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FRENTE URBANO

Introducción

Los nuevos elementos que se van configurando en el contexto global de la guerra, lo urbano va
adquiriendo el papel que le corresponde jugar en las diferentes fases que como proyecto político
revolucionario, nos hemos propuesto. Tanto por la gran concentración de población, por ser nuestro
país de características regionales y de ciudades, es donde se concentra la clase obrera y trabajadora,
por tanto jugara su papel determinante en este proceso.

Con mayor objetividad en los diferentes Frentes de Guerra y Áreas estratégicas, lo urbano se viene
ligando y articulando a lo rural, tanto por el desarrollo o crecimiento, se hace necesario los empalmes
o la construcción e implementación del trabajo suburbano o de periferia.

En este momento, es notorio el reflujo de masas; por lo tanto, son más evidentes las dificultades para
organizar el movimiento político de la clase obrera y popular, como consecuencia del avance del
fenómeno paramilitar que pretende generalizarse y la avasallante incidencia de los medios masivos de
comunicación, con el propósito de revertir el acumulado alcanzado.

Desde 1.989, la Organización se trazo unas políticas para lo urbano y unos ejes de acumulación
estratégica, que en cada parte hemos procurado de alguna manera, implementarlos, dinamizarlos y
racionalizarlos. Consideramos que hemos carecido de un seguimiento sistemático, que nos permita
ordenar y valorar los niveles de desarrollo, generar una escuela y una promoción de militantes, que
dotados de la mentalidad de guerra, continuemos llevando y profundizando la confrontación en la
retaguardia enemiga.

En varias ciudades, la fuerza ha alcanzado una estructuración hasta los niveles de escuadra, en otros se
manifiesta en comandos. Donde se ha dado un estancamiento generalizado es el proceso de
construcción del Frente Obrero. Hay ciudades en donde se logra reordenar el trabajo obrero con base en
la apropiación de propuestas y estableciendo unos criterios de selectividad en las líneas de penetración
y nucleación, priorizando los renglones estratégicos de la producción.

Sin embargo, las dificultades de la clase, producto de la imposición del modelo, la guerra integral y las
tradiciones políticas sindicales y la indefinición de compromisos, no nos han permitido mayores
desarrollos, por ejemplo, la línea militar de masas ha tenido escasos avances en el sector.

Es preciso avanzar en la estructuración del Frente obrero, como un objetivo que comprometa el
esfuerzo de todas las estructuras, priorizando en cada eje de acumulación que el trabajo obrero aporte a
los sectores estratégicos de la producción.

En el terreno ideológico, hay un esfuerzo significativo en la confrontación a la ofensiva de la burguesía


al respecto, pero aun no es sostenible. En ese terreno vamos reactivando y diversificando nuestra
propaganda a la vez que potenciamos la comunicación de las organizaciones populares. Vamos
reactivando el movimiento cultural y dándole cuerpo a un sistema educativo con sus instrumentos a
cada nivel, que responda a las necesidades de formación de los líderes de masas y un plan de formación
hacia nuestros cuadros.
En cuanto a Movimiento político, solamente en dos ciudades se encuentran configurados unos
espacios. Se trabaja por conformar proyectos de estas características en otras ciudades a partir de la
centralización de las luchas sociales que se vienen generando en las distintas BRMs.

Las experiencias en economía alternativa son muy reducidas, aunque constituyen ejes de construcción
en la mayoría de las BRMs y con menos protagonismo en el Frente Obrero por la lentitud con que
marcha el reordenamiento de sus proyectos cooperativos.

Los desarrollos en la retaguardia periférica se ven afectados por la ofensiva del enemigo y la
implantación del paramilitarismo en estas áreas. También cuenta el hecho de no poder concretar aun un
plan de área que permita una mayor coordinación y proyección del acumulado conjunto.

En otras ciudades, los frentes todavía no logran acercarse a ellas.

Poco a poco hemos ido ajustando el sistema de conducción que nos permita el desarrollo de cada uno
de los ejes de acumulación, al igual su articulación en una sola estrategia diseñada para cada ciudad.
Los signos de parroquialismo se superaran en la mediada que jalonemos proyectos de integración de
los acumulados, un plan global para la ciudad y habilitamos espacios en las estructuras para ese
objetivo.

Hemos ganado en la conducción en directo, pero persisten dificultadas creadas principalmente por
problemas de seguridad y por la disposición de la militancia. En relación a la preservación de la fuerza,
la ofensiva del enemigo nos ha llevado a ajustar la conspiratividad, la compartimentación y el
funcionamiento de las estructuras urbanas.

Así, se logra desarrollar una dinámica en la que se logra mantener un seguimiento a la militancia y a los
planes y proyectos; a través de la nucleación y los diferentes eventos democráticos y de formación.

La permanencia de los mandos se ve afectado por esas circunstancias, lo que no permite la continuidad
del proceso y debilita la capacidad de conducción.

Se requiere asumir un proceso de formación y promoción que configure una militancia con los
elementos suficientes para transformar una realidad tan compleja y poder enfrentar la ofensiva
ideológica, política y militar que el enemigo despliega en grandes proporciones y modalidades.

Resaltamos las dificultades, ocasionadas por los escasos recursos técnicos y bélicos necesarios para la
actividad política, militar y de masas en un espacio de confrontación donde la desfavorabilidad en la
correlación de fuerzas juega.

Hoy afrontamos el roto de ganar herramientas científicas, que nos permitan ser objetivos en la
planeación urbana.

Con el propósito de que III Congreso habilite un espacio de valoración y proyección del Frente
Urbano, planteamos los siguientes elementos.
1. DIFICULTADES Y DESARROLLOS DE LOS EJES DE ACUMULACIÓN

Consideramos que el segundo congreso atino en gran medida, apuntar a resolver uno de los principales
problemas del proceso revolucionario, como lo es el desarrollo desigual existente entre el campo y la
ciudad, al asumir este ultimo como un escenario fundamental en el desenlace del conflicto.

Validamos entonces, el grueso de las conclusiones que adopto el evento anterior, manteniendo los ejes
de acumulación estratégicos en lo urbano, como son: BRMs, Frente Obrero, Fuerza Militar
permanente, OPMs Ideológico, Movimiento Político y Retaguardia Periférica.

Hoy hemos recorrido un camino del cual podemos extraer nuevos desarrollos, sobre todo en lo que
respecto a las líneas de construcción de cada eje; como también, evidenciar algunas problemáticas que
están sin resolver. En este sentido, hay un vacío en tanto que después de siete años no ha existido un
espacio nacional propio que fuera racionalizando y ajustando el proyecto urbano.

La realidad que hoy vive el país y sus procesos sociales, nos exige profundizar sobre los siguientes
aspectos:

1. Identificar las nuevas proyecciones que la burguesía con su nuevo modelo de acumulación y
dominación capitalista le esta marcando a las ciudades, en lo nacional, lo regional y lo local.

2. Con base en ello debería ser el plan estratégico que reoriente los actuales desarrollos del trabajo
urbano.

3. Precisar la articulación de lo urbano en el desarrollo de la guerra en sus diferentes fases y, sobre


todo, en las acciones de ofensivas.

4. El sistema de conducción urbana, que permita jalonar y articular los distintos ejes de
acumulación.

En estos años de logros y dificultades, en que hemos ido dándole coherencia al trabajo revolucionario
en lo urbano, que se corresponda con el enfoque de la GPP y con las realidades cambiantes de este
proceso, hemos podido consolidar nuestra presencia en varias ciudades como frentes, contando con
ocho en el momento, y en otros centros urbanos estamos en Implantación.

Los avances más notorios se dan en el eje de BRMs. hemos logrado un asentamiento en territorios de
importancia estratégica, asimilando unos criterios geopolíticos que en gran medida, parten de un
conocimiento básico de la dinámica de las ciudades y en parte, de los intereses que a largo plazo se ha
propuesto la burguesía con ella.

Esta investigación primaria y la racionalización de la experiencia desarrollada, en un mayor


acercamiento a las masas, se han identificado las bases para la estructuración de propuestas políticas
globales para cada ciudad y su expresión en propuestas sectoriales (cultura, derechos humanos, obrero,
estudiantes, servicios, etc.)

En las BRMs, las líneas de acción que jalonan el proceso han sido el trabajo con la juventud, lo
cultural, las milicias, lo autogestionario y las luchas cívicas, en la construcción de FMP, superamos la
mentalidad de aparato, articulándola al TPO en los diferentes ejes de acumulación, principalmente en
BRMs y el Frente Obrero. Esto permite además, que la fuerza gane una visión integral del proceso que
llevamos y queremos en lo urbano, armonizando la operatividad militar con ese propósito. De esta
forma, también se ha podido ordenar una línea de construcción de la FMP, en la que se articula el
conjunto de la estructura a la materialización de los planes militares.

II. PREPARAR LOS FACTORES DESENCADENANTES PARA LA OFENSIVA


ESTRATEGICA.

a) Acumular y confrontar en la retaguardia enemiga.

b) Huelga General-Insurrección armada.

c) Relación campo-ciudad.

a) Nuestro trabajo en los escenarios urbanos, tienen que apuntar a jugar un papel protagónico y
dinámico en el desarrollo de nuestra estrategia. En ese sentido, buscamos implantar y consolidar
una fuerza revolucionaria integral, que jalone y conduzca la lucha de clase y prepare las
condiciones que nos permitan desencadenar los factores de definición estratégica (la insurrección
armada de las masas, la Huelga General y la ofensiva militar.

Teniendo como norte estas definiciones políticas, desde ahora nuestro trabajo en las BRMs, debe
tener una clara ubicación geopolítica, buscando acumular en cada jornada de protesta y lucha
callejera, que nos posibilite ganar experiencia y capacidad de planificar y desarrollar jornadas de
mayor profundidad y alcance, que paulatinamente nos cimienten las bases para insurrecciones
parciales y generales.

En el Frente Obrero, debemos asentarnos en los sectores estratégicos de la economía, buscando que
exista una coincidencia entre lo obrero y popular, Este trabajo debe cimentarse en un nuevo
dirigente obrero, que se asuma como dirigente revolucionario y que conduzca globalmente la lucha.
También este trabajo, debe estar fundamentado en la construcción de una sólida milicia y
autodefensas obreras.

b) La integración campo-ciudad, busca acercar nuestro acumulado estratégico a las ciudades; nos debe
también permitir, sentar las bases en la construcción de las retaguardias operacionales, que nos
garantice el asedio estratégico a los centros urbanos y realizar Incursiones cada vez más profundas,
audaces y continuas, donde combinemos fuerzas urbanas y rurales. Esta retaguardia nos debe
garantizar oxigenación y apoyo al trabajo urbano, con el asentamiento de la conducción estratégica
en momentos de ofensiva.

c) La posibilidad de construcción de unidades de ejército en la ciudad, pasa porque desde hoy, nuestros
esfuerzos apuntan a ir construyendo una fuerza militar permanente altamente calificada,
solidamente formada y técnicamente armada, acorde al estado actual del conflicto y la
profundización de este. En esta medida, debemos apuntar a sentar las bases en la construcción de
FES urbanas. Todo este esfuerzo, nos debe dotar de experiencia y capacidad de conducción de
maniobras urbanas, cada vez más extensas y de calidad.
III. DISEÑO DE LOS COMPONENTES Y PLAN ESTRATÉGICO DE LAS PRINCIPALES
CIUDADES.

Son aquellos aspectos que configuran su estructura y superestructura como ciudad: socio-económico,
político, territorial, poblacional, administrativo, ideológico, histórico, militar, etc., los cuales
representan para el proceso revolucionario, un escenario de acumulación estratégico y se constituyen
para la burguesía, en factores de mayor preservación, control y sometimiento.

El capitalismo construye un tipo de ciudad, en la cual el fin, es concentrar mayores niveles de riqueza
en pocas manos a costa de mayor explotación de obreros y sectores populares, haciendo la menor
inversión social posible, para el mantenimiento de la propia ciudad y de las ciudades que genera.

Así como el capitalismo no podría existir sin las ciudades, también debemos decir, que las propias
ciudades engendran la más profunda contradicción capital-trabajo y junto a ella, la ciudad es el
escenario de permanentes conflictos en torno a la distribución y al consumo de las mismas riquezas
que en la ciudad se producen. Se acrecienta la marginalidad social como exclusión y abandono de los
derechos más sentidos de la población por parte del Estado, generando la contradicción: Estado-Pueblo.

El siguiente paso a este proceso de abandono social, es la pérdida de la dignidad por bastos sectores de
la población, dando origen a la descomposición, la delincuencia y la barbarie, que aquí en Colombia le
han dado el calificativo de ".Desechables". De esta manera vista la ciudad actual, se puede concluir
que la ciudad capitalista, se constituye en el mayor componente estratégico del proceso revolucionario.
Por esta razón, nosotros debemos mirar la ciudad como un espacio de permanente contradicción y
lucha.

Ante la importancia estratégica de la ciudad, la oligarquía intenta controlar y fortalecer en ella; sin
embargo, ante la concentración de factores estratégicos y de contradicciones que sintetiza, nosotros
tenemos un acumulado a su interior con un enfoque de poder popular, donde debemos continuar
profundizando nuestro trabajo en los ejes de acumulación, en la investigación y conocimiento de los
componentes estratégicos de cada ciudad.

Los componente estratégicos de cada ciudad, permiten un gran dominio y conocimiento de las
particularidades y su globalidad; posibilitan la mejor implantación del trabajo en el espacio más
apropiado o prioritario, mediante un seguimiento y racionalización que garanticen la construcción de
una escuela y una militancia capaces de darle continuidad al diseño y proyección de nuestros planes
tácticos-estratégicos acordes al desarrollo.

Consideramos que en algunas ciudades, priman uno o más componentes que otros, ejemplos: En
Barranca tiene importancia el elemento histórico de identidad; la resistencia indígena de los yariguíes,
continuada por los obreros petroleros y la lucha cívico-popular con el acompañamiento de la
organización. Pero también es importante el componente económico, poblacional, administrativo, su
sistema vial, fluvial y aéreo, la disposición del enemigo. Saber interrelacionar este tejido urbano, en la
mente y corazón de cada militante, para así interpretar y transformar junto a nuestro pueblo todas sus
necesidades aspiraciones.
IV. ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO

En el Frente urbano, la militancia desarrolla trabajo político organizativo en lo obrero, lo estudiantil, las
BRMs, las organizaciones sociales y políticas de masas, con una conducción elegida democráticamente
que orienta los diferentes espacios de trabajo revolucionario.

En el caso de las BRMs, las fase que se tienen son de implantación en algunos casos y consolidación en
otros sin llegar a desarrollarse ni ejercer poder popular.

En cuanto al movimiento político de la clase obrera, no se ha desarrollado por todas las dificultades que
ha pasado. En lo popular se tienen buenas experiencias y se ha logrado desarrollar en algunos casos. En
lo político-ideológico, en la perspectiva de la insurrección, la Huelga General y la ofensiva militar, no
hemos logrado romper el esquema que nos impone el gobierno.

Las milicias que se han formado en la mayoría de las partes, se ubican en los sectores populares,
clandestinas y compartimentadas entre si, conducida por militantes de la organización.

Hay otra milicia en el trabajo amplio en la conducción y dirección de la OPMs y de las organizaciones
gremiales y naturales de las masas.

Los militantes están en organismos de conducción, responsables de colectivos políticos-organizativos,


OPMs, FMP, milicias y comandos.

Los premilitantes son colectivos de base político-organizativos, algunos de ellos en las milicias y
comandos. Se ha ganado bastante en conducciones intermedias.

La Fuerza Militar Permanente, tiene unos compañeros que son la columna vertebral de esta, de tiempo
completo, desarrollan la logística, inteligencia y operatividad; reforzada con los miembros más
destacados de milicias, dependiendo de la envergadura de las tareas y luego regresan a sus espacios
naturales de trabajo.

La estructura urbana en cuanto al funcionamiento, se ha ido ganando en aplicar los principios


organizativos. Encontramos una militancia urbana que se ha ido implantando en sus trabajos, regidos
por planes y conducción centralizada.

En lo conspirativo, hemos cambiado e implantado nuevos métodos, para responder a los retos que nos
plantea el enemigo, debido al control que ha alcanzado en los últimos años en los espacios urbanos.

El reto para la estructura urbana, es ganar la disciplina y la planeación colectiva; que supere el
activismo, el liberalismo y rutina, donde el enemigo continúa fijando sus objetivos para golpearnos.

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