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INDÍGENAS

URBANOS
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
ETNOGRÁFICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Iván Pérez Téllez
Coordinador
Gobierno de la Ciudad de México

Claudia Sheinbaum Pardo


Jefa de Gobierno

José Alfonso Suárez del Real y Aguilera


Secretario de Cultura

Benjamín González Pérez


Director de Vinculación Cultural Comunitaria

Iván Pérez Téllez


Coordinación General del Proyecto de Investigación Etnográfica
de la Ciudad de México: Indígenas Urbanos

Iván Pérez Téllez


Natalia Gabayet
Coordinación Académica y de Investigación

Textos
Introducción: Iván Pérez Téllez.
Presentación: Olivia Leal Sorcia.
Ensayos: Víctor Aarón Cortés Vite, Karla Ruiz Oscura, Ismael
Pineda, Rubén Luna, Ana Morán, Atsumi Ruelas Takayasu,
Gabriela Cañas Zamora, Dominga Cruz Reyes, María Isabel
Vázquez, Rolando Hernández Domínguez, Pedro González Gómez,
Moisés Román Beristáin, Iván Pérez Téllez, Janette Martínez,
Esteffany Espinoza y Roxana Aguilar.

Lídice Jiménez Uribe


Diseño

Todos los Derechos Reservados. Ciudad de México, abril 2019.


Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización del autor.
INDÍGENAS
URBANOS
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
ETNOGRÁFICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Iván Pérez Téllez
Coordinador
ÍNDICE
5 INTRODUCCIÓN

10 PRESENTACIÓN

20 ÑUU SAVI. EL PUEBLO DE LA LLUVIA


EN EL PONIENTE DE LA CIUDAD DE MÉXICO

44 DIVERSIDAD CULTURAL EN EL NORTE DE LA CIUDAD DE MÉXICO.


LA DELEGACIÓN GUSTAVO A. MADERO

66 DIVERSIDAD Y HETEROGENEIDAD DE LOS INDÍGENAS


EN LA DELEGACIÓN TLALPAN. UNA RIQUEZA CULTURAL

92 RITUALIDAD DESDE LA URBE. TRES CASOS DE SER INDÍGENA EN


LA DELEGACIÓN XOCHIMILCO

108 LA CULTURA INDÍGENA EN IZTAPALAPA. UN JUEGO DE ESPEJOS

122 LA PRESENCIA INDÍGENA EN LA DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC.


TRES CASOS ETNOGRÁFICOS

136 BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
IVÁN PÉREZ TÉLLEZ1

La Ciudad de México y su área metropolitana albergan conjuntamen-


te la mayor concentración de indígenas en el país. Se trata de una
5
verdadera capital indígena, acaso la metrópoli con mayor número de
población indígena en América Latina. En consecuencia, la diversidad
es uno de los rasgos más sobresalientes de la ciudad, capital multicul-
tural y pluriétnica; sin embargo, pese a su evidente pluralidad cultu-
ral y lingüística, en un afán de progreso y modernización, la ciudad ha
negado su composición indígena. Como ocurre con el Estado nación,
es frecuente que la Ciudad de México exalte su pasado indio al tiempo
que niega o invisibiliza a los indígenas vivos.

Según el último censo realizado por el inegi en 2010, la Ciudad de Mé-


xico cuenta con al menos 123,224 personas que hablan alguna lengua
indígena y el número se eleva alrededor de 500,000, si se considera
a los que se autoadscriben como indígenas a pesar de no hablar la
lengua; asimismo, de las 68 agrupaciones etnolingüísticas que reco-
noce el inali, 57 de ellas se hablan en la ciudad (inegi, 2010). Con todo,
y ante la gran diversidad en torno a la composición étnica que posee
la Cuidad de México, las investigaciones antropológicas resultan in-
suficientes.

De carácter misceláneo, los estudios antropológicos en relación a los


indígenas en la ciudad se han centrado sobre todo en los pueblos y
barrios originarios, particularmente los trabajos realizados por Tere-
1 Subdirector de Asuntos sa Mora Vázquez; prueba de ello es el libro Los pueblos originarios de
Indígenas. Secretaría de la ciudad de México. Atlas etnográfico (Mora, 2007). Asimismo, existen
Cultura de la Ciudad de
México. algunos otros textos producto del trabajo desarrollado en distintos
espacios académicos, como el seminario En esta línea, la creación del Proyecto de
Etnografía de la cuenca de México, dirigi- Investigación Etnográfica de la Ciudad de
do por Andrés Medina en el Instituto de México: Indígenas Urbanos (pie), en el 2015,
Investigaciones Antropológicas de la unam se pensó como una herramienta que per-
(Medina, 2007; Romero Tovar, 2009); así mitiera, al área de Asuntos Indígenas de
como los emanados del proyecto Etnogra- la Secretaría de Cultura de la Ciudad de
fía de los pueblos originarios de la Ciudad México, siendo Secretario de Cultura
de México, auspiciado por la Universidad Eduardo Vázquez Martín, establecer una
Autónoma de la Ciudad de México (uacm), política pública con pertenencia cultural
que cuenta con publicaciones propias (Ya- orientada a los indígenas urbanos. Princi-
nes et al., 2004; 2006). Sin embargo, los palmente, ante la escases e insuficiencia de
trabajos realizados sobre indígenas urba- política pública destinada a las comunidades
nos residentes son todavía dispersos, y no étnicas; centradas, hasta ese momento, como
cuentan con un proyecto general que los ocurría con las investigaciones antropo-
aglutine, pues pese al considerable núme- lógicas, en los pueblos y barrios origina-
ro de población indígena, y a la vasta pro- rios de la Ciudad de México. Para tal fin,
6 ducción bibliográfica, no existe un pro- se consideró llevar a cabo investigaciones
yecto de la misma naturaleza que los que etnográficas –basadas en trabajo de cam-
se han enfocado en los pueblos y barrios po en núcleos indígenas– que permitieran
originarios de la Ciudad de México. comprender las dinámicas de migración,
la residencia, las formas de empleo y au-
No obstante, desde hace poco más de diez toempleo y, en general, los modos de vida
años, el seminario denominado Ciudad, de los indígenas urbanos. Para, posterior-
pueblos indígenas y etnicidad –organizado mente, desarrollar e implementar progra-
de manera conjunta entre la Secretaría de mas en materia de política cultural.
Desarrollo Social de la Ciudad de México,
el Centro de Investigación de Estudios Su- Para el diseño del pie 20152 se tuvieron
periores en Antropología Social y la uacm– varias consideraciones, entre ellas que el
inició un trabajo de investigación y debate trabajo con las poblaciones indígenas en
sobre los indígenas urbanos, así como so- el contexto urbano de la Ciudad de Méxi-
bre la creciente composición multiétnica co –a las cuales se les vaticinaba su des-
y pluricultural de la ciudad (Yanes et al., aparición desde la década de los setenta,
2004 y 2005). Producto de este seminario, esperando se diluyeran en la gran masa
el libro Ciudad, pueblos indígenas y etnici- de ciudadanos precarizados– continuaba
dad, es uno de los primeros textos académi-
cos que contempla a los indígenas urbanos
y ya no sólo a los pueblos y barrios origi- 2 Proyecto de Investigación Etnográfica de la Ciudad de México: Indígenas
Urbanos, se realizó durante 5 meses –de mayo a septiembre de 2015–,
narios; considera, además, la importancia con financiamiento de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México,

de la implementación de políticas públicas y con el aval académico del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH) a través de la Coordinación Nacional de Antropología, el Centro de
orientadas a este sector, sobre todo ante la Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y
la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
creciente etnitización de la ciudad.
siendo un tema poco explorado y de mu- tinuidad cultural, el cambio de vestimenta
cha vigencia. Sobre todo, en virtud de que o la pérdida o conservación de la lengua
los pueblos indígenas contemporáneos no indígena en el contexto urbano (Mora et
sólo no han desaparecido –por el contra- al. 2004: 231).
rio, han aumentado estadísticamente– sino
que han utilizado estrategias migratorias, En contraste, el pie 2015 quiso pensar la
económicas y culturales para reproducir vida indígena urbana como un sistema de
su etnicidad, incluso en la ciudad. Así, el relaciones que reproduce formas de orga-
tema de las migraciones indígenas emer- nización de raigambre indígena en la ciu-
gía como uno de los tópicos más desa- dad, sin privilegiar la vieja dicotomía entre
fiantes y recurrentes para la investigación la vida rural y la vida urbana, para com-
social y particularmente para la antropo- prender así los mecanismo que permiten a
logía (Vázquez et al. 2013: 13). Pues si bien los indígenas urbanos desenvolverse en
es cierto que hoy día abundan textos aca- esos dos mundos que conocen y manejan
démicos sobre migrantes indígenas en la a conveniencia. Pensamos, por ejemplo, en
ciudad, y algunos estudios son realmente trabajos con perspectivas novedosas cen-
señeros, como el realizado con mazahuas trados en un enfoque relacional antes que 7
y otomíes a finales de la década de los 60 esencialista (Martínez Casas y De la Peña,
(Arizpe, 1975), el trabajo etnográfico entre 2004: 89-150), así como en estudios cen-
muchas otras comunidades indígenas es trados en temas como la vivienda indígena,
todavía una labor pendiente. las formas de reproducción cultural o los
derechos indígenas en el contexto urbano
Además del peso desmedido que habían (Sánchez, 2004: 57-87; Yanes, 2004: 191-224).
cobrado los pueblos y barrios originarios
en los estudios antropológicos, los enfo- De igual manera, quisimos indagar a qué
ques que se privilegiaron para el estudio grado la cultura indígena es hoy día cons-
de los indígenas urbanos distaban mucho titutiva de la Ciudad de México. Pero no
de considerar planteamientos teóricos como una forma de banalizar o folclorizar
novedosos. Incluso hoy día muchas in- la ciudad, sino para reconocer la rique-
vestigaciones antropológicas continúan za y diversidad cultural que, en un afán
trabajando desde perspectivas conven- modernizador, se negó e invisibilizó, que-
cionales en las que predominan enfoques riendo de este modo hacernos pasar por
de tipo culturalista que fincan su análisis una sociedad homogénea: monolingüe
en la noción de cambio cultural basado del castellano y con una cultura nacional.
en las dicotomías ciudad-campo, moder- Asimismo, juzgamos necesario que las in-
nidad-tradición, etcétera (Martínez Casas, vestigaciones etnográficas consideren y
2007). O el modelo economicista, que con- registren las propias motivaciones de los
sideraba la migración indígena como una indígenas urbanos para migrar y habitar la
mera estrategia económica; o bien, los ciudad, para irse y retornar sin que sólo
estudios centrados en la atención de la los factores económicos se supongan de-
“identidad”, los procesos de cambio y con- terminantes (Guerrero Galván, 2009).
Entre los objetivos del pie 2015 nos propu- para mostrar la contemporaneidad de sus
simos conocer etnográficamente la reali- formas de organización social y gobierno,
dad indígena en la Ciudad de México, sus así como las “costumbres y tradiciones” de
núcleos de población y algunos de sus ras- los pueblos indígenas que viven en la Ciu-
gos más característicos. Así como descri- dad de México.
bir y analizar los esquemas de movilidad
indígena y los patrones de asentamiento, Con esto en mente, el pie 2015 se propuso
las luchas por la adquisición de vivienda, el indagar sobre las formas de organización
desplazamiento lingüístico, etcétera. Y, a social en la ciudad, la vida ceremonial y la
partir de esta primera visualización, anali- ritualidad indígena en el contexto urbano.
zar las redes parentales, sistemas de ayu- También se consideraron las propuestas
da, paisanaje y reciprocidad con que ope- de los equipos de trabajo en virtud de que
ran las distintas comunidades indígenas. los propios investigadores contratados
Lo mismo que indagar en las formas de ser trabajaban con antelación la temática de
indígena en un contexto urbano a través, los indígenas urbanos. En ese sentido, nos
sobre todo, de las formas de ocupación – interesó estudiar las organizaciones indí-
8 empleo y autoempleo–, la movilidad y su genas de corte etnopolítico que trabaja-
carácter pendular, las rutas migratorias, ban a partir del enfoque de la comunalidad
la utilización de tecnología y las redes de y sus premisas de continuar siendo indí-
comunicación. Todo ello para dar cuenta genas en la ciudad. Por ejemplo, estudiar
de las formas de organización social que el papel de las asambleas comunitarias
han permitido la reproducción cultural de –como el órgano máximo de representa-
estas comunidades indígenas, así como las ción y toma de decisiones indígenas– en
estrategias lingüísticas que han seguido los espacios urbanos como una forma de
para preservar o dejar de trasmitir la len- organización que permite cierta represen-
gua materna. Igualmente, nos propusimos tatividad tanto en la comunidad de origen
indagar sobre las distintas organizaciones como de residencia, que estrecha y dina-
indígenas en la ciudad que trabajan como miza las relaciones de interacción entre la
traductores e intérpretes, o que las agluti- ciudad y el campo. Finalmente, como un
nan en proyectos específicos –adquisición trabajo paralelo, propusimos que los equi-
de vivienda, reconocimiento de sus dere- pos de investigación realizaran un mapeo
chos–, pero también aspectos del capital demográfico y de los enclaves étnicos en
cultural que se actualiza en la ciudad –por las seis delegaciones de estudio, para así
ejemplo, las bandas de música, los siste- cruzar datos estadísticos con los recolec-
mas de mayordomías o el tequio– que per- tados en el trabajo de campo y sumar, ade-
miten la reproducción étnica y cultural de más los datos estadísticos sobre población
un pueblo, así como sus formas de orga- indígena urbana que las distintas depen-
nización. Por último, decidimos centrar la dencias del gdf habían generado.
investigación en las formas que posibilitan
la continuidad cultural, que les permiten La investigación etnográfica se llevó a
seguir siendo “indígenas en la ciudad”, cabo por medio de seis equipos de inves-
tigación conformados, en su mayoría, por paralelo al trabajo de campo que realiza-
antropólogos que cubrieron territorial- ron los equipos de investigación y sirvió
mente las seis delegaciones con mayor tanto para discutir los avances de las lí-
población de indígenas urbanos según el neas de investigación como para resolver
censo de población (inegi, 2010). El campo problemas teórico-metodológicos que se
de estudio abarcó las siguientes delega- suscitaron durante el proceso de inves-
ciones: Iztapalapa (30, 027 hli); Gustavo A. tigación, sistematización de datos y re-
Madero (14, 849 hli); Tlalpan (10, 290 hli); dacción de los ensayos finales. A la par, se
Xochimilco (9,322 hli); Álvaro Obregón elaboró un temario de lecturas que buscó
(8,528 hli); Cuauhtémoc (8,402 hli). Los seis sentar los antecedentes, así como orien-
equipos de investigación estuvieron cons- tar los resultados esperados de cada uno
tituidos por tres investigadores, uno de los de los equipos de investigación, para que,
cuales fungía como coordinador, por cada además, los investigadores poseyeran un
una de las seis delegaciones, colaborando bagaje conceptual común que permitiera
en el proyecto un total de dieciocho inves- el diálogo de las etnografías ante la diver-
tigadores. El pie 2015 tuvo una duración de sidad de las formas de organización y ex-
cinco meses durante los cuales, desde su presiones culturales indígenas de la Ciudad 9
inicio, se realizaron quincenalmente reu- de México.
niones con el Comité Académico para dar
seguimiento a cada una de las investiga- El resultado de todo este proceso de in-
ciones. El Comité Académico del pie 2015 vestigación, sistematización y redacción
estuvo conformado por la Dra. Regina está ahora reunido aquí en seis ensayos de
Martínez Casas, del ciesas; la Dra. Teresa carácter etnográfico. Cada uno de ellos,
Mora, del inah; la Dra. Olivia Leal Sorcia, a su modo, representan una contribución
de la uacm; y el Mtro. Enrique Serrano, de al conocimiento de las comunidades étni-
la Coordinación Nacional de Antropología cas urbanas y nos permite tener un pri-
del inah. Dentro de las responsabilidades mer acercamiento a la realidad indígena
de este comité se establecieron: la defi- de la ciudad; un acercamiento no desde
nición del marco teórico-metodológico, un centro de investigación, universidad o
la elaboración del corpus de lecturas, un instituto, sino desde la Secretaría de Cul-
taller de preparación, un seminario de in- tura de la Ciudad de México, como parte de
vestigación, además de asesorías y revi- la construcción de una política pública que,
sión de resultados finales. previo a implementar acciones o progra-
mas, realiza un ejercicio de reconocimiento
Durante las sesiones de trabajo, cada uno –a través de la investigación antropológi-
de los seis equipos presentaba sus avan- ca– de las comunidades indígenas de esta
ces y los miembros del comité realizaban capital para establecer adecuadamente po-
sugerencias, tanto metodológicas como líticas públicas con pertinencia cultural.
bibliográficas, así como cuestiones meto-
dológicas y de posibles formas de abordar
algunas temáticas. El seminario corrió
PRESENTACIÓN
OLIVIA LEAL SORCIA1

El interés por conocer las condiciones de vida, trabajo y residencia de


grupos indígenas en la capital del país encuentra en la obra pionera
10 de Lourdes Arizpe, Indígenas en la ciudad de México. El caso de las
“Marías”, un antecedente fundamental. Publicado en el año 1979, fue
resultado de una investigación más amplia, financiada por institu-
ciones públicas y centros de investigación, en este caso el Instituto
Nacional de Antropología e Historia y el Colegio de México. Si bien
el desarrollo de lo que podemos llamar un diagnóstico de la condi-
ción indígena en la ciudad de México, arrancó bajo interrogantes que
apelaban a conocer las formas de migración, el porqué de su elección
por la capital del país, así como indagar su posición de subempleo y
marginalidad, el resultado arrojó un extraordinario diagnóstico so-
bre el patrón migratorio de las comunidades estudiadas, además de su
integración a los procesos económicos en la ciudad de México. Sobre
sus aportes teóricos y metodológicos, la obra citada ha sido referida
por otros autores en diversos balances sobre los estudios producidos
en torno a lo que ahora podemos llamar indígenas urbanos durante la
segunda mitad del siglo xx.

Para los propósitos de esta presentación, la intención de volver a re-
ferir la obra de Lourdes Arizpe los vinculo con el hecho de resaltar
justamente, el impulso por parte de instituciones públicas y de inves-
tigación la elaboración de diagnósticos sobre grupos indígenas resi-
dentes en la capital del país. Al cambio de milenio además abría que
agregar, el interés de los gobiernos locales por contar con información
también actualizada sobre las poblaciones indígenas asentadas en 1 Profesora investigadora,
sus territorios. Universidad Autónoma de
la Ciudad de México.
En este marco se inscribe la iniciativa de realizar un estudio explo-
ratorio sobre la situación actual de indígenas en la ciudad de México.
Las inquietudes parten de comprender las dinámicas de migración,
residencia, ocupación, y modos de vida de los indígenas urbanos,
cuyo fin último se refiere a la definición de programas sociales perti-
nentes que tomen en cuenta las particularidades culturales, así como
las recurrencias. Se trata de reconocer las culturas indígenas como
parte constitutiva de la ciudad que supere miradas folclorizadas, y
que parta de revalorar la riqueza multicultural que se alberga en
la ciudad, contraria a una visión que apele por la homogeneización
sociocultural, producto de un proyecto modernizador de ciudad 11
excluyente.

Así, el Proyecto Investigación Etnográfica de la Ciudad de México,


Indígenas urbanos, (pie) impulsado por la Secretaría de Cultura del Go-
bierno de la Ciudad de México inició en el año 2015 una primera etapa
de investigación. Entre sus objetivos se propuso conocer etnográfi-
camente la realidad indígena en la capital del país, así como anali-
zar las redes parentales, sistemas de ayuda, paisanaje y reciprocidad
con que operan los residentes indígenas. Otros fines más ambiciosos
fueron indagar en las formas de ser indígena urbano a través de la
ocupación, la movilidad, las rutas migratorias, la utilización de tec-
nología y las redes de comunicación; además de explicar las formas
de organización social que han permitido la reproducción cultural
de los indígenas en un contexto urbano, poniendo atención en las
estrategias lingüísticas que han seguido para preservar o dejar de
trasmitir su lengua.

Para el logro de dichos objetivos se organizaron seis equipos de traba-


jo, integrados principalmente por etnógrafos, quienes cubrieron seis
delegaciones capitalinas, las cuales durante el 2010 arrojaron el mayor
número de Hablantes de Lenguas Indígenas (hli), según datos del úl-
timo Censo de Población y Vivienda elaborado por el Instituto Nacio-
nal de Estadística (inegi). Dichas delegaciones fueron Álvaro Obregón,
Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tlalpan y Xochimilco.
Tomando como guía los objetivos enun- nos permita analizar procesos novedosos
ciados, el arranque del trabajo de reco- de reproducción sociocultural y reconoci-
pilación de datos en campo se orientó a miento étnico, donde los indígenas asumen
partir de diversas interrogantes: ¿Cuáles protagonismo al reconocerles capacidad
aspectos organizativos y socioculturales de agencia y de acción social. Lo anterior
permanecen y cuáles cambian en la vida por supuesto, no implica dejar fuera del
de los indígenas urbanos?, ¿qué papel des- análisis las problemáticas que histórica-
empeñan y cómo funcionan las redes so- mente han padecido en las ciudades tales
ciales étnicas en el proceso de inserción y como discriminación, explotación laboral,
reconfiguración de lo urbano?, ¿cómo los falta de reconocimiento de sus derechos
indígenas se apropian de un contexto ur- individuales y colectivos, entre otros.
bano y se reproducen en él?
A partir de lo anterior es que podemos
Estas primeras interrogantes se enmarcan ubicar los posicionamientos conceptuales
en lo que podemos llamar un cambio en el que surgieron a lo largo del trabajo en la
paradigma sobre el estudio de las familias elaboración del diagnóstico. Por ejemplo,
12 y grupos indígenas radicados permanen- destaca dar cuenta de la multiplicidad de
temente en ciudades medias y grandes formas de ser indígena en un contexto
metrópolis del país. Conceptos como acul- de urbanidad. Lo cual significa retomar
turación, asimilación y desintegración que las diferencias específicas de los sujetos
dominaron los enfoques en temas como en cuanto a su edad, género, trayecto-
migración rural-urbana, además de los ria migratoria, lugar de origen, tiempo de
primeros estudios urbanos principalmente residencia en la ciudad u ocupación. Se
desarrollados desde la antropología social trata de reconocer que todos estos facto-
durante los años sesenta hasta la década res alimentan una concepción dinámica y
de los noventa del siglo xx, perdieron sus heterogénea de lo que representa la vida
cualidades explicativas a partir de la emer- cotidiana de los sujetos indígenas en las
gencia de nuevos procesos en la estructu- ciudades.
ra urbana y ocupacional de las ciudades
mexicanas. Lo anterior también se debió Otra veta de análisis relevante se refiere
a la diversidad de procesos de integración a la importancia de ponderar a partir de
económica y sociocultural por parte de las fuentes estadísticas, el número de HLI en
familias y grupos indígenas, que se expan- un territorio delimitado, además de carac-
dieron desde las áreas centrales de las ur- terizar sus formas de asentamiento urba-
bes, hasta las zonas de periferia, varias de no. Una tercera veta más, se dirige a pon-
ellas caracterizadas como metropolitanas. derar y debatir postulados que privilegian
una percepción encapsulada de la comuni-
El vínculo espacio urbano — y procesos dad indígena en los nuevos lugares de des-
de sociabilidad de los indígenas urbanos tino migratorio (congregación residencial),
por lo tanto, viene a posicionarse como contrario a quienes ponen el acento en
una nueva apuesta en el análisis social que mirar comunidades flexibles y mediadoras
en los nuevos espacios de concentración. grupos, familias y sujetos indígenas. Así
Es decir familias y grupos que presentan también en unos casos se abordan más
dispersión territorial, pero que generan los temas enfocados hacia el uso, disputa
relaciones interétnicas de distinto nivel y apropiación de ciertos espacios públi-
(conflictivas, solidarias, de competencia) cos por parte de diversos grupos; en otros
con sus vecinos; y/o se aglutinan en di- se pone el acento en las formas en que se
versos espacios urbanos a partir del im- reproducen redes de paisanaje, familiares
pulso de redes de paisanaje, familiares y y laborales; mientras que la reproducción
de compadrazgo, sumamente dinámicas de fiestas religiosas y del ciclo de vida se
y cambiantes. destacan más en otros ensayos. No obs-
tante el conjunto de los trabajos permite
Otra mirada de análisis escasamente tra- conocer de forma más integral los proce-
bajada se refiere a la identificación de gru- sos contemporáneos de integración y re-
pos y familias indígenas socioeconómica- producción económica de los indígenas en
mente diferenciados, los cuales establecen la ciudad de México al cambio de milenio.
pautas migratorias igualmente diferencia-
das y por ende estrategias y mecanismos A continuación se expone más detalladamen- 13
variados de adaptación e inserción a las te el contenido de cada uno de los ensayos
ciudades. por delegación ordenadas alfabéticamente.

Así, mientras los equipos avanzaban en la
recopilación de datos en campo y de for-
ma documental, se presentó el reto de de- I. ÑUU SAVI: EL PUEBLO DE LA LLUVIA
linear un documento que articulara todas EN EL PONIENTE (ÁLVARO OBREGÓN)
estas dimensiones de análisis. Se optó por DE LA CIUDAD DE MÉXICO
lo tanto porque cada equipo de investiga-
ción identificara sus perspectivas de aná- En este ensayo, los autores plantean como
lisis desde el marco general de donde partió hipótesis central, que la inserción de los
el proyecto de diagnóstico. Asimismo de- grupos mixtecos no oculta su capacidad de
pendiendo de la disposición de las fami- agencia y negociación con el espacio social
lias y los colectivos indígenas para brindar al que llegan. La pertinencia del diagnós-
información; el conocimiento y movilidad tico como los autores lo marcan se refiere
de los etnógrafos en el territorio delega- a analizar la adaptación de los grupos ñuu
cional, así como el acceso a información savi en una zona de la ciudad de México
estadística y bibliográfica sobre los gru- donde no se ha generado investigación
pos identificados en cada una de las dele- al respecto. Por ello el objetivo principal
gaciones capitalinas, se estructuraron los alude a describir las formas en cómo los
informes finales. grupos mixtecos se insertan en el espa-
cio urbano, habitándolo y adaptándose a
El lector encontrará por lo tanto una he- su entorno sociocultural. En particular se
terogeneidad en las descripciones de los describen los procesos de vida y trabajo
por parte de los mixtecos asentados en las dentes de diversas regiones del país, como
colonias La Pólvora y La Conchita. Resal- parte de oleadas migratorias permanen-
tan aspectos de la organización de la vida tes hacia la capital. Grupos como los ma-
urbana de los grupos mixtecos oriundos zahuas, triquis, otomíes y nahuas princi-
del municipio de San Esteban Atatlahuca, palmente, han sido lo más etnografiados,
Oaxaca. destacando justamente sus procesos
de asentamiento disperso y congregado
Sobresale del análisis el patrón de asen- en dicha demarcación. A lo anterior se
tamiento de los mixtecos en la delega- suma, la amplia existencia de vendedores
ción. Por ejemplo, encuentran que existe indígenas que diariamente se desplazan a
contigüidad residencial en los lugares de esta delegación para comercializar diver-
origen, pero nulo contacto entre mixtecos sos productos en los corredores tradicio-
radicados en la demarcación. En general se nales como la Lagunilla, Tepito, el Centro
detallan etnográficamente no sólo las ocu- Histórico, Reforma y las colonias Roma y
paciones a las que acceden los mixtecos, Condesa principalmente.
asentados en las colonias referidas, sino
14 que además se describen otros espacios De la información contenida en el ensayo
de ocio que resultan fundamentales para destaca la presentación de casos de su-
la sociabilidad urbana. Tal como lo anali- jetos indígenas (nahuas, otomíes, triquis)
zan con la liga de basquetbol Sol mixteco. que abona en la caracterización de sus
También incluyen información cualitati- formas de vida y trabajo tanto de quienes
va sobre las relaciones (y tensiones) que residen en el territorio delegacional como
mantienen los avecindados mixtecos en la de aquellos que llevan a cabo otras activi-
ciudad con las comunidades de origen. dades ya sea ocupacionales o de comercio.

II. PRESENCIA INDÍGENA EN LA III. DIVERSIDAD CULTURAL EN EL


DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC, NORTE DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
TRES ESTUDIOS DE CASO LA DELEGACIÓN GUSTAVO A.
MADERO
La delegación Cuauhtémoc, históricamen-
te ha representado un espacio central El estudio sobre la delegación Gustavo A.
para el asentamiento temporal o definitivo Madero parte de un análisis cuantitativo
de diversos grupos indígenas en la ciu- que da cuenta de la distribución de hli en
dad de México. A partir de la década de el perímetro delegacional, a partir de la
los años ochenta del siglo xx, las vecinda- consulta del total de Áreas Geoestadísticas
des, las casonas históricas o los predios no Básicas registradas por el Instituto Nacio-
urbanizados de esta delegación, han sido nal de Geografía (inegi). Los datos estadís-
documentados como los espacios hacia ticos muestran que la localización y distri-
donde arribaron familias indígenas proce- bución de los HLI en dicha demarcación
oscila entre asentamientos congregados y co cantante de hip pop, radicado también
dispersión de indígenas y familias en casi en Cuautepec.
toda la superficie delegacional.

Además se presenta un análisis del fun-
cionamiento de redes y estrategias co- IV. LA REPRODUCCIÓN DE LA
munitarias que permiten la conformación CULTURA INDÍGENA EN IZTAPALAPA
de sujetos colectivos quienes demandan
servicios, reconocimiento, reivindican de- Para el 2010, la delegación Iztapalapa re-
rechos grupales, a la par que recrean ele- portó el mayor número de HLI de toda la
mentos constitutivos de su cultura o lugar ciudad de México (30,226). Tendencia que
de origen. Los autores identifican que de- se ha sostenido por dos décadas consecu-
pendiendo el tipo de asentamiento urbano tivas. Asimismo tiene registrado el mayor
donde residen, los indígenas otorgan sig- número de grupos etnolingüísticos radi-
nificados diferenciados al territorio. cados en dicho territorio delegacional. Si
bien se trata de un territorio que pode-
En particular se presentan descripciones mos caracterizar novel en términos de su 15
etnográficas de zapotecos oriundos de la proceso de urbanización, a diferencia por
sierra norte de Oaxaca quienes celebran a ejemplo de las zonas central y norte de la
su santa patrona, la Virgen del Rosario en ciudad de México, su crecimiento sosteni-
Cuautepec, gigantesco asentamiento urba- do con relación al número de grupos et-
no localizado en el límite norte de la dele- nolingüísticos, así como su espectacular
gación. Otro grupo se refiere a los nahuas expansión urbana, conurbada en dirección
de Zongolica, Veracruz, quienes forman suroriente con la periferia metropolitana,
parte de una red de artesanos y comer- la han transformado en una demarcación
ciantes de madera, la cual aglutina tanto estratégica para el entendimiento de di-
a paisanos como a otros sectores no in- versos procesos socioespaciales donde los
dígenas, pero que les permite reproducir indígenas radicados han sido y siguen sien-
el oficio de la carpintería como un nicho do activos participantes.
ocupacional central en su reproducción
económica no solo en la ciudad de México, En este ensayo, los autores dialogaron con
sino en otras ciudades del país. Los chilas integrantes de por lo menos siete gru-
(nahuas) asentados en la colonia Vista pos indígenas: mazatecos, chinantecos,
Hermosa, también en Cuautepec presen- nahuas, purépechas, huicholes, triquis y
ta características destacables al tratarse zapotecos, radicados en once colonias. A
de familias y colectivos que además de re- partir de sus registros identifican un dina-
producir vigorosamente redes familiares, mismo en lo que nombran una continuidad
de padrinazgo y compadrazgo, también cultural entre las comunidades originales
han diversificado sus formas de empleo y los asentamientos en la ciudad, posibili-
y autoempleo en la ciudad. Por último se tando la construcción de referentes simbó-
presenta información de un joven totona- licos sobre sus territorios ancestrales, pero
adecuados a los nuevos paisajes urbanos en gen, votan en la ciudad ya que representan
los límites del territorio delegacional. casi el 50% del total de la población. Dado
que el municipio se rige por usos y costum-
Al respecto destaca el caso de los huicholes bre únicamente requieren comprobar que
que si bien representa uno de los grupos nacieron en Chiquihuitlán. En otro senti-
minoritarios en la delegación, la reproduc- do aparecen referencias hacia la apropia-
ción de ceremonias como el encendido del ción de ciertos espacios públicos que no
fuego nuevo en el cerro de la Estrella se se encuentran en el territorio delegacional
ha convertido en una práctica que también (deportivo Venustiano Carranza) pero que
se la disputan grupos de la mexicani- representan el principal espacio de reen-
dad que se asumen como los deposita- cuentro paisanal en la ciudad.
rios ancestrales, además de autoridades
delegacionales y diversos promotores cul- Otros temas como el tipo de oficios, la es-
turales. Lo anterior ejemplifica claramente colarización de las segundas y terceras ge-
las disputas no solo por espacios públicos neraciones, además de la participación en
y/o la dotación de servicios públicos donde asociaciones culturales se refieren para los
16 se ven envueltos los indígenas de diversos distintos grupos.
grupos. Incluso en el plano de las creen-
cias, las cosmovisiones y las prácticas cul-
turales se vienen presentando disputas y
enfrentamientos producto de relaciones V. DIVERSIDAD Y HETEROGENEIDAD:
de alteridad contrastantes. UNA RIQUEZA CULTURAL DE LOS
INDÍGENAS EN LA DELEGACIÓN
Con respecto a las formas de asentamien- TLALPAN
to, ubican aquellos casos donde se presenta
una congregación poblacional como son los Una particularidad de la delegación Tlal-
casos de los zapotecos de Yatzachi el Alto, pan son sus grandes extensiones naturales
mazatecos de Chiquihuitlán, purépechas (campo, bosques, pastizales, zonas de cul-
de Charapan y triquis de la organización tivo) lo cual señalan los autores, le otorga
MAIZ. Por el contario también encontraron mayor ruralidad, esto es una condición de
aquellos reunificados pero a nivel familiar sociabilidad en un continuum rural-urba-
como son los casos de los purépechas de no, lo cual se vincula con la posibilidad de
Michoacán y de los nahuas de Puebla. que las familias por un lado, accedan a un
predio propio y por otro, el paisaje natural
Por otro lado, también documentan las les recuerde los entornos campesinos de
relaciones de reciprocidad y dependencia donde provienen.
que algunos grupos han generado entre
las comunidades de origen y los asenta- En esta delegación se identificaron las len-
mientos urbanos. Este sería el caso de los guas náhuatl, mixteco, otomí y zapoteco
mazatecos de Chiquihuitlán quienes en las con el mayor número de hablantes en esta
elecciones municipales de su lugar de ori- demarcación. En particular se describe el
caso de la organización Nueva Sangre Pu- condiciones de adaptación en términos
répecha A. C. la cual aglutina 107 familias de vivienda y participación en ámbitos di-
purépechas siendo su comunidad de origen versos en la vida de los pueblos de origen.
Charapan. El caso destaca ya que compra- Además de presentar datos que se refieren
ron un terreno en el Ajusco medio, don- a las formas particulares de socialización
de construyeron el Centro Cultural Cha- de ciertos grupos, lo cual brinda nociones
parense cuyo propósito fue servir como en torno a lo que podemos llamar la socia-
espacio de encuentro para las reuniones, bilidad de las familias y grupos indígenas
juntas, fiestas y eventos del grupo Nueva en la urbe capitalina. En términos concep-
Sangre Purépecha. Sobresale el interés tuales se incluye la noción de comunidad
expresado por los entrevistados de impul- interétnica.
sar diversas estrategias para lo que lla-
man “conjuntar y crear comunidad” en el Para el caso de los nahuas por ejemplo, se
espacio urbano. exponen ciertas prácticas festivas que em-
piezan a impulsarse en los pueblos de origen
Otro caso que se describe se refiere a los y que son copiadas de la fiestas patronales
nahuas oriundos del estado de Puebla de Xochimilco. Se señala su tipo de con- 17
quienes presentan cierto grado de con- gregación y acceso a empleos urbanos. La
gregación, asentados en la colonia Isidro comunidad que identifican de origen es
Fabela. Por último, los autores presentan Tepetzintla ubicada al noroeste de la sie-
lo que nombran migrantes “solitarios” o rra norte de Puebla.
bien que pertenecen a una red familiar
nuclear, generalmente asentados en las Los puntos de asentamiento de indíge-
colonias que se encuentran más alejadas nas en la delegación Xochimilco corres-
del centro histórico de Tlalpan tales como: ponden al barrio Caltongo, el Pueblo de
Parres, Santo Tomás Ajusco, San Miguel San Gregorio Atlapulco; así como Santia-
Ajusco y San Miguel Topilejo. go Tulyehualco y Santa Cruz Acalpixca. La
importancia del caso que se describe en
el ensayo, es que refiere un amplio grupo
de personas (700 aproximadamente), con
VI. RITUALIDAD DESDE LA URBE. una larga trayectoria migratoria y que para
TRES CASOS DE SER INDÍGENA EN la época actual, se trata más de un grupo
LA DELEGACIÓN XOCHIMILCO que presenta cierto grado de dispersión
en colonias adyacentes, lo cual les permi-
En este ensayo se analiza principalmente, te mantener ciertos lazos de paisanazgo y
los casos de los grupos nahuas y purépe- por ende, fortalecer cierto tipo de redes
chas, aunque también, los autores identi- familiares y de compadrazgo.
ficaron la presencia de otomíes, mixtecos,
mixes, tseltales, chinantecos, mazatecos y Un dato relevante es que las mayordomías
purépechas en la delegación Xochimilco. patrocinadas por la comunidad citadina
De manera particular se describen las han agregado a la fiesta patronal cele-
brada en el pueblo de origen, la música legaciones por un lado facilitó la ubicación
de banda y la quema del castillo, “pues les socio espacial de los grupos, y de HLI, pero
recuerda las fiestas de Xochimilco”. La des- al mismo tiempo representó un reto deli-
cripción en general para este grupo, pre- mitar la movilidad de los colectivos y las
senta datos relevantes sobre los nahuas, familias indígenas a los límites delegacio-
que si bien representan la etnia con el nales. Por ejemplo, viven en una colonia,
mayor número de hablantes de lenguas pero se agrupan en espacios públicos en
indígenas en prácticamente todas las otra delegación, se desplazan a trabajar
grandes ciudades del país, las etnogra- y/o vender y prestar servicios a una ter-
fías resultan escasas en comparación con cera, mientras que se congregan en fiestas
otros grupos etnografiados. religiosas y familiares no solo en distintas
delegaciones capitalinas sino en varios
En el caso de los purépechas llama la aten- municipios conurbados de la extensa zona
ción la edificación y acondicionamiento metropolitana del valle de México.
de un solar urbano que funciona como
casa-taller. Se brinda información sobre La configuración por lo tanto de procesos
18 los fines de las familias purépechas quie- de sociabilidad urbana por parte de los in-
nes al permanecer en la ciudad, se dedican dígenas donde se contemplen sus despla-
primordialmente al oficio de la carpinte- zamientos bajo mecanismo dinámicos de
ría. Desde este nicho ocupacional consi- integración económica y social a la estruc-
deran relevante fortalecer vínculos en la tura ocupacional de la ciudad de México,
urbe. Además los autores identifican que representan futuras líneas de investiga-
la estructura de las familias purépechas se ción en el corto y mediando plazo para los
modifica cuando se integran a la ciudad de estudiosos de lo indígena en las ciudades.
México, al presentarse un reajuste de los Lo mismo se podría mencionar en torno a
roles que no necesariamente correspon- sus procesos de participación política en
den a los predominantes en el pueblo, para los ámbitos locales, así como la pelea por
este caso de Capácuaro. En general man- acceso a programas sociales. En particular
tienen fuertes lazos de ayuda y coopera- el tema de los usos, apropiación y disputa
ción sobre todo para la celebración de las de diversos espacios públicos, principal-
fiestas tradicionales en dicho pueblo. mente, centros de cultura, calles y plazue-
las, deportivos, predios que fungen como
En general, los casos narrados a lo largo casas-talleres, tal cual se muestra en va-
del libro, dan cuenta de las diferencias so- rios de los casos narrados, obligan a des-
bre la relación de los grupos indígenas con entrañar procesos de agencia y de impulso
el entorno citadino, aunque compartan de derechos ciudadanos en un marco de
sus mismos propósitos de mejoramiento equidad y justicia, amparados en leyes lo-
económico. En cuanto a lo metodológico, cales que se supone deben beneficiar al
la presentación de la información por de- conjunto de los residentes capitalinos.

Sobre este último punto los resultados de
investigación presentados, deberán reto-
marse para el diseño y revisión de acciones
y programas de política pública impulsadas
desde el gobierno de la ciudad de México,
dirigidas hacia los grupos y familias indí-
genas radicadas en la principal ciudad del
país. Encauzadas sobre todo para mejorar-
sustancialmente sus condiciones de vida,
residencia y trabajo como parte de una po-
lítica social incluyente y respetuosa de la
diversidad étnica en el territorio citadino.

19
ÑUU SAVI 1
EL PUEBLO
DE LA LLUVIA
EN EL PONIENTE
DE LA CIUDAD DE MÉXICO
VÍCTOR AARÓN CORTÉS VITE

INTRODUCCIÓN
20

El intenso, vertiginoso y variopinto crecimiento de la Ciudad de México


ha multiplicado el encuentro de facto de diversas poblaciones cuyas
diferentes proveniencias, historias, lenguas y filosofías o cosmovisio-
nes participan en un tinglado complejo. Las relaciones sociales que
este encuentro supone y de hecho fomenta, están mediadas por una
desigualdad de circunstancias históricas reconstruidas y condensa-
das en ideas puestas en práctica en la vida cotidiana.

