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Rehabilitación después
de una reparación quirúrgica
del manguito de los rotadores
del hombro
J.-S. Roy, F. Desmeules

Las rupturas totales sintomáticas de los tendones del manguito de los rotadores son fre-
cuentes, puesto que afectan al 4-32% de la población general y su incidencia aumenta
con la edad. Cuando se produce una ruptura total del manguito de los rotadores, el tra-
tamiento recomendado en un primer momento es conservador, y cuando éste fracasa,
se plantea su reparación quirúrgica. Ésta consiste en unir los tejidos tendinosos rotos
por medio de suturas, y en el caso de que los tendones estén separados de su punto de
inserción en la cabeza humeral, en volver a unir los tendones al hueso. Después de la
cirugía, los pacientes participan en un programa de rehabilitación postoperatoria, cuyos
objetivos principales son mejorar el nivel funcional, la amplitud del movimiento articular
y la fuerza muscular del hombro, a la vez que se minimizan los síntomas y los riesgos
de recidiva. Este artículo propone un análisis de los datos empíricos relacionados con los
factores pronósticos y las diferentes opciones terapéuticas después de una reparación
quirúrgica. Basándose en las evidencias directas e indirectas, así como en la experiencia
clínica y en la opinión de los expertos, ya que los datos empíricos son todavía insuficientes
para justificar todas las etapas de la rehabilitación, se propone un protocolo de rehabi-
litación. Este protocolo se desarrolla en cuatro fases. La primera, o fase de reposo, tiene
como objetivo proteger la reparación quirúrgica. La segunda fase, o fase pasiva, trata
de recuperar las amplitudes de los movimientos articulares pasivos del hombro. Durante
la tercera fase, o fase activa, el objetivo es recuperar las amplitudes de los movimientos
articulares activos y el control neuromuscular del hombro. Por último, el objetivo de la
cuarta fase, o fase de fortalecimiento, es el aumento gradual de las fuerzas producidas
por el manguito de los rotadores y la vuelta a las actividades profesionales, deportivas o
de ocio.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Hombro; Manguito de los rotadores; Rehabilitación; Reparación quirúrgica;


Ejercicios; Tendón

Plan Fase 3: activa 5


Fase 4: fortalecimiento 6
■ Introducción: el manguito de los rotadores 1 ■ Conclusión 8
■ Rupturas totales del manguito de los rotadores:
opciones de tratamiento 2
■ Rehabilitación después de una reparación quirúrgica
del manguito de los rotadores del hombro 2  Introducción: el manguito
Fases de cicatrización de los tendones del manguito
de los rotadores 2
de los rotadores
Datos empíricos que deben guiar la rehabilitación 3
El manguito de los rotadores está formado por los
■ Protocolo de rehabilitación después de una reparación tendones de los músculos subescapular, supraespinoso,
quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro 4 infraespinoso y redondo menor. Sus funciones principa-
Fase 1: reposo 5 les en la articulación glenohumeral son contribuir a la
Fase 2: pasiva 5 abducción y a la rotación lateral y medial del brazo, así

EMC - Kinesiterapia - Medicina física 1


Volume 38 > n◦ 2 > mayo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1293-2965(17)83663-X
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como a la estabilidad dinámica de dicha articulación. La de los pacientes. Los autores recomendaban, por último,
escápula también juega un papel importante en la movi- comenzar con un tratamiento conservador cuando se tra-
lidad y estabilidad de la articulación glenohumeral, ya taba de pacientes mayores con una ruptura del manguito
que proporciona una base estable para la activación de los de origen no traumático. Hay que señalar que la amplitud
músculos del manguito de los rotadores. Una alteración promedio de las rupturas era inferior a 1 cm en los tres
del movimiento de la escápula, denominada discinesia grupos [8] .
escapular, puede afectar la función normal del manguito Tras el fracaso del tratamiento conservador, se podría
de los rotadores. plantear la cirugía. La reparación quirúrgica del manguito
Las lesiones musculoesqueléticas del hombro más fre- de los rotadores consiste en unir los tejidos tendinosos
cuentes en los adultos son las lesiones que afectan a rotos por medio de suturas y, cuando los tendones se
los tendones del manguito de los rotadores; representan han desprendido de su punto de inserción en la cabeza
un 50-85% de todas las afecciones del hombro [1] . Estas humeral, consiste en fijar los tendones al hueso. Se
afecciones incluyen la tendinopatía del manguito de los utilizan distintos abordajes quirúrgicos: abierto, semia-
rotadores sin ruptura, la ruptura parcial y la ruptura total bierto o por artroscopia. También hay diferentes tipos
de uno o de varios tendones del manguito. Aunque menos de anclaje: de una hilera y de doble hilera. Según dos
frecuentes, las rupturas totales tienen un pronóstico más revisiones sistemáticas recientes, no hay diferencias sig-
sombrío y representan un mayor desafío para el terapeuta nificativas entre los resultados de una cirugía abierta y
que supervisa la rehabilitación de los pacientes que las los obtenidos por artroscopia para reducir el dolor o los
sufren. trastornos funcionales [9, 10] . Por lo que se refiere al tipo
de anclaje, las conclusiones de tres revisiones sistemáticas
son similares [11–13] : desde un punto de vista funcional, no
existe diferencia significativa alguna entre un anclaje de
 Rupturas totales una hilera y de doble hilera. Sin embargo, ciertos datos
del manguito de los rotadores: podrían sugerir que los anclajes de doble hilera reduci-
rían el riesgo de rupturas recidivantes, sobre todo en los
opciones de tratamiento pacientes que presentan rupturas superiores a los 3 cm [13] .

