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Profesor Rediseñador: JUAN FRANCISCO VEGA SALAS

Unidad N°2: Obra Gruesa.

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Capítulo 8. Sistemas de Entramados en Madera y Acero.

8.1. Conceptos Básicos.

La estructura soportante de un edificio se puede ejecutar de dos formas distintas: con

estructuras macizas constituidas con materiales de gran masa y resistencia fundamental a la
compresión, como la piedra, el adobe, los ladrillos y el hormigón; y la segunda, con estructuras
reticuladas constituidas por piezas lineales livianas y flexibles que resisten compresión y
tracción, como la madera y el acero. Un cerro tiene una estructura maciza, mientras que un
esqueleto humano es más similar a una estructura reticulada.

Independiente de la estructura que se utilice, el trabajo estructural es el mismo: las cargas

usuales en un inmueble se transmiten verticalmente hacia abajo por efecto de la gravedad (hacia
el centro de La Tierra). Una estructura debe transmitir las cargas del edificio lo más rápida e
integralmente posible al suelo, donde las cargas se disipan.
Bajo este concepto los edificios podrían simplemente apoyarse en la tierra y constituirse
por muros macizos que transmiten la carga directamente al suelo, pero hay varios “detalles” que
hacen más complicado el problema:
1) Necesitamos un espacio interior cubierto, razón por la cual se necesitan materiales
que puedan salvar luces y transmitir las cargas horizontalmente a los muros.
2) Necesitamos vanos para puertas y ventanas, y para ello materiales y estructuras que
permitan estas interrupciones en la continuidad estructural de los muros.
3) Necesitamos anclar el edificio al terreno de forma que no se mueva por vientos
fuertes u otras cargas.
4) Los sismos sobrecargan las estructuras de formas irregulares y desde abajo hacia
arriba, al revés de lo que normalmente hacen.
Todo lo anterior diferencia mucho el trabajo con estructuras macizas y reticuladas. A
continuación veremos los principios constructivos y estructurales del trabajo con piezas lineales,
sus ventajas y desventajas, cuidados y como influye el material en las características de la
estructura.

8.2. Principios Constructivos.

Los principios constructivos y estructurales de las retículas o entramados van muy ligados,
pero es bueno analizarlos por separado. Primero debemos decir que el término “entramado”
probablemente venga del ámbito textil, conocimiento que el hombre tiene desde hace miles de
años por el trabajo con fibras vegetales que se entrelazan formando tejidos superficiales que

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sirven para ropa y otros utensilios. El textil se forma cruzando fibras en un sentido y en otro,
formando una trama que le da mayor poder resistente al tejido que la simple suma de sus fibras.

El principio constructivo básico de los entramados es generar un esqueleto soportante con

piezas que formen una retícula, o sea, piezas dispuestas ortogonalmente entre sí. De esta forma
cada pieza tiene una misión particular dentro de la estructura y se apoya en las otras para
trabajar. Pero tan importante como el elemento mismo es el sistema de unión entre las piezas, si
la unión falla no hay trabajo en conjunto y no hay estructura.
Además debemos agregar que, como cada pieza tiene una función distinta no es necesario
que todas las partes sean iguales, por tanto existe un despiece donde cada elemento tiene una
sección acorde al trabajo estructural que realiza.

8.3. Principios Estructurales.

Cuando unimos piezas lineales, sean de madera o metálicas, podemos formar figuras
bidimensionales y tridimensionales. Las figuras más simples son el triángulo y el rectángulo
(cuadrado incluido), aunque es curiosa su diferencia estructural: mientras el triángulo es una
figura estable e indeformable, el rectángulo se deforma fácilmente.

