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ANÁLISIS DEL
SUPUESTO DE HECHO Y BREVES COMENTARIOS SOBRE LA
JURISPRUDENCIA
Abstract:
Palabras clave:
▪ Cooperativas
▪ Fraude de ley
▪ Falsas Cooperativas
▪ Cooperativas de trabajo
▪ Cooperativas de vivienda
▪ Cooperativas de facturación
Índice:
I.- Introducción.
En los últimos meses han aparecido en los medios de comunicación, sobre todo
en la prensa escrita y en la digital, diversas noticias que tienen por objeto las
denominadas falsas cooperativas.
1
https://www.ica.coop/es/cooperativas/que-es-una-cooperativa
2
Estos principios fueron puestos al día en el Congreso de Manchester de 1995, Declaración de la
Alianza Cooperativa
Internacional sobre Identidad Cooperativa, Ed. Consejo Superior de
Cooperativas de Euskadi, Vitoria-Gasteiz, 1996, pàgs. 39 i 55) y
https://www.ica.coop/es/cooperativas/identidad-alianza- cooperativa-internacional
3
La regulación sobre cooperativas forma parte de las competencias autonómicas, por lo que, junto
a la citada
Ley estatal 27/1999, cada Comunidad Autónoma ha regulado estas forma social. Así,
La Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas; la Ley 9/1998, de 2
de diciembre, de Cooperativas de Aragón, la Ley 6/2013, de 6 de noviembre, de Cooperativas de
Cantabria; la Ley 4/2002, de 11 de abril, de cooperativas de Castilla y León; la Ley 11/2010 de 04
de noviembre, de Cooperativas de Castilla-La Mancha; la Ley 12/2015, de 9 de julio, de
cooperativas de Cataluña; el Decreto Legislativo 2/2015, de 15 de mayo, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Cooperativas de Comunidad Valenciana, la Ley 9/2018, de 30 de
octubre, de Sociedades Cooperativas de Extremadura, la Ley 8 / 2006, de 23 de diciembre, de
sociedades cooperativas especiales de Extremadura, la Ley 5/1998, de 18 de diciembre, de
cooperativas de Galicia; la Ley 1/2003, de 20 de marzo, de cooperativas de las Islas Baleares, la
Ley 4/2001, de 2 de julio, de Cooperativas de La Rioja; la Ley 4/1999, de 30 de marzo, de
Cooperativas de Madrid, la Ley Foral de 14/2006, de 11 de diciembre de Cooperativas de Navarra;
la Ley 4/1993, de 24 de junio, de Cooperativas de Euskadi, la Ley 4/2010, de 29 de junio, de
Cooperativas del Principado de Asturias, la Ley 8/2006, de 16 de noviembre, de Sociedades
Cooperativas de Murcia.
La satisfacción de necesidades del socio motiva que, para poder ingresar como
socio cooperativista6, el solicitante debe cumplir los requisitos que le hacen apto
para desarrollar la actividad cooperativizada, pues el motivo de la agrupación,
como se ha dicho, es el desempeño de la misma, para que el socio obtenga una
mejora de sus condiciones de vida, ya sea ésta el consumo (como es el caso de
las cooperativas de consumidores y usuarios), el trabajo en común (caso de las
cooperativas de trabajo), la promoción de vivienda (en las cooperativas de
vivienda), la venta en común de la producción agrícola o ganadera, su tratamiento
y transformación (cooperativas agrícolas), la prestación de servicios para el
desarrollo de los negocios de los socios
4
De acuerdo con dicho precepto «El contrato de compañía, por el cual dos o más personas se
obligan a poner
ara obtener lucro,
en fondo común bienes, industria o alguna de estas cosas, p
será mercantil, cualquiera que fuese su clase, siempre que se haya constituido con arreglo a las
disposiciones de este Código.»
