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Rehabilitación después
de una reparación quirúrgica
del manguito de los rotadores
del hombro
J.-S. Roy, F. Desmeules
Las rupturas totales sintomáticas de los tendones del manguito de los rotadores son fre-
cuentes, puesto que afectan al 4-32% de la población general y su incidencia aumenta
con la edad. Cuando se produce una ruptura total del manguito de los rotadores, el tra-
tamiento recomendado en un primer momento es conservador, y cuando éste fracasa,
se plantea su reparación quirúrgica. Ésta consiste en unir los tejidos tendinosos rotos
por medio de suturas, y en el caso de que los tendones estén separados de su punto de
inserción en la cabeza humeral, en volver a unir los tendones al hueso. Después de la
cirugía, los pacientes participan en un programa de rehabilitación postoperatoria, cuyos
objetivos principales son mejorar el nivel funcional, la amplitud del movimiento articular
y la fuerza muscular del hombro, a la vez que se minimizan los síntomas y los riesgos
de recidiva. Este artículo propone un análisis de los datos empíricos relacionados con los
factores pronósticos y las diferentes opciones terapéuticas después de una reparación
quirúrgica. Basándose en las evidencias directas e indirectas, así como en la experiencia
clínica y en la opinión de los expertos, ya que los datos empíricos son todavía insuficientes
para justificar todas las etapas de la rehabilitación, se propone un protocolo de rehabi-
litación. Este protocolo se desarrolla en cuatro fases. La primera, o fase de reposo, tiene
como objetivo proteger la reparación quirúrgica. La segunda fase, o fase pasiva, trata
de recuperar las amplitudes de los movimientos articulares pasivos del hombro. Durante
la tercera fase, o fase activa, el objetivo es recuperar las amplitudes de los movimientos
articulares activos y el control neuromuscular del hombro. Por último, el objetivo de la
cuarta fase, o fase de fortalecimiento, es el aumento gradual de las fuerzas producidas
por el manguito de los rotadores y la vuelta a las actividades profesionales, deportivas o
de ocio.
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como a la estabilidad dinámica de dicha articulación. La de los pacientes. Los autores recomendaban, por último,
escápula también juega un papel importante en la movi- comenzar con un tratamiento conservador cuando se tra-
lidad y estabilidad de la articulación glenohumeral, ya taba de pacientes mayores con una ruptura del manguito
que proporciona una base estable para la activación de los de origen no traumático. Hay que señalar que la amplitud
músculos del manguito de los rotadores. Una alteración promedio de las rupturas era inferior a 1 cm en los tres
del movimiento de la escápula, denominada discinesia grupos [8] .
escapular, puede afectar la función normal del manguito Tras el fracaso del tratamiento conservador, se podría
de los rotadores. plantear la cirugía. La reparación quirúrgica del manguito
Las lesiones musculoesqueléticas del hombro más fre- de los rotadores consiste en unir los tejidos tendinosos
cuentes en los adultos son las lesiones que afectan a rotos por medio de suturas y, cuando los tendones se
los tendones del manguito de los rotadores; representan han desprendido de su punto de inserción en la cabeza
un 50-85% de todas las afecciones del hombro [1] . Estas humeral, consiste en fijar los tendones al hueso. Se
afecciones incluyen la tendinopatía del manguito de los utilizan distintos abordajes quirúrgicos: abierto, semia-
rotadores sin ruptura, la ruptura parcial y la ruptura total bierto o por artroscopia. También hay diferentes tipos
de uno o de varios tendones del manguito. Aunque menos de anclaje: de una hilera y de doble hilera. Según dos
frecuentes, las rupturas totales tienen un pronóstico más revisiones sistemáticas recientes, no hay diferencias sig-
sombrío y representan un mayor desafío para el terapeuta nificativas entre los resultados de una cirugía abierta y
que supervisa la rehabilitación de los pacientes que las los obtenidos por artroscopia para reducir el dolor o los
sufren. trastornos funcionales [9, 10] . Por lo que se refiere al tipo
de anclaje, las conclusiones de tres revisiones sistemáticas
son similares [11–13] : desde un punto de vista funcional, no
existe diferencia significativa alguna entre un anclaje de
Rupturas totales una hilera y de doble hilera. Sin embargo, ciertos datos
del manguito de los rotadores: podrían sugerir que los anclajes de doble hilera reduci-
rían el riesgo de rupturas recidivantes, sobre todo en los
opciones de tratamiento pacientes que presentan rupturas superiores a los 3 cm [13] .
