You are on page 1of 2

gEste texto fue escrito por Bordieu y Passeron durante la década de 1970.

Con esto podemos


rescatar varias ideas y aspectos tales que pueden ser replicados alrededor a la sistematización de
trabajo de investigación corresponde a la cátedra optativa que lleva por nombre “La perspectiva
de los Mecanismos de Violencia Simbólica, en la teoría y práctica de Pierre Bourdieu”. Este
informe se titula “La violencia simbólica vista desde una perspectiva Empírica”.

Basado a esto en primera instancia es relevante señalar que la “Teoría de la reproducción” destaca
la importancia de la educación en la gestación del capital cultural heredado, específicamente a la
reproducción social y cultural que elaboran las bases educativas de esta teoría, cuya clave del éxito
está básicamente en la escuela. También podemos ver que para Bourdieu la reproducción , la
estructuración de las diversas relaciones de poder y relaciones simbólicas entre las clases está
directamente relacionado poniendo toda atención en la importancia del capital cultural el cual se
hereda en la familia como clave del éxito en la escuela, de esta forma el análisis que plantea
Bourdieu se centra en los principios tradicionales que rigen el currículum educacional y de
evaluación escolar. También que la escuela posee función cultural e ideológica, es la que rutiniza la
cultura escolar dado que transmite, inculca y conserva la cultura sin aceptar ningún tipo de
opinión, siguiendo esta lógica Bourdieu cree que la escuela enseña una cultura de un grupo social
determinado que ocupa una posición de poder en la estructura social (Posiciones divergentes), la
que se reproduce a través de una acción pedagógica, las que tienden siempre a reproducir la
estructura de la distribución del capital cultural ante esos grupos o clases, contribuyendo a la
reproducción de la estructura social, definida como la reproducción de la estructura de las
relaciones de fuerza entre las clases, lo cual se vería fomentado fuertemente en la escuela. A
modo complementario del párrafo anterior Bourdieu entiende que la acción Pedagógica se refiere
a la autoridad del profesor el cual posee una función inculcadora, pues es este el encargado de
transmitir la cultura actuando de esta manera como un mediador visto además como autoridad
institucional, por lo que ostenta poder, por ende es él quien transmite los conocimientos y/o
conceptos correctos, es él quien tiene la legítima razón. El docente ejerce su función mediante sus
acciones pedagógicas. De esta forma Bourdieu considera que el hecho de que perduren los
sistemas socio económicos de la sociedad moderna está ligado con la reproducción cultural
arbitraria, la que a su vez contribuye a la reproducción social. La escuela tiene la misión de
inculcar, transmitir y conservar la cultura dominante, al imponer un paradigma cultural, en este
sentido la educación intenta reproducir la estructura social y sus relaciones de clase además de
esconder su falta de libertad al enmarcar sus ideologías de acuerdo al régimen imperante. La
educación para lograr su finalidad reproductora se sirve utilitariamente del profesor el cual no es
más que producto inconsciente del sistema, que es la instancia más directa de transmisión
cultural, la responsabilidad de formador y autoridad pedagógica como señalábamos párrafos más
arriba, nos vamos a detener en este punto, dado de que el concepto de violencia simbólica nos
resulta sumamente utilitario para un análisis reflexivo referente a mi investigación
correspondiente al presente ramo la cual no tiene relación directa con un modelo de educación
escolar, pero que sin embargo posee aspectos que nos hacen adaptar tal concepto y teoría al uso
utilitario de la noción de violencia simbólica, como lo explique en el segundo párrafo. Bourdieu
define a la violencia simbólica como la acción pedagógica impuesta, en otras palabras, poder que
logra imponer significados e imponerlos como legítimos, legítimos en el sentido de aceptar una
realidad sin mayores cuestionamientos. También pude observar Dentro de esta investigación en
donde se observa una iglesia Evangélica pentecostal, el concepto de violencia simbólica que utiliza
el autor se ve fuertemente reflejada en los efectos claros de generar comunidades realmente
solidificadas en torno a sus concepciones, en donde los procesos del dominador en pro de la
legitimación de una idea y un pensamiento, son totalmente aceptados y reconocidos por el
dominador, logrando reconocer un líder, legitimándolo, entregándole poder, respeto, y
asumiendo las ideas interiorizando un fuerte sentimiento posesión de estas ideas, y
defendiéndolas con absoluto convencimiento de que es lo correcto. resulta sumamente
interesante este termino de violencia simbólica adaptada a la comunidad religiosa en la cual se
realizó la investigación, porque según lo que pude observar e inferir de las diversas conversaciones
y entrevistas realizadas con miembros de la iglesia me hizo total sentido la idea y relación de que a
mayor violencia simbólica tenga un miembro de la comunidad religiosa más le es factible la
posibilidad de escalar jerárquicamente en las disposiciones piramidales que plantea dicha
institución, por ejemplo cuando asumimos la categorización de “Oficiales”, quienes son
seleccionados desde los “Miembros en plena comunión” esto nos hace nada más que referencia a
que el “Pastor” producto de que nota un mayor interés y un mayor acercamiento e interiorización
de una cultura espiritual y material como en este caso puede ser la iglesia, tiene la capacidad para
poder seguir generando la reproducción del modelo implantando dentro de la iglesia, ya que
seleccionar a una persona que no tuviera un alto nivel de interiorización de los rituales y de todo
lo concerniente a la iglesia evangélica no tendría sentido, ya que habría poca densidad en los
argumentos de emisión que tendría esta persona frente a sus pares dentro de la iglesia. Es por
este sentido que el concepto de violencia simbólica que se puede observar dentro del texto de “La
reproducción” la cual resulta tremendamente útil para buscar una adaptación en modelos más
allá de la educación escolar, si no que reflejados en diversos sistemas sociales. Posterior a esta
reflexión bastante necesaria para entender el nexo con mi trabajo de investigación, retomamos la
idea de “Violencia Simbólica” señalando que al interiorizarse principios arbitrarios, los hacemos
habituales, como si de alguna manera nos pertenecieran; inmortalizando el poder social,
adquiridos en la familia y en la clase social y que sirven de base para poder actuar con
posterioridad. Dado que, desde el punto de vista de Bourdieu, las arbitrariedades culturales de la
educación son las de las clases dominantes, son estas las que determinan qué cae dentro de los
límites de la educación legítima. Por tanto, la educación no es un juez independiente: los criterios
para juzgar a los alumnos están determinados por la cultura de las clases dominantes, cultura que
resulta modificada hasta cierto punto por el sistema educativo.

You might also like