Las calles de algunas colonias (para el presente caso, sobre todo las que
tienen una ubicación hacia el norte de la delegación Álvaro Obregón
en la dirección territorial Toltecas), ofrecen importantes ejemplos
de cómo en el espacio urbano se constituye el concurso de lo dife-
rente. En las calles del lugar se distribuye una comunidad de mixte-
cos cuyo origen son varias comunidades de la mixteca alta; Vicente
Guerrero, Ndoyonuyuji (significa ciénega de las flores amarillas)
y Guerrero Grande, entre otras, ubicadas en el municipio de San
Esteban Atatlahuca, que a su vez pertenece al distrito de Tlaxiaco, en
Oaxaca.

Los grupos de esta etnia que se han asentado en algunas de las colo-
nias del norte de la delegación Álvaro Obregón, forman parte de las 1 Ñuu savi: etnónimo del
pueblo mixteco, signifi-
poblaciones indígenas que llegaron hacia la década de 1970 particular- ca: El pueblo de la lluvia.
También descrito como
mente a esa zona de la ciudad. En un momento en que las migraciones Ñuu Dzavui o lugar del
a la ciudad reunían ya trayectorias de varias décadas. Uno de los dios de la lluvia.
aspectos de interés consiste en la integración regional que aparente-
mente tiene el patrón de asentamiento en la urbe, cuya característica
principal consiste en la contigüidad residencial según la cercanía de
los lugares de origen y el poco o nulo contacto entre mixtecos con
orígenes más distantes en los estados de Guerrero y Oaxaca quienes
se han insertado en la zona de la demarcación territorial.

La idea que anima este texto es que la inserción de los grupos mixtecos,
aunque mediada por la dominación histórica de los grupos étnicos
mestizos y blancos, no oculta su capacidad de agencia y negociación
con el espacio social al que llegan. En este trabajo se resaltan las his- 21
torias de hombres y mujeres ñuu savi (de la mixteca alta) que han ha-
bitado en la delegación Álvaro Obregón desde ya hace algo más de
3 décadas; en su inserción a un medio urbano como el que ofrece la
zona poniente de la Ciudad de México.

Por añadidura, busca también generar algunos puntos de interés en el


estudio de la adaptación de los grupos ñuu savi a una zona de la Ciu-
dad de México donde no ha habido investigación al respecto. Por ello
el principal objetivo aquí es el de describir las formas en que los grupos
mixtecos se insertan en el espacio urbano, habitándolo y adaptándose
a su entorno sociocultural. Para ello se divide en dos partes, la prime-
ra explora de manera breve los trabajos que han abordado el estudio
de la etnia Ñuu savi y una caracterización del municipio de Atatlahuca
en atención al lugar de proveniencia de los grupos mixtecos. También
en la primera parte del ensayo se aborda el tema de las migraciones
indígenas a la Ciudad de México y culmina con una descripción de la
delegación Álvaro Obregón como escenario histórico para la inser-
ción de los mixtecos a la urbe.

La segunda parte gira en torno del análisis de los datos recabados en


el trabajo de campo realizado sobre todo en las colonias Pólvora y La
Conchita. Resaltando aspectos de la organización de la vida urbana de
los grupos mixtecos de San Esteban.
ÑUU SAVI

Los estudios sobre la región mixteca se se encuentran divididas en una clasifica-


iniciaron en la primera mitad del siglo xx ción geográfica y climática, pero también
con pioneros como Ignacio Bernal, Alfonso sociocultural y lingüística: la mixteca alta,
Caso, Wigberto Jiménez Moreno, Ronald con clima frío (y suelos hoy erosionados)
Spores y Kenneth Pike, sin embargo es ha- en la parte este de Oaxaca, de donde pro-
cia las décadas de 1960 y 1970 cuando se vienen los registros materiales mixtecos
incrementó el interés desde la antropo- más antiguos que datan de 3000 a 5000
logía, la arqueología y la historia sobre la años a. C., hacia el valle de Nochixtlan y
etnia Ñuu savi (Spores y Robles, 2014; Her- Tamazulapan. En la mixteca baja el asen-
man, 2008). Por lo que las investigaciones tamiento más antiguo data de 1150 a.C., en
son relativamente recientes en compara- el sitio Santa Teresa. Mientras que la fecha
ción con otras áreas y etnias mayormente más antigua de ocupación de la mixteca de
estudiadas. De lo investigado destacan in- la costa se remonta a 500 años a.C. (Lind,
terpretaciones de vestigios de los antiguos 2008: 14-19).
22 reinos mixtecos, análisis de los numerosos
códices donde se describen importantes Los pueblos mixtecos se organizaban en
sucesos históricos y míticos, organización torno a la figura de reinos o yuhuitayu
social, ritualidad, variantes dialectales, (yuhui: petate y tayu: asiento, “el lugar del
procesos migratorios, identidad, derecho gobernante”), con capitales y poblaciones
consuetudinario, sobre lo cual hay en la menores o ñuu. De las tres mixtecas, la alta
actualidad una vasta literatura (Jansen, era la más densamente poblada. Eran es-
1989; Caso, 1956 y 1979; Lind, 2008; Mona- tados estratificados y gobernados por una
ghan, 1995; Dahlgren, 1954, Ravicz, 1965; aristocracia que se casaba entre sí en fun-
Escárcega y Varese, 2004; López, 2014). ción de la descendencia que era heredera.
Cada noble elegía de entre sus parientes a
El pueblo Ñuu savi tiene sus territorios an- 4 consejeros encargados de aspectos eco-
cestrales en el oeste de Oaxaca, el este de nómicos, religiosos y militares. El primer
Guerrero y el sur de Puebla, conforman- piso de la estructura social estaba com-
do así las áreas en las que se distribuyen puesta por comuneros, con y sin tierra que
diversos grupos que a su vez conforman tributaban o trabajaban respectivamente,
diferentes y numerosas variantes dialecta- para el rey y vivían en barrios del ñuu en
les. El mixteco es uno de los idiomas ma- casas pequeñas y circulares de estuco y
yormente diferenciados entre los grupos tierra compactada. La dinastía más anti-
que lo hablan. gua remite a Tilantongo y las formadas an-
tes de la conquista fueron Tututepec en la
Los ñuu savi comparten los territorios costa en 1097 y Teozacoalco en la baja 1189.
con amuzgos, chatinos, cuicatecos, cho- Cada pueblo o yuhuitayu tenía un dios tu-
chos, triquis y mestizos (Monaghan, 1995). telar aunque había otras deidades com-
Por condiciones históricas las mixtecas partidas por todos: señor 9 Viento, Ñuhu
o espíritus de la tierra, Dzahui dios de la Los marcajes del ciclo agrícola están ri-
lluvia; en Achiutla estaba el señor 1 Muerte tualizados, como en el caso de antes de
(Lind, 2008: 21-30). sembrar cuando se ofrece en un ritual,
bebidas y comidas al santo patrono, en el
El abismo que existe entre la historia an- que hay plegarias y oraciones propiciato-
cestral y la conformación de la identidad rias de buena cosecha. Se ofrendan ciga-
de los mixtecos en la actualidad, nos plan- rros encendidos en las cuatro esquinas de
tea a las miradas externas una paradoja. a parcela de trabajo y se ofrece el sacrificio
Por un lado pertenece menos al terreno de un gallo. Entonces se hace la limpia y
del discurso histórico, que a la forma en siembra de la plantación. (Bartolomé y Ba-
que cada grupo ha enfrentado sus pro- rabas, 2008: 72, 73).
pias circunstancias; y por otro, la ingen-
te dificultad de establecer un continuum, Bartolomé y Barabas describen que la re-
atendiendo las condiciones propias de la sidencia de los ñuu savi es patrilocal en un
historia relativamente reciente de los pue- contexto de endogamia comunal. Se dan
blos mixtecos quienes en su devenir han en general pocos casos de matrilocalidad,
conformado singularidades. Aún desde ese si el hombre decide cuidar a los suegros. 23
punto de vista igualmente externo, se an- La alianza es la relación social fundamen-
toja innegable la huella de tiempos remotos tal, es decir, buscar el acuerdo “con un
en la vida de los mixtecos. En otro senti- gran número de personas para desarro-
do, preguntarse por la vigencia de una tra- llarse como miembro de una red social”
dición tan ancestral nos lleva a debatir la (Bartolomé y Barabas, 2008: 73).
búsqueda en el trabajo de campo de “los
cómos” desde la imbricación de los puntos La organización civil y social de los ñuu
de vista de quienes lo viven y de quienes lo savi, impone una serie de servicios que los
estudian2. miembros varones de la comunidad debe-
rán desempeñar a lo largo de su vida alter-
Para los grupos mixtecos el territorio está nativamente, iniciando con las actividades
cargado de significados. Ante el arribo del que exigen menos responsabilidad y con-
catolicismo a la región ha habido sincre- forme van avanzando en edad y prestigio, a
tismos: las deidades del aire, la tierra, sol llegar a los cargos que se reconocen dentro
y fuego, luna y de las predicciones, lluvia de los más complejos y de mayor respon-
y de la vida, del monte y los animales; se sabilidad. Este sistema clasifica a los hom-
corresponden localmente con los santos bres como principales o ancianos cuan-
patronos en turno (Bartolomé y Barabas, do se trata de quienes han desempeñado
2008: 69-71). todos los cargos, y la gente con trabajo,
aquellos que están aún en edad de pres-
tar un cargo o servicio. Desde este punto
2 Esa pretensión tan abarcadora históricamente, por otro lado, excede
con creces las dimensiones de este trabajo.
de vista las autoridades son tenidas en una
categoría similar a la de padres comunales
o tíos de la comunidad (Ravicz, 1965).
SAN ESTEBAN ATATLAHUCA

El municipio de San Esteban Atatlahuca otros es la agricultura la que hace segun-


forma parte del distrito de Tlaxiaco. Se da al comercio, aportando un antecedente
encuentra ubicado en la Mixtexa Alta en el para la discusión sobre si las poblaciones
Estado de Oaxaca en las estribaciones de rurales indígenas constituían exclusiva-
la Sierra Madre del Sur. Una de las prime- mente núcleos agrarios (Velázquez, 2011).
ras descripciones etnográficas sobre San El municipio de San Esteban se compone
Esteban Atatlahuca la debemos a Pablo de 35 comunidades. En este ensayo se re-
Velásquez en el marco del indigenismo toma Ndoyonuyuji principalmente junto
posrevolucionario quien hizo recorridos, con Guerrero Grande y Vicente Guerrero (o
entre otros lados, por el distrito de Tlaxia- Guerrero Chico). Este criterio de selección
co en 1954. Sus descripciones narran el responde a la procedencia de los radica-
tequio como institución fundamental en dos en la colonia Pólvora que constituye el
la mixteca alta. Velázquez ve una incapaci- foco geográfico de este trabajo.
dad de satisfacer las necesidades de las fa-
24 milias en los pueblos que describe, ve a los Las condiciones agrícolas del municipio de
hombres y mujeres en unos casos comple- San Esteban en la actualidad han resenti-
mentar la agricultura con el comercio y en do mucho la erosión del suelo por lo que

Fuente Censo Agrícola, Ganadero y Forestal 2007. Elaboración propia. Fuente INEGI-SIMBAD. Elaboración propia.
los productos sembrados y cosechados se
reducen a maíz, frijol y trigo. Según datos POBLACIÓN NDOYONUYUJI
del censo agropecuario, ganadero y fo- 2000 Población Población
restal del inegi en San Esteban se siembra Población total masculina femenina
264 130 134
más el maíz blanco que otro tipo de cul-
tivos. Se puede observar que los cultivos 2010 Población Población
principales hacia los años 2013 y 2014 in- Población total masculina femenina
294 158 136
cluyeron tomate verde y jitomate, pero la
producción siguió sobre el pilar del maíz.
Fuente Censo de población y vivienda 2000 y 2010. Elaboración propia.
Las cifras sobre las cosechas hacen su-
poner que gran cantidad de lo producido comunidades más densamente pobladas;
se destina al autoconsumo. El salario por sin embargo, si se revisan los censos de
jornal oscila entre los 80 y los 100 pesos. 2000 y 2010, el crecimiento es muy cercano
Y la organización del trabajo ocurre ma- a 0 por ciento en la década, lo que habla
yormente por la vía de la faena aunque hay de los índices de emigración. Los censos
quienes mencionan que estos ingresos son también revelan una inmigración apenas
de un monto mucho menor, en referencia sensible, que es consistente con el hecho 25
quizá a la cantidad de tiempo que ha sido de que algunas familias regresan para que
empleado en la estancia en la ciudad de el jefe de familia desempeñe alguno de los
México. cargos de la comunidad. La mayor parte
de la población es mixteca y bilingüe y hay
Allá el trabajo no hay más que a veces cuando el una minoría que es monolingüe. En gene-
gobierno pone del empleo temporal y así, pero ral todos los entrevistados coinciden en
casi no hay trabajo. Las personas sí tienen tra-
que no hay quien no aprenda la lengua, así
bajo pero lo que ganan son 30 pesos al día y así.
Y casi hacen más como que faena un día en su sea nacido en la ciudad o en Ndoyonuyuji.
casa de alguien y al otro regresan y así. Ya tiene Sin embargo se da un fenómeno de diglo-
mucho tiempo un día voy a tu casa y el otro vas sia en el sentido de que hay quienes dicen
tú y así. Así es cuando hacen. Primero siembran
que no saben hablar la lengua por llevar
y luego hacen limpia de las milpas y así, hasta
que piscan el maíz. Pero sí es más, casi no pagan. varios años en la ciudad aunque entienden
Los que tienen dinero pagan y los que no… o le lo que se dice en una conversación man-
dan el maíz a cambio, lo que salga de la cosecha tenida en mixteco. Aproximadamente un
(María, 27 años). tercio de la población se declaró económi-
camente activa en 2010. La principal reli-
La mayoría de las comunidades del muni- gión es la católica y hay un pequeño grupo
cipio son mixtecas, aunque también hay de protestantes. Y apenas 7 de los 66 ho-
mestizos, la mayoría radicados en San Es- gares censales manifestaron tener jefatura
teban, en lo que llega a ser casi la mitad de femenina (Censo de Población y Vivienda
la población estimada de 489 habitantes de 2010 del inegi).
según el censo de 2010.
Vicente Guerrero se encuentra aproxima-
Ndoyonuyuji se encuentra dentro de las damente a 3 horas a pie desde Ndoyonuyuji.
HABLANTES DE LENGUA INDÍGENA
NDOYONUYUJI
MIGRACIÓN ÉTNICA
2000
A LA CIUDAD DE MÉXICO
Población de 5 Población de 5 Población de 5
años y más que años y más que años y más que La historia reciente de las movilidades mi-
habla lengua habla lengua habla lengua
indígena indígena y no indígena y gratorias de los grupos étnicos a la Ciudad
227 habla español habla español de México, resalta la complejidad con que
32 194 estos se insertan y adaptan a las dinámicas
urbanas. Luego del crecimiento urbano
2010
Población de 3 Población de 3 Población de 3 de la segunda mitad del siglo xx, la capital
años y más que años y más que años y más que experimentó en su engrosamiento, la pre-
habla alguna habla aguna habla alguna sencia continua y variada de hombres y
lengua indígena lengua indígena lengua indígena
272 y no habla y habla español mujeres procedentes de otras latitudes,
español 251 con otras lenguas, historias, formas de
20 pensar y otras tradiciones (Mora, 2011). En
este panorama, la inserción a las dinámi-
Fuente Censo de población y vivienda 2000 y 2010 del INEGI.
cas urbanas es el más estudiado desde dis-
26
Para llegar, hay que ir por una brecha, subir ciplinas sociales como la antropología, la
y bajar el cerro del ratón3. A este cerro, en sociología, la historia y la psicología desde
el lugar donde nace el agua, el 3 de mayo la las ópticas de la salud, la migración, la edu-
gente de Ndoyonuyuji acude a hacer la pe- cación, las representaciones sociales, la
tición de lluvia a Dios para propiciar bue- identidad, el género y el trabajo (Mora, 2011;
nas cosechas y un año de buena lluvia. Conning, 1999; Vicente, 2011; Velázquez,
2010; Pérez, 2002; Martínez, 2007; Martí-
La principal fecha del calendario festivo de nez y De la Peña, 2004).
Vicente Guerrero es en diciembre, duran-
te los días 7 y 8, dedicados a la virgen de la Los grupos étnicos que habitan la ciudad
Soledad. 4 mayordomos son los encarga- tienen una historia en común en más de
dos de dar de comer y beber a los acompa- un sentido, por un lado comparten rai-
ñantes y de dar un baile el 7 para amanecer gambres y boscajes simbólicos que do-
el 8. La fecha principal para Ndoyonuyuji tan sentido a su cosmovisión, y por otro
es el primer viernes de cuaresma en el mes se encuentran de frente con un armazón
de febrero. En el censo de 2010, Vicente cultural y económico de desigualdad. Sin
Guerrero tenía una población de 102 per- embargo resulta relevante visualizar las
sonas. En donde se registraron 6 casos de diferencias en las poblaciones étnicas en
monolingüismo y 82 de bilingüismo. la ciudad. Pérez (2002) distingue a las po-
blaciones indígenas de las ciudades en tres
posibles categorías; aquellos indígenas que
3 Una habitante de Vicente Guerrero mencionó una leyenda sobre el
nombre del cerro “que antes era Cabaniñe ahí vivieron personas cuando
fueron conquistados desde la época colo-
hubo guerra y mucha gente llegó a refugiarse al cerro, cuando llegó la nial, las poblaciones indígenas alcanzadas
guerra murieron las personas y hubo sangre por todas partes y se quedó
el nombre de cerro de sangre; pero, con el tiempo fue pasando de gene- por los procesos de crecimiento urbano y
raciones tras generaciones y se llamó cerro de ratón, Cabaniñi”.
los indígenas inmigrantes a las ciudades.
También es importante resaltar las dife-
rencias al interior de los propios grupos
LA ZONA INDUSTRIAL
étnicos que migran. En el sentido de que Y MINERA DE LA DELEGACIÓN
constituyen en su historia poblaciones ét- ÁLVARO OBREGÓN
nicas socioeconómicamente diferenciadas
que establecen pautas migratorias igual- Durante el siglo xix se asentaron algunas
mente diferenciadas y por ende estrate- fábricas de textiles como La Hormiga, es-
gias y mecanismos variados de adaptación pecializada en la fabricación de telas de
e inserción a la ciudad. manta de algodón; y otras de papel como
Loreto, Santa Teresa y La Loma. Y otra lla-
En ese escenario se regresa a un aspecto mada Contreras que consistía en una serie
relevante de la historia en común de los de molinos de trigo. Sin embargo las acti-
grupos étnicos que habitan en la ciudad, se vidades preeminentes continuaban siendo
trata de las relaciones desiguales de poder agrícolas y forestales. Con la descentraliza-
constituidas históricamente “sobre dife- ción citadina como política federal de 1950
rencias físicas y culturales, utilizadas por el se inició de modo sostenido el crecimiento
Estado y los grupos sociales urbanos para hacia el sur de la Ciudad de México. Ese fue
27
ubicar y mantener a la población indígena el contexto de la puesta en marcha de la
en una posición de subordinación, merced urbanización de la zona (Yáñez, 2000).
a su exclusión y marginación dentro de la
estructura y dinámica de la sociedad mexi- La inmigración a la Ciudad de México au-
cana” (Mora, 2011: 279). mentó después de la década de 1950. Para
la década de 1990 la delegación Álvaro
Los grupos mixtecos, al igual que de otras Obregón era una zona con mayor porcen-
etnias, han migrado desde hace siglos. Una taje de hablantes de lengua indígena en la
de las migraciones antiguas se encuentra Ciudad de México. Las lenguas mixtecas se
descrita en el códice Nuttal, donde se men- encuentran en tercer lugar de las lenguas
ciona a los mixtecos como acompañantes habladas por los habitantes de la Ciudad de
en el peregrinar hacia el centro de México México. (Mora, 2011: 285). Pero en el trans-
codo a codo con los aztecas (Alfaro, 2004). curso de 1950 a 1980 la población de la de-
legación se triplicó. Se asentó firmemente
La llegada de los mixtecos a la ciudad se una industria cementera, de asbesto y en
dio en el periodo de auge del crecimiento general de materiales de construcción, que
de la Ciudad de México. En la década de daría un cariz al corredor industrial que
1970 la delegación Álvaro Obregón entraría fue alcanzado por la mancha urbana, una
a formar parte del área urbana de la Ciu- urbanización que algunos llaman incom-
dad de México. Dadas las condiciones de pleta y otros falsa (Yáñez, 2000: 47).
su desarrollo industrializador y urbaniza-
dor, el crecimiento ingente de la población La zona era el ejemplo de crecimiento urbano
en esa zona se debió a factores como la fa- sobre el territorio minado de la industria ce-
cilidad de encontrar trabajo y vivienda. mentera (Cementos Tolteca y Preconcreto)
que había degenerado los suelos.
Una zona industrial, productiva o laboral, en la que
era notable la preeminencia de la fábricas, talleres
LOS MIXTECOS Y SU
y comercios que producían cemento, sus deriva- APROPIACIÓN DE LA URBE
dos y otros productos para la construcción, Y una
extensa zona de asentamientos urbanos, obreros
Para entender la manera en que los grupos
y populares, con intensa historia, en la que sus
pobladores, pobres y de escasos recursos en su mixtecos se insertan en la ciudad es pre-
mayoría, habitaban los territorios en condiciones ciso mencionar un panorama, aún breve-
extremadamente difíciles (Yáñez, 2000: 22). mente, de algunos de los sucesos situados
en las décadas en que se desarrolló la in-
La industria pesada tendría su punto más migración desde la mixteca alta. Desde la
álgido hacia la década 1980 bajo los rubros perspectiva de la apropiación de los espa-
ya conocidos de papelera, fundidora, ce- cios urbanos de vivienda y esparcimiento,
mentera y de asbesto, más el incremento por un lado; hasta las condiciones de con-
de pequeñas y medianas fábricas y talleres. formación de espacios de vinculación po-
Como apunta Yáñez, esta zona no podía lítica en la vida de una colectividad asenta-
seguirse llamando la periferia tradicional da de forma cada vez menos precaria a las
del centro de la ciudad, debido a las con- características de la urbe por el otro.
28
diciones de asentamiento de la población
inmigrante, entre quienes se contaban los Antes de establecerse en la delegación Ál-
paracaidistas. Para la década de 1980 la varo Obregón (hacia las décadas de 1970
zona se encontró plenamente integrada y 1980), las familias de mixtecos prove-
a la ciudad con varios asentamientos po- nientes de San Esteban Atatlahuca tenían
blacionales alrededor. Para Yáñez resalta como lugar tradicional de destino en la
la contrastante manera como la industria zona conurbada los municipios La Paz (en
“históricamente (ha) tenido (diferentes im- Los Reyes), de Valle de Chalco, y Xochimil-
pactos socioculturales y espaciales) para co, estos lugares en el presente congregan
organizar y estructurar la vida cotidia- aún una población importante de ñuu savi
na tanto de sus trabajadores y empleados, proveniente de la mixteca alta. La princi-
como de amplios núcleos de población –en pal diferencia que hay entre estos asen-
alta proporción migrantes rurales–, que a lo tamientos y los de la delegación Álvaro
largo del tiempo se asentaron en los dete- Obregón, es la posibilidad de la propiedad
riorados territorios dejados a su paso por el de la tierra, ya que muchos han compra-
despliegue de empresas extractoras de ma- do terrenos para construir su casa debido
teriales para la construcción (arena y grava quizá a los precios más accesibles. “Allá en
entre otros) y de las más modernas instala- Xochimilco sí se de algunos que tienen su
ciones industriales” (Yáñez, 2000: 24). casa propia, pero aquí es pura renta” (Ro-
gelio, 25 años, jardinero). Ligado a esto,
otra diferencia importante entre unos
y otros es la articulación con las remesas
de los mixtecos que trabajan en Estados
Unidos, que es una parte substancial del
financiamiento de las viviendas. Lo que le
da a los asentamientos en la franja norte de Resalta el carácter regional de la asocia-
la delegación Álvaro Obregón su caracte- ción y esto a su vez destaca el hecho de
rística principal que se trata de una pobla- que Ndoyonuyuji no se encuentre dentro
ción que constantemente piensa ya sea en de esa asociación sino que han hecho su
migrar a los Estados Unidos o en retornar propia adscripción como radicados de la
a San Esteban, dadas las condiciones del Ciudad de México “La Pólvora”, constitu-
trabajo que no da para la adquisición de yendo así la única comunidad del munici-
tierra o la construcción de vivienda. Por pio que no está integrada en dicha asocia-
otro lado los grupos de edad de los radica- ción mixteca.
dos en la ciudad sugiere que la migración
a la misma se da en relación a las edades Algunos de los mixtecos de Ndoyonuyuji
productivas de hombres y mujeres quienes mencionan que esto es porque su partici-
rara vez exceden los 60 años de edad. pación no se reflejaba en una retribución
directa hacia la comunidad, es decir hacia
En este contexto dio inicio la configura- la mesa directiva de su lugar de origen. “De
ción de las redes migratorias con base a la comunidad de Ndoyonuyuji sí (tiene sus
los principios de prestigio, reciprocidad y autoridades aquí). Pero de otras comuni- 29
apoyo mixtecos para la organización tanto dades no. Es que igual de Vicente Guerrero
de actividades colectivas como el acceso a tienen autoridades pero ya tienen su aso-
la vivienda y al trabajo. ciación. En Valle de Chalco están confor-
madas por varias comunidades. La única
La conformación de la vida comunitaria comunidad excluida de esa asociación es
en la cotidianidad, llevó a los mixtecos a Ndoyonuyuji” (Reyna, 24 años). “Ellos de
organizarse en Valle de Chalco en torno hecho, deberían estar (insertos en la orga-
a la necesidad de vinculación con el lu- nización) allá también (en Valle de Chalco),
gar de origen que cobró la forma de una pero quién sabe por qué no” (José, albañil
asociación mixteca que anualmente renta y comerciante de Guerrero Grande, 34
el espacio del Centro Social Asao. En don- años).
de confeccionan festivales culturales que
recorren los ámbitos de la gastronomía, Las políticas de urbanismo en la construc-
el arte y el deporte mixtecos. Mediante la ción de la zona sur-poniente de la delega-
asociación, los grupos mixtecos devengan ción mediante el surgimiento de proyectos
una cantidad de dinero misma que desti- como Santa Fe, que no hizo más que acen-
nan a una contribución para obras en las tuar las disparidades y los contrastes so-
comunidades de origen. En estrecha vin- cioeconómicos de los asentamientos de la
culación con la estructura organizativa de delegación, constituyó un aliciente para el
las figuras de autoridad de los mixtecos de mercado laboral en esa parte de la ciudad
San Esteban en la ciudad de México y el que comenzó a concentrar una población
área conurbada. flotante en busca de trabajo que se concen-
tra en puntos específicos de la delegación.
Para los trabajadores de la construcción DE LA CIÉNEGA
mixtecos y para muchos otros,4 3 son los DE LAS FLORES AMARILLAS
lugares representativos: el jardín de San (NDOYONUYUJI)
Jacinto, las inmediaciones de las instala- A LA DELEGACIÓN ÁLVARO
ciones de metro Tacubaya y las de metro OBREGÓN. PRIMEROS PASOS
Observatorio. En los tres se ha instituido
HACIA LA CARACTERIZACIÓN
un punto de contratación o levantón.
CULTURAL DE LA INSERCIÓN DE LOS
En este panorama de la conformación tan-
ÑUU SAVI A LA CIUDAD
to de redes migratorias como laborales, los
parentescos rituales figuran grandemente. Los primeros en llegar a la zona hacia fina-
Como registró Bade en 2004 para el caso les de la década de 1970 comenzaron poco
de los mixtecos radicados en California, las a poco a poblar ese espacio que describe
redes de compadres y comadres, además Yáñez (2000) de callejones sin salida, ban-
de formas de celebración de las fiestas ri- das juveniles, alcoholismo y drogadicción,
tuales, favorecen el acceso a la residencia, es decir, aquel entorno era más rural que
30 el empleo y son copartícipes primordiales urbano en la periferia de la ciudad. Uno de
en el proceso de atención de la salud. los mecanismos principales para llegar era
propiciada por las relaciones de parentes-
co, por ejemplo los tíos invitaban a algunos
4 En el parque San Jacinto converge una miríada de trabajadores de la
construcción provenientes de diversos puntos del DF y del área conurba-
sobrinos a hacer el viaje a la ciudad. Esta re-
da. Entre ellos figuran mazahuas, otomíes, mixtecos y mestizos. lación sigue siendo una de las más impor-
tantes para la gente de Ndoyonuyuji para
llegar a la ciudad. Las mujeres tenían como
expectativa laboral el trabajo doméstico y
los hombres la industria de la construcción.
Entre quienes deciden pasar temporadas
largas de estancia en la ciudad, se encuen-
tran también aquellos que vienen sólo por
temporadas cortas, con el trabajo pactado
de antemano. “Si no hay trabajo, no ven-
go, mejor me quedo allá… vengo unos tres
o cuatro meses y me regreso a trabajar mi
tierra” (Pascual, 34 años, albañil).

La apertura de espacios laborales permitió


a los hombres encontrar empleo de mane-
ra más continua, de modo que el radicar en
esta parte de la ciudad era para los mixte-
cos de Ndoyonuyuji un aliciente cada vez
más interesante.
De aquellos que llegaron primero a la zona, mos tíos, todo como somos del mismo pueblo y
un porcentaje menor logró conseguir re- del mismo rancho. Se va organizando uno. (Nelio,
aproximadamente 29 años, mixteco de la Pólvora).
unir algún dinero para comprar terreno y
construir, merced a los precios relativa-
A pesar de que el patrón de residencia en
mente más bajos en la propiedad en esta
Atatlahuca es patrilocal, en la ciudad la di-
zona urbana comparada con otros lugares.
ferencia es que cuando las nuevas pare-
Poco a poco el panorama se tornó más ur-
jas se juntan, buscan establecerse por su
bano hasta la actual división de las colo-
cuenta rentando ya sea en la misma colo-
nias. Hoy en día son muy raros los abuelos,
nia o en aledañas.
aquellos pioneros de la inmigración, que
consiguieron hacerse de un terreno donde
Tan sólo en la colonia Pólvora se asientan
construyeron su casa y que prefieren que-
aproximadamente unas 10 familias mixte-
darse en la ciudad. Por lo que el acceso a la
cas provenientes de Ndoyonuyuji, distri-
vivienda en la actualidad es por lo general
buidas en las calles de la colonia que resulta
mediante la renta de espacios, habitacio-
de un tamaño menor en relación a las colo-
nes y casas.
nias circundantes como Jalalpa, Olivar del 31
Conde o Molino de Santo Domingo donde
Una manera habitual con que los mixtecos
también habitan grupos familiares mixtecos.
habitan la Pólvora es en vecindad junto
con otros familiares, que son generalmen-
Yo creo que son muchos porque son de diferen-
te los primeros contactos con la ciudad
tes comunidades de los pueblos de la Mixteca, de
que tienen los mayores de edad5 o quie- la misma comunidad han de ser como 10 familias,
nes vienen por temporadas. Estableciendo pero de la misma comunidad. De Atatlahuca han
de esta manera la posibilidad de una coti- de ser como unas 100. Varía, porque por ejem-
dianidad con los vecinos provenientes de plo de Ndoyonuyuji, son 10, pero de San Esteban,
son 12, varía” (Reyna, 24 años, madre y empleada
Ndoyonuyuji y de otras comunidades de doméstica).
San Esteban como Guerrero Grande y Vi-
cente Guerrero.
Ciertamente la Pólvora no es la única colo-
De aquí de la colonia, un cálculo más o menos de nia a la que han llegado a asentarse. La co-
lo que yo tengo en las listas (de la liga de básquet lonia Jalalpa en la dirección territorial que
bol) de la gente que viene de San Esteban son lleva ese mismo nombre, también dentro
más o menos como 30, sí hay mucho más gente del territorio delegacional, alberga otras
pero están regados por otros lados… (Jalalpa, La
Conchita, etc.) hay primos, hay tíos. Lo que pasa
familias y lo mismo ocurre con la colonia
es que prácticamente por eso nos conocemos La Conchita.
aquí, por decir toda la gente son familiares, pri-
Otras familias que no son de San Esteban
también se asientan en colonias de am-
5 Es relevante la mayoría de edad porque a partir de los 18 años los hom-
bas direcciones territoriales. Sin embar-
bres pueden ser convocados a participar en un servicio social comunita-
rio y muchas son las referencias de quienes al cumplir la mayoría de edad go la presencia de paisanos mixtecos de
deciden comenzar a migrar. Aunque también hay historias de quienes
han llegado de 14 y 15 años a la ciudad.
otros municipios parece no tender lazos
de integración, contacto o conocimiento la Pólvora decidieron organizar y mante-
de ellos. De manera que hay poca o nula ner su propia liga y así poder participar en
relación tendida hacia los mixtecos que contribuciones para su propia comunidad.
habitan la colonia Olivar del Conde prove- La vida cotidiana de los mixtecos de la Ál-
nientes del estado de Guerrero y hacia los varo Obregón, es ocasión para ellos mis-
mixtecos provenientes de municipios de mos de algunas comparaciones respecto
la misma Mixteca Alta, como es el caso del a la vida que se da estando en el pueblo.
municipio de La Pera, en la misma colonia Estas diferencias se pueden agrupar en
La Conchita pero cuya lejanía parece hacer torno a la atención de la salud, las formas
eco de la que hay entre Ndoyonuyuji y La del matrimonio y parentesco ritual, la edu-
Pera (casi 6 horas). En la misma delegación cación (escolar y cultural), las festividades
hay presencia de mazahuas, nahuas, oto- y el trabajo.
míes y chinantecos e igualmente el contac-
to parece ser nulo exceptuando un grupo Algunas mujeres se dedican al trabajo en
de chinantecos que participan en la liga de casa, ganando apenas lo suficiente para
basquetbol organizada por los mixtecos. irla pasando, en una economía comprome-
32 tida por la renta mensual de los espacios,
Aparejado al de la delegación Álvaro Obre- la estrategia ha sido reunirse en familias.
gón, otro flujo migratorio de grupos pro- Hasta que deciden casarse y algunos se
venientes de San Esteban Atatlahuca se independizan. Más si se trata de compar-
estableció en la delegación de Xochimilco. tir vivienda con miembros de la familia
En este caso la relación que los mixtecos extensa. La vivienda se comparte además
de la Pólvora tiene con ellos es frecuente y con familias que vienen de todos lados, hay
estrecha. Los mixtecos tanto del poniente gente de Puebla, del estado de México, de
y sur de la Ciudad de México (Xochimilco) y otros lados de Oaxaca.
de Los Reyes y Valle de Chalco, se orga-
nizaron para encontrarse periódicamente El establecimiento de los grupos mixtecos
en un sitio que quedara a una distancia en la delegación, ha dado lugar a múltiples
equilibrada entre los tres puntos, para ce- nacimientos en la ciudad. Las más de las
lebrar torneos de básquet que son muy veces estos nacimientos se dan en los hos-
importantes para la vida comunitaria de pitales de la Delegación. Las nuevas gene-
los mixtecos. Por ello eligieron las canchas raciones de mixtecos nacidos en la ciudad
del Parque de los Venados “… para que ni a se enfrentan al dilema de la pertenencia.
ellos ni a nosotros nos quedara lejos, antes Desde diversas ópticas, la pertenencia a la
de eso a veces venían unos de allá o noso- etnia no se agota con un criterio lingüís-
tros íbamos” (Sebastián, 35 años, albañil). tico pero en la ciudad el fenómeno de la
diglosia ha dado lugar a que algunos mix-
No obstante el contacto estrecho con los tecos abandonen el idioma.
demás grupos con quienes comparten
proveniencia una vez asentados en la de- Porque igual nosotros en español nos comunicamos
casi siempre, y digamos si nos encontramos con…
legación Álvaro Obregón, los mixtecos de
un familiar o con otras personas (de allá), hablamos diagnostican como sus remedios. No obstante es un
mixteco. Porque aquí en la ciudad las personas igual saber enfrentado a otros procesos de atención. Las
como que nos ven raro hablar mixteco. Conforme enfermedades como el espanto es posible (siempre
nacen aquí, entonces ellos ya optan por querer ha- que se esté en el lugar de origen) “… lo que se puede
blar o no hablar el mixteco. Igual como en la escuela curar, porque cuando es algo más ya van al doctor,
la gente al hablar dicen pues qué onda. Yo no me que está como a una hora… en camión” (María, ma-
avergüenzo, pero hay muchos que ya no lo quieren dre de familia, empleada de abarrotes y trabajadora
hablar, se va perdiendo (Reyna, 24 años). doméstica, 26 años).

En Vicente Guerrero (igual que en otras Esta circunstancia genera una distancia
comunidades de San Esteban) la atención entre la descendencia que nace en la ciu-
del nacimiento se encuentra entre la obs- dad de aquellos nacidos en la Mixteca Alta.
tetricia y las parteras. “Allá en el pueblo no Debido a que no suele darse remedios del
(van al hospital) porque hay parteras, por- saber mixteco, sino medicinas, algunas
que van a la casa de la persona a sobarle madres no conciben el darles yerbas a sus
a las mujeres embarazadas para que en el hijos porque en ellos no va a funcionar ya
momento del parto no haya complicación. que siempre han recurrido a la medicina y
Allá sí, pero aquí no. Es todo ir al doctor” a los doctores. Ellas, por otro lado, sí se lo 33
(Dorotea, 21 años, empleada doméstica). permiten porque han acudido antes a esos
En la decisión de dar a luz, las mujeres se remedios, debido a lo cual en ellas sí ha-
encuentran en la disyuntiva de ir al centro rían efecto.
de Salud o al hospital Enrique Cabrera o
regresar a su pueblo a parir de la manera Bade (2004), hablando de la atención de la
tradicional. “Tiene sus ventajas y sus des- salud de los mixtecos que viven en Califor-
ventajas igual, mejor porque los doctores nia, encuentra que las redes sociales fun-
prácticamente si algo no trae bien, está la gen también como mecanismos de aten-
medicina para salvar al bebé. Y en el pue- ción de la salud. Donde no son raros los
blo pues ahí sí se complica cuando la par- viajes de regreso a los lugares de origen,
tera tiene que ir al doctor” (Reyna, 24 años, cada vez más accidentados por las con-
madre de 2). Pero además de esas consi- diciones del traslado migratorio; y donde
deraciones, la que más peso tiene es, de los recursos culturales sustentan saberes
manera similar a la decisión de casarse en y etnoatenciones.
la ciudad o en el pueblo, el estar estableci-
dos ya en la ciudad y el gasto energético, Para el presente caso el proceso de aten-
familiar, de tiempo y monetario inclina la ción de la salud es diferente desde el pun-
balanza hacia hacer uso de los servicios to de vista de la ciudad y del pueblo. Por
clínicos de la ciudad. Es por ello varios ni- ejemplo, hablando de una curación de
ños ñuu savi nacen en la ciudad. espanto6 “Aquí no creo que alguien venga
a recoger la tierra porque por lo regular
Debido a que en San Esteban los curanderos son
una figura más en la atención de la salud, las nue-
vas madres que viven en la ciudad conocen o tie- 6 Se enferma de espanto el espíritu si la persona sufre una caída o acci-
dente en lugares específicos. Esto es diagnosticado por un curandero.
nen nociones tanto de las enfermedades que estos
aquí todo es de piso. No se puede yo creo En San Esteban la petición de la novia se
porque es difícil recoger la tierra de algún hace ofrendando a su familia una fiesta
lado, porque ahí en el pueblo se talla la tie- en la que llevan mole, pollo, pulque, cer-
rra en la frente, los pies, las manos, es difí- vezas, botellas de tequila y tortillas. Una
cil que esa tradición se siga en el df, no se de las condiciones de hacerlo por la vía de
da” (Reyna, 21 años). Los patios y azoteas la tradicional petición de la novia es que
suelen albergar algunas plantas medicina- una vez formalizado el lazo, es menester
les como la ruda y la yerbanuestra. En unas que la nueva pareja vaya a vivir a la casa
cuantas ocasiones se consulta con otros del marido. Por lo que quienes ya se han
paisanos que sepan qué se puede usar para establecido en una vida urbana, optan por
remediar un mal. casarse en la ciudad. Esto reduce los cos-
tos y los tiempos de la boda. Ya que al igual
Los ñuu savi radicados en la Ciudad de que los bautizos y otras liturgias católicas
México comparten el calendario festivo en la ciudad lleva tres días de pláticas lo
nacional. Sin embargo cuando hay cele- que en la Mixteca Alta lleva un mes. Apa-
braciones en sus comunidades de origen, rentemente los lazos y liturgias hechas en
34 suelen acudir. El número de veces que re- la ciudad tienen la misma credibilidad que
gresan es variable en función de su traba- las que se llevan a cabo en las localidades
jo, disponibilidad y ganas. Por ejemplo José de origen, pero no es claro si cuentan con
que atiende una tienda y es comerciante, el mismo prestigio. No obstante, la deci-
suele acudir una o dos veces por año. Pero sión de casarse en la ciudad o en el pueblo
Rogelio que forma parte de la mesa direc- parece depender más claramente de las
tiva de deportes, suele acudir con mayor circunstancias de establecimiento de las
frecuencia a Ndoyonuyuji. parejas en la ciudad.

