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La Diabetes Mellitus (DM) se define como un desorden metabólico crónico

caracterizado por niveles persistentemente elevados de glucosa en la sangre,


como consecuencia de una alteración en la secreción y/o acción de la insulina. La
acción deficiente de la insulina puede deberse a una disminución en la secreción
de ésta a cargo de las células Beta (B) pancreáticas, a una disminución en la
respuesta a la insulina por los tejidos blanco (resistencia a la insulina), o a un
incremento en las hormonas contrarreguladoras opuestas a los efectos de la
insulina. Las contribuciones de estos factores determinan las subclasificaciones de
la Diabetes: tipo 1 y tipo 2.

La DM tipo 1 se caracteriza por una destrucción de las células B de los islotes


pancreáticos, que se traduce en un déficit absoluto de insulina y en una
hiperglucemia sintomática. Esto genera una dependencia vital a la insulina
exógena. Su causa es en el 90% autoinmune y en el 10% idiopática Es típica de
niños y adolescentes, aunque puede desarrollarse en cualquier edad.

La asociación entre DM y alteraciones auditivas ha sido objeto de estudio de


diversas investigaciones, estableciendo relaciones con factores tales como el
tiempo de evolución de la enfermedad, el control metabólico, la presencia de
complicaciones microangiopáticas, entre otros. Los resultados obtenidos son
variados, encontrándose en algunos una correlación positiva mientras que en
otros no la hay. Cabe mencionar que las manifestaciones clínicas de la DM se
dividen en complicaciones agudas y crónicas. Dentro de esta última encontramos
la microangiopatía, la neuropatía y la macroangiopatía que serían consecuencias
directas de las alteraciones metabólicas, específicamente por la hiperglucemia, y
que tendrían un impacto a nivel del sistema auditivo.

Es así como, los estudios histológicos evidencian una desmielinización del nervio
auditivo en personas con DM, pérdida de células ganglionares y células del órgano
de Corti, degeneración de la vía auditiva central y engrosamiento de los vasos que
irrigan la estría vascular.

Respecto a la fisiopatología de la microangiopatía en personas diabéticas se cree


que es causada por la proliferación endotelial por presencia de material acidófilo
en el interior de los capilares y engrosamiento de la membrana basal de los
capilares de la estría vascular, comprometiendo el suministro de oxígeno y glucosa
necesarios. Esta condición podría ocasionar retención de endolinfa, hydrops y
alteraciones auditivas. En relación a la presencia de neuropatía auditiva se
debería a la presencia de depósitos de colágeno a nivel del sistema auditivo
periférico y en fibras mielinizadas del nervio auditivo

Schucnecht señala que hay personas que presentan episodios de vértigos


semejantes a una neuritis vestibular aguda y que correspondería a una
presentación inusual de una neuropatía craneal de la DM. Dentro de las
características auditivas posibles de encontrar en sujetos diabéticos está la
pérdida auditiva de tipo sensorioneural principalmente en las frecuencias medias y
altas.
La diabetes mellitus tipo 2 (DM) es una enfermedad prevalente en nuestro país,
siendo provocada por una falla en los mecanismos de regulación de la glicemia,
generando hiperglicemias crónicas, que a lo largo del tiempo provocan diversas
complicaciones en órganos blancos como la retina, riñón y extremidades. Las
complicaciones son el resultado de lesiones a nivel endotelial, neural y matriz
extracelular de los tejidos. Todas ellas finalmente llevan a un gran estrés oxidativo.

Según la encuesta nacional de salud la prevalencia de esta enfermedad fue de


6,3% en 2003, subiendo a 9,4% en la encuesta de 2009-20103.
Epidemiológicamente Chile es uno de los países en América con las mayores
tasas de diabetes mellitus tipo 2, con prevalencia e incidencia crecientes.

El diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 en niños y adolescentes es cada vez


más frecuente, y esto seguramente producirá un aumento de complicaciones
crónicas por esta enfermedad en pacientes más jóvenes.

Por más de 100 años, diversos estudios han tratado de correlacionar la diabetes y
la pérdida auditiva con resultados controversiales. Algunos estudios han
encontrado que la DM tipo 2 puede causar lesiones en el sistema auditivo en el
largo plazo. La lesión es una hipoacusia de tipo neurosensorial. Esta sería mayor
a la esperada con respecto a la edad en sujetos normales y sin antecedentes
auditivos. La severidad de la pérdida auditiva dependería también de lo avanzado
de la enfermedad metabólica.

La diabetes mellitus podría causar posibles daños a nervios y vasos del oído
interno, que podrían llevar a una degeneración neuronal del aparato auditivo7. Los
estudios en modelos animales han encontrado engrosamiento de la membrana
basal, en ratones con diabetes inducida, los que son concordantes con lesiones de
microangiopatía.
Fukushima y col también demostraron lesiones en estría vascular y en células
ciliadas externas en 18 huesos temporales de pacientes diabéticos, que se
trataban con hipoglucemiantes o insulina, observados bajo microscopio
electrónico.

Cullen JR demostró que pacientes diabéticos insulino dependientes eran


significativamente más hipoacúsicos que el grupo control. Díaz de León Morales y
col encuentran pérdidas auditivas subclínicas en frecuencias agudas y deterioro
de la respuesta auditiva del tronco cerebral, pero ésta fue independiente de otras
complicaciones de microangiopatía, como retinopatía, neuropatía o nefropatía
diabética.

Sin embargo, hay otros autores, como De España R. que concluye en su trabajo
que la pérdida auditiva no es una característica habitual de los pacientes con DM,
y que cuando se presenta puede ser atribuida a deterioro fisiológico del oído
interno por envejecimiento y que los mecanismos patogénicos son oscuros.
Para este trabajo nuestra hipótesis diagnóstica fue: los pacientes con diabetes
mellitus tienen una mayor pérdida del umbral auditivo que sujetos normales sin
esta patología.

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