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Michel Aimee Mata Castro

Psicoterapia de grupos
Mstro. Magdalena Iñiguez Palomares
21 de febrero del 2017

ENSAYO SOBRE LA VIDA PERSONA DEL PSICOTERAPEUTA.


A medida del tiempo el trabajo del psicoterapeuta ha ido emergiendo a causa del trabajo y
los resultados que se han generado por la relatividad de su intervención puesto que en
épocas pasadas la responsabilidad de desvelar los misterios del dolor humano le
correspondía a figuras altamente conceptualizadas, por mencionar a chamanes y
sacerdotes; con el paso del tiempo se generó más acceso a los psicoterapeutas,
justificando su trabajo por investigaciones, experimentos y diferentes métodos científicos
de intervención, fueron estos métodos los que dieron el renombre al psicoterapeuta para
intervenir con los dolores humanos y los dolores psíquicos.
Sin embargo, los medios de comunicación han encapsulado la concepción que se aborda
sobre el psicoterapeuta lo cual ocasionó que durante años e inclusive en la actualidad, se
den casos en los que la sociedad interpreta el trabajo de la psicoterapia como la herramienta
para utilizar en caso extremo de solución, lo cual ha atemorizado la visita al psicoterapeuta,
háblese de psiquiatras, psicólogos y asistentes sociales psiquiátricos, por lo que la sociedad
se ha reservado sobre acudir a un proceso de psicoterapia. Todo este resultado ha
generado por los medios de comunicación han ido en aumento y aunque es poco el número
de personas que conocen la verdadera funcionalidad y objetividad de un psicoterapeuta se
ha mantenido un reto sobre la valoración del trabajo de estos trabajadores.
Tal efecto social ha hecho que el psicoterapeuta comience a buscar nuevos horizontes de
intervención, tales como la intervención individual o grupal, ya sean estás por medio del
modelo cognoscitivo y breve al psicoanalítico y prolongado, sin embargo, el auge de la
utilización de estos dos modelos no ha limitado a las nuevas generaciones a utilizar otros
modelos de intervención. Una modalidad que es importante resaltar es la de la cuestión
económica, el pago del servicio por un proceso psicoterapéutico, este pago lo puede cubrir
el seguro, un jefe de empleo o un paciente o lo puede pagar el mismo paciente.
Dada las adecuaciones que se han tenido en el trayecto de la psicoterapia, los
psicoterapeutas han ido cubriendo satisfacciones, la lista de las satisfacciones es muy
precisa, una de ellas es la independencia, la cual se refleja en la formación y el trabajo
profesional de este especialista en el comportamiento, a causa de que se logra una
independencia durante la prestación de servicios, el enfoque para laboral, la especialización
con la cual trabajar y la formación general, lo cual significa que la amplitud para
desarrollarse por parte del terapeuta es demasiado extensa. Teniendo en cuenta la
independencia viene a surgir la satisfacción económica, lo cual es un resultado de la
vocación por la psicoterapia, este resultado es sumamente gratificante para el
psicoterapeuta pues realiza un trabajo que lo apasiona y su efecto es una bonificación
monetaria, dicha bonificación puede ser, considerablemente calculable en función, de los
pacientes a los que se atiendan y por otra vertiente, la cantidad de servicios que se presten,
como la docencia o la capacitación.
Los intentos humanos, experiencias, concepciones del mundo, emociones y conductas, son
una gama de variables que a su vez generan más variables en el campo de acción del
psicoterapeuta, esto se ve reflejado en la satisfacción de la variedad con la que tiene
constante contacto el psicoterapeuta. Por variedad y sus variables se entiende todo
aquellos con lo que se relaciona el psicoterapeuta y de igual forma con todas aquellas
personas con las que se relaciona: de diferentes culturas, clases socioeconómicas,
sintomatologías, problemáticas, etc. Por lo que el trabajo de este profesional es un
enriquecimiento, no solo profesional sino personal lo cual da lugar a la visibilidad general
que tiene para conceptualizar las fuerzas psíquicas que existen y se relacionan dentro de
la sociedad. Todo el trabajo que conlleva la variedad genera un reconocimiento y un
prestigio, esto se ve argumentado por los resultados que los psicoterapeutas han ido
generando, tales resultados se ven la recepción de las personas por el servicio que presta
este profesional, han variado, pero de igual forma se han aceptado y dicha aceptación yace
en el cumplimiento de la intervención de la diversidad de situaciones o casos en los que
interviene el psicoterapeuta.
En cuestión de la satisfacción personal y no profesional del psicoterapeuta, la
instrospección y la autoreflexión causan en un impacto considerable en la labor de
intervención, puesto que estás dos acciones del terapeuta durante sus años de ejercer se
relacionan con la estimulación intelectual y el desarrollo y satisfacción de las emociones, la
razón de esto se remonta a los resultados personas que obtiene el psicoterapeuta los cuales
se pueden apreciar en el crecimiento intelectual por la relación con personas
significativamente intelectuales y por la satisfacción de realizar la función que le apasiona
y todas aquellas responsabilidades que conllevas fungir como un psicoterapeuta.
En otra instancia están los factores que conllevan a convertirse en psicoterapeuta. La lista
oscila entre la capacidad de escuchar, empatía y comprensión, comprensión emocional,
introspección, capacidad de autonegación, tolerancia a la ambigüedad, capacidad de calor
humano y atención, tolerancia de la intimidad, comodidad frente al poder, capacidad de reír,
motivaciones disfuncionales, perturbación emocional, enfrentamiento directo, soledad y
asilamiento, deseo de poder, necesidad de amor y rebelión indirecta. Es extensa la lista,
pero de igual forma es subjetiva, todos factores son producto de un sondeo general que
han llevado a los psicoterapeutas a formarse en su profesión; cada uno de los factores
anteriores tienen un papel importante, sin embargo, varían entre la comunidad de los
psicoterapeutas, lo cual quiere decir que puede aplicarse unos cuantos o pueden surgir
más.
Existe, en última instancia una variable de suma importancia y su relevancia se remonta a
que es la primera relación que tiene el psicoterapeuta antes de formarse, esta variable es
la familia. La cual es una amplia fuente de variables que pueden ocasionar el interés por
especializarse en la psicoterapia; el ambiente, los miembros de la familia, el trato entre los
miembros, la dinámica del matrimonio, la percepción del infante y cuantas variables más
puede despertar en una persona la anhelación y la búsqueda de convertirse en
psicoterapeuta. Aleatoriamente se podrían encontrar razones significativas en la
experiencia familiar por las que un psicoterapeuta se forme, sin embargo, la subjetividad de
los casos de formación crean la objetividad de la razón, por lo que la trayectoria de un
psicoterapeuta se ha de analizar con suma importancia en la subjetividad de la persona y
posteriormente en la relación que tiene esa subjetividad con la formación objetiva de estos
profesionistas.

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