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Comercial
En Argentina, el objeto principal del derecho comercial: el comercio
Desde el punto de vista económico el comercio es la actividad de intermediación entre los
productores y consumidores, los primeros pretenden la obtención de una ganancia mediante el
intercambio de bienes o servicios.
Jurídicamente es todo supuesto al que la ley califica de “mercantil”. Entre sus características,
podemos mencionar: consuetudinario, progresivo, universal, fragmentario, dúctil, sustantivo y
expansivo.
El derecho comercial comprende la regulación de los sujetos mercantiles con sus estatutos; los
hechos, actos, contratos instrumentos y tecnologías relativos a la interposición lucrativa en los
cambios; las empresas con fines de lucro; la insolvencia, y el mercado. Podemos afirmar que
subsiste un régimen diferenciado y autónomo, aunque los Códigos Civil y Comercial se hayan unificado.
los sujetos;
el vínculo jurídico entre los sujetos;
el objeto sobre el que recae la relación
Tanto las personas humanas como las jurídicas pueden ser sujeto de las relaciones comerciales ya sea
que realicen una actividad comercial o no.
El Código unificado, si bien no define al comerciante, admite dos categorías de personas humanas: una
general y una especial; esta última sujeta a llevar contabilidad e inscripción previa.
Es decir que integrará esta categoría no solo el titular de una empresa propiamente dicha, sino también
quien no llega a ser titular de una empresa, pero tiene una actividad económica organizada. Estas
categorías tendrán siempre derechos y obligaciones propios de la condición y de la actividad que
realicen.
Las condiciones de los sujetos para practicar el comercio son la capacidad legal para contratar; debe
tratarse de mayores de edad capaces de realizar actos de disposición.
La capacidad y la incapacidad estarán regladas, entonces, por el régimen general establecido en el
Código civil y Comercial, Libro I, Parte General, Título I (persona humana), Capítulo II: Capacidad,
Sección 1 (principios generales).
Leyes especiales que siguen vigentes, en las que necesariamente se exige la capacidad para el
ejercicio de comercio, como es el caso del art. 2, inciso “a”, de la Ley 20.266 para los martilleros. En el
caso de las personas con capacidad restringida, pueden ejercer el comercio a través de los
representantes que tengan autorización judicial para esos fines.
Deberá estarse a las reglas generales de responsabilidad para cualquier actividad comercial.
La “habitualidad” es la realización de manera estable de dicha actividad. Los caracteres de la figura del
comerciante permanecen presentes aunque no sea obligatoria su inscripción como tal, salvo los casos
en que la ley así lo indique. “Estos requisitos siguen aún vigentes, ya que la normativa fiscal los tiene en
cuenta a la hora de fijar el hecho imponible para el pago de los impuestos en el orden municipal,
provincial y nacional.
el registro público;
la obligación de seguir un orden uniforme de contabilidad;
la conservación de correspondencia;
rendir cuentas
La inscripción de aquellos actos cuya registración es prevista por la ley, los hace oponibles a
terceros. Quien interviene en la inscripción controla el cumplimiento de los requisitos legales.
En Córdoba la tarea es llevada a cabo por la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas de
la Provincia de Córdoba (Ley 8652/9820). Ley por la cual se organiza el registro Público de
Comercio. El requisito de la inscripción se señala en distintas normas del Código Civil y
Comercial.
No sólo en el Código Civil y Comercial de la Nación se prevé la inscripción de determinados
actos. También hay leyes especiales que así lo requieren, por ejemplo, Ley 20266, Régimen
Legal de Martilleros y Corredores.
En cuanto a la persona humana que desarrolla una actividad económica organizada, no se prevé
la inscripción registral de la misma, salvo en las leyes especiales.
Siguiendo el articulado del Código Civil y Comercial vigente, deben llevar la contabilidad:
El Código Civil y Comercial admite dos categorías de personas humanas: una general y una especial,
compuesta por aquellas que realizan una actividad económica organizada y las que son empresarias en
el sentido de ser titulares de una empresa o establecimiento comercial.
La persona humana por llevar una actividad económica organizada, se trata de una persona humana
“especial” asimilable a la derogada figura del comerciante, la cual posee obligación de llevar los libros
de comercio, independientemente que sea titular de una empresa (empresario). En ambos casos estará
obligado. También se contempla el caso de que cualquier otra persona que solicite la inscripción y la
rúbrica de los libros de manera voluntaria, pueda llevarla con las mismas consecuencias de los
obligados por ley.
Los sujetos excluidos: “quedan excluidos expresamente de la obligación de llevar el sistema contable
los profesionales liberales y quienes realizan actividades agropecuarias y también podrán solicitar ser
eximidos quienes tengan un volumen escaso de actividad; ello queda al arbitrio de las jurisdicciones
locales”.
El balance es una relación ordenada, un cuadro sintético, un resumen del inventario, en el que se
expresa el cuadro económico de la empresa y los resultados de la explotación en un momento
determinado.
La presentación estructurada de información contable histórica, que incluye notas explicativas, cuya
finalidad es la de informar sobre los recursos económicos y obligaciones de una entidad en un momento
determinado o sobre los cambios registrados en ellos en un periodo de tiempo, de conformidad con un
marco de información contable. Entonces nos referimos al llamado “Estado de situación patrimonial”,
“Estado de resultado” junto con el de cambios en el patrimonio y el de flujo de efectivo y aplicación de
fondos. Todo luego debe asentarse en el Libro de Inventario y Balance.
Si bien los libros caracterizados son los obligatorios, el Código Civil y Comercial de la Nación da
carácter obligatorio a “aquellos que corresponden a una adecuada integración del sistema de
contabilidad y que exige la importancia y la naturaleza de las actividades a desarrollar”. Es decir que
estos libros son los básicos y, según el giro de la actividad comercial, serán los libros necesarios en
mayor medida.
Y el Código Civil y Comercial agrega también a los demás libros que la propia ley impone. Serán prueba
para un juicio si cumplen con los requisitos que la ley determina.
sobre una base uniforme de la que resulte un cuadro verídico de las actividades y de los actos
que deben registrarse;
todo ello con el objeto de que se permita la individualización de las operaciones y las
correspondientes cuentas acreedoras y deudoras;
los asientos deben respaldarse con la documentación respectiva (los artículos se correlacionan
con 319 y 325 del Código Civil y Comercial, y con 51, 61, 62 y 63 de la Ley General de
Sociedades).
Prohibiciones que aseguran un correcto resultado. Se establece que no se puede alterar el orden de los
asientos; tampoco se pueden dejar blancos que posibiliten realizar interlineados, ni realizar tachaduras
o enmiendas. En el caso de querer corregir algún error, la solución es realizar un nuevo asiento que
salve el defecto anterior. La enunciación mencionada no es taxativa, por lo que cualquier otra acción
que sea perjudicial o altere el principio de veracidad de los estados contables debe considerarse
prohibida, aunque no esté aquí explicitada.
Los registros contables deban ser llevados en forma cronológica, actualizada, sin alteración alguna que
no haya sido debidamente salvada.
Para llevar los libros se pueden utilizar ordenadores u otros medios mecánicos, a excepción del libro de
Inventario y Balance, que debe llevarse en forma tradicional. También da la posibilidad de conservar la
documentación en microfilm u otros medios aptos para ese fin; para ello debe solicitarse ante el
Registro Público la respectiva autorización.
La importancia de llevar la contabilidad en debida forma radica en el valor probatorio que se les otorga a
los libros. En el artículo 330, encontramos la actividad probatoria y las reglas aplicadas según la parte
que alegue la prueba. Así, según la contabilidad sea o no llevada en debida forma, puede ser utilizada
en contra del dueño de los libros, a favor del mismo o que quede neutralizada para el caso en que
ambos lleven la contabilidad en debida forma.
El artículo 331 del Código Civil y Comercial establece que será procedente, a pedido de parte, la
exhibición de libros o registros contables en:
1- Juicios de sucesión.
2- Todo tipo de comunión.
3- Contratos asociativos o sociedad.
4- Administración por cuenta ajena.
5- En caso de liquidación, concurso y quiebra.
6- Fuera de estos casos cuando tenga relación con una cuestión controvertida o para establecer si la
contabilidad ha sido llevada en la forma que el Código Civil y Comercial establece.
Debe realizarse en un proceso a través de una prueba pericial contable sobre puntos de pericia
propuestos por la parte y agregados por el juez, si él lo considera pertinente.
Conservación de Documentación
La contabilidad del comerciante está integrada por los libros y la documentación en la que estos se
basan. El plazo por el cual se debe llevar la contabilidad es de diez años. En el caso de los libros, el
plazo se cuenta desde el último asiento; en el caso de los demás registros, desde la fecha de anotación
del último de ellos, y en el caso de la documentación (instrumentos respaldatorios), desde la fecha del
documento.
Rendición de cuentas
Rendir cuentas de una gestión es informar al dueño del negocio o de las personas interesadas de todo
lo que se ha hecho, con una descripción de las operaciones y acompañada de los comprobantes que la
respaldan.
Rendir cuentas es presentar a un interesado un informe con la forma, condiciones y resultado de un
determinado negocio, consistente en una representación gráfica y contable de todas las operaciones,
acompañada de los comprobantes de respaldo y con las explicaciones que lo hagan claro y susceptible
de ser aprobado o rechazado, esto es, de ser valorado.
Para las personas enumeradas, rendir cuentas es una obligación propia de muchas profesiones.
Jurisprudencia ejemplificativa
La rendición de cuentas no solo le debe servir a la parte que la exige, sino que además le debe servir al
juez, para dictar con justicia su fallo. Por ello, la exigencia legal de que se acompañe la documentación
correspondiente a cada partida y a cada rubro tiende a que tanto la parte como el juez puedan tener a
mano los elementos necesarios; la primera, para realizar las impugnaciones; el segundo, para
fundamentar su fallo.
Con la rendición de cuentas, es necesaria una segunda acción: en tanto la rendición debe ser realizada
por las personas obligadas, a las personas ante quienes se rinde cuentas también les cabe una
obligación: la de aprobarlas o, en su caso, observarlas.
Las cuentas pueden ser aprobadas de manera expresa o tácita (se entiende como aprobación tácita
aquella que no es observada dentro del mes de presentada); pero “puede/n ser observada/s por errores
de cálculo o de registración dentro del plazo de caducidad de un año de recibida/s”.
Una vez rendidas las cuentas, si hubiese un saldo, debe ser pagado en el tiempo convenido,
establecido por ley, o, en su defecto, en el término de diez días. Por otro lado, también se deben
devolver los títulos y documentos que se hubieren entregado para realizar la actividad.
La representación
La representación surge cuando un individuo (representante, sujeto de la declaración de voluntad)
ejecuta un negocio jurídico en nombre de otro (representado, sujeto del interés), de modo que el
negocio se considera como celebrado directamente por este último y los derechos y obligaciones
emergentes del acto celebrado por el representante pasan al representado como si éste hubiera
celebrado el negocio.
Art 367. Representación aparente - Cuando alguien ha obrado de manera de inducir a un tercero a
celebrar un acto jurídico, dejándolo creer razonablemente que negocia con su representante, sin que
haya representación expresa, se entiende que le ha otorgado tácitamente poder suficiente.
Debemos tener en cuenta que el objetivo de la norma es la protección del tercero que, de buena fe,
contrata a alguien que presume (porque es inducido a ello) que lo hace en nombre de otro.
Agentes Auxiliares de Comercio
Leyes Especiales no Derogadas
Enumeración no taxativa de los Agentes Auxiliares del Comercio: corredores, martilleros y rematadores,
barraqueros, factores, encargados y dependientes de comercio, transportistas, agentes de viajes,
agentes de bolsa, despachantes de aduana y los auxiliares de comercio marítimo.
Sigue vigente la regulación sobre corredores y martilleros en cuanto a inscripción y contabilidad, salvo
en el caso de los artículos 36 al 38 de la Ley 20.266 que fueron derogados.
El corredor está sujeto a un estatuto regulado por la Ley 20.266 modificado por la Ley 25.028, como
leyes especiales, más lo dispuesto en el Código Civil y Comercial de la Nación respecto al contrato de
corretaje, exige al profesional: título universitario, matriculación, llevar libros especiales.
Es decir, las leyes especiales legisladas en la materia no obstan la regulación que concretamente se
legisla en el Código Civil y Comercial a partir de los artículos 1345 al 1355. Es el mismo artículo 1355 el
que deriva a la legislación especial.
Podemos definir al martillero como el agente auxiliar encargado de los remates. El remate es un acto de
intermediación por el cual el martillero o rematador adjudica determinados bienes o derechos al mejor
postor mediante un procedimiento denominado subasta.
Quien realiza remates en forma habitual y profesional está sujeto al estatuto establecido en la Ley
20.266.
Dicha ley estipula que éste actúa por cuenta y orden del oferente. Si el mismo no está presente, el
martillero actúa como comisionista. También le exige título universitario, matriculación, libros
especiales.
El art. 1346 determina la ocasión en que queda concluido el contrato; dicho artículo explica las
exigencias respecto a las personas y al acto para considerarse concluido el contrato:
a) El mismo dispone que el contrato se perfecciona por la intervención del corredor o por un
acto negativo, la falta de protesto concomitante con la intervención, o si un tercer corredor
interviene.
b) Deben ser sujetos matriculados como tales. Esto es concordante con los arts. 33 y 34 de
la Ley 20.266, y el art. 77 de la Ley 24.441.
d) Por último, se menciona quiénes pueden ser corredores y se especifica que pueden ser
personas físicas (con las capacidades ya explicadas) o personas jurídicas de acuerdo a lo
que establece el art. 15 y 164.
Entre los caracteres del contrato podemos mencionar: bilateral, oneroso, consensual, típico,
aleatorio y, “se trata de un contrato no formal”.
Actividades que puede realizar el corredor: “poner en relación dos o más partes para la conclusión
de negocios sin estar ligado a ninguna de ellas por relaciones de colaboración, subordinación o
representación”.
Condiciones habilitantes.
Determinadas en el artículo 32 de la Ley 20.266:
a) “Ser mayor de edad y no estar comprendido en las inhabilidades del art.2º.
Matriculación. Se encuentra derogado todo lo que hace mención al comerciante o a los agentes
auxiliares, no obstante las leyes especiales imponen condiciones obligatorias a determinadas personas
que van a ejercer una actividad comercial determinada. Es el caso del corredor, donde la misma ley
especial establece la obligación de inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente.
Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el corretaje, no tendrán
acción para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni retribución de ninguna especie.
Sanción. El artículo trascripto en su última parte, establece que la sanción, ante la falta de
cumplimiento de la inscripción, es de carácter pecuniaria, en cuanto afecta los honorarios a percibir por
la actuación.
Legislación comparada. En la legislación juegan dos marcos regulatorios: uno nacional, que
determina las condiciones generales y otro de orden local, al cual deriva el primero. De la legislación de
orden local depende el lugar de inscripción en la matrícula con la respectiva acreditación del domicilio,
la garantía de acuerdo a lo establecido en el artículo 6 de la Ley 20.266 y, al dejar abierto otros
requisitos mediante el inciso “e” que imponga la legislación local.
Libros obligatorios. El artículo 35 del Decreto Ley N.° 20.266 establece la obligación de llevar un libro
exacto y cronológico de las operaciones concluidas. El libro de registro debe estar rubricado por el
Registro Público o el encargado de la matrícula de la jurisdicción, según el caso. Se debe tener en
cuenta que el libro debe cumplimentar todos los requisitos exigidos por el Código Civil y Comercial ya
estudiados. Por ejemplo, en la ley provincial de Buenos Aires que reglamenta el ejercicio de la
profesión, se establece que el contenido del libro debe ser el siguiente: nombre de los contratantes,
objeto de la operación, monto de la operación, forma de pago y demás circunstancias que puedan llevar
al esclarecimiento del negocio.
Remuneración. El corredor tiene derecho a cobrar su remuneración desde que las partes concluyen el
negocio en el cual el intervino. La comisión que cobrará será la estipulada por las partes; de no estar
estipulada, será según el uso y costumbre del lugar o, en su defecto, la determinada por el juez. Si
interviene un solo corredor, ambas partes deben la comisión; si intervienen dos (uno por cada parte),
cada comitente estará obligado con respecto al corredor que contrató.
Por su parte, el art. 1352 del Código Civil de la Nación establece las causales por las cuales se debe la
remuneración aun cuando una vez concluido el contrato se sucedan imponderables:
Obligaciones del corredor. El art. 1347 del Código Civil y Comercial establece las obligaciones del
corredor. Comparando este con la legislación derogada, aquella era más detallista a la hora de
especificar las obligaciones. Del artículo citado se desprenden las siguientes:
Hay dos pérdidas importantes que podrían impactar en la actividad, correspondientes a los incisos de la
legislación anterior a la reforma. Por un lado, la obligación del corredor de comprobar los títulos y
verificar el dominio y su disponibilidad; por otro, en cuanto a su obligación de entregar a las partes una
lista con los papeles en las negociaciones que intervenga (ambos previstos en el art. 36 (derogado) de
la Ley 20.226).
Prohibiciones: no podrá adquirir por él mismo lo que le fuere encargado para su negociación, ni tener
ninguna clase de interés o participación en la negociación o sobre los bienes objeto de la misma. Debe
ser neutral; es decir, debe ser imparcial, atento a la actividad que realiza.
El precepto se vincula con lo dispuesto por el art. 34 de la ley 20.266, que enumera las facultades del
corredor del siguiente modo:
a) Poner en relación a 2 (dos) o más partes para la conclusión de negocios sin estar ligado a
ninguna de ellas por relaciones de colaboración, subordinación o representación. No obstante
una de las partes podrá encomendarles que la represente en los actos de ejecución del contrato
mediado.
b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes que pueden ser objeto de actos
jurídicos.
c) Recabar directamente de las oficinas públicas, bancos y entidades oficiales y particulares, los
informes y certificados necesarios para el cumplimiento de sus deberes.
Martilleros
Concepto. El martillero es un agente de comercio cuya función consiste en la adjudicación de bienes
ajenos en público y al mejor postor, y hace de ello su profesión habitual.
Carácter de la actuación:
Sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la presente ley, cuando los martilleros ejerciten su
actividad no hallándose presente el dueño de los efectos que hubieran de venderse, serán reputados en
cuanto a sus derechos y obligaciones, consignatarios sujetos a las disposiciones de los art. 232 y
siguientes del Código de Comercio.
Matriculación. Los requerimientos han sido incorporados por la reforma de la Ley 20.266, con el
dictado de la Ley 25.028.
Art. 3.- Quien pretenda ejercer la actividad de martillero deberá inscribirse en la matrícula de la
jurisdicción correspondiente. Para ello deberá cumplir los siguientes requisitos:
Libros obligatorios. El libro de entradas, libro de salidas y libro de cuentas de gestión. En el primero
anotará en detalle los bienes recibidos y los salidos; en el segundo, cada una de las operaciones que
hubiere realizado.
Remuneración. El martillero tiene derecho a percibir una comisión que debe haber sido convenida con
el comitente (dueño de los efectos vendidos). Asimismo, si por cualquier circunstancia el remate fracasa
(por ejemplo, por falta de postores, por vicios intrínsecos, etc.), tiene derecho a cobrar una comisión por
todos los actos realizados con objetivos preparatorios de dicho acto de remate; por lo general, se trata
de una comisión estipulada prudencialmente por el juez. Este supuesto es el típico caso de un juicio ya
finalizado, con una sentencia condenatoria: existe una sentencia lista para ser ejecutada; en ese
momento, aparece el martillero (como auxiliar de la justicia), para hacer realidad la sentencia judicial, es
decir que solicita el remate del bien (previamente embargado y/o secuestrado); pero ocurre que la parte
perdidosa, justo antes procura arreglar y pagar voluntariamente lo que impone la sentencia, y el
ganador del pleito acepta la oferta de su deudor. En este caso, el martillero no pudo intervenir en el
acto, pero supongamos que ya había aceptado el cargo, había publicado por edictos el remate, había
publicitado mediante folletos, etcétera; en este caso, tendrá derecho a percibir una remuneración por su
actuación, que será prudencialmente fijada por el juez que ha intervenido en la causa. En cambio, si el
remate se anula por culpa del martillero, no tiene derecho a percibir una remuneración ni comisión.
b. Los fallidos y concursados cuya conducta haya sido calificada como fraudulenta o culpable, hasta
cinco (5) años después de su rehabilitación [Son las personas que se encuentran transitando o
transitaron un proceso provocado por el incumplimiento de las obligaciones y se encuentran en una
posición de insuficiencia patrimonial para enfrentarlas.];
d. Los condenados con accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos, y los condenados por
hurto, robo, extorsión, estafas y otras defraudaciones, usura, cohecho, malversación de caudales
públicos y delitos contra la fe pública, hasta después de diez (10) años de cumplida la condena;
e. Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por sanción disciplinaria [Son
los sancionados por haber cometido alguna falta en el ejercicio de la profesión. Las mismas son
propiciadas por el órgano que se encuentra a cargo de la matrícula; en el caso de martilleros y
corredores, es el propio Colegio creado al efecto.];
f. Los comprendidos en el artículo 152 bis del Código Civil [Dicho artículo hacía referencia a los
inhabilitados judicialmente. Hoy puede decirse que está modificado y que se ha trasladado al actual art.