Esto se debe a que hay una relación directa entre la

dimensión de los lados del triángulo y los ángulos que se forman en
su interior, lo cual hace que para una combinación de tres lados
exista sólo una combinación de ángulos. En cambio en el
rectángulo, para una combinación de cuatro lados existe una
amplia gama de ángulos que modifican la forma de la figura sin
cambiar la dimensión de los lados, tal como se ve en la figura.
Resultado, el triángulo es la figura plana más simple e indeformable
que existe, mientras que el rectángulo es inestable por sí solo.
Ahora bien, al ser humano le acomodan más los espacios
prismáticos, o sea, los construidos con caras planas rectangulares,
que los espacios piramidales ejecutados con caras triangulares. Por
lo tanto debemos estructurar de mejor manera el rectángulo para
que no se deforme y poder construir nuestros edificios.

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Para esto tenemos dos alternativas:

1) Formar triángulos al interior del rectángulo.
2) Disponer elementos ortogonales al interior del rectángulo.
La diagonalización de los rectángulos ofrece la mejor estructuración para los entramados,
con el mínimo de material, pero no es la más usada. La otra opción es rellenar con un reticulado
ortogonal, la estructura queda más pesada y hay mayor gasto del material, pero tiene la ventaja
de servir de apoyo para el revestimiento que va sobre la estructura. En rigor vamos a usar una
mezcla de ambos sistemas.
Ahora bien, tan importante como la estructuración del sistema resulta la ejecución del
entramado, para lo cual debemos considerar:
• La naturaleza del material.
• La calidad de las uniones.

8.4. El Material: La Madera y el Acero.

a) La Madera. Como repaso de lo visto en el

curso “Materiales de Construcción”, diremos
que gran parte de la madera usada para
construir entramados soportantes es del
tipo “aserrada”. Sus principales cuidados
van de la mano con su proceso de secado.
La madera para estructuras debe ser seca,
con un 15% de humedad, tanto para que
no varíe ostensiblemente su volumen así
como para que no la ataque el hongo.
Estos cuidados se deben tener desde su
transporte, hasta su almacenaje y uso.
Además debemos considerar el daño que los rayos UV causan a las células de la
madera, por lo que hay que protegerla del sol.
La madera es un material inflamable y combustible, por lo que el fuego es un enemigo
importante que la puede destruir. Debemos considerar, en todo caso, que la madera se
consume por capas y que su carbonización la protege del mismo fuego, lo que le da
mayor tiempo de resistencia frente a un incendio.
Otra limitación de la madera aserrada es su largo máximo, dependiente del tamaño del
árbol y de su resistencia natural. La madera laminada rompe esta limitación, pero tiene
un mayor costo.
b) Los Perfiles Metálicos. Por siglos el único material que permitió al hombre “salvar
luces” fue la madera. Esto cambió a principios del siglo XIX con el desarrollo de los
aceros estructurales y su amplia gama de perfiles de distintas formas, secciones,
largos y calidades

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El acero tiene una resistencia estructural muy superior a

la madera, y ventajas importantes sobre las estructuras
de hormigón armado. Es un material liviano, flexible,
económico, fácil de trabajar, pero que adolece de dos
problemas graves:
1) Corrosión: El acero sufre una corrosión
degenerativa que produce una descamación rojiza
con pérdida progresiva de material, tanto por
contacto con el oxígeno del aire como en contacto
con agua (H2O) sea líquida o gaseosa.
2) Altas Temperaturas: El acero comienza a perder
sus cualidades resistentes a temperaturas sobre los
500º C, y colapsa alrededor de los 750º C,
convirtiéndose en un material chicloso sin cohesión
que ni siquiera resiste su peso propio.
Para prevenir la corrosión existen varias formas de proteger al acero, siendo una de las
más comunes el uso de pinturas anticorrosivas. Estas pinturas deben ser revisadas
periódicamente para evitar puntos de “ruptura” de esta barrera superficial.
Para prevenir el problema de las altas temperaturas, producto de un incendio, el acero
puede ser protegido con pinturas ignífugas, la que reacciona ante el calor formando
una espuma de alta aislación térmica que evita que el acero suba su temperatura por
un buen lapso de tiempo. Otra forma de protección efectiva contra el fuego es revestir
los elementos estructurales de acero con materiales resistentes al fuego y al paso del
calor.