La ruptura total es un desgarro que afecta al tendón en


todo su grosor. Puede ser de origen traumático o secun-  Rehabilitación después
dario al uso excesivo del brazo. Se puede clasificar de
diversas formas, y en general se hace según la localización de una reparación quirúrgica
de la ruptura (posterosuperior o anterior), de su extensión del manguito de los
(pequeña: inferior a 1 cm; mediana: de 1-3 cm; amplia; de
3-5 cm; masiva; superior a 5 cm), de su patrón (cara articu- rotadores del hombro
lar, bursal o intersticial), así como de la presencia de una
atrofia muscular grasa y de una retracción del tendón [2] . Fases de cicatrización de los tendones
Las rupturas totales sintomáticas son frecuentes, ya que del manguito de los rotadores
afectan al 4-32% de la población general [3] y su inci-
dencia aumenta con la edad (prevalencia del 13% en Es importante conocer el proceso de cicatrización de
personas en la quinta década de su vida, y superior al los tendones del manguito de los rotadores después de
50% en los mayores de 80 años) [4] . Aun así, dos tercios una reparación quirúrgica para poder establecer un pro-
de las rupturas totales serían asintomáticas [5] , mientras tocolo de rehabilitación eficiente y seguro [3] . Estudios
que el otro tercio presentaría síntomas como dolor, debi- histológicos revelan que este proceso de cicatrización ten-
lidad muscular y pérdida de amplitud del movimiento, dinosa consta de tres fases después de una reparación
así como limitaciones funcionales. Después de una rup- quirúrgica: una fase inflamatoria, una fase de prolifera-
tura total del manguito de los rotadores, se recomienda ción y una fase de remodelación [14] . El modelo animal
un tratamiento conservador como primera opción. Tras muestra que durante la primera semana tras la fijación
una revisión sistemática para evaluar la eficacia de un pro- quirúrgica tendón-hueso del manguito de los rotadores,
grama de ejercicios en pacientes con edades comprendidas células inflamatorias, seguidas de plaquetas y de fibroblas-
entre los 59 y los 78 años y que tenían una ruptura total tos, migran hacia el foco quirúrgico y, a continuación,
del manguito de los rotadores, los autores concluyeron proliferan durante 2-3 semanas [15] . Este proceso, junto
que para tratar a este grupo de pacientes [6] , se recomen- con una síntesis de colágeno de tipo III, permite resta-
daba un programa de ejercicios solo o acompañado de blecer de manera gradual las propiedades mecánicas del
otras medidas no quirúrgicas. tendón. Alrededor de 3-4 semanas después de la cirugía,
Por otra parte, se han publicado dos ensayos aleatoriza- comienza la fase de remodelación y el tejido cicatricial se
dos sobre el tema, en los que se comparaba la reparación organiza mediante la renovación de la matriz extracelu-
quirúrgica del manguito de los rotadores con el pro- lar. Durante esta fase, el colágeno de tipo III es sustituido
grama de ejercicios. Los autores de uno de estos ensayos por colágeno de tipo I hasta la formación de un tejido
(n = 103) [7] , que compararon los resultados en pacien- cicatricial maduro [15] . El tejido que ha sido remodelado
tes con una edad promedio de 60 años, concluyeron que después de la reparación quirúrgica no alcanza su resisten-
la cirugía era más eficaz que un programa de ejercicios a cia máxima a la tracción antes de 12-16 semanas después
medio y largo plazo para reducir el dolor y mejorar el nivel de la cirugía [15] . La transición normal entre tendón y
funcional. En el otro ensayo clínico aleatorizado (n = 167), hueso, que normalmente incluye fibrocartílago no mine-
se compararon tres tipos de medidas: la reparación del ralizado y mineralizado, no se recuperaría [16] , por lo que el
manguito de los rotadores con acromioplastia, la acro- proceso cicatricial no conduciría a una regeneración com-
mioplastia sola y un programa de ejercicios en pacientes pleta de la inserción tendinosa, sino a la formación de una
mayores de 55 años que presentaban una ruptura total del cicatriz fibrosa interpuesta entre el tendón y el hueso, de
supraespinoso [8] . El objetivo del programa de ejercicios menor resistencia mecánica si se compara con la de un
era mejorar el control glenohumeral y escapulotorácico, tendón no lesionado [17–19] .
fortaleciendo a la vez los músculos del manguito. La con- Es importante destacar que la capacidad de cicatriza-
clusión fue que la eficacia de un tratamiento conservador ción de un tendón es limitada, como lo demuestra la
era similar a la de una reparación quirúrgica del manguito tasa de recidivas después de una reparación quirúrgica
de los rotadores con acromioplastia o a la de una acro- del manguito de los rotadores (16% para una ruptura
mioplastia sola en el plano funcional o de satisfacción total no retraída en un joven [20] y 94% para una ruptura

2 EMC - Kinesiterapia - Medicina física


Rehabilitación después de una reparación quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro  E – 26-210-A-10

masiva [21] ). También, la tasa de rupturas recidivantes esta-


ría asociada al tamaño de la lesión, con una tasa del 7-17%
para las menores de 1 cm y del 41-69% para las lesiones
superiores a 5 cm [22] . Dos estudios diferentes han arro-
jado luz sobre un período crítico en la cicatrización del
tendón durante el cual se producen casi todas las rupturas
recidivantes; este período va de la sexta semana al sexto
mes postoperatorio [23, 24] . Por otro lado, sabemos que
varios factores favorecen una recuperación óptima. Según
los resultados de una revisión sistemática [25] , 12 factores
pronósticos estarían asociados a una mejor recuperación:
menor edad, sexo masculino, densidad mineral ósea ele-
vada, ausencia de diabetes de tipo 2, actividad deportiva
de nivel elevado, amplitud de movimiento articular preo-
peratorio más elevada, ausencia de obesidad, ruptura de
pequeño tamaño, retracción menor del manguito, infil-
tración grasa menor, ausencia de afectación múltiple de
los tendones del manguito y, por último, ausencia de
intervenciones quirúrgicas concomitantes en el bíceps y
en la articulación acromioclavicular.

Datos empíricos que deben guiar


la rehabilitación
El principal objetivo de la rehabilitación postoperato-
ria es optimizar la cicatrización tendinosa a la vez que se
minimizan las rigideces postoperatorias [3] . Los protocolos
de rehabilitación varían considerablemente entre los dis-
tintos terapeutas en relación con los ejercicios efectuados Figura 1. Inmovilización del brazo en abducción.
y su progresión, sobre todo porque suelen estar basados
en la experiencia clínica y en la opinión de los exper- a 3 cm, el riesgo de recidiva disminuye con la moviliza-
tos más que en datos empíricos [3] . Lamentablemente, se ción precoz tras una reparación con técnica de una hilera
carece en la actualidad de datos empíricos que apoyen los (riesgo relativo [RR]: 0,66; IC 95%: 0,47-0,95) [33] . Para las
diversos protocolos de rehabilitación descritos en la lite- rupturas mayores de 5 cm, el riesgo de recidiva es más
ratura. Sin embargo, para determinadas modalidades de elevado con la movilización precoz para las técnicas qui-
tratamiento, existen datos que permiten guiar la rehabili- rúrgicas de una hilera y de doble hilera (RR = 2,31; IC 95%:
tación. A continuación, se abordarán los datos empíricos 1,16-4,61). Por lo demás, no habría una diferencia signi-
relativos a estas modalidades. ficativa entre los dos tipos de técnicas [33] . Por último, un
reciente metaanálisis ha mostrado que, para una ruptura
Inmovilización pequeña o mediana, la movilización precoz consigue a los
3 meses una amplitud superior de flexión de 15◦ y de 5◦ a
La rigidez postoperatoria es la complicación más los 6 y 12 meses; la amplitud en rotación lateral es sólo de
frecuentemente descrita después de una reparación qui- 10◦ a los 3 meses [31] . La posición de inmovilización más
rúrgica del manguito de los rotadores, con independencia recomendada para el brazo es la de abducción (Fig. 1), ya
de la técnica quirúrgica empleada [26] . Aunque algunos que diferentes estudios muestran que permite mejorar la
autores recomiendan una movilización pasiva precoz para vascularización y minimizar las tensiones en el tendón
reducir la rigidez postoperatoria, hay estudios que sugie- reparado [34] . Así, una inmovilización de 4-6 semanas con
ren que un período de inmovilización más prolongado, el brazo en ligera abducción favorecería la cicatrización
sin movilización pasiva, no aumentaría la incidencia de de los tendones [3] . Sin embargo, estas recomendaciones
las rigideces postoperatorias. Según los resultados de una podrían variar en función de la importancia de la ruptura
revisión sistemática que incluía siete estudios, la inci- y del tipo de anclaje [35] .
dencia de una rigidez postoperatoria persistente (rigidez
permanente o que requiere una liberación capsular bajo Crioterapia
artroscopia) sería del 3,3%: 1,5% en los protocolos de
movilización precoz y 4,5% en los protocolos que esta- La crioterapia se utiliza para reducir el dolor, el edema,
blecen una inmovilización de 6 semanas [27] . Los autores los espasmos musculares y, posiblemente, minimizar la
de esta revisión sistemática concluyeron que las rigide- respuesta inflamatoria. Tres ensayos clínicos aleatorizados
ces postoperatorias persistentes eran poco frecuentes a han evaluado la eficacia a corto plazo de la crioterapia des-
pesar del período de inmovilización inicial. Autores de pués de cirugías del hombro y han mostrado que dicha
otros cinco metaanálisis han concluido que no había dife- terapia aplicada en el postoperatorio permite reducir el
rencias significativas en cuanto a la capacidad funcional dolor y el consumo de narcóticos durante las primeras
entre la movilización precoz y la inmovilización de 4- 24 horas después de la intervención, mejorar el sueño,
6 semanas [28–32] . Según los resultados de uno de estos mejorar la tolerabilidad en los ejercicios de rehabilitación,
metaanálisis, la movilización precoz tiende a provocar así como disminuir la intensidad y frecuencia del dolor
una tasa de recidiva de ruptura que no es más elevada hasta 3 semanas después de la cirugía [36–38] . Estos datos
desde un punto de vista estadístico (razón de probabilida- sugieren que la crioterapia debería utilizarse al menos
des [OR, odds ratio]: 1,43; intervalo de confianza del 95% entre 10-14 días después de la cirugía.
[IC 95%]: 0,90-2,28; n = 6 estudios) [29] . Sin embargo, este
efecto se vuelve estadísticamente significativo (OR: 1,93;
Movimiento pasivo continuo
IC 95%: 1,04-3,60; n = 4 estudios) tras la exclusión de El movimiento pasivo continuo (CPM, continuous pas-
los dos ensayos clínicos aleatorizados que sólo incluían sive movement) es un aparato motorizado externo que
pacientes con rupturas pequeñas o medianas [29] . Otro permite la movilización pasiva de una articulación. Los
metaanálisis ha revelado que, para una ruptura inferior resultados de un ensayo clínico aleatorizado (n = 100)

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muestran que el uso de un CPM, 2 horas al día durante reparación tendinosa del supraespinoso [45] . Sin embargo,
4 semanas, combinado con ejercicios autopasivos permite se deberían evitar los deslizamientos inferiores (grado III)
mejorar de forma significativa la amplitud de movimiento al principio del postoperatorio, porque pueden aumen-
y reducir a corto plazo el dolor, si se compara con los ejer- tar las tensiones en el proceso de reparación tendinosa.
cicios autopasivos solos [39] . El CPM no tendría, en cambio, Así, parece que se pueden realizar movilizaciones articu-
ningún efecto a largo plazo [39] . Estos resultados han sido lares después de una cirugía, pero su eficacia aún está por
confirmados por la revisión sistemática de Yi et al, que demostrar.
muestra que el CPM no sería más eficaz que los ejercicios
de movilización a medio y largo plazo [40] . Así, el CPM
es una modalidad de tratamiento de seguridad al que se  Protocolo de rehabilitación
puede recurrir para mantener la amplitud de los movi-
mientos después de la cirugía. Su eficacia a largo plazo después de una reparación
está todavía por demostrar. quirúrgica del manguito
Ejercicios de rehabilitación de los rotadores del hombro
Ningún estudio ha comparado la eficacia de un pro-
Los protocolos de rehabilitación después de una repa-
grama de rehabilitación con una intervención control o
ración quirúrgica del manguito de los rotadores han sido
placebo después de una reparación quirúrgica del man-
establecidos para mejorar el nivel funcional, la amplitud
guito de los rotadores. Sin embargo, dos ensayos clínicos
del movimiento articular y la fuerza muscular del hom-
aleatorizados han comparado los resultados de un pro-
bro, a la vez que minimizan los síntomas y riesgos de
grama de rehabilitación a domicilio con otro programa
recidiva. Casi todos los protocolos propuestos en la lite-
supervisado en clínica. Primero, Hayes et al han com-
ratura se desarrollan en cuatro fases. La primera fase, fase
parado un programa de fisioterapia individualizado y
de reposo, sirve para proteger la reparación quirúrgica. La
supervisado en clínica con un programa no supervisado
segunda fase, fase pasiva, sirve para recuperar las ampli-
de ejercicios estándar realizados a domicilio (n = 40).
tudes de los movimientos articulares pasivos del hombro.
Ambos programas resultaron eficaces al final de un segui-
Durante la tercera fase, la fase activa, el objetivo es recupe-
miento de 2 años; los autores consideraron estos dos
rar las amplitudes de los movimientos articulares activos
programas similares en términos de mejoría de las capaci-
y el control neuromuscular (observación de la calidad y
dades funcionales, de las amplitudes de los movimientos y
fluidez de los movimientos con el fin de identificar la pre-
de la fuerza muscular [41] . Roddey et al han comparado un
sencia de posiciones de compensación) del hombro. Por
programa de rehabilitación a domicilio (programa están-
último, el objetivo de la cuarta fase, la fase de fortaleci-
dar presentado en un vídeo, con posibilidad de contactar
miento, es el aumento gradual de las fuerzas producidas
por vía telefónica con el terapeuta en caso de necesidad)
por el manguito de los rotadores y la vuelta a la actividad
con un programa personalizado y dirigido por un fisiote-
profesional, deportiva o de ocio.
rapeuta (n = 98) [42] . Al cabo de 12 meses, la evaluación
Durante todo el período de rehabilitación [3] se nece-
final no reveló ninguna diferencia en los resultados rela-
sita una estrecha comunicación entre el cirujano, su
tivos a las capacidades funcionales. Estos dos estudios
equipo médico, el equipo de readaptación y el paciente.
muestran, por lo tanto, que un programa personalizado
Asimismo, se deben analizar las características persona-
no resulta más eficaz que un programa estándar. Por otra
les y peroperatorias que incluyan las comorbilidades del
parte, una revisión sistemática sobre este tema concluye
paciente, el tamaño del desgarro, el número de tendones
que no existe prueba alguna que muestre la superioridad
implicados, la calidad de los tejidos, la técnica y el material
de un protocolo de readaptación personalizado y super-
quirúrgicos empleados y los procedimientos concomitan-
visado frente a un programa estandarizado y realizado a
tes realizados, para establecer los objetivos específicos de
domicilio [43] .
la rehabilitación, las precauciones y las contraindicacio-
Un ensayo clínico aleatorizado ha evaluado el efecto
nes. Algunos autores proponen protocolos diferentes para
adicional de un programa de fortalecimiento muscular
las rupturas inferiores o superiores a 3 cm [35] . El ele-
avanzado. Piitulainen et al (n = 67) han comparado un
mento primordial de la rehabilitación es un programa de
programa de ejercicios de fortalecimiento a domicilio de
ejercicios a domicilio que debe ser individualizado para
12 semanas de duración (fortalecimiento progresivo a par-
responder a las deficiencias observadas durante evaluacio-
tir del segundo mes postoperatorio, encuentros con un
nes periódicas. También es muy importante para el éxito
fisioterapeuta para la progresión de los ejercicios) con una
de la cirugía [46] informar al paciente sobre su afección
práctica usual (ejercicios de movilización y de fortaleci-
y operación, sobre las etapas de la cicatrización del ten-
miento leves) [44] . Aquí también, aparte de las mejorías
dón, así como sobre las contraindicaciones y precauciones
significativas a nivel funcional observadas en los partici-
necesarias en cada una de las fases del programa. Dicha
pantes de ambos grupos, no se ha constatado ninguna
información permite que el paciente participe en las deci-
diferencia entre los grupos en la reevaluación de los
siones que se han de tomar en las diferentes etapas del
12 meses en cuanto a capacidades funcionales y calidad
programa.
de vida.
Para poder establecer las prioridades de la rehabilitación
y dirigir su desarrollo a través de las distintas fases [35] ,
Movilización articular se recurre a la combinación de cuestionarios que el pro-
Existen técnicas de movilización articular (terapia pio paciente cumplimenta (para evaluar los síntomas y
manual) que se emplean con regularidad para tratar las limitaciones funcionales) y de medidas objetivas adop-
limitaciones del movimiento pasivo a menudo presen- tadas por el terapeuta (para evaluar las amplitudes de
tes en el postoperatorio. Sin embargo, ningún ensayo los movimientos articulares y la fuerza muscular). Los
clínico aleatorizado ha evaluado el efecto de la terapia cuestionarios recomendados para evaluar los síntomas y
manual sola o combinada con un programa de ejerci- limitaciones funcionales presentes después de una repa-
cios después de una reparación quirúrgica del manguito ración del manguito de los rotadores son el Disability
de los rotadores. Un estudio sobre cadáver ha revelado of the Arm Shoulder and Hand (DASH) y el Western
que las tracciones glenohumerales, así como los desliza- Ontario Rotator Cuff (WORC) Index [47] . También están
mientos anteriores y posteriores de alto grado (grado III, disponibles versiones francesas validadas de estos dos
movilización articular de gran amplitud con resistencia), cuestionarios [48–50] . El Constant-Murley Score [51] , que
efectuados con el brazo en posición de reposo, no aumen- es una herramienta mixta que combina cuestionario y
tan de manera significativa las tensiones en un proceso de medidas de las deficiencias y funcionalidad del hombro,

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también puede utilizarse, pero sólo cuando están permi-


tidos los movimientos activos y resistidos (no antes del
cuarto mes del postoperatorio).
Según algunos autores [35] , los signos y síntomas que
sugieren que el paciente no tolera su programa de rehabi-
litación son: dolor en reposo y durante la noche superior
a 6/10 durante las fases 1 y 2, superior a 4/10 durante la
fase 3 y superior a 2/10 durante la fase 4; retraso superior
a 20◦ en los objetivos fijados para la movilidad articu-
lar; incapacidad para realizar movimientos activos o una
pérdida importante de fuerza después de 8-12 semanas.
Generalmente, estos signos y síntomas pueden corregirse
con una serie de consejos y ajustes del programa de rehabi-
litación (por ejemplo: reducir la intensidad y la frecuencia
de los ejercicios, reducir los movimientos efectuados con
el brazo elevado).

Fase 1: reposo
Figura 2. Movilización pasiva en flexión.
El objetivo de la fase 1 es proteger el tendón reparado.
Para ello, se recomienda una inmovilización de 6 sema-
nas, que se puede prolongar hasta 8 semanas en caso de
ruptura masiva. También se recomienda, para las prime- Figura 3. Movilización
ras 3-4 semanas del postoperatorio, el uso de una férula activa asistida en flexión.
con un cojín de abducción (Fig. 1). Después, se puede uti-
lizar una férula estándar. Durante las primeras 2 semanas
después de la cirugía, conviene evitar los movimientos
del hombro, tanto pasivos como activos, para proteger la
reparación tendinosa y favorecer la cicatrización [3] . Este
período de inmovilización total puede prolongarse hasta
el final de la cuarta o sexta semana después de la inter-
vención, en caso de rupturas superiores a 3 cm [3, 35, 46] .
Durante este período, se recomienda retirar la férula una o
dos ves al día para realizar movilizaciones activas preven-
tivas de codo, muñeca y dedos (el brazo debe permanecer
cerca del cuerpo), así como de la región cervicotorácica.
Se puede recurrir a la crioterapia para tratar el dolor.