5
https://www.ica.coop/es/cooperativas/historia-movimiento-cooperativo
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Cabe la posibilidad de vincularse a la cooperativa mediante relaciones que coadyuven al
Por ello, la relación que se establece entre el socio y la cooperativa tiene rasgos
propios que la diferencian de la relación societaria mercantil, confiriéndole una
singularidad con respecto a otras relaciones jurídicas. Esta singularidad ha sido
reconocida por el legislador constitucional en el artículo 129 de nuestra Carta
Magna, ordenando al legislador la promulgación de una regulación adecuada que
fomente las sociedades cooperativas y reconozca dicha singularidad. Y tiene
igualmente reflejo en nuestra jurisprudencia.
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Otras leyes autonómicas exigen, además, que la mayoría de los miembros de los órganos
Y por ello tampoco cabe predicar que la relación cooperativa del socio trabajador
con la cooperativa de trabajo sea una relación laboral, dado que no se produce en
este caso uno de los elementos configuradores del contrato, en particular, la
“ajenidad”, pues si bien el socio presta su trabajo personal a la cooperativa, forma
a su vez parte de ésta, en tanto que socio, sin que quepa predicar que nos
hallamos ante un tercero ajeno a la cooperativa.
Por ello devienen inaplicables a las relaciones entre socio trabajador y cooperativa
de trabajo las normas laborales, como reiteradamente han declarado los
Tribunales. Así se desprende de la Sentencia del Tribunal Supremo de 1 de
octubre de 1998 (Sala Contenciosa, Sección 2a) o las de 3 de febrero de 1997, 15
de mayo de 1994 (sala del Civil), las de 22 de febrero de 1990 y 24 de octubre de
1988 (Sala del Social) o las del TSJ de Asturias de 17 de diciembre de 1999, o la
del TSJ de Andalucía de 26 de julio de 1999.
8
Si bien cabe pensar que esta norma encuentra su apoyo en el antes citado artículo 129 dela
Constitución, debe
tenerse en cuenta que encuentra también su antecesor el Decreto 888/1969,
de 9 de mayo, por el que se reguló el Estatuto Fiscal dela Sociedad Cooperativa.
9
En este sentido se ha pronunciado la Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Primera) de 8 de
Este uso de la forma social cooperativa para eludir la aplicación de otros bloques
normativos se encuadra en la figura del fraude de ley, regulada en el artículo 6.4
del Código civil, según el cual «los actos realizados al amparo del texto de una
norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o
contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la
debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir.»
no meramente comercial, sino personal particular, en la que los socios están activamente
implicados y tienen derecho a un reparto equitativo de los resultados económicos.»
8
de burlar la Ley”. El fraude requiere la concurrencia de dos normas: «la de
"cobertura", que es a la que se acoge quien intenta el fraude, y la que a través de
éste y en forma fraudulenta se pretende eludir», de modo que «se reputa
fraudulenta la sumisión a una norma llevada a cabo con el propósito de obtener un
resultado prohibido o contrario al ordenamiento jurídico» (sentencia de 17 octubre
.
2002, así como las de 17 enero 2001 y 13 junio 2003, entre otras)10
10
Sentencia número 1080/2006 de 31 de Octubre de la TS (Sala de lo Civil,
Sección 1a)
11
También consideró que las denominadas falsas cooperativas constituyen un supuesto de fraude
de ley, la
Profesora GEMMA FAJARDO en su comunicación en el Col·legi de l’Advocacia de
Barcelona de 18 de marzo.
http://www.observatorioeconomiasocial.es/actualidad-observatorio.php?id=4170
12
Esta referencia expresa al coste de la vivienda la encontramos, por ejemplo, en el artículo 122.1
de la Ley
catalana de cooperativas, la Ley 12/2015, de 9 de julio, a cuyo tenor «son cooperativas
de viviendas las que tienen el objeto de procurar a precio de coste viviendas, servicios o
edificaciones complementarias a sus socios, organizar su uso con respecto a los elementos
comunes, y regular su la administración, la conservación y la mejora». S i bien otras leyes no se
refieren de modo expreso al precio de coste, sí contienen una referencia implícita al regular la
transmisión de la vivienda del socio cooperativo, estableciendo un derecho de tanteo a favor de la
sociedad (a título de ejemplo, el artículo 92.1 de la Ley 27/1999, norma que reproducen sin
excepción las leyes autonómicas) previendo que «el precio de tanteo
será igual a la cantidad desembolsada por el socio que transmite sus derechos sobre la vivienda o
local, incrementada con la revalorización que haya experimentado, conforme al índice de precios
al consumo, durante el período comprendido entre las fechas de los distintos desembolsos
parciales y la fecha de la comunicación de la intención de transmisión de los derechos sobre la
vivienda o local», con lo que se pone de relieve la naturaleza no especulativa de la sociedad
cooperativa.