El matrimonio y el parentesco ritual tienen Llama la atención el comportamiento con


diferencias en la vida de los ñuu savi, en la respecto al parentesco ritual por com-
medida en que las circunstancias imponen padrazgo. A decir de algunos, el término
diferencias en las tradiciones para casarse compadre es exclusivamente de uso rural,
en la ciudad y en el pueblo. ya que estando en la urbe, aquellos com-
padres formalizados por un bautizo (a ve-
La formalización de una alianza matrimo- ces son hermanos), no se denominan así.
nial puede ir por dos sentidos. La petición
de la novia, la boda por iglesia, y la boda Pues ahí y acá son diferentes porque allá se dicen
por lo civil. Los matrimonios suelen darse compadres pero aquí ya no. Pus como que ya no
les gusta o no sé. Como hay veces que más que
entre miembros de diferentes localidades
para otras personas agarran a su hermano y pues
y también de la misma localidad. Lo que como le voy a decir compadre a mi hermano, los
nunca se ve son matrimonios con mestizos niños le dicen padrino pero los papás no le dicen
de la ciudad. compadre y allá sí, se ve mal que si es tu compadre
no le digas compadre (María, 27 años).
EL BÁSQUET COMO ESPACIO Las cuotas por arbitraje ascienden a los 200
DE INTERACCIÓN EN LA pesos por equipo que son pagados al inicio
CUIDAD: LIGA SOL MIXTECO de los partidos cada domingo. La organiza-
ción descansa en un comité llamado Mesa
La organización social de los mixtecos de deportes, dividida en funciones de pre-
en la Pólvora se concretó en el uso de los sidente, secretario y tesorero, quienes se
espacios públicos urbanos hacia finales encargan de registrar los equipos, dine-
de 2014. Uno de los ámbitos de la parti- ros y marcadores y también de cronome-
cipación pública, donde han actuado aún trar la duración de los juegos y contratar
aquellos que se han asentado fuera de la a los árbitros. Cada temporada hay un nú-
delegación, fue la formación de una liga de mero variable de equipos, entre 15 y 208.
básquetbol. Por el lugar que ha alcanzado Debido a la buena organización de la liga,
durante los últimos dos años, la existencia han llegado equipos desde otras delega-
de la liga lleva a concebir los alcances de ciones.
ese deporte como uno de los elementos
importantes de reunión para las familias La historia de la liga es muy reciente. Co-
mixtecas de San Esteban Atatlahuca que menzó a finales de 2014 impulsada por 35

radican en la Ciudad de México. los esfuerzos de uno de los originarios de


Ndoyunuyuji:
La liga, que es al mismo tiempo una manera
Anteriormente vino un compañero de allá (Juan
de congregar semanalmente a varias fami-
de Dios) y tuvo la visión de iniciar, ¿cómo se llama?
lias en torno a una actividad en común, y Una liga, la liga y sí. Iniciamos con pocos equipos y
de ofrecer la posibilidad de la interacción ahorita gracias a Dios ya vamos creciendo. Y aho-
recreativa en la ciudad; es un espacio de rita lo que queremos es que vaya creciendo y en-
tre más equipos tengamos podemos recaudar un
conformación de metas comunes ya que,
poquito más de recursos. Así empezó. (Eladio, 28
como sugería antes, las familias de los Ra- años, del comité organizador).
dicados de la Ciudad de México, “Pólvora”,
que es la asociación de Ndoyonuyuji, son
A pesar de que uno de los iniciadores de
conscientes de que junto a la práctica del
la liga hoy día está en Estados Unidos,9 la
basquetbol, viene aparejada la recauda-
liga se mantiene gestionada cada año por
ción de algunos fondos monetarios para
diferentes personas y permanece apoyada
los proyectos comunitarios de las autori-
por la presencia de familias mixtecas que
dades de su localidad en la Mixteca Alta. El
habitan en la delegación. Cada año la mesa
espacio donde se lleva a cabo es el parque
organizadora busca el apoyo de los fun-
Batallón de San Patricio, construido en la
década de 1980. Ahí tiene lugar la liga de
basquetbol Sol Mixteco7. La liga es llevada 7 Antes de esto, los mixtecos celebraban un torneo de básquet en el par-
a cabo en dos temporadas, una de invierno que de los venados, aprovechando una relativa equidistancia entre los
mixtecos asentados en Xochimilco y los de Álvaro Obregón.
y otra de verano, a un costado del edificio 8 La variedad de procedencias de los miembros de los equipos ha dado
delegacional Álvaro Obregón. lugar a una convivencia de chinantecos, nahuas y al parecer también
tzotziles.
cionarios delegacionales encargados del faceta donde las relaciones sociales ocu-
deporte. rren de forma multiétnica (al menos mul-
tilingüe) en las que el mixteco, el español y
Las canchas de la Conchita fueron el pri- el chinanteco, forman parte del locus de-
mer espacio urbano dentro de la delega- portivo desde el cual los participantes ha-
ción Álvaro Obregón donde los mixtecos blan entre sí.
buscaron establecer las competiciones.
No obstante que jugaron toda una tempo- Desde el punto de vista organizativo, la
rada ahí, el sitio fue problemático merced apropiación y participación en este espa-
a los grupos urbanos que lo habían ocupa- cio le permite a los grupos mixtecos un
do desde hace años y con quienes tuvieron punto nodal más de la convivencia comu-
un conflicto,10 por lo que al año siguiente la nitaria, más allá de otros espacios urbanos
liga fue refrendada pero, en el parque Ba- que también se prestan para ello. La liga
tallón de San Patricio, esta vez con la ve- sol mixteco, se convierte también en una
nia de las autoridades de la delegación con carta de presentación o de vinculación con
quienes la mesa gestionó un apoyo para las estructuras de autoridad tradicionales
36 trofeos al final de la temporada. en San Esteban, una relación por cierto no
carente de tensiones de las que hablaré en
El espacio que actualmente ocupa la liga el siguiente apartado.11
es demandado a la delegación por parte
de sus organizadores. Aunque de manera En este punto, la hipótesis es que el uso
cotidiana siguen haciendo uso del espacio comunitario del espacio urbano está en
deportivo de La Conchita, coexistiendo con función de un proyecto cultural mixteco
los grupos urbanos que hacen uso de él. que relaciona al deporte con la organiza-
ción de los mixtecos radicados en la ciu-
La organización del básquet es un punto dad, y al mismo tiempo que recreativo, es
nodal de la convivencia de los mixtecos de un elemento que refuerza la participación
San Esteban en la ciudad, las presencias de pública de las familias en el afianzamiento
población diversa (chinantecos, poblanos, de una estructura de autoridad. El bás-
chiapanecos, capitalinos, etc.) le dan una quetbol es uno de los elementos de vin-
culación con arraigo en San Esteban. Su
puesta en escena en el Batallón de San
9 La conformación de la comunidad de mixtecos radicados en la dele-
gación Álvaro Obregón es punto intermedio entre la ciudad de México y Patricio implica para ellos la búsqueda de
los Estados Unidos. Un ejemplo lo ofrece quien inició la liga hace un año espacios situación que a su vez desemboca
y medio después de haber salido salpicado por una mala administración
de un presidente municipal priista, a quien dos mil pobladores mixtecos en la negociación de los mismos, primero
convocados por autoridades tradicionales en la plaza de San Esteban de-
pusieron a Camerino Bautista García. Exigiendo la aparición del dinero
con los miembros de diversos grupos ur-
de los ramos 28 (Participaciones y Aportaciones Federales a los munici- banos con quienes los comparten y luego
pios) y 33 (Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y Apor-
taciones para el Fortalecimiento de los Municipios del Estado de Oaxaca) con las autoridades en este caso delegacio-
a cada una de las agencias municipales.
10 El conflicto fue por la aplicación de las reglas, la liga contrató sus pro-
pios réferis y ese detalle se presentó como detonador del conflicto que
llevó a residentes y mixtecos a los golpes. 11 Ver página 29.
nales. Esta búsqueda de apoyo encuentra ORGANIZACIÓN POLÍTICA
respuesta en la delegación menos por un MIXTECA EN SAN ESTEBAN
criterio de interés en la pertenencia a la Y EN LA PÓLVORA
etnia mixteca que por el apoyo y la difu-
sión deportiva como política estatal. La inserción a la vida urbana significa para
los grupos mixtecos problemas tales como
el acceso a la vivienda, el trabajo y la segu-
ridad social, además de los innumerables
problemas que la adaptación al ámbito ur-
bano ofrece. La primera interrogante en la
inserción de los grupos mixtecos a la de-
legación cuestionaba la particularidad de
las experiencias de inmigración: qué las
caracterizaba de otras experiencias inmi-
gratorias de otros grupos. La respuesta
a esto se antoja inasible al marco de este
37
ensayo, pero al menos una posible salida
se presenta en el concepto de la organi-
zación social. Una primera forma de mirar
la especificidad cultural de la inserción de
los grupos mixtecos a la zona poniente de
la Ciudad de México, es hurgar en la forma
en que políticamente los grupos se orga-
nizan en torno de la idea de resolver estas
circunstancias mediante la conformación
de actividades públicas que involucren a la
mayor parte de las familias radicadas en la
ciudad.

Esta búsqueda llevó a ver una particulari-


dad en la organización de una asamblea de
representantes de los radicados, que fun-
ciona a la vez como gozne con la comu-
nidad de origen y como vinculación de la
vida social y política en la propia ciudad. El
ejemplo del básquetbol en la ciudad se an-
toja como característico de la manera en
como se puede entender la especificidad
de la normatividad mixteca en su aplica-
12 De tal manera que el espacio urbano fue apropiado desde la categoría
ción al contexto urbano12. Para continuar
de membresía a un grupo étnico: liga Sol Mixteco; y al mismo tiempo no
exclusiva, pues está dirigida hacia el público en general.
con la organización en asambleas en la ciu- En la urbe, el único elemento organizati-
dad de México es necesaria una inmersión en vo que no se reproduce a la manera de la
algunos puntos de la organización de la vida mixteca alta es el concejo de ancianos, por
política en los pueblos de la mixteca alta. las características de los grupos de edad.
Sin embargo fue necesario el transcurso
La organización mixteca en términos políti- de un par de décadas desde que los prime-
cos remite a dos nociones: 1) los organismos ros mixtecos se asentaron para la elección
de tomas de decisión (en otros lados llama- de representantes de los radicados que
dos sistema de cargos) y 2) la normatividad. actualmente organiza el espacio de nor-
A partir de la comprensión de algunos de los matividad de la comunidad de radicados
elementos importantes de la cosmovisión mixtecos de Ndoyonuyuji14.
mixteca, López puede ubicar (siguiendo una
lectura desde el derecho consuetudinario) Las mujeres tienen una participación redu-
un conjunto de principios y normatividades cida en los cargos ya que la mayoría de las
jurídicas de los grupos en la mixteca alta. La veces en las asambleas son electos hom-
relación entre el ñuu (pueblo) y el ñuhu (te- bres. Probablemente una distinción entre
38 rritorio habitado) es en principio la vincu- las estructuras organizativas de Atatlahuca
lación del sujeto con el espacio que habita y La Pólvora sea la participación femenina
en el universo. La familia y familia extensa en las asambleas, pero sólo un trabajo de
así como el parentesco ritual constituyen campo ampliado al lugar de origen podría
el primer grupo político. El Tiñu ñu, como hacer emerger una adecuada comparación.
segunda escala organizativa, es el traba-
jo colectivo referente a los hijos del pueblo Recientemente algunos de los convoca-
(servicio obligatorio para la comunidad) y dos por las autoridades de la Mixteca Alta,
los hombres de cargo que son los que están han declinado la invitación. Esto infringe
investidos de autoridad13. La tercera escala la normatividad tradicional y por lo que los
de la organización política la conforman las entrevistados refieren, la sanción que se
asambleas generales donde se elige a las au- enfrenta por ello es del orden de lo moral
toridades y se dialogan las soluciones a los
problemas graves. Finalmente, el consejo de Depende de cómo se porten, ¿no? Si la comunidad
ancianos formado por quienes han transita- lo necesita y quiere su apoyo para hacer algo y hay
gente que no coopera y llega allá; y sí, la gente sí
do por todos los cargos funge de consejero
se molesta. Porque la gente piensa que está aquí
para las autoridades (López, 2014). y no les interesa porque hay gente que viviendo
aquí le dan un cargo y se tiene que ir de regreso
aunque tenga hijos, aunque tenga familia y se tie-
13 Los cargos surgidos por los usos y costumbres se interrelacionan con ne que ir. Y la mayoría casi no van, es este como
los del piso de gobierno del municipio. Los que hay en San Esteban son dejar todo y irse y ahí no hay dinero para que le
Fiscales, Topiles, Mayor de Vara, los Comandantes, Alcalde único cons-
titucional; también los Regidores de: Ecología, Cultura, Mercado, Salud,
Educación, Obras, y Hacienda; Síndico municipal y finalmente Presidente
Municipal.
14 En la práctica, esta organización también vincula a mixtecos de las
otras comunidades de San Esteban que viven en las colonias del norte
de la delegación Álvaro Obregón aunque su capacidad de convocatoria
no es total.
paguen y sus niños en la escuela. Y la gente mu- duría y él se negó a prestar el servicio en
chas veces no va, varias veces que sí se van y lue- Atatlahuca en atención a que la comunidad
go regresan otra vez. Es muy difícil porque si ya
tiene algo de cosas pus quiere rematarlo porque
de radicados lo eligió para representarlos.
la mudanza es muy cara y sale más caro llevarlo Un conflicto por linderos con una comu-
y es regresar y sin nada otra vez. Por eso casi no nidad aledaña, propició que se expresara
van (María, 27 años, empleada doméstica madre una tensión que atraviesa las relaciones
de dos niños, juntada).
sociales entre el lugar de origen y la ciu-
dad. Cuando el presidente de los radicados
Por otro lado, el panorama de sanción mo- acudió a la Asamblea General Comunitaria
ral para las mujeres es mucho menor si se convocada por el municipio para elegir a
rehúsan a prestar un servicio, lo que otor- sus autoridades por medio de usos y cos-
ga al sistema de cargos o servicio social tumbres en el mes de junio de 2015, fue
una impronta de género masculino. Ya que injuriado y con ello los radicados fueron
si una mujer está casada con un hombre descalificados por “los tíos” o autoridades
de otro pueblo, es con el otro pueblo con de San Esteban. Alegaron que la falta de
quien mantiene el compromiso. Ya que a presencia e interés de los radicados sólo
ella no la nombrarán con un cargo en su cambia en tiempos de fiesta y elecciones. 39
comunidad de origen. Por otro lado, el discurso de los radicados
es que las autoridades sólo se fijan en ellos
De modo que la membresía a lo colecti- cuando les piden las cooperaciones anuales.
vo conlleva la participación en los cargos
comunitarios en Atatlahuca y del mismo Esta relación revela por un lado el apoyo
modo lo hace en La Pólvora. Esto imprime de los radicados a las autoridades de Ndo-
un cariz de vinculación y retorno relativo yonuyuji y por el otro un nivel de rejuego
de las familias al lugar de origen. Ofrece político entre las poblaciones de la ciudad
también la ocasión de un aprendizaje más y del campo que problematiza el concepto
firme del idioma ñuu savi para los hijos tradicional de comunidad.
nacidos en la ciudad quienes no siempre
aceptan con beneplácito la estancia de un
año a la que están condicionados sus pa-
dres por el servicio.

Antes (página 00) mencioné sobre las ten-


siones en la relación de las estructuras
organizativas de Ndoyonuyuji y de los ra-
dicados en la Pólvora. En la dinámica, la
principal de ellas alude a la membresía y
la participación social y política. Esta se
visibilizó cuando Casimiro, el actual pre-
sidente de los radicados, fue llamado por
el cabildo municipal para ocupar una regi-
REFLEXIONES FINALES

En este trabajo se distinguen algunas de El ejemplo de los ñuu savi en el poniente


las situaciones sociales en las que se da de la Ciudad de México ofrece un panora-
una tensión que involucra al lugar de ori- ma de esa plasticidad de las relaciones so-
gen en la Mixteca Alta y el de destino en ciales en la adaptación a una forma de vida
el poniente de la Ciudad de México. Todas urbana compleja, por un lado la inserción
ellas refieren un conjunto de problemá- a la urbe y por otro la emergencia de una
ticas relacionadas con la inserción de los estructura organizativa basada en princi-
ñuu savi a la zona poniente de la Ciudad pios de carácter étnico nos hace estimar
de México. la pregunta en el papel de los procesos or-
ganizativos en la identidad de los grupos,
La cercanía y cotidianidad que los mixte- ¿hasta dónde llega la exclusión entre los
cos radicados en la Ciudad de México es- procesos en lo rural y lo urbano?
tablecen en sus estancias en la urbe, en
relación al criterio de demarcación del te-
40 rritorio municipal (y en el caso de las per-
sonas de Ndoyonuyuji comunitario) como
primer indicador de una membresía a la
colectividad urbana, parece sugerir que el
esquema de parentesco y los criterios bá-
sicos de normatividad mixteca ha llegado
a constituir con el tiempo una organiza-
ción social que ha fraguado en el terreno
de lo político. En esta circunstancia, la
conformación de actividades comunitarias
se ha extrapolado y ha ofrecido un espa-
cio de organización política donde las fi-
guras de las asambleas y la conformación
de espacios de participación comunitaria
como el básquetbol, han cobrado fuerza
en la inserción de los grupos ñuu savi. En
la cuatricromía de quienes llegan, quienes
regresan a la montaña, quienes se esta-
blecen en la delegación Álvaro Obregón y
la población de San Esteban, se imprime
una situación histórica, no de la dilución
o edulcoración de la identidad, sino de la
plasticidad de los grupos para adaptarse a
sus condiciones.
41
42
43
DIVERSIDAD CULTURAL
EN EL NORTE DE LA
CIUDAD DE MÉXICO
LA DELEGACIÓN
GUSTAVO A. MADERO1
KARLA RUIZ OSCURA, ISMAEL PINEDA Y RUBÉN LUNA

INTRODUCCIÓN
44

La Ciudad de México es una de las metrópolis más extensas y diversas


del orbe. Dentro de toda su demarcación se concentra históricamente
una multiplicidad de población con características etnolingüísticas
particulares que provienen de todo el país. Al mismo tiempo, también
es el espacio fortuito para concentrar las más abruptas desigualdades
sociales, económicas, políticas y culturales. A pesar de este hecho, no
deja de ser un crisol de grupos e individuos que convergen –disgre-
gados y aglutinados- en un mismo espacio políticamente reconocido.

La composición pluriétnica y pluricultural de la ciudad es el resulta-


1 Elaborado por el equipo
do de constantes movimientos poblacionales que durante siglos ha de investigación del Pro-
caracterizado a las poblaciones del altiplano central y regiones ale- yecto de Investigación
Etnográfica, SCGDF, en
dañas.2 Por ello es importante pensar la metrópoli en esencia diversa la delegación Gustavo A.
Madero.
desde sus orígenes. 2 Hay que concebir la di-
versidad cultural y étnica
de la ciudad desde una
Este ensayo trata de dar cuenta de la población indígena que vive en perspectiva de larga data.
ella, particularmente de la población asentada en el norte de la ciudad En su etapa precolombina
se conformaba por una
en la Delegación Gustavo A. Madero (gam). Es una reflexión conjun- multiplicidad de pueblos y
señoríos que rodeaban la
ta y dialógica acerca de las distintas formas de habitar la ciudad, de ciudad de México Tenoch-
configurar espacios, de tejer y afianzar redes, de vivir marginación y titlan y en épocas recien-
tes se nutre de una serie
discriminación, de deconstruir identidades sólidas: de reproducir la de migraciones masivas
comunidad de origen en la gran urbe. ocurridas desde mediados
del siglo xx.
MÁS DE AQUÍ QUE DE ALLÁ: PRESENCIA INDÍGENA
EN LA DELEGACIÓN GUSTAVO A. MADERO
La delegación gam3 cuenta con un territorio amplio y diverso, princi-
palmente de uso urbano que comprende extensas áreas verdes, zonas
de conservación y franjas montañosas que se entremezclan con am-
plias planicies de asfalto saturadas de viviendas y avenidas. Cuenta
con el principal santuario en el Valle de México: el Tepeyac. Una gran
cantidad de avenidas, líneas de metro, mercados, plazas y fábricas en-
samblan el paisaje urbano del norte de la ciudad.

45
También conserva uno de los últimos bastiones naturales del norte
de la ciudad: La Sierra de Guadalupe. El macizo montañoso histórica-
mente fue el último lugar de la zona norte de la ciudad hasta donde
llegó la urbanización, fungió como barrera natural en el proceso de
urbanización del Distrito Federal y el resto de la zona metropolitana.
Por la naturaleza de sus relieves prefiguró una traza urbana muy par-
ticular, es decir, calles y callejones irregulares con constantes curvas
y que en ocasiones no tienen salida, con pendientes pronunciadas,
escalinatas y angostillos que se suceden sin previo aviso. Todo esto
hizo que la zona norte que corresponde a Cuautepec y a sus múltiples
colonias sea de difícil acceso para la población externa, y a la vez sea
3 Se localiza en la parte
norte del Distrito Fede- un bastión y zona de resguardo para los residentes de las colonias, es
ral, colinda al este con el
municipio de Ecatepec de
aquí donde se asienta la mayor parte de la población indígena de la
Morelos y Tlalnepantla de delegación.
Baz, al norte con Coacalco
de Berriozabal y Tultitlán
y al oeste nuevamente con El espacio urbano de la delegación gam comprende 7,396 hectáreas
Tlalnepantla de Baz y la
delegación Azcapotzalco. urbanizadas que representan el 85.5% del total del territorio. Este se
La extensión territorial
de la delegación es de
divide en 306 Áreas Geostadísticas Básicas (ageb), 255 colonias y 8,330
8,662 hectáreas, es decir, manzanas que conforman el espacio urbanizado en la delegación. En
el 5.81% del territorio del
Distrito Federal, de estas, ellas se encuentran 537 unidades habitacionales, 56 asentamientos
7 mil 396 hectáreas están irregulares, 165 barrios y fraccionamientos.
clasificadas como urbani-
zadas y tienen como prin-
cipal uso el habitacional
y comercial.
Con base en información del inegi se estima que la población indígena
en la delegación para la década de los setenta fue de 9,562 personas
que declararon hablar alguna lengua indígena, para el 2010 el núme-
Elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda correspondientes al periodo 1970-2010

ro de hablantes de alguna lengua indígena En este mismo año se registraron hablan-


(hli) fue de 14,849.4 Esta población repre- tes de 16 lenguas indígenas, algunas del
senta el 12% del total de la población hli norte, centro y principalmente sur de Mé-
en el Distrito Federal, tan sólo detrás de la xico. Los grupos etnolingüísticos, y sus
delegación de Iztapalapa que cuenta con distintas variables, con mayor presencia
46 más de 30,000. Ambas representan cerca en la delegación han sido el náhuatl, zapo-
de una cuarta parte de la población total teco, mixteco, otomí, mazateco, mazahua,
hablante de lengua indígena en el Distrito en ese orden.
Federal.

Elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda correspondientes al periodo 1970-2010

4 Cabe mencionar que el criterio de identificación de la población in-


dígena ha cambiado, actualmente se contempla además de la lengua, la
autoadscripción, la pertenencia por parentesco, entre otros, pero para
hacer comparables las cifras se tomó el mismo criterio, hablantes de
lengua indígena para la secuencia histórica. INEGI Censo de Población
y Vivienda 2010.
47

Elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda correspondientes al periodo 1970-2010

Para el 2010 de las 306 ageb en que se divi- asientan los nahuas de Chilacachapa, Gue-
de la delegación sólo en once no se registró rrero. También se identifica la concentra-
ningún hablante de lengua indígena. Tres ción de zapotecos en la zona norte de la
de las once AGEB no tienen población al- delegación que corresponde a las colonias
guna. De las 8,330 manzanas, de las cuales de Malacates, Ampliación Malacates y una
315 no tienen datos de población, es decir o porción de Lomas de Cuautepec.
no hay habitantes o no son manzanas con
viviendas tales como centros deportivos, Mediante los recorridos y el análisis espa-
fábricas, estaciones y talleres de metro, cial observamos un sector importante de
escuelas, parques, etcétera. En 1,709 hay la población no congregada, dispersa, en
presencia indígena, es decir en el 21% del pequeños números a lo largo y ancho de
total de manzanas. las 8,330 manzanas en todo el territorio
de la delegación. Es decir, la localización y
Encontramos mayor población congregada distribución de la población indígena en la
en las manzanas correspondientes a la zona delegación convive con dinámicas de con-
norte de la delegación. Particularmente en gregación y dispersión en casi toda la su-
la zona noroeste que corresponde a la co- perficie delegacional.
lonia Vista Hermosa y Tlapexco donde se
LA CIUDAD: ESPACIO
Y REDES SOCIALES

El espacio urbano del norte de la Ciudad El punto de partida para entender esta do-
de México se nos presenta históricamente mesticación del espacio por parte de los
como un crisol que alberga distintas ex- pueblos originarios e indígenas (migrantes
presiones culturales e identitarias. Estas o no) está expresado en la disputa para de-
expresiones no están al margen de relacio- sarrollar sus dinámicas socioculturales en
nes de poder y de conflicto con el mismo el entorno urbano, ya sea de manera indi-
espacio y con los demás actores que allí vidual o colectiva y más aún cuando se en-
cohabitan. En este sentido nos interesa ver cuentran en lugares desconocidos o som-
cómo se elaboran redes y estrategias co- bríos en relación con su espacio de origen.
munitarias que permiten tanto la configu-
ración de espacios determinados como la La capacidad de las personas y grupos –so-
conformación de actores sociales, disgre- bre todo de antiguos migrantes provenien-
gados o congregados, como sujetos polí- tes de entornos rurales concentrados en la
48 ciudad– de apropiarse de un espacio ur-
ticos. Nos interesa dar cuenta de las expe-
riencias etnográficas en tanto dinámicas bano independientemente del fin (laboral,
de conformación de sujetos colectivos que residencial, comercial, cultural y/o social)
demandan y ofertan servicios, pugnan por funge como base para fomentar ciertas re-
su reconocimiento cultural, reivindican laciones socioculturales que se asientan en
sus derechos colectivos, a la par que re- la creación de una “comunidad imaginada”,
crean elementos constitutivos de su cultu- que emerge a partir de distintos elementos
ra o lugar de origen, todo ello en el marco compartidos y que se evidencia en mo-
de la metrópoli. mentos cumbres como un rito, una asam-
blea, el trabajo colectivo o una fiesta.
Por tanto consideramos que “Las expe-
riencias de la metrópoli son desiguales en Los límites se amplían o reducen en fun-
la medida en que reflejan el poder desigual ción de las negociaciones –a veces difíci-
de los actores en su relación con el espa- les– que se llevan a cabo tanto al interior
cio, y en particular en su capacidad para como hacia fuera de la comunidad. Dicho
domesticarlo, es decir, para convertirlo de otra manera, los límites comunitarios,
en algo que tiene un significado y un uso por ser negociables, trascienden el espa-
para cada quien” (Duhau, 2008). Se habla cio físico ocupado por una colectividad.
de domesticación del espacio (calle, barrio, Lo que importa, finalmente, no es el lugar
colonia) a partir de revisar el proceso por sino la pertenencia, y ésta se define por el
el cual los antiguos migrantes indígenas se conjunto de elementos significativos que
insertaron y se apropiaron –en ciertos ni- se manifiestan como fronteras simbólicas
veles– de su nuevo espacio de residencia. (Martínez, 2004).
GRUPOS CONGREGADOS EL GRUPO OAXAQUEÑO Y
LA VIRGEN DEL ROSARIO:
Mediante tres casos concretos ilustramos FIESTA Y CONEXIÓN ÉTNICA
la conformación de redes familiares y pai-
sanaje de población indígena consolidada El grupo de zapotecos de la Sierra Norte
en la delegación gam. A través de ellos po- de Oaxaca residentes en la zona de Cuau-
demos ejemplificar las múltiples maneras tepec al norte de la ciudad ejemplifica un
de ser indígena en la ciudad, de insertarse caso peculiar de la conexión y concentra-
y apropiarse de los espacios de la ciudad y ción de un grupo étnico que rebasa los lí-
de dar forma y recrear sus sentidos comu- mites territoriales de una colonia y erige
nitarios que ligan a sus miembros en co- en un espacio urbano periférico sus me-
munidades imaginadas (que son extensas dios para socializar y recrear comunidad.
y elásticas) en el continuum en el tiempo Pero ¿cómo se aglutinan? ¿qué elementos
que enlaza el presente con el pasado, así los distingue? ¿cuáles son los mecanismos
como el espacio donde se tejen relaciones para concretar la extensa red que generan
entre la urbe y las comunidades de origen. como grupo étnico? Dichos cuestiona-
Su propio proceso de maduración en el mientos trazan el hilo conductor que pre- 49
tiempo como miembros de esta ciudad nos tende dar cuenta de las maneras en cómo
ofrece la posibilidad de reconocer nuestra los zapotecos de la Colonia Malacates es-
diversidad, además de valorar y legitimar tablecen su forma de vivir lo indígena en la
los derechos de los pueblos indígenas y sus Ciudad de México.
grandes aportes a la sociedad global.
Desde la década de los ochenta los zapo-
tecos concentrados en la incipiente Co-
lonia Malacates empezaron a cimentar la
morada de su cultura general, siendo la
segunda generación de zapotecos llegados
a la ciudad. Los indicios de la celebración
de la Virgen del Rosario datan de hace 34
años cuando un grupo de oaxaqueños re-
tomaron la celebración ya existente de la
imagen de la Virgen en la colonia. La gen-
te menciona que en Yalálag celebraban a
la Virgen del Rosario y “por arte de ma-
gia” o por “coincidencia” se toparon con
la imagen en su nuevo entorno urbano. A
partir de ese momento un señor origina-
rio de Oaxaca dedicado a la música otorgó
por primera vez una fiesta con banda de
viento, y en adelante el grupo oaxaqueño
fue recuperando y adoptando la imagen
de la Virgen como propia. Gerardo Moli- Algo que es importante resaltar es que los
na menciona que a pesar de festejar a la rosarios sirven de vehículo para inducir
virgen y retomar costumbres religiosas en a los integrantes del grupo oaxaqueño a
los nuevos espacios residenciales, la fies- conversar en su lengua madre (zapoteco) y
ta, genera la cohesión y aglutinamiento de por lo regular a recordar y compartir ex-
las personas para mantener en principio, la periencias vinculadas al lugar de origen.
lengua madre vigente y crear una comuni-
dad imaginada relacionada al ser zapoteco. La organización de la fiesta cuenta con
una estructura formal y está conformada
El grupo oaxaqueño está integrado por di- por una representación principal que es el
versas personas provenientes del estado Presidente del grupo oaxaqueño respalda-
de Oaxaca principalmente de los pueblos do por todo su grupo de trabajo (tesorero,
de Santiago Camotlán y Villa Hidalgo Ya- secretario y colaboradores). Dichos cargos
lálag. Durante todo el año el grupo oaxa- son honoríficos y se deciden de manera co-
queño está en continua comunicación; el munitaria a partir de asambleas generales
primer domingo de cada mes realizan un en torno a la fiesta de la Virgen del Rosario.
50 rosario en honor a la Virgen del Rosario La mayoría de integrantes –si no es que
en donde se reúne la mayor parte de los todos– comparten la referencia general de
integrantes que habitan en la Colonia Ma- provenir del estado de Oaxaca o ser origi-
lacates. Los rosarios se llevan a cabo en la narios de Yalálag o de Santiago Camotlán.
casa del señor Gerardo Molina originario No es un requisito pero sí un criterio dife-
de Santiago Camotlán. En el contexto del renciador en el colectivo.
rosario se va planeando –depende de los
meses que falten para la fiesta- la coordi- Desde el mes de julio la organización de
nación y organización de la fiesta que se la fiesta empieza a recibir las primeras
celebra el primer domingo de octubre. cooperaciones que sirven para sufragar
todos los gastos que genera la fiesta. Tan-
El atole de champurrado y el pan típico de to las comidas, cohetes, banda de viento,
esta región oaxaqueña es el aperitivo que logística, programas de la fiesta e invita-
prosigue después del rosario, si es bueno ciones son costeados a partir de la reco-
el ambiente se hace presente el brindis lección de recursos económicos dotados
acompañado con mezcal y la reminiscen- por los integrantes del grupo oaxaqueño
cia a la madre tierra.5 Los rosarios duran y sus redes de cooperación; dichas redes
aproximadamente una hora, una prego- se distinguen por las relaciones parentales
nera elegida por la agrupación apoya todo y de paisanaje de los oaxaqueños en toda
el año para efectuar dicho culto religioso. la Cuenca del Valle de México. El grupo
oaxaqueño se extiende no solamente en
5 Tradición muy marcada en algunos pueblos de Mesoamérica, en el caso la Colonia Malacates y colonias aledañas,
de los pueblos zapotecos del estado de Oaxaca es más marcada en zonas sino a diversos espacios como Chinco-
serranas y Valles Centrales. En esta tradición se ubica claramente el caso
de los pueblos serranos que incluye zapotecos (bene xon), mixes (ayuuk cuac, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ta-
jä’äy) y chinantecos (Tsa ju jmí), éstos últimos pertenecientes a la región
del Papaloapan.
xqueña, San Juan de Aragón, San Felipe de
Jesús, Chalco, Chiconautla, Ayotla, entre nombre que rememora a los cuatro ba-
otras colonias, donde residen parientes y rrios que conforma la estructura de Villa
paisanos del grupo de Cuautepec. Hidalgo Yalálag. Las actividades rebozan
entre la religiosidad popular (instaurada
Las familias oaxaqueñas reciben a la co- históricamente por los sectores populares
misión de recaudación al grito de ¡quihubo e indígenas) y los distintos parámetros de
paisano! y pozontle frío6 para refrescar la la institución religiosa (entendida como la
garganta del calor abrumador de la jorna- iglesia). Esto es notorio en los relatos que
da. En ocasiones las familias se preparan existen entre los vecinos de Malacates,
para recibir a la comisión y como medio de por un lado mencionan que los elementos
agradecimiento por acordarse de la fami- religiosos instaurados en los órdenes for-
lia los invitan a comer y tomar algo fres- males de la iglesia se respetan e impulsan
co. Pero lo más representativo a parte de año con año, ponen como ejemplo los ro-
la cooperación es el ambiente que sugiere sarios, las misas, las procesiones y demás
platicar en la lengua materna. Ese momen- actos protocolarios de una celebración re-
to se convierte en la manifestación de año- ligiosa. Pero siempre es necesario dotar a
ranzas colectivas y es el medio común para la fiesta de alegría y baile, es ahí donde los 51
resaltar una identificación grupal que co- oaxaqueños introducen todos los elemen-
existe gracias a la relación que establecen tos propios para lograrlo: calenda, baile,
los zapotecos urbanos a lo largo y ancho comida, burla, goce y mezcal forjan estas
de la metrópoli. dos perspectivas de celebración religiosa
particulares de las comunidades indígenas
La fiesta: encuentro y jolgorio y sectores populares.

Estas formas de celebrar “a lo oaxaque-


Entre la danza de los negritos y los bai-
ño” han ocasionado algunas disputas por
les chuscos la fiesta da inicio invitando
el espacio, y con la Comisión de Capilla de
a cualquier extraño al jolgorio oaxaque-
la Virgen del Rosario que depende institu-
ño instaurado en Malacates. La calenda
cionalmente de la parroquia más cercana
realizada un día antes de la celebración
y que generalmente está conformada por
principal resulta el momento lúdico para
personas mestizas o quizá por personas
coexistir y bailar sin pesadumbre, donde
con algún origen étnico que han ido per-
la banda filarmónica de viento “Cuatro
diendo su costumbre propia y se han in-
Barrios” ameniza a toda la gala con músi-
corporado a la celebración desde el ritual
ca tradicional. Este hecho es importante
católico convencional instaurado y regido
dado que la banda está conformada por
por la iglesia.
descendientes y originarios de Oaxaca,
que tienen como referente principal el
La disputa por la fiesta
6 El pozontle es una bebida tradicional que se elabora con una planta
silvestre conocida como Cocolmeca, además de cacao, maíz y piloncillo Se cuenta que anteriormente la Comisión
que se mezcla con un molinillo de madera. de Capilla y el grupo oaxaqueño se coor-
dinaban para realizar la celebración de Los intercambios entre los paisanos oaxa-
manera conjunta. Sin embargo, desde hace queños se concretan en muchos elemen-
algunos años ambos grupos han cambia- tos que envuelve la fiesta, uno de ellos, y
do sus dinámicas y han decidido realizar no menos importante, es el preparativo de
su fiesta de manera independiente. Existen los alimentos, donde muchos miembros del
muchos motivos pero quizá los más evi- grupo oaxaqueño colaboran para su reali-
dentes al momento de realizar la presente zación. Algunos de los productos utilizados
investigación, es que la intervención y lle- en la preparación de la comida son adqui-
gada de los oaxaqueños el día de la fiesta ridos de la región de origen para dotarle
es abrumadora para quien no es oaxaque- toda la “esencia oaxaqueña” y quizá con
ño, motivo por el que se menciona que hay ello darse el gusto de probar nuevamente
una apropiación de la fiesta por parte del lo propio, que se convierte en un deleite a
grupo gracias a que cuentan con una red los sentidos y un satisfactor sin igual para
muy fuerte en la zona metropolitana. Di- mantener viva la costumbre y dar tregua
cha apropiación del espacio y de la fiesta a la nostalgia urbana. Menciona Yolanda
causa revuelo en algunas representaciones Pardo (2013) investigadora de la zona de
52 eclesiásticas que perciben que la fiesta no Cuautepec que la preparación culinaria
sólo es de los oaxaqueños, sino de toda la va más allá de la necesidad básica de ali-
comunidad de Malacates. mentarse, porque también satisface y nu-
tre otros niveles de las relaciones sociales
A pesar de las restricciones eclesiásticas y emocionales de los miembros del grupo.
intensificadas por la Comisión de Capilla y
algunos habitantes de la colonia, los oaxa- Para el Grupo Oaxaqueño la Colonia Ma-
queños residentes en Malacates no frenan lacates es el epicentro base para la con-
su organización –que en todos los tiempos gregación temporal de las redes de cola-
ha sido autónoma– y recrean un tejido am- boración étnica que refiere su trayectoria
plio de intercambios entre sus parientes comunitaria de origen. La celebración re-
y paisanos, dejando claro que su relación ligiosa que evoca a la Virgen del Rosario es
con el espacio depende del sentido apor- el motivo que impulsa una manera parti-
tado por una comunidad imaginada y que cular de apropiación de un capital simbó-
los lazos de cooperación –entendidos co- lico y a la par del espacio domesticado en
múnmente como tequio o faena–7 se re- el entorno urbano, tomando en cuenta los
crean independientemente de los entornos procesos migratorios que ha experimenta-
vivenciales de las comunidades indígenas. do este grupo de zapotecos a mediados y
finales del siglo pasado.

7 Formas de trabajo comunal.


8 Las múltiples concentraciones de zapotecos en la zona metropolitana
Sin duda las redes que germinan entorno a
propicia la diseminación de elementos culturales que se refleja por ejem- la pertenencia étnica rebasan los límites de
plo en las fiestas patronales de la Colonia San Miguel en Cuautepec y la
Virgen patrona de los músicos Santa Cecilia en Chimalhuacán. Estas dos
la fiesta de la Virgen del Rosario en Cuau-
fiestas guardan relación importante con la celebración de la Virgen del tepec,8 pero es en este momento donde
Rosario en Cuautepec.
probablemente se afianzan los vínculos LOS NAHUAS DE ZONGOLICA
que articulan el sentido de lo propio, debi- VERACRUZ, RED DE
do a la especial condensación de elemen- ARTESANOS Y COMERCIANTES
tos simbólico-rituales. Dentro de la fiesta
se tejen y reproducen distintos elementos
DE LA MADERA
culturales que refieren a una identificación
étnica específica. La fiesta es la muestra de En San Juan de Aragón se localiza un gru-
todas las relaciones y redes que el grupo po de nahuas que viven en un campamento
oaxaqueño mantiene en la zona metropo- donde también desarrollan una actividad
litana, la reinvención de elementos cultu- laboral específica: la fabricación y venta
rales mantiene y estimula la conexión con- de muebles e insumos de madera de pino.
tinua de muchas personas pertenecientes Esta labor económica tan definida y orga-
a una misma articulación comunitaria, es nizada favorece la integración compacta de
una sensación “de estar en un ambiente de los miembros tanto por su afianzamiento a
convidar” y de “poder revivir algunos mo- una misma actividad productiva como por
mentos que hemos vivido en el pueblo”, di- la forma de residencia comunitaria en un
cen los zapotecos de Malacates. entorno urbano en el que habitan, adaptan 53
y transforman su espacio de forma muy
singular. El taller, que también es el espa-
cio de residencia del grupo, es un terreno
compartido por varias familias –alrededor
de catorce– donde se aprecia la organiza-
ción de la vida comunitaria. Hay una parte
del espacio donde se encuentran varias vi-
viendas de lámina y madera que sirven de
casa habitación a los miembros del grupo,
y en el fondo del terreno hay un espacio
amplio destinado para los talleres de car-
pintería de cada familia, ya que cada una
organiza su actividad productiva de mane-
ra autónoma, aun si bien todos participan
en labores comunes como limpieza de te-
rreno, provisión de agua, etcétera; y todos
participan de los espacios de decisión don-
de tratan asuntos generales para todos los
miembros, y en ese sentido, el taller es una
9 El terreno donde actualmente se encuentran asentados fue cedido por recreación del espacio comunitario que
el gobierno delegacional en 2011 a cambio de un terreno que el grupo
ocupaba ubicado en la colonia Nueva Atzacoalco, dentro de la demar-
se vive muy definidamente a partir de las
cación de la misma delegación. El acuerdo fue desocupar aquél terreno fronteras que se establecen en el paisaje
para la construcción de un espacio recreativo, a cambio de un convenio
para la obtención de viviendas a través del INVI. urbano.9
Su actividad económica es un nicho labo- área conurbada y estado de México, ade-
ral muy definido entre los nahuas de esta más de otras ciudades en varios estados de
región de Veracruz que viven en la Ciudad la república como Oaxaca, Jalisco, Queréta-
de México y en otros contextos urbanos. ro, Chiapas, Nuevo León, Tabasco, Guana-
Ellos suelen comprar la madera en la re- juato, y por supuesto Veracruz. Los talleres
gión de procedencia, donde también even- ubicados en la Ciudad de México son espa-
tualmente reforestan y participan del te- cios rentados en su mayoría,10 y se ubican
quio en sus comunidades de origen. “Los principalmente en las delegaciones Álvaro
primeros empezaron con la venta de car- Obregón, Azcapotzalco, Tlalpan, Tláhuac,
bón en la región (de origen)”, pero cuan- Cuauhtémoc, y Gustavo A. Madero.
do los encinos del pueblo se comenzaron
a acabar, empezaron a transitar a formas Es importante señalar que los lazos pa-
cada vez más diversificadas y especializa- rentales son fundamentales para la lle-
das del oficio de la carpintería. gada e inserción de los nuevos miembros
al espacio urbano, y constituye, sin duda
Relatan los entrevistados que las formas alguna, una estrategia altamente eficaz
54 de venta también han variado en el tiem- para la sobrevivencia y adaptación eco-
po, los primeros comerciantes iban con nómica y social del grupo. En estos espa-
sus “diablitos” recorriendo las colonias y cios comunales, como el caso del taller de
eran sujetos de constante abuso por par- San Juan de Aragón, se van transmitiendo
te de policías y supervisores de vía públi- los conocimientos necesarios para la re-
ca. Debido a esta situación comenzaron a producción social del grupo, los jóvenes
formar redes de comerciantes y más tarde van aprendiendo y desarrollando su ofi-
organizaciones gremiales que daban am- cio gracias a su adiestramiento guiado por
paro y protección legal a los miembros, sus antecesores que cuentan además con
esto permitió que obtuvieran permisos de la experiencia de vivir en la ciudad o en los
venta en puntos específicos como esqui- contextos receptores, no obstante tienen
nas, y lograran permisos delegacionales acceso inmediato al conocimiento del ofi-
en espacios de venta semifijos en las ca- cio, a la principal materia prima como la
lles o en algunos sitios institucionales o del madera, las camionetas para transportar
sector privado, de fomento al autoempleo la mercancía, las herramientas de trabajo
como expo ventas, tianguis o espacios en e insumos para la producción, y también
centros comerciales, lo cual representó acceden de manera inmediata a los puntos
una lucha permanente tras varios años de de venta que son resultado de la gestión
concertación política con los gobiernos y que los diferentes grupos han logrado –
autoridades delegacionales. más o menos– mantener gracias a la con-
certación de acuerdos con las diferentes
Esta actividad económica ha favorecido un
proceso migratorio constante y creciente
a lo largo de más de 30 años. La red es ex- 10 El grupo de San Juan es una excepción, ya que el terreno donde se
encuentra su campamento fue prestado mientras se les otorga vivienda a
tensa y abarca varios puntos de la ciudad, través de un convenio con el INVI y la delegación GAM.
dependencias gubernamentales o áreas organización y a la larga deriva en un be-
administrativas en cada contexto local. neficio directo a las familias que confor-
man los talleres.12
Con el tiempo y a partir de esta necesi-
dad constante de defensoría en el terre- “El personal de vía pública y policías han
no jurídico y para la gestión de proyectos aprovechado sus posiciones para extor-
y apoyos, la red de paisanaje se conformó sionar a los compañeros”, menciona Don
en una asociación civil llamada Coordina- Porfirio, y entonces la organización se ha
dora Nacional de Artesanos y Comercian- planteado como el principal objetivo, la
tes A.C., cuyo lema es Zepanian Titlatozke conformación de un mismo frente de apo-
“Juntos hablaremos”, la cual agrupa en la yo jurídico y político que en ciertas situa-
actualidad aproximadamente 3,200 miem- ciones llega al espacio público donde el
bros en el país, de los cuáles se calcula que grupo se organiza y cobra fuerza a partir
hay alrededor de 600 miembros en el Dis- de “hacer presión y que respondan a las
trito Federal y área conurbada, de acuerdo denuncias de abusos”.
al señor Porfirio.
Guevara nos recuerda que: El verdade- 55
Los talleres/espacios de residencia ope- ro rostro de esta ciudad, (evidencia) las
ran como “grupos de trabajo” identificados profundas fisuras sociales que la atravie-
por todos los miembros de la organización san, escondidas por años bajo el manto
y suelen tener reuniones periódicas para del mestizaje, que actuó como ideología
tratar temas generales, que normalmente naturalizadora y encubridora de profun-
son de apoyo a los grupos que están más das diferencias y desigualdades econó-
vulnerados o han sufrido algún “atropello” micas y sociales, que fueron sostenidas,
o abuso por parte de las autoridades loca- reproducidas y legitimadas cotidianamen-
les en el contexto receptor o bien por par- te por prácticas institucionales formales
te de grupos de delincuencia organizada, (2010:14).
quienes tienen una presencia importan-
te en su región de origen.11 El apoyo entre Este caso de la red y organización de na-
compañeros es importante, mencionan los huas de Zongolica, ejemplifica una forma
entrevistados, porque de otra manera “se de organización compacta, anclada en
sufre más estando solos”. La defensoría valores colectivos como la solidaridad y
de sus derechos individuales y colectivos lealtad, así como en la adquisición de co-
se combinan sobre una base sólida, lo cual nocimientos y prácticas colectivas y co-
representa un ámbito importante para la munales que han favorecido los procesos
de inserción a la ciudad. En esta expe-
riencia de más de 30 años se han genera-
11 En la región Zongolica es cada vez más marcada la presencia de de-
lincuencia organizada a partir de la llegada del narco, lo cual genera
constantes tensiones y violencia con la población residente, que en años
recientes ha coadyuvado a la formación de grupos autónomos de defensa 12 Otro ejemplo también se reporta en el caso del grupo de Tláhuac, ya
ciudadana como el caso de la policía comunitaria, a la vez que procesos se han logrado obtener viviendas por la gestión de programas a través
migratorios masivos, en lo que se ha llamado migración forzada. de la CDI.
do ámbitos de reivindicación de derechos SER CHILA AQUÍ Y ALLÁ,
muy importantes, espacios de acuerdos, LAS VOCES DIVERSAS
gestión y concertación política, paralela-
mente a la sólida conformación de estra- Existen ejemplos claros de cómo la migra-
tegias de sobrevivencia que les permiten ción paulatina y constante de paisanos ha
la captación de recursos y capitales para favorecido la consolidación de redes de
el sostenimiento de las familias en los ta- apoyo (familiares y de paisanaje), además
lleres y campamentos. Sin duda es una ex- de un sólido proceso de inserción al medio
periencia importante que puede aportar urbano a partir de la conformación de ni-
elementos en la organización de colecti- chos laborales, que muestran, además de
vos en grandes ciudades, sean indígenas una estrategia práctica para la subsisten-
urbanos o no. cia, una base sólida de donde surgen diver-
sas demandas políticas en defensa de sus
derechos.

En estos procesos de maduración y con-


56
solidación de las bases organizativas es
crucial la conformación de prácticas com-
partidas, en donde se aglutinan las deman-
das colectivas de los derechos cuyo motor
es la lucha por conseguir vivienda, trabajo
y servicios. A su vez refuerza e intensifi-
ca con sus demandas como miembros de
grupos o pueblos indígenas –proceso que
se ha incrementado sobre todo a partir del
Movimiento zapatista–, y el reciente auge
de los reclamos en el tema de derechos
culturales, que ha dado la pauta para la
movilización política y étnica en el espacio
público y ha conformado un escenario de
reivindicación étnica amplio, aglutinan-
te, a favor de los derechos de los pueblos
indígenas en la Ciudad de México, en el que
se han sumado amplios sectores no indígenas.

En este sentido se describe y analiza la


configuración étnica de los nahuas o chilas
de Cuautepec, como gustan autonombrar-
se. Los nahuas de Guerrero originarios
de Chilacachapa, Municipio de Cuetzala
del Progreso, mantienen una red familiar-
paisanal de más de 60 años en la Ciudad lias a varias colonias de Azcapotzalco, a la
de México y área conurbada. La tradición colonia Pensil, y a las colonias Cuauhtémoc
migratoria de este grupo, se debe en gran y Anzures, estas últimas fueron asenta-
medida a que Chilacachapa, como muchos mientos recurrentes debido al fácil acceso
otros pueblos de la región y del país, tiene a espacios laborales como el servicio do-
una larga historia de pobreza, marginación méstico en casas de particulares que en ese
y falta de oportunidades, que en tiempos momento pertenecían a la clase media alta.
recientes han exacerbado las problemáti-
cas por la fuerte presencia del narcotráfico Esto marcó una primera etapa migratoria
y la violencia cotidiana que se vive en la re- donde la población se fue asentando en
gión. En las oleadas recientes, la migración las colonias y predios del centro de la ciu-
de los chilas ha sido fuertemente influida dad. Las vecindades y pequeños cuartos de
por el clima de violencia que aqueja el es- azoteas alquilados fueron las principales
tado de Guerrero, según las apreciaciones viviendas durante este periodo, esto gene-
de las personas entrevistadas. ró dinámicas conflictivas y difíciles por el
hacinamiento y la convivencia con secto-
A partir de los años cincuenta comenzó res marginales y populares, conflictos que 57
la emigración a ciudades como Acapulco, en gran medida eran parte del escenario
Cuernavaca, Iguala, y principalmente la de los barrios del centro de la ciudad, se
Ciudad de México, además de otras ciuda- registró en entrevista que había pocos es-
des en el interior del país, así como a ciu- pacios para convivir armoniosamente, por
dades como Chicago, Los Ángeles y Phoe- la constante pugna por baños, el agua, es-
nix, en Estados Unidos y otras ciudades en pacios compartidos como la zona de ten-
Canadá (Ver Leal: 2014). dederos, lavaderos, etcétera.

En este largo camino migratorio los chilas Más tarde algunas familias comenzaron a
llegaron de la Ciudad de México a partir de tener ingresos constantes, por lo que se
los años cincuenta y se asentaron en la colo- comenzó a buscar predios o viviendas que
nia Nueva Atzacoalco en la delegación Gus- pudieran albergar no sólo a las familias
tavo A. Madero. Para década de los sesenta extensas ya radicadas en la urbe, sino a la
hubo un aceleramiento en las dinámicas mi- parte de la familia que estaba por migrar
gratorias y a la Ciudad de México llegó una y que día a día iban arribando a la ciudad.
oleada de chilas que ocupó principalmente Esto generó una dinámica de migración a
vecindades en colonias del centro de la ciu- contraflujo, es decir, del centro a las peri-
dad, sobre todo en la Colonia Guerrero, en ferias, se comenzó a buscar predios en co-
las calles de Belisario Domínguez, Pensado- lonias o ejidos de los márgenes de la urbe.
res mexicanos, Libertad y Perú. Más tarde Así se inicia una segunda etapa de migra-
llegó otro grupo que se asentó en la calle ción intraurbana del centro a las periferias.
de Ecuador esquina con Brasil, el cual fue el A finales de los años sesenta y principios
asentamiento más numeroso en esos años. de los setenta se asentaron otras fami-
En un segundo periodo llegaron otras fami- lias en Santo Domingo, Coyoacán, y en la
colonia Del Sol y Aurora en Nezahualcóyotl, Ciudad de México, a finales de los años
Estado de México. En ese mismo periodo cincuenta, la red se fue afianzando de for-
se fundó Xalpa en Iztapalapa, y al mismo ma compacta a partir de concretar proce-
tiempo llegaron alrededor de 60 familias a sos organizativos en el terreno laboral y de
La Presa, Estado de México. lucha por el acceso a servicios en la ciu-
dad, que ellos denominaron “derecho a la
Ya para finales de los años ochenta y prin- ciudad” donde hubo un momento álgido de
cipios de los años noventa se fundó la movilización política durante los sesentas
colonia Vista Hermosa, Cuautepec, para- y que se prolongó hasta los ochentas, y que
lelamente Tulpetlac, en Ecatepec de Mo- resultó muy importante para su lucha a fa-
relos, Atizapán de Zaragoza en Naucalpan vor de sus derechos como indígenas, sobre
y más recientemente llegaron familias a todo a partir de 1994 con el levantamiento
Venta de Carpio, Chiconautla, Jardines de armado del ezln.
Morelos, San Agustín, en Ecatepec, y To-
pilejo y San Pedro Mártir en Tlalpan, otras La lucha por el derecho a la ciudad se con-
más a la Laguna de Xico en Chalco y a al- virtió desde su arribo como el elemento
58 gunas colonias de Tláhuac.13 aglutinador y que hasta la fecha los distin-
gue de otros grupos en la ciudad. Los chi-
De esta forma, se ubica que hay dos gran- las han participado y conformado diversas
des momentos migratorios, el primero se agrupaciones y organizaciones sobre todo
caracterizó por el arribo a la zona centro, por la lucha de la vivienda. Particularmen-
a vecindades y cuartos de azotea en ren- te en la experiencia del grupo de la colo-
ta, el segundo momento, que no se con- nia Pensil, desde donde conformaron la
trapone al primero sino que coexisten y Coordinadora Única de Damnificados que
se complementan, se identifica por el des- más tarde se convirtió en la Coordinadora
plazamiento del centro de la ciudad a la Nacional del Movimiento Urbano Popular,
periferia urbana, a predios más amplios y también en la Unión de Inquilinos de la Co-
que pudieron comprar, y quizá hay hasta lonia Pensil y años después formaron parte
un tercer momento de desplazamiento del de la Asamblea de Barrios. En este proceso
centro para ocupar las zonas periféricas, fue importante la coyuntura del temblor
algunas no urbanas. A la par de la “coloni- de 1985 en la Ciudad de México, ya que por
zación” de las periferias se fue consolidan- su activa participación en el rescate y ayu-
do otro fenómeno importante, la compra o da en el levantamiento de escombros, po-
adquisición de los predios del centro de la sibilitó una plataforma política con margen
ciudad. de acción y gestión amplia.
Al inicio de su proceso migratorio a la
Con los años varios predios fueron cedidos
o vendidos a los chilas como resultado de
13 Datos proporcionados en entrevista con el señor Efraín.
esas movilizaciones que llevaron a cabo en
conjunto con otros sectores populares, tal
es el caso del predio en la calle Lago Gran
Oso #50 en la colonia Pensil. En este con- que se ha conformado el sentido compar-
texto, la asociación civil Unión de Revistas, tido de la pertenencia del chila. Es así que
libros y publicaciones atrasadas “Vicente preguntamos, para usted ¿qué es ser chila
Guerrero Saldaña” A.C., logró su consoli- en la Ciudad de México? Y ellos respon-
dación hacia los años ochenta después de dieron…
afianzar su personalidad propia como aso-
ciación civil chila. Es necesario observar Compadritos por siempre
que una de sus estrategias en la arena polí-
tica y laboral han sido las alianzas estable- Hoy ser chila en la Ciudad de México tiene
cidas con otros grupos, gremios y sectores que ver mucho más con las formas tradi-
sociales que en momentos de coyuntura cionales del respeto entre paisanos ex-
han favorecido para dar respuesta a varias presadas a través del compadrazgo14 y las
de sus demandas. formas de interrelación propias que ex-
presan la ayuda mutua y el arraigo a sus
En el caso de Cuautepec la congregación tradiciones. Es difícil que un chila se man-
de chilas en Vista Hermosa ha logrado la tenga aislado… los chilas que viven en esta
consolidación del Comité vecinal como colonia se visitan con los de la otra colonia, 59
claro ejemplo de la articulación con otros y los otros con los de aquella otra colonia
actores en sus espacios de residencia y y así (…) ya que somos apegados a la tra-
trabajo. Esto ha permitido el desarrollo dición que nos hace ser chilas donde sea
de proyectos autogestivos como la Casa que estemos…El compadrazgo se conserva
de Cultura en Vista Hermosa, que forma para mantenernos unidos y hay chilas en
parte de la red de casas de cultura admi- Chicago, Los Ángeles y Phoenix, en Esta-
nistradas por la delegación y a la vez un dos Unidos y hasta en Canadá (Entrevista
espacio de vinculación vecinal donde se a Don Efraín, 2015).
reúnen y toman acuerdos con base en
mecanismos de decisión comunal, como Los recuerdos de su pueblo, o de aquellos
la asamblea que se lleva a cabo periódica- años de lucha compartida, los vínculos pa-
mente para atender diversos asuntos que rentales, de padrinazgo y compadrazgo,
son de interés común entre los avecinda- pero sobre todo el inquebrantable apoyo
dos, sean chilas o no. mutuo, han sentado las bases para que esta
red paisanal se fortalezca con los años, lo-
Estos y otros ejemplos nos muestran una grando una madurez colectiva y comunal
trayectoria muy extensa en términos de importante como pocas en su tipo.
experiencias colectivas de autogestión,
donde quizá la base de aglutinamiento de
14 Hay bastante literatura sobre el tema del compadrazgo-padrinaje, por
sentidos se encuentra en el ser chila aquí mencionar algunas refencia podemos encontrar trabajos de Arizpe 1973;
y allá… No obstante estos momentos en la Mounsey Taggart 1975; Good 1988 y Gledhill 2004.

historia de su migración, los chilas han te-


jido una amplia red de paisanos en la que
vale detenerse y revisar la manera en la
Las fiestas del ciclo de vida como bautizos, nen marcada dispersión geográfica, y di-
confirmaciones, primeras comuniones, ferenciaciones ocupacionales y políticas.
quince años y especialmente bodas (Leal, Esta observación sobre el mantenimiento
2014), constituyen espacios en los que los de lo colectivo anclado a una práctica cul-
vínculos comunales, familiares y de pai- tural tan definida es una pieza crucial para
sanaje se reavivan, coadyuvando a que el entender las formas de vinculación de los
vínculo colectivo se mantenga a partir de chilas de la Ciudad de México y en Chila-
la celebración de su costumbre, donde los cachapa, y al mismo tiempo nos revela con
elementos culturales, incluidos los senti- mucha claridad las marcadas diferencias y
dos profundos de su cultura y sus valores ámbitos de conflicto que existen en esta
están presentes: “es un momento de mu- comunidad imaginada. Entre los cambios
cho respeto”, comenta el señor Fortino. generacionales se hace notar que hay una
tendencia a preservar las tradiciones, de
Por ejemplo para el caso de las bodas, Oli- acuerdo a los entrevistados, así que los jó-
via Leal (2014) ha documentado algunas venes chilas de la Ciudad de México siguen
prácticas de la tradición del compadraz- participando de las costumbres del padri-
60 go-padrinaje, como por ejemplo la fiesta nazgo y compadrazgo aunque de acuerdo
llamada “La dejada de la muñeca”: con el señor Efraín, “ya se ha perdido mu-
cho el sentido del respeto hacia el padri-
“Se trata de una muñeca elaborada de pan, la cual no… ya no es como antes”.
es ataviada con ropa y accesorios donados por las
madrinas y familiares mujeres del novio). La mu-
El vínculo con la comunidad de origen
ñeca “vestida”, representa un regalo para la novia
y durante el festejo se organiza una comida espe- continúa presente a través de las celebra-
cial, y si se cuenta con recursos económicos se ciones cívicas o religiosas que año con año
contrata una banda de música, además de la en- congrega a todos los paisanos en su comu-
trega de numerosos regalos entre los padres de la
nidad de origen, como es el caso de la fies-
novia y el novio. La celebración de “La dejada de
muñeca” significa el reconocimiento de la nueva ta del 8 de octubre, día que conmemoran
pareja por parte de ambas familias. En los discur- la independencia de México, y el 25 de julio
sos que se expresan entre los familiares, se resal- que se celebra al santo patrono Santiago
ta el surgimiento de una “sola familia”, esto es la Apóstol. Es un momento en el que ser chila
unión de la familia del novio y de la novia. Lográn-
dose con ello, reafirmar los lazos de ayuda y coo-
cobra un sentido a partir de la historia, la
peración en caso de necesitarse” (Leal, 2014:257). tradición y lo más importante, el ser chi-
la en relación al territorio. La historia de
El padrinaje y el compadrazgo son vínculos Chilacachapa es motivo de orgullo y los
positivos que atenúan las pugnas y conflic- chilas de la Ciudad de México recuerdan
tos entre los chilas, ya que se constituyen y conmemoran momentos importantes de
como estrategias para el mantenimiento su historia, su pasado prehispánico y su
de los vínculos entre paisanos, lo cual hace orgullo por su lengua que definen como
posible la organización y articulación del mexicano –no náhuatl–, y su origen en la
sentido colectivo entre paisanos que tie- tradición chontal, que es motivo de orgullo
y pertenencia.
De acuerdo a lo anterior, podemos concluir GRUPOS
que ser chila en la Ciudad de México res- NO CONGREGADOS
ponde a necesidades, objetivos y ópticas
diversas, tomando en cuenta que en ello En el amplio crisol de formas comunales
se traducen diferentes niveles de identifi- de habitar, domesticar y madurar espacios
cación relacionados a la adscripción étnica y trayectorias en la ciudad, existen de ma-
“chila”, ya sea en el terreno económico-la- nera paralela a los sujetos sociales colecti-
boral, cultural o político, y de acuerdo a los vos, ejercicios y experiencias no comunales
espacios o momentos en el proceso de ma- que pugnan por reproducir historias de
duración y consolidación de la red de chi- vida en el ámbito de lo privado, de lo par-
las en la ciudad. ticular y de lo individual. En las caminatas
por los trenes, mercados y calles encon-
tramos un número amplio de individuos,
o familias nucleares que asumen y mani-
fiestan su pertenencia étnica pero que no
reproducen dinámicas comunitarias en la
urbe. 61

Sujetos que recrean una vida urbana al


margen de la convivencia con paisanos o
miembros del mismo grupo, que trabajan
y se divierten en la ciudad de maneras in-
dividuales o en el mejor de los casos fami-
liares pero no que no sobrepasa la familia
nuclear. No recrean fiestas, no hacen dan-
zas, no participan en trabajos colectivos,
no forman parte de organizaciones de su
lugar de origen, no tienen interlocutores
comunitarios con los cuales recrear una
comunidad imaginada.

De estos casos, que probablemente sean


numéricamente la mayoría de la población
indígena en la delegación gam, queremos
dar cuenta con una forma particular de
habitar la urbe, de vivir experiencias de
marginación y de reivindicar el ser indíge-
na pero de manera individual. Así se ilustra
la presencia juvenil indígena poniendo de
ejemplo el caso de Juan Santiago, en donde
un elemento básico de la cultura como la EL MUNDO DE LA POESÍA
lengua puede ser un recurso fundamen- URBANA: HIP-HOP INDÍGENA
tal para describir y contar experiencias de
desolación y gozo al inmiscuirse en la gran
EN CUAUTEPEC
Ciudad de México tras un proceso de mi-
En las inquietas calles de la colonia Com-
gración prolongado. También pretende dar
positores Mexicanos las letras y los estri-
cuenta de las diferentes maneras en las que
billos de Juan Sant evocan un paisaje único
la juventud indígena explora y escoge los
y aventurado del barrio periférico que ca-
medios para reivindicar su condición étnica.
racteriza a Cuautepec, en la Delegación
Gustavo A. Madero. Bajo la frase: “Yo es-
cribo mis letras y estas letras me descri-
ben” Juan Sant rapero totonaco originario
de Pantepec, Puebla cuenta y vive la vida a
su manera tras la escena del hip-hop ma-
derense.

62
Artistas indígenas, medios
y maneras

Muchas de las manifestaciones artísticas


indígenas hacen referencia en el conteni-
do de sus obras y trabajos a los elementos
culturales que les dota de pertenencia y
arraigo. También suelen ser los canales por
los cuales revelan las distintas maneras de
discriminación, racismo y desigualdad que
evidencia su posición socio-política en el
país. A través del tiempo han existido diver-
sas agrupaciones que erigen en su insignia
artística el recobro de su pertenencia ét-
nica a partir de amalgamar distintos géne-
ros musicales involucrando sus lenguas de
origen. “Sak Tzevul” es uno de los grupos
pioneros en retomar la variedad musical
del rock y adjuntar destellos culturales de
su región ubicada en la zona de Zinacan-
tán, Chiapas. Venado Azul, Lumaltok, Roc-
15 Véase más detalles de artistas de la escena hip-hop indígena en: Ni- kercoatl, Vayijel, PatBoy (hip-hop), Youalli
colás Hernández Mejía, 2014, Resignificación del hip-hop en los jóvenes
indígenas migrantes en la Ciudad de México. Un estudio de caso: La expe- G,15 entre otros forman parte del andamiaje
riencia de Juan Sant, tesis de licenciatura, Universidad Autónoma de la
Ciudad de México, México.
musical que oferta este tipo de expresio-
nes alternativas desde una base indígena. Juan Sant nombre artístico de Juan Santia-
El caso específico de Juan Sant delata una go llegó a la Ciudad de México a los quince
peculiar forma de apoderarse de la ciudad años de edad, bajo una aspiración de supe-
con el recurso más cercano que es el calor ración personal y económica decidió osar
del barrio al estilo consonante de la expe- en un nuevo entorno apoyado por miem-
riencia cotidiana. bros de su familia. Alejado de aquellas di-
námicas del trabajo en el campo y procesos
Masters of Ceremonies, Juan continuos de rezago económico que pro-
duce la vida en la Sierra Norte de Puebla,
Sant el perro flaco vuelve Juan Sant conspiró en contra de su desti-
no y decidió viajar a la ciudad. Los trabajos
“Zona norte en el cantón” 16 anuncia el pode-
irregulares formaron parte esencial de su
río artístico-cultural de la región de Cuau-
vida urbana; el primero de ellos ganando
tepec. Ubicado en la parte septentrional
un raquítico salario semanal aunado a una
de la ciudad, es uno de los núcleos urbanos
enérgica discriminación fomentada por
más diversos de toda la Zona Metropolita-
sus patrones y gente que lo rodeaba. Sin
na del Valle de México. Entre bochos que
embargo la adaptación a la ciudad nunca 63
laboran como transporte local e intermi-
fue un problema; los viajes por el metro, la
nables laderas de concreto que conforman
curiosidad por la estructura citadina y la
la Sierra de Guadalupe se tejen infinidad
“escuela calle” le dotaron a Juan el capital
de relaciones socio-culturales que emana-
social y cultural para emparejarse en las
ron de una urbanización desaforada en la
dinámicas del barrio.
región. Una de tantas manifestaciones re-
fiere a la fuerte presencia de población in-
En la primera parada, Juan desembarca
dígena asentada desde las grandes oleadas
en la Delegación Azcapotzalco donde sólo
migratorias de los años sesenta y setenta
estuvo unos cuantos meses, para después
del siglo pasado. Dichos flujos migratorios
arribar a la Colonia Caracoles en Tlane-
estuvieron impulsados en un primer mo-
pantla, Estado de México. Ahí la situa-
mento por la creación e impulso de nuevas
ción se torna complicada; las hostilidades
zonas industriales en la división norte de la
sociales y los espacios laborales limita-
ciudad y la necesidad de estos espacios de
dos hacen que las oportunidades se dilu-
adquirir mano de obra para su crecimien-
yan y las relaciones en la calle florezcan.
to y desarrollo. Tiempo después las olea-
El acompañamiento con grupos juveniles,
das migratorias se comportaron de mane-
principalmente cholos, fue determinante
ra distinta y estuvieron respaldadas por la
para el primer acercamiento a la escena
existencia de redes familiares y laborales
implacable del barrio y emprende el juego
que atraían nuevos sectores poblacionales
peligroso de conocer la calle como espa-
de todo el interior de la república.
cio de aprendizaje y convivencia. Al mismo
tiempo las condiciones tan cambiantes y
16 Fragmento de una canción de Juan Sant. agitadas de la ciudad hacen que Juan so-
brelleve su vida bajo una depresión ligada
al extrañamiento de su entorno familiar y Ya constituido dentro de la escena del
espacial de origen. hip-hop en Cuautepec y después de ha-
ber adquirido un lugar en los escenarios
Como aliento en el nuevo espacio el rap artísticos, Juan Sant retoma su legado re-
chicano irrumpe en los primeros arsena- velándose en contra de los estereotipos
les musicales que instruyen a Juan Sant en negativos ligados al “ser indígena migran-
la escena del hip-hop nacional (El diablo, te” en la ciudad. “El ego de un indio” título
Shadow) exhortando como eje principal el de su más reciente material producido a lo
orgullo de “ser mexicano” y la exaltación de largo de un año por Mente Negra produc-
una raíz “mexica” ligado a un pasado indí- ciones revela el sentido de concebirse en
gena. Muchas de sus letras hacen referen- una dualidad identitaria; por un lado reto-
cia a este imaginario y que de alguna ma- ma su identidad étnica al edificar algunas
nera fue producto de su formación tiempo canciones en su lengua madre (totonaco), y
después como rapero totonaco en la Ciu- por el otro, refiere a una pertenencia iden-
dad de México. “Cuando empecé a escribir titaria vinculada con la movida juvenil del
mis letras nunca escribí en totonaco pero hip-hop en la zona norte de la Ciudad de
64 sí hablaba de mis raíces, también me ayudó México. Estos dos elementos que lo cons-
empezar a leer libros porque era muy limi- tituyen como totonaco y rapero reside en
tado mi español” (Juan Sant, 2015). “concebir la identidades como estrategias
identitarias precisamente para subrayar
La discriminación hacia los sectores indí- su carácter relacional y dinámico. La utili-
genas compone directa e indirectamente a zación de la lengua madre también fue un
gran parte de la sociedad mexicana, mu- recurso de “originalidad” en la escena ju-
chas de las pretensiones históricas sobre la venil del hip-hop a nivel delegacional. “En
construcción de un Estado Nación homo- esta cultura como que todos tienen algo
géneo, el racismo y la relación económica especial, algo que los identifica” dice Juan
asimétrica con estos sectores originarios Sant aludiendo a su particularidad y recur-
dan muestra de lo anterior; para el caso so étnico que le sirvió y sirve de impulso
de Juan Sant fue el principal motivo para a “ser alguien” único en toda la escena. El
apartarse –en primer momento– de su título de su último material resulta enig-
legado cultural e implicarse en dominios mático para ejemplificar la reivindicación
que lo involucraran en una apariencia to- étnica que revela su situación actual. “El
talmente urbana. Las drogas, la calle, pro- ego de un indio” revela la noción y valo-
blemas familiares y la violencia hicieron el ración consciente de su pasado y alimenta
papel fundamental de encubrimiento de las maneras de cómo se puede recuperar la
todos los elementos étnicos que lo distin- identidad étnica desde diferentes formas y
guían. Al inscribirse en la cultura del ba- modos. “Vengo de tierras de nahuales, los
rrio y la calle, los estigmas se desvanecen: brujos, huhues y diablos, que sabios…” ora-
“Yo quería ocultar a través de lo estético ción que relata aquellas vivencias que Juan
mi raíz”. tuvo en el mundo ritual de su comunidad.
Lo interesante de este caso es situar las CONSIDERACIONES FINALES
maneras tan flexibles que muestra la iden-
tidad de un joven indígena en la ciudad al Existe una diversidad de población indíge-
momento de tratar de ocultar algunos ele- na en la delegación gam mayor a lo regis-
mentos primarios –como la vestimenta– y trado en distintas investigaciones. Es decir,
unificar la apariencia a partir de adoptar hay presencia de más de 40 grupos etnolin-
características totalmente urbanas como güísticos en la delegación. Esta presencia
medio de inserción a un espacio nuevo. De se manifiesta de múltiples formas, desde
resaltar algunos componentes y obnubilar los grupos congregados con zonas defi-
otros aspectos que conforman su pasado, y nidas o domesticadas que realizan fiestas,
que, sirve como estrategia reparadora ante asambleas, trabajo comunitario, u acciones
la discriminación, racismo y desigualdad colectivas. Coexisten también formas indi-
existente en todos los ámbitos de la socie- viduales casi personales de vivir la ciudad,
dad mexicana. de población indígena que no recrea vida
en comunidad y que en ocasiones se sub-
Juan Sant forma parte de un gran núme- sume o disfraza en una identidad urbana
ro de indígenas residentes en la Ciudad de marginal y anónima. 65
México que se encuentran disgregados y
carentes de una extensión de redes am- También hubo una constante mención a un
plias, parentales o comunales, de organiza- conjunto de temas pendientes en la agen-
ción en torno a la pertenencia e identidad da política en materia indígena que cons-
étnica, sin embargo, muestra las diferentes tantemente fueron expresados tales como:
maneras de vivir y ser parte de la ciudad a derecho a la vivienda, reconocimiento de
partir de retomar ambientes que son cana- sus formas organizativas comunitarias,
les de expresión artística vinculados con su acceso a la educación en su lengua, entre
identidad étnica. “Esta elección obedece a otros. Es decir, la construcción de sujetos
una estrategia (en general inconsciente) de colectivos participes de la agenda políti-
lograr, como finalidad, un reconocimiento ca-social y no solo en materia cultural del
de su existencia en el sistema social con gobierno del D.F.
los recursos que se tiene y enfrentando los
retos que se presentan día a día” (Romer, Así, los temas se han ubicado a lo largo del
2005). proceso de investigación, son en realidad
ámbitos para la aplicación de políticas pú-
Las canciones y rimas en su lengua madre, blicas y este caso culturales, que ameritan
ponen de manifiesto su recorrido y expe- necesariamente de más profundización y
riencias en la ciudad. Aluden tristeza pero metodologías combinadas y participativas
orgullo, también sugieren procesos de re- que favorezcan la detección de ámbitos de
significación y reposicionamiento de su ser acción en el tema. Esperamos que con este
indígena en la ciudad, “Miren, ahora sonrío trabajo se puedan trazar algunas rutas posi-
cuando veo a aquel que me discriminaba…” bles que favorezcan la construcción de me-
jores escenarios para los indígenas urbanos.
DIVERSIDAD
Y HETEROGENEIDAD
DE LOS INDÍGENAS
EN LA DELEGACIÓN
TLALPAN
UNA RIQUEZA CULTURAL
ANA MORÁN PÉREZ Y ATSUMI RUELAS TAKAYASU

66

INTRODUCCIÓN
Los indígenas urbanos que se encuentran en la delegación Tlalpan,
se caracterizan por su gran heterogeneidad en cuanto a la forma de
apropiarse y recrearse en la ciudad. Por esto, uno de los objetivos
esenciales derivados de esta investigación etnográfica ha sido dar
cuenta de la multiplicidad de formas de ser indígena en un contexto
de urbanidad. Esto es algo que no sólo se expresa mediante la diver-
sidad étnica o lingüística, sino también a través de las diferencias
específicas de los sujetos, en cuanto a su edad, género, trayectoria
migratoria, lugar de origen, tiempo de residencia en la ciudad u ocu-
pación, entre otros factores. Todo esto construye una concepción de
la vida en la ciudad sumamente distinta según sea el caso. Tal como
lo señala Oehmichen (2007) “los inmigrantes indígenas no conforman
una unidad homogénea. El grado de aculturación, escolaridad y ocu-
pación, así como las formas en que se insertan en la vida urbana son
diversos” (Oehmichen, 2007: 100).
1 Uno de los espacios la-
borales privilegiados de
Las diversas formas de apropiación indígena se observan en todos los indígenas urbanos es
el comercio informal, acti-
los puntos de la delegación Tlalpan, pero en el centro de la misma vidad que en ocasiones los
se vuelve aún más marcado, debido a que se trata de un punto es- coloca en una situación
conflictiva con líderes de
tratégico de trabajo para los habitantes indígenas. Al ser un espacio organizaciones de comer-
cio informal, o con la propia
concurrido por gran cantidad de gente, los indígenas dedicados al policía y demás instancias
comercio informal encuentran un buen nicho laboral.1 Así es como gubernamentales.
durante nuestros recorridos en la plaza central nos fuimos encon-
trando con diversas presencias que estaban concentradas en el re-
ducido espacio físico de dicho lugar. De tal forma, nos encontramos
a Sara, una joven mujer nahua de la Sierra Norte de Puebla, quien
se dedica a la venta de churros; a Juan, nahua de la Huasteca Hidal-
guense, dedicado a vender papas fritas. De hecho, la mayoría de los
vendedores de este producto que se encuentran en el centro, son
de dicha pertenencia étnica. Por otro lado, se observa a las muje-
res totonacas proveniente de Orizaba, Veracruz quiénes venden por
temporadas productos propios de la zona; y a la señora Paloma y su
hijo Daniel, tzotziles de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, las cuales 67
vienen a la ciudad únicamente a vender sus productos en los marcos
de Ferias que la delegación organiza. También, se encuentra el caso
de Maurilio, quien no se dedica al comercio informal, sino que es po-
licía auxiliar, y se encarga de resguardar el acceso a una de las calles
laterales del centro

A partir de nuestro contacto con varios interlocutores, notamos que


existen diversas formas de incorporación de los indígenas a la ciu-
dad, así como diversas estrategias para ganarse la vida. Igualmente,
los patrones de migración varían de acuerdo con la época en que
llegaron a la ciudad, algo que también determina su proceso de in-
serción a la misma; el tipo de empleo, la disponibilidad de vivienda,
así como la especificidad de los grupos en cuanto a su cultura, su
situación social y escolaridad. Los indígenas conforman un mosaico
diverso en lo cultural y variable en su inserción en la estructura ur-
bana (Oehmichen, 2010: 64).

La conformación actual de la Ciudad de México es resultado de un


proceso de apropiación del espacio por parte de los diferentes gru-
pos indígenas. Es una ciudad que se constituye por lenguas, cultu-
ras e historias de vida provenientes de distintos tiempos y espacios
que conviven en el día con día, lo cual da como resultado un crisol
complejo y sumamente heterogéneo que a veces se vuelve más ma-
nifiesto en lugares céntricos que son un espacio laboral privilegiado
de los indígenas. Es por esto que nos pa- Fue a partir de estos cuestionamientos
rece importante mostrar esta diversidad que organizamos el trabajo de campo, y
expresada en un espacio acotado, pero no que nos planteamos algunos ejes temáti-
por ello menos complejo y heterogéneo cos que nos parecieron pertinentes dado
etnolingúísticamente, como el Centro de su recurrencia durante la etnografía.
Tlalpan. Entre éstos se encuentran la presencia de
un desplazamiento lingüístico que va de
En síntesis, los indígenas urbanos son su- generación en generación; los espacios la-
jetos que se producen a sí mismos, y que borales privilegiados por varias de las mu-
interpretan su entorno, así como sus rela- jeres indígenas migrantes a la urbe, como
ciones con los otros, desde la posición que el servicio doméstico; la conformación de
ocupan dentro de una estructura social imaginarios sobre lo urbano producidos
más amplia. A pesar de que los escenarios por los indígenas antes de su llegada a la
son similiares, los indígenas de Tlalpan se ciudad; la presencia de organizaciones ci-
construyen desde diferentes posiciones viles que reproducen sus dinámicas cul-
sociales, económicas, culturales y polí- turales en contextos de urbanidad; la vida
68 ticas, lo cual genera múltiples formas de de los jóvenes indígenas que se trasladan
existir y de ser indígena. a la ciudad de México para realizar estu-
dios universitarios; entre otros. Estos ejes
En este ensayo se pretende mostrar los temáticos nos brindaron material para re-
resultados obtenidos del diagnóstico flexionar sobre la forma en que viven los
etnográfico realizado en la delegación indígenas en la ciudad, así como para in-
Tlalpan. El objetivo general de dicho diag- tentar comprender lo que significa ser un
nóstico consistió en detectar cuáles son, indígena urbano.
en dónde están y qué hacen algunos de los
indígenas urbanos asentados en diversos A partir de esto, nos formulamos tres
puntos de esta delegación, con la finalidad preguntas que guiarán este ensayo: ¿qué
de visibilizar a la población indígena que cambia y qué permanece en la vida de los
reside o trabaja en la Ciudad de México. indígenas urbanos?, ¿qué papel tienen y
cómo funcionan las redes sociales en el
En un inicio, las preguntas que nos plan- proceso de inserción y reconfiguración
teábamos responder buscaban conocer en lo urbano? y ¿cómo los indígenas ur-
algunos aspectos generales respecto a ta- banos se apropian de un contexto urbano
les presencias. Nos interesaba saber dón- y se reproducen en él? En relación a estas
de se localizaban, si eran poblaciones que interrogantes, se desprenden tres hilos
sólo trabajaban en la delegación o residían conductores que nos permiten explicar la
en ella, si las autoridades de la delegación mayor parte de nuestros hallazgos etno-
tenían conocimiento de la población indí- gráficos. Dichos hilos conductores son:
gena, en qué condiciones vivían o si con- 1. Continuidades y cambios a las que se
taban con alguna organización indígena enfrentan los indígenas urbanos
en la ciudad.
2. Formas de apropiación de la ciudad La estructura del ensayo consiste en una
3. Las redes sociales en el proceso de in- descripción general de la delegación Tlal-
serción y reconfiguración a un contexto pan, así como de los espacios en los cuales
urbano. se detectaron presencias indígenas. Igual-
mente, se muestra un breve perfil sobre
El diagnóstico etnográfico se realizó entre los interlocutores.
mayo y septiembre de 2015. Este período
se organizó en tres etapas: la realización Posteriormente, se desarrollan los tres
de trabajo de campo, elaboración de cédu- hilos conductores antes planteados, me-
las etnográficas y la redacción del informe diante los que se busca reflexionar sobre
final. De forma paralela a ambas etapas, se las continuidades y cambios a las que se
llevó a cabo una revisión bibliográfica so- enfrentan los indígenas urbanos; así como
bre materiales de interés para el trabajo. evidenciar las diversas formas de apropia-
ción de la ciudad y mostrar la importancia
En ese sentido, la metodología empleada de las redes sociales en el proceso de in-
fue centralmente de tipo cualitativo. Para serción y reconfiguración en un contexto
la primera etapa de la investigación, rea- urbano. 69
lizamos diversos recorridos de observa-
ción en rutas estratégicas que abarcaron Por último, se esbozan algunas de las con-
diversos puntos de la delegación Tlalpan. clusiones en donde se muestran algunos
El propósito de esto era buscar asenta- de los alcances y limitaciones que presen-
mientos en los cuales la población indí- ta este diagnóstico etnográfico sobre la
gena se reuniera. Asimismo, se realizaron población indígena en Tlalpan.
entrevistas a profundidad, así como con-
versaciones dirigidas con dieciocho inter-
locutores. El material obtenido se registró
en notas y diarios de campo. E igualmente,
nos dimos a la tarea de hacer una revisión
estadística sobre datos sociodemográfi-
cos de la delegación y de la situación de la
población indígena en la misma.

