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El conflicto en la organización
El conflicto tiene dentro de esta perspectiva unos orígenes sociales y cumple unas funciones
sociales llegándose a considerar el motor del cambio social y la renovación de la propia
sociedad. Psicosocial, interacción de las variables del individuo y del sistema social. Se trata
de un conflicto conducido y puesto en práctica por individuos, pero también de un fenómeno
interpersonal dentro de un sistema social en el que los individuos pueden aparecer agrupados
de diferentes formas, de manera que no puede resumirse en una mera adición de procesos
psicológicos individuales. Definición de "conflicto".
Las definiciones de conflicto son múltiples y diversas. Unos lo han visto como alteración de
la conducta normativa, otros como ataques a la estabilidad. Una revisión realizada por Fink
presenta una serie de aspectos presentes en buena parte de las definiciones: Debe ser
percibido por las partes. Supone oposición entre esas partes. Esa oposición consiste en
el bloqueo de una parte sobre la otra impidiéndole la consecución de sus objetivos. Viene
suscitada por una situación previa (la existencia de recursos escasos).
Entre las diferencias Fink indica que una definiciones se fijan en la intención mientras otras
sólo consideran las conductas manifiestas. Una primera definición del conflicto sería: "un
proceso en el que se realiza un esfuerzo propositivo por parte de A para contrarrestar los
esfuerzos de B mediante algún tipo de bloqueo y cuyo resultado será frustrar la consecución
de sus objetivos o el logro de sus intereses por parte de B". Otra revisión ha destacado la
divergencia de las definiciones según los fenómenos básicos, y las ha clasificado en cuatro
grupos:
• Definiciones que hacían referencia condiciones antecedentes.
• Definiciones que insistían en los estados afectivos de las partes.
• Definiciones centradas en la consideración de los estados cognitivos.
• Definiciones conductuales, verbales o no verbales y que van desde una resistencia pasiva a
una agresión activa.
Según esto Thomas ha definido el conflicto como: "proceso que incluye las percepciones,
emociones, conductas y resultados de las partes que intervienen, que se inicia cuando una
parte percibe que la otra puede frustrar algo relevante para ella"
Funciones y disfunciones del conflicto en la organización
La concepción negativa del conflicto ha sido ampliamente superada. Muchos autores han
señalado la existencia de efectos funcionales del conflicto junto otros disfuncionales, y
dependen de los criterios adoptados y de la perspectiva considerada. Entre los aspectos
funcionales podemos resaltar:
1. Incrementar la motivación y la energía en el desempeño de cada una de las partes.
2. Incrementar la innovación.
3. Incrementar la cohesión interna y la unificación de objetivos y criterios del grupo. Dirige la
atención de los directivos hacia cambios.
Permite descubrir nuevas y mejores formas y estrategias. Cambios de liderazgo o introduce
mecanismos para restablecer el equilibrio del poder. Cambios en la asignación de
recompensas o recursos adecuándolos a la realidad actual. Buscar los medios más adecuados
para resolver el problema. Eliminar elementos disociados y restablecer la concordia.
Aumentar el nivel de activación que resulta motivador de la conducta. Desarrollo de las
propias habilidades. Clarificar y elaborar la propia posición con el fin de hacerla más
defendible y convincente. Aspectos de carácter disfuncional:
• Un costo personal elevado y produce tensión y estrés, así como frustración y hostilidad.
• Ubicación y distribución de recursos inadecuada.
• Suoptimización del rendimiento del sistema organizacional y un gasto de energía pudiendo
llegar a desplazar los objetivos de la organización.
• Distorsión de objetivos.
Reducir el funcionamiento introduciendo retrasos en las comunicaciones, reduciendo la
colaboración y cohesión y produciendo bloqueos de actividad. Esta relación plantea dos
problemas: El establecimiento de criterios. Las condiciones en las que un determinado
conflicto tiene efectos constructivos más que destructivos. Robbins, sugiere hipótesis
generales: Los niveles extremos de conflicto raramente son funcionales. Un factor que
interviene en el nivel de funcionalidad es el tipo de tarea que desempeña el grupo en el que
aparece. Cuanta mayor innovación requiere la tarea, mayor probabilidad tiene de ser
funcional la aparición de conflicto.
https://www.psicologia-online.com/el-proceso-de-conflicto-y-sus-fases-1796.html
El proceso del conflicto puede dividirse en cinco etapas como: oposición o incompatibilidad
potencial, cognición y personalidad, intenciones, comportamiento y resultados. En este
informe se hablará de las últimas tres etapas; ya que las intenciones median entre las
percepciones y las emociones de las personas y su comportamiento.
