondrán en todo momento de agua corriente, papel higiénico,
toallas monouso y dosificador de jabón.
 RESIDUOS SÓLIDOS

- Deberá de haber papeleras, dotadas de tapadera para evitar así la dispersión


de los residuos, para depositar los residuos sólidos.
- Recogida diaria de los residuos producidos.

 DESINFECCIÓN, DESRATIZACIÓN Y DESINSECTACIÓN


(DDD)

Todos los espacios e instalaciones de las piscinas de uso colectivo deben


reunir las condiciones de saneamiento e higiene que impidan la proliferación
de insectos y roedores.
En aquellas piscinas cuyo uso sea temporal, en los meses en los que no se
utilicen, se deberán adoptar las medidas necesarias, tanto preventivas como
correctivas, que impidan el desarrollo de larvas de mosquito culícidos en el
agua del vaso o en cualquier otro punto de las instalaciones que pudieran
contener agua estancada.
A la hora de realizar tratamientos DDD en zonas abiertas al público, deben
adoptarse todas las medidas de seguridad necesarias que garanticen la
inocuidad para las personas, respetando en todo momento las indicaciones
sobre plazos y precauciones indicadas en las etiquetas de los productos.
En el caso de utilizar polvos, cebos o cualquier otro tipo de plaguicida no
volátil, habrá que limitarse a aplicarlos en aquellas zonas no accesibles para
los usuarios, o bien proceder a su aplicación en la época de cierre de la
piscina. En cualquier caso, la utilización de estos productos plaguicidas
deberá estar señalada de forma visible.
Los tratamientos DDD deberán ser realizados por una empresa especializada,
inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas.
 LEGIONELLA

La legionella es una bacteria ambiental capaz de sobrevivir en un amplio


intervalo de condiciones fisico-quimicas, multiplicándose entre 20ºC y 45ºC,
y destruyéndose a 70ºC. Se encuentra en ambientes acuáticos naturales (ríos,
lagos, aguas termales, etc.), y su peligro radica en que coloniza diversos
sistemas de agua artificiales como son los abastecimientos de agua de las
ciudades, piscinas… donde encuentra condiciones de temperatura idóneas
para su multiplicación.
Su contagio se produce por inhalación de micro gotas de agua que contengan
la bacteria, las cuales pueden permanecer suspendidas en el aire y penetrar
en las vías respiratorias alcanzando los pulmones.

Imagen. Bacteria Legionella

Para minimizar el riesgo asociado a estos sistemas que utilizan agua en su


funcionamiento y producen aerosoles, el Real Decreto 865/2003 establece
los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la
legionelosis.

Criterios básicos de actuación para el control de la Legionella


Los criterios básicos de actuación se tienen que basar en:
 Controlar y garantizar la calidad microbiológica del agua
 Conservar en perfecto estado el circuito de distribución del agua, evitando
incrustaciones y/o corrosión
 Realizar un mantenimiento de la instalación que incluya limpieza y, si es el
caso, la desinfección de las partes susceptibles de contaminación.

Todo el personal (propio o contratado) que realice operaciones de


mantenimiento higiénico sanitario de la instalación deberá haber realizado
los cursos autorizados por la Consejería de Salud y Bienestar Social.
3. Productos químicos para el tratamiento del agua y su almacenamiento
Las sustancias biocidas para el tratamiento del agua del vaso serán las
incluidas como tipo de producto 2: desinfectantes utilizados en los ámbitos
de la vida privada y de la salud pública y otros biocidas.