3128 del Nuevo Código Civil y Comercial].
Las incompatibilidades están determinadas en el art. 7 de la Ley 20.266, el cual menciona que: “los
empleados públicos, aunque estuvieren matriculados como martilleros, tendrán incompatibilidad, salvo
disposiciones de leyes especiales y el supuesto del artículo 25, para efectuar remates ordenados por la
rama del poder o administración de la cual formen parte.”
a) formal: para verificar si los bienes, su titular y los derechos sobre los mismos se encuentran
subsistentes, y si aquellos están en condiciones de ser transferidos.
b) material: por cuanto se obliga al martillero a verificar el estado actual del bien, para así
determinar la relación entre los títulos y la realidad.
La venta en remate implica una venta pública, o sea, divulgada de cualquier manera y convocando a las
personas a ofertar. Esta operatoria, mecanismo o concepto de remate lleva implícito necesariamente el
de publicidad (acción de divulgación) y debe ser la necesaria según la circunstancia de tiempo, lugar y
bienes. Si no existe la acción de divulgación, difícilmente se pueda hablar de remate.
El corredor debe realizar el remate en las condiciones pactadas; debe realizarlo y concluirlo de acuerdo
con el procedimiento que la ley establece, por lo cual se deben respetar todas las etapas:
Entre las obligaciones que surgen, luego de realizado el remate, debemos tener en cuenta que el
martillero debe instrumentar la venta, conservar la muestra y/o documentación, debe rendir cuentas
de los actos realizados y también debe percibir la seña o precio ya sea total o parcial del objeto de la
operación.
Para el cumplimiento de las obligaciones allí descriptas, la Ley 20.266 le otorga al martillero, en el art. 8,
determinadas facultades de las cuales se desprenden los límites de la función. Debemos considerar
que las facultades propias de la profesión son:
2 - como facultades accesorias y que posibilitan las principales: recabar informes o solicitar medidas
tendientes a la realización plena de las funciones principales.
Prohibiciones Impuestas a
Martilleros y Corredores
Artículo 19 de la Ley 20.266:
c) Cesión de Bandera. Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que bajo su
nombre o el de la sociedad a que pertenezca, se efectúen remates por personas no
matriculadas.
e) Compra por Cuenta de Terceros. Comprar por cuenta de tercero, directa o indirectamente,
los bienes cuya venta se le hubiera encomendado.
f) Compra para Sí de los Bienes para Rematar. Comprar para sí los mismos bienes, o
adjudicarlos o aceptar posturas sobre ellos, respecto de su cónyuge o parientes dentro del
segundo grado, socios, habilitados o empleados.
i) Deber de veracidad. Utilizar en cualquier forma las palabras judicial, oficial o municipal,
cuando el remate no tuviera tal carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a
engaño o confusión.
j) Ofertas Bajo Sobre. Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la publicidad,
salvo el caso de leyes que así lo autoricen.
k) Suspensión del Remate. Suspender los remates existiendo posturas, salvo que habiéndose
fijado base, la misma no se alcance.
El artículo20 de la misma ley prevé las distintas sanciones por los diferentes incumplimientos, que van
desde multa, suspensión y hasta cancelación de la matrícula. Las mismas son aplicadas por el órgano
que se encuentra a cargo de la matrícula. La decisión es siempre apelable ante el Tribunal de
Comercio que corresponda.
A partir del artículo 22, también se imponen penalidades, que traen como consecuencia la pérdida de
la comisión y el reintegro de los gastos. La de mayor gravedad es la responsabilidad de daños y
perjuicios. Debe tenerse en cuenta que las mismas son acumulables.
Dada la enumeración no taxativa, cabe el análisis particular de las leyes locales, que en algunas
prohibiciones coinciden y en otras añaden casos.
Responsabilidad Civil y
Responsabilidad Penal
Teoría General de la Responsabilidad Civil
La responsabilidad es la consecuencia legal por haber causado un daño a otro. Existe un deber general
de “no dañar a otro”; por lo tanto, cuando por alguna circunstancia ese deber es incumplido, la ley nos
obliga a reparar el daño causado.
Martilleros y Corredores
Pesa sobre ellos una responsabilidad tanto civil como penal por los daños que causaren en el ejercicio
de sus funciones.
La noción de responsabilidad revela que el ordenamiento jurídico reacciona ante el hecho, positivo o
negativo, que quebranta sus normas y por ello obliga a responder.
La institución designada como responsabilidad civil abarca a la responsabilidad preventiva y reparatoria:
Función preventiva: “El deber de prevención del daño involucra la adopción de los recaudos
razonables para evitar su acaecimiento, la de hacer cesar el daño ya activado y la de inhibir su
agravamiento”. Para ello se prevé una acción preventiva. Se consagra la tutela civil inhibitoria
como sistema de protección anticipada de los derechos privados.
En el ámbito contractual, también se hace presente esta tutela relacionada con los consumidores
y la protección humana entre otros.
Función resarcitoria: “la obligación de reparar un daño injustamente causado o sufrido a cargo
del autor o de quien se indique según las razones de su atribución”. Esta es la función por
excelencia del derecho de daños.
El nuevo Código propone una única reparación, aunque podemos ver que los institutos subsisten
diferenciados en algunas ocasiones.
Existe responsabilidad contractual si se desconocen las normas planteadas en un contrato, que es ley
para las partes o no se cumple una obligación existente antes de la producción del daño.
Consecuencias unificadas:
a) Prescripción liberatoria: se fija un plazo de tres (3) años para el reclamo de indemnización de
daños derivados de la responsabilidad civil, sin diferenciar si se trata de responsabilidad
contractual o extracontractual.
b) No hay diferencia en la extensión del resarcimiento.
Los Presupuestos de la Responsabilidad Civil
A las normas del Código Civil y Comercial de donde se desprende este presupuesto podemos
encontrarlas en el artículo 1716, el cual describe el deber de reparar en la medida que se dañe a otro o
ante el incumplimiento de la obligación. Artículo seguido, se dispone que cada acción u omisión sea
antijurídica si causa daño a otro y no está justificada.
El artículo 1718 determina las causas por las que el daño podría justificarse y, por ende, no ser
considerado como antijurídico. Por ejemplo, el estado de necesidad, cuando el mal que se causa es
menor que el que se evita.
1) Factor de atribución: responde a porqué se debe responder; puede ser por un factor subjetivo
(el dolo o la culpa) o bien puede ser objetivo (el riesgo creado, garantía, equidad, etc.). Cuando
la responsabilidad es por el hecho propio, el factor suele ser subjetivo; cuando la responsabilidad
es por el hecho ajeno, porque el que responde no ocasionó el daño (nunca pudo haber dolo,
intención de causarlo), el factor es objetivo (riesgo creado, relación de dependencia, etc.).
2) Daño: no hay responsabilidad sin daño. Dañar es menoscabar a una persona. El daño puede
ser: patrimonial (si el menoscabo ataca directa o indirectamente al damnificado), moral (si se
entiende como una alteración negativa en su espíritu), etcétera.
Para que surja el deber jurídico de reparar, el art. 1739 describe los casos.
Las profesiones liberales están sujetas a las obligaciones de hacer (prestación de un servicio o la
realización de un hecho, en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes). Como regla general, la
responsabilidad será siempre subjetiva, salvo que se haya comprometido un resultado determinado; es
decir que sólo se responde por culpa y debe ser probada por la víctima.
En el ámbito de las profesiones es donde más daño se produce por la actividad; también aclaran que de
los profesionales se espera más porque tienen mayor conocimiento y las personas les confieren a ellos
la salud, el patrimonio, la libertad, la vivienda.
Artículo 5 - Establece que cada profesional tendrá un legajo abierto, para que pueda dejarse constancia
de todo lo acontecido: “Las sanciones que se apliquen serán anotadas en el legajo individual del
martillero”.
El martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su derecho a cobrar la
comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los daños y perjuicios ocasionados.
Según esto, el factor de atribución al que alude esta norma es un factor subjetivo, ya que habla de
culpa. Obrar culposamente es omitir un deber de cuidado, es decir que, aunque no existe una intención
de causar un daño, no se ha actuado con el debido cuidado o precaución.
Entonces, no solamente pierde el derecho a percibir una remuneración, sino que tampoco podrá exigir
que se le devuelvan los gastos erogados; además, la ley establece que deberá responder frente al
damnificado por los daños ocasionados.
Es importante destacar que la culpa no se presume, sino que debe ser probada por la persona que la
invoca.
Ninguna persona podrá anunciar o realizar remates sin estar matriculada en las condiciones previstas
en el artículo 3. Quienes infrinjan esta norma serán reprimidos por el organismo que tenga a su cargo la
matrícula, con multa de hasta $ 1000000 y además se dispondrá la clausura del local u oficina
respectiva; todo ello sin perjuicio de la responsabilidad penal que pudiera corresponder.
El organismo que tenga a su cargo la matrícula, de oficio o por denuncia de terceros, procederá a
allanar con auxilio de la fuerza pública, los domicilios donde se presuma que se cometen las
infracciones antes mencionadas y comprobadas que ellas sean, aplicará las sanciones previstas, sin
perjuicio de las denuncias de carácter penal, si correspondieran. La orden de allanamiento y de
clausura de locales deberá emanar de la autoridad judicial competente. En todos los casos, las
sanciones de multa y clausura serán apelables para ante el tribunal de comercio que corresponda.
Este artículo habla por primera vez de una “responsabilidad penal”. Para que exista una responsabilidad
penal, la conducta del martillero debe estar descripta en un tipo penal y calificada como delito. Sin
perjuicio de ello, este artículo puntualiza en la conducta de “anunciar o realizar remates sin estar
matriculado”. Esto refuerza la idea de la obligación esencial que significa para el martillero matricularse.
También atribuye al Colegio profesional de la jurisdicción donde el martillero tenga asentada su
matrícula la facultad de solicitar órdenes de allanamiento para verificar esta grave conducta, así como
aplicar sanciones de multa y clausura.
La Actividad Económica
Organizada
Objeto y Causa de la Relación Comercial
La Empresa. Noción
En la Alta Edad Media; era un concepto económico, entendido como el conjunto de hombres, utensilios
y elementos naturales que, sometidos a un proceso, aumentan su valor, crean bienes y servicios.
Con la llegada de la Edad Moderna aparece la figura del intermediario-comerciante que acumula
productos elaborados y los ofrece al público. La empresa ingresa al derecho comercial por la industria
manufacturera de carácter manual y artesanal.
A fines del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX aparece la fábrica como organización productora de
bienes materiales que el empresario reúne en el mismo edificio bajo su propia dirección y
responsabilidad. Con la revolución industrial el trabajo manual fue reemplazado por grandes
maquinarias.
Frente a la empresa surge la figura del empresario como organizador de los factores de la producción.
El art. 5 de la Ley de Contrato de Trabajo menciona: “a los fines de esta ley se entiende como empresa
a la organización instrumental de medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una
dirección para el logro de fines económicos o benéficos”. Y empresario “a quien dirige la empresa por
sí, o por medio de otras personas”.
Características de la empresa:
b) apta para producir no solo bienes materiales, sino también inmateriales (servicios);
La empresa puede ser considerada desde dos puntos de vista, uno económico y otro jurídico.
Desde el punto de vista jurídico, ponemos énfasis en el elemento abstracto inmaterial, integrado por la
hacienda comercial, que es el sustento material.
El Código de Comercio derogado se refería en el art. 8 a cinco categorías de empresas, las cuales no
eran taxativas.
El art. 3203 de CCyC, menciona a aquellos que son “titulares de una empresa”.
Empresario
El empresario es “la persona física o jurídica que crea la empresa, la organiza, la explota, aprovecha
sus beneficios y soporta sus riesgos. Es el elemento subjetivo de la empresa.
La Hacienda Comercial
La empresa interesa en referencia a la regulación de elementos organizados que son susceptibles de
tráfico jurídico. La hacienda o establecimiento comercial es el sustratum material de la empresa.
La hacienda o establecimiento mercantil es el conjunto de bienes organizados por el empresario para el
ejercicio de su actividad profesional.
Puede existir una empresa sin que haya necesariamente hacienda para explotar dicha actividad. Este
es el caso de quienes utilizan medios financieros en el ejercicio de la actividad profesional.
Asimismo, puede existir un conjunto de bienes sin el ejercicio de la actividad organizada (empresa).
Instalaciones, útiles y máquinas: son pertenencias del fondo de comercio para permitir la
explotación de la hacienda.
Créditos y deudas: los créditos y las deudas del fondo pertenecen al titular y no se trasmiten
con el éste, salvo pacto expreso.
El nombre comercial: el derecho al nombre es un elemento integrante atento a que deja de ser
un atributo de la personalidad humana para convertirse en un bien de naturaleza patrimonial.
Cabe aclarar que la enseña también forma parte del establecimiento, es su signo distintivo.
Patentes de invención: éstas son personales, todo autor o inventor es propietario exclusivo de
su obra, invento o descubrimiento por el término que establezca la ley. Las patentes, si bien son
personales, son transferibles. Se transfieren con el establecimiento, salvo pacto en contrario.
Contratos celebrados con terceros: se transfieren solo los contratos intuitu rei, es decir,
aquellos que se han celebrado atendiendo a la explotación comercial, pero no así los personales.
Ahora la Ley de Contrato de Trabajo dispone la continuación de los trabajadores en relación de
dependencia respecto de la persona que adquiere la hacienda comercial.
La llave del negocio: expectativas de obtener beneficio de la empresa, dado por un conjunto de
elementos, tales como la ubicación del local, el prestigio del empresario, etcétera.
Cabe concluir que la hacienda es un bien en sí mismo y, como tal, puede ser objeto de variados
negocios jurídicos.
La publicación: una vez realizada la venta, debe publicarse en el Boletín Oficial y en el diario de
mayor circulación en la zona, donde el establecimiento tiene el centro de negocios. El edicto que
ordena la publicación debe contener los requisitos del artículo 2 de la Ley 11.867. Puede ser a
cargo del comprador, del vendedor o del martillero.
Lista de acreedores: el vendedor debe entregar al comprador la lista de acreedores con
indicación de los nombres, domicilios, montos debidos y fechas de vencimiento. Los acreedores
a los que se refiere son los acreedores del fondo. El fundamento de la ley es la protección de
dichos acreedores, la cual brinda la posibilidad de cobrar sus deudas. La utilidad de la lista es
conocer el pasivo, ya que la transferencia se consideraría como fraudulenta si la venta opera por
un monto menor al pasivo. Existe la posibilidad de que el fondo sea transferido a título gratuito,
pero para ello se requiere de la conformidad de todos los acreedores.
Lugar: el lugar debe estar en el edicto, según el artículo 2. En el edicto comentado al final se
consigna el lugar de oposición.
Depósito: cuando el comprador conoce todas las oposiciones realizadas, en un plazo no mayor
a 10 días desde la última publicación, debe procederse al pago del precio, el cual debe hacerse
en un banco oficial, a la orden del juez en materia comercial y por cuenta del vendedor. El
depósito es a cuenta del precio. Los acreedores pueden pedir el embargo de las sumas
correspondientes a sus créditos y las sumas que no hubiesen sido embargadas el comprador
puede retirarlas.
Documento de trasmisión: si no hay oposición, se firma a los diez días de la última publicación.
Si media oposición, será a los 20 días de efectuado el depósito. Para ser válido y oponible a
terceros, el contrato debe ser inscripto en el ahora denominado registro público.
Artículo 10. En los casos en que la enajenación se realice bajo la forma de ventas en block o
fraccionadas de las existencias, en remate público, el martillero deberá levantar previamente inventario
y anunciar el remate en la forma establecida por el artículo 2º, ajustándose a las obligaciones señaladas
en los artículos 4º y 5º en el caso de notificársele oposición.
En caso de que el producto del remate no alcance a cubrir la suma a retener, el rematador depositará
en el Banco destinado a recibir los depósitos judiciales, en cuenta especial, el producto total de la
subasta, previa deducción de la comisión y gastos, que no podrán exceder del 15% de ese producto.
El martillero debe publicar edictos y realizar inventario; debe retener y depositar el precio de
subasta.
Debe entregar el fondo con todos sus bienes, hacer inventario, una lista de pasivos y pagar
edictos.
Debe responder por evicción; debe garantizar al adquirente que no será perturbado en su
derecho12.
Debe abstenerse de realizar cualquier acto que perjudique al adquirente.
a) Contratos puramente civiles como la renta vitalicia (art.1599), el juego y la apuesta (1609).
b) Los contratos civiles que también eran utilizados en las actividades comerciales: permuta (1172),
la locación (1187), obras y servicios (1251), comodato (1533), donación (1542), cesión de
derechos (1614), transacción (1641).
c) Los contratos duplicados con distinta regulación en sede civil y sede comercial: compraventa
(1123), el mandato (1319), el mutuo (1525), fianza (1574), depósito (1356) y prenda común
(2219). Con respecto a estos tipos de contratos cabe aclarar que se dio en general preferencia a
la solución comercial por sobre la solución civil.
d) Los contratos comerciales: como el leasing (1227), transporte (1288), consignación, corretaje
(1345), algún contrato bancario ya tipificado, cuenta corriente (1939), cuenta corriente común
(1430) y fideicomiso (1666).
e) Contratos comerciales que eran atípicos al recibir su regulación: el nuevo Código incorpora y le
da estatuto legal a una serie de contratos comerciales que no tenían tipicidad jurídica, aun
cuando estos existían en la realidad negocial y eran reconocidos por la doctrina y la
jurisprudencia como son, por ejemplo, el depósito de préstamo y descuento; la apertura de
crédito y caja de seguridad y custodia de títulos, sin perjuicio de una parte general y de normas
para consumidores bancarios factoraje, agencia, concesión, suministro, franquicia, bursátiles,
arbitraje.
Conceptualmente, podemos precisar al leasing como aquel contrato en que una persona (dador)
entrega a otra (tomador) la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce a cambio de
un canon confiriéndole también la opción de compra por un precio predeterminado o determinable.
Los bienes a los que se refiere son el objeto del contrato y pueden ser cosas muebles e inmuebles,
marcas, patentes o modelos industriales y software.
Nominado, típico, consensual, bilateral, oneroso, conmutativo, formal, de duración, puede ser celebrado
por adhesión y puede ser de consumo o de empresa.
Transporte de cosa
Consignación
Artículo 1335 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de consignación cuando el mandato es sin representación para la venta de cosas
muebles.
Con las actuales características del mandato no hubiese hecho falta la separación de ambos institutos.
Caracteres: se trata de un contrato bilateral, oneroso, consensual, aleatorio, ahora típico, y no formal.
Corretaje
Los caracteres del corretaje: es bilateral, oneroso, consensual y típico.
Hay contrato de corretaje cuando una persona, denominada corredor, se obliga ante otra, a mediar en
la negociación y conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o
representación con ninguna de las partes.
La materia que regula la actuación de corredores queda circunscripta al art. 1 a 35 del Decreto ley
20.2665/1973 de Martilleros, por los art. 1345 y 1355 del Código Civil y Comercial de la Nación. Dentro
del conjunto normativo también debemos tener en cuenta la ley 24441 de Financiamiento de la Vivienda
y la Construcción. Y por último, las leyes provinciales y demás normas que de manera local regulan la
materia.