Para obtener un resultado, el razonamiento de acción y reacción entre las partes en conflicto
trae consecuencias, estas secuelas pueden ser funcionales, si el conflicto termina en una
mejora del desempeño de grupo, o disfuncionales, si lo obstaculizan.
Se dará a conocer las Técnicas para resolver conflictos como son: solución de problemas,
metas de orden superior, ampliación de recursos, evasión, allanamiento, arreglo, mandato,
modificar la variable humana y modificación de las variables culturales; así como las
Técnicas de estimulación de conflictos, en las cuales influyen: la comunicación, traer gente
de fuera, reestructurar la organización y nombrar un crítico deliberado de la postura de la
mayoría de los miembros.
Siempre que aparece un conflicto en un equipo de trabajo la gente tiende a eludirlo, se trata
de un error porque precisamente lo malo no es la existencia del conflicto sino su mala gestión.
Con carácter general podría afirmarse que: un equipo sin conflictos es un equipo que no
existe, más todavía, un equipo sin preparación para gestionar positivamente sus conflictos es
un equipo condenado a morir.
Intenciones
Las intenciones median entre las percepciones y las emociones de las personas y su
comportamiento. Estas intenciones son decisiones de actuar de determinada manera.
Las intenciones se manejan como una etapa aparte, porque uno tiene que suponer las
intenciones de los otros para saber cómo responder a su comportamiento. Muchos conflictos
se intensifican simplemente porque una parte contribuye a la otra las intenciones
equivocadas. Además, por lo regular hay una variación notable entre las intenciones y la
conducta de una persona, de manera que ésta no siempre refleja con exactitud aquéllas.
Competencia
Cuando una persona trata de satisfacer sus propios intereses, cualquiera que sea el efecto en
las otras partes de un conflicto, se dice que compite.
Por ejemplo: cuando tenemos la intención de conseguir nuestra meta sacrificando la del otro,
tratar de convencer al otro de que nuestra conclusión es la correcta y de que la suya está
equivocada y tratar de hacer que alguien acepte la culpa de un problema.
Colaboración
Cuando las partes de un conflicto tienen el deseo de satisfacer completamente los intereses
mutuos, tenemos cooperación y la búsqueda de un resultado beneficioso para todos. Al
colaborar, la intención de las partes es resolver el problema aclarando las diferencias, en lugar
de ceder en varios puntos de vista. Por ejemplo: el intento de hallar una solución en la que se
alcancen por completo las metas de ambas partes y buscar una solución en la que se alcancen
por completo las metas de ambas partes y buscar una conclusión en la que se incorporen las
ideas válidas de las dos.
Evasión
Una persona puede aceptar que hay un conflicto y prefiere retraerse o suprimirlo. Por
ejemplo: tratar de ignorar un conflicto y evitar a las personas con las que no se está de cuerdo.
Cesión
Cuando una parte trata de calmar a su oponente, estaría dispuesta a poner los intereses de
éste antes que los suyos propios. Dicho de otra manera, con el fin de mantener la relación,
una parte está dispuesta a sacrificarse. Por ejemplo: la voluntad de sacrificar una meta propia
para que la otra parte consiga la suya, respaldar la opinión de otra persona a pesar de tener
reservas y perdonar a alguien una falta así como tolerar otras.
Llegar a un acuerdo
Cuando cada parte del conflicto quiere ceder algo, se comparte y se llega a un resultado que
equilibra los intereses. Al llegar a un acuerdo no hay un ganador ni un perdedor declarados,
sino la disposición a razonar la causa del conflicto y aceptar una solución que da una
satisfacción incompleta a los intereses de las dos partes. Por lo tanto, la característica que
distingue a esta intención es que las dos partes pretenden ceder algo. Por ejemplo: la
disposición a aceptar un aumento de dos dólares por hora en lugar de tres, aceptar un acuerdo
parcial con cierto punto de vista y asumir parte de la culpa por una falta.
