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DOCUMENTO SOCIEDAD PATRIÓTICA

DE MAESTRAS Y MAESTROS

La Sociedad Patriótica fue una organización política fundada por


Bolívar y Miranda en 1810, para orientar la lucha por la
emancipación de la corona Española, su doctrina era republicana y
democrática, logró reunir en su seno, a lo más avanzado del
pensamiento republicano e independentista, por encima de las
limitaciones sociales que contenía la sociedad de linaje y castas de la
época colonial, en ella se incluían mujeres, mestizos y pardos,
logrando organizarse como un partido político y llegaron hasta tener
su propio himno (Viva el Bravo Pueblo), una bandera compuesta por
los colores amarillo, azul y rojo, y un escudo, los cuales pasaron a ser
más tarde símbolos de la Patria.

Esta Sociedad Patriótica tuvo un papel fundamental en la declaración


de nuestra independencia y presionó por medio del debate y la
promoción de sus ideas, para que el primer Congreso Constituyente
de 1811 asumiera la decisión histórica correcta: La Independencia
absoluta de la corona Española, y la constitución de la República. Esto
fue posible por la comprensión del momento histórico que tenían los
patriotas Revolucionarios y la determinación con la que asumieron sus
acciones.
El discurso de Bolívar en la sociedad patriótica, dirigido a la tendencia
conservadora que hacía vida en el congreso de 1811, es ilustrativo al
respecto:
”No es que hay dos congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que
más conocen la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa
unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra
libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía,
ayer fue una mengua, hoy una traición. Se discute en el congreso
Nacional lo que debería estar decidido. ¿y qué dicen? Que debemos
comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos
confederados contra la tiranía extranjera. Que atender a los resultados
de la política de España. ¿Qué importa que España venda a
Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser
libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. Que
los grandes proyectos deben prepararse con calma!. Trescientos años
de calma no bastan?

La Junta patriótica respeta, como debe, al congreso de la nación, pero


el congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces de todos
los intereses revolucionarios. “Pongamos sin temor la piedra
fundamental de la libertad suramericana: Vacilar es perdernos”
Las ideas de emancipación de la Sociedad Patriótica establecieron las
bases programáticas y el sustento de las luchas sucesivas en los
esfuerzos por consolidar la República, que posteriormente fueron
expuestas por El Libertador ante el Congreso de Angostura el 15 de
febrero de 1819.
El primer planteamiento ante el Congreso de Angostura, fue la
unificación de las provincias como proyecto. Y el segundo, el
Proyecto de Constitución que regiría los destinos de la República.
En este contexto, referimos el siguiente texto del Libertador “(…) no
puede ser buen ciudadano ni hombre honrado el que, olvidando que
su familia pertenece más a la Patria que a sí mismo, descuida la
educación de sus hijos. Todo padre de familia está obligado a inspirar
a la suya amor a la Patria, a la libertad, a la virtud y al trabajo”
(Proyecto de Constitución, Angostura, 1819).

Desde la región de Guayana, podemos decir sin exagerar, se definió


política y militarmente, la liberación de Suramérica, desde allí se
fraguó la estrategia hacia la victoria de Boyacá, Carabobo, Junin y
Ayacucho y, todo el esfuerzo de un pueblo por su liberación fue
posible, gracias a un núcleo de dirección que se convirtió “en el
centro de luces de todos los intereses revolucionarios”

La historia de Venezuela demuestra que esta herencia libertaria ha


hecho y continúa haciendo de nuestro país, un país pionero de
movimientos revolucionarios y fuente de inspiración para quienes
luchan por la emancipación de los pueblos. No obstante, en nuestros
días, la Patria sigue librando nuevas batallas.

En los actuales momentos, el Imperio Estadounidense, luego de la


desaparición física del Comandante Chávez, ha incrementado los
ataques al pueblo Venezolano, desestabilizando toda la estructura del
Estado, en lo financiero, en lo económico, en lo institucional y su base
social de apoyo, con el objetivo de restituir el dominio imperial, en
alianza con organizaciones y partidos apátridas del país y del
extranjero.

En un principio la desestabilización se expresó con rostros más


visibles a través de las guarimbas de calle, dejando gran saldo de
muertes, heridos y destrozos de los bienes públicos; en este sentido,
fue fundamental en ese pasaje histórico, contar con la unidad cívico
militar para derrotar las pretensiones fascistas de la oligarquía
venezolana.

Hoy el imperio norteamericano arremete con más fuerza contra


nuestra Patria, incrementando la guerra económica y financiera
materializada en desabastecimiento programado, aumento y
especulación desproporcionada de los precios de los alimentos y
medicinas, cercos y bloqueos navieros a nuestras importaciones para
hacer “chillar nuestra economía”, como lo expresara en otro momento
Richard Nixon cuando aceleraban el golpe de estado contra Salvador
Allende.

El Presidente del imperio norteamericano Donald Trump ha revelado


con su cinismo la naturaleza de estas medidas intervencionista al
afirmar. “Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo,
posiblemente, una opción militar si es necesario”.

A esta situación de ataque continuo para derrocar a nuestro gobierno


revolucionario, no han escapado nuestros niños y niñas, nuestros
ancianos y ancianas, nuestras maestras y maestros, quienes han visto
mermados sus condiciones óptimas de vida que venía honrando el
proceso revolucionario a partir del año 2000. Sin embargo, el
Presidente Nicolás Maduro en una acción de contraataque ha
fortalecido su gobierno con políticas de orden social, financiero y
económico para contrarrestar y combatir en todos los escenario donde
se sienten los embates de esta guerra, dando continuidad a todos los
programas sociales que ha desarrollado la Revolución en su política
de inclusión e igualdad social.