Cuenta corriente
Artículo 1393 del Código Civil y Comercial:
La cuenta corriente bancaria es el contrato por el cual el banco se compromete a inscribir diariamente, y
por su orden, los créditos y débitos, de modo de mantener un saldo actualizado y en disponibilidad del
cuentacorrentista y, en su caso, a prestar un servicio de caja.
Tiene la característica de que los importes depositados deben estar siempre a disposición del cliente.
Obligaciones para el banco: la de tener actualizada la cuenta, la obligación de que el saldo esté a
disposición del cuentacorrentista y prestar servicio de caja, que consiste en hacer los pagos que el
cliente encomienda.
Se entiende que es el cliente quien deposita los fondos en la cuenta y le paga la comisión
correspondiente al banco.
Fideicomiso
Artículo 1666 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se compromete a
transmitir la propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en
beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de
un plazo o condición al fideicomisario.
Cobran relevancia en este contrato los bienes que se trasmiten; la acción pretende proteger esos
bienes, los cuales tienen un fin específico en el cual el fiduciario se obliga a realizar actos en favor del
beneficiario. Dichos actos están previstos en el contrato. Esta figura se destina generalmente a
negocios de carácter financiero.
Factoraje
Artículo 1421 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de factoraje cuando una de las partes, denominada factor, se obliga a adquirir por un
precio en dinero determinado o determinable los créditos originados en el giro comercial de la otra,
denominada factoreado, pudiendo otorgar anticipo sobre tales créditos asumiendo o no los riesgos.
Es un contrato por el cual el acreedor cede su crédito para que otro lo haga efectivo. Quien cede su
crédito recibe a cambio un anticipo y quien se encarga de gestionar el crédito asume los riesgos de su
gestión.
Agencia
Artículo 1479 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por
cuenta de otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e independiente,
sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución.
Es decir, actúa en nombre propio y por cuenta ajena. El agente concluye contratos en interés de otro
(empresario).
Concesión
Artículo 1502 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en nombre y por cuenta propia frente a
terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su organización empresaria para
comercializar mercaderías provistas por el concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y
accesorios según haya sido convenido.
de concesión pública (inviste a una persona física o jurídica para prestar un servicio);
privada (no interviene la potestad del Estado; por ejemplo, servicios en clubes);
y comercial: esta última, generalmente, versa sobre la distribución de bienes (por ejemplo,
concesionarios de automotores).
Suministro
Artículo 1176 del Código Civil y Comercial:
Suministro es el contrato por el cual el suministrante se obliga a entregar bienes, incluso servicios sin
relación de dependencia, en forma periódica o continuada, y el suministrado a pagar un precio por cada
entrega o grupo de ellas.
El carácter fundamental del contrato es la periodicidad, ya que se recibe el servicio para aplicarlo a
necesidades de la empresa.
Franquicia
Artículo 1512 del Código Civil y Comercial:
Hay franquicia comercial cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a otra, llamada
franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado, destinado a comercializar determinados bienes o
servicios bajo el nombre comercial, emblema o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto de
conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación
directa o indirecta del franquiciado.
El titular de la franquicia, además, debe ser titular o por lo menos tener derecho a la utilización de un
conjunto de elementos que forma parte de la franquicia. Recordemos que la franquicia está integrada
por diversos elementos entre los que podemos mencionar a los derechos intelectuales, las marcas, las
patentes, los derechos de autor etc.
Además, que quien otorga la franquicia no puede tener participación accionaria de tal forma que ejerza
un control, ya sea directo o indirecto.
Arbitraje
Artículo 1649 del Código Civil y Comercial:
Hay contrato de arbitraje cuando las partes deciden someter a la decisión de uno o más árbitros todas o
algunas de las controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una
determinada relación jurídica, contractual o no contractual, de derecho privado en la que no se
encuentre comprometido el orden público.
Es general que, en el ámbito empresario, las partes se comprometan a someter los conflictos al
arbitraje; el motivo es la posibilidad de que el conflicto quede en lo privado a través de un pacto de
confidencialidad. Este pacto puede clasificárselo teniendo en cuenta si la controversia es anterior o
posterior a la necesidad de someterse a arbitraje. La obligación de someterse a arbitraje puede surgir
de una cláusula contenida en un contrato (cláusula compromisoria) previa al conflicto, o bien puede
tomar forma de un acuerdo independiente. Si el conflicto se desata con posterioridad, al acuerdo se lo
denomina compromiso arbitral. Las partes designan a los árbitros a los que van a someterse.
En todos estos contratos podemos decir que existe una tendencia a la limitación de la responsabilidad,
como sucede, por ejemplo, con la franquicia donde se establece que los dependientes del franquiciado
no tienen relación jurídica laboral con el franquiciado. Sucede lo mismo con la agencia.
Las normas que regulan las relaciones de consumo deben ser aplicadas e interpretadas
conforme con el principio de protección del consumidor.
En caso de duda sobre la interpretación de este Código o las leyes especiales, prevalecerá la
más favorable al consumidor.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con
excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales, cuando pueda afectar a los
derechos de incidencia colectiva.
En el Código se establece que corresponde regular los contratos de consumo, ya que no se trata de un
tipo social más, sino que se deriva del tipo general de contratos y, a su vez, influye sobre los tipos
especiales de contratos.
Entonces, dentro del Libro III, Derechos personales del nuevo Código, encontramos los llamados
Contratos de consumo, en su Título III, los cuales se dividen en cuatro capítulos cuyos temas
trataremos aquí:
El Capítulo 4, "Cláusulas abusivas", determina las "Normas aplicables" (art. 1117), "Control de
incorporación" (art. 1118), "Regla general" (art. 1119), "Situación jurídica abusiva" (art. 1120),
"Límites" (art. 1121), "Control Judicial" (art. 1122).
Clasificación de los contratos de consumo
CONSUMIDOR. El Código Civil y Comercial define al consumidor en su artículo 1092 como “la persona
humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como
destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.
Renglón seguido se equipara al consumidor a la persona que, aunque ajena a la relación de consumo,
adquiriere bienes o servicios con fin de consumo y como consecuencia de esa relación.
Solo es considerado como “consumidor” quien adquiere o utiliza los bienes o servicios como un
consumidor final para su uso privado, familiar o social, y quedan fuera de esta regulación aquellos que
compran estos bienes con el fin de revenderlos a terceros con fin de lucro.
PROVEEDOR. El art. 224 de la Ley de Defensa del Consumidor dice que: El proveedor es la persona
humana o jurídica, de naturaleza pública o privada y cuya nota distintiva es su profesionalidad en su
actividad, lo que hace que tenga una ventaja sobre el consumidor.
Las actividades que, realizadas por el proveedor con la profesionalidad citada, quedan comprendidas
en la ley: producción, montaje, creación, construcción, transformación, importación, concesión de
marca, distribución y comercialización de bienes y servicios.
Por la Ley 24.240 quedan excluidas las profesiones liberales que requieran para su ejercicio título
universitario y matrícula otorgada por el colegio de profesionales reconocidos oficialmente. Pero sí
queda comprendida en las previsiones de la Ley de Defensa del Consumidor la publicidad que realicen
dichos profesionales a los efectos de ofrecer los servicios.
Se puede establecer que el contrato de consumo es aquel celebrado entre proveedor (en el sentido que
le da el art. 2 de la Ley de Defensa al Consumidor) y el consumidor.
De esta manera, permanece, entonces, la exclusión de aquellos con título universitario y matrícula.
INTERPRETACIÓN DE NORMA. Las normas que regulan la relación de consumo siempre deben
aplicarse en pro del consumidor. En caso de duda del código o leyes especiales, siempre se aplicará la
más favorable al consumidor que es la parte más débil en la relación.
El art 8 de LDC establece que: las precisiones formuladas en la publicidad o en anuncios, prospectos,
circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas en el contrato con el consumidor y obligan
al oferente.
Cláusulas Abusivas y Publicidades Engañosas
Como primera medida se exige del proveedor, para no considerar la existencia de prácticas abusivas,
un trato que no coloque al consumidor en situaciones “vergonzantes, vejatorias o intimidatorias”, según
el artículo 1097 del Código Civil y Comercial.
Debemos tener en cuenta que cuando dichas prácticas abusivas afectan a un número considerable de
personas, y donde resulta poco efectivo el accionar individual, la ley por disposición constitucional
habilita el remedio jurídico de acciones colectivas. Así, el artículo 43 reglamenta el amparo colectivo y el
artículo 55 de la Ley de Defensa de Consumidor establece la acción colectiva del consumidor.
El art. 8 bis establece la posibilidad de reclamar reparación de daño, en caso de no ser tratado con
dignidad.
Se exige que el trato sea equitativo y no discriminatorio, y no se pueden establecer diferencias basadas
en pautas contrarias a la garantía constitucional de igualdad.
El artículo 42 de la Constitución Nacional que dispone que "los consumidores y usuarios de bienes y
servicios tienen derecho, en la relación de consumo,... a la libertad de elección.
La libertad puede verse afectada tanto por prácticas que han sido reguladas en la ley de Defensa del
Consumidor, el Código Civil y Comercial y leyes especiales, como así también por prácticas
anticompetitivas o engañosas reguladas en la Ley de Defensa de la Competencia (25.156) y Ley de
Lealtad Comercial (22.802).
El proveedor está obligado a brindar información cierta y detallada al consumidor sobre los bienes y
servicios que provea y necesariamente sobre las condiciones de su comercialización.
La publicidad debe ser realizada de manera clara y gratuita para el consumidor. La obligación de
brindar información está basada sobre todo en el fundamento de equilibrar la asimetría existente entre
el proveedor y el consumidor.
Dicha asimetría puede ser causa de numerosos factores, entre ellos, por ejemplo, la tecnicidad del
producto. En esencia, el artículo comentado del Código Civil y Comercial se manifiesta o es la
recepción del art. 4 de la Ley de Defensa del Consumidor. La violación al deber de información
traerá como consecuencia la posibilidad de solicitar la nulidad del contrato o de las cláusulas
que violan este principio, como así también el resarcimiento del daño en consecuencia con la
responsabilidad del proveedor.
El artículo 1101 del Código Civil y Comercial precisa las características de la publicidad prohibida:
Publicidad engañosa:
o A ella hace referencia el inciso a del artículo cuando dice que es prohibida la publicidad: que
contenga indicaciones falsas o de tal naturaleza que induzcan o puedan inducir a error al
consumidor, cuando recaigan sobre elementos esenciales del producto o servicio.
o La misma se encuentra receptada en los artículos 5 y 9 de la Ley de Lealtad Comercial. Para
que una publicidad sea engañosa, como primera medida el proveedor debe haber actuado
con dolo. Con ella, a través de información inexacta, conduce a error al consumidor y a través
de ese error le produce un perjuicio.
Publicidad comparativa:
o La recepción del inciso b del artículo en referencia manifiesta que queda prohibido que se
efectúen comparaciones de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal que conduzcan
a error al consumidor. Esta misma ha sido tratada por la jurisprudencia basándose en la
legislación de Marcas y Patentes.
o Contrariamente, la publicidad comparativa que no es engañosa solo puede beneficiar al
consumidor, ya que le da más opciones y especificaciones para que él pueda elegir.
Publicidad abusiva:
o Hace referencia a ella el inciso c de la norma que venimos estudiando, la cual prohíbe que la
publicidad sea abusiva, discriminatoria o induzca al consumidor a comportarse de forma
perjudicial o peligrosa para su salud o seguridad.
o el inciso hace referencia a dos especies de publicidad abusiva dentro del género. Esas
especies son:
a) la publicidad discriminatoria, la cual entiende que agrava la situación de
discriminación hacia un grupo determinado;
b) y, por otro lado, la que lleva de alguna forma al consumidor a tomar una actitud
peligrosa para su salud.
Acciones que posee el consumidor a la hora de ser perjudicado por este tipo de accionar por el
proveedor. El art. 1102 determina que tanto el consumidor como quien estuviere legitimado (derecho de
incidencia colectiva) pueden solicitar ante la autoridad judicial:
Publicidad de avisos rectificatorios, en lo posible por la misma vía en que se hizo la publicidad.
Debemos tener en cuenta el art 1103, por cuanto las especificaciones que se agregan en la publicidad
se consideran incluidas en el contrato y obligan al oferente a cumplir con lo consignado en las
especificaciones.
Este mismo artículo replica el nuevo artículo 8 de la Ley de Defensa del Consumidor.
Al respecto y a los efectos de ver de manera concreta cómo afectaría el hecho de infringir la Ley de
Defensa del Consumidor en cuanto a publicidad, te comparto el sumario del fallo por el cual se impuso
una multa a un corredor inmobiliario por considerar la publicidad utilizada como engañosa:
Sumario:
4 - Para evitar situaciones de abuso que puede generar el empleo de la publicidad, las leyes
de Defensa del Consumidor y de Lealtad Comercial -en forma tuitiva y a fin de amparar la
confianza de los consumidores- imponen a quienes oferten bienes y servicios la
observancia de determinadas reglas.
Estos contratos son de manera enunciativa y se puede ampliar el campo. Se utiliza el término de “fuera
del establecimiento” y no en domicilio, lo que hace inclusivo mayores supuestos. El fundamento de esa
protección es el “factor sorpresa” sobre el consumidor que ocasiona este tipo de ofertas.
Art 1105. Contratos celebrados a distancia - Contratos celebrados a distancia son aquellos
concluidos entre un proveedor y un consumidor con el uso exclusivo de medios de comunicación
a distancia, entendiéndose por tales los que pueden ser utilizados sin la presencia física
simultánea de las partes contratantes. En especial, se consideran los medios postales,
electrónicos, telecomunicaciones, así como servicios de radio, televisión o prensa.
b) información por escrito que exige el art. 1062 de la Ley de Defensa del Consumidor.
Es aquel en el cual el contrato es contenido en un medio electrónico; este contrato está conceptualizado
en el artículo 1106 del Código Civil y Comercial. Esa forma no sería obligatoria para el consumidor, que
si este exigiera la conclusión por escrito, debería cumplirse.
La vigencia de la oferta por parte de los medios electrónicos para la contratación se considera que
permanece durante el plazo que fije el oferente; si no se hubiese determinado, se entiende que obliga
mientras esta sea accesible al destinatario. El oferente, una vez que llegue la aceptación de la oferta,
deberá confirmar por vía electrónica su recepción. Este artículo se relaciona con el artículo 7 de la Ley
de Defensa del Consumidor, el cual establece que debe haber un plazo de vigencia para las ofertas.
En cuanto al lugar de la prestación de este contrato se entiende que es el lugar de cumplimiento del
mismo donde el consumidor recibió o debió recibir la prestación. Ese mismo lugar fijará la jurisdicción y
la prórroga de la jurisdicción se tendrá por no escrita.
Una vez realizada la oferta y realizada su aceptación, la ley otorga al consumidor la facultad de revocar
la aceptación.
Este derecho de revocación es irrenunciable; por tanto, cualquier cláusula que disponga lo contrario no
tendrá validez. La revocación podrá hacerse: por escrito, por medios electrónicos o con la devolución de
la cosa, siempre dentro del término de 10 días.
Como regla general se establece que una cláusula puede ser declarada abusiva, independientemente
de que haya sido negociada individualmente, cuando tiene por objeto o por efecto provocar un
desequilibrio significativo entre los derechos y las obligaciones de las partes, en perjuicio del
consumidor. Estos artículos tienen relación con el art. 37 de la Ley de Defensa del Consumidor. Al
respecto:
Desequilibrio significativo entre los derechos y las obligaciones de las partes, en perjuicio del
consumidor.
Cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños.
Cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los
derechos de la otra parte.
Cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga de la prueba
en perjuicio del consumidor.
Ahora bien, el artículo 1122 establece cuál es el control que se ejercerá y que brinde tres reglas o
parámetros sobre el control judicial y tratamiento a la hora de afrontar estas cláusulas.
Como primera medida tenemos que la aprobación en vía administrativa de estas cláusulas no
obsta el control judicial.
Las cláusulas abusivas son nulas de nulidad absoluta. Se tienen por no convenidas.
Una vez declarado parcialmente nulo el contrato, dado que lo que se busca es la subsistencia del
mismo, corresponde la integración.
Otra de las leyes que tiene relevancia en este tema; esta es la Ley de Lealtad Comercial y Ley de
defensa de la competencia.
Esta es la ley 22.802 y reúne en su cuerpo las normas referidas a la identificación de mercaderías y a la
publicidad de bienes muebles, inmuebles y servicios. También trata sobre las autoridades de aplicación
y las atribuciones de las mismas.
Es importante que tengamos en cuenta sobre esta ley lo relativo a la publicidad legislada en sus
artículos 9 y 10.
El primer artículo prohíbe cualquier tipo de publicidad que, mediante información inexacta, conduzca a
error al consumidor.
El artículo 10 describe acciones que también están prohibidas y que condicionan la entrega de premios
o gratificaciones con relación a consumir determinado producto. Se recomienda la lectura de ambos
artículos.
Ley de Defensa de la
Competencia
El propósito básico de la ley es evitar las prácticas anticompetitivas que puedan afectar el bienestar
general de la comunidad.
Quedan comprendidas en esta ley todas las personas, sean jurídicas o físicas, que desarrollen
actividades económicas.
ARTICULO 2º — Las siguientes conductas, entre otras, en la medida que configuren las
hipótesis del artículo 1º, constituyen prácticas restrictivas de la competencia:
a) Fijar, concertar o manipular en forma directa o indirecta el precio de venta, o compra de bienes o
servicios al que se ofrecen o demanden en el mercado, así como intercambiar información con el
mismo objeto o efecto;
b) Establecer obligaciones de producir, procesar, distribuir, comprar o comercializar sólo una cantidad
restringida o limitada de bienes, o prestar un número, volumen o frecuencia restringido o limitado de
servicios;
e) Concertar la limitación o control del desarrollo técnico o las inversiones destinadas a la producción o
comercialización de bienes y servicios;
h) Regular mercados de bienes o servicios, mediante acuerdos para limitar o controlar la investigación y
el desarrollo tecnológico, la producción de bienes o prestación de servicios, o para dificultar inversiones
destinadas a la producción de bienes o servicios o su distribución;
j) Sujetar la compra o venta a la condición de no usar, adquirir, vender o abastecer bienes o servicios
producidos, procesados, distribuidos o comercializados por un tercero;
m) Enajenar bienes o prestar servicios a precios inferiores a su costo, sin razones fundadas en los usos
y costumbres comerciales con la finalidad de desplazar la competencia en el mercado o de producir
daños en la imagen o en el patrimonio o en el valor de las marcas de sus proveedores de bienes o
servicios.
Títulos Valores
El origen de los “títulos valores”, “títulos de crédito” y “títulos circulatorios” se da a medida que se
incrementa el intercambio comercial que, en un principio, era local y luego se va expandiendo con el
consecuente intercambio de monedas. El comerciante comienza a actuar como cambista y, así, el
cambista recibe en una localidad una determinada cantidad de monedas del lugar y asume el
compromiso de abonar en otra ciudad un monto equivalente en dinero.
La formalidad era notarial, se manifestaba y la manifestación equivalía a confesión judicial.
Paralelamente, el cambista entregaba una carta para que en su representación cumpliera con la
obligación. Luego se extendió a otras operaciones que generaban deuda como una compraventa como
origen de la operación. De la fusión del acto notarial y misivo surge la letra de cambio. Este instrumento
deviene insuficiente para todas las situaciones que se presentaban.
Título Valor: El título de crédito es el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo
allí expresado.
Literalidad: el cual menciona que hace a los aspectos constitutivos del instrumento y de donde
se desprende que el documento debe ser configurado con exactitud en cuanto al contenido,
extensión y naturaleza. Tal así es que el acreedor no puede invocar ninguna circunstancia que
no resulte del título.
Incorporación.
Autonomía: este carácter determina que las nuevas adquisiciones del título están desvinculadas
de las relaciones del deudor con poseedores anteriores. Hoy este carácter es tratado en el art.
1816 del Código Civil y Comercial de la Nación.
Clasificación
1) Según los requisitos para su circulación, los títulos valores pueden ser al portador a la
orden o nominativos.
2) Según el vínculo entre el instrumento y el negocio que lo crea: causales y abstractos.
La causa es la “relación jurídica fundamental, originaria y subyacente que determina a las partes a que
objetivicen el documento, determinando su libramiento o su circulación”. Depende entonces del vínculo
del negocio fundante del título que le dio origen con éste.
Si los títulos valores fueron emitidos teniendo en cuenta la causa, será causal, puesto que están
subordinados a la causa que les dio origen; la causa no puede tener ningún vicio que la perjudique. Un
ejemplo de título causal son las acciones; en ellas se hace referencia a su causa que es el estatuto de
la sociedad.
De lo contrario, si son independientes de la causa, serán abstractos, lo que permite mayor celeridad en
la circulación. Un ejemplo es la letra de cambio.
Los formales requieren el cumplimiento de requisitos en cuanto a forma taxativamente establecida. Los
no formales no son necesarios para la validez del título. La letra de cambio es el requisito formal por
excelencia.
El completo es el que requiere que contenga en su tenor literal todos los derechos y obligaciones de los
sujetos cambiarios. Un ejemplo es la letra de cambio. El incompleto por sí solo no es suficiente para
determinar los derechos y obligaciones, remite a otro documento. El ejemplo claro es la acción que
remite al estatuto de la sociedad donde constan todos los derechos que esta confiere.
El Código Civil y Comercial incorpora un capítulo a partir del artículo 1815 destinado a regular las
normas generales aplicables a los títulos valores.
En el artículo 1815 se establece que “incorporan una obligación incondicional e irrevocable de una
prestación y otorgan a cada titular un derecho autónomo”.
Por el artículo 1820 del Código Civil y Comercial se implementa la libertad de creación de títulos valores
sin sujeción a los tipos previstos.
En los artículos que siguen, el Código Civil y Comercial reglamenta las siguientes cuestiones, a saber:
Defensas oponibles: como por ejemplo, las que se fundan en la falsedad de su firma.
El modo de trabar medidas precautorias sobre los títulos.
Las firmas falsas: en donde son válidas las firmas de los demás suscriptores.
Los efectos de la representación insuficiente que lo hace responsable a quien invoque
representación sin tenerla como si actuara en nombre propio.
La responsabilidad solidaria solo de los creadores del título y no de los demás intervinientes.
Luego, a partir del artículo 1830, el título valor reconoce dos especies:
En estos últimos, para acreditar la titularidad, la entidad que lleve el registro de los mismos debe emitir
un comprobante (acciones escriturales).
La normativa del Código deja subsistente la regulación particular de los diversos títulos valores
cartulares que resulta de leyes especiales (cheques, letras de cambio y pagarés, certificados de prenda
con registro, acciones, debentures, obligaciones negociables, warrants, etc.), y proclama ser subsidiaria
o inaplicable, según el caso.
Títulos valores a la orden: se crean a favor de una persona determinada, se transfieren mediante
endoso. Si dice inserto “no a la orden”, se deben transmitir según cesión de derechos.
1. Cheque
El cheque es una orden de pago puro y simple librada en contra de una entidad financiera para ser
pagada a un tercero. Existe un vínculo jurídico previo entre el banco y el librador del cheque: el contrato
(extracambiario) de cuenta corriente. El librador debe contar con fondos en su cuenta, o bien con una
autorización para girar al descubierto.
En cambio, el cheque a pago diferido es una orden de pago librada contra un banco con fecha
posterior a su libramiento en la que el librador debe tener en dicha fecha fondos suficientes para
cubrir el monto del cheque o autorización para girar al descubierto.
2. Letras de cambio
Es un título de crédito por el cual una persona, llamada librado, da la orden a otra (girado) de pagar
incondicionalmente a una tercera persona (tomador/beneficiario).
Es una promesa de pagar una suma de dinero a su vencimiento. Intervienen tres personas: el librador,
el girado y el tomador.
Es muy utilizada en las operaciones internacionales.
3. Pagaré
A diferencia de lo que ocurre con la letra de cambio, el pagaré es más bien de carácter local. Es un
título de valor, formal y completo que contiene una promesa de pagar una suma de dinero.
Intervienen dos personas: el suscriptor (quien lo crea) y el beneficiario.
a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
i) toda otra contemplada en las disposiciones de este código o en otras leyes y cuyo carácter de tal
se establece o resulta de su finalidad y normas del funcionamiento.
Art 150. Leyes aplicables - Las personas jurídicas privadas que se constituyen en la República, se
rigen:
Las personas jurídicas privadas que se constituyen en el extranjero se rigen por lo dispuesto en la Ley
General de Sociedades.
El domicilio: en el caso de las personas jurídicas, hablamos siempre de domicilio legal, que se
establece en el estatuto. La sede es el lugar donde funciona la administración. El artículo 26 de la Ley
General de Sociedades establece que el domicilio de la sociedad comercial debe estar indicado en el
instrumento constitutivo y es el asiento jurídico del ente social. Es donde la ley sitúa a dicha entidad
para el cumplimiento de sus obligaciones y para el ejercicio de sus derechos.
El patrimonio: es fundamental, ya que es el conjunto de bienes requeridos para poder cumplir con los
fines que se hubiese propuesto la persona jurídica. En general, la desaparición del patrimonio es causal
de disolución del ente.
La capacidad: el Código Civil y Comercial refiere expresamente a la aptitud para adquirir derechos y
contraer obligaciones que le confiere el ordenamiento jurídico.
DISOLUCIÓN
a) la decisión de sus miembros adoptada por unanimidad o por la mayoría establecida por el
estatuto o disposición especial;
b) el cumplimiento de la condición resolutoria a la que el acto constitutivo subordinó su existencia;
c) la consecución del objeto para el cual la persona jurídica se formó, o la imposibilidad
sobreviniente de cumplirlo;
d) el vencimiento del plazo;
e) la declaración de quiebra; la disolución queda sin efecto si la quiebra concluye por avenimiento o
se dispone la conversión del trámite en concurso preventivo, o si la ley especial prevé un
régimen distinto;
f) la fusión respecto de las personas jurídicas que se fusionan o la persona o personas jurídicas
cuyo patrimonio es absorbido; y la escisión respecto de la persona jurídica que se divide y
destina todo su patrimonio;
g) la reducción a uno del número de miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos y ésta no
es restablecida dentro de los tres meses;
h) la denegatoria o revocación firmes de la autorización estatal para funcionar, cuando ésta sea
requerida;
i) el agotamiento de los bienes destinados a sostenerla;
j) cualquier otra causa prevista en el estatuto o en otras disposiciones de este Título o de ley
especial.
Asociaciones
Es la unión de personas con fines no lucrativos.
Las asociaciones civiles reguladas en el Código Civil y Comercial “no pueden perseguir el lucro
como fin principal”. No obstante, pueden realizar actividades lucrativas para el desenvolvimiento
del ente.
En cuanto al objeto, este no puede ser contrario al interés general o bien común.
El acto constitutivo debe ser otorgado por instrumento público.
Requiere autorización estatal para funcionar y ser inscripto en el registro correspondiente.
El contenido del contrato se desprende del artículo 170 del Código Civil y Comercial.
Las Fundaciones
Las fundaciones son personas jurídicas que se constituyen con una finalidad de bien común, sin
propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o más personas, destinando a hacer
posible sus fines.
Estas deben constituirse por instrumento público y solicitar y obtener autorización del Estado
para funcionar.
Los fundadores pueden ocupar cargos en la administración y sus integrantes pueden ser
permanentes o temporarios.
Las simples asociaciones pueden prescindir del órgano de fiscalización si tienen menos de veinte
asociados pero mantienen la obligación de certificar sus estados contables y los socios tienen el
derecho de compulsar los libros y registros (190) Como se ve, se trata de un caso atípico de obligación
de contabilidad sin obligación de inscribirse, por lo que bastará acreditar la existencia de la simple
asociación para pedir la rúbrica de los libros al Registro Público correspondiente.
Las Mutuales
Las mutuales están legisladas por la Ley 20.321:
Son asociaciones mutuales las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la
solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda reciproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su
bienestar material y espiritual, mediante una contribución periódica.
Las Cooperativas
La cooperativa “Es un tipo social contemplado por la ley 20.337, que regula el esfuerzo propio y la
ayuda mutua de los asociados, en el que limitan su responsabilidad al capital suscripto”
Sociedades en General
Artículo 1 de la Ley 19.550:
ARTICULO 1º — Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los
tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de
bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas.
La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad unipersonal no
puede constituirse por una sociedad unipersonal.
Los aportes: estos forman el capital social. Sin aportes no puede haber socios, ni tampoco
sociedad. Los aportes de los socios constituyen el fondo común indispensable a la consecución
del objeto y determinan el capital social. Los aportes pueden transferirse a la sociedad en
propiedad o en uso o goce, según se convenga. Estos aportes pueden consistir en los
siguientes: dinero, créditos a cargo de terceros, cosas muebles o inmuebles, mercaderías,
patentes de invención, marcas de fábrica o de comercio, fondos de comercio, trabajos
personales o incluso bienes sometidos a gravámenes. Los aportes pueden realizarse de acuerdo
con el tipo social, ya que depende de las características propias de la sociedad el aporte que se
podrá realizar.
Sociedad Unipersonal
Surge la posibilidad de constituir una sociedad unipersonal bajo la forma de sociedad anónima.
La idea central (de este tipo social) no es la limitación de responsabilidad, sino permitir la organización
de patrimonios con empresa –objeto-, en beneficio de los acreedores de la empresa individual de un
sujeto con actividad empresarial múltiple.
Se admite la sociedad constituida por un solo socio de manera originaria (algunos manifiestan
que debe llamarse empresa unipersonal) o puede crearse de manera sobreviniente por
reducción a uno del número de socios. La reducción a uno de los números de los socios ya no es
causal de disolución de la sociedad e impone la transformación de pleno derecho.
El tipo social por adoptar es la sociedad anónima. Es decir, SAU (sociedad anónima
unipersonal), aditamento que debe poseer. Se rige así por el régimen que está previsto en el
artículo 163 y siguientes de la Ley 19.550.
La sociedad se trata de un contrato de organización creado por el legislador como medio de concentrar
capitales para la realización de una actividad de carácter económico y a través de la cual sus
otorgantes disponen de un complejo de normas estructurales y funcionales destinadas a regular
permanentemente las relaciones emergentes del negocio jurídico constitutivo. Por ello, la opinión
predominante dentro de la doctrina nacional y extranjera es que el negocio jurídico por cuya virtud se
crea una sociedad es un contrato plurilateral de organización.
consensual;
conmutativo;
oneroso;
de ejecución continuada;
plurilateral;
contrato de organización.
ARTÍCULO 11. — El instrumento de constitución debe contener, sin perjuicio de lo establecido para
ciertos tipos de sociedad:
1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad
de los socios;
4) El capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mención del aporte de cada
socio. En el caso de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado totalmente en el acto
constitutivo;
7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en
proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para
soportar las pérdidas y viceversa;
8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y obligaciones de
los socios entre sí y respecto de terceros;
Capacidad: la capacidad se regirá por las normas del derecho civil y luego menciona supuestos
especiales que veremos cómo quedan redactados con la nueva sanción del Código.
Supuestos especiales:
Sociedad entre esposos: antes de la reforma, los esposos podían integran entre sí sociedades
por acciones y sociedades de responsabilidad limitada, y si alguno de los cónyuges adquiría por
cualquier medio la calidad de socio de otro tipo social que no fuese uno de los descriptos, la
sociedad debía transformarse en el plazo de seis meses o cualquiera de los esposos debía ceder
su parte. Hoy, con la reforma al artículo 27 de la Ley 19.550, se dispone que los cónyuges
pueden integrar entre sí sociedades de cualquier tipo, incluidas las de la sección IV.
Capacidad de los menores: los herederos menores de edad deberán ser socios con
responsabilidad limitada, por lo que podrán ser socios de una SA, SRL o comanditarios en una
sociedad en comandita por acciones. De no ser así, la sociedad debe transformarse; en caso de
incumplimiento la ley prevé una sanción gravosa por la cual la hará junto con su representante,
responsable solidaria e ilimitadamente en ocasión a los daños que pudieren surgir en ocasión de
dicho obrar. Lo que se busca es proteger el patrimonio del menor, por ello el tipo social que se
exige constituir.
Capacidad de las sociedades para participar en otras sociedades: la antigua redacción del
artículo 30 derogado de la Ley de Sociedades establecía que las sociedades por acciones y las
sociedades en comandita por acciones solo podían formar parte de sociedades por acciones.
Con la reforma del Código Civil de la Nación, hoy se amplía la posibilidad de estos tipos sociales,
ya que pueden no solo formar parte de sociedades anónimas, sino también de sociedades de
responsabilidad limitada (SRL) e incluso contratos asociativos.
Socios
El estado del socio implica la asunción de una determinada actuación ante la sociedad que integra, sus
órganos y frente a los consorcios. A partir del momento en que se firma el contrato constitutivo, el
socio se convierte en el titular de derechos y obligaciones.
Obligaciones
Realizar los aportes comprometidos: sin los aportes, la sociedad carece de capital para el
desarrollo de su objeto social. En caso de incumplimiento de esta obligación principal, la ley a
través del artículo 37 establece graves sanciones a las cuales se remite.
La contribución en las pérdidas: la presente obligación rige para todos los tipos sociales.
También relacionada con las contribuciones debidas durante el periodo liquidatorio del artículo
106 de la Ley 19.550.
Derechos
Derechos Políticos Derechos Económicos
Derecho de información: el socio puede conocer Derecho a dividendo: las ganancias deben surgir
la marcha de la administración, lo que le permitirá, de un balance confeccionado de acuerdo con la
entre otras cosas, el poder ejercer el derecho a ley o el estatuto y aprobado por el órgano de
voto con cabal conocimiento. Se lo faculta al socio gobierno de la sociedad; que las ganancias sean
a examinar libros y papeles sociales y a recabar realizadas y líquidas y que el órgano de gobierno
del administrador los informes que considere resuelva distribuirlas.
pertinente.
Derecho de receso: es el derecho del accionista Derecho a la cuota de liquidación: es el derecho
de retirarse de la sociedad cuando el órgano de del socio a recibir una suma de dinero
gobierno modifica de manera sustancial el proporcional a la participación societaria en caso
contrato social o estatuto. de existir un remanente luego de la realización del
activo y la cancelación del pasivo en la etapa
liquidatoria. El monto por distribuir surgirá luego
de la confección del balance final.
Derecho de voto: mediante este derecho, el socio
participa activamente en el gobierno de la
sociedad.
Derecho de preferencia: frente a los casos de
aumento de capital que le permite al socio
mantener intangible su participación.
Derecho a acrecer: suscribir e integrar las
acciones de los socios que no hubieran suscriptos
esas participaciones, en caso de aumento de
capital.
B. El Objeto Social
El objeto del contrato de sociedad está constituido por las prestaciones de dar o de hacer que se
comprometieron a efectuar los socios.
El objeto social debe ser preciso y determinado, y está dispuesto en el acto constitutivo que delimita la
actividad que desarrollará la sociedad.
Cabe distinguir el concepto de objeto de la sociedad que delimita los actos que la sociedad se propone
realizar, siendo la actividad el ejercicio de los actos.
Debe ser posible: la imposibilidad puede estar dada desde su origen o puede ser sobreviniente.
Un ejemplo de imposibilidad de incumplimiento se determina cuando el capital social no se
relaciona con el objeto, es decir, el capital no es suficiente para llevar adelante el cumplimiento
del objeto de la sociedad. Si es inicial, la sociedad será nula; si la desproporcionalidad surge con
posterioridad por los propios devenires de la actividad, podrá provocar la disolución del ente.
Debe ser preciso y determinado: el objeto debe estar enunciado con claridad y exactitud. No
debe ser genérico, puede tener multiplicidad de objetos, siempre y cuando posean estas
características. La precisión es fundamental, ya que se relaciona con el alcance de la actividad
que deberá realizar el administrador en referencia a terceros.
Debe ser lícito: la misma ley determina sanciones específicas para el incumplimiento de este
requisito.
La ley establece una excepción y exige, para el caso de la sociedad anónima, que se constituya por
instrumento público y por acto único o por suscripción pública.
La inscripción se dispondrá previa ratificación de los otorgantes, excepto cuando se extienda por
instrumento público o las firmas sean autenticadas por escribano público u otro funcionario competente.
Publicidad en la documentación.
Las sociedades harán constar en la documentación que de ellas emane, la dirección de su sede y los
datos que identifiquen su inscripción en el Registro.
ARTICULO 6º — Dentro de los VEINTE (20) días del acto constitutivo, éste se presentará al Registro
Público para su inscripción o, en su caso, a la autoridad de contralor. El plazo para completar el trámite
será de TREINTA (30) días adicionales, quedando prorrogado cuando resulte excedido por el normal
cumplimiento de los procedimientos.
Si no hubiera mandatarios especiales para realizar los trámites de constitución, se entiende que los
representantes de la sociedad designados en el acto constitutivo se encuentran autorizados para
realizarlos. En su defecto, cualquier socio puede instarla a expensas de la sociedad.
Para que una sociedad pueda oponer los efectos del tipo social que escogió para su funcionamiento,
debe completar las formalidades requeridas en cuanto a la registración y publicidad.
1) Como primera medida se firma el acto constitutivo. A partir de esa fecha debe inscribirse el acto
constitutivo en el Registro Público, en un plazo no mayor a 20 días. Una vez trascurrido dicho
plazo puede no obstante inscribirse siempre que no haya oposición.
2) Para completar el trámite existe un plazo de treinta días adicionales, el cual puede quedar
prorrogado, siempre y cuando la demora se deba al normal cumplimiento de los procedimientos.
Es importante saber que la no inscripción no crea “irregularidad”, sino que la sociedad queda sometida
al régimen de sociedades informales.
En oportunidad de la constitución, las SRL y las SA deben publicar un aviso por un día en el diario de
publicaciones legales correspondientes. El contenido de dicha publicación está establecido por ley.
ARTICULO 10. — Las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades por acciones deben
publicar por un día en el diario de publicaciones legales correspondiente, un aviso que deberá contener:
a) En oportunidad de su constitución:
1. Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, número de documento de identidad de
los socios;
2. Fecha del instrumento de constitución;
3. La razón social o denominación de la sociedad;
4. Domicilio de la sociedad;
5. Objeto social;
6. Plazo de duración;
7. Capital social;
8. Composición de los órganos de administración y fiscalización, nombres de sus miembros y, en su
caso, duración en los cargos;
9. Organización de la representación legal;
10. Fecha de cierre del ejercicio;
D. Capital Social
Se forma inicialmente con el aporte de los socios y debe ser adecuado al objeto que la sociedad
pretenda desarrollar.
El capital es una cifra estática representativa de los aportes de los socios y establecida en el contrato
constitutivo.
El patrimonio es una cifra dinámica que varía desde el momento en que la sociedad comienza sus
actividades.
Aporte
Ya lo señalamos como un elemento especial de la sociedad; sin el mismo no hay capital, ni tampoco
hay socios, ya que el capital se forma con el aporte de los socios.
La clase de aporte que pueda efectuarse depende del tipo de sociedad de que se trate, sobre todo
teniendo en cuenta la responsabilidad de los socios.
En las sociedades de responsabilidad limitada el aporte que el socio realice debe consistir en
obligaciones de dar susceptibles de ejecución forzada por los acreedores sociales.
En las sociedades con responsabilidad limitada, el aporte debe hacerse en propiedad y con el
mismo argumento ya estudiado.
Para aquellas sociedades con responsabilidad ilimitada, el aporte puede ser efectuado en
propiedad o en uso y goce.
Debemos aclarar que si en las sociedades con responsabilidad limitada los socios pretenden
incorporar a la sociedad un bien solo en uso y goce, este no constituye un aporte típico, se
considera una prestación accesoria, la cual tiene sus particularidades.
Debemos tener en cuenta un principio general que establece la ley en materia de aportes, es que se
presume que los bienes se aportan en propiedad a la sociedad de no constar expresamente su aporte
en uso y goce.
Si el aporte es de uso o goce, salvo pacto en contrario, el socio soportará la pérdida total o parcial
cuando no fuere imputable a la sociedad o a alguno de los otros socios. Disuelta la sociedad, puede
exigir su restitución en el estado en que se hallare.