8.5. Sistemas de unión en madera.

Tan importante como el material a usar es el sistema de unión entre las piezas del
entramado. Un buen material puede arruinarse con un deficiente sistema de unión, ya que las
cargas deben pasar de una a otra pieza a través de estos puntos, los que deben ser igual de
fuertes que las piezas que unen, idealmente ni más ni menos resistentes.
En madera veremos fundamentalmente tres sistemas, de los cuales hoy en día usamos el
último: las uniones simples, ensambles y los insertos metálicos.
a) Uniones Simples. Las llamadas uniones simples son uniones a tope donde sólo se
asegura un perfecto calce entre superficies, siendo el responsable de la integridad de
la unión el peso de los elementos (carga por compresión) o un tercer elemento como
una amarra. Demás está decir lo inestable que es esta unión, por lo que rápidamente
evolucionaron usando muescas (o ensambles).

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b) Ensambles. Los ensambles son uniones entre piezas de madera en que se alteran
ambas piezas de manera que formen un positivo y negativo, resultando una unión
mucho más férrea que en la posición a tope. Se asegura con un adhesivo, clásicamente
la cola carpintera. Puede llevar un tercer elemento que atraviese las piezas de madera
y asegure la unión, usualmente un clavo o un tarugo.
El ensamble más simple es el corte a 45º, aunque es el menos estable. Tenemos
también el ensamble a Media Madera que consiste en sacar a ambas piezas una
misma sección de forma que al unirse hagan un calce perfecto; y la Unión de Caja y
Espiga que es hacer un sistema de calce tipo macho - hembra (Ejemplos A y B). De
este sistema se desprende el tarugo, unión que consiste en perforar las piezas a unir y
traspasarlas a presión por otra pieza de madera que garantiza la unión.
Existen diferentes combinaciones que mezclan estos ensambles básicos. La desventaja
fundamental de estos sistemas es el tiempo y recursos que se invierten en ejecutarlos,
quedando su ventaja disminuida frente a los nuevos y resistentes sistemas de unión
en base a insertos metálicos.

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c) Insertos Metálicos. Los Insertos Metálicos son elementos ajenos a la madera y

tienen como misión reforzar la unión penetrando las fibras.
Lo usual es la utilización de clavos de acero como conectores, los que se disponen en
cantidad, tamaño y forma que aseguren la rigidez de la unión. También tenemos
pernos, tornillos y pasadores. El peligro de esta unión está en la posibilidad de corte
que puede sufrir la madera por efecto de la mayor resistencia del acero.
Actualmente se ha extendido la utilización de conectores metálicos, placas de acero
dentadas que se ubican sobre las piezas de madera produciendo una unión más férrea
gracias a su mayor superficie de contacto.
El mayor cuidado que debe tenerse con estas uniones está en la adecuada cantidad de
elementos de unión de manera que quede lo suficientemente resistente, y en su
protección contra la humedad y su degeneración por oxidación, lo que repercutiría en
la ruptura de la unión.

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8.6. Uniones en Acero.

a) Roblones o Remaches. Los roblones,

más conocidos como remaches, son
similares a los clavos, por cuanto
tienen un vástago más corto y grueso,
con cabeza plana, avellana, cónica o
gota de sebo.
Para proceder a colocarlos se debe
previamente perforar el lugar de la
unión y colocar el remache, el que
debe estar caliente “al amarillo vivo”.
Luego se golpea el vástago que asoma
con un mazo que tenga la forma de la
otra cabeza, mientras el remache se
mantiene en su lugar con una sufridera. El remache se enfría, con lo cual se contrae y
aprieta la unión.
Es un sistema muy bueno pero que no se ocupa mucho en la actualidad por ser más
lento y costoso que las uniones soldadas y apernadas, pero toda la construcción
antigua está hecha con este sistema (ejemplo: la Estación Central de Santiago).

