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cocaina

Es un estimulante del sistema nervioso central. Puede contener cafeína,


analgésicos, paracetamol y fenacetina; anestésicos locales como lidocaína,
procaína y benzocaína, y diluyentes como manitol, glucosa, celulosa,
lactosa, carbonato cálcico y sulfato cálcico (yeso).

Los efectos que produce son euforia, ausencia de cansancio y hambre. El


ritmo cardiaco se acelera y aumenta la presión arterial. Al consumirla en
grandes dosis o repetidas sustancias puede ocasionar paranoia. Es
altamente peligroso si se mezcla con otras drogas como éxtasis o
anfetaminas, pues se puede acelerar el ritmo cardiaco de forma drástica.

EL CICLO DE LA COCA La producción de cocaína se inicia con el cultivo y


recogida de hoja de coca, planta que ocupa unas 188.000 hectáreas de
Colombia -- 1.880 kilómetros cuadrados, un 0,16 por ciento de la superficie
total de Colombia--, según los datos de la Oficina de Política Nacional para
el Control de Drogas de Estados Unidos (Ondcp por sus siglas en inglés). El
promedio del precio de hoja de coca fresca, la base de lo que luego será
cocaína, es de 1,1 dólares el kilogramo.

El siguiente paso es la formación de pasta de coca, que se crea añadiendo


disolventes como queroseno o gasolina, así como ácidos como el sulfúrico.
El precio de este producto, que ya poco tiene que ver con la hoja original, es
de 1.011 dólares el kilo.

Antes de convertirse en polvo de cocaína, conocido como clohidrato de


cocaína, tiene que crearse una base. A la pasta anterior, que ya había
incrementado notablemente su precio, se le añaden oxidantes, como
peróxido de hidrógeno, ácido sulfúrico y amoniaco. El precio medio de la
base de cocaína, producto inmediatamente anterior al polvo listo para
esnifar, es de 1.432 dólares el kilo.

Por último, se produce el clorhidrato de cocaína, el producto final, listo para


el consumo. Para finalizar este producto, se corta la base de cocaína con
éter etílico, acetona y ácido clohídrico. Por último, el traficante que provee
las calles de drogas la mezcla con sustancias de apariencia similar, como
polvos de talco, polvo de tiza o medicamentos picados para incrementar
aún más sus ganancias. En Colombia, un kilo de cocaína lista para el
consumo cuesta unos 2.521 dólares el kilo casi el doble que la base de
cocaina y hasta 2000 veces mas que la base de coca con la que se empezo.

El reciente Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en


Colombia muestra una disminución en los consumidores de tabaco, un
aumento en el consumo de bebidas alcohólicas y un significativo repunte en
sustancias ilícitas como: marihuana, cocaína, basuco, éxtasis y heroína.

Fueron encuestadas 32.605 personas de 12 a 65 años residentes en todos


los municipios del país con más de 33.000 habitantes. Los resultados
muestran un panorama de quiénes, qué y en dónde se están consumiendo
sustancias psicoactivas.

La cocaina, ocupael segundo lugar entre las sustancias ilícitas de mayor


consumo en Colombia.

Se observa un aumento significativo a nivel nacional en el uso de cocaína


alguna vez en la vida (de 2.5% a 3.2%), el uso reciente (último año) se
mantiene estable a nivel nacional en 0.7%.

3,2% de los encuestados ha consumido cocaína alguna vez en la vida.

Consumidores por sexo


La tasa más alta de consumo se encuentra entre los jóvenes de 18 a 24
años.

Hombres 5,5%, y Mujeres el 1,1%.

De cada 100 personas que consumieron cocaína en el último año, 60 de


ellas muestran signos de dependencia.

BASUCO.

Le llaman la droga de los ejecutivos, pero se puede comprar en cualquier


calle de Bogotá u otra ciudad andina. Es el basuco, la droga de moda por sus
novedosos efectos y su bajo coste. La historia comenzó en 1970, cuando un
médico peruano descubrió efectos alucinógenos en los residuos del
procesamiento del clorhidrato de coca, cocaína. También se estableció que
la base, paso intermedio en la producción de cocaína, era un
estupefaciente, y rápidamente empezó a consumirse. Así surgió el nombre,
mezcla de base con cocaína: basuco.

La droga se vende en papeletas, finas capas que se parecen al papel de


fumar, y que en Bogotá tiene actualmente un precio de 500 pesos (cifra
similar en pesetas). De cada una de ellas, se extrae el polvo de basuco, que
alcanza para liar cuatro cigarrillos y se fuma mezclado con marihuana o
tabaco. Antes de encenderse el cigarrillo, se calienta por el exterior para
que el estupefaciente, a causa del calor, se convierta en grasa y se mezcle
bien con su acompañante.Además de basuco, la droga tiene múltiples
denominaciones en el mercado, entre ellas paserolo, banano -por el color
tostado que adquiere el cigarrillo-, pecoso o susuko. En un principio,
únicamente era fumado por personas directamente vinculadas al
procesamiento de la coca. Posteriormente se extendió a sectores de
ingresos escasos, por lo que se le consideró cocaína de los pobres. Pero a
pesar de su bajo costo, es un vicio caro porque el efecto alucinógeno de un
cigarrillo apenas dura tres minutos. "En un fin de semana de basuco te
puedes gastar 50.000 o 60.000 pesos", comentó un alto funcionario de una
empresa constructora, socio de un club de fumadores de basuco.

El problema es que, como otras drogas, crea ansiedad y el adicto "no puede
dejar de consumir cigarrillos uno tras otro", explica el psiquiatra colombiano
Luis Carlos Restrepo. Además de los efectos mentales alucinantes, los
consumidores se "siente brillante", crea "una adicción olfativa, lo que los
basuqueros llaman bouquet", es un olor "dulzón, corporal y genital",
asegura el psiquiatra. Ese aroma también lleva a que sea una droga secreta,
dice la administradora de un club de fumadores de Bogotá. "El fuerte y
persistente olor impide consumirlo discretamente en lugares públicos, pues
delataría a la persona", agrega. Sin embargo, otras drogas, como la
marihuana, "tienen aceptación social, nadie dice nada si alguien la fuma, y
la cocaína es muy discreta, te pegas un fua (pase de cocaína) y es difícil
darse cuenta", informa la administradora del club.

Proliferan los clubes

Ante esta situación, en la capital colombiana florecen los locales para


basuqueros. Suelen ser elegantes casas, situadas en sectores residenciales,
que únicamente reciben a socios, básicamente altos ejecutivos,
empresarios y, como común denominador, personas de abundantes
recursos económicos. Una sesión de consumo no se diferencia
aparentemente en nada de cualquier reunión social de hombres de
negocios; cómodamente apoltronados en butacas, los socios mantienen sus
conversaciones sin ningún signo externo que delate el consumo de
estupefacientes.El uso de esta droga se ha extendido rápidamente entre la
población colombiana. Datos del Ministerio de Salud revelan que en 1984
había en esta nación, de 28 millones de habitantes, 1.200.000 fumadores
de basuco. Una investigación privada determinó que entre el 3% y el 5% de
la población colombiana había consumido alguna vez basuco.

La edad del consumidor ha cambiado con el tiempo, según reveló la


terapeuta para drogadictos María Isabel de Lince. "Antes venían a las
consultas adictos al basuco entre 14 y 22 años", dice. Sin embargo en la
actualidad "acuden pacientes con edades entre 25 y 35 años", indica la
especialista.

"Es un alucinógeno muy extendido en la sociedad colombiana, los sectores


populares, al ser barata, pueden fumar de vez en cuando y en los círculos
pudientes, especialmente entre ejecutivos y hombres de empresa, hay
mucha adicción", dice María Isabel de Lince, quien agrega que "muchos
pacientes dicen que ayuda en los negocios".

El psiquiatra Luis Carlos Restrepo estima que el basuco es una droga más
peligrosa para la salud que la marihuana y la cocaína. "La adicción es muy
rápida, en pocas sesiones se puede convertir en consumidor permanente",
señala. Pero lo más grave es que "presenta un cuadro clínico preocupante,
que afecta a las funciones vitales y crea a largo plazo un estado paranoico".
El basuco "es el latigazo para poder hacer cualquier cosa entre los adictos,
incluso la más sencilla", añade.

19 años es la edad promedio en que se inicia el consumo de basuco.

1.2% de las personas encuestadas reportó haberlo consumido alguna vez en


su vida.

En consumo reciente de basuco se encuentran unas 49 mil personas, de las


cuales 45 mil son hombres.

Los consumidores de 25 a 34 años son quienes presentan un patrón de


consumo más problemático, debido a que casi la totalidad de los mismos
serían dependientes.

HEROINA.

El estudio sugiere que en la población colombiana entre 12 y 65 años de


edad, al menos 31.852 personas han consumido heroína alguna vez en la
vida. De ellas, 7.011 personas consumieron en el último año y 3.592 lo
hicieron en el último mes. Esta última cifra representa, según los criterios
estadísticos de la metodología adoptada en el estudio, el número (mínimo)
de posibles consumidores actuales de heroína en el país.

Panorama general

La heroína es una droga opioide sumamente adictiva y su consumo tiene


repercusiones que se extienden más allá de la persona que la consume. Las
consecuencias médicas y sociales del consumo de drogas—como la
hepatitis, el VIH y el sida, los efectos sobre el feto, la actividad delictiva, la
violencia y los problemas en el entorno familiar, laboral y educativo—
tienen un impacto devastador en la sociedad y cuestan miles de millones de
dólares cada año.

¿Qué es la heroína y cómo se consume?

La heroína es una droga ilegal sumamente adictiva que se procesa a partir


de la morfina, una sustancia que se da en forma natural y se extrae de la
vaina de las semillas de ciertas plantas de amapola. Por lo general se vende
en forma de polvo blanco o amarronado que se "corta" con azúcares,
almidón, leche en polvo o quinina. La heroína pura es un polvo blanco de
sabor amargo que se origina principalmente en América del Sur y, en menor
medida, en el sudeste de Asia, y domina los mercados estadounidenses al
este del río Mississippi.3 La heroína con un alto grado de pureza se puede
aspirar o fumar y puede resultar más atractiva para quienes recién se inician
en el consumo porque elimina el estigma asociado con las drogas
inyectables. La heroína en su forma conocida como "alquitrán negro" es
pegajosa como el alquitrán que se emplea en los tejados o dura como el
carbón; se produce principalmente en México y se vende en las zonas de
Estados Unidos ubicadas al oeste del río Mississippi.3 El color oscuro
asociado con esta forma de heroína proviene del método de procesamiento
crudo, que le deja impurezas. La heroína impura generalmente se disuelve,
se diluye y se inyecta en una vena, un músculo o en forma subcutánea.
¿Qué efectos tiene la heroína en el organismo?

La heroína se adhiere a receptores específicos en el cerebro y los activa.


Estos receptores se conocen como receptores opioides mu (ROM). El
organismo humano contiene sustancias químicas que se presentan
naturalmente llamadas neurotransmisores, los cuales se adhieren a esos
receptores en el cuerpo y el cerebro y regulan el dolor, la liberación de
hormonas y las sensaciones de bienestar.9 Cuando los ROM son activados
en el centro de recompensa del cerebro, estimulan la liberación del
neurotransmisor llamado dopamina, lo que causa la reafirmación de la
conducta que lleva al consumo de la droga.10 Las consecuencias de activar
los receptores opioides con la administración de opioides externos (versus
las sustancias químicas que están presentes en forma natural en el
organismo) dependen de una variedad de factores: cuánto se consume, en
qué lugar del cerebro o del cuerpo se produce la fijación a los receptores,
cuán fuerte es la fijación y cuánto dura, con qué rapidez llega allí la droga y
qué sucede después.