Clases de Aportes
dinerarios;
no dinerarios.
Inscripción preventiva de bienes registrables: para la entrega de los aportes de la sociedad, se remite a
los ordenamientos legales que lo rigen.
Para este tipo de bienes (registrables), podrá realizarse la inscripción preventivamente a nombre de la
sociedad en formación en la medida en que dure el trámite constitutivo.
El aporte es exigible desde la fecha fijada en el contrato social; de no estar establecido, lo será desde la
inscripción de la sociedad en el registro público. La mora ocurre de manera automática y autoriza a la
sociedad a lo siguiente:
Órganos de la Sociedad
La sociedad es una ficción, un medio técnico que nos da la ley para relacionarnos en el mundo de los
negocios. Por tanto, la sociedad como tal actúa a través de sus órganos.
Órgano de Administración: este órgano tiene una doble faz, una interna y una externa. A nivel
interno, se reduce a la administración propiamente dicha y a nivel externo, al vínculo con
terceros. Donde se ve la diferencia con mayor nitidez es en las sociedades anónimas, en donde
el órgano de administración es necesariamente colegiado, pero en relación a actos frente a
terceros está a cargo del presidente del directorio.
Teoría del Órgano
Según esta teoría, se deja de lado la postura de una relación de mandato entre los administradores y la
sociedad. Los administradores son “funcionarios”. Es la sociedad la que actúa frente a terceros a través
de una persona física.
Mediante el artículo 58 de la Ley 19.550 se trata de proteger a terceros que contratan con la sociedad.
Así se asegura que cuando la sociedad genere la apariencia de su actuación será responsable frente a
terceros, salvo cuando se acredite que el tercero tuvo conocimiento de que el acto se celebra en
infracción a la organización plural.
ARTICULO 58. — El administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por disposición
de la ley tenga la representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean
notoriamente extraños al objeto social. Este régimen se aplica aun en infracción de la organización
plural, si se tratare de obligaciones contraídas mediante títulos valores, por contratos entre ausentes, de
adhesión o concluidos mediante formularios, salvo cuando el tercero tuviere conocimiento efectivo de
que el acto se celebra en infracción de la representación plural.
Estas facultades legales de los administradores o representantes respecto de los terceros no afectan la
validez interna de las restricciones contractuales y la responsabilidad por su infracción.
Regla General
Intervención Judicial
Los administradores de las sociedades deben actuar como “un buen hombre de negocios”, trayendo su
inconducta como consecuencia la responsabilidad ilimitada y solidaria por los perjuicios que resultaren.
Concepto
Es una medida cautelar dentro del juicio de remoción, de carácter general y excepcional que se adopta
sobre los órganos de administración en los casos de urgencia y necesidad para salvaguardar un interés
de la sociedad. Es, como toda medida cautelar, revocable y provisoria.
1) Se debe promover la acción de remoción del administrador societario. Se trata de una medida
cautelar que es accesoria a la solicitud de remoción. Tiene por fin la sustitución judicial del
administrador natural mientras se desarrolla el proceso de remoción.
2) El peticionante acredite su carácter de socio al interponer la acción. Solo el socio puede iniciar la
remoción y no, por ejemplo, un simple acreedor de la sociedad.
3) Los administradores son responsables de actos u omisiones que hayan generado la existencia de un
peligro grave para la sociedad con el riesgo de que estos actos puedan consumarse en daños
irreparables en caso de que no se adopte la medida solicitada (por ejemplo, que afecte gravemente su
patrimonio o su integridad). Se debe acreditar, un grave peligro que cause perjuicio a la sociedad y, por
otro lado, pediculum in mora, que es la demora en la adopción de la medida. Se admite cualquier tipo
de prueba.
4) Se debe probar que se han agotado los recursos internos previstos en el contrato y los establecidos
en la ley para cada tipo societario, antes de recurrir a la justicia (última alternativa).
5) El peticionante deberá prestar la contracautela suficiente, la cual será fijada por el juez que interviene
para cubrir los eventuales perjuicios que la medida pueda acarrearle a la sociedad.
Administrador judicial: es la medida más extrema, ya que implica la sustitución anticipada del
administrador natural por uno judicial. Es investido de las mismas facultades que el administrador
a quien reemplaza. Su mandato proviene por una disposición judicial. Su actuación está dirigida
a normalizar la marcha de la sociedad; su función es una administración ordinaria y general, y no
podrá este, por tanto, realizar actos de disposición. El juez, en su resolución, fijará las
atribuciones y objetivos del interventor.
Coadministrador: actúa conjuntamente con los administradores naturales (los designados por
los socios) con intervención necesaria en todos los actos de la gestión social. No puede gozar de
facultades más amplias que el administrador natural.
Tipos de Sociedades
Enumeración
Tipología
La Ley de Sociedades Comerciales prevé distintos tipos o modelos societarios que se agrupan según
distintos criterios.
El clásico que podemos mencionar es en función a “las formas sociales típicas: las que pueden
distinguirse entre personalistas, capitalistas y cooperativas”.
Tipos Particulares
Sociedad Colectiva
Caracterización y Responsabilidad
Es una sociedad intuito personae, donde todos los socios adquieren responsabilidad solidaria, ilimitada
y subsidiaria. Esta responsabilidad puede ser modificada por acuerdo entre los socios, pero el acuerdo
no podrá ser oponible a terceros. Este es un requisito tipificante de la sociedad, en el cual los
acreedores de la sociedad pueden accionar contra la sociedad y los socios, así estos últimos tienen la
posibilidad de oponer una vez dictada la sentencia contra los socios el beneficio de excusión (por ello la
responsabilidad es subsidiaria). Si cualquiera de los integrantes de la sociedad cancela esa deuda, éste
gozará de las acciones de reintegro contra sus consorcios.
Constitución
Denominación
La sociedad colectiva se integra por las palabras “sociedad colectiva” o su abreviatura. Si actúa bajo
razón social, se formará con el nombre de alguno, algunos o todos los socios y deberá contener la
palabra “y compañía” o su abreviatura, en el caso de que no figure el nombre de todos los socios. La
violación de esta regla no acarrea la nulidad de la sociedad, pero hace responsable al firmante junto
con la sociedad por las obligaciones contraídas de esa manera.
Aportes
La ley admite la aportación de cualquier tipo de bienes para conformar su capital social. La suscripción
e integración de los socios del capital social los hace titulares de participaciones societarias que se
denominan “partes de interés”. Estas pueden ser embargadas por los acreedores sociales, pero no
ejecutadas. El fundamento está en el carácter personalista de la sociedad, ya que la ejecución implica
la adquisición por un tercero desconocido para la sociedad. Con el mismo fundamento, la transferencia
de las partes de interés importa la reforma al contrato social y necesita de la conformidad de los
restantes socios.
Administración y Representación
Pueden ser administradores tanto los socios como los terceros, salvo que el contrato constitutivo
determine lo contrario, todos los socios, en forma indistinta, tienen derecho a administrar y representar
a la sociedad.
Administración Conjunta: En ese caso, se estipula que nada puede hacer un administrador sin
el otro. No pueden obrar individualmente.
La remoción del administrador puede ser resuelta por decisión de la mayoría sin necesidad de invocar
justa causa, salvo pacto en contrario. Si se requiere justa causa en el contrato social, el administrador
conservará su cargo hasta la sentencia judicial de remoción. Cualquiera de los socios puede invocar la
remoción del administrador con justa causa; la acción es de naturaleza social y debe dirigirse contra la
sociedad y contra el administrador objeto de la remoción.
Resoluciones Sociales
Los socios deben reunirse en asamblea o reunión de socios para la toma de decisión.
Decisiones que impliquen modificación del contrato: requieren consentimiento de todos los
socios, salvo pacto en contrario.
Decisiones que no impliquen modificación del contrato: requieren mayoría absoluta de
capital presente salvo que se haya dispuesto lo contrario.
Sociedad en Comandita Simple
Caracterización y Responsabilidad
Los comanditados: que responden a las deudas sociales en forma solidaria, ilimitada y
subsidiaria.
Los socios comanditarios: que limitan su responsabilidad al capital que se obligan a aportar.
Deben coexistir siempre estos dos tipos de socios.
En caso de muerte o retiro de uno o más socios que implique la desaparición de una de las clases de
socios, la sociedad deberá disolverse y liquidarse, salvo que regularice esta situación dentro de los tres
meses.
Constitución
Las sociedades en comandita simple se constituyen y modifican por instrumento público o privado.
Denominación
La sociedad en comandita simple debe integrarse con las palabras “sociedad en comandita simple” o su
abreviatura. Puede actuar, además, por ser personalista con razón social. En ese caso, se forma con el
o los nombres de los socios comanditados (atento a su responsabilidad ilimitada) y debe contener las
palabras “y compañía” si no estuviese el nombre de todos los socios comanditados. La infracción, es
decir que figure como razón social el nombre del socio comanditario, hace solidariamente responsables
a los firmantes por las obligaciones contraídas de esa manera.
Aportes
Administración y Representación
La administración o representación es ejercida por los socios comanditados o terceros que se designen.
En caso de administración plural, se aplican las normas de administración de las sociedades colectivas.
Se le encuentra vedado al socio comanditario intervenir en la administración y representación de la
sociedad; la consecuencia del hecho de obrar contrariamente implica que será responsable solidaria e
ilimitadamente por las obligaciones sociales.
Resoluciones Sociales
Lo dispuesto para las sociedades colectivas rige en la materia para este tipo social, solo hay que aclarar
que, de acuerdo con el artículo 139 de la Ley General de Sociedades, si bien estos socios no pueden
por regla general inmiscuirse en la administración, conservan el voto en la consideración de los estados
contables y en la designación del administrador.
La finalidad de la estructura que brinda este tipo societario es propiciar la integración de la actividad
productiva empresarial de quien solo cuenta con su capacidad de trabajo (así debe entenderse el
término industria), sin necesidad de hacerlo en condición de empleado. Se instaura a tal fin un régimen
que le permite asociarse, sin comprometer su patrimonio personal. El uso fraudulento de este tipo
societario, a los fines de encubrir relaciones de dependencia laboral, le ha restado importancia en
cuanto a su empleo en la práctica.
Al igual que en la sociedad en comandita simple, la existencia de las dos categorías de socios
(capitalistas e industriales) es un requisito tipificante, y depara, de este modo, la inexistencia originaria
de una de ellas o su desaparición sobreviviente, esto es, las consecuencias ya mencionadas en las
sociedades en comandita simple.
Socios Capitalistas: responden como los socios de la sociedad colectiva, es decir, ilimitada,
solidaria y subsidiariamente.
Socios Industriales: responden hasta la concurrencia de las ganancias no percibidas. Es decir,
una vez retiradas las ganancias, cesa la responsabilidad por las obligaciones sociales. La parte
del beneficio del socio industrial debe estar establecida por contrato; de lo contrario, lo fijará el
juez.
Constitución
Denominación
Se integra con las palabras “sociedad de capital e industria” o su abreviatura. Si actúa bajo razón social,
no puede figurar en ella el nombre del socio industrial. Infringir esta norma hace responsable
solidariamente al firmante con la sociedad.
Aportes
Administración y Representación
La administración o representación puede ser ejercida por cualquiera de los socios. Se rige por las
reglas de la sociedad colectiva.
Resoluciones Sociales
Se aplica el régimen previsto para las sociedades colectivas. El socio industrial tendrá pleno derecho de
voto en todas las decisiones sociales. Su voto se computará como el del capitalista de menor aporte.
Se les reconoce a este tipo de sociedades un carácter intermedio o mixto, apreciado entre las
sociedades de personas y las sociedades por acciones. Se entiende así que si bien el elemento
personal no es ajeno a su organicidad, la circunstancia de limitar su responsabilidad al capital que se
compromete a aportar les suministra uno de los elementos característicos de las sociedades de
capitales.
Se advierten así soluciones de tinte intuito personae, por ejemplo, al disponer que siempre se
necesitará el voto de otro socio si uno de los integrantes representa por sí solo el voto mayoritario.
Socios: tendrá un mínimo de dos (2) socios (como toda sociedad comercial) y un máximo de cincuenta
(50) socios. Si supera ese número, deberá adecuar el tipo social a otro que se lo permita, como por
ejemplo, las sociedades anónimas.
Dijimos, entonces, que la responsabilidad especial de los socios se limita a la integración de las cuotas
que suscriban o adquieran, sin perjuicio de la garantía establecida en el artículo 150 de la Ley General
de Sociedades.
En consecuencia, el socio de dicha sociedad no podrá ser demandado en una acción promovida por el
acreedor de la sociedad y la quiebra de la sociedad de este tipo social no implica la quiebra de sus
integrantes. Los acreedores particulares del socio pueden ejecutar las cuotas del deudor titular de estas
en el marco del artículo 154.
Constitución
Las sociedades de responsabilidad limitada se constituyen por instrumento público o privado, pero, a
diferencia de lo que ocurre con las sociedades personalistas, la modificación de los socios no constituye
reforma del contrato social.
Denominación
La denominación social puede incluir el nombre de uno o más socios y debe contener la indicación
"sociedad de responsabilidad limitada", su abreviatura o la sigla S.R.L. Su omisión hará responsable
solidaria e ilimitadamente al gerente por los actos así celebrados.
Aportes
Capital Social: el capital social de las sociedades de responsabilidad limitada se divide en cuotas
sociales. Los socios limitan su responsabilidad de la integración de las cuotas sociales que cada uno
suscriba. “Las cuotas tendrán todas el mismo valor, que será de pesos diez o sus múltiplos.”
Los aportes dinerarios deben integrarse un 25 % y el resto se hace en un plazo que no podrá exceder
de dos años; en cambio, si los aportes son en especie (bienes, computadoras, mercaderías, etc.) deben
ser integrados en su totalidad en el momento de la suscripción.
Cuotas Sociales: las cuotas no se representan en títulos; la titularidad se acredita con las constancias
del contrato constitutivo o convenios posteriores de cesión, inscriptos en el registro público. Los
acreedores particulares de los socios pueden ejecutar la cuota del deudor de acuerdo con lo previsto en
el artículo 154 de la Ley General de Sociedades.
Transferencia: las cuotas sociales son libremente trasmisibles, salvo disposición en contrario. En
consecuencia, en el contrato puede redactarse una cláusula que limite la transferencia, pero nunca
prohibirla.
La transferencia debe ser realizada por escrito vía cesión de derecho y tiene efecto frente a la sociedad
desde que el cedente o adquirente entreguen a la gerencia “un ejemplar o copia del título de cesión o
transferencia con autenticación de las firmas si obra en instrumento privado”. Frente a terceros, la
transferencia de la cuota es oponible desde su inscripción en el registro público.
Derecho de Tanteo: cláusulas que para permitir la transferencia requieran la conformidad por
mayoría o la decisión unánime de los socios.
Para que dichas cláusulas tengan validez, el contrato social establecerá los procedimientos a los que se
sujetará el otorgamiento de la conformidad o el uso del derecho de preferencia.
ARTICULO 153. — El contrato de sociedad puede limitar la transmisibilidad de las cuotas, pero no
prohibirla.
Son lícitas las cláusulas que requieran la conformidad mayoritaria o unánime de los socios o que
confieran un derecho de preferencia a los socios o a la sociedad si ésta adquiere las cuotas con
utilidades o reservas disponibles o reduce su capital.
Para la validez de estas cláusulas el contrato debe establecer los procedimientos a que se sujetará el
otorgamiento de la conformidad o el ejercicio de la opción de compra, pero el plazo para notificar la
decisión al socio que se propone ceder no podrá exceder de treinta (30) días desde que éste comunicó
a gerencia el nombre del interesado y el precio. A su vencimiento se tendrá por acordada la
conformidad y por no ejercitada la preferencia.
Ejecución Forzada.
Esto se dispone para lograr mantener el elenco de socios; para ello, primero la resolución que ordene la
subasta debe ser notificada con antelación (15 días) a la sociedad, incluso se respeta el derecho hasta
último momento, esto es, concluida la subasta los socios o la sociedad tienen la posibilidad de que,
dentro de los diez días de realizada la subasta, la misma sociedad presente un adquirente o el ejercicio
de la opción a compra por el mismo precio.
Administración y Representación
En caso de silencio, en el contrato se entiende que la participación es indistinta. Los gerentes tienen los
mimos derechos y prohibiciones que los directores de la sociedad anónima.
En cuanto a la remoción de los gerentes, rige el principio de libre revocabilidad, salvo que la
designación del gerente haya sido condición de la constitución de la sociedad. En ese caso, conserva
su cargo hasta la sentencia judicial que lo remueva.
Fiscalización de la Sociedad
La fiscalización interna se encuentra a cargo de cualquiera de los socios; no obstante, estos pueden
establecer un órgano de fiscalización como el consejo de vigilancia y sindicatura, que se regirá de
acuerdo con lo establecido en el contrato social. Cuando la SRL, en cuanto al capital, alcance el monto
establecido en el artículo 299 inc. 220 de la Ley de Sociedades, dicho régimen de control será
obligatorio.
Resoluciones Sociales
Forma:
Como principio general, el contrato dispondrá la forma en que se llevará a cabo la toma de
decisiones por parte de los socios. En caso de no establecerse forma alguna, serán válidas las
decisiones que se tomen por el voto de los socios y se comunicará a la gerencia lo resuelto
dentro de los diez días de haberse cursado consulta simultánea a través de cualquier medio que
garantice su autenticidad (fehaciente).
o En el contrato existe libertad para fijar lo que la sociedad requiera para la toma de
decisiones, pero la mayoría, para el caso de resoluciones que impliquen la modificación
del contrato social, debe representar como mínimo más de la mitad del capital social.
o En caso de omitirse o no escribirse la forma, la ley prevé que lo necesario será de tres
cuartas partes del capital. Además, establece, dado su tinte personalista en ocasiones,
que si un solo socio detenta la mayoría del capital, se requerirá el voto de otro socio. Si
este voto no implica la modificación del contrato social, las resoluciones se aprobarán
con la mayoría del capital presente en la asamblea o partícipe en el acuerdo.
o Cada cuota da derecho a un voto y los socios deben abstenerse de votar cuando
tuvieran un interés contrario al social.
o Las resoluciones sociales que se adoptan en reuniones de socios o asambleas deben
quedar plasmadas en el libro de actas.
Cuando se toma una decisión que vaya a modificar la responsabilidad de los socios y dichos socios
votaron en contra de tal decisión, podrán ejercer el derecho de receso.
Sociedad Anónima
Caracterización y Responsabilidad
Concebida como estructura de la gran empresa, son sus caracteres básicos la limitación de la
responsabilidad al capital aportado y la representación de este en acciones. La sociedad anónima
organiza capitales, y el accionista adquiere, por lo general, calidad de mero inversor.
La contracara tiene que ver con el auge de la utilización de esta forma societaria como estructura de la
pequeña y mediana empresa a través de la denominada sociedad anónima de familia. Esta sería una
modalidad de la anónima cerrada caracterizada por el escaso número de accionistas que la integra y un
capital acorde con la pequeña empresa, estructurada externamente como sociedad por acciones para
aprovechar los beneficios de la limitación de responsabilidad, libre transmisibilidad de la participación
social, etcétera; mientras que internamente los socios revelan una relación intuito personae,
caracterizada por intereses comunes, confianza recíproca, lazos amistosos y profesionales, etcétera.
Constitución
Se autoriza la constitución por acto único o suscripción pública, pero este segundo caso prácticamente
no es utilizado.
Las sociedades por acciones deben ser constituidas necesariamente por instrumento público;
generalmente se hace a través de escritura pública. La reforma de los estatutos no necesariamente
debe ser hecha por esta vía. Si la sociedad anónima se constituye por acto único, el instrumento
constitutivo debe poseer, además de los requisitos estudiados en el artículo 11, los siguientes, a saber:
Proceso de Formación: tiene personalidad jurídica y el contrato es oponible entre los socios. Por los
demás actos cumplidos antes de la inscripción serán responsables ilimitada y solidariamente las
personas que los hubieran realizado y los directores y fundadores que los hubieren consentido “Los
directores solo tienen facultades para obligar a la sociedad respecto de los actos necesarios para su
constitución y los relativos al objeto social cuya ejecución durante el período fundacional haya sido
expresamente autorizada en el acto constitutivo. Los directores, los fundadores y la sociedad en
formación son solidaria e ilimitadamente responsables por estos actos mientras la sociedad no esté
inscripta.”
