En nuestra legislación actual se ha visto necesario proteger
aquellos derechos que tienen que ver con la buena reputación de la persona, es decir su honor, a lo cual nadie debe divulgar ante los demás con alguna forma de expresión que ofenda, deshonre y fomente falsas imputaciones con el fin de causar daño moral y consecuentemente una mala imagen frente a la sociedad, por lo que sería motivo de burlas o discriminaciones, pese a que la información divulgada sea cierta. El honor jugo un papel importante durante la historia de la civilización occidental, con conceptos griegos y romanos llegando a ser codificado durante el feudalismo. El honor fue evolucionando llegando a extremos románticos. El honor, es llevar a cabo acciones virtuosas para la sociedad o para un grupo, además de esto el honor implica la aceptación personal y la construcción ante la sociedad de una cualidad moral relacionada con la virtud, el deber, el mérito y el heroísmo. Es un bien jurídico de por sí complejo e impreciso. No obstante, ello, es casi consensual abordarlo desde dos puntos de vista: uno subjetivo y otro objetivo. El primero se refiere a la autovaloración y sentimiento de la propia dignidad, el segundo es lo que se denomina reputación y supone el aprecio que hacen otros de nuestra personalidad. Por consiguiente, el honor comprende las relaciones de reconocimiento fundadas en los valores sociales de dignidad de la persona y libre desarrollo de la personalidad, de las cuales se considera delito cuando es vulnerado el derecho al honor. El Código Penal Peruano ha previsto tres formas de delitos contra el honor; injuria, calumnia y difamación que se detallara en el presente trabajo. La primera figura que atenta contra el honor de la persona es la Injuria; toda expresión proferida o acción ejecutada en deshonra, descrédito o menosprecio de otra persona afectando su imagen o reputación social. Según el código penal Artículo 130, “El que ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de hecho, será reprimido con prestación de servicios comunitario de diez a cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días de multa’’. Nuestro código penal también sanciona el delito de calumnia, consistente en la falsa atribución de un delito a un miembro de nuestra sociedad. Así, se afecta el honor de una persona cuando se le atribuye haber realizado una acción delictiva que nunca hizo. Artículo 131. El que atribuye falsamente a otro un delito, será reprimido con noventa a ciento veinte días-multa.
Ahora cuando los delititos de Injuria y Calumnia son realizados según
el Artículo 132 frente a varias personas, reunidas o separadas, de manera que pueda difundirse la noticia o el hecho o la cualidad que perjudica el honor y reputación de las personas, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa ya que se configura un delito más grave, denominada difamación.
El delito de difamación, en principio, se sanciona con una pena de
hasta dos años de cárcel o de hasta tres años de cárcel, cuando la difusión de la noticia o de la cualidad que afecta al honor se realiza a través de algún libro, prensa o cualquier medio de comunicación social; como la televisión, un canal de YouTube, un blog o cualquier otro mecanismo. Es importarte recalcar, que para que un delito contra el honor proceda, la persona directamente afectada debe acudir al joder judicial y presentar lo que se llama una querella. En estos casos no participa la fiscalía, por ello el agraviado es quien debe impulsar el caso antes el juez penal, previo pago de las tasas correspondientes.
Así puedo decir que el derecho penal debe ser protegido y
respetado por todas y todos nosotros por el simple hecho de ser seres humanos. Ya que hoy en día injuriar, calumniar o difamar son conductas graves que eventualmente pueden ser sancionadas con cárcel.