La segunda etapa de la investigación, con-


sistió en elaborar cinco cédulas etnográfi-
cas que se presentarían en el marco de la
Feria de las Culturas Indígenas de la Ciu-
dad de México. Y la tercera etapa, es decir,
la elaboración de este ensayo, consistió en
organizar la información obtenida y re-
dactar el documento.
APROXIMACIÓN A LA ZONA
DE ESTUDIO Y A LOS
ACTORES SOCIALES:
DELEGACIÓN TLALPAN
El diagnóstico fue realizado en la delega- La delegación está dividida en cinco zonas
ción Tlalpan, ubicada al sur de la ciudad de territoriales. Éstas son: Subdelegación
México. Ésta colinda al norte con las de- Territorial del Centro, Subdelegación Te-
legaciones Magdalena Contreras, Álvaro rritorial de Villa Coapa, Subdelegación
Obregón y Coyoacán; al este con Xochi- Territorial Padierna Miguel Hidalgo, Sub-
milco y Milpa Alta; y al oeste con el mu- delegación Territorial del Ajusco Medio,
nicipio de Xalatlaco, en el Estado de y Subdelegación Territorial de Pueblos
México. Tiene una superficie de 312 km2, Rurales. Esta última es la que cuenta con
lo cual representa el 20.7% de extensión el 80% de la extensión territorial, mien-
territorial del Distrito Federal, por lo que tras que en el otro 20% del territorio se
ocupa el 1er lugar en extensión de las 16 concentra el 83% de la población urbana.
70
demarcaciones. Cabe decir, que es en esta parte donde re-
siden una buena parte de los indígenas de
Tlalpan.
Debido a sus características geográficas, se media y acomodada aledañas al centro
una de las principales actividades econó- de Tlalpan. Por ello, es indispensable evi-
micas en Tlalpan es la agricultura. El cul- denciar la heterogeneidad que caracteriza
tivo se extiende al este y sur de Tlalpan al contexto en el cual se desenvuelven los
y hacía el oeste en las faldas del Ajusco. interlocutores.
Se siembra principalmente maíz, avena y
alverjón y un número importante de hec-
táreas se dedica a la fruticultura y flori-
cultura.
¿QUIÉNES SON LOS INDÍGENAS
URBANOS DE TLALPAN Y EN
Tlalpan tiene una población total de DÓNDE SE LOCALIZAN?
587,182 habitantes (INEGI, 2010). De es-
tos, 10,341 son población de 3 años o más Los actores sociales que constituyen este
hablante de lengua indígena y 10,290 co- estudio consisten en dieciocho interlocu-
rresponden a población de 5 años o más tores indígenas que residen o trabajan en
hablante de lengua indígena (INEGI, 2010). las demarcaciones de la delegación Tlal-
Sumado a esta información encontramos pan. Los criterios de inclusión utilizados 71
los hogares censales indígenas de 5,247 y para constituir la muestra de estudio son
la población en hogares censales indíge- que fueran personas de adscripción a al-
nas de 13,382 (INEGI, 2010). Esta población gún grupo indígena, y que habitaran o tra-
indígena es heterogénea en cuanto a su bajaran en Tlalpan. Por ende, la mayoría
pertenencia étnica y lingüística, pues que de estos informantes tienen caracterís-
se han identificado 48 lenguas indígenas ticas muy diferentes entre sí en cuanto a
presentes en este territorio delegacional. su origen, pertenencia étnica, trayecto-
De estas, 26 tienen menos de 10 hablantes, rias migratorias, tiempo de residencia en
por lo que hay algunas que concentran la la ciudad, ocupación, grado de escolari-
mayor cantidad de hablantes. Éstas son el dad, edad y género (véase anexo 1). Esta
náhuatl con 3,305; el mixteco con 1,409; diferenciación brinda una gran heteroge-
el otomí con 1,009 y el zapoteco con 982 neidad, que debe ser enfatizada, ya que
(INEGI, 2000). se trata de condiciones que ubican a los
sujetos de estudio en diversas posiciones
Por último, hay que señalar que Tlalpan, desde las cuales se construyen como indí-
al igual que la mayoría de las delegacio- genas urbanos.
nes de la ciudad, se caracteriza por su di-
versidad en cuanto a la composición de la Asimismo, los lugares en los cuales inte-
población que la habita. Esta población se ractuamos con tales interlocutores fueron
distribuye en espacios sociales, cultura- muy variados, algo que también otorga
les, económicos e históricamente diferen- particularidad a la estancia urbana de los
ciados, como son los pueblos originarios, indígenas. Los puntos en los que éstos se
los barrios populares creados mediante la ubican son de diversa índole, desde pue-
invasión de terrenos, o las colonias de cla- blos originarios como San Miguel Ajusco,
72
Santo Tomás Ajusco, San Miguel Topilejo, vas, pero también un núcleo duro que es
Magdalena Petlacalco y San Pedro Mártir; la continuidad, una serie o agrupación de
zonas populares como Isidro Fabela o Lo- elementos que son resistentes al cambio
mas de Padierna; hasta espacios intersti- pero no inmunes a la transformación, es
ciales como las orillas de la carretera Pi- decir, el bagaje cultural que está confor-
cacho-Ajusco (véase mapa 1). mada por una larga tradición (mitos, le-
yendas, formas de organización, fiestas,
música, etc.) conjuntada colectivamente
1. CONTINUIDADES Y que no pierde su sentido originario, sino
que permite las modificaciones logrando
CAMBIOS ENTRE LOS conjuntarse, ordenarse y en un contexto
INDÍGENAS URBANOS distinto, reafirmar las concepciones del
DE TLALPAN ser indígena, y en este caso ser indígena
en la ciudad. Este es el caso de la organi-
¿Qué cambia y qué permanece entre las zación civil de purépechas en la Ciudad de
poblaciones indígenas urbanas? El cam- México.
bio y continuidad en los indígenas de la
ciudad es un tema recurrente y de suma 1.1 Nueva Sangre
importancia. López Austin ya mencionaba
al respecto en su teoría del núcleo duro,
Purépecha, A.C.:
que en la cultura de los pueblos indígenas 107 Familias Purépechas
existen diferencias y similitudes, un siste- insertas en el macrocosmos
ma cambiante de conductas, comporta- de la urbanidad
mientos, prácticas y costumbres colecti-
Hace 32 años numerosos purépechas de La transformación del espacio de la fies-
Charapan, Michoacán, conformaron la Or- ta no se considera contrapuesto a la co-
ganización Nueva Sangre Indígena A.C. en tidianeidad del lugar de origen, y aunque
el Distrito Federal. Esta organización se se enfrenten a una adaptación a la ciudad
ha dedicado a promover la cultura, usos y y a sus complejos procesos de adaptación,
costumbres, organizar a las familias e im- pérdida o enriquecimiento de diversos
pulsar actividades grupales como equipos elementos, la fiesta sigue fungiendo como
de básquetbol, entre las familias migrantes eje conductor para la reproducción, rea-
de Charapan en la ciudad de México. Uno firmación y cohesión cultural charapense.
de los logros obtenidos por el grupo es ha- Como es bien sabido, en las fiestas se re-
ber comprado un terreno en el Ajusco Me- incide en la identificación cultural, perso-
dio de 1800 m² con el deseo de construir nal y familiar, así como en la diferencia-
un centro cultural charapense que sirva ción entre cada uno.
para las reuniones, juntas, fiestas y even-
tos del grupo Nueva Sangre Purépecha. De acuerdo con esto, Miguel nos comen-
ta que tienen registradas alrededor de 107
Miguel Palomares junto con su familia ha familias que viven en distintas delegacio- 73
pertenecido a esta organización desde nes como: Iztapalapa, Coyoacán, Álvaro
hace 26 años, y en este año la celebración Obregón, Tlalpan, Cuauhtémoc, Gustavo
de San Antonio Padua, santo patrono de A. Madero, Azcapotzalco y Benito Juárez,
la comunidad de Charapan, en su versión aunque también hay algunas en el Estado
defeña, se realizó en Tlalpan el día 14 de de México, en Ciudad Nezahualcóyotl. Y
junio del 2015, específicamente en casa que a diferencia de estar en la comunidad
de Miguel y su esposa Albertina. Su hijo de Charapan –en donde tanto la población
Oliver y su esposa fueron el matrimonio de 12,153 (INEGI, 2010) como estar en el
de cargueros de ese año. El carguero de propio entorno cultural facilitan la orga-
San Antonio Padua es reconocido como nización social y festiva– en la Ciudad de
el carguero mayor, que durante un año se México, se tuvieron que realizar diversas
responsabiliza de participar en los traba- estrategias para conjuntar y crear comu-
jos necesarios para preparar la fiesta de la nidad: visitar las casas personalmente y
imagen de Padua. numerosas veces, hacer llamadas, convo-
car a las familias y dirigentes, realizar lar-
Las fiestas-ritual son reinventadas en el gas juntas, etc., pero la devoción al santo
contexto urbano de la ciudad, estas ce- patrono es fundamental en esta comuni-
lebraciones comunitarias tienen lugar en dad. Según nos comenta Miguel, es el eje
distintos tiempos y espacios anualmente. y motor que permite movilizar a tantas
Cada año se cambia de delegación y de fa- familias charapenses dispersas de la me-
milia de cargueros, el domingo 18 de ju- trópoli defeña.
lio de 2015, se hizo el ritual de cambio de
carguero, la delegación a la que ahora le De acuerdo con Lombardi Satriani (1975),
corresponde es Iztapalapa. el contenido de las fiestas pueden expre-
sar alteridad, ser impugnadores o nar- des sociales que van tejiendo los indíge-
cotizantes, y las fiestas mismas son tes- nas urbanos. Definimos red social a partir
timonio de los procesos, continuidades, de la propuesta de Larissa Lomnitz (1975),
adaptaciones, oposiciones, diferenciacio- quien señala que ésta es un “conjunto de
nes y traducciones a partir de los cuales relaciones de intercambio recíproco de
se construyen una identidad propia y de bienes y servicios en un espacio social
pertenencia a un grupo social, en este determinado” (Lomnitz, 1975 en Enríquez,
caso al grupo Nueva Sangre Purépecha. 2000: 42). Tales relaciones de intercambio
pueden operar informalmente, es decir,
Un ejemplo de ello es cuando Miguel di- a nivel del redes domésticas o comunita-
ferencia a los distintos grupos de puré- rias, las cuales sirven de apoyo interno y
pechas de Michoacán de los mismos pai- espontáneo (Bronfman, 2001).
sanos que viven en la ciudad de México,
concluyendo que los que saben hablar la Las redes sociales en los contextos mi-
lengua son más genuinos, lo cual a él lo gratorios cumplen con tres funciones: a)
hace distinto, pero no por ello menos pu- adaptación, o “acomodamiento a las con-
74 répecha. Al preguntar a Miguel porqué se diciones de llegada e integración en las
llaman Nueva Sangre Purépecha, comen- instituciones principales de la sociedad de
tó que es por venir a la ciudad, ya no son destino” (Maidana, 2013: 281). A esto le de-
los mismos de la comunidad; quieran ellos nominamos aquí inserción; b) selección,
o no, estar en la ciudad te hace distinto, referida a la determinación de qué indivi-
hay algo nuevo, pero no por ello son me- duos migran; y c) canalización, es decir, la
nos genuinos o menos purépechas. A pe- “transmisión de recursos necesarios para
sar de las continuidades del migrar y cam- el desplazamiento” (Maidana, 2013: 281). A
biar de residencia, conservar un grupo esta última función la planteamos como
aglomerado de identificación charapense reconfiguración, la cual contempla tan-
ha sido una de las estrategias visibles para to la transmisión de recursos simbólicos
seguir manifestando una identidad puré- y materiales, como la redefinición de la
pecha urbana en un contexto macroespa- identidad de acuerdo a la nueva posición
cial como la ciudad de México. social, cultural, económica, política que
los sujetos migrantes ocupan.

Justamente, para comprender la reubica-


2. LAS REDES SOCIALES ción contextual producida por el proceso
COMO MOTOR DE migratorio, el concepto de redes sociales
INSERCIÓN Y ADAPTACIÓN resulta útil, ya que permite abordar a los
sujetos migrantes como sujetos relaciona-
Una de las cuestiones centrales en el pro- les que se producen y reproducen diferen-
ceso de inserción en la ciudad, así como cialmente de acuerdo al contexto en el que
en recrear la vida en un contexto urbano se insertan. En tal sentido, la red social
diferente al del lugar de origen, son las re- obliga a ver que “los lazos interpersonales
de un miembro del grupo formarían par- diferenciadas que son las que requieren
te de un sistema total de interrelaciones” mayor desgaste físico, las peor remunera-
(Barnes, 1969 en Figoli y Fazito, 2005: 8). das y aquellas con menos beneficios so-
ciales” (Durin, 2009: 22).
Estos lazos interpersonales suelen ser de
parentesco o de paisanaje, lo cual gene- A raíz de varias conversaciones dirigidas
ra lealtades fuertes entre quienes forma entabladas con las señoras Flor, Juana y
parte de la red social, siendo esto uno de Mari, trabajadoras domésticas en la mo-
los elementos centrales para entender los dalidad de entrada por salida, notamos la
procesos de inserción y reconfiguración importancia de las redes domésticas en su
del sujeto a un nuevo espacio físico, social proceso de inserción y reconfiguración a
y cultural. Enseguida, se intenta argumen- un nuevo contexto. Esto no es exclusivo
tar la importancia de las redes sociales en para las trabajadoras domésticas, puesto
los procesos migratorios indígenas, a par- que también funge como algo central para
tir de mostrar el caso de las trabajadoras la mayoría de los indígenas que migran a
domésticas zapotecas. la ciudad; sin embargo, nos pareció inte-
resante cómo entre éstas se tejen meca- 75

2.1 El caso de las trabajadoras nismos de contratación informal basados


en las redes sociales que poseen. Asimis-
domésticas mo, dichas redes son fundamentales du-
rante las propias trayectorias de estas
Como parte del diagnóstico, interactua- mujeres en la ciudad, pues suelen ser la
mos con tres trabajadoras domésticas re- base para establecer vínculos de amistad
sidentes en San Miguel Tehuisco, colonia y de alianzas por matrimonio. En general,
ubicada en el pueblo San Miguel Topile- las historias de las interlocutoras aluden
jo. El motivo por el cual nos acercamos a algún pariente que ya residía en la ciu-
al tema de trabajo doméstico consiste dad, como su anclaje a este sitio. En todos
en que es de gran relevancia dado que se los casos fueron tías o hermanas quiénes
constituye como uno de los nichos más las motivaron a migrar y a desempeñarse
frecuentes en los que se insertan las mu- en el servicio doméstico. Como lo men-
jeres indígenas2 migrantes. Esto en pala- cionan Durin, Moreno y Sheridan (2007),
bras de Durin (2009) obedece a un nicho las mujeres jóvenes hablantes de lengua
étnico y feminizado del mercado laboral, indígena migran a partir de redes feme-
en tanto se trata de “labores étnicamente ninas (hermanas, primas, tías, etc.), que
se pueden definir como “redes de ayuda o
2 De acuerdo a la Comisión de Asuntos Indígenas de la Asamblea Legis-
mutua-protección, a partir de la inserción
lativa del Distrito Federal (2005), se estima que el 95 % de la población en un mercado de trabajo que demanda
indígena residente en la ciudad se concentra en solo tres actividades
económicas: albañilería, comercio ambulante y trabajo doméstico (Chá- de sus servicios bajo la cobertura de una
vez, 2006: 2).
El trabajo doméstico suele caracterizarse por dos cuestiones: la primera
oferta restringida” (Durin, et.al., 2007: 40).
es que generalmente lo llevan a cabo personas de origen étnico y pro-
venientes de fuera de la metrópolis; la segunda, se trata de un trabajo
desempeñado en su mayoría por mujeres (91%) (CONAPRED, 2015).
76

Juana y Mari, trabajadoras domésticas. Fotografía: Atsumi Ruelas.


77

Fiesta de San Antonio Padua. Fotografía: Atsumi Ruelas.


Esto es algo que se sustenta con el testi- allá como un mes o a veces un poquito más para
monio de la señora Juana, mujer zapote- ayudarles. En ese tiempo, mi hermana Carmen
me sustituye. Ella va ahí con la señora, y ya cuan-
ca originario de San Miguel Suchixtepec,
do regreso del pueblo, vuelvo a ir yo, pero regreso
Oaxaca, quien llegó a una edad temprana con mi trabajo seguro.
a la ciudad de México, a los 15 años, para
trabajar en el servicio doméstico: Por otro lado, las trabajadoras domésti-
cas establecen redes de recomendación
Allá en el pueblo estábamos bien mal. Como so- entre sus amigas o parientes para poder
mos ocho hermanos, mis papás ya no podían laborar en nuevas casas. Esto se vuelve un
mantenernos a todos. No teníamos huaraches,
mecanismo de contratación informal ba-
andábamos descalzos, no teníamos ropa ni nada.
Entonces una tía que ya trabajaba aquí me dijo sado en la recomendación, el cual opera
“vénte para acá a la ciudad, ahí hay una señora como motor de inserción laboral de mu-
que está buscando quien le haga el aseo”. Y así fue jeres indígenas. Al respecto, Flor mencio-
como me vine para acá. Llegué directo a traba- na que antes era más fácil ser contratada
jar de planta con una familia. Después regresé al
pueblo y me traje a mis hermanas.
para trabajar “en casa”, como ellas lo de-
nominan, pero hoy en día piden cartas de
78 recomendación, porque de lo contrario
En el fragmento anterior, se observa que las “patronas” desconfían. Flor y Rosa co-
las redes sociales, y en particular, las re- menzaron a trabajar en nuevas casas bajo
des de parentesco, son la base para gene- este modo operativo. En el caso de María y
rar el proceso de desplazamiento del lugar de Juana, el mecanismo es similar, ya que
de origen a la ciudad, así como para lograr actualmente trabajan con familias empa-
que las mujeres se inserten laboralmente rentadas.
con alguna familia.
De igual forma, las redes domésticas y de
Igualmente, las redes sociales son rele- paisanaje contribuyen a mantener el vín-
vantes durante la trayectoria laboral de las culo con la comunidad de origen, pues en-
mujeres, pues operan como mecanismos tre los familiares o los paisanos se recrean
de apoyo mutuo y de reciprocidad entre elementos de la vida en el pueblo, como
las trabajadoras y sus allegadas. Por ejem- comida, fiestas, o simplemente permiten
plo, si éstas se tienen que ausentar por un rememorar situaciones vividas durante la
período determinado, producto de emba- infancia o adolescencia, en el caso de los
razos, problemas de salud o visitas tem- migrantes de primera generación.
porales a los pueblos de origen, se recurre
a las mujeres de su red social para que las En resumen, consideramos que este es
apoyen y no se les despida. Esto se relata un ejemplo que muestra de forma general
por la Sra. Juana a continuación: el peso de las redes sociales en el trabajo
doméstico remunerado, las cuales dan pie
Cada año yo me voy a mi pueblo porque le ayudó a procesos de inserción laboral, así como
a mis papás con la siembra. Ellos ya están grandes a estrategias clave de apoyo y a la confor-
y se cansan, ya no aguantan tanto el trabajo del
mación de nuevos lazos sociales durante
campo que es muy pesado, por eso me voy para
79

la trayectoria de trabajo en la ciudad de para estar en el espacio diferenciado (2013:


México. Igualmente, son un factor im- 424), es decir, funciona como un moviliza-
portante en el proceso de reconstrucción dor de bienes, económicos, sociales y de
identitarias de las personas que llegan a un bienestar, lo que permite relacionarse con
nuevo lugar, en tanto sirven como orien- el lugar en un sentido más expresivo y con
tadoras y sustento en un ambiente nuevo. un sentido de sociabilidad con el entorno.
Los indígenas urbanos que en este caso,
como diría Heiddeger, construyen, habi-
3. FORMAS DE HABITAR EL tan y hacen el espacio habitado, a través
de estrategias en un espacio diferenciado,
ESPACIO: DISTINTAS segregado o invisibilizado.
MANERAS DE HABITARLO
Ser indígena en la ciudad está directamen- 3.1 Lo rural y lo urbano
te relacionado con habitar, apropiarse, re-
significar y asumirse como parte de un Los indígenas urbanos resignifican el es-
espacio; un espacio diferente al del lugar pacio en el que se desenvuelven cotidia-
de origen, en el caso de los indígenas que namente, a veces en un sentido positivo o
han migrado a las urbes. En el análisis de en ocasiones de forma negativa, pero casi
la apropiación del espacio, Henry Lefebvre siempre colocando como punto de refe-
comentaba que la apropiación de un espa- rencia a su lugar de origen. En este caso,
cio exige en todo momento una produc- cabe decir que una de las características
ción, la necesidad y el deseo de hacer algo de la delegación Tlalpan es que se com-
pone por grandes extensiones de cam- de los bienes y servicios que la urbanidad
po que le otorgan una mayor ruralidad a la ofrece.
que poseen otras delegaciones. Estas zo-
A mí no me gusta la ciudad, por eso me vine a
nas se ubican en las periferias de la dele-
Santo Tomás que es más como comunidad... en
gación –y de la ciudad en tanto Tlalpan se Santo Tomás todavía se ven animales, las cosas
encuentra en la periferia sur de la misma–, están al aire libre, además se puede cocinar a la
en las cuales reside una cantidad conside- leña (Alejandrina).
rable de indígenas.
Vivir en un lugar lo más parecido posible
Referirnos a lo rural en lo urbano, implica al de la comunidad de origen es una for-
comprender la multiplicidad de elementos ma de mantener un vínculo con ésta, y de
que entran en relación entre estos espa- tratar de recrear una vida con elementos
cios, que suelen ser visto de forma dicotó- en común a su vida de antes. De acuerdo
mica y opuesta. Sin embargo, nos parece que a Camus (1999) en esa forma de “estar no
lo urbano y lo rural como espacios habita- estando” en la ciudad se expresa “la con-
dos por los indígenas urbanos, no deben cepción dual del espacio entre ciudad y
80 ser analizados en términos de oposición, comunidad rural” (Camus, 1999:166). Es un
sino de interrelación, sin que esto signifi- intento para no insertarse en el espacio,
que que no tenga cada uno una particula- quizá producto de las condiciones nega-
ridad. Las contradicciones entre lo rural y tivas de discriminación y exclusión en las
lo urbano, tienden a ser complementarias que lo hacen (Camus, 1999:166).
en vez de solamente diferenciadas. Por lo
tanto, planteamos la utilización de estos La tendencia es que los interlocutores con
espacios desde una figura mixta: lo rural y quienes trabajamos, tienen representacio-
lo urbano, ambos expresados en un mismo nes sobre la ciudad que la vinculan con
escenario, e interpretados por algunos de un territorio caótico, con una dinámica
los interlocutores como una síntesis entre de vida rápida y con una tendencia a los
campo y ciudad que les permite recrear excesos: demasiados carros, gente y rui-
una dinámica de ruralidad, más o menos do. Sin embargo, dichas representaciones
cercana a la de sus pueblos de origen, pero van acompañadas de elementos que sitúan
dentro de una urbanidad que le implica a la ciudad como un lugar en donde las
ciertos costos, así como también benefi- complicaciones económicas se diluyen o
cios. se superan, y el acceso a la educación es
más fácil, permitiendo, de acuerdo con lo
Tal como se ha dicho, la condición ru- expuesto por Paniagua (1998:248), que la
ral-urbana que presenta la delegación ciudad se convierta “en la creación hu-
atrae a las poblaciones migrantes, gene- mana donde el hombre se cohesiona y se
rando una remembranza de sus lugares organiza en armonía, abandonando el ais-
de origen y permitiendo la recreación de lamiento y la dureza de la vida del campo,
una condición de vida más tranquila en por más que allí la naturaleza esté al al-
un contexto distinto, pero sin prescindir cance de la mano”. En el mismo sentido,
Carlos Jiménez (1998) menciona que en un expansión del territorio que se presentó
gran número de casos, lo rural es pensa- entre 1980 y el año 2000 responde a di-
do como “el mundo tradicional, donde hay ferentes procesos. Encontramos que, des-
pocos habitantes, pero a su vez tranqui- pués del terremoto acontecido en 1985
lidad y vida placentera” y lo urbano como muchos de los habitantes que perdieron
“el mundo civilizado, donde hay todos los sus casas, o por temor a otro posible de-
servicios, pero a su vez intranquilidad, sastre, decidieron cambiar su residencia y
miedo y contaminación”, evidenciando fueron a vivir a lugares más distantes del
una clara oposición. centro y se establecieron en las delega-
ciones Coyoacán, Xochimilco, Magdalena
3.1.1 Viviendo en la periferia Contreras y Tlalpan; en la zona sur de la
metrópoli, que se denomina como conur-
No obstante, otra razón por las que una bación de la zona metropolitana de la Ciu-
buena parte de los indígenas urbanos se dad de México.
asientan en las zonas periféricas tiene
que ver con que sus recursos para acce- Al revisar los índices de población de la
der a zonas centrales son limitados. La delegación Tlalpan en comparación con la 81

conformación de la Ciudad de México ha delegación Cuauhtémoc, vemos como las


estado en un proceso continuo de cam- zonas centrales se han ido despoblando
bio y transformaciones y de una expan- paulatinamente, mientras que en la dele-
sión territorial hacia lo que se considera gación Tlalpan hay un aumento poblacio-
la zona periférica de la ciudad o también nal. En 1980 la delegación Cuauhtémoc
llamada la zona conurbada. Hasta la dé- tenía una población de 843,283 habitantes
cada de 1940 la dinámica del crecimiento y la delegación Tlalpan tenía una pobla-
demográfico urbano se concentraba den- ción de 384,613. Para 1990 la población en
tro de la demarcación que se define como Cuauhtémoc disminuyó a 595,960 mien-
la región central del Distrito Federal, que tras que en Tlalpan aumentó a 484,866, y
abarcaba las delegaciones Cuauhtémoc, para el año 2010 la población en Tlalpan
Benito Juárez, Venustiano Carranza y Mi- alcanzó los 587,182 habitantes.3
guel Hidalgo, que constituyen lo que hoy
se conoce como el Centro Histórico de Este crecimiento de población y de ex-
la Ciudad de México. A finales de 1930 y pansión territorial también está ligado a
hasta 1970 el crecimiento acelerado de la los procesos de migración indígena que
población generó la expansión física del han llegado a establecerse en estas zonas.
territorio urbano llegando a cubrir todas En el caso de la delegación Tlalpan en-
las delegaciones que hoy forman parte del contramos un entrecruzamiento entre las
Distrito Federal. La superficie territorial poblaciones que ya se encontraban asen-
aumentó de 29,000 hectáreas en 1950; a tadas en la zona y que conforman lo que
74,000 hectáreas en 1970, y en el año 2000 hoy se conocen como pueblos originarios,
se alcanzó una superficie de 125,000 hec-
táreas. (Nivón, 1998:211). Esta creciente 3 X, XI, XIII Censo General de Población y Vivienda (1980, 1990, 2010).
además de la gente que fue desplazada de pueden encontrar terrenos baldíos a bajo
la zona centro por el terremoto del 85 y precio para la construcción de viviendas.
un gran número de población indígena El gasto en el pago de rentas en zonas más
que llega a habitar en esta demarcación. centrales es de alto costo y las posibilida-
des para la construcción de vivienda son
Frente al constreñimiento que existe ac- pocas; por lo tanto las zonas alejadas y
tualmente en la zona centro de la ciudad, más despobladas se vuelven una oportu-
donde los espacios públicos, laborales nidad para poder acceder a una vivienda
y de vivienda se encuentran saturados o propia y de bajo costo. El hecho de que se
controlados por organizaciones indígenas encuentren espacios para la construcción
establecidas desde tiempo atrás, algunos o mayores posibilidades de compra de una
habitantes indígenas han optado por vivir casa habitación no implica que todos los
en la zona periférica de la ciudad. A par- migrantes que llegan a vivir ahí puedan
tir de las historias de vida que hemos re- tener acceso a una casa. Para lograr com-
construido en las entrevistas, nos hemos prar su terreno y construir su casa, Nico-
percatado que algunas personas que lle- lás se fue a la ciudad de Seattle y trabajó
82 garon a la ciudad no cuentan con una red durante tres años, en una panadería en el
migratoria preestablecida o consolidada día y en una pizzería por la noche. Mien-
y que han llegado a través de relaciones tras, su esposa trabajaba en los laborato-
familiares, pero sin una organización co- rios del Hospital de Pemex y se encargaba
lectiva mayor y más sólida. de supervisar y dirigir la construcción de
su hogar y vivía en casa de sus padres jun-
En la investigación sólo logramos identi- to con su hijo.
ficar una congregación de habitantes ori-
ginarios de una misma región y hablantes Las formas de asentamiento de la pobla-
de la misma lengua, los nahuas de Pue- ción indígena en estas zonas, por lo ge-
bla, asentados en la colonia Isidro Fabela. neral, se ubican en predios irregulares o
Los otros pobladores indígenas que he- colonias populares de autoconstrucción.
mos entrevistado han sido migrantes so- Como es el caso de los purépechas de
litarios o con una red familiar nuclear, es Capacuaro, Michoacán, los cuales se en-
decir, hermanos con sus esposas e hijos. cuentran asentados sobre la vía pública en
Las colonias que se encuentran más ale- las laderas de la carretera Picacho-Ajusco.
jadas, como Parres, Santo Tomás Ajusco,
San Miguel Ajusco y San Miguel Topilejo, En el kilómetro 6.5 de esta carretera, se
se han vuelto una especie de intersticios encuentran tres familias purépechas de
donde estas pequeñas familias o migran- Capacuaro, Michoacán. La vivienda-habi-
tes solitarios han podido establecerse. tación se localiza en predios irregulares,
según la “Ley de Desarrollo Urbano del
Onofre Nicolás nos narraba que él, junto Distrito Federal” −publicada en la Gaceta
con su esposa e hijo, llegaron a vivir a San Oficial del Distrito Federal el 29 de enero
Miguel Ajusco porque en esa colonia se de 1996−. Esta Ley, en su artículo 2, desta-
ca como una prioridad la mejora y calidad entre cada familia y cada familia dentro de
de vida de la población, tanto urbana como su particularidad compartida se ampara o
rural. Para ello, es necesario, según consta defiende según sus posibilidades econó-
en el apartado VI de dicho artículo, “evitar micas. Resalta ponderar que la población
los asentamientos humanos en la áreas de purépecha no tiene la capacidad econó-
mayor vulnerabilidad, en las áreas riesgo- mica ni el acceso a los mecanismos de
sas y en las áreas de conservación”. crédito para obtener una vivienda en los
mercados formales. En el caso de la de-
Los asentamientos de los purépechas se manda habitacional, existe un déficit ha-
establecen en una zona de riesgo al lado bitacional permanente y acumulativo, en
de las carreteras debido a la proximidad de donde las necesidades rebasan a la pro-
los núcleos ya consolidados de la ciudad y ducción y abastecimiento, y no solo afecta
la evidente cercanía de las vías de comu- a la población de menores ingresos, tam-
nicación. La cercanía con las madererías bién a la población de medianos ingresos.
para la compra de la materia prima, la fácil
visualización de los puestos y la venta “de Y en el caso legal, por un lado, existe una
pasada” de los automóviles, hace que la si- disposición inicial inflexible respecto a la 83
tuación económica sea mucho más fructí- ocupación ilegal de suelo, pero por otro
fera en la ciudad que en el mismo pueblo lado, existe un reconocimiento de que el
de origen, razón por la cual estas zonas crecimiento de la ciudad es un “hecho
son las elegidas por ellos. Sin embargo, natural” al que no hay oposición posible.
la irregularidad del asentamiento provo- Esta misma imposibilidad provoca casos
ca que las autoridades de la delegación de corrupción e irregularidades no solo
de Tlalpan los desalojen constantemente, de suelo, sino en las mismas instancias
poniendo en peligro la subsistencia de las institucionales y departamentales de go-
familias migrantes purépechas. bierno.

La familia de Silviano nos comenta que Estos casos mencionados anteriormen-


han recibido amenazas serias, a pesar de te, muestran cómo la apropiación que los
que ellos se están asesorando con un abo- grupos sociales hacen del espacio físico es
gado y tienen un amparo que los protege un indicio de la forma en que se producen
por el momento. Sin embargo, la situación relaciones de desigualdad. Estas relacio-
de Luis difiere. Él nos comenta que ha te- nes de desigualdad son atravesadas por
nido que pagar $30,000 a la delegación la forma en que los indígenas en la ciu-
para que dejen de intentar desalojarlo por dad hacen uso del espacio. Este proceso
3 años, y nos aclara que esta fecha está por de desigualdad no es muy distinto del que
vencerse. Hay una clara evidencia de co- pueden vivir en sus lugares de origen, en
rrupción gubernamental, no está de más donde se reproducen relaciones asimétri-
informar que Luis no tiene comprobante cas entre mestizos e indígenas, pero en la
de ese pago, ningún recibo lo avala. La for- ciudad adquiere matices diferentes. Ello
ma en que resuelven esta situación varía los conduce a vivir un segundo proceso de
etnicización4, el cual sucede en tanto que: Es así que consideramos necesario y re-
La migración cambia el contexto en que levante analizar y reflexionar en torno a
los indios y mestizos entablan relaciones, la relación que existe entre etnicidad y
mas no el sistema de distinciones y clasi- metrópolis en el desarrollo del presente
ficaciones sociales: cambia el contexto de trabajo de investigación. De tal forma, ter-
interacción, más no la estructura de signi- mina siendo más viable residir en las pe-
ficados atribuidos a una y otra categorías riferias, algo que es ejemplificado con el
de adscripción (Oehmichen, 2010: 67). caso de Onofre Nicolás, mixteco univer-
sitario que compró un terreno en San Mi-
Este proceso de etnicización nos con- guel Ajusco, debido a que el uso del suelo
duce a reflexionar sobre las prácticas de es mucho más asequible que en otras zona
segregación étnica, de discriminación y del Distrito Federal.
de marginalidad a las que, en varias oca-
siones, se ve expuesta la población indí- Finalmente, las razones de vivir en los
gena en la ciudad, ya que ser indígena en márgenes de la ciudad son diversas, pero
sí mismo tiene ciertas connotaciones so- en gran medida se debe a la facilidad eco-
84 ciales que inciden en las representaciones nómica de comprar una casa o terreno y
y prácticas de quiénes son, pero también a la remembranza sentimental que se le
de quiénes no son indígenas. A esto se adjudica al espacio rural-urbano, es decir,
agrega que ser indígena en la ciudad tiene el recuerdo del terruño. Por esto, les re-
todavía más implicaciones que suelen co- sulta más accesible y preferible residir en
locar a estas poblaciones en posición de asentamientos ubicados en colonias po-
desventaja, misma que se expresa en los pulares, predios abandonados o a lo lar-
diversos ámbitos en los que éstos se desa- go de las grandes extensiones de campo
rrollan. Es decir, abarcan desde el espacio que hay en algunas partes de la ciudad,
físico en el que habitan hasta sus posibi- convirtiendo estos espacios en territorios
lidades de acceder a mejores condiciones compartidos y creándose “espacios emer-
laborales, por mencionar un ejemplo. Esto gentes en los que interactúan actores y
se observa con Rosa, quien paga una ren- procesos sociales difíciles de definir como
ta de $2,800 por un cuarto ubicado en un [solamente] urbanos y rurales” (Cruz Ro-
edificio que muestra deterioro, y que se dríguez, 2003: 6).
ubica en una colonia popular, cuyo uso de
suelo no es elevado.
3.1.2 De la casa-habitación a
la casa-trabajo
4 La etnicización es definida como un proceso de “desterritorialización
de ciertas comunidades culturales, es decir, la ruptura (...) o atenua-
Otra forma de utilización del espacio habi-
ción de sus vínculos (físicos, morales y simbólico-expresivos) con sus tacional es a partir de la fuerza de trabajo
territorios ancestrales, lo que a su vez habría desembocado en la des-
nacionalización, marginalización, extrañamiento y la expoliación de las familiar y la búsqueda de alternativas te-
mismas” (Giménez, 2000:46 en Oehmichen, 2005: 73). rritoriales para realizar las ocupaciones la-
borales, de casa y vivienda. Como mencio- nómicamente viable hace 30 años con lo
namos anteriormente, los purépechas de rural de los pueblos originarios de Tlalpan.
Capacuaro hacen uso de espacios reduci-
dos e inhabitados de la carretera Picacho-
Ajusco, estos espacios son improvisados CONCLUSIONES
por una carpa, con madera y herrería en
el cual laboran, producen sus muebles Este ensayo ha tenido por objeto llevar a
y viven, es decir, duermen, lavan, asean y cabo un primer acercamiento etnográfi-
cocinan. De acuerdo con Méndez (2005), co a la población indígena que existe en la
las opciones de trabajo para los capacua- delegación Tlalpan. Dado que es una apro-
renses son reducidas al enfrentarse a la ximación inicial, únicamente nos propu-
migración de la ciudad, ya que la econo- simos plantear algunas de las cuestiones
mía formal no es una opción de acogida que nos resultaron más relevantes para
y más bien enfrentan adversidades, ade- comprender quiénes son, qué hacen, en
más de promover estrategias familiares dónde están los indígenas urbanos, y más
y de parentesco para la supervivencia y aún, intentar problematizar qué significa
al mismo tiempo de sobreponerse a las ser indígena en la ciudad, una interrogan- 85
adversidades presentadas por la misma te compleja y que por ahora ha sido res-
urbanidad. pondida sólo parcialmente. Es por ello,
que a pesar de que se ha logrado mostrar
Contrario al caso anterior, los purépechas un panorama general sobre los indígenas
de Charapan, y su organización identita- que habitan o laboran en Tlalpan, también
ria-étnica hace utilización de sus bienes hay varias cuestiones en las cuales no ha
habitacionales para la celebración ritual y sido posible profundizar, pese a que se
religiosa. La casa se convierte en un san- nos presentaron como problemáticas re-
tuario donde por todo un año estará ben- currentes. Una de ellas, tiene que ver con
decida y será recinto para visitar al Santo el proceso de desplazamiento lingüístico,
de Padua y ser curado, beneficiado y has- en el cual tiende a haber una pérdida de
ta pedido en matrimonio, ellos mencionan las lenguas indígenas que va de genera-
que la casa está abierta 24 horas al día los ción en generación. Esta situación tiene
365 días del año. La mayoría de las fami- varios senderos para revertirlo, existen
lias charapenses han migrado desde hace panoramas y programas por parte de ins-
una o dos generaciones, estableciéndose tituciones gubernamentales, investigacio-
lo que hace 40 o 50 años era la periferia y nes y todas sus posibles formas (talleres,
en colonias donde los servicios primarios clases, organizaciones, etc.) con el fin de
no eran asequibles, hoy en día ha cambia- fortalecer la lengua materna. Sin embar-
do en cuanto a los servicios, pero las colo- go, en esta investigación no se encontró
nias donde habitan son espacios de difícil con sujetos conscientes que deseen re-
acceso y en las periferias de la misma de- vertir esto. Es importante señalar que el
legación. Miguel Palomares menciona que desplazamiento lingüístico observado en-
compró su casa-habitación por ser eco- tre algunas de las poblaciones que llegan
a vivir a la ciudad de México no es sim- para el festejo del santo patrono, también
plemente el resultado del contacto en- conforman talleres para fortalecer la co-
tre lenguas, sino de un proceso político e munalidad con la compra de un terreno en
ideológico que ha construido y cimentado San Miguel Ajusco; en ese espacio preten-
una asimetría lingüística entre la lengua den construir un salón de usos múltiples,
dominante. En este caso, nos referimos al hacer siembra comunal y dar talleres de
español y a las lenguas minoritarias, entre purépecha. Si bien la fiesta ya no se realiza
las cuales se encuentran las lenguas in- en el pueblo de Charapan, y a pesar de los
dígenas. Como señala Sue Wright (2004) cambios que conlleva el desplazamiento
“definir una lengua como entidad discre- de esta, las familias charapenses de nume-
ta es un ejercicio político y no lingüístico”. rosas delegaciones de la ciudad de México,
Es decir las lenguas son una construcción reiteran el ser indígena purépecha a través
social resultante de procesos históricos, de la permanencia de una situación distin-
políticos y sociales de cada país en donde ta, y de la realización de la fiesta-ritual a lo
se privilegia el uso de una lengua sobre las divino (Gonzalo Camacho, 2007). Con este
otras. Estas formas de contacto intercul- caso podemos observar la importancia
86 tural, marcado por una relación de poder, que tiene la comunidad migrante de puré-
reflejo la relación asimétrica que existe pechas de seguir reproduciendo su ritua-
entre hablantes de lenguas con historias lidad en un contexto urbano.
y trayectorias diferentes y desiguales. Es-
tas relaciones lingüísticamente asimétri- En el caso de las trabajadoras domésticas,
cas crean una gama de tendencias que van observamos que la población ha sido in-
desde la expansión de las lenguas domi- visibilizada por parte de académicos, so-
nantes y el desplazamiento de las otras ciedades, programas y autoridades que
lenguas, hasta la resistencia o reivindica- elaboran las políticas públicas, a pesar de
ción de las lenguas dominadas y un amplio ser una actividad remunerada común en
abanico de posibilidades entre ellas (Ha- los que se insertan las mujeres indígenas
mel, 2003). urbanas.