Las intenciones ofrecen lineamientos generales para las partes de un conflicto, pues definen
el objetivo de cada una. Ahora bien, las intenciones de las personas no son fijas. A veces
cambian en el curso de un conflicto por que vuelven a plantearse los conceptos o por una
reacción emocional al comportamiento de la otra parte. Las personas tienen preferencias
sobre las cinco intenciones de manejo de conflicto, recurren constantemente a ellas y pueden
pronosticarse muy bien a partir de una combinación de características de personalidad e
intelectuales.
Conducta
Estas conductas conflictivas son los esfuerzos de cada parte por implantar sus intenciones.
Pero estas conductas tienen una condición de estímulo independiente de las intenciones.
Como resultado de errores de cálculo o falta de conocimiento, a veces los comportamientos
se desvían de sus intenciones originales.
Ayuda pensar que la conducta es un proceso dinámico de interacción. Por ejemplo: si usted
me exige algo. Yo le respondo discutiendo. Si usted me amenaza. Yo le devuelvo la amenaza,
y así sucesivamente.
Si un conflicto es disfuncional, ¿qué pueden hacer las partes para evitar que se intensifique?
O también, ¿qué opciones hay si un conflicto es demasiado débil y es necesario
intensificarlo? Esto nos lleva a las técnicas de manejo de conflictos.
A continuación se muestran las principales técnicas de solución y estimulación que permiten
a los administradores controlar los niveles de conflicto:
Resultados
El razonamiento de la acción y reacción entre las partes en conflicto trae consecuencias, estas
secuelas pueden ser funcionales, si el conflicto termina en una mejora del desempeño del
grupo, o disfuncionales, si lo obstaculizan.
Resultados funcionales
Hay pruebas que los conflictos también guardan relación positiva con la productividad. Se
demostró que entre los grupos establecidos, el desempeño tiende a mejorar más cuando hay
conflictos entre sus miembros, que cuando los acuerdos son bastante generales.
Resultados disfuncionales
La oposición incontrolada genera descontentos que disuelven los lazos comunes y al final
destruyen el grupo. Una abundante bibliografía documenta cómo los conflictos, en su
variedad disfuncional, pueden reducir la eficacia de los grupos. Entre las consecuencias
menos deseables están el retardar la comunicación, se reduce la cohesión del grupo y se
subordinan las metas generales del grupo a las luchas internas de los miembros. Los
conflictos paralizan el funcionamiento del grupo y ponen en peligro su supervivencia.
Por ejemplo, Walt Disney Company incita deliberadamente juntas grandes y alborotadoras
para crear fricciones y estimular las ideas creativas. Hewlett-Packard premia a los disidentes
reconociendo a los tipos que van contra la corriente o que se aferran a las ideas en las que
creen, aunque la administración las haya rechazado.
Conclusión
Los conflictos ponen en tela de juicio el estado de las cosas y, por tanto, impulsan la creación
de ideas nuevas, promueven la reevaluación de las metas y actividades del grupo y aumentan
la probabilidad de que el grupo responda al cambio.
Muchas personas y compañías piensan que el enfrentarse a un conflicto es algo negativo que
no debería de existir pero es completamente erróneo, ya que si se encamina el conflicto de
una manera positiva, se obtendrán resultados inimaginables. Cuando existe un conflicto,
quiere decir que los individuos están en constante competencia y obviamente eso hace que
se vea reflejado en el desempeño de sus actividades, ya sea aportando nuevas ideas,
innovando productos, su manera de trabajar, etc., siempre estarían viendo la manera de
competir uno con otro y eso es benéfico para la empresa.
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Los conflictos son hechos inevitables e importantes en la vida social, aún cuando es un
aspecto familiar de nuestra existencia. El conflicto tiene formas, procesos y resultados
contradictorios, de ahí que su estudio motiva a diversos grupos de psicólogos, sociólogos,
economistas, docentes, etc.
Desde el punto de vista personal nos enfrentamos a conflictos desde que tenemos uso
de memoria. El conflicto como proceso cambiante nace, crece, se desarrolla y puede a veces
transformarse, desaparecer o disolverse y otras veces permanecer estacionario.
En el siguiente trabajo se trata principalmente de aprender estrategias para resolver cualquier
tipo de conflicto
ANÁLISIS
"Estrategias para Resolver un Conflicto"
El conflicto es parte de nuestra convivencia social, surge desde que nacemos cuando
necesitamos aprender a vivir haciendo uso de muchas herramientaspara asegurar nuestra
sobrevivencia. Luego, la vida familiar nos enseña a negociar con las demandas
contradictorias u opuestas de nuestros padres y el medio ambiente. En el camino de crecer,
desarrollarse y diferenciarse de los demás, tratando de alcanzar metas propias, el ser humano
siempre estará determinado por las limitaciones de un universo con recursos insuficientes y
demandas crecientes. De este modo la vida sin conflictos es una falacia pues sin ellos nos
privaríamos de la oportunidad para desarrollar nuestras habilidades pues se aprende a través
y gracias al conflicto.
La interacción y desarrollo del ser humano en sociedad se suscita por etapas que son
generalmente situaciones de cambio movilizadas por el conflicto generado por la etapa
anterior que no se resolvió totalmente.
Entendiendo el conflicto como una incompatibilidad entre conductas,
percepciones, objetivos o afectos entre individuos y grupos que definen estas metas como
mutuamente incompatibles, podemos decir que en éste intervienen conducta y afectos,
elementos básicos del conflicto.
Para manejar los conflictos se necesitan varias habilidades:
1. La habilidad de comprender sus propios sentimientos hacia el conflicto.
Esto significa reconocer la causa del conflicto, o sea, las palabras o acciones que
inmediatamente provocan en usted una reacción emocional como el enojo o la ira. Una vez
reconocida la causa del conflicto será más fácil controlar las emociones.
2. La habilidad de escuchar atentamente. Se debe tratar de comprender lo que la
otra persona está diciendo.
Escuche con todo cuidado en lugar de pensar en lo que deberá decir usted después. Escuchar
atentamente requiere concentración y lenguaje corporal que indique que usted está
prestando atención.
3. La habilidad de brindar opciones para resolver el conflicto.
Muchas personas sólo pueden concebir dos maneras de manejar el conflicto – pelear o evitar
el problema. Asegúrese de que sus datos son los correctos, explore todas las ideas que pueden
ayudarle a resolver la discusión y debata los pros, los contras y las consecuencias.
Cinco formas de resolver un conflicto:
1. Competición: Distributiva (ganar-perder) regateo. Satisfacer sus necesidades es
importante; satisfacer las necesidades de los demás no es importante para usted.
2. Colaboración: Integrativa (ganar-ganar). Satisfacer las necesidades tanto suyas y las de
su contraparte es importante.
3. Compromiso: Satisfacer las necesidades suyas y las de su contraparte es moderadamente
importante.
4. Evitar: Usted es indiferente tanto a sus necesidades como a las de
los demás: no actúa gustosamente.
5. Acomodar:
Simplemente rendirse o conformarse (no es problema para usted y es problema de la otra
persona).
En general, los más exitosos negociadores inician asumiendo una negociación colaborativa
(integrativa) o ganar-ganar. Los buenos negociadores tratarán una negociación ganar-ganar
o contribuirán a una situación donde ambas partes se sientan ganadores. Las negociaciones
tienden a ser mejores para ambas partes cuando están en una situación ganar-ganar o ambas
partes se acercan a la negociación deseando "crear valor" o satisfacer tanto sus necesidades
como las de la otra persona.
Estrategias de cómo lograr llegar a un acuerdo:
1. Observe su respuesta frente a un conflicto. Si su manera de comportarse no da
resultados, es decir, si se queda cargado con emociones incontrolables que conducirán a
nuevos problemas – trate de cambiar.
2. Exprese sus necesidades y defina el problema. Hable de los temas o asuntos sin insultar
ni echar la culpa a otra persona. No exprese su posición; esa es su manera de solucionar el
problema, más bien compare lo dicho (posición) con lo que realmente se intentó decir
(necesidades).
3. Juntos, discutan varias maneras de llenar las necesidades o solucionar el
problema. Sea flexible y abierto.
4. Luego de haber llegado a un acuerdo sobre el plan a seguir, decidan quién será el
responsable de cada acción.
5. Recuerde:
a. Elija el momento oportuno.
b. Planifique de antemano.
c. Hable directamente.
d. No asigne culpas ni insulte.
e. Brinde información.
f. Escuche.
g. Demuestre que está escuchando.
h. Discuta el problema a fondo.
El sentido crítico puede ser difícil si se presenta como forma ofensiva o de resistencia, pero
más allá de las críticas de situaciones de rencor o problemas personales, está la crítica
constructiva que siempre nos aporta algo vital. Evitar la crítica es sinónimo de aislamiento.
Cuando alguien critica nuestro proceder hay cuatro estrategias o maneras posibles de hacerles
frente:
Estrategia N°1
Reconocimiento:
Usted está de acuerdo con el crítico y sus opiniones. La finalidad de esta táctica es la de
detener o interrumpir la crítica. Empléela sólo cuando las objeciones parezcan razonables y
hayan sido formuladas con el ánimo de ayudar:
1. Dígale que tiene razón.
2. Haga que se dé cuenta que usted hace lo que quiso decir.
3. Si la crítica fuera apropiada, agradezca.
4. Si disiente con sus argumentos, pero considera que pueden ser atendidos, explique su punto
de vista con humildad.
Estrategia N°2
Acuerdo simbólico:
Emplee esta técnica cuando la crítica no sea constructiva ni precisa:
1. Acepte lo que considere acertado.
2. Acepte la posibilidad de que lo que dice pueda ser correcto.
3. Acepte que, en principio, lo que dice pueda ser correcto.
4. Luego, y en la soledad evalúe críticamente sus argumentos.
¿Eran malintencionados o había en ellos algo de verdad?.
Estrategia N°3
Sondeo:
Utilice este método para personas con críticas poco claras y contradictorias:
1. Escuche atentamente su razonamiento siguiendo el método de "escucha activa".
2. Deje que se quede sin palabras. Si no sabe a dónde quiere llegar, él mismo terminará por
reconocerlo.
3. Si la crítica es vaga, exija su aclaración. ¿Qué pretende?, ¿Qué quiere decir?.
4. Si la explicación resultara más concreta que antes recurra a las estrategias 1 o 2 según el
caso.
5. Si aún la crítica no tuviera fundamento ni razón de ser, retírese de la discusión.
Estrategia N°4
Demora:
En caso de que no haya comprendido los argumentos, o considere que necesita madurarlos,
no sienta prisa para dar ninguna respuesta y resérvese el derecho de contestar más tarde.
CONCLUSIONES
• Las personas efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades.
• Los conflictos son una parte estrecha de la existencia del hombre, en su vida cuando el
hombre se relaciona con otros hombres y con la sociedad, siempre están en peligro de
encontrarse en su camino con conflictos de diferentes índoles e importancia, por este
motivo nunca deben tomarse los conflictos por su lado negativo, sino como una fuente
de desarrollo humano, como algo positivo que lo harán analizar a fondo sus ideas,
estimularan sus pensamientos y mejoraran sus juicios y que se resuelvan
satisfactoriamente mejoraran las relaciones entre las partes considerablemente.
• La clave de una negociación exitosa es llegar a una situación ganar-ganar incluso si
aparenta ser una situación ganar-perder. Casi toda negociación tiene al menos algún
elemento de ganar-ganar. El éxito de la negociación radica regularmente en encontrar
aspectos ganar-ganar en cualquier situación.
• El poder está basado en la percepción. Si su oponente piensa que usted es más fuerte,
usted lo es, a tal punto de actuar así.
• Sea creativo acerca de la introducción de nuevos términos en la negociación, encuentre
nuevas cosas que beneficiarán a ambas partes. Esto puede cambiar una situación
competitiva en una situación ganar-ganar.
• Una de las características de las persona diestras en la resolución de conflictos es la de
reconocer el modo con que se crean los problemas y dar los pasos necesarios para calmar
a los implicados en este sentido, es necesario la empatía y el arte de escuchar. Buscar el
modo de llegar a soluciones que satisfagan a todos los implicados.
BIBLIOGRAFÍA
Eyssette, Francois. "Cómo resolver los pequeños conflictos en el trabajo"
Madrid: Ediciones Deusto.S.A 1987
Borrell, Francesco. "Cómo trabajar en equipo"
Barcelona: Ediciones Gestión 2000. S.A. 1996
Walton, Richard E. "Conciliación de conflictos interpersonales"
México, Fondo Educativo Interamericano, 1973
Constantino, Cathy A. "Diseño de sistemas para enfrentar conflictos"
Barcelona: Ediciones Juan Granica S.A. 1997
Rodríguez Estrada, Mauro. "Manejo de conflictos"
2.da Edición 1988 "Conflicto. Solución y estrategias"
Capítulo 9: Estrategias para la solución de conflictos
Autor:
Jancel Carrillo Guzmán
http://www.mailxmail.com/curso-conflicto-solucion/estrategias-solucion-conflictos
Estrategias de resolución de conflictos
En una negociación participan dos o más partes que se necesitan recíprocamente; que son
importantes el uno para el otro. Cuando una de las partes participa en un proceso de
negociación es porque quiere obtener algo de valor, aunque también debe estar dispuesto a
ceder algo valioso. Además, entre las partes deben existir valores compartidos, además de
patrones culturales que les permitirá reconocerse, sin los cuales sería imposible resolver sus
diferencias (Padilla, J. R., 2008).
Cada integrante en un proceso de negociación deberá asumir distintos roles y deberán fijarse
pautas organizacionales o grupales. Asimismo, en una negociación están presentes los
intereses, los recursos en juego y los valores con que cada parte enfrenta el proceso. La
complejidad de este proceso, constituye una de sus características más relevantes y determina
que no hay proceso de negociación que sea igual a otro. Por esa razón, existen varios modelos
y técnicas de negociación, aquí presentamos algunos enfoques aplicados a ese proceso.
Es indiscutible que las negociaciones son más fructíferas cuando las partes libremente
comparten información acerca de sus intereses y metas, aunque para ello se requiere
confianza, que puede escasear en la mesa de negociación. Esto parece ser cierto
especialmente en los países asiáticos, como la India y Japón, y en los participantes de la
negociaciones de diferentes culturas (Gunia, B. et al., 2012).
A menudo los negociadores suelen fracasar porque hacen demasiado énfasis en vender su
propia posición y no se preocupan en absoluto por el punto de vista de la otra parte. Una
alternativa para llegar a un mejor resultado es que los negociadores deben pensar como
detectives. Esto significa descifrar cómo piensa la otra parte y descubrir por qué quiere lo
que quiere. Este enfoque supone una mentalidad y metodología particular. Una suposición
equivocada acerca de las motivaciones de la otra parte llevan a los negociadores a proponer
soluciones a problemas que no existen, a ceder valor o llevar la negociación al fracaso. Así
fue, por ejemplo, el caso de la compañía farmacéutica que llegó a un callejón sin salida con
un proveedor, en relación a la exclusividad de compra de un ingrediente. Creyendo que se
trataba de un intento de aumentar los precios, la compañía dejó la negociación. En realidad,
el proveedor estaba rehusándose porque otra compañía amiga necesitaba una pequeña
cantidad del ingrediente para hacer un producto local (Malhotra, D. y Bazerman, M. H.,
2007).
Muchos acuerdos que en apariencia se ven bien en el papel nunca se concretan en empresas
creadoras de valor. Algunas veces el problema comienza en la mesa de negociación. De
hecho, la misma persona que todos creen que es crucial para el éxito del acuerdo, ‘el
negociador’, es la que muchas veces lo quebranta. Esto es debido a que la mayoría de los
negociadores tienen una mentalidad de cerradores de acuerdos: ven el contrato firmado como
el destino final en vez del inicio de un proceso de cooperación. Y lo que es aún peor, muchas
empresas recompensan a los negociadores con base en el número y el tamaño del acuerdo
que logran, lo que no los incentiva a cambiar. (Ertel, D., 2004).
¿Qué se interpone entre una de las partes y el ‘sí’ que quiere oír? La respuesta está en que los
ejecutivos enfrentan obstáculos en tres dimensiones comunes y
complementarias: Tácticas (interacciones en la mesa de negociación); Diseño del acuerdo (la
habilidad para construir un acuerdo que se cree duradero) y Un sistema, que representa la
estructura de la negociación en sí misma. Cada dimensión es crucial en el proceso, sin
embargo, la mayoría de los ejecutivos se olvida de la tercera dimensión: los negociadores se
enfocan en mejorar sus habilidades personales en la mesa de negociación o se enfocan en
diagnosticar fuentes subyacentes de valor en un acuerdo y luego en reconstruir los términos
para satisfacer a todos los participantes. Los negociadores de la tercera dimensión en lugar
de sólo llevar al juego en la mesa de negociación, modifican el alcance y la secuencia del
juego en sí para lograr el resultado deseado. Ellos evalúan ampliamente para identificar
elementos fuera del acuerdo que podrían crear una estructura aún más favorable. Vuelven al
inicio, de la resolución ideal a la actual estructura del acuerdo y cuidadosamente escogen a
cuáles jugadores acercarse y cuándo. Y administran y encausan el flujo de información entre
las partes involucradas para superar los impedimentos para obtener el sí (Lax, D. y Sebenius,
J., 2003).