Si en ese período se realizaren actos no autorizados expresamente en el contrato constitutivo, las
personas que lo hubieren realizado y los directores y fundadores que los hubieran consentido
responderán solidaria e ilimitadamente.
Inscripta la sociedad, los actos cumplidos con anterioridad a la inscripción se consideran realizados por
la sociedad y los directores y fundadores quedan liberados. En cuanto a los no autorizados a instancia
de los directores, pueden ser asumidos por la sociedad.
Capital y Aportes
El capital se divide en acciones; la acción acredita la posición del titular con respecto a la sociedad.
Los aportes de los socios solo pueden consistir en bienes determinados, susceptibles de ejecución
forzada.
Los aportes de uso y goce solo pueden ser considerados como prestaciones accesorias y no
integran el capital.
Los aportes en dinero pueden integrarse en un 25% y el resto debe integrarse en un plazo no
mayor a dos años.
o El estatuto puede establecer que los derechos de suscripción preferente sean vendidos en
remate público.
o La caducidad de derechos societarios de accionistas.
o El cumplimiento del contrato de suscripción.
El capital puede ser aumentado o reducido de acuerdo con los parámetros legales, así el estatuto
puede prever el aumento de capital hasta su quíntuplo y la decisión se tomará en asamblea ordinaria. Si
se decide un aumento mayor, la decisión se tomará en asamblea extraordinaria. A excepción de
aquellas sociedades anónimas que coticen en bolsa, en cuyo caso no habrá límites para el aumento.
Ante el aumento el socio, para mantener su participación en la sociedad, puede ejercer los derechos de
preferencia ya estudiados y el derecho de acrecer.
En cuanto a la reducción, la decisión se toma en asamblea extraordinaria y puede darse por incurrir en
pérdidas para restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio social.
Mediante la acción se acredita la calidad de socio, aunque la ley ha previsto distintas clases de
acciones, y puede omitirse la emisión del título representativo, esto es, por ejemplo, las acciones
escriturales; estas son inscriptas en cuentas a nombre de sus titulares. La calidad de socio, en ese
caso, se acredita por las constancias de las cuentas.
Las acciones son libremente trasmisibles; el estatuto solo puede limitarlas, pero no prohibirlas. Dicha
limitación debe constar en el título mismo de la acción. Dichas transferencias constarán en el libro de
registro de acciones previsto por el artículo 213 de la Ley 19.550.
Administración y Representación
La administración está a cargo de un directorio compuesto de uno o más directores designados por
decisión de una asamblea de accionistas. También puede delegarse su elección al consejo de
vigilancia. En cuanto a la elección por parte de la asamblea, puede realizarse por categorías de socios
o con uso del voto acumulativo que asegura la representación de algún director por parte de la minoría.
La administración está diferenciada de la representación. Esta última se ejerce por el director de la
sociedad. El estatuto precisará el tiempo por el cual el directorio ejercerá las funciones, el cual no puede
exceder de tres ejercicios.
El artículo 264 de la Ley 19.550 determina cuáles son las prohibiciones e inhabilidades para ser director
de las SA. El artículo es aplicable a las SRL. El cargo es personal e indelegable y la renuncia a su cargo
no puede ser intempestiva. La designación es revocable por la asamblea de accionistas y no es
necesaria la invocación de justa causa.
Los directores de la sociedad anónima responden ilimitada y solidariamente hacia la sociedad, los
accionistas y los terceros por el mal desempeño, según el criterio de lealtad establecido en el artículo
59, como así también por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por cualquier otro daño
producido por dolo, abuso de las facultades o culpa grave.
Resoluciones Sociales
El órgano de gobierno a través del cual se toman las decisiones es la asamblea: “Es la reunión de los
accionistas convocada y celebrada de acuerdo a la ley y los estatutos, para considerar y resolver sobre
los asuntos indicados en la convocatoria”.
Para llegar a la adopción de la decisión por parte de la asamblea, se deben cumplir las siguientes
etapas:
Nos referimos al órgano de fiscalización interna y privada. La fiscalización es realizada por la propia
sociedad, al contrario de la fiscalización pública y externa, que es realizada por los organismos
pertinentes, los cuales cuentan con mecanismos para el cumplimiento de la ley.
Consejo de Vigilancia:
Sindicatura:
La fiscalización privada de la sociedad anónima está a cargo de uno o más síndicos designados
por asamblea de accionistas, la cual elegirá igual número de síndicos suplentes.
La constitución de este órgano es obligatorio para las sociedades del artículo 299 y el estatuto
debe prever expresamente la prescindencia. Para los otros casos, es obligatorio.
El artículo 285 establece cuáles son los requisitos para ser síndico, a saber: ser abogado o
contador público con título habilitante en el país o sociedad con responsabilidad solidaria
constituida por esos profesionales y tener domicilio real en el país.
El síndico debe ejercer sus funciones de forma personal. Son algunos de sus deberes:
1) Las sociedades que no se constituyan conforme con los tipos autorizados por la ley.
2) Las sociedades que omitan requisitos esenciales (tipificantes o no). Con esta inclusión, se
relativiza el principio de tipicidad.
3) Las sociedades que no cumplan con las formalidades que la ley exige.
Régimen Aplicable
La ley, al eliminar la sanción de anulabilidad, hizo que estas sociedades sean plenamente válidas. Las
cláusulas del contrato social o estatuto que los socios hayan previsto son plenamente oponibles entre
ellos.
La existencia de la sociedad, conforme con lo que determina la ley, se puede acreditar por cualquier
medio de prueba, lo que otorga a quien afirme la existencia una amplia variedad de posibilidades
probatorias. Existe la posibilidad de adquirir bienes registrables, para lo cual debe acreditar, ante el
registro público, la existencia de la sociedad y las facultades del representante mediante un acto de
reconocimiento de quienes afirman ser socios. El acto deberá instrumentarse en escritura pública o
instrumento privado con firmas certificadas por escribano. Luego, el bien puede inscribirse a nombre de
la sociedad, indicándose la proporción en que participan los socios.
Subsanación
El socio disconforme podrá ejercer el derecho de receso dentro de los DIEZ (10) días de quedar firme la
decisión judicial, en los términos del artículo 92.
Disolución. Liquidación.
Cualquiera de los socios puede provocar la disolución de la sociedad cuando no media estipulación
escrita del pacto de duración, notificando fehacientemente tal decisión a todos los socios. Sus efectos
se producirán de pleno derecho entre los socios a los NOVENTA (90) días de la última notificación.
Los socios que deseen permanecer en la sociedad, deben pagar a los salientes su parte social.
En caso de no haber acuerdo unánime entre los socios, puede ser ordenada judicialmente.
La intención del legislador ha sido otorgar la oportunidad de que las sociedades continúen funcionando
y trabajando con la posibilidad de acogerse a los tipos previstos en la ley sin demasiadas exigencias y
con un plazo generoso de tiempo para ello.
La segunda parte del artículo 25 establece que los socios pueden comunicar a los restantes la intención
de disolver la sociedad, ello deberán hacerlo mediante notificación fehaciente como puede ser una carta
documento. Los socios que se retiraren de la sociedad podrán reclamar su parte social, la cual deberá
ser abonada por los restantes socios.
El artículo 26 dispone que las relaciones entre los acreedores de la sociedad y los acreedores
particulares de los socios se juzguen como si se tratara de una sociedad de los tipos previstos en el
Capítulo II. Ello será así aun en caso de quiebra y respecto de los bienes registrables.
Contratos Asociativos
Enumeración y Características
Negocio en Participación
El negocio en participación es aquel que tiene por objeto la realización de una o más operaciones
determinadas a cumplirse mediante aportaciones comunes y a nombre personal del gestor. No tiene
denominación, ni está sometido a requisitos de forma. Tampoco se ha previsto su inscripción en el
registro público.
Agrupación en Colaboración
El contrato de agrupación de colaboración es esencialmente mutualístico, ya que tiende a establecer
una organización común entre los sujetos consorciados con el fin de facilitar determinadas operaciones
propias de la actividad empresarial que desarrollan.
Definición: hay contrato de agrupación de colaboración cuando las partes establecen una organización
común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas fases de la actividad de sus miembros o
de perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades.
Caracteres:
El objeto de la agrupación tiene un ámbito interno de actuación, cuya finalidad está solo dirigida a
la obtención de beneficios concretos de los partícipes sin que la actividad trascienda a terceros.
No puede perseguir fines de lucro, lo que se ha previsto de modo expreso en el artículo 1454. El
mismo artículo dispone que las ventajas económicas que genere la actividad de la agrupación
deben recaer directamente en el patrimonio de las partes agrupadas o consorciadas, es decir, no
en la agrupación misma.
También dispone la norma que la agrupación no puede ejercer funciones de dirección sobre la
actividad de sus miembros.
La ley prevé, en relación con la forma del contrato de las agrupaciones de colaboración, que debe
otorgarse por instrumento público o privado con firma certificada por notario y realizar la inscripción en
el registro público que corresponda.
Además, el registro debe remitir una copia certificada con los datos de la inscripción al organismo de
aplicación del régimen de defensa de la competencia.
El objeto que tendrá la agrupación, el cual será el límite de actuación del contrato.
El plazo por el cual tendrá vigencia la agrupación, el cual no puede exceder de diez años.
El nombre con el que actuará la agrupación, pudiendo ser el mismo de fantasía, como también
deberá consignarse un domicilio.
Además se incorporaran los datos de los participantes.
Los derechos y obligaciones de los participantes.
Y cualquier otro dato que determine la actividad de la agrupación.
Hay contrato de unión transitoria cuando las partes se reúnen para el desarrollo o ejecución de obras,
servicios o suministros concretos, dentro o fuera de la República.
Podemos definirlas como agrupaciones constituidas mediante contratos con el fin de desarrollar
conjunta y coordinadamente una obra, servicio o suministro determinado, relacionados con la actividad
de los contratantes, y, aunque no configuren sociedades ni son sujetos de derecho, su actividad se
proyecta al mercado.
Características:
El contrato se debe otorgar por instrumento público o privado con firma certificada notarialmente y debe
contener entre otros elementos:
Consorcio de Cooperación
Hay contrato de consorcio de cooperación cuando las partes establecen una organización común para
facilitar, desarrollar, incrementar o concretar operaciones relacionadas con la actividad económica de
sus miembros a fin de mejorar o acrecentar sus resultados.
El consorcio de cooperación no puede ejercer funciones de dirección o control sobre la actividad de sus
miembros.
En cuanto a los resultados deben ser distribuidos entre sus miembros en la proporción que fija el
contrato o, de lo contrario, se deberá hacer en partes iguales.
Régimen de Insolvencia
Cuando entre dos sujetos hay una relación obligacional en sentido jurídico patrimonial, el sujeto pasivo
es llamado deudor y el sujeto activo acreedor.
El orden jurídico espera que el deudor cumpla con la prestación debida de modo espontáneo, es decir,
sin necesidad de apelación por parte de su acreedor.
Cuando esta prestación no es cumplida espontáneamente por el deudor en tiempo y forma, esto es,
cuando este ha incumplido con la obligación y surge el deber de resarcir el daño causado por dicho
incumplimiento. Es así que la insatisfacción de la prestación debida se transforma en la obligación de
reparar el daño causado por el incumplimiento.
En algunos casos, el ordenamiento jurídico otorga al acreedor el derecho a satisfacer la prestación
originaria más otras que compensen los daños derivados del cumplimiento tardío, tal como sucede con
el devengamiento de intereses moratorios.
Cuando la prestación originaria no se obtiene, el acreedor tiene derecho a obtener una prestación
sustitutiva equivalente más la reparación por los daños moratorios. Esto es lo que se conoce como
sanción primaria del incumplimiento, que el deudor puede satisfacer voluntariamente con su
responsabilidad personal a pedido del acreedor.
Pero, cuando el deudor no repara de manera voluntaria el daño causado por su incumplimiento, las
normas jurídicas le otorgan al acreedor el derecho de satisfacción forzada sobre el patrimonio del
deudor. Es aquí cuando toma fuerza la importancia de la responsabilidad patrimonial del deudor y cobra
dimensión el principio jurídico: “el patrimonio es la prenda común de los acreedores”. Es en estos
casos cuando el acreedor debe acudir a los órganos que el Estado establece a los fines de tutelar los
derechos subjetivos: los órganos judiciales, es decir, los jueces o tribunales competentes. Esa tutela de
los derechos tiene dos formas: la ejecución individual y la ejecución colectiva.
El acreedor se ve facultado por la ley a atacar el patrimonio de su deudor para cobrarse esa deuda y
satisfacer el crédito. Atacar significa tomar cualquier bien que existe en ese patrimonio y ejecutarlo
forzadamente para cubrir lo adeudado más lo que implique en concepto de daños.
Ejecución Individual
Aquí, ante el incumplimiento del deudor, el acreedor tiene derecho de cobrarse con el producto
de la venta de algún, algunos o todos los bienes del deudor. La forma ordinaria es a través de
alguno de los juicios individuales, en donde se enfrenta cada acreedor con el deudor.
En las ejecuciones individuales, los acreedores que primero cautelan los bienes obtienen sobre
el producto de la liquidación de estos una mejor situación de cobro respecto de los demás
acreedores que cautelaron más tarde.
La Ejecución Colectiva
La ejecución individual resulta insatisfactoria cuando hay pluralidad de acreedores que concurren
sobre bienes escasos, atento a que la ley intenta que todos los acreedores vean satisfechos sus
créditos. Si el deudor no tiene suficientes bienes para cubrir sus deudas, entonces el remedio es
que intervenga el juez y procure dar a los acreedores un trato equivalente, y, aunque sea
proporcionalmente, que todos vean satisfechos sus créditos en la medida de la cuantía del
patrimonio del deudor.
Aquí es cuando surge como más apropiado lo que llamamos ejecución forzada colectiva, liquidación
concursal.
En este proceso, el deudor debe enfrentarse con todos los acreedores, quienes persiguen el
cobro de sus créditos o su mayor porcentaje; de ese modo, liquidan todos los bienes dentro de
un procedimiento universal. La universalidad es uno de los rasgos distintivos, pero no el único.
La prioridad temporal del embargante no se aplica, sino que se siguen las siguientes reglas:
o En segundo lugar, hay que tener presente que entre los acreedores sin privilegios no
hay prelaciones, el reparto del producto escaso se hace de manera proporcional o a
prorrata. Es decir que acreedores iguales cobran igual porcentaje. De este modo, se
efectiviza un principio que es propio de la ejecución colectiva: pars condicio
creditorum (igualdad de tratamiento de los créditos que están en iguales
condiciones). Aquí el presupuesto objetivo ya no es el incumplimiento como en la
ejecución individual, sino que lo es el estado de cesación de pagos o insolvencia del
patrimonio del deudor.
Insolvencia
Se genera esta situación cuando el patrimonio del deudor resulta impotente para afrontar, con
medios regulares de pago, las deudas o exigencias corrientes. Es así cuando existe un pasivo
que excede lo que hay en el activo de ese patrimonio. El deudor tiene una insuficiencia
patrimonial para afrontar todas las deudas que tiene.
En la ejecución colectiva, todos los bienes del patrimonio (salvo excepciones legales) resultan
incautados y entregados al síndico para su custodia y administración hasta la liquidación final. El
quebrado pierde las facultades de administrar y disponer de sus bienes.
Procesos de Ejecución Colectiva
1 - Concurso Preventivo: es el proceso concursal de prevención o reorganización. Esto se logra a
través de un acuerdo preventivo (del deudor con todos o con parte de sus acreedores).
2 - Quiebra: es un proceso judicial cuya finalidad es la liquidación de los bienes que componen el
patrimonio del deudor con el objeto de satisfacer los créditos de los acreedores de manera
proporcional, salvo los privilegiados que establece la ley.
Podemos comprender tanto al concurso preventivo y a la quiebra como dos etapas de un mismo
proceso. La quiebra puede ser declarada en razón de que el concurso preventivo ha fracasado, que el
acuerdo preventivo no se cumplió, o que se declaró su nulidad (quiebra indirecta), o a pedido del propio
deudor o de un acreedor (quiebra directa), o por extensión de la quiebra de otro sujeto (quiebra por
extensión).
A este carácter podemos verlo desde dos puntos de vista objetivo y subjetivo.
o Subjetivo: “llamada también colectividad, se relaciona a todos los sujetos involucrados como
acreedores o titulares de pretensiones que pudieran afectar la integridad del patrimonio del
concursado.”
El art. 1 de la ley 24.522 establece que es presupuesto para la apertura de los concursos regulados en
esta ley. Es decir que el Juez del concurso, además de constatar que el sujeto que se presenta al
concurso sea de los comprendidos en la ley según el art. 23, deberá analizar si el deudor se encuentra
en un “estado de cesación de pagos”; es decir, cuando se encuentra imposibilitado de cumplir con sus
obligaciones.
“Deben comprobar que el patrimonio de este sujeto (concursado) esté en la condición crítica
económico- financiera que constituye la premisa de la apertura concursal…”
Generalidad: en función de la afectación de toda la situación económica del deudor como una
verdadera impotencia patrimonial.
La manera en que se exterioriza el estado de cesación de pagos es a través de hechos reveladores que
denotan dicho estado. El Juez puede establecerlos otros más allá de los que menciona la
jurisprudencia.
Presupuesto Subjetivo
El presupuesto subjetivo es el sujeto (persona física o jurídica) titular del patrimonio afectado por el
estado de cesación de pagos. En general, podemos afirmar que todas las personas físicas y la mayoría
de las personas jurídicas de carácter privado pueden ser sujetos de los procedimientos concursales.
Las personas jurídicas de carácter público y algunas personas jurídicas de carácter privado,
mencionadas en el artículo 27 de la Ley 24.522, están excluidas de la concursabilidad regladas por esta
última ley.
a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las mutuales;
f) las cooperativas;
g) el consorcio de propiedad horizontal;
h) las comunidades indígenas e
i) otros entes con similar finalidad y normas de funcionamiento.
Asimismo, cuando el artículo 2 de la Ley 19.550 habla de “persona de existencia visible”, debe
entenderse “persona humana”, según el Nuevo Código Civil y Comercial.
ARTICULO 2°.- Sujetos comprendidos. Pueden ser declaradas en concurso las personas de
existencia visible, las de existencia ideal de carácter privado y aquellas sociedades en las que el Estado
Nacional, Provincial o municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de su participación.
Se consideran comprendidos:
1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de sucesores.
2) Los deudores domiciliados en el extranjero respecto de bienes existentes en el país.
No son susceptibles de ser declaradas en concurso, las personas reguladas por Leyes Nros. 20.091,
20.321 y 24.241, así como las excluidas por leyes especiales.
Situaciones Especiales:
La sociedad unipersonal, la cual tiene lugar en la modificación del artículo 112 de la Ley 19.550
que admite la sociedad compuesta por un solo socio. La sociedad unipersonal puede ser
sujeto de concurso.
Con respecto a las comunidades indígenas, se trata de un derecho real que requiere la
inscripción registral, pero quedan excluidas como sujeto de concurso.
En cuanto al artículo 148 inciso i), el cual admite “otros entes” y habilita la posibilidad de
existencia de otros sujetos, ante el pedido de quiebra de estos, corresponderá una previa
interpretación por parte del juez si éste reúne los requisitos para ser sujeto privado y, en su caso,
determinará si corresponde la apertura del concurso o la quiebra.
En principio y como interpretación, podríamos decir que el artículo 2 de la ley, cuando menciona a los
sujetos comprendidos y hace referencia a las personas de existencia ideal de carácter privado que es
igual a las personas jurídicas privadas. Y en la enumeración que realiza el artículo 148 del Código Civil,
debemos analizar los casos especiales mencionados que se incorporan con la reforma y aquellos que,
pese a considerarse persona jurídica privada, quedan fuera del régimen concursal.