4. Personal de mantenimiento
El artículo 8 del Real Decreto 742/2013 establece que “El personal para la
puesta a punto, el mantenimiento y la limpieza de los equipos e instalaciones
de las piscinas deberá contar con el certificado o título que le capacite para
el desempeño de esta actividad mediante la superación de los contenidos
formativos que a tal efecto establezca el Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad y en las condiciones que éste determine”.
En la Disposición Final Tercera del real decreto se establece que “El
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad establecerá en el plazo
máximo de dos años desde la entrada en vigor de este real decreto, los
contenidos formativos para la obtención del certificado o título que capacite
para la puesta a punto, el mantenimiento y la limpieza de los equipos e
instalaciones de las piscinas previsto en el artículo 8.” A día de hoy, dichos
contendidos formativos no han sido todavía publicados por el Ministerio, por
lo que actualmente no existen requisitos de ningún tipo para el personal de
mantenimiento y limpieza de piscinas.
ANEXOS

ANEXO I

PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LA PISCINA

1. LIMPIEZA DEL SISTEMA DE FILTRACIÓN

1) LIMPIEZA DEL PREFILTRO


Antes de poner en funcionamiento la piscina hay que limpiar el prefiltro
de la bomba, verificando si se encuentra sucio. En el caso de que el filtro
sea metálico, habrá que comprobar que el mismo no ha sufrido
oxidaciones que lo hayan podido dañar. Si el filtro fuese de plástico,
comprobaremos que no presente ninguna rotura o fisura que permita el
paso de partículas.
Una vez limpio el prefiltro, se procederá a comprobar que la tapa del
mismo cierra perfectamente, y el estado de conservación de la junta de
goma, que suele dañarse como consecuencia de la acción del cloro.

2) PUESTA A PUNTO DEL FILTRO


Habrá que comprobar:
a) En los filtros de arena, verificar que la arena, sílex, etc. se encuentra
en el nivel de carga adecuado (el que indique el fabricante), y en caso
de que el nivel sea inferior, procederemos a reponer la arena.

b) En los filtros de diatomeas, habrá que comprobar el estado de las


diferentes piezas (discos, platos, bujías…), y cambiar aquellas que no
se encuentren en buen estado. En el caso de que las diatomeas se
encontrasen apelmazadas, habría que regenerar completamente el
filtro, colocando una nueva carga.

c) En los filtros de cartucho, habrá que limpiar los mismos,


colocándolos bajo un fuerte chorro de agua a presión. En el caso de
que a pesar de la limpieza el filtro quedase sucio, habría que
sustituirlo.
3) LIMPIEZA DEL FILTRO Y CONDUCCIONES
Se recomienda realizar un tratamiento con un detergente ácido en el
circuito cerrado, de manera que se eliminen las incrustaciones que se
hayan podido generar en tuberías y filtros. El tiempo recomendable
para esta operación es de unos 25-30 minutos, y transcurrido ese
tiempo, se evacuará esa solución con detergente, pasando a realizar
un proceso de circulación con agua limpia.
También se aplicará un producto antialgas en el circuito de
depuración para eliminar los posibles depósitos de algas que se
pudiesen haber formado.

2. LIMPIEZA DEL VASO

Una vez realizada la limpieza del sistema de filtración, se procederá a realizar las
tareas de limpieza del vaso.

1) VACIADO Y LIMPIEZA DEL VASO


En primer lugar se vaciará el agua del vaso, para poder realizar una limpieza
en profundidad tanto de las paredes como del fondo. Se recomienda emplear
un producto específico para la limpieza de la piscina, si bien también se
puede utilizar salfumán. Con un cepillo de cerdas duras se limpiarán y
desincrustarán todos los restos calcáreos adheridos a las paredes y al fondo,
enjuagando después todo con agua a presión. Toda esta operación se
realizará con el desagüe de la piscina abierto, de manera que el agua del
aclarado se pierda por el sumidero y desagüe.

2) APLICACIÓN DE ANTIALGAS
Después de limpiar el vaso, se aplicará en las paredes y en el fondo un
producto antialgas, dejándolo actuar durante un mínimo de 8 horas.
Posteriormente, podremos comenzar a llenar el vaso con agua.
Una vez el vaso se encuentre lleno, es conveniente realizar una primera
filtración del agua, y posteriormente pasar el limpiafondos para recoger
cualquier resto de suciedad que se haya podido depositar en el fondo del
vaso.
Finalmente, se comprobará el nivel de pH, que deberá estar entre 7,2 y 8.
3. LIMPIEZA DE LOS FILTROS DE ARENA
Es muy importante que los filtros realicen una correcta filtración, y para ello será
necesario que su capacidad filtrante sea la adecuada. Haciendo funcionar el filtro
a contracorriente evitaremos la formación de fangos y que el producto filtrador
se apelmace, de manera que así conseguiremos la máxima capacidad filtrante del
filtro. La realización de estos lavados se recomienda al menos una vez por
semana, aunque en época de mayor número de bañistas se recomienda
realizarlos con más frecuencia.
Podremos comprobar el atascamiento o colmatación de los filtros a través del
manómetro, aunque una disminución del caudal de salida nos indicará también
que los filtros requieren de un lavado.
ANEXO II

Nieto, E. (2013). http://www.fidestec.com


ANEXO III

Nieto, E. (2013). http://www.fidestec.com


ANEXO IV

Nieto, E. (2013). http://www.fidestec.com


ANEXO V

Nieto, E. (2013). http://www.fidestec.com


BIBLIOGRAFÍA

- Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen los


criterios técnico-sanitarios de las piscinas.
- Instrucción 01-2014 del Servicio de Salud Ambiental de la Consejería de Salud
de la Junta de Andalucía.
- Instalaciones en piscinas. Gemma Vázquez Arenas. Universidad Politécnica de
Cartagena.
- Manual de piscinas. Consejería de Sanidad y Política Social de la Región de
Murcia.
- Mantenimiento básico de piscinas. E. Nieto. Fidestec.

Video de Youtube de cómo funciona el filtro de arena de una pisicina.


www.astrapolcom hay un recurso didáctico interactivo interesante
PREGUNTAS

1) Según el Real Decreto 742/2013, en relación con el acceso a las piscinas,


éstas podrán ser:
a) De uso público, mixto y privado.
b) De uso público y privado.
c) De uso público, privado y climatizadas.

2) Los parámetros que hay que tener en cuenta para valorar la calidad del agua
de una piscina son:
a) Dureza, pH y alcalinidad.
b) Cloro y pH.
c) Ninguna de las anteriores es correcta.

3) Las fuentes de contaminación de una piscina son:


a) Los bañistas y los productos químicos empleados para el tratamiento del
agua.
b) Los no bañistas y la contaminación atmosférica.
c) Todas son correctas.

4) En las formas de recirculación del agua del vaso, la más recomendable para
las piscinas de uso público es:
a) Inversa, ya que el agua superficial sale directamente para su tratamiento.
b) Tradicional, en la que el agua superficial no circula.
c) Mixta, en la que se elimina tanto el agua superficial como los depósitos
del fondo.

5) ¿Cuántos tipos de filtros para realizar la filtración existen?


a) Filtros de arena y de cartucho.
b) Filtros de arena, de cartucho y mixtos.
c) Filtros de arena, de cartucho y de diatomeas.

6) De acuerdo con el Real Decreto 742/2013, el control de la rutina que se hará


para conocer la eficacia del tratamiento del agua de cada vaso se hará:
a) En la quincena anterior a la apertura de la piscina.
b) A diario.
c) Mensualmente.

7) El pH debe de estar en el rango:


a) 5,8 – 6,2.
b) 7,2 – 8,0.
c) 9,0 – 9,6.
8) Cuando el agua del vaso presenta un color verdoso y depósitos verdes en el
suelo y paredes del vaso, ello nos lleva a pensar que el problema es:
a) La existencia de incrustaciones en las paredes del vaso.
b) La presencia de algas en el vaso.
c) La oxidación del agua del vaso.

9) ¿Con qué frecuencia se recomienda realizar la vigilancia y análisis de los


niveles de cloro en el agua del vaso?
a) Una vez a la semana.
b) Dos veces al día.
c) Una vez al día.

10) Antes de la puesta en funcionamiento una piscina, habrá que:


a) Limpiar el sistema de filtración, el vaso y los filtros.
b) Limpiar el vaso y llenarlo.
c) No es necesario hacer nada, basta con aplicar un tratamiento de choque
de cloro y filtrar el agua del vaso.

RESPUESTAS
1- b
2- a
3- c
4- c
5- c
6- b
7- b
8- b
9- b
10- a

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