b) Pernos. Los pernos son vástagos metálicos con

hilo en su todo su cuerpo si tienen hasta 2”, o en
sus primeras 2” si superan esa longitud. Se
complementa con una tuerca que entra en la
cabeza del vástago y presiona los elementos a
unir, por lo que la perforación es de la misma
sección que el perno. Para construcción los pernos
tienen cabezas cuadradas y hexagonales.
La gran ventaja de la unión apernada es la
posibilidad de armar y desarmar, cosa que no
ocurre ni con los roblones ni con la soldadura. De
todas maneras esto puede provocar un desgaste
de la perforación y una reducción de la calidad de
la unión.
El esfuerzo fundamental al que están sometidos los
pernos es el corte, de manera bastante similar a
los remaches. Por tanto toda unión debe estar
diseñada y calculada por el profesional competente, lo que incluye la definición del
tipo de unión, cantidad y calidad de los elementos a usar, distribución en la unión, etc.

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3.3- Soldadura.

c) Soldadura. Actualmente casi todas las estructuras metálicas usan la unión soldada
como el sistema para ligar sus distintos elementos constituyentes. Respecto de las
uniones roblonadas y atornilladas tiene evidentes ventajas: mayor garantía de
seguridad y solidez, economía en mano de obra y material, y menor volumen de las
piezas.

Con este sistema, las antiguas piezas de fundición que antes quedaban inútiles al
romperse, ahora aumentan la duración de su empleo al poder unirse mediante la
soldadura. La soldadura consiste en la unión mediante el calor de dos elementos
metálicos para que formen una sola pieza, con suficiente resistencia y logrando
continuidad estructural. Existen varios procedimientos; cuando se hace mediante otro
metal o aleación más fácilmente fusible, se denomina soldadura común o heterogénea,
y al elemento intermediario como material de aporte o simplemente soldadura.
El calor lo proporciona la corriente
eléctrica o el soplete oxídrico.
Se denomina soldadura
autógena, la unión de dos
elementos mediante el calor, sin la
intervención de materiales
extraños, también cuando el metal
de aportación es de la misma clase
que los metales bases; realizán-
dose con el soplete oxhídrico (oxi-
acetileno) o la soldadura eléctrica
(arco eléctrico). El soplete oxídrico
está formado por un dardo, en el
que se combinan adecuadamente
el oxígeno y el acetileno.

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Las soldaduras deben hacerse a altas temperaturas,

aún tratándose de metales de bajo punto de fusión;
pues al disminuir el tiempo de su realización se
evitan pérdidas de calor, ya sea por conductibilidad,
convección y radiación.
La soldadura autógena puede alcanzar una
temperatura de 3.000º C y la eléctrica de 3.500º C;
con cualquiera de estas fuentes de calor, que se
concentran en espacios reducidos, se obtiene
rápidamente su máxima producción de calor. Como
consecuencia del calor producido, se originarán
alteraciones en el acero en forma de dilatación
primero, y como contracción después; dando lugar a
deformaciones en las piezas, si estas soldaduras no
se hacen con personal especializado o si no se da
posteriormente el tratamiento térmico o mecánico, que sea necesario.
Es importante saber que:
- Cuando el soplete oxiacetilénico, tiene exceso de acetileno, por no estar bien
graduado;
- Y que en la soldadura eléctrica se haga con una barra de carbón como electrodos,
En ambos casos se producirán carburaciones en las piezas, generalmente nocivas en
ambos casos.
Las varillas del metal de aportación para la soldadura oxiacetilénica son varillas
cilíndricas de metal sin revestimiento, su espesor dependerá del de las piezas a unir.
En la soldadura eléctrica, a la varilla del metal de aportación se le denomina electrodo,
y están formadas con una capa más o menos gruesa de materias desoxidantes y
aislantes. Para realizar las soldaduras es preciso tener un circuito eléctrico. El voltaje
empleado es de 20 a 30 Voltios.
Para realizar una buena soldadura, se precisa, además de conocer la naturaleza exacta
de la obra; saber preparar en condiciones adecuadas las piezas que han de soldarse.
Las superficies de las juntas han de limpiarse de una manera apropiada por medio de
la lima y el buril, de toda oxidación. Por otra parte, será necesario preparar los
extremos de las piezas a unir según el espesor de éstas, los achaflanados necesarios
para que penetren bien por ellas el material de aportación, y se obtenga una soldadura
compacta. Cuando el espesor de las piezas lo requiera se soldará por ambos lados.