Concurso Preventivo
Procedimiento
Requisitos Sustanciales
Sujetos: pueden solicitar la formación de su concurso preventivo las personas de existencia visible (hoy
persona humana), las de existencia ideal de carácter privado (hoy persona jurídica privada) y aquellas
sociedades en las que el Estado nacional, provincial o municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje
de su participación.
Se consideran comprendidos:
1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de sucesores.
El artículo 51, Ley 20.091, dispone en forma específica que las aseguradoras no son
susceptibles de ser declaradas en estado de falencia.
La ley 20.321 es la regulación orgánica a nivel nacional de las mutuales.
La ley 24.241 es la ley que abarca a jubilados y pensionados.
“Tratándose de personas de existencia ideal, privada o pública, lo solicita el representante legal, previa
resolución, en su caso, del órgano de administración.”
Dentro de los treinta (30) días de la fecha de la presentación, deben acompañar constancia de la
resolución de continuar el trámite, adoptada por la asamblea, reunión de socios u órgano de gobierno
que corresponda, con las mayorías necesarias para resolver asuntos ordinarios.
No acreditado este requisito, se produce de pleno derecho la cesación del procedimiento, con los
efectos del desistimiento de la petición.
La documentación debe ser acompañada con dos copias firmadas. El juez debe conceder un plazo de
diez (10) días para cumplir con estos requisitos una vez invocada la causal. Quienes se presenten al
concurso deben constituir domicilio para los efectos del proceso en el lugar donde el juicio se llevará a
cabo.
Resolución de Apertura
El juez debe en cinco (5) días pronunciarse:
3) La fijación de una fecha hasta la cual los acreedores deben presentar sus pedidos de verificación
al síndico, la que debe estar comprendida entre los quince (15) y los veinte (20) días, contados
desde el día en que se estime concluirá la publicación de los edictos.
4) La orden de publicar edictos en la forma prevista por los artículos 27 y 28, la designación de los
diarios respectivos y, en su caso, la disposición de las rogatorias, necesarias.
5) La determinación de un plazo no superior a los tres (3) días, para que el deudor presente los
libros que lleve referidos a su situación económica, en el lugar que el juez fije dentro de su
jurisdicción, con el objeto de que el secretario coloque nota datada a continuación del último
asiento, y proceda a cerrar los espacios en blanco que existieran.
6) La orden de anotar la apertura del concurso en el Registro de Concursos y en los demás, que
corresponda, requiriéndose informe sobre la existencia de otros anteriores.
7) La inhibición general para disponer y gravar bienes registrables del deudor y, en su caso, los de
los socios ilimitadamente responsables, debiendo ser anotadas en los registros pertinentes.
8) La intimación al deudor para que deposite judicialmente, dentro de los tres (3) días de notificada
la resolución, el importe que el juez estime necesario para abonar los gastos de
correspondencia.
9) Las fechas en que el síndico deberá presentar el informe individual de los créditos y el informe
general.
10) La fijación de una audiencia informativa que se realizará con cinco (5) días de anticipación al
vencimiento del plazo de exclusividad previsto en el artículo 43. Dicha audiencia deberá ser
notificada a los trabajadores del deudor mediante su publicación por medios visibles en todos sus
establecimientos.
11) Correr vista al síndico por el plazo de diez (10) días, el que se computará a partir de la
aceptación del cargo, a fin de que se pronuncie sobre:
12) El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, si existen fondos
líquidos disponibles y el cumplimiento de las normas legales y fiscales.
13) La constitución de un comité de control, integrado por los tres (3) acreedores quirografarios de
mayor monto, denunciados por el deudor y un (1) representante de los trabajadores de la
concursada, elegido por los trabajadores.
Efectos de la Apertura
Administración del concursado: como regla general, el concursado conserva la administración
de su patrimonio bajo la vigilancia del síndico (es diferente en el proceso de falencia).
o Actos que requieren autorización: los siguientes actos requieren autorización del juez
con la audiencia del síndico: (…) los relacionados con bienes registrables; los de
disposición o locación de fondos de comercio; los de emisión de debentures con garantía
especial o flotante; los de emisión de obligaciones negociables con garantía especial o
flotante; los de constitución de prenda y los que excedan de la administración ordinaria
de su giro comercial.
Contratos pendientes: pueden continuar el cumplimiento con autorización del juez.
Juicios contra el concursado: Regla general: el artículo 21 establece que una vez resuelta la
apertura del concurso, desde la publicación de edictos, se suspenderán los juicios de contenido
patrimonial contra el concursado que tenga una causa anterior a la presentación del concurso.
Tampoco podrán deducirse nuevas acciones con fundamento en tales causas.
Excepciones: el artículo establece cuáles son las excepciones a la presente regla, en las cuales
se proseguirá en su juzgado de origen.
Estas son:
En los procesos indicados en los primeros puntos no se podrán dictar medidas cautelares. Debemos
hacer una consideración especial cuando hablamos de ejecuciones de garantías reales, en las que si
no se comprueba el haber presentado el acreedor el pedido de verificación de créditos, no se podrá
proseguir con el remate del bien gravado.
Los acreedores titulares de créditos con garantía real que tengan derecho a ejecutar mediante
remate no judicial bienes de la concursada o, en su caso, de los socios con responsabilidad
ilimitada, deben rendir cuentas en el concurso acompañando los títulos de sus créditos y los
comprobantes respectivos, dentro de los veinte (20) días de haberse realizado el remate. El
acreedor pierde a favor del concurso, el uno por ciento (1%) del monto de su crédito, por cada
día de retardo, si ha mediado intimación judicial anterior. El remanente debe ser depositado, una
vez cubiertos los créditos, en el plazo que el juez fije.
Antes de la publicación de los edictos del remate no judicial, el acreedor debe acompañar ante el juez
los datos del remate (y, por tanto, comunicar: la fecha, lugar, día y hora fijados para el remate, y el bien
a rematar; debe acompañar, además, el título de su crédito). De lo contrario, el remate estará viciado de
nulidad.
Edictos
La resolución de apertura del concurso preventivo se hace conocer mediante edictos que deben
publicarse durante cinco días en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción del juzgado y en
otro diario de amplia circulación en el lugar del domicilio del deudor, que el juez designe.
Esta publicación está a cargo del deudor y debe realizarse dentro de los cinco (5) días de haberse
notificado la resolución.
Cuando el deudor tuviere establecimientos en otra jurisdicción judicial, también se deben publicar
edictos por cinco (5) días, en el lugar de ubicación de cada uno de ellos y, en su caso, en el diario
de publicaciones legales respectivo. El juez debe fijar el plazo para que el deudor efectúe estas
publicaciones, el cual no puede exceder de veinte (20) días, desde la notificación del auto de apertura.
Voluntario: el deudor puede desistir de su petición hasta la primera publicación de edictos, sin requerir
conformidad de sus acreedores. Si lo hace con posterioridad y antes del vencimiento del período de
exclusividad, necesita la conformidad de por lo menos el 75% del capital quirografario.
Efectos: Rechazada, desistida o no ratificada una petición de concurso preventivo, las que se
presenten dentro del año posterior no deben ser admitidas, si existen pedidos de quiebra pendientes.
Verificación de Créditos
Proceso de Verificación
Tiene por objeto obtener el reconocimiento tanto de la legitimidad como de la graduación de las
acreencias. Todo acreedor debe, excluyentemente, verificar su crédito, con las excepciones que
determina la ley. Técnicamente, se trata de una carga procesal, cuyo incumplimiento puede acarrear la
prescripción del derecho del acreedor.
Solicitud de Verificación
La verificación se la ha caracterizado como una carga procesal por la que los acreedores de título
anterior a la presentación del concurso deben presentarse ante el síndico. Ante el síndico del concurso
van a manifestar y comprobar mediante un escrito, cuál es el monto que se le adeuda, la causa de
dicha deuda o acreencia y los privilegios que la misma puede tener. Por ejemplo, si el crédito es en
ocasión de un pagaré, debe acompañar el título que así lo acredite. El hecho de no presentar
oportunamente los títulos justificativos de la acreencia obsta el pedido de verificación.
Efectos: El pedido de verificación produce los efectos de la demanda judicial, interrumpe la prescripción
e impide la caducidad del derecho y de la instancia.
Arancel: Por cada solicitud de verificación de crédito que se presente, el acreedor pagará al síndico un
arancel equivalente al diez por ciento (10%) del salario mínimo vital y móvil que se sumará a dicho
crédito. El síndico afectará la suma recibida a los gastos que le demande el proceso de verificación y
confección de los informes, con cargo de oportuna rendición de cuentas al juzgado quedando el
remanente como suma a cuenta de honorarios a regularse por su actuación. Se excluye en la norma del
arancel a los créditos de causa laboral, y a los equivalentes a menos de tres (3) salarios mínimos vitales
y móviles, sin necesidad de declaración judicial.
Durante los diez días siguientes al vencimiento del plazo para solicitar la verificación, el deudor y los
acreedores que lo hubieren hecho podrán concurrir al domicilio del síndico, a efectos de revisar los
legajos y formular por escrito las impugnaciones y observaciones respecto de las solicitudes
formuladas. Dichas impugnaciones deberán ser acompañadas de dos copias y se agregarán al legajo
correspondiente, entregando el síndico al interesado constancia que acredite la recepción, indicando
día y hora de la presentación.
Informe Individual
Vencido el plazo para la formulación de observaciones por parte del deudor y los acreedores, en el
plazo de veinte (20) días, el síndico deberá redactar un informe sobre cada solicitud de verificación en
particular, el que deberá ser presentado al juzgado.
Este informe es la fundamentación del síndico sobre la procedencia o no de la verificación del crédito y
su graduación. El informe debe estar respaldado con documentación, además de ser técnico e
imparcial.
Resolución Judicial
Después de presentado el informe individual (dentro de los diez días), el juez decidirá sobre la
procedencia y alcances de las solicitudes formuladas por los acreedores de manera fundada. El crédito
o privilegio no observados por el síndico, el deudor o los acreedores es declarado verificado, si el juez
lo estima procedente.
El informe general puede ser observado dentro de los diez días por el deudor y quienes hayan
solicitado verificación; dichas observaciones tienden a aumentar el caudal informativo y quedan a
disposición de los interesados para su consulta.
A los fines de que el concursado quiera ofrecer propuestas dentro de los diez días a partir de la
resolución que declara verificados o admitidos los créditos, debe presentar a la sindicatura y al juzgado
una propuesta fundada de agrupamiento y clasificación.
La categorización deberá contener, como mínimo, el agrupamiento de los acreedores en tres (3)
categorías: quirografarios, quirografarios laborales (si existieren) y privilegiados.
Con posterioridad el juez, si determina razonable el agrupamiento propuesto, dictará resolución fijando
definitivamente las categorías y los acreedores comprendidos en ellas.
En dicha resolución el juez designará a los nuevos integrantes del Comité provisorio de acreedores, el
cual quedará conformado como mínimo por un acreedor por cada categoría de las establecidas,
debiendo integrar el mismo necesariamente el acreedor de mayor monto dentro de la categoría.
Periodo de Exclusividad
En los noventa (90) días hábiles judiciales posteriores a la resolución judicial de clasificación, transcurre
el período de exclusividad (que se puede ampliar hasta un máximo de 120 días). Comienza desde que
quede notificada la resolución de categorización por ministerio de la ley.
Durante este período, el concursado debe ofrecer propuestas de acuerdo preventivo y obtener las
conformidades de las mayorías de acreedores estipuladas en la ley.
La propuesta debe hacerse pública y debe presentarse en el expediente concursal, por lo menos veinte
(20) días hábiles judiciales antes del vencimiento del período de exclusividad (la omisión causa la
quiebra indirecta, salvo en la posibilidad del art. 48).
constitución de sociedad con los acreedores quirografarios en la que estos sean socios;
“Las propuestas deben contener cláusulas iguales para los acreedores dentro de cada categoría,
pudiendo diferir entre ellas.”
La propuesta de acuerdo debe ser lícita, es decir, que su objeto no puede ser contrario al derecho, al
orden público, a la moral, ni a las buenas costumbres.
Renuncia al privilegio laboral: es admisible pero tiene un régimen diferenciado (ver art. 43).
Acreedores privilegiados: “el deudor puede ofrecer propuesta de acuerdo que comprenda a los
acreedores privilegiados o a alguna categoría de estos”. En el caso de privilegios generales,
deberá lograr la conformidad de la mayoría absoluta que representen las tres cuartas partes del
capital; en el caso de privilegios especiales, deberá lograr la conformidad de la unanimidad de
los acreedores.
La aprobación de la propuesta debe ser gestionada por el concursado ante cada uno de los acreedores.
El deudor deberá acompañar al juzgado hasta el día del vencimiento de período de exclusividad, el
texto de la propuesta con la conformidad acreditada por declaración escrita con firma certificada por
ante escribano público, autoridad judicial, o administrativa en el caso de entes públicos nacionales,
provinciales o municipales, de la mayoría absoluta de los acreedores dentro de todas y cada una de las
categorías, que representen las dos terceras partes del capital computable dentro de cada una de la
clases en las que se hubiesen agrupado.
Si el acuerdo ha obtenido las mayorías suficientes para considerarlo aprobado, dentro de los tres (3)
días hábiles judiciales siguientes al vencimiento del período de exclusividad, “el juez debe dictar la
resolución haciendo saber la existencia de acuerdo preventivo”, y es inapelable dicha resolución. No
implica aprobación ni homologación del acuerdo, el juez solo verifica que se hayan logrado las
mayorías necesarias para aprobar la propuesta.
Impugnación: pueden impugnar el acuerdo, dentro de los cinco días de la resolución judicial:
a) Los acreedores con derecho a voto, debe comprenderse por tales a los acreedores verificados y
admitidos, comprendidos dentro de la clase o categoría correspondiente a la propuesta objeto de
la impugnación.
Causales Taxativas
Homologación
La homologación es la aprobación que el juez le otorga al acuerdo aprobado por los acreedores.
Esa aprobación judicial es condición esencial de la validez y exigibilidad del acuerdo preventivo.
No deducidas las impugnaciones en término, o al rechazar las interpuestas, el juez debe pronunciarse
sobre la homologación del acuerdo.
La resolución que homologue el acuerdo debe disponer de las medidas judiciales necesarias para su
cumplimiento.
El juez debe analizar formal y extrínsecamente el acuerdo a fin de controlar que estén cumplidas las
formas sustanciales previstas en la ley para su negociación, aprobación e instrumentación. Tiene
también la implícita facultad de control de la licitud de las prestaciones convenidas, con el fin de
denegar la homologación de un acuerdo que contuviera prestaciones contrarias a derecho, al orden
público, a la moral o a las buenas costumbres.
Si no lo hace, se declara la quiebra y la suma depositada como garantía integra el activo del concurso.
Los honorarios a cargo del deudor son exigibles a los noventa (90) días contados a partir de la
homologación, o simultáneamente con el pago de la primera cuota a alguna de las categorías de
acreedores que venciere antes de ese plazo. La falta de pago habilita a solicitar la quiebra.
La novación: El acuerdo homologado importa la novación de todas las obligaciones con origen o
causa anterior al concurso. Esta novación no causa la extinción de las obligaciones del fiador ni
de los codeudores solidarios.
El acuerdo homologado produce efectos respecto de todos los acreedores quirografarios cuyos
créditos se hayan originado por causa anterior a la presentación, aunque no hayan participado
en el procedimiento, a los acreedores privilegiados verificados en la medida en que hayan
renunciado al privilegio y a los acreedores que hayan solicitado verificación tardía, una vez que
hayan sido verificados y admitidos.
El deudor no podrá presentar una nueva petición de concurso preventivo hasta después de transcurrido
el plazo de un (1) año contado a partir de la fecha de la declaración judicial de cumplimiento del
acuerdo preventivo, ni podrá convertir la declaración de quiebra en concurso preventivo.
b. Los acreedores recuperan los derechos que tenían antes de la apertura del concurso. Si
hubieren recibido pagos a cuenta del cumplimiento del acuerdo, tienen derecho a cobrar en
proporción igual a la parte no cumplida. El acreedor que haya recibido el pago total de lo
estipulado en el acuerdo queda excluido de la quiebra.
d. Los acreedores recuperan el privilegio al que han renunciado para votar el acuerdo.
Por ejemplo, el deudor podrá pedir a sus acreedores una refinanciación que implicaría, por ejemplo,
correr las fechas de vencimiento de sus obligaciones para lograr recapitalizarse y cumplir
acabadamente con sus obligaciones.
Este acuerdo puede ser formalizado por un instrumento privado, con firmas certificadas por escribano
público o instrumento público.
Objetivo: Evitar una judicialización del conflicto económico y solucionarlo de manera preventiva por
medio de este acuerdo extrajudicial.
Naturaleza: Al ser un compromiso de voluntades, tiene la naturaleza de ser contractual. Este tipo de
acuerdo extrajudicial es un verdadero contrato celebrado por el deudor con todos o partes de sus
acreedores. Tiene como objetivo superar algunas dificultades financieras y/o económicas del deudor y
procurar que siga ejerciendo su actividad e industria para superar la crisis.
Publicación: una vez homologado el acuerdo, debe ser publicado durante cinco (5) días en el diario de
publicaciones legales de la jurisdicción del tribunal que homologó el acuerdo extrajudicial o en un diario
de mayor circulación del lugar.
Oposición: podrán oponerse al acuerdo los acreedores dentro de los diez (10) días posteriores a la
última publicación de edictos.
Salvataje
Se trata de un procedimiento destinado a salvar la empresa en crisis que se hace mediante el instituto
conocido como cramdown, previsto en el artículo 48 de la Ley de Concursos y Quiebras.
El tema se plantea al momento de analizar cuál es la mejor vía para la reorganización empresaria
cuando se presenta la crisis económica: se trata de la separación del empresario de la empresa
mediante el “cambio de mano”, o sea, el salvataje
.
En el cramdown la prioridad de la ley es que el deudor pueda resolver sus problemas financieros y
pueda continuar su explotación comercial.
Para ello es que la ley prevé esta segunda chance.
Cómo Funciona
Oportunidad: en el momento del vencimiento del período de exclusividad, sin que el deudor hubiera
obtenido las conformidades previstas para el acuerdo preventivo, no se declarará la quiebra, sino que
se dará lugar a este instituto.
El artículo 48 prevé una serie de pasos muy detallados que son los siguientes:
1) Apertura de un registro:
Dentro de los dos (2) días el juez dispondrá la apertura de un registro en el expediente para que dentro
del plazo de cinco (5) días, se inscriban los acreedores y terceros interesados en la adquisición de las
acciones o cuotas representativas del capital social de la concursada, a efectos de formular propuesta
de acuerdo preventivo. Al disponer la apertura del registro, el juez determinará un importe para afrontar
el pago de los edictos. Al inscribirse en el registro, dicho importe deberá ser depositado por los
interesados en formular propuestas de acuerdo.
Al abrirse el registro pueden suceder dos cosas, o que hayan interesados o que no:
2. Para el caso de que hayan inscriptos se designará a través del Juez a quien valuará las cuotas o
acciones para determinar el valor real del mercado. Surge aquí también para el deudor una
nueva posibilidad de formular propuestas, debiendo obtener las conformidades necesarias y
previstas por ley. La obtención de conformidades debe ser plasmada en el expediente antes de
la fecha límite establecida.
3. Para el caso de que quien obtenga las conformidades para el acuerdo sea un tercero cabe
determinar el valor positivo o negativo que se hubiesen dado a las cuotas, si éste resulta
negativo el tercero no tiene nada que cancelar, adquirirá las cuotas o acciones directamente. Si
el valor es positivo hay una nueva valuación.
Una vez determinado judicialmente el valor indicado en el precedente párrafo, el tercero puede optar
por:
Manifestar que pagará el importe respectivo a los socios, depositando en esa oportunidad el veinticinco
por ciento (25%) con carácter de garantía y a cuenta del saldo que deberá efectivizar mediante depósito
judicial, dentro de los diez (10) días posteriores a la homologación judicial del acuerdo, oportunidad ésta
en la cual se practicará la transferencia definitiva de la titularidad del capital social.
Dentro de los veinte (20) días siguientes, acordar la adquisición de la participación societaria por un
valor inferior al determinado por el juez, a cuyo efecto deberá obtener la conformidad de socios o
accionistas que representen las dos terceras partes del capital social de la concursada. Obtenidas esas
conformidades, el tercero deberá comunicarlo al juzgado. Cumplido lo cual adquirirá definitivamente la
titularidad de la totalidad del capital social.
