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“Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”… “Ser mamá es lo más lindo de
ser mujer”… “Hijo, a las mujeres no hay que entenderlas, hay que quererlas”… Estas
nuestro contexto.
Desarrollo
Primeramente, para comprender por qué la violencia de género, como otras tantas
o “equitativa”, habría que recurrir a la TRS. Esta teoría sustenta que los sistemas de valores,
ideas y prácticas de los seres humanos poseen una doble función: 1) establecer un orden
que permita a los individuos manejarse y percibir control sobre el mundo, y 2) facilitar la
las situaciones (Janos y Espinosa, 2014). Estos códigos funcionan como símbolos que
patrones o ideas generalizadas acerca de cada uno de los géneros y sexos, desde formas de
hijos son mejor educados por una madre que por un padre” o “las mujeres representan el
amor y la debilidad”. Los autores concluyeron que las/los participantes mostraron una
tendencia más arraigados hacia los estereotipos tradicionales de género (Cubillas et al.,
2016). Estos estereotipos se refuerzan por una marcada separación de los roles sexuales,
escuela, los gobiernos y los medios de comunicación masivos (Ferrer y Bosch, 2000;
sistema patriarcal, donde los roles de género tradicionales parten de una relación jerárquica,
invisibilizadas de generación en generación, tomadas por los que proceden como verdades
absolutas, tradiciones o fundamentos para adaptarse al mundo o a la sociedad. Deaux y
Lafrance (1998; citado en Bruel, 2008) sostienen que se pueden observar cómo los niños y
las niñas aprenden desde muy temprana edad, a través de la cultura en la cual están
representaciones de lo masculino y lo femenino. Desde ideas tan simples como “el hombre
Ahora bien, cuando uno considera los puntos mencionados en los dos párrafos
anteriores, es inevitable cuestionarse cómo corregir estos patrones de ideas culturales que
quinta definición (ya en desuso, por cierto) de la palabra “institución” según la Real
enseñanza, podemos modificar los patrones de conducta e ideológicos que se han ido
repitiendo y heredando. Tal es el caso de las intervenciones realizadas por Vizcarra, Poo y
Donoso (2013) y Pick, Leenen, Givaudan y Prado (2010), que propusieron programas de
principal, puesto que existen casos donde la violencia ya es ejercida con una mayor
frecuencia o gravedad. En estos casos, el foco principal se dirige al tratamiento de los
ante el género, y/o a la intervención con víctimas, con el objetivo de atender secuelas del
esta forma, se reconocen tanto propuestas preventivas como interventoras de distintos casos
más estudiadas.
Conclusión
teórico y basado en una extensa revisión bibliográfica las bases del origen y reproducción
de la violencia de género, así como las propuestas existentes para reducirlo. Interpretar esta
mantienen presentes tantos casos de violencia de género, con una marcada representación
categorías se han ido heredando generación tras generación, con patrones marcados de
cómo concebir a la mujer o al hombre y lo que se espera que brinde o no el uno o el otro, y
la construcción de estas ideas arraigadas. Cerrando así, comentando las propuestas más
violencia, hasta el tratamiento con aquellos que han agredido o han sido agredidos en
alguna ocasión. Así, concluyo enfatizando que este fenómeno es producto de una
enseñó/aron papá, mamá, familiares y/o la sociedad en general”. Por ende, estas mismas
personas que participamos en comunidad, somos los que estamos comprometidos a
defender los derechos humanos de todas y todos. Porque todas y todos merecemos ser
“entendidos y queridos”.
Referencias
Cubillas, M. J., Valdez, E., Domínguez, S. E., Román, R., Hernández, A. y Zapata, J.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5883775
Bruel, T. C., Scarparo, H. B., Calvo, A. R., Herranz, J. R. y Blanco, A. (2013). Estudio
psicosociales sobre un posible factor explicativo. Papeles del Psicólogo, 75, 13-19.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6612104
de: https://academica-e.unavarra.es/bitstream/handle/2454/25375/TFM17-
%20SARAI%20-FIN.pdf
Pick, S., Leenen, I., Givaudan, M. y Prado, A. (2010). Salud Mental, 33(1), 153-160.
10.5354/0719-0581.2013.27719