muestran que el uso de un CPM, 2 horas al día durante reparación tendinosa del supraespinoso [45] . Sin embargo,
4 semanas, combinado con ejercicios autopasivos permite se deberían evitar los deslizamientos inferiores (grado III)
mejorar de forma significativa la amplitud de movimiento al principio del postoperatorio, porque pueden aumen-
y reducir a corto plazo el dolor, si se compara con los ejer- tar las tensiones en el proceso de reparación tendinosa.
cicios autopasivos solos [39] . El CPM no tendría, en cambio, Así, parece que se pueden realizar movilizaciones articu-
ningún efecto a largo plazo [39] . Estos resultados han sido lares después de una cirugía, pero su eficacia aún está por
confirmados por la revisión sistemática de Yi et al, que demostrar.
muestra que el CPM no sería más eficaz que los ejercicios
de movilización a medio y largo plazo [40] . Así, el CPM
es una modalidad de tratamiento de seguridad al que se Protocolo de rehabilitación
puede recurrir para mantener la amplitud de los movi-
mientos después de la cirugía. Su eficacia a largo plazo después de una reparación
está todavía por demostrar. quirúrgica del manguito
Ejercicios de rehabilitación de los rotadores del hombro
Ningún estudio ha comparado la eficacia de un pro-
Los protocolos de rehabilitación después de una repa-
grama de rehabilitación con una intervención control o
ración quirúrgica del manguito de los rotadores han sido
placebo después de una reparación quirúrgica del man-
establecidos para mejorar el nivel funcional, la amplitud
guito de los rotadores. Sin embargo, dos ensayos clínicos
del movimiento articular y la fuerza muscular del hom-
aleatorizados han comparado los resultados de un pro-
bro, a la vez que minimizan los síntomas y riesgos de
grama de rehabilitación a domicilio con otro programa
recidiva. Casi todos los protocolos propuestos en la lite-
supervisado en clínica. Primero, Hayes et al han com-
ratura se desarrollan en cuatro fases. La primera fase, fase
parado un programa de fisioterapia individualizado y
de reposo, sirve para proteger la reparación quirúrgica. La
supervisado en clínica con un programa no supervisado
segunda fase, fase pasiva, sirve para recuperar las ampli-
de ejercicios estándar realizados a domicilio (n = 40).
tudes de los movimientos articulares pasivos del hombro.
Ambos programas resultaron eficaces al final de un segui-
Durante la tercera fase, la fase activa, el objetivo es recupe-
miento de 2 años; los autores consideraron estos dos
rar las amplitudes de los movimientos articulares activos
programas similares en términos de mejoría de las capaci-
y el control neuromuscular (observación de la calidad y
dades funcionales, de las amplitudes de los movimientos y
fluidez de los movimientos con el fin de identificar la pre-
de la fuerza muscular [41] . Roddey et al han comparado un
sencia de posiciones de compensación) del hombro. Por
programa de rehabilitación a domicilio (programa están-
último, el objetivo de la cuarta fase, la fase de fortaleci-
dar presentado en un vídeo, con posibilidad de contactar
miento, es el aumento gradual de las fuerzas producidas
por vía telefónica con el terapeuta en caso de necesidad)
por el manguito de los rotadores y la vuelta a la actividad
con un programa personalizado y dirigido por un fisiote-
profesional, deportiva o de ocio.
rapeuta (n = 98) [42] . Al cabo de 12 meses, la evaluación
Durante todo el período de rehabilitación [3] se nece-
final no reveló ninguna diferencia en los resultados rela-
sita una estrecha comunicación entre el cirujano, su
tivos a las capacidades funcionales. Estos dos estudios
equipo médico, el equipo de readaptación y el paciente.