Según Ertel, D. (2004), las organizaciones y los negociadores deben moverse de una mente
cerradora de acuerdos, es decir, de una mentalidad que presione la contraparte para obtener
todo lo que se pueda, a una mentalidad de implementación, la que coloca la base de una
relación de trabajo saludable por mucho más tiempo. Para lograr una mentalidad de
implementación se requiere cinco enfoques: (1) Comenzar teniendo en mente el final, los
equipos negociadores deberían imaginar qué tipo de problemas enfrentarán 12 meses después
de cerrar el acuerdo, (2) Ayudar a su contraparte a prepararse, si ellos acuerdan algo que no
pueden entregar, ambas partes se verán afectadas. (3) Considerar la alineación como una
responsabilidad compartida, después de todo, si los intereses de la contraparte no están
alineados, también es nuestro problema. (4) Envíe un mensaje único. Los negociadores
deberían informar a los equipos de implementación de ambas partes en conjunto, de manera
que todos tengan la misma información y (5) Gestionar la negociación como un ejercicio de
negocios, combinar una disciplinada preparación con revisiones post negociación. Y ante
todo, las empresas deben recordar que los mejores acuerdos no terminan en la mesa
negociadora, sino que empiezan ahí.
Para Padilla, J. R., (2008) existen siete elementos relevantes que se deben llevar en todo
proceso de negociación: (1) Negociar para transformar (y para mejorar). Los involucrados
en una negociación aspiran a que su resultado cambie su situación previa y también que la
mejore. (2) Conjugar diferencias y coincidencias. Un buen inicio es entender que los
negociadores deben administrar al mismo tiempo diferencias e intereses comunes. Mediante
la negociación las partes intentan acercar sus posiciones iniciales. Por otra parte, si todo fuera
diferencias y no hubiera nada en común, sería imposible acercar las posiciones iniciales y si
entre ellas no hubiera valores compartidos sería imposible que resolvieran sus
diferencias. (3) Sólo se negocia con alguien importante. Al negociar con alguien se está
reconociendo su importancia. No se negocia con cualquiera, sino con alguien cuyas posición
o acciones u omisiones pueden afectar directamente, para bien o para mal. (4) No hay
negociación sin ceder. Hay veces en que hay pretensiones similares entre las partes y cada
quien debe estar dispuesto a hacer concesiones para obtener lo que quiere del otro. Para
conseguir algo valioso en una negociación cada uno debe estar dispuesto a dar algo de valor
a cambio. Quien pretenda conseguir lo que se propone, sin ceder en nada, no está negociando
sino imponiendo sus condiciones o, simplemente, ejerciendo su poder sobre el otro. (5) El
objetivo es llegar a un acuerdo, pero no a cualquier acuerdo. A veces, por más que se intente,
no es posible salvar las diferencias que existen entre los negociadores. Pero si su intención
real era llegar a un acuerdo, se puede suponer que hubo negociación, aunque el resultado
haya sido fallido. Cuando una de las partes no tiene intención de llegar a un acuerdo y
participa en el proceso engañando a la otra parte para sacar provecho, no se está frente a una
negociación sino a una forma de engaño o trampa. (6) La negociación es un proceso La
negociación es un intento de transformar la realidad o mejorarla. Las partes deben hacer
concesiones, pues e necesitan recíprocamente y deben conciliar sus diferencias, privilegiando
lo que las une para intentar llegar a acuerdos. Esta lista de características da una idea de lo
complejo del proceso de la negociación. (7) No conviene improvisar. Planificar una
negociación consiste en anticipar las cosas que deberían ocurrir, y también las que no, a lo
largo del proceso. No se está exagerando la importancia de saber prepararse para encarar una
negociación, porque finalmente en buena medida allí reside el poder de negociación de un
actor.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA