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-UNCPBA-
Octubre, 2016
Tandil
Análisis de las principales patologías presentes en potrillos
prematuros
1.2.2-Diagnóstico ................................................................................................... 4
1.2.3-Tratamiento……………..…………………………………………………..4
1.3.2-Etiología........................................................................................................ 6
1.3.4-Diagnóstico ................................................................................................... 7
1.3.5-Tratamiento .................................................................................................. 8
1.3.6-Pronóstico..................................................................................................... 9
1.4.3-Diagnóstico ................................................................................................. 12
1.4.4-Tratamiento ................................................................................................ 12
1.4.5 -Pronóstico…………………………………………………………………….…..17
1.5.1-Clasificación………………………………………………………………............18
1.5.2-Etiología………………………………………………………………………..…..19
1.5.3 -Diagnóstico……..……………………………………………………………..….21
1.5.4-Tratamiento……………………………………………………..…………………22
1.5.5-Pronostico deportivo…………………………………………………..………….24
2) Objetivos…………………………………………………………………………………..26
4) Caso clínico….….…………………..………………………………………….………...27
5) Discusión………...……………..………………………………………………………...33
6) Conclusiones……………………………………………………………………………..34
7) Referencias bibliográficas…………………………………………………………..….35
1. INTRODUCCIÓN
1
niveles de glucosa sanguínea, niveles de IgG bajos a causa de una falla de ingestión
o mala absorción intestinal del calostro (McAuliffe et all, 2008).
2
Los potros prematuros pueden presentar además poca tolerancia a la alimentación
oral y la motilidad intestinal puede estar ausente o ser excesiva y descoordinada. El
patrón respiratorio generalmente está afectado debido a un fracaso en la expansión
pulmonar con una producción de líquido surfactante insuficiente, lo cual lleva a una
depresión respiratoria (Alonso Gómez y Fernández Manzano, 2008).
3
1.2.1 Signos clínicos
El uraco persistente es común en potrillos débiles, que cursan con septicemia o que
presentan estreñimiento (Sprayberry, 2008). Los signos clínicos descriptos por
Knottenbelt en 2004 para esta patología son:
1.2.2 Diagnóstico
El diagnóstico para el uraco persistente se basa principalmente en los signos
clínicos. Las infecciones umbilicales en esta patología son relativamente comunes.
El estudio ecográfico se utiliza en primer medida para evaluar la posibilidad de
infección y los hallazgos anormales que pueden aparecer son: engrosamiento de la
pared del uraco o fluido dentro del lumen, engrosamiento generalizado del tejido
blando y engrosamiento de las venas y arterias umbilicales (Knottenbelt, 2004, Barr
2012).
1.2.3 Tratamiento
La mayoría de los casos son consecuencia de infecciones leves y pueden ser
tratados con antibióticos sistémicos, y limpieza suave del muñón umbilical hasta que
cese la salida de orina. El mismo es sumergido en solución de Clorhexidina diluida
en agua en una proporción 4-1 o en solución iodada. Para evitar lesiones en la piel,
4
puede protegerse con vaselina líquida. Los antibióticos sistémicos, tales como
Trimetoprim en combinación con Sulfas son utilizados para prevenir futuras
infecciones (Barr 2012, Sprayberry 2008).
Otro tratamiento citado es la utilización tópica de irritantes químicos. Su utilidad
radica en estimular a la formación de tejido de granulación para el cierre del uraco.
Se utilizan hisopos de algodón con formalina al 10%, tintura de iodo al 2% o nitrato
de plata y se inserta 1 o 2 cm dentro del uraco, manteniéndolo por unos segundos.
Este procedimiento puede repetirse hasta cuatro veces al día durante dos días o
hasta que la orina deje de gotear. Mientras Knottenbelt (2004) afirma que esta
práctica puede realizarse como tratamiento de primera opción, Sánchez (2015) y
Sprayberry (2008) postulan que puede conducir a la ruptura uracal y al uroperitoneo
y proponen tratamiento antibiótico y sepsis local, manteniendo la zona limpia y seca.
La cirugía está indicada en el caso de que se desarrolle algún tipo de complicación.
La mayoría de los especialistas coinciden en que el uraco debe ser retirado en los
siguientes casos: si al cabo de unos días el paciente no responde al tratamiento
médico, si las estructuras adyacentes se encuentran infectadas, si el potro tiene
signos de infección sistémica o si el muñón aparece con abscesos y necrótico. En
estos casos se debe retirar todo el remanente umbilical asépticamente bajo
anestesia general. La antibioticoterapia debe darse desde el momento del
diagnóstico hasta 3 días después de la cirugía (Knottenbelt, 2004, Barr, 2012).
5
a) Problemas en la yegua:
Descargas vaginales en el periodo de preparto
Abdomen agudo equino
Endometritis
Importantes pérdidas de calostro durante el periodo de preparto
Mal estado general
Placentitis
Estrés
Mala nutrición
b) Problemas en el potrillo:
Dificultad para mamar
Falla en la transferencia pasiva de Inmunoglobulinas (principalmente IgG)
Neonatos prematuros
Prolongado tiempo de gestación
Enfermedad hipóxica isquémica
Hipotermia
Estrés
Mala nutrición
Respuesta inmune inmadura o ausente
1.3.2 Etiología
En las últimas décadas, las bacterias que se han aislado en los cultivos de sangre
de potros sépticos con mayor frecuencia han sido las Gram negativas, pero en la
actualidad ha aumentado el aislamiento de bacterias Gram positivas (Mendoza
García, 2012).
Las principales bacterias descriptas son: Corynebacterium equi, Actinobacillus
equuli, Escherichia coli y Streptococcus sp. (Lose Phyllis, 1986)
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1.3.3 Signos clínicos
Los signos en la sepsis temprana pueden estar presentes desde el nacimiento,
pero son inespecíficos, por lo que adquiere gran importancia la presencia de
antecedentes de problemas perinatales (Lose Phyllis, 1986).Según Buide
(1993), el curso de la enfermedad puede clasificarse en tres grandes grupos:
Curso sobreagudo: los potrillos al nacer presentan apariencia normal, pero a las
pocas horas o al cabo del primer día de vida muestran los primeros signos: no
maman, se encuentran decaídos o postrados, presentan temblores musculares,
temperatura elevada, mucosas pálidas, presencia de polipnea y disnea y ojos
hundidos. El potrillo puede morir en un lapso de 15 a 24 horas.
Curso agudo: en estos casos los potrillos presentan los primeros signos clínicos
a las 24 o 72 horas de haber nacido. Generalmente están débiles y no maman.
Presentan una temperatura constante que oscila en los 40-41° C, las mucosas
toman un color rojo intenso. Los animales están postrados o se paran con dificultad,
observándose temblores musculares. Pueden presentar dolores articulares,
preferentemente en la articulación fémoro-tibio-patelar y en la articulación del carpo
o tarso. El animal presenta diarrea, con lo cual la deshidratación aparece
rápidamente, provocando acidosis sistémica.
1.3.4 .Diagnóstico
El diagnóstico definitivo se basa principalmente en un hemocultivo positivo, pero hay
que tener en cuenta que existen limitaciones para esta prueba. En primer lugar, hay
7
que esperar un mínimo de 48 horas para obtener los resultados. En segundo lugar,
un gran número de potros con evidencia histológica de septicemia puede tener un
hemocultivo negativo. Esto puede deberse a que el potro fue previamente tratado
con antibióticos o tener una baja población de bacterias en sangre al momento de
realizar la prueba. Por lo tanto hay que tener en cuenta otros factores a la hora de
realizar el diagnóstico de la septicemia neonatal. Generalmente los hallazgos del
examen físico y la historia clínica del paciente son suficientes para elaborar un
diagnóstico de sepsis. La historia clínica debe incluir: días de gestación, problemas
de la madre durante la gestación, parto distócico y alteraciones en el recién nacido.
Inicialmente los cambios en el examen físico pueden ser sutiles y se reflejan en el
comportamiento del potro, observándose depresión y letargia. En cuanto al análisis
hematológico generalmente se observa neutropenia en potros que cursan con
sepsis aguda. Los cambios bioquímicos más significativos incluyen azotemia e
hiperbilirrubinemia. Otras anormalidades observadas son alteraciones acido-base y
anormalidades en la cascada de coagulación (Barr, 2012).
1.3.5. Tratamiento
Durante el tratamiento es importante restablecer el sistema inmunológico del potro,
así como también instaurar una adecuada terapia antibiótica. (Knottenbelt, 2004)
Según Genoud (2012) el objetivo del tratamiento de los potrillos sépticos debe estar
dirigido a:
Combatir la infección, mediante el uso de antibióticos de amplio espectro.
Reforzar la inmunidad del potrillo, mediante la administración de calostro y/o
transfusiones de plasma.
Asegurar una buena alimentación, en el caso en que los potrillos no puedan o no
tengan interés en alimentarse, se recurre a la suplementación de leche con ayuda
de la mamadera o sonda nasogástrica. Hay que tener en cuenta que un potrillo
consume, por día aproximadamente entre un 15% a un 20% de su peso en leche.
Se deben mantener a los potrillos enfermos en ambientes confortables para evitar
problemas a futuro.
1.3.6 .Pronóstico
El pronóstico va a depender de la cantidad de órganos afectados, el tiempo
transcurrido hasta que se inicia el tratamiento, el agente infeccioso aislado y cómo la
infección afectó la funcionalidad del tejido (articulaciones, huesos, etc.). Un potro
séptico que en sus primeras horas de vida es diagnosticado con septicemia y se le
administra un adecuado tratamiento antibiótico y de soporte, tiene un 80% de
probabilidad de sobrevivir. Aun así, si el potro sobrevive a la septicemia, no puede
garantizarse su futura capacidad deportiva (Mendoza García, 2012).
9
una desviación flexural congénita es generalmente desconocida. Algunos autores
atribuyen esta patología a una mala posición uterina, aunque esto se considera poco
probable ya que el feto adopta diferentes posiciones durante la gestación. Hay
muchos factores que pueden estar implicados en el desarrollo de las deformaciones
flexurales, como por ejemplo el consumo de citotoxinas de la Cicuta (Conium
Maculatum) durante el período gestacional de la yegua y factores genéticos
predisponentes no identificados (McIlwraith, 2004).
Manifestaciones clínicas
10
1.4.2 Deformaciones Flexurales Adquiridas.
Las deformaciones flexurales adquiridas pueden ser uni o bilaterales y por lo general
son de causa multifactorial. Esta patología suele presentarse con mayor frecuencia
en individuos de rápido crecimiento, así como también en individuos que presenten
dolor en alguno de sus miembros. Este dolor originado en el miembro puede iniciar
un reflejo de retirada en flexión dando lugar a la contracción de los músculos flexores
y a una posición alterada de la articulación (McIlwraith, 2004). El dolor puede deberse
a fisitis, artritis séptica, heridas en tejidos blandos o infecciones en el casco
(McIlwraith, 2004).
Manifestaciones clínicas
Deformación flexural de la articulación metacarpofalangiana
También denominada contracción del Tendón Flexor Digital Superficial (TFDS), esta
patología se presenta generalmente en caballos de entre 10 a 18 meses de edad, y
se cree que está relacionada con el crecimiento rápido de hueso que se origina en la
placa de crecimiento del radio distal. Se caracteriza porque el pie presenta una
alineación normal, cediendo el nudo en el alineamiento. El ángulo de la articulación
afectada aumenta desde un valor normal de 135° hasta 180° o más. En algunos
casos también se encuentra comprometido el Tendón Flexor Digital Profundo
En casos crónicos, de largo curso evolutivo, puede haber un compromiso secundario
del ligamento suspensor del nudo, desarrollando cambios osteoartrósicos en la
articulación del nudo (McIlwraith, 2004).
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Con el fin de facilitar el diagnóstico y evaluar un tratamiento adecuado, se ha
subdividido esta alteración en dos estadios: en el estadio uno el ángulo casco-suelo
es menor o igual a 90º, provocando un pie con aspecto cubico, mientras que el
estadio dos el ángulo es mayor a 90º (Adams y Santschi, 2000). Este puede ser un
estadio irreversible si no es tratado a tiempo, ya que puede provocar alteraciones y
cambios patológicos en la capsula articular y otros tejidos de la articulación
interfalangiana distal (McIlwraith, 2004).
1.4.3 Diagnóstico
1.4.4 Tratamiento .
Tratamiento médico
12
La mayor parte de las desviaciones flexurales congénitas son tratadas sin necesidad
de recurrir a la cirugía (Adams y Santschi, 2000). Estas incluyen leves
deformaciones del carpo y de la articulación metacarpo-falangiana.
13
casos bilaterales se pueden utilizar dos botas al mismo tiempo o una en un miembro
por 3-6 horas y luego se puede colocar en el otro miembro. En casos leves
generalmente la corrección se produce dentro de los primeros tres días, y en casos
más severos puede llegar hasta los siete días (Almanza, 2008)
14
Rebajado de casco y Herraje correctivo: El rebajado de talones debe realizarse
en aquellos animales que presentan una deformación flexural de la articulación
interfalangiana distal, a un nivel tal que la tensión que ejerza sobre los tendones
flexores provoque un efecto miotático inverso. El rebajado de casco puede realizarse
en casos leves (McIlwraith, 2004). En cuanto al herraje correctivo, se utiliza
principalmente para corregir defectos de aplomos y alteraciones en la marcha. La
herradura correctiva puede utilizarse sola o combinada con desvasado correctivo y
tiene como objetivo lograr que las presiones se distribuyan de modo uniforme sobre
el pie o el miembro en conjunto, en resguardo de la integridad de los talones,
ligamentos, articulaciones, etc. (Funtanilla, 2007).
Tratamiento quirúrgico
Las cirugías destinadas al tratamiento de deformidades flexurales comúnmente no
están indicadas en pacientes con desviaciones flexurales congénitas, y se debe
reservar para aquellos animales que no responden al tratamiento médico. Los
potrillos con desviaciones flexurales adquiridas son más propensos a recibir
tratamiento quirúrgico (Adams, 2002).
15
Desmotomía del Ligamento Frenador Distal (LFD)
La desmotomía del LFD es el tratamiento de elección en los potrillos que presentan
un ángulo casco-suelo mayor a 90º y menor a 115º, y en los cuales no se observan
mejorías luego de diez días de terapia conservadora. Se realiza en aquellos animales
que presentan una deformación de la articulación interfalangiana distal, también
llamada contracción del Tendón Flexor Digital Profundo (McIlwraith, 2004). Es una
cirugía relativamente sencilla que no requiere demasiadas complicaciones, y cuyos
resultados se observan a la brevedad. Algunos potros requieren de dos a tres días de
ejercicio para relajar los tejidos blandos y corregir la deformidad flexural. En general
se observa un alineamiento normal del miembro después de la cirugía, pero en
algunos pacientes la relajación del flexor progresa unos siete a diez días posteriores
a la operación, a medida que los músculos flexores se relajan en respuesta al
aumento de las fuerzas tensoras impuestas sobre ello (McIlwraith, 2004). En casos
dudosos puede realizarse primero una desmotomía y si la corrección es insuficiente
se puede realizar la tenotomía del Tendón Flexor Digital Profundo (Adams y Santschi,
2000).
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Figura Nº 3: técnica quirúrgica que se debe realizar teniendo en cuenta la relación
casco-suelo y la complejidad de la deformación (Fernández y Meneses Ramos, 2014).
1.4.4 Pronóstico
En cuanto a las deformaciones leves de la articulación interfalangiana distal, el
pronóstico puede llegar a ser favorable para uso deportivo. Cuando se realiza una
tenotomía del TFDP, el pronóstico es desfavorable en cuanto a su desarrollo atlético,
y los animales pueden ser utilizados como caballos de paseo (McIlwraith, 2004).
En el caso de deformación de la articulación metacarpo-falangiana, en la mayoría de
los casos el pronóstico es desfavorable para uso deportivo. Las deformaciones de la
articulación metacarpo-falangiana son difíciles de corregir, y algunos caballos
pueden llegar a ser reincidentes. La contractura del Ligamento Suspensor puede ser
un efecto secundario de la deformación flexural prolongada de la articulación
metacarpo-falangiana. La desmotomía del Ligamento Suspensor es una medida final
drástica que tiene un pronóstico desfavorable (McIlwraith, 2004).
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1.5 DESVIACIONES ANGULARES DE LOS MIEMBROS (DAMs)
Una deformación angular es aquella desviación de un miembro en el plano frontal
definida por la articulación o el hueso que representa el punto de giro de la
desviación (Bertone, 2004).
Estas desviaciones del eje óseo suelen estar localizadas en la zona inferior de los
miembros anteriores o posteriores, debajo de la articulación del carpo (con mayor
frecuencia) y del tarso; ocasionan que la parte inferior del o de los miembros
afectados alteren sus líneas de aplomos normales hacia la línea interna o externa
(se lo designa como abierto o cerrado) (Souza y Durán Novales, 2004).
La existencia de una deformación severa puede estar acompañada de dolor agudo a
intenso, claudicación evidente o inflamación de los tejidos blandos. En los casos
leves no se observa claudicación (Genoud, 2010).
1.5.1 Clasificación
Las desviaciones angulares pueden clasificarse en dos grandes grupos:
Adquiridas: un potrillo con desviación angular adquirida nace con los miembros
relativamente rectos y comienzan a desviarse en las primeras semanas de vida. Las
principales causas son: lesión en la placa de crecimiento, excesivo apoyo en el
miembro opuesto, sobrenutrición, rebajado inapropiado, ejercicio excesivo y mala
conformación (Bertone, 2004).
Aunque suelen ser bilaterales los casos de alteración unilateral terminan afectando
al miembro sano, por sobrecarga del mismo (Souza y Durán Novales, 2004).
Para describir estas alteraciones se utilizan los términos Valgo y Varo, haciendo
referencia a una desviación hacia afuera o hacia adentro, respectivamente, de la
porción distal del miembro desde la línea media (distal al punto de origen) (Baxter y
Turner, 2004).
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La más frecuente es el carpo valgo (valgus) en la cual el carpo se dirige hacia medial
y el metacarpo hacia lateral, pero es la conformación normal en los potros lactantes,
y se suele enderezar por sí mismo.
El carpo varo (varus) es la desviación contraria (carpo hacia lateral y metacarpo
hacia medial), es un problema serio que requiere atención y debe ser corregido,
pudiendo incluso requerir tratamiento quirúrgico. (Varela del arco, et all.2004)
1.5.2 Etiología
Las causas de las deformaciones angulares de los miembros en potrillos son
generalmente multifactoriales y complejas.
Para las desviaciones angulares congénitas del carpo, la falta de madurez del
sistema esquelético, la debilidad de los ligamentos colaterales, combinada con una
submineralización de los huesos cuboidales, lleva al hundimiento de la articulación
en apoyo y la extensión de los miembros. Las causas de la inmadurez del tejido
óseo incluyen: gemelos, nacimientos prematuros y dismadurez debido a una mala
nutrición o salud de la madre (Bertone, 2004).
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El trauma directo en la placa de crecimiento puede provocar una desviación angular
y producir un crecimiento longitudinal asincrónico.
Una sobrealimentación y un desequilibrio nutricional pueden llevar también a la
aparición de desviación angular de los miembros. El aumento de peso causado por
una sobrenutrición produce un incremento de las fuerzas compresivas, lo cual
favorece la presencia de una deformación angular. Los desequilibrios nutricionales y
minerales pueden alterar el proceso de osificación endocondral haciendo que el
cartílago sea más susceptible al crecimiento asimétrico (Bertone, 2004).
Grado I: se asigna cuando los huesos cuboidales del carpo no tienen evidencia
radiográfica de osificación.
Grado II: se asigna cuando existe una evidencia radiográfica de osificación en los
huesos cuboidales
Grado III: se asigna cuando los huesos cuboidales aparecen pequeños y
redondeados, con un agrandamiento en los espacios articulares.
Grado IV: se asigna cuando los huesos cuboidales tienen la forma de los
homólogos adultos, con el largo y ancho esperados.
20
Osificación incompleta grado I Osificación incompleta grado II
:
Osificación incompleta grado III Osificación incompleta grado IV
1.5.3 Diagnóstico
En general, la gran mayoría de las desviaciones angulares de los miembros en
potrillos puede ser diagnosticada mediante el examen clínico.
Para el diagnóstico se debe realizar una anamnesis detallada sobre la historia clínica
del potrillo: días de gestación, edad en la cual se notó la deformación, la dieta del
potrillo y la yegua, el curso y la velocidad de progresión de la desviación y cualquier
21
claudicación precedente. Los potrillos deben evaluarse sobre superficies planas y
firmes, y estando relajados (Bertone, 2004).
El examen radiológico es una herramienta útil que permite determinar la localización
exacta de la lesión y el grado de deformación (Baxter y Turner, 2004).
1.5.4 Tratamiento
a) Tratamiento conservador
En la mayoría de los potros nacidos con una deformidad angular leve a moderada, la
resolución es espontánea y ocurre dentro de las primeras 2 a 4 semanas de vida. En
potros recién nacidos, la laxitud periarticular es la causa más probable, y estos
potros no requieren especial tratamiento más que un corto período de ejercicio
controlado.
Hay que tener en cuenta que, si bien el ejercicio ayuda al desarrollo normal de la
musculatura, en animales con desviación angular no debe realizarse de manera
excesiva ya que a menudo conduce a la fatiga y exacerba la deformidad. Los potros
con una deformidad angular severa o grave tienen pocas probabilidades de
experimentar una corrección espontánea. Estos potros suelen necesitar algún tipo
de apoyo externo para enderezar la extremidad. Un vendaje de férula o yeso puede
ser aplicado para mantener la extremidad recta y permitir que el tejido periarticular y
ligamentos colaterales puedan fortalecerse en un periodo que va de entre dos a
cuatro semanas (Jannson y Ducharme, 2005). En la actualidad se utilizan cada vez
con mayor frecuencia las botas y férulas articuladas, diseñadas especialmente para
este tipo de alteraciones en potrillos.
La bota ejerce presión y endereza el miembro al momento de ser colocadas, pero
solo irá mejorando la condición a medida que el potrillo va creciendo, guiándolo
como un tutor externo (Almaraz, 2008).
b) Tratamiento quirúrgico
Las técnicas quirúrgicas para corregir las deformidades angulares pueden dividirse
en dos grandes grupos; por un lado, aquellas que aceleran el crecimiento y por otro
aquellas que provocan un retraso en el mismo, cuyo objetivo en común es provocar
22
la corrección de la desviación al influir directamente sobre la placa de
crecimiento.(Jansson y Ducharme, 2005).
:
Figura Nº 5: Cirugía de elevación del periostio (Digiovanni y Coleridge, 2004)
Implante quirúrgico
El principio de los implantes quirúrgicos colocados a través de o sobre toda la placa
de crecimiento es sencillo y se basa en la mecánica de restricción.
El implante quirúrgico debe colocarse en el aspecto convexo de la desviación,
logrando así la compresión e inhibición de las células de la placa de crecimiento. De
este modo se detiene el crecimiento hasta lograr que la extremidad crezca recta,
momento en el cual el implante es removido (Digiovanni y Coleridge, 2004).
23
Hay varios tipos de implantes y técnicas utilizadas para lograr la detención del
crecimiento. Las técnicas iníciales describen un elemento básico colocado con el fin
de reducir la placa de crecimiento causando una fuerza de tensión, lo que reduce en
gran medida el crecimiento del lado convexo de la placa. Un desarrollo adicional fue
el de dos tornillos colocados horizontalmente en el hueso, a cada lado de la placa de
crecimiento y unidos por una placa de acero. Con ello se consigue de manera
efectiva el mismo efecto que la grampa (Digiovanni y Coleridge, 2004).
24
de vida y luego cada dos a tres semana. Cuando la deformidad angular del miembro
es significativa, es conveniente tratar al paciente con herrado correctivo y coaptación
externa, evitando de este modo el tratamiento quirúrgico. Si una desviación angular
de la articulación metacarpo o metatarso-falangiana no presenta ninguna mejoría
dentro de las dos a tres semanas, debe realizarse una intervención quirúrgica. Este
enfoque tiende a disminuir el número de potros que requieren una cirugía de
elevación del periostio (Jannson y Ducharme, 2005).
25
2. OBJETIVOS:
26
3. CASO CLINICO
2 padrillos
20 yeguas
15 potrillos de 1 año
12 potrillos de 2 años
4 caballos en competencia
6 potrillos recién nacidos
20 yeguas receptoras
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Presentación del caso clínico
28
Figura 7: Potrillo de cinco días de vida con defecto valgo bilateral
29
Figura 9: Radiografía miembro anterior de la región del carpo, huesos cuboidales con
osificación incompleta
Interpretación radiológica:
30
Día 7 de nacido: se realizó un Hemograma completo, observándose los
siguientes resultados
31
Día 94 de nacido: Se realizó una desmotomía del Ligamento Frenador Distal del
miembro anterior izquierdo. La cirugía fue exitosa, se colocaron luego vendajes y
férulas. Los cambios se observaron a los pocos días de haber realizado la
operación.
4 meses de nacido: tanto en el MAD como en el MAI se observó una gran
mejoría, por lo tanto el potrillo es dado de alta y vuelve al campo.
32
5. DISCUSIÓN
33
6. CONCLUSIONES
-En la actualidad, los tratamientos que existen para dichas patologías son eficientes
y, en general, proporcionan un pronóstico favorable.
-El potrillo prematuro que se describió en este trabajo presentó una recuperación
exitosa. Sin embargo, no obstante esto sus posibilidades deportivas se redujeron
debido a la intervención quirúrgica a la cual fue sometido.
34
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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