muestran, por lo tanto, que un programa personalizado
Asimismo, se deben analizar las características persona-
no resulta más eficaz que un programa estándar. Por otra
les y peroperatorias que incluyan las comorbilidades del
parte, una revisión sistemática sobre este tema concluye
paciente, el tamaño del desgarro, el número de tendones
que no existe prueba alguna que muestre la superioridad
implicados, la calidad de los tejidos, la técnica y el material
de un protocolo de readaptación personalizado y super-
quirúrgicos empleados y los procedimientos concomitan-
visado frente a un programa estandarizado y realizado a
tes realizados, para establecer los objetivos específicos de
domicilio [43] .
la rehabilitación, las precauciones y las contraindicacio-
Un ensayo clínico aleatorizado ha evaluado el efecto
nes. Algunos autores proponen protocolos diferentes para
adicional de un programa de fortalecimiento muscular
las rupturas inferiores o superiores a 3 cm [35] . El ele-
avanzado. Piitulainen et al (n = 67) han comparado un
mento primordial de la rehabilitación es un programa de
programa de ejercicios de fortalecimiento a domicilio de
ejercicios a domicilio que debe ser individualizado para
12 semanas de duración (fortalecimiento progresivo a par-
responder a las deficiencias observadas durante evaluacio-
tir del segundo mes postoperatorio, encuentros con un
nes periódicas. También es muy importante para el éxito
fisioterapeuta para la progresión de los ejercicios) con una
de la cirugía [46] informar al paciente sobre su afección
práctica usual (ejercicios de movilización y de fortaleci-
y operación, sobre las etapas de la cicatrización del ten-
miento leves) [44] . Aquí también, aparte de las mejorías
dón, así como sobre las contraindicaciones y precauciones
significativas a nivel funcional observadas en los partici-
necesarias en cada una de las fases del programa. Dicha
pantes de ambos grupos, no se ha constatado ninguna
información permite que el paciente participe en las deci-
diferencia entre los grupos en la reevaluación de los
siones que se han de tomar en las diferentes etapas del
12 meses en cuanto a capacidades funcionales y calidad
programa.
de vida.
Para poder establecer las prioridades de la rehabilitación
y dirigir su desarrollo a través de las distintas fases [35] ,
Movilización articular se recurre a la combinación de cuestionarios que el pro-
Existen técnicas de movilización articular (terapia pio paciente cumplimenta (para evaluar los síntomas y
manual) que se emplean con regularidad para tratar las limitaciones funcionales) y de medidas objetivas adop-
limitaciones del movimiento pasivo a menudo presen- tadas por el terapeuta (para evaluar las amplitudes de
tes en el postoperatorio. Sin embargo, ningún ensayo los movimientos articulares y la fuerza muscular). Los
clínico aleatorizado ha evaluado el efecto de la terapia cuestionarios recomendados para evaluar los síntomas y
manual sola o combinada con un programa de ejerci- limitaciones funcionales presentes después de una repa-
cios después de una reparación quirúrgica del manguito ración del manguito de los rotadores son el Disability
de los rotadores. Un estudio sobre cadáver ha revelado of the Arm Shoulder and Hand (DASH) y el Western
que las tracciones glenohumerales, así como los desliza- Ontario Rotator Cuff (WORC) Index [47] . También están
mientos anteriores y posteriores de alto grado (grado III, disponibles versiones francesas validadas de estos dos
movilización articular de gran amplitud con resistencia), cuestionarios [48–50] . El Constant-Murley Score [51] , que
efectuados con el brazo en posición de reposo, no aumen- es una herramienta mixta que combina cuestionario y
tan de manera significativa las tensiones en un proceso de medidas de las deficiencias y funcionalidad del hombro,
Fase 1: reposo
Figura 2. Movilización pasiva en flexión.
El objetivo de la fase 1 es proteger el tendón reparado.