Este sistema de unión también debe ser diseñado y calculado por un profesional
competente, especificando el tipo de soldadura, forma y dimensión del cordón de
soldadura, encuentros, etc.

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8.7. Elementos Estructurales en Madera.

Tal como ya he mencionado, la madera es un material natural que por siglos fue el más
comúnmente utilizado para la construcción en todas las latitudes del mundo. Su ventaja
fundamental está dada por su trabajo tanto a la compresión como a la tracción, lo que le da cierta
ventaja sobre los otros materiales naturales que sólo pueden trabajar comprimidos.
La madera ha sido utilizada de distintas formas según las tecnologías elaboradas en cada
región del mundo. Actualmente se utiliza fundamentalmente construyendo entramados, gracias
a la producción masiva de piezas de madera de variadas dimensiones. Los entramados son, como
su nombre lo indica, estructuras en tramas planas cuyos componentes son elementos de madera
unidos con distintos sistemas, todo lo cual forma un esqueleto soportante, la estructura, que
finalmente irá revestido.

Estos entramados se distinguen básicamente por su disposición: horizontal o vertical,

apareciendo la Estructura de Techumbre como su coronación superior y base de la cubierta.

a) Entramados Horizontales - Envigados. Podemos distinguir tres “envigados” básicos

dentro de una construcción corriente: Envigado Base o de Piso, de Entrepiso y de
Cielo.
El Envigado de Base o de Piso es aquel que se ubica inmediatamente sobre la
fundación y varía levemente según el sistema utilizado para el cimiento. En el caso de
poseer Poyos de Fundación sobre estos se dispondrán vigas maestras, piezas de
madera de sección mayor y dispuestas a una mayor distancia que el resto de los
elementos (1,5m) y cuya misión es soportar toda la carga superior y transmitirla a los
poyos. Se denominan endurmientados cuando las vigas están completamente
apoyadas en el terreno o en su fundación.
Sobre estos se dispone el envigado de piso, piezas que por lo general tiene una
escuadría de 2x4” y van cada 50cm. a eje aproximadamente, se apoyan tanto en las
vigas maestras así como sus extremos en la solera de borde. Se unen por traslapo
sobre las vigas maestras, si es que hay, y tiene la misión de soportar el entablado de
piso. Las luces que soportan van en proporción a su sección, aunque idealmente no
deben sobrepasar los 4m; se disponen generalmente en sentido de la menor luz,
siendo su disposición la que define la dirección del entablado de piso, cuestión que se
puede alterar disponiendo un listoneado sobre las vigas. Puede llevar cadenetas,
piezas menores que se ubican entre vigas y de manera perpendicular a ellas y que
tienen la misión de evitar la deformación lateral del envigado, se disponen en línea

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haciendo un zigzag para poder clavarlas a las vigas, se disponen cada 1m hasta 2m
máximo, dependiendo de la altura de la viga.

El entablado es la superficie continua que muchas veces constituirá el pavimento final

del recinto. Cuando es así se utilizará tabla cepillada y machihembrada para asegurar
su terminación y solidez de la unión, la que va con clavo lancero oculto.
En los casos con Cimiento Corrido se puede, según las dimensiones de los recintos,
prescindir de las vigas maestras, empezando inmediatamente con las soleras de borde
y el envigado.

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En ambos casos resulta importante dejar sistemas de ventilación de manera que no

se acumule humedad y evitar así el deterioro de la madera, cuestión que también se
evita con barreras superficiales contra la humedad.
Respecto de los sistemas de unión entre hormigón y madera, estos se establecen
con insertos metálicos que se disponen en las piezas de hormigón y que servirán de
amarre para las vigas y soleras. El sistema más simple es dejar fierros (φ6) con forma
de horquillas a distancias constantes en el cimiento corrido, de forma que una vez
hormigonado asomen entre 15 y 20cm y puedan servir de amarras. En este sistema
resulta vital la buena colocación de la horquillas tanto para que sirvan adecuadamente
de amarras así como en su recta posición respecto de la futura solera. Las horquillas
pueden servir tanto de amarra lateral así como en medio de la solera o viga, cuestión
para la cual las piezas de madera deben perforarse previamente y hacer un calce
perfecto. También se utilizan pernos y anclajes especiales cazados en el hormigón,
los que obviamente tienen mayor costo.

El Envigado de Entrepiso es el entramado horizontal que divide dos niveles dentro

de la construcción y es la base del piso siguiente. Consta, al igual que el de Piso, de
envigado y entablado, disponiendo rara vez de vigas maestras. Puede o no llevar cielo
falso, el que sirve para sostener la aislación de entrepiso; en caso de no existir puede
disponerse de un ensordinado, entablado intermedio en bruto que va entre vigas a
media altura y cuya única misión es soportar la aislación térmica y/o acústica que se
disponga. La aislación térmica se logra de preferencia con materiales plásticos como
el Aislapol o la Lana Mineral, mientras la aislación acústica con materiales masivos y
evitando los puentes acústicos con materiales plásticos como el poliuretano entre el
entablado y las vigas.

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Las aberturas para escaleras se denominan

escotillas, y rompen la continuidad del
envigado de entrepiso. Entre más regular su
forma más fácil de solucionar, pues se debe
disponer de una viga a contrasentido que
reciba las vigas cortadas. Fundamental será el
sistema de unión que de preferencia
incorporará insertos metálicos (pletinas).
El Envigado de Cielo es el que sostiene la
Estructura de Techumbre, habitualmente no
soporta mayor carga que ésta razón por la cual
sus componentes pueden tener escuadrías
menores. Sus componentes son también el
envigado y el entablado que en vez de servir
de pavimento sirve de cielo, aunque puede ser
cambiado por otro sistema y material.
En esta parte del edificio resulta fundamental la
colocación de barreras para el calor y la
humedad, de manera de tener un ambiente
interior grato e independiente de las
condiciones exteriores; el cielo sirve como
contenedor siendo innecesario el ensordinado.

b) Entramados Verticales – Tabiques. Los entramados verticales constituyen los

muros del edificio y se denominan tabiques. Se componen de estructura, relleno y
revestimiento.

Su estructura está formada por piezas de madera dispuestas horizontal, vertical y

diagonalmente. Empezando desde abajo tenemos la solera, pieza horizontal que va
acostada sobre el cimiento corrido o sobre las vigas maestras. Su ancho da el espesor
del tabique, no pudiendo exceder ningún elemento esta dimensión base. Sobre ella se
ubican los pies derechos, elementos verticales que estructuran el tabique, dan su
altura y sirven para sostener los distintos revestimientos y el relleno interior; su ancho