13
A título de mero ejemplo de las normas dictadas en esta materia, como protección al
10
11
Por tanto, en estos casos se produce una doble vulneración de las finalidades
perseguidas por ordenamiento, lo que deviene una característica común a los
distintos supuestos que se producen in fraudem legis cooperativo, ya que la
apariencia
14
Téngase en cuenta que, entre los hechos probados, la Sentencia considera que «a) POR FONT,
S.C.C.L. no
es propiamente una cooperativa porque su estructura es la de una sociedad limitada,
con forma de cooperativa, que no fue creada "ad hoc" para la construcción de las viviendas de
autos, sino que se constituyó en 1989 -la realización de la obra de autos se inició en 2002- por
tiempo indefinido».
15
Tanto ha sido el papel protagonista de las gestoras en el cooperativismo de viviendas el
legislador de la LOE,
al regular las responsabilidades del promotor introdujo en el artículo 17.4 a la
figura del gestor de las cooperativas al establecer «Sin perjuicio de las medidas de intervención
administrativas que en cada caso procedan, la responsabilidad del promotor que se establece en
esta Ley se extenderá a las personas físicas o jurídicas que, a tenor del contrato o de su
intervención decisoria en la promoción, actúen como tales promotores bajo la forma de promotor o
gestor de cooperativas o de comunidades de propietarios u otras figuras análogas».
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cooperativa deviene una mera formalidad, pues quienes acuden al uso falsario de
esta figura societaria, pues si bien se cumplen formalmente las disposiciones
imperativas del Derecho cooperativo (norma de cobertura), se incumplen los fines
de tales normas, al sustraer a quienes asignan el papel de “socio” los derechos
que le son inherentes, imponiéndole, en cambio, las obligaciones que
corresponden al socio, y eludiendo, asimismo, las normas tuitivas que resultarían
aplicables a la verdadera relación subyacente, en este caso, la relación de
consumo.
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El artículo 83.1 establece las siguientes normas mínimas, de obligatoria observancia para las
cooperativas: a) Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente, mediarán como
mínimo doce horas. b) Los menores de dieciocho años no podrán realizar más de cuarenta horas
de trabajo efectivo a la semana. c) Se respetarán, al menos, como fiestas, la de la Natividad del
Señor, Año Nuevo, 1 de mayo y 12 de octubre, salvo en los supuestos excepcionales que lo
impida la naturaleza de la actividad empresarial que desarrolle la cooperativa. d) Las vacaciones
anuales y, al menos, las fiestas expresadas en el apartado c) de este número serán retribuidas a
efectos de anticipo societario. e) Las vacaciones anuales de los menores de dieciocho años y de
los mayores de sesenta años tendrán una duración mínima de un mes. A simismo el apartado dos
regula los supuestos de permisos obligatorios que, en todo caso podrán ampliarse por los
Estatutos, el Reglamento de régimen interno o la Asamblea General.
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A su vez, han visto en la cooperativa una vía de ahorro directo en las cotizaciones
a la Seguridad Social, adscribiendo a los trabajadores en el régimen especial de
trabajadores autónomos (RETA), cuyas cotizaciones son mucho más económicas
que las que corresponden a los trabajadores por cuenta ajena, si bien también son
menores sus prestaciones, por ejemplo, en caso de desempleo, eliminando a su
vez, el riesgo de indemnizaciones por despido, al configurar al trabajador como un
autónomo.
14
Y como hemos visto, la nueva realidad comporta una menor protección para los
trabajadores, ya que si el empresario rescinde el contrato de prestación de
servicios, por lo común no comportará para él deberes indemnizatorios, por lo que
muy probablemente la cooperativa se vea abocada a disolverse, finalizando, por
tanto, la relación sociolaboral con sus socios. Socios que, a pesar de verse
privados de trabajo por causas objetivas o económicas, dada su cotización en el
RTEA, no han acreditado derecho a percibir prestación alguna por desempleo.
Esta práctica, que, como claramente puede deducirse, supone una precarización
de la relación laboral, se produce en distintos sectores de actividad, siendo
posiblemente los más conocidos los de las camareras de hotel (las “kellis”) , los
transportistas, los mensajeros, o los trabajadores del sector cárnico, supuesto este
último especialmente grave, pues muchos de los afectados son personas
procedentes de otros países que se encuentran en situaciones vulnerables por
diversos motivos.
15
Fuente:
https://elpais.com/economia/2019/05/02/actualidad/1556826727_472578.html
18
Es ilustrativo a este respecto el artículo publicado en el digital El Temps de fecha 20 de marzo
de 2017,
https://www.eltemps.cat/article/1102/les-falses-cooperatives-passen-de-les-carnies-als-hotels o la
entrevista al Secretario general de UGT en Osona, Cesc Poch, Nadiodigital.com, de 7 de enero de
2015
https://www.naciodigital.cat/osona/noticia/44635/cesc/poch/cooperatives/falses/sector/carni/2500/tr
eballadors.
16
Frente a esta posición, que ha dado lugar a otras resoluciones del Alto Tribunal,
como la Sentencia 4985/2001, de 12 de junio, en una corriente que han seguido,
por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en la Sentencia 471/2018,
la reciente Sentencia número 549/2018 de 18 mayo de 2018 de la Sala Social,
Sección 1a del Tribunal Supremo reconoce que en el caso analizado se produce
un uso fraudulento de la cooperativa20.
19
Destacado asimismo por Manuel García Jiménez en el artículo antes citado. 20 Cuanto se
expone sobre dicha resolución fue publicado por la autora en el número 426 de la revista
Cooperació Catalana, Ed. Fundació Roca Galés, diciembre de 2018, págs. 16 a 18
17
El caso enjuiciado es el de una cooperativa de trabajo de transportistas, sujeto a la
legislación valenciana. Entre los hechos que la Sentencia declara probados
destacan:
La demanda fue interpuesta por un transportista que, tras una baja médica,
pretendía reincorporarse a su puesto de trabajo. La cooperativa dio por resuelto el
supuesto contrato mercantil que los unía, ante lo que el transportista interpuso
demanda por despido improcedente ante la jurisdicción social, demanda que fue
estimada por el Juzgado Social número 2 de Elche.
18
19
Fuente: http://elvigia.com/el-supremo-dicta-jurisprudencia-para-poner-freno-a-las-falsas-cooperativas-de-
transporte/
20
21
Boletín Oficial del Estado de 28 de julio de 2018, número 182, págs.75677 a 75719. También se
puede ver
en https://www.boe.es/boe/dias/2018/07/28/pdfs/BOE-A-2018-10653.pdf
21
relaciones laborales con la mercantil que utiliza las citadas cooperativas, dado que
no existe una autentica relación societaria. El objetivo de este comportamiento es
no asumir las obligaciones y responsabilidades que la ley les atribuye como
empleador, con los efectos tan devastadores que provoca en las personas que
emplea, ya que carecen de derechos laborales, así como de determinada
protección social». Asimismo se reconoce que «la precariedad y las situaciones de
abuso laboral son una de las principales causas de la devaluación salarial y de
que haya crecido el número de trabajadores y trabajadoras pobres, aquellos que,
aun teniendo trabajo, no pueden sobrevivir sin ayuda externa, frecuentemente de
la familia».
En este último caso, uno de los supuestos en los que ha tenido éxito esta fórmula
es el de artistas musicales que son, por ejemplo, profesores de música, y
eventualmente ejecutan representaciones musicales que, por los escasos
rendimientos que les reportan, mantienen como ocupación principal, su trabajo por
cuenta ajena como educadores.