Hoy cuando nuevamente el sagrado suelo de la Patria, se encuentra


fieramente asediado por otro imperio, el norteamericano, necesario es
retomar las banderas que nos entregaron nuestras y nuestros
patriotas, asirnos de su valor patrio y refundar en pleno siglo XXI
aquella gloriosa sociedad patriótica anticolonialista y libertaria,
dándole fiel cumplimiento a nuestra Constitución, en lo que se refiere a
la participación y al protagonismo del pueblo, orientando a sus
maestras y maestros a levantar las banderas de la dignidad
conformándose en una organización que se ha denominado La
Sociedad Patriótica de las Maestras y Maestros.

En este contexto, la Sociedad Patriótica de las Maestras y Maestros,


asume la defensa y profundización de los logros educativos
expresados en el incremento de la matrícula escolar, la titularidad a
más del 97% de los docentes, la erradicación del analfabetismo a
través de las misiones educativas, la construcción de nuevas
escuelas, las dotaciones a través del sistema de recursos para el
aprendizaje: Colección Bicentenario, morrales y útiles escolares,
canaimas, tablets, centros bolivarianos de informática y telemática,
laboratorios de ciencias naturales y de informática, dotación a las
escuelas técnicas de semillas, semovientes, equipos y herramientas;
siendo uno de los mayores logros de inclusión el Programa de
Alimentación Escolar (PAE), el cual ha permitido que nuestros niños,
niñas y jóvenes se mantengan en mejores condiciones de salud física
y mental para cumplir con su proceso de aprendizaje.

Refundar la Sociedad Patriótica en nuestro contexto tiene como


propósito organizar un movimiento magisterial de carácter nacional,
que asuma los principios de la democracia participativa y protagónica,
contribuya con la unidad del Magisterio venezolano, desarrolle las
Políticas Educativas transformadoras que orienta la Revolución
Bolivariana y luche por la consolidación y la construcción del Estado
Socialista; fortalezca el desarrollo de la consciencia política del
magisterio, y avance a un mayor control del territorio (circuitos
educativos, superando la estructura espacial colonial de parroquias y
municipios) bajo el enfoque de la Nueva Geometría del Poder.

En esta perspectiva, las instituciones educativas serán el centro para


desarrollar las diferentes formas de lucha, y la escuela se convierta
en un sujeto político territorial y fuente constituyente de la nueva
enseñanza, de manera que, La Sociedad Patriótica de Maestras y
Maestros permita construir la organización de base para asumir el
control del proceso político, pedagógico, productivo y descolonizador
en los espacios escolares, donde los sujetos del proceso educativo
ejerzan su protagonismo como constituyentes primarios, colocando en
el centro del debate la defensa de la patria, sin temores ni
vacilaciones, determinación que sólo lo da la conciencia del deber
histórico que nos corresponde. Esto es una condición sine qua non
para avanzar en temas programáticos como: trabajar y educar para
alcanzar la soberanía cognitiva, alimentaria; posibilidad de desarrollo
científico, tecnológico y cultural; seguridad y defensa de los espacios
territoriales, todo esto dispuesto dentro de un profundo perfil ecológico
social que permita reintegrar la sociedad-naturaleza, bajo esquema de
relaciones de comunidad ecodependiente desde una ética de la
corresponsabilidad, sostenibilidad y sustentabilidad.

Asimismo, somos fieles seguidores de las raíces Rodrigueana,


Bolivariana y Zamorana como fundamento político ideológico de la
Revolución Bolivariana, en consecuencia, nos consideramos
continuidad histórica de la lucha por la Independencia. En este
sentido, la Sociedad Patriótica de Maestras y Maestros tiene como
uno de sus principios su inquebrantable posición Anti Imperialista
como legado histórico de nuestros Libertadores y Libertadoras.

La Sociedad Patriótica de Maestras y Maestros, se asume como


descendiente de los pueblos Indo-afro y Mestizos de “Nuestra
América”, consciente del legado de sus luchas como corrientes
históricas que han fraguado la identidad y han fundado las bases
originarias de nuestra nacionalidad. En el proceso educativo,
concebimos la Educación como una acción cultural por la Igualdad
social, por la justicia, por la soberanía y por la paz de la nación.
Una de nuestras tareas como miembros de la Sociedad Patriótica de
Maestras y Maestros, es contribuir con una pedagogía que haga del
acto de enseñar y aprender una de las tantas formas de comprender y
transformar nuestra realidad; asumir y desarrollar una pedagogía que
permita integrarnos y no atomizarnos, reconocernos y no excluirnos,
valorar los saberes populares contra las pretensiones de un
pensamiento único, hegemonizante de la academia conservadora.

Esto se resume en una praxis pedagógica de lo social-colectivo, frente


a las prácticas y teorías que reproducen el individualismo y la
competencia. Por ello, desde lo didáctico pedagógico, nos orientamos
por la pedagogía Liberadora, Emancipadora y Descolonizadora
establecida en los postulados y en el enfoque de la pedagogía crítica.
Sin embargo, la claridad sobre el enfoque y los principios pedagógicos
no son suficientes, sin la compresión de las causas de la crisis
estructural del capitalismo y su incidencia en el contexto nacional.

La Sociedad Patriótica nos coloca hoy en una responsabilidad con la


historia a las educadoras y a los educadores, vayamos por todos los
rincones de la Patria, en cada uno de los Simoncitos, las
Escuelas, los Liceos y las escuelas técnicas a conformar la
Sociedad Patriótica de Maestras y Maestros como aporte para la
organización del nuevo docente y la nueva docente que demanda la
República consustanciados con los principios y valores patrios.

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