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o sección mayor va perpendicular al eje del tabique y debe ser suficiente para resistir
pandeo. Los pies derechos de los bordes se denominan cornijales y pueden ser de
mayor sección (cuadrados). Para arriostrar el tabique se disponen diagonales en los
extremos, elementos comprimidos que además ayudan a trasladar cargas. Sobre
vanos de puertas y ventanas se disponen dinteles, elementos horizontales que
dependiendo de su luz pueden ir armados con diagonales y tensores; el elemento
horizontal inferior de las ventanas se denomina peana, bajo la cual pueden ir pies
derechos más cortos. En la parte superior va otra solera, la que se denomina carrera
o solera superior y sirve de amarre superior y de apoyo para la estructura de
techumbre. Para rigidizar los pies derechos y ayudar a colocar los revestimientos se
ubican cadenetas horizontales.
El tabique puede armarse en su posición definitiva o completamente fuera para luego
montarlo en el lugar. Los sistemas de unión son los mismos que vimos anteriormente,
teniendo las siguientes precauciones:
1) Las soleras y las diagonales no deben ser cortadas por ningún elemento.
2) Los Pies Derechos sólo son cortados por diagonales y vanos.
3) La solera inferior y superior deben coincidir en forma y sección.
Los tabiques deben soportar su peso y el de la estructura de techo, de aquí que tengan
un ancho mínimo de 3 a 4”. Los tabiques interiores que sirvan sólo de separación entre
recinto pueden ser de menor sección.
Tanto los revestimientos como las capas de relleno deben ser de acuerdo con los
recintos o espacios que divida cada tabique. De esta forma deberán soportar la
humedad tanto los exteriores como los que limiten cocinas y baños, justificando la
presencia de fieltro y la intumescencia de la madera. La aislación térmica se justifica
en los tabiques exteriores y sobre los cielos.
El diseño de la estructura de la casa debe prever el módulo de separación entre pies
derechos de forma que sirvan para la colocación del revestimiento y para que el
encuentro de tabiques siempre se produzca en un pie derecho.
El relleno de los tabiques atiende generalmente a barreras aislantes, considerando
distintos materiales cuya disposición depende sus condicionantes particulares,
quedando cazados y protegidos por los revestimientos.

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8.8. Elementos Estructurales en Acero.

La utilización de perfiles de acero para construir estructuras soportantes se asemeja mucho

a la utilización de la madera aserrada, de forma que muchos sistemas vistos anteriormente se
aplican en las Estructuras Metálicas.
En esta parte del curso veremos los elementos que difieren de la utilización de la madera,
sobretodo lo referido a la ejecución de grandes estructuras.
a) Sistema Metalcon. Son un moderno sistema constructivo de viviendas y
construcciones de hasta 3 pisos. Consistente en una amplia familia de perfiles livianos
galvanizados que son fabricados por Cintac, con los cuales se puede construir, muros
perimetrales, tabiques divisorios, entrepisos, cielos y techumbres.
Compuesto por tres familias de productos;
• Metalcon Estructural.
• Metalcon Tabiques.
• Metalcon Cielos.
Es una solución, rápida, económica y de alta calidad a cada una de las aplicaciones
constructivas donde se usan. Adicionalmente, y para facilitar la aplicación del sistema
Cintac a través de su filial fabrica las cerchas y muros, ofrece a grandes y medianas
constructoras elementos prefabricados, entregando una solución integral y de calidad
garantizada desde la fabrica.
Se construyen fácilmente con sólo 2 tipos de elementos: un perfil U, que se fija al piso
o radier y perfiles C, colocados en forma vertical, espaciados cada 40 ó 60 cm. Las
estructuras pueden ser armadas en el piso, levantadas fácilmente, aplomadas y
puestas en su posición final.
Este tipo de material estructural permite una amplia gama de revestimientos
exteriores; tableros estructurales de madera, paneles de fibrocemento, estuco sobre
malla metálica, siding plástico, enchape de ladrillo, etc. Como aislación térmica en el
interior de los muros, es posible usar lana de vidrio o poliestireno expandido, de muy
fácil instalación, ya que, al no requerir los muros de cadenetas, permite instalar los
rollos o planchas de aislación en forma completa, sin requerir cortes. Como
revestimiento interior, se usa principalmente planchas de yeso-cartón o fibrocemento.
También se puede emplear madero u otros revestimientos.
Mas de 300 años seria la vida de útil del revestimiento de zinc que protege a los
perfiles de acero, en un ambiente residencial, no expuestos directamente al ambiente,
para un espesor de zinc de 10 micrones, esto según la American Iron Steel Institute
(AISI) en su publicación RG-9605, en la cual se indica los resultados de tres años a
viviendas localizadas en distintos tipos de atmósferas, rural, urbana, marina e
industrial.
La construcción racional que implica construir, se traduce en ahorros directos para el
constructor y el propietario por concepto de; menores pérdidas de material, del orden
del 2%, mayor velocidad de construcción por ser rápido de trabajar, requerir menos
elementos.
Experiencias internacionales, demuestran que este tipo de sistema constructivo, si esta
bien diseñado, es altamente resistente a vientos y sismos. Las estructuras construidas
son asísmicas ya que por ser livianas genera un corte basal muy bajo. Y en el caso de
vientos fuertes, basta con incluir buenos anclajes en los extremos de los muros.

b) Sistema de Pórticos. Cuando se trabaja con estructuras de madera, los pilares

trabajan estructuralmente de forma separada de las vigas, dependiendo del sistema de
unión la capacidad de traspaso de las cargas. Los mismo pasa con las estructuras
metálicas con sistemas de remaches y de pernos, pero con uniones soldadas estas
estructuras logran una continuidad estructural que sólo logran las estructuras de
hormigón armado.

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A esta estructura que junta pilares y viga en un sistema unitario se le denomina

marco o pórtico, y se comportan como un elemento unitario, o sea, si la parte
horizontal recibe una carga todo el marco se deforma para resistirla y disiparla. Es una
estructura plana que se repite para estructurar un espacio, debiendo ser reforzada
perpendicular a los pórticos para que no se vuelquen.
Los pórticos que forman un galpón son llamados cerchas, por su similitud con las
estructuras de techumbre.
Ahora bien, cuando todo el marco trabaja en conjunto y sus pilares están empotrados
a su base se denomina marco rígido, mientras que si existe algún punto de
articulación se le llama marco articulado. El concepto de articulación lo podemos ver
en nuestras extremidades, brazos y piernas, que poseen tres puntos de articulación:

- Brazos: hombros, codos,

muñecas.
- Piernas: caderas, rodillas,
tobillos.
Una articulación liga dos elementos
estructurales pero permite una cierta
libertad que se traduce en movimiento
independiente de ambas piezas. Lo
bueno de este sistema es que disipa
parte de la carga en movimiento, por
lo que NO sobrecarga a la estructura.
Los pórticos pueden tener una, dos y
tres articulaciones, usándose
preferentemente en galpones
metálicos ya que son edificios
contenedores en los cuales no molesta
demasiado el movimiento ya que la
base permanece estática.

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Sigla: COG-1201 Nombre Asignatura: CONSTRUCCIÓN DE OBRA GRUESA.
Profesor Rediseñador: JUAN FRANCISCO VEGA SALAS
Unidad N°2: Obra Gruesa.

c) Estereométricas. Tal como ya señalamos, el triángulo es la figura plana más simple y

estable estructuralmente, de esta misma forma la pirámide es la figura tridimensional
más estable. Podemos trabajar elementos soportantes en base a pirámides de base
triangular o de base cuadrada que se desarrollen en dos o tres direcciones, con
estructuras rectas o curvas. A estas estructuras se les conocen como
estereométricas o estructuras espaciales, por su tridimensionalidad.

En los años sesentas se hicieron famosas las geodésicas, estructuras esféricas e base
a pirámides que cubrían grandes dimensiones. Hoy se utilizan muy poco,
preferentemente para planetarios, cines de 360º, centros culturales, etc.

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