22
Este supuesto de falsa cooperativa por lo común funcionan dando de alta a los
“socios trabajadores” en el régimen asimilado al general de Seguridad Social,
siendo la cooperativa la que cursa el alta del “trabajador” cuando éste dispone de
un encargo concreto, y la baja una vez éste termina24. Con ello, la cooperativa
ofrece la doble ventaja del ahorro en las cotizaciones en el Seguridad Social en
cuanto a la cuota correspondiente, a la vez que se mantienen las cotizaciones en
el régimen general, con lo que se mantiene, asimismo, el derecho a la prestación
por desempleo.
22
Reguladas en el Decreto 123/2014, de 2 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento
de la Ley 14/2011,
de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas.
23
Disposición Adicional Tercera de la Ley 12/2015, de 9 de julio, de cooperativas de Cataluña. 24
23
Fuente:
https://www.elconfidencial.com/empresas/2017-08-17/facturar-sin-pagar-autonomos-empleo-disuelve-
factoo_1429954/
25
ota anterior. La traducción es de la
Ibídem n
autora.
24
IV.- Análisis de los instrumentos legales para combatir este fraude de ley.
Algunas consideraciones críticas sobre la modificación de la Ley de
cooperativas catalana.
26
aquel Pascual Cortés.
La cooperativa de ‘freelances’ Factoo lleva su disolución ante Bruselas. R
CINCO DÍAS.
de
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/04/10/midinero/1523392701_612363.html. 11 de abril
de 2018.
27
Según publica La Voz de Galicia en su seccione de economía en el artículo de “Empleo ordena
28
Sobre el contenido de la enmienda y nota crítica véase Cooperació catalana, NOTA CRÍTICA A
L’ESEMENA PARLAMENTÀRIA QUE MODIFICA LA LLEI DE COOPERATIVES. Cristina R. Grau
López. COOPERACIÓ CATALANA número 407 de marzo 2017. Versión digital en
http://www.rocagales.cat/nota-
critica-a-lesmena-parlamentaria-que-modifica-la-llei-de-cooperatives/
25
29
Como tuve ocasión de argumentar en el artículo LA MODIFICACIÓ DE LA LLEI: UN
26
consiguiente aplicación del derecho laboral a las relaciones que ésta mantenga
con sus trabajadores.
Los argumentos que se han esgrimido contra la posición que sostengo en este
artículo son las dificultades de cimentar la descalificación de la cooperativa sobre
conceptos jurídicos indeterminados, como el fraude de ley, el uso antisocial del
derecho, o la doctrina del levantamiento del velo de la persona jurídica, sobre todo
cuando la descalificación constituye una sanción, materia en la que rigen, entre
otros, el principio de tipicidad (nulla poena sine llege previa) y el de
proporcionalidad, lo que parece exigir una clara definición de las conductas
infractoras, especialmente si llevan anudadas la máxima sanción, la
descalificación de la sociedad cooperativa.
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Algunas voces consideran que formulaciones como las que acaban de referirse,
siguen conteniendo conceptos jurídicos indeterminados, que pueden redundar en
una falta de seguridad jurídica, por más de comportar dificultades probatorias en el
proceso administrativo de descalificación, o en el contencioso que puede seguir al
mismo.
Por ello considero que una posible legislación sobre la materia debería producirse
en sede de tipificación de las conductas infractoras que pueden llevar anudada la
descalificación de la cooperativa, si bien, la definición de dicha conducta podría
efectuarse con el máximo detalle que nos aportan las experiencias espurias que
se describen en este artículo, en una norma del corte del vigente apartado 5 del
artículo 132 de la Ley de cooperativas catalana, en tanto en cuanto resulta muy
precisa al tipificar la conducta infractora, norma que sin duda aportaría todas la
garantías y seguridad jurídica exigibles, en beneficio de todos los actores
implicados, a la vez que el sector cooperativo dispondría de un instrumento
eficiente para poner fin a esta cada vez más frecuente forma de fraude de ley.
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