Para concluir si no se llega a obtener o a homologar el acuerdo corresponde la declaración de
quiebra sin más trámite.
Quiebra
El fundamento de la quiebra lo constituye la garantía patrimonial que asume el deudor frente al
acreedor.
Los derechos personales se caracterizan por una relación de garantía y responsabilidad que se
concreta en la máxima de que el patrimonio es la prenda común de los acreedores.
La quiebra constituye el procedimiento de ejecución colectiva de los bienes del deudor insolvente para
satisfacer con su producto los créditos de sus acreedores. Es un procedimiento liquidatario del
patrimonio.
Cuando fracasa el concurso preventivo en las hipótesis del art. 77, inc. 1,
Quiebra Indirecta
Ley de Concursos y Quiebras.
pedido del deudor.
Quiebra Directa
A pedido del acreedor (art. 77, incs. 2 y 3, Ley de Concursos y Quiebras).
Quiebra Indirecta
El artículo 77 de la Ley de Concursos y Quiebras en el inciso 1 contempla los casos de quiebra
indirecta, a saber:
“Los honorarios son exigibles a los noventa días, contados a partir de la homologación, o
simultáneamente con el pago de la primera cuota. La falta de pago habilita a solicitar la
declaración en quiebra.”
“La sentencia que decrete la nulidad del acuerdo debe contener la declaración de quiebra del
deudor.”
Cuando el deudor no cumpla el acuerdo total o parcialmente, incluso en cuanto a las garantías,
el juez debe declarar la quiebra a instancia de acreedor interesado, o de los controladores del
acuerdo o cuando el deudor manifieste en el juicio su imposibilidad de cumplir.
Si el concursado no presenta propuesta antes de veinte días del vencimiento del período de
exclusividad.
Quiebra Directa
En los incisos 2 y 3 del artículo 77 se abordan los supuestos de quiebra directa a pedido del acreedor
(quiebra directa necesaria) y a pedido del deudor (quiebra directa voluntaria), respectivamente.
El acreedor que solicite la quiebra del deudor deberá probar que el sujeto es pasible de concurso y
comprobar sumariamente que tiene una deuda exigible y que se exteriorice algún hecho revelador de
estado de cesación de pagos.
Acreditados dichos extremos, el juez debe emplazar al deudor para que, dentro del quinto día de
notificado, invoque y pruebe cuando estime conveniente a su derecho. Vencido el plazo y oído el
acreedor, el juez resuelve sin más trámite, admitiendo o rechazando el pedido de quiebra.
Si se trata de un acreedor privilegiado, debe demostrar que los bienes afectados son insuficientes para
cubrirlo. Esta prueba no será necesaria, si se tratare de un crédito de causa laboral.
La ley no solo delimita qué acreedores pueden solicitar la quiebra sino que además excluye a algunos
sujetos, por cuestiones de parentesco, así precisa:
“No pueden solicitar la quiebra el cónyuge, los ascendientes o descendientes del deudor, ni los
cesionarios de sus créditos.”
Se brinda la posibilidad al acreedor que pueda desistir del pedido de quiebra del deudor. Generalmente
esta situación se produce por pagos que puedan haberse recibido de parte del propio deudor o de
terceros, en un intento por evitar la situación de falencia. La acción debe realizarse antes que se
notifique el pedido de quiebra.
“El acreedor que pide la quiebra puede desistir de su solicitud mientras no se haya hecho efectiva la
citación.”
Si la quiebra es pedida por acreedor: el acreedor debe probar sumariamente su crédito, los hechos
reveladores de la cesación de pagos y que el deudor esté comprendido en los supuestos habilitados
para pedirse su quiebra.
Acreditados dichos extremos, el juez debe emplazar al deudor para que, dentro del quinto día de
notificado, invoque y pruebe cuanto estime conveniente a su derecho.
cónyuge,
los ascendientes o descendientes del deudor,
Ni los cesionarios de sus créditos.
Vencido el plazo y oído el acreedor, el juez resuelve sin más trámite, admitiendo o rechazando el
pedido de quiebra.
Si la quiebra es pedida por el deudor: El trámite es más sencillo que la quiebra que posee a pedido
del acreedor, atento que hay confesión por parte del deudor y, por lo tanto, para el juez es un medio de
prueba suficiente de análisis del presupuesto de la cesación de pagos.
Se debe acompañar (la declaración) con los requisitos indicados en el artículo 11 inc. 2, 3, 4 y5 y en su
caso, los previstos en los inc. 1, 6 y 7 del mismo, sin que su omisión obste a la declaración de quiebra.
Renglón seguido se indica que tanto el deudor como los socios de sociedades (siempre y cuando
tengan responsabilidad ilimitada), como consecuencia del pedido de quiebra, corresponde que de
manera voluntaria pongan sus bienes a disposición del juzgado para que se actúe en consecuencia.
Medidas Precautorias
El patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores, es por ello que las medidas precautorias
están previstas para proteger el patrimonio del deudor, asegurando que el patrimonio se mantenga
incólume mientras dure el proceso. Por ser un proceso cautelar debe cumplir con todos los requisitos
que la ley establece para su viabilidad (esto es verosimilitud del derecho, peligro de que se pueda tornar
ilusorio el ejercer el derecho y contracautela).
La ley de Concursos y Quiebras permite la posibilidad de que el Juez, a pedido de parte, pueda dictar
estas medidas que protejan el patrimonio y lo aseguren.
Las medidas pueden consistir en la inhibición general de bienes del deudor, intervención controlada de
sus negocios, u otra adecuada a los fines perseguidos.
Desistimiento
La ley da distinto tratamiento dependiendo si el desistimiento del pedido de quiebra es realizado por el
acreedor o el deudor.
En el caso que sea el deudor el que pretende volver marcha atrás y desistir, es más difícil, ya que debe
demostrar que ha cesado el presupuesto objetivo del pedido de quiebra, esto es el estado de cesación
de pagos. Cabe aclarar que ello debe hacerlo antes de la publicación de edictos.
Extensión de la Quiebra
Es otro medio para incrementar el activo liquidable.
La ley contempla diversos supuestos en los cuales una quiebra preexistente (quiebra principal) se
propaga o extiende a otro sujeto.
1) A toda persona que, bajo la apariencia de la actuación de la fallida, ha efectuado los actos en su
interés personal y dispuesto de los bienes como si fueran propios, en fraude a sus acreedores;
En este primer caso lo que se busca es proteger a los acreedores de la quebrada principal, cabe
aclarar que tiene que haber habido relación entre la actuación con la insolvencia de la quebrada
principal.
Aquí también la actuación realizada debe guardar relación directa con la insolvencia.
El interés que se tutela es el (interés) de los acreedores de la quiebra principal, los que ven
incrementada su esperanza de cobrar al sumarse más bienes sobre los que concurrirán de
manera directa o subsidiaria.
Es también un modo de declarar la quiebra que se caracteriza porque sus presupuestos son
diferentes a los demás casos. La principal distinción radica en la indiferencia del estado de
cesación de pagos del patrimonio del sujeto a quien se extiende la quiebra. Tampoco es
menester que se encuentre en insolvencia, ni la solvencia puede ser argumentada para resistir la
quiebra por extensión.
En estos casos, se encuentra ausente el tradicional presupuesto objetivo; los presupuestos aquí
son:
Petición de Extensión
La petición puede ser hecha:
Por el síndico.
Por cualquier acreedor verificado o no.
Masa Única
La sentencia que decrete la extensión fundada en confusión de patrimonios, dispondrá la formación de
masa única.
Si luego de decretar la extensión por otra causal se descubre que hay confusión patrimonial
inescindible, el síndico, al presentar el informe general, puede solicitar la formación de masa única.
Masas Separadas
Los remanentes de cada masa separada constituyen un fondo común para ser distribuido entre los
acreedores no satisfechos por la liquidación de la masa en la que participaron, sin atender a privilegios.
En cuanto al estado de cesación de pagos, en caso de masa única, la fecha de iniciación del estado de
cesación de pagos que se determine es la misma para todos los fallidos. Cuando existan masas
separadas, se determina la fecha de iniciación de la cesación de pagos respecto de cada fallido.
El análisis del instituto surge del art. 200 de la ley 24.522 el cual establece:
Todos los acreedores por causa o título anterior a la declaración de quiebra y sus garantes, deben
formular al síndico el pedido de verificación de sus créditos, indicando monto, causa y privilegios.
La petición debe hacerse por escrito, en duplicado acompañando los títulos justificativos con dos (2)
copias firmadas; debe expresar el domicilio, que constituya a todos los efectos del juicio.
El síndico devuelve los títulos originales, dejando en ellos constancia del pedido de verificación y su
fecha. Puede requerir la presentación de los originales, cuando lo estime conveniente. La omisión de
presentarlos obsta a la verificación.
En cuanto a los efectos que produce el pedido de verificación en la quiebra son idénticos a los del
concurso.
Efectos: El pedido de verificación produce los efectos de la demanda judicial, interrumpe la prescripción
e impide la caducidad del derecho y de la instancia.
En los casos de quiebra indirecta, los acreedores posteriores a la presentación pueden requerir la
verificación por vía incidental.
Liquidación
Liquidación y Distribución
El propósito de la quiebra es la satisfacción de los créditos de los acreedores del fallido; para esto es
necesario que se liquiden los bienes sujetos a desapoderamiento y distribuir el producido de los bienes
entre ellos.
La realización de los bienes se hace por el síndico y debe comenzar de inmediato a la sentencia, salvo
que:
Art 204 - El orden preferente para realizar los bienes de la quiebra, más allá de las facultades del juez
para escoger el más conveniente, se establece de la siguiente manera:
Además el art. 205 de la citada ley establece cómo se procederá a la venta de la empresa, remitimos a
su lectura. Una vez ordenada por el juez, puede ser efectuada en remate público. En ese caso se
deberán cumplir con lo descripto en los artículos 205 y 206.
1) El designado para la enajenación, tasa aquello que se proyecta vender en función de su valor
probable de realización en el mercado; de esa tasación se corre vista a la cooperativa de
trabajadores en caso de que ésta se hubiera formado y al síndico quien, además, informará el
valor a que hace referencia el artículo 206;
3) La venta debe ser ordenada por el juez y puede ser efectuada en subasta pública. En ese
caso deben cumplirse las formalidades del artículo 206 y las establecidas en los incisos 4), 5) y
6) del presente artículo, en lo pertinente;
4) Si el juez ordena la venta, sin recurrir a subasta pública, corresponde al síndico, con asistencia
de quien haya sido designado para la enajenación, proyectar un pliego de condiciones en el que
debe expresar la base del precio, que será la de la tasación efectuada o la que surja del artículo
206, la que sea mayor, descripción sucinta de los bienes, circunstancias referidas a la locación
en el caso en que el fallido fuere locatario, y las demás que considere de interés.
La base propuesta no puede ser inferior a la tasación prevista en el inciso 1). Pueden incluirse
los créditos pendientes de realización, vinculados con la empresa o establecimiento a venderse,
en cuyo caso debe incrementarse prudencialmente la base. La condición de venta debe ser al
contado, y el precio deberá ser íntegramente pagado con anterioridad a la toma de posesión, la
que no podrá exceder de veinte (20) días desde la notificación de la resolución que apruebe la
adjudicación.
El juez debe decidir el contenido definitivo del pliego, mediante resolución fundada. A tal efecto
puede requerir el asesoramiento de especialistas, bancos de inversión, firmas consultoras, u
otras entidades calificadas en aspectos técnicos, económicos, financieros y del mercado.
Esta resolución debe ser dictada dentro de los veinte (20) días posteriores a la presentación del
proyecto del síndico;
5) Una vez redactado el pliego, se deben publicar edictos por dos (2) días, en el diario de
publicaciones legales y en otro de gran circulación en jurisdicción del tribunal y, además, en su
caso, en el que tenga iguales características en los lugares donde se encuentren ubicados los
establecimientos.
Los edictos deben indicar sucintamente la ubicación y destino del establecimiento, base de venta
y demás condiciones de la operación; debe expresarse el plazo dentro del cual pueden
formularse ofertas dirigidas en sobre cerrado al tribunal y el día y hora en que se procederá a su
apertura. El juez puede disponer una mayor publicidad, en el país o en el extranjero, si lo estima
conveniente;
6) Las ofertas deben presentarse en sobre cerrado, y contener el nombre, domicilio real y
especial constituido dentro de la jurisdicción del tribunal, profesión, edad y estado civil. Deben
expresar el precio ofrecido. Tratándose de sociedades, debe acompañarse copia auténtica de su
contrato social y de los documentos que acrediten la personería del firmante.
El oferente debe acompañar garantía de mantenimiento de oferta equivalente al diez por ciento
(10%) del precio ofrecido, en efectivo, en títulos públicos, o fianza bancaria exigible a primera
demanda;
7) Los sobres conteniendo las ofertas deben ser abiertos por el juez, en la oportunidad fijada, en
presencia del síndico, oferentes y acreedores que concurran. Cada oferta debe ser firmada por el
secretario para su individualización, labrándose acta. En caso de empate el juez puede llamar a
mejorar ofertas.
Las diligencias indicadas en los incisos 1) a 7) de este artículo deben ser cumplidas dentro de los
cuatro (4) meses de la fecha de la quiebra, o desde que ella quede firme, si se interpuso recurso
de reposición o desde que haya finalizado la continuación según corresponda para cada caso. El
juez puede, por resolución fundada, ampliar el plazo en noventa (90) días;
9) Dentro del plazo de veinte (20) días, desde la notificación de la resolución definitiva que
apruebe la adjudicación, el oferente debe pagar el precio, depositando el importe. Cumplida esta
exigencia, el juez debe ordenar que se practiquen las inscripciones pertinentes, y que se otorgue
la posesión de lo vendido. Si vencido el plazo el adjudicatario no deposita el precio, pierde su
derecho y la garantía de mantenimiento de oferta. En ese caso el juez adjudica a la segunda
mejor oferta que supere la base;
10) Fracasada la primera licitación, en el mismo acto el juez, convocará a una segunda licitación,
la que se llamará sin base.
Si la enajenación a que se refiere el artículo anterior se realizara en los términos del Artículo 205,
inciso 9, el síndico practicará un informe haciendo constar la participación proporcional que cada uno
de los bienes con privilegio especial han tenido en relación con el precio obtenido, y el valor
probable de realización de los mismos en forma individual en condiciones de mercado. De dicho
informe se correrá vista a los interesados por el término de CINCO (5) días a fin de que formulen las
oposiciones u observaciones que éste le merezca, pudiendo ofrecer prueba documental, pericial y
de informes respecto del valor de realización de los bienes asiento de la hipoteca, prenda o privilegio
especial. Vencido dicho plazo y sustanciada la prueba si la hubiere el juez resolverá asignando valor
a la participación de los bienes asiento del privilegio en el precio obtenido. La resolución es apelable;
el recurso en ningún caso obstará a la adjudicación y entrega de los bienes vendidos.
…la insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a esas obligaciones, no da lugar a la
declaración de su quiebra.
En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fiduciante o el beneficiario según previsiones
contractuales, procede su liquidación la que está a cargo del juez competente, quien debe fijar el
procedimiento sobre la base de las normas previstas para concursos y quiebras, en lo que sea
pertinente.
El fallido y los acreedores pueden formular observaciones dentro los diez días siguientes. Son
admisibles solamente aquellas que se refieran a omisiones, errores o falsedades del informe. El juez
resolverá en un plazo máximo de diez días contados a partir de que queden firmes las regulaciones de
honorarios.
Conclusión de la Quiebra
Debe distinguirse la conclusión de la quiebra de la clausura del procedimiento; se clausura el
procedimiento cuando no existen bienes para liquidar o cuando se han liquidado todos sin haber podido
satisfacer el 100% de los créditos concursales; en ambos supuestos, al no haber más bienes para
liquidar, se clausura el procedimiento de la liquidación.
Conclusión
a. Conversión de la quiebra en concurso preventivo.
e. Cartas de pago otorgadas por todos los acreedores (quirografarios y privilegiados) con
firma autenticada y el pago de los gastos y costas del proceso. Produce los mismos
efectos que el avenimiento.
g. Liquidación de bienes con pago total, es decir que lo obtenido de la liquidación alcanza
para cubrir los créditos verificados, los pendientes de resolución y los gastos y costas del
juicio.
h. Liquidación de bienes sin pago total, luego de pasados dos (2) años de la clausura del
procedimiento sin su reapertura. Tengamos en cuenta que el procedimiento puede
reabrirse si no han trascurrido dos años desde la resolución que dispone la clausura. Por
tanto si esto no ocurre, el juez dispone la conclusión.
i. Inexistencia de bienes o su insuficiencia para cubrir siquiera los gastos y honorarios, luego
de transcurridos dos años de la clausura por falta de activo sin su reapertura.
Efectos
Efectos Personales Sobre el Fallido
Del art. 102 al 105 se reglamenta lo atinente a los efectos de la declaración de quiebra con respecto del
fallido.
Como primera medida dispone una obligación, no solo para el fallido sino también para otros agentes
como son los representantes de los mismos y los administradores en caso que el fallido sea una
sociedad.
La misma simplemente apunta a que deben facilitar el proceso, prestando la colaboración que se les
requiera. De esta obligación se desprende la necesidad de solicitar autorización judicial para salir del
país.
Por otro lado el fallido puede seguir realizando actividades propias de su profesión.
Otro de los importantes efectos consiste en la inhabilitación del fallido a partir de la sentencia de
quiebra.
Desapoderamiento
Es un efecto directo de la quiebra.
Desde la sentencia de quiebra, el fallido queda desapoderado de pleno derecho de sus bienes
existentes y de los que adquiriera hasta su rehabilitación, el desapoderamiento impide que ejercite los
derechos de disposición y administración.
La quiebra no produce una transferencia de propiedad de los bienes del fallido a sus acreedores. Por el
contrario, la liquidación coactiva concursal, si llega a realizarse, se hace con los bienes en el patrimonio
del fallido. Empero a los fines conservatorios y para asegurar la garantía común de los acreedores, a
partir de la declaración de quiebra se desapodera al fallido.
A partir de allí el deudor no podrá ejercer los derechos propios de disposición y administración que sí
conserva en el caso del concurso preventivo. En el caso de la quiebra, la administración se pone en
manos del síndico, quien lo hará en miras a proteger el patrimonio para resguardar los derechos de los
acreedores. Además, también pierde toda legitimación procesal con respecto a los bienes
desapoderados.
Por ejemplo:
Luego de trascurrido los sesenta (60) días desde la sentencia de quiebra pueden resultar diversos
supuestos:
Si de acuerdo a lo establecido en el art. 191 de la ley 24.255 se decide continuar con la empresa,
el contrato de trabajo se reduce parcialmente y el trabajador tiene derecho a reclamar rubros
indemnizatorios. ( debe proceder a la verificación)
El art. 189 de la ley 24522 regula que de manera excepcional se pueda continuar por parte del síndico
con la continuidad de la empresa.
Esta continuación de la empresa es excepcional. El daño debe apreciarse en grado de evidencia, por
cuanto debe tratarse de un daño grave que tiende a conjurar importantes perjuicios contra los
acreedores y contra la conservación del patrimonio.
El síndico debe informar al juez dentro de los veinte (20) días corridos contados a partir de la
aceptación del cargo, sobre la posibilidad excepcional de continuar con la explotación. Se tomará en
consideración el pedido formal de los trabajadores en relación de dependencia que representen las dos
terceras partes del personal en actividad o de los acreedores laborales, quienes deberán actuar en el
período de continuidad bajo la forma de una cooperativa de trabajo.
El síndico debe expedirse concretamente a través de un informe sobre los siguientes aspectos:
Luego de presentado el informe, es el juez quien deberá manifestar si otorga la autorización para que
se continúe la explotación de la empresa. En ese caso el síndico o en administrador podrán realizar
aquellos actos ordinarios que permitan la explotación de la empresa. De igual forma, así como el juez
debe autorizar la explotación, también puede ante dificultades que puedan provocar perjuicio a los
acreedores, disponer antes de la fecha prevista, desistir de continuar con la explotación de la empresa.