Professional Documents
Culture Documents
Las acciones son títulos valores. El artículo 92 del Real Decreto Legislativo 1/2010 de 2 de julio
(Ley de Sociedades de Capital) establece que las acciones pueden estar representadas por
medio de títulos o por medio de anotaciones en cuenta, según establezcan sus estatutos
sociales y que, en ambos casos, tienen la consideración de valores mobiliarios.
El artículo 113.2 de la mencionada Ley de Sociedades de Capital establece que los socios
tienen derecho a recibir sus acciones sin gasto adicional alguno por su emisión. Sin embargo,
las acciones no pueden ser entregadas si la sociedad no está debidamente inscrita o no está
inscrita la escritura de ampliación de capital social.
Los estatutos sociales pueden contemplar la emisión de títulos múltiples, que representan
varias acciones de la misma serie o valor nominal.
b) Debe hacerse constar la clase a la que pertenecen, caso de ser varias las existentes
- El valor nominal de la acción, su número, la serie a que pertenece y, en el caso de que sea
privilegiada, los derechos especiales que otorgue.
El valor nominal debe estar representado por una suma dineraria concreta, no admitiéndose el
supuesto de las acciones de cuota, esto es, las que representan el valor de forma indirecta en
cuanto que se refieren a una fracción o cuota del capital social.
Pero la acción asimismo constituye el título que incorpora los derechos políticos del socio,
esencialmente el derecho al voto y de control y para el ejercicio de éstos es esencial el derecho
de información.
Y el artículo 97, introducido por la Ley 3/2009, de 3 de abril sobre modificaciones estructurales
de las sociedades mercantiles, bajo la rúbrica “igualdad de trato”, establece que la sociedad
deberá dar un trato igual a los accionistas que se encuentren en condiciones idénticas.
Los derechos de carácter económico que confiere la acción son tres: derecho a participar en
los beneficios; derecho a participar en la cuota de liquidación, y derecho de suscripción
preferente.
Los resguardos provisionales son títulos necesariamente nominativos que la sociedad puede
entregar a los accionistas en sustitución de los títulos definitivos, debiendo extenderse, al igual
que en el caso de los títulos, en libros talonarios. En cuanto a los certificados de inscripción,
son también títulos provisionales cuya función es certificar la inscripción del accionista en el
libro registro de acciones nominativas, así como el número de acciones cuya titularidad se le
reconoce, en tanto no se proceda a la emisión de los títulos definitivos.
Cuando las acciones se representan por medio de títulos pueden adoptar la forma de acciones
al portador o nominativas. No obstante, en algunos supuestos la Ley impone la forma
nominativa. Esto ocurre en tanto las acciones suscritas no estén totalmente desembolsadas,
cuando su transmisibilidad está sujeta a restricciones o bien cuando llevan aparejadas
prestaciones accesorias o así lo exija una disposición especial.
Cuando la sociedad opta por la emisión de títulos físicos y éstos son nominativos, asume la
obligación de llevar un libro registro de acciones nominativas, debidamente legalizado en el
que los administradores sociales deben inscribir a los titulares sucesivos, así como la
constitución de derechos reales y otras cargas que eventualmente graven las acciones. La
jurisprudencia ha llegado a condicionar la validez de una Junta General de accionistas a la
regular existencia de dicho libro (Sentencia del Tribunal Supremo de 14 de febrero de 1986).
Cuando los títulos son al portador y se han emitido y entregado, su tenencia legitima la
posición de su titular y para poder ejercer los derechos como accionista es precisa la exhibición
de los mismos, tal como dispone el artículo 122 de la Ley de Sociedades de Capital. También
puede sustituirse su exhibición por la del certificado que acredite su depósito en una entidad
autorizada. Por el contrario, en el caso de las acciones nominativas, la legitimación viene dada
por la inscripción del accionista en el libro registro de acciones nominativas y ello con
independencia, incluso, de que los títulos se hayan emitido y entregado, o no.
En cuanto a las entidades encargadas de llevar el registro contable: (art. 7 Ley 24/1988, de 28
de julio, del Mercado de Valores)