¿Cuáles son los efectos inmediatos (a corto plazo) del consumo de heroína?

Una vez que la heroína ingresa al cerebro, se convierte en morfina y se


adhiere rápidamente a los receptores opioides.11 Las personas que
consumen heroína por lo general reportan sentir una oleada de una
placentera sensación de euforia. La intensidad de la oleada de euforia es
una función de cuánta droga se consume y con qué rapidez la droga ingresa
al cerebro y se fija a los receptores opioides. En el caso de la heroína, la
oleada de euforia a menudo está acompañada por un enrojecimiento cálido
de la piel, sequedad bucal y una sensación de pesadez en las extremidades.
También se pueden presentar náuseas, vómitos y picazón intensa. Luego de
los efectos iniciales, la persona normalmente se siente adormilada o
somnolienta durante varias horas y sus funciones mentales están nubladas;
la función cardíaca se vuelve más lenta y también se reduce grandemente el
ritmo de la respiración, en algunos casos hasta el punto de poner en riesgo
la vida. La respiración lenta también puede llevar a un estado de coma y
causar daño cerebral permanente.

Los opioides actúan en muchas áreas del cerebro y el sistema nervioso

Los opioides pueden debilitar la respiración al modificar la actividad


neuroquímica en el tronco del encéfalo, que es donde se controlan
funciones automáticas del organismo como la respiración y la frecuencia
cardíaca.

Los opioides pueden reforzar el comportamiento de consumo de drogas al


alterar la actividad en el sistema límbico, que es el que controla las
emociones.

Los opioides pueden bloquear los mensajes de dolor que se transmiten


desde el cuerpo a través de la médula espinal.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo del consumo de heroína?

El consumo repetido de heroína modifica la estructura física13 y la fisiología


del cerebro, creando desequilibrios de larga duración en los sistemas
neuronales y hormonales que no son fáciles de revertir.14,15 Los estudios
han mostrado cierto deterioro de la materia blanca del cerebro causado por
el consumo de heroína, lo cual puede afectar la habilidad para tomar
decisiones, la capacidad de regular el comportamiento y las respuestas
generadas ante situaciones de estrés.16-18 El consumo de heroína también
crea profundos niveles de tolerancia y dependencia física. La tolerancia
ocurre cuando se necesita cada vez más cantidad de la droga para lograr los
mismos efectos. En el caso de la dependencia física, el cuerpo se adapta a la
presencia de la droga y si el consumo se reduce en forma abrupta se
presentan síntomas de abstinencia.

Los síntomas de abstinencia pueden presentarse unas pocas horas después


del último consumo de la droga. Estos síntomas incluyen inquietud o
desasosiego, dolor muscular u óseo, insomnio, diarrea, vómitos, escalofríos
con "piel de gallina" y movimientos de las piernas. Los síntomas de
abstinencia más importantes hacen un pico entre 24 y 48 horas después de
la última dosis de heroína y disminuyen en aproximadamente una semana.
Sin embargo, algunas personas han presentado síntomas persistentes de
abstinencia durante muchos meses. Por último, el consumo repetido de
heroína causa con frecuencia un trastorno por consumo de heroína, una
enfermedad crónica recidivante (con recaídas) que va más allá de la
dependencia física y se caracteriza por la búsqueda incontrolable de la
droga sin que importen las consecuencias.19 La heroína es sumamente
adictiva independientemente de la forma en que se administre, si bien las
formas de administración que permiten que llegue al cerebro con mayor
rapidez (es decir, inyectada o fumada) aumentan el riesgo de desarrollar un
trastorno por consumo de heroína. Una vez que una persona padece este
trastorno, obtener y consumir la droga se convierte en el propósito principal
de su vida.

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