En el caso de los cambios y permanen- La decisión de vivir en los márgenes de


cias, logramos visualizar que a pesar del la ciudad, es debido que frente al cons-
eje del desplazamiento de la lengua, sí treñimiento que existe actualmente en la
existen factores y movimientos que per- zona centro de la ciudad, donde los es-
miten movilizar, transformar y revitalizar pacios públicos, laborales y de vivienda
las culturas indígenas en la ciudad. Los se encuentran saturados o controlados
charapenses de Michoacán, han fortaleci- por organizaciones indígenas estableci-
do los lazos familiares y comunales a tra- das desde tiempo atrás, algunos habitan-
vés de la organización Nueva Sangre A.C., tes indígenas han optado por vivir en la
con ella han podido conjuntar a más de zona periférica de la ciudad. A partir de
cien familias dispersas y migrantes en/de las historias de vida que reconstruimos en
la urbe. Y esto no es sólo con la cuestión las entrevistas, nos percatamos que algu-
nas personas que llegaron a la ciudad no
cuentan con una red migratoria preesta-
blecida o consolidada y que han llegado a
través de relaciones familiares, pero sin
una organización colectiva mayor y más
sólida. La delegación Tlalpan, como he-
mos mencionado anteriormente, tiene la
particularidad de ser rural y urbana, lo
cual ha permitido esto sujetos se inserten
en la ciudad con la remembranza de sus
lugares de origen.

Miguel Palomares, charapense de Michoacán.


Fotografía: Atsumi Ruelas.

87

Onofre Nicolás. Fotografía: Valeria Rebolledo.


INTER- Rosa Onofre Nicolás Silvano Ángel Araceli Ángel
LOCUTOR
Constancio
PERTENENCIA Nahua Mixteco de la Costa Purépecha Purépecha
ÉTNICA Chica
LUGAR Chinconcuautla, San Agustín Chayuco, Capacuaro, Capacuaro,
DE ORIGEN municipio de municipio de municipio de municipio de
Zacatlán de las Jamiltepec, Oaxaca Uruapan, Michoacán Uruapan, Michoacán
Manzanas, Puebla
EDAD 28 37 58 24
LUGAR DE Isidro Fabela San Miguel Ajusco Km 6.5 Carretera Km 6.5 Carretera
RESIDENCIA Picacho Ajusco Picacho Ajusco
ACTUAL
LUGAR DE Isidro Fabela Delegación Coyoacán, Km 6.5 Carretera Km 6.5 Carretera
TRABAJO UNAM Picacho Ajusco Picacho Ajusco
TRAYECTORIAS Chinconcuautla- Ciudad de Oaxaca- Capacuaro- Capacuaro-
MIGRATORIAS Ciudad de México Ciudad de México- Guadalajara-México, Guadalajara-México,
Nueva York-Ciudad D.F. D.F.
de México-New
Jersey-San Agustín
88
Chayuco-Ciudad de
México-Filadelfia-
Ciudad de México-
Seattle- Ciudad de
México
HABLANTE DE Si (nahua y Sí (mixteco, español Sí, (purépecha y Sí, (purépecha y
LENGUA español) e inglés) español) español)
INDÍGENA
RELIGIÓN Católica Sin dato Católica Católica
ACTIVIDADES Empleada doméstica, Cajero en Banamex, Carpintero por 50 Carpintería
LABORALES propietaria de puesto ayudantes de cocinero años.
de tamales en Vips, administrador
en constructora,
cocinero en caldos
Zenón, panadero,
en el INE, asistente
de investigación en
PUIC, profesor adjunto
en Facultad de
Economía
GRADO DE No concluyó Licenciado en Sin dato Primaria
ESCOLARIDAD primaria Economía, UNAM
SEGURIDAD No tiene IMSS No tiene No tiene
SOCIAL
PROGRAMA Seguro popular No tiene No tiene No tiene
DE APOYO
SOCIAL
CANTIDAD DE Cuatro Uno Una hija Tres hijos varones
HIJOS
ESTADO Unión libre Casado Sin dato Casada
CIVIL

Anexo 1. Tabla Información sobre interlocutores I. Datos generales.


INTER- Luis Alejandrina Jacinto Juanita Cruz Pedro Becerro
LOCUTOR
Hernández Bispango
PERTENENCIA Purépecha Zapoteca Zapoteca Náhuatl
ÉTNICA
LUGAR Capacuaro, San Miguel San Miguel Tetetsingo, Cuautla
DE ORIGEN municipio de Suchixtepec, Oaxaca Suchixtepec, Oaxaca Morelos
Uruapan, Michoacán
EDAD 22 24 54 23
LUGAR DE Km 6.5 Carretera Santo Tomás Ajusco San Miguel Tehuisco, Santo Tomás Ajusco
RESIDENCIA Picacho Ajusco Topilejo
ACTUAL
LUGAR DE Km 6.5 Carretera Santo Tomás Ajusco Delegación Benito Santo Tomás Ajusco
TRABAJO Picacho Ajusco Juárez
TRAYECTORIAS Capacuaro-México, San Miguel San Miguel Tetelcingo, Cuautla-
MIGRATORIAS D.F. Suchixtepec- Suchixtepec- Ciudad de México
Ciudad de México Ciudad de México
HABLANTE DE Si (purépecha y Sí (zapoteco y Sí (zapoteco y Sí, (náhuatl y
LENGUA español) español) español) español)
INDÍGENA
RELIGIÓN Católica Sin dato Cristiana Católica 89

ACTIVIDADES Carpintería Mesera, vendedora Empleada doméstica Instructor comuni-


LABORALES de chicles, servicio de de plana y de entrada tario de CONAFE y
limpieza, maestra de por salida maestro de
primaria secundaria
GRADO DE Primaria Licenciatura en Primaria incompleta Licenciatura en
ESCOLARIDAD Educación Indígena Educación Indígena
en la UPN (sin titular) en la UPN
SEGURIDAD No tiene No tiene No tiene No tiene
SOCIAL
PROGRAMA No tiene No tiene Seguro popular No tiene
DE APOYO
SOCIAL
CANTIDAD DE Un hijo varón Ninguno Una hija Ninguno
HIJOS
ESTADO Separado. Dato por Unión libre Separado Soltero
CIVIL confirmar

Anexo 1. Continuación de Tabla Información sobre interlocutores I. Datos generales.


INTER- Obdulia Tzin-Tzun Miguel Palomares Sara Juan
LOCUTOR
Moralez
PERTENENCIA Purépecha Purépecha Nahua Nahua
ÉTNICA
LUGAR Santa Fe de la Charapan, Michoacán Sierra Norte de Huasteca de Hidalgo
DE ORIGEN Laguna, Michoacán Puebla
EDAD 28 58 31 43
LUGAR DE Delegación Coyoacán Lomas de Padierna Pedregal de Santo San Pedro Mártir,
RESIDENCIA Domingo Tlalpan
ACTUAL
LUGAR DE Centro de Tlalpan, Retirado Centro de Tlalpan Centro de Tlalpan
TRABAJO CIESAS
TRAYECTORIAS Santa Fe de la Laguna- Toda la república, Sierra Norte de Huasteca de Hidalgo-
MIGRATORIAS Ciudad de México le faltó conocer Puebla-Ciudad de Ciudad de México
90 Chihuahua y México
Tamaulipas.
HABLANTE DE Si (purépecha y No, pero sabe palabras Sí, (náhuatl y Sí, (náhuatl y
LENGUA español) en purépecha, español español) español)
INDÍGENA
RELIGIÓN Católica Católica Católica Católica
ACTIVIDADES Estudiante y Conductor de camión, Venta de churros Vendedor de papas
LABORALES secretaria del mecánico, trabajador
CIESAS, traductora de una empresa de
laboratorios químicos
GRADO DE Licenciatura en Secundaria Secundaria Secundaria
ESCOLARIDAD Lingüística
(sin titular)
SEGURIDAD IMSS No tiene No tiene No tiene
SOCIAL
PROGRAMA No tiene Seguro popular Seguro popular No tiene
DE APOYO
SOCIAL
CANTIDAD DE Ninguno Cuatro hijos, dos Dos, un varón y una Tres hijos
HIJOS varones y dos mujeres mujer
ESTADO Soltera Casado Casada Casado
CIVIL

Anexo 1. Tabla 2 Información sobre interlocutores II. Datos generales.


INTER- Mujeres totonacas Daniel y Paloma Maurilio Flores
LOCUTOR

PERTENENCIA Totonacas Tzotziles Nahua


ÉTNICA
LUGAR Orizaba, Veracruz San Cristóbal de las Álamo, Veracruz
DE ORIGEN Casas, Chiapas
EDAD 55 53 y 19 52
LUGAR DE Sin dato Sin dato Tecamac, Estado de
RESIDENCIA México
ACTUAL
LUGAR DE Centro de Tlalpan Centro de Tlalpan Centro de Tlalpan
TRABAJO

TRAYECTORIAS Orizaba-Ciudad de San Cristóbal de las Alamo-Ciudad de


MIGRATORIAS México Casas-Ciudad de México
México 91
HABLANTE DE Si (totonaco y Sí (tzotzil y español) Sí, (náhuatl y
LENGUA español) español)
INDÍGENA
RELIGIÓN Católica Católica Católica
ACTIVIDADES Venta de artesanías y Vendedores de Policía auxiliar
LABORALES plantas acuáticas artesanías

GRADO DE Secundaria Primaria Academia de Policía


ESCOLARIDAD

SEGURIDAD No tiene No tiene Si


SOCIAL
PROGRAMA No tiene No tiene No tiene
DE APOYO
SOCIAL
CANTIDAD DE Sin dato Un varón Dos hijos
HIJOS
ESTADO Casadas Casados Casado
CIVIL

Anexo 1. Continuación de Tabla 2 Información sobre interlocutores II. Datos generales.


RITUALIDAD
DESDE LA URBE
TRES CASOS DE SER INDÍGENA
EN LA DELEGACIÓN XOCHIMILCO
GABRIELA CAÑAS ZAMORA, DOMINGA CRUZ REYES
Y MARÍA ISABEL VÁZQUEZ

INTRODUCCIÓN
92

Xochimilco, ubicado al sureste del Distrito Federal, es un territorio de


12,517.8 hectáreas en donde habitan alrededor de 415,007 personas. Es 1 Barrios: San Antonio
Molotla, La Asunción
sede de 14 pueblos originarios y 17 barrios1 que conviven en un mo- Colhuacatzinco, Belem de
Acampa, La Concepción
saico de diversidad cultural al que con los años se han ido sumando Tlacoapa, Barrio de San
personas de distintos orígenes étnicos provenientes de otros estados Cristóbal Xallan, Santa
Cruz Analco o Santa Cru-
del país. cita, San Diego Tlalcozpan,
San Esteban Tecpapan,
Barrio de San Francisco
Como consecuencia de la crisis económica que se vive en el país y en Caltongo, La Guadalupita,
San Juan Bautista
las comunidades alejadas, la migración indígena en ocasiones es obli- Tlateuchi, San Marcos
gada y no deseada como recurso para la sobrevivencia familiar. Sin Tlaltepetlalpan, San Pedro
Tlalnahuac, El Rosario, La
embargo, no hay que descartar que existan casos en los que también Santísima Trinidad Chililico,

se trata de una decisión premeditada y deseada, aunque, en la mayo- San Lorenzo Tlaltecpan,
Xaltocán.
ría de los casos lo impulse la búsqueda de mejorar la calidad de vida. Pueblos: Santa María Nati-
vitas, Santa Cruz Acalpixca,
San Gregorio Atlapulco,
Las grandes ciudades, son punto de destino preferente, la Ciudad de San Luis Tlaxialtemalco,
Santiago Tulyehualco,
México en nuestro país no está exenta del flujo migratorio desde 1970, San Lucas Xochimanca,

recibiendo al año alrededor de 7 mil indígenas. Como consecuencia San Mateo Xalpa, Santa
María Tepepan, Santa Cruz
de esto, la delegación Xochimilco es tierra de 9,322 hablantes de una Xochitepec, Santiago Te-
palcatlalpan, Santa Cecilia
lengua indígena.2 Tepetlapa, San Andrés
Ahuayucan, San Francisco
Tlalnepantla.
Se ha documentado ya por muchos años y diversos temas3 la presencia 2 Conteo de Población,

de indígenas en la ciudad, desde los años 70 se ha investigado sobre INEGI 2010.


3 Ver Leal Sorcia Olivia,
esta población y la condición multicultural en las grandes ciudades. 2012.
En cuanto a esta materia, se privilegian explicaciones de tipo econó-
mico y social para justificar desplazamientos de población indígena a
las ciudades (Martínez; 2007). Sin embargo, es un tema que día a día
está vigente, de manera que es pertinente seguir explorando, investi-
gando y reflexionando sobre ello.

La delegación Xochimilco en este texto es el escenario de diferentes


grupos indígenas que migraron de su lugar natal. Durante la inves-
tigación de campo se identificó la presencia de otomíes de la Sierra
(ñojus), nahuas (masehual tla’tol), mixtecos (ñu savi), mixes (ayuuk),
tseltales del norte (bats’il k’op), chinantecos de la Sierra (jmiih dzä 93
mo), mazatecos del centro (enna) y purépecha (p’rhepecha) asentados
en la delegación con particularidades propias.

Buscando visibilizar la forma de organización y ritualidad, así como


el proceso de vivir y adaptarse a la vida citadina, se tuvo el acerca-
miento a dos de los grupos indígenas que residen en esta delegación:
nahuas y purépechas.

Con los primeros, se presenta la forma en la que redes paisanales y


parentales han logrado crear una conexión entre los ahora residentes
de la urbe y la organización colectiva que se ha creado sin perder su
vínculo con Tepetzintla, Puebla, la comunidad de origen. Como se-
gundo grupo se encuentran los purépechas de Capacuaro quienes se
organizan a través de la red familiar y se desenvuelven en la urbe des-
de su actividad laboral, oficio que los une a la comunidad de origen a
la que viajan con frecuencia para cumplir con cargos.

Nos preguntamos entonces ¿cómo se establecen las relaciones socia-


les entre ambos grupos indígenas? ¿Qué pautas culturales cambian y
cuales permanecen como residentes en la ciudad? ¿Cómo es su orga-
nización social? ¿Qué los vincula con su comunidad de origen?

Como apartado final del texto se presenta sobre el ritual atlatlapajti-


listli, realizado en medio de la ciudad logrando construir un momen-
to de comunidad interétnica; un ejemplo de y con los hombres que ya se habían esta-
cómo en la urbe se resignifica el culto a los blecido en la ciudad.
entes divinos y la relación con la naturaleza.
Los hijos de los hermanos Sánchez, si-
ENTRE TOCHAN Y NEAJKO : guiendo el patrón de migración pendu-
lar de sus padres, llegaron a trabajar en la
NAHUAS EN LA construcción y como empleadas domésti-
DELEGACIÓN XOCHIMILCO cas, al formar una familia (originarias de la
misma comunidad) la pareja se establece
Tepetzintla se localiza en el noroeste de la en la ciudad al Barrio Caltongo, Pueblo San
Sierra Norte de Puebla. La población nahua Gregorio Atlapulco, Santiago Tulyehual-
y totonaca del municipio es cerca de diez co y Santa Cruz Acalpixca. Esta genera-
mil habitantes. Los primeros movimientos ción hace crecer la red familiar y paisanal
migratorios de los tepetzintecos se da- creando así una comunidad4, donde llegan
ban de forma regional en la zona baja de directamente los nuevos migrantes.
la sierra como jornaleros en los cafetales.
94 El debilitamiento de las políticas públicas Con el tiempo estas familias han ido cre-
en torno al campo y el crecimiento urbano ciendo y han llegado otras a los mismos
provocó que los límites de la migración en puntos mencionados, por lo tanto en esta
un principio regionales, se abriera hacia delegación se ha ido formando un encla-
Puebla y la Ciudad de México. ve de nahuas que suman casi 700 miem-
bros incluyendo segunda y tercera gene-
En los años setenta comienza una migra- ración. Desde hace 40 años este grupo ha
ción pendular, la historia oral relatada por ido construyendo una comunidad como lo
diferentes nahuas tepetzintecos que re- define Causse:
siden actualmente en Xochimilco cuenta
que el Sr. Martínez llegó a establecerse en grupo humano enmarcado en un espacio geo-
el Pueblo de Santiago Tulyehualco des- gráfico determinado que comparte, en lo funda-
de donde invita a sus cuñados José y Juan mental, comunión de actitudes, sentimientos y
tradiciones y unos usos y patrones lingüísticos
Sánchez, quienes comenzaron trabajando
comunes correspondientes a una lengua his-
de boleros. Llegan a la ciudad sin sus fami- tórica o idioma; con las características propias
lias y son obligados a regresar temporal- que le permiten identificarse como tal (Causse,
mente a su localidad para cumplir las la- 2009: 16).
bores agrícolas, comunitarias y familiares.
Estando en la ciudad, las familias se han
La primera generación –fundadora de la ido adaptando de tal manera que los em-
comunidad de nahuas originarios de Te- pleos de los adultos primera generación no
petzintla en Xochimilco– se constituyó por
familias nucleares que migraron, o bien se
4 Para diferenciar entre la comunidad de origen es decir Tepetzintla y
crearon a partir de las mujeres que llega- los habitantes nahuas de este lugar que están asentados en la Delegación
ron a trabajar como empleadas domésticas Xochimilco nos referimos a la primera como tochan “nuestra casa” (como
ellos lo llaman) y “comunidad” al grupo residente en la Ciudad de México.
se limitan a ser los ofrecidos a los jóvenes vivienda y empleo) hasta la participación
que van llegando, la segunda y tercera ge- en la fiesta patronal en tochan. Todo ello
neración va a la escuela y convive en acti- está permeado por normas, valores y cos-
vidades que no son exclusivas de paisanos tumbres nahuas.
tepetzintecas. Aunque pareciera que es-
tas familias están totalmente inmersas en El sistema de reciprocidad se puede ejem-
una dinámica de la ciudad resaltan prácti- plificar, entre otros, en un par de fiestas de
cas que recuerdan su origen como son las primera comunión en Santa Cruz Acalpixca
prácticas entorno al embarazo, terapéu- y otra en Barrio Caltongo donde familiares
tica y medicina tradicional realizadas por de los anfitriones fueron los encargados y
las mujeres que ya están establecidas en la los responsables de acondicionar el lugar,
ciudad. preparar la comida y atender a los invita-
dos. Además, los códigos culturales se re-
Aunque hay mujeres que acuden al hospi- flejan en el saludo como se hace en tochan,
tal para el servicio médico, muchas muje- la comunicación en náhuatl y el informarse
res de la comunidad urbana fueron o son de los “chismes” de los habitantes de la co-
socorridas por sus madres que vienen munidad en Xochimilco y de tochan. 95
desde tochan.5 Las mujeres, principalmen-
te de primera generación, eligen ir direc- Insertos en la metrópoli, han creado una
tamente a tochan a dar a luz debido a los mayor comunicación e interacción entre
cuidados que proveen la partera, la madre paisanos forjando lazos de amistad, com-
y la suegra de forma tradicional como el padrazgo, padrinazgo y en algunos casos
baño de temazcal y el enterrar la placenta matrimonios, incluso los jóvenes solteros
o colgar el “ombligo” del bebé en un árbol recién llegados se adhieren en la dinámica
para que éste no enferme, que sea “fuerte” de comunidad en el contexto urbano. Este
y no le tenga miedo a las alturas. tipo de relaciones lo describe de manera
similar Martínez Casas (2007) entre oto-
míes de Santiago Mexquititlán quienes al
QUIERO QUE LA FIESTA SE estar en la ciudad establecen relaciones
sociales más fuertes como una estrategia
VEA BONITA de sobrevivencia.

Dentro de esta comunidad conformada


Uno de los vínculos de los pobladores
por las familias residentes en la ciudad,
nahuas de Xochimilco con la comuni-
se reproduce una dinámica de ayuda y
dad de origen en Puebla se ve reflejada
reciprocidad que abarca desde la red ne-
en términos de vida ceremonial nahua, el
cesaria para llegar a la ciudad (encontrar
calendario festivo de tochan se rige por
las celebraciones religiosas, los hombres
5 Prácticas similares se encuentran entre las mujeres otomíes que ra-
casados deben participar en los cargos
dican en Santa Cruz Acalpixca y Santa María Nativitas, quienes sus ma- como forma de pertenecer a la localidad
dres les traían desde su localidad de origen algunas plantas para ayudar
y agilizar el parto. y de ser “bien visto”. De esta manera, los
hombres de primera generación residen- al mayordomo entrante y a sus invitados.
tes en la delegación Xochimilco, han sido Finalmente, cuando el santo se muda a su
cargueros en tochan ya que desean regre- nueva casa es acompañado con cohetes,
sar y establecerse en Tepetzintla. música de violín y guitarra. Sin embar-
go, las mayordomías patrocinadas por los
Las relaciones de compadrazgo ritual en- de comunidad citadina han agregado a la
tre los nahuas no sólo se establecen en fiesta nuevos elementos como la música de
su localidad de origen, se da también en banda de viento y la quema de castillo, lo
la comunidad anclada en Xochimilco. Las cual refleja su inmersión en la ciudad pues
obligaciones laborales en la ciudad no les recuerda las fiestas de Xochimilco. Por
siempre permiten el tiempo necesario ejemplo, Arnulfo, residente del pueblo de
para cumplir con el patrocinio de la fies- Santa Cruz Acalpixca, planea patrocinar
ta de algún santo en específico por lo que una mayordomía grande en donde pon-
algunas pautas se han modificado en el drá “una portada floral en la iglesia” estilo
nombramiento de un mayordomo. Xochimilco porque “quiere que la fiesta se
vea bonita”.
96 Algunos patrocinios o cumplimiento de
cargos en Tepetzintla se llevan a cabo en- Entre los jóvenes también se puede ver el
tre los nahuas que viven en Xochimilco, vínculo que establecen con tochan, me-
quienes se trasladan a tochan para la rea- diante la participación en las danzas en los
lización de la fiesta. Tradicionalmente, los días de fiesta y en la representación de la
mecanismos para nombrar a un mayordo- pasión y muerte de Jesucristo, en Semana
mo son: auto propuesta y propuesta por el Santa. Cuando los jóvenes bajan8 a Tepet-
suplente6 del presidente municipal. Ahora, zintla para participar, aprovechan a su vez
desde la ciudad se puede elegir al compa- para visitar a sus familias y dar un aporte
dre (quien puede ser de la comunidad) sin económico.
la presencia obligada de los pasados7 o de
alguna autoridad cívica y/o religiosa. Pues nikejto, tiknike tome pues tiwitse
para nika. Pues digo, necesitamos dinero
Sin importar en dónde reside el mayor- y pues nos venimos para acá
domo (tochan o de comunidad urbana) la
fiesta se lleva a cabo de la siguiente mane- La comunidad urbana no está conformada
ra: los habitantes asisten a misa, se realiza sólo por familias nucleares, hay un grupo
el cambio de mayordomía, en casa del sa- de jóvenes que en los últimos cinco años
liente encargado y se le ofrece una comida han llegado a vivir y trabajar en Xochimilco.

6 El suplente es un funcionario público encargado de vigilar el cambio y 8 Se refieren, para ir a Tepetzintla (voy a bajar). Los jóvenes de Tepetzint-
nombramiento de mayordomos. la estando en tochan hacen referencia a la ciudad de México en náhuatl
7 Un pasado es un hombre de la localidad (tochan) que ha patrocinado como neajko (allá arriba).
una o más mayordomías y es el encargado de vigilar y aconsejar al ma-
yordomo en turno durante los días de fiesta. Tiene la autoridad de poder
hablar.
FORMAS DE ELECCIÓN TOCHAN COMUNIDAD
DE MAYORDOMO
Autopropuesta - Se da de las dos formas. - Sólo hay auto propuestas.
La pareja interesada visita al
mayordomo en turno para pedir - El suplente es el encargado de - No hay presencia de autorida-
la custodia del santo el siguiente legitimar al nuevo mayordomo. des.
año.
- Las autoridades civiles y reli- - Se le avisa por teléfono a un
Propuesta del suplente giosas están presentes durante familiar en tochan quien le
En caso de que no exista auto el nombramiento. informa al suplente.
propuesta, busca a la pareja que
pueda cumplir con el cargo.

Obligaciones Mayordomo - lo realiza el mayordomo. - El mayordomo en turno le


delega la responsabilidad a algún
- Organizar la fiesta familiar en tochan.
- Darle de comer al Santo9
- Búsqueda: tres pasados10,
tres parejas de diputados11,
un cohetero, músicos.
97

Dejaron tochan y al llegar a la Ciudad de un lugar de trabajo. Por lo general, se em-


México comenzaron a formar parte de la plean en la construcción y tortillerías,
comunidad, participando en diferentes aunque con el tiempo pueden encontrar
contextos ya creados por los miembros otros trabajos, como chofer particular, bi-
que llevan más tiempo en la urbe. citaxistas, meseros, o empleado de tienda
de abarrotes. La identidad entre los jóve-
El flujo migratorio a la ciudad es en su ma- nes indígenas que llegan a la ciudad está
yoría masculino debido a que las mujeres ligada con la creación de estrategias de
jóvenes nahuas continúan en tochan con sobrevivencia al cambiar su espacio de
sus estudios de nivel medio superior y su- vida, principalmente cuando se desplaza a
perior, a diferencia de los hombres que sólo un entorno donde su cultura es ajena.
concluyen la secundaria, el bachillerato y
en ocasiones una carrera universitaria. Para algunos, la prioridad no es permanecer
en el mundo urbano sino aprovechar el lap-
Los jóvenes llegan por medio de una red so de tiempo de residencia para acumular
paisanal-familiar que les ayuda a estable- dinero de modo que puedan mandar ayuda
cerse en una vivienda y les tiene asegurado económica a sus familias en tochan. En su
mayoría estos jóvenes, a pesar del tiempo
que ya llevan en la ciudad (de 2 a 5 años),
9 Una mujer de la familia (esposa o hija) se encarga de: sahumar al santo
3 veces al día 8 am, 12 pm y 8 pm además de ponerle flores y veladoras. piensan en regresar a casa, o bien irse a
10 Pareja que ha patrocinado una mayordomía grande y los hombres
guían al mayordomo durante la realización de la fiesta. Sus esposas ayu-
otra ciudad; es decir, la Ciudad de México
dan en la preparación de los alimentos. es para ellos una solución temporal a la si-
11 Los diputados, pareja que se encarga de adornar, limpiar la casa, pre-
parar la comida y todos los detalles para la realización de la fiesta.
tuación económica. A decir de Gerardo:
La verdad es que a mí no me gusta vivir aquí en que las nuevas parejas van a Tepetzintla a
la ciudad, nada más que estoy por el trabajo, me registrar los nacimientos de sus hijos.
gusta más estar en mi pueblo (…) Bueno, para ir a
quedarme [a Tepetzintla] tengo que tener algo de
dinero, y más que nada poner un negocio, poder Como se mencionó en el párrafo anterior,
moverme ahí. Me imagino es poner un negocio y otra manera de sentirse parte de la comu-
sembrar café en el terreno de mi papá (Gerardo). nidad urbana con sus conocidos de Tepet-
zintla es a través de la tanda12 organizada
Visitan a otros jóvenes y familias de la co- por un señor de primera generación, par-
munidad, asisten a fiestas de ciclo de vida, ticipan en ella mujeres, jóvenes y adultos
participan en las actividades que los adultos creando a través de este sistema de aho-
de la comunidad urbana ya han organizado rro una forma de ayuda económica entre
desde tiempo atrás como equipos deporti- coterráneos. Los jóvenes nahuas conser-
vos (futbol, básquetbol), así como en siste- van su identidad desde la vida cotidiana
mas de ahorro conocidos como “tandas”. que incluye la presencia y participación
constante en la comunidad vinculada con
Formar parte de los equipos deportivos tochan.
98 sirve para afianzar relación con los adul-
tos que llegaron hace tiempo, convivir Las generaciones nacidas en la ciudad si-
con los jóvenes nahuas de segunda gene- guen socializándose en la lengua náhuatl
ración y relacionarse con gente de otro puesto que sus padres se comunican en
origen étnico y mestizos; además es una lengua, por la asistencia a las fiestas de la
distracción del trabajo diario. Cada ocho comunidad y por las visitas a tochan. Esta
días acuden al deportivo (Xochimilco, San comunidad urbana crece día a día, si bien
Gregorio, Tulyehualco) en donde juegan, los de primera generación quieren regre-
según el deporte que se trate, un partido; sar a tochan, las siguientes generaciones
pero también algunas veces entre semana continuarán recibiendo tepetzintecos que
se reúnen para entrenar. llegan con la misma motivación y aspiracio-
nes con las que llegaron los “fundadores”
Las diferentes actividades y eventos a los de la comunidad de Nahuas de Tepetzint-
que aquellos jóvenes recién llegados de la, Puebla en Xochimilco y, por las uniones
tochan acuden, se han convertido en es- familiares que se reflejan en matrimonios
pacios para convivir con familias y por lo de sus miembros.
tanto con los jóvenes de la segunda gene-
ración de tepetzintecos. Además de en- La consanguinidad, el compadrazgo, la
tablar relaciones de amistad también se reciprocidad, las fiestas de ciclo de vida y
han formado relaciones de noviazgo entre los cargos religiosos mantiene una conti-
hijos(as) de la primera generación con los nuidad, una circulación de capital cultural
llegados a Xochimilco resultando que en entre los tepetzintecos de la urbe y los de
los últimos años los matrimonios de esta
índole son muy visibles. Es de subrayar
12 En tochan no es costumbre.
tochan manteniendo una comunidad arrai- familias que han mudado su hogar a Xochi-
gada con costumbres y valores nahuas. milco para aprovechar los conocimientos de
carpintería y obtener mayores recursos eco-
No me gusta la ciudad pero hay que tra- nómicos. Establecidos en el Barrio Caltongo,
bajar, el descanso es allá: purépechas en la el Pueblo San Gregorio y en el Pueblo San Luis
delegación Xochimilco Tlaxialtemalco las mueblerías purépechas se
encuentran entre los diversos comercios.
La presencia de purépechas en la Ciudad
de México es visible en años recientes13. Las familias que vienen a la ciudad rentan
Los purépechas se han establecidos sobre un predio que se adapta como vivienda y
todo en los camellones de las delegaciones taller donde por lo general se encuentra
Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa, Tlalpan y al fondo un espacio acondicionado para
Álvaro Obregón. dormir así como un baño y un lugar para
guardar los utensilios de cocina que ayu-
En Guadalajara14, los datos de migración dan a preparar alimentos; el resto del es-
purépecha coinciden ya que en el 2007 pacio es para el taller. Entre los closets,
se encontraban 100 familias establecidas lajas de madera, sillas, mesas y mercancías 99
“en un predio en el que fabrican, exhiben terminadas o por terminar se puede ver a
muebles y la acondicionan para vivir” (Am- los miembros de la familia enfocados en la
briz, 2005: 40). Martínez Casas, (2007) re- elaboración de los muebles.
gistra 3,124 personas de origen purépecha,
oriundos de Capacuaro y Pamatácuaro es- Establecerse en la ciudad no es sencillo,
tablecidos en la zona metropolitana traba- las redes familiares ayudan como guías en
jando en la elaboración y comercialización el procesamiento de experiencias nuevas
de muebles de pino que llevan a vender de en la ciudad (Martínez, 2004). Las familias
puerta en puerta, además se colocan en al- purépechas en Xochimilco se instalan de
gunas glorietas de zonas residenciales así tal manera que pueden ser vecinos, o bien
como en algunos tianguis. Comercializan estar dentro de la misma zona por ejemplo,
también con tierra para macetas y se con- la familia Rosas comenzó su historia de
tratan como jardineros y en otra red, ven- migración a partir de la venta de muebles
den artículos de plástico en tianguis del en Guadalajara donde vivieron seis años.
oriente de la ciudad. El padre, proviene de una familia de diez
integrantes, los padres y un hermano re-
La comunidad Capacuaro en Uruapan, Mi- siden en Capacuaro mientras los restantes
choacán, tiene entre las principales acti- migraron a la Ciudad de México estable-
vidades productivas la agricultura, explo- ciéndose en la Delegación Xochimilco (San
tación forestal, elaboración de muebles Gregorio Atlapulco y Caltongo) lugar en el
y artesanías. Desde ese lugar, llegan las que se dedican a la carpintería. Fue uno
de los hermanos quien alentó al Sr. Rosas,
para que junto con su familia pusiera su ta-
13 Periódico Publimetro. 13 de septiembre del 2009.
14 La Jornada Jalisco. 13 de mayo del 2007. Raúl Torres. Sección sociedad. ller en San Luis Tlaxialtemalco.
El caso de la familia de la Sra. Rosas es simi- COOPERANDO
lar, los hermanos han instalado la vivienda PARA LA FIESTA
-taller sobre la misma avenida e incluso
uno de ellos, a su llegada, fue ayudado en La parte ritual de las familias se lleva a cabo
el pago de la renta del predio; la renta di- en su comunidad con la familia extensa. La
vidida tiene como gesto de reciprocidad la participación de las unidades domésti-
exhibición y venta de los muebles de los cas en la organización social comunitaria
Rosas en la nueva casa-taller. Esta ayu- está relacionada con el parentesco ya que
da –como también se ve entre los nahuas las vincula con la estructura de cargos en
tepetzintecos– funciona como protección Capacuaro; es decir, como se ha visto, la
económica y social entre familias. familia que reside en la ciudad es consi-
derada de la misma forma que una familia
En la Ciudad de México la vida de estas residente en la comunidad para participar
familias es totalmente laboral, incluso hay y cumplir con las obligaciones como es
casos en que los hijos no asisten a la es- la aportación económica y acompañar al
cuela y ayudan a los padres con pequeñas carguero.
100 tareas como lijar, en otros casos para que
puedan estudiar, se quedan con los abue- Cargo es la palabra con la cual los puré-
los en la comunidad ya que el proceso de pechas se refieren al conjunto de respon-
inscripción al colegio en la ciudad puede sabilidades que un carguero debe cumplir
ser complicado por los papeles. con el santo y con la comunidad, sin re-
cibir por ello retribución monetaria algu-
Las familias nucleares se mantienen en na (Topete, 2005: 103). La participación de
contacto dentro la ciudad con visitas es- los cargos en Capacuaro determina el lu-
porádicas y llamadas telefónicas. A pesar gar que un hombre ocupa dentro de la
de vivir en un mismo territorio, no es co- comunidad. Las fiestas importantes en la
tidiana su convivencia ya que afirman que comunidad son la del santo patrón San
para ellos el trabajo es el motivo por el cual Juan Bautista y del Niño Dios que son pa-
se encuentran en la ciudad, por lo tanto, el trocinadas por cargueros. Las unidades
oficio de la carpintería es su prioridad, no domésticas purépechas establecidas en
se percibe la necesidad de fortalecer vín- Xochimilco, A. Obregón, Tlalpan, Iztapa-
culos en la urbe debido a que en Capacua- lapa, Miguel Hidalgo, Tláhuac, Nezahual-
ro es donde se reúnen y coinciden en las cóyotl, Ecatepec; participan en las fiestas
fiestas familiares y patronal. religiosas de su comunidad –sin importar
los años de residencia en la urbe– como
cargueros, danzantes y contribuyen con
una cooperación económica voluntaria.

El financiamiento de la fiesta se amplía a


la familia extensa del carguero, en donde
estos lazos de parentesco consanguíneo
ayudan en acompañamiento, trabajo y di- el hijo trabajan en los detalles de un co-
nero para que haya una buena realización medor. Al término del almuerzo todos los
de la fiesta. Lupita Rosas, por ejemplo, se integrantes de la familia regresan a sus
va a Capacuaro desde el mes de noviembre actividades.
y regresa a la ciudad hasta enero ya que
participará en la danza de Los Viejitos en Por la tarde, padre e hijo hacen entregas
la fiesta donde el primo de su madre es el a domicilio mientras la mujer, se queda a
carguero. La Sra. Rosas, decidió apoyar a cargo del taller, si ella estuviera en Ca-
su primo con una cantidad de dinero ex- pacuaro sus actividades diarias no esta-
tra a la que debe aportar como parte de la rían relacionadas con la carpintería, sin
comunidad. La contribución comunitaria, embargo, desde que la “robó” su pareja
del carguero y su familia llegan a sumar para formar una familia y migraron por
alrededor de $300,000.00 pesos. primera vez, se encontró en la necesidad
de aprender el oficio. Ahora, la hija mayor
Cuando de asistir a una fiesta se trata, la es quien cumple con muchas de las labo-
familia aprovecha la visita a la comunidad res de la madre, mientras ella utiliza más
y su presencia en la celebración para abas- tiempo en el negocio familiar. Así el día a 101
tecerse de madera para el taller. El víncu- día de la unidad doméstica purépecha en
lo que existe entre las familias y los car- donde todos aportan al ingreso que será
gos permite que al volver a la comunidad utilizado para las necesidades de la casa.
de origen formen parte del “costumbre”
purépecha. Los jóvenes purépechas que llegan a vivir
en la ciudad están colocados en una si-
tuación en la que por un lado permanecen
EN QUÉ IDIOMA QUIERE mucho tiempo en casa ayudando mientras
por otro, con lo poco que pueden llegar a
QUE LE HABLE: UN DÍA EN salir o relacionarse con contemporáneos
EL TALLER PURÉPECHA citadinos conociendo otra realidad pro-
voca la variación en patrones culturales,
Al centro del taller, la mujer coloca la ca- para ejemplificar enlistamos los siguientes
zuela sobre el anafre para preparar el ata- casos:
pakwa,15 comida típica purépecha, mien-
tras le agrega todos los ingredientes y - Lupita, tiene la edad en la que en Capa-
mueve la cazuela constantemente, atiende cuaro forman una pareja y comienzan una
a los clientes que pasan a preguntar por familia; a su madre, por ejemplo, la roba-
los muebles. La hija mayor ayuda y apren- ron a los 15 años de edad.
de de su madre, las niñas pequeñas juegan
mientras esperan el almuerzo, el padre y - Francisco, de 23 años originario de la
misma localidad –reside y trabaja en el
Bo. Xaltocan– no se ha casado, lleva cinco
15 Platillo hecho a base de salsa verde, flor de calabaza, queso panela,
queso cotija, harina de trigo y cilantro. años en la ciudad y espera regresar a su
pueblo para tener una esposa.
- Edgar, está aprendiendo el oficio y aho- Nancy señala que: “En una ocasión un cliente llegó
ra puede por sí mismo armar una mesa y reclamando de por qué no habíamos terminado el
mueble que nos había pedido y dijo: “¿Por qué no
quedarse con la ganancia. Asistir a la es- está terminado mi mueble? Ustedes no entien-
cuela ya no es prioridad, los padres prefie- den, nunca entienden. Y yo le dije: ¿Por qué dice
ren que esté en casa pues dicen que si va a que no entendemos? ¡Sí entendemos! Si quiere le
la escuela no aprende nada y por lo tanto hablo en purépecha y a ver si usted entiende, yo
entiendo las dos lenguas. ¿En qué idioma quiere
es mejor que se quede a trabajar.
que le hable?”

Las nuevas generaciones en muchos pue-


blos indígenas han cambiado el atuen- Al insertarse en la ciudad, la estructura
do tradicional por ropa que antes no era familiar purépecha se modifica, los miem-
utilizada. En este caso, Lupita como joven bros que integran la familia reajustan sus
purépecha decide usar pantalón mientras roles que no necesariamente correspon-
está en la ciudad, sin embargo, cuando den al de origen. En específico, las familias
está en Capacuaro “sí usa los pantalones, de origen purépecha que habitan en Xo-
pero allá ya no, allá ya se pone sus fal- chimilco, no se separan de las tradiciones,
102 das de nahua… de vez en cuando se pone su vida está dividida por un lado, en la ciu-
[pantalón] pero más se pone las nahuas” dad y su trabajo, en donde su interacción
(Nancy, 2015) es con individuos que no necesariamente
comparten valores, prácticas, costumbres
Por su parte, la madre conserva la vesti- y ningún sistema lingüístico. A pesar de
menta tradicional: blusa de color con cue- todos los conflictos culturales que pasan al
llo doblado y pliegues en los hombros, la estar lejos de Capacuaro, su vida continúa
falda ampona de un color liso con los plie- organizándose a semejanzas de la comu-
gues gruesos sobre los que va un mandil nidad de origen y, por otro lado en cum-
sujeto a la cintura. La nahua tradicional plir con la costumbre en la comunidad, lo
puede llegar a costar hasta $3,500.00 La que hace de cierta manera que parte de lo
vestimenta como parte de la identidad pu- recaudado con su actividad económica sea
répecha, es visible en las mujeres aún en específicamente para cooperar y asistir
la ciudad. Mientras que la lengua, es utili- a sus fiestas lo que hace que aunque mi-
zada por todos los miembros de la unidad gren mantengan obligaciones, beneficios y
doméstica quienes hablan los dos idiomas compartan como si nunca se hubieran ido.
(purépecha y español), poseen la opción
de elegir cuándo, con quién y dónde usar- La vida de la familia purépecha al entrar
lo, no existe un desplazamiento de la len- en contacto con lo urbano, resignifica el
gua materna. La decisión está permeada repertorio cultural que traen consigo en
por la ideología que tienen los sujetos en las relaciones sociales, valores, creencias
el concepto que le asignan a cada lengua, y formas de organizarse.
involucrando factores sociales, políticos,
económicos y culturales.
El grupo asistente, sin importar origen,
ATLATLAPAJTILISTLI : contribuyó con algunos objetos rituales y
RITUAL INTERÉTNICO elementos para la ofrenda como tamales,
EN LA CIUDAD flores, semillas, chile, fruta, comida, be-
bida, tal como es la costumbre en la co-
Entre los diferentes grupos étnicos de munidad indígena donde originalmente se
nuestro país, coinciden rituales relaciona- realiza.
dos con los elementos de la naturaleza que
forman parte de su cosmovisión. El maíz, En Ixcatepec, entre los meses mayo a julio
los cerros, las cuevas, el agua, el viento, la el ritual se realiza a la orilla del arroyo, ma-
tierra, están presentes en las prácticas ri- nantial o pozo. La comunidad se reúne para
tuales como entidades divinas con quienes pedir agua, lluvia para que continúe la vida
se tiene una relación de respeto y recipro- de las cosechas, plantas, animales y todo
cidad de la misma manera que se tienen cuanto existe. En la ciudad, no se puede en
entre semejantes; estas entidades son da- este tipo de espacios, por lo tanto, se utili-
dores de vida y se les agradece por las ben- za alguna representación del agua en este
diciones y regalos de la naturaleza hacia la caso se encontraba en una olla de barro al 103
gente (Dow, 2005). centro del salón.

Por primera vez en las instalaciones de la Tradicionalmente la presencia de un espe-


Asamblea de Migrantes Indígenas (AMI) cialista ritual es necesaria para una bue-
ubicada en Calzada de Tlalpan, México, na ejecución y éxito del ritual, en la ciudad
D.F., se llevó a cabo el ritual atlatlapajti- es difícil encontrarlo.17 Sin embargo, San-
listli el día 30 de mayo del 2015. Efectuarlo, tos, nahua de Ixcatepec, adquirió el cono-
nace de la inquietud de los miembros para cimiento en su comunidad de origen con
recordar las costumbres de los diferen- sus tíos rezanderos. Dirigió a usanza de su
tes lugares de origen. Se programó a par- comunidad la elaboración del xochikoskatl
tir del ciclo agrícola que como sabemos ‘collar de flores’ y de majxochitl ‘ramos’ que
está vinculado con el calendario ritual. entre todos los asistentes armaron, crean-
Los asistentes ayuuk16 (miembros de la do así un ambiente de comunidad que dis-
AMI) recibieron a los nahuas (de Guerrero, tingue este ritual. A su cargo las plegarias
Tlaxcala y Veracruz), zapotecos y habitan- pedían a la madre tierra protección, salud
tes no indígenas de la Ciudad de México
para llevar a cabo el atlatlapajtilistli, ritual
nahua de Ixcatepec. 17 En la ciudad, no se encuentran especialistas rituales ni médicos tradi-
cionales. Regularmente los migrantes indígenas cuando tienen que con-
sultar algún especialista ritual o curandero se tienen que trasladar a su
lugar de origen o en el mejor de los casos mandan a traer al especialista.
Por esta razón el señor Santos, como conocedor de la lengua náhuatl,
16 Las personas ayuuk así como el señor Santos radican en la delegación
aceptó el papel y la responsabilidad de llevar a cabo el ritual.
Xochimilco. Los primeros en San Isidro y el segundo en San Gregorio
Esto nos hace reflexionar que uno de los factores por los cuales no se
Atlapulco.
realizan rituales en la ciudad es porque no hay migración de especialistas
rituales debido a que ellos tienen un papel importante en la reproduc-
ción social de sus comunidades, son los encargados de establecer una
seguridad y equilibrio ya que son los que guían y ayudan a la población.
y fertilidad bajo el humo del incienso. Des- El ritual se reajusta al realizarse en la ciu-
pués intervino una abuela ayuuk18 quien dad; por las condiciones de espacio, dis-
compartió parlamentos en su lengua que tinción lingüística y los elementos que lo
agradecían a la madre tierra. conforman, a pesar de ello se crea una
interacción comunitaria. De esta manera
Al final se invitó a los presentes a expre- adquiere un sentido de resignificación y
sar su sentir. Los no indígenas expresaron por otro lado la identidad indígena juega
su experiencia al vivir de manera directa un papel de resistencia.
el atlatlapajtilistli, para los asistentes in-
dígenas no les fue ajeno el ritual ya que
forma parte de su cosmovisión el rendirle
culto a los seres naturales.

La participación colectiva y la aportación


de cada persona con los elementos pro-
pios de su repertorio cultural por un lado
104 enriquecieron este ritual interétnico y por
otro es una muestra de la búsqueda de es-
pacios para reproducir la ritualidad indí-
gena en la ciudad.

Los indígenas que radican en la ciudad al


estar lejos de su comunidad se ven en la
necesidad de practicar rituales para incul-
car y dar a conocer a las nuevas genera-
ciones y a los no indígenas la importancia
de tener una relación de agradecimiento y
reciprocidad con los seres que los proveen
de buena salud y protección.

La AMI es un espacio alternativo que abre


las puertas para compartir, difundir y con-
tinuar la identidad en comunidad. Los ri-
tuales tienen su complejidad para reprodu-
cirse en la ciudad porque se realizan en un
espacio específico en la comunidad de ori-
gen, sin embargo el atlatlapajtilistli logra
adaptarse a las características del espacio
y con los elementos que hay en la ciudad 18 En la cultura mixe, el estatus que tiene un anciano está relacionado
con la facultad de poder hablar e intervenir en ceremonias por poseer el
logrando así un conocimiento interétnico. conocimiento, la experiencia y la sabiduría de ésta.
REFLEXIONES FINALES Participar entre paisanos en la tanda y
pertenecer a un equipo deportivo entre
Dentro de una sociedad urbana, los indí- los mismos son maneras de preservar la
genas residentes buscan estrategias para unión y convivencia de este grupo de per-
mantener algunas prácticas culturales con sonas con la misma raíz e identidad cul-
las que fueron socializados, existe una ne- tural. Los nahuas, han creado una vida
cesidad de mantener la identidad a partir comunitaria tepetzinteca en Xochimilco a
de algunos elementos culturales como la través de las festividades, redes parentales
lengua, vestimenta, rituales, gastronomía y laborales en la urbe.
y la necesidad de mantener y de revivir el
vínculo que se tiene con la naturaleza y la Este grupo de nahuas (masehual tla’tol) de
comunidad. Tepetzintla arraigados en la ciudad desde
hace años, son ejemplo por un lado de que
Los ejemplos etnográficos que se presen- a pesar de las dificultades que se puedan
tan en el texto, son tres maneras de cómo tener por diferencias culturales, la vida en
los indígenas se insertan en la ciudad, en la urbe es llevadera y por otro lado no están 105
efecto, la migración de los grupos descri- desarticulados en totalidad con la comu-
tos tiene ciertos propósitos económicos nidad que los vió crecer. Da como resul-
las diferencias se perciben en cuanto a su tado un grupo que si bien está disperso
relación con el entorno citadino. entre los barrios de la delegación, se man-
tiene cohesionado como una comunidad.
Los nahuas de Tepetzintla que residen en
Xochimilco establecen un vínculo conti- Por otro lado, tenemos el caso de las fami-
nuo con Tochan, mediante una serie de lias purépechas, quienes llegaron a la ciu-
mecanismos entre los que resalta la auto dad con un oficio que proviene de manera
propuesta para ser mayordomo lo cual tradicional de la comunidad originaria a la
se hace desde la comunidad urbana, esto cual, toda la unidad doméstica se dedica
provoca que se reformula lo establecido en y es el medio exclusivo para una ganancia
Tepetzintla. Al vivir en la ciudad el nom- económica.
bramiento y las obligaciones del mayor-
domo se ve modificadas al no contar con Entre las familias purépechas se perci-
todos los elementos que lo conforma como be un fuerte vínculo con la comunidad al
es el tiempo y el desembolso económico mantener una participación constante a
de trasladarse con frecuencia o mudarse través de patrocinios de fiestas y cumpli-
durante un año a Tepetzintla sin embar- miento de cargos. La participación de las
go dado que fueron ellos mismos quienes unidades domésticas en la organización
pidieron el cargo, encuentran la manera social de la comunidad de origen permite
de cumplirlo de manera satisfactoria. la continuidad de su vida ritual, mantiene
una posición y estatus dentro de la locali- preservar su costumbre ya que reajustan
dad, a la vez conservan la aceptación que su modo de vida dependiendo las posibili-
los identifica como miembros de la comu- dades que tienen para acudir a las fiestas o
nidad aunque no vivan en ella. bien como el ritual ejemplifica se comien-
zan a buscar nuevas formas de vivir la tra-
El ritual atlatlapajtilistli descrito en el dición y costumbre, sin dejar de lado que
texto, es un ejemplo en la búsqueda de es- habitan en la urbe.
pacios alternativos para la reproducción
de la cultura. Los indígenas que han llega-
do a habitar la ciudad buscan nuevas for-
mas de continuar su vida ritual, en donde
además al compartirlo entre personas con
orígenes culturales y lenguas distintas,
se demuestra que la eficacia simbólica de
los rituales no están ligada a una región o
para un grupo étnico en específico siendo
106 efectivo en la medida que cohesiona a los
miembros de un grupo social.

La AMI como espacio de difusión y resis-


tencia permite en este específico momento
ritual, el fortalecimiento cultural de reivin-
dicación étnica desde una necesidad espi-
ritual de los indígenas a nivel comunitario.

No se puede pasar por alto las dificultades


que siguen presentes en la vida cotidiana
de los indígenas en la ciudad. Situaciones
con el uso de la lengua materna, trámites
institucionales, acceso al servicio de sa-
lud y educación los excluye y los mantiene
vulnerables.

A pesar de dificultades y tiempo que han


pasado en la ciudad dentro de su proceso
como grupos migrantes nahuas y purépe-
chas desde Xochimilco siguen vinculados
con su comunidad de origen lo que deja
claro que la migración no significa (en to-
dos los casos) desprenderse de tradiciones,
ni tampoco que la ciudad los obligue a no
107
LA CULTURA
INDÍGENA EN
IZTAPALAPA
UN JUEGO DE ESPEJOS
ROLANDO HERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ, PEDRO GONZÁLEZ
GÓMEZ Y MOISÉS ROMÁN BERISTÁIN

LA REPRODUCCIÓN DE LA CULTURA INDÍGENA


108 EN IZTAPALAPA

Los estudios de la presencia indígena en las ciudades se han realizado


por lo general desde la lejanía (Arizpe, 1978), la mayoría de las veces
desde la idea de atraso o desde temas como la migración o la discri-
minación (Czarny, 2002). Por ello no se profundiza en aspectos como
las formas de organización social y ritualidad. La presente investi-
gación se realizó en la delegación Iztapalapa y propone que ambas
manifestaciones permiten a los indígenas en esta ciudad mantener y
fortalecer sus vínculos con sus comunidades de origen en un camino
de ida y vuelta. El texto se divide en cuatro partes. La primera es una
introducción al tema. La segunda muestra algunas formas de rituali-
dad. La tercera parte aborda las formas de organización. En la cuarta
parte se anotan las reflexiones finales.

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con el Censo General de Población y Vivienda 2010 del


INEGI, la Delegación Iztapalapa contaba en ese año con 1,815,786 ha-
bitantes en su territorio, localizada en la zona oriente de la ciudad
de México, tiene una extensión de 116.67 km² 1. Según el Panorama
Socio-demográfico del Distrito Federal, para el año 2011 en la Delega- 1 http://www.iztapalapa.
df.gob.mx/htm/historia.
ción Iztapalapa habitaban 30,027 hablantes de alguna lengua indígena. html
Según Bravo Marentes (1992: 56) entre las décadas de los setenta y
ochenta se registró un aumento considerable de la población indígena
en Iztapalapa. De acuerdo con nuestra investigación el asentamiento
de los indígenas en Iztapalapa ocurre de acuerdo con las redes fami-
liares o de paisanaje y se reagrupa por el origen común. Por ejemplo,
los purépechas de Charapan, se reúnen cada año entorno a San Anto-
nio de Padua, tal como le explica el carguero Miguel Palomares:

“Nosotros nos toca entregar a San Antonio que vivimos en Ajusco, ahora se va
hasta Iztapalapa y San Cosme, porque son dos familiares los que toman el cargo”.
109
Se realizaron recorridos por la delegación para detectar la presencia
indígena, establecer contacto tanto individual como colectivo. Lo an-
terior nos permitió dialogar con los siguientes pueblos: mazatecos,
chinantecos, nahuas, purépechas, huicholes, triquis y zapotecos. A
los entrevistados se les informó el propósito de nuestra investigación
y se pidió su colaboración. Se hizo una tabla con el pueblo al que
pertenecen nuestros entrevistados, la colonia en la que habitan y el
número de entrevistados por grupo, como aparece a continuación.

PUEBLO COLONIA EN LA QUE HABITA PERSONAS


ENTREVISTADAS
Mazateco Ejército de Oriente 3
Mazateco Santa María Aztahuacán 2
Mazateco Fuego Nuevo 8
Mixes Santa María Tomatlán 10
Chinanteco Hank González 2
Nahua Ejército de Oriente 2 2
Zapoteco Carmen Serdán 2
Purépecha Santa María Tomatlán 8
Zapoteco El Manto 5
Purépecha Ángeles 2
Huicholes Itinerante 5
Triquis Predio el MAIZ 10
Los Indígenas en la Ciudad de México veinte municipios mixes y algunas comu-
nidades zapotecas lo consideran su terri-
Se ha vuelto un lugar común considerar torio simbólico aunque no sea parte de su
que la presencia de indígenas en espacios territorio físico.
urbanos es un fenómeno reciente, sin em-
bargo, cabe recordar que antes de la con- Para no quedarnos en el mero espacio fí-
quista la ciudad del México, era una urbe sico delimitado por puntos geográficos y
indígena que se transformó a partir de la coordenadas, es necesario traer el con-
época colonial pero la presencia indígena cepto de territorio simbólico que muy bien
se mantuvo constante. define nuestro amigo Francisco López
Bárcenas:
Territorio físico y Territorio simbólico
“La tierra es un ente vivo, que reacciona ante la
Un primer reto al intentar definir al indí- conducta de los hombres; por eso, la relación
con ella no es puramente mecánica sino que se
gena en ciudad es determinar un criterio
establece simbólicamente a través de innumera-
a seguir. Por ejemplo, el criterio lingüístico bles ritos y se expresa en mitos y leyendas. Fre-
110 nos da una idea parcial, toda vez que la len- cuentemente, la imagen que se tiene del mundo
gua indígena es uno de los elementos que está organizada a partir de ese territorio propio,
que ocupa el centro del universo. En los pueblos
primero se abandonan en la ciudad porque
desplazados queda en la memoria colectiva el re-
resaltan “lo indígena” que puede propiciar cuerdo del territorio primigenio y la aspiración
fenómenos de marginación, discrimina- de recuperarlo, aun cuando hoy se tengan otras
ción y exclusión. Esta investigación, con tierras y se pueda ir viviendo”. Desde esa pers-
base en los datos recabados, propone tres pectiva, para los pueblos indígenas la tierra es el
elemento fundamental dentro del cual se inscri-
criterios para caracterizar a los indígenas be la identidad colectiva, no representa solo una
en ciudad2. Los indígenas en ciudad man- especial adaptación productiva, sino también una
tienen una continuidad cultural que tras- compleja relación simbólica”.
ciende lo geográfico (Martínez, 2014: 23).

El territorio físico y el territorio simbólico Desde esta perspectiva se trasciende al es-


muchas veces se cruzan pero son diferen- pacio físico, por medio de elementos cul-
tes. El territorio físico representa el espa- turales comunes entre los indígenas que
cio donde está asentada la comunidad, son se encuentran en los territorios de origen
sus cerros, ríos etcétera que se convierten y de llegada, tales como:
en simbólicos cuando se ritualizan, por
ejemplo, el cerro del Zempoaltepectl, es 1) Continuidad histórica en principios, va-
un espacio sagrado que pertenece al mu- lores y creencias que los hacen parte de
nicipio de Tlahuitoltepec, sin embargo, los un pueblo3. En la ciudad, el referente his-
tórico que explica la existencia de co-
munidades indígenas es el pueblo al que
2 Es importante precisar que no se incluye “el territorio” porque los in-
dígenas en ciudad se apropian del territorio en forma simbólica y no pertenecen originariamente, una historia
necesariamente material, es decir “interiorizan el espacio integrándolo
en su propio sistema cultural” (Giménez, 2000: 18).
de origen, formas de vida comunitaria,
mito de origen, una lengua materna. Estos “Nosotros nos reencontramos en el deportivo
elementos se reivindican cotidianamente Venustiano Carranza (Candelaria), todos los do-
mingos para hacer momentáneamente nuestra
aunque algunos de ellos no se ponen en comunidad, a través del deporte de basquetbol y
práctica a plenitud. voleibol, la reunión, la asamblea, la convivencia.
Algunas señoras preparaban tamales al estilo de
2) Pertenencia a una comunidad indepen- la comunidad. Así fuimos configurando nuestra
comunidad creando mesa directiva, reuniones
dientemente de su localización. La migra-
periódicas y fiestas con nuestra música, gastro-
ción a Iztapalapa de poblaciones indígenas nomía, bebidas, poniendo en evidencia nuestra
extiende su territorio simbólico. No sólo se capacidad organizativa-comunitaria, en lugares
conciben dentro de los límites de su terri- improvisados”.
torio de origen, sino que también a la co-
munidad de radicados que se reconfiguran Los mazatecos de Chiquihuitlán por su
de acuerdo a las formas comunitarias de parte son determinantes en las elecciones
origen. Es común observar que las prime- municipales de su lugar de origen porque
ras experiencias organizativas se elaboran representan casi el 50% del total de la po-
alrededor del territorio de origen como lo blación y dado que el municipio se rige por
explica Fortino Hernández, zapoteco de usos y costumbres, únicamente requieren 111
Yatzachi el Alto, Oaxaca, quien señala que comprobar que nacieron en Chiquihuitlán.
su intención al congregarse era “enviar re- También gracias a su gestión se formó la
cursos económicos a sus comunidades de biblioteca municipal.
origen para las obras de la comunidad, con
el principio de participar para la mejoría 3) Hablar una lengua indígena es el tercer
de la comunidad”. También es común ob- criterio en orden de importancia. A pesar
servar que la población indígena que llegó de que tradicionalmente se ha considerado
en los años cincuenta a la ciudad de Mé- para distinguir entre población indígena
xico buscó reconfigurar sus comunidades y no indígena, la mayoría de las ocasiones
de origen por medio del paisanaje,4 como la lengua se ha dejado de transmitir a los
en el caso de los ayuuk de Tlahuitoltepec, indígenas en ciudad de segunda y tercera
en palabras de Margarita Gómez Díaz: generación. La discriminación ha sido mo-
tivo principal por el que no se transmite,
como lo ilustra el caso del hijo de Estela
3 El concepto de pueblo, se retoma del Convenio 169 de la OIT (Organi-
zación Internacional del Trabajo), que establece “los pueblos en países Marín mazateca, quien señala:
independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de
poblaciones que habitan en el país o en una región geográfica a la que
pertenece el país en la poca de la conquista o la colonización o del esta- Es que si lo oyen hablar así en mazateco, luego
blecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea sus compañeros preguntan: ¿De dónde eres? No
su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales,
económicas, culturales y políticas, o parte de ellas”.
pues de Oaxaca, va a decir él… y le van a poner un
4 Los miembros de una misma comunidad, municipio o estado, que se nombre, el oaxaco.
encuentran en la Ciudad de México, generalmente se identifican con el
término “paisano”, como una forma de referirse al pueblo o estado y en
su acepción profunda, alguien cercano, que es igual a mí, alguien de La pérdida de la lengua en las generacio-
“confianza”.
nes nacidas en la ciudad es un proceso de
desplazamiento forzado por un contexto
adverso al uso de las lenguas indígenas. En Actualmente existen diversos grupos de
este caso la propia familia, privilegia el uso la mexicanidad5 que acuden al cerro para
del español como estrategia para que las encender fuego en memoria de ese pasa-
futuras generaciones sean más competen- do mesoamericano. Los más recientes6
tes en esta lengua, como lo describe Mar- surgen por la presencia de huicholes en
tínez (2014), para el caso de los otomíes de Iztapalapa que anualmente se reúnen en
segunda y tercera generación en la ciudad. privado para continuar el ritual que co-
menzó en 2007 con el marakame Don
Chon, hoy fallecido.
HUICHOLES. RITUAL DE
FUEGO NUEVO EN EL
CERRO DE LA ESTRELLA.

Con una altura de 2460 msnm, el Cerro


de la Estrella forma parte de una cadena
112 volcánica extinta conocida como Sierra de
Santa Catarina (Negrete, 2003: 3). Desde la
época teotihuacana ha sido centro ritual
del ceremonial conocido como Toxiuh-
molpillia (átense nuestros años). Cuando Don Chon (a la izquierda) junto a su hijo en ritual en
los mexicas llegaron al Valle de México a el Cerro de la Estrella.
este cerro se le conocía como Culhuacán,
y una vez establecieron su domino, le lla- Son originarios de Jalisco, y aunque su vi-
maron Huizachtépetl. En su cima se edi- sita es de gran relevancia, no les interesa
ficó el templo de la más importante cere- el protagonismo o la difusión de su traba-
monia ritual mesoamericana, hoy llamada jo en Iztapalapa, contrario a grupos de la
Fuego Nuevo. mexicanidad. Por ello el ritual se realiza
sin carteles o convocatoria y sólo con un
reducido grupo de asistentes con cargos
desde el primer encendido.

El ritual huichol consiste en encendido de


fuego, amarre y quema de nudos, velación
y peyote. En un principio se instalaron

Sierra de Santa Catarina vista desde el Cerro de la 5 Incluso en la señalización de los límites de la demarcación se lee ”Izta-
palapa, cuna de la mexicanidad”.
Estrella. Iztapalapa. Foto Moisés Román B. 6 Sobre los grupos de la mexicanidad, algunos presenciaron a principios
del 2007 el ritual huichol, originando su deseo de encender el propio.
Con el tiempo y conflictos, los grupos se dividen, lo que da origen a nue-
vas expresiones. En contraste, los huicholes se mantienen alejados de
sus representaciones.
en la cueva del Zopilote del Museo Fuego copal, agua, alimentos, veladoras, plumas,
Nuevo donde además se sacrificaba un tejidos conocidos como ojos de dios entre
animal. El marakame estableció que su otros.
cargo abarcaría un periodo de cinco años
a partir de su primera visita en 2007, una
vez finalizado este periodo y después de
hablar con el fuego, reconsideraría volver
a tener el cargo. Sin embargo, en 2012, Don
Chon muere días después de realizar el ri-
tual. Todos afirman que “fue el cerro quien
lo pidió”.

La muerte de Don Chon como aconteci-


miento se integró al ritual del fuego. Como
actor principal en este ritual, su muerte lo
Parte de las ofrendas colocadas alrededor del fuego.
transforma en un antepasado “deificado”
Foto: Archivo de Griselda Soriano
ubicándose en el pasado mítico pero ma- 113
nifiesto (Neurath, 2013: 130). Sus hijos re- En el círculo, dos huicholes cantan mien-
gresarían dos años después. tras el marakame toma una vara de ocote
de un canasto y antes de arrojarla al fuego
El ritual habla en su lengua. Otro huichol realiza la
misma actividad pero con copal. Con esto
El ritual simboliza el termino un ciclo y inicia el amarre de nudos al que integran
el comienzo de otro. Para recibirlo es ne- a los asistentes que reciben del marakame
cesario encender el fuego. Los asistentes hilo y tabaco para después de quemarlos,
forman un círculo alrededor del fuego comer peyote. Los nudos significan senti-
encendido por los huicholes. Al poniente mientos que corrompe el cuerpo ya profa-
se colocan los huicholes, a la derecha las no, y que al ser arrojados al fuego, lo puri-
mujeres (algunas con sahumerio y copal), fican, produciendo además una necesaria
y a la izquierda los hombres. Frente a sus atmósfera de tranquilidad antes de comer
pies extienden telas para colocar canastas el peyote, de lo contrario comprometen su
y jícaras con diferentes objetos: hilos, tie- propia integridad durante el paso liminal
rra, tabaco, copal, plumas, agua y peyote. del ritual. El trance con el alucinógeno va
Portan sus prendas típicas, engalanados acompañado de cantos propios de los hui-
con sombreros y bastones adornados de choles, que permanecen sentados hasta
plumas y listones de colores. Los instru- que, horas después, las mujeres calientan
mentos sagrados, las ofrendas, el copal, el chocolate en una fogata aparte, de una
tabaco, y bastones, servirán como media- olla de acero una mujer le entrega una taza
dores para transmitir el mensaje en el de chocolate al marakame y éste la derra-
ritual. Alrededor del fuego los asistentes ma sobre el fuego, entonces lo reparten a
colocan diferentes altares propios, como los asistentes.
A continuación los huicholes llaman a los
responsables de cuidar el fuego para “lim-
piarlos”. Se colocan frente a ellos, y con el
bastón “barren” su cabeza, sacuden sus
plumas, y mojan la punta de una de ellas
para salpicarlos. Poco después comienza el
amanecer. Esta fecha coincide con el sols-
ticio de invierno. La oscuridad del cielo es
reemplazada por el color rojo de las nubes
que discurren desde el horizonte que ocu-
pan las montañas del Iztaccíhuatl y el Po- Huicholes durante el encendido. Al fondo la cima
pocatépetl, es entre ellas donde sale el sol. del cerro de la estrella.
Los huicholes se levantan momentos antes
de que aparezca, y agitando sus bastones y
flores, cantan hasta que lo ven. Finalmente
bajan a la llamada “Cueva Húmeda”, donde
114 colocan una jícara con el cirio que acom-
pañó el fuego. Sólo asisten el marakame y
los encargados.

El ritual finaliza en esta cueva ubicada


cerca del Museo Fuego Nuevo. Su carac-
terística particular es que en toda época
del año el agua discurre entre sus paredes,
de ahí su nombre. Está compuesta por al
Amanecer visto desde el Museo del Fuego Nuevo.
menos tres cuerpos, el más aislado es una
cavidad recta y estrecha que alcanza los
quince metros de profundidad. Ahí, donde
la oscuridad es ensordecedora, llegan los
huicholes para colocar el cirio, las jícaras y
otros instrumentos, así como los restos de
velas y el carbón del fuego. En la mitolo-
gía huichol, es relevante el papel de estas
oquedades para completar el ritual, pues
influyen para la cosecha, además es en una
de ellas donde nació el abuelo fuego.
Ofrenda con motivo del Fuego Nuevo al interior de
la cueva húmeda.
Resignificación del Cerro de la Estrella ese día, marca el inicio de ciclo y es recibi-
do con el ritual de fuego. Como trabajo de
La configuración de un espacio sagrado parto, el sol aparece entre el Iztaccíhuatl y
involucra las características propias de el Popocatépetl, pequeño entre nubes ro-
este lugar, y con los wixárikas son particu- jas como la sangre que se derrama en el
laridades compartidas y reconocidas. Fer- nacimiento. Este paisaje y su significado
nando Benítez al acompañar el peregrina- es una expresión cultural concreta que se
je a Wirikuta de los Huicholes en San Luis reapropian del paisaje y sus elementos na-
Potosí, explica que el rito de purificación turales desde la experiencia.
comienza en el Cerro de la Estrella que co-
nocen como Ruravemuieka: Los investigadores consideramos que este
ritual plantea continuidad histórica y con-
“situado a una jornada de Valparaíso, […] Ru- ceptual en oposición a la postura que con-
ravemuika, [es] el paraje donde según el mito, sidera que el ritual de Fuego Nuevo desa-
bajó la Diosa Estrella, en compañía de Eaka-
pareció con la conquista y éste no podría
tewari, el Dios del Viento, y los dos se pusie-
ron de acuerdo en limpiar los pecados de los existir en un contexto urbano como el de
seres sobrenaturales que hicieron el viaje en Iztapalapa. Si bien el ritual descrito en la 115
el principio del mundo. Por ello dice Eusebio: crónica de los conquistadores no existe,
Hemos llegado al Cerro de la Estrella, al sagrado
se mantiene el objetivo central y los ele-
lugar donde vamos a confesar nuestros pecados y
donde quedaremos limpios. Todos debemos con- mentos principales, es decir, como en el
fesarlos. El que oculte uno solo será castigado por siglo XVI, donde los tlatoanis de Tenoch-
los dioses.” (Benítez, 1984: 76) titlán acudían al Huizachtépetl para en-
cender el fuego. En el siglo XX los mara-
En la estructura ideológica huichol, el cames subían al Ruravemuieka, y hoy los
Cerro de la Estrella, como símbolo, está huicholes al Cerro de la Estrella. Ellos son
asociado a la purificación. Éste es su pro- los hombres antiguos, teomamaqueh, por-
pósito y el medio para continuar el ritual. tadores del mamalhuaztli mexica, yesca y
Este elemento es trasladado al Huizach- pedernal huichol, ahora ocote y cerillos,
tépetl donde realizan amarres de nudos. que evocan memoria cultural.

Una vez que llegan al espacio sagrado, el Sin el encendido del fuego nuevo mesoa-
cerro, lo que sigue es el ritual y su mensaje. mericano, el de los huicholes no tendría
Con los huicholes en Iztapalapa, es el pe- la fuerza ritual que mantiene. El cerro,
dimento por la tierra y el alimento, por la sus cuevas y el amanecer en el ritual,
muerte de Don Chon y las circunstancias son elementos naturales alimentados por
que la originaron. El indicador que señala el acervo cultural de dos pueblos que se
si se hizo correctamente el encendido, y si encuentran en el Cerro de la Estrella de
el mensaje fue transmitido, es el amane- Iztapalapa con el ritual del encendido
cer. Es el sol asociado al fuego quien nace de Fuego Nuevo.
Conflictos por el espacio Puácuaro y de los nahuas de Puebla. Por el
otro, a nivel comunitario como en el caso
La presencia de los huicholes ha provo- de los zapotecos de Yatzachi el Alto, ma-
cado conflictos con grupos de la mexi- zatecos de Chiquihuitlán, purépechas de
canidad que utilizan el espacio. Diversos Charapan y triquis de MAIZ.
“promotores culturales” han calificado de
“salvaje” este ritual, porque están en con- • La organización a nivel familiar tiene
tra del sacrificio animal e incluso han inte- como propósito que los padres protejan a
rrumpido su celebración. Señalan que los los hijos de “los peligros de la ciudad” (Ba-
huicholes no son de Iztapalapa, y no deben yona, 2006), por medio de burbujas de se-
“robar” una fiesta que es patrimonio de los guridad basadas en la cultura propia más
Iztapalapenses. Esta postura muestra su que alejar a las generaciones nacidas en la
desconocimiento del ritual huichol y el ciudad del contexto urbano. Los Zoancatl
mundo indígena, y es argumentado desde Zacamitzin de Ejército de Oriente y los
una perspectiva occidental con influencia Flores de Santa María Tomatlán muestran
del pensamiento colonial. este tipo de organización social. En el pri-
116 mer caso los padres han articulado sus es-
Por otra parte, la cueva utilizada para el fuerzos alrededor de la escolarización. En
ritual ha sido parcialmente sellada por la el segundo caso es la figura del patriarca
Dirección de Protección Civil de la delega- Tata Pancho7 la que aglutina a la familia y
ción desde mediados de 2015. Dos son las reproducen el espacio simbólico de su co-
razones: la primera es el descubrimiento munidad (Schaffhauser, 2000) de origen,
de un manto acuífero dentro de esta oque- Puácuaro, a más de 400 kilómetros.
dad, la segunda y que más temor provo-
ca, son los “rituales satánicos” que ahí se A nivel comunitario como en el caso de los
realizan, aunque es tangible la presencia zapotecos de Yatzachi el Alto, mazatecos
de santeros y otros grupos, señalan direc- de Chiquihuitlán, purépechas de Charapan
tamente la ofrenda de los huicholes como y triquis de MAIZ, podemos ver tres for-
prueba única de su existencia. mas de organización:

• Cultural, como los zapotecos de Yatzachi


el Alto, quienes se organizan por medio de
FORMAS DE ORGANIZACIÓN “Plataforma Social y Cultural Yatazalteña”,
SOCIAL DE LA POBLACIÓN la cual surge en 1963 con los miembros de
INDÍGENA EN IZTAPALAPA la comunidad que habían llegado a la ciu-
dad. Por su parte los mazatecos de Chi-
Los datos de nuestra investigación mues- quihuitlán en 2005 fundaron Naxi chini,
tran que la organización social de la pobla-
ción indígena en Iztapalapa se manifiesta 7 Tata Pancho Flores originario de Puácuaro Michoacán se casó con una
en dos niveles. Por un lado, a nivel fami- nativa de Santa María Tomatlán con quien procreó seis hijos quienes se
asumen como purépechas originarios de Puácuaro a pesar de haber na-
liar como en el caso de los purépechas de cido en la ciudad de México.
“cerro celoso”, una organización con fines dor de San Antonio de Padua. La organiza-
culturales. Desde esta organización y uti- ción permite llevar un control minucioso
lizando las redes sociales como Facebook de los charapenses radicados en la ciudad
se han podido comunicar vía internet con y reencontrarse cada año durante la fiesta
los mazatecos que residen en Chiquihuit- del santo patrono.
lán. El estar en contacto ha permitido que
apoyen a quienes se encuentran en situa- Las estrategias están basadas en la cos-
ción precaria. Por ejemplo, cuando los chi- mogonía de cada pueblo, misma que como
quihuitecos mueren en la ciudad se aporta veremos en el presente documento trans-
para sufragar los gastos de traslado a Chi- miten a las generaciones nacidas en la ciu-
quihuitlán, lo mismo hacen para las fiestas. dad de México.

• De gestión social, como la organización La comunalidad


de los triquis de MAIZ que residen en un
predio a unas cuadras del metro Tepalca- La organización social de los indígenas en
tes. Son alrededor de 45 familias que viven la ciudad se expresa por medio de la co-
en casas construidas por ellos mismos. Los munalidad. La comunalidad ha sido descri- 117
triquis de esta organización son artesanos ta por Díaz (2007) y Luna (2010) como un
y la arquitectura de los hogares responde sistema de vida colectiva, simbólica y espi-
a la labor de producción de los objetos que ritual que se reflejan en la conducta. Esta
venden en las ferias, por tanto son vivien- organización presenta matices y por ello se
das y espacios de trabajo. Estas familias vi- le han asignado diversas etiquetas. La co-
ven ahí desde 1995 y elaboran artesanías munalidad es una idea, un concepto y una
que comercializan en ferias o venden por ideología de matriz mesoamericana la cual
mayoreo a tiendas en diferentes puntos de permite la organización propia de los pue-
la ciudad o en otros estados. Las familias blos a partir de los elementos de la Tierra
tienen obligaciones y derechos en la co- como madre y como territorio, el consenso
munidad. En la entrada hay vigilancia y por en asamblea para la toma de decisiones, el
acuerdo de asamblea combaten el machis- servicio gratuito como ejercicio de autori-
mo, el alcoholismo y la violencia en el en- dad, el trabajo colectivo como un acto de
torno comunitario. recreación y los ritos y ceremonias como
expresión del don comunal, considerando
• Alrededor de una figura religiosa, como las nociones de lo comunal, lo colectivo, la
en el caso de los purépechas de Charapan. complementariedad y la integralidad. Los
Ellos reproducen la organización comunal elementos comunes permiten que la co-
de su pueblo que se organizaba por medio munalidad, un concepto que se originó en
de cabildos que se mantuvo como parte la región serrana de Oaxaca, sea aplicable
de la identidad comunitaria (García Mora, a las culturas de raíz mesoamericana.
2014). Está la identidad comunitaria la que
se reproduce entre los charapenses radi-
cados en la delegación Iztapalapa alrede-
Elementos de comunalidad de los códigos de comportamiento que
son compartidos.
Para explicar la cosmovisión8 de los indí-
genas en la ciudad, es necesario analizar El respeto a la naturaleza: la relación con
los elementos que componen la comunali- la naturaleza, es la que nos hace vivir, sin
dad. Esta perspectiva orienta a una noción ella no existe la vida. Se ofrece un agra-
de continuidad en la vida de los indígenas. decimiento porque se considera que es la
Estos elementos son un sistema de valo- que nos da imagen y sentido.
res, de cargos y de trabajo comunitario,
mismos que se explican a continuación. La humildad: es un valor presente en los
indígenas porque fortalece la organización
1. Sistema de principios y valores comunitaria para dialogar y asumir respon-
sabilidades en beneficio de la comunidad.
El trabajo: la participación comunitaria
está presente en la vida diaria de un ser 2. Sistema de cargos
indígena, desde temprana edad se va so-
118 cializando esta responsabilidad y se va su- El consenso en asamblea para la toma de
miendo a través de la participación en los decisiones expresa la necesidad de reunir-
diferentes espacios que recrea el grupo o se, de encontrarse y desarrollar acciones
la comunidad. El individuo desarrolla una colectivas, como una característica apren-
disposición al trabajo pero como una apor- dida en las comunidades de origen don-
tación al grupo que pertenece. de cada miembro desempeña un rol. Los
cargos pueden ser desempeñados en la
La reciprocidad: es un componente de la comunidad de origen, como lo señala Don
vida colectiva en el nivel familiar y comu- Fortino Hernández Matías al afirmar:
nitario. Se define como reconocimiento
mutuo e intercambio para el trabajo, la “…nos hemos regresado a participar en los cargos
fiesta, los rituales, entre individuos, fami- que ahí se desempeñan, son cargos municipales
y cargos eclesiásticos, por ejemplo en el 2004 me
lias y comunidades. La reciprocidad per-
tocó a mí. Mi hermano Laurencio fue en el 2003 y
mite a los individuos tener una disposición han sido otros”.
para la ayuda mutua.
Josefina por su parte ha desempeñado el
La complementariedad: la vida se entiende
cargo de mayordomo de la festividad de la
como un todo, la Tierra, el aire, las perso-
santa cruz en su comunidad.
nas, los antepasados, cada parte le da sen-
tido al todo, porque cumplen una función,
Los espacios de reunión pueden ser par-
es decir, la identificación y conocimientos
ques, deportivos o espacios privados. Las
reuniones tienen como fin consensuar las
8 La cosmovisión se entiende como los conocimientos, espiritualidades, actividades más importantes y nombrar a
mito de origen, formas de vida, relación con la Madre Tierra, principios y
valores que se transmiten a los integrantes de un pueblo indígena.
las autoridades en forma de mesa directiva.
Esto no implica la ausencia de conflictos o compromiso porque sabemos que es difícil estu-
diferencias. diar. Todos enfrentamos esa dificultad pero con el
trabajo comunitario pudimos hacerlo”.

