El existencialismo es una corriente filosófica del siglo XX, se caracteriza por cuestionar la

existencia de un Dios y se basa más en la idea de que los propios humanos se desarrollan sus
propias decisiones en tiempo presente. Constantemente dudan de lo irreal, ya que estos se
limitan a lo existente de la realidad de este mundo. Para los existencialistas no hay la moral de
buenos y malos, simplemente actos y consecuencias.
Por ello hay angustia y soledad en sí, porque según sus creencias: no hay nadie que les puede
ayudar cuando algo sale mal, es decir, de que los humanos no pueden culpar a nadie porque son
los mismos responsables de sus consecuencias negativas. Y también las decisiones no solo afecta
al individuo sino también a toda la humanidad, creando una constante presión al hombre para
realizar buenas acciones, cayendo el rumbo de la angustia.