Para ello, se recomienda una inmovilización de 6 sema-
nas, que se puede prolongar hasta 8 semanas en caso de
ruptura masiva. También se recomienda, para las prime- Figura 3. Movilización
ras 3-4 semanas del postoperatorio, el uso de una férula activa asistida en flexión.
con un cojín de abducción (Fig. 1). Después, se puede uti-
lizar una férula estándar. Durante las primeras 2 semanas
después de la cirugía, conviene evitar los movimientos
del hombro, tanto pasivos como activos, para proteger la
reparación tendinosa y favorecer la cicatrización [3] . Este
período de inmovilización total puede prolongarse hasta
el final de la cuarta o sexta semana después de la inter-
vención, en caso de rupturas superiores a 3 cm [3, 35, 46] .
Durante este período, se recomienda retirar la férula una o
dos ves al día para realizar movilizaciones activas preven-
tivas de codo, muñeca y dedos (el brazo debe permanecer
cerca del cuerpo), así como de la región cervicotorácica.
Se puede recurrir a la crioterapia para tratar el dolor.
A B
Figura 5. Ejercicios de fortalecimiento isotónico en rotación
interna y abducción de 0◦ (A, B).
He aquí un ejemplo de protocolo: al principio, los pacien-
tes se pueden quitar la férula algunas veces al día durante
15-30 minutos, según su tolerabilidad. Después y de forma
gradual, se van quitando la férula más a menudo en el día
y durante períodos más largos. La retirada se puede hacer
a lo largo de 1 semana. Los pacientes deben respetar las
recomendaciones postoperatorias y no levantar pesos.
Una semana después de empezar con los ejercicios
de movilización activa asistida en decúbito dorsal, se
pueden realizar estos mismos ejercicios (activos asisti-
dos) con el paciente sentado o de pie, y siguiendo la
misma progresión hacia los movimientos activos. Cuando
el paciente empieza a realizar los movimientos activos,
es importante evaluar el control neuromuscular y evitar
compensaciones durante los movimientos de elevación. Figura 6. Ejercicios de fortalecimiento isotónico excéntrico
Las compensaciones que se observan con regularidad son con 90◦ de abducción.
la elevación exagerada de la cintura escapular y las disci-
y con el paciente, debe tener en cuenta varios crite-
nesias escapulares. Como estas compensaciones pueden
rios (limitación de movimiento, control neuromuscular,
conducir a la recidiva del dolor, es muy importante ase-
características personales y peroperatorias). Además, los
gurarse de que el paciente recupere un buen control
ejercicios de fortalecimiento prescritos al paciente deben
neuromuscular de su hombro. Esto último se puede con-
tener en cuenta sus demandas funcionales, y evitar aqué-
seguir utilizando un espejo durante los ejercicios para
llos que sean más estresantes que las propias demandas.
limitar los movimientos de compensación (sobre todo
Esta fase suele comenzar entre las semanas 12 y 14 des-
para evitar la elevación exagerada de la cintura escapu-
pués de la operación. Desde un punto de vista histológico,
lar) [56] .
el estadio de cicatrización del tendón permite recurrir a
También, durante esta fase, se pueden realizar ejerci-
ejercicios de fortalecimiento.
cios en los que se trabajen los músculos escapulotorácicos
El fortalecimiento del manguito de los rotadores
(serrato anterior, romboides y trapecio). Así, por ejemplo,
comienza con ejercicios de contracción isométrica submá-
se pueden realizar ejercicios de retracción y de depresión
xima. Estos ejercicios se realizan con el codo flexionado a
de la escápula en decúbito ventral o de pie (para los rom-
90◦ , el brazo en rotación neutra y una elevación de 0◦ . Los
boides y el trapecio medio e inferior), así como ejercicios
pacientes deben generar entonces una fuerza en rotación
de protracción a 90◦ de elevación en el plano sagital en
externa, en rotación interna o en flexión. Para resistir esta
decúbito dorsal sin resistencia externa (Fig. 4). También
fuerza, el paciente se ayuda del brazo contralateral o de
se puede recurrir a ejercicios propioceptivos en cadena
una pared. La fuerza generada inicial representa el 25%
abierta, que se realizan en decúbito dorsal con el brazo
de la fuerza máxima (baja resistencia), y en función de la
en flexión de 90◦ . El paciente deberá hacer pequeños cír-
tolerabilidad del paciente y sin que aparezca el dolor, se
culos o escribir en el vacío con su brazo letras del alfabeto
va aumentando de manera gradual, hasta generar fuerzas
durante los movimientos controlados [3] . Es importante
que representan alrededor del 40% de la fuerza máxima
que al final de esta fase la amplitud del movimiento arti-
(resistencia moderada). Esta progresión se extiende a lo
cular del hombro sea completa y que el paciente tenga
largo de 1-2 semanas, en función de la tolerabilidad del
un buen control neuromuscular durante los movimientos
paciente.