3. Sistema de trabajo comunitario


El deporte, la música y la danza también
El sistema de trabajo comunitario es un son espacios donde se expresa el trabajo
servicio gratuito, que ofrendan los miem- comunitario entre los zapotecos de Yat-
bros de una comunidad o de una familia. zachi el Alto, residentes en Iztapalapa. A
El trabajo comunitario o tequio se ha en- través del trabajo comunitario se forman
tendido como un trabajo físico que reali- valores de vida en comunidad y principios
zan los miembros de una comunidad para morales como ser honestos, humildes, ha-
beneficio colectivo “como puede ser la cer las cosas con paciencia y entrega, ser
apertura de caminos y veredas, la cons- trabajadores.
trucción de edificios de uso común escue-
las, canales de riego,” (10 años. Experiencia El desplazamiento lingüístico
comunitaria y Software libre, 2011: 16). El y procesos de revitalización
trabajo comunitario o tequio también es 119
una forma de responsabilidad que asumen La lengua se desplaza en la generación na-
los miembros con su comunidad, así como cida en la ciudad de México porque las fa-
una manera de reforzar su pertenencia ét- milias privilegian el español dado que los
nica desde la ciudad. Don Bulmaro Ventu- miembros de la primera generación ma-
ra, zapoteco de Yalalag señala que: nifiestan haber enfrentado problemas por
“no hablar correctamente el español”. Por
“Si alguien iba a colar su casa, nos convocaba y ejemplo los hijos de Josefina ya no hablan la
muchos de los paisanos acudían ese día a partici- lengua náhuatl porque siempre les habla-
par y entre mucha gente se hacía el trabajo”.
ron en castellano. Por su parte Don Juan
menciona que sus hijos no hablan mazate-
Otros participan con su trabajo intelec- co “porque no tuvo tiempo para enseñar-
tual, como los músicos que enseñan solfeo les” porque “cuando no se tienen medios
o danzas, o conocimientos diversos a par- no se piensa en la lengua ni en la cultura”.
tir de su formación académica. Esto suce-
de con Apolinar, profesor de origen ayuuk, En el caso de los triquis de MAIZ, de acuer-
quien desde que tiene conocimiento de las do con los entrevistados los que nacieron
tecnologías de la información ha enseñado en Iztapalapa, ya no hablan la lengua triqui
a distintos grupos de mujeres y hombres, porque aunque estén en comunidad, reci-
que trabajan en empresas de seguridad o ben influencia del contexto social que pre-
como empleadas del hogar. Apolinar señala: valece en Iztapalapa. En el caso de Estela
Marín quien llegó de Mazatán de Villaflo-
“Cuando estuvimos en CECATI (Centro de Capa- res, Oaxaca a la ciudad de México a la edad
citación para el Trabajo Industrial) empecé a dar de 14 años; aunque ella sigue hablando ma-
capacitación a nuestra gente los domingos, ya
zateco con su esposo y sus padres, su hijo
que era el día de descanso de ellos, y yo tengo ese
aunque entiende el mazateco, no lo puede un ejemplo de las ideas que tienen los in-
hablar bien. En el caso de los purépechas de dígenas en ciudad sobre la educación. Él
Charapan no se habla la lengua purépecha como contador privado y ella con secun-
desde el lugar de origen por lo que otros daria terminada han sido los principales
purépechas residentes en la ciudad, los de impulsores para que sus hijos se escola-
Charapan, “no son tan purépechas”. ricen. Sus tres hijos estudian: el mayor el
sexto semestre de la carrera en Relaciones
Hay procesos de revitalización cultural y Internacionales. La hija terminó el bachi-
lingüística impulsados por las generacio- llerato, mientras que el hijo más pequeño
nes nacidas en la ciudad. Luis Eduardo está en tercero de secundaria. Por su parte
Zoancatl Zacamitzin, el hijo mayor de Jo- Tata Pancho privilegió la escolarización de
sefina, está aprendiendo náhuatl y trabaja sus hijos y se enorgullece de haber podido
desde el programa México Nación Multi- darles esa oportunidad al señalar:
cultural de la UNAM con indígenas en ciu-
dad. Algunos de los hijos de los mazatecos ji yamintu ampe intskuaska ekiksï wekapirinka tu-
de Chiquihuitlán nacidos en la ciudad, es- mina para libru piakurini o color o lápiz yamintu
ampe ji ariasïampka i ixu jarasti yamintu ampe
120 tudian mazateco con Don Juan y colabo-
enkiksï wetariampka ji no meni no intskwaska.10
ran en proyectos de desarrollo sustentable
impulsados por la UAM Iztapalapa. El hijo
de Estela Marín se identifica como maza- La profesionalización se ve reflejada en los
teco de ciudad. niveles educativos que alcanzan las gene-
raciones nacidas en la ciudad. La escolari-
La escolarización un producto de la zación ha sido considerada un factor para
organización social mejorar las condiciones de vida entre los
indígenas en ciudad. En ellos influyen las
Una de las áreas en las que la organización ideas de la educación cardenista a la que
social de los indígenas en ciudad ha pues- pertenecen los migrantes de primera ge-
to mayor atención, es la escolarización de neración zapotecos y purépechas, quienes
sus miembros, ello explica la mayor esco- fueron escolarizados en este sistema y lo
larización de la segunda y tercera genera- combinaron con sus formas de organiza-
ción de los indígenas en ciudad. ción social. La apuesta por la escolariza-
ción muestra que los indígenas en ciudad
La organización social enfoca sus esfuer- tienen un proyecto propio respecto a la
zos en dar los elementos necesarios. Los escolarización, algo que les permitirá al-
zapotecos de Yatzachi consideran que la canzar mejores niveles de vida y para re-
educación es una herramienta para forta- forzar su identidad. La escolarización que
lecer a su comunidad (Bertely, 1998) y me-
jorar sus niveles de vida. Don Juan buscaba
9 Nahua de Puebla de 41 años quien llegó a la ciudad de México a la edad
educación para sus hijos y actualmente sus de 18 años a trabajar en el servicio doméstico.

tres hijos son profesionistas. Josefina Za- 10 Yo les di todo, si querían dinero para comprarse un libro o un lápiz
todo, yo les decía tengan aquí está todo lo que quisieran yo nunca les
camitzin Nonoal9 y su esposo, representan negué nada.
fue “una estrategia para incorporar al municación donde el indígena es reacio
indio” (De la Peña, 1995: 120) fue reinter- al progreso y se encuentra sumido en el
pretada por los indígenas en ciudad. fanatismo y la indolencia. Los indígenas
en ciudad se ven como trabajadores: Don
Juan tenía un proyecto de vida en la ciudad
REFLEXIONES FINALES que incluía el trabajo y ve a los mazatecos
de Chiquihuitlán como gente trabajado-
Los huicholes recrean la espiritualidad de ra. De acuerdo con Josefina sus paisanos
los pueblos originarios y reafirman su for- en Iztapalapa son panaderos y tienen sus
ma de ver el mundo. Esta práctica genera propios negocios.
riqueza cultural, forma comunidad, esta-
blece redes y unifica a dos pueblos mesoa- Los indígenas en la ciudad cuentan con
mericanos. formas de ritualidad y organización que
provienen de su cosmogonía. Estos elemen-
Los indígenas residentes en Iztapalapa se tos también les permiten resistir políticas
han apropiado en forma simbólica del es- impuestas de forma vertical y desarrollar
pacio geográfico. Ahí reproducen la comu- formas de organización alternativas que 121
nidad y transmiten a las nuevas generacio- transmiten a las nuevas generaciones en un
nes su cosmogonía. Su organización social contexto diferente. Formas de organiza-
recrea los valores, cargos y trabajo comu- ción como la comunalidad permite expli-
nitario. El espacio físico no es relevante car la forma en que asumen su identidad
porque es el mismo sol, el mismo viento, la segunda o tercera generación nacida en
las mismas montañas que nos hacen vivir. la delegación Iztapalapa. Esto explica por-
que la autoadscripción étnica de las gene-
La identidad constituye un medio de de- raciones nacidas en la ciudad muestra una
fensa e identificación que se puede dar en preferencia hacia su identidad indígena a
el plano familiar o comunitario. La comu- pesar de ser culturas altamente discrimi-
nalidad y la ritualidad permiten resistir las nadas y subvaloradas.
presiones del entorno social e insertarse
de forma más apropiada en el medio urba- Desde nuestra perspectiva la comunalidad
no. Lo anterior muestra que las opciones permite explicar la persistencia de pobla-
de los indígenas en ciudad no se reducen ción indígena en la ciudad de México. La
a la aculturación o proletarización. Por el organización social de los indígenas en
contrario, han generado procesos identi- ciudad aprovecha la participación comu-
tarios por medio de la organización social nitaria que adquirieron en su comunidad.
y la ritualidad.
La vida indígena en la ciudad es una con-
La autoimagen de los indígenas en la ciu- tinuidad que parte de las comunidades de
dad residentes en Iztapalapa, contrasta origen y que dependiendo de las caracte-
con el imaginario de la sociedad nacional rísticas y fortalezas de las mismas se re-
y con la que transmiten los medios de co- configura en el espacio urbano.
LA PRESENCIA INDÍGENA
EN LA DELEGACIÓN
CUAUHTÉMOC
TRES CASOS ETNOGRÁFICOS1
IVÁN PÉREZ TÉLLEZ, JANETTE MARTÍNEZ,
ESTEFFANY ESPINOSA Y ROXANA AGUILAR

INTRODUCCIÓN
122
A continuación se presentan tres casos etnográficos sobre la cuestión
indígena en el contexto urbano. El trabajo de campo se realizó en la
delegación Cuauhtémoc; el objetivo era ubicar algunas comunidades
indígenas urbanas y documentar su procedencia, sus actividades eco-
nómicas preponderantes, así como los elementos culturales que les
permiten reproducir su identidad étnica en un contexto citadino. Esta
demarcación se caracteriza por tener comunidades indígenas que
constantemente luchan por el acceso a derechos elementales, como
el derecho al trabajo, la salud, la educación, pero, sobre todo, a una
vivienda.

En este sentido, damos cuenta de que no sólo es una delegación de


alta confluencia y movilidad indígena debido a su estratégica ubica-
ción geográfica, y a su intensa actividad económica, sino que loca-
lizamos grupos étnicos que en este espacio territorial consiguieron 1 Agradecemos la revisión
y observaciones hechas
fincar sus viviendas en predios baldíos o en edificios derruidos, lo- por la Dra. Olivia Leal Sor-
cia al contenido de este
grando, en ocasiones, apoyos locales o federales; un caso emblemá- ensayo, que permitieron
tico es la unidad habitacional otomí de Guanajuato 125, en la colonia que finalmente viera la luz.
Asimismo, agradecemos la
Roma.2 La delegación Cuauhtémoc también alberga diferentes orga- labor de corrección que
nizaciones sociales de carácter político que funcionan como espa- generosamente realizó
Dulce María Espinosa de
cios de discusión, participación y reproducción étnica; de esta for- la Mora.
2 Se trata de la pobla-
ma, las comunidades indígenas se han organizado como grupos o ción otomí proveniente
asociaciones civiles, consiguiendo espacios para la promoción de sus de Santiago Mexquititlán,
Amealco, en el estado de
derechos políticos. El predio de López 23, en la colonia Centro, que Querétaro.
alberga al Movimiento de Unificación de la Lucha Triqui (mult), es un
ejemplo de ello. Entre las organizaciones visitadas se encuentran la
Organización de Traductores, Intérpretes Interculturales y Gestores
en Lenguas Indígenas, A.C. (otigli), el Movimiento Artesanal Indígena
Zapatista (maiz), la Coordinación de Indígenas Residentes en el Distrito
Federal y el Movimiento de Unificación de la Lucha Triqui (mult).

El presente ensayo pretende ser una modesta contribución a la re-


flexión sobre la dinámica de las poblaciones indígenas en la Ciudad de
México, particularmente en la delegación Cuauhtémoc. En el texto se
exponen las demandas de diversos grupos a favor del cumplimiento
de sus peticiones en materia de vivienda, trabajo y acceso a la justi- 123
cia. Se mostrará que a través de la conformación de grupos y organi-
zaciones sociales las comunidades han conseguido reconocimiento,
incluso participación, así como un modo efectivo de hacer valer sus
derechos como pueblos indígenas y de incidir en la agenda política de
la Ciudad de México.

EL CARÁCTER MULTIÉTNICO DE LA DELEGACIÓN


CUAUHTÉMOC
De acuerdo con la información proporcionada por los indicadores
sociodemográficos de población indígena, la delegación Cuauhtémoc
está clasificada como un municipio con presencia indígena, con un
grado de marginación “muy bajo” (cdi, 2010). Acorde a la definición de
conapo, el índice de marginación permite analizar la nulidad de opor-
tunidades para el desarrollo (educación, salud, ingreso, vivienda), es
decir, este índice es una herramienta para medir, cuantificar y deter-
minar a las personas que entran dentro de la categoría de marginación.

Según el censo de población y vivienda 2010, la delegación Cuauh-


témoc tiene un total de 531,831 habitantes, de los cuales 18,500 son
indígenas, lo cual representa el 3.5% de la población. El total de mu-
jeres en la delegación es de 280,106 (52.6%) y de mujeres indígenas de
9,491, quienes representan el 3.3%. En el caso de los varones, el total
es de 251,725 (47.4%) y varones indígenas de México encontraron en la delegación
de 9,009 (3.5%). Un indicador que cobra Cuauhtémoc un espacio territorial propi-
especial relevancia es el del alfabetismo, cio para ejercer el comercio en la vía pú-
ya que los indicadores sociodemográficos blica, emplearse en los servicios y, en algu-
muestran que el total de personas alfabe- nos casos, un predio donde vivir. Este fue
tizadas en la delegación es de 405,366, de el caso de la colonia Roma, que no siempre
las cuales 12,922 son indígenas, lo que sig- tuvo la composición multicultural que ac-
nifica que el 70% de la población indígena tualmente posee.
radicada en esta delegación está alfabeti-
zada. A inicios de siglo xx, en épocas de don
Porfirio Díaz, se funda la colonia Roma.
En términos poblacionales, la delegación Sus antecedentes provienen de la Romita,
alberga una heterogeneidad contrastante un poblado indígena que se mantenía al
dependiendo del tipo de colonia. Por ejem- margen de la nueva y emblemática colo-
plo, el perímetro A del Centro Histórico, nia Roma, aunque formaba parte de dicho
que históricamente albergó a las comuni- espacio territorial (Reyes, 2014). Esta colo-
124 dades indígenas, es un espacio de intensa nia fue ocupada por la burguesía porfirista
actividad comercial, de carácter informal, y fueron arquitectos europeos los encar-
en el que esta población encontró un modo gados del diseño de las casas que hoy en
de vida, sobre todo en la venta de artesa- día se pueden apreciar si se recorren sus
nías y manualidades. Existen, además, co- calles y avenidas, como Álvaro Obregón y
lonias populares centradas en el comercio Orizaba.
formal, y que son parte de esta delegación,
como la colonia Doctores, Buenos Aires Para la segunda mitad del siglo xx, la co-
u Obrera; también están otras colonias, lonia Roma se desarrolla rápidamente de-
como la Roma, que conocieron un auge bido a su ubicación céntrica y a su cerca-
inmobiliario y que actualmente presentan nía con otras colonias, como la Juárez, la
claros procesos de gentrificación. De este Cuauhtémoc, la Condesa, la Hipódromo,
modo, la delegación alberga una gran di- la Hipódromo Condesa y Polanco (Reyes,
versidad en cuanto a sus habitantes y a la 2014). Con el crecimiento se le confiaron
disposición de los espacios que caracteri- cada vez más funciones no habitacionales
zan la forma en que los indígenas se esta- “convirtiéndose en centros atractivos para
blecen, o bien acuden a ella para diversos el establecimiento de actividades comer-
propósitos, como gestión, comercio, vi- ciales de diversa índole, así como la loca-
vienda, etcétera. lización de oficinas, bancos, restaurantes,
bares, hoteles y museos” (Dahau y Giglia,
La Roma, un espacio de movilidad 2008: 239).
indígena
En épocas más recientes, la colonia Roma
Los indígenas migrantes y residentes que sufre una fuerte reconfiguración con el
viven en el área conurbada de la Ciudad terremoto de 1985. Así pues, se vuelve un
espacio preferente para las comunidades y gencia étnica, una importante riqueza cul-
organizaciones indígenas que ven la opor- tural que no siempre es comprendida en
tunidad de crear proyectos de vivienda su real dimensión. Este espacio territorial
comunitarios. La estrategia que siguieron conjuga un entorno multiétnico que ofrece
muchas de las comunidades étnicas fue diversos ejemplos de elementos culturales
la ocupación ilegal de predios o edificios contrastantes; es fácil reconocer a la po-
en escombros –propiedades del gobierno, blación indígena utilizando su vestimenta
en su mayoría– en los cuales construye- tradicional o hablando su lengua materna
ron viviendas precarias para que, al paso en un contexto cosmopolita, conviviendo
de algunos años, pudieran plantear a las con hispanoparlantes o extranjeros. De
autoridades algún proyecto de vivienda. este modo, es posible escuchar conver-
Los predios otomíes de Sinaloa 14, Guana- saciones en distintas lenguas extranjeras
juato 125, Guanajuato 200 y Zacatecas 74 que se mezclan con diversas lenguas ori-
son ejemplos de este proceder, así como el ginarias.
predio multiétnico de Turín 46, en la colo-
nia Juárez, o el predio de avenida Chapul- Procedencia indígena y residencia
tepec 342, en la colonia Condesa. urbana 125

Por lo general, uno de los principales mo- A continuación se exploran y describen al-
tivos de la movilidad de la población indí- gunos aspectos de las actividades de la po-
gena que arriba a la ciudad es encontrar blación indígena migrante, respondiendo a
mejores condiciones de vida. Una vez que las preguntas ¿quiénes son?, ¿qué hacen? y
se establecen, los migrantes buscan con- ¿de dónde vienen? De las entrevistas rea-
tinuar participando de los usos y costum- lizadas se seleccionaron aquellas que re-
bres de su comunidad de origen, ya sea sultan ejemplares o representativas para
regresando en cada fecha importante del describir el fenómeno de la migración y
calendario agrícola o ceremonial, pero so- los trabajos que desempeñan las comuni-
bre todo participando activamente en los dades indígenas.
cargos políticos o religiosos de su pueblo.
Esta migración de inicio puede ser de tipo Una de las entrevistas fue a don José, in-
pendular, para posteriormente volverse dígena mazahua de unos 45 a 50 años de
definitiva, sin perder casi nunca los víncu- edad. Nació en la comunidad de Concep-
los con su comunidad de origen. ción de los Baños, Ixtlahuaca, Estado de
México; en su localidad se emplea en el te-
Los indígenas que llegan a la delegación jido de sarapes y ponchos de lana; los trae
Cuauhtémoc provienen de distintos esta- a vender a la Ciudad de México los días
dos, municipios y comunidades de la Re- jueves y viernes, y por este motivo renta un
pública Mexicana, principalmente del cen- cuarto de hotel por la iglesia de Santo Do-
tro y sureste del país. Uno de los aspectos mingo, en el Centro Histórico, donde otros
más notables de las grandes ciudades es su de sus paisanos también buscan hospedaje
condición de poseer espacios de conver- durante su estancia en la ciudad. La razón
por la que nunca le ha interesado vivir de Existen las migraciones que son de carác-
forma permanente en la ciudad es porque ter más duradero; en este caso se trata de
tiene compromisos en su comunidad; por comunidades con mayor trayectoria mi-
ejemplo, hoy en día se está preparando gratoria y más numerosa. Griselda es una
para ser “magistrado extraordinario de la chica otomí que atiende un puestito de
comunión”, es decir, se capacita para llevar botanas cercano a un colegio universita-
la misa a los hogares de las personas en- rio. Ella es una muchacha de 20 años que
fermas. Por ese motivo regresa a su pueblo llegó a la ciudad hace apenas dos años;
cada sábado y permanece ahí hasta media anteriormente vivía con la familia de su
semana, entre sus labores y con sus fami- hermano en el Estado de México; son de
liares, hasta que vuelve de nuevo a la Ciu- Atlacomulco, un poblado que se encuen-
dad de México. Este es un claro ejemplo de tra a tres horas y media de la Ciudad de
la movilidad semanal que tiene lugar en la México. Griselda vende botanas, cigarros
colonia Roma. sueltos y papas en un triciclo que pone en
una esquina de la calle Tonalá, en la colo-
Existen también otras personas que arri- nia Roma. Asegura que está de fijo todos
126 ban diariamente de la zona conurbada de los días porque paga una cuota a la dele-
la Ciudad de México. En la colonia Roma gación para que le permita trabajar; la ma-
entrevistamos a una familia vendedora yoría de sus clientes paran por cigarros y
de plantas representativa de este tipo de algunos otros por botana. Afirma que ella
movilidad, pero que en términos estric- es otomí, porque sus padres y sus abue-
tos no podría llamarse migración.3 Se tra- los lo son; aunque ella no habla otomí, lo
ta de una familia que recorre las aceras, entiende y se siente orgullosa al escuchar
ofreciendo sus productos. Por lo general, que sus abuelos lo hablan. Tiene una opi-
la señora camina sola sobre una calle y su nión en contra de que a los niños ya no se
marido por la acera contraria con los hijos. les enseñe su lengua, así como su madre lo
La joven pareja se dedica a la venta ambu- hizo con ella y sus hermanos.
lante de plantas, flores y arbolitos, cuyo
valor oscila entre los 40 y 60 pesos. Por lo Griselda estudia Administración de Em-
general, caminan ofreciendo sus produc- presas en una universidad privada y por
tos en cada comercio. Son originarios de la tarde vende en su triciclo, que guarda
Orizaba, Veracruz, y hablantes de náhuatl. en un estacionamiento todos los días. Su
Su residencia está en el Estado de México, familia es de tradición migrante, desde
en Xalostoc; rentan un espacio en el que muchos años atrás, comenzando por sus
se quedan ocho días y los siguientes ocho abuelos, quienes siempre vendieron bota-
regresan a su comunidad por más plantas, nas, papas y raspados de la misma mane-
llevando a cabo una residencia pendular. ra que ella. Al capitalizarse regresan a su
comunidad, sin embargo, ella ya no puede
3 Esto no sería migración, sino un tipo de movilidad que en la literatura
volver por largas temporadas debido a sus
de los estudios urbanos se llama conmuters, es decir, personas que se estudios; únicamente lo hace una vez al
desplazan diariamente de las periferias de las ciudades y grandes áreas
metropolitanas a los centros rectores. mes, en fin de semana. Asegura que quiere
administrar una empresa cuando termine de vendedores, las relaciones laborales se
de trabajar; que por ahora prefiere el pues- tornan distintas, ya que difícilmente tie-
to de botanas porque conseguir un trabajo nen libertad de ir y venir a sus pueblos,
de tiempo completo no sólo es mal paga- como más adelante se verá con el ejemplo
do, sino que no le permitiría estudiar. de “los carretilleros” y las cuotas que de-
ben pagar.
Los indígenas migrantes y residentes eli-
gen la delegación Cuauhtémoc como lugar En lo cotidiano, los indígenas que tienen
de trabajo por su intensa actividad econó- una actividad comercial deben protegerse
mica y cultural; por su importancia turís- del hostigamiento por parte de las patru-
tica que la vuelve un espacio de compra y llas que, bajo el encargo de la “delegación”,
venta ideal, sobre todo si lo que ellos ofer- los expulsan del espacio público o bien los
tan son productos o artesanías que ma- levantan en camionetas y les decomisan la
nufacturan o revenden. Además, la venta mercancía para que paguen multas, que
ambulante y callejera les permite ser in- van de entre los 80 a 100 pesos por evento,
dependientes y manejar sus horarios de y que no son declaradas con ningún recibo.
trabajo, así como decidir los precios que 127
ponen a sus productos, los días que quie- Otro tema presente en muchos casos es
ren y pueden trabajar, sin depender de las el de las cuotas que deben pagar a sus lí-
reglas de un trabajo formal o estableci- deres para que estos supuestamente los
do, pero, sobre todo, y lo más importan- “protejan” de “los de la vía pública”. El caso
te, tienen más ingresos por día trabajado más representativo es el de “los carretille-
de manera independiente que si tuvieran ros” que venden botanas o frutas de tem-
un empleo fijo de ocho horas por jornada porada, quienes deben pagar por iniciar
laboral. Según señalan, la paridad a veces este “negocio” entre 1500 y 2000 pesos,
es así: ganan de 300 a 500 pesos por día además de una cuota semanal para el lí-
en el comercio informal, frente a los 150 der del gremio de carretilleros de alrede-
o 200 pesos que ganan como empleados, dor de 150 pesos, más otra cuota mensual
por ejemplo, de un restaurante. por guardar el puesto, carrito o carretilla
en una bodega o estacionamiento que va
También consideran que ser sus propios de los 80 pesos semanales a los 300 pesos
jefes y dueños de su tiempo es una con- mensuales.
dición ideal para trabajar en la comercia-
lización de sus productos, que les permi- Uno de los problemas más visibles es el
te regresar a sus pueblos en el periodo riesgo que enfrentan las poblaciones in-
de tiempo que ellos elijan para mantener dígenas comerciantes en la vía la pública.
sus vínculos comunitarios, pues del ca- En consecuencia, algunas de sus deman-
lendario de fiestas tradicionales y fiestas das han sido asentadas en el Informe del
patronales depende, en buena medida, la Programa de Derechos Humanos del Dis-
movilidad de los migrantes indígenas. Así, trito Federal en materia de derechos de los
en caso de depender de un patrón o líder pueblos y comunidades indígenas 2006-
2007. Sin embargo, son dos las principales Unificación y Lucha Triqui (mult), el Movi-
exigencias de este sector: 1) El reconoci- miento Artesanal Indígena Zapatista (maiz)
miento y dignificación de su trabajo bajo y la Coordinación de Indígenas Residentes
la categoría de artesanos y no de vende- en el Distrito Federal.
dores ambulantes; 2) El cumplimiento de
los compromisos con algunas autoridades En la zona centro de la ciudad se encuen-
gubernamentales en cuanto a la dotación tra una dinámica agitada y con gran oferta
de los espacios en el contexto del reorde- comercial. Uno de los espacios más em-
namiento del perímetro A, realizado en el blemáticos e históricos es el mercado de
2007. A propósito de lo anterior, Pascual de artesanías de la Ciudadela, uno de los luga-
Jesús, uno de los líderes indígenas, señala: res que alberga una cantidad considerable
de artesanos indígenas. En este mercado la
Hemos hecho muchos mítines, movilizaciones población triqui es el único grupo indíge-
y plantones para que se modifique el bando que na notablemente organizado. El territorio
prohíbe el comercio en vía pública. El gobierno
de origen del grupo étnico triqui se locali-
del Distrito Federal nos pone en el mismo cos-
tal que los vendedores ambulantes. No importa za geográficamente en la llamada mixteca
128 si son indígenas o no son indígenas. Todos somos alta, en el estado de Oaxaca, en la colin-
vendedores ambulantes. Lo que queremos es que dancia con el estado de Guerrero. Los tri-
haya una distinción. Por un lado están los ven-
quis llegaron masivamente a la Ciudad de
dedores ambulantes que venden fayuca, por otro
lado estamos nosotros, los artesanos, que produ- México en los años setenta; desde el inicio
cimos la mayoría de las cosas que vendemos. formaron asentamientos colectivos, según
señala don Juan Martínez. Asimismo, pron-
tamente formaron la primera organización
TRIQUIS: ARTESANOS Y COMERCIAN- triqui en la ciudad denominada: Unión de
TES. EFICACES EN ORGANIZACIÓN DE Artesanos Benito Juárez.
GRUPOS INDÍGENAS PARA LA PARTICI-
PACIÓN CIUDADANA En 1975, llegaron y se instalaron en el mer-
cado de artesanías de la Ciudadela un gru-
En el presente caso de estudio, se muestra po de más o menos cincuenta personas,
cómo la población triqui, a través de la con- quienes, a la par, iniciaron un asentamien-
formación de organizaciones indígenas en to en la parte trasera del mercado. Actual-
la Ciudad de México, ha podido gestionar mente, en ese predio habitan alrededor de
y atender sus necesidades de vivienda y 40 familias que conviven y comparten cos-
laborales. Se reflexiona sobre la participa- tumbres similares. Su principal actividad
ción y los derechos ciudadanos, así como comercial es la venta de suéteres, gorros
sobre su participación en la planeación o calcetas de lana elaborados con gancho,
de la política social del Programa de De- además de vestidos de telar de cintura; sin
rechos Humanos de la Ciudad de México embargo, desde hace poco más de diez
en materia de derechos de los pueblos y años tuvieron que diversificar sus produc-
comunidades indígenas. Las organizacio- tos; ahora son mayormente comerciantes
nes que se eligieron son: el Movimiento de de artesanías de otros estados del país:
Oaxaca, Guerrero, Chiapas, así como tam- dad de demandar espacios de comerciali-
bién de Guatemala. zación de artesanías como bloque étnico
y, por el otro, reunir el mayor número de
Indígenas triquis organizados residentes familias triquis que legitimaran y justifica-
en la Ciudad de México ran sus exigencias de vivienda. Es impor-
tante mencionar que la irrupción del ezln
El mult tiene sus oficinas en el predio de en la escena pública generó una voz para
López 23, en el Centro Histórico, donde las demandas de otros grupos indígenas
también se ubica el auditorio Rosario Iba- no armados. En este contexto, los propios
rra De Piedra, que es utilizado como un pueblos indígenas residentes de la Ciudad
lugar de encuentro de distintos grupos in- de México fortalecieron sus propias lu-
dígenas. En este espacio se reúnen repre- chas, aprovechando la coyuntura del za-
sentantes de más de diez grupos indígenas patismo. Dentro de este marco se inscribe
residentes en la Ciudad de México, entre la elección del nombre por parte de la or-
ellos: nahuas, mazahuas, triquis, zapote- ganización maiz.
cos, otomíes, purépechas, tseltales, tsotsi-
les, tojolabales y yaquis. Las sesiones son Por lo general, las organizaciones indíge- 129
dos veces al mes, y se trabaja en distintos nas suelen elegir a su representante o lí-
asuntos, entre los que destacan: la gestión der entre los miembros de la comunidad
de vivienda, la solicitud de espacios co- de origen del grupo mayoritario de la aso-
merciales o algún tema de interés general ciación, en virtud de que consideran que
que quieran colocar en la agenda política comparten idioma y cultura; además de
local. Los representantes están obligados que debe ser una persona reconocida por
a informar a sus respectivos grupos sobre su propia comunidad para así poder fun-
los temas que se discuten en las sesiones. gir como interlocutor en las negociaciones
Pascual de Jesús González, dirigente del con las autoridades gubernamentales (Ro-
mult en la Ciudad de México, señala: “La sette, 2009: 41, en Oemichen, 200b).
aparición de los pueblos y comunidades
indígenas de México como actores políti- Las organizaciones indígenas en la ciudad
cos, luchando por sus derechos colectivos, poseen, sin duda, capacidad de gestión y
ha dado pie a un abundante debate sobre negociación con autoridades locales, in-
lo que representan para el presente y el cluso con organismos internacionales. El
futuro de la nación”. espacio y la participación colectiva es para
los indígenas la clave de la organización
El Movimiento Artesanal Indígena Zapatis- comunitaria. En las conversaciones con
ta (maiz) fue creado en 1995 por indígenas algunos dirigentes indígenas, los líderes
mayoritariamente triquis. Inició su con- afirman que a través de la organización
formación con alrededor de 70 persona y y la lucha han generado presión para ser
en la actualidad agrupa a cerca de 54 fami- atendidos en sus demandas; sin embar-
lias. Para la creación de maiz se conjugaron go, mencionan que se trata de un trabajo
distintos factores: por un lado, la necesi- constante de convocatoria, participación y
organización para sacar adelante la agenda tegrantes, en su caminar por la Ciudad de
política sobre el tema indígena. Por ejem- México. Se eligió este tema para aportar
plo, Pascual de Jesús menciona: “El interés información respecto al trabajo que reali-
en participar es tener la oportunidad para zan estos actores en la Ciudad de México,
transformar las políticas, los programas y labor que abona en la construcción de una
la legislación en la Ciudad de México, a fin ciudadanía indígena informada, respalda-
de lograr el efectivo cumplimiento y la ga- da en un marco jurídico de derechos hu-
rantía de los derechos humanos para los manos. Todo ello para resaltar el hecho de
integrantes de los pueblos indígenas”. que los pueblos indígenas que viven en la
megalópolis realizan trabajos de inciden-
Finalmente, cabe señalar que las organiza- cia por el reconocimiento de los derechos
ciones mult y maiz colaboraron en la elabo- humanos y el acceso a la justicia en la ciu-
ración del diagnóstico y del programa de dad, y no únicamente se desempeñan en el
Derechos Humanos del Distrito Federal, comercio informal o en otras actividades
que tiene como antecedente un análisis que si bien realizan, no son las únicas ni
realizado en el ámbito nacional por la re- exclusivas de esta población.
130 presentación en México de la oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas otiglisurge como asociación civil en la co-
para los Derechos Humanos en 2003, así yuntura del 2000, previo a la aprobación
como dos programas de Derechos Huma- de la reforma constitucional, cuando el
nos elaborados por el Ejecutivo Federal en Gobierno del Distrito Federal, mediante
2004 y 2008, respectivamente. la Secretaría de Desarrollo Rural y Equi-
dad para las Comunidades (sederec), ofre-
ció una serie de talleres de capacitación y
LA ORGANIZACIÓN DE TRADUCTORES, formación dirigidos a personas indígenas
INTÉRPRETES INTERCULTURALES Y que tuviesen el interés de formarse como
GESTORES EN LENGUAS INDÍGENAS, traductores e intérpretes en lenguas indí-
A. C. genas. En este proceso formativo, varias
personas tuvieron el interés en constituir-
En la delegación Cuauhtémoc se decidió se legalmente y conformar una osci5 que
trabajar con OTIGLI, A.C.4 para conocer pudiera materializar lo que estaba a pun-
cuáles son sus objetivos como asocia- to de aprobarse: la Reforma Constitucio-
ción; para saber de qué forma trabajan y, nal en Materia de Derechos Humanos del
finalmente, para conocer quiénes son las 2001.
personas que colaboran en dicha organi-
zación, con el objetivo de reconocer los En este marco se constituyó otigli, asocia-
perfiles y trayectorias de vida de sus in- ción integrada por mujeres y hombres per-

4 Ubicada en la calle República de Ecuador No. 99, Int. 1, col. Centro, 5 La estructura de la organización está compuesta de una Asamblea Ge-
delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México. neral, que integra a todos los socios del organismo, y de un Consejo Di-
rectivo conformado por el presidente, secretario, tesorero y dos vocales.
tenecientes a diversos pueblos indígenas. lucradas en algún caso; de asistirles en la
Actualmente, el padrón de la organización averiguación previa ante el Ministerio Pú-
es de 250 socios distribuidos en diversas blico, y de apoyarlas en su proceso, en los
entidades, y un grupo de 40 a 50 personas diferentes juzgados, locales y federales,
que están colaborando de manera cons- lo cual no sólo demuestra la gran diversi-
tante en la organización. El trabajo de la dad lingüística que se tiene al interior de
asociación está orientado a seis temas: la organización, sino la capacidad organi-
zativa que se tiene para ofrecer estos ser-
1) Traducción e interpretación de la lengua vicios en 27 diferentes lenguas. La forma
indígena al español, y viceversa, en Juz- de organización interna de la asociación
gados y Agencias del Ministerio Público, atiende, precisamente, las necesidades de
en apoyo a personas indígenas en cual- los órganos de impartición y administra-
quier calidad (indiciados, testigos, vícti- ción de justicia, es decir, los servicios de
mas, denunciantes u ofendidos). traducción e interpretación son utilizados
2) Peritajes culturales para ilustrar a la por diversos juzgados de la Ciudad de Mé-
autoridad encargada de procurar y ad- xico, quienes solicitan directamente los
ministrar justicia sobre la diferencia servicios de otigli. 131

cultural y la aplicación de los sistemas


normativos internos de los pueblos in- Profesionalización de Intérpretes,
dígenas. traductores y peritos culturales
indígenas en la Ciudad de México
3) Dictámenes lingüísticos para determinar
la lengua que habla la persona indígena
Al conversar con algunos de los integran-
y su variante dialectal, con la finalidad
tes de otigli,7 pronto se da uno cuenta de
de que sea asistida adecuadamente en
que el común denominador que los hace
su lengua materna.
ser integrantes de la asociación es que en-
4) Expedición de constancias de identidad frentaron un problema de acceso a la jus-
cultural. ticia en cierto momento de sus vidas. Es
5) Identificación de personas extraviadas decir, la gran mayoría de los entrevistados
en diferentes hospitales y albergues o refieren que llegaron a otigli por un con-
en cualquier otro lugar. flicto con un familiar que tenía dificultades
6) Cursos de enseñanza de lenguas indí- para acceder a la justicia con pertenencia
genas.6 cultural; entonces, supieron del trabajo
que hacía la organización y decidieron su-
La traducción e interpretación se impar- marse al equipo con la finalidad de cono-
te en 27 lenguas indígenas con la finalidad cer, más profundamente, las cuestiones de
de auxiliar a las personas indígenas invo- interpretación y traducción lingüísticas. El

6 Información proporcionada por OTIGLI, A.C. 7 Dentro del trabajo de levantamiento de información se realizaron cua-
tro entrevistas estructuradas, dirigidas a tres traductores e intérpretes
y una a un perito cultural, además de conversaciones informales que se
tuvieron con el presidente de la asociación.
siguiente testimonio ilustra un poco esto: y hay que ver cuál es el rango de aceptabilidad
de esa sociedad indígena en esta acción. Existen
situaciones que se dan en un pueblo, pero eso no
−Yo tuve un problema con uno de mis hermanos;
significa que sean parte del colectivo, o de una
entonces, el compañero Armando me invitó y
costumbre, por eso la distinción entre uso y cos-
vine al curso taller; fue así como me invitaron y
tumbre. Estos dictámenes culturales contemplan
ya tengo dos años.
la cuestión de usos y costumbres, así como la ma-
−¿Los problemas que tuvieron con sus familiares nera jurídica o el derecho indígena que se aplica
fueron porque necesitaban a un intérprete tra- en las comunidades sobre cómo se resuelven los
ductor? conflictos y el bagaje de conocimientos de ante-
pasados que, en una situación indígena, no se van
−Así es; por cuestiones de insuficiencia de la len-
a encontrar en una ley escrita, sino que son de
gua castellana y es por lo que estamos ahorita
tradición oral; por eso varían mucho las determi-
aquí. naciones que puede llegar a hacer una autoridad.
Damos un dictamen cultural, valorando todas es-
Los perfiles de cada persona entrevistada tas cuestiones, para que el juez se allegue de los
elementos que él no tiene contemplados dentro
son heterogéneos y también el rumbo que de la Constitución o de su Código de Procedi-
ha tomado la vida y cotidianidad de cada mientos Penales o del Código Penal.
una de ellas, sin embargo, las particulari-
132
dades de por qué llegaron a la Ciudad de El caso concreto de la experiencia de otigli
México a vivir son las mismas: la búsque- permite enfatizar el trabajo que están ha-
da de mejores oportunidades laborales o ciendo para poder ejercer de facto estas
educativas. modificaciones a cuatro artículos consti-
tucionales y que, concretamente, atienden
En el caso de los peritajes culturales, los al artículo dos que señala:
impartidores de justicia están facultados
para solicitar un dictamen cultural del Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho
contexto sociocultural de la persona im- de los pueblos y las comunidades indígenas a la
libre determinación y, en consecuencia, a la au-
putada, o víctima, con la finalidad de co-
tonomía para:
nocer las prácticas y el entorno cultural
VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del
de esa persona, así como los elementos
Estado. Para garantizar ese derecho, en todos los
culturales de alguna práctica que permita juicios y procedimientos en que sean parte, in-
impartir justicia con una mirada de inter- dividual o colectivamente, se deberán tomar en
culturalidad. El siguiente testimonio ilus- cuenta sus costumbres y especificidades cultu-
tra mejor lo que se ha expuesto: rales, respetando los preceptos de esta Constitu-
ción. Los indígenas tienen todo el tiempo el de-
recho a ser asistidos por intérpretes y defensores
En el entender del juez, y dentro de las estipu- que tengan conocimiento de su lengua y cultura.
laciones jurídicas que están en la Constitución y
en las leyes, los impartidores de justicia piden o
están facultados para solicitar un dictamen cul- Al analizar los antecedentes que precedie-
tural porque hay delitos o sucesos en los que el ron a esta reforma, resulta evidente que
indígena se ve inmerso, pero que a lo mejor en aún queda un largo camino que recorrer
su comunidad no constituyen un delito, por su
cosmovisión y escenario cultural. Digo, hay que
para garantizar de manera real una auto-
hacer distinciones: son usos, mas no costumbres nomía para los pueblos y comunidades in-
dígenas. Esta reforma fue posible gracias a Conclusiones
las coyunturas internacionales que signifi-
caron una presión para el Estado mexica- A través de una serie de entrevistas, en el
no en la arena internacional, pero también caso de la colonia Roma, intentamos mos-
a los movimientos indígenas que han ve- trar los distintos rostros de la presencia
nido reflexionando, analizando y deman- indígena en la delegación Cuauhtémoc. Se
dando un marco jurídico que proteja sus trata de distintos modos de vivir la ciudad;
derechos a nivel individual y colectivo. desde las personas que claramente tie-
nen una intención de fincar un domicilio
El trabajo que realiza otigli debe ser en- en esta gran urbe, hasta los que de mane-
tendido en una dimensión que atiende y ra pendular vienen a la ciudad y retornan
materializa un elemento derivado de los a sus lugares de origen por intervalos. En
Acuerdos de San Andrés, y que logró ser ciertos casos, la población indígena ha im-
aprobado en la reforma constitucional. La plementado estrategias laborales para no
labor de esta asociación civil, integrada perder el vínculo con sus comunidades de
por mujeres y hombres indígenas, atien- origen, lo cual les ha permitido, muchas
de a un planteamiento analizado por los veces, no sumarse a la masa de mestizos 133
propios pueblos indígenas desde los no- urbanos descaracterizados, sino mante-
venta. Es decir, contar con traductores e nerse claramente como un grupo étnico.
intérpretes resultaba, y continúa siendo,
un elemento inherente para garantizar el En la delegación Cuauhtémoc, la presen-
acceso a la justicia desde un enfoque de cia indígena ha logrado desarrollar estilos
interculturalidad. propios de organización, asegurando for-
mas de representación étnicas efectivas
Se entiende la interculturalidad des- para colocar sus demandas en la agenda
de un enfoque metodológico y político política de la Ciudad de México. Sin em-
que apuesta a señalar las condiciones de bargo, la mayoría de los grupos indígenas
subordinación en las que han estado situa- en las ciudades viven todavía en una situa-
dos los pueblos indígenas, mostrando las ción desventajosa respecto a otros grupos
relaciones de poder que jerarquizan a dos urbanos; en consecuencia, las comunida-
culturas y las superponen una respecto a des indígenas residentes aún no gozan de
la otra y, en conclusión, ubicándolas en es- manera plena de sus derechos colectivos
calas de poder dominantes. Además, alude ni individuales. Organizarse ha sido una
a un diálogo horizontal entre dos culturas, manifestación básica para expresar la vida
retomando y reconociendo los saberes de colectiva y las prácticas comunitarias, así
ambas y, en el caso de la impartición de como para exponer sus demandas.
justicia, aceptando los derechos humanos
de los pueblos indígenas como colectivos, En los tres temas de estudio –la colonia
pero también los derechos individuales de Roma, las organizaciones indígenas y la or-
personas indígenas. ganización de traductores e intérpretes–
se muestra cómo las personas indígenas
radicadas en la Ciudad de México encuen-
tran serios obstáculos para poder acceder
a sus derechos básicos, tanto personales,
como los que colectivamente les han sido
reconocidos. Así, son los propios grupos
indígenas y las organizaciones quienes
trabajan y se constituyen para presen-
tar propuestas legales y jurídicas que les
permitan incidir en la política pública y el
cumplimiento de sus derechos.

Se puede observar a lo largo de los apar-


tados que son las poblaciones indígenas
quienes toman la decisión de participar
de la vida pública y política de la ciudad,
ya que generan demandas, pero también
134 proponen soluciones; todo ello a través de
un proceso de organización comunitaria
que les ayuda a consolidar cierto poder,
capacidad de representación y gestión,
como ocurre con el mult. Por su parte, el
trabajo que realiza OTIGLI es fundamental
para garantizar los derechos y las prácti-
cas jurídicas con perspectiva cultural. Es
decir, el hecho de contar con traductores
e intérpretes indígenas permite que las
comunidades indígenas tengan acceso a
la justicia desde un enfoque de intercultu-
ralidad y de respeto a los derechos de las
poblaciones indígenas.
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