Fase 2: pasiva Fase 3: activa


Poco tiempo después de la cirugía, la red de colágeno La fase 3 comienza cuando el equipo médico auto-
nuevamente formada en el punto de la reparación nece- riza al paciente a iniciar movimientos activos asistidos
sita ligeras tensiones que influyan positivamente en la (normalmente, entre la sexta y la novena semana del
orientación de sus fibras [15, 52] . Sin embargo, esta red postoperatorio). Durante esta fase, se procede a retirar la
no debe ser sometida a fuerzas más importantes impues- férula. Desde un punto de vista histológico, las fases de
tas por los movimientos activos. Para ello, al final de la inflamación y de proliferación deberían haber finalizado,
segunda semana del postoperatorio, se inician moviliza- y el proceso de cicatrización habría alcanzado la fase de
ciones pasivas del hombro (que se pueden postergar hasta remodelado. Durante esta fase, el tendón reparado debe
la cuarta o sexta semana en caso de rupturas masivas). Para someterse de manera gradual a resistencias, inicialmente
limitar al máximo la activación muscular, estas moviliza- pequeñas, para optimizar la orientación de las fibras en el
ciones pasivas son efectuadas por el terapeuta, que a su vez interior de la matriz de colágeno y aumentar su resistencia
se las puede enseñar a un ayudante o al propio paciente a la tracción [15, 54] .
(autopasivo). Estos ejercicios pueden realizarse con el Los primeros ejercicios efectuados durante esta fase son
paciente en decúbito dorsal o sentado. Inicialmente, se ejercicios de movilización activos asistidos en decúbito
trabajan dos movimientos pasivos en el hombro: la rota- dorsal. Los dos movimientos que se trabajan son la rota-
ción externa en ligera abducción y la elevación del brazo ción interna/externa en ligera abducción y la elevación
en el plano escapular (Fig. 2). Al principio, la ampli- del brazo en el plano escapular. Durante las rotaciones, el
tud de los movimientos pasivos se mantiene entre 0-20◦ brazo sano puede participar en el movimiento con ayuda
para la rotación externa y entre 0-90◦ en la flexión, para de una barra o de un bastón. Durante la elevación, el
limitar las tensiones sobre el tendón reparado [46] . La brazo sano puede sujetar directamente el brazo afectado
amplitud de estos movimientos se va aumentando pro- para colaborar en el movimiento (Fig. 3). Gradualmente,
gresivamente hasta alcanzar una amplitud de movimiento las fuerzas solicitadas al hombro operado van aumen-
completa e indolora al final de la 12.a semana. De acuerdo tando, hasta realizar el movimiento activo sin asistencia.
con las características peroperatorias, se pueden restrin- Esta progresión se extiende a lo largo de 1-3 semanas,
gir determinados movimientos pasivos para proteger una según la tolerabilidad del paciente y las características
reparación potencialmente más frágil. Las movilizaciones peroperatorias. También se pueden realizar en piscina
activas de codo, muñeca, dedos y región cervicotorá- (acuaterapia) [55] ejercicios de movilización activa a velo-
cica deben continuar durante la fase 2. Algunos autores cidad lenta (elevación en el plano de la escápula, rotación
recomiendan también ejercicios pendulares [3, 35] , aunque interna/externa). Para ello, el cuerpo del paciente debe
éstos sólo se deben realizar combinándolos con pequeños estar sumergido en el agua hasta el cuello y los movi-
círculos concéntricos de un diámetro aproximado de mientos de elevación no deben superar, inicialmente, los
20 cm. Esta amplitud permite generar menos del 15% de 90◦ .
la fuerza máxima isométrica voluntaria de los músculos La férula debe ser retirada durante la primera semana de
supraespinoso e infraespinoso [53] . la fase 3, para lo que existen varias formas de hacerlo [46] .

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Figura 4. Ejercicios de pro-


traccción con elevación de
90◦ en decúbito dorsal.

A B
Figura 5. Ejercicios de fortalecimiento isotónico en rotación
interna y abducción de 0◦ (A, B).
He aquí un ejemplo de protocolo: al principio, los pacien-
tes se pueden quitar la férula algunas veces al día durante
15-30 minutos, según su tolerabilidad. Después y de forma
gradual, se van quitando la férula más a menudo en el día
y durante períodos más largos. La retirada se puede hacer
a lo largo de 1 semana. Los pacientes deben respetar las
recomendaciones postoperatorias y no levantar pesos.
Una semana después de empezar con los ejercicios
de movilización activa asistida en decúbito dorsal, se
pueden realizar estos mismos ejercicios (activos asisti-
dos) con el paciente sentado o de pie, y siguiendo la
misma progresión hacia los movimientos activos. Cuando
el paciente empieza a realizar los movimientos activos,
es importante evaluar el control neuromuscular y evitar
compensaciones durante los movimientos de elevación. Figura 6. Ejercicios de fortalecimiento isotónico excéntrico
Las compensaciones que se observan con regularidad son con 90◦ de abducción.
la elevación exagerada de la cintura escapular y las disci-
y con el paciente, debe tener en cuenta varios crite-
nesias escapulares. Como estas compensaciones pueden
rios (limitación de movimiento, control neuromuscular,
conducir a la recidiva del dolor, es muy importante ase-
características personales y peroperatorias). Además, los
gurarse de que el paciente recupere un buen control
ejercicios de fortalecimiento prescritos al paciente deben
neuromuscular de su hombro. Esto último se puede con-
tener en cuenta sus demandas funcionales, y evitar aqué-
seguir utilizando un espejo durante los ejercicios para
llos que sean más estresantes que las propias demandas.
limitar los movimientos de compensación (sobre todo
Esta fase suele comenzar entre las semanas 12 y 14 des-
para evitar la elevación exagerada de la cintura escapu-
pués de la operación. Desde un punto de vista histológico,
lar) [56] .
el estadio de cicatrización del tendón permite recurrir a
También, durante esta fase, se pueden realizar ejerci-
ejercicios de fortalecimiento.
cios en los que se trabajen los músculos escapulotorácicos
El fortalecimiento del manguito de los rotadores
(serrato anterior, romboides y trapecio). Así, por ejemplo,
comienza con ejercicios de contracción isométrica submá-
se pueden realizar ejercicios de retracción y de depresión
xima. Estos ejercicios se realizan con el codo flexionado a
de la escápula en decúbito ventral o de pie (para los rom-
90◦ , el brazo en rotación neutra y una elevación de 0◦ . Los
boides y el trapecio medio e inferior), así como ejercicios
pacientes deben generar entonces una fuerza en rotación
de protracción a 90◦ de elevación en el plano sagital en
externa, en rotación interna o en flexión. Para resistir esta
decúbito dorsal sin resistencia externa (Fig. 4). También
fuerza, el paciente se ayuda del brazo contralateral o de
se puede recurrir a ejercicios propioceptivos en cadena
una pared. La fuerza generada inicial representa el 25%
abierta, que se realizan en decúbito dorsal con el brazo
de la fuerza máxima (baja resistencia), y en función de la
en flexión de 90◦ . El paciente deberá hacer pequeños cír-
tolerabilidad del paciente y sin que aparezca el dolor, se
culos o escribir en el vacío con su brazo letras del alfabeto
va aumentando de manera gradual, hasta generar fuerzas
durante los movimientos controlados [3] . Es importante
que representan alrededor del 40% de la fuerza máxima
que al final de esta fase la amplitud del movimiento arti-
(resistencia moderada). Esta progresión se extiende a lo
cular del hombro sea completa y que el paciente tenga
largo de 1-2 semanas, en función de la tolerabilidad del
un buen control neuromuscular durante los movimientos
paciente.
activos. Éstos son los dos criterios principales para avanzar
y pasar a la fase de fortalecimiento (fase 4). Si se obser-
van limitaciones de movimiento, el paciente debe seguir Etapa 2
durante la fase 3 con ejercicios de movilización pasiva (o Más adelante, el fortalecimiento prosigue con ejerci-
de estiramiento) en flexión, elevación en el plano escapu- cios de contracciones isotónicas (sobre todo con ayuda
lar, y en rotación interna y externa (abducción de 0◦ o de de bandas elásticas o de pesas). Los primeros ejercicios
90◦ ). se realizan en rotación interna y externa con ayuda de
una banda elástica. Al principio, la resistencia debe ser
baja, con el hombro elevado a 0◦ y el codo en flexión
Fase 4: fortalecimiento (Fig. 5). La amplitud del movimiento de elevación del
hombro puede ir aumentando gradualmente, con una
Etapa 1 abducción de 30◦ , 45◦ , 60◦ y al final de 90◦ , siempre en
A la hora de elegir el momento oportuno para iniciar función de la tolerabilidad del paciente (Fig. 6). Tam-
la fase 4, el terapeuta, en colaboración con el cirujano bién se puede ir aumentando la resistencia de la banda

6 EMC - Kinesiterapia - Medicina física


Rehabilitación después de una reparación quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro  E – 26-210-A-10

elástica. Los ejercicios isotónicos con bandas elásticas o Etapa 3


pesas pueden realizarse en extensión (entre 0 y 30◦ ), en
Cuando el paciente ya no siente ningún tipo de dolor
flexión (entre 0 y 85◦ ) y en elevación en el plano escapu-
durante sus actividades cotidianas y puede realizar los
lar (entre 0 y 85◦ ) (Fig. 7). Es importante evaluar el control
ejercicios de fortalecimiento de la etapa 2 sin dolor y
neuromuscular durante estos ejercicios para evitar postu-
con un buen control neuromuscular, ya está capacitado
ras de compensación. Los ejercicios con banda elástica o
para iniciar ejercicios que le prepararán para la vuelta al
con pesas también pueden servir para fortalecer el bíceps
deporte o a su trabajo. La etapa 3 comienza entre las sema-
y tríceps braquial.
nas 16-20, después de la cirugía (siempre de acuerdo con
Como los músculos escapulares son fundamentales
el cirujano y con el equipo médico). Para entonces, el
para el control neuromuscular del hombro, se inicia una
período de remodelado debería haber finalizado y el ten-
serie de ejercicios de fortalecimiento de estos grupos mus-
dón debería poder soportar tensiones más importantes.
culares. Con ayuda de una banda elástica, se realiza «el
Esta etapa es fundamental antes de volver a emprender
abrazo dinámico» (dynamic hug) para trabajar y fortale-
actividades funcionales más intensas. Para los trabaja-
cer el músculo serrato anterior (Fig. 8) [57] , mientras que
dores, puede estar justificado proponer una evaluación
el de «remo de pie» (standing row) se realiza para fortale-
del puesto de trabajo y de las tareas efectuadas durante
cer los músculos trapecio y romboides (Fig. 9). El paciente
éste.
también puede hacer ejercicios específicos para trabajar
Durante la etapa 3, es importante analizar con el
el trapecio medio/romboides y para el trapecio inferior
paciente las características de los movimientos efectua-
en posición de decúbito prono, si le resulta confortable,
dos durante la actividad deportiva (por ejemplo, lanzar,
con ayuda de pesas. Para el trapecio superior, se pueden
golpear, placar, protección en las caídas, volteretas) y pro-
hacer ejercicios de elevación de la cintura escapular, con
fesional (carga de peso, tareas mantenidas en posición
el paciente de pie y si es necesario también con pesas.
de elevación, por ejemplo) que desea retomar y que ten-
Por último, para seguir fortaleciendo el serrato anterior,
drá que realizar. Estos movimientos deben corregirse si el
es posible iniciar series de push-ups (o «lagartijas») con
control neuromuscular no es óptimo en el momento de
protracción de la cintura escapular al final del empuje.
ejecutarlos, para evitar que el dolor recidive. Estos movi-
El paciente empieza los push-ups de pie, contra la pared
mientos deportivos y profesionales se empiezan a hacer
y con el cuerpo ligeramente inclinado; después se va
solos y se analizan detenidamente, es decir: se practica,
aumentando la inclinación del cuerpo, para terminar (si es
por ejemplo, el movimiento de lanzar una pelota sin
necesario, y según la edad y las demandas funcionales del
pelota, primero a una velocidad lenta que luego se va
paciente) con los clásicos push-ups en el suelo, pero siem-
aumentando, a la vez que se corrigen las posturas y movi-
pre con una protracción al final del empuje, que permite
mientos de compensación. Después, se trata de seguir esta
aumentar el trabajo del serrato anterior [57] . Para casi todos
misma progresión pero lanzando realmente una pelota.
los pacientes, la etapa 2 es la última etapa de su rehabi-
Para volver a un nivel más exigente o estresante, o para
litación. Los pacientes que desean volver a un trabajo de
volver a la competición, puede participar en el entrena-
exigencias físicas elevadas o a determinadas actividades
miento otro jugador y después todos los jugadores del
deportivas pueden continuar con la etapa 3.
equipo en el centro deportivo. Cuando ya se pueden rea-
lizar todos los movimientos deportivos sin temor ni dolor
y con un buen control neuromuscular, el paciente que
desee volver a competir puede hacerlo (con el permiso
Figura 7. Ejercicios de for- del equipo médico). Para los atletas de alto nivel, también
talecimiento isotónico en el se pueden proponer ejercicios pliométricos. Los trabaja-
plano escapular. dores, por su parte, pueden volver paulatinamente a su
actividad, aumentando de forma gradual las exigencias
físicas. Esta progresión en la vuelta al deporte y al tra-
bajo permite la cuantificación gradual del estrés mecánico
ejercido sobre las estructuras articulares.
Los pacientes pueden sentir dolor al cambiar de fase,
cuando empiezan a realizar ejercicios más estresantes.
En realidad, cualquier actividad que aumente las ten-
siones sobre el tendón reparado (movimientos activos,
retirada de la férula, aumento de las actividades, ejer-
cicios de fortalecimiento) puede provocar un aumento
transitorio del dolor [35] . Por ello, es importante infor-
mar al paciente sobre la manera de reducir el estrés (por
ejemplo, sujetando el brazo, modificando sus actividades,
disminuyendo la intensidad de los ejercicios o tomando
analgésicos). También es muy importante que el terapeuta
sepa identificar los signos y síntomas que reflejen una

Figura 8. Abrazo dinámico (dynamic


hug) (A, B).

A B

EMC - Kinesiterapia - Medicina física 7


E – 26-210-A-10  Rehabilitación después de una reparación quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro

A B C

Figura 9. Remo de pie (standing row) (A-D).

mala tolerabilidad del programa por parte del paciente y [8] Kukkonen J, Joukainen A, Lehtinen J, et al. Treatment of non-
que frene la progresión de los ejercicios si la condición del traumatic rotator cuff tears: a randomised controlled trial with
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datos empíricos sobre los factores pronósticos y las dife- single-row versus double-row arthroscopic rotator cuff repair:
rentes opciones terapéuticas después de la cirugía. De este a systematic review and meta-analysis of current evidence.
modo, se ha establecido un protocolo de rehabilitación Arthroscopy 2013;29:1437–49.
basado en datos empíricos directos e indirectos que pue- [12] Millett PJ, Warth RJ, Dornan GJ, Lee JT, Spiegl UJ. Clinical
den guiar una rehabilitación óptima en estos pacientes. and structural outcomes after arthroscopic single-row versus
Como los datos empíricos disponibles resultan insuficien- double-row rotator cuff repair: a systematic review and meta-
tes para justificar todas las etapas de la rehabilitación, analysis of level I randomized clinical trials. J Shoulder Elbow
también se han tenido en cuenta la experiencia clínica Surg 2014;23:586–97.
y la opinión de los expertos a la hora de establecer este [13] Xu C, Zhao J, Li D. Meta-analysis comparing single-row and
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J.-S. Roy, Professeur agrégé, Chercheur (jean-sebastien.roy@fmed.ulaval.ca).


Programme de physiothérapie, Département de réadaptation, Faculté de médecine, Pavillon Ferdinand-Vandry, Université Laval, 1050,
avenue de la Médecine, Québec (Québec) G1V 0A6, Canada.

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Centre interdisciplinaire de recherche en réadaptation et en intégration sociale (CIRRIS), 525, boulevard Wilfrid-Hamel, Québec (Québec)
G1M 2S8, Canada.
F. Desmeules, Professeur agrégé, Chercheur.
École de réadaptation, Faculté de médecine, Université de Montréal, C.P. 6128, succursale Centre-ville, Montréal (Québec) H3C 3J7,
Canada.
Unité de recherche clinique en orthopédie, Centre de recherche de l’Hôpital Maisonneuve-Rosemont (CRHMR), 5415, boulevard de
l’Assomption, Montréal (Québec) H1T 2M4, Canada.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Roy JS, Desmeules F. Rehabilitación después de una reparación
quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro. EMC - Kinesiterapia - Medicina física 2017;38(2):1-10 [Artículo E – 26-210-A-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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