activos. Éstos son los dos criterios principales para avanzar
y pasar a la fase de fortalecimiento (fase 4). Si se obser-
van limitaciones de movimiento, el paciente debe seguir Etapa 2
durante la fase 3 con ejercicios de movilización pasiva (o Más adelante, el fortalecimiento prosigue con ejerci-
de estiramiento) en flexión, elevación en el plano escapu- cios de contracciones isotónicas (sobre todo con ayuda
lar, y en rotación interna y externa (abducción de 0◦ o de de bandas elásticas o de pesas). Los primeros ejercicios
90◦ ). se realizan en rotación interna y externa con ayuda de
una banda elástica. Al principio, la resistencia debe ser
baja, con el hombro elevado a 0◦ y el codo en flexión
Fase 4: fortalecimiento (Fig. 5). La amplitud del movimiento de elevación del
hombro puede ir aumentando gradualmente, con una
Etapa 1 abducción de 30◦ , 45◦ , 60◦ y al final de 90◦ , siempre en
A la hora de elegir el momento oportuno para iniciar función de la tolerabilidad del paciente (Fig. 6). Tam-
la fase 4, el terapeuta, en colaboración con el cirujano bién se puede ir aumentando la resistencia de la banda
A B
A B C
mala tolerabilidad del programa por parte del paciente y [8] Kukkonen J, Joukainen A, Lehtinen J, et al. Treatment of non-
que frene la progresión de los ejercicios si la condición del traumatic rotator cuff tears: a randomised controlled trial with
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datos empíricos sobre los factores pronósticos y las dife- single-row versus double-row arthroscopic rotator cuff repair:
rentes opciones terapéuticas después de la cirugía. De este a systematic review and meta-analysis of current evidence.
modo, se ha establecido un protocolo de rehabilitación Arthroscopy 2013;29:1437–49.
basado en datos empíricos directos e indirectos que pue- [12] Millett PJ, Warth RJ, Dornan GJ, Lee JT, Spiegl UJ. Clinical
den guiar una rehabilitación óptima en estos pacientes. and structural outcomes after arthroscopic single-row versus
Como los datos empíricos disponibles resultan insuficien- double-row rotator cuff repair: a systematic review and meta-
tes para justificar todas las etapas de la rehabilitación, analysis of level I randomized clinical trials. J Shoulder Elbow
también se han tenido en cuenta la experiencia clínica Surg 2014;23:586–97.
y la opinión de los expertos a la hora de establecer este [13] Xu C, Zhao J, Li D. Meta-analysis comparing single-row and
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Centre interdisciplinaire de recherche en réadaptation et en intégration sociale (CIRRIS), 525, boulevard Wilfrid-Hamel, Québec (Québec)
G1M 2S8, Canada.
F. Desmeules, Professeur agrégé, Chercheur.
École de réadaptation, Faculté de médecine, Université de Montréal, C.P. 6128, succursale Centre-ville, Montréal (Québec) H3C 3J7,
Canada.
Unité de recherche clinique en orthopédie, Centre de recherche de l’Hôpital Maisonneuve-Rosemont (CRHMR), 5415, boulevard de
l’Assomption, Montréal (Québec) H1T 2M4, Canada.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Roy JS, Desmeules F. Rehabilitación después de una reparación
quirúrgica del manguito de los rotadores del hombro. EMC - Kinesiterapia - Medicina física 2017;38(2):1-10 [Artículo E – 26-210-A-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico